Migracion y Multiculturalidad.
Migracion y Multiculturalidad.
Migracion y Multiculturalidad.
PROGRAMA DE DERECHO
UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO
NEIVA - HUILA
2021
Migración y Multiculturalismo, la Paradoja del “Otro”
1. Revisión jurisprudencial
SENTENCIA ANÁLISIS
Sentencia T-465/12
● Para la Corte, el principio de diversidad e integridad personal no es
simplemente una declaración retórica, sino que constituye una proyección,
en el plano jurídico, del carácter democrático, participativo y pluralista de
la república colombiana y obedece a "la aceptación de la alteridad ligada a
la aceptación de la multiplicidad de formas de vida y sistemas de
comprensión del mundo diferentes de los de la cultura occidental.”
● La Constitución Política permite al individuo definir su identidad con base
en sus diferencias específicas y en valores étnicos y culturales concretos, y
no conforme a un concepto abstracto y general de ciudadanía, como el
definido por los Estados liberales unitarios y monoculturales. Lo anterior
traduce un afán válido por adaptar el derecho a las realidades sociales, a
fin de satisfacer las necesidades de reconocimiento de aquellos grupos que
se caracterizan por ser diferentes en cuestiones de raza, o cultura. Esta
concepción ha permitido comprender que “la diversidad cultural está
relacionada con las representaciones de vida y concepciones del mundo
que la mayoría de las veces no son sincrónicas con las costumbres
dominantes o el arquetipo mayoritario en la organización política, social,
económica, productiva o incluso de religión, raza, lengua, etc. Lo cual
refuerza la necesidad de protección del Estado sobre la base de la
protección a la multiculturalidad y a las minorías. Así, esta debe ser vista
como un elemento intrínseco a la persona que la define como ser humano
y como miembro de una comunidad.
Sentencia T-387/20
● Uno de los grandes cambios que trajo consigo la Carta Política de 1991 fue
el reconocimiento y la exaltación de la diversidad, aceptando saberes
distintos y formas de vivir y sentir radicalmente diversas. Es por ello que,
ante la tentación recurrente de imponer un único modelo válido de cultura,
asociado a los valores y principios de la mayoría, la jurisprudencia ha
reiterado que la Constitución “rechaza posturas universalistas y de
asimilación de la diferencia, basadas en la homogeneidad en la
comprensión de los derechos”. De esa forma, el Estado colombiano se
descubre como un conjunto de grupos heterogéneos “que valora
positivamente esa diferencia y la considera un bien susceptible de
protección constitucional”. Desde esta perspectiva, las contradicciones que
surgen en el seno de la comunidad no son asumidas como una carga o un
obstáculo a superar, sino “como síntoma de fortaleza de una sociedad
democrática y participativa.”
● La diversidad se manifiesta de múltiples maneras, desde el lenguaje y las
tradiciones, hasta la forma misma en que una comunidad decide
organizarse económica, social y jurídicamente. En particular, el artículo
246 Superior reconoce la potestad de las “autoridades de los pueblos
indígenas” para ejercer “funciones jurisdiccionales” en el marco de la
Carta Política y las leyes de la República; lo que también encuentra
respaldo en el bloque de constitucionalidad.
● Este reconocimiento tiene el propósito de hacer efectiva la igualdad dentro
de la diversidad y el pluralismo (cultural y jurídico), en lo que ha sido
denominada como una “Constitución multicultural.” El artículo 246
también encomendó al Congreso de la República establecer la
coordinación de esta especial jurisdicción con el sistema judicial nacional.
Sin embargo, la expedición de dicha ley ha resultado particularmente
difícil, y ello obedece en buena medida a que el concepto mismo de
pluralismo implica que “las comunidades indígenas tienen formas muy
distintas de concebir el derecho, y su contacto con el derecho no indígena
es más o menos amplio, así como las influencias que los órdenes jurídicos
proyectan entre sí.”
Sentencia C-948/14
● Desde la Constitución de 1991, el ordenamiento jurídico colombiano
reconoció el carácter pluralista del Estado, lo que comprende el
reconocimiento de la pluralidad de etnias, culturas, corrientes políticas y
sociales que conviven el país, así como el conjunto de orientaciones
religiosas existentes, las cuales son admitidas, reconocidas y respetadas
por el Estado. La Carta contiene, en ese marco, un conjunto de
disposiciones que “excluyen cualquier forma de confesionalismo y
consagran la plena libertad religiosa y el tratamiento igualitario de todas
las confesiones religiosas”.
● A partir de la definición del Estado como social y democrático de
Derecho, pluriétnico y multicultural, se comienza a “construir el
complejo normativo en relación con la neutralidad del Estado en materia
religiosa; el cual viene a ser complementado con la garantía de la
libertad de cultos, de conciencia y pensamiento (artículos 18, 19 y 20
CP), conjunto que, en definitiva, va orientado a asegurar la
materialización del reconocimiento de un Estado pluralista, de la
coexistencia igualitaria y la autonomía de las distintas confesiones
religiosas”.
Sentencia T-113/09
● “Una sociedad multicultural y pluriétnica puede ser liberal siempre
que sea capaz de respetar la diversidad, especialmente al tratar a
aquellos que son distintos y siempre que pueda ofrecer
salvaguardias adecuadas para los derechos fundamentales. Es
importante recordar que como sujeto colectivo un pueblo indígena
no tiene derecho a la vida y a la integridad. La legitimación de la
supervivencia cultural es un desafío: el Estado impulsa, por medio
de sus instituciones, el desarrollo y ejecución de las políticas
públicas orientadas a legitimar y fortalecer la creciente demanda de
los grupos étnicos por hacer valer su derecho a la existencia cultural
alterna, debilitando la imposición de la cultura hegemónica. El
conflicto se presenta porque hay quienes no comparten como
culturalmente equiparable las distintividad que presentan estas
sociedades.”
● La jurisprudencia constitucional ha avalado y efectuado
excepciones multiculturales a normas que rigen para la generalidad
de los colombianos, las cuales ha denominado ‘excepción por
diversidad etnocultural’. Así lo ha hecho en materia carcelaria,
penal,o de representación política. Los criterios en los cuales se
fundan tales excepciones son desarrollo de los mandatos
constitucionales relativos a la identidad cultural de tales grupos
humanos que la Constitución ordena proteger de manera
privilegiada, a la garantía y al respeto de la cultura, las tradiciones y
las costumbres de las comunidades indígenas y, en general, a la
valoración de la importancia del principio de diversidad cultural. Lo
anterior se sigue de los mandatos contemplados en los artículos 7 y
70 de la Constitución Política, es decir, al deber que tiene el Estado
de reconocer y proteger la diversidad cultural y, adicionalmente, de
promover los valores culturales que son fundamento de la
nacionalidad.
Sentencia T-425/2014
● De otra parte, en el artículo titulado “Dos paradojas del multiculturalismo
Colombiano: la espacialización de la diferencia indígena y su aislamiento
político”, se destacó que “una de las lecciones más importantes de los
cabildos urbanos es su constante lucha por construir su lugar en la
ciudad, por imaginar nuevas formas de espacialidad indígena que no
conlleven la creación de un resguardo rural. Son muchos los lugares que
se imaginan los grupos étnicos, y por ahora coexisten diversos proyectos,
como la creación de nuevas malocas en la ciudad, la adquisición de fincas
aledañas a esta, la compra de casas para las sedes políticas de los
cabildos y para otras iniciativas, como los jardines escolares indígenas, la
conformación de barrios indígenas y hasta la construcción de un centro
comercial indígena en la ciudad. Estas nuevas formas de espacialización
de la diferencia se disputan abiertamente con una única versión de los
espacios indígenas y de sus significados, promulgada en forma explícita
en el ejercicio de los arreglos multiculturales en Colombia”.
● A partir de lo anterior, se puede concluir que la relación de los pueblos
indígenas con su herencia cultural no se pierde ni se limita al factor
territorial específico, como un resguardo, pues esta se encuentra en su
identidad étnica, asunto que se evidencia en los indígenas urbanos. Por
esta razón, la efectividad de los derechos a la diversidad étnica y cultural
de las comunidades étnicas, exige adoptar medidas que impidan someter a
aquéllas a una asimilación forzada o a la destrucción de su cultura, lo que
lleva a propender por el respeto al derecho a la identidad étnica y cultural,
entendida como la “facultad de todo grupo indígena y de sus miembros,
de formar parte de un determinado patrimonio cultural tangible o
intangible, y de no ser forzado a pertenecer a uno diferente o a ser
asimilado por uno distinto.”
Sentencia C-053/99
● “La Constitución ha establecido como uno de los fines del Estado la
protección de la riqueza cultural de la nación, entre cuyas manifestaciones
se encuentran las diversas lenguas utilizadas en el territorio nacional. La
libertad de cátedra exige del docente que, en todo caso, tenga capacidad de
expresarse en el idioma oficial. En las regiones del país que cuentan con
una identidad lingüística propia, reconocida como oficial, se desarrollan
los fines del Estado - proteger la riqueza cultural - cuando se exige al
maestro que no ignore el uso de la lengua local. Ello no le impide
establecer autónomamente los contenidos de su cátedra. Por el contrario,
garantiza que su misión educadora sea eficaz y cumpla su propósito. La
caracterización de Colombia como una comunidad multicultural impone al
sistema educativo el deber de garantizar la continuidad y la identidad de
las manifestaciones culturales propias. Nada más lejano a este objetivo que
excusar al educador de comprender el lenguaje propio de la comunidad.”
Sentencia C-737/05
● “La Carta Política de 1991, estableció como un derecho fundamental el
reconocimiento y especial protección que merece la diversidad étnica y
cultural en el país, vista la pluralidad de pueblos indígenas que habitan en
el territorio nacional. Estas comunidades minoritarias no sólo gozan de
una especial protección en los términos del artículo 7° de la Constitución,
sino que además cuentan con otras normas que como el artículo 8°
establece la obligación del Estado de proteger la riqueza cultural de la
Nación; el artículo 9° señala la importancia de la autodeterminación de los
pueblos; el artículo 68 se refiere en su inciso quinto al respeto a la
identidad en materia educativa; el artículo 70 hace expreso señalamiento
al especial respeto e igualdad de las diferentes culturas que existen en el
país y de la importancia de la promoción en la investigación de la ciencia
y la difusión de todos los valores culturales, y el artículo 72, señala la
especial protección que merece el patrimonio arqueológico del país.
“Artículo 6º.
Sentencia T-601/11 ● “El carácter multicultural de la Constitución de 1991, sugiere que frente a
un conflicto constitucional entre garantías de las comunidades indígenas y
de la sociedad mayoritaria, en abstracto aquellas gozan de una dimensión
de peso mayor, en punto de la maximización de la autonomía. Solamente
resultan admisibles restricciones a la autonomía indígena, cuando sea
necesario salvaguardar un interés de superior jerarquía o sean las menos
gravosas para la autonomía que se les reconoce a los pueblos indígenas.”
Sentencia T-359/15 ● “En virtud del principio fundamental del pluralismo, así como del
multiculturalismo (Artículo 7 de la C.P.), las costumbres y usos ancestrales
de las minorías étnicas son objeto de protección en el orden constitucional
colombiano, lo que impide que factores como la prelación temporal, la
inexistencia de exigencias respecto de las comunidades indígenas sin
territorio en el momento en que se inició la explotación o el cumplimiento
de los requisitos legales que el ordenamiento exige para la explotación de
hidrocarburos en un determinado espacio geográfico, sean argumentos que
justifiquen desconocer los mandatos constitucionales que protegen el
medio ambiente y la diversidad étnica y cultural. Más aún cuando estos
preceptos constitucionales han sido reafirmados por instrumentos
internacionales, como el Convenio 169 de 1989 de la OIT.”
Sentencia C-832/11 ● “Se estableció que ni el Estado ni los particulares están autorizados
jurídicamente para imponer patrones estéticos excluyentes, mucho menos
en los establecimientos educativos. El fundamento de esta regla es que la
tolerancia y el respeto por la diferencia rigen el proceso de enseñanza y
aprendizaje en un modelo de Estado Social de Derecho que optó por la
defensa de la pluralidad y del multiculturalismo. Adicionalmente, se
precisó que la facultad que tienen los establecimientos educativos para
definir el Manual de Convivencia encuentra sus bases y sus límites en el
texto constitucional.”
Sentencia T-067/17
● “La Corte ha afirmado que: “El enfoque diferencial como desarrollo del
principio de igualdad, en tanto trata diferencialmente a sujetos desiguales,
busca proteger a las personas que se encuentren en circunstancias de
vulnerabilidad o de debilidad manifiesta, de manera que se logre una
verdadera igualdad real y efectiva, con los principios de equidad,
participación social e inclusión. Dentro del enfoque diferencial, se
encuentra el enfoque étnico, el cual tiene que ver con la diversidad étnica y
cultural, de tal manera que teniendo en cuenta las particularidades
especiales que caracterizan a determinados grupos étnicos y el
multiculturalismo, se brinde una protección diferenciada basada en dichas
situaciones específicas de vulnerabilidad, que en el caso de las
comunidades étnicas, como lo son las comunidades indígenas, afro,
negras, palanqueras, raizales y Rom, se remontan a asimetrías históricas.
Dicho principio, permite visibilizar las vulnerabilidades y vulneraciones
específicas de grupos e individuos, por lo que partiendo del
reconocimiento focalizado de la diferencia se pretenden garantizar los
principios de igualdad, diversidad y equidad.”
Sentencia T- 098/14 ● “La Constitución de 1991 elevó al rango de principios fundantes del
Estado el pluralismo y la participación, y dispuso el reconocimiento y
protección de la diversidad étnica y cultural, proclamando que todas las
culturas merecen igual respeto. Admitiendo la composición multicultural
del país, y la discriminación histórica a la que habían sido sometidos
algunos grupos sociales en razón de su etnia, raza y cultura, el Estado se
descubre como un conjunto de grupos sociales culturalmente diferentes,
que valora positivamente esa diferencia, y la considera un bien susceptible
de protección constitucional.”
Análisis Legal
A partir del reconocimiento constitucional de un Estado Multicultural, tal como se señaló en
la Carta Magna de 1991 se comenzaron a gestar leyes importantes que desarrollan estos
derechos de las comunidades y minorías étnicas.
Por supuesto, se debe mencionar en primer lugar la ley 21 de 1991 que ratifica en Colombia
el Convenio 169 de la OIT, el cual desde un contexto internacional que hace parte del bloque
de constitucionalidad, reconocen los derechos de las comunidades indígenas, de manera tal
que en caso de violaciones a nivel interno de sus disposiciones, se puede tomar acción
jurisdiccional a fin de aplicar justicia y hacerlas respetar.
Por otra parte, en relación con la etnoeducación, se hizo una notable consagración normativa,
en la Ley 115 de Febrero 8 de 1994, en el que señala en el artículo 56 que la educación en los
grupos étnicos está orientada por los principios y fines generales de la educación y tiene en
cuenta además los criterios de integralidad, interculturalidad, diversidad lingüística,
participación comunitaria, flexibilidad y progresividad. Tiene como finalidad afianzar los
procesos de identidad, conocimiento, socialización, protección y uso adecuado de la
naturaleza, sistemas y prácticas comunitarias de organización, uso de las lenguas vernáculas,
formación docente e investigación en todos los ámbitos de la cultura.
En resumen, se puede hablar de los siguientes avances en la legislación Colombiana: La Ley
24 de 1992 y la Ley 201 de 1995, las cuales definieron respectivamente las funciones del
Defensor del Pueblo y del Procurador General de la Nación, y les asignaron la
responsabilidad de garantizar el respeto de los derechos y las libertades de las minorías
étnicas.
Por su parte, La Ley 60 de 1993 (posteriormente sustituida por la Ley 715 de 2001) previó la
transferencia de recursos nacionales a los resguardos indígenas. La Ley 100 de 1993
(orientada hacia la creación de un sistema nacional de seguridad social integral) y
posteriormente la Ley 115 de 1993 (o Ley General de Educación), que se había mencionado
en líneas anteriores, permitieron a las comunidades indígenas beneficiarse de una cobertura
respetuosa de sus particularismos culturales en materia de salud y de educación, y les
cedieron la administración de sus propios sistemas médicos y educativos.
A su vez, la Ley 270 de 1996 reconoció la validez de la justicia indígena, aunque no llegó a
implementarse. Por último, los decretos 1952 y 1953 de 2014, confirman el principio de la
autonomía territorial, política, presupuestal, educativa y sanitaria, reivindicada con insistencia
por las comunidades indígenas en las últimas décadas. (Laurent, 2018)
2. Biblioteca UAN
● González Ulloa Aguirre, Pablo Armando. El Multiculturalismo. 2008. Web.
● Ansuátegui Roig, F. J. Derechos Fundamentales, Valores Y Multiculturalismo. 2006. Web.
● Berman, Eloisa. Multiculturalismo Y Reconocimiento étnico. 2012. Web.