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Pa3 Filosofia

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Encabezado: EL PESAMIENTO CONTEMPORANEO Y POSMODERNO 1

Opiniones al pensamiento contemporáneo y postmodernista

Jenny Pecho Agapito

Facultad de Psicología, Universidad Continental

Filosofía y Pensamiento Contemporáneo

Lic. Ronald Bolivar Huanca

12 de mayo de 2020

Notas de autor

Jenny Pecho Agapito, Facultad de Psicología, Universidad Continental.

La correspondencia relacionada con esta investigación debe ser dirigida a Jenny

Pecho A.

Universidad Continental de Perú, Los Olivos, Lima.

Contacto: 10529229@continental.edu.pe
Encabezado: EL PESAMIENTO CONTEMPORANEO Y POSMODERNO 2

LA CONDICIÓN POSMODERNA Y SUS CONSECUENCIAS PARA EL


INDIVIDUO CONTEMPORÁNEO.

El pensamiento posmoderno busca la heterogeneidad y la diferencia como un


mecanismo productivo, caracterizado por ser antidualista y, pluralista. Además,
Quintero (1998): nos dice que la posmodernidad consta de ciertos estados
discontinuos, en la búsqueda abierta de la diferenciación y la diversificación
física, intelectual y moral, dejando de considerar búsquedas dominantes de la
“libertad” como la economía, política o fiscal.

Ahora el pensamiento contemporáneo es contraproducente al posmoderno. El


pensamiento contemporáneo, parte de análisis críticos a la sociedad capitalista y
para ello elabora un sistema de utopías para explicar los problemas sociales y
encontrarles una solución.

Para Benitez (1995), el nihilismo es la única chance del pensamiento


contemporáneo. La definición nietzscheana y heideggeriana de nihilismo
coinciden. Para el primero se trata de la muerte de Dios y la desvalorización de
todos los valores (FM: 24). Los que desaparecen son los valores supremos, y no
hay valor más supremo que Dios. Al quitar la instancia bloqueadora, los valores
pueden desplegarse en su verdadera naturaleza (FM: 25). Dios muere en la medida
en que el saber ya no necesita llegar a causas últimas, Dios muere porque se
pierde el sentido imperativo de la verdad. En la acentuación del carácter superfluo
de los valores supremos, está la raíz del nihilismo consumado (FM: 27). La
liquidación de los valores supremos y la muerte de Dios no puede ser la
reivindicación de otros valores más verdaderos o auténticos. Eso sería dar pábulo
al modernismo, que coloca siempre algo nuevo por lo viejo. Es la autenticidad lo
que ha perecido con la muerte de Dios (FM: 29). Para el segundo es la reducción
del ser a valor. Dos notas al respecto. La primera es que esta reducción de ser a
valor pone al ser en poder del sujeto, en vez de subsistir de manera autónoma,
independiente y propia, está en poder del sujeto. En segundo lugar, se entiende
valor como valor de cambio (FM: 24). En el mundo del valor de cambio
generalizado todo está dado como narración y como relato (FM: 30).
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POSTMODERNIDAD, LA VALORACIÓN DE LAS MINORÍAS Y LA


SECULARIZACIÓN DE VATTIMO.

Guianni Vattimo, critica, opina y evalúa al hombre de hoy, de cómo se ve en la


posmodernidad y el fin de la modernidad. Critica, además la relación de Dios sobre la
naturaleza y el hombre.

Para Vattimo la posmodernidad, se define como el grupo de movimientos artísticos,


culturales, literarios y filosóficos del siglo XX, cuya posición es la superación de lo
moderno, es la superación de la modernidad.

Vattimo, al manifestar su opción sexual como la de gay, recalca la valoración de las


minorías que es parte fundamental de lo que se entiende como posmodernidad.

Según Arrollo (1990), para Vattimo, "en el mundo de la información generalizada, las
minorías, los marginados, han podido tomar la palabra. No ha habido, por tanto, como
se temía, una homogenización de los consumidores sino una pluralidad que ha acabado
por imponer la pluralidad en los mensajes. Lo cierto es que los movimientos
minoritarios se han visto favorecidos por la necesidad de noticias de los medios de
comunicación".

Vattimo acepta que su reflexión no es universalizable: "Reconozco", dice, "que se puede


pensar que mi discurso sobre la moderna sociedad de masas no está en la estela de lo
que ocurre en Estados Unidos, respecto a cuyo sistema de vida Europa presenta una
variante notable. Los medios públicos actúan, en el proceso de comunicación, como un
mecanismo de corrección de la comercialización excesiva. Esto es especialmente
relevante en un momento en el que el Este de Europa se desmorona y en el que hay
discursos que afirman que, por consiguiente, ha triunfado el modelo de Estados Unidos.
Quizá sería válido si viviéramos en un mundo bipolar, pero creo que hay notables
diferencias entre el capitalismo estadounidense y el europeo. De ahí que sea posible que
emerja un modelo alternativo a la competencia salvaje de

Estados Unidos, en el que, en el ámbito de la comunicación, la pluralidad de las cadenas


actúe como un factor de liberación".

Pero no todas las voces minoritarias son "liberadoras", entre las que no lo son, Vattimo
incluye los movimientos nacionalistas, de los que dice que se producen "en zonas a las
que la modernidad llegó tarde. En el caso de España, tengo la impresión de que los
movimientos nacionalistas aparecen ligados al franquismo y son testimonios de una
modernización imperfecta. En algún sentido, el fútbol y la cocina son los últimos
refugios del nacionalismo, que es un fenómeno del retraso, al igual que el integrismo
católico".
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LA DECONSTRUCCIÓN DE DERRIDA

Para Vásquez (2016) comenta, que para Derrida, deconstruir parece significar ante todo:
desestructurar o descomponer, incluso dislocar las estructuras que sostienen la
arquitectura conceptual de un determinado sistema o de una secuencia histórica;
también, disedimentar los estratos de sentido que ocultan la constitución genética de un
proceso significante bajo la objetividad constituida y, en suma, solicitar o inquietar,
haciendo tambalear su suelo, la herencia no-pensada de la tradición metafísica. Lo cierto
es que ya esta descripción mínima del carácter de esta operación, descripción orientada
por los contextos inmediatos de los primeros “usos” de ese concepto por parte de
Derrida, tendría que desautorizar la interpretación habitual, y habitualmente crítica, de
la deconstrucción como destrucción gratuita y nihilista del sentido y liquidación del
buen sentido en el escepticismo posmoderno. Derrida tenía la impresión que la palabra
“deconstrucción” era una palabra entre otras muchas palabras, que iba a borrarse o que
iba a ocupar un lugar ... Para él formaba parte de una cadena de vocablos como muchos
otros, tales como Huella o Differance, las cuales también corrieron la misma suerte...
Según Derrida sólo escribió esta palabra un par de veces, y le costaba recordar dónde y
luego el término “ha saltado de pronto fuera del texto y otros se han apoderado de él y le
han otorgado la importancia que se conoce... Cabe destacar que el éxito de esta palabra
se produjo por el contexto, por la época en que dominaba generalmente el
estructuralismo, y en el que la palabra clave era Estructura. Cuando alguien hablada de
desestructura o desestructuración, alcanzaba una gran repercusión. Incluso al principio
su desinterés por esta palabra llegaba a tal punto que rara vez hacía uso de ella, sobre
todo en los textos anteriores a 1967.

La deconstrucción irrumpe en un pensamiento de la escritura, como una escritura de la


escritura, que por lo pronto obliga a otra lectura: no ya imantada a la comprensión
hermenéutica del sentido que quiere-decir un discurso, a su fondo de ilegibilidad y de
deseo de idioma–, a las fuerzas no intencionales inscritas en los sistemas significantes
de un discurso que hacen de éste propiamente un “texto”, es decir, algo que por su
propia naturaleza o por su propia ley se resiste a ser comprendido como expresión de un
sentido, o más bien “expone” éste como efecto –y con su legalidad y necesidad
específica– de una ilusión para la conciencia. La deconstrucción caracteriza un ethos de
la lectura. Su atención, su trato, su cuidado se dedica a lo que en nombre de verdades
férreas fue puesto al margen, fue reprimido: cada verdad esconde un secreto oscuro,
existe sólo gracias a la fuerza de eso que es distinto; cada suposición (de la verdad) tiene
su presuposición, algo que a la vez la posibilita y la imposibilita.
Encabezado: EL PESAMIENTO CONTEMPORANEO Y POSMODERNO 5

Bibliografía
Quintero, R.C (1998). Qué es la posmodernidad. Revista El Pais. 12-05-2020.
Recuperado de
https://aulavirtual.continental.edu.pe/pluginfile.php/1539445/mod_resource/
content/1/Qu%C3%A9%20es%20la%20posmodernidad.pdf?forcedownload=1

Arrollo, F. (1990). La Sociedad Transparente, Vattimo analiza el papel del arte y los
medios de comunicación en la posmodernidad. 12-05-2020. Recuperado de
https://elpais.com/diario/1990/05/04/cultura/641772001_850215.html

Vasquez A. (2016). Derrida: deconstrucción, différance y diseminación. Una historia


de parásitos, huellas y espectros. 12-09-2020. Nómadas. Revista Crítica de
Ciencias Sociales y Jurídicas. Recuperado en
https://revistas.ucm.es/index.php/NOMA/article/download/53302/48914/0

Benitez J. A. (1995). PensarEn la posmodernidad. Nihilismo y hermenéutica en Gianni


vattimo. 12-05-2020. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Recuperado en https://url2.cl/VfxAF

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