Libro Microbiologia (PDF - Io)
Libro Microbiologia (PDF - Io)
Libro Microbiologia (PDF - Io)
Palabras clave
Neisseria
Neisseria gonorrhoeae
gonorrea
Neisseria meningitidis
meningitis bacteriana
meningitis meningococica
Eikenella
Kingella
U n receptor de trasplante renal de 47 años que había estado recibiendo tratamiento con
prednisona y azatioprina durante 2 años fue ingresado en un centro médico
universitario. D os semanas antes había observado la aparición de tos seca y persistente.
Cinco días antes del ingreso la tos se volvió productiva y comenzó a sentir dolor
pleurítico. El día del ingreso, el paciente mostraba una disnea leve y en la radiografía se
apreciaba un infiltrado parcheado en el lóbulo superior derecho. I nicialmente se
enviaron muestras de esputo para su cultivo bacteriano, y la tinción ácido-alcohol
resistente modificada fue positiva.
1. ¿Qué géneros de bacterias se teñirán con una tinción ácido-alcohol resistente
modificada?
2. Si este paciente no tiene antecedentes de haber viajado fuera de EE.UU., ¿cuál sería la
causa más probable de la afección respiratoria?
3. ¿Cuáles son las enfermedades más comunes causadas por los géneros de bacterias
ácido-alcohol resistentes?
4. ¿Qué propiedades morfológicas características y qué propiedades de crecimiento
facilitarán la distinción de las bacterias ácido-alcohol resistentes más frecuentes?
Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es.
Respuestas
1. Los dos géneros más frecuentes que se tiñen con la tinción ácido-alcohol resistente
modificada son Mycobacterium y Nocardia. Otros géneros que se tiñen de la misma
forma son Rhodococcus, Gordonia y Tsukamurella.
2. M. tuberculosis es el patógeno mejor conocido de este género, pero es infrecuente en
EE.UU. Sin antecedentes de haber viajado fuera de EE.UU., lo más probable es que
este patógeno no sea la causa de la enfermedad de este paciente. Lo más factible es
que padezca una infección por otra especie de Mycobacterium o por Nocardia.
3. M. tuberculosis se asocia sobre todo a enfermedad pulmonar. Esta patología puede
desarrollarse después de la exposición al microorganismo, o, más frecuentemente, la
micobacteria establece una infección crónica que persiste durante toda la vida en el
individuo infectado. El patógeno puede recobrar su actividad a medida que va
desvaneciéndose la inmunidad con la edad o con la enfermedad, inicia la replicación
y genera la enfermedad. Otras especies de micobacterias son patógenos
oportunistas, e infectan sobre todo a pacientes inmunodeprimidos, pero también a
individuos con neumopatías crónicas, como bronquiectasias. M. fortuitum y las otras
micobacterias de «crecimiento rápido» son patógenos oportunistas introducidos en
heridas o que contaminan los catéteres intravenosos. Las enfermedades que se
asocian con más frecuencia a Nocardia son infecciones pulmonares e infecciones
cutáneas primarias y secundarias. Rhodococcus suele ser responsable de la formación
de abscesos pulmonares en pacientes inmunocomprometidos (sobre todo en
pacientes infectados por el VIH) y Gordonia y Tsukamurella son patógenos
oportunistas que suelen ser responsables de bacteriemias asociadas a catéteres.
4. Todos los microorganismos ácido-alcohol resistentes son bacterias de crecimiento
relativamente lento y necesitan un período de incubación de 2-7 días (Norcardia,
Rhodococcus, Gordonia, Tsukamurella) hasta 1 mes (Mycobacteria). Esto es
particularmente problemático con las muestras de esputo, donde las bacterias de
crecimiento más rápido procedentes de la orofaringe pueden oscurecer las colonias
de estos microorganismos, por lo que para que la recuperación sea óptima es preciso
volver a procesar la muestra con el fin de eliminar las bacterias que crecen rápido y
usar medios selectivos. Únicamente las bacterias de crecimiento lento se tiñen
uniformemente con las tinciones ácido-alcohol resistentes, pero todos los géneros se
teñirán con las tinciones ácido-alcohol resistentes débiles o modificadas. Las
especies de micobacterias que aparecerán con más frecuencia son bacilos pequeños
«en cuentas de rosario», mientras que las especies de Nocardia formarán bacilos
filamentosos largos. El aspecto de los bacilos filamentosos que se tiñen débilmente
con tinción ácido-alcohol resistente es suficiente para la identificación preliminar de
Nocardia. Rhodococcus aparece inicialmente como bacilos pequeños y posteriormente
evolucionan a cocos. Las colonias pueden tener un aspecto rojizo, si bien esto suele
tener lugar después de la incubación durante unos pocos días. Gordonia y
Tsukamurella aparecen como bacilos pequeños que se tiñen débilmente con tinción
ácido-alcohol resistente.
R e súm e ne s
Microorganismos clínicamente significativos
Mycobacterium tuberculosis
Palabras clave
Ácido-alcohol resistente, pared celular rica en lípidos, intracelular, PPD, resistencia
farmacológica.
Biología y virulencia
• Bacilos aerobios, grampositivos débiles y fuertemente ácido-alcohol resistentes.
• Pared celular rica en lípidos, lo que hace al microorganismo resistente a las tinciones
tradicionales, desinfectantes, detergentes, antibióticos antibacterianos frecuentes y a
la respuesta inmune del hospedador.
• Capacidad de crecimiento intracelular en los macrófagos alveolares.
• La enfermedad depende fundamentalmente de la respuesta del hospedador a la
infección.
Epidemiología
• Universal; un tercio de la población mundial está infectada por este microorganismo.
• Hay 8,6 millones de casos nuevos cada año y 1,3 millones de muertes.
• La enfermedad es más frecuente en China, India, Europa del Este, Pakistán, África
Subsahariana y Sudáfrica.
• Hubo 9.945 nuevos casos en EE.UU. en 2012.
• Las poblaciones con mayor riesgo de padecer la enfermedad son los pacientes
inmunodeprimidos (fundamentalmente los infectados por VIH), los alcohólicos y los
adictos a drogas, los vagabundos y aquellos que están expuestos a otros individuos
infectados.
• El ser humano es el único reservorio natural.
• La transmisión de una persona a otra ocurre a través de aerosoles infectados.
Enfermedades
• La infección primaria es pulmonar.
• La diseminación a cualquier foco corporal ocurre sobre todo en pacientes
inmunodeprimidos.
Diagnóstico
• La prueba cutánea de tuberculina y las pruebas de liberación de IFN-γ
son indicadores sensibles de la exposición al microorganismo.
• La microscopia y el cultivo son sensibles y específicos.
• La detección directa mediante sondas moleculares es relativamente insensible
excepto en las muestras positivas para microorganismos ácido-alcohol resistentes.
• Las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos son importantes en caso de que no
puedan realizarse cultivos o cuando la microscopia sea imprecisa.
• La identificación se basa con mayor frecuencia en la utilización de sondas
moleculares específicas de especie, secuenciación y espectrometría de masas.
Tratamiento, prevención y control
• Se necesitan pautas con múltiples fármacos y cursos de tratamiento prolongados
para prevenir la aparición de cepas resistentes a fármacos.
• Isoniazida (INH), etambutol, pirazinamida y rifampicina durante 2 meses, seguidos
de 4 a 6 meses de INH y rifampicina u otras combinaciones alternativas
de antimicrobianos.
• La profilaxis de la exposición a la tuberculosis puede incluir INH durante 6-9 meses o
rifampicina a diario durante 4 meses; la pirazinamida y el etambutol o el
levofloxacino se utilizan durante 6-12 meses después de estar expuesto a
M. tuberculosis multirresistente.
• Inmunoprofilaxis con el bacilo de Calmette-Guérin (BCG) en los países endémicos.
• El control de la enfermedad se hace con vigilancia activa, medidas profilácticas y
terapéuticas y un control exhaustivo de cada caso.
Mycobacterium leprae
Palabras clave
Ácido-alcohol resistente, lepra, no cultivable, prueba cutánea, análisis de liberación de
IFN-γ.
Biología y virulencia
• Bacilos débilmente grampositivos y fuertemente ácido-alcohol resistentes.
• Pared celular rica en lípidos.
• No se puede cultivar en medios artificiales.
• Enfermedad principalmente por la respuesta del hospedador ante la infección.
Epidemiología
• Menos de 300.000 nuevos casos referidos en el año 2005, la mayoría en India, Nepal
y Brasil.
• 64 casos nuevos publicados en EE.UU. en 2013.
• La forma lepromatosa de la enfermedad, pero no la tuberculoide, es muy infecciosa.
• La transmisión ocurre de una persona a otra mediante contacto directo o inhalación
de aerosoles infecciosos.
Enfermedades
• Formas tuberculoide (paucibacilar) y lepromatosa (multibacilar) de la lepra.
Diagnóstico
• La microscopia es sensible en la lepra lepromatosa, pero no en la forma tuberculoide.
• Se necesitan pruebas cutáneas para confirmar la lepra tuberculoide.
• El cultivo carece de utilidad.
Tratamiento, prevención y control
• La forma tuberculoide se trata con rifampicina y dapsona durante 6 meses; a esta
pauta se añade clofacimina para el tratamiento de la forma lepromatosa durante al
menos 12 meses.
• La enfermedad se controla con el diagnóstico y el tratamiento precoz de las personas
infectadas.
Complejo Mycobacterium avium
Palabras clave
Ácido-alcohol resistente, infecciones pulmonares, SIDA, profilaxis.
Biología y virulencia
• Bacilos débilmente grampositivos y fuertemente ácido-alcohol resistentes.
• Pared celular rica en lípidos.
• Enfermedad principalmente por la respuesta del hospedador a la infección.
Epidemiología
• Distribución universal, pero la enfermedad se ve con más frecuencia en los países
donde la tuberculosis es menos frecuente.
• Se adquiere fundamentalmente a través de la ingestión de agua o alimentos
contaminados; se cree que la inhalación de aerosoles infectados desempeña un papel
menor en la transmisión.
• Los pacientes con más riesgo de padecer la enfermedad son aquellos que están
inmunodeprimidos (especialmente los pacientes con SIDA) y los que tienen
enfermedades pulmonares de larga evolución.
Enfermedades
• La enfermedad incluye la colonización asintomática, la enfermedad pulmonar
crónica localizada, el nódulo solitario o la enfermedad diseminada, sobre todo
en pacientes con SIDA.
Diagnóstico
• La microscopia y el cultivo son sensibles y específicos.
Tratamiento, prevención y control
• Las infecciones se tratan durante períodos prolongados con claritromicina
o azitromicina combinadas con etambutol y rifabutina.
• La profilaxis en los pacientes con SIDA que tienen un recuento bajo de CD4 consiste
en claritromicina, azitromicina o rifabutina; este tratamiento ha disminuido mucho
la incidencia de la enfermedad.
Nocardia
Palabras clave
Ácido-alcohol modificado, filamentoso, enfermedad broncopulmonar o cutánea,
oportunista.
Biología y virulencia
• Bacilos grampositivos filamentosos, parcialmente ácido-alcohol resistentes; pared
celular con ácido micólico.
• Aerobio estricto, capaz de crecer en la mayoría de los medios no selectivos para
bacterias, hongos y micobacterias; sin embargo, se necesita un período de incubación
prolongado (2 o más días).
• La virulencia se asocia a la capacidad para evitar la destrucción intracelular.
• La catalasa y la superóxido dismutasa inactivan a los metabolitos tóxicos del oxígeno
(p. ej., peróxido de hidrógeno, superóxido).
• Los factores del cordón impiden la destrucción intracelular en los fagocitos
al interferir con la fusión de los fagosomas con los lisosomas.
Epidemiología
• Distribución mundial en suelos ricos en materia orgánica.
• Las infecciones exógenas se adquieren mediante inhalación (pulmonar) o
introducción traumática (cutánea).
• Patógenos oportunistas que ocasionan enfermedad sobre todo en pacientes
inmunocomprometidos con déficit de linfocitos T (receptores de trasplante, pacientes
con neoplasias malignas, pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia
humana, pacientes tratados con corticoides).
Enfermedades
• La enfermedad primaria más habitual es broncopulmonar (p. ej., enfermedad
cavitada) o infecciones cutáneas primarias (p. ej., micetoma, infección linfocutánea,
celulitis, abscesos subcutáneos).
• Diseminación más frecuente al sistema nervioso central (p. ej., abscesos cerebrales) o
piel.
Diagnóstico
• La microscopia es sensible y relativamente específica cuando se observan
microorganismos ramificados con ácido-alcohol resistencia parcial.
• El cultivo es lento, necesita una incubación de hasta 1 semana; se pueden necesitar
medios selectivos (p. ej., agar con carbón tamponado y extracto de levadura)
para aislar a Nocardia en cultivos mixtos.
• La identificación a nivel de género puede realizarse por el aspecto macroscópico y
microscópico (bacilos ramificados débilmente ácido-alcohol resistentes que forman
colonias con hifas aéreas).
• La identificación de especies requiere el análisis genómico de la mayoría de las cepas.
Tratamiento, prevención y control
• Las infecciones se tratan con antibióticos y el cuidado apropiado de las heridas.
• Trimetoprima-sulfametoxazol (TMP-SMX) es el fármaco inicial para el tratamiento
empírico de las infecciones cutáneas en pacientes inmunocompetentes;
el tratamiento de las infecciones graves y de las infecciones cutáneas en pacientes
inmunodeprimidos debe consistir en TMP-SMX más amikacina para las infecciones
pulmonares o cutáneas, y TMP-SMX más imipenem o una cefalosporina para las
infecciones del sistema nervioso central; se recomienda un tratamiento prolongado
(de hasta 12 meses).
• La exposición no puede evitarse porque Nocardia es ubicua.
Tabla 22-1
Bacterias ácido-alcohol resistentes relevantes
M. avium avis, relativo a las aves (provoca una enfermedad tuberculoide en las aves)
M. fortuitum fortuitum, fortuito, accidental (en referencia a su papel como patógeno oportunista)
M. haemophilum haema, sangre; philos, amante (amante de la sangre; en referencia a la necesidad de sangre o hemina para su
desarrollo in vitro)
M. intracellulare intra, interior; cella, pequeña habitación (en el interior de las células; en referencia a la localización intracelular
de esta micobacteria)
M. kansasii kansasii, oriundo de Kansas (donde se aisló por primera vez el microorganismo)
M. marinum marinum, relativo al mar (bacteria asociada a agua dulce y agua salada contaminadas)
M. tuberculosis tuberculum, pequeña tumefacción o tubérculo; osis, caracterizado por (caracterizado por tubérculos; en referencia a
la formación de tubérculos en los pulmones de los pacientes infectados)
Tsukamurella En honor al microbiólogo japonés Michio Tsukamura, el primero en aislar la cepa original de este género
Tabla 22-2
Clasificación de bacterias ácido-alcohol resistentes seleccionadas patógenas para el
ser humano
Nocardia
N. cyriacigeorgica Normalmente patógeno Frecuente
Mycobacterium tuberculosis
Patogenia e inmunidad
M . tuberculosis es un patógeno intracelular capaz de producir infecciones de por vida. El
mantenimiento de la infección persistente sin progresión de la enfermedad supone un
delicado equilibrio entre el crecimiento de la bacteria y la regulación inmunológica. En el
momento de exposición, M . tuberculosis ingresa en las vías respiratorias y las partículas
infecciosas alcanzan los alvéolos, donde son digeridas por los macrófagos alveolares.
A diferencia de la mayoría de las bacterias fagocitadas, M . tuberculosis impide la fusión
del fagosoma con los lisosomas (al inhibir la molécula de unión específica, el
autoantígeno endosómico temprano 1 [EEA 1]). El fagosoma es capaz de fusionarse a
otras vesículas intracelulares para facilitar el acceso del patógeno a nutrientes y su
proceso de replicación intravacuolar. Las bacterias fagocitadas también pueden eludir la
destrucción mediada por los macrófagos con la formación de intermediarios reactivos del
nitrógeno creados entre el óxido nítrico y los aniones superóxido al catabolizar
catalíticamente los oxidantes generados. En este estado, por tanto, las bacterias pueden
eludir al sistema inmunitario y replicarse. S in embargo, en respuesta a la infección por
M . tuberculosis, los macrófagos secretan interleucina 12 (I L-12) y factor de necrosis
tumoral α (T N F-α). Estas citocinas aumentan la inflamación localizada al reclutar
linfocitos T y células citolíticas espontáneas (N K) hacia las zonas de los macrófagos
infectados, incluida la diferenciación de los linfocitos T en linfocitos T H 1 (linfocitos T
cooperadores) con la consiguiente secreción de interferón γ (IFN-γ). Cuando existe I FN -
γ, los macrófagos infectados se activan, lo que aumenta la fusión entre los fagosomas y
los lisosomas y la destrucción intracelular. El TN F-α estimula la producción de óxido
nítrico y los intermediarios reactivos del nitrógeno relacionados, lo que potencia la
destrucción intracelular. Los pacientes con una producción disminuida de IFN-γ o TNF-α
o que sufren defectos en los receptores para estas citocinas tienen un mayor riesgo de
sufrir infecciones graves por micobacterias.
La eficacia de la eliminación bacteriana depende en parte del tamaño del foco de
infección. Los macrófagos alveolares, las células epitelioides y las células gigantes de
Langhans (células epitelioides fusionadas) con las micobacterias intracelulares forman el
núcleo central de una masa necrótica que se rodea de una pared densa de macrófagos y
de linfocitos T CD 4, CD 8 y N K.Esta estructura, que se llama granuloma, impide la
diseminación posterior de las bacterias. S i en el momento en que los macrófagos son
estimulados hay una pequeña carga antigénica, el granuloma es pequeño y las bacterias
son destruidas con mínimo daño tisular; sin embargo, si hay muchas bacterias, los
grandes granulomas necróticos o caseosos se vuelven encapsulados con fibrina que de
modo eficaz protegen las bacterias de la destrucción por los macrófagos. Las bacterias
pueden permanecer latentes en esta fase o se pueden reactivar algunos años más tarde,
cuando disminuye la respuesta inmunitaria del paciente como consecuencia de la edad o
por una enfermedad o un tratamiento inmunodepresor. Este es el motivo de que la
enfermedad pueda no desarrollarse hasta etapas tardías de la vida en pacientes
expuestos a M. tuberculosis.
Epidemiología
Aunque la tuberculosis se puede producir en primates y en animales de laboratorio
como las cobayas, el ser humano constituye el único reservorio natural. La enfermedad
se transmite por contacto estrecho de una persona con otra mediante la inhalación de
aerosoles infecciosos. Las partículas grandes quedan atrapadas en las superficies
mucosas y son eliminadas por la acción de los cilios del árbol respiratorio. S in embargo,
las partículas pequeñas que contienen de uno a tres bacilos tuberculosos pueden llegar
hasta los alvéolos y comenzar una infección.
La O rganización Mundial de la S alud (O MS ) estima que una tercera parte de la
población mundial presenta una infección por M . tuberculosis. En 2012 hubo 8,6 millones
de casos nuevos de tuberculosis y 1,3 millones de fallecidos. A pesar de estas estadísticas
sombrías, la cifra de casos nuevos en todo el mundo está disminuyendo y la tasa de
mortalidad disminuyó en un 45% entre 1990 y 2012. Las regiones con la incidencia de
enfermedad más elevada son China, I ndia, Europa del Este, Pakistán, África
S ubsahariana y S udáfrica. En EE.UU. la incidencia de tuberculosis ha disminuido de
forma progresiva desde 1992 (fig. 22-3). En 2012 se comunicaron un total de 9.945 casos
(3,2 casos por cada 100.000 individuos) y casi el 60% de las infecciones afectaron a
personas extranjeras. O tros grupos de población con riesgo elevado de enfermedad por
M. tuberculosis son las personas «sin techo», los alcohólicos, los drogadictos, los reclusos
y los individuos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VI H). Puesto
que es difícil erradicar la enfermedad en estos pacientes, la diseminación de la infección
a otros grupos de población, como los profesionales sanitarios, constituye un importante
problema de salud. Esta circunstancia es especialmente cierta en los casos de M.
tuberculosis mutirresistente, ya que los pacientes que reciben un tratamiento inadecuado
pueden constituir un foco de infección durante períodos de tiempo prolongados.
C uadr o 22-
1 D ia gnóst ico de la bora t orio de la s
e nfe rm e da de s por m icoba ct e ria s
Diagnóstico inmunológico
Prueba cutánea de la tuberculina
Pruebas de liberación de IFN-γ
Microscopia
Tinción de Ziehl-Neelsen (ácido-alcohol resistencia calentando)
Tinción de Kinyoun (ácido-alcohol resistencia sin calentar)
Tinción ácido-alcohol resistencia con fluorocromo Truant
Pruebas basadas en los ácidos nucleicos
Pruebas de amplificación de los ácidos nucleicos (AAN)
Cultivo
Medios de agar sólido o con huevo
Medios líquidos
Identificación
Propiedades morfológicas
Reacciones bioquímicas
Análisis de los lípidos de la pared celular
Sondas de ácidos nucleicos
Secuenciación de los ácidos nucleicos
Microscopia
La detección microscópica de bacilos ácido-alcohol resistentes en las muestras clínicas es
el método más rápido para confirmar una enfermedad por micobacterias. La muestra
clínica se tiñe con carbolfucsina (métodos de Ziehl-Neelsen o de Kinyoun) o con
colorantes fluorescentes de auramina-rodamina (método del fluorocromo de T ruant), se
decolora con una solución de ácido-alcohol y a continuación se aplica una tinción de
contraste. Las muestras se examinan con un microscopio óptico o con un microscopio de
fluorescencia en el caso de utilizar colorantes fluorescentes ( fig. 22-5). El método del
fluorocromo es el más sensible porque la muestra se puede observar rápidamente con
bajo aumento para zonas de fluorescencia, y posteriormente se confirma la presencia de
bacterias ácido-alcohol resistentes con un mayor aumento.
Cultivo
Las micobacterias que producen enfermedad pulmonar, fundamentalmente en pacientes
con indicios de cavitación, abundan en las secreciones respiratorias (p. ej.,
108 bacilos/mililitro o más). El aislamiento de los microorganismos casi está asegurado en
los pacientes en los que se recogen las primeras muestras respiratorias de la mañana
durante 3 días consecutivos; sin embargo, es más difícil aislar M . tuberculosis y otras
micobacterias de otras localizaciones en pacientes con enfermedad diseminada (p. ej.,
aparato genitourinario, tejidos, líquido cefalorraquídeo). En estos casos, se debe recoger
un número mayor de muestras para cultivo y se deben procesar grandes cantidades de
líquido o tejidos.
La proliferación in vitro de las micobacterias se complica por el hecho de que la
mayoría de las cepas crece lentamente y se pueden ver ensombrecidas por las bacterias
de crecimiento rápido que normalmente colonizan al ser humano. Por tanto, algunas
muestras, como las de esputo, se tratan inicialmente con reactivos descontaminantes
(p. ej., hidróxido de sodio al 2%) con el fin de eliminar los microorganismos que pueden
dar lugar a resultados confusos. Las micobacterias pueden tolerar tratamientos alcalinos
de corta duración que destruyen las bacterias de crecimiento rápido y permiten el
aislamiento selectivo de las micobacterias. La descontaminación extensa de la muestra
elimina a las micobacterias, por lo que este método no se lleva a cabo cuando se analizan
muestras que normalmente son estériles o se espera la presencia de un reducido número
de micobacterias.
A nteriormente, las muestras se inoculaban en medios con huevo (p. ej., Löwenstein-
Jensen) y con agar (p. ej., Middlebrook), y la detección de M. tuberculosis solía requerir de
4 semanas o más. S in embargo, este período se ha acortado en aproximadamente 2
semanas como consecuencia de la introducción del uso de caldos de cultivo especiales
que facilitan el desarrollo rápido de las micobacterias. La capacidad de M . tuberculosis de
crecer rápidamente en medios de cultivo se ha empleado para la realización de pruebas
de sensibilidad rápidas. La técnica MODS o ensayo de sensibilidad al fármaco mediante
observación al microscopio emplea un microscopio de luz invertida para analizar las
placas con 24 pocillos inoculadas con medio de cultivo de Middlebrook y un esputo
descontaminado. En general se puede detectar el crecimiento de M. tuberculosis en forma
de marañas o cordones de crecimiento en el cultivo a la semana de incubación. La
incorporación al medio de cultivo de fármacos antimicobacterianos permite un estudio
de sensibilidad directo rápido con las muestras clínicas. Esta técnica está disponible de
forma generalizada en los laboratorios que atienden a los países en vías de desarrollo en
los que las cepas de M. tuberculosis resistentes a fármacos son abundantes.
Identificación
Las propiedades de crecimiento y la morfología de las colonias se pueden emplear para
la identificación preliminar de las especies más frecuentes de micobacterias. Las
micobacterias se pueden identificar de manera definitiva con una gran variedad de
técnicas. Las pruebas bioquímicas son el método convencional de identificación de las
micobacterias; sin embargo, no se dispone de los resultados durante 3 semanas o más y
muchas especies no pueden ser identificadas con este planteamiento. Las sondas
moleculares específicas de especie, la amplificación de genes diana específicos de
especies (p. ej., gen A RN r 16S , gensecA), y más recientemente la espectrometría de
masas se utilizan en la actualidad para identificar la micobacteria. Es probable que la
espectrometría de masas se convierta en la prueba para identificación de elección, ya que
los resultados pueden obtenerse rápido (<1 hora), es barata y tiene la capacidad para
identificar a la práctica totalidad de especies de microorganismos ácido-alcohol
resistentes.
Quimioprofilaxis
La A merican Thoracic S ociety y los CD C han estudiado varios regímenes profilácticos
que se usan en pacientes (VI H positivos y VI H negativos) expuestos aM. tuberculosis. Los
regímenes que se han recomendado incluyen INH una o dos veces por semana durante 6-
9 meses o rifampicina diaria durante 4 meses. Los pacientes que han estado expuestos a
M . tuberculosis resistente deberían recibir profilaxis con pirazinamida y etambutol o
levofloxacino durante un período comprendido entre 6 y 12 meses.
Inmunoprofilaxis
La vacunación con M . bovis atenuado (BCG) se usa con frecuencia en países donde la
tuberculosis es endémica y es una causa importante de morbimortalidad. Esta práctica
puede conducir a una reducción significativa de la incidencia de tuberculosis cuando el
BCG se administra a personas jóvenes (es menos eficaz en adultos).
D esafortunadamente, la vacunación con BCG no se puede usar en sujetos
inmunodeprimidos (p. ej., pacientes con infección por VI H). Por tanto, es improbable
que sea útil en países con una alta prevalencia de S I D A (p. ej., África) o para el control de
la extensión de la tuberculosis resistente a fármacos. O tro problema adicional asociado a
la vacunación con el BCG es que se obtienen resultados positivos en la prueba cutánea en
todos los pacientes que pueden persistir durante un período prolongado. S in embargo, la
prueba de reactividad cutánea suele ser débil, por lo que un resultado muy positivo
(p. ej., más de 20 mm de induración) es generalmente significativo para una exposición
reciente a M . tuberculosis. Las pruebas de segunda generación de liberación de I FN -γ no
se ven afectadas por la vacunación con BCG, de forma que se pueden utilizar para la
detección selectiva en esta población. La inmunización con BCG no se usa mucho en
EE.UU. ni en otros países en los que la incidencia de tuberculosis es baja.
Control
D ebido a que un tercio de la población mundial está infectado por M . tuberculosis, la
eliminación de esta enfermedad es muy poco probable. S in embargo, la enfermedad se
puede controlar con una combinación de vigilancia activa, intervenciones profilácticas y
terapéuticas y el seguimiento cuidadoso de los casos.
Tabla 22-3
Manifestaciones clínicas e inmunológicas de la lepra
Lesiones cutáneas Escasas placas eritematosas o hipopigmentadas con Muchas máculas, pápulas y nódulos eritematosos;
centros planos y bordes elevados y bien definidos; gran destrucción de los tejidos (p. ej., cartílago
afectación de los nervios periféricos con pérdida nasal, huesos, orejas); afectación nerviosa difusa
completa de la sensibilidad; aumento de tamaño con pérdida sensitiva parcheada; los nervios no
visible de los nervios presentan hipertrofia
Anatomía patológica Infiltración de linfocitos alrededor de un centro de Predominio de macrófagos «espumosos», pocos
células epiteliales; presencia de células de linfocitos; no hay células de Langhans;
Langhans; se ven pocos bacilos ácido-alcohol numerosos bacilos ácido-alcohol resistentes en
resistentes o ninguno las lesiones cutáneas y de los órganos internos
Infecciosidad Baja Alta
FIGURA 22-6 Lepra tuberculoide. Las lesiones tuberculoides iniciales se caracterizan por la
presencia de máculas insensibles con hipopigmentación. (De Cohen J, Powderly WB, Opal SM: Infectious
diseases, 3.ª ed., St. Louis, 2010, Mosby.)
FIGURA 22-7 Lepra lepromatosa. Infiltración difusa de la piel por numerosos nódulos de tamaño
variable, cada uno de los cuales contiene un gran número de bacterias. (De Cohen J, Powderly WB, Opal
SM: Infectious diseases, 3.ª ed., St. Louis, 2010, Mosby.)
Tabla 22-4
Enfermedades del complejo Mycobacterium avium
Especie Enfermedad
M. avium Enfermedad en humanos y cerdos; enfermedad diseminada en pacientes con infección por VIH; linfadenitis
subespecie cervical en niños; enfermedad pulmonar crónica en adolescentes con fibrosis quística y adultos ancianos
hominissuis con enfermedad pulmonar de base
M. avium Enfermedad entérica granulomatosa crónica en rumiantes (enfermedad de Johne) y posiblemente en humanos
subespecie (enfermedad de Crohn)
paratuberculosis
M. intracellulare Enfermedad pulmonar en pacientes inmunocompetentes
Las dos especies del complejo M . avium (MA C, un término de uso frecuente en este
momento) producen enfermedad en pacientes inmunocompetentes, mientras que la
enfermedad en pacientes infectados por VI H se suele deber aM . avium. A ntes de la
epidemia del VI H, la recuperación de los microorganismos en una muestra clínica solía
interpretarse como colonización transitoria o, con menor frecuencia, enfermedad
pulmonar crónica. La afectación pulmonar en personas inmunocompetentes se
manifiesta de tres formas distintas. Más a menudo, la enfermedad aparece en hombres
de edad media o mayores con antecedentes de tabaquismo y enfermedad pulmonar de
base. Estos pacientes suelen presentar una forma cavitaria de evolución lenta que remeda
la tuberculosis en la radiografía de tórax. La segunda forma de infección por MA C se
observa en mujeres ancianas no fumadoras, las cuales muestran infiltrados lingulares o
del lóbulo medio con aspecto nodular parcheado en la radiografía con bronquiectasia
asociada (bronquios con dilatación crónica). Esta variante es indolente y se ha asociado a
una significativa morbimortalidad. S e ha propuesto que la enfermedad afecta a ancianas
maniáticas que suprimen de manera crónica el reflejo de la tos, lo que origina
alteraciones inflamatorias inespecíficas en los pulmones y las predispone a contraer
sobreinfecciones por MA C. Esta enfermedad específica se ha bautizado con el nombre de
síndrome de Lady Windermere por el personaje principal de una obra de O scar Wilde.
La tercera forma de enfermedad por MA C se caracteriza por la formación de unnódulo
pulmonar solitario. El complejo M . avium es la especie micobacteriana aislada más
frecuentemente en el nódulo pulmonar solitario.
Ha aparecido un nuevo abanico de enfermedad en los pacientes con el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SI D A). En contraposición a lo que ocurre en otros grupos
de pacientes, la infección por el complejo M . avium en los pacientes con S I D A suele ser
diseminada y no respeta casi ningún órgano (caso clínico 22-2). La magnitud de estas
infecciones es notable; los tejidos de algunos pacientes están prácticamente rellenos de
micobacterias (fig. 22-8) y existen cientos de miles de bacterias por mililitro de sangre.
Las infecciones diseminadas devastadoras causadas por el complejo M . avium son
especialmente frecuentes en los pacientes en los estadios terminales de trastornos
inmunitarios con recuentos de linfocitos T CD 4 inferiores a 10 células/mm3. Por suerte,
las infecciones por el complejo MA C son notablemente menos frecuentes en sujetos
infectados por VI H como consecuencia de la administración de un tratamiento
antirretroviral eficaz y de la utilización rutinaria de antibióticos profilácticos. Aunque
algunos pacientes con S I D A desarrollan enfermedades relacionadas con el complejo
M . avium después de la exposición pulmonar (p. ej., aerosoles infecciosos de agua
contaminada), se cree que la mayoría de las infecciones se produce tras la ingestión de
bacterias. N o se ha demostrado transmisión entre las personas. D espués de la exposición
a las micobacterias se inicia la replicación en ganglios linfáticos localizados, seguida de
la diseminación sistémica. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad no se observan
hasta que el número de bacilos en proceso de replicación altera la función normal del
órgano.
FIGURA 22-8 Tejido de un paciente con SIDA que está infectado por el complejo Mycobacterium
avium, fotografiado a pequeño aumento (A) y a gran aumento (B).
Nocardia
Fisiología y estructura
Las nocardias son bacilos aerobios estrictos que forman filamentos ramificados en los
tejidos y los cultivos. Estos filamentos se parecen a las hifas de los mohos, y
antiguamente se pensaba que Nocardia era un hongo; sin embargo, los microorganismos
poseen una pared celular grampositiva y otras estructuras celulares que son
características de las bacterias. La mayoría de las cepas se tiñen escasamente con la
tinción de Gram y parecen ser gramnegativas, con inclusiones grampositivas
intracelulares (fig. 22-9). El motivo de esta propiedad de tinción es que las nocardias
poseen una estructura de la pared celular con ácidos grasos de cadena ramificada (p. ej.,
ácido tuberculoesteárico, ácido meso-diaminopimélico [meso-D A P], ácidos micólicos). La
longitud de los ácidos micólicos en las nocardias (50-62 átomos de carbono) es más corta
que en las micobacterias (70-90 átomos de carbono). Esta diferencia podría explicar por
qué aunque ambos géneros son ácido-alcohol resistentes, Nocardia se describe como
«ácido-alcohol resistente débil»; es decir, debe usarse una solución decolorante débil de
ácido clorhídrico para demostrar la propiedad ácido-alcohol resistente de las nocardias
(fig. 22-10). Esta ácido-alcohol resistencia también es una característica útil para
distinguir a las nocardias de microorganismos morfológicamente similares, como
Actinomyces.
FIGURA 22-9 Tinción de Gram de Nocardia en esputo expectorado. Obsérvense las cuentas
filamentosas delicadas.
Las especies de Nocardia son catalasa-positivas, usan hidratos de carbono por la vía
oxidativa y pueden crecer en la mayoría de los medios de laboratorio no selectivos usados
para el aislamiento de bacterias, micobacterias y hongos. S in embargo, su crecimiento es
lento y necesitan un período de incubación de 3-5 días antes de que puedan observarse
colonias en las placas de cultivo, por lo que es preciso avisar al laboratorio de que los
cultivos deben incubarse más allá de 1-2 días, que es lo normal. Las colonias tienen
inicialmente un aspecto blanquecino, aunque puede ser bastante variable (p. ej., seco a
céreo, blanco a naranja; fig. 22-11). Las hifas aéreas (hifas que sobresalen hacia fuera y
hacia arriba desde la superficie de una colonia) suelen apreciarse cuando se visualizan
las colonias con un microscopio de disección (fig. 22-12). La combinación de la presencia
de hifas aéreas y ácido-alcohol resistencia es singular del género Nocardia y puede usarse
como prueba rápida para identificar el género.
FIGURA 22-11 Colonias de Nocardia.
FIGURA 22-12 Hifas aéreas de Nocardia.
Tabla 22-5
Enfermedades por actinomicetos patógenos seleccionados
Patogenia e inmunidad
S e han descrito toxinas y hemolisinas para las nocardias, aunque aún no se ha definido el
papel de estos factores en la enfermedad. Parece que el factor de virulencia más
importante es la capacidad de las cepas patógenas para evitar la destrucción fagocítica.
Cuando los fagocitos contactan con los microbios se produce una descarga oxidativa,
liberándose metabolitos de oxígeno tóxicos (es decir, peróxido de hidrógeno,
superóxido). Las cepas patógenas de Nocardia están protegidas de estos metabolitos
porque segregan catalasa y superóxido dismutasa. La superóxido dismutasa asociada a la
superficie también protege a las bacterias. Las nocardias también son capaces de
sobrevivir y de replicarse en los macrófagos: 1) evitando la fusión del fagosoma y el
lisosoma (mediada por el factor del cordón), 2) evitando la acidificación del fagosoma y
3) evitando la destrucción mediada por la fosfatasa ácida a través de la utilización
metabólica de la enzima como fuente de carbono.
Epidemiología
Las infecciones por Nocardia son exógenas (es decir, causadas por microorganismos que
normalmente no forman parte de la flora humana normal). La presencia ubicua de este
microorganismo en suelos ricos en materia orgánica y el creciente número de individuos
inmunocomprometidos que viven en la comunidad han condicionado aumentos
espectaculares en las enfermedades causadas por este microorganismo. D icho
incremento es particularmente notorio en las poblaciones de alto riesgo, como los
pacientes ambulatorios que se infectan con el VI H o que padecen otros déficits de
linfocitos T, los pacientes que reciben tratamiento inmunosupresor por trasplantes de
médula ósea u órganos sólidos, y los pacientes inmunocompetentes con una función
pulmonar comprometida por bronquitis, enfisema, asma, bronquiectasias y proteinosis
alveolar. La enfermedad broncopulmonar se desarrolla tras la colonización inicial de las
vías respiratorias altas por la inhalación, y posterior aspiración, de secreciones orales
hacia las vías respiratorias bajas. La nocardiosis cutánea primaria aparece después de la
introducción traumática de microorganismos en los tejidos subcutáneos, y la afectación
cutánea secundaria aparece normalmente después de la diseminación desde un foco
pulmonar.
Enfermedades clínicas (cuadro 22-2)
L a enfermedad broncopulmonar (caso clínico 22-4) causada por especies de Nocardia no
puede distinguirse de las infecciones ocasionadas por otros microorganismos piógenos,
aunque las infecciones por Nocardia suelen desarrollarse más lentamente y la
enfermedad primaria producida por esta bacteria ocurre casi siempre en pacientes
inmunodeprimidos. S uele haber tos, disnea y fiebre, pero estos signos no son
diagnósticos. Es frecuente la cavitación y la propagación a la pleura. Aunque el cuadro
clínico no es específico de Nocardia, es preciso tener en cuenta a estos microorganismos
cuando los pacientes inmunodeprimidos experimentan neumonía con cavitación, sobre
todo si hay indicios de diseminación al sistema nervioso central (S N C) o a los tejidos
subcutáneos. Estaría indicada la realización de un estudio inmunológico íntegro en caso
de que se diagnosticase una infección pulmonar o diseminada por Nocardia en un
individuo sin enfermedades de base.
C uadr o 22-
2 N oca rdiosis: re súm e ne s clínicos
Enfermedad broncopulmonar: enfermedad pulmonar indolente con necrosis y
formación de abscesos; es frecuente la diseminación al sistema nervioso central o la
piel
Micetoma: enfermedad crónica destructiva progresiva, generalmente de las
extremidades, caracterizada por granulomas supurativos, fibrosis y necrosis
progresiva y formación de tractos fistulosos
Enfermedad linfocutánea: infección primaria o diseminación secundaria a un foco
cutáneo, caracterizada por la formación crónica de granulomas o nódulos
subcutáneos eritematosos, con eventual formación de úlceras
Celulitis y abscesos subcutáneos: formación de úlcera granulomatosa con eritema
circundante con afectación mínima o nula de los ganglios linfáticos en los que drenan
Abscesos cerebrales: infección crónica con fiebre, cefalea y déficits locales relacionados
con la localización de abscesos de desarrollo lento
FIGURA 22-13 Lesión cutánea causada por Nocardia. (De Cohen J, Powderly WB, Opal SM: Infectious
diseases, 3.ª ed., St. Louis, 2010, Mosby.)
Hasta un tercio de todos los pacientes con infecciones por Nocardia presentan
diseminación al cerebro, sobre todo con la formación de abscesos cerebrales únicos o
múltiples. La enfermedad puede manifestarse inicialmente como una meningitis crónica.
Diagnóstico de laboratorio
En los pacientes con enfermedad pulmonar deben recogerse varias muestras de esputo.
Como las nocardias suelen distribuirse por todo el tejido y el material del absceso,
resulta relativamente sencillo detectarlas con microscopio y recuperarlas para cultivarlas
en pacientes con afectación pulmonar, cutánea o del S N C. Las hifas delicadas deNocardia
en los tejidos hace que se confundan con Actynomices; sin embargo, a diferencia de estos
últimos, las nocardias típicamente muestran una ácido-alcohol resistencia débil (v.
fig. 22-10).
Los microorganismos crecen en la mayoría de los medios de laboratorio cuando se
incuban en una atmósfera de dióxido de carbono al 5-10%, pero la presencia de estos
microorganismos de crecimiento lento puede quedar oscurecida por bacterias
comensales de crecimiento rápido. Cuando una muestra pueda estar contaminada con
otras bacterias (p. ej., bacterias bucales en el esputo), deben inocularse en medios
selectivos. S e han conseguido resultados satisfactorios con el medio utilizado para aislar
a especies de Legionella (agar de carbón tamponado y extracto de levadura [BCY E]).D e
hecho, este medio puede usarse para recuperar tanto Nocardia como Legionella de
muestras pulmonares. Nocardia crece en ocasiones en medios usados para aislar
micobacterias y hongos; sin embargo, este método es menos fiable que los medios
bacterianos especiales. Es importante notificar al laboratorio que se sospecha una
nocardiosis para que las placas de cultivo se mantengan más días.
La identificación preliminar de Nocardia no es complicada. Los miembros del género
pueden clasificarse inicialmente basándose en la presencia de bacilos filamentosos,
ácido-alcohol resistentes débiles e hifas aéreas en la superficie de la colonia. La
identificación definitiva a nivel de especie es más difícil, ya que la mayoría de las especies
no se pueden identificar con exactitud mediante pruebas bioquímicas, aunque muchos
laboratorios siguen usándolas. La identificación precisa de Nocardia exige el análisis
molecular de genes de ácido ribonucleico ribosómico (A RN ) y de genes «constitutivos»
(housekeeping) (p. ej., gen de la proteína del shock térmico) o la espectrometría de masas.
Aunque la espectrometría de masas se ha introducido recientemente en los laboratorios
de microbiología diagnósticos, está convirtiéndose en el método de elección para la
identificación de estos microorganismos.
Bibliografía
Ambrosioni J, Lew D, Garbino J. Nocardiosis: updated clinical review and experience at a tertiary center. Infection.
2010;38:89–97.
Appelberg R. Pathogenesis of Mycobacterium avium infection. Immunol Res. 2006;35:179–190.
Bouza E, Perez-Parra A, Rosal M, et al. Tsukamurella: a cause of catheter-related blood stream infections. Eur J Clin
Microbiol Infect Dis. 2009;28:203–210.
Conville PS, Witebsky FG. Nocardia, Rhodococcus, Gordonia, Actinomadura, Streptomyces, and other aerobic
actinomycetes. In: Murray PR, ed. ASM manual of clinical microbiology. ed 9 Washington, DC: American Society for
Microbiology Press; 2007.
De Groote M, Huitt G. Infections due to rapidly growing mycobacteria. Clin Infect Dis. 2006;42:1756–1763.
Dodiuk-Gad R, Cohen E, Ziv M, et al. Cutaneous nocardiosis: report of two cases and review of the literature. Internatl J
Derm. 2010;49:1380–1385.
Griffith DE, Aksamit T, Brown-Elliott BA, et al. An official ATS/IDSA statement: diagnosis, treatment, and prevention of
nontuberculous mycobacterial diseases. Am J Respir Crit Care Med. 2007;175:367–416.
Ioerger TR, O’Malley T, Liao R, et al. Identification of new drug targets and resistance mechanisms in Mycobacterium
tuberculosis. PLoS ONE. 2013;8:e75245.
Martinez R, Reyes S, Menendez R. Pulmonary nocardiosis: risk factors, clinical features, diagnosis and prognosis. Curr
Opin Pulm Med. 2008;14:219–227.
Mazurek GH, Jereb J, Vernon A, et al. Updated guidelines for using interferon gamma release assays to detect
Mycobacterium tuberculosis infection—United States, 2010. MMWR Recomm Rep. 2010;59(RR–5):1–25.
Perez-Velez C, Marais B. Tuberculosis in children. N Engl J Med. 2012;367:348–361.
Ramanan P, Deziel P, Wengenack N. Gordonia bacteremia. J Clin Microbiol. 2013;51:3443–3447.
See I, Nguyen DB, Chatterjee S, et al. Outbreak of Tsukamurella species bloodstream infection among patients at an
oncology clinic, West Virginia, 2011-2012. Infect Control Hosp Epidemiol. 2014;35:300–306.
Turenne CY, Wallace Jr R, Behr MA. Mycobacterium avium in the postgenomic era. Clin Microbiol Rev. 2007;20:205–229.
Ulrichs T, Kaufmann S. New insights into the function of granulomas in human tuberculosis. J Pathol.
2006;208:261–269.
Wells CD, Cegielski JP, Nelson LJ, et al. HIV infection and multidrug-resistant tuberculosis—the perfect storm. J Infect
Dis. 2007;196:S86–S107.
Yew W, Leung C. Update in tuberculosis 2006. Am J Respir Crit Care Med. 2007;175:541–546.
Zumla A, Raviglione M, Hafner R, et al. Tuberculosis. N Engl J Med. 2013;368:745–755.