Curso Soporte Vital Básico SVB
Curso Soporte Vital Básico SVB
Curso Soporte Vital Básico SVB
INTRODUCCIÓN
El concepto Soporte Vital Básico (SVB) es más amplio que el de Resucitación Cardio-Pulmonar
Básica (RCP básica), ya que además de las maniobras de RCP incluye los siguientes aspectos:
Las actuaciones iniciales que deben realizarse en las situaciones de emergencias sanitarias.
Por tanto, para que las maniobras de RCP sean eficaces han de producirse cuatro acciones o fases,
las cuales se conocen como cadena de supervivencia:
En este tema se analizarán los tres primeros eslabones, siendo el objetivo del mismo la adquisición
de los conocimientos adecuados para su aplicación en caso necesario. Con objeto de concretar
específicamente los contenidos, presentamos el siguiente esquema:
1. VALORACIÓN INICIAL DE LA PERSONA ACCIDENTADA INCONSCIENTE
El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el sujeto que pueden ser de
utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y
precisa.
La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el auxiliador tiene al ver al
accidentado, que se forma a partir de lo que vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria
propiamente dicha, que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo,
resumidos en el ABC:
A. Airway» Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los
pulmones.
Solo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones (reanimación cardio-
pulmonar, apertura de vías, etc.), si las hubo, se realiza la valoración secundaria.
Traumatismos recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que puedan producir
hemorragias internas.
o Abrir vía aérea (conjunto de estructuras huecas que conducen el aire desde la
boca y la nariz hasta los pulmones: faringe, glotis, laringe, tráquea, bronquios).
La vía aérea en una víctima inconsciente se puede obstruir porque, al relajarse la musculatura de
la mandíbula, la lengua cae hacia atrás e impide el paso del aire hacia los pulmones.
Si tras la realización de estas maniobras no se consigue una vía aérea permeable, es decir, que
permita el paso libre de aire, se ha de sospechar la existencia de uno o más objetos en la garganta
y para su expulsión se procederá a la aplicación de la maniobra de Heimlich, la cual se expondrá
más adelante en el apartado correspondiente indicado en el esquema del tema.
El objetivo de la RCP Básica es mantener la oxigenación mínima del cerebro y de otros órganos
vitales, evitando el daño irreversible producido por la falta de respiración y circulación
espontáneas. Se realiza una oxigenación de emergencia con el aire que espira e insufla el
reanimador a la víctima, que tiene una concentración de oxígeno entre el 16 y el 18%. La sangre se
hace circular mediante el masaje cardíaco externo.
La máxima efectividad de la RCP se obtiene, en general, cuando se inicia antes de que hayan
transcurrido 4 minutos de la PCR, porque a partir de ese tiempo comienza a producirse daño
cerebral irreversible. Cuanto más rápido se instauren las maniobras de RCP Básica, más
posibilidades existen de que se recupere sin secuelas.
No se debe practicar la RCP a un paciente que se encuentre en un incendio, en una vía pública con
circulación de vehículos, en un lugar donde existe riesgo de ahogo o electrocución o en cualquier
otra circunstancia que suponga un peligro inminente para el reanimador. Es necesario sacarlo de
la zona de riesgo previamente.
Solicitud de ayuda.
Tras abrir la vía aérea, con las maniobras mencionadas se comprobará si la respiración es
adecuada; para ello, el reanimador acercará la cara a la boca de la víctima, observando si se
producen movimientos respiratorios de la caja torácica, mientras se escucha y se siente en la
mejilla del reanimador la posible salida de aire.
Se asumirá que la víctima se encuentra en PCR, se activará el Sistema de Emergencias 061 o el 112,
y para ello se enviará a alguna persona que se encuentre en el lugar. Si se está solo, dejar a la
víctima para llamar al 061 o al 112.
Sin otras comprobaciones, pasaremos a ejecutar el masaje cardíaco y la ventilación boca a boca.
Ver, oír y sentir son las palabras que deben recordarse para comprobar la existencia de respiración
espontánea. La comprobación de la respiración (respira o no respira) debe hacerse en un tiempo
máximo de 10 segundos.
Figura 6. Posición lateral de seguridad.
Una vez que se ha comprobado que la víctima no respira y se ha alertado a 061/112, se inician las
compresiones torácicas:
Para iniciar las compresiones torácicas (masaje cardiaco) se coloca a la víctima sobre una
superficie dura, boca arriba, con la cabeza, el tronco y las extremidades estiradas y
alineadas.
La aplicación del masaje se realiza manteniendo las manos lo más fijas posible sobre el
tórax, evitándose lesiones de las costillas, colocando los brazos perpendiculares al punto
elegido y cargando el peso del cuerpo sobre estos. No se deben flexionar los codos, ya que
aumenta la intensidad del esfuerzo físico del reanimador y disminuye la eficacia del
masaje.
El ritmo debe ser de unas 100 compresiones por minuto (un poco menos de 2
compresiones por segundo). Contar en voz alta puede ayudar.
Volver a examinar la boca y extraer cualquier cuerpo extraño que pudiera existir.
Una vez comprobados los dos apartados anteriores, practicar una nueva respiración.
Si a pesar de todo, no se consigue elevar el pecho o tórax del paciente, habrá que
sospechar que existe una obstrucción de la vía aérea y se procederá, según se explicará
posteriormente, a aplicar la maniobra de Heimlich.
En algunas circunstancias es difícil realizar el boca a boca. En estos casos, realice solo
compresiones torácicas a un ritmo de 100 por minuto, sin detenerlas.
Si hubiera más de un reanimador, se aconseja relevarse cada dos minutos, para prevenir el
agotamiento. Cada relevo se realizará lo más rápidamente posible.
Figura 7. Posición de la RCP.
Figura 8. Posición y colocación de las manos en el masaje cardiaco.
Figura 9. Posición de la RCP.
1: encendido,
1. Cerciorarse de que tanto el reanimador como la víctima y todos los que le rodean están a
salvo.
2. Si la víctima no responde ni respira con normalidad, enviar a alguien a por un DESA y a
alertar al Servicio de Emergencias Médicas 112/061.
3. Se inician las maniobras de RCP básica con masaje cardíaco y ventilaciones boca a boca,
con una secuencia de 30/2.
Se quede agotado.
El tórax de la víctima debe exponerse totalmente para conseguir una correcta colocación
de los parches. El vello del tórax puede impedir la adherencia de los parches e interferir la
transmisión eléctrica.
Debe colocarse uno de los parches en el tórax a la derecha del esternón, por debajo de la
clavícula. El otro se debe colocar a nivel de la línea axilar media izquierda y en posición
vertical de su eje más largo. En mujeres debe evitarse su colocación sobre las mamas.
Figura 10. Imágenes identificativas DESA.
Semiautomático (DESA): es aquel dispositivo que para liberar la descarga eléctrica, y tras
recomendar la misma, debe ser el reanimador quien la realice con la presión de un botón.
El ahogamiento por asfixia o por inmersión se produce porque un medio líquido obstruye el paso
del aire al interior de las vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:
Ahogamiento húmedo: hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial del
espasmo laríngeo, por estímulos de la disminución de oxígeno y del aumento de anhídrido
carbónico a nivel del centro respiratorio de la inspiración; se denomina ahogamiento
azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.
En cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es la disminución de oxígeno a
nivel arterial.
Inicialmente, tras la inmersión total en el agua la víctima, presa del pánico, inhibe su respiración
mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras pequeñas
cantidades de aire salen de los pulmones y de la misma forma grandes cantidades de líquido son
tragadas y aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados, en relación a la ingestión de
gran cantidad de líquido.
Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la
tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardiaca. Pero como anteriormente se ha
descrito, en el ahogamiento seco, en el que el espasmo laríngeo no permite la entrada de líquido,
la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia.
Extraer a la víctima del agua. En el agua puede iniciarse, si la víctima no respira, el boca a
boca.
No realizar procedimientos para sacar el líquido de los pulmones, ya que demoran las
maniobras de reanimación.
La variación con respecto al algoritmo general de Soporte Vital Básico es que en estos
casos se realizarán cinco ventilaciones antes de iniciar las compresiones torácicas y, si es
necesario abandonar a la víctima para poder ir a por ayuda, se hará un minuto de RCP
previa.
El atragantamiento puede ocurrir por cualquier material que penetre en la vía respiratoria y la
obstruya (alimentos, prótesis dental, juguetes, monedas, etc.) impidiendo el paso de aire a los
pulmones.
Se produce de esta manera una asfixia, de forma que el organismo queda sin oxígeno, con
posibilidad de que se produzcan lesiones graves o la muerte en pocos minutos.
Si la obstrucción es algo más acusada, la víctima se encontrará inquieta y con tos enérgica
y continua, pudiendo presentar ruidos respiratorios del tipo de inspiración sibilante (un
sonido musical que se produce cuando la víctima intenta tomar aire).
Sujeto inconsciente:
Se sospechará una obstrucción completa de la vía respiratoria superior por cuerpo extraño
cuando ha sido presenciada por testigos, con los síntomas referidos anteriormente.
Otra situación sugerente de obstrucción es aquella PCR en la que existe dificultad para
efectuar la ventilación con aire espirado del reanimador, a pesar de haber realizado una
adecuada apertura de la vía aérea.
Colocarse de pie detrás del sujeto y rodear su cintura con ambos brazos.
Inclinar al sujeto bien hacia delante, para que al moverse el objeto que produce la
obstrucción salga por la boca en lugar de continuar bajando por la vía aérea.
Figura 12. Colocación de los brazos sobre el sujeto.
Cerrar una mano metiendo el pulgar dentro de ella y situar esta zona de la misma en la
línea media del abdomen del sujeto, entre el ombligo y el extremo inferior del esternón.
Presionar bruscamente el puño, con un movimiento rápido, hacia dentro y arriba. Para
poder realizar con éxito esta maniobra el auxiliador se arrimará al sujeto, de forma que la
parte anterior de las piernas del que realiza la maniobra contacte con la parte posterior
del sujeto. De esta forma se podrá ejercer más fuerza en el momento de realizar el
movimiento con las manos y brazos.
Sujeto inconsciente:
Las acciones a seguir y aplicar en un sujeto inconsciente que ha perdido la consciencia por no
poder expulsar el cuerpo extraño son:
Colocarlo en posición de RCP acostado sobre la espalda en un plano horizontal, con la cara
hacia arriba con el cuerpo alineado, encima de una superficie dura, lisa y firme.
Abrir la vía aérea por medio de la maniobra frente-mentón, desplazando con una mano la
frente hacia atrás, mientras que con los dedos de la otra se tracciona de la mandíbula
hacia arriba y adelante, como se expuso en el apartado de Soporte Vital Básico.
La RCP Básica pediátrica, al igual que en el adulto, comprende un conjunto de maniobras que
permiten identificar una PCR y realizar la sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria, sin
ningún equipamiento específico, hasta que el niño pueda recibir un tratamiento más cualificado
por medio de la RCP Avanzada.
Las edades que se consideran para la realización del Soporte Vital Básico son las siguientes:
Cuando el niño comienza la pubertad, a los efectos de la RCP, se le considera como un adulto.
En los niños la PCR suele estar relacionada generalmente con un fallo respiratorio y no con
una cardiopatía.
Las siguientes son las recomendaciones con respecto a la RCP básica pediátrica:
En el caso de que exista la posibilidad de que el niño pueda sufrir una posible lesión cervical, el
reanimador deberá mantener inmovilizada la columna cervical, colocando la mano firmemente
aplicada sobre la frente, evitando de esta forma todo movimiento de la misma.
Comprobar si el niño o lactante respiran, viendo si hay movimientos del tórax y/o
abdomen, oyendo los ruidos respiratorios y sintiendo el aire en la cara del reanimador:
ver, oír y sentir, durante no más de 10 segundos.
Si el niño respira se coloca en la posición lateral de seguridad, salvo que exista sospecha de lesión
de la columna vertebral, sobre todo la cervical. Los lactantes no se colocan en la llamada posición
de seguridad, sino boca arriba y con la cabeza hacia el lado, siempre que respiren bien en esta
posición.
En el caso de que el niño no respire, se iniciará la ventilación boca-boca en los niños y boca-boca y
nariz en los lactantes, siempre y cuando el reanimador pueda englobar con su boca la boca y la
nariz del lactante.
En el niño se rodea la boca con los labios y se pinza la nariz con los dedos índice y pulgar de la
misma mano que se encuentra en la frente, tras asegurar que está bien abierta la vía respiratoria,
tomar aire y soplar de forma suave, lenta y mantenida durante 1 a 1,5 segundos, observando
cómo asciende el pecho y posteriormente desciende.
La fuerza y la cantidad del aire que se introduce en los pulmones dependen del peso y de
la edad del niño, por lo que se debe observar cómo se mueve el pecho.
En niños y lactantes, al igual que en el adulto, si el tórax se mueve poco o nada se confirmará que
la apertura de la vía aérea no se está realizando de una forma correcta; se modificará, pues, la
extensión del cuello, y se efectuarán otras 5 insuflaciones.
Si no se consigue que ventile y se sospecha que existe una obstrucción de la vía aérea por un
cuerpo extraño, se aplicarán las maniobras de desobstrucción, las cuales han sido ya expuestas
para el adulto, y para el niño y lactante se expondrán más adelante en este epígrafe.
El número de respiraciones será de 12 a 20 por minuto, de tal forma que se realizará más número
de ventilaciones cuanto más pequeño sea el niño.
Masaje cardiaco y ventilación artificial. Tras las ventilaciones de rescate, comprobar si existen
signos de circulación comprobando la existencia de signos vitales (ver, oír y sentir si existe una
respiración normal, algún movimiento, incluidas deglución o tos) durante un máximo de 10
segundos.
En caso de que no existan estos signos, se considera que el niño puede estar en PCR y se iniciará el
masaje cardíaco.
Pedir ayuda.
Colocar al niño boca arriba, en una superficie dura, lisa y firme y con los brazos a lo largo del
cuerpo.
Figura 18. Posición de RCP en lactantes.
Figura 14. Comprobación de la inconsciencia en lactantes.
Figura 17. Respiración boca a boca-nariz en lactantes.
La zona para el masaje cardíaco, tanto en lactantes como en niños, es en el tercio inferior del
esternón.
Para evitar lesionar tanto el esternón como el abdomen, se comprimirá el esternón con un dedo
por encima del apéndice xifoides.
Figura 19. Localización del punto de masaje cardiaco.
Lactantes:
Si hay solo 1 reanimador, se colocarán las puntas de dos dedos a lo largo del esternón en
el lugar mencionado anteriormente, siendo aconsejable con la otra mano sujetar la frente
del niño.
Si hay 2 reanimadores, el que realiza el masaje cardíaco, empleando la técnica del abrazo
si es posible, colocará los pulgares uno al lado del otro en el tercio inferior del esternón
como en el caso anterior, dirigiendo las puntas de los dedos hacia la cabeza del lactante, y
el resto de los dedos los colocará rodeando la caja torácica, con las puntas de los dedos
soportando la espalda del mismo.
Se utilice una u otra forma de masaje cardíaco, se comprimirá el tórax con la punta de los
dedos con una fuerza que lo deprima aproximadamente la tercera parte de la profundidad
del pecho.
Se colocará el talón de una mano en la parte inferior del esternón, en el lugar mencionado
con anterioridad, para evitar comprimir el apéndice xifoides o el estómago. Si el niño es
muy grande, puede ser necesario utilizar dos manos como en el adulto. Lo importante es
deprimir adecuadamente el tórax.
Emplear una fuerza suficiente para comprimir el pecho la tercera parte de su profundidad.
La RCP se mantendrá hasta que el niño muestre signos de ventilación y circulación, llegue un
equipo cualificado o el reanimador se encuentre exhausto y nadie pueda sustituirlo.
Colocar al lactante boca abajo, apoyándolo sobre el antebrazo y sujetándolo por la mandíbula con
los dedos pulgar e índice. Mantener la cabeza ligeramente extendida, en posición neutra, y más
baja que el pecho.
En esta posición, aplicar con el talón de la otra mano 5 golpes en la mitad de la espalda, entre
ambos omóplatos o paletillas, moderadamente fuertes y rápidos.
Si no se expulsa el cuerpo extraño, cambiar al lactante al otro antebrazo, colocándolo con la boca
hacia arriba, sujetando la cabeza y poniendo esta más baja que el pecho.
Se continuará con las maniobras de RCP como ya se han descrito en lactantes y niños.
La actuación de la persona que auxilia tiene una series de limitaciones determinadas por su propia
formación y cualificación profesional, pero no se debe de obviar que en nuestro marco legal se
recoge la omisión del deber de socorro, determinando y estableciendo las pautas a seguir en la
actuación de la persona que se encuentra frente a una víctima a auxiliar.
El delito de omisión del deber de socorro viene contemplado en el artículo 195 del Código Penal:
"El que no socorriere a una persona que se halla desamparada y en peligro manifiesto y grave,
cuando pudiera hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con pena de multa de tres a
doce meses"
"En las mismas penas incurriría el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia
auxilio ajeno"
Cuando el socorrista omita la prestación de socorro a una persona que está desamparada
y en peligro manifiesto y grave. No hace falta que la persona fallezca a consecuencia de la
situación en que se encuentra, el delito se produce simplemente por no ayudarla.
Cuando el socorrista no puede prestar auxilio personalmente por alguna razón y se queda
de brazos cruzados, sin buscar auxilio ajeno.
Cuando la víctima lo es por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio debido, el
propio socorrista.
Estos deberes de solidaridad comunes a todas las personas, lo son más fuertes para aquellos que
voluntariamente o por contrato asumen la función de socorrer a las personas. Del socorrista no
solo se va a demandar la actuación, sino también el intento de evitar el resultado que pueda
producirse.
GLOSARIO
Decúbito lateral
El sujeto se encuentra acostado de lado, sea derecho o izquierdo.
Decúbito supino
Glotis
Abertura o espacio de morfología triangular que se encuentra entra las cuerdas vocales.
PCR
Fibrilación ventricular
Trastorno del ritmo cardiaco, el cual se caracteriza por presentar un ritmo de los ventrículos del
corazón superior a 250 latidos por minuto e irregular, determinando una ausencia total de la
contracción del corazón, llevando a la parada cardiaca del sujeto.
Hipoxia
Hipotermia
Cardiopatía
https://youtu.be/IpPMuAGe364