Parmalat
Parmalat
Parmalat
Parmalat tiene su origen en 1960 en Collecchio (Italia), ciudad natal de su fundador, Calisto Tanzi.
Se desarrolló gracias a la habilidad de su fundador y a las generosas subvenciones de la Unión
Europea. A partir de 1974 Parmalat se internacionalizó y se instaló en Brasil, en Venezuela y
Ecuador. Multiplicó las filiales y creó empresas en territorios que ofrecían facilidades fiscales (la
isla de Man, Holanda, Luxemburgo, Austria y Malta) y posteriormente en paraísos fiscales (las Islas
Caimán, las Islas Vírgenes Británicas y las Antillas Holandesas). En 1990 entraba en la Bolsa,
afirmándose como el séptimo grupo privado de Italia y ocupando el primer puesto mundial en el
mercado de leche de larga duración. Este éxito extraordinario convirtió a las acciones de Parmalat
en uno de los valores seguros de la Bolsa de Milán.
En el año 2002, Parmalat tenía 36.356 empleados y 139 plantas de producción.
A finales del año 2003 cuando se descubrió un deuda de 15 millones de euros se hizo uno de los
mayores escándalos de corporativos de toda la historia
PARMALAT SEGÚN SU PUBLICIDAD
El grupo Parmalat, de origen italiano, está especializado en la producción y comercialización de
leche y productos alimenticios. La compañía, que siempre ha sido una gran innovadora en el
mercado, define su misión como la de “producir leche y productos de alta calidad”, basando su
actividad en cinco valores:
Calidad: Se persigue en cada frase de la cadena de producción, a través de una organización
eficiente de todas las operaciones, la selección de las mejores materias primas, el respeto de sus
características originarias y de sus valores nutritivos, y la minimización del impacto en el medio
ambiente.
Innovación: La innovación caracteriza la creación de todos los nuevos productos de Parmalat. Se
trata de una búsqueda constante de los gustos y necesidades del consumidor, y ello a través de un
análisis sistemático del mercado y una constante introducción de mejoras en sus métodos y
tecnologías.
Comunicación: Consiste en dar a conocer al público, tanto local como globalmente, el valor añadido
en cada producto. Se basa en la publicidad y las relaciones públicas.
Personas: Las personas que trabajan en Parmalat son la garantía de que los valores y misión de la
compañía son llevados a la realidad. Por ello se concede gran importancia a la selección y
entrenamiento del personal.
VALORACIÓN ÉTICA
+Familiares y otros altos cargos de Parmalat: no sólo no impidieron sino que colaboraron (y se
beneficiaron del fraude).
+Deloitte –omitió información que facilitó el fraude, pero ¿pudo ser engañado?
Deutsche Bank, Citigroup, UBS, Morgan Stanley… –ocultando información a los inversores, ¿hasta
qué punto conocían el verdadero estado de Parmalat?
+ Inversores (institucionales): falta de criterio al elegir sus inversiones: hubiera sido necesario un
estudio más profundo de la compañía en comparación con su sector.
Lo ocurrido con Parmalat revela una alarmante falta de transparencia en una de más grandes
empresas europeas y pone de manifiesto el peligro que tienen las complejas estructuras
empresariales tipo “holding” que dificultan la supervisión externa y el buen gobierno corporativo.
BANCOS IMPLICADOS
Los investigadores trataban de determinar cuánto sabían las instituciones financieras sobre la
situación real de Parmalat mientras ayudaban a la compañía a emitir y colocar deuda por valor de
10 billones de euros entre 1998 y 2003. Los bancos bajo investigación por manipulación de precios
eran: Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley, UBS, Deutsche Bank, Banca Popolare di Lodi y
Nextra, Gestora de Fondos de Banca Intesa, el mayor banco italiano.
Bank of America
ha estado involucrado en varios aspectos de la red de Parmalat de inversiones y transacciones
financieras que los fiscales tratan ahora de desenredar; se estima que pudo colocar casi 1,5 billones
de euros en transacciones privadas. Un empleado del banco pudo haber contribuido a aumentar la
cotización de las acciones de Parmalat un 17% el 19 de diciembre de 1999 (mayor subida diaria de
su historia), sugiriendo a la compañía que una colocación de bonos de 300 millones de dólares
como venta de acciones.
Lucca Sala, entonces responsable del área de “Corporate Finance” de Milán, preparó un
comunicado de prensa informando que su banco asesoraba a un grupo de inversores
estadounidenses en la compra del 18% de la unidad brasileña de Parmalat, Parmalat
Empreendimientos e Administraçao. La supuesta operación valoraba dicha unidad en 1,35 millones
de dólares (más de 2/3 del valor de mercado de Parmalat en ese momento); la compañía parecía
infravalorada y su precio de cotización subió rápidamente. En realidad la operación era una
colocación privada de deuda por valor de 300 millones de dólares parcialmente respaldada por el
gobierno brasileño. Sala, que el verano de 2003 dejaba Bank of America para unirse a Parmalat
como consultor, fue investigado por supuesta violación de las normas del mercado de valores, y
ofreció devolver 23 millones de euros con la intención de suavizar la pena en caso de ser declarado
culpable. Bank of America se convirtió en protagonista del escándalo cuando los nuevos
administradores de Parmalat declaraban el 19 de diciembre de 2003, que era falso el documento
fechado el 6 de marzo de 2003 para aprobar la existencia de 3.950 millones al 31 de diciembre de
2002 en una cuenta propiedad de Bonlat Financing Corporation. Dicho documento había sido
utilizado por la auditora Grant Thornton para realizar la auditoría de cuentas de Bonlat de 2002.
La versión de Bank of America sobre la falsificación del documento por parte de Parmalat
contradice lo dicho por un socio de la auditora que afirma que esa cantidad de dinero se había
depositado en una cuenta de Bank of America.
Citigroup
El mayor banco del mundo era incluido en dos demandas colectivas presentadas por inversores
estadounidenses. No estaba claro el motivo de la inclusión del grupo financiero en la demanda, pero
existían varios vínculos del banco con Parmalat. Buconero era una unidad especial (“Special
Purpose Entity”) creada por Citigroup para realizar préstamos entre las filiales de Parmalat.
Según los fiscales, un grupo de ejecutivos de Parmalat pudo utilizar esos préstamos internos para
extraer efectivo de la empresa. Salomon Smith Barney, una unidad de Citigroup, coordinó la venta
de 350 millones de euros en bonos de Parmalat en enero de 2001. Eureka era también una “Special
Purpose Entity” creada por Citigroup 266 MARÍA ARROYO, IZASKUN ARTUCHA Y
ANTONIO M. ARROYO icade . para realizar titulización de unos derechos de cobro concedidos
por Parmalat a cambio de una línea de crédito. Ambas entidades se beneficiaban de esta operación
ya que Parmalat recibía financiación y Citigroup cobraba comisiones. Se investiga si alguien de la
entidad financiera había ayudado a “inflar” los ingresos futuros que respaldaban los derechos de
cobro que, a su vez, eran la garantía para la emisión de papel comercial.
MORGAN STANLEY Y NEXTRA (BANCA INTESA)
Ambas instituciones eran investigadas por su implicación en la compraventa de bonos de la
compañía láctea. Morgan Stanley admitía haber colaborado con Nextra en transacciones para
Parmalat S.P.A. y haber participado en tres ventas de bonos para el grupo. Realizaba transacciones
de derivados de tipos de interés y cambiarias con Parmalat desde 2001 hasta 2003. Informaba
también de que participaba en 2002 y 2003 en dos ofertas públicas de acciones y una oferta privada
de bonos para Parmalat fuera de Estados Unidos. Esta última operación es la que más controversia
levantaba, ya que intervenía también Nextra, gestora de fondos independiente de Banca Intesa.
UBS
La fiscalía italiana realizó un registro de las oficinas en Milán del banco suizo para obtener pruebas
sobre las operaciones relacionadas con Parmalat. El banco admitía que había prestado a Calisto
Tanzi 103 millones de euros en 1996, el mismo años que UBS suscribía una emisión de bonos de
Parmalat por valor de 103 millones. Por otro lado, la entidad suiza declaraba en enero que el año
anterior había comprado bonos de Parmalat por valor de 420 millones de euros. Sin embargo, en un
informe realizado por el nuevo auditor Price Waterhouse & Coopers, consta que sólo 130 millones
de euros de esa venta habían ido a parar a la compañía láctea. Los otros 290 millones de euros se
utilizaban para comprar bonos de la filial en las Islas Caimán del portugués Banco Totta, propiedad
del Banco Santander Central Hispano.
Deutsche Bank
La autoridad alemana de supervisión bancaria (BaFin) y la justicia italiana investigaban si Deutsche
Bank había ignorado deliberadamente las dificultades financieras del grupo Parmalat antes de la
suspensión de pagos para vender bonos de la compañía. El regulador pedía que la entidad bancaria
aclarase su actuación sobre dos aspectos:
– Quién era el destinatario de la venta de 350 millones de euros en obligaciones de Parmalat
emitidos el 15 de septiembre de 2003, sólo tres meses antes del anuncio de la crisis.
– Desinversión de la participación de la casa matriz del banco alemán en Parmalat: el 24 de
noviembre de 2003 poseía un 5,1%, un mes más tarde se redujo al 2,1% y en enero de 2004 la cifra
volvió a disminuir hasta un 1,5%. Se pretende averiguar si Deutsche Bank disponía de información
privilegiada sobre la verdadera situación de Parmalat y la inminencia del colapso.
PROVEEDORES IMPLICADOS
Tetra Pak El fabricante sueco de envases y embalajes inició una investigación interna después de
que un diario publicara que la empresa había desviado unos 70 millones de euros a la familia Tanzi
como posibles sobornos.
Un representante de Tetra Pak afirma que esos fondos no se destinaban a la familia Tanzi, y que los
pagos de 12 millones de euros/ año a empresas vinculadas a Parmalat desde 1995 habían sido parte
de operaciones regulares. Parmalat, tercer mayor cliente de Tetra Pak, había dado instrucciones a la
empresa sueca sobre los destinatarios de los pagos que subsidiaban operaciones de
comercialización.
Las empresas involucradas eran: Parmalat USA, Camfields en Singapur, Carital Food Distribution
en Curasao, Parmalat Capital Finance y Parmalat Trading en Malta.
LOS AFECTADOS
+El mercado en general.
+Los proveedores
+Las empresas italianas, porque el caso Parmalat ha provocado un aumento de la prima de riesgo,
lo cual implica, por una parte, una mayor dificultad para conseguir financiación; y por otra, que los
inversores van a exigir una mayor rentabilidad de su inversión.
+Los bancos que prestaron dinero. Ya se han mencionado los bancos con mayor cifra de riesgo y
exposición, aunque hay otros perjudicados.
+Las auditoras, tanto las grandes como las pequeñas. Los últimos escándalos contables han tenido
efecto sobre la credibilidad del trabajo de las auditoras. El caso Parmalat ha tenido una
repercusión directa sobre la póliza de seguros que la ley exige para ejercer la auditoría en España.
Se estima que este incremento en los precios de los seguros es de entre un 10% y un 30%.
Los auditores deben prestar una fianza para poder ejercer como revisores de cuentas de una
compañía. Esta fianza se concreta en la suscripción de un seguro de responsabilidad civil que cubre
cualquier reclamación por los daños y perjuicios derivados del trabajo del auditor. La cobertura
mínima de este seguro debe ser de 300.506 euros para el caso de los auditores que trabajan
individualmente. Para las grandes firmas, este número se multiplica por el número de socios que
realizan auditorías.
+Daños concretos en España: – Clesa (empresa que pertenece al grupo Parmalat). – Un Hedge
Fund
(fondo de alto riesgo) con inversores españoles que tenían, a través de él, participación en
Parmalat.
PLAN DE REESTRUCTURACIÓN
El 11 de marzo de 2004, Enrico Bondi, comisario extraordinario nombrado por el gobierno italiano
para gestionar la reestructuración de Parmalat, presenta las líneas generales de su plan acerca de la
compañía láctea.
En dicho plan se confirma el cese de las actividades menos rentables que no pertenecen al negocio
principal del grupo formado por los productos lácteos. El objetivo es que Parmalat alcance una
rentabilidad del 3,5% en 2006. No es posible la conversión de la deuda en acciones, porque la deuda
asciende a 14.300 millones de euros; se entregará a los bancos y tenedores de bonos el control del
grupo alimentario italiano y se reduciría su deuda hasta 4.400 millones de euros.
No se establecerá una nueva compañía, sino que se trabajará sobre Parmalat, que ya cotiza en
bolsa; esto aceleraría un posible retorno al mercado.
Las actividades en Australia, Canadá y América del Sur no entran en el proceso de venta; todo lo
contrario que en Estados Unidos, donde ya se ha puesto a la venta la filial de galletas Parmalat
Bakery North America. Recientemente se ha acordado la venta de las filiales en Argentina, Chile y
Uruguay.
¿POR QUÉ PARMALAT NO ES COMO ENRON?
La capitalización bursátil de Enron llegó a ser de 65.300 millones de euros, mientras que la de
Parmalat no pasó de 1.650 millones de euros. Analizando los dos casos, hay muchas diferencias. En
ambos casos, el origen del problema es el mismo –falta de transparencia que se materializa en el
falseamiento de los estados contables de las dos compañías. Sin embargo, las consecuencias
afortunadamente no serán las mismas debido a las distintas fases por las que pasan los mercados en
cada caso.
El colapso de Enron llegó en un momento de mercados a la baja; contribuyó a aumentar el
pesimismo generalizado y entre los inversores se extendió el temor de que lo peor estaba por llegar.
La “Enronitis” afectó a los mercados durante semanas y fue necesaria una reforma fundamental de
la contabilidad en Estados Unidos para recuperar la confianza de los inversores en las empresas
estadounidenses. El escándalo de Parmalat llegó en un momento completamente distinto.
Los mercados estaban en alza y, como consecuencia, el impacto se ha limitado a las acciones y
bonos de Parmalat, y a los bancos italianos que habían prestado dinero al grupo. Desde que se
anunciara por primera vez la existencia de un agujero de cuatro mil millones de euros en las cuentas
de Parmalat a mediados de diciembre, y hasta el final de 2003, los índices de acciones europeas
tocaron una serie de máximos. Este comportamiento, según algunos analistas, es la mejor prueba de
un mercado en alza
CONCLUSION
Lissy
Gabriel
Bryan
Juan manuel