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Coloquio Feudales

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Desestructuración del mundo antiguo- decadencia romana

Para Wicham, el concepto de fin de la antigüedad, significa cosas diferentes, según diferentes
historiadores; aunque todas coexistan por igual, sus historias no son lo mismo. Por ejemplo,
Daniele Foraboschi acusa de economicismo a quienes ignoran la “crisis espiritual” y el impacto
del cristianismo en la Roma Tardía. Perry Anderson puede discutir el colapso del Estado en
Occidente sin enlazarlo más que nominalmente con los cambios económicos subyacentes de los
siglos III al VI.
Salrach remarca que, durante el Bajo Imperio, en lo referido a la presión fiscal, se encuentran
testimonios de prosperidad, lo que parece indicar que dicha presión no tuvo consecuencias tan
dramáticas. Es posible que se diera un mayor control sobre los contribuyentes y una gestión más
racional de los recursos. Pero los problemas se mueven hacia la circulación de los recursos y su
distribución entre las administraciones locales y administración central.
Por lo que el punto de partida es el Bajo Imperio, de finales del siglo III en adelante, fue el
triunfo final del Estado romano. El peso de la tributación se usa como discusión sobre su caída,
pero era su base y el elemento clave en todo el sistema económico. La tributación coexistía con
otros modos, pero tuvo más peso y llegó a dominar la estructura completa de la economía.
Dominaba la economía y era la base económica para el Estado. Nada en el sistema económico
tardorromano escapa a sus brazos. El comercio y el Estado continuaron manteniendo una
estrecha relación hasta el período carolingio y más allá.
El Estado necesitaba todo el dinero que recogía con los impuestos, era la base de la riqueza y
del poder en el Bajo Imperio. A pesar del peso y la centralización del estado, éste no existió
propiamente como el único foco de poder y riqueza públicos; estaba firmemente anclado en las
ciudades del Imperio; había sido siempre una estructura celular basada en las ciudades y su
territorio, cada ciudad era un estado en un microcosmos. Para los ideólogos del Bajo Imperio, la
vida y la cultura de la ciudad eran la única civilización posible. Cuando cayó el Estado, los
conflictos se manifestaron, tanto en el plano local como en el gobierno central, las ciudades eran
más estables que el gobierno central, al menos, en el occidente mediterráneo. El Estado, al final
solo sobrevivió en las ciudades. La descentralización del imperio a través de las ciudades debe
verse más como una presuposición básica en el análisis de su desintegración final, al menos en
occidente
La importancia de la recaudación era cuantitativa y cualitativa, el más básico era un impuesto
sobre la tierra (sin importar su tamaño), denominado annona o iugatio/capitatio, pero los
beneficios del Estado nunca habían justificado el peso de los impuestos a los ojos de los
campesinos ni lo hacían para los señores. La evasión de impuestos se extendió; la máquina
imperial comenzó a verse privada de recursos, lo que trajo la involución del Estado.
El Estado también poseía tierras y otros bienes que proporcionaban ingresos diversos, ya fuera
porque eran explotados directamente o porque eran cedidos en arrendamiento.
El gasto público del Bajo Imperio puede agruparse en 3 puntos:

 el coste de las administraciones municipales,

 la administración central

 el culto.
Para cubrir todos estos gastos eran necesarios grandes ingresos. La partida de ingresos más
grande viene del presupuesto del Estado, que asignaba un tercio a las ciudades; de todos los
impuestos recaudados, las ciudades tenían el derecho de quedarse un tercio para cubrir
necesidades y debían dar lo restante a la administración central. Otro tercio de los ingresos del
Estado debía asignarse al mantenimiento del ejército.
En cuanto a los gastos civiles, Durliat menciona 4 grupos:

 Mantenimiento de ciudades

 ayuda a otras ciudades

 pago de salarios a funcionarios

 financiamiento de diversos servicios públicos.


También menciona que la Iglesia y el Estado son moderadamente autónomos, pero no
separables, ya que las asignaciones presupuestarias corresponden al mantenimiento del culto.
Los bienes de la iglesia no son separables o distintos de los bienes del Estado.
Durante el Bajo Imperio, los recursos de la iglesia eran de origen diverso, la mayoría de los
bienes y rentas asignados por el Estado venían de dotaciones efectuadas a la res privata, de
confiscaciones a templos paganos y subsidios.
Se deduce que el impuesto era exigible en moneda, producto y servicios. el Estado expresaba
sus necesidades en moneda, que se transformaba en los productos y servicios que precisaba, es
decir, el impuesto se expresaba habitualmente en producto y servicio que traducía el valor del
impuesto en dinero; esta sería una imagen del estado, ofrecida por la tesis fiscalista, un estado
fuertemente centralizado, todo el poder está personificado en la figura del monarca, las grandes
decisiones se toman en la corte de la administración central. Pero en la práctica había muchos
eslabones intermedios y la Iglesia era relativamente autónoma.
Salrach concluye que el sistema fiscal estaba dotado de plasticidad: buscaba adecuar las
necesidades del Estado a las posibilidades de los contribuyentes. Se reducía al máximo los
transportes del producto de los impuestos recaudados, para facilitarlo, se podía transformar el
producto recaudado o recaudar el dinero.
Cuando la aristocracia perdió su interés por el Estado, éste simplemente desapareció, en su
crisis final, lo público se disolvió en lo privado tanto en el plano político- ideológico como en el
económico.
La evasión de impuestos en Oriente no trajo el colapso del Estado, la diferencia en Occidente
fueron las invasiones germánicas que rompieron la estructura del Estado. En primer lugar
provocaron una crisis de hegemonía ideológica de lo que provino gran parte de lo demás, por lo
que la posibilidad de formas de gobierno alternativas llegó a ser algo más que un espejismo.
Incluso fue posible que las aristocracias locales enajenadas por la rígida y rapaz centralización
fiscal- administrativa del imperio pudiesen encontrar las nuevas formas de gobierno germanas
como una perspectiva más atractiva, poniendo en crisis la hegemonía y legitimidad del imperio
Invasiones bárbaras: cambios y continuidades
Sobre las invasiones bárbaras, Gorffart pone en duda la naturaleza pacífica y continuista del
paso del dominio romano al bárbaro ¿cómo debemos entender estas invasiones? Éstas
constituyen un espectáculo que discurre en paralelo a la historia romana. Muchos de estos
pueblos se acomodaron en las provincias romanas sin problemas con la sociedad nativa.

Los movimientos de pueblos no son específicos de ningún período temporal ni de ningún grupo
étnico en particular , Goffart dice que “no hay ningún final para las migraciones ya que el
hombre está siempre en movimiento”. Las migraciones han funcionado como auténticos
cimientos de la teoría de la temprana unidad germánica. Lo que sí se puede ratificar es que,
entre los pueblos germánicos, la forma de vida era sedentaria y no nómada.
Fue el Imperio Romano el que, debido a su expansión y a los elevados niveles de seguridad que
tenía para sus provincias que estableció una línea divisoria que lo separaba de los diversos
grupos de extranjeros que habitan del otro lado. El hecho de que se pusiera el acento sobre
Roma no debe confundirse con la polémica idea acerca de una supuesta continuidad entre la
historia romana y la historia medieval, los observadores grecorromanos eran conscientes de la
variedad y la desunión de sus pueblos.
Los bárbaros que participaron en las invasiones eran vecinos del Imperio, pueblos que vivían en
suelo romano y en contacto habitual con las distintas esferas de la vida pública romana, que
durante décadas sufrieron un proceso de romanización por la proximidad con la frontera y la
exposición a la influencia romana. Si algunos dejaron de ser molestias o amenazas para las
fronteras imperiales y se transformaron en pueblos con un pasado en común fue por su
conversión a la religión del Imperio
Teodosio I y sus descendientes estuvieron dispuestos a tolerar a los bárbaros que se rebelaron en
el interior del territorio. El gobierno romano tenía a estos vecinos como un acervo militar en
beneficio del Imperio.
El poder de atracción del imperio desempeñó un papel decisivo para que los bárbaros
establecieran gobiernos foráneos en suelo romano. Desde el siglo IV, lo que nosotros llamamos
caída del Imperio Romano de Occidente fue el resultado de un experimento que se fue de las
manos
¿En qué términos legales se instalaron los soldados bárbaros en el Imperio? Su llegada se había
basado, en parte, sobre la organización de la propiedad de la tierra en las comarcas de
asentamiento. Todas estas operaciones estaban perfectamente reguladas, dando a entender una
cooperación entre los dirigentes bárbaros y romanos que pretendía mantener cierta armonía
entre el pueblo bárbaro y los nativos. En Italia, se procedía a la repartición: los guerreros
bárbaros tomaban posesión de una parcela junto a los terratenientes romanos; este repartimiento
seguía el modelo romano para los soldados destacados o sistema de hospitalitas, pero no se
sabía que base existía en la legislación romana que permitiera dar cobijo a los soldados bárbaros
y también asegurarles parcelas de tierra.
Se sostendrá que las tierras otorgadas a los bárbaros no eran una propiedad ordinaria sino una
forma especial de propiedad por las tardías leyes fiscales romanas, la asignación no extinguía ni
suplantaba los derechos privados romanos.
Para los partidarios de la tesis fiscalista, el sistema de finanzas públicas creado por los romanos
se mantuvo virtualmente intacto durante el período germánico hasta la época carolingia, porque
los reyes germánicos eran demasiado débiles para crear un nuevo sistema fiscal, pero lo
suficientemente fuertes como para mantener el romano. Según la escuela fiscalista, las
sociedades estuvieron estructuradas en lo que podríamos denominar un sistema social antiguo
en el que la modalidad dominante de producción sería la tributaria y se opone al pensamiento de
que el mundo fue feudal desde las invasiones germánicas. Rechazan la idea de que el colonato
fuese una forma protofeudal, sino que es una forma de dependencia entre personas libres.
Cuando el Imperio romano desapareció y su lugar fue ocupado por las monarquías germánicas,
se dieron cuenta de los beneficios que tenía la continuidad, pero en unos marcos más reducidos.
Estas grandes explotaciones son objeto de explotación directa, la gestión señorial se basa en el
empleo de grupos esclavos reforzados de vez en cuando por mano de obra auxiliar. La aparición
y la multiplicación de las explotaciones campesinas en el siglo VII son el resultado de una gran
innovación; los grandes propietarios notaron que les era más beneficioso casar a sus esclavos y
encargarles el cultivo de la tierra. Esto descargaba al dueño de los gastos de mantenimiento del
esclavo y aumentaba su productividad, esto dio pie a la mutación que generaría los tenentes
libres.
Como la aristocracia dispone de una autoridad que refuerza singularmente su poder económico
y lo extiende más allá de los límites de sus propiedades, muchas veces, el soberano no se
hallaba en disposición para hacer uso personalmente de sus poderes, a menudo son los jefes
locales quienes ejercen el poder y obtienen beneficios.
Por lo que se deduce, no tenían que legislar en materia fiscal, porque tenían los códigos
romanos que seguían en vigor, se limitaron a actualizarlos y revisarlos, el marco de referencia
seguía siendo la ciudad y el obispo jefe de la administración local. La operación se efectuaría
por regiones, ciudades, villae y fundi.
Respecto a los impuestos, su modalidad se llamaba tributum, y se cree que hubo una reducción
de la punción. Se imponen a un Imperio romano poderoso y opresor unos reinos germánicos
demasiado débiles para mantener la misma tasa de sustracción.
Hasta la época carolingia, el impuesto personal era conocido como caput o capitatio humana y
se cobraba incluso a enfermos, huérfanos y viudas. Las fuentes romanas decían que todo el
mundo debía pagar por su vida, por el mero hecho de existir. Todos, tanto romanos como
germanos, estaban sometidos a la capitatio humana, pero no dejaban de ser jurídicamente libres.
Los que por algún motivo podían evitarlo, eran conocidos como ingenuos.
Después del impuesto venían las rentas de los dominios del estado, los reyes germánicos
pagaban una parte de los servicios de sus colaboradores y de la Iglesia, asignaciones a cuenta
del presupuesto. La pobreza del Estado era una exageración que justificaba las confiscaciones.
La asignación de recursos de la administración central, llevaba a la creación de fuerzas
alternativas, lo que no significaba la desaparición del poder público, sino un fraccionamiento.
Pero este proceso reducía los marcos de acción política y económica, debilitaba la autoridad y la
fuerza militar. Debía pagarse a sí misma y sufragar numerosos gastos de carácter civil, el
primer gasto era el mantenimiento de la corte.
En tercer lugar venían los tributos satisfechos por los artesanos y los impuestos mercantiles.
Finalmente, venían las multas impuestas por los tribunales de justicia y los ingresos derivados
de la acuñación monetaria con un mayor o menor control de la administración central sobre las
cecas de cada reino, un ejemplo de lo que podemos llamar descentralización: la multiplicación
de cecas. Todo se interpreta como el triunfo de la acuñación privada, un monedaje prefeudal.
La primera partida del gasto público era la del ejército, compuesto por germanos y romanos,
generalmente tropas de caballería bajo las órdenes de los condes. Debían ser soldados a sueldo
del fisco. No existía en realidad un ejercito privado, sino un ejército público, a las órdenes de un
poder único (el rey).
En cuanto a la administración local, la época germánica presenta algunos cambios. El primero
es el ascenso de obispos a la administración. El segundo es la decadencia del viejo marco
municipal en provecho de los pagi, en el sentido de una descentralización, pero no debe ser
entendido como una decadencia, sino como un precoz síntoma de crecimiento. Una nueva
distribución de poder local. Se puede suponer que en la época germánica no hubo una
disminución general de la partida de gasto público correspondiente a las adminstraciones
locales, sino una mayor distribución en partidas pequeñas. También es posible que se produjera
una transferencia de fondos de administraciones locales a las iglesias.
Surge la pregunta de si los métodos de gestión eran los mismos que los del Bajo Imperio o si
habían cambiado. En primer lugar está el tema de los asentamientos o las bases de percepción
fiscal. El fundus, que según Durliat, seguía siendo lo que era. Pero lo más lógico es suponer que
se está ante otra base de gestión fiscal, las fuentes germánicas siguen denominando possessor al
hombre o institución que tiene la gestión fiscal o propiedad eminente de un fundus.
La ciudad sigue siendo el intermediario necesario con la administración central. Las villae y
fundi se consideran bases de recaudación y objetos de compra-venta entre possessores, lo que
hace pensar que la gestión del impuesto era rentable. Durliat sostiene que la clase dirigente de la
época germánica obtenía la parte mas sustanciosa de sus ingresos gracias a las finanzas
públicas. Pero las viejas ciudades persistían y con ellas sus tradicionales gastos públicos.
Fin del esclavismo:
Respecto a las estructuras sociales, G. Duby dice que “Ni la sociedad romana ni las sociedades
germánicas eran igualitarias; unas y otras aceptaban la preeminencia de una nobleza,
practicaban la esclavitud y la guerra servía para mantener la fuerza de trabajo de una clase
servil”.
Con las migraciones se consolidaron estas desigualdades gracias a la ruralización de la
aristocracia romana; lo que hizo que se mezclaran con la nobleza bárbara, revitalizando la
esclavitud. En el seno de esta sociedad, se distinguen 3 posiciones: los esclavos (totalmente
cosificados), los campesinos libres y los “grandes” dueños del trabajo.
Los esclavos son propiedad de un dueño desde que nacen hasta que mueren, no tienen nada
propio, son instrumentos dotados de vida, a los que el dueño usa según sus deseos. Son de un
precio relativamente bajo. Se reconstruían ya fuese por la procreación natural, la guerra o el
comercio. El cristianismo y la Iglesia en general no condenaban la esclavitud, simplemente
prohibía (cosa que no fue respetada) y proponía obras piadosas como la liberación de los
esclavos.
Los campesinos libres tenían reglas jurídicas y títulos que mantenían la existencia de una
frontera entre la servidumbre y la libertad, no se entendía como independencia personal sino
como pertenecer “al pueblo”, depender de las instituciones públicas; las sociedades germánicas
se basaban en un cuerpo de hombres libres. Su lugar de residencia se llamaba manso, del
vocablo mansus, era la parcela cercada e inviolable dentro de la cual estaba la familia, ganado y
provisiones.
En las provincias romanizadas, la libertad campesina era menos consistente y no excluía la
sumisión a formas estrictas de explotación, por lo que el límite entre la libertad y una
servidumbre muy atenuada era borroso. Aunque había familias campesinas que disponían de sus
propios siervos que aumentaban el número de la familia.
Los señores tenían el poder de mandar, dirigir el ejército, administrar la justicia. Su poder
proviene desde el nacimiento debido a la sangre y al carácter dinástico de su familia. La
aristocracia influye en la economía general ante todo por medio del poder que tienen sobre la
tierra, pero este poder es menos absoluto de lo que parece, aunque es inmenso y no se puede
saber cómo obtenían beneficios de estos derechos.
Marc Bloch decía que “en la época de las grandes invasiones y en los primeros tiempos de los
reinos bárbaros, aún había muchos esclavos, su llegada supuso un recrudecimiento de la trata”.
Para la época carolingia “la esclavitud no ocupaba un lugar en las sociedades europeas
comparable al que anteriormente había ocupado” ¿por qué esa decadencia de la servidumbre?
Bloch, propone 3 factores: militar, religioso y económico:

 Sobre el papel de la iglesia, se subraya el carácter ambivalente: por una parte, proclama
la igualdad de todos frente a Dios y por otra sostiene la legitimidad de la esclavitud y
dice que es la paga del pecado.

 Para la coyuntura militar, Bloch se refiere a la época de la pax romana para explicar el
descenso de esclavos en el Alto Imperio. Pero ni el factor religioso ni el militar bastan
para explicar la disminución de la población servil.

 La única forma en la que pudo reducirse tanto fue por la manumisión, el mantenimiento
de grandes grupos de esclavos, cuesta caro, y en la Alta Edad Media se tiene que
abandonar este tipo de explotación por la recesión. Entonces se pasa de la explotación
directa al sistema de tenencias, en la que el amo se libera de gran parte de la carga.
Muchos otros amos optaron por liberar a sus esclavos al ver que era caro mantenerlos y
poco eficiente. Esto dio lugar a una nueva clase de dependientes, los siervos.
Charles Verlinden sostiene que, el paso de la esclavitud a la servidumbre se dio de forma
“suave”.
Una explicación más cabal se da con las demandas de esclavos de parte del mundo musulmán.
También se aduce a la débil natalidad en el medio servil. Pero las explicaciones económicas son
las más plausibles, la idea básica es que la esclavitud de masas ya no es rentable.
Charles Parain trató de demostrar que el progreso de las técnicas de producción fue lo que acabó
con la esclavitud, son los progresos de la economía los que hicieron que se extinga la esclavitud.
Dockes dice que el sistema esclavista se abandonó porque había dejado de ser productivo. Otra
explicación se radica en las luchas de los propios esclavos, que son el motor principal de la
caída del régimen esclavista.
¿Por qué acabó la esclavitud antigua? Marc Bloch menciona el paso de la explotación al sistema
de tenencias como consecuencia de crisis de la Alta Edad Media, otros historiadores defienden
la causa de que la esclavitud tiene unos costes demasiado elevados. Parain considera que el
crecimiento en sí mismo es el causante. Dockes propone la lucha de clases.
¿Cómo terminó? Con el paso de la esclavitud a la servidumbre. Marc Bloch decía que tenían
naturalezas distintas y percibía un fenómeno de ruptura entre la esclavitud de la Alta Edad
Media y la servidumbre feudal, los siervos del XII tenían un origen distinto.
¿Cuándo termina? Hay varias versiones: al término de la antigüedad romana y en la época de las
invasiones, en la época intermedia entre los siglos V y XI; Para Duby, el fin de la esclavitud no
se sitúa en la época merovingia ni en los tiempos carolingios, sino en el siglo XI
¿Qué es un esclavo? Según la definición de Aristóteles es “un instrumento dotado de voz”,
también puede ser considerado un animal. Los esclavos de los siglos VI- VIII forman parte de la
riqueza ganadera, las leyes bárbaras referentes al robo de ganado también se aplican a los
mancipia. Puede recibir 3 tipos de castigos: golpes, mutilaciones y la muerte, estos castigos se
deben tanto al sadismo de sus amos como para infundir terror y anular cualquier intento de
insurrección. Las uniones entre libres y esclavos es considera un delito de bestialismo
Que los esclavos sean considerados como infrahumanos, tiene 2 consecuencias: no pueden tener
nada propio y no tiene ningún derecho sobre sus hijos (que pertenecen al amo). Su producción y
reproducción están completamente controladas por otros, está desocializado y situado la margen
de la comunidad. Pero reducir al esclavo a una condición infrahumana tropieza con un obstáculo
biológico infranqueable (que el esclavo no es un animal, sino que es una persona) de ahí que
todas las sociedades no hayan podido mantener el esclavismo en todo su rigor, incluso, en
algunos casos, el esclavo podía rescatar su libertad con un peculio.
Muchos minimizan el factor religioso en la desaparición de la esclavitud. La Iglesia nunca
combatió la esclavitud, sino que la justificó y se sirvió de ella, se postulan 2 ideas relacionadas:

 Que la esclavitud es la sanción por los pecados

 y que esta sanción afecte a unos y otros no, es justo, Dios no se equivoca y los que son
castigados es que son culpables. Además, se justificaban en que los esclavos eran
propiedad de Dios y nadie tenía el derecho de tocar el patrimonio del Señor.
También se argumenta un origen divino de la esclavitud, la perversidad genética de los
esclavos, la necesidad de la servidumbre como medio de redención por la penitencia, ideas que
aparecerán constantemente durante la época carolingia.
Otro argumento es el demográfico: que el esclavismo había terminado por la falta de esclavos.
La guerra sigue siendo la mayor proveedora de esclavos, siendo incesante durante los siglos V y
VIII, pero las capturas eran locales. Con los carolingios estas guerras intestinas cesan, ya que
Carlomagno quería conseguir la paz en el interior y la captura de hombres se trasladó a las
fronteras.
La miseria también provocaba la esclavitud, muchos enajenaban su libertad para salir de la
miseria. La servidumbre por endeudamiento no cambió desde la antigüedad.
Las condenas judiciales son otro instrumento para reducir a la esclavitud, todo autor de un daño
que no pueda compensar a su víctima, puede ser reducido a la esclavitud, si un rico paga por él,
se convierte en esclavo de su “salvador”. Por lo que no se puede hablar del fin de la esclavitud
en términos de aprovisionamiento.
Todo lo mencionado trajo cambios en la visión que se tenía de los esclavos. Se recurre cada vez
más a la economía para explicar el fin de la esclavitud. Veían al casamentum como el origen de
su emancipación, consecuencia directa de la recesión de la Alta Edad Media.
Uno de los motivos más significativos es el del progreso técnico, como el molino de agua y los
sistemas de tiro basados en bueyes y la collera para el caballo, ambas trajeron mayor
rendimiento y relegan a la fuerza humana a las tareas más penosas y corrientes, puede decirse
que se aligeró las tareas de la mano de obra. Las manumisiones por razones económicas las
encontramos en épocas de crecimiento y no de recesión.
Dockes hace hincapié en las luchas de clase como factor de extinción del esclavismo. El
régimen esclavista es un sistema de opresión especialmente cruel y degradante. La presión por
ingresar a la dignidad humana es constante, todo período de debilitamiento de las estructuras
estatales se caracteriza por las luchas serviles. La fuga de esclavos es algo constante en las leyes
bárbaras, los esclavos fugitivos se organizan en partidas y se dedican a una especie de
bandidaje, fugas facilitadas por la momentánea desestabilización de la sociedad que provocan
las invasiones de los siglos IX- X
El Estado esclavista se ve cada vez más debilitado por las crisis que sacuden al Imperio en el
siglo III y en el V: guerras civiles, penetración de bárbaros. Pero la servidumbre antigua no se
extingue, sino que es restaurado con más firmeza por las monarquías bárbaras, por lo que se
puede considerar que el siglo VI y los comienzos del VII representan la época de máxima
difusión del esclavismo en Europa occidental, pero en la 2da mitad del siglo VII se da una
nueva crisis, ya que no seguían aceptando ser tratados como bestias.
Para el reinado de Carlomagno la institución servil está en entredicho, incluso en el seno de la
Iglesia se reclama la abolición de la esclavitud, se da una conjugación de factores que aceleran
su desaparición, pero el régimen esclavista no sucumbirá hasta comienzos del XI.
La cuestión del paso de la esclavitud a la servidumbre al feudal fue negada por Bloch como una
continuidad y apreciaba un origen y naturalezas diferentes. Si hubo una continuidad fue algo
limitado y muy puntual.
La idea básica de los marxistas dice que el modo de producción feudal surgió de la síntesis de
elementos protofeudales del modo de producción esclavista romano y el modo de producción
“tribal” germánico. Las invasiones germánicas generaron un proceso de integración que
desembocó en la formación del feudalismo, provocando la desaparición del esclavismo, pero
tienden a minimizar la supervivencia de la esclavitud de Europa de la Alta Edad Media.
Trataron de explicar el fin del esclavismo y el surgimiento del feudalismo basándose en
conceptos marxistas.
El Estado carolingio y la revolución del año mil:
Lo que Barthélemy llama “la gran transformación del año mil” fue un examen de las estructuras
sociales fundamentales de la sociedad de la época ¿los impuestos del siglo XI eran signos de un
mundo nuevo o simplemente características de la Alta Edad Media?
Bois dice que toda sociedad se define según la forma en la que se organizan en su seno las
actividades productivas.
Algunas familias sobresalen por su mayor patrimonio y su estilo de vida, no trabajan sus
propios campos ya que se los confían a otros brazos ¿cuál era la condición social de estos
trabajadores? Recibían la categoría de “siervos” (del latín servus) era una categoría jurídica
distinta de la esclava y específica para una sociedad medieval, surgida durante el siglo III, con
las invasiones germánicas.
El servus era una propiedad de su dueño, un elemento del que disponía a su antojo; aunque no
existía un contrato entre ambos, sí había un vínculo hereditario, un vínculo de servidumbre. Esto
fue definido por Bloch como “ganado de rostro humano”. Está excluido de las instituciones de
derecho público y carece de toda participación en la vida pública y estaba al margen de las
comunidades aldeanas. Es un estatus de exclusión (al menos en el siglo X). Tampoco podía
aspirar a la propiedad, algo que ya venía desde la Antigüedad. Se distingue de la servidumbre de
la época feudal en donde el siervo estaba limitado por incapacidades jurídicas, que eran
hereditarias, aunque tenían una “ciudadanía mínima”.
¿Puede decirse que la esclavitud quedó reducida a una simple envoltura jurídica que recubre
unas nuevas realidades sociales? Se cree que el aspecto crucial viene con la aparición del
colonato romano y el casamentum del antiguo esclavo, por lo que sería un “tenente”, no muy
distinto del siervo medieval, la verdadera mutación radica en la sustitución de la esclavitud
masiva practicada en los grandes dominios. Pero la tenencia medieval procede de un derecho
heredado de Roma. El feudalismo trajo el auge de la pequeña producción, en la que la familia
era la célula productora básica, producto de un proceso muy largo. Pero la condición social del
esclavo cambió sin que desapareciese la esclavitud.
El esclavo del siglo X no estaba atado a la tierra como sí lo estaría el siervo feudal, solamente
dependía de un dueño que disponía de él a su antojo. En lo referido a la producción, la
esclavitud no ocupaba en el siglo X una posición dominante, la aportación de estas pequeñas
explotaciones para la élite dominante deben asegurar su propia reproducción y sólo obtenían
pocos excedentes, por lo que necesitan del trabajo ajeno.
Del trabajo asalariado se sabe poco, pero sólo era a pequeña escala y de forma estacional.
Porque al hombre libre le desagradaba la idea de trabajar por cuenta ajena.
Para los grandes propietarios, la norma para la explotación del suelo bastaba con el esclavo. Ser
alguien notable en la sociedad de este tiempo requería la posesión de uno o varios, ya que era la
única forma de escapar de tener que hacer por ellos mismos el trabajo y poder acceder a la vida
pública en todas sus facetas, aunque el trabajo esclavo represente una pequeña parte de la
producción global.
¿Se puede hablar de un declive de la esclavitud y el surgimiento de nuevas formas de
explotación? Pero si se hallaba de un declive, ¿cuáles eran las causas? Bloch diagnosticó un
retroceso progresivo de la esclavitud entre los siglos V y IX, señaló también la emergencia de
una nueva condición, la servidumbre, que incluía a antiguos esclavos y libres empobrecidos.
Destacó el papel de la iglesia, la incidencia de factores militares, políticos y la importancia del
factor económico: rentabilidad.
Duby renueva la visión de la noción de la revolución feudal en torno al año mil. Pierre
Boannasie piensa que la esclavitud se mantuvo a lo largo de toda la Edad Media.
¿Pero, qué se entiende por declive? En la práctica desaparición de la esclavitud para el siglo XI,
que se debe a un enrarecimiento de las fuentes de abastecimiento, pero no por falta de esclavos.
La cuestión debe plantearse en términos de mejoramiento de la condición servil; el esclavo era
un ser humano al que se le imponía su “infrahumanidad”, con su máxima expresión en la
“esclavitud de rebaño” de los dominios de tipo colonial creados por Roma. Las invasiones
bárbaras aceleraron el proceso, así como el factor religioso, la Iglesia fue esclavista hasta el
último momento, ya que la esclavitud era vista como un castigo por los pecados.
Los efectos de la culturización producida por la vecindad con los libres y la práctica de una fe
común. El casamentum confiere un principio de autonomía económica y juega, a la vez, contra
la infrahumanidad.
El arraigo de un esclavo a una tierra suscita efectos acumulativos, le da armas, engendra nuevos
derechos, se ve beneficiado por un proceso de lento de desarrollo: la afirmación como modelo
productivo de la familia.
El fin de la esclavitud viene de la mano con el progreso técnico, no como algo inmediato sino
como una condición manifestada a través de múltiples mediaciones. Pero se debe desechar la
idea de que las innovaciones de la Alta Edad Media precipitaron el declive de la esclavitud al
valorizar el trabajo libre, mientras que el trabajo forzado se habría mostrado menos eficiente,
por lo que se nota más como un proceso de promoción social. La esclavitud no era solamente
una “relación de producción” sino una mentalidad que impregnaba todas las clases sociales,
incluyendo a los propios esclavos.
Bois considera que la verdadera cuestión no es la del fin de la esclavitud, sino el final de un
sistema esclavista como conjunto, barrido después del año mil, también argumenta que la
inflexión del año mil no fue revolucionaria solamente por la violencia que liberó, sino también
por la naturaleza de sus protagonistas; por una lado estaban los monjes, del otro lado estaban los
guerreros junto al obispo, celoso guardián del orden carolingio ¿pero, cómo se explica la
victoria de los primeros? El elemento decisivo fue lo que llaman “la intervención” de las masas
en el triunfo monástico, ya que disponían de bellatores dispuestos a empuñar sus espadas en
defensa de Cluny. Todo el pueblo cristiano se había puesto en movimiento: la auténtica
revolución.
Los más curioso fue que con esta revolución se instauró un nuevo marco de dominio, el señorío.
Esta conmoción de grandes dimensiones que supone una ruptura en el orden político, social e
ideológico, y, lógicamente económico (establecimiento de vínculos entre la ciudad y el campo
como consecuencia directa del nuevo orden creado), que derribó un edificio obsoleto minado
por evoluciones sociales.
Quienes iniciaron las hostilidades fueron los depositarios del pasado, la aristocracia local,
guerrera y esclavista, que formaban la base social del sistema carolingio que veían como sus
posesiones se iban desmoronando. Su violencia sumió a la sociedad en la anarquía, forzando a
los monjes a hacerse cargo de la esfera social y definir un nuevo orden: los primeros pasos de la
sociedad feudal.
La revolución feudal fue un fenómeno global, una muda de la sociedad franca que se despojó de
todos los “harapos de la Antigüedad”. Representó también formidable liberación de energía
social (rasgo específico de las situaciones revolucionarias), cuya consecuencia más directa
fueron la eclosión urbana, las futuras formas de expansión agraria o la multiplicación de iglesias
románticas.
El surgimiento y la transición al feudalismo:
El surgimiento del feudalismo es muy desigual, se tratará de establecer como actuaba un poder
político que cumplía un papel estructurante del modo feudal de producción. El eje del
surgimiento del sistema feudal fue la conquista de espacio, siendo la vía militar tan válida como
la pacífica en la toma de tierras.
Surge la figura del conde, al frente de los castillos para la defensa y coordinación de
expediciones, con presencia de campesinos, algo habitual en la organización germánica
prefeudal; cuando el conde dirigía una expedición y se lograba un botín, éste no se repartía entre
todos los pobladores, sino de acuerdo al rango social. Junto con la defensa se ordenaba la
construcción de fortalezas y mantenimiento de murallas.
Los deberes generales de edificación de fortalezas tuvieron su continuidad en el trabajo agrario
y la renta en especie. La evolución de estos derechos muestra que la aristocracia se organizaba
en base a la actividad político- militar en una primera etapa y en una segunda en relación a la
actividad rural productiva. A comienzos del siglo X se determinaban las rentas, vinculado a las
obligaciones agrarias; estas rentas se imponían gradualmente.
Como el conde tendía a quedarse las tierras que le eran arrebatadas a los pobladores ya sea
mediante juicios o multas, se comenzaron a formar villae, que se convirtieron en patrimonio
señorial del mando territorial, pero los señores tenían bienes propios.
Se pueden distinguir 3 categorías sociales,

 1era: los servi, no son esclavos en sentido clásico, sino que son campesinos instalados
en tierras, con la prohibición de la venta de sus posesiones.

 2da categoría fueron los libres que perdieron sus tierras y el señor permitía que
continuaran trabajando en la tenencia pagando rentas “dominicales” o los libres que no
tenían tierras y trabajan in solare alieno.

 3ro, la presencia de trabajadores contratados por salario. Es posible que ésta fuera la
condición de los pastores, aunque se consta la existencia de pastores en condición de no
libres
Pero, ¿Qué significa feudalismo? ¿en que periodo se da? ¿es un término apropiado?
Bloch consideraba la palabra “feudal” es un sentido amplio, una “historia total”, el retrato de
una sociedad entera. Para él, el elemento clave de esta sociedad feudal era su sistema de
dependencia jerárquicas en el que unos hombres se subordinan a otros. Diferencia 2 épocas
feudales, la primera habría comenzado cuando se languideció el mundo carolingio y los asaltos
de los húngaros, escandinavos y musulmanes dejaron tras de sí una Europa despoblada. La
segunda comenzó a mediados del siglo XI, con el crecimiento de las ciudades y de una
economía monetaria
Georges Duby propuso una modificación fundamental de los propuesto por Bloch. En primer
lugar, argumentó que las instituciones carolingias habían persistido hasta bien entrado el siglo
X, eliminando esa “primera época”. En segundo lugar, apuntó la importancia excepcional de los
primeros treinta años del siglo XI, como el momento en el que “el sistema simple y coherente
de los carolingios dejó paso a una concepción muy confusa de la función judicial, enteramente a
merced de las relaciones y las consideraciones domésticas”, años que marcaron la transición al
período feudal clásico. Otros cambios que propone se refieren a una modificación en la
naturaleza de los impuestos, que habían sido públicos antes de esta fecha y la imposición había
corrido a cargo de los reyes o sus agentes. Alrededor del año 1000, comenzaron a recibir el
nombre de “usos” (a veces “malos” o “injustos”). Duby vincula a este cambio en el vocabulario
y la actitud con los desarrollos sociales y políticos. El señorío se convirtió en el núcleo político
del nuevo orden: el señor imponía su “ban” (su derecho a mandar, obligar, juzgar e imponer
sanciones). Así pues, el señorío banal no era lo mismo que el señorío territorial, que era una
forma de señorío sobre las personas.
El fenómeno central de la “feudalidad” es el establecimiento del señorío banal, hoy en día se
puede plantear con mayor claridad el problema de la transición entre “feudalidad” o el
feudalismo y las organizaciones sociales que lo precedieron y que podemos llamar prefeudales.
Duby esboza las líneas generales del proceso por el cual los grandes señoríos absorbieron a los
pequeños y medianos, de forma tal que se volvieron siervos dependientes y los más ricos en
vasallos. Este cambio a una “organización feudal” se produjo entre los años 980-1030
Jean Pierre Poly y Eric Bournazel proclamaban conservar la voz “feudal” como un término
híbrido utilizable para la política, la sociedad y la cultura tras el punto de inflexión que supuso
el cambio de milenio. El mundo feudal, cercano al año 1000, era una sociedad en la que todos
los fenómenos estaban fuertemente influidos por las relaciones de dependencia y señorío
implícitas en el término
Dominique Barthélemy acentuaba la continuidad esencial en todo el período que abarca del
siglo IX a principios del siglo XII, así como el carácter extremadamente gradual de los cambios
que tuvieron lugar en esos 300 años. Sostiene que los malos usos no eran nada nuevo. La
palabra “alodio” que es considerado como “plena posesión de la tierra” no siempre se
diferenciaba de los términos “feudo” o “beneficio”
El enfoque de Brown surge del empirismo angloamericano: “feudalismo” es un término creado
a mediados del siglo XIX, basado en el mejor de los casos en términos legales del siglo XVIII,
según Brown, no es más que un “constructo” mental que jamás existió (ni pudo haber existido)
Susan Reynolds rastrea el origen de la idea de “feudalismo” con sus vínculos entre vasallos y
feudos, y lo localiza en los abogados de finales del siglo XII que servían a un nuevo género de
gobiernos burocráticos. El concepto se creó propiamente en el momento en que la sociedad que
pretendía describir estaba siendo desbancada por el Estado
Según Kuchenbuch, el adjetivo “feudal” se expresa como un modo de producción especifico.
Plantea connotaciones históricas contradictorias, implica también que este modo de producción
específico ha de ser interpretado como uno entre varios, pero como modo de producción
dominante entre los existentes en la Europa preindustrial (preindustrial en el sentido de que en
condiciones en las que predomine un modo de producción capitalista, industrial, el modo de
producción feudal tiene un papel relevante
El principal grupo que se benefició de la caída del Estado romano y la transición a la sociedad
feudal fue el campesinado, de ninguna manera lo fue la aristocracia romana. Algunas familias
cambiaron sus nombres y comenzaron a mandar ejércitos (es decir, se hicieron germanas)
Surge la cuestión sobre cuando fue reemplazado el modo de producción esclavista por el
feudalismo. La interpretación más común sobre los cambios económicos de la época
tardorromana es que el modo de producción esclavista da paso al modo de producción feudal: la
esclavitud es reemplazada por la servidumbre
Bloch señala el enorme incremento de esclavos durante las guerras de los siglos V y VI, pero no
se inscribieron en las tradicionales haciendas esclavistas, sino que se convirtieron en tenentes.
En algún punto las haciendas se derrumbaron, los esclavos fueron diseminados en tenencias y
cuando decayó esta forma de tenencias, surgió el feudalismo y la servidumbre.
Finely dice que la sociedad esclavista no dio paso inmediatamente a la sociedad feudal.
Las definiciones de los modos de producción son interminables, la tendencia más útil es la que
traza una distinción entre el modo de producción antiguo y el modo de producción esclavista y
algunas amplías definiciones del modo feudal.
Bois dice que, la revolución feudal fue un hecho europeo que conmocionó al Occidente
carolingio. Una nueva relación de explotación, inscrita en el marco jurídico del señorío
sustituyó a la antigua esclavitud que quedó reducida a una simple pervivencia del pasado
aunque algunos elementos fueron retomados, pero con ciertas modificaciones. Se redefinieron
los grupos sociales y sus relaciones, también cambió la economía que ahora era más autónoma
frente a la esfera política.
El modo antiguo, en su tipo más ideal, era no-explotador y estaba caracterizado por el control de
un cuerpo ciudadano basado en la ciudad sobre el entorno inmediato. Cuando Roma se
expandió, se dieron 2 desarrollos. Se rompió el igualitarismo de la ciudad y el modo esclavista
comenzó a desplazar al campesinado propietario libre, alcanzando en la República tardía su
forma clásica, la hacienda esclavista. Pero el modo antiguo se modificó y también fue un modo
explotador, la riqueza de la ciudad pasó a basarse en el tributo o el impuesto sobre los
propietarios del campo sometido y en el caso de Roma, de otras ciudades sometidas.
Con los condes, todo el espacio productivo se convertía en una fuente de ingreso señorial, eso
explica la prohibición a los habitantes de trasladarse a otra jurisdcción; si al final se trasladaban,
debían dejar la mitad de sus bienes y seguían sujetos a la jurisdicción señorial. Los pobladores
debían hacer todo lo que se les mandase y eran requeridos según las necesidades de los señores.
Según el concepto de Marx de “formación socio- económica” o “formación social” la base
económica consiste en uno o más modos de producción en una jerarquía de dominación: las
diversas superestructuras se organizan en relación con ella. Es bastante evidente que las
sociedades a menudo pueden tener más de un modo dentro de ellas; pero si ambos modos
coexisten, uno influenciará al otro y el dominante será el que tenga vínculos más estrechos con
el Estado, si esto no ocurre tenderá a socavar al otro y el Estado (a la larga) cambiará de forma,
a menudo de manera violenta.
La época tardorromana es una sociedad dominada por la producción feudal y el estado feudal
llegó a ser una consecuencia del desarrollo social después de que, en el conjunto de modos
existentes en el Bajo Imperio, el feudal llegó a ser dominante.
Los nuevos estados germanos aún no eran feudales, la oligarquía que controlaba cada uno de los
estados sucesores intentaba mantener los mecanismos financieros del imperio hasta donde
podía. Había una diferencia crucial: la base financiera del ejercito, que constituía la principal
fuente de gastos para el estado tardo-romano y fuera de Italia era lo único importante; el
establecimiento político de cada estado germano supuso que los germanos formaban ejércitos
basados en la tierra, por lo que el principal gasto del Estado tardorromano fue suprimido y la
tributación fue sustituida por la renta, aunque se mantuvo, su escala fue bastante menor
La tributación siguió siendo esencial para los primeros estados sucesores germánicos. La
concepción global del estado asequible a los reyes germanos de los siglos V a VI implicaba la
capacidad de tributación, pero globalmente el predominio económico de la tributación se había
desvanecido y también había cambiado la postura popular ante la legitimidad de la tributación.
El modo antiguo coexistió con el modo feudal. La extracción del excedente se producía en dos
procesos separables: el impuesto y la renta, uno destinado a un poder publico distante y otro
destinado a un señor más inmediato. Las relaciones del campesino con el estado y el señor eran
fundamentalmente diferentes. Lo que sucedió fue que el equilibrio cambio: el modo dominante
se trasladó del antiguo al feudal
El dominio del Estado como modo antiguo se expresaba directamente a través de su
organización de la estratificación social. La fuerza explotadora en el estado romano fue el poder
publico; el estatus fue importante precisamente en cuanto que regulaba el acceso a este poder
El siglo V fue el momento en que se rompió el poder del estado sobre las relaciones de
producción. A partir de aquí la propiedad privada de la tierra ya no fue medio para conseguir
poder, fue el poder mismo.
Como la posesión de la tierra (el modo feudal) era ya el elemento más solido en la sociedad
romana, la aristocracia pudo refugiarse en ella.
Bois no considera que el modo feudal fuera una “síntesis” entre lo romano y lo germánico. La
cultura y los valores de comienzos de la Edad Media estaban muy influenciados por los
germanos, la ideología del señorío terminó en el vasallaje. El feudalismo estaba presente en el
imperio romano como un sistema económico subsidiario mucho antes de la llegada de los
germanos y en la medida en que los invasores germanos tuvieron cosas como una aristocracia
establecida en gran parte por influencia romana.
Pero el modo de producción feudal y las relaciones sociales feudales no se originaron ahí,
algunos de los aspectos institucionales del estado feudal y de su ideología tuvieron influencia
suya.
La pervivencia económica del modo germánico solo añadió un modo subsidiario a la formación
social feudal, que ya tenía la supremacía en todas estas áreas en el 500 o un poco después y
desde la sólida base territorial de las antiguas provincias romanas el feudalismo se extendió
lentamente dentro de la antigua “Germania libre”
Todo lo que la victoria del feudalismo y el fin de la tributación significan en este contexto es
que por todas partes comunidades campesinas sin una propiedad de la tierra que sea importante
volvieron a sistemas económicos no explotadores; las comunidades campesinas germanas o no
germanas sobrevivieron al modo feudal aunque subordinadas al él en la forma social.
Las estructuras sociales del Sur de Francia y el norte de España durante los siglos XI y XII
estaban feudalizadas ¿a que nivel? Por lo que respecta al Sur de Francia, se afirma que esta
región es el seno del mundo feudal. Elisabeth Brown, aboga por la desaparición pura y simple
de los términos “feudalidad” y “feudalismo” del vocabulario de la historia medieval.
Sánchez Albornoz vislumbra un fenómeno de protofeudalización en la España visigótica, se
añade que ese movimiento se vio interrumpido por completo por la conquista árabe y por los
imperativos de la reconquista. Las sociedades del noroeste de España se organizaron sobre unas
bases ajenas a las del régimen feudal.
García de Cortázar no deja de insistir en el paralelismo existente entre la evolución de la
sociedad hispano- cristiana y la de las restantes sociedades europeas. Ese enfoque supone
necesariamente poner de relieve los rasgos feudales que aparecen en el mundo hispánico
Hay una oposición entre un Sur de Francia poco o nada feudalizado y un Norte de España
dominado por el feudalismo. Hay que decir que los problemas de la cronología son
fundamentales para alcanzar una correcta comprensión de la génesis de régimen feudal, ninguna
de estas sociedades tiene características idénticas en el siglo X y el XII.
La historia de los siglos X y XI en Cataluña permite distinguir tres fases bien diferenciadas en la
génesis del régimen feudal:
 La primera se prolonga hasta los años 1020- 1030, nos muestra una sociedad ajena a las
costumbres feudo-vasalláticas. Permite refutar que la feudalidad catalana no sería más
que una feudalidad de importación introducida por la conquista carolingia.
La organización de los poderes refleja la permanencia de tradiciones muy antiguas. Se
fundamenta todavía en la aplicación de una ley escrita de inspiración romana. El ideal político
seguía siendo el que convertía al príncipe en rector, el garante de la legalidad.
El mismo fenómeno de continuidad se puede observar en las estructuras sociales. La sociedad
catalana de los siglos IX-X era todavía una sociedad esclavista. La antigua servidumbre rural,
legal de la antigüedad no desaparecería totalmente hasta el primer tercio del siglo XIII.

 Este equilibrio sociopolítico se vio quebrantado durante la crisis del periodo 1020-1060,
que constituye la fase central del sistema feudal catalán. Los fenómenos de
enriquecimiento que se observan desde los primeros años del siglo XI sirvió para avivar
las envidias y enfrentar entre sí a los linajes aristocráticos.
Los campesinos trataron de resistirse, pero la victoria de los nobles terminó con la servidumbre
casi general del campesinado libre, lo que podría llamarse feudalismo. La crisis estalló también
a nivel político contra la autoridad condal; la conmoción sufrida en el espacio de una generación
se tradujo en una auténtica revolución que remodeló por completo del tejido social.

 La tercera fase comienza en el año 1060 se caracteriza por un proceso de cristalización.


Las nuevas estructuras se afirman e institucionalizan. Los condes se situaron a la cabeza
de las redes de fidelidad que se crearon y proveyeron los medios para preservar su
control, existe el homenaje sólido y el feudo- renta. El feudo renta consistía en una renta
anual en numerario y por tanto, susceptible de ser confiscado inmediatamente en caso
de infidelidad por parte del vasallo.
La aristocracia catalana se vio integrada en un sistema de relaciones feudo- vasalláticas
totalmente dominado por el conde de Barcelona, y ya para el año 1110 Cataluña ofrecía el
aspecto de una sociedad plenamente feudal.
Los 2 rasgos más dominantes que parecen caracterizar tanto a la sociedad del Languedoc como
a la sociedad hispano- cristiana de los siglos IX y X son la supervivencia del antiguo sistema
esclavista y la existencia de un activo campesinado independiente. La explotación del gran
dominio descansaba pues en la mano de obra servil que trabajaba en las reservas y asimismo en
el arrendamiento de las restantes tierras a los campesinos libres
Fue una tenaz resistencia de la propiedad campesina la que impidió el establecimiento de un
auténtico régimen señorial y del feudalismo, esta resistencia también en el nivel de la
organización social con el nacimiento y multiplicación de comunidades autónomas de
campesinos libres. Hay muchas fuerzas que se opusieron victoriosamente a la instalación del
feudalismo
En el Noroeste de España, el advenimiento de la sociedad feudo-vasallática se presenta según
un esquema diferente. No se produjo una ruptura brutal durante todo el siglo XI es cierto que se
aprecia una evolución sobretodo en el nivel de las relaciones sociales entre aristocracia y
campesinado. En primer lugar, se produjo la desaparición de la antigua servidumbre rural. En el
siglo XI se introdujo el señorío jurisdiccional y que sin lugar a dudas es equiparable al señorío
banal. El restablecimiento de la autoridad se realizó en el reinado de Alfonso VII, fue el reinado
decisivo para la historia del feudalismo castellano, pero este rey tuvo gravísimas dificultades
para pacificar sus dominios.
El período 1109- 1126 conoció las insurrecciones más graves y enfrentamientos entre grupos
sociales. Estas luchas dinásticas no pueden ocultar el enfrentamiento generalizado de los linajes
aristocráticos. Esta crisis se hizo más grave cuando se dio un asalto de la aristocracia contra la
institución monárquica, por lo que el norte de España, durante unos 15 años vivió sumergido en
un vacío de poder.
La 3ra fase de la reconstitución de los poderes sólo puede desarrollarse a partir de los elementos
surgidos en la fase de agitación, estos elementos eran básicamente tres: el compromiso
vasallático, el feudo y el pacto feudo- vasallático.

 El compromiso vasallático, durante toda la crisis, fue el fenómeno de la cesión de un


prestimonio a la prestación de un homenaje y de servicios vasalláticos. El sistema de
remuneración más característico de su reinado fue el feudo-sueldo

 La convenientia, consistía en otorgar al feudatario la libre disposición de su castillo


imponiéndole tan sólo la obligación de entregarlo a petición de su señor. Obligación
única pero fundamental y cuya violación era asimilada a la felonía. En un principio se
aplicó a muchos tipos de acuerdos, pero cuando a partir de los años 1020- 1060
comenzó a utilizarse su formula para definir las obligaciones respectivas de señores y
vasallos, se convirtió al mismo tiempo en el núcleo central del sistema vasallático

 El feudo: el paso del fevum de carácter publico al feudo de carácter privado tuvo lugar
en Languedoc en las misma condiciones y época que en Cataluña. En el noroeste de
España, si bien no se impuso el feudo hereditario, la concesión de soldadas y
prestimonios quedó estrechamente vinculada la prestación del homenaje.
Vasallaje, feudo y convenientia son, por tanto, los 3 instrumentos de los que dispusieron los
príncipes y los reyes para conseguir la reconstrucción de su poder.
La constatación de una clara ruptura en el seno de las sociedades hispano- occitanas, ruptura
que marca, precisamente, el advenimiento del feudalismo. Toubert ha llegado incluso a utilizar
el término “la gran revolución del siglo X”
La segunda conclusión se refiere a las estructuras feudales establecidas después de la ruptura,
hasta ahora se las ha calificado demasiadas veces de forma negativa, aplicándoles los epítetos de
“incompletas”, “inacabadas” “epidémicas”. La prueba más concluyente del carácter “no
incompleto” de este feudalismo meridional habría que encontrarla tal vez en la extraordinaria
fusión del vocabulario feudal, incluso del popular, el de los campesinos. Parece que las
costumbres feudales penetraron incluso en el trasfondo de la sociedad. Otro es el de uso en el
sur de Francia de la palabra “feudo” en sentido de “bien entregado a censo” tanto en la ciudad
como en el campo.
Uno de los primeros problemas que surgieron fue: la concentración de tierras, por lo que la
pequeña producción era incapaz de resistir a los acaparadores de tierras y la desintegración del
sistema judicial facilitó las confiscaciones. Para 1050, la pequeña propiedad había perdido la
posición dominante que aún ocupaba en las estructuras rurales a finales del siglo X. en los siglos
IX y X, el alodio campesino estaba sometido a un continuo desgaste debido a la gran cantidad
de enajenaciones de las que era objeto.
¿Se puede seguir hablando de propiedad campesina? Incluso en las áreas sin cultivar, el
propietario alodial, únicamente podía usar lo que era suyo bajo el control de los jefes de las
quadras. Muchos propietarios se vieron reducidos al estatuto de arrendatarios, ya que su manso
no se distinguía de un manso servil o porque se habían visto obligados a venderlo e ir a
mendigar tierras a los magnates o las iglesias. Por lo que los campesinos, ya fueran alodiales o
arrendatarios pasaron a encontrarse en una posición económica debilitada, lo mismo con su
situación militar, la evolución de los métodos de combate afectaba al campesino.
La posición de los campesinos se volvió más frágil pues, al mismo tiempo se veían privados de
la protección que los condes les habían proporcionado. La única autoridad que conocían eran la
que ejercían sus superiores inmediatos, los amos de los castillos. La región de Cataluña nunca
conoció realmente el señorío ejercido por derechos sobre la tierra, los castillos fue el origen del
sometimiento que aprisionó tanto a los propietarios alodiales como a los arrendatarios libres,
este tipo de señorío conduce al señorío banal.
El fundamento de la autoridad del señor descansaba sobre el mandamentum, que era el poder de
mandar sobre todos los hombres y mujeres que vivieran dentro de los limites de la castellanía.
También conllevaba el derecho de reclutar ejércitos o reclamar tributos y servicios que lo
reemplazaron o recibir juramentos de fidelidad. Al mandamentum lo acompañaba otro poder: el
districtum, el derecho a juzgar o castigar.
Para el señor, la justicia era un instrumento de coerción, ya que tenía a su disposición medios
para presionar a los campesinos. El vicarius era el representante del poder público en su distrito,
recaudaba los tributos que se adeudaban a las potestas.
En las iusticias se podían ver las cuotas de carácter menos ocasional que el castellano exigía a
los habitantes de su jurisdicción como retribución por sus funciones judiciales. Uno de los
privilegios del señor era el de recibir los estacaments, las fianzas pagadas al comienzo de los
pleitos.
Los juicios mayores suponían la confiscación de la propiedad del condenado, esto estaba
situado en una categoría llamada “alta justicia”. Desde comienzos del siglo XI, los documentos
clasifican los juicios bajo 3 tipos: omicidios, cugacias (adulterio cometido por una mujer) y
arsinas (designa un crimen mayor, se refiere a los incendios provocados o que el campesino no
haya hecho nada por evitar que su casa se quemara en un incendio, perturbando el orden
público)
Las toltas y questas representan las recaudaciones percibidas directamente por el señor del
castillo y sus funcionarios sobre las reservas alimentarias de los habitantes de la castellanía. Los
porcentajes parecen haber sido más o menos proporcionales a los recursos del cabeza de familia.
La talla era el derecho del señor o sus funcionarios de cortar leña en las tierras del campesino.
A los ingresos del mandamentum, había que añadir algunos beneficios casuales, designados
generalmente con el nombre de acaptes (tomar, obtener), algo específico como “tributo
señorial” generalmente iba asociada a términos tolta y forcia, a los que complementaba. Las
acaptes adquirieron diversas formas según el lugar. Las trobas concernían a los restos de los
naufragios, pero hacia referencia a todo lo encontrado (o lo que era considerado así) y que el
señor estimaba adecuado apropiarse.
Los campesinos que habitaban en el territorio de un castrum también tenían la obligación de
prestar servicios, muchos de los cuales se derivaban de antiguas obligaciones públicas que
pesaban sobre los hombres libres. La corvea se introdujo en el siglo XI, bajo el dominio de los
castellanos (un día de trabajo, una vez al año).
Las rentas que el señor podía obtener eran variadas, pero no todos eran igual de provechosas. El
señorio banal garantizaba a sus titulares la percepción de una suma de beneficios sustanciosa
que no se comparaban con las pequeñas ganancias que obtenían los poderosos de los siglos X y
XI únicamente con las tierras.
La mayoría de los señores no gobernaban directamente sus castellanías. Únicamente dirigían en
persona a las guarniciones militares establecidas en sus ciudades cuando lo requerían las
contingencias de la guerra o alguna otra circunstancia particular.
El baiulus parece haber sido una suerte de agente territorial, cuya función era la de vigilar que el
pago de los impuestos debidos a los propietarios se efectuara con regularidad.
El trabajo de los castlans y cabalers consistía en defender la fortaleza en la que habitaban y los
territorios que dependían de esta. La labor del castlans consistía en forzar a los campesinos,
prepararlos para la sumisión, ya que así no opondrían resistencia a las exigencias; si se resistían,
eran reprimidos, pero el terrorismo señorial tenía limites. No buscaban debilitar demasiado al
campesino, ya que era la fuerza productiva sobre la que descansaba la riqueza de los grandes.
Bastaba con tenerlo temeroso y sometido, pero tampoco hacía falta emplear la fuerza, de ahí la
importancia de las cabalgadas.
El punto de partida, precisado por Marx, la pone en la diferenciación entre trabajo necesario y
plustrabajo y la que existe entre valor de uso y valor de cambio. Tendría que ser posible
esclarecer la relación entre las esferas de producción, distribución, circulación (intercambio) y
consumo en el interior del modo de producción feudal. El modo de producción feudal en Europa
está determinado por una agricultura destinada a crear valores de uso, cuya productividad
permite alimentar además de a los campesinos, a otras personas.
Se puede desarrollar la esfera de la producción industrial desligada de la esfera campesina y
relacionada con la esfera de la circulación: la forma feudal de la ciudad en Europa vive del
intercambio con el campo.
Precisar la construcción social que corresponde a esta estructura económica, cabe preguntarse
si no se abandona el nivel de abstracción dado al concepto de modo de producción feudal.
Comprobar qué aspectos esenciales de la dinámica interna del modo de producción feudal no
pueden ser comprendidos, sino se define la distribución de las funciones políticas y económicas.
solo así nos será posible el reconocimiento íntegro de la fisonomía y de la estructura del
conflicto del modo de producción feudal. Después puede ser mostrada la dinámica específica
del modo de producción feudal.
El período del 500 al 1800 aprox., está caracterizado por desarrollos y transformaciones tan
fundamentales que parece no bastar único concepto de modo de producción feudal
El proceso de trabajo está determinado por una división del trabajo, según el sexo y la edad, con
el hombre como detentor de la autoridad. El rendimiento o producto del trabajo de la persona
como individuo se percibe como el total de lo realizado por la unidad familiar
Cada unidad campesina produce independientemente. La necesidad de adaptarse a los diversos
ritmos de crecimiento de la flora y la fauna, condiciona la discontinuidad y la intensidad
diferencial del proceso de trabajo a lo largo del año: a temporadas de intensa actividad, siguen
períodos de relativa tranquilidad, utilizados para la reelaboración de materias primas, cada
trabajo tiene “su” tiempo. La actividad predominante es el cultivo extensivo en relación
independiente e indisociable con la actividad ganadera sin el abono y la fuerza de tiro de
ganado, se obtendría una deficiente labranza y se dificultaría la regeneración del suelo.
Los miembros de la unidad económica campesina forman un conjunto variable, dentro de
determinados limites, fluctuante según el ciclo familiar. El núcleo está formado por la familia
conyugal marido-esposa “gobernada” por el campesino casado. Este núcleo puede ser ampliado
en 3 direcciones: primera, ampliación lineal hacia una familia de 3 generaciones, en la que se le
otorga a la segunda generación la posición de autoridad, segunda, ampliación lateral hacia la co-
residencia de parientes colaterales, tercera, incorporación forzosa a corto plazo o
permanentemente a causa de requerimientos estacionales o desequilibrios familiares de personas
no emparentadas.
La división del trabajo intra-aldeana obliga tanto al intercambio de productos por trabajo como
a la inversa y como al intercambio de productos, pudiendo realizarse ambos movimientos de tal
forma que, por un lado, surjan relaciones de deudor- endeudado y que no sea necesaria la
intervención del dinero en estos actos de intercambio. A esto se añade: la dependencia de las
economías campesinas de productos que generalmente no pueden obtener de las reservas
naturales locales.
La esfera de la producción campesino aldeana en la Europa preindustrial está por lo tanto
conectada a una esfera de intercambios de mercancías. Intercambio que sólo puede desempeñar
una función complementaria ya que la economía campesina produce gran parte de sus medios
de reproducción.
El surplus campesino es el trabajo o el resultado del trabajo que los campesinos realizan más
allá de lo necesario para su reproducción o sea el plustrabajo. La tarea decisiva de todo intento
de compresión del modo de producción feudal en la Europa preindustrial será la determinación
de sus formas especificas de plustrabajo y de apropiación.

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