Lucilla Sericata
Lucilla Sericata
Lucilla Sericata
Asesor
1
Programa Medicina Veterinaria y Zootecnia
Pereira
2018
Resumen.
2
Abstract
Larval therapy consists of the application of live larvae of flies, microbiologically sterile
on different types of wounds such as ulcers, infected wounds, burns and certain types
of tumors. The larvae fulfill the functions of eliminating necrotic tissue, decreasing
infection, promoting tissue growth and improving the speed of healing. The flies most
commonly used in larva therapy are those belonging to the Calliphoridae family, which
share several advantageous biological properties. Within this family, the species
Lucilia sericata has shown the best results. This fly has necrophagous habits and one
of the predominant species in cadaveric fauna. The breeding of these flies and the
sterilization of the larvae is under laboratory parameters. This type of therapy has been
implemented and studied the most in humans; this could be due to ignorance and lack
of studies in the area of veterinary medicine. That is why the objective of this
monography is to make known larva therapy as a complementary method in veterinary
medical practice.
Key words: Lucilia sericata, debridement, larva therapy, necrotic wound, proteolytic
enzymes.
3
CONTENIDO
1. Introducción.
2. Materiales y métodos.
2.1. Historia de la larvaterapia en mundo.
2.2. Historia de la larvaterapia en Colombia.
2.3. Especies que se pueden utilizar en larvaterapia.
3. Lucilia sericata como especie más eficaz.
4. Biología de la Lucilia sericata.
5. Ciclo biológico de la Lucilia sericata.
6. Definición de cicatrización y sus fases.
6.1. Fase inflamatoria.
6.2. Fase destructiva.
6.3. Fase de reconstrucción.
6.4. Fase de remodelado.
7. Métodos de desbridamiento.
7.1. Método quirúrgico.
7.2. Método enzimático.
7.3. Método autolítico.
7.4. Método mecánico.
8. Función de las larvas de Lucilia sericata en la cicatrización de heridas.
8.1. Desbridamiento.
8.2. Desinfección.
8.3. Estimulación de tejido de granulación.
9. Método de captura de la mosca Lucilia sericata.
10. Proceso de cría.
11. Métodos de aplicación de larvas en heridas.
12. Utilización de la larvaterapia.
13. Conclusiones.
14. Agradecimientos.
15. Bibliografía.
4
1. Introducción.
5
aplicado en estudios puntuales para el tratamiento de heridas necróticas o de difícil
cicatrización pero, de forma experimental. Es por esto que el objetivo de esta
monografía es dar a conocer la larvaterapia como método complementario en la
práctica médica veterinaria.
6
2. Materiales y métodos.
En los Estados Unidos, uno de los impulsores del uso de las larvas para el
tratamiento de heridas a principios del siglo XX fue el Dr. William Baer, profesor
de ortopedia en la escuela de Medicina Johns Hopkins, de Maryland (6) quien
observó los beneficios de las larvas en heridas traumáticas durante la primera
guerra mundial cuando comenzó a utilizarlas durante su práctica (32). Baer (1931)
estudió sus efectos en 89 pacientes con osteomielitis crónica reportando
resultados positivos en un 90% (4). Sin embargo, debido a que las larvas utilizadas
por él no estaban estériles, algunos de sus pacientes llegaron a infectarse con
Clostridium tetani (6). Este suceso hizo que en los siguientes años se dedicara a
desarrollar un método eficaz para producir larvas estériles(2).La larvaterapia
resurgió en los años 80, impulsado por el Dr. Ronald Sherman, de la Universidad
de California, Irvine (Estados unidos). (6) Quien empezó a utilizar esta técnica en
el tratamiento de úlceras generadas por presión y heridas crónicas (2), motivado
7
por la escasa eficacia de los tratamientos convencionales sobre este tipo de
lesiones y también como resultado de la emergencia de cepas bacterianas con
múltiples resistencias a los antibióticos (2, 50). Y en el 2004 la FDA, concedió el
permiso para producir y distribuir larvas estériles de Lucilia Sericata para su uso
medicinal en seres humanos y animales (42) por solicitud del al Dr. Sherman (26-
30). También fue aprobada su aplicación médica en Gran Bretaña e Israel.
Actualmente el procedimiento se utiliza en más de 20 países, habiéndose dado
30,000 tratamientos durante el año 2003. En América Latina se aplica la
larvaterapia, en países como México, Colombia, Argentina y Chile. En México los
pioneros de la técnica son un grupo de Médicos del Hospital General Dr. Manuel
Gea González, encabezados por el Dr. José Contreras Ruiz, del Departamento de
Dermatología, quien comenzó a aplicar esta técnica a baja escala a partir del año
2000 (6). Y se conoce que al menos 24 laboratorios, dispensan larvas medicinales
a profesionales sanitarios en más de 30 países, entre ellos: Estados Unidos,
Canadá, México, Venezuela, Colombia, Reino Unido, Brasil, Perú y Argentina.
(30)
8
el ente que vigila éste tipo de producto bajo los decretos: 677 de 1995 y 2266 de
2004. (29)
Las larvas de la mosca L. sericata (Diptera: Calliphoridae) son consideradas como las
más eficaces para ser empleadas en los tratamientos de terapia larval (37). Sus
características biológicas y etológicas hacen que las larvas de L. sericata sean las
más convenientes para utilizar (20). Los factores biológicos incluyen su rápido
desarrollo larval, la facilidad para criar estos insectos in vitro y para esterilizar los
huevos (8), además del hecho de que las larvas no invaden órganos internos, dentro
de esta familia la especie L. sericata ha mostrado los mejores resultados (4, 32). Es
por esto que esta monografía se enfoca en la mosca Lucilia sericata.
9
Chile y Perú, entre otros (4).
Por otro lado, las larvas tienen una forma típica, son estrechas en la parte anterior
(cabeza) y aplanadas en la parte posterior (32). Su cuerpo consta de 12 segmentos
sin una división clara entre la cabeza y los segmentos del cuerpo (12), con un complejo
esqueleto cefalofaríngeo (aparato bucal) (10, 51) y ganchos (dientes de cutícula)
visibles externamente, que funcionan por un fuerte aparato muscular y le ayudan a
moverse por las superficies. Anillos de espinas sobre cada segmento del cuerpo evitan
que las larvas se deslicen hacia atrás (12). Respiran a través de aperturas llamadas
espiráculos, las cuales se localizan en el final de la parte anterior y posterior del
cuerpo. Los espiráculos posteriores se observan a simple vista en las larvas maduras.
La cabeza contiene órganos sensitivos primitivos (32) que sólo permiten que las larvas
diferencien entre luz y oscuridad, son fotofóbicas y siempre se ocultan de la luz (12).
10
de supervivencia (4).
Los huevos se depositan en grupos directamente en la fuente de alimento que nutrirá
las larvas (10) (Figura 1.1).
Continúan alimentándose durante 4 o 5 días en los que realizan dos mudas (segundo
y tercer estadio) hasta alcanzar un tamaño de 8 a 10 mm. A partir de ese momento,
dejan de alimentarse y abandonan la herida o el cadáver para buscar un lugar seco
en el suelo, donde se transforman en pupas (11); las larvas maduras y el inicio de la
pupación se presenta una semana después. La pupa se transforma en moscas
adultas en 3 a 4 semanas (Figura 1.2).
11
Figura 1.2. Estadíos de Lucilia sericata, Larva I, II, III y Pupa respectivamente. (53).
12
Figura 1.2. Ciclo de vida de Lucilia sericata (13).
13
A continuación, se produce la respuesta vascular contraria: la vasodilatación que
aumenta la permeabilidad y la migración de leucocitos y monocitos hasta la herida,
para eliminar detritus, (los componentes no viables de la herida) y bacterias (21).
Su papel inicial es la fagocitación, pero tienen otro papel muy importante: la
liberación de factores de crecimiento y otros mediadores imprescindibles para la
reparación de los tejidos (14).
Se produce el exudado: fluido inflamatorio, neutrófilos degenerados y compuestos
de la degeneración tisular (21). Se genera una matriz extracelular provisional
formada por fibrina, fibronectina, células inflamatorias y plaquetas. La duración de
esta fase es de 6 horas a 5 días (14).
14
7. Métodos de desbridamiento.
El tejido necrótico retrasa la cicatrización, debido a que actúa como una barrera
mecánica que impide la aproximación de los bordes de la herida favoreciendo el
desarrollo de microorganismos y como consecuencia, una posible infección (30). Así
que debe ser retirado de la herida para obtener unos bordes y un lecho de herida
limpio y fresco que permitan un cierre primario (21).
15
utilizadas son la combinación urea - papaína y la colagenasa. La urea papaína
degrada la fibrina que se encuentra en la parte externa de la herida y la
colagenasa las fibras de colágeno que se encuentran en la base, seguido por un
proceso de granulación y epitelización (9). Las enzimas deben estar en contacto
con la herida por un tiempo determinado para producir el efecto deseado (21).
16
convencionales (2, 52). Es una terapia no traumática, mínimamente invasiva para el
tratamiento de diferentes tipos de heridas (49, 51) que serán mencionadas más
adelante. Las excreciones y secreciones (E/S) de estas larvas no afectan la actividad
antibacterial de ciertos antibióticos (47, 49), es por esto que se utiliza como terapia
complementaria. Sin embargo, es importante elegir adecuadamente el tipo de
antibiótico ya que puede tener diferentes interacciones como incrementar el efecto del
antibiótico o hacer sinergia entre su efecto y el de las E/S de la larva (47). Las larvas
utilizadas en la clínica deben ser estériles (48), de allí que sean producidas en
laboratorios (4).
Las larvas al interior de las heridas efectúan tres funciones importantes, mediante las
cuales contribuyen a la cicatrización de las heridas (5), éstas son: Desbridamiento,
desinfección y estimulación de tejido de granulación (39, 40, 45, 46, 47, 50, 51).
8.1. Desbridamiento.
Se ha podido demostrar que cuando la larva se encuentra con su cabeza en
contacto con la herida pueden disolver rápidamente el tejido muerto (en 4-5 días)
(42) como resultado de la secreción y excreción (ES) colectiva de enzimas
proteolíticas (47, 48, 49, 53), las cuales incluyen colagenasa y otras enzimas que
poseen la misma actividad de la tripsina (51), leucinaminopeptidasa y
carboxipeptidasas A y B (33). Las enzimas digieren la matriz extracelular (5) e
incrementan el grado de oxigenación tisular de manera que el tejido necrótico es
disuelto para que posteriormente este líquido sea succionado e ingerido (11).
Incluso, un estudio comparó la velocidad de desbridamiento de una úlcera venosa
entre la terapia larval y el uso de hidrocoloides; y demostró que la terapia larval
reduce significativamente el tiempo de desbridamiento (41). Adicionalmente, el
tamaño pequeño de la larva en su primer estadio, junto con su capacidad de digerir
y eliminar el tejido necrótico; y su efecto desinfectante le permite acceder y
desbridar de manera eficiente infecciones necróticas (50).
8.2. Desinfección.
Una vez el tejido necrótico ha sido enzimáticamente licuado, la larva ingiere y
digiere el líquido resultante (49). Esta acción implica que cualquier bacteria y
posiblemente otros microorganismos presentes sean subsecuentemente lisados
17
cuando pasan por el tracto digestivo de la larva, (16) incluyendo el biofilm (33) que
se considera uno de los causantes de la cronicidad de las heridas. Las
secreciones larvales contienen al menos dos moléculas diferentes que son
capaces de prevenir la formación de éste microambiente bacteriano y romper las
biopelículas establecidas (42). Por otra parte, la actividad antibacteriana parece
estar mediada por varios componentes entre los cuales se encuentra un comensal
del intestino de la larva el Proteus mirabilis y dos agentes con actividad
antibacterial identificados como ácido fenilacético y fenilacetaldehido con
particular acción en el pH bajo del intestino (15, 22, 53).
Otros mecanismos utilizados son la excreción de bicarbonato de amonio y sus
derivados al medio ambiente (herida), neutralizando el exudado ácido producido
por la inflamación de la herida o la lesión, elevando así el pH por encima de 7 (48,
51, 53) y por ende reduciendo la colonización de bacterias (34). El carbonato de
calcio también encontrado en las excreciones de la larva estimula la fagocitosis
gracias a los iones de calcio facilitando el proceso de cicatrización en heridas
infectadas (5). Las excreciones y secreciones larvales, externalizadas en las
heridas, las cuales contienen compuestos de bajo peso molecular y metabolitos,
han demostrado en condiciones in vitro actividad contra bacterias Gram-positivas
y Gram-negativas (11). Además, algunos de estos compuestos antimicrobiales
pueden estar también relacionados con la respuesta inmune del insecto, que en
este caso es activada durante la terapia de desbridamiento larval (16) para
protegerse de cualquier bacteria antes de pupar (51), se destacan entre otros las
siguientes proteínas: homóloga de la sapecina-B, serina proteasa y tres nuevos
péptidos antimicrobiales ricos en prolina y lisozima (16). Es importante tener en
cuenta que en ningún caso las larvas ni sus secreciones afectan al tejido viable
(42, 44, 48, 53).
Finalmente, otra acción de eliminación de bacterias en las heridas ocurre
mediante el lavado mecánico de estos microorganismos como resultado del
incremento de exudado, debido al efecto irritante de las larvas y por la licuefacción
enzimática del tejido necrótico (5). Y al disminuir entonces la carga bacteriana,
contribuye a reducir la inflamación (46).
18
8.3. Estimulación de tejido de granulación.
Las iniciales teorías sobre el efecto de las larvas en las heridas señalaban como
importante la acción física de las larvas, a través de sus movimientos de rastreo
en la lesión, para la estimulación del tejido de granulación en el proceso de
curación. (34, 49, 51). Este criterio fue también, más tarde, apoyado por la
observación de que las larvas mejoraban la oxigenación del tejido en heridas
crónicas. Además, según el Dr. Felio de Jesús Bello (11), desde hace mucho
tiempo, científicos sugirieron que la acción de algunas sustancias excretadas por
L. sericata como alantoina (2,5-Dioxo-4-imadazolidinil úrea), úrea o bicarbonato
de amonio (49, 51) podrían ser los responsables del crecimiento del tejido de
granulación. En efecto, usando estas sustancias en las heridas se demostró
estimulación en el crecimiento local del tejido de granulación (5, 44). Sin embargo,
exceso de estas sustancias puede irritar el tejido sensible (49).
Además, se pudo observar que, en presencia de concentraciones estimuladoras
de factores de transformación del crecimiento, los extractos de las larvas (las
secreciones alimentarias y la hemolinfa) causaban la activación de neutrófilos; y
significante proliferación (48) y crecimiento de los fibroblastos (15, 49) modificando
también su adhesión al colágeno y la fibronectina (41). Se ha señalado que la
proliferación de los fibroblastos es sólo un aspecto de la formación del tejido de
granulación, y al parecer mecanismos adicionales pueden estar involucrados (15).
Así, por ejemplo, se indicó que cuando las larvas son introducidas en heridas
necróticas, ellas potencialmente influyen en los eventos de la cicatrización de la
herida con proteasas presentes en las excreciones y secreciones, las cuales están
involucradas en la remodelación de los componentes de la matriz extracelular. Se
sugirió que las proteinasas causan la lisis de fibrina de la matriz extracelular,
liberando factores proliferativos, tales como fragmentos de fibronectina, que
causan efectos favorables en la cicatrización de la herida (5, 11, 16) (la
angiogénesis, la aparición de tejido de granulación, la epitelización (30), la
remodelación y la regeneración de tejidos (42, 53)).
19
9. Método de captura de la mosca L. sericata.
Para la recolección de las moscas se utilizan trampas (37). Se usa un recipiente de
15 cm de diámetro y 20 cm de altura, de color negro. En la periferia de la base se
realizan 12 orificios de 13 mm de diámetro ubicados en círculos (por el cual ingresan
las moscas). En el fondo del recipiente se deposita un frasco de plástico para el cebo.
Sobre este va un cono, que tiene un diámetro de base de 15 cm y una abertura
superior de 3,5 cm de diámetro. Sobre la abertura superior del recipiente se coloca
una bolsa de plástico (en la que quedan las moscas atrapadas). Las trampas se
cuelgan a 1 metro del suelo, en zonas expuestas al sol. (17)
Como cebo se utiliza hígado de bovino (38). Para la clasificación se tiene en cuenta
las características taxonómicas ya descritas (Figura 2). (17)
Se suministra glucosa al 10 % (18) o una mezcla 1:1 de azúcar y leche en polvo como
substrato alimenticio (37, 39) e hígado para inducir la ovipostura. Los recipientes de
agua se cubren con dos capas de plástico de burbuja y dos capas de papel toalla (18)
o un recipiente con agua invertido sobre una placa de Petri con un papel absorbente
(37); permitiendo que las moscas puedan beber sin ahogarse.
El insectario:
Para la cría se pueden utilizar seis jaulas con armazones de alambre que contengan
20
un promedio de 250-300 moscas en cada uno. La habitación debe tener una
temperatura de 25ºC y una humedad relativa del 40%. El fotoperiodo al que se
exponen es con luz artificial con un temporizador, entre las 6 am y las 3 pm (9 horas,
250 lm) (18). Las jaulas tendrán medidas de 30cm x 30cm x 45cm (37), con pisos
metálicos desmontables, están cubiertas con una funda de gasa quirúrgica y
marcadas con la fecha de nacimiento de la población. Una malla sintética cubre la
puerta del insectario, evitando que las moscas escapen, y una luz atrae y mata las
moscas fugitivas. (18)
La producción de huevos:
Entre 1 y 2 semanas de vida, las moscas ponen los huevos. El hígado fresco (37) se
coloca sobre un trozo de papel en una caja de Petri. Una taza de café de plástico
desechable invertido, con una apertura en el borde, se pone sobre el hígado para crear
un área protegida para que las moscas depositen sus huevos (Figura 3, A).
Debido a que la superficie exterior de los huevos de las moscas está por lo general
contaminada de bacterias (36) pueden ser utilizados para la cría de larvas/moscas no
desinfectados para mayor producción de huevos, o ser desinfectados para la cría de
larvas destinadas a terapia larval (Figura. 3, B1 o B2). (18)
21
Figura 3. Proceso cría de larvas (18) (Modificada). Descripción de la sala de crianza:
tiras de espuma de poliuretano con un espesor de 2 mm (1, 5, 7), trozos de morcilla
(2, 6), dos placas de agar sangre de caballo (3), carne con huevos no desinfectados
sobre ella (4). Una tela y una tapa de plástico con una abertura grande se utilizan para
sellar la cámara.
Después de ese tiempo, las larvas necesitan un lugar seco a fin de transformarse en
22
pupa. Por esta razón, el contenido de la cámara se tamiza a través de un colador en
un balde de plástico. Las larvas fotofóbicas se mueven rápidamente en el recipiente
cuando la luz está encendida y la superficie resbaladiza del interior del balde les
impide escapar.
Las larvas son cubiertas con aserrín y dejadas en un recipiente dentro del insectario
durante 6 días para el proceso de formación de la pupa (Figura 3, C y D). Las pupas
pueden usarse a la vez para la cría de moscas, o para su almacenamiento y su
posterior uso a una temperatura de 4ºC durante al menos un mes. La población de
moscas de una jaula se desecha cada 6 semanas.
23
fuertemente (40), con la mano y luego con un agitador por 20 minutos antes de
que la solución sea extraída con una pipeta de vidrio. El procedimiento se repite
tres veces. Todo el proceso de desinfección tardará aproximadamente 1,5
horas. (18)
Otros agentes desinfectantes y esterilizantes que han sido utilizados incluyen
el ácido hidroclorhídrico (37) y el Lysol comercial (50, 52), además de sulfito de
sodio al 1 % en solución salina y formaldehído al 2,5 %. También, ha sido
reportado el empleo de alcohol y bicloruro de mercurio (37).
24
Aplicación directa de larvas.
Para llevar a cabo la aplicación basta con limpiar el lecho de la herida (30) con solución
fisiológica estéril al 0,9% (2). Adicionalmente, se ha de ubicar en el perímetro de la
herida un conjunto de apósitos o hidrocoloides (25) con el fin de que las larvas no
puedan salir de la herida, proteger la zona periférica de la herida y absorber el
abundante exudado que expulsará (30). Se tendrá en cuenta que se debe mantener
la humedad y evitar que se compriman o se asfixien. Se aplican 5-10 larvas por cm2
(47, 49, 51, 52) aunque algunos autores (24, 48) indican que el número de larvas
necesarias se calcula según la severidad de la lesión (superficie de la herida,
profundidad, localización, contaminación y trauma ortopédico) (48). Para el cálculo se
dispone de herramientas según las dimensiones de la herida y la carga necrótica.
(Tabla 1). (24)
25
Figura
3.1. Procedimiento para la aplicación de larvas directamente sobre la herida, pasos 1
al 4. (34)
26
Figura 3.2. Continuación de procedimiento para aplicación de larvas directamente
sobre la herida, pasos 5 al 8. (34)
Apósito larval.
Son apósitos de nailon, con larvas encapsuladas en su interior y un polímero de
poliuretano hidrofílico (47) que absorberá el exudado de la herida y mantendrá el
entorno apropiado para ellas. El apósito se aplica en contacto con el lecho de la herida
afectada. Esta técnica evita el peligro de escape de las larvas (30, 47, 50). La
desventaja consiste en que a pesar de que las secreciones proteolíticas de las larvas
pueden ayudar a remover el tejido necrótico y ayudar con su movimiento al
desbridamiento, no tienen la posibilidad de llegar tan fácilmente al tejido necrosado de
forma tan eficiente (30, 47) (porque no pueden poner sus ganchos directamente en el
tejido de la herida) (51). En las Figuras 4.1 y 4.2 se muestran cómo se debe realizar
el procedimiento.
27
Figura 4.1. Procedimiento a seguir para la aplicación del apósito de larvas. Pasos 1
al 4. (34)
28
Figura 4.2. Continuación del procedimiento para la aplicación del apósito de larvas.
Pasos 5 al 7. (34)
29
permitiendo la regeneración del tejido afectado y acortando el tiempo de tratamiento
total de la herida. En caso que la carga necrótica continúe siendo abundante se puede
repetir las veces necesarias. La elección entre uno de los 2 tratamientos dependerá
de las características de la herida y su localización. El problema descrito como más
habitual reside en la excoriación del tejido cutáneo perimetral a la herida, es por esto
que debe aplicarse crema cicatrizante (con zinc) en ésta zona (24, 47), previo al
parche hidrocoloide.
Los apósitos superiores en cada caso deben cambiarse debido al exudado de la
herida, en la Figura 5 se observa con detenimiento cada capa que se pone sobre las
larvas en ambos casos y cada cuanto deben cambiarse los apósitos superiores.
30
horas. Resaltan que las principales desventajas son estéticas y psicológicas, las
dificultades que se reportan son para convencer a los pacientes de iniciar su uso, los
temores de la comunidad médica de que dañe el ánimo del paciente, la difícil
obtención de las larvas y la necesidad de un adecuado entrenamiento del personal de
salud para aplicarlas. Adicionalmente el autor propone diferentes opciones alternas
del apósito de larvas para su aplicación, las cuales se observan en la Figura 6 a, b, c,
d, e y f. (24)
31
Figura 6c. Propuesta 3.
32
Figura 6f. Propuesta 6.
13. Conclusiones.
Aunque teóricamente este tratamiento es viable y efectivo, como todo en la práctica
clínica, tiene sus puntos positivos y negativos.
Puntos positivos.
33
● Puede acelerar la curación de las heridas, promoviendo la formación de tejido
de granulación (1) 2-3 semanas (15).
● Comparado con otros tipos de desbridamiento como el método mecánico, la
terapia larval evita la sedación continua del paciente para cambio de vendajes
y es más específica en cuanto a la eliminación del tejido necrótico evitando así
posibles retrasos en la cicatrización por daño del tejido sano circundante y
provocando dolor (48).
● Disminuye el estrés por manipulación evitando las complicaciones relacionadas
con éste.
● En muchos casos evita la amputación, ablación o eutanasia (6, 47, 50, 52).
● Facilitan la remoción de bacterias patógenas, incluyendo el biofilm (1, 41).
● La terapia larval es una técnica segura y eficaz para la curación de heridas
necróticas (11, 50).
● Reducen el mal olor y el dolor (41) en 24-48 horas (6).
● Promueven un rápido desbridamiento (1).
● La resistencia bacterial a los antibióticos no tiene efecto alguno en el
tratamiento (6).
● Sería el tratamiento de elección para pacientes con resistencia a ciertos
medicamentos o quienes padezcan de infecciones crónicas, alguna
enfermedad inmunosupresora o diabetes (45).
Puntos negativos.
34
● Sólo ingiere tejido muscular necrótico, más no el tejido de tendones y piel.(44)
● Algunos propietarios de pacientes pueden sentir repulsión por el tratamiento (9)
o presentar inconvenientes estéticos y psicológicos (15, 44).
● Ciertos pacientes podrían presentar un cambio en el comportamiento por la
molestia en la sensibilidad del tejido sano generada por el movimiento de las
larvas en la herida (47, 49, 51).
● Los pacientes también pueden experimentar diseminación de infección o
hemorragia; aunque este último puede ser señal de que las larvas han llegado
al tejido viable (35).
● Infecciones asociadas a Proteus mirabilis y Escherichia coli pueden dificultar la
efectividad de ésta terapia, debido a que las larvas no prosperan (49).
35
14. Agradecimientos.
A nuestras familias por el apoyo durante toda la carrera y a Dios por permitirnos
culminar con éxito.
A nuestra asesora por el acompañamiento constante durante el proceso y la
culminación.
36
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