EVOLUCIÓN DE CREONTE A LO

LARGO DE LAS OBRAS EDIPO REY Y

ANTÍGONA

Trabajo escrito

Literatura Mundial

Español A1: Literatura

(Nivel Superior)

Mayo 2021

Número de palabras: XXXX

ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN...............................................................................................................3
2. DESARROLLO...................................................................................................................4
2.1. Cómo era Creonte inicialmente....................................................................................4
2.2. Primeros cambios influenciados por Edipo..................................................................4
2.3. Creonte se convierte en rey de Tebas...........................................................................4
2.4. Toma de decisiones con presión social.........................................................................5
2.5. El veredicto final del conflicto y su desenlace..............................................................5
3. CONCLUSIÓN....................................................................................................................7
 1. INTRODUCCIÓN
Las tragedias Edipo Rey y Antígona fueron escritas por Sófocles
aproximadamente en el siglo IV a.C. en la Antigua Grecia.

En Edipo Rey se narra la historia de Edipo, rey de Tebas y el personaje

principal. Cuenta cómo a través de una especie de investigación, el propio Edipo
descubre que fue él, tal y como predecía el oráculo, mató a su padre y antiguo rey de la
ciudad, Layo, y se casó y tuvo cuatro hijos con su madre, Yocasta. Al conocer esto,
Yocasta se quitó la vida y, acto seguido, Edipo se arrancó los ojos y vivió en el
destierro.

Antígona es una continuación de la saga familiar. En la obra se relata que

después de una lucha por el trono de la ciudad de Tebas entre Eteocles y Polinices, hijos
de Edipo, en la que ambos murieron, es Creonte quien se convierte en rey de Tebas. Por
lo tanto, este es el encargado de decidir, entre otras cosas, si dar sepultura o no al cuerpo
de Polinices, quien para muchos había deshonrado a la ciudad. Es entonces cuando
Antígona, después de intentar convencer a Creonte para que enterrasen a su hermano
Polinices, sin obtener ningún resultado, decidió hacerlo ella misma. Esto tuvo como
consecuencia el enterramiento con vida de Antígona, quien se quitó la vida ya en la
tumba. Todo esto provoca que tanto Hemón, prometido de Antígona e hijo de Creonte,
como la esposa de este también se suicidaran, dejando a Creonte solo.

En ninguna de las obras el personaje principal es Creonte, o al menos, el que da

título a la obra. Creonte es uno de los personajes con más relevancia en cuanto a los
cambios o consecuencias que se presentan a lo largo de las obras, ya que en Edipo rey
es uno de los asesores de Edipo, e influye, o intenta influir en sus decisiones, las cuales
tienen consecuencias directas en el rumbo que toman tanto la propia vida de Edipo y su
familia, como la ciudad de Tebas. Por su parte, en Antígona tiene un rol de mayor
relevancia, ya que está al cargo de la ciudad y únicamente de él dependen las decisiones
que hay que tomar en ella.

En el transcurso de estas dos obras, Creonte sufre un cambio trascendental en su

personalidad, seguramente provocado por el aumento de responsabilidad sobre la
ciudad. En este ensayo se va a estudiar cómo es la evolución de la personalidad de
Creonte de una obra a otra.

2. DESARROLLO
2.1. El Creonte inicial
Al principio de Edipo rey, Creonte muestra ser una persona honrada, con valores
como el de decir la verdad. También se observa en él un gran respeto a la palabra de
los dioses.
En su relación con el protagonista se puede observar que es Creonte quien
obedece fielmente a Edipo. Esto puede parecer lógico ya que Edipo es quien tiene el
poder sobre la ciudad, es el rey, pero Creonte, por ser su mejor consejero, presenta
un especial respeto hacia el rey.

2.2. Primeros cambios influenciados por Edipo

También en Edipo rey, cuando Edipo acusa a Creonte de ser el culpable de la
muerte del antiguo rey Layo, Edipo le quiere matar por mentir sobre las palabras del
oráculo. Creonte, como es normal si le tienes aprecio a tu vida, intenta convencer y
demostrar a Edipo que no tiene razón mediante argumentos como este:
Ve a Pitón, pregunta si he anunciado exactamente el oráculo; después, si me
coges en maquinación alguna con el agorero, no me mates con un voto sino con
dos, con el mío y el tuyo; pero no acuses sin evidencia por una sospecha infundada.
Que no es justo tomar, sin motivo, a los malvados por hombres de bien ni a los
hombres de bien por malvados. […] El tiempo es el único que muestra al hombre
justo; al malvado, en cambio, podrías conocerlo en un solo día.
En este fragmento, se puede notar a Creonte bastante molesto con la acusación
recibida, lo que produce que cambie la forma de dirigirse a Edipo, la cual a partir de
este momento es algo más directa.

2.3. Creonte se convierte en rey de Tebas

Ya en Antígona, Creonte pronuncia un discurso para los ciudadanos en el que
además de anunciar la muerte de los dos hijos varones de Edipo, y, por lo tanto, que
será el nuevo rey, adelanta alguno de los aspectos que traerá su mandato.
Para mí, el que gobierna toda una ciudad y no se atiene a los mejores
propósitos, sino que por miedo mantiene su boca en silencio, es el peor de los
hombres hoy y siempre; y el que en más que a su propia patria tiene a un ser
querido, nada es a mis ojos. Yo por mi parte, Zeus que todo lo ve siempre, no
podría guardar silencio viendo a la desgracia avanzar contra los ciudadanos en
lugar del bienestar, ni tendría jamás por amigo mío a un enemigo del país. […]
 Se puede ver un argumento sólido con unas ideas muy claras. Como aspecto
fundamental del discurso, podemos destacar la idea de que Creonte va a defender al
país como si fuera su propia vida, aprobando todo tipo de acciones o elementos
beneficiosas para Tebas y eliminando todo aquello que perjudique al territorio o que
no se identifique con él.

2.4. Toma de decisiones con presión social

Durante el transcurso de la obra, llegan los primeros conflictos y las dificultades
que Creonte debe afrontar. La primera de ellas, cuando un guardián va a Palacio a
avisarle de que alguien había hecho el intento de enterrar el cadáver de Polinices.
Creonte le responde de forma seca y un tanto agresiva, acusándole del enterramiento
sin pruebas suficientes como para determinar su culpabilidad.
Cállate, antes de que me llenes de cólera con tus palabras, no sea que te
muestres tan insensato como viejo. […] Échale ingenio a tus ideas, pero si no me
mostráis a los culpables, podréis decir que las ganancias viles causan desgracia.
Con el paso del tiempo, Creonte encuentra cada vez más firmes sus creencias, y
rechaza cualquier tipo de consejo o de argumentación que contrasta con sus ideales.

2.5. El veredicto final del conflicto y su desenlace

Creonte siguió encerrado en su propio pensamiento, llegando a tomar la decisión
de sepultar viva a Antígona, quien era hija de Edipo y la prometida de Hemón, hijo
de Creonte. Esto nos demuestra que, llegados a este punto de la historia, Creonte
sufre un grave problema con un crecimiento exponencial y que es causado por su
orgullo y su fuerte carácter inflexible.
Cuando Hemón, intenta convencer a su padre para que no impusiera ningún
castigo a Antígona, Creonte responde de forma despectiva y muy autoritaria,
tomando ventaja de los privilegios de ser rey.
CORIFEO. Rey, justo es que tú aprendas, si algo oportuno dice, como tú (se dirige
ahora a HEMÓN), a su vez, de él. Bien se ha hablado por una y por otra parte.
CREONTE. ¿Es que a nuestra edad vamos a recibir lecciones de prudencia por parte
de un hombre de la suya?
HEMÓN. En ello nada injusto hay. Y aunque sea joven, no conviene considerar la edad
antes que los hechos.
CREONTE. ¿Y el hecho es que hay que honrar a los rebeldes?
HEMÓN. No pediría yo precisamente que se respetara a los malvados.
CREONTE. ¿Pues no ha sido ella poseída por ese mal?
HEMÓN. No lo dice así el pueblo entero de Tebas
CREONTE. ¿Es la ciudad la que me va a decir lo que tengo que disponer?
[…]
 HEMÓN. ¿Pretendes decir lo que te apetezca, y no tener luego que oír nada?
CREONTE. ¿De veras? Pues, ¡por el Olimpo, has de saber que no te alegrarás de
haberme injuriado con tus reproches (a los esclavos) ¡Traed a ese aborrecible para
que al punto muera, ante los ojos de su prometido!
HEMÓN. ¡No, delante de mí, ni lo pienses! Ni ella morirá junto a mí, ni tú volverás a
ver jamás mi rostro con tus ojos. ¡Aquí te quedas con tu locura y en compañía de los
amigos que te consientan!

Creonte no es consciente de la transformación que sufre, en la que olvida por

completo el sentimiento y el significado de familia, como se puede ver en el
fragmento anterior, donde predominan su frialdad y su crueldad.
Las muertes de su esposa y de su hijo fueron un golpe de realidad para Creonte.
Fue en ese momento cuando se dio cuenta de la persona en la que se había
transformado. Le marcó para el resto de su vida, la cual pasó solo, sin nadie en quien
confiar y destruido por el sufrimiento que él mismo, inconscientemente, había
causado.
 3. CONCLUSIÓN
A lo largo de las obras Edipo Rey y Antígona, Creonte sufre un cambio drástico en
su personalidad. Inicialmente fue un hombre honesto y fiel, en especial a su familia y a
los dioses. El cambio progresivo que sufrió se encuentra asociado con la
responsabilidad y el poder que adquiere siendo rey de Tebas. Se fueron presentando
ante él diversas cuestiones que no supo resolver. No dejó que nadie le aconsejara, ya
que su propio orgullo se lo impedía. Además, se mantuvo firme en todas las decisiones
que tomó, a pesar de la oposición popular. Por todos estos factores, Creonte acabó
siendo un hombre desolado y sin ninguna motivación por la que continuar su vida. Estos
sentimientos los adquiere al perder lo más valioso que tenía, y que, sin embargo, no fue
capaz de apreciar.