Apenas El Fin Del Mundo
Apenas El Fin Del Mundo
Apenas El Fin Del Mundo
PRÓLOGO
Louis
Más tarde, un año después,
-yo en su momento iba a morir-
tengo casi treinta y cuatro años y yo muero a esa edad,
un año después,
de muchos meses esperando, haciendo nada, haciendo trampa, sin querer saber,
muchos meses esperando que todo terminara,
un año después, como cuando intentamos movernos,
apenas,
ante un grave peligro, imperceptiblemente, sin el menor ruido ni un gesto brusco que despierte al
enemigo y nos destruya de inmediato,
un año después,
a pesar de todo,
el miedo,
arriesgándome y sin la menor esperanza de sobrevivir,
a pesar de todo,
un año después,
decidí volver para verlos, volver sobre mis pasos, seguir mis propias huellas y hacer el viaje,
para anunciar, lentamente, con cuidado, con cuidado y precisión
-eso creo-
lenta y pausada, reposadamente
-¿no he sido siempre y para todos y en especial para ellos un hombre reposado?,
para anunciar,
decir,
sólo decir,
mi muerte cercana e irremediable,
anunciarla yo mismo, ser su único mensajero,
para que parezca
-tal vez lo que siempre quise, quise y elegí, en toda circunstancia y hasta donde me atrevo a bucear
en mi memoria-
para que parezca que también en eso yo decido,
para darme a mí mismo y a los otros, y especialmente a ellos, a vos, a ustedes,
a ella, a esos que todavía no conozco (demasiado tarde, lo lamento)
darme por última vez a mí mismo y a los otros la ilusión de ser responsable de mí mismo y de ser,
hasta en esos extremos, dueño de mí.
1
PRIMERA PARTE
ESCENA 1
Suzanne
Es Catherine.
Catherine, Louis.
Éste es Louis.
Catherine.
Antoine
Suzanne, por favor, que pase, dejalo pasar.
Catherine
Es que está contenta.
Antoine
Como perro con dos colas.
La Madre
No me digas, qué estoy escuchando, es verdad, me olvidaba, ellos no se conocen.
Louis, ¿conocés a Catherine? No me digas, no se conocen, ¿nunca se vieron? ¿Nunca?
Antoine
¿Cómo se iban a conocer? Si vos sabés.
Louis
Encantado.
Catherine
Sí, claro, encantada yo también. Catherine.
Suzanne
¿La mano le das?
Louis
Louis.
Lo dijo Suzanne, acaba de decirlo.
Suzanne
¿La mano le das? Le da la mano. Me imagino que no se van a dar la mano como si fueran dos
extraños. No lo puedo creer, se dan la mano.
No cambia, yo lo veía exactamente así, tal cual,
no cambiás,
2
no cambia, tal como lo imagino, Louis no cambia,
y con ella, con Catherine, te vas, se van a entender sin ningún problema, ella es la misma, se van a
entender.
No le des la mano, dale un beso,
Catherine.
Antoine
¡Es la primera vez que se ven, Suzanne!
Louis
Ella tiene razón, disculpe, es una gran alegría, ¿puedo darle un beso?
Suzanne
Es lo que te digo, hay que decirles.
La Madre
Yo digo, ¿quién me habrá metido una idea así en la cabeza? Claro que sabía. Pero así soy, nunca me
habría imaginado que ellos no se conocían, que ustedes dos no se conociesen,
que la mujer de mi otro hijo no conozca a mi hijo, eso sí que no se me habría ocurrido,
me parece impensable.
Qué vida rara que llevan ustedes.
Catherine
Cuando nos casamos, él no vino y después, desde entonces ya no hubo más ocasión.
Antoine
Eso ella lo sabe perfectamente.
L a Madre
Sí, ya sé, no me expliquen más, es una pavada, no sé por qué pregunté eso, de sobra sabía, pero me
olvidé, había olvidado todos esos años que pasaron, y a esta altura ya no me acordaba, eso era lo que
quería decir.
Suzanne
Vino en taxi.
Yo estaba atrás de la casa y oí un auto,
pensé que te habías comprado un auto, no sé, uno que sabe, tendría su lógica.
Te estaba esperando y entonces, el ruido del auto, del taxi, supe
inmediatamente que eras vos, fui a ver, era un taxi,
te viniste en taxi de la estación, yo les dije, no está bien eso,
podría haber ido a buscarte,
tengo mi propio auto,
me llamabas desde ahí y yo salía inmediatamente para allá,
tendrías que haberme avisado, me esperabas en un café y yo pasaba
a buscarte.
Yo había dicho que ibas a hacer eso,
yo les dije
3
que ibas a tomar un taxi,
pero todos opinaron que vos sabías lo que tenías que hacer.
La Madre
¿Viajaste bien? No te había preguntado.
Louis
Estoy bien
No, no tengo auto.
¿Y vos cómo andás?
Antoine
Estoy bien.
¿Y vos cómo andás?
Louis
Estoy bien.
Tampoco hay que exagerar, no es largo el viaje.
Suzanne
Ves, Catherine, es lo que yo decía,
es Louis,
nunca le da un beso a nadie
siempre fue igual.
No abraza ni a su propio hermano.
Antoine
Suzanne, ¡dejanos en paz!
Suzanne
¿Qué dije?
No dije nada, no le digo nada a ése,
¿yo te hablé?
¡Mamá!
ESCENA 2
Catherine
Están con la otra abuela,
no sabíamos si usted iba a venir,
y sacárselos a último momento, no me lo habría permitido.
Ellos se pondrían contentísimos de verlos, eso ni hablar
-¿no?-,
y yo también, y Antoine lo mismo,
4
nos habría encantado, obviamente que por fin lo conocieran.
No se lo imaginan, no se hacen una idea.
La Madre
El mismo carácter, el mismo carácter de mierda,
son iguales, los dos, igual de tercos.
Así como lo ves a él ahora va a ser ella más adelante. Ya vas a ver.
Catherine
Usted nos había mandado una tarjeta, me había mandado una tarjeta, una notita, y flores, yo me
acuerdo.
Fue, y lo era, una verdadera atención, me conmovió, pero es cierto, usted nunca la vio.
Hoy tampoco la va a ver, es una pena, no, hoy tampoco hubo suerte.
Yo después le cuento.
Mandamos, le habíamos mandado, le mandamos una foto de ella
-una cosita toda chiquitita, un bebé, ¡qué pavadas!-
pero en la foto no se parece a Antoine, pero para nada, no se parece a nadie,
cuando son tan chiquitos no se parecen a nada,
no sé si la recibió.
Ahora está muy cambiada, una señorita, usted no la reconocería,
está grande, le creció el pelo.
Una lástima.
Antoine
Pará con eso que lo aburrís.
Louis
Pero para nada,
¿por qué decís eso?, no me digas eso.
Catherine
Lo aburro, a todo el mundo aburro con eso, con los chicos,
uno se cree interesante.
5
Louis
No entiendo por qué dijo eso,
no entendí,
¿por qué dijiste eso?,
es una maldad, no, maldad no, es desagradable.
No me aburre para nada todo eso, mis ahijados, mis sobrinos, sobrinas, mi sobrina, me interesa eso.
También hay un varoncito, se llama como yo.
¿Louis?
Catherine
Sí, discúlpeme.
Louis
Eso me gusta, me conmueve, me conmovió.
Catherine
Sí, hay un varoncito.
El varoncito tiene,
ahora tiene, seis años
¿Seis años?
No sé, qué más.
Tienen dos años de diferencia, dos años de distancia.
¿Qué puedo agregar?
Antoine
No dije nada,
¡No me mires así!
¿Ves cómo me mira?
¿Yo qué dije?
Que lo que yo dije no impida, que no te impida,
que yo no dije nada que pueda incomodarte,
está incómoda, recién te conoce y está incómoda,
Catherine es así.
Yo no dije nada.
Él te escucha,
¿te interesa todo esto?
Dice que te escucha, acaba de decirlo,
le interesa, nuestros, tus hijos, mis hijos,
le gusta,
¿te gusta?
Lo apasiona, un hombre apasionado por el detalle de nuestra progenitura,
adora ese tema de conversación,
no sé por qué, qué me pasó,
nada en su rostro revelaba algo que pudiera interpretarse como aburrimiento,
yo dije eso, debe haber sido sin pensar.
Catherine
Sí, no, no pensaba en eso.
6
Louis
Qué lamentable, esto no está bien.
Ahora me puse mal,
discúlpame,
discúlpenme,
no te lo estoy echando en cara, pero me hiciste sentir mal ahora,
y ahora,
me puse mal.
Antoine
Seguro que es culpa mía.
Y en un día tan importante.
La Madre
Ella hablaba de Louis,
Catherine, hablabas de Louis,
el nene.
Dejalo, ya sabés cómo es.
Catherine
Sí, perdón. Lo que decía
es que se llama como usted, pero en realidad…
Antoine
Discúlpenme.
Basta, pido disculpas, ahí está, no dije nada, hagamos como que no dije nada,
pero vos no me mirás así,
no me seguís mirando de esa manera,
francamente, francamente,
¿yo qué dije?
Catherine
Ya oí.
Ya te oí.
Antoine
El de los reyes de Francia.
Catherine
Escuchame, Antoine,
escuchame, no digo nada más, me da lo mismo,
7
¡hablá vos en mi lugar!
Antoine
No dije nada,
bromeaba,
ni bromear se puede,
si no se puede bromear un día como hoy…
La Madre
Te está embromando, es una broma que hace siempre.
Antoine
Explicá.
Catherine
Lleva el nombre del padre de ustedes,
creo, creemos, creímos, creo que está bien,
a Antoine le gustaba, era algo que, a lo que él le daba importancia,
y yo,
yo no tenía nada para decir,
-no es un nombre que deteste-.
Mi familia también tiene ese tipo de tradiciones, quizás no tanto,
no estoy segura, sólo tengo un hermano, y no es el mayor,
así que fatalmente,
el nombre de los padres o del padre del padre del hijo varón,
el primer varón, toda esa historia.
Y además,
y como usted no tenía hijos, como usted no tiene hijos
-nosotros sabemos que lo más lógico hubiera sido que…-
lo que quería decir:
como usted no tiene hijos,
Antoine dice eso,
decís eso, dijiste eso,
Antoine dice que usted no tendrá hijos
-no es cuestión de opinar sobre la vida de los demás, pero creo que Antoine tiene razón. A partir de
cierta edad, salvo excepciones, uno abandona, renuncia.-
Ya que usted no tiene hijos varones,
más bien eso,
ya que usted no tendrá hijos varones,
por lógica
(lógica no es una linda palabra para una ocasión así, un festejo solemne, como el bautismo de los
hijos, en fin)
por lógica, me entienden,
podría parecer una mera tradición, historia antigua, pero es también así que vivimos,
nos pareció lo más lógico,
dijimos eso, dijimos de llamarlo Louis, como su padre, el de ustedes, como usted, de hecho.
Me parece que su madre también le gustó la idea.
8
Antoine
Pero seguís siendo el mayor, no cabe la menor duda.
La Madre
Qué lástima que no puedas verlo.
Y si vos…
Louis
Y para el varoncito,
¿cómo es que lo llamaron? ¿”El heredero varón”?
¿Yo no había mandado unas líneas?
Antoine
Pero carajo, ¡si ella no estaba hablando de eso!
Catherine
¡Antoine!
ESCENA 3
Suzanne
Cuando te fuiste
-no me acuerdo de vos-
no sabía que te ibas por tanto tiempo, no presté atención,
no estaba preparada para eso,
y de pronto me encontré sin nada.
Me olvidé de vos enseguida.
Era chica, joven, es decir, era chica.
No está bien que te hayas ido,
ido durante tanto tiempo,
no está bien, no está bien por mí,
no está bien por ella
(ella no te lo va a decir)
y tampoco está bien, en cierto modo,
por ellos, por Antoine y por Catherine.
Pero también
-no creo equivocarme-
tampoco debe, ni debió, tampoco debe haber estado bien para vos,
también para vos.
A veces, aunque nunca vayas a confesarlo,
aunque no tengas nunca que confesarlo
-ya que se trata de una confesión-
A veces vos también,
(es lo que yo digo)
9
vos también,
a veces vos también nos debés haber necesitado y debés haber lamentado no poder decírnoslo..
O más hábilmente todavía
-y yo creo que sos un hombre hábil, que se podría calificar de
Hábil, un hombre “lleno de una gran habilidad”-
o más hábilmente todavía, a veces debés haber lamentado no poder hacernos sentir que nos
necesitabas,
para obligarnos a nosotros a preocuparnos por vos.
Las notitas
-las frases elípticas
esas pocas palabras siempre vienen escritas en el reverso de postales
(ya tenemos una colección envidiable)
como si de esa manera quisieras que parezca que siempre estás de vacaciones,
no sé, me parecía eso,
o si no, como si de antemano buscaras limitar es espacio que nos ibas a dedicar y permitir que todos
lean los mensajes sin importancia
10
que nos mandás.
“Estoy bien y espero que ustedes también”
Incluso para un día como el de hoy,
incluso para anunciar una noticia tan importante,
no podés negar que era una noticia importante para nosotros,
todos nosotros, aunque los demás no te digan nada,
incluso hoy apenas escribiste indicaciones vagas sobre el día y la hora en una postal comprada casi
con seguridad en un quiosco y que mostraba, si mal no recuerdo, una zona nueva de los suburbios de
la ciudad, vista desde un avión, y en un primer plano, qué más, el pabellón internacional de
exposiciones.
Ella, tu madre, mi madre,
dice y siempre hiciste,
y desde la muerte de él
hiciste y siempre hiciste lo que tenías que hacer.
Repite eso
y si acaso por azar alguno de nosotros pudiera apenas insinuar,
osar apenas insinuar que quizás,
¿cómo decirlo?
no siempre estuviste tan tan presente,
ella responde que “hiciste y siempre hiciste lo que tenías que hacer”,
y nosotros nos callamos,
¿nosotros qué sabemos?
no te conocemos.
Lo que supongo, lo que supuse y Antoine piensa lo mismo,
me lo confirmó cuando creyó que en éste como en otros temas yo ya estaba en edad de comprender,
es que nunca te olvidaste de las fechas especiales de nuestras vidas,
los cumpleaños de todos, los aniversarios,
que en cierta forma siempre estuviste cerca de nuestras vidas,
y que no tenemos ningún derecho a reprocharte tu ausencia.
Qué raro,
quería ser feliz y ser feliz con vos
-uno se dice eso, se prepara-
yo te hago reproches, vos me escuchás.,
al menos parece que me escuchás, no interrumpís.
como tantas otras, acá a unos kilómetros, cerca de la pileta descubierta del polideportivo,
tomás el 9, después el 62 y después tenés que caminar todavía un poco.
Está bien, a mí no me gusta, no voy nunca, pero está bien..
No sé por qué,
11
hablo,
y como que me da ganas de llorar por todo eso,
que Antoine viva cerca del polideportivo.
No, no está bien,
es un barrio más bien feo, lo mejoraron pero no tiene arreglo,
no me gusta para nada el lugar donde viven, es lejos,
no me gusta,
siempre vienen para acá y nosotros allá no vamos nunca.
Esas postales, podrías elegirlas mejor, no sé, las habría pegado en la pared al menos,
¡hubiera podido mostrárselas a las otras chicas!
Bueno. No es nada.
Sigo viviendo acá con ella. Querría irme pero no es posible,
no sé cómo explicarlo,
cómo decirlo,
entonces no lo digo.
Antoine piensa que tengo tiempo,
siempre dice cosas así, vas a ver (quizás ya te diste cuenta),
dice que mal no estoy,
y de hecho, cuando uno lo piensa
-y de hecho, pienso, me río, sí, me doy risa-
de hecho mal no estoy, no es eso lo que digo.
No me voy, me quedo,
vivo donde siempre viví pero mal no estoy.
Tal vez
(¿se pueden adivinar esas cosas?)
tal vez mi vida sea toda así, hay que resignarse, bueno,
hay mucha gente y son mayoría,
hay gente que se pasa la vida en el lugar donde nació,
donde antes que ellos nacieron sus padres,
no son infelices,
hay que conformarse,
o por lo menos no puede decirse que sean infelices por eso,
y quizás sea esa mi suerte, cómo es la palabra, mi destino, una vida así.
Vivo en el piso de arriba, tengo mi cuarto de siempre, lo conservé,
y también el de Antoine,
y el tuyo también si quisiera,
pero el tuyo no lo usamos,
es como un depósito, no es por maldad, ahí ponemos las cosas viejas que ya no sirven y que no nos
animamos a tirar,
y en cierta forma,
es mucho mejor,
es lo que dicen todos cuando se ponen en contra mía,
es mucho mejor que lo que podría conseguir con el dinero que gano si me fuera.
Es como un departamento.
Es como una especie de departamento, pero, y con esto termino,
no es mi casa, es la cas de mis padres,
no es lo mismo, eso podrás comprenderlo.
12
Hay también cosas que me pertenecen, cosas de la casa
y lo demás, el televisor y el equipo de música,
y allá arriba hay más
ya te voy a mostrar
(siempre Antoine),
es mucho más cómodo que acá,
no, no, “acá abajo”, no te burles de mí,
allá arriba es más cómodo que acá.
Todas esas cosas me pertenecen,
todavía no las pagué todas, no terminé,
pero me pertenecen,
y vendrían a sacármelas mí, directamente a mí
si no las pagara.
¿Y qué más?
Hablo demasiado pero no es verdad,
hablo mucho cuando hay alguien, el resto del tiempo, no,
a la larga se compensa,
proporcionalmente, soy más bien callada.
Tenemos auto, no es sólo mío
pero ella no quiso aprender a manejar,
dice que le da miedo,
y yo hago de chofer.
Es práctico, nos viene bien y así no estamos obligadas a depender de nadie.
Nada más.
ESCENA 4
La Madre
Los domingos…
Antoine
¡Mamá!
La Madre
13
No dije nada,
le contaba a Catherine.
Los domingos…
Antoine
Esa se la sabe de memoria.
Catherine
Dejala hablar,
no dejás hablar a nadie.
Iba a hablar ella.
La Madre
Es eso lo que le molesta.
Trabajábamos,
su padre trabajaba, yo trabajaba
y los domingos
-estoy contando, no escuches si no querés-
Los domingos, porque durante la semana las noches son cortas,
Había que levantarse al otro día, las noches entre semana no eran lo mismo,
Los domingos, íbamos a pasear.
Siempre y sistemáticamente.
Catherine
¿Adónde vas? ¿Qué hacés?
Antoine
A ningún lado,
no voy a ningún lado,
¿adónde querés que vaya?
No me muevo, escucho.
El domingo.
Louis
Quedate con nosotros, ¿por qué no te quedás? Qué lástima.
La Madre
Lo que te decía,
¿ya te olvidaste cómo es?, el mismo carácter de mierda,
cabezadura,
desde chiquito ya, siempre lo mismo
y la más de las veces nomás por gusto.
Ahí lo tenés, cada vez más igual a sí mismo.
Los domingos
14
-les cuento-
Los domingos íbamos a pasear.
Ni un domingo que no saliéramos, como un ritual, eso decía, un ritual, una costumbre.
Íbamos a pasear, imposible evitarlo.
Suzanne
Esa es historia antigua,
de cuando yo era chica
o de antes de que existiera.
La Madre
Bueno, agarrábamos el auto,
hoy ya no se hace eso,
agarrábamos el auto,
no éramos precisamente ricos, no, pero teníamos auto y no recuerdo nunca a su padre sin auto.
¿Antes de casarnos?
Antes de estar casados, yo lo veía
-lo miraba-
tenía auto,
uno de los primeros de la zona,
viejo y feo y ruidoso, demasiado,
pero, bueno, era un auto,
él había trabajado y el auto era de él,
era suyo y estaba orgulloso de su auto.
Antoine
Seguramente.
La Madre
Después, nuestro auto, más tarde,
pero ellos no se deben acordar,
no pueden, eran demasiado chicos,
no me doy cuenta, sí, puede ser,
lo cambiamos,
nuestro auto era largo, más que largo alargado,
“aerodinámico”
y negro,
porque negro, eso decía él, ideas suyas,
negro era más chic, palabras suyas,
pero más bien porque no había encontrado otro.
Rojo, yo lo conozco, eso es lo que él hubiera preferido, creo.
15
El domingo a la mañana lo lavaba, lo enceraba, un maniático,
dos horas le llevaba,
y a la tarde, después de comer,
salíamos.
Siempre fue así, no sé,
Muchos años, hermosos y largos años.
Todos los domingos como una tradición,
no había vacaciones, no, pero todos los domingos,
llueva o truene,
él decía cosas así, frases para cada situación de la existencia,
“llueva o truene”
todos los domingos, salíamos a pasear.
A veces también,
el primer domingo de mayo, ya ni sé por qué,
algún feriado sería,
el primer domingo después del 8 de marzo que es la fecha de mi cumpleaños, y cuando el 8 de marzo
caía domingo, bueno,
y también el primer domingo de las vacaciones de verano
-decíamos que “nos íbamos de vacaciones”, tocábamos la bocina y a la noche,
al volver nos decíamos que al fin y al cabo estábamos mejor en casa, burradas-
y un poco antes de que empezaran las clases también, ahí era al revés,
como si volviéramos de vacaciones,
siempre lo mismo,
a veces,
quiero decir,
íbamos al restaurante,
siempre los mismos restaurantes, no muy lejos y los dueños nos conocían
y siempre comíamos lo mismo,
las especialidades y los productos de estación,
pescado frito o ranas, pero a ellos no les gusta.
Después, cumplieron trece y catorce años,
Suzanne era chiquita, no se querían mucho, estaban siempre peleando, eso hacía que su padre se
enojara, fueron las últimas veces y ya no era lo mismo.
Antoine
Es culpa mía.
Suzanne
O mía.
ESCENA 5
Louis
Fue hace apenas diez días quizás
-¿dónde era que estaba?-
debe haber sido hace diez días
y es quizás por esa única e ínfima razón que decidí volver.
Me levanté
y dije voy a ir a verlos
a visitarlos,
y después, en los días que siguieron,
a pesar de las excelentes razones que encontré,
ya no cambié de opinión.
ESCENA 6
Louis
No dice nada, ya no se la escucha.
Catherine
Perdón, no, no sé.
¿Qué quiere que diga?
Louis
Lamento el incidente de hace un rato,
quiero que lo sepa.
No sé por qué dijo eso, no entendía, Antoine.
No sé por qué quiere creer que nada me interesa,
seguro que le habló mal de mí.
Catherine
No, ni en sueños, ni en sueños pensé eso, no tuvo la menor importancia.
¿Por qué dice eso:
“le habló mal de mí”?
Qué idea rara.
El habla de usted como debe, y de todas formas no muy seguido,
casi nunca,
no creo que hable de usted y nunca en esos términos,
nunca oí nada semejante, usted se equivoca.
19
Él cree, eso creo yo, cree que usted no quiere saber nada de él, eso, que usted no quiere saber nada
de su vida, que su vida no es nada para usted,
Yo, los chicos, todo eso, su profesión, la profesión de él…
¿Usted sabe en qué trabaja, usted sabe que hace en la vida?
En realidad no es exactamente una profesión, usted, usted tiene una profesión, una profesión es algo
que se aprende, algo para lo que uno se prepara, ¿o me equivoco?
¿Usted conoce su situación?
No es mala, podría ser peor, en realidad es bastante buena.
La situación de él, usted no la conoce,
¿sabe de qué trabaja, lo que hace?
No es un reproche, y me molestaría mucho que se lo tomara así, tomarlo así sería un error, se estaría
equivocando,
no es un reproche:
yo misma, lo que puedo decir, ni yo sabría decirle exactamente, con exactitud, no sabría decirle cuál
es su puesto. Trabaja en una pequeña fábrica de maquinarias,
allá,
le decimos así, una pequeña fábrica de maquinarias, yo sé dónde queda,
a veces voy a esperarlo,
ahora casi nunca pero antes iba a esperarlo,
me imagino que fabrica herramientas, supongo, sería lo lógico,
¿o qué?
Debe fabricar herramientas, pero tampoco sería capaz de detallar toda la serie de pequeños
movimientos que acumula día a día ni podría reprocharle a usted que tampoco los conozca, no.
Pero él puede deducir, seguramente lo hace,
que su vida a usted no le interesa,
-o si prefiere, porque no querría parecer malintencionada-, probablemente él crea,
pienso que es así
y usted se debe acordar,
cuando era más joven debía ser igual,
probablemente cree que lo que él hace no es interesante o pasible, esa es la palabra exacta, o
pasible de despertar su interés.
Y no es ser mala
(¿malo será?)
Y no es ser malo, sí,
pensar que no está del todo equivocado,
¿no le parece? ¿o me equivoco? ¿Me estoy equivocando?
Louis
No es ser malo, efectivamente,
es más correcto.
20
En cuanto a mí, a mí me gustaría,
Estaría feliz de poder…
Catherine
No me diga nada, lo estoy interrumpiendo,
prefiero que a mí no me diga nada y
le diga a él lo que tenga para decirle.
Pienso que es mejor y más fácil para ustedes.
Yo no importo y no puedo aportar nada,
soy así,
mi rol no es ese,
o no es de esa manera, al menos, que yo lo imagino.
Louis
No tengo nada que decir ni que no decir, no tengo idea.
Catherine
Muy bien, perfecto entonces, con más razón.
Louis
¡Vuelva! ¡Catherine!
ESCENA 7
Suzanne
Esa tipa es increíble, cuando la ves por primera vez,
Parece frágil y desvalida, o tísica, o huérfana desde hace cinco generaciones,
pero es un error,
no hay que fiarse:
sabe elegir y decide,
es clara, simple, precisa.
Se expresa bien.
Louis
Siempre lo mismo vos, Suzanne.
Suzanne
21
¿Yo?
Louis
Sí. “Lo mismo”. Dando “tu opinión”.
Suzanne
No, la verdad,
cada vez menos.
Hoy, un poco, casi nada.
Los últimos cartuchos en tu honor, para hacerte sentir culpable.
¿A ver?
¿Cómo?
Louis
¿Qué?
Suzanne
En general, normalmente, en este momento Antoine
me dice: “Cerrá la boca, Suzanne”.
Louis
Disculpame, no sabía.
“Cerrá la boca, Suzanne”.
ESCENA 8
La Madre
A mí no me importa,
siempre me meto en lo que no me importa, no cambio, siempre fui así.
Quieren hablarte, es eso,
yo los oí,
pero también los conozco,
sé,
¿cómo no iba a saberlo?
Aunque no los hubiera oído, lo habría adivinado,
Lo adivinaría yo misma, daría lo mismo.
Quieren hablarte,
se enteraron que volvías y pensaron que podrían hablar,
hablarte, hablar con vos,
22
para decirte unas cuantas cosas, desde hace tiempo y por fin la oportunidad.
Lo que ellos quieren, lo que querrían, es quizás que les des ánimo
-¿no es eso lo que siempre les faltó, ánimo?-
Que les des ánimos, que les des permiso o les prohíbas hacer tal o cual cosa, que les digas,
que le digas a Suzanne
-aunque no sea cierto, ¿qué te hace una mentira?, una de esas promesas que uno sabe de antemano
que nunca va a cumplir-
que le digas a Suzanne que fuera , cada tanto,
dos o tres veces al año, a visitarte, que ella puede,
que ella podría visitarte, si le vinieran ganas,
si tuviera ganas,
que podría ir ahí donde vivís ahora
(no sabemos donde vivís).
Que ella puede moverse, ir y venir y que a vos te interese,
No que parezca que te interesa, sino que te interese, que te importe.
Que le transmitas a él,
a Antoine,
la sensación de que ya no es responsable de nosotros,
de ella o de mí
-nunca lo fue,
25
eso lo sé mejor que nadie,
pero él siempre creyó que lo era,
siempre quiso creerlo
y siempre fue así, todos estos años,
pretendía ser responsable de mí y responsable de Suzanne y le parece que no tiene otro deber en la
vida,
ni otro dolor, como el crimen de robar un papel que no es el suyo-
que le transmitas la sensación,
la ilusión,
que le des la ilusión de que él podría a su vez, llegado el momento, abandonarme, cometer una
cobardía como esa
(a sus ojos, estoy segura, es una cobardía)
Que tendría derecho, que es muy capaz.
Igual no lo haría,
se tenderá otras trampas
o se lo prohibirá por razones todavía más inconfesables, pero le gustaría tanto imaginarlo, animarse a
imaginarlo.
Es un muchacho que imagina tan poco, eso me duele.
¿A ver la sonrisita?
¿Apenas “dos o tres palabras”?
Louis
No.
La sonrisita nomás. Te escuchaba.
La Madre
Es lo que digo.
¿Qué edad tenés,
qué edad tenés ahora?
26
Louis
¿Yo?
¿Vos me preguntás?
Tengo treinta y cuatro años.
La Madre
Treinta y cuatro años.
Para mí también son treinta y cuatro años.
No me doy cuenta,
¿es mucho tiempo?
ESCENA 9
La Madre
Es la tarde, siempre fue así:
el almuerzo dura más
no hay nada para hacer, uno estira las piernas.
Catherine
¿Le sirvo más café?
Suzanne
¿Nunca lo vas a tutear? ¿Nunca se van a tutear?
Antoine
Suzanne, ¡hacen como se les da la gana!
Suzanne
¡Pero carajo, qué te pasa!
¡No hablo con vos, no te estoy hablando, no es con vos que estoy hablando!
No irá a estarme encima, así, todo el tiempo,
no irás estarme encima todo el tiempo,
¿quién te pidió algo?
¿yo dije algo acaso?
Antoine
¿Cómo me hablás así?
27
Me hablás así,
nunca te había oído hablarme así.
Está agrandada,
es porque está Louis, es porque estás vos,
estás acá y ella se agranda.
Suzanne
¿Qué tiene que ver eso con Louis, qué decís?
No mes porque Louis esté acá,
¿qué estás diciendo?
¡La puta madre, carajo!
¿Te quedó claro? ¿Entendiste? ¿Captaste?
¡Con corte de manga si es necesario! ¿Ahí tenés, corte de manga!
La Madre
¡Suzanne!
No dejes que se vaya,
¿qué es todo esto?
¡Deberías alcanzarla!
Antoine
Ya va a volver.
Louis
Sí, está bien, un poco de café, como no.
Antoine
“Sí, está bien, un poco de café, como no.”
Catherine
¡Antoine!
Antoine
¿Qué pasa?
Louis
Me estás tomando el pelo, o intentando
Antoine
¡No cambian, no cambian!
¡Suzanne!
28
Catherine
¡Antoine! ¿Adónde vas?
La Madre
Ya van a volver.
Siempre vuelven.
Me pone contenta, no lo había dicho, me pone contenta que estemos acá, todos reunidos.
¿Adónde vas?
¡Louis!
ESCENA 10
Louis
Lo que uno cree al principio,
-eso creí-
lo que uno siempre cree, supongo,
es tranquilizador, es para tener menos miedo,
nos repetimos una y otra vez esa solución como con los chicos para hacerlos dormir,
lo creemos un instante,
y es casi una esperanza,
lo que uno cree es que el resto del mundo desaparece con uno,
que el resto del mundo podría desaparecer con uno,
apagarse, hundirse y no sobrevivirnos.
Venirse todos conmigo, acompañarme para no volver.
Llevármelos conmigo y no estar solo.
Enseguida, pero más tarde
-vuelve la ironía, me tranquiliza y de nuevo me conduce-
enseguida uno piensa, yo pensé,
uno sueña con ver a los demás, al resto del mundo, después de la muerte.
Allí serán juzgados.
Los imagino desfilando, uno los mira,
ahora nos pertenecen, los observo, no los quiero demasiado,
quererlos haría que todo fuese triste y amargo y esa no es la idea.
Se los adivina de antemano,
uno se divierte, yo me divertía,
se los organiza y se pasa revista al resto de sus vidas.
29
También uno se ve, acostado, mirándolos desde las nubes, no sé, como en los libros infantiles, es una
idea que tengo.
¿Qué van a hacer conmigo cuándo ya no esté?
Uno querría mandar, dirigir, aprovecharse mezquinamente de su desconsuelo y apretar
todavía más.
Uno querría oírlos, no los oigo,
hacerlos decir estupideces irreversibles
y saber finalmente lo que piensan.
Se llora.
Uno está bien.
Estoy bien
ESCENA 11
Louis
No llegué hoy a la mañana, viajé anoche,
salí ayer a la noche con la intención de llagar temprano pero a mitad de camino cambié,
paré,
quiero decir,
ya estaba en la estación esta mañana,
a las tres o cuatro de la mañana.
Esperé una hora más decente para venir a tocar acá.
Antoine
¿Por qué me contás eso?
¿Por qué me decís eso?
¿Qué te tengo que decir,
tengo que decir algo?
Louis
No sé, no,
e lo digo porque quería que lo supieras,
no es importante,
te lo digo porque fue así y quería decírtelo.
Antoine
No empieces.
Louis
¿Qué?
Antoine
33
Vos sabés. No empieces,
vas a empezar con tus historias,
y yo me pierdo,
te veo venir, vas a empezar con tus historias,
que estabas en la estación, esperando,
y así de a poco me vas ahogando.
Bueno.
Viajaste anoche, ¿qué tal? ¿Cómo estuvo el viaje?
Louis
No, yo decía nomás, no tiene importancia.
Sí, estuvo bien.
No sé, un viaje común, ustedes siempre parecen creer que vivo a miles, centenares, miles de
kilómetros de distancia.
Viajé y punto.
Si no vas a decir nada, yo no digo nada.
Antoine
No es ese el problema.
No dije nada, te escucho.
Antes, recién, tampoco te lo impedía.
¿Sí?
¿La estación?
Louis
No, nada, nada que valga la pena,
Nada esencial,
Yo decía, pensaba, que quizá te ponía feliz,
Bueno,
Feliz no, contento,
Pensé que te iba a poner contento que te lo contara,
O saberlo, feliz de saberlo.
Estuve en el café de la estación,
no sé a qué hora llegué, serían cerca de las cuatro,
estaba en el café y esperaba, estaba ahí, no iba a venir para acá directamente, estar ausente
tanto tiempo y aterrizar así de improviso,
no, ellas se habrían asustado,
o no me habrían abierto
-me la imagino a Suzanne, tal como la veo, la descubro, me la puedo imaginar a Suzanne
recibiéndome con una escopeta en la mano-
no,
34
esperé y me dije,
pensé en eso y por eso lo cuento,
son ideas que nos pasan por la cabeza y después uno sabe que tendrá que repetirlas
(propósitos que uno se pone),
me dije,
me hice el propósito de contártelo después, cuando te viera,
y de contártelo solamente a vos, también y sobre todo, esa es la idea, no decírselo a ellas
porque podrían enojarse,
me dije que te iba a contar que había llegado mucho más temprano y que había estado por
ahí.
Antoine
Ahí tenés,
es exactamente eso, lo que te decía,
las historias,
y entonces uno se ahoga, yo me ahogo,
y uno obligado a escuchar y no saber qué hay de verdad,
qué hay de mentira,
cuánto de mentira hay.
Sos así,
Si hay algo que no olvido cuando pienso en vos
(¡y no, no es lo único!)
Si hay algo que no olvido al pensar en vos
Son esas historias, esos cuentos al pedo,
No entiendo nada
36
No te decías nada, no pudiste haberte dicho nada porque no me conocés, creés conocerme
pero no me conocés,
¿acaso por ser tu hermano tendría que saber quién sos?
Eso es verso también,
ya no me conocés, hace mucho que ya no me conocés,
no sabés quién soy,
nunca lo supiste,
no es culpa tuya ni mía tampoco,
yo tampoco, yo no te conozco
(pero tampoco pretendo que te conozco),
no nos conocemos
y uno no se anda imaginando que le va a decir esto o aquello a alguien que uno no conoce.
Lo que uno quiere decirle a alguien imaginario,
es también imaginario,
historias, cuentos, nada más.
Antoine
No quiero estar acá.
Ahora me vas a hablar,
vas a querer hablarme
y voy a tener que escuchar
y no tengo ganas de escuchar.
No quiero. Tengo miedo.
Ustedes siempre quieren contarme todo,
siempre, todo el tiempo,
desde siempre me hablan y yo tengo que escuchar.
Suponen que porque uno no dice nunca nada tiene ganas de oír,
pero muchas veces, vos no lo sabés,
me callaba para dar el ejemplo.
¡Catherine!
38
INTERMEDIO
ESCENA 1
Louis
Es como de noche en pleno día, no se ve nada, oigo los ruidos nada más, escucho,
estoy perdido y no encuentro a nadie.
La Madre
¿Qué dijiste?
No oí, repetí, ¿dónde estás?
¡Louis!
ESCENA 2
Suzanne
Vos y yo.
Antoine
Es lo que querés.
Suzanne
Te oí, gritabas,
no, creí que gritabas,,
creí oírte,
te buscaba,
discutían, se reencontraron.
Antoine
Me enojé, nos enojamos,
no me imaginé que iba a ser así,
pero “de costumbre”, los demás días,
no éramos así,
no somos así, no creo.
39
Suzanne
No siempre, no.
Los demás días , nos vamos cada uno por nuestro lado,
no nos tocamos.
Antoine
Nos oímos.
Suzanne
Es el amor.
ESCENA 3
Louis
Y después, todavía en mi sueño,
todas las habitaciones de la casa estaban lejos unos de otras,
y nunca podía alcanzarlas,
había que caminar horas y horas y yo no reconocía nada.
Voz de la madre
¡Louis!
Louis
Y para no tener miedo, como cuando camino de noche, soy un nene, y voy a tener que
volver corriendo,
me repito eso,
o mejor dicho, lo canturreo para no oír otra cosa que el sonido de mi voz,
y nada más,
peor todavía,
“yo lo sé,
peor todavía,
sería que esté enamorado,
peor sería,
que quisiera esperar un poco todavía,
peor todavía…”
40
ESCENA 4
Suzanne
Lo que yo no entiendo.
Antoine
Lo que yo tampoco.
Suzanne
¿Te reís? Nunca te veo reír.
Antoine
Lo que no entendemos.
Voz de Catherine
¡Antoine!
Suzanne
¿Sí?
Lo que no entiendo y nunca entendí.
Antoine
Y es poco probable que alguna vez entienda.
Suzanne
Que alguna vez comprenda.
Voz de La Madre
¡Louis!
Suzanne
(gritando) ¡Sí! Acá estamos.
Antoine
Lo que no comprendés…
41
Suzanne
No es tan lejos, podría haber venido a vernos más seguido,
ni hay nada de muy trágico tampoco,
ni dramas, ni traiciones,
es lo que no entiendo,
o no puedo entender.
Antoine
“Así nomás.”
Otra explicación no hay, no hay.
Siempre fue así, deseable,
no sé si pueda decirse así,
deseable y lejano,
distante, es lo que más se ajusta a la situación.
Distante y sin haber necesitado nunca, simplemente sin haber tenido ganas nunca.
ESCENA 5
Catherine
¿Dónde están?
Louis
¿Quiénes?
Catherine
Ellos, los demás.
No oigo a nadie,
estaban discutiendo ustedes, usted y Antoine discutían,
estoy segura,
Antoine levantó la voz, se escuchaba,
y ahora es como si se hubiese ido todo el mundo
y estuviéramos perdidos.
Louis
No sé. Deben andar por acá.
42
Catherine
¿Adónde va?
¡Antoine!
Voz de Suzanne
¿Sí?
ESCENA 6
Suzanne
¿Y que yo sea infeliz?
¿Qué yo esté triste, que sea infeliz?
Antoine
Pero no lo sos y nunca lo fuiste.
El Hombres desgraciado es él,
el que nunca más te vio durante estos años.
Hoy te parece que eras infeliz,
pero son parecidos,
él y vos,
y yo también soy como ustedes,
lo que pasa es que vos decidiste que eras infeliz, que tenías que serlo
y te lo creíste.
Querías ser infeliz porque él estaba lejos,
pero ésa no es la razón, no es una buena razón,
no es para hacerlo responsable,
no, no es una razón,
es apenas una excusa.
ESCENA 7
La Madre
Los estaba buscando.
43
Catherine
No me moví, no los había oído.
La Madre
Era Louis, escuché, ¿era Louis?
Catherine
Se fue por ahí.
La Madre
¡Louis!
Voz de Suzanne
¿Sí? ¡Estamos acá!
ESCENA 8
Suzanne
¿Porqué nunca contestás cuando te llaman?
Ella te llamó, Catherine te llamó, ya veces nosotros también ,
nosotros también te llamamos,
pero nunca contestás
y entonces hay que ir a buscarte, tenemos que buscarte.
Antoine
Siempre me encuentran,
nunca me pierdo mucho tiempo,
no recuerdo que alguna vez, que nunca,
“al fin de cuentas”,
que ustedes me hayan nunca, definitivamente, perdido.
Estoy acá, cerquita, al alcance de la mano.
Suzanne
Podés tratar de que me ponga más triste todavía si querés,
o más mala, que para el caso es igual,
no funciona.
44
Vos también tenés tus excusas, también vos,
las conozco, ¿creés que no las conozco?
Antoine
Lo que yo decía:
“al alcance de la mano”.
Suzanne
¿Qué?
No entendí, qué dijiste, seguro que una maldad, ¿qué dijiste?
Antoine
¡Cerrá la boca, Suzanne!
ESCENA 9
La Madre
Louis.
¿No me oís? Estaba llamando.
Louis
Estaba acá. ¿Qué pasa?
La Madre
No sé.
No es nada, creí que te habías ido.
45
SEGUNDA PARTE
ESCENA 1
Louis
Y más tarde, hacia el final del día,
exactamente así,
cuando lo pienso,
había imaginado que sería así,
hacia el final del día,
sin haber dicho nada de lo que tengo adentro,
-es apenas una idea, pero es impracticable-
sin haber osado jamás hacer todo ese daño,
retomé el camino,
pedí que me acompañaran a la estación,
que me dejaran partir.
46
pero que es hora de irse,
y aunque todo eso es cierto,
parece querer que me raje, es la imagen que da,
es la idea que me llevo.
No me retiene
y sin decírselo, me atrevo a reprochárselo.
ESCENA 2
Antoine
Yo lo acompaño,
te acompaño,
lo que podemos hacer, lo que podríamos hacer,
eso sí que sería práctico,
lo que podemos hacer, es llevarte,
acompañarte al volver nosotros a casa,
nos queda de camino, nos obliga apenas a un pequeño desvío,
y te acompañamos, te dejamos.
Suzanne
Yo también puedo,
ustedes se quedan acá, después cenamos todos juntos,
yo lo llevo, lo llevo yo
y vuelvo enseguida.
Mejor todavía,
pero nunca me escuchan,
y ya todo está decidido,
mejor todavía, cena con nosotros,
podés cenar con nosotros
–no sé para qué me tomo todo este trabajo-
y se toma otro tren,
¿qué problema hay?
Mejor todavía,
veo que igual no sirve para nada…
Decí algo.
47
La Madre
Que hagan como les parezca.
Louis
Mejor todavía, duermo acá, paso la noche, me voy mañana,
mejor todavía, almuerzo mañana en casa,
mejor todavía, no trabajo nunca más, renuncio a todo,
me caso con mi hermana y somos muy felices.
Antoine
Suzanne, dije que yo lo acompañaba,
está imposible,
ya está todo arreglado y ella quiere cambiar de nuevo,
estás imposible,
él quiere irse esta noche y le seguís repitiendo lo mismo,
él quiere irse, se va,
yo lo acompaño, lo dejamos, nos queda de camino,
no es molestia.
Louis
Lo útil se une a lo agradable.
Antoine
Eso mismo, exactamente eso,
¿cómo es que se dice?
“dos pájaros de un solo tiro”
Suzanne
Qué desagradable que podés ser,
no entiendo,
sos desagradable, mirá cómo le hablás,
desagradable, es de no creer.
Antoine
¿A mí?
¿Es conmigo?
¿Yo soy desagradable?
Suzanne
Ni te das cuenta, s
os desagradable, qué increíble,
48
no te oís a vos mismo, si te oyeras…
Antoine
¿A qué viene ahora todo esto?
Está imposible hoy, lo que decía,
no sé por qué se la agarra conmigo,
no sé por qué te la agarrás conmigo.
Estás diferente,
si es por Louis, por la presencia de Louis,
no sé, trato de entender,
si es por Louis,
Catherine, no sé,
decía por decir,
puede que haya dejado de entender por completo,
Catherine, ayudame,
decía por decir,
arreglamos la vuelta de Louis,
quiere irse,
lo acompaño, dije que lo acompañábamos, nada más,
¿qué más dije?
No dije nada desagradable,
¿por qué iba a decir algo desagradable?
No hay nada desagradable en todo esto,
¿hay algo desagradable en lo que digo?
¡Louis! ¿Qué pensás?
¿Dije algo desagradable?
Catherine
No te está diciendo nada malo,
sos medio bruto, no se te puede decir nada,
no te das cuenta, a veces sos medio bruto,
ella te lo hizo notar, nada más.
Antoine
¿Así que soy medio bruto?
¿Por qué decís eso
No.
No soy bruto.
49
Ustedes son terribles conmigo, todos.
Louis
No, no estuvo bruto, no entiendo o que quieren decir.
Antoine
¡Habló “la bondad en persona”!
Catherine
Antoine.
Antoine
¡No me pasa nada, no me toques!
Hagan como quieren, no quería nada malo,
no quería hacer nada mal,
siempre hago mal las cosas,
yo decía nomás,
me parecía bien, lo único que quería decir
-vos tampoco, ¡no me toques!-
no dije nada malo,
decía nomás que podíamos acompañarlo y, ahora,
ahí están, mirándome como a un bicho raro,
no había nada malo en lo que dije, no está bien, no es justo, no está bien
atreverse a pensar eso,
decía nomás,
sólo quería decir
y no estaba mal pensado,
decía nomás, yo decía nada más…
50
Louis
No llores.
Antoine
Me tocás y te mato.
La Madre
Dejalo, Louis,
ahora dejalo.
Catherine
Le pediría que se fuera.
Le ruego que me disculpe, no tengo nada contra usted,
pero sería mejor que se vaya.
Louis
Yo creo lo mismo.
Suzanne
Antoine, mirame, Antoine,
no quería hacerte mal.
Antoine
No tengo nada, discúlpenme,
estoy cansado, no sé ni por qué, siempre estoy cansado,
desde hace tiempo, pienso eso, me convertí en un hombre cansado,
no es por el trabajo,
cuando uno está cansado, cree que es el trabajo, las preocupaciones o el dinero,
no sé,
no,
estoy cansado, no sabría decir,
nunca en mi vida estuve tan cansado como hoy.
dijiste eso y de golpe fue si como con vos y dos los demás,
ahora estoy bien, lo siento mucho, ya estoy bien, de golpe era como si con vos,
51
para con vos,
y con todos,
con Suzanne también
y también con los chicos, fuese bruto, como si me estuvieran acusando de ser un hombre
malo,
pero eso no es justo,
no es exacto.
Cuando nosotros, él y yo, éramos más jóvenes,
Louis, vos debés acordarte, él y yo, ella lo dijo, nos peleábamos siempre,
y siempre ganaba yo, siempre, porque soy más fuerte, porque era más fornido, quizá,
no sé,
o porque éste,
y seguramente sea más exacto (justo acabo de pensarlo,
me acaba de pasar por la cabeza)
porque éste se dejaba golpear, perdía por gusto y se hacía el bueno,
no sé,
hoy me da lo mismo,
pero no fui bruto, ni lo era,
sólo me defendía,
todo esto, es sólo para defenderme.
No me pueden acusar.
Estoy bien.
Suzanne y yo,
qué pavada,
(me da risa, dale reíte conmigo, me da risa,
no te quedes así,
¿Suzanne?
No lo iba a golpear, no tenés porque tener miedo, ya pasó)
qué pavada, Suzanne y yo deberíamos estar siempre juntos, cerrar filas,
hacer frente común,
codo a codo, ¿cómo es que se dice?
respaldarnos,
dos contra éste no es mucho, no parecés darte cuenta,
contra éste hay que ser por lo menos, por lo menos,
digo esto y me da risa.
Hoy, todo el día, te pusiste de su lado,
52
no lo conocés,
no es malo, no,
no es o que digo,
pero estás equivocada,
porque tampoco es del todo bueno, te equivocás,
y es una pavada,
ahí tenés, seo, es una pavada,
una tontería, ponerte en contra mío.
La Madre
Nadie está en contra tuyo.
Antoine
Sí. Seguramente. Puede ser.
ESCENA 3
Suzanne
Todavía más, un poco más tarde.
La Madre
Casi no nos movemos,
estamos las tres, como ausentes,
los miramos, nos callamos.
Antoine
Decís que no te queremos,
te oigo decir eso, siempre te oí,
que yo recuerde, en ningún momento de mi vida, nunca dejaste de decir eso,
en un momento u otro,
por más que me remonte en el tiempo, ni el más vago recuerdo de que no hayas terminado
por decir,
-es tu manera de concluir cuando te atacan-
ni el más vago recuerdo de que no hayas terminado por decir que no te queremos,
que no te queríamos, que nunca, nadie, te quiso,
y que es por eso que sufrís.
53
Sos chico, ya te lo oigo decir,
y pienso, no sé porqué, sin tener explicación,
sin comprender realmente,
pienso,
y sin embargo no tengo pruebas
pienso,
pensaba,
que quizá sin que yo entendiera
(como algo que me sobrepasaba),
quizá vos tuvieras razón, y que, en efecto, los demás, nuestros padres, yo, todos los demás
no éramos buenos con vos, te hacíamos mal.
Me convencías,
estaba convencido de que te faltaba amor.
Te creía y me dolía por vos,
y ese miedo que sentía
–se trata de eso, todavía hoy, de miedo-
ese miedo que yo sentía de nunca nadie te quisiera,
ese miedo a su vez también me hacía infeliz,
por obligación, como siempre pasa con los hermanos menores, creen que deben ser infelices
por imitación o preocupación,
infeliz a su vez
pero también culpable,
culpable de no ser o suficientemente infeliz,
culpable se serlo sólo con el esfuerzo,
culpable de no estar convencido, pero en silencio.
Yo cedía.
Tenía que ceder.
Siempre tuve que ceder.
Hoy, no es nada, no fue nada, cosas ínfimas
y yo a mí vez, tampoco podría aspirar, eso sería divertido,
a una infelicidad irremontable,
pero conservo sobre todo memoria de esto:
yo cedía, retrocedía, tenía que ser, lo que siempre me repiten,
tenía que ser “razonable”.
Hacer menos ruido, dejarte el lugar, no contrariarte
y gozar del espectáculo tranquilizador de tu supervivencia, apenas prolongada.
Nos vigilábamos,
nos vigilábamos, nos hacíamos responsables de tu supuesta infelicidad.
Porque tu infelicidad no fue nunca más que una infelicidad supuesta,
lo sabés tan bien como yo,
y ellas también lo saben,
y hoy todos se dan cuenta de ese juego claramente
(la gente con la que vivís, no me vas a hacer creer lo contrario,
tiene que haber descubierto el artificio, de eso estoy seguro),
55
tu autoproclamada infelicidad es la manera que tenés, que siempre tuviste y que siempre
tendrás,
Estás ahí,
me agobiás, ya no se dice,
me agobiás,
me agobiás,
te veo, tengo más miedo por vos que cuando era chico,
y me digo que no puedo reprocharle nada a mi propia existencia,
que es tranquila y apacible
y que soy un pedazo de imbécil que ya se está reprochando el haber estado a punto de
quejarme,
mientras vos, con tu silencio, ¡ah!, con tu silencio,
bueno, lleno de bondad,
esperás, encogido en tu infinito dolor interno del cual yo no podrá imaginar siquiera el
principio del principio.
No soy nada,
no tengo derecho,
57
y cuando te vayas de nuevo, cuando me dejes,
seré menos todavía,
apenas el resentimiento,
resentimiento contra mí mismo.
¿Louis?
Louis
¿Sí?
Antoine
Terminé.
No digo nada más.
Sólo los imbéciles o esos otros, muertos de miedo, podrían haberse reído.
Louis
Yo no los oí
58
EPÍLOGO
Louis
Después, lo que hago,
es irme.
No vuelvo nunca más. Muero unos meses después,
un año a lo sumo.
Retomo el camino, solamente el sonido de mis pasos sobre las piedras del camino.
59