Ley Del Arbitraje - Perú
Ley Del Arbitraje - Perú
Ley Del Arbitraje - Perú
La LGA regula tres tipos de Arbitraje: Arbitraje Nacional (Secció n Primera, artículos 1 al 87), Arbitraje
Internacional (Secció n Segunda, artículos 88 al 126) y Arbitraje Extranjero (artículos 127 al 131).
Se aplicará n las normas correspondientes al Arbitraje Nacional o al Arbitraje Internacional, cuando el
arbitraje tenga como sede el Perú .
Para saber cuá l Secció n de la LGA se aplicará a un arbitraje con sede en el Perú , habrá que apelar a lo
que dispone el artículo 91 de la LGA. De conformidad con esta norma, un arbitraje con sede en el Perú
será Internacional, cuando al momento de la celebració n del convenio arbitral, las partes tengan sus
domicilios en Estados diferentes (ej. uno domicilia en el Perú y el otro en Colombia), o ambas partes
domicilien en el mismo Estado pero fuera del Perú (ej. ambos domicilian en Argentina) o ambas partes
domicilien en el Perú , pero el cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones emanadas de la
relació n jurídica se ejecutará en otro Estado (ej. dos empresas domiciliadas en el Perú que ejecutará n
una obra en Chile). Si alguna de las partes tiene má s de un domicilio, el domicilio será el que guarde una
relació n má s estrecha con el convenio arbitral; si una parte no tiene domicilio, se tomará en cuenta su
residencia habitual.
De esta manera, cuando un arbitraje con sede en el Perú se realice entre dos partes domiciliadas en má s
de un Estado (diversidad de domicilios) o entre dos partes domiciliadas en un mismo Estado pero
distinto al Perú , o entre dos domiciliados en el Perú pero que el cumplimiento de una parte sustancial
de la relació n jurídica se ejecutará fuera del país, las normas aplicables a dicho arbitraje será n las
contenidas en la Secció n Segunda de la LGA.
En cambio, un arbitraje con sede en el Perú será Nacional y, por tanto, se le aplicará n las disposiciones
de la Secció n Primera de la LGA, cuando ambas partes domicilien en el Perú y el cumplimiento de una
parte sustancial de las obligaciones emanadas de la relació n jurídica se ejecuten en el país.
Por otro lado, cuando la sede del arbitraje esté localizada fuera del Perú (independientemente de
cualquier otro factor de conexió n como podría ser la nacionalidad o el domicilio de las partes, la
materia controvertida, etc), este arbitraje será considerado por la LGA como Arbitraje Extranjero. En
este caso, la LGA dispone de un capítulo especial referido al Reconocimiento y Ejecució n de los laudos
arbitrales (Capítulo Octavo de la Secció n Segunda de la LGA). Las normas contenidas en los artículos
127 al 131 de la LGA, só lo establecen el trá mite de reconocimiento y ejecució n de los laudos arbitrales
Extranjeros, ya que las cuestiones sustantivas se encuentran reguladas en la Convenció n sobre
Reconocimiento y Ejecució n de las Sentencias Arbitrales Extranjeras, má s conocida como la Convenció n
de Nueva York de 1958.2
Si bien las normas de la LGA tratan en forma general de la misma manera a los arbitrajes nacionales e
internacionales,3 existen algunas diferencias que será n destacadas a lo largo del presente trabajo.
Las partes pueden convenir en someter a arbitraje las controversias respecto de las cuales tengan
facultad de libre disposició n, que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una
determinada relació n jurídica contractual o no contractual, sean o no materia de un proceso judicial. Es
así que, cuestiones familiares o asuntos de interés pú blico no son susceptibles de ser sometidas a
arbitraje. Dentro de los asuntos de interés pú blico que no pueden ser sometidos a arbitraje destacan, a
manera de ejemplo, los conflictos referidos a la validez de la propiedad industrial, cuestiones
relacionadas a restructuració n patrimonial, aquellas que versen sobre el estado o la capacidad civil de
las personas, que interesen al orden pú blico o que se refieran a delitos o faltas. En el régimen laboral, la
integració n de los pactos colectivos podrá n someterse a arbitraje en aplicació n de un régimen
especial4.
IV. 1. Nú mero
En el Arbitraje Nacional, los á rbitros deben ser designados en nú mero impar. A falta de acuerdo los
á rbitros será n tres (art. 24 LGA).18 En cambio, en el Arbitraje Internacional, las partes pueden designar
el nú mero de á rbitros que deseen (incluso en nú mero par). A falta de acuerdo los á rbitros también
será n tres (art. 101 LGA).
IV. 2. Requisitos
En el Arbitraje Nacional, la LGA establece que no pueden actuar como á rbitros algunas personalidades,
como el Presidente de la Repú blica, los Parlamentarios, entre otros (Incompatibilidad, art. 26 LGA).
Adicionalmente se distingue entre arbitraje de conciencia y arbitraje de derecho (art. 3 LGA). En el
primer caso, podrá actuar como á rbitro cualquier persona natural, nacional o extranjera, mayor de
edad, que se encuentre en pleno ejercicio de sus derechos civiles.19 Tratá ndose de arbitraje de
derecho, se requiere adicionalmente que la persona sea abogado (art. 25 LGA).20
En el Arbitraje Internacional no se han regulado supuestos de incompatibilidad21 y, adicionalmente,
aú n cuando se distingue entre arbitraje de conciencia y arbitraje de derecho (art. 117 LGA),22 bastará
en uno u otro caso que el á rbitro sea persona natural, nacional o extranjera, mayor de edad y que se
encuentre en pleno ejercicio de sus derechos civiles.23
Las partes o el Reglamento de la Institució n Arbitral (Arbitraje Institucional), pueden establecer
requisitos adicionales.
IV. 3. Procedimiento de designació n
Sobre este tema revisar supra punto N° III.3. Las partes pueden designar uno o má s á rbitros suplentes.
IV. 4. Recusació n
Los á rbitros deben informar a las partes acerca de cualquier circunstancia que pudiera dar lugar a una
recusació n (arts. 29 y 104 LGA). Si no revelan algú n hecho significativo, ello puede ser motivo para que
proceda la recusació n.
Las causales para recusar a un á rbitro están referidas a la falta de requisitos legales o contractuales
para asumir el encargo, como a circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto de su
imparcialidad o independencia (arts. 28 y 104 LGA). 24 25
El artículo 31 de la LGA, aplicable tanto a los arbitrajes nacionales como a los internacionales (por
disposició n del artículo 105 de la LGA),26 establece que la recusació n deberá ser promovida
inmediatamente después de conocida la causa que la motiva y siempre que no haya vencido el plazo
probatorio. La recusació n, tratándose de un solo á rbitro, será conocida por la institució n arbitral y, a
falta de ésta, por el juez civil de primera instancia del lugar del arbitraje. Si existe un panel de á rbitros
(tres o má s), la recusació n será resuelta por la institució n arbitral y, a falta de ésta, por el propio
tribunal arbitral. En cualquiera de los casos la decisió n será inapelable. La recusació n no interrumpe el
proceso arbitral.
IV. 5. Sustitució n
Cuando por cualquier motivo haya que designar a un á rbitro sustituto (recusació n declarada fundada,
renuncia, muerte, etc.), y no existan á rbitros suplentes, a falta de acuerdo entre las partes, se seguirá el
mismo procedimiento mediante el cual fue designado el á rbitro sustituido (art. 32 LGA). Mientras se
designa al nuevo á rbitro, se suspende el proceso arbitral (art. 42 LGA).
V. PROCESO ARBITRAL
Los artículos 33 y 108 de la LGA expresamente reconocen en las partes y, a falta de acuerdo, en los
á rbitros, libertad para determinar las reglas del proceso, siempre y cuando se trate a las partes con
igualdad y se de a cada una plena oportunidad para hacer valer sus derechos (arts. 33 y 107 LGA).
En los arbitrajes ante instituciones arbitrales, el proceso arbitral estará regulado por el reglamento
arbitral correspondiente.27 En los arbitrajes ad-hoc, las partes o, en su defecto, los á rbitros, regulará n
el proceso, el cual necesariamente deberá contar con tres etapas: postulatoria, probatoria y decisoria.
Los á rbitros son los directores del proceso, teniendo la facultad exclusiva para determinar la
admisibilidad, pertinencia y valor de las pruebas (arts. 37 y 108 LGA), pudiendo inclusive ordenar de
oficio la actuació n de los medios probatorios que estimen necesarios.
En los arbitrajes no se requerirá la firma de abogados, pudiendo las partes en arbitrajes internacionales
estar representadas por abogados nacionales o extranjeros.28
En caso fuera necesario contar con el auxilio judicial para la actuació n de una determinada prueba, el
tribunal arbitral o cualquiera de las partes con la aprobació n del tribunal arbitral, podrá recurrir al
Poder Judicial (arts. 40 y 116 LGA).
Salvo acuerdo en contrario, el tribunal arbitral funcionará con la concurrencia de la mayoría de á rbitros
(arts. 45 y 119 LGA), emitiéndose las resoluciones por mayoría, teniendo el presidente del tribunal
arbitral voto dirimente (arts. 46, 47 y 119 LGA).
La LGA siempre será la ley aplicable al procedimiento arbitral. En lo que se refiere a la ley aplicable al
fondo de la controversia en los arbitrajes internacionales, las partes tienen amplia libertad para
determinar las normas de derecho que será n utilizadas para resolver el fondo de la controversia y, en
su defecto, los á rbitros aplicará n directamente la ley que estimen conveniente (art. 117 LGA). Si el
arbitraje es de equidad, los á rbitros deberá n cuidar de observar las normas de orden pú blico que
correspondan.