Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Curso Soporte Vital Básico SVB

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 34

CURSO SOPORTE VITAL BÁSICO SVB/BLS

INTRODUCCIÓN

El concepto Soporte Vital Básico (SVB) es más amplio que el de Resucitación Cardio-Pulmonar
Básica (RCP básica), ya que además de las maniobras de RCP incluye los siguientes aspectos:

 La prevención del paro cardiaco y respiratorio, mediante el reconocimiento precoz y la


activación del sistema de emergencias sanitarias.

 Las actuaciones iniciales que deben realizarse en las situaciones de emergencias sanitarias.

 La actuación rápida por medio de la apertura de la vía aérea y la posición de decúbito


lateral de seguridad.

 Los programas educativos para la difusión del SVB a toda la población.

 La posibilidad de sobrevivir a una parada cardiorrespiratoria (PCR) depende de una


adecuada e inmediata actuación inicial en el lugar donde ha acontecido, mediante la RCP
básica y un tratamiento especializado precoz a través de la RCP avanzada.

Por tanto, para que las maniobras de RCP sean eficaces han de producirse cuatro acciones o fases,
las cuales se conocen como cadena de supervivencia:

 Reconocer precozmente la PCR, y siempre que sea posible, la situación que la ha


desencadenado, activando inmediatamente el Sistema de Emergencia Sanitario,
preferentemente el 061 o el 112.

 Realizar a la víctima la RCP básica de forma inmediata.

 Aplicar desfibrilación lo más rápido posible, si fuera necesario

 Poner en práctica la RCP avanzada.

  Figura 1. Cadena de supervivencia.


Cada uno de los eslabones de la cadena de supervivencia tiene importancia por igual, de tal forma
que si alguno de ellos no funciona correctamente el proceso se interrumpe, reduciéndose con ello
significativamente las posibilidades de recuperación.

En este tema se analizarán los tres primeros eslabones, siendo el objetivo del mismo la adquisición
de los conocimientos adecuados para su aplicación en caso necesario. Con objeto de concretar
específicamente los contenidos, presentamos el siguiente esquema:
1. VALORACIÓN INICIAL DE LA PERSONA ACCIDENTADA INCONSCIENTE

El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el sujeto que pueden ser de
utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y
precisa.

Comprende dos formas complementarias y consecutivas de valoración: la primaria y la secundaria.

La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el auxiliador tiene al ver al
accidentado, que se forma a partir de lo que vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria
propiamente dicha, que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo,
resumidos en el ABC:

 A. Airway» Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los
pulmones.

 B. Breathing» Existencia de respiración espontánea.

 C. Circulation» Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes hemorragias.

Solo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones (reanimación cardio-
pulmonar, apertura de vías, etc.), si las hubo, se realiza la valoración secundaria.

Esta consiste en la valoración del estado del accidentado, buscando:

 Fracturas de miembros o de la columna vertebral.

 Traumatismos recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que puedan producir
hemorragias internas.

 Otro tipo de lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.

1.1. Valoración del nivel de conciencia

Comprobar si la víctima está consciente, valorando si el sujeto responde a estímulos, sacudiéndola


de forma suave por los hombros y preguntándole con un tono elevado de voz ¿Está usted bien?
¿Qué le ocurre?

 Si la persona responde, mediante movimientos y/o palabras:

o Se la mantendrá en la misma posición en que se ha hallado, siempre que no


suponga un peligro, se comprobará su estado y se solicitará ayuda al 061 o al 112.

o Revisar regularmente su estado.


o Explorar a la víctima por si existiese alguna lesión. En ese caso el auxiliador
solicitará ayuda al 061 o al 112, revisando periódicamente por si hubiese algún
cambio en su cuadro clínico.

 Si la persona no responde, se procederá a estímulos más intensos, incluyendo los


estímulos dolorosos; si no se obtiene respuesta alguna, el sujeto se encuentra
inconsciente y se procederá de la siguiente forma:

o Solicitar ayuda sin abandonar a la víctima.

o Colocarla en posición de RCP, decúbito supino, sobre una superficie lisa, dura y


firme, con los brazos a lo largo del cuerpo.

o Abrir vía aérea (conjunto de estructuras huecas que conducen el aire desde la
boca y la nariz hasta los pulmones: faringe, glotis, laringe, tráquea, bronquios).

  Figura 2. Reconocimiento del nivel de consciencia.

1.2. Control de la permeabilidad de las vías aéreas

La vía aérea en una víctima inconsciente se puede obstruir porque, al relajarse la musculatura de
la mandíbula, la lengua cae hacia atrás e impide el paso del aire hacia los pulmones.

Se seguirán los siguientes pasos:

 Arrodillarse al lado de la víctima.

 Apertura de la vía aérea: se realiza por medio de la maniobra frente-mentón, en la que el


reanimador desplaza con una mano la frente hacia atrás, mientras que con los dedos de la
otra mano bajo el mentón eleva la mandíbula hacia arriba y adelante; de esta forma se
produce la extensión del cuello y la apertura de la boca, y además se eleva la base de la
lengua, evitando con este procedimiento que obstruya la vía aérea.

 Limpieza de la boca. La limpieza de la boca se ha de realizar manualmente con el dedo en


gancho, buscando posibles objetos causa de obstrucción (chicles, caramelos). Asimismo se
retirará la dentadura postiza, si existiera. Limpiaremos, además, las secreciones que se
hallasen en la boca (vómitos), con la ayuda de gasas, pañuelos, etc.

Si tras la realización de estas maniobras no se consigue una vía aérea permeable, es decir, que
permita el paso libre de aire, se ha de sospechar la existencia de uno o más objetos en la garganta
y para su expulsión se procederá a la aplicación de la maniobra de Heimlich, la cual se expondrá
más adelante en el apartado correspondiente indicado en el esquema del tema.

  Figura 3. Maniobra frente-mentón.


  Figura 4. Extracción de cuerpo extraño.

2. RESUCITACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA

Se trata de poner en marcha un conjunto de pautas estandarizadas de desarrollo secuencial, cuyo


fin es sustituir primero, y reinstaurar después, la respiración y la circulación espontáneas.
Comprende, pues, unas maniobras que pretenden evitar las consecuencias de la PCR y que
permiten:

 Identificar si un adulto o un niño se encuentran en PCR.

 Reemplazar la función respiratoria y circulatoria detenidas.

El objetivo de la RCP Básica es mantener la oxigenación mínima del cerebro y de otros órganos
vitales, evitando el daño irreversible producido por la falta de respiración y circulación
espontáneas. Se realiza una oxigenación de emergencia con el aire que espira e insufla el
reanimador a la víctima, que tiene una concentración de oxígeno entre el 16 y el 18%. La sangre se
hace circular mediante el masaje cardíaco externo.

La máxima efectividad de la RCP se obtiene, en general, cuando se inicia antes de que hayan
transcurrido 4 minutos de la PCR, porque a partir de ese tiempo comienza a producirse daño
cerebral irreversible. Cuanto más rápido se instauren las maniobras de RCP Básica, más
posibilidades existen de que se recupere sin secuelas.

La RCP Básica comprende:


 Análisis de la situación y control de la vía aérea

El análisis de situación debe incluir la seguridad del reanimador y de la víctima.

No se debe practicar la RCP a un paciente que se encuentre en un incendio, en una vía pública con
circulación de vehículos, en un lugar donde existe riesgo de ahogo o electrocución o en cualquier
otra circunstancia que suponga un peligro inminente para el reanimador. Es necesario sacarlo de
la zona de riesgo previamente.

 Detección de la ausencia de conciencia y control de la vía aérea.

 Solicitud de ayuda.

 Apertura y desobstrucción de la vía aérea.

2.1. Pautas relacionadas en el apartado correspondiente a valoración primaria de la persona


accidentada

Tras abrir la vía aérea, con las maniobras mencionadas se comprobará si la respiración es
adecuada; para ello, el reanimador acercará la cara a la boca de la víctima, observando si se
producen movimientos respiratorios de la caja torácica, mientras se escucha y se siente en la
mejilla del reanimador la posible salida de aire.

Si respira con normalidad y está inconsciente: colocarla en posición lateral de seguridad a menos


que los movimientos puedan agravar alguna lesión (traumatismos craneales, grandes
traumatismos, politraumatizados). En estos casos se movilizará lo menos posible y, en caso
necesario, se realizará con control de la columna cervical y movilización en bloque.

Si no respira espontáneamente o solo realiza bocanadas ocasionales o intentos respiratorios muy


débiles, que prácticamente no se aprecian, no tose, no se mueve o ante la duda de lo explicado
anteriormente:

Se asumirá que la víctima se encuentra en PCR, se activará el Sistema de Emergencias 061 o el 112,
y para ello se enviará a alguna persona que se encuentre en el lugar. Si se está solo, dejar a la
víctima para llamar al 061 o al 112.

Sin otras comprobaciones, pasaremos a ejecutar el masaje cardíaco y la ventilación boca a boca.

Ver, oír y sentir son las palabras que deben recordarse para comprobar la existencia de respiración
espontánea. La comprobación de la respiración (respira o no respira) debe hacerse en un tiempo
máximo de 10 segundos.
  Figura 6. Posición lateral de seguridad.

  Figura 5. Comprobación de movimientos respiratorios.

2.2. Masaje cardiaco y ventilación artificial

Una vez que se ha comprobado que la víctima no respira y se ha alertado a 061/112, se inician las
compresiones torácicas:

 Para iniciar las compresiones torácicas (masaje cardiaco) se coloca a la víctima sobre una
superficie dura, boca arriba, con la cabeza, el tronco y las extremidades estiradas y
alineadas.

 El lugar de aplicación de las compresiones torácicas, en el adulto, es la línea media del


tórax, sobre la mitad inferior del esternón (hueso plano situado en la parte media y
anterior del tórax). Esta zona se corresponde aproximadamente con el centro del pecho,
entre las dos tetillas o mamas.

 Se coloca el talón de la mano derecha (izquierda si se es zurdo), y sobre esta aplicar el


talón de la otra, entrelazando los dedos de ambas para evitar aplastar las costillas. No
presionar sobre las costillas ni sobre la parte inferior del esternón o del abdomen.

 La aplicación del masaje se realiza manteniendo las manos lo más fijas posible sobre el
tórax, evitándose lesiones de las costillas, colocando los brazos perpendiculares al punto
elegido y cargando el peso del cuerpo sobre estos. No se deben flexionar los codos, ya que
aumenta la intensidad del esfuerzo físico del reanimador y disminuye la eficacia del
masaje.

 Las compresiones torácicas deben deprimir el esternón 4-5 centímetros en adultos, y en


niños aproximadamente 1/3 del tórax.

 El tiempo de compresión y relajación debe ser similar.

 No se deberá separar las manos del punto de masaje tras la descompresión.

 El ritmo debe ser de unas 100 compresiones por minuto (un poco menos de 2
compresiones por segundo). Contar en voz alta puede ayudar.

Se darán 30 compresiones torácicas e inmediatamente se pasará a realizar dos respiraciones


artificiales, y para ello se procederá de la siguiente manera:

 Realizar la maniobra de apertura de la vía aérea (maniobra frente-mentón).

 Manteniendo esta posición se realiza una inspiración normal, sellando la boca de la


víctima con los labios del reanimador de forma firme, al mismo tiempo que se pinza la
nariz con los dedos índice y pulgar de la mano que se encuentra en la frente abriendo la
vía respiratoria.

 Soplar suavemente y a ritmo constante en la boca de la víctima (un segundo


aproximadamente), comprobando que se eleva el pecho, lo que demuestra que es una
ventilación efectiva.

 Manteniendo la apertura de la vía respiratoria, se retira el reanimador para permitir que el


aire salga, de forma que debemos oírlo, sentirlo y ver cómo el pecho de la víctima
desciende.

 La eficacia de la ventilación se comprueba por medio de la observación de los


movimientos de la caja torácica (el pecho). Una insuflación efectiva será aquella que
consiga desplazar el tórax hacia arriba sin excesivo trabajo. No es aconsejable aumentar la
frecuencia de la ventilación, ni tampoco insuflar mucho volumen de aire, solo el suficiente
para elevar el tórax, ya que volúmenes mayores pueden provocar lesiones pulmonares o
aumentar la posibilidad de que el paciente expulse el contenido gástrico, etc.
 Si al insuflar el aire se aprecia que no entra bien en los pulmones, no se eleva el pecho,
hace ruidos importantes o cuesta excesivo trabajo, la respiración no está siendo efectiva y
se debe:

 Verificar que se ha realizado adecuadamente la apertura de la vía aérea por medio de la


maniobra frente-mentón.

 Volver a examinar la boca y extraer cualquier cuerpo extraño que pudiera existir.

 Una vez comprobados los dos apartados anteriores, practicar una nueva respiración.

 Si a pesar de todo, no se consigue elevar el pecho o tórax del paciente, habrá que
sospechar que existe una obstrucción de la vía aérea y se procederá, según se explicará
posteriormente, a aplicar la maniobra de Heimlich.

 No intentar más de dos veces seguidas la ventilación artificial. Pasar directamente al


masaje cardíaco.

 Tras dar las dos respiraciones se continuará con la secuencia de actuación: 30


compresiones torácicas/ respiraciones.

  RCP Básica en adultos

 Estas maniobras no deben detenerse a menos que aparezcan respiraciones espontáneas


de la víctima o movimientos voluntarios que hagan sospechar que se ha recuperado. Se
continuará con las maniobras de RCP Básica hasta la llegada del equipo de
urgencias/emergencias sanitarias u otra ayuda cualificada, o bien no podamos continuar
por agotamiento.

 En algunas circunstancias es difícil realizar el boca a boca. En estos casos, realice solo
compresiones torácicas a un ritmo de 100 por minuto, sin detenerlas.

 Si hubiera más de un reanimador, se aconseja relevarse cada dos minutos, para prevenir el
agotamiento. Cada relevo se realizará lo más rápidamente posible.
  Figura 7. Posición de la RCP.
  Figura 8. Posición y colocación de las manos en el masaje cardiaco.
  Figura 9. Posición de la RCP.

3. DESFIBRILACIÓN EXTERNA SEMIAUTOMÁTICA

La desfibrilación temprana es el tercer eslabón de la cadena de supervivencia y la llave de la


supervivencia. El DESA es un dispositivo portátil utilizado para estimular eléctricamente un
corazón que está en fibrilación ventricular. Al utilizar un DESA se hacen pasar fuertes choques
eléctricos entre los parches situados en el pecho del paciente. Se pueden encontrar instalados en
diferentes lugares, como edificios administrativos, gimnasios, aeropuertos, estaciones de metro o
ferrocarril, y se encontrará debidamente señalizada su presencia mediante el signo que se
muestra en la imagen.

La mayoría disponen de tres simples botones o pasos:

 1: encendido,

 2: análisis del ritmo cardíaco,

 3: descarga o choque eléctrico.

La secuencia a seguir para la actuación con DESA es la siguiente:

1. Cerciorarse de que tanto el reanimador como la víctima y todos los que le rodean están a
salvo.
2. Si la víctima no responde ni respira con normalidad, enviar a alguien a por un DESA y a
alertar al Servicio de Emergencias Médicas 112/061.

3. Se inician las maniobras de RCP básica con masaje cardíaco y ventilaciones boca a boca,
con una secuencia de 30/2.

4. Tan pronto como llegue el desfibrilador:

o Se enciende y se colocan los electrodos. Si hay más de un reanimador, se debe


continuar con la RCP mientras se prepara.

o Seguir las instrucciones verbales o visuales del DESA.

o Comprobar que nadie toca a la víctima mientras el DESA analiza el ritmo.

o Actuación según las indicaciones del DESA.

5. Si un choque eléctrico está indicado:

o Cerciorarse de que nadie toca a la víctima.

o Pulsar el botón de choque eléctrico siguiendo las indicaciones (los desfibriladores


totalmente automáticos transmiten la descarga eléctrica automáticamente).

o Seguir las instrucciones visuales o verbales.

6. Si un choque eléctrico no está indicado:

o Reanudar de inmediato la RCP, usando una relación 30 compresiones torácicas/2


ventilaciones. Seguir las instrucciones visuales o verbales.

o Seguir las instrucciones del DESA hasta que:

 Llegue ayuda profesional y le releve en reanimación.

 La víctima comience a respirar con normalidad.

 Se quede agotado.

Colocación de los electrodos del DESA

 El tórax de la víctima debe exponerse totalmente para conseguir una correcta colocación
de los parches. El vello del tórax puede impedir la adherencia de los parches e interferir la
transmisión eléctrica.

 Debe colocarse uno de los parches en el tórax a la derecha del esternón, por debajo de la
clavícula. El otro se debe colocar a nivel de la línea axilar media izquierda y en posición
vertical de su eje más largo. En mujeres debe evitarse su colocación sobre las mamas.
  Figura 10. Imágenes identificativas DESA.

Existen dos tipos de equipos:

 Semiautomático (DESA): es aquel dispositivo que para liberar la descarga eléctrica, y tras
recomendar la misma, debe ser el reanimador quien la realice con la presión de un botón.

 Automático (DEA): es aquel en el que la descarga se produce sin precisar la intervención


del resucitador.
  Figura 11. Colocación de electrodos en DESA.

4. AHOGAMIENTO, OBSTRUCCIÓN DE LAS VIAS AÉREAS EN LA PERSONA ADULTA

4.1. Signos de ahogamiento y atragantamiento

4.1.1. Ahogamiento. Obstrucción de vías aéreas

El ahogamiento por asfixia o por inmersión se produce porque un medio líquido obstruye el paso
del aire al interior de las vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:

 Ahogamiento seco: es aquel donde se produce un espasmo de la glotis; al cerrar la laringe,


el agua no llega al interior del árbol bronquial. Se conoce también como ahogamiento
blanco, por el aspecto pálido de la víctima.

 Ahogamiento húmedo: hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial del
espasmo laríngeo, por estímulos de la disminución de oxígeno y del aumento de anhídrido
carbónico a nivel del centro respiratorio de la inspiración; se denomina ahogamiento
azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.
En cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es la disminución de oxígeno a
nivel arterial.

Inicialmente, tras la inmersión total en el agua la víctima, presa del pánico, inhibe su respiración
mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras pequeñas
cantidades de aire salen de los pulmones y de la misma forma grandes cantidades de líquido son
tragadas y aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados, en relación a la ingestión de
gran cantidad de líquido.

Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la
tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardiaca. Pero como anteriormente se ha
descrito, en el ahogamiento seco, en el que el espasmo laríngeo no permite la entrada de líquido,
la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia.

 En todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado


de hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia; esto es importante,
ya que no se debe abandonar la reanimación de un ahogado basándose en su frialdad.

En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento principal que precipita la Inmersión; a


menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son advertidas y conducen a
consecuencias desastrosas.

Las actuaciones a realizar son:

 Extraer a la víctima del agua. En el agua puede iniciarse, si la víctima no respira, el boca a
boca.

 Iniciar inmediatamente las maniobras de RCP.

 No realizar procedimientos para sacar el líquido de los pulmones, ya que demoran las
maniobras de reanimación.

 Procurar protección térmica a la víctima.

 La variación con respecto al algoritmo general de Soporte Vital Básico es que en estos
casos se realizarán cinco ventilaciones antes de iniciar las compresiones torácicas y, si es
necesario abandonar a la víctima para poder ir a por ayuda, se hará un minuto de RCP
previa.

 Posición lateral de seguridad:

Se emplea, como se ha referido anteriormente, en aquellas personas que respiran


espontáneamente, pero que se encuentran inconscientes. Está contraindicada en los
traumatizados, por el riesgo de lesión de columna cervical-médula espinal.

4.1.2. Atragantamiento. Obstrucción de vías aéreas

El atragantamiento puede ocurrir por cualquier material que penetre en la vía respiratoria y la
obstruya (alimentos, prótesis dental, juguetes, monedas, etc.) impidiendo el paso de aire a los
pulmones.
Se produce de esta manera una asfixia, de forma que el organismo queda sin oxígeno, con
posibilidad de que se produzcan lesiones graves o la muerte en pocos minutos.

Sujeto consciente: la gravedad de la obstrucción condicionará las manifestaciones del paciente:

 En la obstrucción parcial leve de la vía aérea el signo principal es la tos.

 Si la obstrucción es algo más acusada, la víctima se encontrará inquieta y con tos enérgica
y continua, pudiendo presentar ruidos respiratorios del tipo de inspiración sibilante (un
sonido musical que se produce cuando la víctima intenta tomar aire).

 Si la obstrucción parcial es severa, la tos será débil e inefectiva, aparecerán ruidos


respiratorios manifiestos y signos de dificultad respiratoria, coloración azulada de labios y
cara. Esta situación puede evolucionar a la pérdida de conciencia y PCR en pocos minutos.

La obstrucción parcial no severa inicialmente puede evolucionar a obstrucción completa si se


desplaza el cuerpo extraño o la víctima se agota en sus esfuerzos tusígenos.

 En la obstrucción completa la víctima no podrá hablar, toser ni respirar y terminará


perdiendo la conciencia.

Sujeto inconsciente:

 Se sospechará una obstrucción completa de la vía respiratoria superior por cuerpo extraño
cuando ha sido presenciada por testigos, con los síntomas referidos anteriormente.

 Otra situación sugerente de obstrucción es aquella PCR en la que existe dificultad para
efectuar la ventilación con aire espirado del reanimador, a pesar de haber realizado una
adecuada apertura de la vía aérea.

Procedimiento: Maniobra de Heimlich

Si el sujeto está consciente y el problema no se resuelve mediante la tos o el procedimiento de los


golpes en la espalda, se procederá a iniciar compresiones abdominales o "Maniobra de Heimlich":

 Colocarse de pie detrás del sujeto y rodear su cintura con ambos brazos.

 Inclinar al sujeto bien hacia delante, para que al moverse el objeto que produce la
obstrucción salga por la boca en lugar de continuar bajando por la vía aérea.
  Figura 12. Colocación de los brazos sobre el sujeto.

 Cerrar una mano metiendo el pulgar dentro de ella y situar esta zona de la misma en la
línea media del abdomen del sujeto, entre el ombligo y el extremo inferior del esternón.

 Sujetar el puño con la otra mano.

 Presionar bruscamente el puño, con un movimiento rápido, hacia dentro y arriba. Para
poder realizar con éxito esta maniobra el auxiliador se arrimará al sujeto, de forma que la
parte anterior de las piernas del que realiza la maniobra contacte con la parte posterior
del sujeto. De esta forma se podrá ejercer más fuerza en el momento de realizar el
movimiento con las manos y brazos.

 Repetir esta maniobra hasta 5 veces. Cada compresión es un intento de desobstrucción.

 Si el cuerpo extraño no ha sido expulsado se debe comprobar la boca buscando cualquier


objeto que pueda ser alcanzado con el dedo.

 Continuar alternando 5 golpes en la espalda con 5 compresiones abdominales.


  Figura 13. Colocación de las manos.

Sujeto inconsciente:

Las acciones a seguir y aplicar en un sujeto inconsciente que ha perdido la consciencia por no
poder expulsar el cuerpo extraño son:

 Colocarlo en posición de RCP acostado sobre la espalda en un plano horizontal, con la cara
hacia arriba con el cuerpo alineado, encima de una superficie dura, lisa y firme.

 Abrir la vía aérea por medio de la maniobra frente-mentón, desplazando con una mano la
frente hacia atrás, mientras que con los dedos de la otra se tracciona de la mandíbula
hacia arriba y adelante, como se expuso en el apartado de Soporte Vital Básico.

 Tras observar la boca, extraer cualquier cuerpo extraño visible en ella.

 Comprobar la respiración: ver, oír y sentir.

 Si no respira, pasar a realizar la secuencia de compresiones /respiraciones igual que en la


PCR: 30/2.

 Continuar esta secuencia hasta la llegada de equipo especializado o hasta la recuperación


de la respiración espontánea.

5. REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR PEDIÁTRICA

La RCP Básica pediátrica, al igual que en el adulto, comprende un conjunto de maniobras que
permiten identificar una PCR y realizar la sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria, sin
ningún equipamiento específico, hasta que el niño pueda recibir un tratamiento más cualificado
por medio de la RCP Avanzada.
Las edades que se consideran para la realización del Soporte Vital Básico son las siguientes:

 Lactantes. Son los menores de 1 año.

 Niños. Edad comprendida entre 1 año y la pubertad.

Cuando el niño comienza la pubertad, a los efectos de la RCP, se le considera como un adulto.

5.1. La RCP Básica pediátrica

Para un reanimador no sanitario, la secuencia de actuación en la PCR infantil es prácticamente la


misma que en el adulto, a excepción de dos diferencias:

 En los niños la PCR suele estar relacionada generalmente con un fallo respiratorio y no con
una cardiopatía.

 En los niños antes de iniciar las comprensiones torácicas se administrarán 5 ventilaciones y


si solo se dispone de un reanimador se realizará 1 minuto de RCP antes de llamar a
112/061.

Las siguientes son las recomendaciones con respecto a la RCP básica pediátrica:

 Conseguir la seguridad del reanimador y del niño, evitando entornos peligrosos.

 Mover al niño exclusivamente si existe una situación de riesgo inminente o este no se


encuentra en una posición o situación adecuada para practicarle una RCP.

 Comprobar la inconsciencia con estímulos táctiles, como pellizcos o sacudidas suaves si se


trata de lactantes o bien hablándole en voz alta a aquellos niños que por su edad puedan
responder.

 Apertura y desobstrucción de la vía aérea: en niños, la apertura de las vías aéreas se


realiza al igual que en los adultos, por medio de la maniobra frente-mentón, pero la
extensión del cuello será variable, siendo tanto menor cuanto más pequeño sea el niño.

En lactantes la apertura se realizará con la maniobra frente-mentón, pero no se extenderá el


cuello, debiendo quedar en posición neutra.

En el caso de que exista la posibilidad de que el niño pueda sufrir una posible lesión cervical, el
reanimador deberá mantener inmovilizada la columna cervical, colocando la mano firmemente
aplicada sobre la frente, evitando de esta forma todo movimiento de la misma.

 Comprobar si el niño o lactante respiran, viendo si hay movimientos del tórax y/o
abdomen, oyendo los ruidos respiratorios y sintiendo el aire en la cara del reanimador:
ver, oír y sentir, durante no más de 10 segundos.

Si el niño respira se coloca en la posición lateral de seguridad, salvo que exista sospecha de lesión
de la columna vertebral, sobre todo la cervical. Los lactantes no se colocan en la llamada posición
de seguridad, sino boca arriba y con la cabeza hacia el lado, siempre que respiren bien en esta
posición.
En el caso de que el niño no respire, se iniciará la ventilación boca-boca en los niños y boca-boca y
nariz en los lactantes, siempre y cuando el reanimador pueda englobar con su boca la boca y la
nariz del lactante.

En el niño se rodea la boca con los labios y se pinza la nariz con los dedos índice y pulgar de la
misma mano que se encuentra en la frente, tras asegurar que está bien abierta la vía respiratoria,
tomar aire y soplar de forma suave, lenta y mantenida durante 1 a 1,5 segundos, observando
cómo asciende el pecho y posteriormente desciende.

Dar al principio 5 ventilaciones, llamadas de rescate, y si de ellas al menos 2 son efectivas,


mediante la observación del ascenso del tórax, se pasará a comprobar si existen signos de
circulación. No se aconseja aumentar la frecuencia de la ventilación, ni tampoco insuflar mucho
volumen de aire, solo el suficiente para elevar el tórax, ya que volúmenes mayores pueden
provocar lesiones pulmonares o aumentar la posibilidad de que el paciente expulse el contenido
gástrico, con el riesgo de aspiración broncopulmonar.

En el lactante se realiza de la misma forma, salvo que:

 La apertura de la vía aérea es en posición neutra.

 No se pinza la nariz porque se incluye en la boca del reanimador.

 Las ventilaciones son solo a bocanadas.

 La fuerza y la cantidad del aire que se introduce en los pulmones dependen del peso y de
la edad del niño, por lo que se debe observar cómo se mueve el pecho.

En niños y lactantes, al igual que en el adulto, si el tórax se mueve poco o nada se confirmará que
la apertura de la vía aérea no se está realizando de una forma correcta; se modificará, pues, la
extensión del cuello, y se efectuarán otras 5 insuflaciones.

Si no se consigue que ventile y se sospecha que existe una obstrucción de la vía aérea por un
cuerpo extraño, se aplicarán las maniobras de desobstrucción, las cuales han sido ya expuestas
para el adulto, y para el niño y lactante se expondrán más adelante en este epígrafe.

El número de respiraciones será de 12 a 20 por minuto, de tal forma que se realizará más número
de ventilaciones cuanto más pequeño sea el niño.

Masaje cardiaco y ventilación artificial. Tras las ventilaciones de rescate, comprobar si existen
signos de circulación comprobando la existencia de signos vitales (ver, oír y sentir si existe una
respiración normal, algún movimiento, incluidas deglución o tos) durante un máximo de 10
segundos.

En caso de que no existan estos signos, se considera que el niño puede estar en PCR y se iniciará el
masaje cardíaco.

Si el niño responde y no corre peligro:

 Mantener en la misma posición en la que se le encontró.

 Vigilar y evaluar periódicamente, solicitando ayuda.


Si el niño no responde:

 Pedir ayuda.

  Figura 15. Apertura de vía aérea en lactantes.


  Figura 16. Comprobación de la respiración en lactantes.

Posición de RCP en lactantes

Colocar al niño boca arriba, en una superficie dura, lisa y firme y con los brazos a lo largo del
cuerpo.
  Figura 18. Posición de RCP en lactantes.
  Figura 14. Comprobación de la inconsciencia en lactantes.
  Figura 17. Respiración boca a boca-nariz en lactantes.

Localización del punto de masaje cardiaco:

La zona para el masaje cardíaco, tanto en lactantes como en niños, es en el tercio inferior del
esternón.

Para evitar lesionar tanto el esternón como el abdomen, se comprimirá el esternón con un dedo
por encima del apéndice xifoides.
  Figura 19. Localización del punto de masaje cardiaco.

5.2. Forma de realizar el masaje cardíaco

Lactantes:

 Si hay solo 1 reanimador, se colocarán las puntas de dos dedos a lo largo del esternón en
el lugar mencionado anteriormente, siendo aconsejable con la otra mano sujetar la frente
del niño.

 Si hay 2 reanimadores, el que realiza el masaje cardíaco, empleando la técnica del abrazo
si es posible, colocará los pulgares uno al lado del otro en el tercio inferior del esternón
como en el caso anterior, dirigiendo las puntas de los dedos hacia la cabeza del lactante, y
el resto de los dedos los colocará rodeando la caja torácica, con las puntas de los dedos
soportando la espalda del mismo.

 Se utilice una u otra forma de masaje cardíaco, se comprimirá el tórax con la punta de los
dedos con una fuerza que lo deprima aproximadamente la tercera parte de la profundidad
del pecho.

 La compresión debe durar la mitad del ciclo compresión/descompresión, dejando que el


tórax vuelva a su posición normal, sin retirar las manos del lugar de las compresiones,
salvo para realizar las ventilaciones.
Niños:

 Se colocará el talón de una mano en la parte inferior del esternón, en el lugar mencionado
con anterioridad, para evitar comprimir el apéndice xifoides o el estómago. Si el niño es
muy grande, puede ser necesario utilizar dos manos como en el adulto. Lo importante es
deprimir adecuadamente el tórax.

 Emplear una fuerza suficiente para comprimir el pecho la tercera parte de su profundidad.

 La velocidad de masaje cardíaco es de 100 veces por minuto.

 Tras realizar 30 veces el masaje cardíaco se efectuarán 2 ventilaciones, continuando con


esa relación masaje cardíaco-ventilación (30/2).

Si el reanimador se encuentra solo, comprobará la eficacia de la reanimación cada 2 minutos,


suspendiendo transitoriamente las maniobras durante un máximo de 5 segundos, para observar si
existen respiración y signos de circulación.

La RCP se mantendrá hasta que el niño muestre signos de ventilación y circulación, llegue un
equipo cualificado o el reanimador se encuentre exhausto y nadie pueda sustituirlo.

6. TÉCNICA EN LACTANTES. OBSTRUCCIÓN DE LAS VÍAS AÉREAS

Colocar al lactante boca abajo, apoyándolo sobre el antebrazo y sujetándolo por la mandíbula con
los dedos pulgar e índice. Mantener la cabeza ligeramente extendida, en posición neutra, y más
baja que el pecho.

En esta posición, aplicar con el talón de la otra mano 5 golpes en la mitad de la espalda, entre
ambos omóplatos o paletillas, moderadamente fuertes y rápidos.

Si no se expulsa el cuerpo extraño, cambiar al lactante al otro antebrazo, colocándolo con la boca
hacia arriba, sujetando la cabeza y poniendo esta más baja que el pecho.

En esta posición, realizar 5 compresiones en el pecho similares a las que se expusieron en el


masaje cardíaco en la misma zona, pero más vigorosas y lentas (1 compresión por segundo).

Observar entonces la boca buscando el cuerpo extraño y extraerlo con precaución.

Si no se consigue desobstruir la vía aérea, volver a repetir la secuencia.


  Figura 20. Posición en lactante para desobstrucción de vía aérea.

  Figura 22. Comprensiones torácicas en desobstrucción vía aérea.


  Figura 21. Golpes entre ambas paletillas en lactantes.

  Figura 23. Comprobación cuerpo extraño en la boca de un lactante.

7. TÉCNICA EN NIÑOS. OBSTRUCCIÓN DE LAS VÍAS AÉREAS

Se realizarán como en el adulto, es decir:

 Dar una serie de cinco golpes en la espalda.

 Si el problema no se resuelve, iniciar compresiones abdominales o Maniobra de Heimlich.

Si el niño está inconsciente y no respira:


 Se efectuarán 5 insuflaciones con ventilación boca a boca y nariz.

 Se continuará con las maniobras de RCP como ya se han descrito en lactantes y niños.

  RCP Básica en niños

8. ACTUACIÓN LIMITADA EN EL MARCO DE SUS COMPETENCIAS

La actuación de la persona que auxilia tiene una series de limitaciones determinadas por su propia
formación y cualificación profesional, pero no se debe de obviar que en nuestro marco legal se
recoge la omisión del deber de socorro, determinando y estableciendo las pautas a seguir en la
actuación de la persona que se encuentra frente a una víctima a auxiliar.

El delito de omisión del deber de socorro viene contemplado en el artículo 195 del Código Penal:

"El que no socorriere a una persona que se halla desamparada y en peligro manifiesto y grave,
cuando pudiera hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con pena de multa de tres a
doce meses"

"En las mismas penas incurriría el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia
auxilio ajeno"

Según este artículo, el delito se cometería de tres formas distintas:

 Cuando el socorrista omita la prestación de socorro a una persona que está desamparada
y en peligro manifiesto y grave. No hace falta que la persona fallezca a consecuencia de la
situación en que se encuentra, el delito se produce simplemente por no ayudarla.

 Cuando el socorrista no puede prestar auxilio personalmente por alguna razón y se queda
de brazos cruzados, sin buscar auxilio ajeno.

 Cuando la víctima lo es por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio debido, el
propio socorrista.

Estos deberes de solidaridad comunes a todas las personas, lo son más fuertes para aquellos que
voluntariamente o por contrato asumen la función de socorrer a las personas. Del socorrista no
solo se va a demandar la actuación, sino también el intento de evitar el resultado que pueda
producirse.

GLOSARIO

Decúbito lateral
El sujeto se encuentra acostado de lado, sea derecho o izquierdo.

Decúbito supino

El sujeto se encuentra acostado boca arriba.

Glotis

Abertura o espacio de morfología triangular que se encuentra entra las cuerdas vocales.

PCR

Cese brusco, inesperado y potencialmente reversible de la respiración y circulación espontáneas.

Fibrilación ventricular

Trastorno del ritmo cardiaco, el cual se caracteriza por presentar un ritmo de los ventrículos del
corazón superior a 250 latidos por minuto e irregular, determinando una ausencia total de la
contracción del corazón, llevando a la parada cardiaca del sujeto.

Hipoxia

Disminución de oxígeno en los diferentes tejidos y órganos.

Hipotermia

Disminución o descenso de la temperatura corporal por debajo de los límites de la normalidad.

Cardiopatía

Término genérico que se emplea para las enfermedades del corazón.

ANEXO ENLACE VIDEO SOPORTE VISUAL

https://youtu.be/IpPMuAGe364

También podría gustarte