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Pastor en La Iglesia

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NOTA:

En este libro se ha mantenido el texto tal y


como apareció cuando fue publicado
originalmente
EL PASTOR EN
LA IGLESIA DE HOY

MARCOS ANTONIO RAMOS, PH. D.

Convention Press é Nashville, Tennessee


Copyright 1991 é Convention Press
Todos los derechos reservados
Nashville, Tennessee
5800-44

Número de clasificación de Dewey Decimal: 253


Encabezado del tema: Trabajo Pastoral/Iglesia Pequeña
Impreso en los Estados Unidos de Norteamérica

Este libro pertence a la unidad de estudios del


área de desarrollo cristiano del Curso de Estudio.

Editores: Tito Fafasuli y Roberto Gama, Ph.D.

Departamento de Miniaterios Especiales


Junta de Escuelas Dominicales Bautistas,
Convención Bautista del Sur,
127 Ninth Avenue, North, Nashville, Tennessee 37234
CONTENIDO
PREFACIO
6
INTRODUCCION
7
CAPITULO 1
En relación con la iglesia 19
CAPITULO 2
La iglesia y el pastor 27
CAPITULO 3
La iglesia con un ministerio compartido 35
CAPITULO-4
Cambios o transiciones 47
CAPITULO 5
Los estilos de Liderazgo 57
CAPITULO 6
Organización y trabajo en la iglesia 72
CAPITULO 7
Compañeros en el ministerio 83
CAPITULO 8
El cuidado de los creyentes 94
CAPITULO 9
Identidad de la iglesia 110
CAPITULO 10
Ocasiones especiales 121
CAPITULO 11
Relaciones denominacionales 134
CAPITULO 12
Conclusión 142
CURSO DE ESTUDIO
144
PREFACIO

L a experiencia de vidas frustradas dentro del ministerio y de


iglesias divididas y hasta moribundas dan la impresión que se
sufre de una crisis de liderazgo que tiene proporciones
devastadoras. En el presente volumen no se intenta solucionar todos los
problemas posibles que existen en el ministerio, no se sabe de nadie que
fuera tan .temerario para Intentar una tarea de esa magnitud. Todos los
ministros y las iglesias pueden ser ayudados si siguen cuidadosamente
las sugerencias que aquí se ofrecen. Con este volumen se puede ganar
una visión más amplia del ministerio y de lo que es la iglesia y lo que
Dios espera de ella y de su pastor. El conjunto pastor y congregación son
correlativos y deben considerarse como una unidad armoniosa. La
oración del autor y del cuerpo editorial es que Dios guíe a Su pueblo
como un todo para que edificados en amor crezcamos hasta llegar a la
medida de la estatura de Cristo.

El autor Marcos Antonio Ramos, ha escrito extensamente, es el autor de


Panorama del Protestantismo en Cuba, La pastoral del divorcio en
la historia de la Iglesia y otros libros valiosos. Ha servido desde 1973
como catedrático y se ha desempeñado como pastor. En la actualidad es
pastor de la Iglesia Bautista Calvario en el área de Miami, Florida. Lo
que él nos brinda es el producto tanto de sus extensos estudios como de
su rica experiencia pastoral. Hoy nos da gusto poner a disposición de
todos mucha de la riqueza refinada en los campos de la práctica pastoral.
Mucho ganarán los que tengan la paciencia de leer este libro. Quienes
apliquen las ideas y sugerencias para el pastor en la iglesia de hoy
experimentarán satisfacciones tan gratificantes que recomendarán este
libro a otros con mucho entusiasmo.
INTRODUCCIÓN
LA IGLESIA DE HOY
A la niña le preguntaron en la escuela ¿en qué trabaja tu papá?
Rápidamente les contestó, no, mi papá no trabaja, él es pastor bautista.
Se ha oído el comentario, "Me encantará ser pastor porque así no tendría
que trabajar sino un día a la semana". Muchos tienen este bajo concepto
de lo que es el trabajo pastoral. Otros que no han sido tan simples en su
manera de pensar han creído que el trabajo del pastor es predicar dos
sermones y presentar un estudio bíblico cada semana y que eso es todo.
Algunas iglesias que así han creído sé han contentado con tener
predicadores de su misma congregación mientras que se ahorran lo que
tendrían que pagarle a un pastor para que hiciera lo que ellos mismos
saben hacer. La Biblia nos enseña que el ministerio pastoral es mucho
más que estas apreciaciones tan superficiales. Sin duda que el ministerio
pastoral es mucho más noble, elevado, legítimo, inspirador, productivo,
consolador, necesario y honroso que lo que estas opiniones hechas a la
aligera han expresado.

Los retos de hoy

Los` ministerios pastorales en las iglesias presentan grandes


oportunidades y desafíos a la iglesia de hoy. El pastor guía las iglesias a
responsabilizarse de las urgentes empresas que Dios providencialmente
tiene para Su pueblo en esta generación. Las oportunidades se perciben
por la penetración de la voluntad de Dios para la iglesia frente a las
necesidades humanas presentes. En el cumplimiento de su misión la
iglesia descubre que cumplir la voluntad de Dios también incluye los
dolores del crecimiento y de la madurez. En el ejercicio de los
ministerios pastorales se experimentan grandes problemas. Los
problemas se encaran con fe y obediencia a lo que Cristo ha deseado para
Sus siervos. Pero sobre todo servimos los intereses del Reino de
Jesucristo, "el buen pastor", por encima de cualquier otra motivación o
interés.
¿Que hace el pastor con su tiempo y talentos? Muchos piensan
que el ministro dedica mucho tiempo a su trabajo. Otros creen que
8 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

solamente predica los domingos y en servicios funerales. Algunos


ignoran que se trata de una labor sumamente difícil, que demanda una
dedicaci6n total. El pastor no solamente predica y enseña, celebra
matrimonios y oficia en funerales, sino que visita hospitales, consuela a
los tristes, lleva nuevas personas a la iglesia, resuelve los problemas
entre los miembros y guía la iglesia en la administración del presupuesto
que a veces es difícil de cubrir.

Los programas de la Iglesia

El ministro está encargado de todos los programas de la iglesia. El se


encarga de una congregación y tiene que preparar los cultos dominicales
y los cultos de oración, apoyar el trabajo de la Unión Femenil Misionera,
la Unión Varonil, el Programa del Discipulado, además de preocuparse
por el funcionamiento y crecimiento de la Escuela Dominical. Asimismo,
debe presidir las reuniones de negocios, asistir a las reuniones de
diáconos y del concilio de la iglesia, y es en la práctica un miembro ex-
oficio de cuanto comité o actividad existe o se lleva a cabo en la iglesia.
Le corresponde apoyar el ministerio musical de la igl9sia. Y en muchos
casos, al no disponer de un ministro de música de tiempo completo, el
ministro tiene que cuidar que el coro ensaye, llegue a tiempo al culto y
cante bien.
El pastor recibe llamadas telefónicas con una frecuencia increíble,
recibe invitaciones para visitar hogares y se le pide que ayude a buscar
empleos a sus miembros. Muchas veces se le exige visitar
frecuentemente a ciertas personas que necesitan su presencia o
simplemente la demandan, como es el caso de ancianos o personas Con
necesidades especiales.

Los programas denominacionales

Además de todo eso, debe colaborar con la denominación al nivel local,


asociacional, estatal y nacional. Para recibir el respeto y el apoyo de la
denominación se espera de él que coopere y ayude, que acepte cargos,
que asista a reuniones y convenciones, que predique en ocasiones
especiales, que acepte pertenecer a comités especiales.
Solamente la predicación requiere horas enteras de preparación, si es
que sus sermones van a ser eficaces ~ pertinentes a las necesidades
INTRODUCCION 9

del día. El aspecto de la capacitación ministerial no se limita simple-


mente a la predicación ya que para estar al día, el ministro tiene que
seguir capacitándose constantemente con cursos, lecturas y conferencias.
En nuestras iglesias están surgiendo jóvenes que van a estudiar a la
universidad, hay laicos con gran experiencia y hasta ministros retirados o
misioneros se unen a nuestras iglesias. Todos ellos esperan que el pastor
tenga, por lo menos, un nivel educacional comparable al de ellos.
Eso no es todo. Muchas de nuestras iglesias no, disponen . de una
secretaria de tiempo completo o parcial para ayudar en la preparación de
largos informes denominacionales, estatales, asociacionales y locales.
Las leyes son cada día más complicadas. Por lo general le corresponde al
pastor enfrentarse a las exigencias de inspectores de edificios, sobre todo
si la iglesia auspicia alguna escuela para niños. Las gestiones
administrativas son parte de su tarea de todos los días. Una omisión o
confusión puede costarle mucho dinero a la iglesia en el asunto de la
exoneración de impuestos.
El mantenimiento del edificio, aunque la iglesia tenga un guardián o
conserje recae a veces sobre el pastor. Las relaciones con otros
empleados de la iglesia y con los líderes voluntarios es otra parte
importante de su trabajo.
Si su iglesia está situada en una zona de gente humilde, se le pedirá
su ayuda frecuentemente para conseguir trabajo o incluso ayuda
financiera de emergencia. También para hacer gestiones en oficinas del
gobierno. Como pastor hispano tiene frecuentemente que servir de
intérprete o traductor.

Las necesidades sociales

Lamentablemente, muchos pastores se ven obligados a servir en la


práctica como trabajadores sociales, consejeros vocacionales y líderes de
programas de asistencia social promovidos por la iglesia. Un laico puede
negarse a prestar ayuda, pero si el pastor lo hace será criticado.
Lo más difícil de todo es satisfacer las expectativas exageradas de
tantas personas. Lo recriminarán por haber olvidado un anuncio que
alguien consideró importante. Lo criticarán si no apoya el punto de vista
de un hermano que sea bien apreciado o si se inclina hacia lo
10 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

expresado por otro miembro de la congregación.

Si es partidario de efectuar cambios encontrará oposición y enfrentará


posibles acusaciones de "liberalismo". Si prefiere el "status quo" o los
cambios moderados, más bien graduales, será considerado un pastor
"conservador" o "tradicionalista". A veces lo calificarán hasta de
“reaccionario".
Encontrará siempre personas susceptibles, emocionales, de tempe-
ramento agrio, difíciles de complacer. Tendrá que servir como juez y
parte al mismo tiempo. Le corresponderá la tarea de hacer lo imposible,
lo que otros no pueden hacer o que podrían hacer por su preparación,
pero que se niegan a hacerlo. Aunque el pastor no esté preparado para
ciertas tareas, tiene que hacerlas sin falta. El pastor es la única persona
que nunca puede impacientarse y mucho menos enojarse, pues habrá
muchos que se sentirán heridos. El pastor tampoco puede decir que
no.'Su vida familiar está a la vista de todos, Si allí le encuentran defectos
evidentes, entonces, dicen algunos, "no sirve para pastor". Como pocas
personas, el pastor hasta tiene que pagar por los pecados ajenos, sobre
todo los de sus familiares.

El horario de actividades

No tiene horas fijas de trabajo pero lo mismo tiene que efectuar su


función de mañana, de noche, a veces de madrugada. No tiene en
realidad un supervisor con ese título pero cada miembro puede
convertirse en la práctica en un jefe suyo, aun sin tener derecho a
hacerlo.
Se le pide en la práctica que sea un psiquiatra porque muchas
personas que viene a él con presuntos problemas espirituales, cuando en
realidad tiene n problemas que merecen atención especializada y que el
pastor no puede sin especialización resolverlos.

Preguntas del pastor

En medio de ese cuadro encontramos a los pastores preguntándose


frecuentemente: ¿Cuál es mi verdadero papel? ¿Qué es lo que en realidad
me corresponde hacer? Hasta incluso pueden escucharse estas palabras:
¿Qué creerán que soy?
Después de cumplir funciones como las que acabamos de describir y
otras parecidas, el pastor a quien alguien acaba de llamarle por teléfono
INTRODUCCION 11

cuando estaba cenando o platicando con su hija adolescente 1 tiene


derecho a preguntarse, ¿qué es en realidad el pastorado? ¿Será acaso esto
lo que debería estar haciendo?
Nosotros no tenemos la respuesta a sus inquietudes aunque sí
sabemos lo que la Biblia enseña acerca del trabajo de los siervos de Dios.
La iglesia de hoy es una iglesia muy diferente a la de los primeros
tiempos del cristianismo aunque básicamente sigue cumpliendo los
requisitos básicos de ser una asamblea de creyentes en la cual se predica
y enseña la palabra de Dios.

La Iglesia de hoy

Los tiempos han cambiado y es bueno que nos planteemos con realismo
la situación a la que nos enfrentamos hoy día. No para evadir
responsabilidades sino para hacer el mejor trabajo posible dentro de las
circunstancias que nos rodean.
En Colosenses 4:17 leemos de Pablo enviándole el siguiente mensaje
a Arquipo: "Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor".
En Efesios 3:2 leemos: "si es que habéis oído de la administración de la
gracia de Dios que me fue dada para con vosotros". De la palabra
"mayordomía", como se encuentra en el original griego, procede la
palabra "administración". Cristo es el mayordomo o administrador a
quién el Padre le ha encomendado su propósito. El pastor es un
mayordomo o administrador, de las muchas responsabilidades que
asumió al aceptar el llamamiento del Señor.
Al hacer su trabajo, en sus diversos aspectos, se produce
necesariamente una tensión entre lo real y lo ideal. Es entonces oportuno
acudir a 2 Corintios 4:7-9, "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro,
para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que
estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no
destruidos".
Se requiere además un repaso de las enseñanzas bíblicas acerca del
pastor. Los títulos que recibe nos pueden decir mucho. Los bautistas
entendemos que la palabras "obispo", "anciano" (o "presbítero") y
pastor" se refieren al pastor de la iglesia local. Entre las citas que se
refieren a esos cargos pudiéramos mencionar Hechos 20:17, 28;
12 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

1 Pedro 5; Filipenses 1: 1; 1 Timoteo 3 y Tito 1:5-7.


El obispo es un "supervisor" o "superintendente", uno que cuida de
que las cosas se hagan bien. El anciano o presbítero era una persona que
poseía dignidad y sabiduría entre los judíos, generalmente por su edad u
otras razones sustanciales. Pastor es, por supuesto, el que apacienta un
rebaño.
Los bautistas no hemos encontrado precedentes para el sistema
episcopal de otras iglesias. Las palabras obispo, anciano y pastor se
refieren a un mismo cargo. Los conceptos de rango, poder y autoridad
asociadas con el episcopado o con la jerarquía no tienen base
neotestamentaria ya que en los escritos de los apóstoles sólo encontramos
referencias a estos cargos como si fueran simples siervos a los que les
correspondía "cuidar el rebaño" pero en ninguna manera en un sentido
autoritativo o jerárquico.
El que no se limita a ser "pastor" sino que pretende ser "jerarca" o
"jefe supremo", o una especie de funcionario de elevada categoría, puede
experimentar graves problemas en su ministerio.

Los ministerios

Para los efectos de uniformar la terminología, cuando hablamos de los


"ministerios pastorales" nos referimos a la tarea de guiar, proteger,
alimentar y nutrir la iglesia para que esta crezca, se desarrolle y se
reproduzca a sí misma en el mundo.
La palabra "guiar" tiene mucho que ver con lo que la palabra "obispo
71 significa. El pastor interpreta la voluntad de Dios, mediante el estudio
de la Biblia, ofreciéndole a la iglesia la dirección espiritual que necesita.
La acción de "proteger" refleja lo que hace el pastor al compartir la
verdad divina con los creyentes. Las enseñanzas del Nuevo Testamento y
su doctrina le permiten al pueblo de Dios estar firme contra el error
espiritual que lo amenaza. La doctrina es importante porque nos permite
conocer lo que somos, lo que creemos y lo que debemos hacer por el
Señor. Se evidencia, así, la protección que el pastor debe extender a1
pueblo de Dios.
En cuanto a "alimentar" se trata de una palabra muy vinculada al
trabajo pastoral. La mejor alimentación viene directamente de la Palabra
INTRODUCCION 13

de Dios qué el pastor interpreta y expone.


Le corresponde también "nutrir". La alimentación es el proceso de
adquirir alimentos y ponerlos a la disposición de los seres humanos. La
nutrición es el proceso utilizado por el organismo para asimilar los
alimentos. -El pastor no solamente da alimento al predicar sino que trata
de que el creyente lo asimile internamente y se transforme en valores
internos que modifiquen su manera de ser para parecerse más a Cristo.

Interpretando las tareas

En una iglesia, tanto el pastor como los que trabajan con él en los
ministerios pastorales se enfrentarán a cinco tareas relacionadas con lo
que se ha dicho anteriormente.

é Guiar a la iglesia a llevar a cabo su misión.


é Proclamar el evangelio a creyentes e incrédulos.
é Cuidar de los miembros de la iglesia y de otras personas de la
comunidad a la cual sirve.
é Interpretar y apoyar el trabajo de la iglesia y de la denominación.
é Adiestrar a cada miembro de la iglesia para que lleve a cabo su
misión.
Para que un pastor llegue a compartir y a practicar el concepto
debido de los ministerios pastorales debe darle importancia a estas cuatro
tareas. En este libro trataremos esos asuntos, veremos como el pastor
debe conocer, guiar y pastorear la iglesia de hoy. Es decir como puede
llevar a cabo estas tareas en forma adecuada.
No todas las iglesias son iguales ni las situaciones se repiten una y
otra vez. Los ambientes pueden ser muy distintos de los que en alguna
ocasión conocimos. En nuestro tiempo, la necesidad de trabajar en
equipo se hace más evidente e imperativa.
Sobre lo que no existe duda alguna es que un equipo que trabaja
correctamente y lleva a cabo los ministerios pastorales debe incluir a
pastores, diáconos, concilio, directores de departamentos, miembros de
comité y empleados de la iglesia. Mientras más personas participen y
trabajen de acuerdo, la iglesia se beneficiará y el pastor podrá alcanzar
mayores logros e incluso éxitos dramáticos.
Trataremos con la iglesia de equipo unipersonal, lo cual quiere decir
14 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

que sólo el pastor trabaja de tiempo completo o dedica un tiempo


substancial a la obra y donde no hay otros empleados. A pesar de que
únicamente existe un "equipo unipersonal", se puede promover la
existencia de un equipo de obreros voluntarios y líderes elegidos que
hagan eficaz la labor.

Aun el pastor de una iglesia que cuenta con un solo empleado que reciba
sueldo, él mismo, puede alcanzar grandes logros. Citaremos algunos
ejemplos de lo que puede alcanzar.
é Ahorrar tiempo y mantenerse en contacto con los líderes de la
iglesia.
é Escuchar las opiniones y reacciones de los hermanos.
é Apoyar a los miembros de la iglesia que quieren trabajar.
é Desarrollar y hacer madurar el liderazgo de la iglesia, creyentes
que pueden llevar hada adelante el programa de la iglesia.
é Crear un equipo de trabajo para los ministerios pastorales mediante
el cual se adiestre a los miembros para realizar el ministerio.
El pastor que se inicia en el ministerio como predicador u obrero
laico y se enfrenta de repente con una congregación que necesita sus
servicios pastorales, se sorprenderá al encontrar tantas diferencias
sustanciales entre un tipo de iglesia y otro. Es probable que no le haga
caso al principio y que esas diferencias no representen una preocupación
para él. Pero, tarde o temprano, comprenderá que existe una serie de
detalles que pueden dificultarle su ministerio, o incluso arruinarlo, si no
se ocupa de ellos dándoles la atención que merecen y encausándolos para
que le ayuden en su ministerio.
Además, con el tiempo, comprenderá que existen programas que no
se utilizaban en su anterior iglesia y que ahora pudieran representar una
enorme ventaja en el nuevo campo. Estos elementos de cambio pueden
convertirse en una verdadera bendición para él, si como siervo de Dios
quiere hacer un trabajo eficaz y utilizar todos los recursos disponibles.
Por otra parte, si hace un análisis mínimo, se dará cuenta que lo que
servía bien en un lugar no sirve necesariamente en el otro.
Aprovechar todos los recursos -disponibles es uno de los grandes
imperativos de la iglesia de hoy. Es también una gran oportunidad.
Solamente un pastor que tenga la suficiente humildad para reconocer
INTRODUCCION 15

que no lo sabe todo y que no lo ha usado todo, podrá encontrar la luz que
le conduzca a un ministerio, más fructífero.
La denominación, sus agencias, convenciones. y asociaciones están
deseosas de hacerle conocer los instrumentos que están a su disposición
y ayudarle con el suficiente adiestramiento para que triunfe en su
importante labor pastoral.
Algunas situaciones son bien conocidas y se repiten en los nuevos
campos de trabajo. Entre ellas está la situación en la cual una sola
persona trabaja de tiempo completo o que le dedica al menos una buena
parte de su tiempo a la obra. La gran mayoría de las iglesias hispanas
caen dentro de esa categoría. En los países de Hispanoamérica ocurre en
casi la totalidad de los casos.

El pastor y los trabajadores voluntarios

En cada congregación existe un gran número de personas que ofrecen sus


servicios en forma gratuita o "voluntaria", como se dice en ciertos
ambientes, y en algunos casos existe un personal que recibe alguna
remuneración por sus servicios. Sí el pastor es el único que recibe algún
salario nos referiremos a esa congregación. como una iglesia "de equipo
unipersonal".
Muchas iglesias cuentan con personas más o menos capacitadas para
desempeñar cargos que son vitales para el trabajo de la congregación y
que dedican tiempo a realizar alguno de los ministerios que las iglesias
con mayores recursos asignan a una persona empleada de tiempo
completo. En ciertos casos alguien recibe un salario parcial. Nos
referimos, por supuesto, a cargos corno los de director de música o de
jóvenes, una secretaría o tal vez un ministro encargado de¡ ministerio
educativo de la iglesia.
A menos que se trate de un salario que le permita a esas personas
dedicar bastante tiempo a su trabajo y ser considerados empleados de la
iglesia, nos referimos a esas iglesias como "de equipo unipersonal".
Una tendencia realmente positiva ha sido ver algunas iglesias
hispanas que al experimentar un crecimiento sustancial, o aun antes,
tratan de contratar personal capacitado para realizar estas importantes
funciones, de series posible de tiempo completo. Otras han logrado
incluir en sus presupuestos cantidades que les permiten a estos
16 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

individuos dedicarle tiempo al trabajo y ser considerados realmente


empleados de la iglesia.
Creemos que una parte importante del crecimiento y madurez de una
iglesia es precisamente la disposición a encontrar a, personas capacitadas
para colocarlas en posiciones significativas en el trabajo pastoral o
congregacional. Ese proceso no solamente ayuda al pastor encargado
sino que le sirve a la congregación misma en su ministerio total. Una
iglesia que teniendo los recursos para emplear personal suficiente y
adecuado deja que su pastor lo haga todo, e incluso quebrante su salud
física y sacrifique sus relaciones familiares, no se puede considerar como
una iglesia madura, progresista y responsable.
Pero, como el cristiano trabaja en un mundo de realidades, el
reconocer que es imposible tener todo el personal con el que idealmente
debía contar la iglesia, no debe conducirnos a la frustración sino a
renovar el entusiasmo y redoblar los esfuerzos dentro de los recursos que
Dios nos ha concedido hasta el momento.,

El pastor y la Iglesia

La iglesia, grande o pequeña, con un personal adecuado o con un equipo


unipersonal, encuentra en la Biblia su mejor descripción. La primera
epístola a los Corintios pudiera ayudamos a entenderla mejor.
Según Pablo, la iglesia es un campo donde se realizan las labores
ordenadas por Dios a Su pueblo (1 Co. 16-8). Es un edificio de Dios
(19). Es el cuerpo de Cristo. Ya sabemos que es una asamblea de
creyentes, la cual tiene su expresión visible en la iglesia local. Todos los
creyentes forman el cuerpo de Cristo o sea la iglesia en el sentido más
inclusivo y amplio posible.
Para los bautistas, una iglesia, a la luz del Nuevo Testamento es un
grupo local de creyentes que se han bautizado de acuerdo con la Biblia
(bautismo de creyentes realizado por inmersión que confiesa a Cristo
como Salvador y como Señor), que se han asociado mediante un pacto
basado en la fe y comunión del evangelio y que observa las dos
ordenanzas de Cristo (bautismo y cena). Además, está comprometida con
las enseñanzas divinas y trata de extender el evangelio a todas partes.
La iglesia, en la tradición bautista es un "cuerpo" que opera por
medio de un proceso democrático bajo el señorío de Jesucristo. En ella
INTRODUCCION 17

todos los miembros son igualmente responsables ante Dios. Sus líderes
ordenados son los pastores y los diáconos.
Pero la iglesia, para los bautistas, e Incluso para otros grupos,
incluye también, y de manera especial, a los redimidos de todas las
edades. Después que usted comprende lo que la iglesia es, debe entender
también lo que la iglesia hace o debe hacer.
No podemos separar a la iglesia de su misión. La cumple o deja de
ser iglesia. A veces decimos, "mi iglesia tiene una misión", cuando
auspiciamos una congregación adicional. La "misión" a que nos
referimos aquí incluye esa "misión de la iglesia" y también el
cumplimiento del propósito de Dios para la iglesia.
El propósito de la iglesia es ser una comunión de creyentes
bautizados que experimentan el amor y la disciplina de Dios y comparten
una vida común con los demás cristianos. A la vez, procuran que todos
los hombres lleguen a tener ese tipo de relación con el Señor y con los
otros creyentes. Encontramos muchos pasajes que nos ayudan a entender
esto: Marcos 24:24; Juan 13:34-35; Hechos 1:8; Mateo 28:18-20; Efesios
4:11-13.
Por medio de la lectura cuidadosa del libro de Hechos de los
Apóstoles notamos cómo los cristianos del primer siglo comprendían lo
que eran y también lo que debían hacer. No tenían una organización
formal, ni tampoco programas como los tenemos hoy. Tampoco
contaban con los materiales más indicados para realizar su misión,
humanamente hablando. Sin embargo, el Espíritu Santo guió a esos
cristianos primitivos en su testimonio, en su organización y en la
selección del personal.
Por ejemplo, las iglesias primitivas se enfrentaron a la necesidad de
liderazgo. El Espíritu Santo les guió en la labor de escoger pastores y
diáconos. Las iglesias neotestamentarias esperaba que esos líderes
prepararan al pueblo de Dios para llevar a cabo su misión.
El pastor, que debe ser un líder de líderes, y por lo tanto prepara a los
que a su vez deben preparar a otros, es la persona más indicada para
capacitar, animar y guiar a la congregación en su trabajo. Pablo definió
claramente ese papel en Efesios 4 al decir que Dios había dado pastores y
maestros a la iglesia: "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
18 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

lleguemos a la unidad de la fe y. del conocimiento del Hijo de Dios, a un


varón perfecto, a la medida de la estatura de Cristo..." (EL 4:1211) Este
pasaje no solamente nos dice lo que la labor pastoral es sino que clarifica
la misión de la Iglesia. Esos versículos, así como otros parecidos (Mt.
28:19-20, Hch. 1:8), nos muestran que cuando una iglesia cumple su
misión, el resultado es el crecimiento de una congregación saludable.
El propósito de este libro es ayudar a ese pastor a guiar, proclamar y
cuidar de su rebaño. Solamente al conocer, guiar y pastorear
efectivamente la iglesia de hoy, podrá el pastor hacer una contribución
apreciable.
CAPITULO 1

EN RELACIÓN CON LA IGLESIA

Debemos entender que existen distintos


modelos tipos de iglesias. Entre los factores a
considerarse encontramos los siguientes: la
comunidad donde se encuentra, el grupo étnico,
el nivel económico o social, la forma en que se
-fundó, las relaciones entre los miembros y, por
supuesto, el número de miembros que tenía y el
estilo pastoral del ministro anterior. No
podemos contemplar todos los casos. Sin embargo, procuraremos
describir algunos tipos de congregación que merecen ser estudiados por
la frecuencia con que los encontramos. Como la mayoría de las iglesias
hispanas tiene un solo ministro como empleado, sea de tiempo completo
o de tiempo parcial, podemos Regar a pensar que como promedio, no son
muy grandes. Por lo menos si las comparamos con un buen número de
las iglesias de habla inglesa en Estados Unidos. Esa situación está
cambiando pues está ocurriendo un crecimiento significativo en muchas
iglesias hispanas. Por lo general esto significa la utilización de un
personal más variado y con un mayor grado de especialización. Es
también probable que no esté compuesta de personas pudientes. Pero
esas características por sí solas no lo explican todo.
Intentaremos entonces considerar algunos casos específicos y
aprovechar la experiencia de los que han estado expuestos a ciertas
situaciones que nos pueden ayudar a comprender la iglesia de hoy y la
labor de un pastor en nuestro tiempo. Nuestro interés al hacer esto es dar
tanto material informativo y práctico para el pastor en la iglesia de hoy.
20 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

El modelo familiar

Un caso que ya no es tan frecuente como en otras épocas es el de la


congregación de tipo familiar. Estas son iglesias cuya membresía es
generalmente pequeña o mediana. Nos referimos a una asistencia de
sesenta personas o menos pero que en algunos casos puede ser mayor. En
muchas de estas iglesias las relaciones son parecidas en sus aspectos
fundamentales a las que existen en una familia.
En parte utilizamos la palabra "famular" porque, entre otras
características, encontramos que no existe una organización
verdaderamente estructurada. Se nota, tan pronto se entra en contacto con
la congregación, que hay ciertos antecedentes familiares muy marcados.
Tal vez hay ciertas personas que vienen a ser como el "padre" o la 16
madre" de la iglesia. Pueden ser los fundadores, que todavía viven, o
familiares de los fundadores. Pudiera tratarse de la familia del primer
pastor o de su viuda. También pudiera ser un pastor influyente y de larga
permanencia en la iglesia. Otra posibilidad es la de una familia más o
menos "extendida" que ha permitido que otras personas se unan a la
iglesia y lleguen a ser consideradas como parte de la familia en cuestión.
En esos casos, una buena parte de la feligresía la componen los
parientes y los viejos amigos de los parientes. También hay situaciones
en que la gente se ha conocido por tanto tiempo que, aun siendo un grupo
grande, casi todos se consideran en la práctica como familiares.

El modelo celular

Algunos estudiosos identifican estas congregaciones como %iglesias de


una sola célula". Los miembros se identifican con el todo, es decir, con la
congregación y no con una subdivisión o departamento en particular. En
el modelo que estamos analizando ahora casi todos los programas se
hacen en conjunto. Esto no quiere decir que no funcione una Escuela
Dominical o la Unión Femenil Misionera sino que el grupo reacciona
como una familia en vez de hacerlo como una organización.
Debemos aclarar que esta situación tiene sus ventajas ya que el
espíritu familiar debe prevalecer siempre entre los cristianos, la familia
de Díos. Pero el problema consiste en que una iglesia debe funcionar en
muchos niveles y no solamente en el familiar.
EN RELACIÓN CON LA IGLESIA 21

En este tipo de iglesia, si usted es aceptado como miembro, en


realidad es admitido como "parte de la familia", o adoptado como
miembro de la misma. Se crean unos vínculos emocionales muy
marcados entre los miembros.

En la ilustración se nota un círculo que significa tanto la membresía


como el círculo de personas en plena comunión con la iglesia. De esa
forma se entiende cómo un miembro es también parte de la. "fami1ia".
Se trata, pues, de un ministerio personalizado y a base de relaciones. El
énfasis se pone más en la calidad que en la cantidad de los miembros.
La iglesia del "papá" o la "mamá" (el patriarca o la matriarca).
También la iglesia "fami1iar" ha sido identificada con un "patriarca"
o con una "matriarca". Debe aclararse que esto no quiere decir que se le
conceda públicamente el título a una persona sino que, en la práctica,
aunque no se tenga ese vocabulario en mente, se da esa situación.
Si observamos la ilustración notaremos cómo tendríamos que poner
uno o dos círculos dentro del círculo de membresía y a la vez de plena
comunión con la familia. El círculo o círculos a que hacemos referencia
ahora nos darían la clave de la naturaleza administrativa de este tipo de
iglesia. Los círculos indicarían un "patriarca" o "matriarca" o los dos.
22 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Esto s pudieran ser una persona de cierto relieve en la comunidad o


uno de los líderes elegidos por la iglesia. Con frecuencia, la figura
principal es un director o directora de la Escuela Dominical, el presidente
de los diáconos o simplemente el único diácono de la iglesia o la
presidenta de la Unión Femenil Misionera.
En otros casos se trata de un familiar de un antiguo pastor, la viuda o
un/a hijo/a del mismo. Es frecuente que sea un laico considerado como
"el fundador" o "la fundadora" de la iglesia. Pudiera también ser un
miembro de una familia ilustre en la denominación, a nivel local o
regional. En cualquier caso, algunos entienden que existe algo así como
un "'derecho divino" para que esta persona sea el líder más importante de
la iglesia, sin importar quién sea el pastor.
El ministro debe ser especialmente cuidadoso en estos casos. No
todo es malo en esta situación. Puede tratarse de un líder legítimo. El
"patriarca" o la, "matriarca" recibe a veces esa autoridad por parte de la
congregación y no porque él o ella la hayan buscado. Y debe admitirse
que muchas veces han trabajado con gran intensidad y realizado
contribuciones notables a la iglesia y a la obra del Señor en general.
Por lo tanto, el pastor no debe considerarles automáticamente
competidores suyos. En muchos casos no existe en esos líderes ninguna
mala intención hacia el nuevo pastor. Este debe tratar de establecer
relaciones armoniosas con esas personas e ir introduciendo con cautela y
en espíritu de amor los cambios que crea necesarios. Tal vez esa persona
sea o se convierta con el tiempo en su mejor colaborador que pueda
tener. Pero, por supuesto, pueden surgir enormes problemas si la persona
es intolerante, si muestra cierta arrogancia o si el pastor no logra
establecer con ella una relación adecuada.
Si el pastor logra resolver una situación como ésta indica que tiene
dones muy valiosos. El que logre hacer de un posible competidor un
colaborador, lo preparará para otros aspectos importantes de su futuro
ministerio pastoral ya que la obra de Dios no está basada en la
competencia sino en la cooperación.
Ahora bien, en este tipo de iglesias el pastor pudiera ser considerado
tal vez como un capellán familiar. En la ilustración se nota que el pastor
está fuera del círculo, no porque su carta de membresía esté en otra
iglesia o porque no sea miembro sino porque no pertenece a la familia
EN RELACIÓN CON LA IGLESIA 23

gobernante o al círculo familiar creado en derredor de ella.


Lo anteriormente expresado no quiere decir que no se respete o
aprecie al pastor ya que hay siempre un lugar para él en este tipo de
iglesia. Su ministerio, sin embargo, es más bien un ministerio de acto de
presencia. Se espera y desea su presencia en los nacimientos, los
bautismos, las bodas, los funerales, los hogares de ancianos, los
hospitales y los, acontecimientos significativos de la comunidad.

La historia de la Iglesia

En la Ilustración se nota cómo las flechas se van inclinando, hacia la


izquierda. Indican la importancia de los eventos del pasado en la vida de
una iglesia como esa. Este tipo de congregación tiene sus raíces en el
pasado y posee una fuerte identidad. El recuerdo de los hechos del
pasado tiene una prioridad muy destacada. Para comprender este tipo de
iglesia tiene que conocerse algo acerca de su historia.
Las flechas nos ayudan a comprender por qué esta iglesia está llena,
de comentarios acerca de "lo que hemos hecho". Una gran parte de lo
que la iglesia hace en el presente y hará en el futuro tiene que ver con las
rutinas y tradiciones del pasado.
Debido a que existe cierto grado de intimidad, los miembros le dan
un gran valor a lo personal y a los aspectos intergeneracionales de esa
iglesia. La "familia" tiene prioridad y a veces viene antes de la "misión"
de la iglesia, lo cual puede Regar a ser peligroso. En la práctica, la
teología de estas congregaciones es más "relacional" que "sistemática".
Algunos ministerios tienen que llevarse a cabo teniendo en cuenta las
necesidades y los intereses de las familias que la componen. Sucede a
veces que la Escuela Dominical o el culto son una especie de reuniones
de un clan. Todo el mundo quiere saber si los demás están presentes y, en
caso contrario, qué se sabe de ellos. Lo que le ha sucedido a cada persona
durante la semana pasada es motivo de preocupación para algunos. El
estado de salud, por ejemplo, es conversación frecuente. En otras
palabras, la iglesia está centrada en la persona. Estos íntimos vínculos
familiares son la fortaleza y la vida de una iglesia como ésta.
24 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Los recursos Limitados

Uno de los asuntos que debe tenerse en cuenta en relación a las


posibilidades que tienen estas iglesias radica en la limitación de sus
recursos. Los programas que la denominación apoya y promueve, y que
son a veces algo elaborados, pueden complicar la vida diaria en estas
iglesias. No es porque dejen de ser pertinentes, útiles y adecuados sino
porque a veces ellas no están listas para hacerles frente.
En estas congregaciones y en otras igualmente pequeñas, es casi
imposible llevar a cabo los programas de la iglesia como educar, pasto-
rear, ministrar y adorar.
A veces ni siquiera se puede tener una Escuela Dominical con clases
para las diferentes edades. De nuevo hay que hacer énfasis en que
evidentemente en estas iglesias las relaciones personales establecidas
durante muchos años tienen prioridad sobre los programas sugeridos.
Otra complicación radica en la limitación del edificio. Muchas de
estas iglesias no tienen salones suficientes o adecuados ' para estudios
especiales, organizaciones juveniles o escuelas dominicales bien
organizadas.
¿Y qué decir acerca de los problemas financieros? Las finanzas,
cuando son muy limitadas, afectan también a las iglesias de tipo familiar.
Algunas gastan la mayor parte de sus entradas en sostener al pastor. A
veces éste tiene que tener un empleo secular de tiempo pardal. Como
resultado, se dedica menos tiempo a preparar la predicación y los cultos
de adoración.
Se dan casos cuando la iglesia limita al mínimo en sus actividades
regulares, concentrándose sobre todo en las fiestas de navidad, año nuevo
y domingo de resurrección. En este tipo de iglesias, el tener un
calendario con las actividades promovidas por la denominación casi
nunca es una prioridad. Lo que sucede es que están casi imposibilitadas
de llevar a cabo un programa completo, por su estructura o por las
limitaciones que se crean a sí mismas.
En algunos lugares, las asociaciones locales tratan de ayudar a
superar estas limitaciones al conseguir personas capacitadas para ciertos
programas y ponerlas a disposición de las iglesias. También les ayudan a
aceptar sus limitaciones y a concentrarse en los programas más
importantes, ofreciéndoles algunos recursos para llevarlos a cabo.
EN RELACIÓN CON LA IGLESIA 25

La función pastoral

¿Cuál será entonces el papel del pastor en este tipo de iglesia familiar?
Es lógico esperar que en un ministerio en el que se dan énfasis a las
relaciones humanas, la personalidad del pastor sea más importante para
los miembros que su habilidad en desarrollar y llevar a cabo programas
para la iglesia. Esto quiere decir que es indispensable que el pastor sea
una persona absolutamente dedicada al Señor.
El pastor debe empezar por reconocer la primacía de las relaciones
personales en este contexto. Debe entender que cualquier actividad,
proyecto, organización o programa que quiera introducir será examinado
no tanto por lo que es sino de acuerdo al efecto que tenga en las
relaciones dentro de la iglesia. Cualquier cambio que se sugiera en la
vida de esta congregación será considerado con sospecha. Una de las
razones es que aquellos a los que se les pide que cambien saben que
tendrán que hacerle frente a las implicaciones del cambio en una forma
permanente. El pastor tiene la opción de dejar la iglesia en cualquier
momento.
Si el pastor no logra ganar rápidamente la confianza de los líderes
principales y de los que influyen en la opinión del resto, tendrá ciertos
problemas. Esto no quiere decir que debe interpretar la oposición a un
programa propuesto por él como un rechazo a su persona. Las dos cosas
pueden ser muy diferentes y tener muy poca relación la una con la otra.
Téngase siempre en cuenta que el pastor es una especie de capellán
en el contexto de este tipo de congregación. Debe a veces comprender la
administración, además de estar a cargo de la misma. Por ejemplo, el
factor principal en el proceso de comprender la administración es
reconocer a los que controlan la misma, establecer una buena relación y
trabajar con ellos hasta donde sea posible.
Una de las características de estas iglesias es el énfasis que se da a la
participación del laico. A veces se le da a éste una importancia que le
convierte, al menos en lo externo, en una persona más importante que el
pastor.
Ese puede ser, al menos en parte, la causa de los frecuentes cambios
pastorales que impiden a un pastor en particular fortalecer su posición en
forma definitiva. Generalmente le lleva cinco o seis años a un pastor
26 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

ganarse la confianza y llegar a ser parte del círculo familiar íntimo que es
su iglesia.
Si no está dispuesto a visitar sus hogares, compartir sus penas,
respetar sus peculiaridades, ganar su amistad, tendrá graves problemas.
Debe combinar también la firmeza en los principios, y su propia dignidad
pastoral, con un respeto esencial a las prácticas establecidas por su
congregación. Volvemos a lo de que no debe ver a los líderes de la
iglesia como enemigos o amenazas potenciales sino como a posibles
colaboradores.
La clave para entender esta %iglesia de una sola célula" está en lo
siguientes asuntos: identidad, comunión íntima, ciertas formas rutinarias
establecidas, la recordación del pasado, la realidad del sistema patriarcal
o matriarcal.
Debemos aceptar la existencia de iglesias de tipo familiar y descubrir
los valores que tienen. Pero deseamos aclarar que si la figura patriarcal o
matriarcal trata de controlar la voluntad de la iglesia y está obsesionada
con la idea de "gobernar" la congregación, un pastor digno no podrá
funcionar en ella sin hacer cambios esenciales.
Tampoco podemos o queremos afirmar que el hecho de que una
iglesia haya surgido en una forma específica o en torno a algunas
personas sea un obstáculo para evangelizar activamente y buscar nuevos
creyentes. Pero si no se hace esta labor, la congregación no es
bíblicamente una verdadera iglesia, aunque llene algunas condiciones
que le permitan ser en muchos sentidos una familia.
CAPITULO 2

LA IGLESIA Y EL PASTOR

El segundo tipo de iglesia que


estudiaremos pudiera ser llamada
"iglesia centrada en el pastor". Es
cierto que en algunos casos extremos
se pudiera denominar %iglesia
caudillista". Otros la consideran como
una %iglesia a base de coaliciones", lo
cual tendrá que explicarse con más
detalles. Ese último término es más difícil de aceptar en círculos
hispanos porque generalmente sólo pensamos en "coaliciones" cuando
nos referimos a la política secular. Aun así, creemos ' que es una palabra
eminentemente adecuada para describir ciertos casos.
Lo primero que se nota es la diferencia con el tipo anterior. En esta
situación el pastor es el centro de la iglesia. Cuando se llega a los
extremos, ciertas personas disfrutan de poderes casi absolutos. En otros
casos, varios líderes, que representan grupos, apoyan al pastor como si se
tratara de una coalición.
En la iglesia de tipo familiar el pastor debe entender la administración de
la iglesia. En el modelo de la iglesia centrada en el pastor, éste encarna
prácticamente la administración de la iglesia, o ha negado a ser por lo
menos el centro de la misma.
Esa autoridad puede, sin embargo, causarle situaciones difíciles al
ministro, es decir, presiones y responsabilidades que no existen por lo
general en iglesias de tipo familiar.
Puede tratarse de una coalición de grupos o de personas. La coalición
de grupos puede ilustrarse al hablar de un pastor que trabaja con distintos
grupos en la iglesia. Esta especie de alianza colectiva tiene
28 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

poca estructura formal. El pastor va levantando la obra y se relaciona con


los líderes de cada grupo, El pastor se relaciona con varios líderes dentro
de diferentes círculos. Estos representan a varias organizaciones de la
iglesia tales corno la Escuela Dominical, la Unión Femenil Misionera,
los diáconos, el Programa del Discípula0o o el coro.
En algunos casos, debido a los cambios, uno o más de los círculos
pudiera representar el viejo estilo de iglesia familiar junto con otro grupo
que ha llegado a ser parte de la iglesia. Es decir, pueden existir dos o más
grupos diferentes dentro de la iglesia que representen diferencias
sociales, culturales, económicas, e incluso éticas.
La gente que se ha unido a la congregación se ha identificado con
alguno de los grupos que existen dentro de la misma. Por lo general, esas
personas han llegado a la iglesia debido a la influencia del pastor. El les
visitó, les dedicó tiempo y por consiguiente, les introdujo a la iglesia.
Unos pocos pueden haberse unido a ella como resultado del trabajo de
los vecinos o de alguien que conocieron y que pertenecía o asistía a la
iglesia. Hay otros que son el resultado de los esfuerzos de alcance de la
Escuela Dominical,
Unos cuantos miembros se unirán a la iglesia debido a su situación
geográfica o por haber oído buenos comentarios acerca de la misma.
Muchos de esos miembros se unirán solamente a la Escuela Dominical y
asistirán al menos a los servicios de la mañana. Otro grupo, generalmente
reclutado por los esfuerzos personales del pastor, vendrá simplemente a
actividades de predicación. Pero otros irán más allá de la simple
membresía en la Escuela Dominical y se unirán a otros grupos. Unos
pocos preferirán pertenecer a cualquier otro grupo pero no a la Escuela
Dominical.
El pastor de este tipo de iglesia es generalmente una persona que
sabe cultivar y establecer vínculos duraderos. Se convierte fácilmente en
el punto de contacto entre los distintos grupos en la iglesia y puede
coordinar el programa total. Una iglesia de este tipo puede estar centrada
en el pastor en una forma muy evidente. El es una especie de hombre
orquesta.
Para comprender esa iglesia debe tenerse en cuenta que la clave es la
personalidad y la obra del pastor. Las decisiones no son hechas sin que
éste tenga participación en ellas. De hecho, muchas iglesias son de
LA IGLESIA Y EL PASTOR 29

tal manera "la iglesia del pastor" que éste toma todas las decisiones.
Algunos de ellos tienen que saber todo lo que pasa en la iglesia.
Este sentimiento de control puede interpretarse en parte como una
búsqueda de seguridad. En algunos casos le satisface al pastor ciertas
necesidades de su "ego". Este estilo de liderazgo pastoral también
pudiera ser una señal de que no se sabe realmente cómo delegar y
trabajar con un, equipo de líderes.
Mientras este pastor va desarrollando su estillo de administración,
necesitará mantener profundas relaciones con varios líderes de grupo.
Debe también hacer el esfuerzo de lograr que los líderes se acepten los
unos a los otros.
Hemos escogido evaluar este tipo de iglesia teniendo en cuenta dos
normas: las relaciones y la administración. Debemos comprender que tal
estilo creará ciertas tensiones entre la personalidad del pastor y sus
habilidades personales. El debe tener buenas relaciones con los
miembros y conseguir que los distintos grupos que hay en la iglesia
alcancen cierto equilibrio para mantenerles dentro del ritmo de los
programas que la iglesia tiene.
Si existen círculos de amistades, vínculos familiares, patriarcas y
matriarcas, en muchos de los grupos, la tarea del pastor se hace más
difícil. Un sector puede desear un buen predicador. Otros quisieran un
hombre que se especialice en resolver problemas. Otros prefieren un
buen administrador. La mayoría de los pastores no poseen todos esos
dones, así que tiene que enfrentarse a diversas expectativas por parte de
su rebaño.
Pudiera suceder lo siguiente: que para bien, o para mal, todo se va
centrando en el pastor. El es el punto de contacto entre los grupos, los
programas y las organizaciones. El se hace cargo de preparar el
calendario de actividades. El debe aprobar el uso de las instalaciones de
la iglesia. También le corresponde a él pedir la literatura para la Escuela
Dominical y otras organizaciones. Todo el mundo viene a él con sus
problemas. Su persona es una especie de común denominador en este
tipo do- iglesia.
En cuanto a lo personal, para este pastor el común denominador es
que todo el mundo debe depender - de él, lo cual le puede resultar
complicado, difícil y peligroso. Pero no puede evitarse del todo.
30 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Cuando hay muy poca relación o interacción entre los miembros,


encontramos ciertos problemas. Cuando el pastor se va, los grupos
pueden distanciarse un poco. El pastor es casi lo único que tienen en
común. Como él es la clave de la comunicación entre los miembros y los
diferentes grupos, la estructura de la organización se ha levantado en
torno a su persona. Es como el pegamento que mantiene unida la
congregación.
Veamos algunas características de este modelo.

La poca organización

Por lo general, en este tipo de iglesia no se han elaborado procedimientos


muy definidos. Cuenta, pues, con poca estructura organizada. La energía
del pastor se entrega entonces a la misión de mantener la existencia de la
congregación. Las simples labores de cuidar del edificio, imprimir los
boletines para el culto giran en torno a él.
Este es, hasta cierto punto, un estilo bastante apropiado para el que
inicia una nueva obra con oportunidades de ser creativos y formar un
espíritu de entusiasmo. Pero también puede convertirse en un estilo
restrictivo debido a que la tarea de mantener viva la iglesia día a día
consume todas las energías disponibles.
Cuando no existen estructuras de organización, ciertos planes no,
pueden llevarse a cabo. Si surgen ideas creativas pero no hay forma
organizada de ponerlas en práctica no pasará nada significativo al
respecto. Un grupo pudiera decidir ir en una dirección definida, pero es
bloqueado por otro sector que no quiere permitir que los demás
dispongan de las fechas abiertas en el calendario, de los fondos del
presupuesto o del liderazgo pastoral que se necesita para realizar el
trabajo. Pudiera existir un exclusivismo peligroso de tipo protector en el
que un grupo se enfrenta sutilmente a otro.

El crecimiento limitado

A veces, algunos miembros son atraídos a la iglesia debido al pastor y a


su necesidad de gozar de su ministerio personal. De esa manera, el
crecimiento de la iglesia está limitado al número de personas que el
pastor puede servir.
Ese factor se constituye en un elemento de limitación y es parte
LA IGLESIA Y EL PASTOR 31

integral de este estilo de ministerio. A él se debe la falta frecuente de


crecimiento en este tipo de iglesias. También explica por qué algunas
iglesias experimentan un crecimiento rápido con la llegada de un nuevo
pastor, pero el avance se mantiene estático por el resto de su pastorado.
El crecimiento cesa debido a que el pastor ha alcanzado el número
máximo de personas que sus recursos y tiempo le permitan atender como
ser humano que es. Hemos visto cómo los vínculos tan estrechos de la
iglesia de tipo familiar limitan el crecimiento numérico. También la
habilidad y el carisma de un pastor pueden, dadas ciertas condiciones,
establecer límites al crecimiento en el tipo de iglesia que estudiamos
ahora.

El pastor como líder único

El mayor obstáculo a un enfoque planificado del ministerio pudiera


existir cuando un pastor cree que los grupos de la iglesia no pueden
funcionar sin él. Todo el mundo espera que él sea el "pastor" de su
grupo. De esa manera, el ministro que lo domina todo en este tipo de
iglesia termina siendo "imprescindible" para que algo suceda. De esa
forma, el desarrollo y crecimiento de estas iglesias se limita de acuerdo
con la competencia, tiempo, intereses, energías o deseos del pastor.
En su libro "Ministros como lideres" Robert Dale se refiere a un
estilo de liderazgo pastoral al que Rama "el pastor como comandante". El
autor señala algunos de los puntos fuertes de este tipo de pastores.

é Está Interesado en los resultados y en las tareas que han sido


asignadas.
é Comparte sus expectativas con los demás.
é Los miembros tienen que cumplir con las tareas o irse, una de dos.
Según Dale se trata de una verdadera definición de "eficiencia". Para
él, esto puede ser eficiente porque le permite a todos a saber lo que se
espera de ellos.
El mismo Dale aclara que el estilo de este tipo de pastores es
generalmente duro pero nos recuerda que estos personajes comparten
ideas y motivaciones que pueden ser muy útiles a los obreros de la
iglesia. También señala las múltiples deficiencias de este modelo y aclara
32 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

que la gente no está generalmente preparada para ello. La eficiencia


depende de que se siga e imite el estilo del comandante.
La excesiva confianza del "comandante" puede ser una forma de
arrogancia. En algunos casos este puede pretender o al menos dar por
sentado que Dios habla por medio de él pero no mediante otras personas.
Puede pretender tener un acceso al Señor que otros no poseen. Esto le
puede llevar a gobernar arbitrariamente y a echar a un lado a las personas
que le estorban.
Lyle E. Schaller en su libro "A4k:ando al espejo" se refirió a este
modelo como la iglesia centrada en el pastor. De acuerdo con Schaller:
"La dinámica dominante de la vida congregacional es el alto número de
relaciones directas entre el ministro y los miembros individuales. Un
componente mucho menos visible es el modesto énfasis en construir
otros puentes entre la congregación y los miembros individuales. Muchos
laicos son atraídos por este modelo de vida congregacional. Tengamos en
cuenta que son muchos los que disfrutan del simple hecho de ser
conocidos personalmente y ser amados por el pastor".
Lo anteriormente expresado puede reducir el papel de los laicos en la
búsqueda de nuevos miembros cuando lo importante es lograr que estos
se dediquen seriamente a la evangelización por sus propios esfuerzos e
iniciativa.
Los pastores podemos sucumbir a la tentación de controlar la iglesia,
por lo menos en el sentido de tratar de que acepte todos los objetivos que
nos hemos trazado. También sucede que a veces una personalidad fuerte
se nos enfrenta y tenemos que convertirnos, en algún grado, en una
especie de "comandantes" y evitar que otra persona, no necesariamente
bien intencionada, tome control de la iglesia.
Pero no debemos subestimar los peligros. Si usted tiene una
organización en la que existe un "comandante", alguien pudiera envidiar
ese papel y desear ocuparlo o crear uno semejante. Algunos pastores
llegan a tener la siguiente mentalidad: se proponen "ganar", es decir,
entran en etapas de triunfalismo, a veces ilusoriamente. Eso de que unos
"ganen" y otros "pierdan" es sumamente peligroso.

La función pastoral

Tratemos de resumir algunos conceptos que son básicos en este tipo de


LA IGLESIA Y EL PASTOR 33

iglesias en las cuales es pastor líder único..


En ellas, la clave de todo es el pastor. La membresía está centrada en
su persona. El ministro se ve obligado a relacionarse de manera especial
con varios grupos o familias. Su relación con los grupos es por medio de
los líderes. -En el caso de una familia el contacto es por medio de
aquellos que las encabezan. ' A veces las familias representan a los
grupos. Eso no quiere decir que el pastor no tenga relaciones amistosas
con otros individuos en los grupos o familias. Puede suceder que haya
logrado hacerlo con un número muy alto de personas.
El pastor es, al menos en la práctica, "el administrado?' de este tipo
de iglesias. Lo hace generalmente de la siguiente manera.
é Desarrollando una alianza colectiva en relación a los contactos con
grupos y familias.
é Ofreciendo un cuidado pastoral intensivo.
é Sirviendo como canal principal de comunicación entre miembros y
grupos.
é Cultivando los vínculos y las relaciones en forma constante.
Como ya hemos visto, entre las características de estas iglesias
encontramos que los asuntos son dirigidos por el pastor y los líderes.
También nos hemos dado cuenta de lo precario de las estructuras
formales existentes.

Las debilidades evidentes

La primera debilidad que debe señalarse nos la muestra la misma Biblia,


la cual en ninguna parte enseña que el pastor debe ser el centro de la
iglesia. Esa sitt1ación puede suceder en la práctica, pero es necesario
manejarla en forma tal que posibilite los cambios. La Biblia tampoco
enseña que el pastor debe "hacer" el trabajo de la iglesia. Esa labor es
responsabilidad de toda la congregación.
Pablo aclara en Efesios 4:12 que Dios ha dado pastores a las iglesias
con el propósito de equipar y preparar a sus miembros para realizar entre
todos el ministerio. Hacer menos que eso seria pervertir abiertamente el
llamamiento de Dios al pastor.

El pastor debe ser fiel al llamamiento de Dios en cuanto a aceptar en


la práctica, y no solo teóricamente, el señorío total de Cristo. El ejemplo
lo podemos encontrar en el mismo Pablo. El apóstol, bajo la direc
34 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

ción insustituible del Espíritu Santo, dirigió a su vez a los corintios. El


pastor debe guiar a la iglesia pero sólo en el sentido de hacer que ella
cumpla su misión.
Él problema principal puede ser el hecho mismo de que existen
tendencias marcadas a aceptar el modelo de iglesia centrada en el pastor.
Cuando se hace en forma extremista, sirve para satisfacer los deseos de
ciertas personalidades, lo cual no es correcto. Más frecuente es la
situación en la cual este modelo ya existe en una iglesia y es difícil
introducir cambios sustanciales en el mismo.
Hay en todo lo anterior un peligro, muy personal para el ministro.
Pensemos por un momento lo que significa llevar a cabo el ministerio
pastoral bajo estas condiciones: preparar sermones, satisfacer los deseos
de los grupos y familias, así como de los miembros individuales,
administrar los programas y diseñar uno mismo el presupuesto, trabajar
con los jóvenes y participar en actividades denominacionales.
Estas situaciones no deben llevarnos nunca a ser negligentes con
nuestras obligaciones con la esposa y los hijos, es decir, con nuestra
propia familia. Estas son obligaciones bíblicas, inescapables, prioritarias.
El ministerio pastoral sufre cuando hay relaciones malas o precarias con
la familia, o cuando hay descontento causado por nuestra falta de
atención. Muchos pastores han llegado a perder su ministerio, o sus
familias, por este tipo de problemas.

Conclusión

Las iglesias centradas en el pastor son una realidad y por ser iglesias del
Señor, deben continuar su labor. Es aceptable que una persona acepte un
pastorado en medio de esas condiciones. Pero, si no se realizan cambios
significativos a tiempo, sería difícil defender este estilo como el más
apropiado.
Por bueno que sea un pastor, la iglesia debe depender del Señor y no
de un hombre. Si se coloca una confianza excesiva en un ser humano, los
resultados serán malos, incluso para el ministro más eficiente y
reconocido. Puede convertirse fácilmente en víctima de las exageradas
demandas que se hacen de su persona o en victimario que se impone,
usando diferentes métodos, a sus hermanos en la fe.
CAPITULO 3

LA IGLESIA CON UN MINISTERIO COMPARTIDO

El tercer tipo de iglesia pudiera ser


denominada la iglesia con un ministerio
compartido. Basta mencionar estas
palabras, que describen inicialmente una
iglesia bastante equilibrada, para darnos
cuenta de que merece toda nuestra
atención, consideración e interés.

No es fácil representar gráficamente esta iglesia como lo hemos,


hecho con las anteriores. Se requeriría un dibujo en tres dimensiones para
ilustrarla mejor. Al observarla próxima ilustración, se notará que la
posición del pastor no está situada fuera del círculo de membresía como
en la iglesia de tipo familiar. Al usar líneas partidas, la ilustración
muestra cómo el pastor está involucrado en toda la vida de la iglesia. La
diferencia principal entre el papel del ministro en la iglesia centrada en el
pastor y en la iglesia con un ministerio compartido es que el pastor es el
centro en el primer tipo, mientras que en el segundo está en el medio
formando parte de la vida total de la iglesia y no el centro mismo.
En esta ilustración, encontramos una iglesia con muchos círculos de
compañerismo para llevar a cabo el trabajo y para la comunión entre los
hermanos. Los círculos que se entrelazan representan el hecho de que
muchas de las personas en un círculo pueden estar también en otros. Los
círculos que se mueven fuera del de la membresía son característicos de
grupos y ministerios que están buscando alcanzar a los que están fuera de
la membresía de la iglesia.
Los círculos también representan células simples. Se trata de factores
que se hacen más evidentes en la iglesia de tipo familiar: intimidad,
36 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

seguridad y apoyo. Son elementos que cada iglesia grande trata de


duplicar. En ellas, la gente necesita formar parte de células simples. Ya
sea que uno participe en un círculo de compañerismo o en un círculo de
trabajo, cada iglesia debe incluir de alguna manera a todas las personas si
espera retenerlas como miembros productivos. En este modelo las células
simples son parte de un modelo de células múltiples utilizado por
muchas iglesias grandes.
Una persona no puede realizar todo el ministerio de la iglesia. Ese no
es el modelo del Nuevo Testamento. Es más, si el pastor busca llevar a
cabo o controlar todo el ministerio de la iglesia estaría: (1) limitando el
crecimiento de la iglesia más allá del tiempo, la energía y la experiencia
suya, (2) alejándose de la meta de llegar a ser el "catalizador" como líder
del pueblo de Dios, (3) fracasando en la tarea de hacer crecer a los
creyentes y (4) limitando el potencial de las personas que pudieran usar
LA IGLESIA CON UN MINISTERIO COMPARTIDO 37

los dones que Dios les ha concedido para el ministerio.


Si nos preguntamos cómo podrá la iglesia llevar a cabo su misión, la
respuesta la podemos encontrar en la historia. A través del tiempo, las
congregaciones han llamado a pastores, han ordenado a diáconos y han
elegido a líderes voluntarios. La iglesia contemporánea continúa ese
modelo. Lo más probable es que la iglesia de la cual usted es un
miembro tenga esa perspectiva.
Teniendo en cuenta esa situación hemos preparado la ilustración que
muestra cómo una iglesia lleva a cabo su misión.

El pastor equipa

Si adoptamos este concepto, veríamos al pastor, a los diáconos y a los


líderes voluntarios como parte del equipo de liderazgo de la iglesia.

En este modelo, el pastor es una especie de líder de líderes. Esos


38 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

líderes, a su vez, tienen como uno de sus propósitos el adiestrar a cada


miembro de la iglesia para, que lleve a cabo su misión. De esa forma, el
pastor es el "adiestrador de los que adiestran". Este enfoque concuerda
perfectamente con Efesios 4:12.
Si el pastor decidiera adiestrar por sí mismo a cada uno de los
miembros de su iglesia, la tarea sería imposible excepto cuando la iglesia
cuenta con pocos miembros. Y aun entonces, al no multiplicar su
ministerio mediante el trabajo de otros, el proceso de adiestramiento,
dirigido por e¡ pastor, sería muy lento.
Además, el pastor debe comprender que él no debe dedicar todo su
tiempo a servir a las personas que ya están en la iglesia. Como líder de la
obra misionera de la iglesia, el pastor debe desarrollar una visión de la
comunidad así como del mundo.
Este modelo pudiera denominarse también "modelo del líder
adiestrador", el pastor adiestra a los diáconos y a los líderes voluntarios
para que éstos hagan su labor. Ellos, a su vez, adiestran a los otros
miembros de la iglesia. De esta manera, el pastor es el líder adiestrador
del equipo de líderes compuesto a su vez por otros adiestradores.
El pastor pudiera decir "yo no estoy capacitado para adiestrar a los
que adiestran". Ser un verdadero adiestrador no quiere decir que uno
tenga el conocimiento, los métodos y todos los recursos en uno mismo.
Un adiestrador sabio compartirá lo que conoce y entonces le indicará a
las personas donde están los otros recursos. Los pastores bautistas tienen
el privilegio de contar con los recursos que ofrecen la asociación, las
convenciones y sus distintas agencias.
Estos valiosos recursos denominacionales incluyen talleres, 1
seminarios, retiros, conferencias y los servicios de los consultores, así
como los abundantes materiales impresos y audiovisuales.
Por otra parte, los mismos programas, énfasis y organizaciones
deben considerarse recursos que ayudan a la iglesia a llevar a cabo su
misión.

Ejemplo en las relaciones

En este tipo de iglesias, en contraste con la congregación centrada en el


pastor, el ministro sirve más como modelo que como un "jefe" de la
iglesia. Otro factor acerca del pastor de la iglesia de ministerio compar
LA IGLESIA CON UN MINISTERIO COMPARTIDO 39

tido es que, -por lo general, éste comprende bien su papel de miembro


importante y clave del equipo y se ve a sí mismo como una persona que
adiestra a los líderes.
La persona que esté dispuesta a ser un verdadero pastor de los líderes
adiestrados, puede ayudar a su iglesia a descubrir su misión. Además,
establece valores, indica cuáles son las metas y facilita las decisiones que
deben tomarse para cumplir con la misión que le corresponde: desarrollar
la organización y animar a la gente en el cumplimiento de esa misión.
Como si fuera realmente el líder de un equipo deportivo, el pastor
mantiene una relación especial con cada miembro del equipo de líderes
de la iglesia y debe comprender las funciones de los programas que cada
miembro representa. El le ofrece a los líderes de los programas de la
iglesia la ayuda que necesitan para hacer su trabajo. Además, trabaja con
cada miembro y, por lo tanto, comparte las dificultades y las victorias.
Este tipo de liderazgo es, a la vez, inspiracional y funcional.
En este modelo de iglesia el pastor debe llevar a cabo un ministerio
integrado. Para Regar a serio, los líderes deberán estar bien adiestrados y
las tareas necesitarán organizarse en torno a los programas. Las metas
que se propongan deben tener relación con los programas de la misma.
Este modelo combina, al mismo tiempo, la herencia o tradición de la
iglesia y las nuevas metas, teniendo en cuenta las diferentes
circunstancias que existen en su derredor.
Es evidente entonces que una comunicación efectiva es esencial en la
iglesia del ministerio compartido. El equipo de líderes reconoce que una
congregación informada es una feligresía feliz. De esa forma, los líderes
tratan de informar a la iglesia lo que está pasando. Los diferentes comités
reconocen que ellos no son los que toman las decisiones sino que deben
estudiar las necesidades, recursos y posibilidades, así como hacer
recomendaciones a la congregación. Los círculos de compañerismo y los
círculos orientados hacia las distintas tareas dentro de la iglesia de
ministerio compartido ofrecen la oportunidad de cultivar las relaciones.
Eso se debe a que este modelo de iglesia está orientado hacia los
programas y para llevarlos a cabo se requiere un verdadero trabajo de
relaciones entre los miembros.
Es frecuente que al hacer cierto trabajo nos preocupemos más por
40 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

las tareas a realizar que por las personas que las hacen posibles. Este
enfoque daña el compañerismo entre los hermanos. Cuando el ministerio
es compartido por los miembros de la iglesia y se satisfacen las
necesidades de los miembros, el resultado es un respeto mutuo que
contribuye considerablemente a la vitalidad de la iglesia.

La administración

La administración de la iglesia de ministerio compartido debe


estructurarse con propósitos bien definidos en cuanto al ministerio y al
compañerismo entre los miembros. Las tareas de los diversos programas,
como por ejemplo la Escuela Dominical, son visibles porque satisfacen
necesidades que pueden palparse, como alcanzar a las personas para el
estudio de la Biblia. Estos programas deben llevarse a cabo de acuerdo a
un planeamiento específico, como alcanzar una matricula de 500 en la
Escuela Dominical para el 30 de septiembre.
En este modelo, los líderes de los programas son elegidos para que
cumplan ciertas funciones. También le permite a un pastor consciente
darse cuenta de la necesidad de desarrollar sus habilidades
administrativas. Por lo menos el ambiente le favorece mucho más que en
las iglesias de tipo familiar o las centradas en el pastor. Este modelo crea
una atmósfera que favorece la educación continuada. El ejemplo del
pastor que busca aprender cosas nuevas sirve de estímulo para que otros
líderes hagan lo mismo.

Los dones para el ministerio

El pastor que guía a su iglesia con el estilo, el espíritu y la práctica del


que sabe capacitar a los que adiestrarán a otros, lo hace no sólo por
cuestiones de filosofía y preferencia personal sino partiendo de la base
bíblica.
El reconoce que Dios le ha llamado al ministerio. Cuando una iglesia
lo invita a ser su pastor, se confirma ese llamamiento divino. Su papel
tiene bíblicamente una relación directa con su condición de "siervo", que
también se le atribuye a los diáconos. Los pastores y diáconos deben ser
reconocidos por los servicios que prestan más que por los cargos que
ocupan. Este concepto representa la forma más pura de modelo
ministerial en la, iglesia del Nuevo Testamento.
LA IGLESIA CON UN MINISTERIO COMPARTIDO 41

Una característica importante de estas iglesias es que no hay límites


o parámetros impuestos al crecimiento como en las de tipo familiar o en
las centradas en el pastor. Una vez que el pastor empieza a multiplicar su
ministerio por medio de otros líderes y miembros de la iglesia, el
crecimiento se convierte en una realidad.
En los evangelios vemos el modelo que Jesús usó para adiestrar
líderes. Ese modelo se inició cuando el Salvador llamó a los doce a
seguirle. Su promesa era que los convertiría en "pescadores de hombres"
(Mr. 3:13-14). Este relato hace éntasis en que el Maestro planeaba
compartir Su ministerio por medio de seguidores que estuviesen
dispuestos a aprender de El y a ser adiestrados para servirle. Este hecho
indica que los que fueron adiestrados se convirtieron entonces en
adiestradores de otras personas.
Jesús reafirmó los dones y las habilidades de aquellos con los cuales
trabajó al compartir con ellos Su ministerio.
En Lucas 10. 1-2 se relata un importantísimo proyecto de
adiestramiento. Jesús reunió a setenta seguidores y les adiestró por medio
de la enseñanza y la práctica del liderazgo. Entonces les enví6 en grupos
de dos en dos a compartir el evangelio. Nuestro Señor no traicionó su
condición de líder como han hecho otros, quienes abandonaron a sus
seguidores, sino que hizo planes para regresar y compartir tanto las
dificultades como los gozos de ellos. En aquella ocasión tuvo una
celebración con ellos y les ratificó en sus ministerios individuales y
también como equipo,
En todo el Nuevo Testamento, el llamamiento a la salvación va
acompañado con un llamamiento al ministerio. En Mateo 11:28-30
encontramos la invitación "Venid a mV y también la orden para
ministrar: "Llevad mi yugo sobre vosotros". En Apocalipsis 1:5-6
descubrimos la forma en que Dios nos amó, nos limpió por medio de su
Hijo y nos convirtió en un reino de sacerdotes. En 1 Pedro 2-9 se afirma
que los que son sacados de las tinieblas a Su luz maravillosa son parte de
un sacerdocio real. Para el creyente, la condición de, sacerdote es un
privilegio y una responsabilidad,
El Nuevo Testamento nos enseña que todos los creyentes tienen
dones para el ministerio. En 1 Corintios 12, Pablo afirma que cada
miembro es guiado por el Espíritu Santo pata llevar a cabo una función
42 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

vital en la iglesia. Tanto la vitalidad como la espiritualidad de la iglesia


se rebajan precisamente en los esfuerzos realizados por la congregación.
Recordamos haber escuchado a algún laico destacado comentar: "Yo he
procurado a través de los años ayudar a nuestro pastor a hacer su
trabajo". Ese concepto está errado. En realidad, el pastor es el que ayuda
a la congregación a hacer su trabajo, a realizar su misión, a edificar el
cuerpo de Cristo.
Debe aclararse que la iglesia no debe mirarse como una serie de
asistentes del pastor. Debemos reconocer que Dios nos ha dado dones a
todos y por lo tanto, tenemos papeles vitales que realizar en el ministerio
total de la iglesia. Además, la iglesia pertenece a Cristo y no a ningún ser
humano. Su más grande labor es conducir a cada miembro a involucrarse
en la misión que le ha sido encomendada.
En 1 Corintios 12 podemos ver cómo todos los miembros de la
iglesia integran el cuerpo de Cristo. Cada miembro de ese cuerpo tiene su
propia función. Cada uno es en la práctica un ministro, desde el menos
conspicuo hasta el más notable. Dios le ha dado un don espiritual a cada
miembro para el servicio (vv. 4-7) y le ha concedido a cada uno un
ministerio especial (vv. 28-3 l). El pastor es simplemente un ministro
entre muchos. El papel específico del pastor se refleja en su
responsabilidad de capacitar a otros miembros o ministros para que
descubran y usen sus propios dones y su llamamiento dentro de un
ministerio verdaderamente eficiente. Para esta tarea se necesita un pastor
que sepa adiestrar.'

Compañeros de misión

La iglesia que quiere tener líderes adiestrados necesita un pastor que vea
a sus miembros como creyentes capaces de hacer la obra y sobre todo
como los legítimos poseedores de dones. El pastor tendrá que considerar
a los miembros de la iglesia sus compañeros y no sus competidores en el
ministerio. La mayoría de los líderes tienen alguna capacidad y estarán
dispuestos a desarrollar planes creativos para el futuro de la iglesia. Ellos
son potencialmente capaces de ver las necesidades y los problemas de las
congregaciones y de sugerir soluciones creativas. Un creyente que ha
sido ordenado como diácono o elegido cómo líder voluntario es capaz de
hacer su trabajo sin una supervisión de tipo dominante. Si no puede
hacerlo, necesitará adiestramiento adicional.
LA IGLESIA CON UN MINISTERIO COMPARTIDO 43

El pastor debe formularse a lo menos dos preguntas si quiere ser


realmente un líder entre otros líderes. Primero, ¿tienen los líderes
elegidos la capacidad de hacer su trabajo? Si no, debe ofrecérseles la
oportunidad de que se capaciten. Segundo, ¿están dispuestos esos
mismos líderes a cumplir con sus labores? Si no, entonces pudieran
necesitar inspiración y motivación. La capacidad no lo es todo.
Para ayudar a los líderes, el pastor deberá administrar los planes de la
iglesia y guiarla a alcanzar las metas, trabajando en cooperación con
ellos y con otros miembros de la misma. A la congregación se le deben
ofrecer oportunidades de compartir ideas, así como también dársele la
información adecuada acerca de las necesidades, programas y
organizaciones. Entonces, luego que haya armonía entre los líderes, cada
persona deberá cooperar buscando formas satisfactorias y creativas para
cumplir con las responsabilidades. El pastor deberá trabajar activamente
para preparar las oportunidades a fin de que los miembros puedan aplicar
los dones que han recibido de Dios.
El pastor, en un modelo como éste, puede ser considerado como
pastor/líder, jugador/entrenador, o incluso ser merecedor de dos títulos,
que Bob Dale menciona en su libro "Los ministros como líderes". Nos
referimos a las palabras "catalizador" y "animador". El pastor que surge
de este estilo de liderazgo tiene que llegar a madurar hasta el punto de
reconocer que él ocupa una posición significativa de liderazgo pero que
no tiene todas las respuestas.

Delegación de responsabilidades

El pastor que se considera adiestrador tiene que dejar de lado su deseo de


tomar por sí mismo todas las decisiones y hacer todo el trabajo. Muchos
pastores caen en esta trampa. A veces tal situación puede hasta
comprenderse, pero nunca justificarse, porque muchas iglesias que han
estado por años centradas en el pastor creen que han contratado al nuevo
pastor para que haga precisamente esa labor.
Sin embargo, únicamente el pastor que sabe adiestrar a otros puede
tener éxito en conseguir que el pueblo de Dios edifique el cuerpo de
Cristo de acuerdo con el trabajo de cada individuo (EL 4:12,16).
Los miembros más maduros de la iglesia ven una gran promesa en
44 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

la idea de llevar a cabo su ministerio junto con otros miembros del


equipo. Cuando el ministerio es compartido, los miembros hacen lo que
se sienten dotados para hacer. Se convierten en parte vital de la iglesia
cuando asumen responsabilidades del ministerio.
La práctica del ministerio compartido es, pues, muy superior a - la
falsa creencia de que solamente una persona puede tomar todas las
decisiones o llevar a cabo todas las funciones del ministerio de la iglesia.
El ministerio compartido ofrece cierto grado de renovación que impide
que la iglesia se estanque., El hecho de compartir la responsabilidad del
ministerio de la iglesia aumenta la estimación que los miembros tienen
de sí mismos y hace que se desarrolle entre ellos cierta confianza
saludable. Tiene necesariamente que ser así, porque un enfoque sensato
del ministerio compartido procede del modelo bíblico del sacerdocio de
todos los creyentes.

Conceptos claves

Resumiendo, recordemos siempre estas cuatro palabras claves: “inten-


cional", "adiestrar", "organización" y "trabajo en equipo".
El líder de una iglesia de líderes adiestrados reconoce el valor que
tiene el usar un equipo de liderazgo para capacitar a la iglesia a cumplir
con su misión. El equipo respeta el papel de su pastor como líder de
líderes y trabaja con él en un ministerio compartido.
La palabra "intencional" tiene relación con el hecho de que una
iglesia de líderes adiestrados debe planear intencionalmente las
oportunidades de mejorar las relaciones entre los miembros y los líderes.
Debemos tener en cuenta que la iglesia puede orientarse demasiado hacia
el cumplimiento de tareas específicas que descuida el satisfacer las
necesidades personales, como compañerismo y apoyo.
La palabra "adiestrar" ya ha estado presente en todo este capítulo.
Una buena "organización" asegurará que la gente reciba atención
personal. Esto ocurre debido a que una organización con propósitos
definidos y buenos programas evita que los individuos se pierdan en la
multitud. Para el desarrollo de relaciones con propósito definido se
necesita tener buenas comunicaciones. Un boletín de noticias de la
iglesia, un boletín para los cultos, anuncios adecuados desde el púlpito y
anuncios en las clases de la Escuela Dominical y en los grupos de
LA IGLESIA CON UN MINISTERIO COMPARTIDO 45

estudio son formas de asegurar que la gente sepa lo que la familia de la


iglesia está haciendo. Pueden buscarse otros medios.
Otra buena práctica es la de incluir a los miembros en grupos
pequeños como lo son generalmente las clases de la Escuela Dominical,
y los grupos de compañerismo o de estudio. Las sesiones de negocios en
una iglesia con líderes adiestrados deben reflejar una congregación que
sabe administrarse a sí misma. Esas sesiones pueden servir para
establecer buenas relaciones, pero sólo si son verdaderamente abiertas,
permitiendo que la gente contribuya y participe.
Recordemos que en el modelo de iglesia familiar el pastor debe
comprender cómo se administra la iglesia. En la iglesia centrada en el
pastor, éste es el que administra. Pero en la iglesia con líderes
adiestrados, se lleva a cabo una administración cooperativa.
En cuanto al "trabajo en equipo" en las iglesias de ministerio
compartido, debemos esperar que los comités funcionen con cierta
eficiencia. Es más, el trabajo en comité es una característica de las
mismas. Esos comités o grupos deben estudiar las necesidades de la
iglesia y de la comunidad. La iglesia debe entonces tratar de ministrar a
esas necesidades. Partiendo de los resultados de esos estudios acerca de
las necesidades, el concilio o un comité especial recomienda los planes
prioritarios, las metas y los proyectos que pudieran llenar esas
necesidades.
La planificación y la preparación del calendario anual debe recibir
una atención muy adecuada. Se debe ofrece orientación en cuanto a las
tareas a realizarse, y coordinar los detalles. Pudiera hacerse también una
buena evaluación, lo cual completaría el ciclo. Ese ambiente tiende a
ayudar a los líderes a desarrollar sus dones.
Claro que este modelo de ministerio compartido debe ser flexible.
Algunos lo han usado con éxito en iglesias pequeñas. Es más, puede
aplicarse desde el principio en una obra nueva. No importa que al
principio las reuniones de adiestramiento sean pequeñas o que el concilio
de la iglesia esté integrado por unos pocos hermanos. El modelo debe
aplicarse lo antes posible. En otras palabras, "el trabajo en equipo" debe
iniciarse desde el primer momento.
Dos comentarios pueden ser útiles para comprender todo lo anterior.
Ernest E. Mosley escribió lo siguiente: "El líder sabio ... servirá a
46 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

la iglesia como líder en forma tal que hará que la atención se ponga en su
misión y en las acciones de las personas que le ayuden a cumplir su
misión". Gaines S. Dobbins en su obra La Iglesia que ministra afirmó:
"En el concepto cristiano, el líder no es el que se separa de los demás
sino uno que se identifica con la iglesia o un grupo dentro de ella ...
mientras menos atención busque será un mejor líder. Mientras más
crédito reciba el grupo en conjunto por sus logros, el líder será más digno
de respeto.
CAPITULO 4

CAMBIOS O TRANSICIONES

Resulta curioso que muchos cristianos se


opongan sistemáticamente a los cambios.
Aunque no deja de ser cierto que hay
asuntos en los cuales no podemos
cambiar, por ejemplo, en temas como el
arrepentimiento, la fe, el papel de la
Biblia, la pureza de la vida, la misión de
la iglesia.

Sin embargo, la conversión es un enorme cambio. Por medio de la


misma pasamos de muerte a vida, de la luz a las tinieblas. Por otro lado
el cambio conlleva un hermoso sentido de expectativa de grandes
bendiciones. Una objeción al cambio es el temor a lo desconocido, lo
cual nos preocupa. El cambio pudiera también contrastar con la
continuidad de la iglesia como institución. Utilizamos mucho palabras
como "roca” o "refugio" lo que pudiera dar a entender cierto sentido de
permanencia. Pero ni la continuidad ni la permanencia contradicen los
cambios que deben servir precisamente para preservar la iglesia.
A veces es preferible utilizar la palabra "transición" para indicar un
cambio que no se presente con caracteres demasiado dramáticos. Es
decir, que se trata de algo que puede considerarse como progresivo y
razonable, sin precipitaciones innecesarias. Una transición es un proceso
en el cual pueden haber cambios y estos son parte integral de la vida.
El lector se dará cuenta de que nos estamos refiriendo a un período
de tiempo. Las transiciones ayudan a terminar ciertas situaciones y a
preparar otras nuevas. Si el cambio va a ser saludable, pero es un poco
complicado, bien pudiera ocurrir por intermedio de una transición.
48 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Se trata entonces de un puente, una zona fronteriza entre lo que era y


lo que será. La transición separa lo antiguo de lo nuevo, permitiéndonos
terminar y empezar en forma organizada y lógica.
Cada iglesia tiene su historia y sus características propias. En el
pasado se produjeron éxitos y fracasos, momentos triunfales y ocasiones
en que se experimentó cierto grado de decepción y hasta de frustración y
dolor.
Un pastor que se opone sistemáticamente a todas las tradiciones y
recuerdos del pasado no obra correctamente. Tampoco hace bien el que
ignora por completo la historia de la iglesia a la que ha sido llamado
como ministro. Hay pastores que no se toman el trabajo de leer las
minutas o actas de las sesiones de negocios ocurridas antes de su
pastorado. No se detienen a conversar con miembros fieles que han
estado en la iglesia por muchos años o tener un diálogo con su
predecesor en el cargo, para aprender acerca de las características que ha
adquirido la congregación.
En la iglesia de tipo familiar que hemos estudiado encontramos
elementos que fortalecen la tradición, la cual puede convertirse en un
estorbo para el crecimiento. Eso es cierto, pero no debemos olvidar que
las familias que han dominado el escenario han sido posiblemente
miembros fieles que han contribuido mucho a la obra y no pueden ser
ignoradas por completo.
Si la iglesia estaba centrada en el pastor, el nuevo ministro no puede
esperar, de la noche a la mañana, evadir todas las responsabilidades que
anteriormente recaían sobre sus predecesores.
Todo lo anterior nos ayuda a entender lo que queremos decir por un
verdadero proceso de transición. Además, no olvidemos que las
transiciones pueden ser muy significativas. Nunca debe entenderse que
van a suceder simplemente porque las deseemos o aceptemos en teoría.
El pasar de un estado a otro, de una etapa a otra, de un asunto a otro,
siempre implicará cambios. Cada etapa será una verdadera época en la
vida de la iglesia.

Etapas de cambio

Acudamos a las Escrituras: "Cuando yo era niño, hablaba como niño,


pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre,
CAMBIOS O TRANSICIONES 49

dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente- mas
entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces
conoceré como fui conocido." (1 Co. 13:11-13). Esta es una referencia al
peregrinaje del creyente. Pero también en cada congregación puede haber
un proceso similar.
En nuestra propia vida el cambio pudiera venir en varias etapas.
Pensemos por lo menos en tres. En la primera tenemos una experiencia
muy especial con personas, modos de vida. En la segunda pasamos por la
pérdida de esa persona, modo de vida o cierta situación en particular. En
la tercera nos reorganizamos gradualmente. Continuamos con nuestra
vida estableciendo nuevas metas y haciendo otros arreglos. Es lógico que
consideremos a cada una de estas etapas muy importantes.
No todos aceptan fácilmente estos acontecimientos. Cuando se pro-
duce el cambio, o por lo menos se anuncia por adelantado, algunos
deciden "quedarse en la iglesia" mientras que otros prefieren "irse para
otra iglesia". Un sector apoya la idea de una Í "nueva iglesia", la que
acepta el cambio. Otro grupo prefiere resistir los cambios.

Ministerio en el cambio

Pero el pastor no ha sido llamado por Dios a usar la iglesia como si fuera
un "juguete". Dios ha delegado en los Creyentes de la congregación la
facultad de administrarse a sí mismos. El pastor, bajo la dirección del
Espíritu Santo, deberá comprender a su gente y ayudarles en forma activa
y sacrificial. Es decir, no deberá jugar con la iglesia.
Este tipo de transición puede ser creativo y saludable si el pastor
permite que el mayor número de miembros participe en el proceso de
toma de decisiones y lo que se quiere alcanzar. Si la congregación
entiende que tiene control sobre el proceso, en otras palabras, que no está
siendo forzada o manipulada, será mucho más receptiva al cambio.
Para evitar reacciones negativas, el pastor deberá escuchar a la gente,
prestando atención cuidadosa a sus sentimientos. Téngase en cuenta que
cuando se trata de una iglesia de tipo familiar, le llevará al pastor hasta
cinco años para poder efectuar cambios significativos. En la iglesia
centrada en el pastor, cualquier movimiento de cambio debe ser guia
50 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

do con delicadeza y con un grado apreciable de perspicacia, teniendo en


cuenta las necesidades personales de los líderes, y miembros.
Si la iglesia es del, modelo de ministerio compartido y por lo tanto
cuenta con líderes adiestrados, la necesidad de cambios no será tan
grande. Pero el pastor necesitará, en su momento, producir, el gran
cambio que la transforme en una iglesia con un personal o equipo
múltiple. Nos referimos con ello a un ayudante (ya sea un pastor
"asociado", un co-pastor, un ministro de visitación), secretaria, ministro
de educación, de jóvenes, de música, etc., según las posibilidades y
necesidades de la iglesia.

Cambio y crecimiento

Cuando hablamos de fortalecer la iglesia tenemos que pensar en un


verdadero proceso de crecimiento. La definición más simple de
crecimiento de la iglesia es la siguiente: "aumento del tamaño de la
iglesia". Algunas iglesias crecen mucho pero no cambian. Otro
significado de crecimiento de la iglesia pudiera ser "desarrollo hacia la
plenitud y madurez". Este tipo de crecimiento es el que tenemos en
mente al hablar de fortalecer a la iglesia.
Varias ideas que nos parecen fundamentales para comprender esa
definición de crecimiento son: madurez, asimilación y adaptación. En
este libro hemos tratado de presentar una imagen balanceada del
crecimiento de la iglesia, lo cual requiere cambio. Este hace que muchas
personas entren en un estado de ansiedad como hemos visto
anteriormente.
Si usted le pregunta a un miembro típico de su congregación: ¿Cómo
puede fortalecerse su iglesia?, la respuesta pudiera ser una mezcla de
confusión y de sorpresa. Muchas veces, la idea de fortalecer la iglesia no
entra en la mente de ellos. Su mayor preocupación es con el crecimiento.
Este no deja de ser parte del problema pero no lo es todo, a menos que
tengamos una idea muy amplia y completa del crecimiento.

Madurez

Un bebé se convierte en niño y después en joven y en adulto. Las


posibilidades de desarrollo se transforman en realidad. Lo que era una
CAMBIOS O TRANSICIONES 51

posibilidad inherente se convierte en algo real que existe en la práctica.


Pablo escribió acerca de ser un, niño, de mirar a través de un espejo y de
crecer hacia la madurez (1 Co. 13:11-12). Habló también de olvidar el
pasado y de encaminarse hacia adelante, hada la madurez en Cristo (Fil.
3:12-14).

Asimilación

El crecimiento no se efectúa en el vacío. Si un niño no recibe suficiente


alimento, el crecimiento normal de su cuerpo sufre. Cuando sus padres
no le demuestran amor, el desarrollo emocional del niño se deteriora. Si
no se le da una educación, el niño no puede llegar a ser un adulto bien
informado y equilibrado. La iglesia, que es también una familia, es
afectada tanto por las cosas positivas como por las negativas del
ambiente en el que se desarrolla.
La iglesia y la comunidad comparten gran parte de un mismo
ambiente: amigos comunes, vecinos, experiencias significativas de
alegría y tristeza, lucha contra los obstáculos, acumulación de recuerdos
y otros aspectos de la vida compartida. Estos factores tienden a crear o
promover ciertos hábitos, preferencias y valores. Tales tendencias
pueden facilitar tanto la compatibilidad como la unidad en las relaciones.
Por ejemplo, este comportamiento explica ciertas situaciones
existentes en el modelo de la iglesia de tipo familiar, que ocurre muchas
veces en sectores rurales y en poblaciones pequeñas. Es por esto que el
líder de una iglesia debe comprender la comunidad. El pastor debe saber
lo que ha pasado en esa comunidad para que la iglesia no sea una cosa
extraña alejada de la realidad de la misma. Eso no quiere decir que la
iglesia tiene que ser un espejo que refleje los valores de la comunidad,
sino que debe ser aceptada por ella en algunos aspectos para entonces
influir en los cambios que se deben producir (Mt. 5: 13- 16).

Adaptación

El crecimiento no ocurre, por lo general, en un ambiente perfecto. A


veces un árbol frondoso crece a pesar de los obstáculos a su crecimiento.
Algunos niños crecen satisfactoriamente en medio de adversidades como
la pobreza, los problemas familiares y la falta de oportunidades. Los
miembros de una iglesia pueden aprender a adaptarse a las caracte
52 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

rísticas y demandas de su ambiente social y cultural.


El hacerle frente con éxito a una diversidad de situaciones hace que
se desarrolle en el creyente una confianza esencial en la vida de su
iglesia, lo cual profundiza y fortalece su relación con los otros y aumenta
su comprensión de la misión de la iglesia.
Es por esta razón que los pastores deben usar un estilo flexible de
liderazgo guiando de esa forma a sus iglesias en los procesos de
adaptación a crisis, oportunidades, necesidades y otros desafíos.

Las prioridades

¿Cómo debe el pastor escoger sus prioridades? ¿Cómo se enfrenta a la


enfermedad, a la pérdida de seres queridos y a otras necesidades de su
congregación? ¿Cómo puede hacer todo eso y arreglárselas para preparar
buenos sermones y balancear el presupuesto? ¿Cómo podrá determinar
cuáles son los más importantes ministerios a su cargo?
Cuando hay limitaciones de personal, el pastor se encuentra frente a
una situación sumamente difícil. No es lo mismo contar con un pastor
asociado, un ministro de visitación, una secretaria de tiempo completo,
un director de música que puede dedicar al menos parte del tiempo a
promover ese ministerio. Cuando existe este tipo de ayuda, el pastor
puede determinar en qué aspecto puede hacer la mejor contribución sin
deteriorar el cuidado de otros asuntos. Cuando hay un solo pastor, el
famoso ~'hombre orquesta", la urgencia de seleccionar las prioridades se
hace aún más imperativa.
La única manera que tiene de realizar esa labor es seguir las
enseñanzas del Nuevo Testamento acerca de su ministerio. Los ministros
que nos dedicamos a labores pastorales somos responsables de preparar a
los miembros de la iglesia para la obra del ministerio, lo cual quiere decir
involucrar activamente en el ministerio a los otros "ministros", es decir,
al resto de la congregación.
Una de las palabras del Nuevo Testamento que se usan para describir
el papel del pastor es "obispo". La palabra se deriva de un término que
significa "cuidar" o "supervisar". Un supervisor es alguien a quien se le
entrega la responsabilidad de asegurarse debidamente de que las cosas se
hagan en forma correcta. Esta tarea nos habla de la responsabilidad
administrativa de un pastor. El es un líder llamado por Dios y es
CAMBIOS O TRANSICIONES 53

responsable ante la iglesia por el programa que él y otros líderes


preparan.
En vez de "supervisar", algunos' pastores prefieren pasar por alto las
cosas. Si esa es su actitud, están siendo negligentes en cuanto a la
obligación bíblica de ser " obispos" del rebaño.

Adoración dinámica

Lo que sucede en la adoración congregacional puede determinar en parte


si una iglesia crece o no. El culto debe tener relación con las necesidades
de las personas. La necesidad de una adoración dinámica, estimulante y
gozosa se menciona en casi todos los estudios que se hacen de las
Iglesias que crecen más rápidamente. Jesucristo debe estar en el centro
de ese tipo de adoración dinámica.
La presentación de las buenas nuevas de salvación debe también
situarse en el centro por su importancia monumental para la Iglesia y
para el plan de Dios. Los cultos del domingo sobresalen en las
actividades de servicio a Dios. No se trata de algo opcional. Ha habido
veces en que un grupo de personas divididas por ideas o por situaciones
especificas han adorado juntos un domingo y han salido de allí como un
grupo unificado. No olvidemos que si no adoramos juntos no podemos
llevar a cabo la misión que nos ha sido encomendada.
Para los bautistas, el culto de adoración ha sido una fuente válida de
educación cristiana. El pastor, al dirigir el culto, funciona como un
educador cristiano. Cuando predica debe ser un modelo de maestro, que
comparte la Biblia y la teología para alimentar espiritualmente a los
miembros, llevándolos hacia la madurez cristiana.

Duración en el pastorado

Las iglesias se enfrentan a otra realidad que tampoco puede olvidarse,


que los pastores generalmente duran poco en una congregación. Una de
las cualidades de un pastor permanente es su disposición a esperar con
paciencia que la iglesia crezca. Para ello necesita confiar en la oración,
buscar el apoyo de toda la congregación y capacitar a los líderes para que
lleven a cabo el ministerio.
Los pastores que permanecen un buen tiempo en una iglesia son Iris
que guían a su congregación hasta alcanzar a ver realidad los sueños
54 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

que han puesto por delante. Ellos han ayudado a hacer posible los
cambios razonables y también han creado la atmósfera que los miembros
necesitan para hacerle frente al cambio. La paciencia, la perseverancia y
la capacidad de soportar toda clase de incomprensión son de mucha
importancia. Es más, ayudan a evitar el fracaso y contribuyen al éxito.
Los pastores permanentes, es decir, los que se quedan en la misma
iglesia por un período largo de tiempo, de acuerdo a las necesidades de la
congregación y no a sus intereses personales, demuestran lo confiables y
serios que son como ministros del Señor.
Las iglesias juegan un papel importante en el tiempo de permanencia
del pastor. Si van a tener éxito deben hacerle frente a los problemas de
sostenimiento financiero, apoyo emocional y comprensión de su
condición de hombre casado, e incluso de padre de familia. La iglesia
debe estimularle a crecer personalmente y también como profesional, y
apoyarle para que continúe estudiando constantemente. La iglesia debe
fomentar una actitud de trabajo en equipo entre el pastor, los diáconos y
otros líderes.
Al mismo tiempo, el pastor debe dedicarse a llevar a cabo de todo
corazón su respuesta a servir a la iglesia que lo ha llamado, en vez de
estar buscando, como algunos hacen, "pastos más verdes" desde el
momento que llega. Esa búsqueda de mejores iglesias y mayores
recompensas materiales puede tener cierta justificación, pero no debe ser
el motivo predominante en la vida de un siervo de Dios.
Un pastor que se compromete debidamente con una iglesia y se
dedica con toda intensidad a su trabajo y al llamamiento de Dios se
convertirá en parte integral de la familia de la iglesia y descubrirá las
satisfacciones de un ministerio de larga duración.
Ciertamente las iglesias más pequeñas, "de equipo unipersonal", a
pesar de sus limitaciones, pueden tener un gran futuro. Hasta ahora, estas
iglesias más pequeñas han disfrutado de una historia honrosa por las
contribuciones que han hecho a la obra de Dios. Nuestra descripción de
las mismas, nuestro esfuerzo por entender sus características es
simplemente una forma de empezar a trabajar con todo tipo de
congregaciones en forma efectiva. Pudiéramos utilizar el lenguaje bíblico
para decir "la hora es", en este caso "la hora siempre es" de echar abajo
los prejuicios que impiden que un tipo determinado de iglesias
CAMBIOS O TRANSICIONES 55

pueda crecer a pasos agigantados.


No debemos subestimar estas congregaciones ni pensar que sus
pastores no son competentes. No debe haber dudas en cuanto a lo mucho
que Dios puede utilizar sus iglesias en situaciones específicas. Algunos,
llenos de un idealismo mal conducido, quieren ser pastores de iglesias
grandes en situaciones ideales. Para ellos una iglesia pequeña o sin el
suficiente equipo no merece su interés o su ambición.
Aquél que acepta el llamamiento de Dios a este tipo de iglesias,
aunque demande por algún tiempo el desempeño de las labores del
"hombre orquesta" se estará preparando para otros ministerios, tal vez
más amplios. Si desempeña bien su labor de pastor alcanzará un grado
muy honroso de reconocimiento por su congregación, por su
denominación, y sobre todo por el Señor de la iglesia, cuyos primeros
siervos en el Nuevo Testamento no contaban con un equipo completo de
trabajo, ni siquiera con edificios y recursos materiales adecuados.
56 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY
CAPITULO 5

LOS ESTILOS DE LIDERAZGO

Con frecuencia, bajo determinadas


circunstancias,’ el liderazgo de una iglesia
puede ser ineficiente, o incluso
inapropiado. Sise insiste en continuar de
la misma manera, se puede terminar en
frustración, confusión, disgusto o
conflicto. También pudiera obligar a que
el pastor renuncie o a que lo despidan. El estilo de liderazgo demuestra
los valores personales del pastor.
Repasemos algunos de esos estilos, teniendo en cuenta que a veces
un pastor puede reflejar más de uno de ellos.

El liderazgo ético

Cualquier iglesia se beneficiará con pastores y líderes que demuestren un


compromiso genuino con la misión de la iglesia. Todas las iglesias
necesitan tener líderes que sepan combinar los principios bíblicos con
habilidades apropiadas para el liderazgo. Un líder cristiano debe ser un
líder ético. ¿Qué se entiende por líder ético?
Los líderes éticos son personas que están de verdad comprometidas
con su misión. Estos líderes se dejan guiar por su propia conciencia y por
el Espíritu Santo. Para ellos, los valores y los ideales son dos pilares
igualmente importantes. Los líderes éticos se gozan al ver crecer a su
iglesia y a muchos de sus miembros capacitándose para contribuir a la
misión de la misma.
También tienen en cuenta las relaciones personales dentro del cuerpo
de Cristo, la iglesia. Son personas que entienden que los métodos malos
no pueden tener resultados aceptables. También entienden que
58 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

primero deben ganarse la confianza de los miembros antes de introducir


los cambios que crea necesarios para el crecimiento de la iglesia. Son
gente de integridad que está guiada por los valores bíblicos y exhibe una
conducta cristiana intachable.
¿Qué significa esto para los líderes de las iglesias? Un estilo de
liderazgo ético refuerza la integridad del pastor; lo que él es como
cristiano, se demuestra con el paso del tiempo. Su estilo de liderazgo
ético ayudará a que la gente pueda estar segura de su honestidad y confíe
plenamente en él. Es evidente que tales características contribuyen a su
habilidad de dirigir la iglesia.
La meta del liderazgo cristiano es la redención y la reconciliación.
No se trata entonces de ganar siempre, a toda costa. Los cristianos deben
ser proféticos cuando sea necesario, lo cual requiere valor.. Además
deben ser sacerdotes cuando esto sea menester, lo cual requiere amor.
Por encima de todo, el pueblo de Dios debe ser honesto en su propósito.
Los ministros con cargo pastoral deben guiar, pero sin manipular en lo
más mínimo,'a los miembros de la iglesia.
El pastor de una iglesia debe ser, por encima de todo, un líder ético,
una persona en la que se pueda depender. Debe poseer un carácter
impecable, que no comprometa sus convicciones. Pero también debe
conocer la diferencia entre sus convicciones y sus opiniones. Las
convicciones son tan importantes que vale la pena contender por ellas.
Las opiniones son otra cosa. Algunos cristianos confunden simples
opiniones, o interpretaciones personales, con convicciones.
Reconocemos que incluso las sugerencias que ofrecemos en este
libro pueden ser consideradas simplemente opiniones. Temas tan
importantes como la escatología, ciertas prácticas de la vida diaria, la
posición hacia la guerra, la política, no se prestan a interpretaciones
definitivas. Existe una gran variedad de opiniones, incluso entre los
mejores cristianos y los más fieles bautistas.
Las convicciones y las opiniones no deben jamás confundirse. El
pastor que espera que sus opiniones sean aceptadas incondicionalmente
se va a enfrentar con graves problemas. Por otra parte, el siervo de Dios
que no tenga convicciones firmes acerca de asuntos que la inmensa
mayoría de los creyentes acepta no es la persona adecuada para el
pastorado.
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 59

El liderazgo de servicio

¿Cuándo es eficaz un líder? ¿Cuando alcanza sus metas o cuando ha


concluido fielmente con sus tareas? ¿Será lo primero o lo segundo? ¿O
los dos? En la iglesia debemos ser cuidadosos en no rebajar el concepto
del servicio cristiano.- Somos siervos de Dios; después de todo, el estilo
de. liderazgo de Jesús tuvo todas las señales del siervo. Las filosofías
mundanas que hablan de los beneficios materiales o de prestigio que
podemos obtener al trabajar por una causa han llegado a saturar dema-
siado nuestro pensamiento.

El liderazgo en equipo

El liderazgo es eficiente cuando tanto el estilo como los resultados son


compatibles. Ted Engstrom dijo: "La excelencia en el liderazgo requiere
relaciones productivas entre las personas. El líder no puede ser una isla
remota o inaccesible si va a tener éxito. El debe estar equipado con todos
los medios a su disposición para facilitar las relaciones armoniosas entre
los miembros de la iglesia. Esto significa que debe aprender lo más que
pueda acerca de la naturaleza humana. Debe darse cuenta que no se
pueden imponer las ideas a las personas. Habrá buenos resultados
solamente cuando los individuos colaboran bajo el estímulo y la
inspiración de un líder que ayuda a alcanzar una meta común".
Un líder en el ministerio pastoral puede ofrecer un liderazgo
excelente si trata realmente de mantener una relación saludable con
todos. La fuerza más poderosa de que dispone es el número de personas
que se involucran en el ministerio de la iglesia. Los líderes efectivos
trabajan siempre con otras personas y por medio de ellas. La habilidad de
influir en la conducta y en las decisiones de otros es fundamental en
todos los tipos de liderazgo. Como la iglesia es un organismo espiritual
necesita un líder que comprenda y practique el trabajo en equipo. Eso es
absolutamente fundamental.

El liderazgo con dirección

Las iglesias más pequeñas, sobre todo si son de equipo unipersonal,


difieren de las que cuentan con más de un ministro de tiempo completo.
Aquí nos estamos refiriendo a cuestiones demográficas, de tamaño,
cultura, recursos, tipo de membresía y necesidades comunitarias. Ya
60 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

sea que la iglesia esté situada en una zona empobrecida de la ciudad, en


una zona residencial o incluso en un ambiente rural, el pastor debe
asumir sus responsabilidades de liderazgo si es que la, congregación se
propone cumplir su misión. Lo mismo si se trata de una obra nueva o una
iglesia antigua necesitará un liderazgo fuerte y efectivo.
¿Cuándo puede un pastor ser considerado un líder efectivo? Creo que
es realmente efectivo cuando tiene un propósito claro que es compatible
con la identidad de. la iglesia. El propósito claro se refiere a su sentido de
misión. La identidad de la iglesia tiene que ver con su historia. Partiendo
de un sentido real y amplio de misión es que crece una verdadera visión.
Cuando la iglesia adopta oficialmente una declaración de su
propósito y misión, ésta se convierte en faro y guía que da dirección clara
al ministerio y a los programas congregacionales. Si la iglesia no sabe
adónde va, es probable que termine estando donde no debe estar. Saber
lo que la iglesia es, cuál es su misión y lo que quiere alcanzar son
simplemente tres cualidades del liderazgo eficaz.
¿Cómo puede un pastor ayudar a su congregación a descubrir las
necesidades de la comunidad? Primero debe conocer con exactitud cuál
es la misión de una iglesia del Nuevo Testamento. Sabemos que eso
incluirá necesariamente elementos vitales como la adoración, el
testimonio y la predicación del evangelio, el cuidado de los creyentes y
el ministerio. Segundo, debe llevarla a descubrir las necesidades de
ministerio en la comunidad donde trabaja. Tercero, debe comprender
aquello que contribuye a que la iglesia tenga una misión singular. Cuarto,
debe ayudarla a descubrir cuáles son sus necesidades prioritarias.
En resumen, podemos decir que para guiar a la iglesia un pastor debe
ser íntegro en su vida personal, haberse entregado de corazón al
llamamiento de Dios, tener un sentido de propósito y demostrar un estilo
de liderazgo que conduzca al trabajo en equipo.

El liderazgo flexible

Las personas que escriben acerca de los diferentes tipos de liderazgo


utilizan a menudo palabras tales como líder pasivo, "11anero solitario",
ermitaño, dictador, tirano, caudillo, demagogo, etc. Pero un líder eficaz
no es el que utiliza un solo estillo de liderazgo todo el tiempo. Un
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 61

líder eficaz es un líder, es decir, que utiliza un estilo de liderazgo


adaptado a la situación. El nivel de madurez del grupo, las
circunstancias, las necesidades y la situación son cuatro ejemplos de
factores que indican la necesidad de utilizar un estilo flexible de
liderazgo.
Ningún estilo de liderazgo es necesariamente perfecto, ni siquiera el
46 mejor estilo". A pesar de que cada pastor tendrá su propio estilo de
liderazgo, puede aprender a usar otros. Establecer debidamente la
relación entre un estilo apropiado de liderazgo y la situación dada es
probablemente una de las claves para llegar a ser un líder pastoral eficaz.
Para ilustrar esa flexibilidad queremos compartir cuatro estilos
básicos de liderazgo que nos ayuden a comprender mejor la necesidad de
evitar imponer un "mejor estilo".
El estilo autoritario refleja a un líder que sabe lo que quiere y parece
saber cómo conseguirlo. Entre sus características se encuentran las
siguientes: es preciso, independiente y emprendedor.
El estilo consultivo es el de un líder optimista, extrovertido,
amistoso, partidario de demandas elevadas y que tiene facilidad para
motivar a otros.
El estilo participatorio es el de un líder que confía en la gente, está
dispuesto a compartir su liderazgo, sabe cómo ser miembro de un equipo
e integra bien las personas a sus tareas. Posee la facultad de saber
desarrollar los planes y las propuestas.
El estilo delegador es el de un líder capaz d¿ trabajar con las
personas, que está dispuesto a hacerlas sentirse seguras, y con ánimo y
apoyo para su trabajo. Es como un "entrenador" en un equipo deportivo.
Una manera de ilustrar cómo pueden utilizarse sería describir el
papel de los padres. El primer estilo de liderazgo, el autoritario, es el que
los padres utilizan con un niño de edad pre-escolar. Los padres tienen
que repetirle ciertas cosas que son importantes. Por ejemplo: ¡No toques!
o ¡El fogón está encendido! El padre asume un estilo característico al
decir cosas. El liderazgo "autoritativo" se utiliza mucho en la enseñanza.
El padre de un hijo que es un poco mayor que el anterior utiliza un
estilo más bien consultivo. Cuando un niño tiene cierta edad se da cuenta
que el fogón está encendido y no le acercará demasiado. Entonces el
padre le anima simplemente a que utilice sus conocimientos.
62 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Cuando el hijo llega a la adolescencia, el padre pasa a jugar un papel, al


que se pudiera llamar participatorio. Ahora empieza a tratarse de una
colaboración. Los adolescentes pueden tomar sus propias decisiones y
trazarse sus propias metas. El padre permite que tengan
responsabilidades en el hogar y disfruta de la amistad con los
muchachos. La ayuda y apoyo que pueda ofrecerles tendrá un papel
principal en este tipo de liderazgo que necesitan los jóvenes.
Pero cuando ya es un adulto joven, el delegar es esencial. Se ha
alcanzado cierto grado mínimo de madurez, y casi que puede decirse que
se ha cortado el cordón umbilical. La persona asume la responsabilidad
de muchas de sus acciones y los padres no tienen que darle
constantemente órdenes como figuras autoritativas, sino más bien le
apoyan y animan como joven adulto.
En cada uno de los ejemplos anteriores, si el padre está confundido
acerca de las necesidades de cada edad y utiliza el estilo incorrecto,
pudiera resultar en frustración, disgusto y ansiedad.
Este concepto nos dice mucho acerca de cómo puede un líder llegar a
ejercer un liderazgo eficiente. El nivel de madurez, o la habilidad o
disposición de la persona o grupo se convierte en el factor decisivo para
escoger un estilo de liderazgo en particular.

Puntos fuertes de cada estilo

Cada uno de estos estilos de liderazgo tiene sus puntos fuertes.


Autoritativo Consultivo Participatorio Delegativo explica, influye,
adapta, desarrolla, clarifica, motiva, coordina, invierte, dirige,'arregla,
compone, deposita, especializa, clasifica, coopera, permite, aprueba, une,
anima, entrega, investiga, acomoda, apoya, comisiona, enfatiza,
antagoniza, sostiene, delega, dice, promueve, socorre, encarga.
Debe añadirse que los líderes necesitan todas estas cualidades. Todas
ellas se aplican por lo menos en algún momento dado. Pero cada estilo de
liderazgo tiene una relación especial con ciertas necesidades específicas.
El líder pastoral debe estar dispuesto a utilizar estilos que se
necesitan en una situación dada. Se requiere cierto grado de sensibilidad
hacia esas realidades. El pastor debe estudiar la historia de la iglesia para
saber cuál estilo conviene a su congregación.
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 63

Puntos débiles de cada estilo

Mientras que los cuatro estilos básicos de liderazgo son útiles, cada uno
de ellos por separado puede llegar a ser inapropiado. Cualquier fuerza
que se use con exceso puede llegar a descontrolarse. Por ejemplo, el
estilo autoritativo puede usarse hasta el punto de que se convierte en
coercitivo. Un líder que utiliza excesivamente este estilo puede llegar a
ser un dictador que domina a las personas, obliga a aceptar su política y
reglas y coacciona a la gente para que haga lo que él quiera.
El tipo de liderazgo consultivo puede convertirse en manipulador si,
se usa demasiado. El que manipula explota a las personas, las controla y
quiere manejar con mano dura todas las situaciones.
En el estilo participatorio podemos encontrar cierto aire de
superioridad o de condescendencia. La arrogancia puede fácilmente
hacer su aparición en una persona condescendiente.
El líder delegador se enfrenta al peligro de promover el concepto de
"tomar las cosas con calma", o sea de pasar todas las responsabilidades a
otros. Para simplemente evadir responsabilidades puede hasta abandonar
el equipo o poner a un lado su obligación de liderazgo. Esta flagrante
irresponsabilidad dejaría al grupo sin líder.

¿Qué estilo usar?

¿Cómo determinar el estilo a utilizar? Una posible respuesta sería


formular la siguiente pregunta: ¿Estoy haciéndole frente a pre-escolares,
niños, adolescentes o jóvenes adultos? Si lo expresamos de otra manera,
¿Puede ser capaz esta o aquella persona o grupo de hacer lo que les pido
que hagan? ¿Tienen ellos el suficiente conocimiento o habilidad?
¿Necesitan simplemente ser inspirados? ¿Cómo es su nivel de
motivación? ¿Tienen ellos la suficiente confianza como para hacer su
trabajo?
Con un cristiano nuevo, el pastor debe usar un estilo autoritativo de
liderazgo, dándole instrucciones específicas y supervisando su desarrollo
y actuación. Con un maestro de Escuela Dominical bien entrenado, un
pastor y un director de Escuela Dominical pudieran usar un estilo
consultivo de liderazgo proveyéndole de ánimo y motivación. En una
,reunión de diáconos o del concilio de la iglesia, un pastor necesitaría un
estilo participatorio de liderazgo. El líder pastoral comparte ideas, ayuda
y apoya al grupo a tomar decisiones o preparar recomendaciones
64 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

para. presentárselas oportunamente a la congregación.


El pastor debe estar dispuesto a utilizar un estilo que tenga relación
con la situación a la que está enfrentado. Por ejemplo, el estilo
autoritativo de liderazgo, que para algunos pudiera ser el más
controversial puede usarse cuando sea necesario y conveniente, pero
dentro de cierto s límites. Por lo menos en el púlpito esa es una necesidad
evidente. Si el predicador no parece tener autoridad su mensaje no será
recibido como una proclamación profética, pertinente a las necesidades
de la audiencia.
Hay también un desafío cuando la iglesia crece más allá de 150 o
200 personas en la Escuela Dominical. El número de programas,
actividades y relaciones sólo podrá aumentar hasta el punto en que el uso
del tiempo del pastor alcanza los límites que su condición humana le
permiten. Hemos aclarado qué casi todas las iglesias hispanas son en
mayor o menor grado iglesias de equipo unipersonal. En esas
condiciones el pastor deberá funcionar más y más como uno que 'hace
participar' y como uno que 'delega'. Debe convertirse entonces en
formador de un equipo, en el líder de otros líderes, es decir, en la persona
que capacitará a los líderes a hacer su labor.
Si el pastor se siente amenazado por la participación de otros
miembros como líderes activos, no podrá funcionar en un equipo
integrado por ese tipo de líderes. El conflicto aumentará en una iglesia
donde el pastor y ciertos miembros luchan por el liderazgo.

¿Cómo guiar?

En cualquier discusión acerca del liderazgo pastoral, la cuestión de la


autoridad o del poder surge. Esto implica una de dos cosas: o el pastor
tiene autoridad y poder o no lo tiene. Pero no nos gusta utilizar las
palabras poder o autoridad cuando discutimos el liderazgo pastoral, pues
sólo Cristo posee la autoridad y el poder supremo (Mt. 28:19-20).
Segundo, el poder o la autoridad que Jesús ha delegado fue dado a la
iglesia y no a un pastor o diácono en particular. Tampoco le ha entregado
esa autoridad o poder a la directora de la Unión Femenil o al patriarca o
matriarca de la iglesia.
Cuando se hace un énfasis incorrecto en cuestiones de autoridad y
poder resultan:
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 65

é peleas y divisiones en la iglesia,


é renuncia forzada de algún líder o del pastor,
é transferencia de carta de membresía, negativa a diezmar y ofrendar
debidamente,
é mala reputación en la comunidad, y
é maniobras para obtener cargos o Influencia.
Los creyentes son responsables delante de Dios por medio de
Jesucristo. Todos ellos son en cierta forma ministros y han sido dotados
espiritualmente para poder llevar a cabo el ministerio. Deben guiarse
siempre por la autoridad del Espíritu Santo y ser testigos cristianos
caracterizados por un alto sentido de responsabilidad.

Los líderes de la Iglesia

Les corresponde a ellos confirmar y capacitar a otros creyentes


produciendo una fuerza dinámica integrada por cristianos guiados por el
Espíritu Santo. Un pastor de una iglesia, sobre todo cuando ésta es de
equipo unipersonal, carga con la gran responsabilidad de preparar a los
miembros para el trabajo del ministerio haciendo participar a los
ministros'(los miembros de la iglesia) en el ministerio.
El pastor, que es llamado por Dios y aprobado por la iglesia, sirve al
Señor y a la congregación entrenando, capacitando y confirmando a los
miembros en la labor ministerial (Véase Ef. 4:11.16). El pastor que falla
en esos papeles está poniendo de lado la intención divina al llamarle a él
como Su siervo en condición de pastor.
Hay siempre miembros que solamente se identifican plenamente con
la iglesia y lo que ella hace cuando se les estimula a trabajar y aportar sus
ideas. En la forma democrática de gobierno eclesiástico se requiere el
consentimiento y la cooperación para llegar a la eficiencia. En el mundo
de los negocios de nuestro tiempo, muchas compañías de éxito se han
apartado de sistemas fijos e inflexibles y han buscado otros métodos que
implican un grado mayor de responsabilidad en sus empleados.
Téngase de nuevo en cuenta que un estilo dominante de liderazgo no
es apropiado para usarse con trabajadores voluntarios en la iglesia o en
cualquier otro lugar. Las personas que se sienten tratadas como simples
peones tienen la tendencia a ser pasivos en relación con el líder
66 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

que probablemente consigue algún grado de satisfacción al dominar a


esas personas. Ningún miembro de la iglesia quiere ser un peón del
pastor, ni debe serio.
Si un líder del trabajo pastoral quiere tener un ministerio eficiente
debe animar a sus seguidores a establecer cabo objetivos valiosos por
cuenta propia. Debe animar a la iglesia a soñar sus propios sueños y
equiparla y capacitarla para alcanzarlos.
No olvidemos que es la congregación como un todo la que lleva a
cabo su misión. La iglesia no emplea a un pastor para que haga el trabajo
sino que lo llama para que equipe y capacite a los miembros para hacer
juntos la labor.
Desde el punto de vista bíblico e histórico, la iglesia da por lo menos
tres pasos específicos para ayudarse a sí misma en la realización de la
misión encomendada
é Ha llamado un pastor.
é Ha escogido diáconos.
é Ha elegido líderes voluntarios.
La iglesia necesita este equipo de líderes para llevar a cabo su
misión. Pero notemos lo siguiente: el equipo integrado por el pastor, los
diáconos y los líderes voluntarios no lleva a cabo, por sí mismo, la
misión de la iglesia sino que hace posible que ella como un todo lleve a
cabo esa misión.
El pastor se desempeña como el líder principal de este equipo. El se
da cuenta, basándose en su estudio de la palabra de Dios, que su papel
más Importante es equipar al pueblo de Dios para lograr el crecimiento
de la iglesia.
La mejor forma que tiene un pastor para adiestrar un equipo
ministerial en una iglesia es empezar por adiestrar el equipo de diáconos
y líderes voluntarios. Líderes voluntarios son los miembros del concilio,
los oficiales y los miembros de comité. Es decir, el pastor adiestra a los
adiestradores. Crea un plan de enseñanza continua para llenar las
necesidades presentes y futuras de la iglesia.
El pastor no puede adiestrar individualmente a cada miembro de la
iglesia. Por ejemplo, considere el caso de una iglesia de cien miembros.
Si el pastor organizara grupos de estudio y adiestramiento de ocho o diez
personas, debería tener alrededor de doce de esos grupos. Y si le
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 67

dedicara una hora a la semana a cada grupo, tendría que dedicar


por lo menos doce horas a la semana a la tarea de adiestrar los
grupos. Y eso no incluye el tiempo que se requiere para preparar
cada una de estas sesiones de estudio y adiestramiento.
El mejor enfoque sería que el pastor adiestrara a los diáconos y
líderes voluntarios y que éstos, a su vez, adiestraran a las personas que
trabajan con ellos.
Veamos por ejemplo al director de la Escuela Dominical. El pastor
puede proveerle la instrucción y el adiestramiento que el director de la
Escuela Dominical necesita para poder guiar a los maestros en forma tal
que estos ofrezcan un estudio bíblico de calidad, que supla las
necesidades de los miembros. Debe compartirle todo lo que conoce
acerca del trabajo de la Escuela Dominical. Nos referimos al propósito y
las tareas de la misma, la organización del programa de enseñanza
bíblica, etc. El pastor ayuda al director proporcionándole información
acerca de los recursos que son indispensables, tales como los cursos de
estudio de la denominación, literatura para la Escuela Dominical y otras
publicaciones especializadas.
Cuando la asociación o grupo local de iglesias ofrece adiestramiento
para los directores de la Escuela Dominical, el pastor debe tratar de que
su propio director asista a estas reuniones. En ellas el director se
familiarizará con los recursos de que dispone la convención y sus
agencias. El pastor puede conseguir también que su director asista a
conferencias o retiros especiales en los campamentos o centros de
Conferencia como Lake Yale en la Florida o en Glorieta, Nuevo México.
Tal vez una de las mejores oportunidades que se le ofrece al pastor es
la de convertirse en un recurso viviente. Puede fijarse la meta de
capacitar al director de la Escuela Dominical y permitirle conocer más
acerca del trabajo de su departamento, hasta el punto que conozca más
que el pastor mismo. Después de todo la iglesia ha elegido al director
para que sea un verdadero especialista.
Cuando un maestro llama al pastor el domingo por la mañana
buscando un sustituto para una clase, éste debe decirle que hable con el
director de la Escuela Dominical. El pastor debe reconocer al director
como su compañero de trabajo y no como su competidor.
Veamos un ejemplo valioso. En muchas iglesias el pastor está ago
68 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

biado con visitas semanales a hospitales y hogares de ancianos. Esto se


aplica muy especialmente a las iglesias pequeñas que esperan que el
pastor haga ese trabajo como parte de su ministerio. Si los hospitales y
hogares de ancianos están esparcidos por la ciudad, se le harán más y
más demandas al pastor que tendrá que estar viajando casi todo el día.
El pastor puede adiestrar a sus diáconos para que ministren en
hospitales y hogares de ancianos. Una forma en la que el pastor hace esto
es llevando consigo a algunos diáconos y otros miembros para que
aprendan este tipo de trabajo. El pastor debe ser un verdadero modelo de
una visitación eficaz y los diáconos aprenden de su ejemplo. También
hay materiales disponibles que pueden convertirse en la base de las
sesiones de entrenamiento de diáconos para una visitación eficaz en
hospitales y hogares de ancianos.

La dirección de la Iglesia

Nos debemos preguntar tal vez hacia dónde guiamos a la iglesia. La


respuesta debe ser bíblica porque la iglesia es un agente de la redención
divina. Jesús es el Señor y la cabeza de la misma. Esta ha sido
comisionada divinamente para llevar a cabo las instrucciones de Cristo
(Mt. 28:19-20). Se nota fácilmente que la comisión divina hace énfasis
en el crecimiento de la iglesia como algo normal y no como un fenómeno
excepcional. La iglesia debe tomar la iniciativa para crecer.
Sería oportuno entonces hacernos la siguiente pregunta: ¿En qué
forma debe crecer la iglesia? Además, ¿Qué clase de crecimiento es
bíblico?
A veces enfocamos sólo uno de los elementos del crecimiento de la
iglesia sin tomar otros en consideración. Por lo tanto, desarrollamos una
iglesia sin un buen equilibrio. El crecimiento de la iglesia ha sido
definido como: el proceso divino-humano de añadir a la iglesia aquellos
que han sido salvados mediante Jesucristo, equipándoles para un
discipulado responsable que tenga como resultado el testificar, ministrar
y establecer nuevos grupos de creyentes. Esa definición nos muestra el
crecimiento como un proceso. El pastor que guía a su iglesia en el
proceso de crecimiento estará también "edificando el cuerpo de Cristo".
El proceso incluiría, entre otros, los siguientes factores:
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 69

é Evangelización, se asocia generalmente con el crecimiento


numérico, el testificar y alcanzar a los que no conocen todavía a
Cristo.
é Discipulado es el elemento personal, es decir, adiestramiento,
edificación, desarrollo en madurez de los nuevos discípulos.
é Misiones es la extensión mediante el establecimiento de-nuevos
puntos de predicación, escuelas bíblicas de vacaciones, escuelas
dominicales para iniciar nuevas misiones, clubes bíblicos, ofrendas
para las misiones mundiales mediante el programa cooperativo,
proyectos de acción misionera, como por ejemplo empezar una
nueva iglesia.
é Administración es el aspecto funcional, es decir, conducir a la
iglesia a través del proceso de cambio, unir a los miembros en una
comunión estrecha, mantener funcionando la organización.

Apoyo bíblico para el crecimiento de la Iglesia

Debido a que entendemos que la Biblia tiene autoridad divina para todos
los asuntos de fe y práctica, debemos preguntarnos: ¿Existe una base
bíblica para estas cuatro áreas del crecimiento de. la iglesia?
En la primera área, la de evangelización o alcance, el resultado del
crecimiento es un aumento en el número total de creyentes y miembros
de la iglesia. La Biblia registra el desarrollo de la iglesia primitiva y nos
presenta un cuadro en el que se nota el aumento constante del número de
personas como resultado de los esfuerzos de la iglesia. La iglesia
primitiva era evangelística por naturaleza. En el libro de los Hechos de
los Apóstoles leemos frecuentemente acerca del crecimiento numérico
(Hch. 2:41,47; 4:4; 5:14; 6:7; 11:21).
En la segunda área, la del discipulado o el elemento personal se
describe en Hechos 2:42: "Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en
las oraciones". Pablo exhortó a alcanzar este tipo de crecimiento: "Por
tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como
habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias" (Col. 2:67). El
adiestramiento y la edificación eran tareas de la iglesia primitiva (Hch.
16:15, 2 Ti. 3:16-17).
La tercera área es la de misiones que incluye el aspecto de extensión
y tiene como resultado un aumento en el número total de congregaciones.
70 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Pablo y otros discípulos viajaron de sitio en sitio empezando nuevas


iglesias. Pablo puede ser considerado como el primer sembrador de
iglesias. Las Escrituras le dan apoyo a este tipo de crecimiento (Hch. 8:4-
17; 11: 19-24; 18:11; 1 Co. 16:8).
En la cuarta área, la administrativa, el aspecto funcional nos muestra
cómo crecen las relaciones y la comunión dentro del cuerpo de Cristo. El
resultado de este tipo de crecimiento es que los miembros de la iglesia se
capacitan para trabajar en grupo en forma muy efectiva. Algunos de los
pasajes que pudieran utilizarse para defender este concepto son Hechos
6:1-7; 9:26-3 1; 11: 1-4; 15: 1-34; Efesios 4:15-16; 1 Corintios 12:12-16;
14:26-40.
De acuerdo con Charles TidweU, autor de Administración de la
Iglesia: liderazgo eficaz para el ministerio nos indica que hay áreas
funcionales en las cuales el líder administrativo debe funcionar, sin
importar la forma escogida para llevar a cabo esa labor. Estas son
algunas dentro del campo de la administración de la iglesia:
é propósito
é objetivo
é programa (o plan de ministerio)
é organización
é personal disponible
é recursos físicos disponibles
é recursos financieros disponibles
é control.
El mencionado autor opina que el hilo que une a las funciones
administrativas es su capacidad de dirigir. No siempre la administración
y la dirección son sinónimos pero todo lo relacionado con administración
tiene algo que ver con dirigir, si se trata de buena administración. Tidwe
nos recuerda que el administrador dirige y guía a las personas a utilizar
ciertas habilidades básicas en las áreas funcionales particulares que se
indican arriba.
Pero el crecimiento no ocurre únicamente como resultado de
esfuerzos humanos o como otra rutina en la vida religiosa, sino que el
Espíritu Santo lo hace posible al trabajar por intermedio de la dedicación
y el trabajo de los líderes y de todos los creyentes que se dejan usar en la
obra.
LOS ESTILOS DE LIDERAZGO 71
Funciones de la iglesia
• Adoración
• Proclamación y Testimonio
• Hacer Discípulos y Educar
• Ministrar
PROGRAMAS BASICOS DE LA IGLESIA
Programas básicos de la iglesia — Declaraciones de tareas
Ministerios Enseñanza Programa del Ministerio Unión Unión
Pastorales Bíblica Discipulado de la Música Varonil Femenil Misionera
Participantes: pastor, Participantes: oficiales y Participantes: oficiales Participantes: directores Participantes: hombres Participantes: mujeres
miembros del personal, maestros de la Escuela del Programa del de coros, miembros y bautistas, oficiales y bautistas y mujeres
diáconos, concilio de Dominical y obreros de Discipulado y otros líderes de grupos por líderes de grupos por bautistas jóvenes,
la iglesia, oficiales y la Escuela Bíblica de obreros edades. edades, así como oficiales y líderes de
comités. Vacaciones. hombres y niños en grupos por edades,
general. así como mujeres y
niñas en general.
1 . Dirigir a la iglesia 1. Alcanzar a las 1. Alcanzar a las 1. Proveer experiencias 1. Participar en 1. Enseñar misiones.
para que cumpla personas para el personas para el musicales en los actividades
su misión. estudio bíblico. adiestramiento en cultos misioneras.
el discipulado.
2. Proclamar el 2. Enseñar la Biblia. 2. Orientar a los nuevos 2. Ofrecer educación 2. Enseñar misiones. 2. Participar en
evangelio a miembros de la iglesia musical en la iglesia. actividades
creyentes e para que sean misioneras y
incrédulos. miembros. testimonio
responsables de la personal.
misma.
3. Cuidar a los 3. Testificar a las 3. Capacitar a los 3. Guiar a los miembros 3. Orar y ofrendar para 3. Apoyar las misiones.
miembros de personas acerca miembros de la iglesia a testificar y las misiones.
la iglesia y a de Cristo y guiarlas para el discipulado y ministrar por medio
otras personas a que se unan a la el ministerio personal. de la música.
en la comunidad. iglesia.
4. Ministrar a las 4. Enseñar teología 4. Apoyar los programas 4. Desarrollar un
personas en cristiana y doctrina de la iglesia proveyendo ministerio personal.
necesidad. bautista, ética cristiana adiestramiento y
historia del cristianismo sugerencias en cuanto
gobierno y organización a la música o los
de la iglesia. instrumentos musicales.
5. Guiar a los miembros 5. Adiestrar a los líderes
en la adoración. cristianos para que
ministren.
Todos los programas interpretan y apoyan trabajo de la iglesia y la denominación.
CAPITULO 6

ORGANIZACIÓN Y TRABAJO EN LA IGLESIA

Algunos pastores dicen: "Dios no me


llamó a ser administrador". Sin embargo,
la Biblia. dice: "El que exhorta, en la
exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud;
el que hace misericordia, con alegría"
(Ro. 12:8). No se necesita ser un
especialista en idiomas bíblicos para reconocer que "repartir" y "presidir"
tienen relación con asuntos de administración.
El crecimiento de la iglesia requiere la práctica de una buena
administración. Por ejemplo, si la iglesia está creciendo numéricamente,
se necesitan tomar ciertas decisiones administrativas:

é Orientación para los nuevos miembros


é Adiestramiento en el discipulado para los nuevos convertidos
é Muchos miembros nuevos deben empezar a participar en el trabajo
de la iglesia. Esto significa que necesitarán adiestramiento en el
área de trabajo para la cual se ofrecen como voluntarios.
é La organización de la iglesia necesitará ampliarse para atender las
necesidades creadas por el crecimiento.
é Habrá que utilizar espacio adicional para los nuevos asistentes a
los cultos y programas.

La iglesia organizada

Sólo se puede ministrar efectivamente cuando el trabajo de las varias


organizaciones y programas se coordina en forma adecuada. Los pro-
gramas de la iglesia son dependientes y están relacionados los unos con
ORGANIZACIÓN Y TRABAJO EN LA IGLESIA 73

los otros. Los hermanos de la iglesia participan en diferentes programas


al mismo tiempo. Toda iglesia, sin importar su tamaño, tiene que llevar a
cabo el trabajo que Dios le ha encargado. El grado de organización que
se necesita va a depender de los recursos y las necesidades de la iglesia.
Esto quiere decir que, aun con una membresía pequeña, si es que va a ser
eficiente, se tiene que organizar adecuadamente la iglesia atendiendo a
todos los aspectos de su misión como son la adoración, la proclamación,
la educación y el servicio.
Debe hacerse un esfuerzo por organizar bien cada uno de los
programas de la iglesia. Por ejemplo, esos programas necesitarán líderes
adiestrados. Todas las iglesias necesitan comprender claramente su
misión y también necesitan ser guiadas por el pastor a establecer metas
adecuadas a su ministerio. Sin una buena organización tendrán graves
dificultades en conseguirlo. Los departamentos de la iglesia deben
planear, organizar y evaluar bien su trabajo. Se necesita para ello
mantener una buena comunicación entre todos.
El número de programas variará de acuerdo con el tamaño de la
iglesia, sus necesidades y los recursos disponibles. En el sistema de los
bautistas existen seis programas básicos, así como numerosos servicios y
programas adicionales que cubren aspectos específicos del trabajo de la
iglesia. Estos programas y servicios están disponibles para el uso de las
diferentes iglesias. (Véase el gráfico sobre programas básicos de las
iglesias).
La clase de organización y el número de los programas de una iglesia
dependen también de la interpretación que la iglesia haga de su propia
naturaleza y misión. Pero ya sabemos que la comisión divina dada a la
misma no está sujeta a cambios (Mt. 28:19-20). La iglesia tiene
ciertamente la libertad de organizar su trabajo en torno a su misión pero
no posee la libertad de organizarse aparte de ella.
Nuestro punto de vista es que su iglesia puede organizarse en la
forma en que lo considere mejor, pero debe hacerlo en forma
responsable. Por ejemplo, el número de programas que su iglesia tenga
puede decidirse por el tamaño y por los recursos de que disponga. Las
que cuenten con una membresía pequeña no necesitan copiar la
organización y programas de iglesias más grandes que cuentan con un
número mayor de personal.
74 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

La administración

La. misión de su iglesia se lleva a cabo por sus miembros y no por sus
programas. Estos últimos son importantes pero no son más que
instrumentos de trabajo. Cristo estableció la iglesia pero son los seres
humanos quienes crean y operan sus formas instituciones. La
organización y la estructura de su iglesia puede ayudar a lograr un mejor
trabajó, o por el contrario, dificultarlo.
La iglesia debe poseer el suficiente grado de organización y de
promoción de programas como para que los miembros encuentren el
lugar apropiado donde utilizar sus dones. Al hablar de administración
quiero que se entienda que nos referimos primordialmente al ministerio y
no simplemente a los métodos, las organizaciones y el sistema adoptado.
Debemos administrar, nunca manipular, el proceso de participación de la
gente en la iglesia. Es decir, debemos ayudar a la congregación a utilizar
bien sus recursos. Una iglesia saludable, organizada y funcional,
reconoce que el propósito de sus programas es que la gente crezca en la
vida y el servicio cristianos.
La administración de la iglesia es, a la vez, un arte y una ciencia.
Como arte anima a la gente a ejercitar su sensibilidad, sus juicios
intuitivos y su mejor control del tiempo. Como ciencia tiene relación con
principios de liderazgo y administración. Por lo tanto, el arte y la ciencia
de la administración de iglesias constituyen asuntos que pueden
dominarse. Entre los recursos disponibles a los ministros que se dedican
al trabajo pastoral se encuentran las frecuentes conferencias y seminarios
que tienen como objetivo mejorar el dominio que tenemos de las
cuestiones administrativas, o enseñarlas si fuese necesario.
Los servicios administrativos ayudan a la iglesia a planificar su
programa, administrar sus recursos y dirigir su vida y trabajo. Planificar
quiere decir determinar el modo de operación y las acciones que
consecuentemente serán accionadas en su momento. Otra cosa es
administrar o llevar a cabo lo que tiene que ver con los negocios de la
iglesia.
En nuestro contexto, dirigir indicaría más bien guiar. En general
nuestras iglesias asignan las responsabilidades del trabajo administrativo
al pastor, los oficiales generales de la iglesia, los diferentes comités y el
concilio. Cada iglesia decide cuáles oficiales, comités y concilios
necesita. En su mayor parte, las iglesias llaman a un pastor, seleccionan
ORGANIZACIÓN Y TRABAJO EN LA IGLESIA 75

diáconos y eligen líderes voluntarios para capacitar a la iglesia a realizar


tu, trabajo eficazmente.

Necesidad de administración

Al leer el capítulo 6 de los Hechos de los Apóstoles encontramos cómo,


al crecer numéricamente, la iglesia primitiva se vio en una situación en la
cual tuvo que designar a algunos para, que proveyeran las necesidades de
las viudas, que habían sido pasadas por alto en algunos aspectos, y que
debían recibir alimentos. Hasta entonces la iglesia había tenido una
administración limitada. Cuando la atención a las viudas amenazaba con
dividir a la congregación, los apóstoles reunieron a los creyentes para
discutir las opciones. La iglesia decidió nombrar a siete personas para
hacerse cargo del asunto. Ese es, pues, un buen ejemplo de
administración eclesiástica. Surgió una necesidad específica, las viudas
que necesitaban alimentos. Se escogió un método institucional: elegir
siete hombres para encargarse de la situación.

Responsabilidades administrativas

Hagamos una lista de algunas responsabilidades de tipo administrativo


que caen dentro de la esfera de actividad de la iglesia:

é El trabajo de la iglesia y la forma cómo gobierna o dirige su vida


debe estar bajo el señorío de Cristo.
é La iglesia debe determinar cuáles programas tendrá.
é La iglesia debe establecer algún tipo de estructura para conducir
sus asuntos administrativos y coordinar sus programas y servicios.
é La iglesia debe decidir cómo cooperará con otras iglesias.
é La iglesia debe establecer y mantener ciertas relaciones de tipo
externo con la comunidad.
é La iglesia necesitará llamar a un pastor y elegir líderes voluntarios,
asignándoles responsabilidades.
é La iglesia debe distribuir los recursos disponibles para realizar su
trabajo.
Estas responsabilidades indican una labor que debe realizarse en
forma regular por toda la iglesia si es que ésta pretende marchar hada
adelante. Estas responsabilidades son administrativas en cuanto a
naturaleza; es decir, tienen que ver con la dirección general de la vida de
76 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

la congregación. También se le delegan o encomiendan al pastor, los


diáconos, los comités, los oficiales y los concilios. Estas personas y
grupos no están tomando la autoridad de la iglesia sino que ayudan a
llevar a cabo el trabajo. Ninguna persona o grupo debe usurpar el trabajo
que le corresponde a otras personas o grupos.

Administrador

Al pastor de una iglesia pequeña o de equipo unipersonal, aunque ésta


sea grande, se le asignan muchas responsabilidades administrativas que
en situaciones más normales caen en manos de los empleados de la
iglesia. El pastor proporciona un importante liderazgo al guiar a la iglesia
en la dirección correcta. Una de las formas en que hace su trabajo es
animando el crecimiento personal y el desarrollo de los diáconos y
líderes de programas, compartiendo sus esfuerzos para mejorar el pro-,
grama de la iglesia, el alcance que ésta se propone tener, su propio
ministerio pastoral y el trabajo misionero.
La palabra liderazgo ha sido definida como el proceso de influir las
actividades de un individuo o grupo para alcanzar una meta en una
situación dada. Esta definición contiene tres importantes palabras:
La primera es influir. Esta es una expresión muy adecuada para el
liderazgo pastoral. El pastor contribuye dando su consejo en la reuniones
de los líderes de la iglesia y del concilio y les apoya al hacer
recomendaciones a la iglesia. Por medio de su propia predicación el
pastor o persuade a los miembros a responder positivamente al trabajo de
la iglesia.
La segunda es alcanzar. Las iglesias esperan lograr metas. Han sido
movidas por una visión común para establecer metas específicas. Tienen
una estrategia para realizarlas, es decir, para ejecutar los planes y
conseguir algunos resultados.
La tercera es situación. Las situaciones son las condiciones,
circunstancias, Contexto y recursos de la iglesia. Las iglesias deben
dirigir su trabajo por medio de la verdad bíblica, las doctrinales
fundamentales, la posición histórica y la identidad congregacional.
De esa forma, el pastor de una iglesia pequeña o de equipo uniperso-
nal se convierte en líder de otros líderes que comparten responsabilidades
de adiestramiento. La iglesia, al llamarlo como pastor, y al elegir a
ORGANIZACIÓN Y TRABAJO EN LA IGLESIA 77

los diáconos y los demás oficiales ha declarado qué tipo de líderes quiere
para llegar a- ser la iglesia que Cristo quiere que sea.
El pastor debe estar consciente de una serie de principios teol6gicos
que se aplican a su trabajo. Por ejemplo debe poner en práctica ciertos
.principios de liderazgo y aceptar la responsabilidad de adiestrar a los
miembros de la iglesia. Debe formar un equipo con los miembros que se
conviertan en verdaderos ministros por su actitud hacia el trabajo y el
ministerio de la iglesia. Esta es una de las responsabilidades
administrativas básicas.
Un pastor sabio multiplicará su equipo adiestrando a los líderes de la
iglesia, los cuales, a su vez, adiestrarán a otros miembros. Un buen
ejemplo pudiera ser el pastor que, al adiestrar al director de la Escuela
Dominical, le ha dado libertad para dirigir el equipo de enseñanza bíblica
que son los maestros de Escuela Dominical. Ese equipo logra alcanzar a
otros mediante el estudio bíblico y ministra a los que ya están
matriculados en la Escuela Dominical. El pastor nunca pudiera hacer
todo eso por sí mismo.

Habilidades de Liderazgo

Debido a que el pastor es una persona muy influyente en la congrega-


ci6n, y debe serlo, sus habilidades deben mejorar en tres aspectos.
El primero es su trabajo con las personas. Debe poseer la habilidad
de desarrollar vínculos firmes de amistad 1. La capacidad de llevarse
bien con las personas es crucial. La capacidad de ser cortés, de cultivar
buenas relaciones con los miembros y visitantes de la iglesia, de trabajar
en equipo, son factores que contribuyen al buen desempeño de su trabajo
como pastor. Las habilidades de tratar bien a la gente puede también
convertirse en la base para desarrollar la capacidad de delegar motivar y
activar al grupo dentro de una dinámica aceptable.
El segundo es su trabajo como pastor. Tiene que ver directamente
con la práctica del ministerio puesto que en ella están incluidas la
predicación, la consejería, la visitación, el testificar y la planificación.
Todo pastor puede llegar a tener nuevas habilidades en estas áreas, así
como mejorar sus presentes niveles de eficacia.
El tercero es su trabajo creativo. Por habilidades creativas entende-
mos el comprender los programas de la iglesia y cómo éstos pueden
78 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

ayudar a que la iglesia lleve a cabo su ministerio. Sin tales habilidades


creativas un pastor estará limitado en su capacidad de ayudar a la iglesia
a establecer metas y objetivos ministeriales.
Un pastor debe enriquecer continuamente su conocimiento de los
programas básicos de la iglesia. Estos no están aislados del trabajo de la
Iglesia. Por ejemplo, la Escuela Dominical es la iglesia ministrando a la
congregación para estudiar la Biblia. El programa del Discipulado es la
iglesia discipulando a sus miembros. La Unión Femenil Misionera y la
Unión Varonil representan a la iglesia en sus ministerios de enseñanza de
misiones y de acción misionera. El ministerio de música es la iglesia
adorando. Los ministerios pastorales son la iglesia proclamando él
evangelio, cuidando a las personas, dejándose guiar para llevar a cabo su
misión. El pastor debe desarrollar las habilidades creativas que le
permitan ver cómo esos seis programas básicos de la iglesia pueden
ayudarle a él y a su congregación.
Muchas congregaciones pequeñas no tendrán esos seis programas
básicos. Sin embargo, aun en caso de que faltara alguno, o algunos, éstos
estarían presentes en cierta forma, a menos que la iglesia renunciara a su
misión. Aun sin poder llevar a cabo ciertos programas específicos, una
iglesia del Señor tiene que adorarle, enseñar Su palabra, predicarla,
cantar, hacer obra misionera.
Existe un grave peligro para el pastor. Nos referimos a que llegue a
convertirse en especialista en una o dos áreas, por ejemplo, predicación y
consejería. Esta parecería ser una situación ideal y en cierta forma
debería ser así pues nadie puede ser especialista en todo. Pero al estudiar
realmente la situación de una iglesia notamos que tiene necesidad de
adquirir otras habilidades que le permitan ocuparse debidamente de la
visitación, la administración, la planificación, etc. Tiene necesidad de
saber delegar y de guiar en la adoración. La habilidad de conceptualizar
la misión total de la iglesia y la de ser creativo son necesarias para que el
pastor entienda perfectamente que la iglesia debe llevar a cabo todas sus
funciones.

Líder de líderes

Su visión de la iglesia debe incluir el adiestramiento de los líderes de la


iglesia. Con esto en mente, usted podrá convertirse verdaderamente
ORGANIZACIÓN Y TRABAJO EN LA IGLESIA 79

en líder de otros líderes. Además, de ese modo multiplicará la eficacia de


su ministerio. Un equipo de líderes puede conseguir más de lo que el
pastor puede hacer.
Ese grupo se lo conoce en muchas congregaciones como el concilio
de, la iglesia y lo componen el presidente de los diáconos, el director de
la Escuela Dominical, el director del Programa del Discipulado, 1a di-
rectora de la Unión Femenil Misionera, el director de la Unión Varonil,
el director o directora musical así como presidentes de diversos comités.
Algunas iglesias incluyen a otras personas que pueden jugar un papel
importante en la planificación.
Algunos dicen que su iglesia es demasiado pequeña como para
contar con un concilio. Esto no es necesariamente un obstáculo porque
siempre hay diáconos y dirigentes de algunos programas, además del
pastor, que pudieran constituir un concilio o su equivalente.

Equipo administrativo

Su iglesia necesita un concilio debido a que este grupo puede guiarla en


la dirección espiritual correcta. Esto a su vez puede mostrarle a los
miembros la bendición que significa ser el pueblo de Dios.
Si dedica un par de horas mensuales a reunirse con el concilio de la
iglesia, le ahorrará horas y horas de trabajo. Por medio, de la labor de
esos líderes, la iglesia podrá realizar mejor su misión. Las sugerencias en
cuanto al concilio y sus responsabilidades están incluidas en nuestra lista
de recursos disponibles.
La capacidad del pastor en trabajar con el concilio es suficientemente
significativa como para establecer una diferencia entre una iglesia que
crece y otra que se mantiene estática. Al trabajar con los miembros del
concilio de la iglesia se pueden fortalecer los programas que cada uno
representa. Programas más sólidos conducen a un ministerio más
espiritual Después de todo, los ministerios espirituales se alcanzan
mediante programas efectivos.
La iglesia necesita recibir buena predicación. Un púlpito respetado y
con autoridad es fundamental. Con el apoyo de programas bien
organizados, la iglesia crecerá también en el discipulado, la
evangelización, la administración y las misiones. La buena predicación
irá acompañada por un programa de seguimiento que edifique tanto a los
80 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

nuevos creyentes como a los miembros de la iglesia.

Delegar en los líderes

El trabajar con el concilio de la iglesia multiplicará la capacidad de


liderazgo de los pastores de iglesias de equipo unipersonal y aumentará
su efectividad de muchas maneras, por ejemplo:
é le ahorrará tiempo y le mantendrá en contacto con los programas
de la iglesia,
é le permitirá conocer mejor lo que sucede en la congregación, como
ésta piensa y reacciona,
é mejorará el apoyo que recibe por parte de líderes laicos.
é proveerá un grupo de líderes que pueden ayudar a adiestrar a los
otros miembros para el ministerio.

Concilio de la Iglesia

Tal vez usted se haya convencido anteriormente de la utilidad del


concilio, de la iglesia. Pero le queda una pregunta en la mente: ¿Qué
otras cosas pudiera hacer el concilio de la iglesia? Trataremos de
responder.
Primero, será ayudar a la iglesia a definir su misión. Cada iglesia
necesita poner por escrito sus objetivos específicos. El concilio puede
ayudar a la iglesia a redactar tal documento.
Segundo será que el concilio estudie las necesidades de la iglesia y la
comunidad para evaluar la respuesta de la congregación a esas
necesidades. De esa forma el concilio recomendará metas para satisfacer
las necesidades prioritarias. Basado en esas recomendaciones se
prepararán planes para alcanzar esas metas. Tales planes serían incluidos
en el calendario y sometidos a la iglesia para su adopción.
Tercero, el concilio de la iglesia se reunirá regularmente para
coordinar y poner en el calendario de la Iglesia los programas y
actividades. En su reunión regular, los miembros del concilio deberán
evaluar las actividades llevadas a cabo durante el pasado mes. Ellos
sugerirían planes para el mes próximo. También deben hacerse las
siguientes preguntas: ¿Estamos listos para las actividades del mes que
viene? ¿Tenemos los recursos para llevarlas a cabo? ¿Saben todos lo que
deben hacer? ¿Hay algo que no se haya hecho? En esa misma reunión,
los miembros del concilio estudiarán el segundo y el tercer mes para
ORGANIZACIÓN Y TRABAJO EN LA IGLESIA 81

hacer los planes finales de las actividades incluidas en el calendario.


Muchas iglesias se darán cuenta de cuán útil es tener un retiro del
concilio o una reunión de fin de semana para planear el calendario para
el año completo.
Cuarto, el concilio de la iglesia marcará el curso a seguir en vados
aspectos fundamentales de la iglesia, siempre -que ésta acepte esa
función y que la misma tenga relaci6n con otros grupos y no duplique las
funciones pastorales o diaconales. Así como es un grupo casi ideal para
planear, pudiera ser también un foro para ideas que se sugerirían a otros
grupos responsables del trabajo de la iglesia.
En otras palabras, pudiera convertirse en el vínculo especial entre las
inclusiones en el calendario, los programas de la iglesia, el trabajo de los
obreros dentro de los programas, los oficiales de la iglesia y los
miembros de comités.
Finalmente, todo lo anterior está sujeto a las realidades de cada
iglesia y a la autorización de la misma. Asimismo, el concilio no es un
organismo legislativo o ejecutivo. Es simplemente de carácter consultivo
y se trata realmente de un grupo ideal para el planeamiento.

Constitución y reglamentos

Toda iglesia necesita un documento que explique en forma ordenada


cuáles son los procedimientos que se deben seguir para llevar a cabo
ciertas acciones claves. Algunos ejemplos serán la forma en que los
miembros se unen a la iglesia, cómo se selecciona a los- diáconos, cuáles
programas puede tener la iglesia, con las funciones de los mismos, el
número de comités, así corno sus responsabilidades y cómo se toman las
decisiones a nivel congregacional.
Una constitución escrita y los consiguientes reglamentos son los
documentos a los que nos referimos. La constitución establece los '
principios doctrinales y bíblicos que gobiernan la iglesia. Los
reglamentos se ocupan de los detalles específicos del sistema de gobierno
de la misma, los procedimientos electorales y las reuniones de negocios,
entre otros aspectos.
Los puntos de vista que se pudieran usar al escribir una constitución
y los reglamentos serían tal vez dos. Uno de ellos pudiera ser el más
estricto, en el cual se incluiría cada situación posible, así como las nece-
82 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

sidades. Estamos refiriéndonos a un documento muy detallado. El otro


sería tal vez más amplio y en él se contemplarían casos generales y se
darían instrucciones que permitan cierta flexibilidad en su aplicación.
Para conseguir ayuda para redactar adecuadamente estos documentos
se puede acudir, en Estados Unidos, al Departamento de Administración
de la Junta Bautista de Escuelas Dominicales. En otros países debe -
consultarse con la convención nacional.

Conclusión

Una buena administración significa que el pastor debe dedicar su tiempo


a trabajar con grupos pequeños. Una forma de hacerlo es trabajar a través
del concilio de la iglesia para lograr la armonía en la congregación y
ayudar a que se lleven a cabo ciertas funciones básicas de
administración.
Esperamos que al hablar de administración en este capítulo le haya
ayudado a que se vea como líder de un equipo. Algunos pastores no
quieren usar la palabra administración. Pero no olvidemos que en el
idioma griego la encontramos en 1 Corintios 12:28. El pastor, al hacer un
buen trabajo de administración estará guiando bien la nave de la iglesia
hacia un puerto seguro.
Finalmente, el trabajo administrativo es también de índole espiritual.
Cuando la administración de la iglesia se lleva a cabo correctamente, se
garantiza la unidad de la iglesia local.
CAPITULO 7

COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO

El pastor tiene el gozo y el privilegio de


tener socios que desean y quienes se
disponen a ser parte del ministerio y
trabajo de la iglesia. Los diáconos son los
mejores aliados del pastor y deben ser
considerados como los colaboradores que
con1a mejor buena voluntad desean
facilitar el trabajo del pastor. El pastor no debe de temerle a los diáconos
sino tiene que canalizar esos recursos que Dios le ha dado a esa
congregación para crecimiento de todos. Además de lo ' s diáconos el
pastor encontrará dentro de la congregación personas con dones y
talentos especiales que buscan expresión de servicio creativo dentro de la
iglesia. Los comités de trabajo especializado usan esos talentos con
resultados beneficiosos para el pastor, la iglesia y para quienes participan
en los comités. Feliz el pastor y dichosa la iglesia cuyo equipo armoniza
en todo para hacer una realidad viviente la Gran Comisión de nuestro
Señor Jesucristo para su iglesia.

Los diáconos

En muchas iglesias existe cierta confusión con respecto al papel que le


corresponde desempeñar a los diáconos. En otros casos, el pastor no sabe
cómo trabajar en cooperación con los diáconos. También puede
desconocer la forma de ponerlos a trabajar en forma eficaz y armónica.
En una iglesia de equipo unipersonal los diáconos pueden ser una
frecuente y valiosa fuente de ayuda para un pastor que no cuenta con
otros colaboradores de tiempo completo o parcial.
84 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Función del diácono

Muchos diáconos han ejercido su cargo teniendo en cuenta las


tradiciones culturales y religiosas de su propia iglesia, o las experiencias
que han tenido con las personas pe desempeñaron esas funciones antes
que ellos. Algunos hasta pasan por alto que la palabra diácono se traduce
por muchos como ministro, o sea servidores. Sus funciones son, por lo
tanto, precisamente las que exalta la Escritura, las del siervo.
El problema radica en que en algunos casos se ha confundido el
prop6sito de servicio que implica el ser escogidos para el diaconado con
las funciones administrativas que a veces se les confían en ciertas
iglesias.
Otros olvidan que el diácono es un cristiano que, al escoger servir a
Dios, está situándose en una esfera donde el crecimiento espiritual es
indispensable.
El diácono debe dedicarse a ser un siervo de Dios con un ministerio a
la iglesia donde es miembro. Puede tal vez ser muy eficiente en
cuestiones administrativas, pero si pierde la dimensi6n que le
corresponde, la de siervo, pudieran surgir grandes problemas, sobre todo
en una iglesia de equipo unipersonal.
La relaci6n entre los diáconos y el pastor es sumamente importante.
Sin un verdadero equipo, es decir, sin personal adecuado que pueda
dedicar la mayor parte de su tiempo a la obra, el pastor lleva sobre sí una
carga enorme. Sobre todo si se trata de un pastor bivocacional o de.
tiempo parcial.
Lo primero que debe evitarse es la competencia. Hemos hablado
mucho del trabajo en equipo. El equipo compuesto por pastores y
diáconos es sumamente importante en el plan de Dios para la iglesia y el
creyente. Ellos no son en verdad un equipo que dedica la mayor parte de
su tiempo a la obra, sino que se trata de personas que, en alguna forma,
se han asociado para trabajar juntos. Los diáconos necesitan del pastor y
éste necesita de los diáconos. El pastor debe hacerle saber a los diáconos
cuán importantes ellos son, pero debe también adiestrarlos y animarlos a
llevar a cabo debidamente sus tareas.
El tiempo que un pastor dedica a preparar a sus diáconos, a compartir
experiencias con ellos, a enseñarles a testificar, visitar, aconsejar, no es
tiempo perdido. Cuando los diáconos son adiestrados para ministrar,
COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO 85

el pastor puede sentirse satisfecho al saber que. otros hacen la obra del
Señor. A su vez, los diáconos deben aceptar que el pastor es el líder de
los líderes de la iglesia y estar dispuestos a ayudarle en todo lo que sea
posible. Sin convertirle en un caudillo, los diáconos deben estar
dispuestos hasta tratar de ser menos visibles, de ser necesario, para que el
pastor sea identificado claramente como el líder de la congregación.
Mientras tanto, los diáconos y el pastor deben ser amigos. El cultivo
de una verdadera amistad cristiana servirá no solamente para mejorar sus
relaciones sino para que den un buen testimonio al resto de la
congregación. El diácono necesita saber que su pastor le ama y se
preocupa por él. Lo mismo sucede con el pastor. Un buen diácono
pudiera ayudar al pastor, quien muchas veces es un hombre solitario que
no puede compartir sus problemas con los miembros de la iglesia.

Tareas del diácono

Al hablar de ministerios pastorales no se describe la labor del pastor


únicamente. Tanto él como los diáconos llevan a cabo ministerios
pastorales. Los pastores y los diáconos son responsables por tres tareas
fundamentales: (1) guiar a la iglesia para que lleve a cabo su misión, (2)
proclamar el evangelio a creyentes e incrédulos, (3) cuidar de los
miembros de la iglesia y otros miembros de la comunidad.
Para proclamar el evangelio a creyentes e incrédulos es necesario
tener en cuenta la adoración, el testimonio y las misiones. En muchas
iglesias, los diáconos pueden ayudar en los servicios de adoración de
varias maneras.
Mencionemos algunas de ellas.
é hacer anuncios
é orar
é dirigir la música congregacional
é presentar testimonios personales
é levantar las ofrendas
é saludar a los visitantes
é leer las Escrituras
é ayudar al pastor en el bautismo
é distribuir los elementos en la Cena del Señor
é aconsejar a las personas que responden a la invitación
86 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

é ayudar al pastor a evaluar los servidos de adoración


é si tiene el don de la predicación predicar cuando se le pida
Los diáconos pueden hacer visitas evangelísticas, participar en
proyectos misioneros, y enseñar en clases en que se adiestra a los
creyentes en cómo testificar.
Para cuidar de los miembros de la iglesia y de otros miembros de la
comunidad el diácono puede visitar a los enfermos en los hospitales y en
sus hogares, intervenir en crisis personales y humanas, ayudar cuando
hay necesidades materiales y cualquier otro servicio.
Los diáconos pueden llevar a cabo el plan del ministerio familiar.
Esto incluye el cuidar de la familia del pastor, teniendo en cuenta sus
muchas necesidades financieras. Los diáconos deben ser los primeros en
pedir a la congregación el que se le pague al pastor un salario
adecuado,'generoso y justo. En las iglesias hispanas notamos que este
aspecto importante del ministerio de la iglesia se olvida fácilmente.
El pastor cambia, como la vida misma., Existen también etapas en la
existencia de un pastor. Hay pastores jóvenes que están empezando su
ministerio. Los diáconos pueden ayudarles y guiarles en esa etapa. Hay
pastores menos jóvenes, generalmente con más de veinticinco años, que
trabajan mucho pero no atienden lo suficiente a su familia. Los diáconos
pueden orientarlos en ese particular.
Cuando llegan a más de cuarenta años de edad, los pastores tienen
graves problemas con sus padres enfermos y viejos, con sus hijos
adolescentes, con problemas financieros, porque las necesidades de ese
tipo van aumentando con el tiempo, y con el desánimo que experimentan
algunos siervos de Dios por las ingratitudes, las inconsecuencias y con el
rechazo que viene según la persona envejece.
Cuando se alcanza la vejez, los últimos años del ministerio pastoral,
es el mejor momento para estar al lado del pastor y apoyarle.
Ciertamente el apoyo lo necesita mucho más que antes.
En cuanto a la dirección de la iglesia para llevar a cabo su misión, el
pastor es ciertamente el líder. Pero los diáconos son líderes también. Los
diáconos pueden trabajar con el pastor, ayudando a su congregación a
planear y hasta hacerla soñar un poco. Como líderes responsables, los
diáconos deben ser un modelo de dedicación a la iglesia y a su
crecimiento en número, de la práctica de la mayordomía y de la comu
COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO 87

nión entre los hermanos porque aprendieron a amarse.

Labor en tiempos de crisis

Durante estos tiempos, el liderazgo sabio de los diáconos es fundamental.


Debemos señalar dos ejemplos de situaciones difíciles. Uno es cuando la
iglesia no tiene pastor y el otro es cuando se producen conflictos serios
en la iglesia.
Cuando la iglesia no tiene pastor. Durante la ausencia de un pastor,
los diáconos ofrecen un liderazgo muy especial al ocuparse de que
continúen los servicios de adoración, los programas de la iglesia y los
comités de trabajo. Durante un interinato, los diáconos no deben
"gobernar" la iglesia sino ofrecer el tipo de liderazgo que asegure que los
programas y los ministerios continúen. Este papel es más importante
cuando no existe un concilio de la iglesia.
Cuando la iglesia no tiene pastor, debe formarse un comité
encargado de dirigir la búsqueda de un nuevo pastor. Los diáconos
pueden ayudar en esas labores. Es frecuente que ocurran problemas que
afecten la unidad de la iglesia en el período de interinato. Una manera en
que los diáconos pueden ayudar es manteniendo una actitud de constante
optimismo para no perder el gozo del Señor en una situación como esa.
Cuando los diáconos necesiten ayuda para cumplir con las diversas
responsabilidades que surgen en un período de interinato, la encuentran
en el director asociacional de misiones o en el director de misiones
étnicas o de idiomas, si se trata de una iglesia hispana en los Estados
Unidos. Estos ministros o misioneros pueden convertirse en recursos
excelentes para guiar a la iglesia en el delicado proceso de elegir un
comité que se encargue de buscar un nuevo pastor. La convención
estatal, si tiene un programa de ministerios pastorales puede también
ayudar.
Conflictos en la iglesia. Este es un asunto significativo que prueba
útil el ministerio de los diáconos utilizarlos para que resuelvan
conflictos. La forma en que los diáconos enfrentan cualquier conflicto
determinará si se resuelve en forma positiva o si se agrava más.
Entre otras sugerencias mencionamos las siguientes:
Primero, los diáconos deben ser siempre pacificadores.
88 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Segundo, los diáconos deben hablar con las personas que participan
en. los problemas de la misma forma que Cristo lo haría, evitando
palabras duras o tomar decisiones en forma precipitada.
Tercero, orar para que el conflicto sea resuelto adecuadamente.
Cuarto, la meta es redimir y nunca castigar o destruir alas personas
culpables. Lamentablemente algunos olvidan, este aspecto y quieren traer
a nuestras iglesias sus conceptos de "castigo" que no coinciden con las
enseñanzas bíblicas las cuales tienden a mostrar el camino hacia la
redención.

Ministerio eficaz del diácono

En la mayoría de las iglesias, el ministerio de los diáconos puede ser


fácil, lo cual no quiere decir que deba iniciarse superficialmente o en
forma precipitada.
Las labores del ministerio que generalmente se encargan a los
diáconos son las siguientes: proclamar el evangelio a creyentes e
incrédulos, cuidar a los miembros de la iglesia y otras personas de la
comunidad y participar en el proceso de guiar a la iglesia para que ésta
realice bien su misión.
Las siguientes son algunas sugerencias para organizar el ministerio
de los diáconos en una iglesia de equipo unipersonal:
Primero, hacer una lista de las necesidades relacionadas con las tres
labores que mencionamos en el párrafo anterior: proclamación, cuidado y
liderazgo.
Segundo, identificar y poner en orden de importancia esas
necesidades.
Tercero, hay que preguntarse cómo pueden los diáconos ayudar a
resolver las necesidades que se consideran prioritarias.
Cuarto, establecer metas basadas en la lista. de necesidades
prioritarias.
Quinto, desarrollar un plan de trabajo para alcanzar cada meta,
Sexto, asignar responsabilidades para llevar a cabo los planes de
trabajo. Si la iglesia tiene un grupo grande de diáconos se pueden crear
varios comités de diáconos para asignárselas.
Séptimo, preparar informes para cada reunión que se tenga durante el
año. También informar a la iglesia en forma regular.
COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO 89

Octavo, al final del año de trabajo evaluar el progreso obtenido con


el propósito de efectuar las correcciones necesarias.
Para cumplir todo esto se necesitará cierta estructura interna. Un
presidente de diáconos, un vicepresidente y un secretario de actas. Si el
grupo es grande pudieran crearse comités para la predicación o
proclamación, para la atención de los hermanos y para el liderazgo de la
iglesia.
También podemos considerar otras posibilidades adicionales. En
iglesias donde se utiliza el plan del ministerio familiar de los diáconos,
se debe escoger una persona para que se encargue de ese ministerio. Y
donde exista un número suficiente de diáconos, uno de ellos se encargará
de dirigir las actividades de adiestramiento de los nuevos diáconos.

Educación de los diáconos

Los diáconos que han sido adiestrados son acreedores de una mayor
confianza a la hora de considerarles para importantes ministerios de la
iglesia. El hecho mismo de contar con diáconos adiestrados inspira
confianza a la congregación. No se puede forzar a los diáconos a que se
capaciten. Cada uno de ellos debe reconocer su necesidad de preparación
y dar lo! pasos para lograrla.
A nivel asociacional y estatal se ofrecen conferencias y retiros
preparados especialmente para los diáconos. El encargado de los
ministerios pastorales de la asociación o, convención seguramente podrá
conseguirle las fechas y lugares en que se celebran.
También puede hacer contacto con la asociación, la agencia
misionera con la que se tiene relación, la convención estatal o la Junta de
Escuelas Dominicales. Estas entidades o agencias pueden proveerle
información acerca de libros, programas y otros materiales y actividades,
incluyendo también publicaciones especializadas para diáconos y otros
obreros cristianos.
Es posible también organizar una reunión de diáconos e incluir en
ella algún tiempo para el adiestramiento. Es probable que con unas dos
horas se pueda lograr algo positivo, utilizando al pastor u otros diáconos
como instructores. También se puede invitar a personas de fuera de la
iglesia con conocimiento o experiencia en el ministerio de los
90 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

diáconos, como el director de misiones de la asociación.

Abuso a los diáconos

Los diáconos en las iglesias de equipo unipersonal corren el peligro de


agotarse por el excesivo trabajo. Se han perdido obreros muy valiosos a
los cuales se les han asignado demasiadas responsabilidades dentro y
fuera del diaconado y han terminado, en el extremo de los casos, por
trasladarse a otra congregación para poder descansar un poco.
Si se quiere tener diáconos eficaces es conveniente darles sólo las
responsabilidades con las cuales se sienten confortables. En algunos
casos un diácono es sobrecargado con fuertes responsabilidades como ser
director de la Escuela Dominical, director de la Unión Varonil, director
del Discipulado entre otras. Hay diáconos excepcionales y necesidades
especiales, pero no se recomienda hacer esto.
Debe tenerse en cuenta algo que ya se ha dicho. El diácono no debe
convertirse en enemigo o competidor del pastor, ni dejar de respetarle
por el trato frecuente en reuniones en las que ambos participen. Deben
ser buenos amigos, pero conscientes de que deben respetarse, amarse y
tolerarse con mira al bienestar de la iglesia.

Comités

Uso de los recursos menos utilizados en ciertas iglesias hispanas es el del


uso de los comités. Alguien dijo en una ocasión que "los bautistas
trabajamos en comités". Una persona influyente de otra denominación
compartió con nosotros su inquietud porque su grupo no estaba
utilizando debidamente los comités como los bautistas. El estaba
convencido de la utilidad de. los mismos.
Es cierto que existe el peligro de cambiar nuestro sistema de
gobierno congregacional, lo cual significa que la congregación es la que
tiene la última palabra en sus decisiones. Eso también puede ocurrir si
convertimos a los diáconos en ancianos gobernantes de las iglesias.
Pero, si entendemos que un comité es un grupo de trabajo nombrado
por la iglesia, responsable ante ella y con las únicas funciones de
encargarse de algo que la iglesia le pide hacer, o recomendar, o presentar
alguna proposición a la iglesia y depender del voto final de la
congregación en junta o reunión de negocios, los peligros desaparecen.
COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO 91

Comité de nómina o nombramientos

Si en una reunión de negocios se anuncia que se van a elegir los nuevos


oficiales y que cada hermano puede sugerir nombres, el proceso se
realiza dentro de nuestras normas en el sentido de que la iglesia tiene la
última palabra. Pero se pueden cometer muchos errores. Por simpatía, los
hermanos repetirán una serie de nombres para cargos para los que no
están calificados o interesados.
Si la iglesia cuenta con un comité de nómina, o nombramientos éste
trabajará por varias semanas buscando las personas indicadas,
preguntándoles si están dispuestas a servir a la iglesia y presentando sus
nombres a la congregación. Si se anuncia con tiempo, los hermanos
podrán presentar libremente otros candidatos y entonces las sugerencias
del comité de nombramientos se discutirán.
Habrá por lo menos una persona calificada y dispuesta para cada
cargo. Eso sí, la iglesia tendrá la última palabra.

Comité de púlpito

Otro ejemplo que sirve para mostrar la utilidad de los comités es el del
comité de púlpito. Una iglesia que no lo tiene puede pasar por muchas
dificultades y cometer errores. Una y otra vez se repite la situación de un
pastor escogido con premura en base a las simpatías que sienten hacia él
dos o tres miembros influyentes.
Si la iglesia se reúne para considerar nombres de posibles pastores
surgirá un gran número de posibilidades. El último evangelista que
predicó en la congregación será mencionado, aunque nunca haya sido
pastor o que haya fracasado en su único y breve pastorado. También se
mencionará algún predicador de radio sobre cuya vida moral y
testimonio sólo se conoce superficialmente. El pastor más conocido en la
región puede salir a relucir aunque este hermano no tenga el más mínimo
interés por ocupar el pastorado de esa iglesia que lo invita.
Un comité de púlpito designado por la iglesia solicitará a los
hermanos, de ser posible por escrito, los nombres y datos de los
candidatos, se comunicará con la asociación y convenciones bautistas en
busca de sugerencias, escribirá a la junta de misiones y buscará por todos
los, medios posibles. Además, interpretando los deseos de la iglesia,
fijará los requisitos que se esperan en cuanto a -las cualidades que debe
92 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

de tener el candidato al pastorado. El resultado será una lista de la que se


quitarán los nombres de los que, al Investigarse acerca de su interés, no
estén dispuestos a aceptar el pastorado. Se irá reduciendo el número de
candidatos al conocerse que algunos no reúnen las condiciones mínimas
que la iglesia ha acordado y que el comité escrutina con cuidado.
Al final de un proceso que no debe ser ni demasiado largo ni
demasiado corto se puede someter a la iglesia un nombre a la vez. La
iglesia puede decir que sí o que no, y aceptar o rechazar a los
candidatos. La congregación siempre tiene la última palabra. Pero,
gracias al funcionamiento de un comité de púlpito, se reducirán al
mínimo las posibilidades de error.

Comité de construcción

Un asunto que requiere sin falta el trabajo de un comité es la


construcción de un edificio. Es posible que exista un grupo que
promueva la recaudación de fondos. La construcción, en sí, constituye un
problema aparte. Es necesario que los hermanos entiendan que lo que se
avecina es complicado. Tomar la decisión de levantar un nuevo edificio
implica cuestiones legales, financieras, laborales y arquitectónicas, entre
otras.
Un comité de construcción puede asesorarse con abogados y
arquitectos. Es posible que algunos sean miembros de la congregación o
familiares de los mismos, lo cual facilitará el proceso. Por mencionar una
situación importante, recordemos que hay exigencias de las ciudades y
condados acerca de requisitos de espacio para parqueo o estacionamiento
y para construcción.
La Convención Bautista del Sur tiene un departamento de arquitec-
tura en la Junta de Escuelas Dominicales de Nashville, Tennessee. Ellos
ofrecen información y la orientación que brindan es de primera calidad
por un precio nominal.

Uso de los comités

Entre los comités que una iglesia pudiera hacer funcionar se encuentran
los ya mencionados, es decir, de nómina o nombramientos y de púlpito,
pero también son útiles los de adoración, orden, finanzas, juventud,
música, evangelismo, mantenimiento del edificio, pro-templo y otros
más como lo demanden las necesidades de la iglesia a la hora de
COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO 93

decidir lo que la iglesia desea que suceda en su programa de actividades.


Estos comités añaden un grupo de voluntarios al trabajo de la iglesia.
Por ejemplo, los que pertenezcan al comité de evangelismo, se
convierten en un verdadero grupo de trabajo que no sólo se dedica a
buscar formas de promover la causa evangelística de la iglesia sino a
trabajar directamente en la misma bajo la supervisión del pastor y
reportando periódicamente a toda la iglesia.
Estamos seguros que en casi todas las iglesias pueden funcionar por
lo menos algunos comités. Ellos mismos determinan cuándo se reúnen.
Sus funciones son descritas por la iglesia e incluidas en la constitución.
El pastor debe de instruir a cada comité en cuanto a lo que la iglesia
espera que ellos hagan.

Servicio en los comités

Ya aclaramos que los comités no deben convertirse en ejecutivos. En


otras palabras, no están para gobernar sino para trabajar, ayudar y
sugerir. Tampoco deben tomar el lugar del pastor ni menoscabar su
autoridad como ministro de Dios a cargo de la congregación. En modo
alguno deben interferir en el- programa regular de la iglesia. Si el comité
escoge para sus reuniones una fecha ya ocupada con otro programa
regular estará impidiendo que sus miembros cumplan otras valiosas
funciones en la iglesia.
Un comité debe ser un grupo eminentemente espiritual, no un centro
de conspiraciones y discusiones. Si se considera que las reuniones del
comité son una oportunidad propicia para criticar al pastor o a la iglesia,
sería mejor, simplemente, no tener ese comité.
CAPITULO 8

EL CUIDADO DE LOS CREYENTES

Si puede contar con la ayuda de los


diáconos y otros líderes de la iglesia, el
pastor puede atender debidamente a su
rebaño. Si no dispone de esos recursos
debe, de todos modos, hacer lo mejor que
pueda. Para Regar a ser un verdadero
pastor, uno tiene necesariamente que dar
atención a los creyentes. Si no lo hace no se estará desempañando como
pastor.
La persona a la que se confía el ministerio pastoral está obligada a
atender las necesidades espirituales de los creyentes y hacer lo posible
por prestarle! otro tipo de atención dentro de ciertas normas y límites
razonables.

Atención al rebaño

Tengamos en cuenta algunos criterios y también algunos consejos que


pueden ser útiles. Nuestra fidelidad a Dios se demuestra cuando nos
ocupamos de los demás, sobre todo de los que las Escrituras identifican
como los "domésticos de la fe", o sea los que pertenecen a la misma
familia de Dios. Un verdadero pastor tiene compasión por los fieles y por
los que se apartan, por los creyentes y los incrédulos.
El pastor que "se ocupa" de su rebaño siempre tendrá un lugar
especial en el corazón de los hermanos y será bendecido por Dios, que es
más importante todavía. Todo lo que podamos añadir a esto estará de
más, por útil que parezca. '
La atención pastoral puede dividirse en dos partes. En una de ellas el
pastor va a la gente. En la otra es la gente la que va al pastor. En la obra
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 95

de visitación, el pastor va a los lugares donde está el pueblo. En la de


consejería es el pueblo el que busca al pastor. Lamentablemente, para
algunos que valoran altamente la labor de los ministros cuando escriben
libros y artículos, la visitaci6n pastoral no merece demasiada atención.
De más está decir que no debe ser así, pues, se trata de lo importante que
es el ministerio pastoral para la membresía de la iglesia.
Existe siempre el peligro de que este trabajo se convierta en tedioso
y frustrante. La razón radica no solamente en que no se reconozca su
valor, sino en que muchas veces se hace porque no queda más remedio
que hacerlo. Esa actitud no conduce a nada positivo. A veces los
miembros demandan esos servicios en forma tal que se deja esa
impresión. También llega el momento en que la visitación se convierte
en una labor protocolar y nada más.
Algunos ministros pueden caer en esa trampa y convertirse
fácilmente en profesionales religiosos que ofrecen un servicio que
muchas veces se solicita como una forma de dependencia no
necesariamente saludable. Algunos llegan hasta a ser "adictos" a recibir
una visita del pastor, a veces sin mayor necesidad. Por su parte, muchos
pastores se olvidan del ministerio pastoral porque se cansan de tantas
visitas sin sentido.
Más adelante señalaremos el valor que este difícil trabajo tiene. Por
el momento recuerde que los hermanos esperan que el pastor esté con
ellos en los momentos de necesidad. El pastor debe visitar cada cierto
tiempo a toda su feligresía para mantener el contacto y ayudarles en
nuevas necesidades que vayan surgiendo. También hay la necesidad de
visitar a los que asisten a los cultos sin ser miembros, es decir a los
visitantes regulares o nuevos a los cuales hay necesidad de atender, e
incluso de ganar para Cristo, que es lo más importante.
Una advertencia importante para al nuevo pastor. Este debe ser una
persona que necesariamente visitará y aconsejará al pueblo de Dios y a
los incrédulos. Si se ve a sí mismo como predicador o como teólogo y
nada más, tendrá problemas. No le será fácil entender inmediatamente
todos los papeles que le corresponde ejercer. No se concebirá a sí mismo
como una persona que visita constantemente hasta que eso se incorpore a
su estilo ministerial. Para ser un verdadero pastor tendrá, sin embargo,
que visitar con gusto.
96 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Otro aspecto difícil tiene que ver con iniciar una relación con cada
miembro y su, familia. Tendrá que adaptarse a ellos. Pero ellos tienen
también que adaptarse a él. No lo podrá hacer fácilmente hasta que se
gane su confianza. Al joven pastor lo miran como una especie de hijo por
los que le llevan muchos años en la iglesia. Eso no puede -evitarse.' El
pastor puede introducir gradualmente una imagen nueva de su persona si
consigue establecer su autoridad pastoral sin forzarla demasiado y sin
pedanterías. Lo alcanzará mediante sus sermones y clases bien
preparados, la eficacia de su trabajo, la forma en que trata con las
personas con las cuales trabaja y su consagración como cristiano. Si pasa
la prueba, lo seguirán viendo un poco como hijo al que hay que instruir
pero le respetarán. Para entonces el problema se habrá resuelto.~
Muy importante es que recordemos que "En el amor no hay temor,
sino que el perfecto amor echa fuera el temor" (1 Jn. 4:18). Si no se ama
al hermano se tiene un obstáculo insalvable que debe ser removido antes
de continuar. Si se llega a amarlo, las cosas empezarán a cambiar,
favorablemente.
Todos tenemos temores que son naturales al ser humano. En el trato
con otras personas se manifiestan muchos temores. Uno de ellos es el
temor al fracaso, otro es el temor a ser humillados. Algunos temores
tienen que ver con alguna sutil forma de un complejo de inferioridad
aunque en realidad puede ser más b Í ¡en que nos subestimamos a
nosotros mismos. Uno de los grandes problemas que a veces eludimos en
las iglesias es el siguiente: la constante mención de la humildad no debe
interpretarse como indicativa de inferioridad en nosotros. Si creemos que
no sabemos predicar, aconsejar o visitar va a ocurrir una de estas cosas. 0
somos excesivamente apocados, o nos quedamos cortos, o nos creemos
realmente incapaces Para realizar estas funciones como si no tuviéramos
los dones espirituales, o simplemente nos subestimamos.
El presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt inmortalizó
una frase: "Sólo debemos temerle al miedo mismo". Echar fuera el temor
es un ejercicio de amor y no se trata necesariamente de vanidad u
orgullo. La Biblia contiene infinidad de exhortaciones a que confiemos
en Dios. En cierta forma es un tratado contra el temor. Un pastor que se
pasa la vida Reno de temor, acomplejado por los obstáculos y
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 97

preocupado excesivamente por la imagen que va a proyectar o por los


errores que va a cometer, debe atender debidamente el superar estas
limitaciones conceptuales en su vida o abandonar el ministerio.
Hay que darle su debido valor al trabajo de atender a las necesidades
de la gente. La labor de consejero y visitador es importante, la gente la
necesita. Una de las formas más adecuadas para hacer un impacto en las
personas es realizando ese ministerio personal, individual, que significa
tanto en un mundo lleno de confusiones, de impersonalidad y de
abandono. Si. el ministro considera este trabajo como secundario, una
especie de carga, está abriéndole la puerta al fracaso.
Se debe combinar la firmeza con la compasión. Un ministro no
puede decirle a lo bueno malo y a lo malo bueno. En, otras palabras, se
espera de él un alto grado de integridad. En su trabajo como consejero y
visitador, el pastor tiene que defender la fe "que fue una vez entregada a
los santos" pero al mismo tiempo tiene que entender las situaciones
humanas que presionan a los miembros de la congregación.
Una persona compasiva es aquella que sufre con los demás, incluso
cuando éstos han cometido una falta grave o un error considerado casi
como imperdonable. Si se convierte en juez pudiera, agravar la situación.
Si justifica el pecado estará traicionando su ministerio. Pero puede
comprender que muchas veces fallamos, puede entender que las,
circunstancias no siempre son propicias y debe hablar la verdad "en
amor", aun cuando tenga que señalar con firmeza la existencia de pecado
o error.
Es necesario aprender a oír. Para ser firmes y compasivos se
requieren ciertas virtudes, entre ellas la de saber oír. Muchas veces nos
acostumbramos a predicar, enseñar y aconsejar todo el tiempo. Se da la
impresión de que el pastor es el único "oráculo" de Dios. ¡Cuidado con
esta actitud!
Si al visitar a una persona estamos interrumpiéndola constantemente,
mostrándole nuestros vastos conocimientos, experiencia y espiritualidad
podemos estar cometiendo un gravísimo error. Es cierto que no podemos
pasar horas y horas escuchando, pero también es importante recordar que
para ellos nuestra visita es algo importante, que el haber conseguido
nuestra atención puede ser un verdadero acontecimiento en la vida diaria
de un ser humano que está experimentando una necesidad especial o que
pasa por una crisis significativa.
98 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

En otras palabras, se requiere escuchar, lo mismo cuando aconseja-


mos que cuando visitamos. La gente no está obligada a pasarse la vida
escuchándonos. Seamos buenos comunicadores. No solamente es im-
portante que la gente entienda lo que decimos cuando predicamos.
Mucho más importante es cuando necesitan un tipo específico de ayuda.
Entonces debemos concentramos en lo que hacemos, de forma tal que la
gente entienda y aproveche lo que le decimos. Evitemos el exceso de
palabras, la retórica, usar frases vacías para salir de¡ paso y respuestas
simples.
No comunica bien las verdades de Dios el que se limita a citar
versículos bíblicos. Estos son de monumental importancia y pueden
servir para resolver graves situaciones. Pero expliquémoslos
contextualmente, acudamos a la experiencia, pongámonos en el lugar de
la persona.
Tratemos de dejar siempre una nota positiva al iniciar y al terminar
nuestra reunión con una persona. No se despida inmediatamente después
de haber señalado el pecado que cometió o de haberle dicho que tiene
problemas por no asistir al templo, o por no haber hecho prefesi6n de fe
o por la forma como él lo trato. Es necesario dar una buena impresión al
llegar a un *lugar, presentarse debidamente, utilizar palabras amables y
cuánto recurso sea posible para que la persona se sienta bien o por lo
menos cómoda. Pero más importante todavía es despedirse
amigablemente, habiendo demostrado un espíritu favorable hada el
individuo, dejando las puertas abiertas y tendiendo nuevos puentes, aun
cuando hubiera señalado un pecado o enfrentado una situación
considerada desagradable.

Cuidado Planificado

Hay algunos asuntos que deben tenerse en cuenta en relación con la


visitaci6n y la consejería. El ministro no lo hará ocasionalmente sino que
formará parte de su ministerio, lo que es ocasional es el caso al que se
enfrenta en un momento dado. Se trata de una actividad continua en el
trabajo de un pastor y por lo tanto es necesario un mínimo de
planificación del mismo. Mencionaremos algunos aspectos que hay que
tener en cuenta.
Este trabajo de atender a la gente debe organizarse. Algo que resalta
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 99

a primera vista es que los miembros viven en diferentes áreas geográficas


en una ciudad o barrio. Se le debe sacar ventaja a la presencia pastoral en
una de esas áreas de la ciudad para visitar a los hermanos que viven en
ella. El día puede utilizarse mejor cuándo se aprovecha el tiempo.
La persona organizada escoge un día o días de la semana para visitar
hospitales. De esa manera puede a veces visitar dos o más personas en un
mismo hospital y el hecho mismo de que hay un espacio en la semana
que se dedica a este tipo de trabajo le permite tener continuidad en la
atención a los creyentes enfermos.
Además de la visitación que se lleva a cabo por otros hermanos de la
iglesia, el pastor debe organizar adecuadamente sus visitas. Algo
parecido se hace con la consejería. Hay que tener horas o días separados
para ella.
Investigue las necesidades de su congregación. A veces perdemos
grandes oportunidades cuando dejamos de estudiar la congregación a la
que servimos. Será sumamente beneficioso tener una idea del número de
personas con problemas especiales causados por la edad o las
circunstancias. El pastor podrá hacer una sencilla investigación con la
ayuda de la secretaria o de algún hermano, para utilizar los recursos
disponibles y averiguar algunos datos fundamentales acerca de su
congregación. Tal vez pueda utilizar una planilla, discreta, en la cual los
hermanos pueden ofrecerle cierta información que le permita planear
mejor su trabajo.
Hay necesidades especiales de los ancianos, jóvenes, solteros,
parejas, personas que viven solas, incapacitados y otros casos
excepcionales. Los padres con niños pequeños tienen necesidades
diferentes a la de los recién casados.
Comience nuevos programas e inclúyalos en el calendario. El pastor
puede incluso organizar programas especiales como consecuencia del
descubrimiento de ciertas necesidades. Algo más que se puede hacer es
incluir ciertas fechas en el calendario o por medio del calendario puede
fijar las fechas para los programas que tienen relación con las
necesidades que descubre. Por ejemplo, puede tener un día para que las
parejas de la iglesia coman juntas y el pastor puede discutir algún tema
con ellas que se relacione con la consejería. También puede preparar una
100 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

especie de seminario o taller, en el cual se discutan los problemas de los


matrimonios. Esto está íntimamente relacionado con el ministerio de
conserjería.
Mejore y amplíe los registros de la iglesia. La investigación que
sugerimos puede conducir no solamente a una mejor información sino a
mejorar y ampliar los libros de registro con que cuenta la iglesia.
Una iglesia necesita no solamente de edades, a menos que alguien
objete a revelar la edad, sino también fechas de nacimiento o
cumpleaños, el número de miembros de la familia y otros aspectos
importantes.
Además es importante saber cuáles actividades se han realizado y
tener una idea del resultado de las mismas. Todo esto contribuye a tener
una iglesia en orden. Por supuesto que todo esto es en un verdadero
recurso para el próximo pastor que llegue a la iglesia.

Peligros al cuidar

No trataríamos este asunto adecuadamente si no mencionáramos alginos


peligros. Entre otros advertimos de los siguientes:

Atender demasiado a algunos

Es cierto que algunos necesitan de ese tipo de atención pero si dedicamos


demasiado tiempo a algunos a expensas de otros tengamos cuidado que
sea por una necesidad verdadera y justificable. Pueden surgir celos.
Además, un ministro tiene que tener equilibrio en este aspecto. Tenga en
cuenta que si visita sobre todo a los miembros más pudientes o
influyentes esto se sabrá y creará problemas importantes. Es interesante
cómo algunos niños se dan cuenta cuando el pastor habla con sus padres
pero no con él. ¡Cuidado! Los niños son también parte del rebaño, no
solamente los adultos y los jóvenes.

Tentaciones

Un ministro no debe visitar sin acompañamiento a una persona del otro


sexo que se encuentre sola, a menos que exista una diferencia grande de
edad o se trate de una verdadera emergencia. En caso de que se vaya a
compartir una información confidencial con él. Siendo así trate de que la
reunión sea en su oficina y cuando esté la secretaria o invite a alguien
más para que esté en el templo.
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 101

No tener una oficina

Precisamente creemos que el pastor necesita tener un lugar adecuado


para reunirse con personas en forma regular u ocasional. Debe ser un
lugar apropiado y decente. Es decir, aunque no sea demasiado atractivo
debe ser un lugar digno del ministerio. La iglesia debe preocuparse de
tener la mejor comodidad para que luzca con profesionalismo y respeto y
el pastor debe dejarlo saber a la congregación para que así se arregle.

Excesiva confianza

Si es malo que el pastor proyecte una imagen de demasiada seriedad y


autoridad también lo es que se abuse de la confianza. Usted puede ser
muy amigable, debe serio, también le corresponde la humildad, pero
tenga cuidado de que las relaciones no se vuelvan demasiado íntimas.
Sobre todo si se trata del sexo opuesto.

Presiones excesivas

Por mucho que recomendemos el intenso trabajo de visitación y


consejería no queremos que nadie entienda que el ministro debe estar
haciéndolo 24 horas al día, siete días a la semana. Se necesita tiempo
para descansar, para estudiar, para entretenerse y sobre todo para atender
la familia. Estos cuatro aspectos son sumamente importantes y no deben
descuidarse. No crear presiones excesivas es responsabilidad de la iglesia
pero el pastor debe dejárselo saber a la congregación. En caso contrario
se encontrará haciéndole los mandados a los miembros, sirviendo de
director de mudanzas, de agencia de empleos y actividades similares.

Preparación para cuidar

El pastor, independientemente de su formación académica e incluso de


los estudios de tipo pastoral que haya cursado, necesita ser un estudiante
constante de la Biblia para ser un buen consejero. Le resultará
indispensable leer buenos libros acerca de consejería. También tendrá
que consultar con pastores de mayor experiencia en casos especiales. A
102 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

veces puede decirle a la persona que deberá reunirse de nuevo para


discutir cierto asunto en particular que usted no está equipado para
abordar. Es probable que algunas situaciones le sorprendan. Usted no es
una versión corregida y aumentada de la Enciclopedia Pastoral si esta
existiera. Por lo tanto, trate de buscar orientación y reconozca cuando
puede ser útil y cuando no.
Muchos pastores han querido convertirse en psiquiatras, médicos y
consejeros vocacionales. Pueden ayudar a los que tienen problemas
nerviosos, simplemente escuchándoles, dándoles importancia como
personas y aconsejándoles dentro de los parámetros de lo que es
razonable y sobre todo de, lo que usted conoce, es decir, de cuestiones
espirituales. Lo mismo podemos decir en el aspecto vocacional. Usted
puede ayudar a un joven o señorita que busca ayuda, pero recuerde que
usted no tiene la preparación técnica en cuestiones tales como exámenes
de inteligencia o de aptitud. Usted puede recomendarle a un joven que
estudie pero si usted no analiza bien la situación y busca ayuda pudiera
cometer un error al recomendarle una carrera.
Existen materiales muy útiles que pueden utilizarse en asuntos de
consejería y visitaci6n. Entendemos que este capítulo es sólo para
compartir ciertas ideas. Si se trata de un aspecto muy especializado de la
labor del pastor se necesitan recursos adicionales. Mencionaremos
algunos en este mismo libro.

Oficina pastoral

En muchas iglesias hispanas de los Estados Unidos y en la mayoría de


las de los países de habla española se nota la ausencia de una verdadera
oficina. Algunas sugerencias contenidas en este libro no se realizarán sin
una oficina. Un pequeño local con una máquina de escribir, una mesa y
una silla no se convierte automáticamente en una verdadera oficina. Para
tenerla se necesitan algunos recursos adicionales y una secretaria que se
ocupe, al menos parte del tiempo, para que la atienda.
En nuestras iglesias generalmente se utilizan los servicios de algunos
miembros que voluntariamente se ofrecen para ayudar. Nombramos un
secretario o secretaria que lleva los libros de las reuniones y si acaso
realiza alguna labor adicional. También el tesorero pudiera ocuparse por
lo menos de los informes financieros. Tal vez hasta lleve los libros
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 103

de contabilidad. Mientras el secretario lleva, si acaso, una lista aceptable


de los miembro 1 s, el director de la Escuela Dominical tiene proba-
blemente una lista de los líderes de ' esa organización.
Por su parte el pastor tiene con sus notas, algunas listas de visitantes,
tarjetas que va acumulando en algún rincón de su escritorio y se ocupa de
hacerle preguntas al secretario, al tesorero y al director de la Escuela
Dominical cuando necesita alguna información adicional. A veces él
mismo prepara el boletín o invierte bastante tiempo tratando de conseguir
que alguien lo haga esta semana o la otra.
Pero eso no es suficiente. Un pastor necesita una secretaria. O sea
una persona que sabe todo lo que no pueda hacer normalmente un
secretario de actas de la iglesia, un tesorero elegido o un director de
Escuela Dominical.
¿Para qué necesita usted una oficina? Veamos algunas razones,
además de la idea general que hemos ofrecido hasta ahora. Una oficina
pudiera suministrar lo siguiente:
é Servicios administrativos centralizados
é Coordinación' eficiente de transacciones en las que se utiliza
é dinero.
é Información accesible a los líderes y miembros.
é Control de libros, registros y recursos.
é Una especie de centro de comunicaciones,

El simple hecho de tener funcionando una oficina, por lo menos parte del
día será una gran contribución al programa completo de la iglesia. Todo
será más ordenado desde el mismo momento en que la oficina se
convierta en un instrumento eficaz. Cuando el pastor y su esposa, con
alguna ayuda ocasional, son los únicos en llevar el peso de la
administración de los asuntos diarios de la iglesia, hay una gran
limitación. Cuando se supera esa situación, la iglesia estará dando un
gran paso de avance.

Administración de la oficina

Una oficina que se aproxime al ideal funciona por medio de cuatro


sistemas básicos: comunicaciones, información, registros y
administración del tiempo y los recursos.
104 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

El sistema de comunicaciones es el canal por medio del cual la


información llega a los miembros, al equipo de trabajo, a los
departamentos, a la denominación en los diferentes niveles, así como a la
comunidad, incluyendo posiblemente las autoridades y también entidades
comerciales con las cuáles, por necesidades lógicas, se tiene algún tipo
de relación. Veamos lo, que está incluido en esto:
é Llamadas telefónicas y mensajes
é Correspondencia que se recibe
é Correspondencia del pastor y de la iglesia
é Publicaciones tales como el boletín, alguna carta con noticias,
anuncios, promoción o propaganda y otras publicaciones.
é Reuniones de equipo.
Es muy importante mantener adecuada y permanentemente los distintos
registros:
é Registro de miembros.
é Registro de asistencia, de los departamentos e incluso de los
comités.
é Registro de contribuciones.
é Libros de finanzas de la iglesia.
é Actas de reuniones de negocios.
é Registros de carácter histórico.
é Listas de cumpleaños.
é Informes estadísticos o Cartas anuales, que deben completarse para
la denominación y sus agencias y utilizarse como recurso
importante para la iglesia.
Como órgano de información de la iglesia, la oficina debe tener
algún sistema para guardar y distribuir la información. Esto pudiera
incluir:
é Un archivo.
é Directorios de la denominación, la convención regional, la
asociación, las juntas misioneras, agencias de la comunidad y
otras. Esto incluye directorios telefónicos y otros materiales de ese
tipo.
é Catálogos de libros y materiales.
é Manuales y libros de referencia adecuados.
Para administrar debidamente el tiempo y los recursos debe acudirse
a los calendarios y agendas de trabajo, así como cualquier forma de en-
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 105

cargarse de actividades para que se eviten los conflictos. Estamos


pensando, pues, en:
é El calendario de programas y actividades.
é El calendario de uso del edificio.
é La agenda de trabajo del pastor.
é Documentos oficiales de la iglesia.

Equipo de la oficina

Lo primero que se necesita es el local para la oficina. Hemos menciona-


do ya los equipos pero debemos considerarlos separadamente aunque sea
en forma. breve.
En muchas iglesias la oficina es un rincón en casa del pastor o en el
edificio donde se celebran los cultos. Nosotros creemos que el pastor
debe tener una oficina y la iglesia debe tener otra oficina.
En cualquier caso un teléfono es indispensable en la sociedad
moderna. Sin máquina de escribir no se puede hacer nada. El
mimeógrafo es también necesario. Una máquina duplicadora sería una
contribución importante a una oficina. Es necesario tener un escritorio
para la secretaria, sillas para ella y los visitantes, archivos y otro equipo.
La iglesia necesita tener papel timbrado, sobres, así como materiales
que se utilizan frecuentemente como libros de registro, tarjetas para
miembros o visitantes, sobres de ofrenda.
Hay que resistir a la tentación de aceptar y sobre todo de utilizar
cuanto equipo viejo le regalan. Algunos serán útiles pero otros
lamentablemente pueden costar más dinero que si se compran nuevos.
Otro peligro, consiste en comprar el equipo más barato. Esto a veces sale
bien pero en ocasiones es una forma más de hacer que la iglesia gaste
dinero en mantenimiento y reparaciones entre otras cosas.
Aun si se consigue todo eso y mucho más, la falta de personal
adecuado presentará grandes dificultades.

Cualidades de la secretaria

No cualquier persona puede trabajar eficazmente como secretaria de una


iglesia o de un pastor. Lo mismo si trabaja de tiempo parcial que de
tiempo completo, una persona inapropiada puede convertirse en una
verdadera pesadilla. Es necesario encontrar una persona que esté dis
106 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

puesta a trabajar armoniosamente y con gusto con líderes cristianos a los


que considera como colegas estimados.
Si la persona no encuentra satisfacción en ayudar a otros existe un
problema ¡nidal insuperable. Debe saber cómo relacionarse con las
personas, en otras palabras que tenga el "don de gentes". Recuerde que la
secretaria debe comunicarse constantemente con líderes y miembros de
la iglesia e incluso con personas fuera de la iglesia.
Debe ser, por supuesto, miembro de una iglesia de la misma fe y
orden y tener ciertas convicciones doctrinales que son básicas en la
denominación. Tiene necesidad de conocer no solamente lo que creemos
sino también cómo trabajamos.
En cuanto a aspectos puramente profesionales necesitará saber
escribir en máquina y cómo usar el mimeógrafo o máquina duplicadora,
y en algunos casos la computadora. Un mínimo de conocimientos acerca
de contabilidad es necesario. También es menester que conozca bien el
idioma para redactar cartas y notas.
Más importante todavía, la secretaria debe ser una persona que
acepte, después de que se le comunique en la primera entrevista, el deber
de reportar al pastor, es decir que él será su supervisor y que también esté
dispuesta, desde ese primer encuentro, a aprender y a trabajar con nuevos
equipos y realizar funciones adicionales que vengan con el tiempo y el
crecimiento de la iglesia. Por supuesto todo eso debe hacerse en forma
progresiva y razonable según se puede mejorar la compensación
económica que se le ofrece. A mayor responsabilidad y esfuerzo debe de
corresponder un mejor salario y beneficios.
Es importante establecer horas de regulares trabajo aun en caso de
que la secretaria no reciba salario. Los miembros quieren saber cuándo
pueden utilizar la oficina y cómo aprovechar los recursos que ofrece. El
tener un horario fijo ayudará a la misma secretaria a organizar su vida a
la vez que le permite contribuir a organizar la vida de la iglesia.
Nos parece razonable dar la siguiente sugerencia. A menos que una
secretaria dedique, digamos, 12 horas semanales a su trabajo será difícil
que pueda hacer una contribución importante. Por supuesto que lo ideal
es tener una secretaria que trabaje de tiempo completo y se convierta en
una especie de auxiliar del pastor en algunos aspectos significativos. Esto
no quiere decir en modo alguno que se convierta en pastor asociado o
pastor asistente. A lo que nos referimos es a labores propias de una
secretaria.
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 107

En cuanto al salario debemos dar gradas a Dios porque la mayoría de


las secretarias de nuestras iglesias son personas dedicadas que consideran
ese trabajo como parte de su deber como cristianos. Es por eso que
aceptan salarios mucho menores a los que ofrece el mercado laboral
normal. Esto no quiere decir que la iglesia no le debe pagar el mejor
salario posible dentro de sus posibilidades. Una secretaria eficiente
merece lo más que se pueda pagar y la iglesia debe investigar en la
comunidad lo que se paga a secretarias que realizan labores similares.
En Estados Unidos se acostumbra pagar el seguro de hospitalización
a una secretaria de tiempo completo. También se buscará incluirla en los
planes de jubilación convencionales. Si la secretaria inicia la labor en
forma voluntaria o con escaso salario, debido a las circunstancias
específicas, la iglesia debe estar dispuesta, al mejorar las condiciones
económicas, a mejorarle su salario e incluso a emplearle de tiempo
completo. Esta es por supuesto le meta de una congregación que tenga
una visión elevada.
En el aspecto de adiestramiento existen cursos de estudio para
secretarias de iglesia y también libros adecuados para personas que
ocupan esas posiciones. Estos materiales pueden conseguirse de la Junta
de Escuelas Dominicales en Nashville, Tennessee 37234. Las
asociaciones y convenciones bautistas preparan reuniones especiales de
adiestramiento para secretarias.

Trabajo de la secretaria

Muy pocos pastores han recibido algún tipo de adiestramiento en


cuestiones de trabajo con secretarias. Pero sus experiencias que han ido
acumulando en las iglesias que han pastoreado le ayudan a reconocer el
papel de la secretaria a quien debe reconocer como una hermana en la fe
y persona a la respeta y ayuda.
Un pastor inteligente aprecia el papel que juega una buena secretaria.
Le corresponde a él crear una atmósfera de respeto mutuo. También debe
tener reuniones periódicas con ella para planear el trabajo o dejarle saber
alguna decisión o problema. También puede utilizar el sistema de "notas"
o "memorandums" mediante el cuál se comunica adecuadamente y en
108 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

forma específica alguna necesidad u observación.


Una secretaria debe ser considerada como parte importante del
equipo de la iglesia y por lo tanto debe ser invitada a las reuniones que se
tenga con ese equipo. Su trabajo representa una forma de ministerio que
merece todo el reconocimiento posible.
Como con el resto del equipo, la comunicaci6n será siempre
indispensable y la excesiva confianza debe ser evitada a toda costa,

Conclusión

No olvide utilizar los recursos que la Junta de Escuelas Dominicales


pone a su dísposíci6n. Me refiero a manuales, libros de registro,
materiales de todo tipo. En ella hay especialistas que pueden aportar
mucho. También aproveche oportunidades como seminarios y talleres.

APENDICE 1
PROGRAMA DE TRABAJO Y REQUISITOS DE UNA
SECRETARIA

Nombre del cargo: Secretaria de la iglesia

Prop6sito: Ofrecerle ayuda de tipo administrativo al pastor y cooperar


con los programas de las organizaciones de la iglesia, facilitar el
crecimiento, ayudar a traer personas al evangelio.

Deberes:

1. Mecanografiar toda la correspondencia, incluyendo las cartas a


los visitantes.
2. Mecanografiar y duplicar los boletines,
3. Encargarse del calendario de la iglesia.
4. Servir como recepcionista de la iglesia, es decir atender las llama
das telefónicas, visitas y relacionarse con la gente. Debe respetar
la correspondencia privada del pastor o preguntarle al respecto.
5. Organizar y mantener los archivos de la iglesia.
6. Encargar los materiales para la iglesia y sus departamentos.
7. Encargar los materiales de oficina.
EL CUIDADO DE LOS CREYENTES 109

8. Mantener una lista al día de los miembros de la iglesia.


9. Ocuparse de los registros de visitantes y las tarjetas.
10. Mecanografiar, diseñar y preparar para la impresión o imprimir
materiales promocionales, incluyendo cualquier carta con noticias
que la iglesia publique.
11. Notificar a los comités y los diáconos acerca de las reuniones y
sus horarios.
12. Asistir a las reuniones del concilio y del equipo y a las que el
pastor / le pida asistir.
13. Mantener el registro de contribuciones.
14 Mecanografiar los informes financieros mensuales.
15. Guardar las actas de las reuniones de la iglesia en cooperación
con la secretaria de actas de la iglesia.
16. Grabar y/o transcribir las reuniones de la iglesia si es necesario.
17. Escribir los cheques autorizados, los cuales también deben ser
firmados por otro oficial de la iglesia.
18. Pedir y enviar cartas de traslado.
19. Mantener una lista de cumpleaños y aniversarios.
20. Es su responsabilidad acumular información y llenar las
estadísticas para la denominación, o la Carta Anual de la iglesia.
21. Estar en contacto con el pastor, solicitar autorización para asuntos
importantes y escuchar sus sugerencias.
CAPITULO 9

IDENTIDAD DE LA IGLESIA

Cuando una iglesia crece, el pastor


consciente de su responsabilidad y toma
en serio los detalles importantes y ve la
necesidad de escribir la constitución y los
estatutos de la iglesia. Empezará a darse
cuenta que necesita más diáconos y S41
es nuevo en la congregación es probable
que no se haya nombrado ninguno durante su pastorado.
Puede ser que llegue alguien que se bautizó por inmersión en una
iglesia no bautista y pide carta de traslado. ¿Cuál será la norma a seguir?
Es probable que la iglesia tenga una idea diferente a la congregación a la
que sirvió anteriormente.
Pudiera ser que se aproxime la celebración de la Navidad y ese año
corresponda celebrarla en domingo. Varios maestros le informan sobre la
necesidad que tienen de reunirse con sus familias en otros lugares. ¿Qué
ha hecho la iglesia en el pasado en estas circunstancias? ¿Podrá
suspenderse el culto de la noche?
Volviendo al asunto del crecimiento, hay necesidad de crear nuevos
comités de trabajo. ¿Cuál procedimiento se utiliza? Si no hay normas
definidas, el pastor se dará pronto cuenta de la importancia que esto se
decida en forma aceptable para todos, no sólo para beneficio de su propio
pastorado sino para el de su eventual sucesor.

Constitución y estatutos

La constitución refleja las verdades básicas y las reglas aceptadas para


actuar en cuestiones como la función, dirección y control de la iglesia.
IDENTIDAD DE LA IGLESIA 111

Los estatutos son una compilación de reglas escritas que la iglesia ha


aprobado para regular y dirigir los asuntos internos de la misma. Los
estatutos tienen que ver con procedimientos que pudieran cambiarse con
más frecuencia que la constitución.
Por supuesto que no hay una norma inflexible. Nos limitamos a
ofrecerle una lista de asuntos que generalmente se incluyen.
Primero veamos lo que se necesita generalmente para una
Constitución.
é Un preámbulo que indica el propósito de la Constitución.
é El nombre de la iglesia en la forma oficial que será utilizada para
asuntos legales.
é Una declaración del propósito y objetivos de la iglesia.
é Una declaración de las doctrinas básicas,
é Un pacto de la iglesia que refleja el compromiso de los -miembros
con sus hermanos a la luz de su dedicación a Dios. ~
é Una declaración sobre la forma de gobierno y las relaciones de la
iglesia.
En segundo lugar notemos lo que se espera de los estatutos, sujeto
por supuesto a las variantes que la iglesia estime conveniente.
é Una sección sobre membresía con instrucciones acerca de cómo
recibir y orientar a los miembros, cuáles son sus derechos, la forma
de trasladar la membresía, renunciar a ella o ser borrado de la
misma.

Ordenanzas

Una de las actividades más frecuentes de una iglesia es la celebración del


bautismo o de la Cena del Señor. Se trata de dos ordenanzas cuya base la
encontramos en la Biblia. Son, pues, m andamientos de Cristo para su
iglesia. El pastor debe conocer bastante acerca de estos temas pero
queremos compartir algunas ideas, para ayudarle a planear estas
ceremonias y resaltar su significado.

Principios básicos

El bautismo y la Cena del Señor son expresiones visibles del evangelio.


Alguien ha llamado a las ordenanzas "el evangelio en miniatura". Cada
vez que su iglesia observa la Cena del Señor o el bautismo, la
112 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

congregación está expresando su fe y su compromiso con el evangelio.


Esto quiere decir que cuando usted planea los servicios en que se van a
celebrar las ordenanzas, éstas deben recibir la prioridad.
El bautismo y la Cena del Señor deben celebrarse en una forma
memorable. Lo que allí se lleva a cabo debe quedar grabado en la mente
de los que asisten después de la terminación de los servicios. Para esto, el
pastor debe usar todo el tiempo que sea necesario para planearlo. No es
s6lo darles prioridad sino también el debido tiempo, sin caer en la rutina.
La celebraci6n del bautismo y la Cena del Señor deberá involucrar a
toda la congregación como participantes activos. La congregaci6n
necesita ser más que un grupo de “espectadores” que observan lo que se
hace en la plataforma. El pastor debe preparar actividades en las que la
congregaci6n esté incluida.
La manera en que se celebran estas ordenanzas debe resaltar su
significado para la iglesia. Cada iglesia tiene su estilo de adoración.
Algunas iglesias son más formales, otras no tanto. Algunos quieren saber
exactamente lo que va a suceder en el culto. Otros desean encontrar
siempre algo nuevo e inesperado. El pastor debe conocer su
congregación y las expectativas de sus miembros. Esto puede ayudarle
en el proceso de planeamiento.

Buena orientación

El aprender de los errores es tal vez la mejor filosofía para un pastor.


Repasemos algunos de errores, haciendo notar que proceden de una
experiencia muy personal. Recuerde que esta es una lista de pifias, no
sugerencias para imitar, Después de cada descripción viene un comen-
tario positivo.
Celebrar el bautismo mucho tiempo después dela confesión pública
de fe. Nos ponemos a esperar para tener muchos candidatos y perdemos
la preciosa experiencia de seguir el mandato de Jesús lo más cerca
posible. La Biblia no enseña que hay que demorar el bautismo.
Recordemos las palabras de Felipe al eunuco (Hch. 8.36-37).
Celebrar la Cena del Señor esporádicamente. Algunas iglesias inclu-
so la celebran sólo una vez al año. La ordenanza es demasiado significa-
tiva como para que la demoremos tanto. Los hermanos necesitan cele-
IDENTIDAD DE LA IGLESIA 113

brarla tan a menudo como lo desee la Iglesia.


No enseñarle a nuestros hijos el significado de las ordenanzas. El
pastor debe tomar el tiempo necesario para enseñarle a los niños el
significado de las ordenanzas del Señor. Explíquelas frecuentemente en
un lenguaje accesible a los niños e intermedios.
Convertir las ordenanzas en un simple apéndice a un servido
regular. Nuestra sugerencia es que, hasta donde sea posible, el servicio
bautismal debe hacer algún énfasis en el bautismo, no esperar a que haya
terminado el culto para hacer una referencia como esta: "Ahora Vamos a
tener algunos bautismos". Lo mismo podemos decir de la Cena del
Señor.
Descuidar la preparación de la ceremonia. Las iglesias pudieran
utilizar un comité de ordenanzas para trabajar con los detalles de cada
ceremonia en cooperación con el pastor. Tiene que suceder lo siguiente:
que se le recuerde a los candidatos al bautismo estar presentes, traer todo
lo que necesitan, invitar a sus familiares y amigos; recordarle a los
diáconos sus deberes de ayuda a los que se van a bautizar; arreglar con
anticipación cuáles de los diáconos ayudarán a servir la Cena del Señor,
todo esto entre las muchas otras cosas que tiene que prepararse
Servicios rutinarios. Estaríamos faltándole al respeto a nuestros
miembros si no les ofreciéramos una experiencia bien preparada. Un
poco de creatividad y planeamiento ayudará a hacer las cosas
correctamente, en orden y de forma atractiva. Evitemos la repetición
innecesaria de las mismas palabras y gestos.
No orientar a los participantes. Los recién convertidos no saben
mucho de la celebración del bautismo. No debe dejarse que los hermanos
aprendan automáticamente todo lo relacionado con la Cena del Señor.
Usemos palabras sabias para orientar a los presentes en una ceremonia
bautismal o en la Cena del Señor.

Bautismo

Examine las condiciones físicas del bautisterio y si es necesario


haga las reparaciones necesarias. La belleza no afecta el significado
pero hace resaltar el acto. De la misma manera que una silla defectuosa
habla mal de una iglesia, un bautisterio descuidado, sin pintura, poco
atractivo, no ayuda a la causa del evangelio. Si la gente se cerciora que
hay des-
114 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

cuido o falta de atención ya sea en la adoración o en los edificios tenderá


a desilusionarse y a pensar mal.
Lleve a cabo un servido bautismal diferente. En otras palabras, dé
oportunidad para testimonios de conversión, predique sobre el bautismo,
busque himnos adecuados. Algunas iglesias entregan certificados de
bautismo a los que han bajado al agua.
Cambie las fechas. Si siempre se bautiza el domingo por la noche,
los hermanos que no pueden asistir de noche, algunos hasta por
cuestiones de salud se pierden esa experiencia.
Instruya adecuadamente al candidato y a su familia. No olvide que
hay necesidad de indicar la ropa que se utiliza, lo que debe traerse, las
toallas y secadores entre otras cosas.
Incluya a sus diáconos. Esta es una de las tareas que los diáconos
pueden realizar en la iglesia. No olvidemos que Felipe, un diácono,
ofició en un bautismo. Esto no quiere decir que esa sea siempre la norma
pero el bautismo no es ajeno al diaconado. Alguna participación de los
diáconos es adecuada.
Use lecturas bíblicas apropiadas (Gá. 3:27; Ro. 6:4-6; Mt. 28:19-
20).
Celebre la Cena de] Señor después de un servido bautismal. Al
menos hágalo de vez en cuando. De esa manera los recién bautizados se
unirán al resto de la congregación. Este será un gran momento en sus
vidas.

Cena del Señor

Preste también atención a los aspectos físicos. No se olvide de las


condiciones de las bandejas y los vasos. Tenga siempre limpio un mantel
que sea adecuado para la celebración. Las flores contribuyen al ornato de
la mesa del Señor. La belleza ayuda al ambiente.
Involucre el mayor número posible de personas. Entre ellas, por
supuesto los diáconos. También utilice hermanos para orar, leer las
Escrituras, dar testimonio y otras ideas que se le ocurran.
Cambie el orden del culto. En un servicio usted pudiera hacer que se
cante un himno para separar la distribución del pan de y la copa. La Cena
pudiera celebrarse antes o después del culto.
Antes de celebrar la Cena pídale a los hermanos que mediten en sus
vidas y en su compromiso con el Señor. Recordemos 1 Co. 11:28.
IDENTIDAD DE LA IGLESIA 115

Ensaye un poco con los diáconos y otros participantes. No


necesariamente cada vez que se va a celebrar sino de vez en cuando para
que la ceremonia se realice en forma bien ordenada.

Énfasis en las ordenanzas

Cristo le dio una gran importancia a las ordenanzas. El le pidió a Juan


que le bautizara. El mismo celebró la primera Cena del Señor, a la cual
llamamos "Ultima Cena". Cuánto más énfasis se pueda dar a la
celebración de las ordenanzas, será más positivo para todos. Él centro del
culto cristiano es la predicación, pero la Cena del Señor y el bautismo.
bíblico, son formas de proclamar la palabra de Dios.

Adoración

El tema de la adoración requiere un libro aparte pues ciertamente se trata


de algo muy especial. Al igual que la evangelización, es una de las
prioridades para los cristianos. Algunos han dicho que "la primera tarea
de una iglesia no es la evangelización, las misiones o el servicio a los
pobres, sino la adoración". No estamos seguros de que esto sea verdad,
pero sin una adoración significativa lo demás se deteriora y hasta se
dificulta.

Importancia de la adoración

é Nos lleva a la presencia de Dios dándonos un sentido de unidad


con el Señor.
é Nos concede la oportunidad de celebrar los gozos y victorias de la
vida cristiana.
é Nos ayuda a llenar esa gran necesidad de confesión de pecados y
arrepentimiento.
é Nos da consuelo y fortaleza.
é Nos permite aumentar la comprensión de los misterios de la fe
cristiana.
é Nos invita a comprometernos verdaderamente con el servicio a
Dios, sugiriendo los canales debidos.
é Nos capacita para tener una perspectiva más amplia del Reino de
Dios.
é Da la oportunidad de invitar a los perdidos a arrepentirse, entre-
116 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

garse a Cristo e invitarlo para que sea el Salvador y Señor de sus


vidas al experimentar el nuevo nacimiento.
En resumen, la adoración, si se hace "en espíritu y en verdad" como
lo exige el mismo Jesús como condición para los "verdaderos
adoradores" Un. 4:23), nos permite experimentar al Cristo resucitado en
medio de la asamblea de los creyentes. Es la respuesta humana a la
iniciativa de Dios. Es sentir entre nosotros a un Dios que no está lejos de
nosotros, que se encamó, que vive, obra y bendice. Es nuestra alabanza
continua expresada de diversas maneras pero con un mismo propósito:
traer honra y gloria al Señor. Claro que esto último debe ser también el
propósito de toda nuestra vida y no solamente de una hora de culto.
En la vida de nuestras iglesias, el culto del domingo por la mañana
ha servido, no solamente para la adoración, sino como una fuente de
educación religiosa. En el acto de adoración, cantamos himnos
doctrinales, escuchamos la lectura de las Escrituras y su explicación
mediante la predicación. La Biblia es interpretada. El pastor, sobre todo
cuando no hay un ministro a cargo de la educación religiosa, es el
educador principal de la iglesia.
En muchas de nuestras iglesias, sobre todo en las más pequeñas, se
insiste en no cambiar el estilo de adoración. Cuando esto quiere decir no
introducir elementos contrarios a nuestras doctrinas y prácticas se tiene
toda la razón. Pero en cosas incidentales y en ofrecer la oportunidad de
responder de diferentes maneras a diferentes personas no debe existir
motivo alguno de preocupación seria o de desviación fundamental.
Decimos que no tenemos liturgia pero si la congregación no se pone
en pie y canta la doxología creemos que el culto no ha comenzado en la
forma debida.
Por otra parte, los bautistas hemos adorado en, en simples capillas de
madera y hasta en lugares alquilados. Hemos utilizado órganos
poderosos e instrumentos variados y modestos. En Estados Unidos se
notan diferencias fundamentales en la forma de adorar de los anglos, los
negros y los hispanos. Corresponde a cada iglesia, según sus
convicciones y circunstancias, hacerse cargo de los detalles y variaciones
del servicio de adoración.
IDENTIDAD DE LA IGLESIA 117

Predicación

La mayoría de las congregaciones considera la predicación como lo más


valioso que hace el pastor; otras no. Pero un pastor que predica bien tiene
puertas abiertas en muchos lugares. Por otra parte, algunos lo dicen así
pero en la práctica quieren más un pastor que visite que un predicador
que dedique tiempo a estudiar, reflexionar y prepararse espiritual e
intelectualmente para la predicación del evangelio.
El pastor no puede olvidar, en medio de visitas, funerales y solución
de problemas prácticos que él es un mensajero de Dios. Tiene que estar
convencido que en forma muy especial, él es el mensajero principal de
Dios para su congregación.
Predicar es importante pero no es lo único. Ahora bien, la
predicación debe ser efectiva. Para ello, deben hacerse algunas
preguntas.
é ¿Es mi predicación sólidamente bíblica?
é ¿Llenan mis sermones las necesidades de la gente?
é ¿Uso un plan adecuado de predicación?
é ¿Predico los grandes temas de la fe cristiana?
é ¿Incluyo en mi preparación un tiempo de oración?
é ¿Siento el poder del Espíritu al predicar?

Música en la adoración

El cristianismo es una religión que canta. Nuestra gente ama la música.


La vitalidad de la iglesia se refleja en sus cánticos. En nuestra iglesia,
acostumbramos a cantar los himnos favoritos de los hermanos en los
cultos del domingo por la noche. Se limita el número de los himnos que
se pueden cantar, y las estrofas, con el propósito de complacer a un
número amplio de asistentes. Es edificante ver el deseo, el interés y la
forma en que cantan los hermanos.
Algunas iglesias tienen un "domingo musical" en el culto de la
noche. Permiten a los hermanos cantar según sus dones e inclinaciones.
A veces logran hasta duplicar la asistencia a los servicios esa noche.
En cualquier caso el ministerio musical de su iglesia contribuye a la
vida de la misma de tres formas: (1) ayudando a los miembros a
descubrir y desarrollar sus talentos musicales, (2) usando la música para
inspirar a las personas, llevándolas a caminar más cerca de Dios y (3)
mejorando la calidad de la adoración congregacional.
118 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

El ministerio musical debe cumplir estas tareas:


é Proveer experiencias musicales en servidos congregacionales.
é Proveer educación musical.
é Llevar a la iglesia a testificar y ministrar mediante la música.
é Ayudar a que los programas de la iglesia ofrezcan entrenamiento
en habilidades musicales.
é Interpretar y dar mejor fundamento al trabajo de la iglesia y de la
denominación.
Las alabanzas musicales extienden considerablemente nuestra
adoración a Dios. Por medio de la música nuestras emociones son
integradas al acto mismo de la adoración. Ciertamente constituyen una
parte muy válida de nuestra adoración. Pablo aconsejaba a orar con el
espíritu y a cantar con el espíritu y con el entendimiento (1 Co. 14:15).

Líder de la adoración

Ya hemos hablado del énfasis en la función de "predicador". Muchos


pastores dedican poco tiempo a planear los cultos de adoración. Planear
con cuidado y atención esos servicios los enriquecerá haciéndolos más
atractivos.

Plan de la adoración

é Reconoce que el sermón es sólo una parte de la experiencia total de


adoración.
é Busca la dirección del Espíritu Santo en la adoración.
é Desarrolla un tema para los servicios de adoración. Tanto la lectura
bíblica como el sermón y las selecciones musicales deben apoyar
ese tema.
é Utiliza los recursos disponibles: solistas, dúos, drama, coros,
testimonios y toda la creatividad posible.
é Incluye en la adoración himnos, lecturas bíblicas, saludos,
anuncios, testimonios, el sermón, el llamamiento, las ofrendas.
é Enfatiza en los elementos básicos de la adoración: adoración y
alabanza, instrospección y confesión, celebración y acción de
gracias, proclamación y testimonio, dedicación y compromiso.
é Planea por adelantado.
é Considera las posibilidades especiales de adoración en ocasiones
IDENTIDAD DE LA IGLESIA 119

especiales como el año nuevo, navidad, día de los varones


bautistas, viernes santo, domingo de resurrección, énfasis de
mayordomía, y cualquier otra fiesta.

Uso del boletín

Tenga en cuenta que en una sociedad como la nuestra una iglesia sin
boletín parece no tener seriedad en lo que hace. El boletín es la tarjeta de
presentación de la iglesia.' Debe de tener un atractivo profesional. Es el
órgano oficial de la iglesia y ofrece la oportunidad de que el orden del
culto esté disponible y al alcance de todos. Juega un gran papel en la
adoración organizada y en la vida congregacional.
El boletín, en lo que concierne a la adoración debe incluir:
é Identificación clara de la iglesia
é Una guía de adoración.
é Nombres de los que dirigen la adoración.
é Identificación de las selecciones musicales.
Los boletines en blanco se deben ordenar tres meses por adelantado
de la Junta de Escuelas Dominicales en Nashville, Tennessee 37234.
Además, deben prepararse bien, en forma atractiva, sin errores de
gramática o mecanografía.

Comité de adoración

Damos las siguientes ideas para mantener vibrante los cultos de


adoración:
Compartiremos unas cuantas:
é Un comité encargado de la adoración.
é Inclusión de toda la congregación en el culto. Use a muchos
hermanos para leer la Escritura, dirigir los cultos, hacer los
anuncios, cantar, dar testimonios, recoger la ofrenda, declamar
poesías cristianas, predicar en ciertas ocasiones y hacerlos sentir
que es su servicio para honra y gloria de Dios.
é En la celebración de las ordenanzas use música e himnos
especiales.
é Predique sermones para niños, haciéndoles sentir parte de la
congregación. Algunos pastores les dedican algunos valiosos
minutos antes del sermón congregacional. Puede prepararse en
forma tal que los adultos se beneficien también.
120 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

é No tenga temor a innovar. En todo tiempo respete la opinión de los


hermanos. En otras palabras no hiera sus sentimientos religiosos y
sus costumbres, sino trate de convencerlos que un poco de cambio
y de creatividad ayudará en todos los aspectos, en especial en el
musical.

Adoración y la congregación

Al pensar en nuevas modalidades de adoración tenga presente que su


congregación la integran personas que pueden reaccionar de diferentes
maneras. Los jóvenes desearán una música diferente a la de los mayores.
Es probable que un culto de jóvenes sea más contemporáneo en cuanto a
música que uno de personas mayores de edad. Lo que un pastor no puede
hacer es olvidarse de que tiene personas de diferentes edades y gustos.
Hasta donde sea posible debe tenerlos a todos en cuenta. En el proceso
debe utilizar todos sus recursos espirituales y mentales para evitar
dividir, la iglesia sobre un asunto como ese. Recuerde que una
denominación en los Estados Unidos se dividió en dos sobre el uso del
piano y los instrumentos musicales, resultaron los "instrumentales" y los
"no instrumentales". En ese caso los partidarios del canto "a capella"
prevalecieron numéricamente. Un pastor debe ser pastor de todos y no de
un grupo. Cómo trabajar con todos, sin ceder en convicciones básicas,
aunque manteniendo cierta flexibilidad razonable será una prueba más de
la capacidad de un pastor.
CAPITULO 10

OCASIONES ESPECIALES

Las ocasiones especiales consumen buena


parte del tiempo de un pastor y son
importantes. Consideraremos "especiales"
todas las actividades que se apartan de las
que generalmente realizamos periódica-
mente en un tiempo determinado, tales
como la estudio bíblico dominical, los
cultos de adoración, predicación y oración, reuniones de los
departamentos y otras actividades regulares. En cierta forma un funeral
es especial porque no tenemos una fecha fija para él. Se trata de una
situación que se presenta y que debe ser atendida en una forma diferente
a las demás. Las bodas suceden cuando las personas deciden casarse, es
entonces que consultan con nosotros. Por supuesto que otros preferirán
otra forma de clasificar estas actividades y considerarán las bodas y
funerales como asunto aparte.
De cualquier modo, un funeral, una boda, la dedicación de un
templo, un aniversario de la iglesia, la ordenación de un diácono o un
ministro, no pueden ser considerados aspectos secundarios o poco
importantes del ministerio pastoral. La sociedad en que vivimos tiene
lugar para todo eso. Podemos aprovecharlo para la causa del Señor
dándole el ángulo espiritual que las ceremonias seculares no tienen.
Muchas personas que conocemos escucharon el evangelio por primera
vez en la ceremonia de dedicación de un templo evangélico. Invitar a un
acto como ése puede ser más fácil que pedirle a alguien que asista a un
culto regular o a una campaña de evangelización. De la misma manera
que las personas asisten a funerales y bodas de personas de
122 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

religión distinta a la suya, es normal que se dediquen todo tipo de


edificios. El que asiste a la inauguración de un gran edificio comercial
pudiera asistir al de un templo religioso. Cuando se recuerda el
aniversario de una iglesia se alcanza a miembros inactivos que no asisten
los domingos pero que pudieran sentirse motivados a hacerlo ante un
mensaje adecuado que apele a su sensibilidad como miembros y
creyentes. Un buen número de familiares del nuevo diácono o ministro
asistirán a la ordenación, así como un número aun mayor de amigos. Es
una preciosa oportunidad. Aprovéchela.

Materiales disponibles

Como la variedad de actividades especiales es muy grande, nos con-


centramos solamente en unas cuantas. Hay materiales en su librería
bautista que pueden ayudarle. También pueden conseguirse otros
recursos que pudieran ser útiles aunque no sean de procedencia
denominacional. Un pastor consciente de sus responsabilidades debe
tener en su biblioteca varios manuales que le ayuden en la celebración de
bodas, funerales y otras actividades especiales. A veces es bueno
comparar los diferentes libros sobre la materia que han sido publicados y
extraer las mejores recomendaciones. Hay muchos modelos de orden del
culto para diversas ocasiones.

Funerales

De repente se produce una muerte en la iglesia, o fallece un familiar


cercano de un miembro. El pastor recibe una llamada telefónica. Todos
sus planes para el día siguiente cambian. Hay que predicar en la funeraria
y oficiar en el cementerio. Hemos tenido algunas semanas en que hemos
oficiado todos los días. Mencionemos algunos aspectos que tienen que
tenerse en cuenta:

La Iglesia

Eduque su íg1esia en cuanto a la realidad de la muerte. El pastor


pudiera hacerlo en clases de la Escuela dominical, estudios de los
miércoles o mediante una serie de sermones. De este modo ayudará a los
familiares a estar preparados. Conocemos de iglesias que han invitado al
director de una funeraria a explicar el proceso de arreglar los detalles de
un funeral y
OCASIONES ESPECIALES 123

a abogados que han abierto la mente de muchos a la necesidad de


preparación legal que Impida que los familiares queden abandonados
financieramente.
Utilice a los miembros en la visitación de personas con
enfermedades graves, en la predicación en los funerales y en el
ministerio a los que han perdido familiares. Es bueno que haya un grupo
de hermanos capaces de ser útiles en estas actividades en caso de
ausencia o enfermedad del pastor o en situaciones en las que el pastor
tiene más de un funeral a la misma hora.
Visite a los familiares del fallecido. Por lo menos llámeles por
teléfono después de los funerales.

El culto

Prepare bien el servicio funeral. Ocúpese con tiempo de conseguir un


solista o instrumentalista en caso de ser necesario o posible.
No olvide que la familia tiene derecho a decidir en aspectos
importantes del último acto en relación con un ser querido. Tampoco
olvide que si la familia quiere llama a otro ministro o si están divididos
por cuestiones religiosas usted debe aceptar su decisión sin contribuir a
crear problemas adicionales en un momento tan delicado
Predique corto y no abuse de las emociones de los familiares.
Referencias demasiado retóricas pueden causar tristeza adicional.
Concéntrese en la esperanza de vida eterna y en la seguridad del
consuelo que Dios ofrece. Recuerde que no está en su propia iglesia.
Tenga en cuenta el ambiente que te rodea.
Aproveche la oportunidad para predicar el evangelio, explicando el
mensaje de salvación. Es una de las pocas veces en que muchos de los
presentes escucharán voluntariamente un mensaje evangélico,

Los familiares del fallecido

Pase algún tiempo saludando personalmente a los familiares inmediatos.


No olvide estar cerca de la viuda, los huérfanos o el familiar más
afectado en los momentos en que el cadáver sea sacado de la funeraria
para llevarlo al cementerio. A veces hay un gran despliegue de emocio-
nes y el pastor pudiera calmar a la persona.
En la mayoría de los casos el pastor es invitado a acompañar el fére
124 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

tro hasta, el cementerio. Aproveche Isa oferta a fin de estar a tiempo y


sin las preocupaciones del tráfico.
Ante la tumba lea la Biblia, ofrezca unas breves palabras de consue-
lo, tal vez pueda presentar de nuevo el plan de salvación y agradezca a
nombre de los familiares la presencia de las personas que les han
acompañado.
Al terminar su participación salude a la familia y apártese del lugar.
De esa manera ayuda a los familiares a tomar ese paso. Continuar por
mucho tiempo ante la tumba contribuye a mayores emociones.
Cuidado a los familiares. Con el servicio funeral ante la tumba no
termina su ministerio a la familia. Ellos esperan alguna visita suya en las
semanas siguientes al funeral. Nos referimos sobre todo a los miembros
de su iglesia. Algunos pastores hasta envían una nota cariñosa
diciéndoles que está orando por ellos.

Ética en un funeral

Un pastor debe ser cuidadoso con la ética ministerial en situaciones


como ésta. Muchos antiguos miembros le van a pedir que predique en los
funerales de sus seres queridos. Esto pudiera herir al actual pastor de la
iglesia en cuestión. Una solución posible pudiera ser decirle a los
familiares: "Por favor, díganle eso a su pastor y pídanle que me llame.
Esa es la costumbre. Por supuesto que en ese caso estaré gustoso de
servirles". Tal vez usted pudiera decirles que participará en el servicio si
el actual pastor lo hace también.
Mucho cuidado con otro asunto. El pago por sus servicios pudiera
presentar algunos problemas. Cada pastor tiene derecho a decidir si
aceptará o no un honorario por sus servicios en funerales. Solicitarlo ya
sería otro asunto. Generalmente, los pastores bautistas no exigen
remuneración por oficiar en un funeral. Por cierto que ningún ministro
cobraría por visitar un enfermo en su casa o el hospital. Todas estas
actividades, visitas a hospitales y servicios fúnebres deben realizarse
gratuitamente. Ahora bien, respetamos si algún pastor acepta un
honorario que se le ofrece voluntariamente. Donde se debe ejercer el
mayor cuidado es en aceptar que la funeraria incluya sus servicios en la
cuenta que envía a la familia. Si ellos son miembros de su iglesia esto
pudiera causarle algún problema o mal entendido.
OCASIONES ESPECIALES 125

Una palabra final en relación con la vestimenta. Tenga cuidado en no


llamar la atención. Ropa demasiado llamativa no es apropiada para,
servicios fúnebres, sobre todo si son colores escandalosos. Se espera del
ministro un mínimo de sobriedad, sobre todo en ocasiones solemnes.

Bodas

Aunque el pastor no casa sino que oficia en una ceremonia matrimonial,


se nos presenta muchas veces la disyuntiva entre casar y no casar a una
pareja. A veces alguien llega a última hora: "Pastor, quisiera que usted
me casara la semana que viene." Usted pudiera decirle: depende. En
realidad, todo depende de las circunstancias, de sus planes y de sobre
todo de su teología del matrimonio. Para evitar problemas personales el
ministro debe crear una conciencia en la congregación de qué planes
tiene y qué situaciones ameritan una alteración dramática de sus planes
como ser un funeral o una emergencia. Otras alteraciones de sus planes
no deben planteársele a un pastor, el cual tiene derecho a planear por
anticipado actividades como una boda. Siempre hay una manera amable
y cariñosa de explicar algo como esto.

Teología del matrimonio

Antes de continuar es bueno recordarle al pastor que debe tener su


teología del matrimonio y que debe tener en cuenta los sentimientos de
su congregación al aceptar o rechazar la solicitud de oficiar en un
matrimonio.
Es posible que usted haya decidido casar solamente a los que son
miembros de su iglesia, o familiares inmediatos de los mismos. Es
también probable que usted no case a creyentes con incrédulos. Algunos
pastores no casan a los divorciados. Otros hacen excepciones o dejan el
asunto a la conciencia de los contrayentes. No el nuestra intención
decirles qué hacer, solamente recomendarles tener su propia teología,
basada en las Escrituras, en sus convicciones y respetando los acuerdos y
el sentimiento de su congregación hasta donde sea posible.
Existe una variedad de pensamiento entre los bautistas. Algunos no
oficiarían en ningún caso en que uno de los contrayentes haya pasado por
la experiencia del divorcio. Otros únicamente dejarían de oficiar en el
126 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

caso de alguien cuyo divorcio ocurrió muy recientemente o en el caso de


que hubiera un escándalo grave, como por ejemplo que alguien haya
dejado a su esposo o esposa precisamente con la intención abierta de
casarse con la persona en cuestión.
Algunos oficiarán en la ceremonia matrimonial de un divorciado o
divorciada pero lo harán en forma privada y discreta. Muchos le piden a
la persona que explique en privado las circunstancias de su divorcio y
toman su decisión basándose en sus convicciones sobre el asunto.
El pastor debe ser consciente de que puede tener problemas en
cualquier caso. Por ejemplo, algunos hermanos se ofenderían si casa un
divorciado. Otros podrían hasta ofenderse con más intensidad si deja de
casar a un familiar a quién consideran una víctima por haber sido
traicionado por su cónyuge en un adulterio escandaloso. Los
sentimientos humanos son muy fuertes.
Es por eso que el pastor debe tener su propia teología del
matrimonio, tener en cuenta los sentimientos de su congregación y no
caer en contradicciones. Si tiene su propias normas, éstas deben ser
claras y aplicadas consistentemente. La congregación respeta a un pastor
que tiene convicciones y que vive lo que cree.

Normas de la Iglesia

Es posible que la iglesia adopte normas específicas en relación con el en


parte para ahorrarle dificultades al pastor. Tal vez no tanto en aspectos
teológicos ya que no existe uniformidad entre los pastores bautistas pero
sí en cuanto a asuntos como el uso del espacio, las fechas, el costo del
uso del edificio, los servicios del conserje y el pastor, quiénes pueden
oficiar o no ceremonias matrimoniales y asuntos relacionados. Un caso
frecuente es no saber que hacer en cuanto a la persona que cantará o
tocará los instrumentos musicales. Algunos iglesias exigen que se utilice
los servicios de su propio organista y de sus solistas. El caso contrario es
más frecuente ya que puede haber cierta flexibilidad. Lo que puede hacer
o no el fotógrafo es una cuestión bastante controversial en algunos
ambientes. En ciertas iglesias no se le permite tomar fotografías durante
la ceremonia. Los arreglos florales merecen alguna atención. De todas
maneras, resulta útil preparar un folleto con todos esos detalles.
OCASIONES ESPECIALES 127

Ceremonia matrimonial

No se involucre demasiado en los planes detallados de la Ceremonia.


Por supuesto que en algunos casos el pastor tiene que ocuparse de todo
pero sería conveniente que otra persona se encargue de la explicación y
cumplimiento de las normas de la iglesia, dejándole al pastor las
cuestiones de la ceremonia en sí misma.
Tome en serio la consejería prematrimonial. En otras palabras,
reúnase con los novios, hábleles del matrimonio, permítales que expresen
sus puntos de vista. Es hasta probable que después de una sesión se den
cuenta que el matrimonio no es ni siquiera recomendable aunque no
exista impedimento bíblico para el mismo. En una ocasión le tuvimos
que recomendar a dos jóvenes que no se casaran. La muchacha tenía
apenas 16 años y no tenía la menor idea de lo que era un matrimonio y de
asunto ' s tan esenciales como la cocina y la limpieza. Le sugerimos, que
esperaran un tiempo y se prepararan mejor. Además ninguno de los dos
estaba ' trabajando. Ese fue un caso realmente dramático por la de falta
de preparación. No había problemas morales ni religiosos de por medio,
pero sí existían obstáculos prácticamente insalvables para una unión
saludable y aceptable.
Ofrezca la mejor información posible a los novios. No solamente en
cuanto a la ceremonia sino en cuanto al matrimonio, las relaciones
conyugales y situaciones prácticas. Por supuesto que la especialidad del
ministro es la exposición de las enseñanzas bíblicas pero no se olvide de
los aspectos prácticos.
Dirija el ensayo. Es decir, a no ser lo que le corresponda a la persona
designada, usted es el que debe tomar decisiones, aunque siempre
escuchando las sugerencias de los novios, a quienes debe complacer en
lo que sea posible, pero sin quebrantar las reglas. Esta es la oportunidad
propicia para recordarle a los novios acerca del permiso legal que les
permite contraer matrimonio. A veces uno lo menciona en el período de
consejo prematrimonial pero se les olvida. El ensayo sería la última
oportunidad suya para evitar verse en una situación embarazosa.
También cerciórese de que todos han entendido lo que se espera de ellos
en la ceremonia. Es mejor ensayar dos veces la misma noche antes que
hacerlo todo de prisa y equivocarse en la ceremonia.
Puntualidad y calma como oficiante. Llegue temprano a la boda, si
128 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

es posible media hora antes. Espere con calma porque las demoras se
producen. Y mantenga esa calma durante la ceremonia, pueden come-
terse errores o presenciarse despliegues inesperados o excesivos de
emoción. El ministro no puede emocionarse o disgustarse. Habrá tiempo
para aclarar cualquier asunto, pero mientras se desarrolla la ceremonia, la
serenidad y naturalidad deben prevalecer dentro de lo solemne de la
ocasión.
Participe en la recepción. Algunos ministros encontrarán difícil
hacerlo, sobre todo si tienen niños muy pequeños y ese viernes o sábado
necesitan estar con familia. Todo eso debe entenderse. Pero en caso de
que sea posible asistir a la recepción es conveniente para estrechar
vínculos con los creyentes y conocer personas que pudieran ganarse para
Cristo. Pero si sucede lo inesperado, quebrantando lo que se le ha
explicado a los cristianos acerca de la conducta del creyente en una fiesta
de esa naturaleza, el pastor debe evitar permanecer mucho rato. Me
refiero a casos en los que, sorpresivamente, el pastor se encuentra con un
festín pagano en vez de una recepción basada en principios cristianos.
Otro asunto es el siguiente: si por cuestiones familiares usted no puede
asistir a la recepción, no asista a las de otras personas porque pudiera
haber susceptibilidades heridas.
Visitas pastorales a los recién casados. Por supuesto no lo haga en
los días inmediatamente posteriores la luna de miel. Pero pasado un
tiempo prudencia¡ es conveniente demostrar interés mediante una visita
pastoral.

Ética de bodas

Además de lo que ya hemos mencionado debe evitarse los roces con


otros pastores. Si en una iglesia no se quiere casar a una pareja por una
razón determinada, debe ponerse en contacto con su colega y si usted
decide celebrar la ceremonia será porque no existen problemas que creen
fricciones entre hermanos e iglesias. Si alguno de los contrayentes es
miembro de otra iglesia de la misma denominación, el pastor debe hacer
contacto con el otro pastor.
Algunos pastores resuelven esto de la siguiente manera: solo casan a
miembros de su misma iglesia y punto. No creemos en imponer, ni
siquiera en recomendar esa norma, pero entendemos que evita infinidad
OCASIONES ESPECIALES 129

de problemas. Piense bien lo que desea hacer en estos casos.

Dedicación de un edificio

Los edificios Son instrumentos, la iglesia no depende de ellos como lo


hace del poder de Dios y de la comunión entre los creyentes. Pero juegan
un gran papel. El dedicar tiempo a la dedicación de un edificio no
contradice el espíritu del evangelio. Por lo tanto puede tenerse un culto
especial para tal celebración. Nos limitamos a incluir una lista de
sugerencias que nos parecen apropiadas.
Incluya a los antiguos pastores y líderes. Deben ser reconocidos o
tomar parte en la ceremonia.
Aproveche e invitar personalidades y periodistas a los que resulta
dificil conseguir para otras actividades.
Utilice a un fotógrafo. Es una ocasión histórica para la iglesia.
Prepare un programa atractivo. Este debe ser impreso en forma
aceptable para ser distribuido entre los presentes. Incluya un bosquejo
con la historia de la congregación.
Reconozca a los que han contribuido en forma especial a la
construcción o renovación del edificio.
El programa pudiera incluir un banquete y siempre debe hacerse un
gira por el edificio y el terreno para enseñarlo a los presentes.
Busque pasajes bíblicos apropiados como Ex. 35-40; 2 S. 7:12-13; 1
R. 5-8.
El sermón debe tener relación con lo que se celebra 0 con el
crecimiento y edificación de la congregación. Busque un buen
predicador, esta es una ocasión poco frecuente y habrá muchos visitantes
Nombre un comité que se ocupe de la preparación material para un
acontecimiento tan significativo. No lo haga todo , pero no deje de
supervisar lo que se hace.

Aniversario de la iglesia

Si su iglesia ha funcionado por espacio de veinte años Y usted no lo


recuerda vívidamente a los fieles y a la comunidad, estará dejando de
utilizar una gran oportunidad. Algunos lo hacen anualmente, otros cada
lustro o década. En cualquier caso, vale la pena. Unas cuantas
sugerencias pudieran ayudar.
130 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

Fije una fecha adecuada. Muchas veces no se puede celebrar el día


exacto en que se constituyó la iglesia. Muchos prefieren hacerlo un
sábado de esa semana. El asunto es no alejarse mucho de la fecha
original.
Forme un comité histórico. Es bueno tener un grupo de trabajo que
redacte la historia y guarde la información.
El comité de celebraciones es indispensable. De esa forma el trabajo
no recae únicamente sobre el pastor.
Recuerde algún personaje importante cada vez que haya
celebración. Puede ser el fundador, alguno de los primeros diáconos, un
misionero. Siempre debe hacerse un énfasishist6rico. Pero no olvide de
mencionar siempre a algunas figuras claves. Así evitará el herir
susceptibilidades.
No olvide los aspectos denominacionales. Siempre hay que
reconocer la ayuda y participación de funcionarios denominacionales.
Los bautistas constituimos una denominación y cada esfuerzo local tiene
vínculos con el trabajo total. de la obra bautista.
Consiga algún reconocimiento oficial. En muchas ciudades
proclaman "El día de la iglesia tal" por decisión del Consejo Municipal.
Eso estimula a los hermanos y les hace sentirse bien.

Ordenación de diáconos

Ordenar quiere decir "separar", implicando el "separar" a alguien para un


trabajo específico. No hay nada mágico o místico en la ordenación, pero
tiene su importancia. Es una ceremonia pública en la que se reconoce
algo que ha sucedido, el llamamiento divino a una persona que ha sido
aceptada como siervo de Dios por la iglesia. Tenga en cuenta sugerencias
aplicables a toda ceremonia pública y actividad especial y además piense
en lo siguiente.

El momento apropiado

Un diácono debe ser ordenado antes de iniciar su trabajo o al terminar un


período de prueba. Un domingo por la noche es excelente pero si usted
quiere tener pastores y diáconos de otras iglesias será mejor pensar en un
sábado en la tarde para que los que tienen que predicar al día siguiente no
tengan de qué quejarse y asistan con gusto.
OCASIONES ESPECIALES 131

Los participantes

La congregación le impuso las manos a los "siete" que son considerados


generalmente como los primeros diáconos (Hch. 6:6). Algunas iglesias
permiten a todos los hermanos que les impongan las manos pero la
costumbre más generalizada es utilizar a los diáconos y pastores
ordenados presentes. Es bueno utilizar a los de la iglesia local pero
invitar a los de otras iglesias para darle mayor relevancia al acto.

El concilio de ordenación

Si los diáconos pasaron por un período de prueba ya se llevó a cabo el


proceso de hacerle preguntas sobre el cargo, la Biblia y su testimonio. En
caso de que se les ordene por haber sido elegidos como tales, un concilio
de ordenación puede celebrarse la semana anterior o en una fecha
adecuada y anterior al acto.

El culto de ordenación

Culmina con la imposición de manos y debe ser organizado teniendo en


cuenta lo que se está haciendo.
é La música, las lecturas bíblicas, el sermón, tienen que estar
íntimamente relacionados con el diaconado.
é El predicador debe referirse al tema.
é Invite a los directores de misiones asociacionales y otros
misioneros. La denominación tiene que ver con todo. Merece
participar.
é Otros diáconos pudieran dar testimonios inspiradores.
é La familia del nuevo diácono debe ser reconocida y se debe sentar
frente a la congregación para que les conozcan bien.

Ordenación de pastores

Casi todo lo anterior se aplica a la ordenación de pastores. Pero recuerde


que en la de éstos hay ciertas peculiaridades que deben tenerse en cuenta.

El concilio de ordenación

Debe ofrecer un informe a la iglesia acerca del examen realizado al


candidato. Esto se aplica a los diáconos pero en el caso del pastor es
prácticamente imperativo.
132 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

El culto de ordenación

é Se deben predicar dos sermones: uno con los "cargos" al


candidato, es decir, explicándole sus obligaciones y otro a la
congregación, recordándoles a ellos la importancia del pastor y los
deberes que la congregación contrae con este. Debe invitarse a
pastores o misioneros para tener a su cargo cada uno de estos
sermones.
é Es costumbre presentarle una Biblia al nuevo ministro. La entrega
de un certificado de ordenación también es parte de la tradición.
Esto se aplica al caso del diácono pero es prácticamente imperativo
en el caso del pastor.
é Se puede invitar al nuevo ministro a terminar el culto en oración.
é Invitar al mayor número de pastores e iglesias es muy importante
para el nuevo ministro y su reconocimiento ya que no trabajará
solamente con una iglesia local. Necesita ser conocido y aceptado
por un número más grande de iglesias y creyentes para establecer
sus credenciales ministeriales.
é La iglesia debe entender que aunque tiene la oportunidad de
organizar y dirigir la ceremonia de ordenación, le corresponde
también tener en cuenta el futuro del nuevo pastor. El examen debe
incluir a ministros respetados, debe tenerse en cuenta la asociación
local y la denominación en una forma muy especial.

Actividades especiales

En verdad, no podemos afirmar que exista un "secreto" para la


preparación de actividades especiales. Pero sí hay algo que se le parece.
Las actividades especiales, todas ellas, requieren varios elementos que si
se tienen en cuenta nos pueden ayudar a hacer un trabajo efectivo. Se nos
ocurre una especie de "secreto" a voces expresado mediante cinco
palabras: planificación, delegación, unidad, variedad y publicidad.

é Planificación. No dejarlo todo para el último momento.


é Delegación. Buscar las personas indicadas para ocuparse de los
detalles.
é Unidad. Esto quiere decir concentrarse en el tema principal. Si se
trata de una ordenación no dedicarle mucho tiempo a los
reconocimientos. Si estamos reconociendo a una persona no
intentar ofrecer un concierto de Navidad porque la fecha se
aproxime.
OCASIONES ESPECIALES 133

é Variedad. A veces celebramos un aniversario de la misma manera.


Es necesario ofrecerle elementos diferentes y atractivos a una
misma congregación. Una liturgia repetitiva deteriora la calidad de
la adoración. Actos especiales que no tienen nada de especial
mejor es no celebrarlos.
é Publicidad. Lo que es especial debe aprovecharse para extender el
radio de influencia de la iglesia.
CAPITULO 11

RELACIONES DENOMINACIONALES

Un pastor debe considerar la cooperación


como un privilegio y un deber. Los
bautistas han funcionado precisamente
gradas a ella. Nuestro sistema de gobierno
excluye cualquier otro método de realizar
el trabajo en conjunto. Es únicamente
mediante la cooperación voluntaria que
podemos llevar a cabo nuestra obra misionera. No tenemos un sistema
jerárquico, ni estructuras eclesiásticas internacionales que impongan
sobre nosotros el peso o la obligación de realizar ésta y aquella labor.
Simplemente preferimos cooperar. De esta manera nos hemos extendido
por toda la tierra. Algo simplemente increíble si se tiene en cuenta
nuestra falta de centralización.

Cooperación bíblica

El apóstol Pablo declaró en una ocasión: "M Dios, pues, suplirá todo lo
que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Fil.
4:19). El pastor se enfrentará a su trabajo con algún grado de frustración
a menos que se acoja a ésta y otras promesas de Dios. Las muchas
demandas que se le harán le revelarán sus propias limitaciones, por lo
tanto tendrá que confiar en la suficiencia de Dios.
Es en ese contexto que Pablo agradeció a los filipenses su
compañerismo en el evangelio (Fil. 1:5). Cada pastor está relacionado
con otros cristianos mediante la comunión del evangelio. La base de esa
asociación es nuestra fe en Jesucristo. El beneficio de la misma es la
multiplicación de los dones en el ministerio. El resultado es nuestro
RELACIONES DENOMINACIONALES 135

esfuerzo colectivo de compartir a Cristo con cada persona que vive en


este mundo. De no ser así seríamos incapaces de llevar a cabo la labor
que el Señor nos ha encomendado. Una especie de red de relaciones
personales es la que hace posible que los cristianos cooperemos.
Los pastores hispanos tenemos mucho que aprender del espíritu
cooperativo de la denominación. Es cierto que existen iglesias
independientes. Algunos han escogido ese camino y sirven al Señor. En
realidad todas las iglesias bautistas son y deben ser independientes. Pero
no pueden independizarse de Dios y de los hermanos'. Es necesario,
cooperar con la causa divina y con los hermanos que trabajan por ella.
No existe el "pastor independiente". Si somos lobos solitarios o
"robinsones modernos" no podemos ser pastores en el sentido más
estricto.
Si usted deja de utilizar los recursos que la denominación, es decir,
los hermanos que trabajan cooperativamente, ponen a su disposición,
usted no está sirviendo adecuadamente a su denominad6n. Los está
privando, teológicamente hablando, de la "comunión de los santos". Y en
la práctica los está separando de una fuente considerable de apoyo.
La falta de espacio nos impide discutir en detalle la cooperación
entre creyentes. Ese es un tema amplio y complicado. Mencionaremos
algunos aspectos prácticos que tienen relación con los recursos
denominacionales.

Asociación bautista

Una de las fuentes más ricas de cooperación, y tal vez la más cercana que
encuentra un pastor en su ministerio es la asociación local. El principio
que sostiene la obra asociacional tiene fundamentos bíblicos y
teológicos. Históricamente se trata de la más temprana forma de
cooperación entre los bautistas. Además, la asociación ha jugado un
papel fundamental en la historia de los bautistas.

Significado de la asociación

Una asociación bautista es una comunión que se gobierna a sí misma y


que está integrada por iglesias autónomas que comparten una fe común y
están activas en la obra misionera realizada en conjunto. La naturaleza de
la asociación la determinan en realidad sus integrantes, es decir, las
iglesias. En realidad la componen iglesias, pero son los pastores quienes
136 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

en gran parte determinan la Política de las asociaciones.

Funciones de la asociación

De la siguiente manera se entiende el trabajo de la asociación de iglesias


bautistas:
é Comunión. Conferencias ministeriales, grupos de Compañerismo
entre otras cosas.
é Gobierno. La asociación es gobernada mediante las decisiones que
toman la sesión anual y las juntas ejecutivas, celebradas con
regularidad.
é Trabajo misionero, ministerios pastorales, escuelas dominicales,
discipulado, música, Unión Varonil, Unión Femenil Misionera,
evangelismo, mayordomía, misiones Y organizaciones similares.
é Servicios administrativos. Sus oficiales son generalmente el
moderador, vice-moderador, secretario y tesorero, así como los
miembros de los diversos comités.
é El personal y sus servicios. El director de misiones o director
ejecutivo, las secretarias, los directores de departamentos de
misiones en idiomas, educación religiosa, trabajo social, desarrollo
de iglesias y cualquier otro que la asociación considere necesario.
é El propósito de la asociación está directamente relacionado con el
propósito divinamente inspirado de las iglesias. Ese propósito es
compartir el evangelio de Cristo con el mundo entero y llenar las
necesidades humanas en nombre de Jesús. La comisión que el
Señor nos entregó es una misión que la iglesia local, por ella sola,
no puede cumplir.
é Las iglesias hacen su impacto en la asociación al elegir al miembro
que, junto con el pastor, servirán en la junta ejecutiva de la
asociación y al seleccionar a los hermanos que servirán como
mensajeros en la sesión anual.
El pastor de una iglesia local tiene también importancia en el trabajo
asociacional, pues, además de servir en la junta ejecutiva puede ser
elegido como miembro de comités e incluso servir como uno de los
oficiales generales de la asociación.
RELACIONES DENOMINACIONALES 137

é Los comités que funcionan en la mayoría de nuestras iglesias,


existen también en el nivel asociacional. Nos referimos 1 comités
como los de finanzas, nominaciones y otros. Los comités de tipo
administrativo y de misiones juegan un papel, importante en la
asociación. De la misma manera que en la iglesia tenemos ciertos
departamentos, la asociación cuenta con ellos. El propósito es
ayudar a la iglesia local, sus comités y sus departamentos, a
realizar el trabajo del Señor.
é Además de poner a las iglesias en contacto con las convenciones
estatales y nacional, la asociación ofrece orientación, información
y materiales. Es ella la que generalmente ayuda a las iglesias sin
pastor y a los pastores sin iglesia. Es un canal apropiado para que
el ministro conozca a otros siervos de Dios y se compenetre con
otras iglesias, una de las cuales pudiera llamarle en un momento
dado.
é Las asociaciones organizan talleres, seminarios, programas
misioneros conjuntos, hacen solicitudes de ayuda para iglesias que
necesitan apoyo financiero, realizan reuniones conjuntas que
permiten a los cristianos conocerse. juegan un papel especial en el
funcionamiento de campamentos de jóvenes y de tipo familiar. La
lista es larga. Es lástima que algunos pastores hispanos no estén
aprovechando los recursos asociacionales y no se preparen para
servir como oficiales generales o miembros de sus comités.

Director de misiones

Uno de los mejores recursos de la asociación es el director de misiones,


el cual, junto con sus asociados a cargo de misiones en idiomas y de
otros departamentos puede significar mucho para el trabajo de la iglesia
local. Es un promotor de misiones, un administrador, un vínculo entre
pastores e iglesias.
Idealmente, el director de misiones pudiera ser un pastor para los
pastores. Sucede que los que pastorean las iglesias no tienen a alguien en
quien confiar para sus problemas. El director de misiones pudiera llegar a
ser esa persona. Pudieran desarrollarse relaciones muy amistosas y
estrechas que permitan al pastor beneficiarse del director de misiones.
Sugerencias para mejorar nuestra participación asociacional:
138 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

é Ser miembros activos de la junta ejecutiva


é Dirigir a la iglesia para que elija la persona más capaz y dispuesta
como miembro de esa junta.
é Asistir y apoyar las reuniones del compañerismo de pastores.
é Elegir y entrenar a las personas para que puedan llegar a ser
buenos mensajeros de la iglesia en las sesiones anuales.
é Tratar de conseguir el mayor apoyo financiero para la asociación
por parte de su, iglesia.
é Dar a conocer todas las actividades de la asociación en su iglesia.
é Apelar a sus miembros para que se beneficien de los talleres,
seminarios, campamentos y otras oportunidades de entrenamiento.
é Animar a los miembros claves de su iglesia para que ocupen
cargos asociacionales.
é Ser un amigo y colega del director de misiones.
é Mantener una actitud positiva hacia la asociación. No la critique
sino trate de mejorarla.

Convención estatal

Además de la asociación, contamos con los recursos de la convención del


estado. Una serie de personas con gran capacidad- sirven en los
departamentos de la convención del estado. Los mismos departamentos y
comités de la iglesia funcionan a nivel estatal. Se realizan reuniones y
programas de adiestramiento cuya utilidad nunca puede ser exagerada.
Aunque no todas las convenciones estatales tienen la misma estructura,
en lineamientos generales se parecen.
Mencionaremos algunos aspectos de su ministerio que son
significativamente valiosos. Algunos se llaman departamentos, otros son
considerados como "divisiones". Entre ellos se encuentran los de
administración de iglesias, evangelismo, relaciones entre pastor e iglesia,
programas, educación cristiana, misiones cooperativas, campamentos y
asambleas, instituciones de cuidado y beneficencia, comisiones de acción
cristiana. Además, las convenciones publican algún tipo de revista o
periódico, disfrutan de los servicios de un equipo profesional de trabajo,
celebran convenciones anuales y cuentan con el liderazgo que ofrece un
comité ejecutivo. Todos los años publican un anuario que pone al día a
RELACIONES DENOMINACIONALES 139

las iglesias, pastores y miembros acerca del trabajo, el personal y los


recursos disponibles. La convención anual es un recurso indispensable
para el pastor.

Convención nacional

Cuando pensamos, por ejemplo, en la Convención Bautista del Sur de


Estados Unidos pensamos en dos cosas. Primero, en una reunión anual
donde se reúnen miles y miles de mensajeros elegidos por las iglesias
que cooperan en el trabajo. Segundo, pensamos en una vasta
organización que de día en día se ocupa de infinidad de aspectos del
trabajo.
El propósito de la convención es ofrecer a los bautistas una
organización general que promueva las misiones cristianas, dentro y
fuera del país, oportunidades de educación cristiana, actividades de
beneficencia y servicio social y otros aspectos del ministerio.
Los oficiales generales de la Convención Bautista del Sur son el
presidente, primer vicepresidente, segundo vicepresidente, secretario de
actas, secretario de inscripciones o "de registro" y tesorero. La
convención elige un Comité Ejecutivo que lo componen el presidente y
el secretario de actas, así como la presidente de la Unión Femenil
Misionera y un miembro de cada estado que coopera en la convención.
El comité ejecutivo realiza funciones fiduciarias, fiscales y ejecutivas, a
no ser en los aspectos que ya están cubiertos por otras juntas y agencias
de la convención.

Agencias de la Convención Bautista del Sur:

é Junta de Misiones Extranjeras


é Junta de Misiones Nacionales o domésticas.
é Junta de Escuelas Dominicales
é Junta de Jubilación y Pensiones (Annuity Board)

Instituciones:

é Seminario Teológico Bautista del Sur


é Seminario Teológico Bautista del Suroeste
é Seminario Teológico Bautista de New Orleans
é Seminario Teológico Bautista Golden Gate
é Seminario Teológico Bautista del Medio Oeste
140 EL PASTOR EN LA IGLESIA DE HOY

é Seminario Teológico Bautista del Sureste


é Fundación Bautista del Sur.

Comisiones:

é Comisión de Educación
é Comisi6 n Bautista del Sur para el Seminario Teológico Bautista
Americano.
é Comisión de Vida Cristiana.
é Comisión de Radio y Televisión.
é Comisión Histórica
é Comisión de la Unión Varonil
é Comisión de Mayordomía.

Organización auxiliar

De enorme importancia es la Unión Femenil Misionera que juega un


papel especial en la obra.
Administración de estas organizaciones y agencias. La
administración de estas organizaciones y agencias está en manos de
juntas de síndicos o fideicomisarios elegidos por la convención. Además,
la convención tiene una serie de comités como el de Relaciones o
Asuntos Públicos, Orden, Calendario Denominacional y otros.
Financiamiento. Las finanzas de la convención proceden de los
fondos del Plan Cooperativo. Por medio de éste, cada iglesia envía un
porcentaje de sus ofrendas a la convención estatal Cada convención
estatal envía un porcentaje al Comité Ejecutivo de la Convención
Bautista del Sur, el cual administra los fondos.
Dos aclaraciones. Las resoluciones de la Convención Bautista del
Sur, así como las de las convenciones estatales y las de las asociaciones
no obligan a las iglesias. Ellas expresan simplemente el consenso de los
presentes y afectan solamente a las agencias que trabajan bajo su control
directo, no a las iglesias locales que son totalmente autónomas.
Cada agencia convencional realiza una función de ministerio e
información que es de valor incalculable. Se publican revistas que
permiten conocer lo que sucede. El Anuario que se publica es
fundamental para conocer los recursos disponibles y estar al tanto sobre
los informe y el desarrollo de nuestra convención. Si no nos
beneficiamos debidamente es en gran parte, porque no aprovechamos lo
que está disponible.
RELACIONES DENOMINACIONALES 141

Alianza Bautista Mundial

Cada cinco años, los mensajeros de convenciones nacionales, uniones y


grupos bautistas del mundo entero se reúnen para celebrar las sesiones de
la Alianza Bautista Mundial, la cual, desde 1905, sirve de vínculo entre
los bautistas del mundo. La Alianza Bautista Mundial es el canal
mediante el cual estamos en contacto con los bautistas de otras partes del
universo, cooperamos a nivel internacional y podemos enfrentarnos a
problemas que requieren una participación mucho más estrecha entre las
convenciones, uniones y asociaciones bautistas del planeta.

Conclusión

Los pastores bautistas tenemos grandes privilegios. Uno de ellos, el


principal, es servir al Señor. Otro es, sin duda, el haber sido honrados por
una iglesia que nos consideró dignos y -capaces de ser su pastor. Pero
también tenemos el privilegio de pertenecer a la asociación local, la
convención estatal y la Convención Bautista del Sur. Por lo tanto,
cooperemos con gozo y aprovechemos todas las oportunidades
disponibles.
CAPITULO 12

CONCLUSIÓN

Este libro ha tomado con gusto el reto de


darle algunas ideas comprehensivas a los
pastores hispanos con el nobilísimo
propósito de que sus ministerios sean más
eficaces y fructíferos. Creemos que lo
hemos logrado dentro de los límites de
espacio que se nos han fijado. El pastor
que se interese y ponga en práctica lo que le sugerimos tendrá el gozo de
hacer que su ministerio le deje, un buen saldo de satisfacción en su
ministerio por los buenos resultados que de seguro va a alcanzar.
Terminamos este libro sobre el pastor y la iglesia de hoy, con unas
palabras acerca de la ética. No en forma de estudio bíblico o académico
acerca de la materia sino como una sencilla invitación a reflexionar sobre
la misma.
Preocupa ahora saber cuál es nuestra actitud hacia otros pastores e
iglesias y nuestra conducta como colegas. El pastor bautista no es una
persona aislada. No debe serlo. Trabaja en conjunto. Por lo tanto, debe
estar consciente que sus acciones afectan a los demás.
Un pastor de finales del siglo XX o de principios del siglo XXI será
necesariamente una persona afectada por el concepto de la "aldea global"
elaborado por los sociólogos contemporáneos sobre todo por el
canadiense Marshall McLuhan. Lo que sucede en China afecta a los
habitantes de California. Lo que acontece en una iglesia bautista de la
Florida repercute sobre hermanos bautistas del Medio Oriente. Lo que
está pasando en la iglesia local afectará a una congregación situada a
unas pocas millas o aun a muchas millas de allí.
CONCLUSIÓN 143

El pastor debe tener un alto sentido de la ética. Debe ser leal a su


denominación, respetuoso de las otras organizaciones cristianas, firme en
sus convicciones, tolerante con las interpretaciones de otros hermanos.
Debe cultivar las mejores relaciones con sus colegas, llamarles cuando
sus miembros empiezan a visitar frecuentemente, advertirles de
situaciones conflictivas para evitar que se produzcan, compartir con ellos
nuestras diferencias en amor y espíritu fraternal. ¡Cuántos problemas se
hubieran resuelto con una llamada telefónica o una visita! A veces, por
ganar un nuevo miembro ' caemos en el pecado del proselitismo señalado
por el mismo Jesús. No es cuestión de ganar un alma sino una cifra
adicional para un informe. Ojalá esa no sea nuestra motivación.
Cultivemos buenos amigos en el ministerio por medio de la
consideración y el respeto que los demás colegas nos merecen. Ganemos
almas en un mundo Heno de pecadores que al arrepentirse serán
restaurados y hechos nuevos por la gracia de Dios.
Participemos gustosos como ministros del evangelio asumiendo las
urgentes responsabilidades de nuestra asociación local, convención
estatal y nacional, e incluso de nuestra denominación en todo su
programa. Esto tiene dos facetas: una ética y la otra práctica. Debemos
ser bautistas en feliz y generosa cooperación con los bautistas, y
aprovechemos la oportunidad de utilizar la infinidad de recursos que el
Señor ha puesto en manos de los bautistas. Nuestra oración es: ¡Que este
libro sea una contribución a ampliar la cooperación y el buen espíritu
entre los pastores bautistas para realizar un ministerio que fielmente se
esfuerza en ganar al mundo para Cristo!
EL CURSO DE ESTUDIO DE LA IGLESIA
El curso de Estudio de la Iglesia es un sistema educacional de los bautis-
tas del sur de cursos breves para adultos y jóvenes combinado con un
sistema de reconocimiento, archivos e informes. Más de quinientos
cursos están disponibles en veintitrés áreas de estudios. Se da crédito por
cada curso completado. Estos créditos se pueden aplicar a uno o más de
125 planes de diplomas en el sistema de reconocimiento.
Detalles completos del sistema del Curso de Estudios de la Iglesia
están disponibles, los diplomas ofrecidos, y los requerimientos de los
diplomas se encuentran en el Catálogo del Curso de Estudios de la
Iglesia en el Catálogo de Materiales de la Iglesia, sección de curso de
estudios. Los materiales del Curso de Estudios de la Iglesia se pueden
obtener en las librerías bautistas.

Como Pedir Crédito por este Curso


El crédito se puede obtener en dos maneras.

1. Estudio en Grupo. Lea el libro y asista a las sesiones del grupo.


Si está ausente por más de una sesión, complete las actividades
de aprendizaje personal por el material perdido.
2. Estudio Individual. Lea el libro y complete las actividades de
aprendizaje personal. El trabajo escrito debe ser sometido al líder
indicado de la iglesia.

Para Pedir Crédito

La petición de crédito se puede hacer por medio de la planilla 725, del


curso de Estudios de la Iglesia, la cual debe enviar a la Oficina de
Reconocimientos, junta de Escuelas Dominicales, 127 Ninth Avenue,
North, Nashville, TN 37234. La planilla en la siguiente página se puede
usar para pedir crédito.
En la Oficina de Reconocimientos se guarda información sobre los
créditos obtenidos. Dentro de los tres meses siguientes de completar un
curso, una copia del certificado de estudio será enviado a la iglesia para
ser distribuido.
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