Concepto de Ciencia
Concepto de Ciencia
Concepto de Ciencia
Kedrov, M B y Espirkin A
Con ayuda de la ciencia, la humanidad ejerce su dominio sobre las fuerzas de la naturaleza,
desarrolla la producción de bienes materiales y transforma las relaciones sociales. La ciencia
coadyuva a la elaboración del concepto materialista dialéctico del mundo, libera al hombre de
prejuicios y supersticiones y perfecciona sus facultades mentales y convicciones morales.
Los conocimientos elementales son propios de los animales, que poseen una información
cierta sobre determinadas propiedades de las cosas y sobre sus relaciones más simples, lo cual
constituye la condición necesaria para que se orienten adecuadamente en el mundo que les rodea.
Conocimientos elementales y cotidianos los poseen los niños en su tierna infancia. Cada individuo
adquiere en el transcurso de. su vida numerosos datos empíricos sobre el mundo exterior y sobre sí
mismo. Los hombres primitivos poseían ya no pocos conocimientos en forma de datos útiles,
costumbres, experiencias empíricas, recetas de fabricación, etc., que se transmitían de generación
en generación; sabían hacer muchas cosas, y su habilidad estaba basada en los conocimientos que
poseían. Los conocimientos tanto cotidianos como pre-científicos y científicos se apoyan en la
práctica. Todas las clases de conocimientos son el reflejo de las cosas. Pero, sin embargo, los
conocimientos científicos se diferencian notablemente de los cotidianos y pre-científicos. Los
conocimientos cotidianos, empíricos, se limitan, por regla general, a la constancia de los hechos y a
su descripción. Por ejemplo, los marinos sabían perfectamente cómo usar las palancas, y lo mismo
les sucedía a los comerciantes con las balanzas, mucho antes de que Arquímedes descubriese la ley
de la palanca. Pero esta ley hizo posible el invento de nuevos mecanismos, lo que a ningún práctico
le hubiera venido a la imaginación. Los conocimientos científicos presuponen no sólo la constancia
y descripción de los hechos, sin su explicación e interpretación dentro del conjunto del sistema
general de conceptos de determinada ciencia. El conocimiento cotidiano se limita a hacer constar,
y eso sólo superficialmente, cómo se desarrolla tal o cual acontecimiento. El conocimiento científico,
en cambio, no responde únicamente a la pregunta de cómo, sino también de por qué se realiza
precisamente de ese modo. La esencia del conocimiento científico consiste en la auténtica
generalización de los hechos, en que tras lo casual descubre lo necesario, lo que se halla respaldado
por leyes; tras lo singular, lo general, y sobre esta base se lleva a cabo la previsión de diferentes
fenómenos, objetos y acontecimientos; “... la coronación de la labor científica es la predicción, que
nos descubre los horizontes de los fenómenos o acontecimientos históricos futuros, es el signo
revelador de que el pensamiento científico supedita las fuerzas de la naturaleza y las que mueven
la vida social a la realización de las tareas que la humanidad se plantea”. 1 Todo el progreso del
conocimiento científico está relacionado con el crecimiento de las fuerzas y del horizonte de la
predicción científica. Por su parte, la previsión permite controlar y dirigir los procesos. El
conocimiento científico ofrece la perspectiva no sólo de prever el futuro, sino de formarlo
conscientemente. El sentido vital de cualquier ciencia puede caracterizarse de la siguiente forma:
saber para prever, prever para actuar.
Basándose en ellos construyeron grandes obras: palacios, pirámides, etc. Pero estos
conocimientos matemáticos elementales no tuvieron durante largo tiempo más que un carácter
pre-científico: no habían llegado a formar un sistema conexionado sobre la base de principios y leyes
generales. Fue en los trabajos de Euclides donde los conocimientos matemáticos comenzaron a
adquirir por vez primera una forma científica. Euclides les dio carácter sistemático y demostrativo.
Prácticamente, la química es tan antigua como la humanidad. Pero los datos elementales de
carácter práctico acerca de los procesos químicos aún no constituían una ciencia. Solamente en el
siglo xvii, a partir de los trabajos de Boyle, la química comenzó a transformarse en ciencia.
Cada ciencia tiene su etapa de formación. Pero el criterio que rige la creación de cualquier
ciencia es común: determinar la materia a investigar, elaborar los conceptos correspondientes a la
materia en cuestión, establecer la ley fundamental inherente a dicha materia y descubrir el principio
o crear las teorías que permitan explicar gran número de casos. Por ejemplo, la mecánica constituyó
una ciencia cuando se establecieron las leyes de la inercia y de la conservación de la cantidad de
movimiento y se elaboraron los correspondientes conceptos (Galileo, Descartes, Newton). La
creación de la economía política se remonta a los fisiócratas. Adam Smith, David Ricardo y otros
descubrieron las primeras leyes económicas, pero sólo Marx transformó la economía política en
verdadera ciencia. Los conocimientos sociológicos se convirtieron en ciencia cuando Marx y Engels
descubrieron las fuerzas motrices del proceso histórico y las leyes objetivas de desarrollo de la
sociedad, que hicieron posible prever el comunismo. En la historia de su desarrollo, el conocimiento
alcanzó carácter científico a medida que fue descubriendo leyes y adquiriendo fuerza previsora. Los
conocimientos científicos se diferencian radicalmente de la fe, es decir, de la ciega creencia en la
veracidad de lo que en principio no se puede comprobar en la práctica ni demostrar lógicamente.
Sin embargo, hay que diferenciar la fe de la convicción basada en conocimientos, sobre todo
científicos, por ejemplo, la convicción del pueblo soviético en el triunfo del comunismo. La
convicción puede estar fundamentada científicamente; en cambio, la fe ciega, religiosa, la fe en
Dios, en los milagros y en lo sobrenatural, la fe como prejuicio, como creencia en los signos
favorables o desfavorables y en los sueños, no admite demostración alguna; solamente puede ser
inculcada. Si la ciencia hace al hombre potente ante las fuerzas de la naturaleza y ante la vida social,
la religión y la fe, en cambio, le desorientan, crean en él un sentimiento^ de predestinación y
adormecen su conciencia de clase. En oposición a la fe, los conocimientos científicos son un reflejo
veraz de la realidad, capaz de ser fundamentado a través de la práctica, y lógicamente demostrado.
La conexión lógica en el sistema de los conocimientos científicos se adopta como condición
necesaria, que se desprende de los hechos o de unas verdades previamente establecidas. Por eso,
el resultado argumentado de la cognición científica se manifiesta como algo de carácter general y
adquiere fuerza convincente para las personas que poseen la necesaria cultura mental.