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Procesos Cog LUIS MIGUEL ALMONTE LORA finalMENTE

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LUIS MIGUEL ALMONTE LORA

(13-4617)
Asignatura
PROCESOS COGNISCITIVOS

Tema
RESUMEN

Facilitador/a
Dra Rosario Cáceres Tejada

Participantes
Luis Miguel Almonte Lora
(13 - 4617)

21/02/2020

Santiago, Rep. Dom.

INTRODUCCION
INTRODUCCION
El cerebro de la especie humana es inmaduro al nacer. Esta característica le
provee de una gran plasticidad que posibilita el modelado de estructuras y
funciones del sistema nervioso a lo largo de la vida, y capacita al ser humano
para adquirir conocimientos durante un largo período de tiempo. Al parecer, la
gran capacidad de adaptación de los humanos a las diversas circunstancias a
las que se ven sometidos a lo largo de su vida se debe a esta posibilidad de
modificación estructural y funcional del cerebro, a partir de los conocimientos
que va adquiriendo y las experiencias vividas. La adaptación al medio, que
incrementa la probabilidad de nuestra supervivencia como especie, es más
eficaz si somos capaces de extraer información veraz y útil, y para ello es
necesario que los mecanismos receptores y los sistemas perceptuales
funcionen correctamente.
Tradicionalmente se presentan percepción y atención como procesos muy
vinculados, incluso se concibe la atención como una propiedad de la
percepción que permite seleccionar eficazmente la información relevante. Una
relación similar se produce entre atención y memoria, porque tenemos
memoria, principalmente, de la información seleccionada o atendida. Del
mismo modo que la atención influye en procesos como la percepción o la
memoria, ésta se ve influenciada por otros como la motivación, que interviene
en la resistencia a la distracción. La motivación también influye en procesos
como la percepción, ya que los estímulos que permiten satisfacer necesidades
y deseos se perciben con más facilidad (p.e. algunos estudios muestran cómo
las personas son más sensibles a los estímulos relacionados con comida o
bebida cuando están hambrientas y sedientas). Así, atención y motivación
actúan como procesos de activación y orientación que intervienen en el
procesamiento de la información, afectando (facilitando o entorpeciendo) el
papel de los otros procesos psicológicos básicos como la percepción, el
aprendizaje o la memoria.
1. CÓMO EL CEREBRO DA LUGAR A LA MENTE

Las Evaluaciones de Diagnóstico utilizan una prueba como instrumento para


analizar el grado o logro alcanzado en el desarrollo de las
Competencias Básicas establecidas en el currículo. La prueba como
instrumento tiene un valor que cuenta con las limitaciones propias de una
instantánea en un momento dado, ello exige contrarrestar ese efecto con un
modelo capaz de responder de forma fiable, equilibrada y objetiva a la finalidad
que pretende.
El modelo, en sintonía con otras evaluaciones de carácter internacional, toma
como referencia para graduar las competencias, la escala de
procesos cognitivos que de forma natural cualquier persona utiliza para
resolver las cuestiones que se le plantean en un contexto determinado. Como
si de una caja de herramientas se tratara, el individuo necesitará extraer de la
caja una o más herramientas para enfrentarse a cualquier problema con ciertas
garantías de éxito. Para todas las competencias estos procesos se han
organizado en tres grandes grupos:

- Reproducción: está formado por aquellas destrezas de


carácter elemental. Son las que proveen al alumno/a de capacidades
para acceder a la información y comprenderla.
- Conexión: implica movilizar el saber para saber hacer, supone
aplicar los conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para resolver
una cuestión determinada hasta un cierto nivel de dificultad.
- Reflexión: constituyen los últimos peldaños de la escalera
cognitiva, entran en juego destrezas que implican cierto nivel de
abstracción y creatividad, de planificación compleja, de búsqueda de
alternativas y de emisión de juicios con criterio propio.

A partir de los enormes avances que hizo la neurociencia en el último tiempo,


se pudo divulgar un importante aprendizaje sobre la mente y el cerebro
humano, más que en cualquier otro momento de la historia. Ahora hay un mejor
entendimiento de cómo funcionan y se pueden utilizar estos nuevos
conocimientos para adquirir un mayor nivel de bienestar.
El cerebro juega en este caso acompañando a la mente, debido a la plasticidad
neuronal. "Hoy sabemos que los pensamientos modifican la estructura cerebral
y ello permite que los cambios que realizamos puedan mantenerse a lo largo
del tiempo".
Sin embargo, por otro lado, también hay dos grandes desventajas. En primer
lugar, que la mente hace lo que quiere sin regulación. Esto quiere decir que
entonces se combinan dos grandes defectos y dos grandes virtudes que están
sometidos y controlados por la propia decisión, determinismo y voluntad de
cada persona.

¿Qué son las neuronas? Son diminutas células encargadas de participar


en las funciones relacionadas con el sistema nervioso. En nuestro cerebro,
existen millones de neuronas, se calcula que poseemos alrededor de 80
millones, al menos en el momento del nacimiento. Conforme vamos creciendo,
el número de neuronas comienza a decrecer y a partir de los 80 años, el 30%
de nuestras neuronas se habrá perdido. A lo largo del día, perdemos y
regeneramos neuronas constantemente. Mediante los procesos de
regeneración que lleva una neurona, se generan nuevas conexiones, y esto
provoca el proceso llamado neurogénesis, que da lugar al nacimiento de
nuevas neuronas a lo largo de la vida de la persona.
Las personas diariamente realizamos numerosas conductas que nos provocan
el deterioro neuronal y por lo tanto el deterioro cognitivo. Estas conductas como
el beber, fumar, no comer o dormir bien, la tensión o el estrés, llevará a la
persona a la disminución de neuronas más temprano.

 Las células activas del cerebro reciben más sangre.


Los científicos saben que las áreas activas del cerebro utilizan más energía y
por tanto exigen un mayor suministro de oxígeno y glucosa. De esta forma,
más sangre se dirige a estas zonas con el fin de satisfacer la demanda de las
neuronas activas. A medida que activas tu cerebro, la sangre fluye a las células
cerebrales que están trabajando, llevando el valioso oxígeno con ella. Las
imágenes de resonancia magnética se utilizan para estudiar el flujo sanguíneo
en el cerebro. Estas imágenes han demostrado que nuestras células
cerebrales, también conocidas como neuronas, son muy dependientes del
suministro de oxígeno. Así que cuanto más se ejercita el cerebro más se
activan las neuronas, y más suministro de sangre reciben. Por el contrario, una
célula cerebral que está inactiva recibe cada vez menos sangre y finalmente
morirá.

 Las células cerebrales activas tienen más conexiones con otras células
cerebrales.
Cada célula cerebral se conecta con el entorno cerebral a través de rápidos
disparos de impulsos eléctricos. Las células cerebrales activas tienden a
producir dendritas, que son como brazos pequeños que se extienden para
conectar con otras células. Una sola célula puede tener hasta 30.000
conexiones. Como resultado de ello, se convierte en parte de una red neuronal
altamente activa. Cuando se activa una de las neuronas de la red, el impulso
pasa a través de toda la red, activando al resto de células cerebrales. Cuanto
más grande sea la red neuronal a la que pertenece una célula, más
posibilidades tendrá de activarse y sobrevivir.

 Las células cerebrales activas producen más sustancias de


'mantenimiento'.
El Factor de Crecimiento Nervioso (FCN) es una proteína que se produce en tu
cuerpo, en las células objetivo. Esta proteína se une a las neuronas,
marcándolas como activas, diferenciadas, y receptivas. Las células cerebrales
activas mejoran la producción de FCN, lo que las protege de ser clasificadas
como no activas. Así que cuanto más a menudo se ve tu cerebro desafiado,
ejercitado y activado, más FCN se produce.

 Las células cerebrales activas estimulan la migración de las


beneficiosas células del tallo cerebral.
Recientes estudios han demostrado que las células cerebrales nuevas se
generan en un área específica del cerebro llamada hipocampo. Estas células
cerebrales pueden migrar a las áreas del cerebro en las que son necesarias,
por ejemplo, después de una lesión cerebral. Estas células migrantes son
capaces de imitar la acción de las células circundantes, permitiendo la
restauración parcial de la actividad en la zona dañada. Por lo tanto, una clave
importante para recuperarse de una lesión o de la inactividad cognitiva es el de
estimular las áreas del cerebro que pueden beneficiarse de este increíble
proceso.

La neurona está formada por una estructura cuyas partes principales son el
núcleo, el cuerpo celular y las dentritas. Entre las neuronas existen numerosas
conexiones gracias a sus axones, es decir sus pequeñas ramificaciones. Los
axones ayudan a crear redes cuya función es transmitir mensajes de neurona
en neurona. Este proceso es denominado como sinapsis, que es la unión de
los axones mediante cargas eléctricas a una velocidad de 0,001 segundos,
esto puede ocurrir unas 500 veces al segundo.

2. ESTUDIO DE LA COGNICION
La cognición nos permite percibir nuestro entorno, aprender de éste y
recordar la información que hemos obtenido, así como solucionar
problemas que surgen durante la vida o comunicarnos con otras
personas.

El término “cognición” se puede definir como la capacidad de algunos seres


vivos de obtener información de su entorno y, a partir de su procesamiento por
parte del cerebro, de interpretarla y darle un significado. En este sentido los
procesos cognitivos dependen tanto de las capacidades sensoriales como del
sistema nervioso central.

Se trata de un concepto de significado muy amplio que puede ser


equiparado a grandes rasgos con el de “pensamiento”. No obstante, como
veremos más adelante, este término también puede hacer referencia a uno de
los procesos o fases que componen la cognición: el razonamiento, que se
solapa a su vez con la resolución de problemas.

En el ámbito de la psicología la cognición se entiende como el procesamiento


de cualquier tipo de información mediante las funciones mentales. Desde un
punto de vista histórico esta conceptualización se deriva de la tradicional
separación entre lo racional y lo afectivo; no obstante, en la actualidad la
emoción con frecuencia es vista también como un proceso cognitivo.

A lo largo de la historia muchos autores han propuesto que la cognición,


particularmente la que tiene lugar de forma consciente, debe ser el objeto de
estudio principal de la psicología científica. Wilhelm Wundt, Hermann
Ebbinghaus o William James empezaron a estudiar los procesos cognitivos
básicos como la memoria o la atención a finales del siglo XIX.

Los desarrollos actuales en el estudio de la cognición deben mucho a las


teorías del procesamiento de la información y a la orientación cognitivista en
general, muy populares a partir de mediados del siglo XX. Estos paradigmas
favorecieron la consolidación de campos interdisciplinares tan relevantes como
la neuropsicología y la neurociencia cognitiva.
- El término “percepción” se refiere a la captación de estímulos del
entorno por parte de los órganos sensoriales y su transmisión a niveles
superiores del sistema nervioso, pero también al proceso cognitivo por el
cual generamos una representación mental de esta información y la
interpretamos. En esta segunda fase intervienen el conocimiento previo
y la atención.
- La atención es la capacidad general para focalizar los recursos
cognitivos en estímulos o contenidos mentales específicos; por tanto,
tiene un papel regulador en el funcionamiento de otros procesos
cognitivos. Esta aptitud está dividida en varias facetas, de modo que la
atención se puede entender como selección, concentración, activación,
vigilancia o expectativas.
- El aprendizaje se define como la adquisición de nueva información o la
modificación de contenidos mentales existentes (junto con sus
correspondientes correlatos neurofisiológicos). Se han descrito distintos
tipos de aprendizaje, como los modelos del condicionamiento clásico y
operante, que se asocian a mecanismos de potenciación sináptica.
- La memoria es un concepto íntimamente relacionado con el aprendizaje,
puesto que engloba la codificación, el almacenamiento y la recuperación
de información. En estos procesos se encuentran implicadas de forma
clave estructuras del sístema límbico como el hipocampo, la amígdala,
el fórnix, el núcleo accumbens o los cuerpos mamilares del tálamo.
- El lenguaje es la facultad que permite a los seres humanos utilizar
métodos complejos de comunicación, tanto de forma oral como escrita.
Aunque tradicionalmente se ha separado la emoción de la cognición
(entendida de modo equivalente al pensamiento), el aumento de
conocimientos en psicología ha revelado que los dos procesos funcionan
de forma similar. El nivel de activación del sistema nervioso simpático y
la motivación para aproximarse o alejarse de un estímulo son
determinantes en la emoción.
- El razonamiento es un proceso cognitivo de alto nivel que se basa en la
utilización de otros más básicos para resolver problemas o alcanzar
objetivos en torno a aspectos complejos de la realidad. Si lo hacemos a
partir de criterios lógicos tenemos el razonamiento deductivo, el
inductivo y el abductivo.
- La popularización de la psicología social, que tuvo lugar en las décadas
de 1960 y 1970, Desde esta perspectiva se han desarrollado modelos
trascendentales como las teorías de la atribución y la teoría de
esquemas sobre la representación del conocimiento.
- La metacognición es la facultad que nos permite ser conscientes de
nuestros propios procesos cognitivos y reflexionar en torno a ellos. Se
ha prestado una atención particular a la metamemoria, puesto que el uso
de estrategias de potenciación del aprendizaje y del recuerdo resulta
muy útil para mejorar el rendimiento cognitivo.
3. LA ATENCIÓN

La atención es el proceso por el cual podemos dirigir nuestros recursos


mentales sobre algunos aspectos del medio, los más relevantes, o bien sobre
la ejecución de determinadas acciones que consideramos más adecuadas
entre las posibles. Hace referencia al estado de observación y de alerta que
nos permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno (Ballesteros,
2000).

En otras palabras, la atención es la capacidad de generar, dirigir y mantener un


estado de activación adecuado para el procesamiento correcto de la
información.

Dentro de esta función debemos hablar de 5 procesos diferentes:

 Atención sostenida: capacidad de mantener de manera fluida el foco


de atención en una tarea o evento durante un periodo de tiempo
prolongado. Este tipo de atención también se llama vigilancia.

 Atención selectiva: capacidad para dirigir la atención y centrarse en


algo sin permitir que otros estímulos, bien externos o internos,
interrumpan la tarea.

 Atención alternante: capacidad de cambiar nuestro foco de atención de


una tarea o norma interna a otra de manera fluida.

 Velocidad de procesamiento: ritmo al que el cerebro realiza una tarea


(evidentemente, varía según la tarea, dependiendo del resto de
funciones cognitivas implicadas en la misma). Se mide a través del
tiempo que emplea el sujeto entre que recibe el estímulo y emite la
respuesta.

 Heminegligencia: gran dificultad o incapacidad para dirigir la atención


hacia uno de los lados (normalmente, el izquierdo), tanto en relación al
propio cuerpo como al espacio.

¿Para qué sirve la atención?


A lo largo de nuestra vida necesitamos la atención para todo tipo de cosas.
Desde niños aprendemos a centrarnos en unos estímulos ignorando otros de
menor importancia. A veces somos capaces de recordar fácilmente una
conversación que hemos tenido, pero no somos capaces de recordar otros
aspectos, digamos, secundarios: el lugar, la ropa de nuestro interlocutor, si
hacía frío o calor... Otro ejemplo sería cuando debemos ser capaces de estar
concentrados en algo durante un largo tiempo, incluso aunque sea aburrido,
como puede ser una charla en clase o en el trabajo.

La atención es clave para el funcionamiento óptimo de las personas, facilitando


la discriminación entre los estímulos y eventos relevantes e irrelevantes. Sin
embargo, también pueden darse determinados problemas de salud
relacionados con esta función cognitiva.

La atención es una capacidad cognitiva que permite atender tanto a los


estímulos ambientales como a los estados internos de cada uno, siendo un
gran número los estímulos y eventos que solicitan nuestros recursos
atencionales al mismo tiempo. Esta capacidad cognitiva es limitada y además,
con el paso de los años, el estrés o determinadas patologías, entre otras
causas, puede deteriorarse. Para hacer frente a estas dificultades y para
atender a los estímulos relevantes del entorno existen diferentes estrategias
que permiten entrenarla como, por ejemplo, la estimulación cognitiva, que hoy
en día ya forma parte de las rutinas diarias de un alto porcentaje de la
población (amplia información sobre la estimulación cognitiva en niños y
adolescentes y adultos, mayores y ancianos). Nuevas tecnologías de
estimulación, como Elevvo, se están actualmente utilizando para mejorar la
atención sostenida, pero también la memoria de trabajo y la velocidad de
procesamiento.

Existen una serie de características que se encuentran implícitas en su


definición, y que son importantes conocer para entender la importancia de esta
función cognitiva. Entre estas cabe destacar:

 Amplitud: cantidad de información que podemos atender al mismo


tiempo y cantidad de tareas que podemos realizar de forma simultánea.
Hay que tener en cuenta que la atención es un recurso limitado y
aunque se pueda atender a más de una cosa a la vez llegará un punto
en el que no sea posible.

 Intensidad: también llamada tono atencional y es entendida como la


cantidad de recursos atencionales que se prestan a un estímulo dado.
Es decir, pueden darse fluctuaciones en el nivel de recursos que
dirigimos a un estímulo determinado, pudiendo realizar tareas
prácticamente sin prestar atención (tareas automáticas) y otras que
exigen altos recursos atencionales (tareas controladas).

 Oscilamiento o desplazamiento de la atención: La atención


alternada es la capacidad de poder cambiar el foco atencional de un
evento a otro (atención alternada). Es decir, la atención alternada se
produce cuando realizamos más de una actividad al mismo tiempo y
ambas actividades demandan los mismos tipos recursos cognitivos, por
lo que debemos cambiar el foco de una a otra, ya que atender a las dos
al mismo tiempo no es posible.

 Control: la atención puede ser voluntaria o involuntaria. En la atención


voluntaria o activa la persona debe realizar un esfuerzo mental para
movilizarla, procesar la información entrante y mantenerla el tiempo
necesario para posteriormente dar la respuesta más adecuada. Es decir,
el individuo controla y regula los procesos cognitivos destinados a
realizar una tarea mental. Por el contrario, existen estímulos que, por sí
solos, son capaces de atraer nuestros recursos atencionales sin requerir
ningún esfuerzo por nuestra parte, hablamos de atención involuntaria o
pasiva.

La atención actúa entonces como un proceso cognitivo que permite en la vida


diaria dirigir los recursos, actuando como un filtro o cuello de botella selectivo
que nos permite enfocarnos en la parte relevante de la información. Esto
permite dirigir la atención hacia la tarea para maximizar el aprendizaje y
minimizar el cometer errores.
4. REPRESENTACIÓN Y CONOCIMIENTO DE LA MEMORIA
A LARGO PLAZO
La memoria es el almacén de nuestros recuerdos y nuestras experiencias.
Gracias a ella recordamos con quién estuvimos ayer, dónde hemos estado de
vacaciones, las conversaciones que hemos tenido con anterioridad, nuestro
conocimiento académico, la experiencia profesional, etc.
Gracias a la memoria somos quienes somos, aprendemos y cambiamos según
las relaciones que tenemos y las necesidades de nuestro entorno.
Por ello, enfermedades como el Alzheimer donde la memoria va perdiéndose
paulatinamente, acaba poco a poco con la esencia de la persona.
La memoria forma parte de nuestras funciones cerebrales, siendo una de las
más importantes, debido a su función nos permite recordar conscientemente
los elementos del pasado que condicionan nuestras conductas y pensamientos,
en definitiva, nuestra forma de ser. Todos los significados que otorgamos a
aquello que nos rodea están consolidados en función de nuestras experiencias
previas, es decir, gracias a la memoria.
Concretamente, aquellos elementos que han sido aprendidos con el tiempo y
han quedado gravados o almacenados en nuestra memoria, cumplen la función
de la memoria a largo plazo. La memoria tiende a ser comprendida en su
totalidad, no obstante, dentro de dicho término nos encontramos frente a
diferentes tipos de memoria. 
La memoria cumple diferentes funciones siguiendo tres fases determinadas, la
codificación, el almacenamiento y la recuperación. Estas tres fases permiten
que un aprendizaje pueda consolidarse, sostenerse en el tiempo a partir de su
almacenamiento y finalmente ser recuperado en el caso de ser necesario. Las
fases de funcionamiento de la memoria a largo plazo son las siguientes:
 Codificación: los inputs externos recibidos del exterior son procesados por la
persona que los percibe. Posteriormente, se les atribuye un significado a partir
de la transformación de los distintos códigos verbales, visuales y/o sensoriales
que se perciben.
 Almacenamiento: los distintos significados elaborados en la codificación se
retienen en el cerebro. La retención será distinta en función del tipo de
memoria que entre en juego, en la memoria a largo plazo el mensaje guardará
almacenado durante un período más extenso que la memoria a corto plazo.
 Recuperación: cuando la persona necesita evocar la información
almacenada, da lugar a la fase de recuperación, en la cual se recupera la
información que había sido gravada en los recuerdos.
En la memoria a largo plazo, la información es retenida durante un período de
tiempo más largo, que puede oscilar entre segundos y años, de modo que la
información seleccionada para formar parte del almacén a largo plazo, es
retenida hasta que deba ser evocada y tiene una capacidad que es
prácticamente ilimitada. ¿Qué es la memoria a largo plazo? La memoria a largo
plazo es uno de los tipos de memoria, el cual tiene una mayor duración.

Memoria declarativa o memoria explícita


La memoria declarativa, o conocida también como memoria explícita, es uno de
los tipos de memoria a largo plazo. La memoria declarativa tiene la función de
traer al consciente nuestros recuerdos, es decir, aquella información retenida
en la memoria sobre la cual la persona es consciente y la evoca de forma
voluntaria cuando le es necesario. Este tipo de memoria nos permite recordar
experiencias pasadas, reconocer acontecimientos históricos, poder nombrar
qué hemos comido este mediodía, etc. La memoria declarativa o memoria
explícita omprende todos los elementos que pueden ser recordados en
palabras. Este tipo de memoria puede dividirse dos subtipos:
 Memoria semántica: este tipo de memoria declarativa y a largo
plazo almacena toda la educación adquirida de la persona, es decir, retiene
los hechos y conceptos adquiridos en nuestra educación de carácter cultural,
acontecimientos del mundo y le da un significado a las palabras y al
vocabulario. Es aquella que nos permite saber cuál es la capital de España o a
qué temperatura debe hervir el agua.
 Memoria episódica: almacena los recuerdos que hacen referencia a
los sucesos biográficos y personales de cada uno. Nos permite recordar
qué cenamos a noche o cómo fue nuestro primer día en la universidad. Por
ello, este tipo de memoria declarativa a largo plazo también se puede
denominar memoria autobiográfica.

Memoria implícita o no declarativa


La memoria implícita o no declarativa es uno de los tipos de memoria a largo
plazo. La memoria implícita hace referencia al conjunto de informaciones
almacenadas que no son conscientes o no se evocan de forma voluntaria, al
contrario de lo que sucede en la memoria declarativa. Este tipo de
memoria comprende nuestras habilidades y está dividida en distintas
categorías:
 Memoria procedimental: tiene la función de almacenar el conocimiento
adquirido frente a nuestras habilidades y destrezas, es decir, permite
recordar nuestros hábitos y habilidades ya aprendidos, como ir en bicicleta
o conducir. Se aprende gradualmente a base de repeticiones y
retroalimentación, de modo que se convierten en acciones automatizadas
gracias a la práctica.
 Priming: este tipo de memoria no declarativa, tiene la función de recordar
algún tipo de información que ya fue aprendida previamente.
 Condicionamiento: este tipo de memoria hace referencia al aprendizaje
asociativo, es decir, ante un estímulo determinado se desencadena
automáticamente una respuesta, sin que esta aparezca de forma consciente.
Por ejemplo, el condicionamiento operante.
La pérdida de memoria consiste en olvidos patológicos y puede presentarse
como la pérdida frecuente de objetos personales, la desorientación o el no
recordar citas importantes. La pérdida de memoria puede ser transitoria o
permanente. Las causas de la pérdida de memoria suelen ser problemas de
salud, trastornos emocionales y las demencias. Cada tipo de memoria, como la
memoria a largo plazo o a corto plazo, pueden estimularse, desarrollarse y
activarse, si se invierte tiempo en trabajarlas y se potencia un estilo de vida con
hábitos saludables. Hay diferentes recursos que pueden contribuir a una mejor
estimulación de los sistemas de memoria. ¿Cómo mejorar la memoria a largo
plazo? Para mejorar la memoria a largo plazo es importante:
Estimular el cuerpo: muchos estudios defienden la correlación entre la
realización de ejercicio físico y una mejor productividad en los sistemas de
memoria.
Una correcta alimentación: además de una alimentación saludable, existen
determinados alimentos que se relacionan con un incremento de la actividad de
la memoria. Algunos de los alimentos para la memoria son el pescado azul, los
frutos secos, las verduras verdes y las frutas (sobre todo las frutas rojas y las
manzanas). No obstante, del mismo modo que nos encontramos alimentos que
ayudan a estimular la memoria, hay un conjunto de alimentos que dañan
nuestro cerebro, afectando con ello a la productividad de la memoria, como
alimentos con altos contenidos de grasas saturadas, la carne roja, los
alimentos fritos y la comida basura, los dulces y los pasteles, los quesos grasos
y los alimentos con elevados contenidos en azucares o sal.
Descanso: del mismo modo que la estimulación física es muy importante para
la activación de la memoria, las horas de descanso también son
imprescindibles para su correcto funcionamiento, recomendando un sueño de 8
horas diarias.
Ejercicios para mejorar la memoria a largo plazo: para poder reforzar la
memoria y darle un uso más productivo, el único modo no es a partir del
estudio, existen muchos juegos que permiten la mejora de la memoria. Las dos
tipologías de ejercicios que fomentan más el desarrollo, la estimulación y
activación de la memoria a largo plazo son los ejercicios de concentración y los
ejercicios de fluidez verbal.
5. LENGUAJE Y PENSAMIENTO
Las teorías de Lev Vigotsky sobre las relaciones entre pensamiento y lenguaje
han tenido una gran importancia dentro de la Psicología contemporánea, sobre
todo en el campo de la Psicología Evolutiva. Sin embargo, resulta sorprendente
la ausencia de su figura y sus planteamientos en los textos de Ciencia
Cognitiva en general y de Psicolingüística en particular, quizás por el origen
mayoritariamente anglosajón de las mismas.
Este hecho es llamativo teniendo en cuenta que estas disciplinas son las
encargadas de estudiar tanto la cognición como el lenguaje, siendo la relación
entre ambas un tema clásico de investigación y debate, tal y como lo fue en el
pensamiento vigotskyano.
El lenguaje es el medio que usamos para expresarnos, para comunicar
nuestros pensamientos y también para recibir, analizar, criticar y compartir los
pensamientos de otros, por lo cual es absolutamente necesario para que ocurra
el proceso de socialización.
Sin el lenguaje el pensamiento nos quedaría para nosotros, y sería muy simple,
pues es en la intercomunicación como conocemos las grandes elaboraciones
que ha hecho y sigue haciendo el hombre a través de su larga historia. El
lenguaje humano es un sistema complicado de símbolos que nos traen a la
mente imágenes mentales de los objetos que representan, y por ello, tener un
lenguaje rico permite tener un pensamiento mucho más amplio al lograr
interpretar todos los símbolos que nos llegan a través del lenguaje de los otros
(oral o escrito) y expresar nuestras propias ideas de modo entendible y
coherente.
El desarrollo del lenguaje es una tarea conjunta que deben realizar los
educadores en general, padres y maestros. Un niño que interactúa en un
ámbito familiar donde se habla y se escribe correctamente, donde se leen
exponentes relevantes de nuestra cultura, los periódicos y revistas de
actualidad, y lo comenta en familia, será proclive a adquirir un lenguaje amplio
que le favorecerá notablemente su cognición. La escuela trabaja sobre
contenidos previos, y avanzará más lentamente si ellos son escasos en materia
lingüística.
También hay muchos niños con problemas de dicción, que dificultan su
proceso de aprendizaje. Detectándolo de manera temprana se podrá actuar
mucho más satisfactoriamente sobre el problema, siguiendo un tratamiento
fonaudiológico.
Los autores son dispares en el papel del lenguaje en relación al pensamiento y
en su formación:
Chomsky expresó un pensamiento innatista con respecto a la adquisición del
lenguaje, que se produce para él de modo espontáneo, pudiéndose hacer poco
para mejorarlo desde la educación. Piaget en posición similar no cree que el
contexto influya mucho en la adquisición del lenguaje. Bruner sin negar la
afirmación de Chomsky, asegura que además, el contexto social es crucial en
la adquisición del lenguaje, ya que para que el niño tenga una relación activa
con su entorno social e ingrese a la cultura, necesita del lenguaje, que le
permita objetivar la realidad y significarla de modo colectivo. El lenguaje actúa
amplificando el pensamiento, ya que madura con antelación y prepara a la
mente para la representación simbólica.
Vygotski también cree que el lenguaje precede al pensamiento y es vital para
su desarrollo, el que crecerá en relación directamente proporcional al lenguaje
abstracto con el que se cuente.
A diferencia de otros psicólogos tanto anteriores como contemporáneos,
Vigotsky afirmaba que el pensamiento y el lenguaje, como funciones mentales
superiores, tenían raíces genéticas diferentes, tanto filogenética como
ontogenéticamente. Eso sí, se desarrollan en una continua influencia recíproca.
En este sentido, se diferenciaba claramente de las posturas que estaban
defendiendo un continuismo entre el intelecto general y los procesos
psicolingüísticos. Por ejemplo, para Jean Piaget, de cuya teoría Vigotsky (1934)
hizo un excelente análisis y crítica, ambas capacidades mentales estaban
relacionadas, como veremos más adelante. Tampoco para el Conductismo
tenía sentido establecer una diferenciación entre conductas inteligentes y
conductas verbales: ambos tipos de comportamientos eran aprendidos
mediante los mismos mecanismos de condicionamiento.
Para Vigotsky, sin embargo, las dos funciones se desarrollan de forma
independiente, y según el autor, esto es evidente tanto en la adquisición y
desarrollo de ambas en el niño como desde una perspectiva comparada y
evolucionista.
Pero aparte de estas disquisiciones sobre la relación entre lenguaje y resto de
la cognición, lo que sí sabemos con seguridad es que nuestra capacidad
lingüística está compuesta por un gran número de procesos mentales que nos
posibilitan la comprensión y la producción de los enunciados lingüísticos.
Además, la evolución de la Psicolingüística (y actualmente de la Neurociencia
Cognitiva) nos ha demostrado que la mayor parte de estos procesos pueden
ser estudiados de forma independiente y que gozan de cierta autonomía en su
funcionamiento con respecto al resto de la cognición, algo que ya fue propuesto
por Vigotsky.
Pero esta autonomía relativa no se restringe al procesamiento lingüístico como
un todo, sino que existen subprocesos tanto en la comprensión como en la
producción del lenguaje compuestos por estructuras y procesos que les son
propios. Por tanto, las ideas fundamentales de Vigotsky sobre las relaciones
entre cognición y lenguaje continúan vigentes en la investigación actual, tanto a
un nivel teórico como empírico, constituyendo además temas prioritarios de
investigación.
Otra especie que recibió una considerable atención son los monos vervet de
Africa Oriental, los cuales emiten distintas llamadas de alarma ante distintos
depredadores, provocando respuestas apropiadas en el resto de los monos. Se
ha especulado que dichas señales de alarma son equivalentes a las palabras
del lenguaje. Por ejemplo, se ha comprobado que un tipo concreto de llamada
significa que un águila está aproximándose, otra señal significa que lo hace una
serpiente, etc. La naturaleza semántica de dichas llamadas fue comprobada
experimentalmente por Seifarth y Cheney (1992). Sin embargo, los propios
autores reconocieron que tales señales no son comparables a las palabras del
lenguaje. Como señaló Bickerton (1990), existe una serie de diferencias
cualitativas entre el lenguaje humano (y sus palabras) y las señales de
los vervets y/o de otras especies:
1)  Las llamadas o unidades de los sistemas de comunicación animal no se
corresponden con ninguna de las unidades que componen el lenguaje humano.
No existe nada en aquellos que se corresponda a elementos gramaticales o a
la sintaxis. Las llamadas animales, por ejemplo, no pueden modificarse para
incluir diferentes matices o significados.
2)   La relación entre las señales de los animales y el mundo real es completa.
Ningún sistema animal tiene llamadas para cualquier cosa de la que no haya
evidencia sensorial (v.g. un unicornio) y/o no tenga un significado evolutivo y
adaptativo para la especie.
3)   Las llamadas y las palabras difieren también en que estas últimas pueden
ser utilizadas en ausencia física de los objetos a los que hacen referencia,
mientras que las llamadas difícilmente se utilizan de esta forma.
4)   El lenguaje humano es componencial mientras que las llamadas y los
signos animales no pueden descomponerse en partes constituyentes.
Pero, por encima de todo, los seres humanos pueden comunicar cualquier cosa
que se les ocurra, mientras el repertorio de señales y de conceptos que pueden
comunicar los animales es limitado: es un sistema cerrado, frente al lenguaje
que es un sistema abierto. Por todo ello, no puede establecerse una
continuidad entre las llamadas animales y el lenguaje humano. Pero entonces,
¿de dónde surge el lenguaje humano? Volveremos a ello más adelante.
6. RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y RAZONAMIENTO
Es la fase que supone la conclusión de un proceso más amplio que tiene como
pasos previos la identificación del problema y su modelado. Por problema se
entiende un asunto del que se espera una solución que dista de ser obvia a
partir del planteamiento inicial. El matemático G. H. lo definió de forma
ingeniosa: «La resolución de problemas es lo que haces cuando no sabes qué
hacer».
El término «resolución de problemas» se utiliza en muchas disciplinas, a veces
con diferentes puntos de vista, a menudo con diferentes terminologías. Por
ejemplo, se trata de un proceso mental en psicología, un proceso
computarizado en informática, y un proceso de trabajo en negocios.
Los problemas también se pueden clasificar en dos tipos diferentes para su
resolución:
- Problemas mal o poco definidos: son aquellos que no tienen objetivos
claros o caminos evidentes de solución.
- Problemas bien definidos: tienen objetivos específicos y caminos de
solución claramente definidos.
En psicología, la resolución de problemas se refiere a un estado voluntario de
llegar a una «meta» definitiva en una condición presente que, o bien todavía no
se ha alcanzado directamente, o la misma está muy lejos, o requiere de lógica
más compleja para poder encontrar una descripción de las condiciones
faltantes o pasos necesarios para alcanzar la meta.
Dentro de esta disciplina la resolución de problemas es la parte final de un
proceso más amplio que también incluye: identificación y determinación del
problema. Considerada como la más compleja de todas las objetivas
funciones intelectuales, la resolución de problemas ha sido definida como
un proceso cognitivo de alto nivel que requiere de la modulación y control de
habilidades más rutinarias o fundamentales.
Mientras que la resolución de problemas está presente desde el inicio de la
evolución humana, especialmente en la historia de las matemáticas, la
naturaleza de los procesos de resolución de problemas humanos y sus
métodos se han estudiado por la psicología en los últimos cien años.
Los métodos de estudio de la resolución de problemas
incluyen: introspección, conductismo, simulación, simulación por
computadora y experimentación. Los psicólogos sociales han distinguido
recientemente entre la resolución de problemas independientes e
interdependientes.
Las tareas de laboratorio por sí solas pueden ser útiles para explicar los pasos
lógicos y el razonamiento que subyacen en la resolución de problemas, sin
embargo, por lo general omiten la complejidad y la valencia emocional de los
problemas del «mundo real».
En psicología clínica, los investigadores se han centrado en el papel de
las emociones en la resolución de problemas, se ha demostrado que el control
emocional pobre puede alterar el foco en la tarea de destino e impedir la
resolución de problemas.
Dentro de esta conceptualización, la resolución de problemas humanos se
compone de dos procesos relacionados:
Orientación de problema, enfoque motivacional / actitud / afectiva ante las
situaciones problemáticas.
Habilidades para solucionar problemas.
Trabajando con personas que sufren de lesiones en el lóbulo frontal,
los neuropsicólogos han descubierto que las deficiencias en el control
emocional y el razonamiento se pueden remediar, mejorando la capacidad de
las personas lesionadas para resolver los problemas cotidianos con éxito.10
Ciencias cognitivas
El trabajo experimental temprano de psicología Gestalt en Alemania sitúa el
inicio del estudio de la resolución de problemas —por ejemplo, Karl Duncker en
1935 con su libro Zur Psychologie des produktiven Denkens (La psicología del
pensamiento productivo).
Este trabajo experimental continuó hasta la década de 1960, y principios de
1970, con investigaciones llevadas a cabo con un número relativamente
sencillo (pero novedoso para los participantes) de tareas de laboratorio para la
resolución de problemas.
La elección innovadora de tareas sencillas se basó en una solución
óptima claramente definida por períodos cortos de tiempo para su resolución, lo
que hizo posible para los investigadores rastrear los pasos de los participantes
en el proceso de resolución de problemas.
La asunción subyacente de los investigadores era que las tareas simples, como
las Torres de Hanói, se corresponden a las principales
propiedades «reales» en los problemas y por lo tanto la característica
del proceso cognitivo en los intentos de los participantes para resolver
problemas simples sería la misma que para los problemas del «mundo real».
Se utilizaron problemas simples por razones de conveniencia con la
expectativa de que serían posibles las generalizaciones dentro de problemas
más complejos.
Tal vez el trabajo más conocido en esta línea de exploración es la investigación
de Allen Newell y Herbert A. Simon.
Otros expertos han demostrado que el principio de la descomposición de
datos mejora la habilidad para resolver problemas y permite hacer un mejor
juicio.15
Ciencias de la computación y Algoritmia
En ciencias computacionales y en la parte de inteligencia artificial que se ocupa
de algoritmos («algorítmica»), la resolución de problemas abarca una serie de
técnicas conocidas como algoritmos, heurística, análisis de causa raíz (ACR),
entre otros.
En estas disciplinas, la resolución de problemas es parte de un proceso más
amplio que abarca la determinación de problemas, deduplicación de datos,
análisis, diagnóstico, y reparación.
Ingeniería
La resolución de problemas se utiliza en ingeniería, cuando los productos o
procesos fallan, y se requiere de tomar una acción correctiva para prevenir
más fallos.
También se puede aplicar a un producto o proceso antes de que ocurra un fallo
en el evento, es decir, cuando un problema potencial puede ser predicho y
analizado, y se aplica una mitigación por lo que el problema nunca se produce
en realidad. Técnicas tales como análisis modal de fallos y efectos se pueden
utilizar para reducir proactivamente la probabilidad de que ocurran problemas.
La ingeniería forense es una técnica importante del análisis de fallos que
consiste en trazar los defectos del producto y sus fallas. La acción correctiva
puede ser usada para evitar futuros errores.
La ingeniería inversa busca descubrir la lógica original de resolución de
problemas, utilizado el desarrollo de un producto mediante su empleo.
7. RECUERDO Y OLVIDO.
Recordamos lo verdaderamente importante, lo que es capaz de
emocionarnos, porque activa en nosotros las regiones cerebrales y
las hormonas que ayudarán a guardar ese recuerdo. Un sabio
mecanismo al que podemos ayudar si escuchamos a la neurociencia.
Cuando comenzamos a olvidar cosas habituales, lo que más
tememos es que eso sea el principio de una grave enfermedad,
como el alzhéimer. Pero, aunque todos estamos expuestos a
padecer algún tipo de demencia, las señales de olvido que aparecen
tempranamente –antes, incluso, de los 50 años– no conducen
necesariamente a una enfermedad mental.
Prueba de ello es el mensaje de un cuento de Jorge Luis Borges,
Funes el memorioso, que relata la historia de un hombre con una
memoria prodigiosa, capaz de recordar todas las experiencias y
acontecimientos de su vida pasada, todas las personas que había
conocido, todos los lugares que había visitado. Lejos de ser una
bendición, tal memoria era un infierno para Funes, pues interfería en
su capacidad de pensar y razonar, al hacer aflorar continuamente en
su mente recuerdos múltiples e irrelevantes. Por fortuna, el cerebro
humano no es tan poderoso como el de Funes para almacenar
recuerdos.
Las ochenta mil millones de neuronas del cerebro y las múltiples
conexiones que se establecen entre ellas le confieren una capacidad
de memoria mucho mayor de la que ejercemos, ya que, si lo
hiciésemos, podríamos tener problemas para pensar y razonar con
normalidad, sin interferencias. Incluso cuando somos jóvenes y
estamos sanos, es mucho más lo que olvidamos que lo que
recordamos, aunque no podamos apreciarlo. Es así porque el cerebro
posee mecanismos que actúan como un freno para impedir que la
memoria se cargue de información irrelevante. Estos mecanismos se
basan en proteínas –enzimas fosfatasas– que dificultan la formación o
el fortalecimiento de las conexiones neuronales que constituyen el
soporte físico de la memoria. Pero, incluso con este freno, son muchas
las cosas que recordamos. ¿Cómo es posible, entonces?
En cierta ocasión, alguien preguntó a Albert Einstein qué es lo que
hacía cuando tenía una idea nueva, si la apuntaba en un papel o en
un cuaderno especial. Al parecer, el sabio contestó con contundencia:
“Cuando tengo una idea nueva, no se me olvida”. Nada más
cierto: cuando algo nos emociona tanto como una idea nueva e
interesante, es casi imposible olvidarla. Lo que nos emociona no se
olvida, y no importa que sean alegrías o disgustos. El cerebro retiene
esas situaciones porque la emoción que las acompaña activa las
regiones implicadas en la formación de las memorias, como el
hipocampo y la corteza cerebral. Además, la liberación de hormonas
como la adrenalina contribuye a reforzar la memoria de las situaciones
emocionales. Y como lo que nos emociona son las cosas importantes,
las emociones sirven para que solo lo importante se registre en la
memoria.

Si estudiamos bajo los efectos de una sustancia estimulante como la


cafeína, por ejemplo, suele ocurrir que la mejor manera de recordar lo
aprendido es volver a la misma situación, es decir, bajo los efectos de
la misma sustancia. Si no, podemos quedarnos en blanco en el
examen. En este caso, el olvido, más que en una pérdida de memoria,
consiste en la incapacidad de acceder a la misma. Por eso solemos
recordar más tarde lo que no podíamos evocar en el momento de
la prueba.

Además, el recuerdo puede depender también del contexto ambiental


en que nos hallamos, como cuando no reconocemos a una persona si
la vemos en un lugar diferente al de donde solemos encontrarla, o
cuando no recordamos lo que hemos ido a buscar a la cocina y
necesitamos volver al comedor para acceder a la memoria. La mejor
manera de facilitar el recuerdo consiste, entonces, en situarnos en un
contexto orgánico y ambiental lo más parecido posible al original,
cuando adquirimos la información.

HIPOCAMPO

Para formar estas memorias, es necesario activar regiones cerebrales


como el hipocampo, lo que se consigue incitando recursos mentales
como la comparación, el contraste, la inferencia y la deducción. Si no
interviene el hipocampo, las asociaciones cerebrales y las
memorias que se forman tienen un carácter más rígido, y son
difíciles de recordar si la situación que lo requiere es muy distinta a la
original. Ninguna memoria es despreciable, por lo que, cuando
aprendemos algo, debemos adoptar las estrategias adecuadas para
desarrollar la memoria más apropiada. En el cálculo matemático o
para hablar una lengua extranjera, por ejemplo, nos conviene más una
memoria inflexible, basada en la repetición de la experiencia. El
razonamiento matemático o la biología, por su parte, requieren una
memoria diferente, flexible, basada en el contraste y la comparación.
LA NEUROQUÍMICA DEL OLVIDO

Desafortunadamente, el olvido puede consistir también en la


pérdida de conexiones entre las neuronas. En las personas
mayores, las memorias más vulnerables al olvido son las más
recientes. Para evitarlo, conviene no descuidar, cuando llegamos a
esas edades, el mantenimiento de las memorias ya formadas o en
curso de formación utilizando recursos como el repaso mental de lo
que no queremos olvidar ayudándonos con anotaciones. Asimismo,
cuidar las condiciones de salud que permiten que el cerebro reciba
suficiente oxígeno y glucosa es muy importante.

Son fórmulas sencillas y de probada eficacia. Como lo es también


mantener una actividad intelectual de todo tipo, sin esperar milagros ni
dejarnos engañar por productos químicos o informáticos que, aunque
no se nos diga o lo calle la publicidad, suelen tener una limitada
efectividad para mejorar realmente las capacidades mentales. En
cualquier caso, buena parte del déficit mental de la senectud puede
suplirse con una actitud positiva que nos motive a esforzarnos para
mantenernos en forma, tanto física como psíquicamente.

CLAVES PARA RECORDAR MÁS Y MEJOR

Cuidando tu estilo de vida y realizando ciertas prácticas habitualmente, tu


memoria mejorará. Los avances en neurociencia de los últimos años lo
avalan.

1. PRACTICA EJERCICIO FÍSICO REGULAR

Practica regularmente actividades físicas o deporte. Incluso 30 únicos


minutos de marcha en bicicleta o carrera pueden ser suficientes para mejorar el
tiempo de reacción y la velocidad de procesamiento de la información en el
cerebro. La actividad física de todo tipo genera una especie de lubricante en las
neuronas que facilita el funcionamiento de la maquinaria cerebral para
aprender, formar memorias y recordar.

2. EVITA EL EXCESO DE GRASAS EN LA ALIMENTACIÓN

La restricción calórica en la alimentación favorece la mayoría de los


procesos mentales, la memoria incluida.
3. DUERME LO NECESARIO CON REGULARIDAD

El sueño anticipado prepara al cerebro para aprender, y cuando ocurre


después del aprendizaje, potencia la formación de las memorias, las estabiliza
y con ello favorece el recuerdo. Incluso una siesta de una o dos horas después
de comer es buena, aunque periodos más largos suelen ser generalmente más
beneficiosos.

4. ENTRENA FRECUENTEMENTE LA MEMORIA DE TRABAJO

Esta memoria es la que utilizamos para pensar, razonar, planificar el


futuro y tomar decisiones. Podemos ayudarla si jugamos habitualmente al
ajedrez, hacemos crucigramas o sudokus, tratamos de resolver todo tipo de
problemas, seguimos series de televisión procurando recordar la trama y los
nombres de los personajes que intervienen.

5. PRACTICA EL RECUERDO DE TODO LO QUE TE INTERESA

Dedica los tiempos muertos de que dispongas –mientras descansas, viajas,


das un paseo o en el trayecto de casa al trabajo– a recordar las cosas que más
te importan y que no deseas olvidar, como por ejemplo los nombres de
familiares y amigos, los compañeros de trabajo o de ocio, las fechas
importantes, los cumpleaños de cada uno de ellos… En definitiva, recuerda
con frecuencia todo aquello que te interese mucho. Practicar el recuerdo es
lo que más refuerza la memoria, especialmente cuando nos vamos haciendo
mayores.

6. DISFRUTA DE LA LECTURA

Lee revistas, periódicos o lo que más te interese. Lee. Ten siempre un libro
empezado y otro en lista de espera, y no puntualmente o durante las
vacaciones, sino durante toda la vida. Para que no te aburras, es muy
importante que los temas que elijas sean siempre de tu interés y no del interés
de quien te recomienda los libros, salvo, claro, que tengáis gustos parecidos o
que sus recomendaciones suelan dar en el clavo y te fíes de él.

7. PRACTICA NUEVOS IDIOMAS

Practica más de una lengua o aprende una nueva. La mayor capacidad de


ejecución y flexibilidad mental de las personas bilingües se manifiesta
frecuentemente en la vida, se ha observado en todas las edades y la conservan
mucho más que los monolingües en la vejez. El multilingüismo enlentece el
envejecimiento.
8. ESCUCHA MÚSICA Y TOCA ALGÚN INSTRUMENTO

Practica también la música siempre que puedas. Si tocas un instrumento,


hazlo un rato cada día. El estudio y la práctica de la música puede tener un
efecto similar al lenguaje, ya que no es más que otra forma del mismo.

9. VIAJA Y DESCUBRE NUEVOS LUGARES

Cambia de estado mental y/o de lugar. La evocación de la memoria depende


mucho de que la mente esté de una determinada manera y, también, de que
nos encontremos en un lugar donde haya estímulos que nos ayuden a
recordar. Es por ese motivo por lo que no recordamos el nombre de una
persona cuando la vemos en un sitio diferente al que estamos acostumbrados.
Cuando no recuerdes algo, en vez de insistir demasiado tratando de recordarlo,
cambia de pensamientos y también de lugar. Es mucho más eficaz.

10. RECURRE A LO SENCILLO

Recurre a las cosas sencillas, no necesitas más. No te gastes dinero en


artilugios caros para mejorar la memoria. Usa libros, diarios u otros medios al
alcance de cualquiera en las bibliotecas públicas. Los ambientes enriquecidos,
es decir, con muchos estímulos, y todas aquellas actividades mentales o
intelectuales que suponen esfuerzo y desafío son más útiles para formar
buenas memorias y recordar que aquellas que se realizan sin apenas esfuerzo.
CONCLUSION

La memoria es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar información en


un determinado tiempo y lugar. Para tener una memoria saludable demanda de
condiciones físicas (la alimentación, respiración descansar), y mentales
(atención, interés, Comprensión Imaginación). Las clases de memoria, se
categorizan según: el tiempo de retención de un recuerdo (corto plazo y largo
plazo), los sentidos que captan el recuerdo (Visual Táctil Gustativa Olfativa
Auditiva).
El olvido es acción involuntaria que no deja recordar información adquirida. Es
importante destacar que los recuerdos que el individuo olvida, no se han
eliminado; si no pasan al plano inconsciente. Las causas para olvidar son
diversas, pero entre las más importantes son los traumas cerebrales e
interferencias.
Existen anomalías que atacan la memoria como: la Amnesia (perdida o falta de
memoria), la Fabulación (crea hechos imaginarios que completen sus lagunas
mentales), la Paramnesia (es una alucinación de la memoria conocido
como "deja vu"), la Hipermnesia (hace que la memoria se agudice), la
Dismnesia (debilita la memoria), y la Criptomnesia (recuerdo evocado no es
reconocido como existente y se le toma como si fuera algo nuevo). La memoria
es un don muy asombroso. Sin ella, el hombre no fuera capaz de hacer nada.
Es importante saber cuidarla y tenerla en buen estado. Ejercita la memoria ya
que dependemos mucho de ella. Desde el punto de vista de la inteligencia
emocional, los recuerdos para anclarse en nuestro ser, requieren de tener un
gancho con una emoción o un sentimiento, es decir, recordamos algo que nos
es significativo de manera interna, por este motivo si se pretende que una
información se afiance debemos encontrarle una utilidad práctica en nuestra
vida.
Se puede decir que existe una relación entre la atención y la memoria ya que
cuando atravesamos por alguna situación, podemos analizarla o no con más
detenimiento dependiendo de la atención que le prestemos. Por lo que
podemos llegar a la conclusión de que muchos de los problemas de memoria
en realidad son causados por no prestar atención a la información que se nos
está ofreciendo.
BIBLIOGRAFIA

- https://educacionadistancia.juntadeandalucia.es/profesorado/autoformacion/mod/
book/view.php?id=4062&chapterid=3322

- https://eclkc.ohs.acf.hhs.gov/es/preparacion-escolar/effective-practice-guides/
razonamiento-y-resolucion-de-problemas

- http://www.scielo.br/pdf/bolema/v32n60/0103-636X-bolema-32-60-0057.pdf

- https://www.studocu.com/es-ar/document/universidad-nacional-de-rosario/
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- https://prezi.com/34_babuynfsz/10-resolucion-de-problemas-y-razonamiento/

- https://educacion.laguia2000.com/general/relacion-entre-pensamiento-y-lenguaje

- https://www.psicologia-online.com/cuales-son-los-procesos-cognitivos-basicos-
4224.html

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