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C 634 15

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Sentencia C-634/15

(Bogotá D.C., 7 de octubre de 2015)

TRAMITE POSTERIOR AL CONTROL PREVIO DE


CONSTITUCIONALIDAD DE LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL
DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD-Cumplimiento de trámite de
sanción y promulgación

PROYECTO DE LEY ESTATUTARIA-Trámite en legislatura parlamentaria

PROYECTO DE LEY ESTATUTARIA-Trámite de revisión de


constitucionalidad a sanción presidencial

PROYECTO DE LEY ESTATUTARIA-Control constitucional automático,


previo, integral y participativo

LEY ESTATUTARIA-Carácter definitivo de revisión judicial de la Corte


Constitucional

PROYECTO DE LEY ESTATUTARIA-Revisión de constitucionalidad

LEY ESTATUTARIA-Término para objetar o sancionar

FORMULACION DE OBJECIONES POR INCONVENIENCIA-


Atribución constitucional del Presidente

OBJECIONES POR INCONVENIENCIA-Mecanismo de control político


legítimo que ejerce el Presidente respecto del Legislador

LEYES-Término para promulgación

PROYECTO DE LEY-Sanción

PROYECTO DE LEY ESTATUTARIA Y OBJECIONES POR


INCONVENIENCIA-Términos para sancionar

PRESIDENTE DE LA REPUBLICA-Pérdida de competencia para sancionar


leyes/PRESIDENTE DEL CONGRESO-Sanción y promulgación de leyes
cuando Presidente de la República pierde la competencia

LEY ESTATUTARIA-Plazo para sancionar es preclusivo y no meramente


facultativo

PRESIDENTE DE LA REPUBLICA-Se configura vicio formal cuando no


sanciona ley estatutaria en los términos establecidos en la Constitución
Cuando el Presidente de la República no sanciona la ley estatutaria en los términos
establecidos en la Constitución, se configura un vicio formal, ya que carecería de
competencia para la sanción una vez transcurridos los términos que establece el
artículo 166 Superior. En esos casos, la Ley no será declarada inexequible por la
pérdida de competencia del Presidente de la República para sancionar la ley, pues
dicha irregularidad podrá ser subsanada por el Congreso, cuyo Presidente pasa a
ser la autoridad constitucionalmente habilitada para sancionarla y promulgarla,
según el artículo 168 constitucional. La norma constitucional citada -art. 168-
radica en el Presidente de la Rama Legislativa tal competencia, tras haberse
formado la voluntad legislativa y efectuado el control de constitucionalidad previo.

DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD-Inexistencia de defectos en


trámite posterior al control de constitucionalidad

LEYES-Términos para objetar, sancionar y promulgar no se cuentan desde la


notificación de sentencia de la Corte Constitucional

DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD-No se presentó sanción


extemporánea de Ley 1751 de 2015 por parte del Presidente de la República

SANCION DE LEY ESTATUTARIA-Reglas

Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley 1751 de


2015 “por medio de la cual se regula el derecho fundamental
a la salud”.
Referencia: Expediente D-10675.

Actor: Franky Urrego Ortiz.

Magistrado Ponente: MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO.

I. ANTECEDENTES.

1. Texto normativo demandado (objeto de revisión).

El ciudadano Franky Urrego Ortiz, en ejercicio de la acción pública de


inconstitucionalidad prevista en el artículo 241-4 de la Constitución Política, formuló
demanda de inconstitucionalidad, contra la Ley 1751 de 2015 “por medio de la cual
se regula el derecho fundamental a la salud”, el texto de la mencionada Ley es el
siguiente, es el siguiente:

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LEY ESTATUTARIA 1751 DE 2015
(Febrero 16)
POR MEDIO DE LA CUAL SE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA
SALUD Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES.
EL CONGRESO DE COLOMBIA
DECRETA:

CAPITULO I
Objeto, elementos esenciales, principios, derechos y deberes

Artículo 1°. Objeto. La presente ley tiene por objeto garantizar el derecho
fundamental a la salud, regularlo y establecer sus mecanismos de protección.

Artículo 2°. Naturaleza y contenido del derecho fundamental a la salud. El


derecho fundamental a la salud es autónomo e irrenunciable en lo individual y en lo
colectivo.
Comprende el acceso a los servicios de salud de manera oportuna, eficaz y con
calidad para la preservación, el mejoramiento y la promoción de la salud. El Estado
adoptará políticas para asegurar la igualdad de trato y oportunidades en el acceso a
las actividades de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y
paliación para todas las personas. De conformidad con el artículo 49 de la
Constitución Política, su prestación como servicio público esencial obligatorio, se
ejecuta bajo la indelegable dirección, supervisión, organización, regulación,
coordinación y control del Estado.

Artículo 3°. Ámbito de aplicación. La presente ley se aplica a todos los agentes,
usuarios y demás que intervengan de manera directa o indirecta, en la garantía del
derecho fundamental a la salud.

Artículo 4°. Definición de Sistema de Salud. Es el conjunto articulado y armónico


de principios y normas; políticas públicas; instituciones; competencias y
procedimientos; facultades, obligaciones, derechos y deberes; financiamiento;
controles; información y evaluación, que el Estado disponga para la garantía y
materialización del derecho fundamental de la salud.

Artículo 5°. Obligaciones del Estado. El Estado es responsable de respetar, proteger


y garantizar el goce efectivo del derecho fundamental a la salud; para ello deberá:

a) Abstenerse de afectar directa o indirectamente en el disfrute del derecho


fundamental a la salud, de adoptar decisiones que lleven al deterioro de la salud de la
población y de realizar cualquier acción u omisión que pueda resultar en un daño en
la salud de las personas;
b) Formular y adoptar políticas de salud dirigidas a garantizar el goce efectivo del
derecho en igualdad de trato y oportunidades para toda la población, asegurando para
ello la coordinación armónica de las acciones de todos los agentes del Sistema;

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c) Formular y adoptar políticas que propendan por la promoción de la salud,
prevención y atención de la enfermedad y rehabilitación de sus secuelas, mediante
acciones colectivas e individuales;
d) Establecer mecanismos para evitar la violación del derecho fundamental a la salud
y determinar su régimen sancionatorio;
e) Ejercer una adecuada inspección, vigilancia y control mediante un órgano y/o las
entidades especializadas que se determinen para el efecto;
f) Velar por el cumplimiento de los principios del derecho fundamental a la salud en
todo el territorio nacional, según las necesidades de salud de la población;
g) Realizar el seguimiento continuo de la evolución de las condiciones de salud de la
población a lo largo del ciclo de vida de las personas;
h) Realizar evaluaciones sobre los resultados de goce efectivo del derecho
fundamental a la salud, en función de sus principios y sobre la forma como el Sistema
avanza de manera razonable y progresiva en la garantía al derecho fundamental de
salud;
i) Adoptar la regulación y las políticas indispensables para financiar de manera
sostenible los servicios de salud y garantizar el flujo de los recursos para atender de
manera oportuna y suficiente las necesidades en salud de la población;
j) Intervenir el mercado de medicamentos, dispositivos médicos e insumos en salud
con el fin de optimizar su utilización, evitar las inequidades en el acceso, asegurar la
calidad de los mismos o en general cuando pueda derivarse una grave afectación de la
prestación del servicio.

Artículo 6°. Elementos y principios del derecho fundamental a la salud. El derecho


fundamental a la salud incluye los siguientes elementos esenciales e
interrelacionados:
a) Disponibilidad. El Estado deberá garantizar la existencia de servicios y
tecnologías e instituciones de salud, así como de programas de salud y personal
médico y profesional competente;
b) Aceptabilidad. Los diferentes agentes del sistema deberán ser respetuosos de la
ética médica así como de las diversas culturas de las personas, minorías étnicas,
pueblos y comunidades, respetando sus particularidades socioculturales y
cosmovisión de la salud, permitiendo su participación en las decisiones del sistema de
salud que le afecten, de conformidad con el artículo 12 de la presente ley y responder
adecuadamente a las necesidades de salud relacionadas con el género y el ciclo de
vida. Los establecimientos deberán prestar los servicios para mejorar el estado de
salud de las personas dentro del respeto a la confidencialidad;
c) Accesibilidad. Los servicios y tecnologías de salud deben ser accesibles a todos,
en condiciones de igualdad, dentro del respeto a las especificidades de los diversos
grupos vulnerables y al pluralismo cultural. La accesibilidad comprende la no
discriminación, la accesibilidad física, la asequibilidad económica y el acceso a la
información;
d) Calidad e idoneidad profesional. Los establecimientos, servicios y tecnologías de
salud deberán estar centrados en el usuario, ser apropiados desde el punto de vista
médico y técnico y responder a estándares de calidad aceptados por las comunidades
científicas. Ello requiere, entre otros, personal de la salud adecuadamente
competente, enriquecida con educación continua e investigación científica y una

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evaluación oportuna de la calidad de los servicios y tecnologías ofrecidos.
Así mismo, el derecho fundamental a la salud comporta los siguientes principios:
a) Universalidad. Los residentes en el territorio colombiano gozarán efectivamente
del derecho fundamental a la salud en todas las etapas de la vida;
b) Pro homine. Las autoridades y demás actores del sistema de salud, adoptarán la
interpretación de las normas vigentes que sea más favorable a la protección del
derecho fundamental a la salud de las personas;
c) Equidad. El Estado debe adoptar políticas públicas dirigidas específicamente al
mejoramiento de la salud de personas de escasos recursos, de los grupos vulnerables
y de los sujetos de especial protección;
d) Continuidad. Las personas tienen derecho a recibir los servicios de salud de
manera continua. Una vez la provisión de un servicio ha sido iniciada, este no podrá
ser interrumpido por razones administrativas o económicas;
e) Oportunidad. La prestación de los servicios y tecnologías de salud deben
proveerse sin dilaciones;
f) Prevalencia de derechos. El Estado debe implementar medidas concretas y
específicas para garantizar la atención integral a niñas, niños y adolescentes. En
cumplimiento de sus derechos prevalentes establecidos por la Constitución Política.
Dichas medidas se formularán por ciclos vitales: prenatal hasta seis (6) años, de los
(7) a los catorce (14) años, y de los quince (15) a los dieciocho (18) años;
g) Progresividad del derecho. El Estado promoverá la correspondiente ampliación
gradual y continua del acceso a los servicios y tecnologías de salud, la mejora en su
prestación, la ampliación de capacidad instalada del sistema de salud y el
mejoramiento del talento humano, así como la reducción gradual y continua de
barreras culturales, económicas, geográficas, administrativas y tecnológicas que
impidan el goce efectivo del derecho fundamental a la salud;
h) Libre elección. Las personas tienen la libertad de elegir sus entidades de salud
dentro de la oferta disponible según las normas de habilitación;
i) Sostenibilidad. El Estado dispondrá, por los medios que la ley estime apropiados,
los recursos necesarios y suficientes para asegurar progresivamente el goce efectivo
del derecho fundamental a la salud, de conformidad con las normas constitucionales
de sostenibilidad fiscal;
j) Solidaridad. El sistema está basado en el mutuo apoyo entre las personas,
generaciones, los sectores económicos, las regiones y las comunidades;
k) Eficiencia. El sistema de salud debe procurar por la mejor utilización social y
económica de los recursos, servicios y tecnologías disponibles para garantizar el
derecho a la salud de toda la población;
l) Interculturalidad. Es el respeto por las diferencias culturales existentes en el país
y en el ámbito global, así como el esfuerzo deliberado por construir mecanismos que
integren tales diferencias en la salud, en las condiciones de vida y en los servicios de
atención integral de las enfermedades, a partir del reconocimiento de los saberes,
prácticas y medios tradicionales, alternativos y complementarios para la recuperación
de la salud en el ámbito global;
m) Protección a los pueblos indígenas. Para los pueblos indígenas el Estado
reconoce y garantiza el derecho fundamental a la salud integral, entendida según sus
propias cosmovisiones y conceptos, que se desarrolla en el Sistema Indígena de Salud
Propio e Intercultural (SISPI);

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n) Protección pueblos y comunidades indígenas, ROM y negras,
afrocolombianas, raizales y palanqueras. Para los pueblos y comunidades
indígenas, ROM y negras, afrocolombianas, raizales y palanqueras, se garantizará el
derecho a la salud como fundamental y se aplicará de manera concertada con ellos,
respetando sus costumbres.
Parágrafo. Los principios enunciados en este artículo se deberán interpretar de
manera armónica sin privilegiar alguno de ellos sobre los demás. Lo anterior no obsta
para que sean adoptadas acciones afirmativas en beneficio de sujetos de especial
protección constitucional como la promoción del interés superior de las niñas, niños y
mujeres en estado de embarazo y personas de escasos recursos, grupos vulnerables y
sujetos de especial protección.
Artículo 7°. Evaluación anual de los indicadores del goce efectivo. El Ministerio
de Salud y Protección Social divulgará evaluaciones anuales sobre los resultados de
goce efectivo del derecho fundamental a la salud, en función de los elementos
esenciales de accesibilidad, disponibilidad, aceptabilidad y calidad.
Con base en los resultados de dicha evaluación se deberán diseñar e implementar
políticas públicas tendientes a mejorar las condiciones de salud de la población.
El informe sobre la evolución de los indicadores de goce efectivo del derecho
fundamental a la salud deberá ser presentado a todos los agentes del sistema.
Artículo 8°. La integralidad. Los servicios y tecnologías de salud deberán ser
suministrados de manera completa para prevenir, paliar o curar la enfermedad, con
independencia del origen de la enfermedad o condición de salud, del sistema de
provisión, cubrimiento o financiación definido por el legislador. No podrá
fragmentarse la responsabilidad en la prestación de un servicio de salud específico en
desmedro de la salud del usuario.
En los casos en los que exista duda sobre el alcance de un servicio o tecnología de
salud cubierto por el Estado, se entenderá que este comprende todos los elementos
esenciales para lograr su objetivo médico respecto de la necesidad específica de salud
diagnosticada.
Artículo 9°. Determinantes sociales de salud. Es deber del Estado adoptar políticas
públicas dirigidas a lograr la reducción de las desigualdades de los determinantes
sociales de la salud que incidan en el goce efectivo del derecho a la salud, promover
el mejoramiento de la salud, prevenir la enfermedad y elevar el nivel de la calidad de
vida. Estas políticas estarán ' orientadas principalmente al logro de la equidad en
salud.
El legislador creará los mecanismos que permitan identificar situaciones o políticas
de otros sectores que tienen un impacto directo en los resultados en salud y
determinará los procesos para que las autoridades del sector salud participen en la
toma de decisiones conducentes al mejoramiento de dichos resultados.
Parágrafo. Se entiende por determinantes sociales de salud aquellos factores que
determinan la aparición de la enfermedad, tales como los sociales, económicos,
culturales, nutricionales, ambientales, ocupacionales, habitacionales, de educación y
de acceso a los servicios públicos, los cuales serán financiados con recursos
diferentes a los destinados al cubrimiento de los servicios y tecnologías de salud.
Artículo 10. Derechos y deberes de las personas, relacionados con la prestación
del servicio de salud. Las personas tienen los siguientes derechos relacionados con la
prestación del servicio de salud:

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a) A acceder a los servicios y tecnologías de salud, que le garanticen una atención
integral, oportuna y de alta calidad;
b) Recibir la atención de urgencias que sea requerida con la oportunidad que su
condición amerite sin que sea exigible documento o cancelación de pago previo
alguno;
c) A mantener una comunicación plena, permanente, expresa y clara con el
profesional de la salud tratante;
d) A obtener una información clara, apropiada y suficiente por parte del profesional
de la salud tratante que le permita tomar decisiones libres, conscientes e informadas
respecto de los procedimientos que le vayan a practicar y riesgos de los mismos.
Ninguna persona podrá ser obligada, contra su voluntad, a recibir tratamiento de
salud;
e) A recibir prestaciones de salud en las condiciones y términos consagrados en la
ley;
f) A recibir un trato digno, respetando sus creencias y costumbres, así como las
opiniones personales que tengan sobre los procedimientos;
g) A que la historia clínica sea tratada de manera confidencial y reservada y que
únicamente pueda ser conocida por terceros, previa autorización del paciente o en los
casos previstos en la ley, y a poder consultar la totalidad de su historia clínica en
forma gratuita y a obtener copia de la misma;
h) A que se le preste durante todo el proceso de la enfermedad, asistencia de calidad
por trabajadores de la salud debidamente capacitados y autorizados para ejercer;
i) A la provisión y acceso oportuno a las tecnologías y a los medicamentos
requeridos;
j) A recibir los servicios de salud en condiciones de higiene, seguridad y respeto a su
intimidad;
k) A la intimidad. Se garantiza la confidencialidad de toda información que sea
suministrada en el ámbito del acceso a los servicios de salud y de las condiciones de
salud y enfermedad de la persona, sin perjuicio de la posibilidad de acceso a la misma
por los familiares en los eventos autorizados por la ley o las autoridades en las
condiciones que esta determine;
l) A recibir información sobre los canales formales para presentar reclamaciones,
quejas, sugerencias y en general, para comunicarse con la administración de las
instituciones, así como a recibir una respuesta por escrito;
m) A solicitar y recibir explicaciones o rendición de cuentas acerca de los costos por
los tratamientos de salud recibidos;
n) A que se le respete la voluntad de aceptación o negación de la donación de sus
órganos de conformidad con la ley;
o) A no ser sometido en ningún caso a tratos crueles o inhumanos que afecten su
dignidad, ni a ser obligados a soportar sufrimiento evitable, ni obligados a padecer
enfermedades que pueden recibir tratamiento;
p) A que no se trasladen las cargas administrativas y burocráticas que les corresponde
asumir a los encargados o intervinientes en la prestación del servicio;
q) Agotar las posibilidades de tratamiento para la superación de su enfermedad.
Son deberes de las personas relacionados con el servicio de salud, los siguientes:
a) Propender por su autocuidado, el de su familia y el de su comunidad;

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b) Atender oportunamente las recomendaciones formuladas en los programas de
promoción y prevención;
c) Actuar de manera solidaria ante las situaciones que pongan en peligro la vida o la
salud de las personas;
d) Respetar al personal responsable de la prestación y administración de los servicios
salud;
e) Usar adecuada y racionalmente las prestaciones ofrecidas, así como los recursos
del sistema;
f) Cumplir las normas del sistema de salud;
g) Actuar de buena fe frente al sistema de salud;
h) Suministrar de manera oportuna y suficiente la información que se requiera para
efectos del servicio;
i) Contribuir solidariamente al financiamiento de los gastos que demande la atención
en salud y la seguridad social en salud, de acuerdo con su capacidad de pago
Parágrafo 1°. Los efectos del incumplimiento de estos deberes solo podrán ser
determinados por el legislador. En ningún caso su incumplimiento podrá ser invocado
para impedir o restringir el acceso oportuno a servicios de salud requeridos. En
ningún caso su incumplimiento podrá ser invocado para impedir o restringir el acceso
oportuno a servicios de salud requeridos.
Parágrafo 2°. El Estado deberá definir las políticas necesarias para promover el
cumplimiento de los deberes de las personas, sin perjuicio de lo establecido en el
parágrafo 1°.
Artículo 11. Sujetos de especial protección. La atención de niños, niñas y
adolescentes, mujeres en estado de embarazo, desplazados, víctimas de violencia y
del conflicto armado, la población adulta mayor, personas que sufren de
enfermedades huérfanas y personas en condición de discapacidad, gozarán de
especial protección por parte del Estado. Su atención en salud no estará limitada por
ningún tipo de restricción administrativa o económica. Las instituciones que hagan
parte del sector salud deberán definir procesos de atención intersectoriales e
interdisciplinarios que le garanticen las mejores condiciones de atención.
En el caso de las mujeres en estado de embarazo, se adoptarán medidas para
garantizar el acceso a los servicios de salud que requieren durante el embarazo y con
posterioridad al mismo y para garantizar que puedan ejercer sus derechos
fundamentales en el marco del acceso a servicios de salud.
Parágrafo 1° Las víctimas de cualquier tipo de violencia sexual tienen derecho a
acceder de manera prioritaria a los tratamientos sicológicos y siquiátricos que
requieran.
Parágrafo 2°. En el caso de las personas víctimas de la violencia y del conflicto
armado, el Estado desarrollará el programa de atención psicosocial y salud integral a
las víctimas de que trata el artículo 137 de la Ley 1448 de 2011.

CAPÍTULO II

Garantía y mecanismos de protección del derecho fundamental a la salud

Artículo 12. Participación en las decisiones del sistema de salud. El derecho


fundamental a la salud comprende el derecho de las personas a participar en las

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decisiones adoptadas por los agentes del sistema de salud que la afectan o interesan.
Este derecho incluye:
a) Participar en la formulación de la política de salud así como en los planes para su
implementación;
b) Participar en las instancias de deliberación, veeduría y seguimiento del Sistema;
c) Participar en los programas de promoción y prevención que sean establecidos;
d) Participar en las decisiones de inclusión o exclusión de servicios y tecnologías;
e) Participar en los procesos de definición de prioridades de salud;
f) Participar en decisiones que puedan significar una limitación o restricción en las
condiciones de acceso a establecimientos de salud;
g) Participar en la evaluación de los resultados de las políticas de salud.
Artículo 13. Redes de servicios. El sistema de salud estará organizado en redes
integrales de servicios de salud, las cuales podrán ser públicas, privadas o mixtas.
Artículo 14. Prohibición de la negación de prestación de servicios. Para acceder a
servicios y tecnologías de salud no se requerirá ningún tipo de autorización
administrativa entre el prestador de servicios y la entidad que cumpla la función de
gestión de servicios de salud cuando se trate de atención de urgencia.
El Gobierno Nacional definirá los mecanismos idóneos para controlar el uso 
adecuado y racional de dichos servicios y tecnologías en salud.
Parágrafo 1°. En los casos de negación de los servicios que comprenden el derecho
fundamental a la salud con independencia a sus circunstancias, el  Congreso de la
República definirá mediante ley las sanciones penales y disciplinarias, tanto de los
Representantes Legales de las entidades a cargo de la prestación del servicio como de
las demás personas que contribuyeron a la misma.
Parágrafo 2°. Lo anterior sin perjuicio de la tutela.
Artículo 15. Prestaciones de salud. El Sistema garantizará el derecho fundamental a
la salud a través de la prestación de servicios y tecnologías, estructurados sobre una
concepción integral de la salud, que incluya su promoción, la prevención, la
paliación, la atención de la enfermedad y rehabilitación de sus secuelas.
En todo caso, los recursos públicos asignados a la salud no podrán destinarse a
financiar servicios y tecnologías en los que se advierta alguno de los siguientes
criterios:
a) Que tengan como finalidad principal un propósito cosmético o suntuario no
relacionado con la recuperación o mantenimiento de la capacidad funcional o vital de
las personas;
b) Que no exista evidencia científica sobre su seguridad y eficacia clínica;
c) Que no exista evidencia científica sobre su efectividad clínica;
d) Que su uso no haya sido autorizado por la autoridad competente;
e) Que se encuentren en fase de experimentación;
f) Que tengan que ser prestados en el exterior.
Los servicios o tecnologías que cumplan con esos criterios serán explícitamente
excluidos por el Ministerio de Salud y Protección Social o la autoridad competente
que determine la ley ordinaria, previo un procedimiento técnico-científico, de
carácter público, colectivo, participativo y transparente. En cualquier caso, se deberá
evaluar y considerar el criterio de expertos independientes de alto nivel, de las
asociaciones profesionales de la especialidad correspondiente y de los pacientes que
serían potencialmente afectados con la decisión de exclusión. Las decisiones de

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exclusión no podrán resultar en el fraccionamiento de un servicio de salud
previamente cubierto, y ser contrarias al principio de integralidad e interculturalidad.
Para ampliar progresivamente los beneficios la ley ordinaria determinará un
mecanismo técnico-científico, de carácter público, colectivo, participativo y
transparente.
Parágrafo 1°. El Ministerio de Salud y Protección Social tendrá hasta dos años para
implementar lo señalado en el presente artículo. En este lapso el Ministerio podrá
desarrollar el mecanismo técnico, participativo y transparente para excluir servicios o
tecnologías de salud.
Parágrafo 2°. Sin perjuicio de las acciones de tutela presentadas para proteger
directamente el derecho a la salud, la acción de tutela también procederá para
garantizar, entre otros, el derecho a la salud contra las providencias proferidas para
decidir sobre las demandas de nulidad y otras acciones contencioso administrativas.
Parágrafo 3°. Bajo ninguna circunstancia deberá entenderse que los criterios de
exclusión definidos en el presente artículo, afectarán el acceso a tratamientos a las
personas que sufren enfermedades raras o huérfanas.
Artículo 16. Procedimiento de resolución de conflictos por parte de los
profesionales de la salud. Los conflictos o discrepancias en diagnósticos y/o
alternativas terapéuticas generadas a partir de la atención, serán dirimidos por las
juntas médicas de los prestadores de servicios de salud o por las juntas médicas de la
red de prestadores de servicios de salud, utilizando criterios de razonabilidad
científica, de acuerdo con el procedimiento que determine la ley.

CAPÍTULO lII

Profesionales y trabajadores de la salud

Artículo 17. Autonomía profesional. Se garantiza la autonomía de los profesionales


de la salud para adoptar decisiones sobre el diagnóstico y tratamiento de los pacientes
que tienen a su cargo. Esta autonomía será ejercida en el marco de esquemas de
autorregulación, la ética, la racionalidad la evidencia científica.
Se prohíbe todo constreñimiento, presión o restricción del ejercicio profesional que
atente contra la autonomía de los profesionales de la salud, así como cualquier abuso
en el ejercicio profesional que atente contra la seguridad del paciente.
La vulneración de esta disposición será sancionada por los tribunales u organismos
profesionales competentes y por los organismos de inspección, vigilancia y control en
el ámbito de sus competencias.
Parágrafo. Queda expresamente prohibida la promoción u otorgamiento de cualquier
tipo de prebendas o dádivas a profesionales y trabajadores de la salud en el marco de
su ejercicio laboral, sean estas en dinero o en especie por parte de proveedores;
empresas farmacéuticas, productoras, distribuidoras o comercializadoras de
medicamentos o de insumos, dispositivos y/o equipos médicos o similares.
Artículo 18. Respeto a la dignidad de los profesionales y trabajadores de la
salud. Los trabajadores, y en general el talento humano en salud, estarán amparados
por condiciones laborales justas y dignas, con estabilidad y facilidades para
incrementar sus conocimientos, de acuerdo con las necesidades institucionales.

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CAPÍTULO IV

Otras disposiciones

Artículo 19. Política para el manejo de la información en salud. Con el fin de


alcanzar un manejo veraz, oportuno, pertinente y transparente de los diferentes tipos
de datos generados por todos los actores, en sus diferentes niveles y su
transformación en información para la toma de decisiones, se implementará una
política que incluya un sistema único de información en salud, que integre los
componentes demográficos, socioeconómicos, epidemiológicos, clínicos,
administrativos y financieros.
Los agentes del Sistema deben suministrar la información que requiera el Ministerio
de Salud y Protección Social, en los términos y condiciones que se determine.
Artículo 20. De la política pública en salud. El Gobierno Nacional deberá
implementar una política social de Estado que permita la articulación intersectorial
con el propósito de garantizar los componentes esenciales del derecho, afectando de
manera positiva los determinantes sociales de la salud.
De igual manera dicha política social de Estado se deberá basar en la promoción de la
salud, prevención de la enfermedad y su atención integral, oportuna y de calidad, al
igual que rehabilitación.
Artículo 21. Divulgación de información sobre progresos científicos. El Estado
deberá promover la divulgación de información sobre los principales avances en
tecnologías costo-efectivas en el campo de la salud, así como el mejoramiento en las
prácticas clínicas y las rutas críticas.
Artículo 22. Política de Innovación, Ciencia y Tecnología en Salud. El Estado
deberá establecer una política de Innovación, Ciencia y Tecnológica en Salud,
orientada a la investigación y generación de nuevos conocimientos en salud, la
adquisición y producción de las tecnologías, equipos y herramientas necesarias para
prestar un servicio de salud de alta calidad que permita el mejoramiento de la calidad
de vida de la población.
Artículo 23. Política Farmacéutica Nacional. El Gobierno Nacional establecerá una
Política Farmacéutica Nacional, programática e integral en la que se identifiquen las
estrategias, prioridades, mecanismos de financiación, adquisición, almacenamiento,
producción, compra y distribución de los insumos, tecnologías y medicamentos, así
como los mecanismos de regulación de precios de medicamentos. Esta política estará
basada en criterios de necesidad, calidad, costo efectividad, suficiencia y
oportunidad.
Con el objetivo de mantener la transparencia en la oferta de medicamentos necesarios
para proteger el derecho fundamental a la salud, una vez por semestre la entidad
responsable de la expedición del registro sanitario emitirá un informe de carácter
público sobre los registros otorgados a nuevos medicamentos incluyendo la
respectiva información terapéutica. Así mismo, remitirá un listado de los registros
negados y un breve resumen de las razones que justificaron dicha determinación.
Parágrafo. El Gobierno Nacional, por intermedio del Ministerio de Salud y
Protección Social, estará a cargo de regular los precios de los medicamentos a nivel
nacional para los principios activos. Dichos precios se determinarán con base en
comparaciones intemacionales. En todo caso no podrán superar el precio

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internacional de referencia de acuerdo con la metodología que defina el Gobierno
Nacional.
Se regularán los precios de los medicamentos hasta la salida del proveedor mayorista.
El Gobierno Nacional deberá regular el margen de distribución y comercialización
cuando éste no refleje condiciones competitivas.
Artículo 24. Deber de garantizar la disponibilidad de servicios en zonas
marginadas. El Estado deberá garantizar la disponibilidad de los servidos de salud
para toda la población en el territorio nacional, en especial, en las zonas marginadas o
de baja densidad poblacional. La extensión de la red pública hospitalaria no depende
de la rentabilidad económica, sino de la rentabilidad social. En zonas dispersas, el
Estado deberá adoptar medidas razonables y eficaces, progresivas y continuas, para
garantizar opciones con el fin de que sus habitantes accedan oportunamente a los
servicios de salud que requieran con necesidad.
Artículo 25. Destinación e inembargabilidad de los recursos. Los recursos
públicos que financian la salud son inembargables, tienen destinación específica y no
podrán ser dirigidos a fines diferentes a los previstos constitucional y legalmente.
Artículo 26. Vigencia y derogatorias. La presente ley rige a partir de su publicación
y deroga las disposiciones que le sean contrarias.

2. Pretensión y cargos.

2.1. Pretensión.

Se declare la inexequibilidad de la Ley 1751 de 2015 “por medio de la cual se regula


el derecho fundamental a la salud”, por considerar que vulnera los artículos 4, 113,
166 y 168 de la Constitución Política, así como el artículo 201 de la Ley 5 de 1992.

2.2. Cargo: Vulneración de los artículos 4, 113, 166 y 168 de la Constitución


Política, así como el artículo 201 de la Ley 5 de 1992.

2.1. La Ley 1751 de 2015 es contraria a la Constitución porque el Presidente del


Congreso omitió su deber de sancionar y promulgar el proyecto de la Ley Estatutaria
de Salud en los términos señalados en el artículo 168 Superior, luego de que el
Gobierno Nacional no lo firmara dentro del plazo establecido en el artículo 166 de la
Carta.

2.2. En efecto, la sentencia C-313 de 2014 incluyó como Anexo el texto con los 26
artículos que debían ser sancionados por el Gobierno conforme a los artículos 157.4 y
189.9 de la Constitución. Sin embargo dicha providencia fue corregida mediante el
Auto 377, notificado por estado el 9 de diciembre de 2014. De este modo, el
Gobierno Nacional contaba con diez días hábiles para sancionar el proyecto de ley
estatutaria, término que inició el lunes 15 de diciembre de 2014 y terminó 29 de
diciembre del mismo año. De acuerdo el demandante, “conforme a la regla
jurisprudencial vigente, el plazo constitucional para sancionar un proyecto de ley es
preclusivo y no meramente facultativo como pareció entenderlo el Gobierno
Nacional”. Una vez extinguida la competencia de la rama ejecutiva para sancionar el
proyecto, el Presidente del Congreso no lo sancionó y el Presidente y el Ministro de

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Salud y Protección Social decidieron sancionarlo el 16 de febrero de 2015,
contraviniendo los mandatos constitucionales existentes.

2.3. El ordenamiento jurídico prevé un sistema de control a las omisiones del


Gobierno cuando éste por cualquier razón decida no sancionar un proyecto de ley.
Esta competencia se origina en la regla constitucional de separación de poderes y la
colaboración armónica entre las ramas del poder público (art. 113 CP) que también
fue transgredida por la omisión del Presidente del Congreso.

2.4. Por otra parte, el Gobierno debió advertir que el plazo de diez días establecidos
en la Constitución para la sanción del proyecto de ley estatutaria, no podía excederse
y que este tipo de leyes debe surtir su trámite en una sola legislatura de acuerdo con
el artículo 153 Superior. En este caso el trámite legislativo se realizó en el segundo
periodo de sesiones ordinarias de la legislatura de 2012 que concluyó el 20 de junio
de 2013, por lo que en dicha fecha el Congreso perdió competencia para modificar el
proyecto de ley, circunstancia que impedía que el expediente fuera devuelto al
Congreso en sesiones extraordinarias.

2.5. Por consiguiente, la Ley Estatutaria no surtió el trámite previsto en la


Constitución ya que el Presidente del Congreso omitió sancionar la Ley y fueron el
Presidente y el Ministro de Salud y Protección Social quienes dieron fin al proceso
legislativo estatutario fuera del término previsto para ejercer esta competencia.

3. Intervenciones.

3.1. Intervención ciudadana de Laura Carolina Rey Alba, Jenny Tatiana


Puentes Tejada y Gabriel Francisco DiazGranados Ordoñez: inexequibilidad
parcial.

La Constitución, en su artículo 242.8, el Decreto 2067 de 1991 en su artículo 39 y la


jurisprudencia constitucional, establecen que el control de las leyes estatutarias es
jurisdiccional, automático, previo, integral y definitivo. Sin embargo, también se ha
admitido que, excepcionalmente, es posible un control posterior a la revisión previa
efectuada por la Corte cuando se presenta una acción pública de constitucionalidad
por vicios de inconstitucional sobrevinientes, como los vicios de forma posteriores, o
por vicios de fondo resultantes del cambio de las disposiciones constitucionales que
sirvieron de fundamento para el inicial pronunciamiento de constitucionalidad, tal y
como lo indica el Auto 042 de 2002. Ahora bien, de acuerdo con el artículo 166
Superior, el Gobierno cuenta con unos plazos para sancionar las leyes dependiendo
del número de artículos de la misma. En este caso, al contar la Ley Estatutaria de
Salud con 26 artículos aprobados por el Congreso y revisados por la Corte
Constitucional, el Gobierno contaba con 10 días hábiles para sancionarla. Teniendo
en cuenta que el Auto 377 de 2014 modificó uno de los artículos de la mencionada
Ley, quedó ejecutoriado el 15 de diciembre del mismo año, la sanción debía
producirse el 29 de diciembre de 2014. Dado que el Gobierno no procedió en los
términos referidos a sancionar la Ley, debía sancionarlo el Congreso de acuerdo con
el artículo 168 de la Constitución y 201 de la Ley 5 de 1992. Al respecto de cita la

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sentencia C-700 de 2004, que si bien fue anulada en el Auto 119 de 2004, resulta
oportuna al establecer que los términos del Gobierno para sancionar una ley son
preclusivos para no paralizar el proceso legislativo, argumento que ha sido reiterado
en la sentencia C-543 de 1998. Con fundamento en lo anterior, sí existe un vicio de
procedimiento en la promulgación de la Ley 1751 de 2015 por la sanción presidencial
extemporánea. Sin embargo, este vicio es subsanable porque la sanción no afecta el
contenido de la ley, en todo caso al ser un requisito esencial, debe ser subsanado con
carácter urgente.

3.2. Ministerio de Salud y Secretaría Jurídica de la Presidencia de la República:


exequibilidad.

De un lado, carece de sustento el argumento según el cual, al haberse agotado la


legislatura en que fue aprobado el proyecto de ley, también el Congreso perdía la
facultad para modificar el texto. En este sentido, la sola referencia a la violación del
artículo 153 de la Constitución por haberse sancionado el proyecto de ley estatutaria
de salud por fuera de la legislatura correspondiente, no es un argumento suficiente
para cuestionar la regularidad de la sanción presidencial si se tiene en cuenta que en
términos prácticos es imposible que en una sola legislatura el Congreso apruebe, la
Corte revise y el Gobierno sancione la ley. La misma jurisprudencia constitucional ha
reconocido este hecho en el Auto-081 de 2008. En este orden de ideas, la regla
establecida en el artículo 153 de la Constitución, sólo se refiere a la aprobación del
proyecto de ley en el Congreso y no incluye procedimientos adicionales de control
constitucional y sanción ejecutiva. Por otra parte, frente al presunto desconocimiento
de la Constitución, por no haber sancionado el Presidente la ley en el término de 10
días, se señala que el Presidente sí sancionó la Ley 1751 de 2015 en ese plazo. Lo
definitivo en este caso es conocer a partir de qué fecha se cuentan los diez días. De
acuerdo con el demandante, el término empieza a correr desde la notificación del
Auto 377 de 2014, sin embargo, esta tesis no se soporta en ninguna disposición
normativa porque, la Ley Estatutaria de Salud “sufrió un infortunado revés como
consecuencia de un error en la transcripción de la sentencia C-313 de 2014, que no
encuentra regulación específica en ningún precepto normativo”. Esta situación fue
reconocida en el Auto 377 de 2014. Así las cosas, no existe ninguna disposición
específica que dé fundamento al cargo formulado por el demandante, “pues ninguna
norma jurídica imponía al señor Presidente la obligación de sancionar el proyecto
de ley después de la notificación del auto de corrección”. Tampoco es admisible la
hipótesis de acuerdo con la cual el término de sanción debería empezar a correr a
partir de la notificación del auto de corrección, ya que ninguna disposición señala que
el Presidente debe sancionar una ley en el plazo indicado por el artículo 166, a partir
de la notificación de la sentencia que somete a revisión constitucional los proyectos
de leyes estatutarias. El fundamento de lo anterior es que cuando la Corte profiere la
decisión definitiva sobre la constitucionalidad del proyecto de ley estatutaria, ésta
debe ir al Congreso para ser convertida en formato de ley, someterla a una depuración
editorial que permita su reproducción física o magnética, hacerla firmar por los
presidentes y secretarios generales de las cámaras, para luego ser enviada al
Presidente de la República, procedimiento que puede tomar varios días. Así, “la vida
real no permite que esa activación ipso facto [la del art. 166 CP] tenga lugar. La

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interpretación inflexible de las normas pertinentes conduce a un absurdo en el
mundo de las posibilidades físicas de las posibilidades físicas de los funcionarios
que intervienen en este procedimiento (…) el afán en estos casos, revierte en
perjuicio de la seguridad jurídica”. Se insiste en que en la fecha en que fue proferido
el Auto 377 de 2014, el Presidente no tenía en su poder el expediente legislativo de la
Ley Estatutaria de Salud que había sido devuelto a raíz de la confusión generada por
la sentencia C-313 de 2014 y este contratiempo impidió que empezaron a correr los
términos del artículo 166 para que el Presidente impartiera la correspondiente
sanción.

3.3. Intervención del Secretario General del Congreso, el señor Gregorio Eljach
Pacheco: exequibilidad.

No puede predicarse el incumplimiento del artículo 168 Superior reprochado por el


demandante, en cuanto el expediente se encontraba en el Senado de la República
pendiente del trámite consignado en el Decreto 2067 de 1991. Luego el expediente se
remitió el 13 de febrero de 2015 y, por consiguiente, los términos para que el
Ejecutivo sancionara la Ley se iniciaron a partir del 16 de febrero de 2015, fecha en
la que se produjo la publicación de la ley en el Diario Oficial N. 49427 de la fecha.
Entonces, no hubo incumplimiento del Presidente del Congreso porque una vez
ejecutoriado el Auto de corrección de la sentencia de constitucionalidad, el
expediente no fue remitido de inmediato a la Presidencia, ya que éste había sido
devuelto por la Secretaría Jurídica requiriendo adelantar el trámite previsto en los
artículos 33 y 41 del Decreto 2067 de 1991. Además, el expediente se encontraba en
el Senado que había citado al Ministro de Salud. La sentencia C-011 de 1994 dispuso
que en la legislatura de aprobación de la ley estatutaria no puede entenderse incluida
la revisión de la Corte Constitucional y la sanción presidencial ya que apegarse a una
interpretación literal del artículo 153, conduciría a un absurdo o a efectos contrarios a
los buscados por la misma disposición. Así las cosas, al no haberse agotado el
término para que el Presidente sancionara la ley y, al no existir renuencia para
cumplir con las función que le fue conferida por la Constitución, no le correspondía
al Presidente del Congreso usurpar funciones que no le son propias.

3.4. Intervención ciudadana de Nelson Contreras, Sergio Isaza Villa, Carlos


Alberto Cerma y Pedro Santana: inexequibilidad.

Los ciudadanos coadyuvan la demanda y señalan que la abstención de sancionar a


tiempo una ley estatutaria, “genera la indefinición en el tiempo y la imposibilidad de
invocar y aplicar, en casos concretos, los contenidos esenciales del derecho
fundamental a la salud, aprobados por el Congreso y avallados en su
constitucionalidad por ese Tribunal”. La interpretación correcta de la Constitución
para empezar a contar el término de la sanción, es desde la comunicación que hace la
Corte a la Presidencia de la República, no desde el momento en que el Congreso
remite el texto para la sanción del Ejecutivo. La observancia del artículo 166, no
puede estar condicionada a la aplicación de un precepto de orden infraconstitucional
como el artículo 41 del Decreto 2067 de 1991, a pesar de su naturaleza estatutaria.
Resulta contrario al principio de eficacia del procedimiento legislativo, que el

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proyecto de ley estatutaria hubiese retornado al Congreso y que se hubiese citado al
Ministro de Salud para que los congresistas escucharan la opinión del mismo respecto
de la corrección de la sentencia C-313 de 2014. Además, después del 20 de junio de
2013, el Congreso perdió competencia para “rehacer e integrar” las disposiciones del
proyecto de ley, teniendo en cuenta también que el único texto que podía ser
sancionado era el contenido en el anexo de la sentencia C-313 de 2014. La tesis del
demandante, de acuerdo con la cual, según el artículo 153 de la Carta, el Legislador
pierde competencia para hacer cualquier modificación a un proyecto de ley
estatutario respecto del cual se ha surtido control de constitucionalidad, es correcta y,
por consiguiente, el expediente debía ir directamente a Presidencia sin pasar por el
Congreso. No puede dejarse al arbitrio del Gobierno y del Congreso el momento de
sanción de una ley y es importante que existan plazos perentorios y un medio
constitucional de control ante el incumplimiento de los mismos.

3.5. Intervención de la Academia Colombiana de Jurisprudencia: exequibilidad.

El artículo 228 Superior dispone que el incumplimiento de los términos procesales


será sancionado. Por su parte, la Ley Estatutaria de Salud desarrolla una materia
fundamental en la que se relacionan de manera íntima y directa el derecho a la salud
y el derecho a la vida. Por lo anterior, una declaratoria de inexequibilidad de la Ley
que se examina, tendría desastrosas implicaciones para el derecho a la salud y a la
vida. Se trata de un caso en el que se enfrentan normas constitucionales que
consagran formalidades como valores procesales y el artículo 228 Superior que
consagra la prevalencia del derecho sustancial.

3.6. Defensoría del Pueblo: exequibilidad.

La Defensoría del Pueblo realiza un minucioso análisis de la jurisprudencia


constitucional relacionado con el supuesto en el que se han declarado parcialmente
inexequibles leyes estatutarias por fuera de la legislatura correspondiente para
establecer si, en esos casos, la Corte ha remitido el expediente legislativo y la
sentencia directamente al Presidente de la República o al Congreso. Se advierte que,
en el presente caso, el Congreso y la Presidencia de la República, al aplicar lo
dispuesto en los artículos 41 y 33 del Decreto 2067 de 1991, contravinieron la regla
jurisprudencial establecida en la sentencia C-011 de 1994. Sin embargo, se concluye
que lo ocurrido puede obedecer al hecho de que esta práctica no ha sido advertida ni
corregida por la Corte y porque la línea jurisprudencial en esta materia no es
uniforme, por lo cual es preciso fijar una regla única aplicable en estos eventos. No
obstante la Defensoría considera que el trámite del proyecto de ley estatutaria
presentó serias irregularidades, estima que la Ley debe declarar la exequibilidad de la
Ley 1751 de 2015 porque el vicio de procedimiento identificado ha sido superado y
porque, en todo caso, prevalece el proceso de salvaguarda del proceso de formación
de la voluntad democrática en el Congreso.

4. Intervención del Procurador General de la Nación: exequibilidad.

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El trámite que se aplica a las leyes estatutarias se agotó después del control previo y
automático de la Corte al proyecto aprobado por el Congreso, en efecto, después de
oído al ministro del ramo, el Congreso no podía hacer modificaciones al proyecto de
ley dado que el término de la legislatura en que debía tramitarse el mismo había
expirado el 16 de diciembre de 2013. Una vez agotado dicho trámite ante el
Congreso, sólo cabía la promulgación por parte del Presidente, quien ejerció su
competencia de forma correcta ya que lo sancionó y publicó dentro de los diez días
siguientes al haber recibido del Congreso el proyecto respectivo para su
promulgación. Adicionalmente, la Vista Fiscal exhorta a la Corte a corregir el trámite
que se está dando a los proyectos de ley estatutaria una vez que éstos se declaran
parcialmente inexequibles pero la legislatura para tramitarlos ya ha concluido dado
que se presentan problemas de dilación procesal y la afectación en los contenidos de
las leyes estatutarias promulgadas. En el caso de que exista una exequibilidad parcial
de un proyecto de ley estatutaria posterior a la finalización de la legislatura
correspondiente, el Congreso no tiene la competencia para rehacer y reintegrar las
normas del proyecto de ley ya declaradas inconstitucionales y la Corte tampoco
puede volver a conocer el contenido de dicho proyecto por eso, para la Procuraduría,
en estos eventos la Corte debería enviar el proyecto directamente al Presidente de la
República en virtud del principios constitucionales de economía y eficacia procesales.
La publicación pronta y fidedigna de las leyes es precisamente lo que motiva la
fijación de términos perentorios para la sanción presidencial, so pena de perder la
competencia para ello y que ésta sea trasladada al Congreso. Es por lo anterior que la
Procuraduría solicita a la Corte que reinterprete el artículo 41 del Decreto 2067 de
1991 en el sentido que cuando se declare parcialmente inconstitucional un proyecto
de ley estatutaria, y la legislatura para su trámite hubiese concluido, esa Corporación
no los devuelva a la Cámara donde tuvieron su origen, sino directamente al
Presidente de la República para que los promulgue.

II. FUNDAMENTOS.

1. Competencia.

La Corte Constitucional es competente para conocer de la demanda presentada en los


términos de los artículos 241 numeral 4º y 242 numeral 1º de la Constitución Política,
considerando que se trata de examinar un vicio formal sobreviniente al control
previo, automático e integral de la Ley 1751 de 2015 efectuado por este Tribunal en
la sentencia C-313 de 2014.

2. Problema Jurídico.

La Corte Constitucional, en guarda de la supremacía de la Constitución, resolverá si,


en este caso, se desconocen los artículos constitucionales 4, 113, 166 y 168 y el
artículo 201 de la Ley 5 de 1992, por la presunta sanción extemporánea de la Ley
1751 de 2015 por parte del Presidente de la República, realizada un mes y medio
después de la notificación del Auto 377 de 2014 de corrección de la sentencia C-313
de 2014, y por la omisión del Presidente del Congreso de sancionarla.

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3. Cargo único: desconocimiento de los artículos 4, 113, 166 y 168 de la
Constitución Política y del artículo 201 de la Ley 5 de 1992 por la presunta
sanción extemporánea de la Ley 1751 de 2015 por parte del Presidente de la
República y por la omisión del deber de sanción en cabeza del Presidente del
Congreso.

3.1. Alcance del cargo.

Contraviene la Constitución, en particular los artículos 4, 113, 166, 168 y el artículo


201 de la Ley 5 de 1992, el hecho de que el Presidente hubiese sancionado
extemporáneamente la Ley 1751 de 2015, ya que habría perdido tal competencia
teniendo en cuenta que el término de 10 días que señala el artículo 166, empezaba a
contar para el Gobierno desde la notificación del Auto 377 de 2014, es decir
finalizaba el 29 de diciembre del mismo año. Sin embargo el Presidente, sancionó la
Ley el 16 de febrero de 2015, según el actor, fuera de los términos constitucionales
señalados y el Congreso omitió sancionarla como lo establece el artículo 168
Superior.

3.2. El trámite de los proyectos de leyes estatutarias: en la legislatura


parlamentaria.

3.2.1. El proceso de formación de las leyes estatutarias, desata una dinámica


compleja pero ordenada, en la que interviene el Congreso para su debate y
aprobación, la Corte Constitución para su control judicial y el Gobierno para
sancionar y promulgarlas.

3.2.2. La Constitución -artículo 153- prescribe que el trámite de las leyes estatutarias
“deberá efectuarse dentro de una sola legislatura”, compuesta, a su vez, por dos
períodos de sesiones legislativos que deben transcurrir entre el 20 de julio y el 20 de
junio del año siguiente -artículo138 constitucional-. Hace referencia esta disposición
constitucional al suceso parlamentario de un proyecto de ley estatutaria, desde su
curso para primer debate en la comisión respectiva hasta su aprobación en segundo
debate de las dos cámaras (CP 157, C 011 de 1994).

3.2.3. Los tiempos para el control previo de la Corte y la sanción u objeción


presidencial, no están incorporados en la “legislatura” referida en el artículo 153
constitucional. Al respecto, ha dicho la Corte (C-011 de 1994): “Habría que agregar
eventualmente los términos de que dispone el Presidente para objetar o sancionar un
proyecto, que varían entre seis y veinte días (Art 166 CP). Todo ello muestra que si
el trámite que debe ser surtido en una sola legislatura incluyese la revisión por la
Corte o las objeciones y sanción presidenciales sería prácticamente imposible
aprobar, modificar o derogar leyes estatutarias”.

3.3. El trámite de los proyectos de leyes estatutarias: de la revisión de


constitucionalidad a la sanción presidencial.

3.3.1. La revisión por la Corte Constitucional.

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3.3.1.1. La Corte Constitucional adelanta un control constitucional automático,
previo, integral, participativo de los proyectos de ley estatutaria, tal como se prevé en
el artículo 153 de la Constitución.

3.3.1.2. La revisión judicial que adelanta la Corte de las leyes estatutarias es, en
principio, definitivo, de conformidad con los artículos 241. 8 y 153 de la
Constitución. Excepcionalmente, se ha admitido dos supuestos para la revisión
posterior de las Leyes Estatutarias que se enmarcarían en las competencias de la
Corte previstas en los artículos 241 numeral 4º y 242 numeral 1º: (i) vicios de forma
en el marco de los trámites subsiguientes que debe surtir el proyecto para convertirse
en ley; (ii) modificación posterior de la Constitución o de las normas internacionales
que puedan hacer parte del parámetro de la revisión de constitucionalidad. (C-072 de
2010).

3.3.2. Las vicisitudes del proyecto tras la revisión de constitucionalidad.

Frente al control automático y previo que efectúa la Corte Constitucional de las leyes
estatutarias, existen tres escenarios posibles que es oportuno distinguir.

3.3.2.1. Cuando el proyecto de ley es declarado exequible: la Corte lo remite al


Presidente de la República para su respectiva sanción y promulgación (art. 41 D-
2067/91).

En este caso, el proyecto remitido a la Corte por las mesas directivas de las cámaras
legislativas no ha sufrido modificación alguna; y por ello es perfectamente
procedente su reenvío directo al Ejecutivo, pues el texto judicialmente revisado que
éste recibe corresponde exactamente al aprobado por el Congreso de la República.

3.3.2.2. En todo caso de inconstitucionalidad, total o parcial, el Presidente(a) de la


Corte Constitucional “enviará el proyecto de ley al Presidente de la Cámara de
origen, con el correspondiente fallo” (D 2067/91, art. 41).

(i) Si la inconstitucionalidad es total, se enviará al Presidente de la Cámara de origen


para su archivo definitivo (art. 41 D. 2067/91). En tal evento, corresponde al
Legislativo recibir la decisión del tribunal constitucional para proceder al archivo del
proyecto, por su incompatibilidad con la Constitución.

Si el proyecto de ley es declarado parcialmente inexequible, existen dos supuestos,


según haya concluido o no la Legislatura en la que inició su trámite, como se
apreciará enseguida.

(ii) En caso de decisión judicial inexequibilidad parcial, no habiendo concluido aún la


legislatura correspondiente, de acuerdo con el artículo 41 del Decreto 2067 de 1991
se aplica el artículo 33 del mismo Decreto: por lo cual se remite a la Cámara de
origen para que, oído el ministro del ramo, “rehaga e integre las disposiciones

19
afectadas” de acuerdo con la decisión de la Corte y, una vez efectuado el trámite,
envíe nuevamente el proyecto a este Alto Tribunal para el fallo definitivo.

Lo anterior sería compatible con lo dispuesto por el artículo 153 Superior que dispone
que la aprobación, modificación o derogación de las leyes estatutarias se efectuará
dentro de una sola Legislatura. Sin que en tal lapso tenga que realizarse la nueva
revisión de constitucionalidad, como ya se advirtió (Supra II, 3.2.3).

(iii) En el caso en el que la Legislatura haya concluido, se aplicará el artículo 41 del


Decreto 2067 y se enviará el proyecto al Presidente de la Cámara de origen para
efectos del cumplimiento de la sentencia de inconstitucionalidad: integrando las
decisiones adoptadas por la Corte Constitucional en el texto del proyecto; retirando
las expresiones o disposiciones descardas inexequibles; y señalando las modulaciones
en el caso de decisiones de exequibilidad condicionada.

Una vez ajustado y suscrito por los Presidentes y Secretarios de la cámaras


legislativas, el proyecto de ley estatutaria será enviado al Presidente de la República
para su respectiva sanción.

3.3.3. El término para objetar y/o sancionar leyes estatutarias.

3.3.3.1. El término de sanción corresponde al término para realizar objeciones


gubernamentales.

En efecto, en el artículo 168 Superior se señala que el Presidente de la República se


encuentra sujeto a unos “términos constitucionales” para sancionar las leyes. En este
orden de ideas, los únicos términos constitucionales asimilables son los de la objeción
gubernamental previsto en el artículo 166 de la Constitución -variables según la
cantidad de artículos-, que imponen el deber de sancionar las leyes cuando estas no
hayan sido objetadas.

3.3.3.2. De este modo, el Gobierno tendrá de seis a veinte días hábiles, dependiendo
del número de artículos contenidos en la Ley, para objetarlos, de lo contrario, a más
tardar transcurrido ese término, deberá sancionar la ley estatutaria.

Se entiende entonces que, la oportunidad para sancionar la Ley, empieza desde el día
en el que corre el término para objetar y se mantiene hasta el plazo máximo previsto
en la Constitución para este fin.

3.3.3.3. Si bien es cierto que, tal y como se señaló anteriormente, los proyectos de ley
estatutaria tienen un control previo y automático de la Corte, ello no impide que el
Presidente, una vez efectuado el examen de constitucionalidad, no pueda objetar por
inconveniencia este tipo de proyectos de ley.

En efecto, la formulación de objeciones por inconveniencia es una atribución


constitucional del Presidente, quien puede tener razones de orden económico, social y
político para oponerse a ciertos proyectos de ley. La jurisprudencia ha reconocido la

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posibilidad de objetar leyes estatutarias, tal y como se desprende de la sentencia C-
011 de 1994 en la que, a propósito del alcance de los términos fijados en el artículo
153 Superior se señaló que, además del tiempo que toma el control previo y
automático de la Corte, “habría que agregar eventualmente los términos de que
dispone el Presidente para objetar o sancionar un proyecto, que varían entre seis y
veinte días (Art 166 CP). Todo ello muestra que si el trámite que debe ser surtido en
una sola legislatura incluyese la revisión por la Corte o las objeciones y sanción
presidenciales sería prácticamente imposible aprobar, modificar o derogar leyes
estatutarias”1. Así, el hecho de que el Presidente no pueda objetar por
inconstitucionalidad un proyecto de ley estatutaria después del examen de la Corte,
que precisamente efectúa el control de constitucionalidad previo y automático del
mismo, no impide ni excluye la posibilidad de que el mismo lo objete por
inconveniencia.

Las objeciones por inconveniencia se constituyen en un mecanismo de control


político legítimo que ejerce el Presidente respecto del Legislador, distinguibles de las
objeciones por inconstitucionalidad que tienen como fundamento el desconocimiento
de la Constitución. Y en modo alguno pueden asimilarse a un poder de veto sobre las
iniciativas estatutarias, que constituiría una deformación del régimen presidencial, ya
que consiste en una solicitud vinculante de reconsideración dirigidas a las cámaras,
prevaleciendo en todo caso la insistencia del Legislativo.

3.3.4. Término para promulgar las leyes.

3.3.4.1. Es preciso distinguir la sanción de la promulgación y sus respectivos


términos. La sanción de un proyecto de ley se define como un acto a través del cual el
Gobierno lo aprueba dando fe de su existencia y autenticidad. La sanción es, en los
términos del artículo 157 de la Constitución, un requisito esencial que pone fin al
proceso formativo de la ley y constituye una condición indispensable para que un
proyecto de ley se convierta en ley de la República2.

3.3.4.2. Una vez sancionada la Ley, esta debe ser promulgada por el Presidente de la
República de acuerdo con los artículos 165 y 189.10 Superiores.

3.3.4.3. La promulgación “consiste en insertar la ley en el periódico oficial, y se


entiende consumada, en la fecha del número en que termine la inserción" 3. De
acuerdo con la Ley 4 de 1913, el término para publicar e insertar las leyes en el
periódico oficial es de diez días después de que estas hayan sido sancionadas, sin
embargo, de existir algún inconveniente insuperable, se insertarán a la mayor
brevedad4. El fin de la misma, es poner en conocimiento a sus destinatarios, de los
mandatos en ella contenidos, por lo que es un requisito para su obligatoriedad 5. Así
las cosas, mientras la sanción se asocia con la validez de la Ley, la promulgación se
relaciona con su efectividad y oponibilidad. El término para realizar la promulgación
1
C-011 de 1994.
2
C-084 de 1996, C-543 de 1998.
3
Código de Régimen Político y Municipal (Ley 4a. de 1913), art. 52.
4
Ibídem, art. 54.
5
C-179 de 1994.

21
de las leyes, según el artículo 54 de la Ley 4 de 1913, es de diez (10) días a partir de
su sanción.

3.3.4.4. En otras palabras, los términos para sancionar los proyectos de ley estatutaria
y para objetarlos por inconveniencia, son los indicados en el artículo 166. Y el
término para la promulgación posterior de los mismos, es el fijado en la Ley 4 de
1913, artículo 54.

3.3.5. Pérdida de competencia del Presidente de la República para sancionar


leyes.

3.3.5.1. Cuando el Presidente no sanciona las leyes -y en consecuencia no son


promulgadas-, pierde la competencia para hacerlo. Debe el Presidente del Congreso
proceder a su sanción y promulgación en el plazo establecido en el artículo 54 de la
Ley 4 de 1913. Lo anterior sin perjuicio de las consecuencias que se originan para el
Gobierno por el incumplimiento del deber constitucional de sancionar las leyes con
arreglo a la Constitución (art. 189 n. 9, art. 200 n. 1, art. 166 y 168 CP).

3.3.5.2. La anterior conclusión concuerda con la jurisprudencia de la Corte que ha


señalado en múltiples pronunciamientos, que el plazo para sancionar leyes
estatutarias es preclusivo y no meramente facultativo6. En otras palabras, la sanción y
promulgación de una ley no depende en absoluto del arbitrio del Ejecutivo, quien se
encuentra obligado a respetar los términos constitucionales so pena de incumplir los
deberes que le asigna la Carta y de perder definitivamente su competencia en esta
materia.

3.3.5.3. Así las cosas, cuando el Presidente de la República no sanciona la ley


estatutaria en los términos establecidos en la Constitución, se configura un vicio
formal, ya que carecería de competencia para la sanción una vez transcurridos los
términos que establece el artículo 166 Superior. En esos casos, la Ley no será
declarada inexequible por la pérdida de competencia del Presidente de la República
para sancionar la ley, pues dicha irregularidad podrá ser subsanada por el Congreso,
cuyo Presidente pasa a ser la autoridad constitucionalmente habilitada para
sancionarla y promulgarla, según el artículo 168 constitucional. La norma
constitucional citada -art. 168- radica en el Presidente de la Rama Legislativa tal
competencia7, tras haberse formado la voluntad legislativa y efectuado el control de
constitucionalidad previo.

6
C-084 de 1996, C-492 de 1997, C-543 de 1998, entre otras.
7
Al respecto resulta ilustrativo lo señalado por la jurisprudencia: “Concurren varias hipótesis de vicios subsanables en
el procedimiento legislativo, clasificadas de acuerdo con su gravedad y el momento del trámite en que se presentan. 
Así, puede estarse ante (C-737 de 2001) (i) errores de trámite que, por su intrascendencia, no afectan de ninguna
forma los propósitos sustantivos antes explicados.  En este caso no se está, en estricto sentido, ante un vicio de
procedimiento, por lo que no hay lugar a la subsanación; (ii) defectos del trámite que, si bien tuvieron ocurrencia, son
convalidados en el proceso mismo de formación de la ley, en la medida en que se haya cumplido el propósito que la
regla de procedimiento pretendía proteger, o la irregularidad haya sido expresamente subsanada por una autoridad
que tenía competencia para efectuar ese saneamiento; (iii)vicios que son identificados por la Corte en el control de
constitucionalidad, respecto de los cuales aplica la fórmula de subsanación prevista en el parágrafo del artículo 241
Superior; y (iv) vicios que también son advertidos en el escrutinio judicial, pero que pueden ser subsanados por la
misma Corte” (Auto 032 de 2012). 

22
3.4. Análisis del cargo.

3.4.1. El problema planteado.

En el presente caso, se trata de establecer si existe un vicio de forma sobreviniente al


control constitucional previo y automático efectuado en la sentencia C-313 de 2014
de la Ley Estatutaria 1751 de 2015, por la presunta sanción extemporánea del
Presidente de la República y por la omisión del Presidente del Congreso de
sancionarla tal y como lo establece el artículo 168 de la Constitución.

3.4.2. Los trámites surtidos por la Ley Estatutaria después de su aprobación.

Considerando el informe enviado a la Corte por el Secretario General del Senado de


la República, se encuentra que:

-El 10 de julio de 2013 se remitió a la Corte Constitucional el expediente del


Proyecto de Ley Estatutaria, en los términos ordenados por el artículo 153 Superior8.

-La Corte Constitucional revisó de manera integral la Ley Estatutaria en la sentencia


C-313 de 2014 del 29 de mayo de 20149 y la declaró parcialmente inexequible10.

-El expediente fue enviado al Senado el 20 de octubre de 2014.

8
El Proyecto de Ley Estatutaria n. 209/13 Senado – 267/13 Cámara, había sido radicado el 19 de marzo de 2013 en el
Senado. El 20 de junio de 2013, se aprobó el informe de Conciliación en el Senado de la República y en la Cámara de
Representantes.
9
Según Comunicado de la Corte Constitucional n. 21 de la misma fecha.
10
C-313 de 2014.“Primero.- Declarar EXEQUIBLE, en cuanto a su trámite, el proyecto de Ley Estatutaria No. 209 de
2013 de Senado y 267 de 2013 Cámara “Por medio de la cual se regula el derecho fundamental a la salud y se dictan
otras disposiciones”.
Segundo.- Declarar EXEQUIBLES los artículos 2º, 3º, 4º, 7°, 9º, 12, 13, 16, 17, 18, 19,20, 21, 22, 24, 25 y 26.
Tercero.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 1°, en el entendido que la expresión “establecer sus mecanismos de
protección” no dará lugar a expedir normas que menoscaben la acción de tutela.
Cuarto.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 5°, en el entendido que (i) la atribución del deber de adoptar mecanismos
para la validación del derecho prevista en el literal d) no dará lugar a expedir normas que menoscaben el mecanismo
de protección de los derechos fundamentales y (ii) la sostenibilidad financiera a que alude el literal i) no puede
comprender la negación a prestar eficiente y oportunamente todos los servicios de salud debidos a cualquier usuario.
Quinto.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 6°, salvo las expresiones “de manera intempestiva y arbitraria”
contenidas en el literal d) del inciso segundo, “que se requieran con necesidad” y “que puedan agravar la condición
de salud de las personas” contenidas en el literal e) del inciso segundo, que se declaran INEXEQUIBLES.
Sexto.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 8º salvo el parágrafo que se declara INEXEQUIBLE.
Séptimo.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 10, salvo las expresiones “razonables” y “efectivo” del literal q) y “con
necesidad” del parágrafo 1 del inciso segundo, las cuales se declaran INEXEQUIBLES.
Octavo.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 11, salvo la expresión “con necesidad”, contenida en el inciso segundo, la
cual se declara INEXEQUIBLE.
Noveno.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 14, salvo las expresiones “inicial” y “y en aquellas circunstancias que
determine el Ministerio de Salud y Protección Social”, las cuales se declaran INEXEQUIBLES.
Décimo.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 15, salvo las expresiones “para definir las prestaciones de salud cubiertas
por el sistema” que se declara INEXEQUIBLES y el parágrafo 2, que se declara EXEQUIBLE en el entendido de que
no puede dar lugar a menoscabar la acción de tutela como mecanismo de protección de los derechos fundamentales.
Undécimo.- Declarar EXEQUIBLE el artículo 23, en el entendido que el control de precios al cual se refiere el
parágrafo comprende todas las fases del proceso de producción y comercialización de los medicamentos hasta su
consumo final”.

23
-El expediente fue recibido en la Presidencia de la República para su sanción y
promulgación el 21 de noviembre de 2014.

-El 2 de diciembre de 2014, la Presidencia de la República devolvió el expediente al


Congreso señalando que, en vista de que el proyecto de ley fue declarado
parcialmente inexequible, era preciso darle el trámite ordenado por los artículos 41 y
33 del Decreto 2067 de 1991 y advirtió la existencia de una discrepancia entre la
sentencia y lo aprobado por el Congreso. Como consecuencia de lo anterior se
produjo una interrupción de los términos para la sanción presidencial.

-El 3 de diciembre de 2014 la Corte emitió el Auto 377 de 2014 corrigiendo los
errores de transcripción y ordenó enviar copia del auto de la sentencia a las
autoridades a quienes se les comunicó la sentencia11.

-El 20 de enero de 2015, el Secretario General del Senado de la República ofició al


Ministro de Salud para que, de conformidad con la devolución hecha por la Secretaría
Jurídica de la Presidencia de la República y la solicitud de dar aplicación al artículo
33 del Decreto 20657 de 1991, se sirviera asistir a Sesión Plenaria.

-El 5 de febrero de 2015, el Gobierno nacional expidió el Decreto 205 de 2015 en el


que entre otros, se señaló que durante el período de sesiones extraordinarias el
11
Auto 377 de 2014. “Primero.- El literal f) del artículo 15 del Proyecto de Ley Estatutaria No. 209 de 2013 Senado y
267 de 2013 Cámara “por medio de la cual se regula el Derecho Fundamental a la Salud y se dictan otras
disposiciones” contenido en el anexo de la sentencia C- 313 de 2014, quedará así:
f) “que tengan que ser prestados en el exterior”.
Segundo.- El texto del parágrafo 1º del artículo 15 transcrito en la parte considerativa del fallo quedará
así:“Parágrafo 1°. Los efectos del incumplimiento de estos deberes solo podrán ser determinados por el legislador. En
ningún caso su incumplimiento podrá ser invocado para impedir o restringir el acceso oportuno a servicios de salud
requeridos con necesidad”
Tercero.- En el considerando “5.2.10.3.1. Garantías que involucran especialmente el acceso al derecho”  el párrafo
atinente al literal i) del inciso 1º del artículo 10 del Proyecto de Ley Estatutaria No. 209 de 2013 Senado y 267 de
2013 Cámara, contenido en el folio 382 de la sentencia C-313 de 2014 quedará así: “Otro precepto que hace relación
al acceso, es el contenido en el literal i) que establece como derecho la provisión y el acceso oportuno a las
tecnologías y medicamentos requeridos. Para la Corte, este derecho presenta la misma dificultad restrictiva que otros
enunciados de la ley en cuanto contraen la prestación del servicio a algunos aspectos y dejan por fuera otros. En ese
sentido, se atiene la Corte a lo considerado en relación con otros enunciados legales del proyecto y, en aplicación del
principio de conservación del derecho, declarará la exequibilidad de la disposición en estudio pero proscribirá la
interpretación restrictiva y prohijara aquella que se aviene a la Constitución. Consecuentemente, la provisión y acceso
oportuno se habrá de entender a facilidades, establecimientos, bienes, servicios, tecnologías y condiciones necesarios
para alcanzar el más alto nivel de salud, lo cual incluye también los medicamentos, tal como aparece en el literal en
estudio”.
Cuarto.- El párrafo conclusivo atinente al literal f) del inciso segundo del artículo 15 del Proyecto de Ley Estatutaria
No. 209 de 2013 Senado y 267 de 2013 Cámara, contenido en el folio 460 de la sentencia C-313 de 2014 quedará así:
“Por ende, no se desconoce la Constitución y cabe la exclusión establecida en el literal f) siempre y cuando no tenga
lugar la aplicación de las reglas trazadas por esta Corporación para excepcionar esa restricción del acceso al servicio
de salud y, en el caso concreto, no se afecte la dignidad humana de quien presenta el padecimiento. Consecuentemente
y de conformidad con las precisiones hechas se declarará la constitucionalidad del mandato evaluado, pues, se trata
de un criterio, sujeto a ser inaplicado en los casos y con las condiciones que la jurisprudencia constitucional ha
indicado”.
Quinto.- Ordenar a la Relatoría de esta Corporación, que adjunte copia del presente auto a la sentencia respectiva,
con el fin de que sea publicado junto con ella en la Gaceta de la Corte Constitucional correspondiente.
Sexto.- Ordenar a la Secretaría General de la Corte, que envíe copia del presente auto al archivo de esta Corporación,
para que sea adjuntado al expediente correspondiente.
Séptimo.- Ordenar a la Secretaría General de la Corte, que envíe copia del presente auto a todas las autoridades a las
que se les comunicó la sentencia de la referencia”.

24
Congreso de la República se ocuparía “de realizar, en lo de su competencia, las
etapas del procedimiento de sanción del proyecto de Ley Estatutaria 209 de 2013
Senado y 267 de 2013 Cámara “Por medio de la cual se regula el derecho
fundamental a la salud y se dictan otras disposiciones””.

-El 6 de febrero de 2015, el Secretario General del Senado le informó al Ministro


Alejandro Gaviria la nueva fecha de la sesión plenaria –programada para el 10 de
febrero de 2015-, para oírlo de conformidad con el fallo de la Corte Constitucional.

-Acorde con lo anterior, el 10 de febrero la Sesión Plenaria escuchó al Ministro de


Salud.

-El 11 de febrero de 2015 la Presidencia de la República recibió el expediente.

-La Ley Estatutaria 1751 de 2015 se sancionó y promulgó el 16 de febrero de ese


mismo año12.

3.4.3. Inexistencia de defectos en trámite posterior al control de constitucionalidad.

3.4.3.1. Teniendo en cuenta la parte considerativa de esta sentencia y el recuento de


los hechos ocurridos luego del control de constitucionalidad efectuado por la Corte en
la sentencia C-313 de 2014, esta Corporación estima que, en el presente caso, no se
han infringido las normas constitucionales invocadas por el demandante.

3.4.3.2. En primer lugar es preciso advertir, tal y como lo admite el propio actor, que
no se tiene en cuenta la fecha de notificación de la sentencia C-313 de 2014, sino el
Auto 377 de 2014 -de corrección de errores de transcripción-, para efectos de
establecer los pasos a seguir para la sanción y posterior promulgación de la ley.

3.4.3.3. Posteriormente, la ley estatutaria fue enviada al Presidente y tras recibirla


corrió el término señalado en el artículo 166 de la Constitución para la sanción
presidencial.

3.4.3.4. De acuerdo con lo anterior, no existe una vulneración de la Constitución en el


sentido planteado en la demanda, porque los términos para objetar, como para
sancionar y promulgar las leyes, no se cuentan desde la notificación de la sentencia.
Si así fuere, habría que omitir la remisión al Congreso en donde se hacen los ajustes
correspondientes y se firma la Ley por parte de los presidentes de las Cámaras o
debería el Congreso paralizar toda su labor para realizar estos trámites se manera
expedita para luego remitir el expediente a Presidencia.

3.4.3.5. Es por ello que el plazo para la sanción y promulgación de la Ley empieza
cuando el expediente legislativo llega a la Presidencia y no antes, porque el
Presidente no tiene que asumir las contingencias que puedan presentarse antes de que
la Ley llegue a su despacho y que se asocian con los trámites posteriores al control de

12
Diario Oficial 49427 del 16 de febrero de 2015.

25
la Corte, como su ajuste en el Congreso cuando se trata de inexequibilidades
parciales, la recolección de las firmas de los Presidentes de Senado y Cámara, y otros.

3.4.3.6. Es claro que los trámites de la ley posteriores al control previo y automático
de la Corte, tampoco pueden con esta excusa dilatarse de manera indefinida. Pero en
el presente caso, la Corte encuentra que los pasos se surtieron normalmente y que en
todo caso no se desconoció el término presidencial para la sanción y la promulgación
de la ley: por cuanto la Presidencia recibió el expediente el 11 de febrero de 2015 y
lo sancionó y promulgó el 16 de febrero tal y como se desprende del Diario Oficial
publicado en la misma fecha. Considerando que la Ley 1751 de 2015 cuenta con 26
artículos, con arreglo al artículo 166 de la Constitución se aplica el término de 10 días
para la sanción y promulgación, plazo que no se venció ya que el Presidente sancionó
y promulgó la Ley cinco días después de haberla recibido.

3.5. Síntesis del Cargo.

En el presente caso la Corte estima que no se infringen los artículos constitucionales


4, 113, 166, 168 y el artículo 201 de la Ley 5 de 1992 dado que no se desconocieron
los términos constitucionales señalados en el artículo 166 Superior para sancionar y
promulgar la Ley 1751 de 2015, los cuales empiezan a correr desde que la ley
estatutaria, ajustada por el Congreso y firmada por los Presidentes de las cámaras
legislativas, es recibida por el Gobierno, y no desde que la sentencia -en este caso el
Auto de corrección de la misma- es notificada.

III. CONCLUSIÓN.

1. La demanda. Vulneración de los artículos 4, 113, 166, 168, y el artículo 201 de la


Ley 5 de 1992 porque el Presidente habría perdido la competencia para sancionar la
Ley 1751 de 2015, en virtud de que el término de 10 días que señala el artículo 166
Superior, empezaba a contar para el Gobierno desde la notificación del Auto 377 de
2014, es decir a partir del 29 de diciembre del mismo año; sin embargo el Presidente
sancionó la Ley el 16 de febrero de 2015, según el actor, fuera de los términos
constitucionales señalados y el Congreso omitió sancionarla en los términos del
artículo 168 Superior.

2. Problema jurídico-constitucional. ¿Se desconocen los artículos constitucionales


4, 113, 166 y 168 y el artículo 201 de la Ley 5 de 1992, por la presunta sanción
extemporánea de la Ley 1751 de 2015 por parte del Presidente de la República,
realizada un mes y medio después de la notificación del Auto 377 de 2014 de
corrección de la sentencia C-313 de 2014, y por la omisión del Presidente del
Congreso de sancionarla?

3. Decisión. En el presente caso la Corte estima que no se infringen los artículos


constitucionales 4, 113, 166 y 168 ni el artículo 201 de la Ley 5 de 1992 dado que no
se desconocieron los términos constitucionales señalados en el artículo 166 Superior
para sancionar y promulgar la Ley 1751 de 2015, los cuales empiezan a correr desde
que la ley estatutaria, ajustada por el Congreso y firmada por los presidentes de las

26
cámaras legislativas, es remitida al Presidente de la República y no, desde que la
sentencia -en este caso el Auto de corrección de la misma- es notificada.

4. Razón de decisión. Los términos de sanción de las leyes estatutarias se cuentan


desde el momento en el que expediente legislativo es recibido en la Presidencia de la
República, y se prolongan en los términos señalados en el artículo 166 de la
Constitución considerando que las leyes estatutarias pueden ser objetados por
inconveniencia.

5. Reglas en materia de sanción de leyes estatutarias.

5.1. Declarada la exequibilidad total del proyecto de ley estatutaria, la Corte lo remite
directamente al Presidente de la República para su objeción o sanción.

5.2. Si la inexequibilidad del proyecto de ley estatutaria es total, la Corte lo enviará al


Congreso para su archivo.

5.3. Si la inexequibilidad del proyecto de ley es parcial y la decisión se profiere


dentro de la misma legislatura, se aplica el artículo 33 del Decreto 2067 de 1991, de
modo que se enviará a la cámara de origen para que, oído el ministro del ramo,
rehaga e integre las disposiciones en el sentido que establezca la Corte, después de lo
cual, deberá renviar a esta Corporación el proyecto para fallo definitivo.

5.4. Si la inexequibilidad es parcial y la decisión se profiere fuera de la legislatura, el


proyecto de ley se enviará a la cámara de origen para que esta ajuste el texto de
acuerdo con lo dispuesto en la sentencia 13, se firme por los dignatarios de ambas
cámaras y sea remitido de inmediato a la Presidencia de la República.

5.5. En las sentencias de la Corte que examinan la constitucionalidad de los proyectos


de ley estatutaria, se transcribirá en los antecedentes el texto de la ley tal y como fue
recibido del Congreso. Y, se incluirá como anexo el texto aprobado efectivamente
por la Corte, en caso de inexequibilidad parcial.

5.6. El término de la sanción del proyecto de ley es el mismo término para formular
objeciones, y empieza a correr desde el momento en el que es recibido en la
Presidencia de la República.
13
Con relación a las sentencias declaradas parcialmente exequibles las órdenes de la Corte sobre el trámite a seguir han
variado mucho desde las primeras sentencias. Inicialmente, la Corte ordenaba remitir el expediente al Presidente de la
República para el correspondiente trámite constitucional y enviar copia a los Presidentes de Senado y de Cámara de
Representantes para su conocimiento. Esta orden se dio en las sentencias C-011 de 1994, C-179 de 1994, C-088 de
1994, C-180 de 1994. Más adelante, la Corte empleó esta orden pero sólo dirigida al Presidente de la República, en las
sentencias C-393 de 2000, C-688 de 2002. En la sentencia C-292 de 2003 y en la C-713 de 2008 volvió a remitirse el
expediente para la firma del Presidente de la República y copia a Presidentes de Senado y Cámara. Otra variación de
esta orden, es la de enviar copias al Presidente de la República y al Presidente de la Cámara para lo de su competencia o
para los efectos pertinentes, como sucedió en las sentencias C-353 de 1994, C-371 de 2000, C-1159 de 2000, C-295 de
2002. También se verifican casos de remisión del expediente legislativo primero al Congreso para que de ahí se remita
al Presidente de la República, como en las sentencias C-473 de 2005, C-187 de 2006, C-502 de 2007, C-1101 de
2008C-490 de 2011, C-951 de 2014. Otro grupo de sentencias que declaraban parcialmente exequibles leyes
estatutarias, sólo ordenaron notificar, comunicar e insertar el fallo en la Gaceta de la Corte Constitucional, es el caso de
las sentencias C-169 de 2001, C-179 de 2002, C-307 de 2004, C-1081 de 2005, C-1153 de 2005, C-238 de 2006, C-748
de 2011, C-765 de 2012, C-274 de 2013, C-150 de 2015, C-313 de 2014, C-784 de 2014.

27
5.7. El término de promulgación es de diez días, vencido el término de objeción o una
vez se haya surtido la sanción de la ley.

5.8. Si el Presidente de la República no sanciona la ley en los términos


constitucionales que corresponden a los términos de la objeción, pierde competencia
para hacerlo y queda habilitado el Presidente del Congreso para sancionar y
promulgar la ley.

5.9. La sanción extemporánea de la ley por parte del Presidente de la República


constituye un defecto de trámite que no constituye vicio de inexequibilidad, ya que el
proyecto pasa a ser sancionado por el Presidente del Congreso, sin perjuicio de que el
Presidente de la República lo subsane anticipándose a hacerlo.

IV. DECISIÓN.
 
La Corte Constitucional de la República de Colombia, administrando justicia en
nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

Declarar EXEQUIBLE la Ley 1751 de 2015 “por medio de la cual se regula el


derecho fundamental a la salud”, por los cargos examinados en la presente sentencia.

Notifíquese, comuníquese y cúmplase.

MARÍA VICTORIA CALLE CORREA


Presidente (E)
Con aclaración de voto

MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO LUIS GUILLERMO GUERRERO PÉREZ


Magistrado Magistrado

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO GLORIA STELLA ORTÍZ DELGADO


Magistrado Magistrada
Con aclaración de voto Con aclaración de voto

28
JORGE IVÁN PALACIO PALACIO JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB
Magistrado Magistrado
Con aclaración de voto

ALBERTO ROJAS RÍOS LUIS ERNESTO VARGAS SILVA


Magistrado Magistrado
Con salvamento parcial de voto Con aclaración de voto

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General

29
ACLARACIÓN DE VOTO DE LOS MAGISTRADOS
MARÍA VICTORIA CALLE CORREA,
JORGE IVÁN PALACIO PALACIO Y
LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
A LA SENTENCIA C-634/15

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-Circunstancias de tiempo en que fue sancionada Ley 1751 de
2015 no constituyen vicio de inconstitucionalidad (Aclaración de
voto)/PROYECTO DE LEY-Constitución no impone como presupuesto de
validez que sean sancionadas oportunamente sino que Gobierno o Presidente del
Congreso deben sancionarlas (Aclaración de voto)

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-No se podía convalidar dilación inconstitucional de términos
para sancionar proyecto que se convirtió en Ley 1751 de 2015 (Aclaración de
voto)

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-No se podía devolver al Congreso por cuanto sentencia C-
313/14 se expidió cuando ya había expirado legislatura de las Cámaras que
aprobaron proyecto de ley (Aclaración de voto)

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-Presidente de la República solo tenía las opciones de sancionar u
objetar por inconveniencia proyecto de ley luego del control constitucional
(Aclaración de voto)

PROYECTO DE LEY-Envío a la Cámara de origen tiene únicamente


propósito de publicidad y no determina los trámites para la sanción de la ley
(Aclaración de voto)

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-Devolución de proyecto a las Cámaras no solo no tiene sustento
en la Constitución, la ley o la jurisprudencia sino que las contradice (Aclaración
de voto)/CELERIDAD DE LOS PROCEDIMIENTOS-Aprobación de leyes
deben concebirse como instrumentos para impulsar eficazmente el desarrollo de
las labores del Congreso (Aclaración de voto)

Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley


1751 de 2015 “por medio de la cual se regula el
derecho fundamental a la salud”

Referencia: Expediente D-10675
 
Actor: Franky Urrego Ortiz

30
 
Magistrado Ponente:
Mauricio González Cuervo

Aunque compartimos la decisión de declarar exequible la Ley 1751 de 2015,


aclaramos el voto con el debido respeto toda vez que discrepamos de las razones
expuestas en la parte considerativa de esta sentencia.

1. Coincidimos en el sentido de la decisión, por cuanto las circunstancias de tiempo


en que fue sancionada la Ley 1751 de 2015 no constituyen un vicio de
inconstitucionalidad. La Constitución no impone como presupuesto de validez de las
leyes el que estas sean sancionadas oportunamente, sino que se limita a prever que el
Gobierno o en su defecto el Presidente del Congreso deben sancionarlas. 14 En efecto,
el artículo 165 Superior dispone que “[a]probado un proyecto de ley por ambas
cámaras, pasará al Gobierno para su sanción”. En concordancia, el artículo 157 de
la Constitución dice que “[n]ingún proyecto será ley sin los requisitos siguientes:
[…] 4. Haber obtenido la sanción del Gobierno”. Por su parte, el artículo 168 de la
Carta Política estatuye que “[s]i el Presidente no cumpliere el deber de sancionar las
leyes en los términos y según las condiciones que la Constitución establece, las
sancionará y promulgará el presidente del Congreso”. Una sanción extemporánea
aunque efectiva no implica entonces la invalidez de la ley. Asunto distinto es que la
inobservancia de los términos constitucionales previstos para ello comprometa la
responsabilidad de quien tenía a su cargo el deber de cumplirlos; es decir, del
Presidente de la República o en su defecto del Presidente del Congreso, que es la
consecuencia general para los eventos en los cuales se incumplen los plazos
constitucionales que no afectan el trámite de la ley ante las Cámaras.15

2. Respecto de esto último, la Corte tiene la función de guardar “la integridad y


supremacía de la Constitución” (CP art 241). Por tanto, no podía convalidar –como
lo hizo- la dilación inconstitucional de los términos para sancionar el proyecto que se

14
Sentencia C-958 de 2007 (MP Jaime Córdoba Triviño. SV Jaime Araújo Rentería). En esa ocasión, la Corte refirió
que en el trámite de revisión de la ley aprobatoria de un tratado internacional, tras encontrar un vicio subsanable
devolvió el acto al Congreso. No obstante, tras subsanarse el vicio, debía haber sanción y como no la hubo, el proyecto
fue devuelto nuevamente para que se le impartiera. Señaló: “el Magistrado Sustanciador advirtió que esta remisión no
cumplía con lo ordenado en el numeral tercero del Auto A-053/07, puesto que se había pretermitido el requisito de la
sanción presidencial.  Así, a través de providencia del 10 de julio de 2007, ordenó devolver el expediente legislativo a la
Presidencia del Senado de la República, con el fin que lo remitiera al Gobierno Nacional, a efectos de su sanción y en
concordancia con lo ordenado en el Auto A-053/07”
15
Por ejemplo, tras concluir el trámite legislativo ante las cámaras de las leyes aprobatorias de tratados internacionales,
la ley debe ser sancionada por el Presidente y enviada “dentro de los seis días siguientes” para control automático ante
la Corte Constitucional (CP art 241). No obstante que estos términos son de obligatorio cumplimiento, su inobservancia
no acarrea la invalidez de la ley, sino que como ha dicho la Corte en diversas ocasiones “compromete la responsabilidad
del Gobierno al incumplir un deber constitucional”. Sentencia C-533 de 2004 (MP Álvaro Tafur Galvis. SV Jaime
Araújo Rentería). Ese fallo reitera la jurisprudencia.

31
convirtió en Ley 1751 de 2015. En efecto, la sentencia C-313 de 2014 se expidió
cuando ya había expirado la legislatura dentro de la cual las Cámaras aprobaron el
proyecto de ley, y por ende este no podía devolverse al Congreso toda vez que el
artículo 153 Superior dice que “[l]a aprobación, modificación o derogación de las
leyes estatutarias […] deberá efectuarse en una sola legislatura”. En consecuencia,
luego del control constitucional, el Presidente de la República solo tenía las opciones
de sancionar u objetar por inconveniencia este proyecto de ley. Para objetar por
inconveniencia un proyecto de ley que contiene entre 20 y 50 artículos, el Gobierno
cuenta con 10 días (CP art 166). El proyecto de ley estatutaria sobre derecho
fundamental a la salud tenía 26 artículos, de modo que había 10 días para objetarlo, o
sancionarlo (ídem). Ese plazo debía empezar a contarse desde que se comunicó la
sentencia C-313 de 2014 al Presidente de la República, lo cual ocurrió el 20 de
octubre de 2014. La oportunidad para objetar el proyecto expiró entonces el 4 de
noviembre de 2014. Si en gracia de discusión se admite que el término para objetar o
sancionar empezó a correr con la notificación del auto de corrección 377 de 2014, el
plazo iniciaba el 3 de diciembre de 2014 y expiraba el 18 de diciembre del mismo
año. Vencido ese término sin objeciones, el proyecto de ley debía ser sancionado sin
demora por el Presidente de la República o por el Presidente del Congreso (CP arts
165, 166 y 168). No obstante, este proyecto de ley se sancionó el 16 de febrero de
2015, dos meses después de lo debido. Por ende, se violaron los mandatos
constitucionales sobre la materia.

3. En esta ocasión, no obstante, la parte motiva de la presente sentencia dice que la


sanción se impartió dentro de los términos constitucionales. Resalta para llegar a esa
conclusión que cuando se declara la inconstitucionalidad parcial de un proyecto de
ley estatutaria, el artículo 41 del Decreto 2067 de 1991 ordena a la Corte remitir el
proyecto de ley junto con el respectivo fallo a la Cámara de origen. De allí infiere
entonces que, por lo tanto, solo empieza a correr el término para objetar o sancionar
el proyecto cuando a su turno la Cámara de origen se lo remita al Presidente de la
República y este lo reciba efectivamente. Esa conclusión, sin embargo, no se sigue de
la premisa. El deber que tiene la Corte de enviar el proyecto de ley a la Cámara de
origen, no lo negamos. Pero debemos destacar que esta obligación tiene únicamente
un propósito de publicidad, y no determina los trámites para la sanción de la ley, por
varios motivos: uno, porque su texto no lo dice; dos, porque el objeto del Decreto
2067 de 1991 solo es regular las actuaciones ante la Corte Constitucional, y no la
formación o sanción de las leyes; tres, porque lo atinente a la sanción de las leyes, en
tanto es un elemento propio de su procedimiento de formación, es materia reservada a
la Constitución y la ley orgánica (CP arts 151, 157, 165, 166 y 168). El Decreto 2067
de 1991 no ostenta empero ni uno ni otro estatus, por lo cual lo que allí se dice tiene
sentido normativo solo para las actuaciones de la Corte, y no establece normas que
regulen los actos de otras Ramas del poder una vez superado definitivamente el
control constitucional respectivo.

32
4. Sostiene el presente fallo que en un caso como este no podía computarse el plazo
para sancionar el proyecto de ley a partir de la sentencia C-313 de 2014 o de la
notificación del auto de corrección 377 de 2014, por cuanto el proyecto de ley
estatutaria resultante del control constitucional debía entonces pasar primero por el
Congreso, ya que sus normas fueron declaradas parcialmente inexequibles, y luego
enviarse al Presidente de la República. Solo a partir de allí –dice- podrían computarse
los términos para sancionarlo. Discrepamos sin embargo no solo de que así se definan
los términos para sancionar un proyecto de ley, sino además de que este
procedimiento de remisión para trámite en el Congreso se ajuste en casos como este a
la Constitución y a la ley orgánica (Ley 5/92). En efecto, en esta ocasión, para el 20
de octubre de 2014 –fecha en que se comunicó la sentencia C-313 de 2014- ya había
vencido la legislatura en la cual se aprobó el proyecto de ley estatutaria en las
Cámaras.16 Cuando vence la legislatura en que se aprueba un proyecto de ley
estatutaria, este no puede retornar al Congreso a menos que se adviertan vicios
subsanables de procedimiento en su formación (CP art 241 parágrafo), o que se
presenten objeciones gubernamentales por inconveniencia tras la decisión de la Corte
(CP art 167). Dado que en este caso no se daba ninguna de esas situaciones, no había
sustento constitucional para afirmar que el proyecto podía o debía devolverse a las
Cámaras. Ese acto no tiene tampoco fundamento en alguno en la Ley orgánica, ni el
Decreto 2067 de 1991, pues este último supedita el trámite ante las cámaras de los
proyectos de ley estatutaria ya controlados, cuando hay decisiones de exequibilidad
parcial, solo si no ha expirado la legislatura en la cual se expidieron. Como en este
caso había vencido la legislatura, el Decreto 2067 de 1991 no era tampoco la fuente
de la doctrina creada en este fallo.

5. Pero esta postura no solo no tiene sustento en la Constitución, en la ley o en la


jurisprudencia, sino que de hecho las contradice a todas directamente. En primer
lugar, por disposición constitucional expresa, el Congreso pierde competencia para
actuar sobre un proyecto de ley estatutaria una vez expira la legislatura en la cual
empezó a tramitarla (CP art 153). Después de que concluye la respectiva legislatura,
el Congreso solo puede retomar el proyecto e impartirle un trámite cualquiera si hay
vicios de procedimiento subsanables en la formación del acto o si ha habido
objeciones, y esto es así porque lo dice expresamente la Constitución (CP arts 241
parágrafo y 165 y ss). Darle al Congreso –en una sentencia- la función de intervenir
el proyecto de ley después de expirar la legislatura, contraría la Constitución. Si, por
lo demás, se le otorga al Congreso una función certificatoria, consistente solo en
presentar el texto del proyecto resultante del control, debe decirse que esta
competencia no está en la Constitución ni en la ley, y por ende sería adicionarle una
facultad, por cierto innecesaria, que no le agregaría valor al acto. Por lo mismo, la
previsión judicial de este novedoso trámite violaría un principio de la Ley 5 de 1992,

16
Su trámite legislativo en el Congreso se surtió entre los meses de marzo y junio de 2013.

33
referido a la “[c]eleridad de los procedimientos” (art 2), en virtud del cual las normas
sobre aprobación de leyes deben concebirse como instrumentos para “impulsar
eficazmente el desarrollo de las labores de todo orden del Congreso”. Por último,
esta posición desconoce la doctrina establecida en las sentencias C-011 de 1994 y C-
1153 de 2005, en las cuales la Corte sostuvo razonadamente que una vez finiquitada
la legislatura en que se aprueba un proyecto de ley estatutaria, el acto que supera el
control de la Corte no puede ni tiene por qué volver a las Cámaras.17

6. El entendimiento por el cual propugnó la Sala Plena en este caso no solo no tiene
entonces de fundamento normativo, y contradice la Constitución, la ley y la doctrina
constitucional de esta Corte, sino que además resulta innecesario y en vez de
impulsar frena irrazonablemente la puesta en práctica de la producción legislativa. Le
da al Congreso una función puramente administrativa de la cual carece, consistente
en convalidar lo que ya no tiene, en esa instancia, revisión alguna. Por estos motivos
decidimos entonces aclarar nuestro voto.

Fecha ut supra,

MARÍA VICTORIA CALLE CORREA


Magistrada

JORGE IVÁN PALACIO PALACIO


17
La sentencia C-011 de 1994 dijo al respecto: “La inexequibilidad de un proyecto de ley estatutaria puede ser total o
parcial. Si es total, el proyecto muere. El problema se plantea cuando la inexequibilidad es parcial. Considera la Corte
que en caso de que la legislatura no hubiere terminado, se sigue el trámite previsto en el artículo 33 del Decreto 2067 de
1991, esto es, se remite a la Cámara de origen (arts. 166 y 167 C.P. y 33 Dec. 2067/91). Pero si ya ha terminado la
legislatura (arts. 153 C.P., 208 Reglamento Congreso y 41 Dec. 2067/91), se remite el proyecto de ley encontrado
parcialmente exequible al Presidente de la República, para su sanción u objeción por inconveniencia” (énfasis añadido).
Por su parte, en la sentencia C-1153 de 2005 la Corte dijo: ““el señor Procurador General de la Nación sostiene que
algunas de las deficiencias detectadas en el proyecto de ley de la referencia deben ser enmendadas directamente por el
Congreso, previa remisión del proyecto por parte de la Corte Constitucional, tribunal que advertiría, en cada caso
concreto, cuál ha sido la falencia que se presenta en el análisis de las garantías electorales o cuál ha sido el vacío -la
omisión legislativa- que debe complementarse con el fin de que la normativa estatutaria se ajuste a las previsiones
constitucionales. En principio, tal solicitud podría considerarse viable en tanto que el artículo 153 de la Constitución
Política advierte que la aprobación, modificación o derogación de las leyes estatutarias debe efectuarse dentro de una
sola legislatura -previa revisión de la Corte Constitucional- por lo que, si esta Corporación encuentra falencias en el
contenido del acto puesto a su consideración, y no se ha vencido la legislatura, bien podría el Congreso proceder a
corregirlas dentro del plazo establecido. No obstante, tal consideración parece perder sustento cuando se advierte que el
parágrafo del artículo 241 de la Constitución Política indica que la Corte Constitucional está habilitada para devolver al
Congreso el texto del proyecto de ley objeto a revisión, únicamente cuando verifique la existencia de vicios de
procedimiento subsanables en su formación. En esta oportunidad, ha quedado claro que la Corte no encontró vicios de
procedimiento en el trámite del proyecto de ley de la referencia, por lo que no es legítimo que se disponga el envío del
acto al Congreso para que subsane las irregularidades materiales que pudieran detectarse en el análisis que a
continuación se inicia” (énfasis añadido).

34
Magistrado

LUIS ERNESTO VARGAS SILVA


Magistrado

35
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
A LA SENTENCIA C-634/15

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-Presidente de la República solo tenía las opciones de sancionar
u objetar por inconveniencia proyecto de ley luego del control constitucional
(Aclaración de voto)

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-No se podía devolver al Congreso, ya que ello implicaba que el
trámite de la ley tuviera lugar durante más de un período legislativo
(Aclaración de voto)

LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO FUNDAMENTAL


A LA SALUD-No debió devolverse, ni la Corte podía promover la tardanza en
la sanción presidencial so pretexto de ser remitida al Congreso para dar trámite
meramente formal (Aclaración de voto)

Referencia: Expediente D-10675

Asunto: Demanda de inconstitucionalidad contra


la Ley 1751 de 2015 “por medio de la cual se
regula el derecho fundamental a la salud”

Magistrado Ponente:
MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO

1. Con el acostumbrado respeto por las decisiones de la Corte Constitucional,


presento las razones que me llevan a aclarar el voto que emití en la sesión de Sala
Plena adelantada el 7 de octubre de 2015, en la que por votación mayoritaria se
profirió la Sentencia C-634 de 2015 de la misma fecha, que declaró la exequibilidad
de la Ley 1751 de 201518.

2. En esta ocasión la Sala Plena consideró que el demandante no tenía razón al


señalar que existía un vicio de inconstitucionalidad en el trámite de la Ley 1751 de
2015, por cuanto la Constitución no condiciona la validez de una norma a la
oportunidad en la sanción presidencial. Respecto del cargo formulado se indicó que si
el Presidente de la República no sanciona ni promulga oportunamente las leyes, éste
pierde competencia y debe hacerlo el Presidente del Congreso de forma inmediata19,
sin que ese vicio pueda invalidar la norma como tal. Así mismo, se precisó que el

18
De antemano advierto que mi argumentación y sentido del voto son afines a los expuestos por los Magistrados Vargas
Silva, Palacio Palacio y la Magistrada Calle Correa.
19
Artículo 168 de la Constitución Política.

36
incumplimiento de ese deber constitucional por parte del Gobierno acarrea la
responsabilidad de éste20.

3. Ahora bien, en el análisis del cargo, la presente sentencia indicó que los términos
constitucionales fueron debidamente respetados y que no hubo ninguna dilación en el
trámite constitucional. Se explicó que el plazo que tenía el Presidente de la República
para sancionar el proyecto de ley no debía contarse a partir de la notificación del
Auto de corrección A-377 del 3 de diciembre de 2014, que corrigió la sentencia C-
313 de 201421. Lo anterior, ya que el proyecto de ley estatutaria debía primero
devolverse al Congreso de la República y luego entregarse al Presidente para
sanción, momento a partir del cual se podían contar el plazo que éste tiene para
objetar o sancionar22.

4. Como lo expresé en su momento, me aparto de esa argumentación porque


considero que al haberse terminado la legislatura dentro de la cual se aprobó el
Proyecto de Ley Estatutaria Nº 209 de 2013 Senado – 276 de 2013 Cámara (que
luego fue la Ley 1751 de 2015), cuando la Corte emitió la sentencia C-313 de 2014 y
el Auto A-377 del mismo año, el proyecto no podía devolverse al Congreso de la
República sino que debía ser sancionado, o en su defecto objetado, por el
Presidente de la República, sin mayor dilación. Lo anterior pues devolver en esas
condiciones el proyecto de ley desconoce el artículo 153 Superior, según el cual la
aprobación, modificación o derogación de las leyes estatutarias “deberá efectuarse
en una sola legislatura”.

En efecto, en este caso es claro que la sentencia C-313 de 2014 y el Auto de


corrección A-377 del mismo año se expidieron cuando ya había expirado la
legislatura dentro de la cual se aprobó el proyecto de ley, por tanto, no podía
devolverse el proyecto al Congreso, ya que ello implicaba que el trámite de la ley
tuviera lugar durante más de un periodo legislativo (como en efecto ocurrió).

Según la Constitución sólo puede devolverse un proyecto de ley estatutaria al


Congreso a pesar de haber vencido la legislatura en la cual se aprobó, cuando: i) se
adviertan vicios subsanables de procedimiento en su formación 23; o ii) se presenten
objeciones presidenciales por inconveniencia24. En esta ocasión no se presentó
ninguna de estas circunstancias, por tanto, ni debió devolverse, ni la Corte podía
promover la tardanza en la sanción presidencial so pretexto de ser remitido al
Congreso para dar un trámite meramente formal.

No siendo otro el motivo de mi aclaración de voto reitero que, a pesar del punto
señalado, comparto la decisión adoptada.

Fecha ut supra
20
Fundamento 3.3.5.1. de esta sentencia.
21
Que declaró parcialmente inexequible el Proyecto de Ley Estatutaria Nº 209 de 2013 Senado – 276 de 2013 Cámara,
que luego fue la Ley 1751 de 2015.
22
Que según el artículo 166 de la Constitución eran 10 días para el presente asunto ya que el proyecto de ley tenía entre
20 y 50 artículos. .
23
Artículo 241, parágrafo, de la Constitución Nacional
24
Artículo 167 de la Constitución Nacional

37
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Magistrada

38
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO
GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO
A LA SENTENCIA C-634/15

PROYECTO DE LEY ESTATUTARIA QUE REGULA EL DERECHO


FUNDAMENTAL A LA SALUD-En la medida que cumpla su trámite en el
Congreso durante una legislatura se da alcance a las previsiones del artículo 153
de la Constitución, independiente y separadamente de que su revisión por la
Corte Constitucional y la sanción presidencial se efectúen una vez terminada la
legislatura (Aclaración de voto)

Referencia: Expediente D-10675. Demanda de


inconstitucionalidad contra la Ley 1751 de 2015
"por medio de la cual se regula el derecho
fundamental a la salud".

Magistrado Ponente:
MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO

La Constitución Política establece, en sus artículos 165 y 168 que aprobado un


proyecto de ley por ambas cámaras, pasará al Gobierno para su sanción y, en caso de
que el Presidente no cumpliere el deber de sancionarlo en los términos y según las
condiciones constitucionales, lo sancionará y promulgará el presidente del Congreso.

Tales normas son claras al consagrar el deber de "sancionar las leyes", más, sin
embargo, las mismas no instituyen ni expresa ni tácitamente, que la tardanza en el
cumplimiento del mandato allí consignado constituya un vicio generador de
inconstitucionalidad, pues evidentemente el propósito del constituyente fue el de
garantizar la firma promulgación y vigencia de las normas que han surtido su tránsito
por el Congreso y que una vez enviadas al Gobierno para su firma este no las objeta
dentro del término en que se puede hacerlo. En efecto, lo que pretenden las
disposiciones constitucionales es que efectivamente la ley rija independientemente de
que la firmen y promulguen cualquiera de las dos autoridades que tiene competencia
para ello, lo cual no inhibe la posibilidad de cuestionar la inconstitucionalidad de su
trámite en el Congreso o de su contenido material en la oportunidad que corresponde.

En el caso examinado es preciso reconocer que existió un retraso, como en efecto se


observa en el análisis de las fechas y términos en las que acaeció la legislatura, la
sanción presidencial y el control constitucional de la Ley 1751 de 2015.

La jurisprudencia de la Corte Constitucional en las sentencias C-473 de 2005, C-187


de 2006, C-502 de 2007, C-1101 de 2008, C-490 de 2011, C-951 de 2014, entre otras,
ha señalado que la inexequibilidad de un proyecto de ley estatutaria, declarada
durante el trámite de revisión previa y automática, puede ser de dos tipos: total o
parcial.

39
1) Si es total, el proyecto deberá ser archivado por el Congreso.
2) Cuando la inexequibilidad es parcial, se pueden dar dos hipótesis:

(i) En caso de que la legislatura no hubiere terminado, se sigue el trámite previsto


en el artículo 33 del Decreto 2067 de 1991, esto es, se remite a la Cámara de
origen (arts. 166 y 167 CP. y 33 Dec. 2067/91).

(ii)Pero si la inexequibilidad es parcial y la decisión se profiere fuera de la


legislatura, el proyecto de ley se enviará a la cámara de origen para que esta ajuste
el texto de acuerdo con lo dispuesto en la sentencia, se firme por los dignatarios de
ambas cámaras y sea remitido de inmediato a la Presidencia de la República.

Por presentarse la coincidencia de supuestos, esta última fue la exégesis que adoptó
la Corte en la Sentencia C-313 de 2014 frente a la inexequibilidad parcial del
proyecto de ley estatutaria examinada, hoy Ley 1751 de 2015, de manera que la
decisión respectiva contó con un claro respaldo en los antecedentes de la
Corporación, lo cuales hoy se ratifican mediante la Sentencia C-631 de 2015.

Es necesario diferenciar y entender separados el trámite que corresponde al proceso


de positivización de las leyes25 y el trámite que se surte ante la Corte Constitucional
para efectos del control de constitucionalidad de las mismas 26, puesto que tienen
regulaciones normativas y términos distintos para su cumplimiento.

Ahora bien, partiendo de la premisa según la cual si el Presidente no cumpliere con el


deber de sancionar tempestivamente una ley válidamente tramitada tal omisión no
constituye un vicio constitucional, per se, ante la existencia de una regla para
subsanar el asunto (que finalmente la firme, aun por fuera de término, el Presidente
de la República o que, si persiste la omisión de este, lo haga el Presidente del
Congreso, lo que constituye la respuesta o solución que la Constitución brinda a
dicha tardanza y si ese es el camino que, ante la situación comentada, de acuerdo con
la constitución debe seguirse, concomitantemente, no cabría derivar de la misma una
inexequibilidad una inexequibilidad porque si así se concluyera, la preceptiva
superior indicada quedaría despojada de todo sentido) así las cosas, mal podría
concluirse que tal situación fáctica y jurídica pueda subsumirse en la hipótesis
establecida en el artículo 241 Superior que señala que "cuando la Corte encuentre
vicios de procedimiento subsanables en la formación del acto sujeto a su control,
ordenará devolverlo a la autoridad que lo profirió para que, de ser posible, enmiende
el defecto observado. Subsanado el vicio, procederá a decidir sobre la exequibilidad
del acto". A mi juicio es claro que no estamos frente a dicho supuesto, más aún,
cuando la Jurisprudencia Constitucional ha sido lineal y reiterativa, en cuanto a que
el "trámite" señalado por el artículo 153 no incluye la revisión por la Corte, a pesar
del tenor literal de esa disposición y que "la única interpretación razonable es que el
"trámite" al que se refiere el artículo 153 es el correspondiente al tránsito del

25
Ley 5 de 1992, "por la cual se expide el reglamento del congreso; el senado y la cámara de representantes".
26
Decreto 2067 de 1991.

40
proyecto en el Congreso, a saber, su aprobación, modificación o derogación en las
Cámaras, pero no incluye los pasos extra legislativos27".

Por lo tanto en la media en que un proyecto de ley estatutaria cumpla su trámite


dentro del Congreso durante una legislatura, se está dando alcance a las previsiones
del artículo 153 de la Constitución, independiente y separadamente de que su revisión
por la Corte y la sanción por el Presidente se efectúen una vez terminada la
legislatura.

El hacer énfasis puntual en los aspectos señalados fue lo que me indujo a presentar la
presente aclaración.

Fecha ut supra,

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO


Magistrado

27
C-011 de 1994 y C-1153 de 2005

41

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