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Artículo de Revisión II

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Aplicaciones de las integrales

Applications of integrals

Universidad Bolivariana de Venezuela


Programa de Formación de Grado: Refinación y Petroquímica
Estudiante: Tatiana Herrera

Resumen: El cálculo integral, encuadrado en el cálculo infinitesimal, es una rama de las


matemáticas en el proceso de integración o antiderivación. Es muy común en la ingeniería y en
la ciencia; se utiliza principalmente para el cálculo de áreas y volúmenes de regiones y sólidos
de revolución. A lo largo de siglos, se usaron métodos diversos para aproximar áreas,
volúmenes, longitudes, promedios, técnicas que hoy se calculan usando integrales. El concepto
de integral definida surge íntimamente ligado al de área. Una de las aplicaciones más
inmediatas de la integral definida es el cálculo de áreas de recintos planos acotados y definidos
por curvas o gráficas de funciones. Primeramente podemos estimar estos valores a través de
distintos métodos como Método del Punto Medio, Regla de Simpson y Método del Trapecio.

Palabras clave: Integral, ingeniería, cálculo, área, volumen

Abstract: The integral calculus, framed in the infinitesimal calculus, is a branch of mathematics
in the process of integration or antiderivation. It is very common in engineering and science; It is
used mainly for the calculation of areas and volumes of regions and solids of revolution.
Throughout centuries, diverse methods were used to approximate areas, volumes, lengths,
averages, techniques that today are calculated using integrals. The concept of definite integral
arises closely linked to that of area. One of the most immediate applications of the definite
integral is the calculation of areas of bounded plane enclosures defined by curves or graphs of
functions. First, we can estimate these values through different methods such as the Midpoint
Method, Simpson's Rule and the Trapezoid Method.

Key Words: Integral, engineering, calculation, area, volume

1.- Introducción.

El origen del cálculo integral se remonta a la época de Arquímedes (287-212 a.C),


matemático griego de la antigüedad, que obtuvo resultados tan importantes como el valor del
área encerrada por un segmento parabólico. La derivada apareció veinte siglos después para
resolver otros problemas que en principio no tenían nada en común con el cálculo integral. El
descubrimiento más importante del cálculo infinitesimal (creado por Barrow, Newton y Leibniz)
es la íntima relación entre la derivada y la integral definida, a pesar de haber seguido caminos
diferentes durante veinte siglos. Una vez conocida la conexión entre derivada e integral
(teorema de Barrow), el cálculo de integrales definidas se hace tan sencillo como el de las
derivadas. El concepto de Cálculo y sus ramificaciones se introdujo en el siglo XVIII, con el
gran desarrollo que obtuvo el análisis matemático, creando ramas como el cálculo diferencial,
integral y de variaciones.

La integración es un concepto fundamental del cálculo y del análisis matemático.


Básicamente, una integral es una generalización de la suma de infinitos sumandos,
infinitesimalmente pequeños: una suma continua. Las integrales son la operación inversa a la
diferencial de una función y aparecen en muchas situaciones prácticas como una piscina. Si es
rectangular y de profundidad uniforme, entonces, a partir de su longitud, anchura y profundidad,
se puede determinar fácilmente el volumen de agua que puede contener (para llenarla), el área
de la superficie (para cubrirla), y la longitud de su borde (si se requiere saber su medida). Pero
si es ovalada con un fondo redondeado, las cantidades anteriores no son sencillas de calcular.

2.- Desarrollo.

Aplicaciones de las integrales.

Cálculo de áreas de superficies planas.

De las fórmulas que empleamos para calcular el área de una superficie geométrica plana
destacamos dos aspectos:

a) se basan en las medidas de longitudes de esas figuras. De esta manera se está


considerando la superficie como una magnitud derivada de la longitud. En muchas ocasiones la
práctica escolar se queda sólo en estudiar la magnitud superficie como magnitud derivada de la
longitud y relega al olvido el estudio de las propiedades inherentes a la magnitud superficie.

b) las fórmulas que usamos para el cálculo de áreas dependen de la forma geométrica que
se ha elegido como unidad de superficie: el cuadrado. Desde un punto de vista práctico esta
elección es acertada, pero si queremos formar mentes flexibles y que sean capaces de resolver
problemas más generales de una manera inteligente, que no sea la mera aplicación de una
fórmula, debemos indicar opciones alternativas y, una de ellas puede ser relativizar la elección
de la unidad de medida.

En la enseñanza de la medida de superficies, hoy día parece haber una relajación en


remarcar que la unidad de medida es producto de una elección arbitraria, aunque no
caprichosa, y que las medidas son relativas respecto a la unidad de medida elegida. Esto se
contrapone con la insistencia, en un pasado no muy lejano, de los autores de cursos de
geometría elemental por dejar sentado la relatividad de las medidas y el carácter adoptivo de la
unidad de medida. Así, en el libro de texto de Sánchez y Sabrás (1904) leemos

Área es la relación con otra superficie que se toma como unidad.(..). Para la determinación
de las áreas, se adopta como unidad un cuadrado cuyo lado es la unidad lineal.
En muchos de estos textos clásicos de enseñanza de la Geometría hay una renuncia
expresa a trabajar la medida directa de las superficies. La razón que alegan Sánchez y Sabrás
es que cubrir una superficie con cuadrados unitarios no es posible en la mayoría de los casos,
y es bastante penosa en los demás. Como consecuencia de estas dificultades se suple por la
determinación indirecta de las áreas de las figuras geométricas mediante las fórmulas. Hay en
estos autores clásicos un especial cuidado en poner de manifiesto y destacar que las fórmulas
para el cálculo indirecto de áreas de figuras planas no son fórmulas absolutas, sino relativas a
la unidad cuadrada (Puig, 1979). Incluso se intenta enfatizar esta circunstancia poniéndola al
principio de la frase cuando los autores traducen las fórmulas del cálculo de áreas de figuras
planas al lenguaje usual. Refiriéndose al área del rectángulo Sánchez y Sabrás escriben:

Cuando se toma por unidad de área un cuadrado cuyo lado es la unidad lineal, el número
que expresa el área de un rectángulo, es igual al producto de los números que expresan las
longitudes de su base y de su altura.

Una de las consecuencias más conocidas es la de los números cuadrados. Expresados en


su nomenclatura más general, los números cuadrados son las potencias segundas de los
números. El hecho de que el área de un cuadrado se obtenga mediante la potencia segunda de
la medida de su lado, ha ocasionado que el nombre números cuadrados, desbanque a la
terminología de potencias. Pero cuando uno mide superficies empleando como unidad de
medida el triángulo equilátero, observa que las potencias segundas están relacionadas con el
área de los triángulos equiláteros. Por tanto, las potencias segundas de los números no son
una propiedad exclusiva de la figura cuadrada. Una civilización que hubiera elegido el triángulo
equilátero como unidad de medida posiblemente se hubiera visto conducida a llamar a las
potencias segundas "números equiláteros", término que etimológicamente refleja mejor la
representación geométrica de las potencias segundas de los números, puesto que resalta la
igualdad de la medida de los lados.

Volumen de un sólido de revolución.

Supongamos una curva C definida por la función y = f (x) continua en un cierto intervalo [a,
b]. Al girar esta curva alrededor del eje x (por ejemplo) engendra un sólido de revolución cuyo
volumen, podrá calcularse ya que se conoce el área de cualquier sección normal a dicho eje.
El Teorema Fundamental del Cálculo es incuestionablemente el teorema más importante en
cálculo y, de hecho, se clasifica como uno de los grandes logros de la mente humana. Antes
que fuera descubierto, del tiempo de Eudoxio y Arquímedes al tiempo de Galileo y Fermat, los
problemas de hallar áreas, volúmenes y longitudes de curvas eran tan difíciles que sólo un
genio pudo satisfacer el desafío. Pero ahora, armados con el método sistemático con que
Newton y Leibniz desarrollaron el Teorema Fundamental, veremos que estos difíciles
problemas son accesibles para todos nosotros. (Stewart, 2010).

Al tratar de hallar el volumen de un sólido nos encontramos con el mismo tipo de problema
que para hallar áreas, tenemos una idea intuitiva de lo que significa un volumen, pero debemos
precisar esta idea mediante el cálculo para dar una definición exacta de volumen, Para
determinar el volumen de un sólido S que no es conocido primero “cortamos” S en piezas y
aproximamos cada pieza por un cilindro. Calculamos el volumen de S al sumar los volúmenes
de los cilindros. Llegamos al volumen del sólido exacto de S mediante un proceso limitado en el
que el número de piezas se hace grande. Empezamos por cortar S con un plano y obtener una
región plana que se denomina sección transversal de S.

Sea A(x) el área de sección transversal de S en un plano Px perpendicular al eje x y que


pasa por el punto x, donde a ≤ x ≤ b, considere cortar S con un cuchillo que pase por x y
calcular el área de esta rebanada. El área de sección transversal A(x) va a variar cuando x
aumenta de a a b. Dividamos S en n “placas” de igual ancho Δx usando los planos Px1, Px2, . . .
para cortar el sólido. (Tómelo como una rebanada de una pieza de pan.) Si escogemos los

puntos muestrales en podemos aproximar la i-ésima placa (la

parte de S que está entre los planos y) por un cilindro con área de base y “altura” Δx

y el volumen de este cilindro es . (Stewart, 2010).

De esta manera se define el volumen como:


Como se puede apreciar es necesario y fundamental el conocimiento del cálculo diferencial
e integral para determinar tanto el área como el volumen de sólidos, pasando así de las
operaciones y fórmulas básicas a fórmulas más complejas utilizando el cálculo, siendo
necesario el apoyo de herramientas informáticas para su mejor entendimiento, visualización,
razonamiento y cálculo en sí.

Área de superficie de revolución.

(Stewart, 2013). Una superficie de revolución se forma cuando se hace girar una curva en
torno a una recta. Tal superficie es la frontera lateral de un sólido de revolución del tipo
analizado en las secciones previas. Se desea definir el área de una superficie de revolución de
tal manera que corresponda con nuestra intuición. Si el área de la superficie es A, podemos
imaginar que pintar la superficie requeriría la misma cantidad de pintura que una región plana
con área A.

El área superficial lateral de un cilindro circular con radio r y altura h se toma como A = 2 πrh
porque puede imaginarse como si se cortara el cilindro para después desenrollarlo para
obtener un rectángulo con dimensiones 2πrh y h.

De igual manera, podemos tomar un cono circular con base de radio r y de altura inclinada l,
cortarlo a lo largo de la línea discontinua y aplanarlo para formar un sector de un círculo con
radio l y Ángulo central θ = 2πr / l. Sabemos que, en general, el área de un sector de un círculo
con radio l y Ángulo θ es 1/2 l2 θ y, por tanto, en este caso es
Integración numérica (Método de Simpson y Método de trapecios).

Método de Simpson.

(Chapra & Canale, 2003). Una forma de obtener una aproximación adecuada de una integral
es usar polinomios de grado superior para unir los puntos y aproximar la función real. El
método de Simpson, a diferencia de la Regla trapezoidal, intenta no incurrir en un mayor
número de subdivisiones; se trata de ajustar una curva de orden superior en lugar de una línea
recta como en la Regla Trapezoidal.

Sea una función f(x), si entre f(a) y f( b) existe un tercer punto, entonces será posible ajustar
por ellos una parábola, en la misma forma, si existe dos puntos entre f (a) y f( b), entonces por
esos cuatro puntos se podrá ajustar una curva de grado tres, y así sucesivamente.

En la figura 1, se muestra la función que es una parábola que aproxima a la función real. En
este caso se calcula el área o la integral bajo la parábola que une los tres puntos.

En la figura 2, se muestra la función que describe una ecuación cúbica que aproxima a la
función real. En este caso se calcula el área o la integral bajo la cúbica que une los cuatro
puntos.
1. Regla de Simpson 1/3.

Esta regla resulta cuando se utiliza una interpolación polinomial de segundo orden:

La función , es la interpolación polinomial de segundo orden. Esto se logra con el


polinomio de Lagrange de segundo grado. Sea c= (a+b)/2.

La función f2 es un polinomio de Lagrange de Segundo grado. Sea c= (a+b)/2.

Sustituyendo en la ecuación de la integral, se obtiene:

A continuación haremos todo el análisis matemático para obtener el valor de la ecuación


que es conocida como la regla de Simpson.

Tome en cuenta que h = (b-a)/2 y c =(a+b)/2 para la demostración.

Para b hacemos la siguiente sustitución:


La expresión (a - c)(a - b) la sustituimos de la siguiente forma.

Y obtenemos lo siguiente:

Usando la expresión: u = x - a, para el cambio de variable:


En donde se obtiene:

En forma similar se obtiene que

Tenemos pues que

La ecuación anterior se conoce como la regla de Simpson 1/3. La especificación 1/3 se


origina del hecho que h está dividida en tres intervalos. El error asociado a la regla de Simpson
nos indica que este método es más exacto que otros métodos de integración como la regla del
trapecio. Vemos que el error es proporcional a la cuarta derivada, por lo tanto el coeficiente del
tercer grado se hace cero en la interpolación polinomial. Por lo tanto, para ecuaciones de tercer
grado se obtienen ecuaciones exactas aunque se aproxime con una parábola. Así, el método
de Simpson es muy relevante. (Chapra & Canale, 2003).

2. Regla de Simpson 1/3 de aplicación múltiple.

La aplicación múltiple utiliza la misma idea que la regla de Simpson con la diferencia que se
divide el intervalo de integración en muchos segmentos o subintervalos, como se observa en la
figura 3. Es decir en lugar de 2 segmentos se hace para n segmentos donde n es de la forma
2k.

Por lo tanto tomamos h = (b - a)/n.


3. Regla de Simpson 3/8.

Se describe la regla de integración de Simpson 3/8 para la “integración cerrada”, es decir,


para cuando los valores de la función en los extremos de los límites de integración son
conocidos. Además de aplicar la regla trapezoidal con segmentación más fina, otra forma de
obtener una estimación más exacta de una integral es con el uso de polinomios de orden
superior para conectar los puntos (en lugar de utilizar líneas para conectarlos).

Las reglas de Simpson son las fórmulas que resultan al tomar las integrales bajo los
polinomios que conectan a los puntos. La derivación de la Regla de los Tres Octavos de
Simpson es similar a la regla de un tercio, excepto que se determina el área bajo una parábola
de tercer grado que conecta 4 puntos sobre una curva dada. La forma general de la parábola
de tercer grado es:
La regla de Simpson de 1/3 es, en general, el método de preferencia ya que alcanza
exactitud de tercer orden con tres puntos en vez de los cuatro puntos necesarios para la
versión de 3/8. No obstante la regla de 3/8 tiene utilidad en las aplicaciones de segmentos
múltiples cuando el número de fajas es impar. (Chapra & Canale, 2003).

Método de los trapecios.

(Román, s.f.). Dentro del Cálculo Numérico, la Integración Numérica comprende una amplia
familia de algoritmos para el cálculo del valor numérico de una integral definida. En la mayoría
de los casos, ese valor numérico es un valor aproximado de la integral definida. Puede haber
varias razones por la cuales se desee o se necesite calcular el valor numérico aproximado de
una integral definida:

❖ La función integrando es desconocida, pero se conocen algunos puntos de la función,


por ejemplo puntos de datos obtenidos experimentalmente.

❖ La función integrando no tiene función primitiva, por ejemplo:

❖ La función primitiva es conocida pero es más conveniente o más sencillo calcular


numéricamente la integral definida.

El Método de los Trapecios sustituye la curva mediante una poligonal inscrita, lo


que nos lleva a aproximar el área bajo la curva mediante un conjunto de trapecios. (Román,
s.f).

(Chapra & Canale, 2003). La regla del trapecio es la primera de las fórmulas cerradas de
integración de Newton-Cotes. Corresponde al caso donde el polinomio de la ecuación es de
primer grado:

Recuerde que una línea recta se puede representar como:

El área bajo esta línea recta es una aproximación de la integral de f(x) entre los límites
a y b:
El resultado de la integración es

que se denomina regla del trapecio.

Geométricamente, la regla del trapecio es equivalente a aproximar el área del trapecio bajo
la línea recta que une f(a) y f(b). Recuerde que la fórmula para calcular el área de un trapezoide
es la altura por el promedio de las bases. En nuestro caso, el concepto es el mismo, pero el
trapezoide está sobre su lado. Por lo tanto, la integral aproximada se representa como

donde, para la regla del trapecio, la altura promedio es el promedio de los valores de la
función en los puntos extremos, o [f(a) + f(b)]/2. Todas las fórmulas cerradas de Newton-Cotes
se expresan en la forma general de la ecuación. De hecho, sólo difieren respecto a la
formulación de la altura promedio. (Chapra & Canale, 2003).

3.- Conclusiones.

● En la actualidad, el Cálculo Diferencial y el Cálculo Integral constituyen materias


obligatorias en cualquier carrera de Ingeniería por ser herramientas poderosas para
resolver problemas de aplicación en la ingeniería e incluso en otras disciplinas como la
Biología o la Economía. (Araujo, 2018).

● El principio de los métodos de integración numérica, basados en las fórmulas de


Newton-Cotes, consiste en ajustar un polinomio a un conjunto de puntos y luego
integrarlo. Al realizar dichas integrales obtenemos, entre otras, las reglas de trapecio y
de Simpson.

● Las integrales se utilizan sobre todo para calcular áreas y volúmenes, pero su aplicación
está presente en muchos más campos de la ciencia, De hecho, pueden ser útiles en
diferentes ramas de la ciencia, como la geometría, la física, la biología e incluso la
economía.

● Con las integrales podemos calcular diferentes elementos, como la longitud de arco de
una curva, el valor promedio de una función, la presión que ejerce un fluido, el trabajo
que ha de realizarse para mover un objeto de un punto a otro o la velocidad de un
objeto móvil.
● La integración con métodos numéricos es una herramienta útil cuando se trata de
integrar una función muy complicada o datos tabulados. Con el método de Simpson se
puede aproximar una integral compleja a la integral de un polinomio y se logra convertir
matemáticas superiores en aritméticas básicas. (Chapra & Canale, 2003).

4.- Referencias bibliográficas.

1. Araujo, F. (2018). Calculo integral. 1ra ed. Ecuador: Editorial Universitaria Abya-Yala
Quito-Ecuador.
2. Chapra, S., & Canale R. (2003) Métodos numéricos para ingenieros. 4 ed. México:
Editorial McGraw Hill Interamericana.
3. Sánchez, E., & Sabrás, T. (1904). Curso de Geometría Elemental. Est. Tip. de Zubiría y
Compañía, Sevilla.Puig, P. (1979): Curso de Geometría Métrica. Gómez Puig, Madrid.
4. Stewart, J. (2010). Cálculo de una variable. México: Cengage Learning Editores, S.A.
5. Stewart, J. (2013). Cálculo de una variable. Trascendentes tempranas. Traducción. M.
del C., Rodríguez. Séptima edición México: Cenage Learning.
6. Román, J. (s.f.). Integración Numérica: Método de los Trapecios. GeoGebra.
https://www.geogebra.org/m/qfsWGKKp#:~:text=M%C3%A9todo%20de%20los%20Trap
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