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Cajas Automáticas

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“Año del Bicentenario del

Perú: 200 años de Independencia”

Nombre y Apellidos : Clever


Huaman Rodriguez .
Docente: Manolo Rengifo Solís.
Curso: Mecanismo de Embragué y
caja de cambio.
Carrera: Mecatrónica Automotriz.
Tema: TIPOS DE CAJA DE VELOCIDADES
AUTOMATICAS

Ciclo : II II
Turno : Noche
Año :2021
Historia de la caja de cambios
automática
Pese a que para la mayoría de la gente una caja de cambios
secuencial puede ser una novedad, lo cierto es que los primeros
modelos datan de principios del siglo pasado. El famoso Ford T
utilizaba una caja de engranajes muy parecido al de las cajas
automáticas modernas.
El los años 30, el fabricante alemán Daimler, que posteriormente
formaría parte de Mercedes desarrolló su propia caja de cambios semi
automática. A finales de esa misma década, General Motors también
tenía una caja de cambios similar.
Desde esos tiempo tan tempranos hasta hoy, las cajas automáticas
se han ido perfeccionando. Y en países como Estados unidos, son el
estándar sin ninguna duda.

Funcionamiento de una caja automática


Una caja de cambios automática determina cuál es la mejor
relación entre la potencia que produce el motor y la
velocidad a la que circulamos. Al pisar el acelerador se encarga de
mover los piñones hacia la relación de marchas idónea.
A diferencia de las marchas de tipo manual, el cambio secuencial
automático se transmite mediante un convertidor. Este
convertidor se encuentra ubicado dentro de un espacio lleno de
lubricante, por lo que se elimina la fricción de las cajas manuales.
Básicamente, las cajas de cambios automáticas funcionan de este
modo. Sin embargo, hay diversos tipos de cajas, las cuales tienen
diferencias de funcionamiento. Por ejemplo, las cajas robotizadas
carecen de una palanca de cambios que tenga relación mecánica con
esta.

Ventajas e inconvenientes
Más allá de preferencias o puntos de vista, las cajas de cambios
automáticas tienen algunas ventajas, razón por la cual empiezan
a sustituir a las cajas manuales en muchos casos.
El primer beneficio de una caja de cambios automática es
que resulta más fácil conducir. No hace falta pensar en cuál es el
movimiento que se tiene que hacer para engranar una marcha, ni se
tiene que pisar el pedal de embrague para hacerlo.
Otra ventaja es que las marchas cambian de un modo más
progresivo, sin brusquedad. Por tanto, el motor funciona mejor y
tiene una vida útil más larga.
En cuanto a los inconvenientes, algunos de ellos tienen que ver más
con la percepción que se tiene de estas cajas. En Europa, la
mayoría de la gente piensa que las cajas automáticas están
pensadas para quienes no saben conducir. También se tiene la
idea de que consumen más combustible.
No obstante, las cajas de cambios más modernas cuentan con
optimizadores de rendimiento. Esto hace que tanto el consumo como
el funcionamiento general del motor sea el más adecuado, ahorrando
en mantenimiento y combustible.

Cajas automáticas: conozca los tipos y sus


características
La industria automotriz ha experimentado grandes avances en las últimas
décadas y las cajas automáticas ha sido uno de los más relevantes; tanto así
que la mayoría de los fabricantes de autos ofrecen muchos de sus modelos con
esta transmisión. A continuación, le explicamos sus principales características.

Razones por las que comprar un automático


Comodidad

En primer lugar, la principal razón por la que los conductores se


decantan por este tipo de sistemas es por la comodidad, sobre todo en
tráfico urbano y durante los atascos, con numerosas paradas y
arrancadas. No todos comparten esta opinión, pues cuando llevas
muchas horas al volante a veces puede parecer aburrido. Sin embargo,
eso ya no es un problema con los sistemas de cambio automático
moderno, ya que, en ese caso, uno siempre puede cambiar con las
levas de forma manual.

Seguridad vial

Hay muchas personas a las que supone un alivio no tener que


sincronizar el pedal del embrague con la palanca de cambios, cada vez
que la transmisión requiera cambiar de engranaje. No tener que estar
pendiente del pedal y la palanca, unido al hecho de que el coche no
llega a calarse en ningún momento, permite a muchos
conductores fijarse más en la condución. También resultan de gran
ayuda en cuestas empinadas (si bien hoy en día muchos coches ya
cuentan con sistemas de ayuda al arranque en pendiente, incluso con
cambios automáticos).

Seguridad mecánica

Finalmente, ofrecen una cierta seguridad mecánica. Lo saben bien en


los desguaces, donde comprueban que un motor procedente de un
coche automático suele estar en mejor estado que uno que haya sido
propulsado por una caja de cambios manual. Esto es debido al
correcto engranaje de las marchas, en el que los cambios se realizan
en el momento correcto. Los cambios de marcha bruscos pueden
suponer roturas, pero la mayoría de las transmisiones automáticas
nuevas suelen realizar unos cambios de marcha suaves, con rapidez y
precisión.

Razones por las que no comprar un automático


Coste elevado

Como cualquiera puede comprobar cuando compara las diferentes


versiones de un modelo, las transmisiones automáticas aumentan el
precio final del coche. Aquellas que incorporan cajas de cambios más
basicas, como las cajas de cambio manuales pilotadas, suben en
torno a 600 euros, pero cuando uno elige cambios más complejos,
como los DSG, suben de media unos 2.000 euros el precio final del
coche. Y en marcas premium la diferencia de precio es aún mayor.

Revisiones exhaustivas

Como todo buen sistema, siempre hay algún aspecto que representa
un punto débil. Si las cajas de cambios automáticas de hace más de
10 años fuesen el objeto de estudio de este apartado, la lista sería
ligeramente más larga, pero en la actualidad no representan tantos
problemas como antaño.
Cabe destacar que el mantenimiento de cualquier transmisión
automática, requiere una revisión más exhaustiva. A mayor número de
componentes y complejidad técnica, mayor cantidad de  revisiones
harán falta. No se puede comparar este mantenimiento con el de una
caja de cambios manual, mucho más sencillo. Además, debes tener en
cuenta que las revisiones suelen ser más costosas.

Mantenimiento

Tradicionalmente, el consumo de combustible era ligeramente


superior al de la versión manual, en torno a un 10%… pero ese es un
hándicap que las cajas de cambio automáticas más modernas ya han
solventado, mejorando consumos y emisiones respecto de sus
equivalentes manuales.

Una de las ventajas de los cambios manuales es que se puede utilizar


el motor como freno, reduciendo marchas. Esta técnica resulta muy
útil a la hora de bajar puertos de montaña. Al reducir de marcha las
revoluciones suben en proporción a la relación del engranaje, y eso
provoca la progresiva detención del vehículo. En contraposición, los
automáticos más básicos no pueden realizan esta tarea, por lo que
suelen gastar más frenos… y una mala conducción puede incluso
llegar a deteriorar los discos de freno. Con un cambio de marchas
automático que incorpore un sistema de cambio secuencial sí se
puede hacer uso del freno de motor sin problemas.

Tipos de cajas de cambio automáticas


¿Y qué tipo de cambio automático elegir? Aunque existen diversos
tipos de cajas de cambio automáticas, nos vamos a centrar en
los cuatro tipos que principalmente predominan en el mercado:

Convertidor de par

Este tipo de cambio era el que utilizaban principalmente los vehículos


automáticos antiguos. Persiste hoy en día, pero entonces dejaba
mucho que desear si el vehículo no era lo suficientemente potente. El
convertidor de par es una especie de volante conectado al otro
disco que va atornillado al motor, que transmite la potencia a los
engranajes ubicados dentro de la caja de cambios. Va accionado por
un embrague hidráulico y el volante, en su interior, contiene un líquido
viscoso que es girado por una especie de turbina que gira a lo largo del
mismo.
A pesar de que la explicación pueda resultar farragosa y complicada,
su estructura es sencilla y resistente. Suele ser el sistema común por
excelencia en los coches automáticos y en la actualidad no suelen dar
muchos problemas. Antes, en modelos antiguos, a la hora de cambiar
de marchas los movimientos de los engranajes eran
demasiado bruscos, como si en un vehículo de marchas manuales
cambias de una forma poco apropiada. La caja de cambios terminaba
sufriendo sus consecuencias y al final, por muy fuertes que fuesen sus
componentes, la presión a la que era sometida podía generar
problemas.

Hoy por hoy, es una de las alternativas más fiables en cuanto


a calidad y precio… además de haber solventado muchos de sus
antiguos defectos gracias a técnicas y tecnologías muy avanzadas. Es
el tipo de cambio más aconsejable con motores de alta cilindrada y
prácticamente todas las marcas lo usan en sus coches más grandes y
con motores más potentes. Es muy cómodo de funcionamiento,
aunque aumenta ligeramente el consumo frente a uno manual… salvo
en los últimos modelos de transmisiones, con hasta nueve
velocidades. Semejante número de relaciones supone que el motor
necesite menor fuerza para empujar el vehículo… y un menor
consumo.

Llegados a este punto, conviene explicar que el consumo está


directamente relacionado con el número de revoluciones al que se
mueve el motor. En este sentido, el cambio automático
de Mercedes denominado como 9-GTRONIC que equipan coches
como el Mercedes Clase E, permite que el coche circule a 120 km/h a
tan solo 1.350 rpm. Un número muy bajo, que se aproxima a las
revoluciones por minuto en las que debe estar el coche en punto
muerto.
Por otro lado, Jaguar y Land Rover son otros fabricantes que equipan
la caja de nueve velocidades. En referencia a Land Rover el Range
Rover Evoque, monta una transmisión de la marca ZF (la marca
conocida por sus resistentes cajas de cambios que montan los BMW)
y, según la marca, ahorra hasta un 16 % de combustible frente a una
de seis velocidades. Además todas estas cajas, también admiten una
opción secuencial.

Caja de cambios manual pilotada

Aunque hay discrepancias en cuanto a su denominación, la caja de


cambios manual pilotada (también conocida por CMP), no se
considera un cambio automático… a pesar de no tener embrague. SIn
embargo, como entra dentro de la descripción y el concepto, lo
incluimos en este apartado. Viene a ser un híbrido entre una caja
manual y una automática. Poniendo en contexto al lector, es una caja
manual, pero que incorpora un sistema de embrague interno para que
no se tenga que accionar exteriormente.

Hay muchos modelos actuales que equipan este tipo de transmisión,


la mayoría del Gupo PSA (Peugeot Citroën), pero también en coches
pequeños como el Seat Mii o el Toyota Aygo. También en los
deportivos, como Aston Martin, Maserati o Lamborghini, ya que
ofrecen un funcionamiento más directo que un cambio automático de
convertidor de par para conducir de forma deportiva, pero con un
modo automático suave cuando se conduce de forma tranquila.
El problema de estos cambios es la falta de conocimiento al
respecto. No se suele usar como es debido. Al tratarse de una caja
manual, aunque no tenga pedal de embrague conviene levantar el pie
del acelerador cada vez que se lleva a cabo un cambio de marcha. De
lo contrario, su reacción será el típico latigazo que se produce cada
vez que se engrana una marcha mientras continúas con el pedal de
gas presionado. Si el conductor no tiene experiencia con este tipo de
sistemas, los cambios bruscos pasarán factura.

Su resultado y respuesta es muy similar al de una transmisión manual,


pero los cambios suelen ser algo más lentos e imprecisos.

Caja de cambios por variador continuo

Otro tipo de caja automática, es la que propulsa el coche mediante un


sistema de variador continuo. A diferencia del convertidor de par, este
además, incorpora un sistema determinado por el desarrollo de dos
poleas formadas por elementos cónicos, unidas por una cadena que
transmite la potencia del motor a los engranajes de la caja. En este
caso, las transmisiones se diferencian por el diámetro en el que se
mueva la cadena. Es decir, el volante del motor gira las poleas que van
dentro de la caja de variador continuo y estos, a su vez, transmiten la
potencia al diferencial que va conectado a las ruedas.

Transmisión semiautomática (SAT)


Estos tipos de cajas disponen de múltiples sensores y actuadores electrónicos
para controlar la acción de un embrague convencional; de allí que también se
les conozca como transmisión manual automatizada.

Adicionalmente, las cajas automáticas SAT poseen un actuador hidráulico


para acoplar los cambios, en función de la demanda del conductor.

La principal característica de las SAT es la ausencia del pedal de embrague,


permitiendo al conductor un manejo simplificado. Además, ofrecen las
ventajas de una transmisión manual y presentan un mejor rendimiento en
autopistas que en ciudad para el consumo de combustible.

Transmisión de variador continuo


(CVT)
Su diseño está basado en dos poleas acopladas a los ejes de entrada y salida
respectivamente; ambas poleas se unen mediante una correa de acero. Ahora,
el cambio de las velocidades se genera por el desplazamiento de las poleas
sobre su eje. La variación de los tamaños de las poleas es lo que le otorga los
cambios de marcha.

Las CVT ofrecen una aceleración suave, por lo que se consigue un importante
ahorro de combustible. De igual manera, su mantenimiento es menos costoso
que el de otros tipos. Tenga en cuenta que bajo condiciones de mucha
exigencia dan la sensación de deslizamiento y de revolucionar el motor.
Cajas automáticas de doble
embrague (DCT)
Las DCT (Dual-Clutch Trasmission) disponen de dos conjuntos de embragues
independientes. Existen del tipo multidisco húmedo o sumergido en aceite, y
disco seco sin aceite, que están acoplados a dos juegos de ejes. Básicamente
se trata de cajas manuales con dos ejes secundarios, uno para las marchas
pares y el otro para las impares.

Este tipo de cajas automáticas funcionan seleccionando dos marchas a la vez


(par e impar), pero activan solo un embrague para acoplar una de ellas. Para
realizar el cambio basta con desactivar dicho embrague y activar el otro, todo
controlado por un sistema electrohidráulico.

Asimismo, su respuesta es rápida y suave, y consumen menos combustible.


Sin embargo, su mantenimiento puede resultar costoso al requerir cambios de
lubricante cada 40.000 a 60.000 km.

Cajas automáticas DSG


Las cajas automáticas DSG (Direct Shift Gearbox) funcionan básicamente
como las cajas DCT. Fue Volkswagen en 2003 quien desarrolló y
comercializó esta tecnología, ofreciendo un producto fiable y sin mayores
problemas. La diferencia entre ambas tecnologías radica más en el desarrollo
electrónico para el sistema de control que en su principio de funcionamiento.

Cajas automáticas Tiptronic


Poseen las características básicas de las cajas automáticas convencionales,
además permiten suprimir el modo automático para realizar cambios a
discreción del conductor; sin emplear un embrague.

Este tipo de cajas no economizan combustible, pero sí otorgan la máxima


potencia del motor. Por ello, dan una sensación de manejo más deportivo. Por
otro lado, el tiempo de vida útil es mayor en comparación con otras
tecnologías automáticas, pero cuando fallan, su reparación o reemplazo es
muy costoso.

Como puede ver, hay gran variedad de cajas automáticas. Su elección


dependerá del rendimiento, costos de mantenimiento o por prestaciones de
manejo que mejor se adapten a sus necesidades. Recuerde que otro factor que
debe tener presente es el servicio postventa. Analice bien las opciones y tome
la mejor decisión.

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