El documento resume los conceptos clave de la motivación inconsciente según Sigmund Freud. Explica que el inconsciente está compuesto por pensamientos, sentimientos y deseos ocultos que influyen en el comportamiento aunque la persona no sea consciente de ello. También describe las técnicas que Freud utilizó como el análisis de sueños e hipnosis para acceder al inconsciente y comprender las motivaciones subyacentes.
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El documento resume los conceptos clave de la motivación inconsciente según Sigmund Freud. Explica que el inconsciente está compuesto por pensamientos, sentimientos y deseos ocultos que influyen en el comportamiento aunque la persona no sea consciente de ello. También describe las técnicas que Freud utilizó como el análisis de sueños e hipnosis para acceder al inconsciente y comprender las motivaciones subyacentes.
El documento resume los conceptos clave de la motivación inconsciente según Sigmund Freud. Explica que el inconsciente está compuesto por pensamientos, sentimientos y deseos ocultos que influyen en el comportamiento aunque la persona no sea consciente de ello. También describe las técnicas que Freud utilizó como el análisis de sueños e hipnosis para acceder al inconsciente y comprender las motivaciones subyacentes.
El documento resume los conceptos clave de la motivación inconsciente según Sigmund Freud. Explica que el inconsciente está compuesto por pensamientos, sentimientos y deseos ocultos que influyen en el comportamiento aunque la persona no sea consciente de ello. También describe las técnicas que Freud utilizó como el análisis de sueños e hipnosis para acceder al inconsciente y comprender las motivaciones subyacentes.
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Introducción:
En el siguiente ensayo se estará tratando el tema de la motivación
inconsciente que se encuentra en el capítulo #14 del libro de motivación y emoción jonhmarshall Reeve y se estarán resaltando sus puntos más importantes y hablando detalladamente del tema.
Desarrollo:
El inconsciente argumenta que existen pensamientos, sentimientos y deseos a nivel inconsciente. Así, debido a que la vida mental inconsciente afecta la conducta, es posible que las personas se comporten de maneras inexplicables plicables, incluso para sí mismas. el inconsciente está oculto tanto de la conciencia privada como de la observación pública.
Como sabemos el comportamiento está determinado por la combinación de las fuerzas conscientes e inconscientes. Éstas pueden actuar de forma ingeniosa de modo que las acciones de la persona parezcan comprensibles y racionales, como si la conciencia por sí sola determinara el comportamiento. El interés particular de Freud, como clínico, estaba en los casos en que las fuerzas del consciente y del inconsciente estuvieran en conflicto.
Muchos de los pacientes de Freud tenían síntomas físicos que no podían atribuirse a ninguna causa orgánica. Influido por su estudio de la hipnosis con Charcot, Freud argumentó que los casos de histeria de conversión representan el impacto de las fuerzas inconscientes sobre el cuerpo y que producen los síntomas físicos de parálisis, mutismo, sordera, ceguera, tics u otros trastornos parecidos a las enfermedades físicas.
Freud creía que el individuo debía expresar deseos e impulsos inconscientes poderosos, aunque en forma disfrazada. Por lo tanto, el inconsciente es un fenómeno oculto que no se puede conocer de manera directa, pero que se puede inferir únicamente a partir de sus manifestaciones indirectas.
En la creencia de que el inconsciente constituía el proceso primario mientras que el consciente de proceso secundario, Freud y sus colegas exploraron los contenidos y procesos del inconsciente en una diversidad de maneras, incluyendo hipnosis, asociaciones libres, análisis de sueños, humorismo, pruebas proyectivas, actos fallidos y lapsus verbales, y los mal llamados accidentes. La hipnosis es una técnica natural y eficaz para acceder a la mente subconsciente. Sirve para liberar el potencial, cambiar hábitos y comportamientos no deseados y encontrar soluciones a problemas y preocupaciones. Algunos usos como calmar a una persona requieren un cambio mínimo por parte del individuo.
El psicoanálisis es determinista en cuanto a que sostiene que la causa final de la motivación y la conducta surge a partir de impulsos biológicamente heredados y socialmente adquiridos que determinan nuestros deseos, pensamientos, sentimientos y conductas, nos guste o no. Además, el psicoanálisis es determinista en cuanto a que la personalidad sufre pocos cambios después de la pubertad. Así, muchos de los impulsos motivacionales de un adulto se pueden rastrear a sucesos ocurridos durante su infancia.
Freud consideraba que la motivación estaba regulada por fuerzas biológicas ins- tigadas por pulsiones. El cuerpo humano se consideraba como un sistema complejo de energía organizado para el propósito de aumentar y disminuir sus energías por medio de la conducta. Algunas conductas aumentaban la energía corporal como lo son comer y respirar, mientras que otras conductas gastaban energía como trabajar y jugar. En cierta parte esta energía corporal era energía mental.
La primera clase de instintos que son los instintos de vida son los más fáciles de definir. Los instintos de Eros sustentan la vida y aseguran la supervivencia individual y colectiva de la especie y la segunda clase de instintos Tánatos, son los instintos de muerte que impulsa al individuo hacia el descanso, la inactividad y la conservación de la energía. La ausencia de cualquier alteración corporal se podía lograr sólo a través de un descanso absoluto, que era la muerte. Como principio motivacional sustituto, el sexo y la agresión se conceptúan como deseos psicológicos, más que como pulsiones fisiológicas.
La meta de la terapia psicoanalítica siempre ha sido comprender las actividades confusas del inconsciente y así liberar al yo para enfrentarse con la realidad. A fin de hacerlo, los terapeutas psicodinámicos contemporáneos se enfocan cada vez más en las fuerzas cognitivas e interpersonales y cada vez menos en las fuerzas biológicas e intrapersonales.
Para Freud, las tensiones cotidianas continuamente se acumulaban en el inconsciente y se liberaban en los sueños. Debido a que los sueños liberan las tensiones in conscientes, éstos proporcionaban la oportunidad de acceder a la esencia anhelante del inconsciente. Suponiendo que la persona pudiera recordar sus sueños, el análisis de un sueño se iniciaba pidiendo al individuo que contara la trama de éste y finalizaba con la interpretación que el terapeuta hacía del significado subyacente del sueño.
La motivación implícita se refiere a todos los motivos, emociones, actitudes y juicios que operan fuera de la conciencia activa de la persona y que de manera fun- damental se diferencian de los autoinformes de motivos, emociones, actitudes y juicios.
Freud imaginaba el inconsciente como un departamento atestado y al consciente como una recepción para prepararse a salir al mundo público. La represión es el guardia de seguridad que verifica la cédula de identidad de cada pensamiento para juzgar su idoneidad para expresarse. Debido a que muchas motivaciones residen en el inconsciente, es evidente que las personas no tienen conciencia de sus propias motivaciones. Además, hacen hasta lo imposible por permanecer ignorantes de estas motivaciones; esto lo hacen porque no toleran saber cosas acerca de sí mismos que puedan contradecir su opi- nión propia o la opinión de los demás.
La capacidad de detener un pensamiento se encuentra más allá de la mente humana. Nadie puede detener un pensamiento; en lugar de ello, las personas intentan suprimirlo una vez que ya ha ocurrido. La supresión es el proceso de extirpar un pensamiento en formas conscientes, intencionadas y deliberadas.
Conclusión: Para concluir cabe mencionar que el inconsciente está compuesto por elementos racionales y emocionales que permanecen reprimidos por tener un significado problemático para la mente consciente. No obstante como decía freud aquí se acumulan todas las experiencias vividas y olvidadas a lo largo de nuestra vida y podemos encontrar la justificación de los pensamientos, sentimientos, emociones, deseos y placeres para los que no encontramos una explicación consciente. Es la capa más profunda de la mente y se identifica en gran medida con el ello. Con todo, parte del súper yo. También puede incluirse en el inconsciente en la medida en que no siempre el sujeto es consciente de sus propias valoraciones morales y de la actuación de dichas valoraciones en su vida mental y su conducta.
Para alcanzar a comprender al inconsciente y su manera de operar, necesitamos recurrir al proceso de represión, que se puede definir como la exclusión o anulación de experiencias vividas en contra de nuestra voluntad. En general, la represión puede convertirse en un muro infranqueable para que lleguen consciente deseos, ideas o recuerdos dolorosos que amenacen nuestra existencia organizada. De esta manera comprenderíamos tal proceso.