Debates de Hart y Dworkin
Debates de Hart y Dworkin
Debates de Hart y Dworkin
Para clarificar el concepto de Derecho resulta oportuno tomar la visión de Hart que
contempla las diferencias de los sistemas jurídicos en el mundo pero destaca que cuentan
con características comunes y son: “reglas que prohíben o hacen obligatorios ciertos tipos
de conducta bajo amenaza de aplicar una pena” (ibídem, p. 3), la postura de este autor es
famosa por separar el derecho de la moral, refiere que “las leyes son derecho” para el
autor, la afirmación de una norma injusta no es una norma jurídica” suena a exageración o
a falsedad. (Ibidem, p 10).
HART:
Consideraba el derecho como un sistema de reglas, critica a la teoría del derecho como
habito de obediencia.
Hart realizó otra crítica referente a la teoría principalista de Dworkin, en la cual expresa al
presentarse en el caso varios principios aplicables, el juez irremediablemente tendrá que
elegir entre uno de ellos, es decir, realizará una labor interpretativa en la cual imperará la
discrecionalidad.
Respecto a la discrecionalidad judicial criticada por Dworkin, Hart responde que pensar
en que el juez no crea derecho, es ilógico, porque de hecho en la realidad se presentan
casos
en los que se realizan estas prácticas, aunque no se reconozca. Es incluso posible que
esto
suceda aún con la existencia de los principios que propone Dworkin, porque en un caso
difícil el juez deberá ponderar y elegir entre principios diversos, incluso ante analogías
diversas. Es decir, seguirá su propio sentido pues no habrá nada preestablecido por el
derecho.
En lo que respecta a la crítica de la lesión a la separación de poderes, Hart sostiene que
es
preferible que el juez actúe creando derecho nuevo en casos difíciles y que éste es un
mal
menor comparado con que deje de resolver los casos por lagunas existentes en el
ordenamiento. Además, dice, el juez no estaría actuando como legislador, pues tendría la
posibilidad muy limitada de ejercer la discrecionalidad y con ello no realizaría reformas
significantes al ordenamiento jurídico, sino solamente actuar en casos no previstos por la
norma.
adiferencia de la propuesta de Hart, acerca de la discrecionalidad de los jueces, Dworkin
construye un método donde el juzgador, posee capacidades extraordinarias y puede, a
partir de un razonamiento jurídico-moral, llegar a una respuesta correcta, aplicando
principios que justifiquen de manera adecuada sus resoluciones, acatando siempre la ley,
sin crear nuevo derecho.
DWORKIN:
Para identificar las normas es necesario la regla del reconocimiento, pero para Dworkin es
insuficiente para la identificación de las directrices y principios lo que es parte fundamental
del derecho.
Este autor critica las tesis centrales de Hart, en lo que corresponde a la separación
conceptual de Derecho y moral, manifiesta que difiere de dicha teoría pues hay normas de
indudable contenido moral que devienen jurídicas sin estar incorporadas al ordenamiento
jurídico.
Prieto Sanchís considera que Dworkin propone un cambio en la ciencia jurídica, pues con
el positivismo jurídico el jurista mantiene una distancia teórica y emocional con el derecho,
debe existir conexión con los principios y valores que contiene el ordenamiento jurídico,
refiere que para el autor norteamericano tan absurdo parece un canonista ateo como un
constitucionalista que no asuma los presupuestos morales del sistema jurídico; el
jurista tiene que ser capaz de transitar de la moral al Derecho, y lógicamente sentirse
obligado por ambos.
El debate de Hard y Dworkin es una disputa por lograr una única definición de lo que es
del derecho, por una parte está la teoría de que el derecho es un conjunto de normas
escritas que tienen ser adoptadas por todas las personas y que regulan el
comportamiento de la sociedad y por otra parte está la teoría de que la conducta humana
solo se regula a través de la moral de cada persona.
DEBATE:
Dworkin cuestiona la separación que se ha querido hacer entre lo que es derecho y lo que
debería ser el derecho, como forma de hacer sus críticas al positivismo jurídico y su
separación radical del derecho frente a la moral en él están presentes los principios, los
valores, las directrices políticas y la moralidad pública que contextualizan la aplicación del
derecho. Por lo que no acepta en la aplicación del derecho una discrecionalidad amplia
del juez que termine creando derecho en sus fallos, lo cual en un Estado democrático de
derecho es potestativo del orden legislativo.
ara Dworkin, la teoría del derecho como integridad diluye dos dilemas del
positivismo, el primero: deja sin fundamento la dicotomía entre
descubrimiento y creación judicial del derecho. Segundo: destruye la distinción
entre casos fáciles y dificiles. No hay ninguna distinción sustancial que dé lugar
a que el derecho opere en los fáciles y la discrecionalidad en los difíciles. Para
decidir cualquier caso el juez debe examinar las reglas, principios y
antecedentes relevantes y decidir cuál es la mejor solución.
Para Dworkin, la teoría del derecho como integridad diluye dos dilemas del positivismo, el
primero: deja sin fundamento la dicotomía entre descubrimiento y creación judicial del
derecho. Segundo: destruye la distinción entre casos fáciles y difíciles. No hay ninguna
distinción sustancial que dé lugar a que el derecho opere en los fáciles y la
discrecionalidad en los difíciles. Para decidir cualquier caso el juez debe examinar las
reglas, principios y antecedentes relevantes y decidir cuál es la mejor solución