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A Diagnóstico

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1, Algunas cuestiones preliminares para comprender mejor la naturaleza del diagn6stico social

Antes de introducimos en el tratamiento de la cuestión propuesta en este capítulo, nos parece


oportuno plantear algunas consideraciones previas que pueden ayudarnos a la comprensión de la
naturaleza de un diagnóstico:

a. Etimología del término.


b. b. El uso del concepto de diagnóstico en el campo de la medicina y su "traspaso" a las ciencias
sociales y a las metodologías de intervención social.
c. c. El uso del término "diagnóstico" en uno de los textos fundacionales del trabajo social.
d. d. "Conocer para actuar", como principio fundamental en que se basa la necesidad de realizar
un diagnóstico. e. El diagnóstico social como nexo o bisagra entre la investigación y la
programación.

a, Etimología del término El término "diagnóstico" proviene del griego diagnoslikós, formado por
el prefijo día. "a través", y gnosis, "conocimiento", "apto para conocer". Se trata, pues, de un
"conocer a través". de un "conocer por medio de". Esta breve referencia a la estructura verbal del
término nos sirve como primera aproximación para precisar el concepto que queremos dilucidar.
Con este alcance y significado que surge de la misma etimología del término. la palabra
"diagnóstico" es utilizada en diferentes circunstancias, para hacer referencia a la caracterización
de una situación. mediante el análisis de algunos síntomas. Como término técnico-profesional, ha
sido ampliamente empleado en la medicina., desde hace muchas décadas. Esto, naturalmente, ha
dado su impronta al uso que luego se le dio en otros campos, particularmente en las ciencias
sociales. Veremos ese "traspaso" del término de la medicina a las ciencias sociales para constituir
uno de los elementos clave de los métodos de intervención social.

b. El uso del concepto de diagnóstico en el campo de la medicina y su traspaso a las ciencias


sociales y a las metodologías de intervención social Otra forma de aproximarnos al concepto de
diagnóstico social consiste en analizar el "traspaso" de este concepto desde la medicina a las
ciencias sociales y a las diferentes metodologías de intervención social (trabajo social, educación
de adultos. animación sociocultural, desarrollo de la comunidad, elc.). Estas consideraciones nos
parecen relevantes, en cuanto que el concepto de diagnóstico social -mutaris mulandis- es similar
en ciertos aspectos al de diagnóstico clínico. tal y como lo conciben y realizan los médicos. .
Teniendo en cuenta esta circunstancia, es interesante hacer referencia a lo que en medicina se
entiende por diagnóstico clinico y al procedimiento utilizado por los médicos para su realización.
En este cam. po de actuación profesional. la palabra designa los procedimientos utilizados para
averiguar el estado de salud de una persona, o el carácter de su enfermedad. mediante el examen
de su sintomatología, a fi n de prescribir el tratamiento más adecuado. Por lo que se refiere a la
forma de hacer un diagnóstico clínico, las líneas generales de la actuación profesional del médico
pueden resumirse en lo siguiente:

• El médico, cuando va a atender a un paciente, lleva consigo: - todo su bagaje de conocimientos


teóricos que comporta su formación profesional; _ toda su experiencia personal (que incluye
tanto lo profesional como el modo de relacionarse con la gente). • Cuando está con el paciente: _
lo examina fisicamente, haciendo especialmente una auscul· tación de aquellos sistemas
orgánicos que más relación pudieran tener con lo que le está pasando; _ le hace preguntas para
informarse acerca de lo que siente; - recurre a su historia clínica (antecedentes). • Detectada la
enfermedad (el problema), procede a: - determinar los fac tores que la han producido; _ de algún
modo. establecer también qué le pasarla al paciente en el caso de que no realizase ningún
tratamiento a su mal. • En algunos casos. encarga el análisis sobre cuestiones puntuales a otros
especialistas (bioquímico, radiólogo. etc.). • Con estas informaciones y teniendo en cuenta las
observaciones realizadas de manera directa. el médico procede a: - evaluar la situación del
paciente; - calificar la enfermedad según los síntomas que advierte; _ considerar los medios o
formas de lograr la curación. • Para esto último tiene en cuenta: _ los recursos y medios
disponibles, incluyendo en ello desde el potencial genético de la persona hasta su situación
socioeconómica. pasando por todo 10 que implica su medio ambiente, o la tecnología sanitaria
disponible. Esta simple enumeración, aun lejos de ser exhaustiva (en cuanto a explicación de
cómo se hace un diagnóstico c1Úlico). nos revela unas líneas y aspectos sustantivos en el modo de
realizarlo. Cuando nos ocupemos específicamente del diagnóstico social, importará recordar este
modo procedimental. Las cuestiones que hemos planteado hasta aquí pueden considerarse como
los aspectos metódicos en lo que concierne a la realización de un diagnóstico médico. Sin
embargo, hay otros dos aspectos que nos parecen particularmente significativos para hacer un
buen diagnóstico, ya sea clínico o social. • Si bien el médico (lo mismo que un trabajador social,
educador, animador, etc.), al hacer un diagnóstico, se apoya en un conjunto variado y complejo
de conocimientos cientÍficos y de carácter profesional (mayores o menores según sea su nivel de
preparación), tiene también una experiencia profesional acumulada, en la que habrá incorporado
elementos positivos (en el sentido de que ayudan a un quehacer profesional más efi caz), pero
habrá incorporado también otros que no ayudan mucho, y puede asimismo haber adquirido
hábitos que no ayudan a su quehacer específico. • Al segundo asPecto extra metodológico, lo
consideramos más importante aún: hace referencia al proceso de comunicación en el marco de la
relación médico-enfermo. Se trata de un proceso dialéctico/interactivo y retroalimentado entre
dos personas, que va mucho más allá del intercambio de información. Ahora bien, si es· ta
interrelación se da en un ambiente de respeto. de empatía y de calidez humana, no sólo se da una
mayor satisfacción al usuario y es en sí misma una forma de terapia, sino que crea también las
condiciones para que e l paciente se manifieste más libre y profundamente, lo que facilitará la
tarea de realización del diagnóstico. 2 Mejorar las habilidades y cualidades del médico (como de
cualquier profesional de la acción social) para relacionarse mejor con el paciente es también
mejorar la capacidad para hacer diagnósticos. Afirmativas esto porque, para hacer un buen
diagnóstico, no basta saber cuál es la información necesaria. hay que saber también cómo canse·
guiarla. Una buena relación humana médico-paciente pennile obtener más y mejor información
para elaborar el di agnóstico. Para que esto sea posible, tenemos que: • establecer buenas
relaciones; • desatar un proceso de retroalimentación en la interacción médico paciente; • tener
capacidad de escucha activa y empatía; • excluir todo prejuicio respecto al paciente, ya sea por su
clase social, raza, religión, sexo, edad. etc.; • estimular su participación a fin de que esté
predispuesto a identificar sus problemas y encontrar vías de solución. El uso y alcance del ténnino,
y la práctica médica consiguiente, pueden ayudamos a comprender la naturaleza del diagnóstico
social. habida cuenta de que en las metodologras de intervención social y en las ciencias sociales
se utiliza con un alcance similar. Sin embargo, y aunque el símil entre diagnóstico clínico
(paciente/ médico) y diagnóstico social (usuario/trabajador social) se encuentra relativamente
extendido y presenta muchas semejanzas por tratarse de un diagnóstico personal individualizado,
al trasladar la comparación clínico-social al terreno grupaJ y comunitario, conviene aclarar ciertos
extremos que eviten equívocos que a veces son frecuentes. y que se producen fundamentalmente
desde el ámbito de la medicina comunitaria, cuyas aportaciones han tenido y tienen influencia en
los diversos campos de intervención social. no sólo en el de la salud. "En primer Jugar. la medicina
comunitaria y la medicina clínica presentan un panorama muy distinto en )0 que se refiere al
diagnóstico de los problemas. Asr, en esta última existe un procedimiento bien delimitado y
adaptado a la taxonomía c1fnica, que pennite identificar y clasificar los problemas de salud: la
anamnesis y la exploración fisica complementaria. En cambio, la medicina comunitaria debe
recurrir a un conjunto de métodos y técnicas diversos, cuyas condiciones presentan numerosos
problemas de operatividad y que, además. no se encuentran en correspondencia con ninguna
taxonomfa de 'síndromes comunitarios' legitimada o al menos ampliamente consensuada.,,3 Otra
diferencia radica en el hecho de que, en la medicina, suele aceptarse que el diagnóstico debe
preceder siempre a la intervención, En el caso de las diferentes fonnas y metodologfas de
intervención social. esto no siempre es así: muchas veces el diagnóstico se realiza a la vez que se
desarrollan ciertas actividades e intervenciones con la población.

c. El uso del término "diagnóstico" en uno de los textos fundacionales del trabajo social
Quisiéramos recordar que el primer libro en el que se hizo una sistematización de los métodos de
intervención social, publicado en 1917 y escrito por Mary Richmond. se tituló Social Diagnosis.
Respecto a este libro, que es un hito fundamental en la historia del trabajo social, quisiéramos
hacer dos observaciones: . • El diagnóstico social (en el que se incluye también el tratamiento)
está concebido de acuerdo con el modelo de actuación profesional de la medicina; ello no es de
extrañar. ya que Mary Richmond realizó buena parte de su trabajo junto a un médico. En otras
palabras: lo primero que se planteó sobre el diagnóstico social se elaboró sobre el modelo
médico-clínico y tiene que ver con lo que hemos hablado sobre el traspaso de este concepto del
campo de la medicina al de las ciencias y tecnologías sociales. • Otro aspecto que quisiéramos
señalar es el proceso que propone Mary Richmond para realizar un diagnóstico social. aunque ella
incluye en el libro todas las fases del proceso de intervención social. Comienza con lo que ella
llama la "evidencia social" (los hechos que, tomados en su conjunto. indican la naturaleza de las
dificultades sociales de un determinado cliente y los instrumentos para su solución). Sigue luego
con las "inferencias", que para Richmond son el "proceso racional por el cual pasamos de hechos
conocidos a hechos desconocidos". A partir de "evidencias e inferencias", se inicia el proceso
hacia el diagnóstico. que explica a través de los procedimientos que se utilizan y que comporta
cuatro fases: t. Entrevista con el cliente. 2. Primeros contactos con la familia inmediata del cliente.
3. Búsqueda de otras fuentes y uso de la intuición. 4. Cuidadosa ponderación de cada uno de los
ítems estudiados y la interpretación de todos los datos recopilados.

d. "Conocer para actuar', principio fundamental en el que se basa la necesidad de realizar un


diagnóstico • Este principio está en contradicción con buena parte de la práctica de Ias Ciencias
Sociales. Frente al cúmulo de estudios y diagnósticos realizados y los pocos problemas resueltos
con los estudios sociales. un observador externo podría pensar que los diagnósticos se hacen con
el propósito de "conocer por conocer", como si se tratase tan sólo de "saber qué pasa". Buena
parte de los "diagnosticadores" son una suerte de investigadores académicos no comprometidos.
Poco les importa lo que se vaya a hacer con sus estudios y diagnósticos. Lo que les importa es
cobrar su trabajo. Como dice Pedro Demo, tan acertadamente:, de investigaciones para ninguna
solución, mero estudio SIR aplicación práctica, simple ejercicio académico, por cuestión de
método, no de realidad".6 . La necesidad de realizar un diagnóstico (y la investigación que le sirve
de sustento) está basada en el principio de que es necesario conocer para actuar con eficacia.
Dicho más brevemente y utilizando la conocida frase de Augusto Comte (que él aplicaba a la
sociología), diremos que es un conocer para actuar . En este sentido, todo diagnóstico social
representa una de las fases iniciales y fundamentales del proceso de intervención social.
Constituye uno de los elementos clave de toda práctica social, en la medida en que procura un
conocimiento real y concreto de una situación sobre la que se va a realizar una intervención social
y de los diferentes aspectos que es necesario tener en cuenta para resolver la situación-problema
diagnosticada. El hacer esto (el diagnóstico) ofrece una mayor garanúa de eficacia en la
programación y ejecución de actividades. Utilizando una expresión de Kurt Lewin, podemos decir
que el diagnóstico debe servir para "esclarecer el quehacer profesional en el manejo de los
problemas sociales especfficos".7 Un diagnóstico no se hace sólo para saber qué pasa. Se elabora

e. El diagnóstico social como nexo o bisagra entre la investigación y la programación • Ya hemos


hecho referencia al comienzo de este capítulo a la confusión existente en algunos autores, que inc
luyen el diagnóstico en la planificación. No es un error grave. pero se presta a cierta confusión
conceptual y operativa. Otros consideran el diagnóstico como una parte de la investigación; aquí la
confusión es mayor y más grave, entre otras cosas, porque las habilidades para diagnosticar no
son las mismas que las capacidades que se necesitan para investigar.

El diagnóstico social es un nexo entre la investigación y la programación; tiene una función


"bisagra" entre una y otra fase del proceso metodológico. Sin investigación previa. no puede haber
diagnóstico (al menos, un diagnóstico medianamente serio) y, sin apoyarse en un diagnóstico. no
se puede hacer una buena programación. Veamos rugo más sobre la confusión entre investigación
y diagnóstico: se pueden hacer estudios sobre problemas sociales, sin que ellos sean un
diagnóstico, en el sentido estricto del término. El diagnóstico comporta algo más que una
investigación. En un estudio sobre problemas sociales. se recogen y sistematizan, se relacionan, se
analizan y se interpretan datos e infonnaciones sobre estos problemas. En un diagnóstico, además,
hay que comprender los problemas de cara a la acción. Esto supone conocer: 20 • Cuáles son los
problemas (en un análisis sincrónico y diagnóstico de los mismos), el porqué de esos problemas en
una situación determinada. • Cuál es el contexto que condiciona la situación-problema estudiada.
(Hasta aquí, todo esto podría ser parte del estudio/investigaci6n.) • Cuáles son los recursos y
medios disponibles (o a los que se puede acceder a medio plazo) para resolver estos problemas. •
Cuáles son los factores más significativos que influyen, condicionan o determinan la situación, y los
actores sociales implicados en la misma. • Cuáles son las tendencias previsibles en el futuro, cÓmo
se prevé que puede ir evolucionando la situación. según las diversas opciones de intervención y no
intervención en ella. • Qué decisiones hay que adoptar acerca de las prioridades y estrategias de
intervención. • Cuáles son los factores contingentes que condicionan la viabilidad y factibilidad de
una intervención social.

El diagnóstico social es un nexo entre la investigación y la programación; tiene una función


"bisagra" entre una y otra fase del proceso metodológico. Sin investigación previa. no puede haber
diagnóstico (al menos, un diagnóstico medianamente serio) y, sin apoyarse en un diagnóstico. no
se puede hacer una buena programación. Veamos rugo más sobre la confusión entre investigación
y diagnóstico: se pueden hacer estudios sobre problemas sociales, sin que ellos sean un
diagnóstico, en el sentido estricto del ténnino. El diagnóstico comporta algo más que una
investigación. En un estudio sobre problemas sociales. se recogen y sistematizan, se relacionan, se
analizan y se interpretan datos e informaciones sobre estos problemas. En un diagnóstico,
además, hay que comprender los problemas de cara a la acción. Esto supone conocer: 20 • Cuáles
son los problemas (en un análisis sincrónico y diagnóstico de los mismos), el porqué de esos
problemas en una situación determinada. • Cuál es el contexto que condiciona la situación-
problema estudiada. (Hasta aquí, todo esto podría ser parte del estudio/investigaci6n.) • Cuáles
son los recursos y medios disponibles (o a los que se puede acceder a medio plazo) para resolver
estos problemas. • Cuáles son los factores más significativos que influyen, condicionan o
determinan la situación, y los actores sociales implicados en la misma. • Cuáles son las tendencias
previsibles en el futuro, cÓmo se prevé que puede ir evolucionando la situación. según las diversas
opciones de intervención y no intervención en ella. • Qué decisiones hay que adoptar acerca de las
prioridades y estrategias de intervención. • Cuáles son los factores contingentes que condicionan
la viabilidad y factibilidad de una intervención social.

a. El diagnóstico es una rase o momento de los métodos de intervención social Ésta es la primera
cuestión que parece imponame dilucidar. Se trata de situar el diagnóstico dentro del proceso
global de los métodos de intervención social. Como es harto conocido. todas las formas o
modalidades de intervención social están configuradas por la integración y fusión de diferentes
fases o momentos lógicos de una estrategia de actuación. Estos momentos se dan dentro de un
proceso encabalgado y retroactivo (no físico, como puede inducir a pensar su formulación). Por
otra parte, el proceso puede tener inicio en cualquiera de estos momentos. Esta estructura
metódica subyacente (o estructura básica de procedimiento) comporta cuatro aspectos
principales y es independiente de l campo de intervención; todos ellos se relacionan con el
diagnóstico, tal como expresamos en el siguiente esquema: 22 Estudio-investigación, que culmina
en un diagnóstico de la situación-problema, que sistematil.3 los datos para su comprensión.
Programación, que se apoya en los resultados del diagnóstico, para formular propuestas de
intervención con garantías de éxito y eficacia. Ejecución, que tiene en cuenta el diagnóstico para
establecer la estrategia operativa y la implementación de las acciones. Evaluación, que se puede
hacer sobre y en diferentes momentos del proceso, entre ellos el diagnóstico, en cuanto expresar
una situación inicial que sirve como punto de referencia de la situación objetivo a la que se quiere
llegar, o como elemento de comparación para valorar los cambios producidos.

b. El diagnóstico, como rorma de utilizar los resultados de una investigación aplicada de cara a la
acción • Cuando se habla de investigación, se suele establecer una diferencia entre la investigación
básica y la investigación aplicada. El criterio con que se hace esta distinción tiene en cuenta el
propósito principal con que se aborda el estudio de algún problema en la investigación: • • La
investigación básica, pura o fundamental tiene como propósito principal acrecentar los conoci
mientos teóricos para el progreso de una determinada ciencia, sin interesarse directamente en sus
posibles aplicaciones o consecuencias prácticas. Es más formal y persigue propósitos teóricos en el
sentido de aumentar el acervo de conocimientos de una determinada teoría . • Por su parte, la
investigación aplicada guarda íntima relación con la anterior, pues depende (en ciertos aspectos)
de los descubrimientos y avances de la investigación básica, enriqueciéndose de ellos. Se trata de
investigaciones que se caracterizan por su interés en la aplicación, utilización y consecuencias
prácticas de los conocimientos que se adquieren. Se puede decir, asimismo, que la investigación
aplicada busca el "conocer para hacer", para actuar; ya sea con el propósito de modificar.
mantener, reformar o cambiar radicalmente algún aspecto de la realidad social. Le preocupa la
aplicación más o menos inmediata de los conocimientos adquiridos acerca de una realidad
circunstancial. No está orientada al acrecentamiento del acervo científico, ni al desarrollo del
discurso teórico. Todo diagnóstico se apoya siempre en una investigación aplicada. Se trata de
realizar un estudio con la finalidad de tener conocimientos para producir cambios inducidos y/o
planificados. O bien con el objeto de resolver problemas, satisfacer necesidades, desarrollar
potencialidades. o para actuar sobre algún aspecto de la realidad social.

c. El diagnóstico como unidad de análisis y síntesis de la situación problema El diagnóstico debe ser
una unidad de análisis y síntesis de la situación-problema que sirve de referencia para la
elaboración de un programa de acción. Consecuentemente. en el diagnóstico se debe hacer una
descripción de los elementos y aspectos integrantes de una realidad que es motivo de estudio.
Pero. al mismo tiempo. hay que establecer la interconexión e interdependencia de los mismos. de
modo que las panes queden estudiadas como constituyendo un todo estructurado e indisoluble.
Lo que en un momento es separado a los efectos del análisis (éste consiste precisamente en
examinar las panes de un todo). luego hay que mtegrarlo para mostrar el lugar y papel de cada
pane en el sistema de una totalidad. en la que existe una unidad dialéctica indisoluble de cada uno
de los elementos. En otras palabras, de lo que se trata es de aplicar simultáneaf1.1ente dos
métodos lógicos: el análisis y la síntesis. De este modo. el diagnóstico es un cuerpo de
conocimientos analíticos/sintéticos, penenecientes a una realidad concreta y delimitada sobre la
que se quieren realizar determinadas acciones. planificadas y con un propósito concreto.

d. Un diagnóstico nunca es algo ternúnado. es un "instrumento abierto" que siempre está


haciéndose Un diagnóstico debe estar abieno a incorporar nuevos datos e informaci~n. nuevos
ajustes derivados de nuevas relaciones e interdependenCIas que se establecen a partir de los
datos disponibles o de nuevos datos que se van obteniendo. Desde esta perspectiva, el
diagnóstico constituye una fase o momento del proceso metodológico -y a la vez un instrumento
operativo--- que se va completando y enriqueciendo de manera permanente. Toda intervención
en la realidad genera una dinámica que va planteando nuevos interrogantes. va reformulando
problemas y va haciendo luz sobre cuestiones que no se habían considerado suficientemente, o
simplemente eran lagunas del diagnóstico. y, en la medida en que el proceso de trabajo es
verdaderamente participativo, la misma gente va a abrir nuevos horizontes de problemas que
permitirán descubrir áreas o aspectos no explorados. señalar deficiencias e ir rectificando y
apon.ando nuevos elementos que enriquecen y mejoran el diagnóstico. Este carácter de
"instrumento abien.o" o de "herramienta de trabajo no terminada". que tiene todo diagnóstico,
conduce a una reelaboración permanente del mismo, enriquecido a su vez por la relación entre el
trabajador social y las personas con las que y para las que trabaja; más aún si se emplean métodos
y técnicas de intervención social participativas. Para resumirlo brevemente. hacemos nuestras las
palabras de Mary Richmond cuando afirma: "El diagnóstico completo --de hecho. el diagnóstico
correcto-- no siempre es posible, ni siquiera cuando se dispone del tiempo suficiente ... Ningún
diagnóstico es definitivo." Pues los descubrimientos tardíos de un caso o situación pueden
COntribuir a aclarar y comprender mejor las causas del mismo y sus factores condicionantes. por
lo que "no es ningún disparate afirmar que la investigación continúa a medida gue lo hace el
tratamiento" y durante to~ do el proceso de intervención.8 e. Un diagnóstico adquiere su
significado rnl1s pleno en la medida en que se hace una adecuada contextualización de la
situaci6n-problema diagnosticada En otras palabras: el problema en sí (que ha sido estudiado e
investigado) debe ser contextualizado como un aspecto de la totalidad social del que forma parte.
Para esta contextualización, proponemos un abordaje sistémico/ecológico/dialéctico. Veamos en
qué consiste. Entendemos por "sistema" a un todo un itario y organizado compuesto de dos o más
panes (elementos. componentes o subsistemas) que. por su misma naturaleza, constituyen una
complejidad organizada. Todo sistema puede considerarse, a la vez, como un todo o como parte
de un todo mayor. No se puede cerrar un sistema como totalidad, sino que hay que considerarlo
entre los sistemas de sistemas de que forma Parte. Decimos, en primer lugar, que el modo de
abordaje debe ser sistémico. La realidad es sistémica, los problemas son sistémicos;
consecuentemente, el modo de abordaje debe ser sistémico. Cada hecho, fenómeno o proceso
que se ana1iza y cada acción o intervención que se propone, debe ser considerada como un
aspecto de la totalidad social de la que forma parte. S610 dentro del sistema que lo incluye, se
entiende la significación última de algún aspecto de la rea1idad. Afinnamos una segunda
dimensión de este modo de abordaje, diciendo que es ecológico, porque un enfoque que
considere los problemas socia1es ha de tener en cuenta que nada ocurre de modo aislado. Nada ni
nadie actúa en completa independencia. En la realidad social existe una complicada red de
intercambios y retroacciones, a la que puede aplicarse una de las leyes de la ecología que dice:
"todo está relacionado con todo" o "todo está relacionado con lo demás". Este enfoque o
perspectiva es válido para los modelos de intervención social. El tratamiento de los problemas
(individuales, grupa1es o colectivos) que no tenga en cuenta los efectos, interacciones y
retroalimentaciones que existen entre los diferentes subsistemas, es un modo de abordaje de la
rea1idad que se considera inadecuado para la interpretación y comprensión de los fenómenos y
procesos sociales, y para actuar sobre ellos. Todo esto puede formularse de una manera mucho
más precisa, teniendo en cuenta la distinción de los diversos niveles ecológicos que propuso Urie
Bronfenbrenner.9 Siguiendo a este autor. se pueden distinguir cuatro niveles: 26 - El macrosistema
que, a veces, se llama la escala macrosocial. Constituye el marco general más englobante. - El
exosistema: se trata de un marco más inmediato, donde el individuo o grupo desarrolla su vida,
pero 'en el que no interactúa "cara a cara" . Sin embargo, en ese marco "pasan cosas que les
afectan" o que inciden en sus vidas. En este ámbito se da una multiplicidad de planos y niveles de
intercambios, interacciones y retroacciones en las que están inmersos aquellos .que s<>,n los
destinatarios de los programas, actividades o serviCIOS SOCiales. _ El mesosistema, constituido
por el conjunto de microsistemas que configuran redes de interacciones y que supone que el indio
viduo o grupo actúa en una multiplicidad de marcos. _ El microsistema. donde los individuos y
grupos actúan '~cara a cara". Es un ámbito de cercanía vital, como es la tarea en el aula dentro de
una escuela, la relación en el seno de una familia, etc. Estos cuatro niveles pueden expresarse
gráficamente del siguiente modo:

y el modelo es también dialéctico, en cuanto procura captar el movimiento mismo de la rea1idad,


cuyas partes están en relación activa. causada por el choque de los contrarios. Este abordaje
supone: • Un enroque holístico o totalizador, donde cada elemento ~e la realidad es captado en su
articulación dinámica con el conjunto o sistema global. Desde una perspectiva holística, el todo
determina la naturaleza de las partes, y las propiedades de éstas se explican a partir de las
propiedades del todo, sin que ello agote la explicación de las partes . • Superación de la dicotomía
teoría y práctica. como si. fueran elementos contrapuestos Y no intcrrelacionados. Lo que Importa
cuando se realiza un diagnóstico de cara a una intervención social es tener en cuenta la
reciprocidad de funciones entre una y otra. • Pensamiento crítico, puesto que la realidad no s610
es "lo dado", sino también "lo posible" que hay que proponer y realizar. Se trata. como diría
Mannheim. de trascender la realidad en su "forma histórica concreta de existencia socilJ", para ser
capaces de pensar un futuro diferente. • Función desmitificadora. que consiste en quitar los
"velos" que encubren la realidad y que permiten servidumbres sin que nadie se aperciba de ello.
La realidad comienza a ser desmitificada. desde el momento en que comenzamos a dudar de que
"lo dado" es lo que "debe ser". • Perspectiva utópica. en cuanto desentrañamiento e invención de
un futuro diferente. El pensamiento utópico se apoya en la realidad histórico-social del presente.
pero polarizado por el horizonte de un futuro inédito pero deseable. Este carácter de la utopía es
un factor dinamizador y de cambio social. Dicho esto. hemos subrayar un par de cuestiones que,
no por obvias, dejan de ser importantes. En la realización de la tarea de contextualización de una
situación problema, fácilmente pueden cometerse dos tipos de errores: 28 - Excesiva
preocupación por explicar la totalidad. con lo cual el diagnóstico queda perdido en las
consideraciones generales sobre la situación contextual. A veces se dicen generalidades que ya se
conocen y no se agrega nada al diagnóstico de una situación concreta. - Inadecuada presentación
de la realidad que no permite contextualizar el diagnóstico: un análisis de la realidad social
presentado de manera atomizada. fraccionada o dispersa difícilmente brinda elementos para
descubrir relaciones a interconexiones que permitan contextualizar los problemas y necesidades
dentro de la situación más amplia que los condiciona. Extrema generalización en tomo a
problemas globales que no se relacionan directamente con el diagnóstico, en un caso; inadecuada
e insuficiente contextualización. en el otro. Todo lo dicho. referente a la contextualización de un
diagnóstico, podemos resumirlo en el siguiente cuadro:

3. Finalidad del diagnóstico social Un diagnóstico no se hace sólo para saber "qué pasa". Se realiza
también para saber "qué hacer". De ahí que sean dos los propósitos, o las finalidades últimas del
diagnóstico: • servir de base para programar acciones concretas; • proporcionar un cuadro de
situación que sirva para eccionar y establecer las estrategias de actuación. De ordinario. siempre
se ha mencionado la primera de las finalidades indicadas. pero muy pocas veces se piensa en el
diagnóstico como un elemento importante y significativo que puede ayudar a sortear los
obstáculos y dificultades que obstruyen la realización de un determinado proyecto. o un conjunto
de actividades. Cuando hablamos de servir de base para programar acciones concretas, estas
"acciones" pueden ser parte de un plan. de un programa de un proyecto, un servicio o,
simplemente, de un conjuntivo: actividades más o menos articuladas entre sí. En otras palabras: a
partir de los datos sistematizados del diagnóstico, se diseñan las operaciones y acciones que
permiten enfrentar de manera permanente (con la mayor organización y racionalidad posible) los
problemas y necesidades detectados en el mismo. Pero el diagnóstico ha de ser también
fundamento de las estrategias que han de servir a la práctica concreta, conforme con las
necesidades y aspiraciones manifestadas por los propios interesados (familia. grupo, organización,
comunidad, pueblo, etc.) y la influencia de los diferentes factores que inciden y actúan de manera
positiva, negativa o neutra, en el logro de los objetivos propuestos y en la realización y puesta en
marcha de las acciones que se van a realizar. La planificaci6n debe ser flexible para poder adaptar
los procesos a las decisiones que reclama cada coyuntura, pero· para ello el diagn6stica (siempre
realizándose o actualizándose) debe orientar la toma de decisiones con el fin de mantener o
corregir el conjunto de las actividades en la direcci6n de la situación-objetivo deseada. Todo
diagn6st~co debe servir, en consecuencia, para asegurar que se mantenga el rumbo del arco
direccional, entendiéndose por tal el camino o trayectoria que se debe seguir desde la situación-
inicial para alcanzar la situaci6n-objetivo.

Pero, como una cosa es la lógica de la formulación y otra la lógica de la realizaci6n (influida ésta
por las condiciones coyunturales), el arco direccional es sólo el camino propuesto que, de
antemano, sabemos que no será el camino real. De ahí que, entre la situación-inicial y cada
situación-intermedia que va produciéndose, se establece un arco de coyuntura. que es el camino
efectivo que se recorre entre cada situación. Aquí, la cuestión sustancial es que el arco de
coyuntura, aun cuando sea un rodeo (y hasta podría ser en un momento un andar en dirección
contraria, si con eso se tienen más posibilidades de avanzar en un futuro mediato en la dirección
deseada), no pierda el rumbo o, lo que es lo mismo, pierda de vista la situación-objetivo y, en lo
inmediato, quede sin referente direccional.

Para este control direccional de los arcos de coyuntura (camino entre dos situaciones), los datos
del diagnóstico son vitales y deben servir de base para establecer la acción táctica (adecuación de
lo programado a cada situación coyuntural o a los hechos no previstos) y como reaseguro de la
propuesta estratégica. 4. Definición operativa de diagnóstico social A partir de todo lo expuesto
hasta el momento, y considerando los elementos metodológicos y prácticos que comprende la
elaboración de un diagn6stico, nos atrevemos a proponer una definición operativa del concepto
de diagnóstico social, a partir de las que consideramos sus características o componentes más
relevantes y que lo diferencian de otro tipo de sistematizaciones de información y datos. El
diagnóstico social es un proceso de elaboración y sistematización de información que implica
conocer y comprender los problemas y necesidades dentro de un contexto determinado, sus
causas y evolución a lo largo del tiempo, así como los factores condicionantes y de riesgo y sus
tendencias previsibles; permitiendo una discriminaci6n de los mismos según su importancia, de
cara al establecimiento de prioridades y estrategias de intervención, de manera que pueda
determinarse de antemano su grado de viabilidad y factibilidad, considerando tanto Jos medios
disponibles como las fuerzas y actores sociales involucrados en las mismas. Por último, no
queremos terminar estas reflexiones en tomo a los aspectos teóricos y conceptuales del
diagnóstico social sin antes advertir acerca de algunas falsas creencias o apreciaciones en las que,
con más frecuencia de lo deseable, puede caer con facilidad un diagnosticador poco avezado. Una
de ellas es creer que en el diagnóstico hay que utilizar toda la información disponible. "Ésta es una
visión enciclopédica e indiscriminada que s610 conduce a elaborar gruesos volúmenes, en cuyos
índices destacan las referencias al clima o a la historia y en los cuáles los escasos dalos de
significación quedan enmascarados:'1O Otras veces, lamentablemente, "la experiencia práctica
demuestra que, en la mayoría de los casos, los diagnósticos sociales incluyen información
bibliográfica, indicadores del nivel y calidad de vida, inventarios de equipamientos. etc.; pero no
captan el significado e importancia de los problemas con que se enfrenta la población. De ahí, que
sus resultados no puedan convertirse en un insumo útil para la formulación de programas y
proyectos ( ... ). Incluso, algunas veces, el análisis se dispersa en el examen de sucesos históricos
que bien podrían ser obviados". I J Nada más lejos del pragmatismo que debe tener todo
diagnóstico: hay que utilizar sólo aquella información que se considere relevante y significativa. y
que efectivamente- esté relacionada con los hechos y problemas que interese conocer y
comprender para poder intervenir con eficacia. Si un diagnóstico es demasiado general y
demasiado detallado, está condenado a confundir, en lugar de aclarar. Al igual que un diagnóstico
en el que se dé poca importancia a los factores relevantes, aun cuando se describa claramente el
problema principal. Como aconseja M. Richmond, un buen diagnóstico debe incluir todos los
factores significativos que estén presentes en la realidad y que se interpongan, dificulten u
obstruyan las posibilidades de desarrollo personal o social. y especialmente significativos son
aquellos que pemiten intuir, imaginar y vislumbrar e l camino que se ha de recorrer, la estrategia
que se ha de desarrollar o el tratamiento que se ha de seguir. Pero tampoco debemos caer en el
extremo opuesto: un diagnóstico tan escueto y esquemático que -además de poco preciso- se
limite a describir y clasificar problemas. Las descripciones y clasificaciones I0Il útiles, pero no
agotan el diagnóstico. Más aún, un diagnóstico que sólo se quede en eso no servirá prácticamente
para nada. Pues lo importante no es sólo identificar y conocer los problemas: el verdadero tentido
del diagnóstico es comprender a fondo dichos problemas para poder actuar con eficacia sobre los
mismos. Y para tener esta "comprensión profunda" es imprescindible determinar los factores más
relevantes (positivos y negativos) que afectan en cada situación concreta. identificar los medios y
posibilidades de intervención, y establecer prioridades y estrategias que sirvan para programar las
acciones futuras con un mínimo de garantías de éxito. En definitiva. un buen diagnóstico -para ser
verdaderamente debe ser: • completo: incluyendo toda la información verdaderamente relevante
y significativa; • claro: excluyendo detalles innecesarios y evitando barroquismos y excesos de
información, empleando un lenguaje objetivo y sencillo que sea fácilmente comprensible.
utilizando cuadros y esquemas cuando sea conveniente, etc.; • preciso, es decir, que establezca y
distinga cada una de las dimensiones y factores del problema, discrimine y brinde información útil
para orientar la acción, de manera concreta y específica, incluyendo todos los aspectos necesarios
y suficientes; y • oportuno, esto es, realizarse ---o actualizarse- en un momento en que pueda ser
utilizado para tomar decisiones que afecten a la actuación presente y futura, pues de lo contrario
los datos podrían perder actualidad.

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