CCA Semana 14. La Oración
CCA Semana 14. La Oración
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“Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito
de reconocimiento y de amor tanto en medio de la prueba como en la alegría”.
(Santa Teresa del Niño de Jesús)
De madrugada, todavía muy oscuro, se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, y allí hacía
oración. Salió a buscarle Simón y los que estaban con él, y cuando lo encontraron le dijeron: Todos
te buscan. Y les dijo: vámonos a otra parte, a las aldeas vecinas, para que predique también allí,
porque para esto he venido. Y pasó por toda Galilea predicando en sus sinagogas y expulsando a
los demonios.
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significativo para comprender el don que es la oración en la vida de un creyente: Dios sale al
encuentro del ser humano y es por medio de la oración que busca acercarse su corazón. Dios
siempre es el primero en buscarnos: “si conocieras el don de Dios” (Juan 4, 10). Es por esta
razón que la fe cristiana define la oración1 como la “elevación del alma a Dios”2, en donde la
humildad es la actitud fundamental para que pueda existir un encuentro verdadero.
Si bien Dios es quien nos busca y sale a nuestro encuentro, el ser humano tiene sed
también del amor de Dios, por lo que la búsqueda por parte del ser humano es siempre
respuesta a la iniciativa del amor de Dios3. Dios es quien llama y quien coloca ese anhelo en el
alma de cada ser humano: “Incluso después de haber perdido, por su pecado, su semejanza con
Dios, el ser humano sigue siendo imagen de su Creador. Conserva el deseo de Aquel que le llama
a la existencia. Todas las religiones dan testimonio de esta búsqueda esencial de los seres
humanos”4. Así, podemos comprender que la oración es un acto religioso fundamental, por
medio del cual el creyente establece un diálogo. Esta realidad profunda de la oración como acto
religioso humano se diferencia de otros actos religiosos como, por ejemplo: la realización de
ofrendas puramente rituales5. De esta manera, la oración no es un simple acto entre otros actos
humanos, sino que “en él se concentra la totalidad de la relación con Dios”6, de ahí su
importancia como acto de fe en la vida del creyente.
1
Otro sinónimo de “orar” en latín, es el acto de realizar una “plegaria”. Por su parte el verbo “rezar” viene del latín
“recitare”, que se relaciona con el recitar en voz alta, por ejemplo, el rezo del rosario.
2
Catecismo de la Iglesia Católica, N°2559.
3
Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, N°2566-2567
4
Catecismo de la Iglesia Católica, N°2566.
5
Schlosser Marianne, Teología de la Oración: Levantemos el corazón, Ediciones Sígueme, España, 2015, p. 12.
6
Ibid, citado de: Ebeling, Dogmatik I, p. 208.
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humano a entablar relación con él”7. Resulta significativo destacar que en el Antiguo
Testamento se nos revela que la historia de Israel es una historia de orantes: Abraham, Jacob,
Moisés, Miriam, Elías, Jeremías, Ana, Ester, David, Salomón entre otros, todos ellos han sido
modelos de orantes, y es a partir de ellos, que la oración de la Iglesia está sostenida en las
grandes oraciones de la tradición bíblica, sirviendo de inspiración8. De esta manera, la oración
en el Antiguo Testamento se manifiesta por medio de diversas formas y contenido, destacando
la importancia de la súplica, la intercesión de Dios y la oración como bendición. También
aparece la oración como una acción de gracias, de alabanza, de penitencia, contemplación de
Dios, etc.9
Por otro lado, está la oración de acción de gracias. Esta oración nace como una
respuesta del ser humano a una petición que ha sido escuchada, y está asociada también a la
alabanza, ya que es signo y reflejo de la gratitud y del amor que brota del corazón del ser
humano agradecido: “cuando una persona ama a otra, la ama de verdad; no solo siente respeto
o simpatía (…)sino que establece con ella la relación de íntima pertenencia y confiada donación
de sí que implica el amor; experimenta ante la persona amada una admiración siempre
7
Schlosser Marianne. Ibid, pp.15.
8
Por ejemplo, los salmos, junto con otras oraciones cantadas constituyen la base de la oración litúrgica de las horas.
9
Cfr. Ibid, pp.23-54.
10
Ibid, p. 103.
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nueva(…)entre los hombres, este misterio está solo como entrevisto; en plenitud se da
propiamente en Dios”11.
Otro tipo de oración es la llamada oración de petición. Tal como la alabanza es asociada
a la gloria de Dios, la oración de petición está relacionada con la solicitud y bondad de Dios. Esta
oración no es una forma de huir de las propias responsabilidades, sino que supone la madurez
de conocer los propios límites del ser humano. Dios respeta al ser humano, anhela su felicidad
y desea su cooperación por medio de la petición.
11
Schlosser Marianne, Teología de la Oración (…), pp. 109. Citado de: Guardini, Romano, Introducción a la vida de
oración, p. 106.
12
Cfr. Schlosser Marianne, Teología de la Oración (…), pp.109 - 111.
13
Cfr. Benedicto XVI, Discursos sobre la oración, volumen 4, Ediciones Cobel, España, 2010, p. 44.
14
Benedicto XVI, Discursos sobre la oración, p. 128.
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Resulta significativo comprender que, en muchas ocasiones, todos estos tipos de oración
se ven relejadas y exteriorizadas de un modo particular en nuestra sociedad por medio de
diversas fiestas religiosas populares que expresan de modo genuino el anhelo de expresar el
amor a Dios. Estas expresiones culturales dadas en el ámbito de la fe cristiana derivadas del
pueblo y sus etnias se enmarcan como parte de la llamada Piedad Popular15. Esta realidad se
ha expresado en nuestro país por medio de un sincretismo religioso y cultural ejemplificado en
algunas de nuestras típicas Fiestas religiosas, como la Fiesta de la Tirana en Norte Grande, la
Fiesta de Cuasimodo, la procesión de la Virgen de lo Vásquez, entre otras. De esta manera, la
piedad Popular es una manera legítima de vivir la fe, permitiéndole al creyente sentirse parte
de la Iglesia recogiendo expresiones culturales propias de América16, y así, vivir las diversas
formas de practicar la oración desde nuestra propia cultura.
15
P. Cox, Introducción a la Pastoral de la Piedad Popular, Plan de Formación para Laicos, Arquidiócesis de Santiago,
2011, p. 13.
16
IV Conferencia General del Episcopado de América Latina, Documento de Aparecida, p. 264.
17
Cfr. Schlosser Marianne. Teología de la Oración (…), pp. 56 y 57.
18
Como por ejemplo en el bautismo en el Jordán (Lc 3, 21; Mt 17,5), antes de llamar a sus discípulos (Lc 6, 12), o durante
la trasfiguración (Lc 9, 28).
19
Cfr. Schlosser Marianne. Teología de la Oración (…), pp. 55-62.
20
Cfr. Catecismo de la Iglesia, N°2607 y 2608.
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mostrando su estrecho y cercano vínculo con su Padre invitando a todos las personas a
acercarse a Dios con la misma cercanía y confianza. Ejemplo de esto, es la oración del Padre
Nuestro que Jesús enseñará a sus apóstoles y que estudiaremos la próxima clase.
5. Expresiones de la Oración
La Tradición de la Iglesia nos enseña que existen diversas expresiones por medio de las
cuales el fiel puede vivir su vida de oración. A través de ellas, el creyente lleva a la práctica los
diferentes tipos de oración que hemos estudiado. Una de ellas es la llamada oración vocal:
Dios, por medio de la Palabra se revela al ser humano, y el ser humano por medio de su palabra,
mental o vocal, hace que su oración tome forma. Cada uno de nosotros necesitamos expresar
de alguna forma nuestros sentimientos, y la fe, la voz y el uso de la palabra, responden a un
elemento indispensable de la vida cristiana21. Otra expresión importante es la meditación,
que es, sobre todo, una búsqueda: “El espíritu trata de comprender por qué y el cómo de la vida
cristiana para adherirse y responder”22. Algunos ejemplos de su práctica en la vida cristiana
son la meditación de las Sagradas Escrituras, especialmente los Evangelios, algún texto
litúrgico, la meditación de la vida de Jesús por medio del rosario, etc. Por último, encontramos
las expresiones de contemplación. Estas expresiones son un don, una gracia. La mirada de
Jesús Eucaristía purifica el corazón: “la luz de la mirada de Jesús ilumina los ojos de nuestro
corazón; nos enseña a ver todo a la luz de su verdad y de su compasión por todos los
hombres”23.
Resumamos lo visto en esta clase: La oración es un llamado universal que Dios coloca en el
corazón de todas las personas. Dios es quien sale a nuestro encuentro y es por medio de la
oración en que el alma puede encontrase con su Creador. Jesús, Hijo de Dios encarnado,
mostrará su cercanía paternal con el Padre Dios, e invitará todo ser humano a vincularse de la
misma manera en la que Él lo hace. Existen diversos tipos de oración, destacando la de alabanza,
de petición, de intercesión y de adoración. Destacan las expresiones vocales, de meditación, y
de contemplación.
21
Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, N°2700-2704.
22
Catecismo de la Iglesia Católica, N°2705.
23
Catecismo de la Iglesia Católica, N°2715.