El Pastor y Las Misiones
El Pastor y Las Misiones
El Pastor y Las Misiones
HAY UN REFRAN QUE DICE: ¨ DE TAL PALO TAL ASTILLA ¨ PODEMOS PARAFRACEALO A
SITUACIÓN ECLESIÁSTICA Y DECIR: ¨ DE TAL PASTOR TAL IGLESIA ¨. NORMALMENTE
UNA YGLESIA ES LO QUE EL PASTOR ES. SI EL PASTOR OBEDECE A DIOS, LA IGLESIA
OBEDECERÁ A DIOS. SI EL PASTOR ES CONSAGRADO, LA IGLESIA SERÁ
CONSAGRADA. SI EL PASTOR TIENE VISIÓN MISIONERA LA IGLESIA TAMBIÉN TENDRÁ
VISION MISIONERA.
Además de este texto, las cartas de Pablo a Timoteo y a Tito dejan bien en
claro que la función del pastor es llevar a la iglesia a la madurez. La madurez
se da cuando el creyente se amolda a la palabra de Dios y ha formado el
carácter de Cristo en su vida. Un cristiano maduro sabe cuál es su
responsabilidad; por lo tanto, se vuelve un misionero en la ciudad o en el lugar
donde vive.
Observe que el apóstol Pablo insita a la iglesia a una entrega total a la santidad
y a la renovación de la mente por la palabra de Dios, todo para que pueda
experimentar la voluntad de Dios. Una de las tareas del pastor es llevar a la
iglesia a experimentar la voluntad de Dios; por lo tanto, los creyentes maduros,
consientes de su responsabilidad, podrán ser útiles en la obra cuando viven en
el centro de la voluntad de Dios. ¿Cuántos creyentes están interesados en
saber la voluntad de Dios para servirle mejor? Compete al pastor ayudarlos a
entregar todo, para que puedan experimentar la buena, agradable y perfecta
voluntad de Dios.
Predicar y Enseñar:
Mediante la predicación y la enseñanza de la palabra, el pastor puede llevar a
la iglesia a la madurez, a experimentar la voluntad de Dios y desempeñar su
servicio; consecuentemente, a hacer misiones.
La predicación y la enseñanza son dos instrumentos poderosos en las manos
del pastor para dar dirección a la iglesia. Hay un poder extraordinario en la
palabra, pues si está ungida por el Espíritu Santo, habrá muchos resultados.
Por lo tanto, mediante la predicación, el pastor debe llevar a su iglesia a cumplir
su tarea de evangelizar al mundo. ¡Predique la Palabra! ¡Predique con
autoridad del Espíritu Santo! ¡Hagamos llamados misioneros! ¡Estimule a su
iglesia!
Capacitar:
El pastor debe preparar un programa de estudios para la capacitación de su
iglesia en la obra misionera. Podrá dictar curso sobre el llamado misionero y
series prácticas sobre las misiones, así como promover la lectura de libros
misioneros y adiestrar a la iglesia sobre programas especiales de misiones.
El pastor es la clave. ¡De tal pastor, tal iglesia!
Tal vez usted como pastor esté dispuesto a examinar su vida y ministerio para
comprobar si son fructíferos, si los miembros de su iglesia tienen la madurez
espiritual y visión misionera.
Cuidado Pastoral al Misionero
A veces las expectativas que se inculcan en los misioneros son irreales. Son
colocados en un pedestal, como si no tuvieran problemas espirituales y no
necesitan ayuda pastoral. Sin embargo, son humanos y necesitan tanto
cuidado pastoral como cualquier otro miembro de la iglesia. En realidad los
misioneros tienen necesidades extraordinarias de dicho cuidado, por las
siguientes razones:
Tensiones culturales.
Tensiones y experiencias criticas de la vida, como el enfrentar
situaciones desconocidas, el nacimiento de un hijo en el campo de labor,
el enviar a los hijos a la escuela de internados, y el mantener el
matrimonio creciendo y brillando para el Señor durantes circunstancias
muy desafiantes.
Nuevas cuestiones que enfrentan mientras están en el campo.
Experimentar crisis en el campo, como una guerra, la reacción política
violenta, ser tomado como rehén, pasar hambre, sufrir robos, sufrir la
perdida de un familiar querido y no poder estar en esos momentos con
su familia.
La Vida en la Misión.
Para ayudar a los nuevos misioneros para que se ajusten a las situaciones en
el campo, se recomienda que haya un sistema de asesoramiento de mentores.
No importa cuan minuciosamente los misioneros estén preparados para ir al
campo de trabajo, la realidad a menudo está lejos de las expectativas. Las
situaciones en el campo cambian rápidamente. El asesoramiento de mentores
en las semanas iniciales después de la llegada ayudará a que los nuevos
misioneros se adapten al nuevo país y a la cultura.
El comprender la necesidad de los que están en la obra, de disponer el tiempo
para aprender el idioma, también es importante. Esto involucra visión a largo
plazo. Sin la competencia del idioma, muchos misioneros luchan con la
disyuntiva de quedarse en la misión o de regresar. En esta época de resultados
instantáneos muchos enviadotes no tienen paciencia con este enfoque. El
deseo de ver misioneros que produzcan cantidades de convertidos a menudo
conduce a las iglesias a trabajar en misiones sólo en lugares donde no se
requiere aprende un idioma. No obstante, la mayoría de la población mundial
no será alcanzada si no cruzamos las barreras idiomáticas.
La Reintegración.
Cuanto más se adapten los misioneros al país de servicio, tanto más grande
será la readaptación al regresar al país de origen. La mayoría de los misioneros
estiman que el reintegro es el mayor desafío de toda la experiencia misionera.
El preparar a los misioneros que regresan para el choque de la cultura inversa
aliviará la tensión del reingreso.
Conclusión
El cuidado pastoral a los misioneros debe ser una preocupación continua de la
iglesia. El cuidado pastoral abarca todo el ciclo vital de un misionero.
Para ser eficaz en elucidado requiere de una comunicación continua con los
misioneros, porque las necesidades varían de un misionero a otro y el cuidado
requiere un corazón cariñoso.