Betas Por Sectores en España
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Vol. XLI, n.º 154 · abril-junio 2012 · pp. 233-261 ARTÍCULOS DOCTRINALES 233
ABSTRACT Sector investment has grown significantly in international stock markets an also in the
Spanish one, during the last few years. Among other issues, sector portfolio managers need to estimate
accurately the beta of their portfolios in order to carry out more efficient investment strategies. Against
this background, this paper analyses the dynamic behaviour of sector portfolio’s betas in the Spanish
market. Due to previous findings in this market, we propose some extensions of the market model in
a state-space specification that will allow us to test several hypotheses about the stochastic dynamic
process followed by the sector portfolio’s betas. Given that we use daily market data, the state-space
market model observation equation’s disturbances are assumed to be conditional heteroskedastic, an
aspect that has been scarce considered in the previous literature. Finally, we propose a comparative
study about the predictive behaviour of the estimated models, an issue that it is still missing in this
market.
KEYWORDS Sector investment; Spanish stock market; Time-varying betas; State-space models;
GARCH.
* Agradecimientos: Los autores desean agradecer el apoyo financiero del Ministerio de Educación (ECO2011-26171,
SEJ2006-08317 y MTM 2008-00625). Así mismo, los autores agradecen los comentarios y sugerencias de los evaluadores
anónimos de este trabajo. Cualquier posible error encontrado en el trabajo es responsabilidad exclusiva de los autores.
** Autor de Correspondencia: Eduardo Ortas. Departamento de Contabilidad y Finanzas, Facultad de Economía y Empre-
sa, C/ Gran Vía 2, 50005 Zaragoza, España. E-mail: edortas@unizar.es
Recibido 19-12-10 · Aceptado 14-09-11 · Copyright © 2001 Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas · ISSN: 0210-2412
Eduardo Ortas, José M. Moneva y Manuel Salvador
234 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
1. INTRODUCCIÓN
Por inversión sectorial se entiende toda estrategia de inversión que toma posiciones so-
bre compañías pertenecientes al mismo sector económico o a la misma industria. Este
tipo de inversión es llevado a cabo por los inversores, principalmente, cuando tienen
unas perspectivas favorables acerca de la evolución de uno o varios sectores económicos
concretos, buscando obtener así superiores niveles de rentabilidad. Bajo el paraguas de
la inversión sectorial se encuentran los fondos de inversión y pensiones sectoriales y las
carteras de inversión sectoriales. Ambas alternativas han experimentado un gran creci-
miento durante los últimos veinte años en Estados Unidos, Europa y, así mismo, en Espa-
ña. Como indica Kaushik et al. (2010), el número de fondos sectoriales en Estados Unidos
creció de 147 en el año 1990 (representando 15 billones de dólares) a 910 en 2005 (227
billones de dólares) y a más de 1900 en 2009 (casi un trillón de dólares). La evolución en
Europa de este tipo de inversión también ha sido positiva de forma que el porcentaje de
fondos orientados hacia un enfoque geográfico/sectorial era del 48% / 23% en 1997, y del
8% / 68% en el año 2001, manteniéndose esta tendencia hacia los fondos sectoriales en la
actualidad (Burlacu y Fontaine, 2002). Así mismo, la expansión en España de los fondos
sectoriales también ha sido significativa, ya que en enero de 2010 gestionaron más de
116 millones de euros (1).
Entre los principales motivos que se pueden atribuir a la expansión de la inversión sec-
torial (tanto en fondos, como en carteras de inversión) se encuentran los dos siguientes
(Burlacu y Fontaine, 2003); a) bajo un panorama económico internacional globalizado,
los sectores económicos o industrias específicas se configuran como uno de los factores
determinantes de la rentabilidad de las carteras de inversión, en detrimento de otros
factores predecesores como podría ser el contexto geográfico; b) la inversión sectorial
puede ser una alternativa de inversión adecuada ante situaciones desfavorables en los
mercados como, por ejemplo, la crisis financiera que azota a las principales economías
de todo el mundo desde la segunda mitad del año 2008. Ambas consideraciones han
estado estrechamente relacionadas, y han propiciado un incremento notable de las es-
trategias de inversión sectoriales.
Al igual que los fondos, las carteras de inversión sectoriales deben estar gestionadas por
profesionales expertos en los sectores económicos en los que toman posiciones. En defi-
nitiva, y dado los menores niveles de diversificación asociados a las carteras sectoriales,
los gestores deberían ser capaces, al menos, de establecer estrategias de rebalanceo
y reubicación de los activos gestionados para modificar la beta de sus carteras, con el
objetivo de controlar los niveles de riesgo de estas. Sin embargo, la comprensión de los
múltiples factores que afectan al riesgo de los sectores económicos no es tarea sencilla.
Tal y como indican Fama y French (1997), las condiciones de oferta y demanda específi-
cas de cada sector de actividad están sujetas a shocks de carácter permanente como, por
ejemplo, cambios en la legislación o política monetaria, aparición de nueva información
acerca de la producción tecnológica o cambios en las preferencias de los consumidores
(1) Según los datos obtenidos de INVERCO. Para obtener mayor información se recomienda visitar la siguiente dirección:
http://www.inverco.es
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 235
y otros de carácter transitorio. Todos estos factores suelen tener un gran impacto en las
características y, lo que resulta más importante, en la evolución temporal del riesgo en
cada cartera sectorial. La evolución del riesgo de cada sector se configura, por tanto,
como uno de los elementos cruciales a estudiar en este ámbito. De este modo, si tanto in-
versores individuales como institucionales son capaces de identificar el comportamiento
dinámico del riesgo de sus carteras de inversión sectoriales, podrán efectuar una gestión
mucho más eficiente de las mismas.
Tras la revisión de la literatura existente, no se han encontrado trabajos académicos que
aborden el análisis del comportamiento dinámico del riesgo de las carteras sectoriales en
el mercado español (2). El presente trabajo pretende abordar esta cuestión contribuyendo
a la literatura en varios aspectos. En primer lugar, esta investigación aporta una medida
precisa acerca del proceso estocástico que sigue el riesgo sistemático de las carteras
de inversión sectoriales pertenecientes al Índice General de la Bolsa de Madrid (IGBM),
siendo éste el índice bursátil de referencia en el mercado español. Para ello, se aporta
una aproximación estadística muy flexible, capaz de identificar shocks de carácter per-
manente y transitorios, que afectan al comportamiento dinámico seguido por las betas de
las carteras sectoriales consideradas. Concretamente, se utilizan diferentes extensiones
del modelo de mercado, en una especificación espacio-estado, que permiten analizar el
carácter estacionario/no estacionario del proceso de evolución del coeficiente beta así
como el grado de persistencia del mismo.
Un segundo aspecto relevante del trabajo hace referencia al hecho de que la base de da-
tos considerada consta de datos de merado diarios. Por dicha razón, y dada la evidencia
empírica a favor de la presencia de heterocedasticidad condicional en las series tempo-
rales financieras observadas con alta frecuencia, se relaja la hipótesis, tradicionalmente
utilizada en la literatura, de homocedasticidad condicional de los términos de error del
modelo, lo cual dota de un mayor grado de robustez a las estimaciones realizadas de
los coeficientes beta. Esto es debido a que, al aumentar el grado de leptocurtosis de la
distribución de los errores, se debilita la influencia ejercida por observaciones atípicas
en dichas estimaciones. Finalmente, el trabajo propone un análisis del comportamiento
predictivo de los modelos utilizados, aspecto no analizado en el mercado español.
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto la existencia de diferencias notables en
la evolución y comportamiento del riesgo sistemático de las carteras sectoriales en el
mercado español. Debido a ello, estos resultados pueden ser de gran utilidad para rea-
lizar entre otras prácticas, valoración de títulos, estrategias de rotación de sectores y,
evaluación de la performance y cobertura de carteras y fondos de inversión sectoriales
mas eficientes.
El trabajo se estructura del siguiente modo. En la segunda sección se analizan los resul-
tados obtenidos por trabajos previos, tanto desde una perspectiva internacional como
para el mercado español. La tercera sección contiene las especificaciones de los modelos
(2) Como se analizará posteriormente, Miralles et al. (2009) estudian la dinámica del riesgo sistemático experimentado
por carteras de inversión en el mercado español, pero ordenadas por el tamaño de los activos que contienen, mientras que
Nieto y Rubio (2002) lo hacen de forma indirecta.
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236 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
2. REVISIÓN DE LA LITERATURA
Dada la relevancia y complejidad que tiene la correcta estimación del riesgo sistemático
que afecta a los distintos sectores económicos, surgen varios trabajos en el contexto in-
ternacional que tratan esta cuestión. Dos de los primeros trabajos en este campo son los
realizados por Brooks et al. (1998) y Faff y Brooks (1998) centrados sobre el mercado
australiano. Aunque estos trabajos pioneros fueron de carácter ilustrativo, pusieron de
manifiesto la inestabilidad de los coeficientes beta para las carteras sectoriales de este
mercado y, por ende, la necesidad de considerar modelos dinámicos para capturar el
comportamiento estocástico de dicho parámetro. Como indican dichos autores, los mo-
delos condicionales podrían ayudar a realizar tal labor en el citado mercado. Motivados
por los interesantes resultados de los trabajos anteriores, Groenewold y Fraser (1999)
extendieron los análisis sobre el mismo mercado, aplicando técnicas estadísticas más
complejas para modelar el comportamiento dinámico de las carteras sectoriales. Con-
cretamente, estimaron modelos de mercado con coeficientes betas dinámicos utilizando
ventanas móviles y modelos de mercado espacio-estado. El trabajo concluye que la ma-
yoría de las betas de las carteras sectoriales analizadas son de carácter no estacionarias
y que su dinámica parece estar en función del modelo econométrico aplicado.
Posteriormente, Faff et al. (2000) replican su estudio previo, pero esta vez enfocado so-
bre las carteras sectoriales del mercado británico. Para ello utilizan una base de datos
de mercado con frecuencia diaria, así como diversas técnicas econométricas como: un
modelo de mercado extendido en función de la volatilidad experimentada por el mercado
(Schwert y Seguin, 1990), un modelo de mercado espacio-estado y un modelo GARCH
multivariante. Sus resultados indican que este último tipo de modelo es el que mejor nivel
de ajuste presenta. Tres años más tarde, Li (2003) analiza la dinámica del coeficiente de
riesgo beta de las carteras sectoriales del mercado neozelandés mediante modelos de
volatilidad estocástica. El trabajo revela que las betas asociadas a las carteras sectoriales
de dicho mercado no son constantes. Por su parte, Jostova y Philipov (2005) analizan las
betas de las carteras sectoriales del mercado norteamericano a través de un modelo es-
tocástico bayesiano. El trabajo concluye que las betas de estas carteras sectoriales no son
constantes y que existen diferencias significativas en la magnitud de los shocks sobre el
riesgo sistemático de éstas, existiendo una alta persistencia de los efectos transitorios en
la cartera referente al sector financiero. Otro trabajo relevante en el área es el propuesto
por Mergner y Bulla (2005), que modela las betas de las carteras sectoriales en el con-
texto europeo utilizando una gran variedad de modelos econométricos (modelos GARCH
multivariantes, procesos de volatilidad estocástica, modelos de regímenes cambiantes
Markov y modelos de mercado espacio-estado). El trabajo concluye que los modelos de
mercado espacio-estado son los que mejor grado de ajuste a los datos alcanzan.
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 237
A pesar de las indicaciones de Marín y Rubio (2001), que concluyen que en el mercado
español las betas de las carteras sectoriales podrían variar en el tiempo, los trabajos
en este mercado se han focalizado, de forma general, hacia la aplicación empírica del
modelo CAPM (3). De este modo, no se han encontrado evidencias de estudios académicos
que analicen el comportamiento dinámico del riesgo sistemático experimentado por las
carteras sectoriales en el mercado español. Si embargo, es necesario indicar que en la
actualidad existen trabajos como los realizados por Miralles et al. (2009) y Nieto y Rubio
(2002), que analizan el comportamiento dinámico de la beta de varias carteras de activos
financieros en este mercado. Así, Nieto y Rubio (2002) indican que existen ciertos facto-
res adicionales a la beta de mercado, que influyen en el riesgo de cada título y que, ade-
más, podrían no permanecer constantes en el tiempo (4). Por otro lado, el trabajo llevado
a cabo por Miralles et al. (2009) puede considerarse como pionero en la modelización del
coeficiente de riesgo beta de diferentes carteras en el mercado español. Estos autores es-
timan el riesgo sistemático de carteras de títulos pertenecientes al IGBM ordenadas por
su tamaño, aplicando una amplia gama de modelos con betas cambiantes en el tiempo:
modelo con beta asimétrica (en función del estado del mercado a través de la tendencia
mostrada por los precios de las carteras y en función del estado de la economía defini-
do por el Indicador de Confianza Industrial), modelo condicional, modelo basado en la
volatilidad del mercado, modelo de mercado espacio-estado estimado a través del filtro
de Kalman y modelo GARCH bivariante. Este trabajo evidencia la no estabilidad del co-
eficiente beta para las carteras de inversión pertenecientes al IGBM ordenadas por el
tamaño de los activos. Así mismo, se indica que la frecuencia de observación de las series
financieras en el mercado español afecta de forma crucial en la elección del proceso es-
tocástico óptimo para modelar la dinámica de las betas de estas carteras. De este modo
se concluye que, con datos de mercado mensuales, el modelo con menor nivel de ajuste
es aquel que incorpora en el cálculo de la beta un componente asimétrico en función del
estado de la economía definido por el Indicador de Confianza Industrial y elaborado para
el mercado español por la Unión Europea. Por otro lado, cuando se emplean observacio-
nes diarias, el modelo de mercado espacio-estado es el que presenta mejores niveles de
ajuste para capturar el comportamiento dinámico del riesgo sistemático de las betas de
las carteras analizadas.
Varios trabajos internacionales también evidencian la superioridad de los modelos de
mercado espacio-estado para capturar los comportamientos dinámicos de las betas de
las carteras de inversión convencionales y sectoriales, cuando se utilizan bases de datos
de series temporales financieras de alta frecuencia de observación (Black et al., 1992;
Wells, 1994; Brooks et al., 1998; Groenewold y Fraser, 1999; Faff et al., 2000; McKenzie
et al., 2000; Mamaysky et al., 2007, 2008; Holmes y Faff, 2008; Adrian y Franzoni, 2009).
(3) En el mercado de valores español, las primeras aplicaciones empíricas del modelo CAPM para estimar la beta, así
como primas de riesgo de diferentes carteras de inversión, datan de los años setenta del siglo XX. Así, trabajos como los de
Palacios (1973), Berges (1984), Rubio (1988, 1991), Gallego et al. (1992), Rubio y Basarrate (1994) o Sentana (1995, 1997)
rechazan las hipótesis establecidas por el modelo CAPM para este mercado. En estos se pone de manifiesto la existencia de
primas de riesgo no significativas e incluso negativas en algunos casos.
(4) Sin embargo, el objetivo del trabajo de Nieto y Rubio (2002) consiste en contrastar la validez del CAPM en el mercado
español, prestando una atención residual al comportamiento dinámico de las betas de las diferentes carteras en el mercado
español.
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238 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
Por este motivo, y debido a que se hará uso de datos de mercado diarios, en el presente
trabajo se propone un conjunto de modelos de mercado espacio-estado con el objetivo
de describir la dinámica de las betas asociadas a las carteras de inversión sectoriales
del mercado español. Adicionalmente, la presente investigación contribuye a la literatu-
ra en este contexto geográfico, extendiendo el tradicional modelo de mercado espacio-
estado de forma que se permite descomponer el comportamiento dinámico de las betas
de las carteras sectoriales en una componente a largo plazo (que recoge los efectos de los
shocks permanentes que afectan al riesgo de cada sector) y otra de carácter transitorio
(que recoge los efectos de los shocks transitorios que afectan al riesgo de cada sector).
De este modo, se podrá analizar el carácter estacionario o no estacionario del proceso de
evolución del coeficiente beta así como el grado de persistencia del mismo en las diferen-
tes carteras sectoriales. Adicionalmente, y dada la heterocedasticidad que presentan las
series financieras de frecuencia diaria, se permite que las distribuciones de los errores
de las ecuaciones de observación implícitas en los modelos de mercado espacio-estado
sean de carácter condicionalmente heterocedásticas. Finalmente, se propone un estudio
comparativo del comportamiento predictivo de los modelos estimados.
3. METODOLOGÍA
^ Sri,rm
βi,t = ———— (2)
S 2rm
donde Sri,rm es la covarianza muestral entre las rentabilidades ri y rm, y S 2r mes la varianza
muestral de la rentabilidad rm.
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La hipótesis de constancia a lo largo del tiempo del coeficiente de riesgo beta (βi) puede
ser poco realista (Blume, 1971; Collins et al., 1987; Harvey, 1989; Lee y Rahman, 1990;
Ferson y Harvey, 1991, 1993; Holmes y Faff, 2004; Benson et al., 2007) debido, en gran
medida, a que de forma genérica las series financieras no son estacionarias (Bos y New-
bold, 1984; Brooks et al., 1992; Faff et al., 1992; Groenewold y Fraser, 1999). Por ello, la
metodología aplicada en este trabajo debilita dicha hipótesis y propone una extensión del
modelo de mercado definido por la expresión [1] en una especificación espacio-estado
dada por las siguientes ecuaciones:
– –
βi,t = β i + φi (βi,t-1 - β i) + ζi,t con ζi,t ∼ N (0,σ 2ζ,i ) (4)
βiR,W RW
t = βi , t-1 + ζ i,t (5)
utilizado en Sunder (1980), Lie et al. (2000) y Li (2003) entre otros. Si, por el contrario, se
supone φi = 0, el coeficiente beta sigue un proceso denominado como coeficiente aleatorio
dado por:
–
βiR,tC = β i + ζi,t (6)
–
donde el parámetro β i representa la media de la beta a lo largo de la muestra conside-
rada (ver Fabozzi y Francis, 1978; Simonds et al., 1986; Brooks et al., 1992; Wells, 1994;
Faff et al., 2000, entre otros). Finalmente, si 0 < |φi| < 1, el coeficiente beta sigue un pro-
ceso AR(1) estacionario que puede expresarse como:
– –
βiM,tR = β i + φi (βiM,t-1R - β i ) + ζi,t (7)
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240 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
–
donde β i es el valor medio de los coeficientes βi,t en torno al cual oscilan y φi representa
la velocidad con el que el coeficiente βi,t revierte a su media (ver Ohlson y Rosenberg,
1982; Bos y Newbold, 1984; Collins et al., 1987; Faff et al., 1992; Brooks et al., 1998;
Groenewold y Fraser, 1999, entre otros).
βiR,W
t
MR
= Ti,t + Ci,t (8)
donde:
La ecuación (8) describe el proceso dinámico de la beta de las carteras sectoriales (βiR, W t
MR
)
a través de su descomposición en una componente a largo plazo (Ti,t), modelada median-
te un paseo aleatorio (RW) descrito en la ecuación (9) y otra de carácter transitorio (Ci,t),
modelada mediante un proceso estacionario autorregresivo (MR) de orden 1 descrito en
la ecuación (10). Las componentes Ti,t y Ci,t son tratadas como variables latentes cuyos
valores son atribuidos a través de las expectativas condicionales en cada momento del
tiempo t, Ti,t | t = E [Ti,t /ri,1, …, ri,t] y Ci,t | t = E [Ci,t /ri,1, …, ri,t]. Este aspecto permite estimar
cómo un inversor racional modifica sus decisiones de inversión cuando la información
obtenida del mercado en el periodo t es incorporada al modelo.
Los parámetros del modelo son estimados a través de optimización numérica sobre la
siguiente función de verosimilitud (Harvey, 1990):
T 1 T 1 T
υ (θ )2
2 2 t=1 Σ
log Li (θi ) = - —— log (2π) - —— log fi,t (θi) - ——
2 Σ————
f (θ )
t=1 it
i,t
i
i
(11)
– –
donde (θi ) = (β i, φi, σ 2ε,i , σ 2ζ,i )' en el caso del modelo (3)-(4) y (θi ) = (β i, φi, σ 2ε,i , σ 2υ,i , σ 2ζ,i )' en el
caso del modelo (3), (8)-(10). En este caso, vi,t (θi ) = ri,t - E [ri,t|θi , ri,1, …, ri,t-1, rm,1, …, rm,t] son
los residuos predictivos a un paso, y f i,t (θi ) = Var [vi,t|θi , ri,1, …, ri,t-1, rm,1, …, rm,t). Los valores
del vector E [ri,t|θi , ri,1, …, ri,t-1, rm,1, …, rm,t] y f i,t (θi ) son obtenidos a través del algoritmo
recursivo denominado como filtro de Kalman (véase Harvey, 1990).
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 241
mente, los valores iniciales de los restantes parámetros del vector de hiperparámetros
(σ 2ε,i , σ 2υ,i , σ 2ζ,i ) adoptan un valor (5) igual a e-1.
TARCH (1,1): σ 2ε,i ,t = ωi + αi,1ε2i,t-1 + δi,1ε2i,t-1 I(ε2i,t-1 < 0) + γi,l σ 2ε,i ,t-1
donde εi,t-1 | Ωi,t-1 ~ N (0,σ 2ε,i ,t ), Ωi,t-1 = {ri,l, …, ri,t-1}, αi,1, γi,1 ≥ 0 y I (εi,t < 0) = 1 cuando εi,t < 0
y cero en otro caso. Adicionalmente, el parámetro δi,t busca capturar el llamado efecto
asimétrico presente en muchas series financieras.
(5) Un análisis de sensibilidad llevado a cabo con respecto a estos valores no modificaron sustancialmente los resultados
obtenidos.
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242 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
log L k
AIC = -2 ——— + —— (13)
T T
log L k
BIC = -2 ——— + —— log T (14)
T T
donde I(A) es la función indicador del componente A; rinf,t = E [rt | r1, …, rt-1, θ̂] - za/2 D [rt | r1,
…, rt-1, θ̂] y rsup,t = E [rt | r1, …, rt-1, θ̂] - za/2 D [rt | r1, …, rt-1, θ̂] son los límites superior e infe-
rior de los intervalos predictivos a un paso para un nivel de confianza igual a 100(1-α)%,
donde zα denota el (1-α) cuantil de la función de distribución normal. Como demuestran
Gneiting y Raftery (2007), la función definida por la expresión (15), que evalúa el com-
portamiento predictivo de un modelo para un nivel de confianza igual a 100(1-α)%, es
propia, es decir, alcanza su mínimo en el proceso generador de los datos, aspecto de gran
relevancia para determinar la fiabilidad asociada a los coeficientes beta estimados por
cada modelo.
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 243
donde pi,t es el precio de cierre de la cartera sectorial i ajustada por dividendos e in-
crementos de capital en el día t; ln es el logaritmo neperiano y rte es la rentabilidad del
activo libre de riesgo en el día t. La rentabilidad a un día de las Repos sobre las Letras
del Tesoro españolas (7) ha sido considerada como la rentabilidad diaria del activo libre
de riesgo. Esta elección viene motivada por el hecho de que se utilizan datos de mercado
diarios y por que el activo descrito es el más liquido en dicho mercado. Las rentabilida-
des en exceso diarias del índice de mercado (IGBM), rm,t, han sido también obtenidas de
acuerdo a la ecuación (16).
La tabla I muestra los estadísticos descriptivos de las rentabilidades diarias en exceso
de las diferentes carteras sectoriales así como del índice de mercado. La mayor rentabi-
lidad media diaria en exceso se aprecia para la cartera referente a materiales básicos,
industria y construcción (0,0293%), mientras que los menores niveles se asocian a la
cartera de servicios financieros e inmobiliarios (-0,0090%). El nivel de riesgo, medido a
través de la desviación típica de las rentabilidades diarias en exceso, presenta su mayor
valor para la cartera de servicios financieros e inmobiliarios (1,8086), mientras que la
cartera referente a bienes de consumo presenta los menores niveles (1,1625). Todas las
series presentan leptocurtosis, por lo que las rentabilidades de las carteras sectoriales y
de mercado no siguen una distribución normal, tal y como indican los valores obtenidos
en los contrastes de normalidad Jarque-Bera (J-B). Adicionalmente, tal y como señalan
los resultados de los contrastes de heterocedasticidad (L-B2 y ARCH: ver pié de tabla I) e
independientemente del número de retardos considerados (8/12) indican que todas las
series de rentabilidades en exceso de las carteras sectoriales y la de mercado presen-
tan heterocedasticidad, rasgo común en series financieras observadas con frecuencia
diaria.
TABLA I
ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LAS RENTABILIDADES DIARIAS EN EXCESO SOBRE EL ACTIVO LIBRE DE RIESGO
Desv.
Media Asimetría Curtosis J-B ARCH(8) / (12) L-B2(8) / (12)
Típica
** *** *** *** ***
IGBM 0,0010% 1,3987 -0,1095 8,7179 3188,3 65,17 /50,32 1146,4 ***/1698,4 ***
*** *** *** *** ***
Bienes de consumo 0,0263% 1,1625 -0,2769 10,437 5416,2 13,85 /12,42 167,37 ***/261,2 ***
Materiales básicos,
industria y 0,0293% 1,4140 -0,4509 *** 9,0906 *** 3691,4 *** 53,20 ***/47,23 *** 825,64 ***/1397,8 ***
Construcción
(Continúa pág. sig.)
(7) La información ha sido obtenida de las bases de datos de series financieras de Analistas Financieros Internacionales
(AFI). Para más información, véase: http://www.afi.es/
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244 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
TABLE I (CONT.)
ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LAS RENTABILIDADES DIARIAS EN EXCESO SOBRE EL ACTIVO LIBRE DE RIESGO
Petróleo y energía 0,0054% 1,3054 -0,0974 * 12,777 *** 9312,7 *** 87,06 ***/61,16 *** 1380,9 ***/1721,6 ***
*** *** *** *** ***
Servicios de consumo -0,0006% 1,2911 -0,4060 7,0378 1651,8 36,79 /27,71 591,2 ***/829,1 ***
Servicios financieros e
-0,0090% 1,8086 0,0568 8,6064 *** 3061,9 *** 55,57 ***/45,53 *** 946,55 ***/1446,3 ***
inmobiliarios
Tecnología y
-0,0084% 1,7211 0,1594 *** 7,4822 *** 1966,1 *** 50,79 ***/36,60 *** 819,6 ***/1140,4 ***
Telecomunicaciones
***
Significativo al 1%; ** Significativo al 5%; * Significativo al 1%. El valor del estadístico J-B hace referencia al test de normalidad de
Jarque-Bera. Los contrastes L-B2 y ARCH están basados en la estimación de un modelo de paseo aleatorio ajustado a todas las series de
rentabilidades en exceso sobre el activo libre de riesgo. El valor del estadístico L-B2 hace referencia al contraste de de heterocedasticidad Ljung-
Box aplicado sobre los valores de la función de autocorrelación de los residuos cuadráticos (ver McLeod y Li, 1983). El valor del estadístico
ARCH hace referencia al contraste de heterocedasticidad del multiplicador de Lagrange propuesto por Engle (1982). El número de retardos
utilizados en los contrastes ARCH viene determinado por la parte entera del logaritmo neperiano del número de observaciones; Ln (2338) ≈ 8
que, para los contrates tipo Box-Ljung es el retardo en el que el contraste alcanza su máxima potencia (ver Tsay, 2005). Así mismo, se ha optado
por incluir el mismo retardos en el contraste L-B2 por razones de homogeneización. Si bien, se incluyen los valores de los contrastes L-B2 y
ARCH con doce retardos para observar si existen diferencias en los resultados de los tests.
La Tabla II muestra los parámetros estimados por el modelo de mercado definido por la
ecuación (1) a través de MCO para cada cartera sectorial tomando como benchmark de
mercado el IGBM.
TABLA II
ESTIMACIÓN DEL MODELO DE MERCADO
Test de Wald
Cartera αi βi AIC BIC
Ho: αi = 0; βi = 0
0.0257 0.5462*** 613.6571***
Bienes de consumo 2.5745 2.5794
(0.0181) (0.0129) (0.0000)
Materiales básicos, industria y 0.0285 0.8461*** 91.8962***
2.3260 2.3309
construcción (0.0160) (0.0114) (0.0000)
0.0045 0.7943*** 205.7745***
Petróleo y energía 2.0836 2.0885
(0.0141) (0.0101) (0.0000)
-0.0014 0.7758*** 234.6074***
Servicios de consumo 2.1245 2.1294
(0.0144) (0.0103) (0.0000)
Servicios financieros e -0.0103 1.2385*** 482.8533***
1.5281 1.5330
inmobiliarios (0.0107) (0.0076) (0.0000)
Tecnología y -0.0095 1.0461*** 6.0482***
2.6418 2.6467
Telecomunicaciones (0.0187) (0.0134) (0.0000)
***
Significativo al 1%; ** Significativo al 5%; * Significativo al 1%. La tabla muestra los parámetros estimados por el modelo de
mercado donde ri,t es la rentabilidad diaria en exceso de la cartera sectorial i en el periodo t, y rm,t es la rentabilidad diaria en exceso
de la cartera de mercado (IGBM) en el periodo t. Los valores entre paréntesis de las primeras dos columnas se corresponden con
los errores estándar de los parámetros estimados (αi y βi). Los valores entre paréntesis de la última columna se identifican con los
errores estándar estimados para el Test de Wald. La aceptación de la hipótesis nula del contraste indica que los niveles de rentabilidad
y riesgo de las carteras sectoriales no difirieren de manera significativa con respecto a la cartera de mercado.
Los resultados indican que ninguno de los parámetros αi es significativo. Sin embargo,
todos los valores estimados del coeficiente βi son significativamente distintos de cero (al
1%). Adicionalmente, la hipótesis nula del test de Wald (αi = 0, βi = 1) no puede ser acep-
tada para ninguna cartera sectorial (al 1%), lo que pone de manifiesto que los niveles
de riesgo experimentado por éstas son significativamente distintos del experimentado
por la cartera del mercado. Aunque se aprecian amplias diferencias entre los valores
estimados para los coeficientes βi , el presente modelo supone que dichos coeficientes son
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 245
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246 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
TABLA III
ESTIMACIÓN DEL MODELO DE MERCADO CON VENTANAS MÓVILES.
–
Cartera sectorial Modelo α–i αi,min, αi,max βi βi,min, βi,max
RMCO (90,1) 0,0228 -0,249 , 0,180 0,5975 0,276 , 0,979
Bienes de consumo RMCO (90,10) 0,0215 -0,232 , 0,169 0,5974 0,275 , 0,972
RMCO (90,30) 0,0205 -0,206 , 0,166 0,5979 0,276 , 0,919
Materiales básicos, RMCO (90,1) 0,0164 -0,329 , 0,198 0,9218 0,329 , 1,496
industria y RMCO (90,10) 0,0165 -0,329 , 0,186 0,9210 0,342 , 1,494
construcción RMCO (90,30) 0,0183 -0,261 , 0,152 0,9230 0,374 , 1,494
RMCO (90,1) 0,0001 -0,269 , 0,196 0,8014 0,387 , 1,296
Petróleo y energía RMCO (90,10) -0,0002 -0,235 , 0,161 0,8007 0,419 , 1,215
RMCO (90,30) -0,0015 -0,219 , 0,135 0,7985 0,419 , 1,203
RMCO (90,1) -0,0065 -0,276 , 0,209 0,8136 0,575 , 1,154
Servicios de consumo RMCO (90,10) -0,0078 -0,270 , 0,178 0,8126 0,585 , 1,126
RMCO (90,30) -0,0095 -0,225 , 0,129 0,8121 0,605 , 1,063
RMCO (90,1) -0,0075 -0,261 , 0,155 1,1793 0,962 , 1,657
Servicios financieros e
RMCO (90,10) -0,0071 -0,202 , 0,147 1,1787 0,962 , 1,649
Inmobiliarios
RMCO (90,30) -0,0070 -0,125 , 0,095 1,1758 0,962 , 1,624
RMCO (90,1) -0,0038 -0,303 , 0,321 1,0991 0,417 , 1,696
Tecnología y
RMCO (90,10) -0,0038 -0,285 , 0,309 1,1018 0,440 , 1,672
Telecomunicaciones
RMCO (90,30) -0,0030 -0,285 , 0,263 1,1095 0,445 , 1,647
La tabla refleja las estimaciones del modelo de mercado con ventanas móviles de amplitud 90 observaciones diarias y con solapa-
miento de 1 día (RMCO(90,1)), 10 días (RMCO(90,10)) y 30 días (RMCO(90,30)). La tercera y quinta columna reflejan los valores
promedios estimados de los parámetros αi y βi respectivamente. Adicionalmente, la cuarta y sexta columna muestran los rangos
entre los que se sitúan los parámetros αi y βi estimados.
La tabla IV muestra que los valores adoptados por los criterios de selección de modelos
(AIC y BIC) son todos inferiores a los obtenidos en la estimación del tradicional modelo
de mercado (recogidos en la tabla II), lo que pone de manifiesto la mayor habilidad de los
modelos espacio-estado para capturar el comportamiento de las diferentes betas asocia-
das a todas las carteras sectoriales que componen el IGBM. Este aspecto coincide con los
resultados obtenidos por trabajos previos sobre el mismo mercado (Miralles et al., 2009)
y en otros de carácter internacional (Faff y Brooks, 1998; Groenewold y Fraser, 1999; Faff
et al., 2000; Li, 2003; Mergner y Bulla, 2005).
Los modelos que suponen heterocedasticidad en el término de error de las ecuaciones
de observación (εi,t) alcanzan un mejor nivel de ajuste que los que suponen homocedasti-
cidad en este parámetro, para todas las carteras analizadas e independientemente de la
ecuación de estado considerada. Se observa, además, que las varianzas de los errores de
2 2
evolución del modelo συ,i y σ ζ,i son, en general, menores en los modelos heterocedásticos
que en sus correspondientes homocedásticos siendo, por tanto, más suave y más precisa
la evolución de los coeficientes βi,t estimada por los modelos heterocedásticos. Este efecto
es motivado, en gran medida, por la mayor leptocurtosis de la distribución incondicional
de los términos de error (εi,t) así como por un ligero incremento de su varianza (σε,i2 ), todo
lo cual reduce la influencia de datos atípicos en la estimación de los coeficientes beta,
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 247
TABLA IV
ESTIMACIÓN Y BONDAD DE AJUSTE DE LOS MODELOS DE MERCADO ESPACIO-ESTADO AJUSTADOS A LOS DATOS
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248 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
TABLE IV (CONT.)
ESTIMACIÓN Y BONDAD DE AJUSTE DE LOS MODELOS DE MERCADO ESPACIO-ESTADO AJUSTADOS A LOS DATOS
RW -0,0104 0,1992 n.a. 0,2223 n.a. n.a. 1,3585 1,3659
RC -0,0182 * 0,1445 n.a. 0,0642 1,2180 *** n.a. 1,3094 1,3193
Hom
MR -0,0155 * 0,1510 n.a. 0,0448 1,2089 *** 0,4722 *** 1,2970 1,3094
Servicios RWMR -0,0143 0,1477 0,0184 0,0415 n.a. 0,0015 1,2636 1,2759
financieros e
RW -0,0076 0,2676 n.a. 0,0301 n.a. n.a. 1,1057 1,1106
Inmobiliarios
RC -0,0148 0,2708 n.a. 0,0174 1,1941 *** n.a. 1,1364 1,1438
Het
MR -0,0112 0,2609 n.a. 0,0005 1,1800 *** 0,9856 *** 1,0877 1,0976
RWMR -0,0088 0,2571 0,0198 0,0098 n.a. 0,0000 1,1004 1,1103
RW -0,0049 0,5908 n.a. 0,1761 n.a. n.a. 2,3865 2,3939
RC -0,0280 * 0,4513 n.a. 0,2003 1,1128 *** n.a. 2,4478 2,4576
Hom
MR -0,0063 0,5775 n.a. 0,0038 1,1158 *** 0,9847 *** 2,3770 2,3893
Tecnología y RWMR -0,0174 0,4582 0,0472 0,0887 n.a. 0,0000 2,3239 2,3362
telecomunicaciones RW -0,0337 ** 0,6561 n.a. 0,0789 n.a. n.a. 2,1558 2,1607
RC -0,0393 ** 0,8310 n.a. 0,0644 1,0976 *** n.a. 2,3197 2,3271
Het
MR -0,0351 ** 0,6612 n.a. 0,0010 1,1223 *** 0,9958 *** 2,1472 2,1571
RWMR -0,0354 ***
0,6509 0,0591 0,0175 n.a. 0,0000 2,1499 2,1598
*** ** *
Significativo al 1%; Significativo al 5%; Significativo al 1%. La tabla refleja los parámetros estimados por los modelos propuestos bajo
las dos ecuaciones de estado [4] y [8]. La segunda columna indica la hipótesis que se ejerce sobre el término de error de las ecuaciones de obser-
vación o rentabilidad idiosincrática «εi,t» (homocedásticos – «HOM» o heterocedásticos – «HET») de las diferentes carteras sectoriales. La tercera
columna indica el modelo considerado (RW, RC, MR o RWMR). La cuarta columna refleja la estimación de la rentabilidad anormal de la cartera
sectorial i sobre la rentabilidad de la cartera de mercado. Las siguientes tres columnas (5 a 7) muestran los estimadores máximo-verosímiles de
las varianzas de los términos de error de las ecuaciones de observación y de estado. La varianza de los errores de las ecuaciones de observación
(σε,i2 ) para los modelos heterocedásticos se corresponde con la varianza incondicional de εi,t. Las columnas 8 y 9 reflejan las estimaciones de los
—
restantes valores del vector de hiperparámetros (β i y φi). Finalmente, las dos columnas restantes muestran los niveles de ajuste de los modelos a
través de los criterios AIC y BIC. Los valores «n.a.» representan coeficientes no aplicables para los diferentes modelos considerados. En negrita
se señalan los modelos con mejores niveles de ajuste respecto a los criterios AIC y BIC.
En función de los valores adoptados por los criterios AIC y BIC para los modelos implí-
citos en las dos ecuaciones de estado, así como en la significatividad de los parámetros
—
β i y φi, puede clasificarse el comportamiento dinámico de las betas de las carteras secto-
riales bajo un cuádruple patrón de comportamiento. En primer lugar se sitúa la cartera
referente a «bienes de consumo», cuya beta se ajusta en mayor medida a un proceso de
coeficiente aleatorio. En este sentido llama la atención el hecho de que la beta de este
sector no se vea afectada de forma significativa por efectos de carácter transitorio, como
en un principio podría pensarse. Este aspecto podría ser ocasionado por la existencia de
un efecto compensatorio como consecuencia de las oscilaciones del coeficiente de riesgo
beta de las diferentes industrias comprendidas en esta cartera sectorial. En segundo
lugar, la beta de la cartera referente a «materiales básicos, industria y construcción»
parece seguir un proceso estocástico dinámico explicado conjuntamente por el compo-
nente permanente y transitorio (RWMR). Si bien, la no significatividad del coeficiente φi
en el modelo RWMR indica la prevalencia del componente permanente para explicar el
comportamiento dinámico de la beta en este sector. Así, se pone de manifiesto el hecho
de que los shocks transitorios en el mercado afectan muy levemente al riesgo sistemá-
tico de esta cartera. Así, la figura I que muestra las diferentes estimaciones puntuales y
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 249
por intervalos (al 95% de confianza) de las betas de las carteras sectoriales analizadas
para los modelos con mayor nivel de ajuste, indica que la tendencia de la beta asociada
a esta cartera es creciente desde el inicio del periodo temporal considerado (2 de enero
de 2001) y decrece a partir de la aparición de la crisis financiera (hacia la mitad del año
2008), que se extiende hasta la actualidad. La tendencia alcista y bajista en la beta de
este sector se explica por la previa expansión / contracción de las empresas constructo-
ras, que dio lugar a la obtención de una rentabilidad creciente / decreciente y, de forma
inherente se le asociaran altos / bajos niveles de riesgo.
TABLA V
BONDAD DE AJUSTE DE LOS INTERVALOS PREDICTIVOS
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250 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
TABLE V (CONT.)
BONDAD DE AJUSTE DE LOS INTERVALOS PREDICTIVOS
RMCO (90,1) 97,8202 <0,001 0,0040 <0,001 19.446,3880
RMCO (90,10) 97,5893 <0,001 0,0017 <0,001 20.081,6385
RMCO (90,30) 97,2523 <0,001 0,0012 <0,001 21.264,6099
Hom RW 97,6000 <0,001 <0,001 <0,001 22.004,1500
RC 97,6800 <0,001 0,0014 <0,001 20.531,9800
Servicios de
MR 97,7200 <0,001 <0,001 <0,001 20.531,2200
consumo
RWMR 97,5500 <0,001 <0,001 <0,001 20.540,6700
RW 98,5000 0,0440 0,2945 0,0232 18.939,8200
RC 98,7500 0,0782 0,0517 0,2520 18.603,4500
Het
MR 98,4100 0,0104 0,1366 0,0085 18.703,9100
RWMR 98,6700 0,2253 0,4220 0,1265 18.807,6000
RMCO (90,1) 97,5089 <0,001 <0,001 <0,001 13.367,1369
RMCO (90,10) 97,4107 <0,001 <0,001 <0,001 14.192,2366
RMCO (90,30) 97,0720 <0,001 <0,001 <0,001 14.520,7471
Hom RW 97,0400 <0,001 <0,001 <0,001 16.051,3300
Servicios finan- RC 97,5500 <0,001 <0,001 <0,001 15.329,3700
cieros e MR 97,5100 <0,001 <0,001 <0,001 15.003,7400
Inmobiliarios RWMR 97,6000 <0,001 <0,001 <0,001 14.657,0000
RW 98,3700 0,0171 0,6115 0,0050 12.852,1000
RC 98,6700 0,2253 0,4220 0,1265 13.364,4900
Het
MR 98,6700 0,2253 0,4220 0,1265 12.771,7000
RWMR 98,4500 0,0416 0,5521 0,0143 12.914,9300
RMCO (90,1) 97,6423 <0,001 <0,001 <0,001 25.834,2822
RMCO (90,10) 97,2768 <0,001 <0,001 <0,001 27.038,1144
RMCO (90,30) 96,7567 <0,001 <0,001 <0,001 27.623,2734
Hom RW 97,6800 <0,001 <0,001 <0,001 28.768,5200
Tecnología y RC 97,8100 <0,001 <0,001 <0,001 28.132,3700
Telecomunica- MR 97,7700 <0,001 <0,001 <0,001 28.611,7900
ciones RWMR 97,9000 <0,001 <0,001 <0,001 27.475,1200
RW 98,3300 0,0045 0,1667 0,0029 23.514,4100
RC 98,6300 0,0074 0,0088 0,0861 25.455,6200
Het
MR 98,3700 0,0069 0,1512 0,0050 23.572,2600
RWMR 98,3300 0,0045 0,1667 0,0029 23.539,1000
La variable COV indica el grado de cubrimiento empírico a un paso de los intervalos predictivos asociados a cada modelo descrito
(para un nivel de confianza igual a 99%). Así mismo, CC, IND y UC se refiere a los p-valores asociados al contraste de la hipótesis
nula de cubrimiento condicional, independencia y cubrimiento incondicional. Finalmente, la variable LOSS recoge el valor de la
pérdida de cada modelo introducido por Gneiting y Raftery (2007) apareciendo señalados en negrita los modelos con menor
pérdida.
En tercer lugar se sitúan las betas de las carteras referentes a «servicios de consumo»,
«petróleo y energía» y «servicios financieros e inmobiliarios», que siguen un proceso
dinámico que revierten hacia sus valores medios (ver figura I), ya que su componente
transitorio predomina sobre el permanente. Adicionalmente, se aprecian unas altas per-
sistencias en los procesos de reversión (φi = 0,9087; 0,9806 y 0,9856 respectivamente).
Estas consideraciones concuerdan con la lógica económica, ya que industrias pertene-
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 251
FIGURA I
REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LA ESTIMACIÓN PARAMÉTRICA Y POR INTERVALOS DE LAS BETAS
ASOCIADAS A LAS CARTERAS SECTORIALES PARA LOS MODELOS CON MEJOR NIVEL DE AJUSTE
2.0
Bienes de consumo 2.0 Materiales básicos, industria y construcción
1.5
1.6
1.0 1.2
0.5 0.8
0.4
0.0
0.0
-0.5
1/02 1/03 1/04 1/05 1/06 1/07 1/08 1/09 1/02 1/03 1/04 1/05 1/06 1/07 1/08 1/09
1.2 1.2
0.8 0.8
0.4 0.4
0.0 0.0
1/02 1/03 1/04 1/05 1/06 1/07 1/08 1/09 1/02 1/03 1/04 1/05 1/06 1/07 1/08 1/09
2.5
1.8 Servicios financieros e inmobiliarios Tecnología y telecomunicaciones
2.0
1.6
1.4 1.5
1.2
1.0
1.0
0.5
0.8
0.6 0.0
1/02 1/03 1/04 1/05 1/06 1/07 1/08 1/09 1/02 1/03 1/04 1/05 1/06 1/07 1/08 1/09
La figura muestra la representación gráfica de la estimación puntual y por intervalos de las betas dinámicas para las seis carteras
sectoriales consideradas y para los modelos con un mayor nivel de ajuste. Las líneas azules representan la estimación puntual
(EP) de las diferentes betas. Las líneas rojas discontinuas representan la estimación por intervalos (EI) de las betas. Las líneas
negras continuas representan el valor de la beta igual a 1, la cual nos da una medida idéntica del riesgo sistemático experimentada
por las diferentes carteras sectoriales y el IGBM. Finalmente, las líneas negras discontinuas representan la estimación puntual
(EP) de la beta mediante el tradicional modelo de mercado [1] a través de MCO.
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252 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
cientes a estos sectores como por ejemplo la automovilística, ocio, turismo y hostelería,
comprendidas en la cartera de servicios de consumo, son por naturaleza más sensibles
a los efectos transitorios acontecidos en el mercado. Así mismo, el sector petrolero y
energía es «per se» de naturaleza coyuntural, ya que comprende industrias como la
producción de combustibles y transporte, entre otras. Por otra parte, parece evidente
que, de forma general, el sector financiero es el más sensible a los efectos transitorios,
debido en gran medida a cambios en los tipos de interés y tipos de cambio entre otros
parámetros macro y microeconómicos. Finalmente, si se enfoca la atención en la beta
de la cartera referente «tecnología y telecomunicaciones», el modelo con mejor ajuste
es el que revierte a su media (MR). Si bien, el coeficiente φi (significativo al 99%) alcanza
una persistencia extrema (0,9958), esto es, que no es significativamente distinto al valor
1, lo que indica que no existen diferencias (8) significativas entre el citado modelo (MR) y
el modelo de camino aleatorio (RW) para explicar la dinámica de la beta asociada a esta
cartera. Estos aspectos concuerdan con la idea de que la dinámica de la beta de esta car-
tera (bajista durante todo el periodo muestral) se ve altamente afectada por los shocks
tecnológicos de carácter permanente que aparecen en el sector.
Adicionalmente, tal y como se muestra en la tabla V, los modelos espacio-estado que
presentan un mayor nivel de ajuste (heterocedásticos), ofrecen mejores niveles de cubri-
miento empírico (para un nivel de confianza del 99%), superando siempre al obtenido
por los modelos de mercado estimados mediante ventanas móviles (con independencia
de su frecuencia de solapamiento). Así mismo, los modelos heterocedásticos selecciona-
dos, en general, no rechazan las hipótesis nulas de cubrimiento condicional e incondi-
cional, así como de independencia. Por otro lado, se aprecia que los modelos de merca-
do estimados mediante ventanas móviles rechazan siempre la hipótesis de cubrimiento
condicional e incondicional. Así mismo, la hipótesis de independencia se rechaza para
cuatro de las seis carteras sectoriales analizadas (al 99%). El valor de la pérdida (LOSS)
tiende a alcanzar sus valores más bajos en los modelos espacio-estado heterocedásticos
con mejores niveles de ajuste a los datos. Del mismo modo, los modelos de mercado es-
timados mediante ventanas móviles presentan siempre mayores niveles de pérdida que
el mejor modelo heterocedástico en términos predictivos para cada una de las carteras
sectoriales. Todos estos aspectos ponen de manifiesto la mayor capacidad de los modelos
espacio-estado heterocedásticos para describir el comportamiento dinámico del coefi-
ciente beta de cada cartera sectorial (en detrimento de los modelos de mercado estima-
dos mediante ventanas móviles).
Adicionalmente, se analiza si la incorporación de los diferentes procesos estocásticos
dinámicos en la estimación de las betas de las diferentes carteras sectoriales redunda
en un mejor ajuste en la relación rendimiento esperado-beta. Para ello, se contrasta la
validez del modelo CAPM (Sharpe, 1964; Lintner, 1965) para explicar los rendimientos
de las carteras consideradas. El citado modelo indica que la rentabilidad esperada de las
diferentes carteras sectoriales es una función de su coeficiente de riesgo beta (conside-
(8) Debe tenerse en cuenta que bajo la especificación de la primera ecuación de estado [4], si |φi| ≈ 1, el coeficiente βi,t
estará en función del valor adoptado por βi,t-1.
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 253
rando este factor como única medida de riesgo) y vendrá determinada por la siguiente
expresión:
(9) Se considera esta frecuencia de solapamiento (un día), en detrimento de la de diez y treinta días, ya que se obtiene un
mejor nivel de ajuste tal y como se muestra en la tabla 5.
(10) Este procedimiento resulta mas adecuado que el empleado por Black et al. (1972), quienes validan el modelo CAPM
a través de contrastes de significatividad individual de los coeficientes αi.
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254 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
TABLA VI
VALIDACIÓN DEL MODELO CAPM
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Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión ARTÍCULOS DOCTRINALES 255
estimación puntual de las diferentes alfas y su error estándar asociado, datos reflejados
en la tabla VI) indican que no son significativamente distintas de cero. Por otra parte, los
valores adoptados por los criterios de selección de modelos AIC y BIC respectivamente
para cada ecuación derivada de la regresión lineal multivariante del modelo de mercado
(Gibbons et al., 1989) indican que utilizando las series temporales de betas dinámicas es-
timadas por los modelos espacio-estado con errores condicionalmente heterocedásticos
se consigue explicar mas eficientemente los retornos en exceso de cada cartera sectorial.
Este aspecto vuelve a poner de manifiesto las ventajas de la aplicación de los modelos de
mercado espacio-estado heterocedásticos propuestos en el presente trabajo para descri-
bir la dinámica del riesgo sistemático de las carteras sectoriales en el mercado español.
6. CONCLUSIONES
El presente trabajo examina el comportamiento dinámico de las betas asociadas a las
diferentes carteras sectoriales existentes en el mercado de valores español. Para ello
se propone una extensión flexible del modelo de mercado en su especificación espacio-
estado, que permite capturar las componentes a corto y largo plazo presentes en la
evolución dinámica de los coeficientes de riesgo beta. Adicionalmente, se considera la
posibilidad de que los errores de las ecuaciones de observación sean de carácter condi-
cionalmente heterocedásticos, hipótesis más realista dada la alta frecuencia de obser-
vación (diaria) de los datos analizados. Los principales resultados evidencian una menor
eficiencia del tradicional modelo de mercado para explicar el riesgo sistemático de las
carteras sectoriales en este mercado, ya que las betas de las carteras analizadas son
de carácter dinámico y se guían por una combinación de procesos no estacionarios tipo
paseo (efecto permanente o a largo plazo) y procesos de reversión hacia la beta media
(efecto transitorio o a corto plazo). Así mismo, se pone de manifiesto la mayor habili-
dad de los modelos espacio-estado (tanto con errores de observación homocedásticos
como heterocedásticos) para capturar el comportamiento de las betas de las carteras
sectoriales analizadas, mostrando además la existencia de diferencias en el proceso
estocástico seguido por las mismas. Si bien es necesario indicar que los modelos de mer-
cado dinámicos estimados por MCO mediante ventanas móviles presentan, con carácter
general, mejores niveles de ajuste que los modelos espacio-estado homocedásticos. De
este modo, este mecanismo de estimación de betas dinámicas (modelos espacio-estado
con errores de observación homocedásticos), que exige imponer restricciones en la mo-
delización de su estructura estocástica, provee peores resultados que los modelos de
beta dinámica de libre modelización (modelos de mercado estimado mediante MCO a
través de ventanas móviles).
Los modelos con mejores niveles de ajuste a los datos y mejor comportamiento predictivo
son los modelos espacio-estado con errores de observación condicionalmente heteroce-
dásticos que proporcionan, en general, estimaciones puntuales y por intervalos de las
betas menos erráticas y mas precisas debido a la mayor leptocurtosis de la distribución
de los errores de observación que debilita la influencia ejercida por observaciones atí-
picas en la estimación de los coeficientes beta dinámicos, lo cual redunda en un mejor
ajuste en la relación rendimiento esperado-beta de cada cartera sectorial. Sin embargo,
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256 ARTÍCULOS DOCTRINALES Dinámica del coeficiente beta asociado a las carteras de inversión
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ANEXO
En el presente trabajo se permite que los términos de error de los modelos espacio-esta-
do estimados sean de carácter condicionalmente heterocedásticos (ver sección 3.1). Sse
proponen tres procesos de la familia GARCH para explicar su comportamiento, siendo
estos un TARCH(1,1), GARCH(1,1) y EGARCH(1,1). La siguiente tabla recoge los valores
adoptados por los criterios de selección AIC y BIC para cada modelo espacio-estado hete-
rocedástico estimado en función del modelo GARCH seleccionado para explicar el com-
portamiento de los errores de observación. Como se aprecia, la elección de un proceso
TARCH(1,1) para explicar el comportamiento de los errores de observación redunda en
un mayor nivel de ajuste de cada modelo espacio-estado heterocedástico estimado, tanto
si se utiliza el criterio AIC como si se utiliza el BIC.
TARCH(1,1) GARCH(1,1) EGARCH(1,1)
Cartera sectorial ei,t Modelo
AIC BIC AIC BIC AIC BIC
RW 2,3903 2,3952 2,3914 2,3988 2,3905 2.3985
Bienes de RC 2,3634 2,3708 2,3912 2,4010 2,3904 2,3977
Het
consumo MR 2,3646 2,3744 2.3916 2.4014 2.3907 2.3981
RWMR 2,3685 2,3784 2.3886 2.3959 2.3871 2.3940
RW 1,9555 1,9604 1.9821 1.9895 1.9783 1.9882
Materiales RC 2,0756 2,0830 2.1094 2.1192 2.1086 2.1160
básicos, industria Het
y construcción MR 1,9450 1,9548 1,9991 2,0081 1,9986 2,0060
RWMR 1,9430 1,9529 1,9865 1,9890 1,9820 1,9815
RW 1,6895 1,6945 1,7150 1,7190 1,7080 1,7155
RC 1,7536 1,7609 1,7815 1,7901 1,7790 1,7853
Petróleo y energía Het
MR 1,6672 1,6770 1,6940 1,7011 1,6912 1,6993
RWMR 1,6851 1,6950 1,7183 1,7234 1,7140 1,7201
RW 1,9046 1,9096 1,9471 1,9529 1,9400 1,9501
Servicios de RC 1,8865 1,8939 1,9121 1,9162 1,9089 1,9150
Het
consumo MR 1,8718 1,8817 1,9029 1,9084 1,9001 1,9071
RWMR 1,8961 1,9069 1,9245 1,9326 1,9220 1,9303
RW 1,1057 1,1106 1,1401 1,1478 1,1356 1,1454
Servicios RC 1,1364 1,1438 1,1698 1,1743 1,1643 1,1715
financieros e Het
Inmobiliarios MR 1,0877 1,0976 1,1059 1,1155 1,1021 1,1127
RWMR 1,1004 1,1103 1,1372 1,1487 1,1329 1,1422
RW 2,1558 2,1607 2,1889 2,1950 2,1842 2,1922
Tecnología y tele- RC 2,3197 2,3271 2,3400 2,3498 2,3384 2,3475
Het
comunicaciones MR 2,1472 2,1571 2,1734 2,1799 2,1701 2,1789
RWMR 2,1499 2,1598 2,1755 2,1830 2,1722 2,1821
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