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NEUROPOLÍTICA
Por:
Antoni Gutiérrez-Rubí
14 de febrero de 2012
143
Palabras clave:
Neurociencias
Ciencias experimentales que intentan explicar cómo funciona el cerebro, valiéndose del método de
observación, experimentación e hipótesis, propio de las ciencias empíricas, y de las herramientas
técnicas disponibles. Dieron un paso prodigioso al descubrir que las distintas áreas del cerebro se han
especializado en diversas funciones y que a la vez existe entre ellas un vínculo. (Adela Cortina)
Neuroética
Saber interdisciplinar por esencia, cuya presentación en sociedad se llevó a cabo en el Congreso
celebrado en San Francisco en 2002, bajo el título «Neuroética: esbozando un mapa del terreno». Según
las actas de dicho congreso, se define la neuroética como «el estudio de las cuestiones éticas, legales y
sociales que surgen cuando los descubrimientos científicos acerca del cerebro se llevan a la práctica
médica, de las interpretaciones legales y las políticas sanitarias y sociales». (Adela Cortina)
Neuroinformación
(www.documentalistas.org)
Neurobiología
Neurología
Neurocognitiva
Neuroinformática
Neurosociedad
Las neurociencias, en particular las cognitivas, estudian el funcionamiento del cerebro humano y sus
relaciones con la conciencia. La neuropolítica se abre paso como una nueva disciplina de las
neurociencias (neurobiología, neurología, neurofisiología, o psicología cognitiva…) capaz de comprender
cómo actúa el cerebro de los seres humanos en su condición de ciudadanos, electores o activistas frente
a los estímulos de la comunicación política, por ejemplo. Nos permite conocerlo mejor, saber cómo
funciona, cómo articula sus imágenes, con qué valores, con qué sentimientos y cómo se canalizan sus
decisiones. Esa es una cuestión clave que debe ocupar más tiempo y energías a todos aquellos que
reflexionan sobre la política democrática, sus procesos de renovación y mejora y, en general, para todas
las personas interesadas en la múltiple gama de registros de la comunicación política.
Estamos, de lleno, en la «Era neurocéntrica» que inauguraba Thomas Willis (padre de la Anatomía
Comparada) hace más de tres siglos (1621-1675). Ya hemos aprendido la fuerza cognoscitiva del
lenguaje en la política, con los trabajos sobre comunicación política de George Lakoff y la fortaleza de los
marcos conceptuales que inhiben y condicionan la razón. Estamos explorando el potencial de la «política
de las emociones», la plasticidad (el cerebro es capaz de cambiar su estructura y su función a través de
la actividad y el pensamiento), el rol del inconsciente y la redefinición del concepto de memoria en la
toma de decisiones. Y leyendo las aportaciones —entre otros— de Drew Westen, profesor de psicología
y psiquiatría de la Universidad de Emory, recogidas en su trabajo «El cerebro político», sabemos ya que
las razones no siempre dominan la razón. Y que la mejor manera de llegar al cerebro de un elector es a
través de su corazón.
Estamos, por ejemplo, y gracias a las nuevas técnicas de imagen, retratando y monitorizando el cerebro
de tal manera que podemos ver ya cualquier alteración de su corteza o de sus amígdalas. Pronto vamos
a discutir si aceptaremos como prueba irrefutable en los tribunales las imágenes de éste mostrándonos
cómo se altera con la verdad o la mentira. En algunos casos judiciales concretos ya se han utilizado estas
técnicas de neuroimagen para determinar el grado de responsabilidad, ya que se visualiza la estructura y
la actividad cerebral de una manera no invasiva, pero teniendo en cuenta que no existen dos cerebros
iguales y que no siempre es fácil llegar a conclusiones contundentes… la polémica está servida.
Sabemos, por ejemplo, que las mujeres detectan mejor que los hombres los estados emocionales de sus
interlocutores porque sus amígdalas funcionan de manera diferente, lo cual explicaría que ellas sean
más empáticas que ellos. ¡Y qué decir de la química! Hemos confirmado la intuición y hemos
demostrado que el exceso de testosterona de los varones (mayoritarios en los parqués bursátiles del
mundo) puede haber jugado un papel decisivo en el riesgo excesivo e imprudente de los gestores de
mercados financieros en la actual crisis, como se demostró recientemente en un artículo publicado en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences[1]. El texto detalla las conclusiones del estudio
de las Universidades de Utrech y Cambridge que confirman que los niveles de testosterona afectan —
disminuyéndola— directamente la capacidad empática de las personas.
Estamos descubriendo, también, poco a poco, la íntima relación entre el olfato, el desarrollo de nuestro
cerebro y la evolución de la especie humana. Podemos afirmar que es este sentido el que nos hizo
humanos, o al menos fue decisivo en la evolución de procesos cognitivos como la intuición o la
percepción, sin las cuales no seríamos hoy quienes somos.
Sabemos, además, que los condicionantes genéticos son determinantes para la evolución de la
inteligencia de las personas, que un cerebro puede ir al máximo de sus posibilidades pero no más allá de
su capacidad genética. Así como que la plasticidad de éste en los primeros años de formación y
crecimiento es decisiva, en su configuración y potencialidad intelectual y relacional. De ahí, la enorme
responsabilidad de la educación social, familiar y reglada.
Tenemos 100.000 millones de neuronas y, cada una de ellas, 1.000 conexiones que forman un circuito
determinado. La neurociencia nos indica que lo importante es la configuración de estas conexiones. Su
conocimiento es el que nos permite bloquearlas con las sustancias capaces de alterar un circuito. Si se
administra a una persona depresiva, por ejemplo, un bloqueador de la recaptación de la serotonina, al
día siguiente está como nueva. ¿Lo que es legítimo en un enfermo (el individuo depresivo) lo va a ser,
también, en una persona melancólica y triste? Nuestra capacidad de cambiar lo enfermo está en la
misma línea que nuestra capacidad para cambiar el carácter, las emociones, las percepciones… y las
opiniones. La proximidad de lo aceptable y lo inaceptable se pone en jaque por la posibilidad técnica.
Renunciar a lo que no es posible no requiere coraje. Renunciar a lo que es posible es el auténtico
desafío.
En los últimos cinco años se ha descubierto más sobre el funcionamiento del cerebro que en toda la
historia de la Humanidad. Entender el cerebro es entender el resultado de millones de años de
desarrollo evolutivo que, a través de una intensa carga genética, nos hace sentir emociones que nos
impulsan a actuar. Cuanto más comprendemos y conocemos nuestro cerebro, más nos comprendemos
como individuos y sociedad, y más desafíos —éticos, por ejemplo— se presentan ineludiblemente. Pero
no hay vuelta atrás. Estoy convencido que la política democrática saldrá fortalecida (al enriquecer la
percepción y el conocimiento de cómo se configuran las opiniones sociales por parte de los individuos)
cuanto más conozcamos cómo funciona el cerebro de los electores. Es decir, cómo piensan (o toman
decisiones) los ciudadanos y ciudadanas.
La impresión de que somos capaces de elegir «libremente» entre diferentes modos posibles de actuar es
fundamental para nuestra vida mental (y social). Sin embargo, disponemos de abundantes datos que
nos llevan a afirmar que esta experiencia subjetiva de libertad no es más que una ilusión y que nuestras
acciones son iniciadas por procesos mentales inconscientes mucho antes de que tomemos consciencia
de nuestra intención de actuar. La pregunta decisiva es: ¿cuándo, cómo y por qué disponemos de
información previa inconsciente que se activa y decide nuestra manera de actuar?
Eduard Punset, en su libro Por qué somos como somos, afirma que en la vida (en nuestras decisiones)
recurrimos a intuiciones que requieren mucha menos información de la que creemos. Que tomamos
decisiones muy serias e importantes con un gran nivel de exposición a la equivocación. Y que incluso
«cuando el cerebro percibe una explicación distinta a lo que él cree no sólo la cuestiona, es que corta los
circuitos de comunicación para que no penetre. Por eso no cambiamos de voto». Es a lo que se llama
disonancias. Es decir, nuestro cerebro bloquea la información racional que podría hacernos cambiar de
opinión ya que preferimos las convicciones emocionales o morales a las confirmaciones racionales o
epistemológicas. Las personas preferimos escuchar lo que queremos escuchar, leer lo que queremos
leer, opinar lo que queremos opinar.
El cerebro perezoso
Además, nuestros cerebros se resisten a dar crédito a la verdad, asiéndose en el terreno de las
convicciones y de las emociones como la mejor arquitectura para la toma de decisiones y como bastión
irreductible de las opiniones.
«Buscar la verdad es complejo, es más sencillo validar una opinión previa» afirma el consultor político
Daniel Eskibel. Nuestro cerebro detesta el conflicto interno, por eso se refugia y valida toda la
información anterior que refuerce el apriorismo instalado. A su vez, José Antonio Marina, en su libro La
inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez, señala cuatro tipos de fracaso de nuestra
inteligencia: cognitivos, afectivos, de lenguaje y de la voluntad. «Los fracasos cognitivos provienen del
empeño que tenemos muchas veces las personas de negar la realidad. Los prejuicios, la superstición, el
dogmatismo, el fanatismo son formas de pensamiento que niegan la realidad, que evitan la aceptación
de las evidencias que se nos presentan». Algunas de estas creencias son conscientes, pero la mayoría
son inconscientes e influyen poderosamente en nuestras emociones y decisiones.
Y todavía más. Ted Brader, autor de la «Teoría de la Inteligencia Afectiva», afirma que «las emociones
tienden a anticiparse para definir las decisiones políticas de las personas, y las emociones positivas
liberan el camino para el ingreso de mensajes que confirmen las ideas preconcebidas, mientras que las
negativas parecen conducir a la reflexión, aunque no modifiquen el sistema de creencias previas».
Frans de Waal, nombrado por la revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo
en 2007, es un profesor e investigador holandés especializado en psicología, primatología y etología. En
su libro Nuestro mono interno, examina el comportamiento humano a través de los ojos de un
primatólogo, usando el comportamiento de chimpancés y de bonobos comunes como metáforas para la
psicología humana. Y concluye destacando que la empatía es un proceso social de relación, imitación e
integración en comunidad. Y que los primates cuando detectan algún tipo de inequidad en el grupo no la
toleran y reaccionan furiosos.
Pensar es, pues, una realidad social. Pienso lo que imito, e imito lo mayoritario, lo que me integra. «El
cerebro que actúa es un cerebro que comprende. Se trata de una comprensión pragmática,
preconceptual y prelinguística, pero no por ello menos importante, pues sobre ella descansan muchas
de nuestras ponderadas capacidades cognitivas.»[4]
6. Final
Conocer el cerebro y su funcionamiento debería ser «asignatura» obligada para nuestros representantes
políticos. E inexcusable para los consultores y asesores de comunicación. Además, la tecnología social
que nos envuelve nos abre nuevas fronteras para la neuropolítica. La neuroinformación[5], por ejemplo,
busca aportar los conocimientos de las Ciencias de la Información en técnicas de visualización de datos,
recuperación de información, gestión de ficheros, mejora de la calidad y usabilidad de documentos al
campo de la neurociencia. Así, por ejemplo, se está demostrado que las personas acceden al
conocimiento por asociaciones, y se ve necesario diseñar interfaces y entornos digitales que accedan a
la información —que la muestren, la sugieran— de la misma forma.
El reto es apasionante. Lo que conocemos ya del cerebro es una parte todavía muy pequeña de lo que
conoceremos. Pero ya podemos afirmar que existe una íntima relación entre lo que pensamos,
sentimos, vivimos e imitamos. Y que no siempre lo sabemos a nivel consciente, aunque sea decisivo en
el momento de pensar y actuar. El voto, como cualquier otra manifestación de la vida política y pública,
debe ser siempre reflexivo. Lo nuevo, o mejor dicho, lo que sabemos ahora a ciencia cierta, es que no
hay reflexión sin emoción.
Texto para el tomo II del libro “30 Claves para entender el poder. Léxico de la Nueva Comunicación
Política” que será publicado en breve. Coordinación editorial: Javier Sánchez Galicia, Director del
Instituto de Comunicación Política A.C.
BIBLIOGRAFÍA
Editorial Paidós
Neuromarketing. ¿Por qué tus clientes se acuestan con otro si dicen que les gustas tú?
AKERLOF, George A.
Neuromarketing. Fusión perfecta. Seducir al cerebro con inteligencia para ganar en tiempos difíciles.
The Political Mind: A Cognitive Scientist’s Guide to Your Brain and Its Politics
Penguin Books
The Politican Brain. The Role of Emotion in Deciding the Fate of the Nation.
Pistas para entender el cerebro político. Cómo y por qué tomamos nuestras decisiones.
SÁNCHEZ-MIGALLÓN, Sergio
Eunsa. Pamplona
Artículos:
Neuroliderazgo
– ¿Somos libres para decidir? Esto es lo que dice la neurociencia (José María Delgado García. ABC,
27.06.2021)
http://in.umh.es/es/origenes.aspx
Mindlab International
http://www.themindlab.org/
http://www.cbs.mpg.de/index.html
http://www.usc.edu/schools/college/bci/
http://www.icn.ucl.ac.uk/
http://www.neuro-information.org
Publicaciones:
Neuron
http://www.cell.com/neuron
Neurology
http://www.neurology.org/
http://www.jneurosci.org/
Enlaces de interés:
– Entrevista a Patrick Renvoise, asesor en neuromarketing del equipo de campaña del presidente Obama
(La Contra de La Vanguardia, 21.02.2012)
– La neurociencia permitirá a los soldados controlar armas con la mente (ABC.es, 9.02.2012)
– Discursos que estimulan el cerebro (Yago de Marta, 6.02.2012)
– Cómo construir un cerebro humano (El País, Vida & Artes, 5.02.2012)
– L’estructura del cervell també condiciona les idees polítiques (ARA, 5.04.2012)
[1] J. van Honk, D. J. Schutter, P. A. Bos, A.-W. Kruijt, E. G. Lentjes, S. Baron-Cohen. Testosterone
administration impairs cognitive empathy in women depending on second-to-fourth digit ratio.
Proceedings of the National Academy of Sciences, 2011; DOI: 10.1073/pnas.1011891108
[2] Entrevista a Carlos Andrés Pérez Múnera, autor del libro Pistas para entender el cerebro político, en
la revista El Molinillo nº 35 de la ACOP (Septiembre 2011)
Chun Siong Soon, Marcel Brass, Hans-Jochen Heinze & John-Dylan Haynes para la Revista Nature
Neuroscience, volumen 11, número 5 (Mayo 2008)
[4] “Desde hace varios decenios, viene imperando la idea de que las zonas motoras de la corteza
cerebral estarían destinadas a tareas meramente ejecutivas, carentes de cualquier valencia perceptiva
real y, menos aún, cognitiva. Las mayores dificultades a la hora de explicar nuestros comportamientos
motores tendrían que ver con la elaboración de los distintos input sensoriales, así como la identificación
de los sustratos neurales de los procesos cognitivos ligados a la producción de intenciones, creencias o
deseos. Una vez que el cerebro está en condiciones de seleccionar el flujo de informaciones procedente
del exterior y de integrarlo con las representaciones mentales generadas de manera más o menos
autónoma en su interior, los problemas inherentes al movimiento se resolverían en la mecánica de su
ejecución, según el clásico esquema de percepción > cognición > movimiento.
Semejante esquema pudo resultar convincente mientras predominó una imagen extremadamente
simplificada del sistema motor. Pero hoy esto ya no es así. Hoy sabemos que dicho sistema está formado
por un mosaico de zonas frontales y parietales estrechamente relacionadas con las zonas visuales,
auditivas y táctiles, y que además éstas se hallan dotadas de propiedades funcionales mucho más
complejas de cuanto pudiéramos sospechar.”
Del prólogo del libro de RIZZOLATTI, Giacomo; SINIGAGLIA, Corrado (2006). Las neuronas espejo. Los
mecanismos de la empatía emocional. Barcelona, Editorial Paidós – Transiciones
– Pienso lo que siento. Pienso sin saberlo. Decido sin pensar (Artículo para la revista
Campaigns&Elections (Español) Mayo-Junio 2012, versión pdf)
– Pienso lo que siento. Pienso sin saberlo. Decido sin pensar (Artículo para la SENC, Sociedad Española
de Neurociencia, 1.06.2012)
– Cómo la tecnología moldea nuestra identidad humana (Estefanía Grijota. El País Retina, 6.03.2019)
– NIH study finds out why some words may be more memorable than others (NINDS, 29.06.2020)
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143 Comentarios
Antoni Gutiérrez
Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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. @antonigr Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/CqEhCOnW #neuropolitica
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Albert Medrán
Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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Alberto
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Cristina Martínez
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Ro Trejo
Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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Lorenzo Checa
14 de febrero de 2012 At 10:21
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Irene Salgado
Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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Irene Salgado
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Rafa Font
Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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Marcelle Contreras
14 de febrero de 2012 At 12:42
RT @antonigr: Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo?
http://t.co/qXKBZnpW #neuropolitica
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Celeste G.Box
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Gerard Galbete
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Bego Nasarre
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Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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Javier Sánchez
RT a "Neuropolitica", ensayo de @antonigr que aparecerá en el Tomo II de "30 Claves Para Entender el
Poder"http://bit.ly/wQk1zx @icp_la
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Antoni Gutiérrez
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RT a "Neuropolitica", ensayo de @antonigr que aparecerá en el Tomo II de "30 Claves Para Entender el
Poder"http://bit.ly/wQk1zx @icp_la
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Gemma Garcia
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Luis M.
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Grupo Kratos
Adelanto del segundo tomo de Treinta Claves para entender el Poder. Texto del consultor político
Antoni… http://t.co/HFWGQP2w
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Grupo Kratos
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ICP/LA
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Belén Fdez.-Salinero
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Asesor Político
Neuropolítica, mi nuevo texto para profundizar: Pienso lo que siento, pienso sin saberlo…?
http://t.co/hkWYGtTP #neuropolitica
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Unnovox
Neuropolítica http://t.co/5Y16vjxi
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Ángela Paloma Martín
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Reyes Villajos
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JuanManuelHermosillo
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Buscar la verdad es complejo, es más sencillo validar una opinión previa by @danieleskibel en
Neuropolítica http://t.co/I8qXLhGc d @antonigr
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Ángela Paloma Martín
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Cristina Martínez
Profundizar en el funcionamiento dl cerebro ¿nos hace más libres pra decidir o más fáciles de
manipular? #neuropolitica http://t.co/IupUzB1p
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Mertxe
Gran artículo!!! La parte emocional de nuestro cerebro es indisociable de la racional e incluso tiene más
fuerza. La mayor parte de la información la procesamos inconscientemente. La emoción decide y la
razón justifica como buenamente puede esa decisión emocional, para que nos quedemos tranquilos.
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Mertxe Pasamontes
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David de Yzaguirre
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Gabriel Monreal
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David Pereira
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Gestion Publica VE
Neuropolítica http://t.co/tsrAxpBN
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Neuropolítica http://t.co/tsrAxpBN
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Lucia Esmeralda B.
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#Neuropolítica http://t.co/GiEK6IWb
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Lucia Esmeralda B.
23 de febrero de 2012 At 00:43
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Antoni Gutiérrez
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Antoni Gutiérrez
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Antonio Fumero
25 de febrero de 2012 At 19:32
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María Freiría
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Merece la pena….https://www.gutierrez-rubi.es//2012/02/14/neuropolitica/
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Ivan Rodon
25 de febrero de 2012 At 19:35
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carolina eslava
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Nani
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Celeste G.Box
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Pablo Sopena
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SAP Politécnica
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[…] En febrero, Gutiérrez-Rubí estuvo unos días en Washington para participar en un congreso de
consultores políticos, donde fue premiado. Hablé con él en el café de Kramer Books, la mejor libería del
centro de Washington, cerca de Dupont Circle, y ocasionalmente frecuentada por los Obama. Algunas
de sus ideas aparecen en este artículo de La Vanguardia. Él las ha desarrollado aquí. […]
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frankydigit
Amigo Antoni, esta sensacional tu reflexión/artículo sobre «Neuropolítica». ¡Felicidades! Ya sabes que
me apasionan estos temas, desde hace unos años y lo trato bastante en el blog, aunque no con la
inteligencia y rigor que tú lo planteas en este artículo/reflexión que acabo de leer. La bibliografía y
enlaces que aportas lo demuestra. Te lo agradezco de veras. Procuraré leer todos. Un abrazo
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Publicado el 14.02.2012
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frankydigit
10 de abril de 2012 At 00:07
Para cambiar el mundo, y no acabar cargándonos el planeta, primero tenemos que cambiar nuestras
mentes. Are you ready?
Me interesa muchísimo, como al maestro Antonio Damasio, entrar al detalle en nuestra propia biología:
«…en cómo nuestro cerebro construye la mente y permite que esa mente sea consciente. Esas son las
cuestiones fundamentales para que los seres humanos podamos entendernos a nosotros mismos y para
que podamos comprender y entender el mundo que nos rodea». ¿Y por qué esto es tan importante?.
Pues porque así, como hasta ahora, no podemos seguir. Todavía no hemos comprendido desde que
existe el hombre que piensa (Homo sapiens), que la tierra es finita ¡Tiene límites!. No podemos
continuar reproduciendo, por tanto, estos modelos desarrollistas, consumistas, de «usar y tirar», como
si los recursos naturales de que disponemos fuesen inagotables, ilimitados, infinitos… Capitalismo,
industrialismo, informacionalismo, neoliberalismo… y, más todavía, la última mezcla explosiva china de
comunismocapitalismo, acabarán con la única tierra que tenemos. Pero… ¡claro!. Para evitarlo y cambiar
el mundo, y no acabar cargándonos el planeta, primero tenemos que cambiar nuestras mentes. Are you
ready? ¿Estamos preparados?.
http://doctorvoyahacerunblog.blogspot.com.es/2010/10/el-principio-de-todo-esta-en-nuestro.html
Responder
Interesante artículo Antoni,… podríamos decir pues, y trayendo a colación tus ideas en este artículo
(https://www.gutierrez-rubi.es//2012/05/02/coworking-ecosistemas-para-la-innovacion/) que el
Coworking es una especie de analogía física o material e interactiva de los valores y procesos de
aprendizaje que representa la sociedad red. Una construcción creativa -rizomática- del trabajo y del
conocimiento, de la teoría y las prácticas creativas de manera horizontal. Sin flexibilidad -no me refiero
al sueldo- no habrá espacio para la creatividad,… me interesa especialmente la idea de que por el
espacio donde se da el coworking puedan «pasar» y mezclarse, «hibridarse», personas con
conocimientos disciplinares muy diversos y diferenciados. Es así como de ese caos heterogéneo y
aparente puede surgir algo nuevo. Tenemos ejemplos históricos de grandes descubrimientos hechos
debido a que un solo individuo une -hace entrar en flujo- dos campos del conocimiento muy diferentes.
Este es el caso de Ramón y Cajal, que pudo revelar la imagen de la neurona gracias a su pasión y
conocimientos sobre el campo de la fotografía, es decir, unió un campo en el que las sales de plata lo
eran todo -revelado de fotos- con otro campo en el que las sales de plata no significaban nada -
neurociencia-. Puede parecer una cosa sencilla teñir una neurona con sales de plata para poder observar
su morfología, pero esto es engañoso pues supone un rasgo o caraterística Renacentista en un sólo
hombre (artista-científico/foto-neurociencia; nos recuerda aquel precepto: el hombre es la medida de
todas las cosas), Ramón y Cajal, quien dotó a la neurociencia de una unidad de estudio más allá de la
«caja negra» que en esa época representaba el cerebro. En contraste con la actualidad esto nos lleva a
pensar que es necesario compartir espacios multidisciplinares con el objetivo de hacer entrar en flujo
espacios y campos abyacentes -nodos y conocimientos- y potencialmente útiles en simbiosis pero hasta
ahora inconexos e inexplorados. Es decir, debemos co-habitar burbujas o plikas donde interactuemos
con personas que poseen conocimientos diferentes a los nuestros, esta característica añorada por el
espíritu del Renacimiento como ideal para un sólo hombre (con formación multidisciplinar) se da de
hecho en la sociedad red, de lo que se trataría ahora no es de profesionalizarse en un sólo campo para
compartir mi especificidad -al menos no sólo-, sino más bien de entrar en flujo, de mezclarse o
«hibridarse» con otras personas y sus conocimientos para conectar y mapear campos, es decir,
necesitamos profesionales con grandes conocimientos específicos pero con una mayor capacidad
intuitiva para injertar campos abyacentes dentro de su propia especificidad académica o profesional -
esto es lo que yo llamaría hibridación emocional y gnoscitiva; una gran dispoción al fluxus creativo-,
aunque no sólo, pues también debemos intentar ofrecer a otras disciplinas lo que de nuestros
conocimientos pueda haber de útil para la especificidad académica de quienes comparten el espacio
donde se da el Co-working -es un proceso de ida y vuelta aparentemente caótico, de construcción
rizomática del objetivo marcado-, sólo así obtendremos un resultado creativo y eficiente, más coherente
con el caudal de talento aún disperso y desaprovechado -un mar de cerebros aislados-,… Creo que se
trata pues de lo mismo que en el Renacimiento aunque no para un sólo cerebro multidisciplinar, para un
sólo hombre medida de todas las cosas, sino más bien para la interacción de varios cerebros conectados
en red, personas que hibridan sus pasiones y conocimientos negociando a pie de frontera de sus
disciplinas lo que mutuamente se puedan aportar,… en definitiva, el coworking es un clima a medida de
nuestra propia naturaleza de aprendizaje, una burbuja que diría sloterdijk donde están presentes todos
los elementos necesarios para que surja la creatividad más auténtica,… Un abrazo ;))
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Antoni Gutiérrez
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Raquel Raboso
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viCOvin Studio
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Lorena Villadóniga
Silvia Damiano
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Lorena Villadóniga
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Cristina Barbero
[…] cometiste un error y eres culpable. Así habla Merkel. No es de extrañar que piense así. La
neuropolítica y la neurolingüística acreditan que pensamos como hablamos. Y que el lenguaje es la
condición […]
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Mònica Pagès
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Antoni Gutiérrez
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errota
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Mauricio Saavedra ™
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Bego Nasarre
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.@antonigr piensa lo que siente en este artículo para @ce_espanol http://t.co/KFL9NlEM #neuropolitica
http://bit.ly/wQk1zxç
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Fátima Reyes
.@antonigr piensa lo que siente en este artículo para @ce_espanol http://t.co/KFL9NlEM #neuropolitica
http://bit.ly/wQk1zxç
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Antoni Gutiérrez
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Cristina Fernández
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Pedro
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Antoni Gutiérrez
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J. M. Mateos Ramos
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Antoni Gutiérrez
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Michel Foucault, Vintage Books de abril de 1994, Nueva York – Prefacio, página xv
«Este libro surgió por primera vez de un pasaje de Borges, de los que sacudieron los cimientos de la risa,
como he leído el pasaje, todos los hitos familiares de mi pensamiento – nuestro pensamiento, el
pensamiento que lleva el sello de nuestra edad y nuestra geografía – romper todas las superficies
ordenadas y todos los planos con los que estamos acostumbrados a domesticar el salvaje profusión de
cosas existentes, y seguir de largo después de perturbar y amenazar con el colapso nuestra antigua
distinción entre el mismo y el Otro. Este pasaje cita a «una cierta enciclopedia china», en la que está
escrito que «los animales se dividen en: (a) pertenecientes al emperador, (b) embalsamada, (c) no
salvaje, (d) cerdos cochinillos, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros callejeros, (h) incluidos en la presente
clasificación, (i) frenética, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel fino de pelo de camello, (l)
etcétera, (m) haber roto el cántaro de agua, (n) que de lejos parecen moscas «. En el asombro de esta
taxonomía, la cosa que en detener a un gran salto, lo que, por medio de esta fábula, se demuestra como
el encanto exótico de otro sistema de pensamiento, es la limitación de nuestra propia, la cruda
imposibilidad de pensar eso».
Ojala su trabajo puede recibir una difusion mas grande. Como decimos aqui en Quito, «mas vale tarde
que nunca.»
Estoy en el proceso de escribir mi propio libro sobre el proceso de comunicacion politica. Con permiso,
quisiera pedir el gran favor de utilizar dos o tres parrafos escrito por Ud. (con credito por supuesto) en
este pagina Web porque son explicaciones mucho mas claro que yo puedo hacer.
Mil gracias y felicitaciones en un nivel de abstraccion en el pensamiento sobre comunicacion politica que
esta muy raro.
Saludos,
Ralph Murphine
Responder
Diego Cruz
Responder
Carlos G. Ortuño
Antoni Gutiérrez
#Recomiendo Andrés ORTEGA: “El hombre, la gente y sus neuronas espejo” http://t.co/iJWuWeeu Vía
@el_pais Más en http://t.co/6c0fcbtH
Responder
Joaquim Monzón
#Recomiendo Andrés ORTEGA: “El hombre, la gente y sus neuronas espejo” http://t.co/iJWuWeeu Vía
@el_pais Más en http://t.co/6c0fcbtH
Responder
Irene TenorioVázquez
#Recomiendo Andrés ORTEGA: “El hombre, la gente y sus neuronas espejo” http://t.co/iJWuWeeu Vía
@el_pais Más en http://t.co/6c0fcbtH
Responder
Antoni Gutiérrez
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#Recomiendo libro Vilamayur Ramachandran: “Lo que el cerebro nos dice” http://t.co/TrmOZrJg Más en
http://t.co/6c0fcbtH #Neuropolitica
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#esINT
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ACOP
http://t.co/MATbiX3A
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Blanca Molto
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grandiogenes
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ideas4all
Neuropolítica http://t.co/FgZovAG8
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TECLIDES Instituto
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TECLIDES Instituto
18 de enero de 2013 At 13:01
Neuropolítica http://t.co/FgZovAG8
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ideas4all
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Dani Gil
While human brain keeps being a mistery, universe will keep being a mistery. #neuropolitics
#neurosciences
http://t.co/4BZWdMre
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"No hay decisión sin emoción" Muy interesante! Neuropolítica de @antonigr http://t.co/Iyhdb4fI
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J. Fidel Insúa
"No hay decisión sin emoción" Muy interesante! Neuropolítica de @antonigr http://t.co/Iyhdb4fI
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Antoni Gutiérrez
Obama pone en marcha un mapa completo del cerebro humano. http://t.co/cYN8Vj0x Neurociencia y
neuropolítica. http://t.co/6c0fcbtH
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http://t.co/A2gzS4IE
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Juan Carlos Guerra
http://t.co/A2gzS4IE
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Obama pone en marcha un mapa completo del cerebro humano. http://t.co/cYN8Vj0x Neurociencia y
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Jaime Albero
Obama pone en marcha un mapa completo del cerebro humano. http://t.co/cYN8Vj0x Neurociencia y
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AQUILES clinica
Obama pone en marcha un mapa completo del cerebro humano. http://t.co/cYN8Vj0x Neurociencia y
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http://t.co/A2gzS4IE
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Cris Gonzalez
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Obama pone en marcha un mapa completo del cerebro humano. http://t.co/cYN8Vj0x Neurociencia y
neuropolítica. http://t.co/6c0fcbtH
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Antoni Gutiérrez
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Del papel al cerebro, del cerebro a las pantallas múltiples. (http://t.co/wEZMAkrLUB Más en
http://t.co/TGqEXfJ6gh #neuropilitica
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[…] primer documento que llegó a mis manos cuando comencé a preparar esta entrevista fue un artículo
de Antoni sobre neuropolítica. Dice que la neuropolítica se abre paso como una nueva disciplina […]
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Antoni Gutiérrez
22 de junio de 2013 At 12:16
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Noemi Hernandez
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Virginia Salinas
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Fátima Reyes
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komunikazioa
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Vicente Cervantes
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[…] y política – Instagram a la caza de Vine- Vine llega a Android – Neuromarketing empresarial –
Neuropolítica – Neuropolítica, ideología y acción transformadora – La neuropolítica: conocer el cerebro
para […]
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FRANCISCO FLORES
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Antº Martín #Esoll
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Serafin G Leon
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Excelente artículo Antoni, y muy claro. Muchas cosas cambiarían en el mundo si nuestros políticos y su
equipo de asesores miraran más a través de la ventana de las neurociencias, única vía para redescubrir
las intenciones reales de sus votantes, no las que ellos perciben como válidas.
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