Actividad 2 - Spotlight y The Post
Actividad 2 - Spotlight y The Post
Actividad 2 - Spotlight y The Post
“Spotlight”
Casi desde el principio del filme, se expone la selectividad del periodista para cubrir
historias; el principal factor que noté fue “¿Qué tan valiosa es esta nota para los lectores?”,
pero no fue lo único. Al investigar, se considera la veracidad de las fuentes de información,
y los posibles niveles de audiencia por la calidad de la nota y el interés social de la misma.
Por otro lado, enseguida se muestra una discusión que delata conflictos en el aspecto
administrativo del periodismo; “¿Qué tan rápido se puede recolectar la información?”,
“¿Cómo afecta la lentitud de redacción de la noticia a la cantidad de lectores?”. El tiempo de
investigación de los hechos y recolección de datos se alarga si la complejidad de la historia
aumenta, por lo que pasar meses o hasta años investigando es poco rentable para un periódico,
en especial si es local. Además, dado el contexto temporal de la película (2001), se señala un
elemento que hoy en día es exponencialmente más notorio: el reciente auge del internet como
medio de comunicación alternativo, lo cual resta audiencia a los ejemplares físicos. Al
respecto, se puede afirmar que, si bien la sociedad siempre necesitará información, el grueso
de la población elegirá el medio más “eficaz” (una ilusión generada por la rapidez, que no es
lo mismo), aún si la nota carece de la profundidad que debiera.
Después se expone, de forma implícita, el compromiso que debe tener el
periodista/investigador para ahondar en una historia, e ir más allá de la cobertura diaria. No
se trata solo de mantener a la gente informada de lo que ocurre superficialmente, sino de
hacer una labor minuciosa y detallada, sobre todo cuando se trata de temas sensibles como el
que se expone en la película. Sin embargo, esto se contrapone con otra cuestión igual de
relevante: “¿Importa si se escribe una noticia que pone en tela de juicio a una institución
dogmática y/o ideológica que es relevante para la sociedad y, en consecuencia, influyente?”,
en principio, cualquier hecho o historia puede cubrirse, y si los datos cuantitativos y
cualitativos apuntan a que es necesario indagar, no debería importar de quién(es) se trate.
Se afirma entonces que la labor periodística se puede ver entorpecida por factores
sociales, ideológicos, políticos, económicos, e incluso, por error humano; si un caso “turbio”
es de relevancia para la reputación de una institución, se vuelve más difícil, pues el periodista
se enfrenta a tecnicismos legales, acuerdos de confidencialidad, manipulación de
información y eliminación de evidencia, todo por los intereses personales de los
involucrados, sobre todo si éstos tienen poder e influencias. Puede no haber recursos para
afrontar las demandas, o simplemente, no se le dio su debido valor al asunto. Investigar una
historia requiere tener razones sólidas para ello; si la información se basa en rumores, casos
aislados (o aparentemente inconexos) y/o suposiciones obtenidas de fuentes cuestionables,
la veracidad de la nota y la reputación del periódico se ven comprometidas, cosa contraria si
la pericia del investigador le orienta en la dirección correcta; la intuición, el temple y la moral
del investigador son vitales: “¿Es una buena historia?”, “¿Es importante a nivel social?”,
“¿Merece la pena luchar por la investigación?”. Si la respuesta es sí, la historia debe salir a
la luz, porque el deber del periodismo es informar la verdad, pésele a quien le pese.
Brandon Hazel García Real Géneros Periodísticos Informativos 30/03/2020