Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Casa Basabilbaso

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

 

ARQUITECTURA MODERNAY ESTADO EN ARGENTINA

Edificios para Correos y Telecomunicaciones(1947 - 1955)

LOS PRIMEROS EDIFICIOS DE CORREOS

17

Dra. Arq. Graciela María Viñuales

CEDODAL, CONICET 

Los correos marítimo y terrestre que unían a las tierras americanas con la metrópoli yel mundo en
general estuvieron en manos particulares por dos siglos y medio y sólo con loscambios políticos de
Carlos III, el servicio se incorporó a la corona. El sistema antiguo habíadelegado en la familia
Carvajal el cargo de Correo Mayor de las Indias, siendo Lorenzo Galíndezde Carvajal el primero en
atenderlo. Luego lo harían sus descendientes, quienes organizaban lostrayectos, las postas y
delegaban en otras personas la gestión de diferentes áreas. Así que desdela primera mitad del
siglo XVI era esta familia la responsable del envío de cartas, encomiendasy papeles oficiales.Hacia
1750 era la condesa del Puerto -Joaquina María Josefa Brun y Carvajal- y su marido-Fermín
Francisco de Carvajal Vargas y Alarcón- quienes estaban a cargo del servicio en buenaparte del
Virreinato de Perú. Su domicilio en Lima y el hecho de que Fermín hubiera nacidoen Quilpolemu,
en el sur chileno, ayudaba a mantener la organización en este rincón del reino.Pero el conseguir
los puestos de maestro de postas y especialmente de Teniente de Correos enpuntos como Buenos
Aires, Santiago o Potosí no era tarea fácil para los aspirantes. De allí que nosorprendan las tres
cartas anónimas que hemos encontrado en las que un personaje intenta cu-brir una próxima
vacante en el Río de la Plata recurriendo a recomendaciones para su compadreDomingo de
Basavilbaso y para sí mismo

. Por el hecho de que el teniente anterior Juan Vicentede Vetolaza y Luna había fallecido y que sus
herederos estaban a punto de cumplir el resto delmandato, el proponente escribe a los
encargados del correo y a otras personas importantesde Lima y les hace ver la necesidad de
agilizar el sistema y hacerlo eficaz a fin de que dejen deoperar como correos las casas comerciales
que, al ofrecer un poco más de rapidez, hacen perderclientes al correo oficial.En el fondo, no sólo
era una propuesta de mejoramiento del servicio, sino de recupe-ración del espacio de actuación y
de la propia obtención del cargo ya que éste le permitiríacontinuar con sus propios negocios, algo
imposible con otros puestos de gobierno que reque-rían más tiempo de dedicación. Para
ese entonces ya se había establecido que cada dos mesesdebían salir remesas hacia Lima por la
carrera de Potosí y por la de Chile, lo que ciertamentedaba un respiro entre una y otra. Pero a
pesar de estas cartas de 1754, sólo una década despuésvemos a Álzaga encargado del correo por
la condesa del Puerto, también nombrada a veces consu otro título: condesa de Castillejo.Aunque
más allá de la actividad y manejo de esta señora y del nuevo encargado en Bue-nos Aires, el
servicio fue decayendo y los envíos tardaban, se perdían, se mojaban en el trayectoocasionando
problemas a particulares y autoridades. Algunos autores también hablan de que lafamilia Carvajal
crecía en poder y patrimonio, y que ello fue un ingrediente más para que CarlosIII en sus grandes
cambios políticos llevara al correo terrestre a colocarse en cabeza real. Estaincorporación se
sancionó el 1º de julio de 1769.Poco antes las autoridades coloniales habían nombrado a
Basavilbaso como primer en-cargado del correo marítimo que gestionaba el gobierno. Pero al
producirse el decreto de 1769,Domingo de Basavilbaso pasó a encargarse del despacho porteño
general uniendo ambas ofici-nas. Seguramente por esta circunstancia de ser el primer teniente
designado por el rey, siemprese ha tenido como el funcionario primado de correos de Buenos
Aires, aunque por lo dichoanteriormente, fuera Vetolaza el original. Basavilbaso será quien
reorganice muchos asuntos de

Los primeros edificios de correosas carreras de postas, con sus etapas de menos de diez leguas y
con prolijos índices de las cartasenviadas, tarea en la que fuera secundado por su hijo Manuel.
Para ese entonces existían no sólolas nombradas carreras a Chile y a Potosí, sino también las
que iban a Asunción y a Montevideo,atendidas en parte con postas bien organizadas y en parte
con algunos puestos y pasos de ríosque podían ser variables. Para tales pasos había puentes y
sistemas de embarcaciones, pero so-bre todo el uso de “pelotas” de cueros vacunos no
siempre seguras. Por tierra los envíos podíanhacerse en carreta, en mula y a caballo, siendo este
último medio el usado para las comunicacio-nes urgentes, especialmente las de gobierno.El
almacenamiento de cartas, oficios y encomiendas iba haciéndose en la casa del te-niente de
correo de la localidad cabecera para luego empaquetarse y despacharse. En cada pos-ta podía
llegar a acumularse alguna correspondencia, pero lo más notorio estaba en las grandesvillas del
trayecto como Santa Fe de la Vera Cruz, Córdoba, Salta, Mendoza, entre otras.

La casa de Basavilbaso

Para este menester era necesario contar con un edificio que permitiera ese almacena-miento, su
clasificación, la confección de guías y luego la recepción de lo que llegaba por vía ma-rítima o
terrestre. Por ello, Manuel Basavilbaso, que quedara a cargo del correo en 1772 cuandosu padre
se retira, acomoda una casa que se situaba en lo que hoy es la calle Perú al 100, entreAlsina e
Hipólito Irigoyen.El plano aprobado por José García Martínez de Cáceres poco después de la
muerte deManuel y los inventarios hechos por entonces dan a conocer un edificio importante,
que debehaber sobresalido en el conjunto del barrio. Era una casa de dos pisos y con una torre
de cuatroniveles que se elevaba sobre la puerta de entrada. Inclusive, sobre la torre había una
pequeñaazotea. Este diseño era necesario a las funciones que allí se desarrollaban, ya que desde
allípodía tomarse cuenta de la presencia de los barcos facilitando las tareas de recepción y
despa-cho. Las pocas cuadras que separaban en la época -1794- a la calle Perú de la barranca y el
ríofacilitaban tal control.La casa se desarrollaba alrededor de dos patios y un corral, pero
curiosamente, noocupaba un terreno rectangular sino que el predio tenía varios recortes en su
ancho y en sulargo, inclusive parte de su piso superior se superponía con la casa lindera.
Probablemente,esto sería fruto de particiones hereditarias pretéritas y alguna que otra compra
de porcionesa vecinos. Los planos que por entonces se levantaron fueron al menos tres, que se
encuentranhoy en el Archivo General de Indias, en Sevilla, y en el Archivo General de la Nación,
en Bue-nos Aires. Sus diferencias son mínimas y parecen más fruto de los diversos dibujantes,
unosmás detallistas que otros. Lo más destacable de la casa es el hecho de tener al frente la
partecorrespondiente al correo y su manejo, oficinas, almacenes y acceso a la torre. En el
primerpatio hay una galería sostenida por pies derechos hacia el norte, haciéndose la salvedad
quelas otras galerías

“están sostenidas por canes que en cuadro mantienen una baranda de fierrobien trabajada” 

.El segundo patio es ya la casa familiar, con locales más chicos, un patio con corredorescon
postes en sus cuatro lados y un aljibe central. Desde este patio puede accederse al corral,unidos
al cual se encuentran dos almacenes con entrepiso, la amplia cocina y dos

“comunes” 

,es decir: retretes. Posiblemente en la parte baja de ese segundo patio se ubicaran las
viviendasde la servidumbre. Al piso alto se podía llegar a través de tres escaleras: la de la
mencionadatorre, la del cuerpo que dividía los dos patios y otra ubicada dentro de una de las
habitacionesdel segundo patio. La cocina familiar se encontraba en este piso alto hacia el fondo
del lote yen sus cercanías estaba la única

“común” 

 (o baño) de ese nivel. El corredor alto de este patiotenía en su extremo una pajarera y
posiblemente desde allí se entrara a la

“Azotea que sirve dedesahogo a las viviendas altas” 

, como señala el plano. En la casa se ven varias alacenas y algunostabiques de tablas que dividen
algunos locales muy grandes y que en la planta alta generanpasillos interiores.
 

19

Por ser éstos unos planos de tasación de la casa, no se hizo mayor distinción entre lo queeran
salas, dormitorios o locales con otras funciones, ya que lo que se esperaba de ellos era
quesirvieran de apoyo a su cuantía económica y no tanto a las posibilidades de uso. Pero de
todosmodos, vale la pena dar una ojeada a su frente, que también es dibujado a esos efectos. En
esafachada puede verse que la casa lindera hacia el norte es de altura similar a los dos pisos de
lacasa de Basavilbaso, pero que la que le sigue hacia el sur es algo más alta, aunque ni se acerca
ala altura de la torre. La decisión de dibujar algo de los linderos ayuda a tener una idea del conjun-
to. El frente general está señalado por las dos pilastras que enmarcan la entrada y que
continúanen la torre terminando en unos perillones. En el otro extremo, una pilastra simple ocupa
los dospisos y se une a la cornisa que corre por todo el frente.En la torre se suceden de abajo hacia
arriba la puerta de entrada, ancha y con arco re-bajado, una abertura menor con un balcón, otra
ventana, siempre con arco rebajado y final-mente una ventana grande casi cuadrada. Otras cinco
ventanas se encuentran en el frente: unapequeña a media altura que, por eso mismo, indica el
descansillo de la escalera, dos grandesen la planta baja y dos algo menores en la alta. Todas ellas
presentan peanas, guardapolvos yresaltes en la pared formando su encuadramiento. El acuarelado
de los planos sugiere que lasparedes estaban pintadas en algún color, mientras que enmarques,
pilastras y demás detallesornamentales estaban blanqueados. Un pequeño rectángulo que todos
los planos dibujan en laparte baja entre la última ventana y la pilastra del sur no presenta
indicación en ninguno de losdibujos. ¿Habrá sido un buzón?Aparentemente, esta casa siguió como
sede del correo en los últimos tramos de la do-minación española, épocas en las que el prócer
Domingo French oficiara de cartero en la ciu-dad. Justamente, pocos meses después de la
Revolución de Mayo, se reorganiza el servicio decorreos afianzándose las carreras que iban al
norte y al oeste y organizándose una corta carrerahacia el sur, ya que sólo llegaba a Barragán
Otras casas de correos en la ciudad

Nos interesa destacar que en octubre de 1810 se crea el recorrido a la Ensenada con untotal de
cinco postas, contando las de ambos extremos. La primera era la propia de Buenos Airesa las que
le seguían las de la Reducción de los Quilmes, la de Las Conchitas, la del Arroyo del Gatoy la de
Barragán. En cada uno de estos parajes debía levantarse una “pieza de posta” ubicadaa 25 varas
de la casa principal, y con las dimensiones de 10 por 5 varas. La puerta debía estarresguardada por
una galería o corredor, mientras que todo el edificio debería estar blanqueado.El mobiliario debía
constar al menos de cuatro catres, cuatro sillas y una mesa, a lo que se agre-garía un tinajero con
su jarro y la provisión de aceite, vinagre, vino, aguardiente y legumbres. Apartir del 24 de
noviembre se comienza el servicio de correo semanal

“para que los comerciantesno carezcan de las noticias propias de sus negocios” 

.Diversos gobernantes se preocuparon de darle impulso al correo, jerarquizarlo y pro-veerlo de


edificios propios o alquilados, entre los que se destacan Rivadavia, Sarmiento y JuárezCelman. Es
en 1822 cuando se abandona la casa de los Basavilbaso para instalarse en lo quehabía sido la
vivienda de Manuel Rodríguez de Vega en Bolívar entre Belgrano y Venezuela, que-dado Gervasio
Posadas a cargo del servicio.Sólo en épocas de Sarmiento se pensaría en edificar una sede ad hoc,
para lo cual seentregaría la esquina actual de Irigoyen y Balcarce que había sido parte del antiguo
fuerte. Laley de 1873 y su ambicioso proyecto se hicieron realidad seis años después con
la mudanza a esedestacado punto de la ciudad. Se trataba de un proyecto del arquitecto sueco
Carlos Kihnldergquien había diseñado un edificio imponente que debe haber sido impactante en
su época
4

. Elplanteo repetía las líneas eclécticas de entonces con un cuerpo central en que se producía
elingreso y otros dos cuerpos que señalaban las esquinas, aunque los resaltes entre ellos y el
restodel frente no eran demasiado manifiestos. Algo similar pasaba en los costados, aunque en
ellosno hubiera cuerpo central. La planta baja y el primer piso eran muy similares con sus
aberturasde arcos, un almohadillado notorio y sus ventanas con parteluz. La cubierta estaba
formadapor un ático con buhardillas de forma circular. Lógicamente, en los cuerpos esquineros
talesventanas eran de mayor tamaño. En el tramo central el coronamiento estaba formado por
unacúpula también con aberturas circulares, pero con otros detalles como la inscripción “Correos
yTelégrafos” y un gran óculo. En la parte baja de este cuerpo que hacía de eje compositivo,
estabael acceso a través de tres vanos a los que se llegaba por una escalinata. Sobre ellos otras
tresaberturas formaban un balcón cubierto.Pero seguramente las calidades edilicias obraron en
contra y así, los trabajos en la sedegubernativa terminaron englobando al correo en el edificio de
la nueva Casa Rosada

. Fue en-tonces que el servicio general volvió a la calle Bolívar, esta vez en la esquina de Moreno

21

trataba de la casa de la familia Ezcurra que había sido la residencia de Juan Manuel de Rosas
y lasede del gobierno porteño. Era una típica casa de las primeras épocas independientes en la
queya se veían los toques italianizantes como las pilastras y los cornisamientos. En aquel
momento,esos detalles significaban una ruptura con la arquitectura colonial pues mostraban un
rigurosoritmo de aberturas reduciendo la superficie de los muros cerrados propios de tiempos
hispanos.Asimismo, la parte superior mostraba pretiles de hierro y muretes que proyectaban hacia
arribaa cada una de las pilastras de la planta baja. La calidad edilicia se unía al respeto de las
líneasurbanas ya que ritmos, cornisas y pretiles se conjugaban con las construcciones linderas.
Tonali-dades diferentes hacían resaltar la ornamentación clara sobre los fondos algo más
oscuros.Seguramente se pensó que ésta era una sede provisoria y por ello se empezó en 1888el
proyecto de un gran edificio nuevo en las zonas que estaban rellenándose en las cercaníasdel
nuevo puerto de la ciudad. Pero mientras ello no terminaba de plasmarse, se decidió dar alcorreo
mejores oficinas y depósitos, asunto que se concretó en 1902 con el traslado a la esquinade
Corrientes y Reconquista. Era un imponente edificio de planta baja y dos pisos altos, tambiéncon
puertas y ventanales con un esquema repetitivo, pero ya sin la sencillez de la antigua casade
Rosas. Además, la esquina se resaltaba en la parte baja con una ochava y más arriba con
unasformas curvas que si bien anunciaban una cúpula en su parte superior, sólo repetía allí la
balaus-trada que se veía en la parte superior de ambas calles.Leves almohadillados y fajas
horizontales con guirnaldas eran algunos de sus adornos,pero como decía Nadal Mora casi medio
siglo después, se trataba de
“Adornos y más adornos,expresión de una época de optimismo y de génesis ornamental.
Eclecticismo de todos los estilos paratodos los gustos: lo clásico, lo barroco, el gótico, los Luises, el

‘art nouveau’

 , y hasta los sueños orien-tales desde la Alhambra al Taj Mahal. Este correo central de interiores
indefinibles, con olor cons-tante a desinfectante y pisos con aserrín, temblaba al paso de los largos
tranvías de la CompañíaLacroze, de cuatro ejes, que barrían, al doblar la curva insuficiente, a los
transeúntes embobadosen la esquina de la acera. Fue un floriloquio ornamental, de largas y cortas
pilastras, columnitasgemeladas, frontones y fajas con profusos roleos, y largas persianas que
abrían a sendos lados sobrelos pilastrones” 

También podría gustarte