Morón Vera Valeria Giuliana1
Morón Vera Valeria Giuliana1
Morón Vera Valeria Giuliana1
ESCUELA DE POSGRADO
PERSONA JURÍDICA?
AUTORA
ASESOR
Setiembre, 2021
ÍNDICE
ÍNDICE............................................................................................................................ 2
Resumen........................................................................................................................ 4
CAPÍTULO I – La identificación de supuestos de hecho no regulados por las
eximentes de la responsabilidad penal de la persona jurídica en el ordenamiento
peruano.......................................................................................................................... 6
1. Estado de la cuestión sobre la responsabilidad de la persona jurídica en el sistema jurídico
penal .............................................................................................................................................. 6
1.1. El surgimiento de la responsabilidad penal de la persona jurídica .................................. 6
1.2. La regulación de la responsabilidad de la persona jurídica en el sistema jurídico penal
peruano, específicamente, en la Ley N° 30424 – Ley de responsabilidad administrativa de la
persona jurídica...................................................................................................................... 10
2. El Modelo de Prevención de Delitos y su efecto eximente de responsabilidad de la persona
jurídica ......................................................................................................................................... 12
2.1. El Modelo de Prevención de Delitos .............................................................................. 12
2.2. Estado de la cuestión sobre el efecto eximente del Modelo de Prevención de Delitos 13
2.3. Las consecuencias jurídicas de la implementación de un Modelo de Prevención de
Delitos en la Ley N° 30424...................................................................................................... 17
3. Supuestos fácticos que constituyen eximentes incompletas por implementación de Modelo
de Prevención de Delitos, pero que no son regulados por la legislación peruana ..................... 21
3.1. Cuando el delito es un riesgo no identificado por el Modelo de Prevención de Delitos por
constituir una nueva modalidad delictiva, pero no constituye un supuesto de imposible
previsibilidad .......................................................................................................................... 23
3.2. El delito se comete cuando el Modelo de Prevención de Delitos se encuentra en fase de
diseño y/o implementación ................................................................................................... 25
3.3. El delito se comete cuando el Modelo de Prevención de Delitos aún no alcanza el grado
de madurez suficiente para cumplir su finalidad ................................................................... 27
3.4. Cuando el delito es producto del actuar intencional del responsable de controlar dicho
riesgo, quien es un «mando medio autónomo» dentro de la persona jurídica (sujeto no
previsto en el numeral a) del artículo 3° de la Ley N° 30424) ................................................ 28
3.5. Cuando el Modelo de Prevención de Delitos se encuentra completo, pero presenta
defectos en el/los elemento(s) relacionado(s) al delito cometido ........................................ 32
CAPÍTULO II – La necesidad de adecuar la gravedad de la respuesta punitiva a
ilícitos que constituyan un injusto incompleto de la persona jurídica .................. 35
4. Sistemas de atribución de responsabilidad de la persona jurídica (breve revisión y toma de
postura) ....................................................................................................................................... 35
4.1. Los sistemas de atribución de responsabilidad de la persona jurídica .......................... 35
4.2. Toma de postura sobre la naturaleza y el sistema de atribución de responsabilidad de la
persona jurídica que recoge el sistema penal peruano ......................................................... 47
4.3. Responsabilidad penal de la persona jurídica y principio de culpabilidad ..................... 56
2
4.4. Posiciones doctrinales que reconocen la existencia de un injusto y culpabilidad en la
persona jurídica...................................................................................................................... 64
4.5. Toma de postura sobre la relación entre el injusto y la culpabilidad en la responsabilidad
penal de la persona jurídica ................................................................................................... 77
5. Redefinición del alcance y efecto eximente de responsabilidad del Modelo de Prevención
Delitos ......................................................................................................................................... 84
5.1. La criminalidad corporativa y los Modelos de Prevención de Delitos ............................ 84
5.2. Posiciones doctrinales sobre ubicación del Modelo de Prevención de Delitos en la teoría
del delito ................................................................................................................................ 88
5.3. Las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal ........................................ 92
5.4. Toma de postura sobre la naturaleza eximente del Modelo de Prevención de Delitos en
la Ley N° 30424....................................................................................................................... 96
6. Las eximentes incompletas de responsabilidad y sus consecuencias jurídicas ..................... 98
6.1. La imposición de la sanción y su adecuación al principio de proporcionalidad ............. 98
6.2. La sanción penal en las eximentes incompletas de responsabilidad ........................... 104
CAPÍTULO III – El Modelo de Prevención de Delitos como eximente incompleta de
responsabilidad de la persona jurídica .................................................................. 108
7. Supuestos de eximentes incompletas de responsabilidad penal de la persona jurídica 108
7.1. Cuando el delito es un riesgo no identificado en el Modelo de Prevención de Delitos por
constituir una nueva modalidad delictiva, pero no constituye un supuesto de imposible
previsibilidad ........................................................................................................................ 110
7.2. El delito se comete cuando el Modelo de Prevención de Delitos se comete en la fase de
diseño y/o implementación ................................................................................................. 114
7.3. El delito se comete cuando el Modelo de Prevención de Delitos aún no alcanza el grado
de madurez suficiente para cumplir su finalidad ................................................................. 116
7.4. Cuando el delito es producto del actuar intencional del responsable de controlar dicho
riesgo, quien es un «mando medio autónomo» dentro de la persona jurídica (sujeto no
previsto en el numeral a) del artículo 3° de la Ley N° 30424) .............................................. 119
7.5. Cuando el Modelo de Prevención de Delitos se encuentra completo, pero presenta
defectos en el/los elemento(s) relacionado(s) al delito cometido ...................................... 123
8. Consecuencias jurídicas de las eximentes incompletas relacionadas con el Modelo de
Prevención de Delitos................................................................................................................ 125
9. Conclusiones ........................................................................................................................ 135
Referencias bibliográficas ....................................................................................... 139
3
Resumen
Por otro lado, el artículo 17° de la Ley N.° 30424 establece una eximente de
responsabilidad de la persona jurídica por implementación de un Modelo de Prevención
de Delitos adecuado a su naturaleza, riesgos, necesidades y características, con
anterioridad a la comisión del delito, lo que permite concluir que la responsabilidad de la
persona jurídica radica en el defecto de organización estructural y cultural que facilita,
promueve o permite los delitos por parte de la persona natural miembro de la
organización, es decir, no lo evita.
4
De ahí que, se afirma, la Ley N° 30424 busca promover la autorregulación de las
personas jurídicas en materia de prevención de riesgos penales, para lo cual, además,
a través de su Reglamento, se establecen los componentes, estándares y requisitos
mínimos que debe cumplir el Modelo de Prevención de Delitos para ser considerado
idóneo y eximir de responsabilidad de la persona jurídica.
Dicho grupo de casos no puede ser tratado como una eximente de responsabilidad, pero
tampoco como una circunstancia atenuante, lo que revela deficiencias en la regulación
actual que contravienen los principios de culpabilidad y proporcionalidad, por lo que se
propone que estos casos sean tratados como eximentes incompletas de la
responsabilidad de la persona jurídica.
5
CAPÍTULO I – La identificación de supuestos de hecho no regulados por las
eximentes de la responsabilidad penal de la persona jurídica en el
ordenamiento peruano
1 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., La responsabilidad penal de las personas jurídicas: ¿un
problema del derecho penal?, en: Revista Derecho & Sociedad, N° 35, 2010, p. 191; SERRANO-
PIEDECASAS FEMÁNDEZ, José Ramón, Sobre la responsabilidad penal de las personas
jurídicas, en: THEMIS Revista de Derecho N°. 35, junio 1997, p. 130.
2 MEINI MÉNDEZ, Iván, Responsabilidad penal de las personas jurídicas y de sus órganos de
6
de pena de la persona jurídica, al no ser pasible de la prevención especial derivada de
la pena.4
4 MEINI MÉNDEZ, Iván, Responsabilidad penal de las personas jurídicas y de sus órganos de
Derecho penal español”, en: SILVA SÁNCHEZ, Jesús María (Director), Criminalidad de la
empresa y Compliance. Prevención y reacciones corporativas, Barcelona, Atelier, 2013, p. 18;
REAÑO PESCHIERA, José Leandro, La utilidad de los programas de criminal compliance para
las empresas que operan en Perú, en: Revista de Derecho Themis N° 68, 2016, pp. 144-145;
ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., La responsabilidad penal de las personas jurídicas: ¿un
problema del derecho penal?, en: Revista Derecho & Sociedad, N° 35, 2010, p. 196.
7
En cuarto lugar, si persona es todo sujeto jurídico con capacidad jurídica plena,
entonces las personas jurídicas pueden ser también sujeto de imputación
normativa, destinataria de obligaciones generales y particulares, las cuales
pueden cumplir o transgredir. Si bien las actividades de la corporación se
manifiestan hacia el exterior a través de sus órganos, también aquellos son
suyos. Se está entonces ante una forma de actividad propia por intermediación
de otro y condicionada por la propia estructura corporativa.6
En el caso peruano, antes de la vigencia del Código penal de 1991, el sentir dominante
de la comunidad jurídica era negar la responsabilidad de las personas jurídica7; por lo
que, en dicho Código no se introdujo ningún dispositivo que la reconociera; sin embargo,
con posterioridad, paulatinamente, la doctrina fue admitiendo, primero de modo aislado,
y después casi unánimemente, que es posible una responsabilidad de la persona
jurídica.8
341. VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe Andrés, Lecciones de Derecho Penal. Parte General,
Lima, Cultura Cuzco Editores, Lima, 1990, p. 115. PEÑA CABRERA. Tratado de Derecho Penal.
Parte General, Lima, Vol. I. 3ra. Ed., 1987, p. 161.
8 GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho penal económico. Parte general, ARA Editores, Lima, 2003,
p. 681; GARCÍA CAVERO. La Persona Jurídica en el Derecho Penal, Lima, Editorial Grijley,
2008, p. 55.
9 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Madrid,
8
En efecto, en la legislación nacional, el primer antecedente de sanción a las personas
jurídicas se remonta a la incorporación del artículo 105° del Código penal de 1991,
donde se regulan las “consecuencias accesorias”. En este artículo se regulan las
sanciones aplicables a las personas jurídicas que hayan servido en la comisión de un
delito, favoreciéndolo o encubriéndolo, en tanto persista el riesgo de que en el futuro
sean utilizadas nuevamente para delinquir.
25 años más tarde, el 21 de abril del 2016 se publicó la Ley N° 30424, “Ley que regula
la responsabilidad administrativa de las personas jurídicas por el delito de cohecho
activo transnacional”, cuya entrada en vigor se prorrogó para el 01 de julio del 2017.
Esta ley recogió el Proyecto de Ley N° 4054-2014/PE (Proyecto del Comisión de Alto
Nivel Anticorrupción - CAN).
9
Cabe resaltar que, hasta el 16 de agosto del año 2016, la Sala Penal Permanente de la
Corte Suprema de Justicia de la República en la casación N° 134-2015-Ucayalli
declaraba como doctrina jurisprudencial que el código penal no regula responsabilidad
penal de la persona jurídica.12
En el artículo 3° de esta ley se establece que la persona jurídica es responsable por los
delitos cometidos por los miembros de su organización, cuándo éstos actúan en el
ejercicio de sus funciones y el delito es cometido en su nombre o por cuenta de ella y
en su beneficio, directo o indirecto; o cuando otra persona sometida a la autoridad y
control de primeros mencionados, comete el delito bajo sus órdenes y autorización, o el
delito es posible por el incumplimiento de sus labores de fiscalización, supervisión y
control.
Asimismo, se establece que estamos ante una responsabilidad autónoma por lo que las
causas que extinguen la acción penal contra la persona natural no enervan la
responsabilidad administrativa de las personas jurídicas. En efecto, en casos de muerte,
10
indulto o prescripción de la acción penal que afecten la persecución penal de la persona
natural, estas circunstancias no impiden el procesamiento y sanción de la persona
jurídica. En esa línea de ideas, se dice que la Ley N° 30424 salva las deficiencias del
artículo 105° del Código penal.
Sobre este último punto se critica a la legislación peruana por ser muy benevolente al
beneficiar a la persona jurídica ante casos en los que exista error de prohibición de la
persona natural o una situación de inimputabilidad. Al respecto, se señala que, al
contrario, estas causas de exclusión de la responsabilidad del autor individual muestran
con frecuencia un defecto de organización (falencias en los deberes de selección,
capacitación y supervisión personal); por ejemplo, si alguien sin los conocimientos
jurídicos necesarios es puesto al frente de una operación muy compleja.13 Igualmente,
la crítica se mantiene por no contemplar aquellas situaciones en las que no puede
identificarse a la persona natural responsable del delito, por ejemplo, si se puede
constatar la existencia de una operación de lavado de activos, pero no se logra
determinar con exactitud quién es el responsable individual.14
Por otro lado, se establece en el artículo 17° de la ley una eximente de responsabilidad
de la persona jurídica por implementación de un Modelo de Prevención de Delitos
adecuado a su naturaleza, riesgos, necesidades y características, con anterioridad a la
comisión del delito.
Consideraciones desde una perspectiva comparada, en: Boletín Académico N° 48, Lima: Estudio
Oré Guardia, 2018, p. 7 Recuperado de internet: https://oreguardia.com.pe/la-responsabilidad-
penal-de-las-personas-juridicas-en-peru/.
11
penal), así como también modificó su denominación en “Ley que regula la
responsabilidad administrativa de las personas jurídicas”.
15GALLEGO SOLER, José Ignacio, Criminal Compliance y proceso penal: reflexiones iniciales,
en: Responsabilidad de la Empresa y Compliance. Programas de prevención, detección y
reacción penal, MIR PUIG, Santiago, CORCOY BIDASOLO, Mirentxu y GÓMEZ MARTÍN, Víctor,
IB de F, Buenos Aires, 2014, p. 216.
12
2.2. Estado de la cuestión sobre el efecto eximente del Modelo de Prevención
de Delitos
(i) Literal: si existe tal programa de cumplimiento, entonces puede afirmarse que
en la persona jurídica se ha “ejercido el debido control” sobre los hechos de
sus empleados (por lo que no concurren los presupuestos de la regla de
imputación);
16 SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, “La responsabilidad penal de las personas jurídicas en el
Derecho penal español”, en: SILVA SÁNCHEZ, Jesús María (Director), Criminalidad de la
empresa y Compliance. Prevención y reacciones corporativas, Barcelona, Atelier, 2013, p. 31.
17 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
13
La persona jurídica interviene en el delito ejecutado por sus miembros
individuales en virtud de la defectuosa organización, la cual se expresa en la
ausencia de un modelo de prevención de delitos idóneo para evitar la comisión
de delitos o es contar con uno que es inadecuado o que simplemente no ha
funcionado18. En efecto, la responsabilidad penal de las personas jurídicas
asumida en los países deudores del sistema continental europeo no se sustenta
en una identificación de la persona natural que comete el delito con la persona
jurídica en cuya representación actúa o en una simple responsabilidad vicarial,
sino en una defectuosa organización se expresaría es la falta de incorporación
de un programa de cumplimiento normativo idóneo para prevenir la realización
de infracciones penales19.
“No cabe duda de la comisión de un acto de lavado de activos…, pero lo que debe
dilucidarse es si la adquisición del inmueble por… importó o no un negocio jurídico
realizado bajo la pauta de un “defecto de organización”. Es decir, si se incorporó al
patrimonio de la empresa un bien que se sabía que era delictivo o que, por la forma y
circunstancias de su adquisición, estaba en condiciones de advertir su origen delictivo,
todo lo cual fue posible porque la persona jurídica no tenía incorporado mecanismos
internos de control, protocolos de seguridad en el ámbito de sus negocios con terceros
o modelos de prevención adecuados e idóneos.
Por otra parte, la doctrina extranjera también se ha pronunciado a favor del efecto
eximente del Modelo de Prevención de Delitos sobre la responsabilidad de la persona
jurídica. El profesor Silva Sánchez señala que el hecho de que la adopción y ejecución
eficaz de modelos adecuados de prevención de delitos tengan un efecto de exención- y
no de mera atenuación- de la responsabilidad “penal” de la persona jurídica resulta, a
su juicio, es bastante razonable.21 En el mismo sentido la profesora Beatriz Goena
señala que la persona jurídica que con anterioridad a la comisión del hecho delictivo
18 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial,
Lima, mayo 2019, p. 908.
19 GARCÍA CAVERO, Percy, Las políticas anticorrupción en la empresa, en: Revista de Derecho
de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, XLVII, 2do semestre de 2016, pp. 229.
Recuperado de internet: http://scielo-conicyt.cl/pdf/rdpucv/n47/art07.pdf.
20 Fundamento Noveno de los Fundamentos de Derecho de la Sentencia de Casación de fecha
Fundamento y bases para una dogmática, en: Estudios de Derecho Penal: homenaje al profesor
Miguel Bajo, Silvina Bacigalupo, Bernardo José Feijoo Sánchez, Juan Ignacio Echano Basaldua
(Coordinadores), Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces, 2016, p. 673.
14
haya implantado medidas que razonablemente puedan evitar la comisión de delitos no
activa la regla de atribución de responsabilidad, pues faltaría el injusto corporativo
entendido como estado de cosas antijurídico de favorecimiento objetivo. Estaríamos
ante un estado de riesgo no desaprobado jurídicamente.22
En esa misma línea, y siempre partiendo de que las personas jurídicas que cuentan con
un Modelo de Prevención de Delitos adecuado cumplen a cabalidad los deberes de
prevención que le son exigibles:
Por otro lado, hay quienes señalan como la profesora Beatriz Goena, que la eximente
de responsabilidad penal por implementar un Modelo de Prevención de Delitos obedece
a una menor necesidad de pena (punibilidad), pues no resulta necesario castigar a una
personas jurídicas y el cumplimiento normativo, en: Revista ADVOCATUS N° 37, Lima, 2018-I,
p.120.
24 GALLEGO SOLER, José Ignacio, Criminal Compliance y proceso penal: reflexiones iniciales,
jurídicas, en: Responsabilidad penal de las personas jurídicas, BANACLOCHE PALAO, Julio,
ZARZALEJOS NIETO, Jesús, GÓMEZ-JARA DIEZ, Carlos (Autores), La Ley, Madrid, 1ra
edición, junio, 2012, p. 32.
15
persona jurídica que se sanciona sola invirtiendo en la implementación de un Modelo de
Prevención de Delitos o sometiéndose a una investigación.
En la legislación extranjera, en España, por ejemplo, el numeral 2 del artículo 31° bis
del Código penal español se establece una eximente de responsabilidad para las
personas jurídicas cuando hayan implementado un modelo de prevención de delitos
adecuado con anterioridad a la comisión del delito y que éste haya sido ejecutado por
el autor eludiendo fraudulentamente el modelo de prevención supervisado
correctamente por un órgano autónomo de la persona jurídica:
“Artículo 31 bis.
(…)
2. Si el delito fuere cometido por las personas indicadas en la letra a) del apartado
anterior, la persona jurídica quedará exenta de responsabilidad si se cumplen las
siguientes condiciones:
1. ª el órgano de administración ha adoptado y ejecutado con eficacia, antes de la
comisión del delito, modelos de organización y gestión que incluyen las medidas de
vigilancia y control idóneas para prevenir delitos de la misma naturaleza o para reducir
de forma significativa el riesgo de su comisión;
2. ª la supervisión del funcionamiento y del cumplimiento del modelo de prevención
implantado ha sido confiada a un órgano de la persona jurídica con poderes autónomos
de iniciativa y de control o que tenga encomendada legalmente la función de supervisar
la eficacia de los controles internos de la persona jurídica;
3. ª los autores individuales han cometido el delito eludiendo fraudulentamente los
modelos de organización y de prevención y
4. ª no se ha producido una omisión o un ejercicio insuficiente de sus funciones de
supervisión, vigilancia y control por parte del órgano al que se refiere la condición 2.ª
(…).”26
26 https://boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-25444
16
implementado modelos de organización, administración y supervisión para prevenir
delitos como el cometido, conforme a lo dispuesto en el artículo siguiente. Las personas
jurídicas no serán responsables en los casos que las personas naturales indicadas en
los incisos anteriores, hubieren cometido el delito exclusivamente en ventaja propia o a
favor de un tercero.”27
27 https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1008668
28 https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-27401-296846/texto
17
De la misma forma que ocurre con la atribución de responsabilidad a las personas
naturales, de la norma que atribuye responsabilidad a las personas jurídicas se
desprende un deber dirigido a éstas, específicamente, el de prevenir en cierta medida
las posibles conductas delictivas que puedan cometerse a propósito de su actividad,
controlando ciertos riesgos que puedan derivarse de su propia operación y poner en
riesgo o lesionar bienes jurídicos, caso contrario, se producirá la atribución de
responsabilidad.
Esta exigencia, por supuesto, no es absoluta, sino que se encuentra limitada por el
ordenamiento jurídico en base a, por ejemplo, la capacidad del destinatario y qué se
espera del mismo, el alcance de la norma en particular, la relación con otras normas
extrapenales, las prácticas en el sector del que se trate, entre otros, generando así
verdaderas reglas de conductas dirigidas a un destinatario en particular.29
En ese sentido, el numeral 13 del artículo 5° del Reglamento de la Ley N° 30424, define
el Modelo de Prevención de Delitos como un “sistema ordenado de normas,
mecanismos y procedimientos de prevención, vigilancia y control, implementados
voluntariamente por la persona jurídica, destinados a mitigar razonablemente los riesgos
de comisión de delitos y a promover la integridad y transparencia en la gestión de las
personas jurídicas.”
técnicas de gestión del riesgo empresarial y su utilidad jurídico-penal, en: en: Responsabilidad
de la Empresa y Compliance. Programas de prevención, detección y reacción penal, MIR PUIG,
Santiago, CORCOY BIDASOLO, Mirentxu y GÓMEZ MARTÍN, Víctor, IB de F, Buenos Aires,
2014, pp. 235-236.
30 HERNÁNDEZ BASUALTO, Héctor, Desafíos de la ley de responsabilidad penal de las
18
Según la Exposición de Motivos del Decreto Legislativo N° 1352°31, que modifica la Ley
N° 30424, se señala que:
Como se puede apreciar de los textos citados, para que el Modelo de Prevención de
Delitos tenga un efecto exonerador de responsabilidad, se requiere la concurrencia de
dos requisitos:
19
17.4. Se excluye también la responsabilidad de la persona jurídica, cuando cualquiera
de las personas naturales señaladas en el artículo 3 comete el delito eludiendo de modo
fraudulento el modelo de prevención debidamente implementado.”
Los requisitos mínimos señalados son ratificados por el artículo 33° del Reglamento de
dicha ley y complementados con otros adicionales, cuando corresponda:
Sobre este punto cabe señalar que también debe entenderse adecuado el Modelo de
Prevención de Delitos, para efectos de valoración penal, cuando el mismo se encuentra
completo, con todos los requisitos mínimos establecidos por el legislador, y se presente
un defecto en alguno de ellos, pero que no tenga relación con el riesgo materializado,
es decir, con el delito perpetrado por la persona natural.
20
y 33° citados referentes de lo que el legislador considera una correcta organización,
capaz de liberar de responsabilidad a la persona jurídica.32
Asimismo, se excluye la responsabilidad de la persona jurídica, cuando el delito se
cometa eludiendo de modo fraudulento el Modelo de Prevención debidamente
implementado con anterioridad a su comisión.
Por otra parte, en el artículo 12° de la Ley N° 30424 se establece como circunstancias
atenuantes de la responsabilidad de la persona jurídica los casos en que la persona
jurídica implementa un Modelo de Prevención de Delitos después de la comisión del
delito y antes del juicio oral y, cuando acredite parcialmente los elementos mínimos del
Modelo de Prevención:
21
jurídica, según sea el tipo de teoría que se adopte. Para ello, el Modelo de Prevención
debe contar con los requisitos mínimos establecidos en la ley.
Ahora bien, en el análisis de estos dos escenarios, se han identificado un grupo de casos
en los que el Modelo de Prevención cuenta con todos los requisitos mínimos
establecidos por ley, pero el elemento relacionado con el delito cometido por la persona
natural, presenta defectos.
22
3.1. Cuando el delito es un riesgo no identificado por el Modelo de Prevención
de Delitos por constituir una nueva modalidad delictiva, pero no
constituye un supuesto de imposible previsibilidad
Uno de los elementos mínimos con que el Modelo de Prevención de Delitos debe contar
para poder aplicar la eximente completa de responsabilidad, prevista en el artículo 17°
de la Ley N° 30424, es el requisito de la identificación, evaluación y mitigación de
riesgos.
Este requisito constituye el núcleo del Modelo de Prevención de Delitos pues contiene
todos los supuestos de hecho delictivo, es decir, todas las modalidades de los delitos
albergados en la Ley N° 30424, que se pueden presentar en la persona jurídica, en sus
diferentes sedes, áreas, niveles jerárquicos, entre otros (identificación de riesgos),
analizadas según su gravedad y probabilidad de ocurrencia (evaluación de riesgos) a
fin de poder diseñar y establecer en la organización las medidas idóneas para mitigarlos
(tratamiento o mitigación de riesgos).
En esa línea, resulta indispensable para que el Modelo de Prevención sea adecuado y
pueda ser considerado como eximente de responsabilidad, que cuente con una
adecuada identificación, evaluación y mitigación de riesgos. Específicamente, en
cuanto a la identificación de riesgos, es necesario que el Modelo de Prevención
considere una matriz de riesgos que contenga todas aquellas posibles situaciones
delictivas que se pueden desarrollar por algún miembro de la organización y que la
persona jurídica puede mitigar en alguna medida.
Ahora bien, es importante resaltar que todos estos supuestos de hecho delictivos que
deben recogerse en la identificación de riesgos, deben ser previsibles para la
organización pues, sólo se puede exigir evitar, prevenir y no realizar aquello que se
pueda y deba conocer. Contrario sensu, si la situación riesgosa, en el contexto de la
23
persona jurídica, es imposible de prever, no puede ni debe ser identificada y, en
consecuencia, no puede ni debe ser sancionada.
Este punto de la previsibilidad del riesgo que debe ser identificado en el Modelo de
Prevención se condice con el principio de dolo o culpa que forma parte del principio de
culpabilidad que rige el sistema penal, que busca evitar precisamente la responsabilidad
de las personas por resultados imprevisibles, proscribiendo la responsabilidad por el
mero resultado (objetiva) y requiriendo que estos se originen como consecuencia de
actos dolosos o imprudentes.
Cuadro 1
24
En virtud de lo expuesto es que se explica que una persona jurídica con un trabajo de
identificación de riesgos adecuado pueda no incluir un riesgo previsible pero no
identificado debido a que constituye una nueva modalidad delictiva, máxime cuando los
Modelos de Prevención suelen estar diseñados para ser actualizados, en cuanto a
matriz de riesgos se trata, de una a dos veces al año, existiendo periodos de tiempo en
los que pueden generarse estas nuevas modalidades delictivas, por lo que es razonable
y se justifique que el Modelo de Prevención quede desfazado en cuanto a dicho nuevo
riesgo hasta la siguiente actualización y/o revisión del Modelo.
Ahora bien, este supuesto fáctico no puede ser calificado como una eximente completa
de responsabilidad pues si bien el Modelo de Prevención de Delito se encuentra
completo en cuanto a sus elementos mínimos, uno de ellos, el de identificación,
evaluación y mitigación de riesgos presenta objetivamente un defecto, no ha identificado
un riesgo penal previsible, el cual además se ha materializado en el delito cometido por
la persona natural, por lo que no es posible afirmar que el Modelo de Prevención de
Delitos es adecuado.
Tampoco puede incluirse este supuesto fáctico dentro de la atenuante por acreditación
parcial de los elementos mínimos del Modelo de Prevención de Delitos pues, esta
circunstancia sólo se presenta cuando los requisitos mínimos no se encuentran
completos en términos cuantitativos, lo que no ocurre en este caso, en el cual todos los
elementos se encuentran completos (los cinco mínimos), pero uno de ellos, el
relacionado con el riesgo materializado (el delito perpetrado), presenta defectos.
Para que se presente una eximente de responsabilidad, la ley exige que la persona
jurídica haya implementado un Modelo de Prevención de Delitos adecuado para la
mitigación de riesgos penales; no obstante, para llegar a este objetivo, el Modelo de
25
Prevención de Delitos, naturalmente, atraviesa dos fases previas, la primera, i) el
Modelo de Prevención de Delitos se encuentra en pleno diseño y/o implementación y,
la segunda, ii) el Modelo de Prevención de Delitos se encuentra instaurado dentro de la
organización, pero no ha alcanzado el grado de madurez suficiente para cumplir su
finalidad.
Ahora bien, en este tipo de casos no es posible afirmar que se presenta el supuesto de
exención completa de responsabilidad toda vez que el Modelo de Prevención de Delito
aún no puede ser catalogado como adecuado, toda vez que éste no ha sido aprobado
y no se ha desplegado por completo en la organización, por lo que no es posible afirmar
que todos los elementos mínimos del Modelo de Prevención se encuentran presentes
de forma idónea.
En el mejor de los casos, pero partiendo de una interpretación errónea de los artículos
12° y 17° de la ley N° 30424, se puede afirmar que se acredita parcialmente en términos
cualitativos los requisitos del Modelo de Prevención de Delitos, pues pueden acreditarse
parcialmente (en términos cualitativos) algunos de los cinco requisitos establecidos por
ley. En el peor escenario, puede decirse que, en este tipo de casos, existe
responsabilidad plena de la persona jurídica.
En esa línea, se advierte un vacío legal, un escenario no previsto por el legislador que
tiene relevancia penal, aquel en el que la persona jurídica ha tomado la disposición y
26
concreta decisión de ponerse a derecho y de evitar un estado de cosas favorecedor a
la comisión de delitos. En la regulación vigente, en este tipo de casos, las personas
jurídicas responden plenamente como si no hubieran manifestado objetivamente su
voluntad de autorregularse y mitigar los riesgos penales de su actuación.
Como se refiere en el punto anterior, el paso inmediato previo para alcanzar un Modelo
de Prevención de Delitos adecuado para la mitigación de riesgos penales, es cuando un
Modelo de Prevención de Delitos se encuentra implementado y desplegado en la
persona jurídica, pero aún no ha alcanzado el grado de madurez suficiente para cumplir
su finalidad.
En el mejor de los casos, pero partiendo de una interpretación errónea de los artículos
12° y 17° de la ley N° 30424, se puede afirmar que se acredita parcialmente en términos
27
cualitativos los requisitos del Modelo de Prevención de Delitos, pues si bien se
presentan los cinco requisitos establecidos por ley, no se puede afirmar que ninguno de
ellos sea idóneo. En el peor escenario, puede decirse que, en este tipo de casos, existe
responsabilidad plena de la persona jurídica.
En esa línea, se advierte un vacío legal, un escenario no previsto por el legislador que
tiene relevancia penal, aquel en el que la persona jurídica cuenta con un Modelo de
Prevención de Delitos completo formalmente, pero cuyos elementos no han alcanzado
el tiempo de vida suficiente que permita catalogarlos como adecuados. En conclusión,
con la legislación vigente, las personas jurídicas responden plenamente al no tener un
Modelo de Prevención adecuado, sin tomar en consideración la manifestación de
voluntad objetiva de la persona jurídica de autorregularse y mitigar los riesgos de su
actuación
Incluso en los casos en los que el delito es cometido por personas distintas a la «plana
mayor» de la persona jurídica, se exige que el delito haya sido cometido por: i) quien
28
actúa bajo orden o autorización de la «plana mayor» o, ii) el delito de esta persona es
posible debido al incumplimiento de los deberes de supervisión, vigilancia y control de
la «plana mayor» sobre la actividad encomendada.
Cuadro 2
29
hecho o derecho, representante legal o apoderado, todo dependerá, del resultado de la
evaluación del riesgo y de la estructura organizativa de la persona jurídica.
Por ejemplo, en personas jurídicas que cuenten con plantas u oficinas en diversos
puntos del país, es usual que las actividades se encuentren supervisadas, vigiladas y
controladas por una posición de nivel medio con autonomía (subgerentes, jefes,
supervisores o coordinadores), por lo que, en la matriz de riesgos penales, será esta
persona quien ejerza el control del riesgo de forma inmediata, sin perjuicio de que las
políticas se instauren por el órgano de gobierno o la alta dirección y que el «mando
medio autónomo» deba reportar periódicamente el avance y resultados de las
actividades a la «plana mayor»; no obstante, el control directo del riesgo está en su
esfera de control y sólo es evitado en cumplimiento estricto de sus deberes de
supervisión, vigilancia y control. Se debe tener presente que la referida autonomía no
lo convierte en «plana mayor» de la persona jurídica.
Ahora bien, para los casos en los que el «mando medio autónomo» es i) quien comete
el delito directivamente, ii) el delito se comete bajo sus órdenes o autorización o, iii) el
delito es posible debido al incumplimiento de sus deberes de supervisión, vigilancia y
control; la ley penal no ha establecido una respuesta, evidenciándose un vacío legal. En
efecto, cuando los deberes son incumplidos por la «plana mayor» o éstos cometen el
delito directamente, se concluye en la responsabilidad de la persona jurídica, pero si los
deberes le corresponden y son incumplidos por el «mando medio autónomo», la ley
penal no establecido la responsabilidad de la persona jurídica.
Atendiendo al texto actual de la ley penal y al principio de legalidad que la rige, en los
casos descritos en los que el delito se encuentra asociado a la actuación de un «mando
medio autónomo», no es posible afirmar la responsabilidad de la persona jurídica por
cuanto el hecho punible no ha sido cometido o se encuentra asociado a la actuación de
las personas señaladas en el literal a) del artículo 3° de la ley, es decir, por la «plana
mayor», evidenciándose un caso de atipicidad y un evidente vacío legal.
Esta situación puede convertirse en un incentivo para que las personas jurídicas se
organicen de manera que los riesgos más gravosos sean asignados a mandos medios
para su supervisión, vigilancia y control, o sean encomendados a mandos medios con
autonomía, con la finalidad de que, ante eventuales delitos derivados de su actuación,
el hecho resulte atípico y quede impune, evadiendo su responsabilidad la persona
jurídica y su «plana mayor».
30
Ahora bien, realizando una interpretación de los artículos 3° y 17° de la Ley N° 30424,
tampoco puede afirmarse que el Modelo de Prevención de Delitos implantado en la
persona jurídica y que ha designado como controlador del riesgo al «mando medio
autónomo», es adecuado, pues éste presenta un riesgo en su configuración,
específicamente en lo que concierne al tratamiento del riesgo identificado, toda vez que
la ley hace una referencia expresa a la «plana mayor» como controladora del riesgo.
En este punto la especial relevancia que cobra la actuación del responsable de evaluar
el Modelo de Prevención de Delitos en el marco de una investigación fiscal, en el caso
peruano, de la Superintendencia de Mercado de Valores – SMV, la cual, en su
evaluación del Modelo, deberá incluir en su análisis sobre el tratamiento de los riesgos,
no sólo sobre los controles establecidos para mitigarlos, sino también las posiciones
que, según sus competencias, deben gestionar dichos riesgos, es decir, supervisarlos,
vigilarlos o controlarlos.
Por otro lado, este supuesto tampoco puede ser considerado por el juzgador como una
atenuante por «acreditación parcial de los elementos mínimos del Modelo de Prevención
de Delitos» pues, como se ha referido, éste se encuentra completo en cuanto elementos
mínimos concebidos.
31
En resumen, el caso en el que un «mando medio autónomo» genere directa o
indirectamente las conductas delictivas descritas, y el juzgador se incline por considerar
que la persona jurídica debe ser responsable penalmente, debe quedar claro que esta
situación no se encuentra albergada en los artículos 17° y 12° de la ley.
Este supuesto debe ser considerado para aquellos otros casos en los que el Modelo de
Prevención de Delitos se encuentra completo en cuanto a sus elementos mínimos, pero
presenta defectos en el/los elemento(s) relacionado(s) al delito cometido por la persona
natural (riesgo materializado).
En este tipo de casos, no es posible aplicar la eximente incompleta del artículo 17° de
la ley por cuanto no es posible afirmar que el Modelo de Prevención de Delitos es idóneo,
ya que alguno(s) de los elementos del Modelo presenta defecto(s). Tampoco puede
incluirse este tipo de casos en la atenuante por acreditación parcial de los elementos
mínimos del Modelo por cuanto éste se encuentra completo en cuanto a la cantidad de
32
elementos mínimos exigidos por ley. En esa línea, puede afirmarse que este tipo de
casos no ha sido considerado por el legislador peruano y existe un vacío legal.
En estos casos, el defecto referido puede darse en cualquiera de los elementos mínimos
establecidos en el artículo 17° de la Ley N° 30424 o el artículo 33° del Reglamento,
indispensables para aplicar la eximente completa de responsabilidad, es decir, el
defecto puede recaer sobre i) el encargado de prevención, ii) la identificación, evaluación
y mitigación de riesgos, iii) los procedimientos de denuncia, iv) la difusión y capacitación
periódica del modelo de prevención y; v) la evaluación y monitoreo continuo del modelo
de prevención.
Ahora bien, es necesario que el legislador regule a este grupo de supuestos toda vez
que su falta de consideración puede conllevar respuestas inequitativas por parte del
derecho penal, por ejemplo, una persona jurídica que cuenta con un Modelo de
Prevención con todos sus elementos, pero presenta algún tipo de defecto, puede recibir
el mismo tratamiento que aquella que sólo tiene implementado uno de sus elementos,
por ejemplo, únicamente cuenta con un canal de denuncias, en el caso de que, ante la
falta de regulación, el juzgador considere que, en ambos casos, nos encontramos ante
una acreditación parcial de los elementos mínimos del Modelo de Prevención.
La situación expuesta puede generar un incentivo perverso para las personas jurídicas
de cara a la inversión en materia de autorregulación para la prevención de riesgos
penales, que intenta incentivar la Ley N° 30424 y la regulación de la eximente completa,
toda vez que éstas pueden considerar que, con una mínima inversión en materia de
prevención de riesgos, por ejemplo, únicamente contar con un canal de denuncias o con
cualquier otro de los elementos, les permitirá gozar de una atenuante de la sanción
penal.
33
incompletas de responsabilidad de la persona jurídica y conllevan la necesaria
atenuación de la sanción penal por debajo del mínimo legal.
34
CAPÍTULO II – La necesidad de adecuar la gravedad de la respuesta punitiva
a ilícitos que constituyan un injusto incompleto de la persona jurídica
En el ámbito penal son muy variados los sistemas (modelos) de atribución (imputación)
de responsabilidad de las personas jurídicas, los cuales van desde una responsabilidad
transferida o accesoria hasta una plena y acumulativa.33 Las diversas propuestas
existentes se pueden agrupar en tres sistemas: i) responsabilidad por el hecho de otro,
ii) responsabilidad por el hecho propio y, iii) el modelo mixto o intermedio.
33 ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., La responsabilidad penal de las personas jurídicas: ¿un
problema del derecho penal?, en: Revista Derecho & Sociedad, N° 35, 2010, p. 191.
34 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
35
en el comportamiento del representante de la persona jurídica no es solo voluntad de
éste, sino también manifestación de voluntad de la propia persona jurídica.37
Este sistema, aunque puede variar según la legislación, tiene los siguientes requisitos38:
a) La comisión del injusto penal por parte de una persona natural que comparte un
criterio de conexión con la persona jurídica,
b) El injusto de la persona natural, se ejecuta en el ejercicio de las funciones que le
son atribuidas en virtud del criterio de conexión que comparte con la persona
jurídica,
c) El injusto de la persona natural tiene como finalidad obtener algún tipo de ventaja
o beneficio para la persona jurídica, infringir una obligación que corresponde a
la persona jurídica. Es decir, el hecho delictivo se realiza por cuenta39 y en
beneficio de la persona jurídica.
Las legislaciones que optan por este modelo, varían entre ellas, básicamente, en cuanto
a la determinación del círculo de personas cuyo comportamiento da lugar a la
responsabilidad de la persona jurídica.40
37 REAÑO PESCHIERA, José Leandro, La utilidad de los programas de criminal compliance para
las empresas que operan en Perú, en: Revista de Derecho Themis N° 68, 2016, p. 145.
38
CARRIÓN ZENTENO, Andy, Responsabilidad penal de la persona jurídica y corrupción: la ley
30424 entendida desde la teoría de las normas. En: AMBOS Kai, MALARINO Ezequiel y FUCHS
Marie-Christine (Editores), Corrupción y Derecho Penal: prevención, investigación y sanción,
Estudio comparado, Fundación Konrad Adenauer, Colombia, 2021, p. 207.
39 El sujeto actúa por cuenta de la sociedad si persigue los intereses de ésta determinados
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 5.
41 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
36
Cabe resaltar que el fundamento de este modelo radica en la eficiencia, un componente
económico que busca desincentivar la participación o favorecimiento de las personas
jurídicas en los delitos cometidos por sus representantes o subordinados. En tal sentido,
las personas jurídicas, a fin de evitar ser sancionadas por los actos cometidos por sus
sujetos vinculados, se ven compelidas a implementar sistemas de prevención de riesgos
penales.
Cabe indicar que los defensores de este modelo, señalan este sistema de
atribución de responsabilidad no infringe el principio de culpabilidad
(específicamente los subprincipios de culpabilidad por hecho propio o imputación
subjetiva), por cuanto a las personas jurídicas no la amparan las mismas
garantías y derechos que a la persona natural, como es la interdicción de la
responsabilidad objetiva, al no portar todos sus atributos (por ejemplo, la
42 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial,
Lima, mayo 2019, p. 903; GARCÍA CAVERO, Percy, Esbozo de un modelo de atribución de
responsabilidad penal de las personas jurídicas, en: Revista de Estudios de la Justicia, N° 16,
2012, p. 60; GARCÍA CAVERO, Percy, Sanciones penales para las personas jurídicas, en:
Problemas actuales de política criminal. Anuario de derecho penal 2015-2016, p. 165; REAÑO
PESCHIERA, José Leandro, La utilidad de los programas de criminal compliance para las
empresas que operan en Perú, en: Revista de Derecho Themis N° 68, 2016, p. 145.;
43 DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 6; ABANTO VÁSQUEZ, Manuel
A., La responsabilidad penal de las personas jurídicas: ¿un problema del derecho penal?, en:
Revista Derecho & Sociedad, N° 35, 2010, p. 197.
37
dignidad personal, de donde se derivan, el honor o la intimidad).44 Asimismo, no
se infringe el principio de culpabilidad en tanto no se imponen “penas” a delitos
de las personas jurídicas, sino que hace responder a éstas por los delitos de las
personas naturales.45
Esta crítica es rebatida afirmando que todas las sanciones tienen efectos
colaterales sobre terceros inocentes y que, la pérdida patrimonial que
experimenta, por ejemplo, el socio, es similar a cualquier otro riesgo derivado de
una mala gestión.47
44 DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 6; NIETO MARTIN, Adán, La
responsabilidad penal de las personas jurídicas: esquema de un modelo de responsabilidad
penal, p. 131. Recuperado de internet: https://www.yumpu.com/es/document/read/15825704/la-
responsabilidad-penal-de-las-personas-juridicas-adan-nieto-martin.
45 MIR PUIG, Santiago, Las nuevas “penas” para personas jurídicas: una clase de “penas” sin
38
Este sistema tiene el efecto de desaliento de todo sistema de responsabilidad
objetiva, la persona jurídica nunca ve reconocidos sus esfuerzos organizativos
encaminados a evitar los hechos delictivos, generando un efecto perverso,
incitando a las personas jurídica a no colaborar con la administración de
justicia.48 En ese ese sentido, no promueve la autorregulación por parte de las
personas jurídicas.
En tal sentido, es preciso delinear cuál es este hecho propio de la persona jurídica que
la hace penalmente responsable, siendo, según la doctrina, la defectuosa organización
Consideraciones desde una perspectiva comparada, en: Boletín Académico N° 48, Lima: Estudio
Oré Guardia, 2018, p. 8 Recuperado de internet: https://oreguardia.com.pe/la-responsabilidad-
penal-de-las-personas-juridicas-en-peru/.
39
de la persona jurídica el factor que determina su responsabilidad penal, la cual se
expresa en la falta de adopción de un Modelo de Prevención de Delitos idóneo.51
51 GARCÍA CAVERO, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial, Lima,
mayo 2019, p. 904.
52 GARCÍA CAVERO, Percy, Esbozo de un modelo de atribución de responsabilidad penal de las
personas jurídicas, en: Revista de Estudios de la Justicia, N° 16, 2012, pp. 65-67.
53 GARCÍA CAVERO, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial, Lima,
40
Bajo esta concepción, el profesor Gómez-Jara Díez elabora una teoría del concepto
jurídico-penal de culpabilidad que resulta adecuada tanto para las personas naturales y
jurídicas. Propone un cambio de paradigma de la imputación penal que deje de lado la
visión antropológica de la persona y se centre en la comunicación (que goza de la misma
autorreferencialidad que la conciencia) como elemento esencial de los sistemas sociales
u organizativos (autopoiéticos).58
Según este autor, tanto el sistema psíquico (persona natural) como el sistema
organizativo (persona jurídica) deben desarrollar una determinada complejidad interna
suficiente para poder ser consideradas personas en derecho penal. Así, la complejidad
interna suficiente es un presupuesto para el desarrollo de una autorreferencialidad
suficiente que permita la autodeterminación del propio sistema con respecto al entorno,
cuestión decisiva para el nacimiento de la responsabilidad penal.
Las personas jurídicas también deben superar ese umbral de complejidad interna y de
autorreferencialidad suficiente para poder ser consideradas personas en Derecho
Penal. Dicho umbral se establece normativamente en el Derecho Penal individual y
corporativo.
41
Cuadro 3
Es solamente en este contexto de la persona jurídica como sistema autopoiético
organizativo de orden superior que las anteriores reflexiones sobre culpabilidad
adquieren un verdadero sentido, toda vez que:
Sólo en el seno de una persona jurídica con una complejidad suficiente resulta
posible institucionalizar una cultura de fidelidad al Derecho, de tal manera que la
inexistencia de dicha cultura pueda concebirse como un déficit de fidelidad al
Derecho, como un quebrantamiento del rol de ciudadano fiel al Derecho.
Sólo una persona jurídica con una determinada complejidad interna adquiere una
capacidad organizativa que permite asignarle una competencia por organización
a la persona jurídica y, en consecuencia, hacerla responsable por las
consecuencias de dicha organización.
42
Cabe hacer referencia también a la posición del profesor Cigüela Sola quien describe a
la persona jurídica como un “meta-sujeto”, que sólo puede entrar en contacto el mundo
social a través de sus miembros, y por eso no puede reprochársele personal y
subjetivamente el injusto que constituye su defectuosa organización; sin embargo, la
existencia de una organización criminógena donde se facilita o fomenta el
comportamiento delictivo sí puede ser objeto de valoración por parte del Derecho, en el
sentido de afirmar su carácter (objetivamente) injusto y de imponer una sanción que
obligue a sus miembros a modificarla y ajustarla a lo exigido por el Derecho60.
Por otro lado, también se ha descrito a la persona jurídica desde una definición jurídica
como aquel complejo estructural atributivo (constructo jurídico) que desborda la suma
de sus componentes (personas naturales) y que toma decisiones en un nivel distinto del
de las personas naturales que la componen, más allá de que, como sujeto, no goce de
capacidad reflexiva o conciencia de sí misma. En esta línea, la situación jurídica,
económica y social de la persona jurídica la coloca en unos parámetros de comunicación
y expectativas propios que condicionan su actual como sujeto social autónomo de las
personas naturales. La normativa corporativa conforma el circuito neural de la persona
jurídica, esto es, su programación compleja, la cual se teje en dinámicas económicas y
jurídicas que trascienden las voluntades de las personas naturales que hacen las
personas jurídicas.61
eficaz de los artículos 31bis y 129 del Código penal, pp. 186-188.
62 GARCÍA CAVERO, Percy, Esbozo de un modelo de atribución de responsabilidad penal de las
43
Por ejemplo, cuando se dice que la persona jurídica responde por el hecho de
su empleado porque no lo vigila como es debido o porque se ha organizado de
un modo que facilita que el hecho delictivo tuviera lugar; se le está imputando el
hecho de ese empleado en razón, a su vez, del hecho de otro empleado, aquel
llamado a vigilar al anterior o responsable por la organización de la persona
jurídica. Desde esa perspectiva la responsabilidad de la persona jurídica deviene
en “responsabilidad objetiva”63, por lo que todo lo que se quiere reprochar como
propio a la persona jurídica, en realidad, tiene su origen en la persona natural.
Es por ello que, aun cuando se señale que el hecho delictivo de la persona
natural es distinto al de la persona jurídica, no se puede dejar de sostener que la
responsabilidad de la persona jurídica se asienta sobre el injusto, al menos
objetivo, de la persona natural, por lo que no se entiende por qué no se reconoce
cierta transferencia del injusto de la persona natural a la persona jurídica.64
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 9.
65 DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación
española, Barcelona, en: In Dret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 8.
66 SILVA SÁNCHEZ, Jesús-María, La eximente de “Modelos de Prevención de Delitos”.
Fundamento y bases para una dogmática, en: Estudios de Derecho Penal: homenaje al profesor
Miguel Bajo, Silvina Bacigalupo, Bernardo José Feijoo Sánchez, Juan Ignacio Echano Basaldua
(Coordinadores), Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces, 2016, pp. 672-673.
44
Para que funcione la responsabilidad de la persona jurídica, afirma el referido
profesor, debe añadirse al “criterio del beneficio” el “criterio del favorecimiento”,
lo cual ayuda a admitir que las “penas” previstas para las personas jurídicas, lo
son en un sentido distinto a las imponibles a las personas naturales, pues no se
tratan de penas retributivas sino de correctivos preventivos o cuasipenas, lo cual
permite sostener que las personas jurídicas no infringen de modo culpable
directivas de conducta.67
problema del derecho penal?, en: Revista Derecho & Sociedad, N° 35, 2010, p. 206.
69 CARO CORIA, Dino Carlos, La responsabilidad de las personas jurídicas en el Perú y los
45
anterioridad al delito un Modelo de Prevención de Delitos) y sin tomar en cuenta el hecho
delictivo cometido por la persona natural.70
En efecto, se afirma que este sistema es una versión moderada del modelo de
responsabilidad por el hecho de otro, pues no se satisface con una conexión meramente
formal entre la entidad y la persona natural responsable y exige algún tipo de “aporte”
organizacional al delito.71
El profesor Silva Sánchez, quien se sitúa en este modelo intermedio, ha declarado que
el fundamento de este sistema radica una necesidad preventiva, ya que las personas
jurídicas son una fuente importante de delincuencia, favoreciendo el delito a través de
sus recursos humanos y materiales. Las personas jurídicas y las personas natural son
agentes distintos entre sí, a la persona natural le retribuyo culpabilidad y, a las personas
jurídicas, debido a que no se les puede retribuir culpabilidad (porque no son agentes
morales ni ciudadanos políticos), se le convierte en destinatario de criterios de
prevención en un contexto político de justicia distributiva.
Se sitúan también en este nivel intermedio quienes consideran que las personas
jurídicas no pueden ser destinatarias de normas de conducta porque carecen de
capacidad de acción penal. También quienes sostienen que la culpabilidad apela a la
dignidad humana y es difícil aceptar una dignidad de las personas jurídicas.72
Los adscritos a este sistema intermedio señalan que la sanción a una persona jurídica
siempre va a estar condicionada por la existencia de un delito por parte de la persona
natural y que, en ese sentido, no se castiga a la persona jurídica porque no exista un
programa de compliance sino porque el delito de la persona natural esclarece un estado
de descontrol antijurídico en la persona jurídica que debe corregirse, por lo que no basta
constatar que hay un programa de compliance sino que la persona natural lo eludió, lo
cual pone de manifiesto que siempre hace falta la conexión con los actos de las
personas naturales pues, de ellas proviene el delito.73
46
Bajo el contexto de este sistema, atendiendo a que toda persona jurídica es riesgo,
entendida como organización humana y de medios materiales que conllevan riesgo para
bienes jurídicos, los Modelos de Prevención de Delitos establecen las condiciones de
permisión del riesgo (condiciones del riesgo permitido de la persona jurídica). En ese
sentido, pensando equitativamente, el Modelo de Prevención de Delitos puede causar
la exención de responsabilidad en caso éste sea idóneo y recoja los requisitos de ley.
Sobre el primer punto, compartimos con un sector de la doctrina, que la Ley N° 30424
recoge una responsabilidad penal y no administrativa de la persona jurídica, siendo que,
no obstante, el texto de la ley, nos encontramos ante una responsabilidad penal: 74
74 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
y Teoría del Delito, EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Director) MÓNICA DE LA CUERDA,
MARTÍN FAUSTINO GARCÍA DE LA TORRE GARCÍA (Coordinadores), Valencia, Tirant lo
blanch, 2020, p. 102, GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición,
Ideas Solución Editorial, Lima, mayo 2019, p. 900; MILLÁN GUTIÉRREZ, Iván y CASTRO LORA,
Álvaro, Apuntes de análisis comparativo de la legislación chilena y peruana en materia de
Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, en: Revista ADVOCATUS N° 37, Lima, 2018-
I, p.128; ABAD SALDAÑA, Giovanna, El Criminal Compliance: la Responsabilidad Penal de las
personas jurídicas y el cumplimiento normativo, en: Revista ADVOCATUS N° 37, Lima, 2018-I,
p.120.
75 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial,
Lima, mayo 2019, p. 901; GARCÍA CAVERO, Percy, Sanciones penales para las personas
47
- La segunda razón es que el fundamento de la responsabilidad que se pretende
atribuir es la comisión de un delito.
jurídicas, en: Problemas actuales de política criminal. Anuario de derecho penal 2015-2016, p.
176.
76 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial,
Lima, mayo 2019, p. 901; GARCÍA CAVERO, Percy, Sanciones penales para las personas
jurídicas, en: Problemas actuales de política criminal. Anuario de derecho penal 2015-2016, p.
176.
48
encontramos ante un sistema que contiene elementos de un modelo de responsabilidad
por el hecho propio.
Cabe señalar la opinión del profesor Adán Nieto que parece resolver el problema:
“llamemos como llamemos a las sanciones que se imponen a las personas jurídicas (es
decir: penas, medidas de seguridad, sanciones administrativas, consecuencias
accesorias), lo cierto es que estas pertenecen a lo que el Tribunal Europeo de derechos
humanos ha denominado derecho penal en sentido amplio; es decir, sanciones que por
77 CARO CORIA, Dino Carlos, La responsabilidad de las PPJJ en el Perú y los criminal
compliance programs como atenuantes y eximentes de la responsabilidad de la persona jurídica,
en: Tratado sobre compliance penal, GÓMEZ COLOMER, Juan Luis (Coordinador), Valencia,
Tirant lo blanch, 2019, pp. 1287 y 1288.
49
sus características aflictivas son materia penal, y le son de aplicación las garantías
básicas del derecho penal. Esta perspectiva constitucional es un excelente antídoto
contra la estafa de etiquetas, y también relativiza a mi juicio el valor de las
construcciones doctrinales que rechazan a toda costa que se hable de penas, y luego
admiten, solo que, con otro nombre, las mismas sanciones e incluso los mismos criterios
de imputación.”78
No obstante, lo expuesto, cabe resaltar la tesis del profesor Mir Puig, según la cual, las
sanciones previstas en la Ley N° 30424 son administrativas como señala el texto legal.
El profesor señala que, si se considera a las sanciones previstas para la persona jurídica
la misma naturaleza de castigo al culpable que caracteriza a las penas previstas para
personas naturales, será inevitable considerarlas abiertamente contrarias al principio de
culpabilidad penal. Ello sólo se puede salvar si diferenciamos estas sanciones de las
penas de las personas naturales y se les priva del significado simbólico de reproche
fuerte que las caracteriza, y se les aproxima a las sanciones administrativas, medidas
de seguridad y consecuencias accesorias. En ese sentido, considerando que las
sanciones a la persona jurídica no deben ser concebidas como castigo al culpable de
un hecho, nos encontramos ante una responsabilidad sin culpa afín a un modelo de
responsabilidad por el hecho de otro79.
Por un lado, un sector de la doctrina señala que la Ley N° 30424 recoge un sistema
vicarial de atribución de responsabilidad penal atenuado; así, predomina por una parte
la necesidad de una conexión entre el individuo responsable y su hecho con la persona
jurídica, pero a la vez, el ente colectivo puede excluir o atenuar su responsabilidad si ha
instaurado un modelo de prevención de actos delictivos adecuado80.
50
Una segunda opinión, señala que la Ley N° 30424 establece una responsabilidad de la
persona jurídica por el hecho propio.81 En virtud de dicha posición, se afirma que la
responsabilidad de la persona jurídica se origina en forma autónoma, es decir, no deriva
de la responsabilidad de una persona natural (directivos, empleados o proveedores),
esto último es, como mucho, una condición objetiva de punibilidad82, lo que deriva en
que, para que se sancione a la persona jurídica, debe existir un pronunciamiento
respecto a la culpabilidad de la persona jurídica.
Por otro lado, un sector de la doctrina considera que la Ley N° 30424 recoge un modelo
mixto de responsabilidad de la persona jurídica:
jurídica, en: Tratado sobre compliance penal, GÓMEZ COLOMER, Juan Luis (Coordinador),
Valencia, Tirant lo blanch, 2019, p. 1295.
81 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
Consideraciones desde una perspectiva comparada, en: Boletín Académico N° 48, Lima: Estudio
Oré Guardia, 2018, p. 5 Recuperado de internet: https://oreguardia.com.pe/la-responsabilidad-
penal-de-las-personas-juridicas-en-peru/.
51
a la propia persona jurídica, en virtud de la defectuosa configuración de su
ámbito de organización y la existencia de una cultura de no cumplimiento de la
legalidad, además de establecerse textualmente que se trata de una
responsabilidad autónoma.
“Las personas jurídicas son responsables administrativamente por los delitos señalados
en el artículo 1, cuando estos hayan sido cometidos en su nombre o por cuenta de ellas
y en su beneficio, directo o indirecto, por:
a. Sus socios, directores, administradores de hecho o de derecho, representantes
legales o apoderados de la persona jurídica, o de sus filiales o subsidiarias.
b. La persona natural que, estando sometida a la autoridad y control de las personas
mencionadas en el literal anterior, haya cometido el delito bajo sus órdenes o
autorización.
c. La persona natural señalada en el literal precedente, cuando la comisión del delito
haya sido posible porque las personas mencionadas en el literal a. han incumplido
sus deberes de supervisión, vigilancia y control sobre la actividad encomendada, en
atención a la situación concreta del caso.
Las personas jurídicas que tengan la calidad de matrices serán responsables y
sancionadas siempre que las personas naturales de sus filiales o subsidiarias, que
incurran en cualquiera de las conductas señaladas en el primer párrafo, hayan actuado
bajo sus órdenes, autorización o con su consentimiento.
52
Las personas jurídicas no son responsables en los casos en que las personas naturales
indicadas en el primer párrafo, hubiesen cometido los delitos previstos en el artículo 1,
exclusivamente en beneficio propio o a favor de un tercero distinto a la persona jurídica.”
Un segundo elemento contemplado por la ley, el cual funge como criterio de conexión
entre el hecho cometido por la persona natural y la responsabilidad de la persona
jurídica, es que las personas naturales hayan obrado al cometer el delito “en nombre o
por cuenta de la persona jurídica y en su beneficio, directo o indirecto”.
Hasta este punto, del sólo análisis del artículo 3° de la Ley N° 30424, la responsabilidad
recogida en nuestra legislación puede pertenecer al modelo de responsabilidad por el
hecho otro, pues lo único que parece establecer la responsabilidad de la persona jurídica
es el delito cometido por la persona natural afín a la persona jurídica (autores
especiales) y que el mismo haya sido cometido en nombre o por cuenta de la persona
jurídica y en su beneficio, directo o indirecto.
Al respecto, cabe señalar que la autonomía declarada por la ley, sólo debe ser
considerada desde un punto de vista procesal, ya que materialmente no hay ninguna
hipótesis de responsabilidad de la entidad sin una persona natural responsable.86 En
efecto, esta autonomía procesal establece que, aun cuando se encuentre extinta la
acción penal contra la persona natural, no se afecta la responsabilidad de la persona
jurídica.
Más adelante, el artículo 17° de la Ley N° 30424 establece que “la persona jurídica está
exenta de responsabilidad por la comisión de los delitos comprendidos en el artículo 1,
si se adopta e implementa en su organización, con anterioridad a la comisión del delito,
53
un modelo de prevención adecuado a su naturaleza, riesgos, necesidades y
características, consistentes en medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir
los delitos antes mencionados o para reducir significativamente el riesgo de su
comisión.”
87 DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 19.
88 Página 13 de la Exposición de Motivos del Decreto Legislativo N° 1352.
54
misma, consistente en la falta de medidas de vigilancia y control idóneas, según la
naturaleza, riesgos, necesidades y características de la persona jurídica, para prevenir
delitos o para reducir el riesgo de su comisión.
89 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
y Teoría del Delito, EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Director) MÓNICA DE LA CUERDA,
MARTÍN FAUSTINO GARCÍA DE LA TORRE GARCÍA (Coordinadores), Valencia, Tirant lo
blanch, 2020, p. 110; DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas
jurídicas. Regulación española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012,
disponible en http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 28.
55
Lo expuesto se corrobora con la interpretación que se realiza del artículo 17°.4 y el 3°
de la Ley N° 30424, pues indican que la persona jurídica no responde cuando el agente
individual elude el Modelo de Prevención, lo que quiere decir que no es el delito de la
persona natural per se lo que fundamenta la responsabilidad de la persona jurídica, sino
la omisión de adoptar un Modelo que potencialmente hubiera podido evitarlo, lo que da
cuenta que se está ante un modelo de responsabilidad por el hecho propio.90
Elemento 2:
Elemento 3
Elemento 1 Criterio de conexión
RPPJ Criterio de
Hecho de conexión entre la PN y la PJ.
favorecimiento Criterio de beneficio
Socios, directores,
administradores de hecho o de
Art. 3 derecho, representantes
Lit. a) legales o apoderados de la
persona jurídica, o de sus
filiales o subsidiarias.
La persona natural que,
estando sometida a la
autoridad y control de las
Art. 3
personas mencionadas en el Delitos cometidos en
Lit. b) Defectuosa
Delito literal anterior, haya cometido nombre o por cuenta
organización
cometid el delito bajo sus órdenes o de la persona jurídica
de la persona
o por: autorización. y en su beneficio,
jurídica.
La persona natural señalada en directo o indirecto
el literal precedente, cuando la
comisión del delito haya sido
posible porque las personas
Art. 3 mencionadas en el literal a. han
Lit. c) incumplido sus deberes de
supervisión, vigilancia y control
sobre la actividad
encomendada, en atención a la
situación concreta del caso.
Cuadro 4
90
CARRIÓN ZENTENO, Andy, Responsabilidad penal de la persona jurídica y corrupción: la ley
30424 entendida desde la teoría de las normas. En: AMBOS Kai, MALARINO Ezequiel y FUCHS
Marie-Christine (Editores), Corrupción y Derecho Penal: prevención, investigación y sanción,
Estudio comparado, Fundación Konrad Adenauer, Colombia, 2021, p. 214.
56
trata de un conjunto de presupuestos que permiten culpar a alguien por el evento que
motiva la pena. Algunos autores lo describen como un límite del ius puniendi del
Estado.91
57
El subprincipio de personalidad de las penas, imputación personal o culpabilidad
individual busca limitar la sanción a los responsables del hecho y a los que participaron
en él en calidad de coautores, instigadores o cómplices. Cabe resaltar que, en
consideración a este principio, se han presentado los principales cuestionamientos a los
diferentes sistemas que han intentado introducir la responsabilidad penal de las
personas jurídicas en las diferentes legislaciones toda vez que, en virtud de este
principio, únicamente responden de los hechos ilícito las personas naturales, al ser las
únicas capaces de cometerlos.95
58
norma y que, por tanto, el delito es obra suya. Estas condiciones son: a) que el sujeto
sea imputable, b) que en las circunstancias en las que actuó haya podido adecuar su
comportamiento conforme a derecho y, c) que conociera la ilicitud de su acto, siquiera
potencialmente.98
98 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del Delito.
Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, p. 61.
99 JESCHECK, Hans-Heinrich, El principio de culpabilidad como fundamento y límite de la
punibilidad en el derecho penal alemán y español, en: Cuaderno del Instituto Vasco de
Criminología N° 9, diciembre 1995, Eguzkilore, p. 29.
59
Al respecto, como señala el profesor Serrano-Piedecasas Fernández, la persona
jurídica no es una adición de personas individuales, sino una creación particular que se
distingue de sus propios miembros, y que, si bien sus actividades se manifiestan hacia
el exterior a través de los actos de humanos de sus órganos, éstos también son suyos.
Asimismo, la persona jurídica es receptora autónoma de deberes y, en consecuencia,
capaz de cumplirlos o transgredirlos, lo que permite concebir una culpabilidad autónoma
de la persona jurídica.100
Ahora bien, luego de considerar que la persona jurídica puede ser considerada
penalmente responsable y que dicha responsabilidad respeta el principio culpabilidad
que rige el derecho penal, queda analizar si éstas son pasibles de recibir sanciones de
naturaleza penal.
60
Al respecto, cabe recordar que, en el derecho penal clásico, se afirma que la sanción
penal expresa reproche por la conducta, a diferencia de otras sanciones de distinta
naturaleza.
El profesor Von Hirsch explica que la sanción penal expresa reproche, por lo que
castigar a una persona consiste en imponerle una privación (un sufrimiento) por haber
realizado un daño, de forma tal que exprese desaprobación (censura) hacia la persona
por su comportamiento.101
Estos mensajes que incorpora la sanción penal muestran por qué la conducta lesiva no
debe ser tratada con sanciones neutrales que no expresan desaprobación, y que niegan
el status de la persona como agente moral capaz de comprensión.103 A diferencia de
las sanciones penales, las sanciones neutrales tratan a los infractores como animales
que deben se frenados, intimidados o condicionados para cumplir, porque son
incapaces de entender que la lesión está mal. Una sanción penal trata a la gente como
una persona que es capaz de esta comprensión.104
101 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, pp. 34-35.
102 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, p. 35.
103 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, pp. 36-37.
104 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, p. 37.
105 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, p. 38-39.
61
En resumen, la sanción penal es una respuesta que expresa reprobación a través de la
imposición de dolor. La censura está pensada para darle al individuo una razón moral
para reaccionar; por ello el grado de reproche expresado debe ser coherente con la
reprochabilidad de la conducta. En efecto, el elemento de reproche de la sanción penal
expresa que la conducta está mal; y el elemento del sufrimiento suministra a la persona
una razón prudencial adicional para frenarse a la hora de realizar esta conducta. La
sanción penal suministra una razón moral como una razón suplementaria adicional para
cumplir la ley.106
En tal sentido, si la sanción penal implica un juicio de reproche externo que expresa
desaprobación a quien ha realizado un daño y le da a la persona la oportunidad de
reconsiderar sus acciones, pero no está configurada para suscitar determinados
sentimientos, es decir, se trata de un juicio externo realizado por el Estado a través del
proceso penal, resulta perfectamente viable que la persona jurídica sea pasible de este
juicio de reproche externo, no existiendo ningún impedimento para ello, toda vez que no
se espera el surgimiento de un sentimiento determinado que resulte posible únicamente
en una persona natural y que evidentemente no sucede en la persona jurídica.
En esa línea de ideas, cualquier persona jurídica puede ser objeto de un juicio penal y
ser encontrada responsable, recibiendo por ello una sanción que exprese censura, el
cual se materializará en el reproche que realicen los distintos actores de la sociedad y
que se evidenciará, por ejemplo, en el impacto negativo que tendrá en sus relaciones
comerciales con clientes e inversionistas, relación con el Estado, entre otros.
Ahora bien, la censura de la sanción penal, que reprochará a la persona jurídica su mala
actuación, a su vez, podrá lograr, en algunos casos, un cambio en la persona jurídica
(comprensión de la norma), por ejemplo, la implementación de un compliance. De
hecho, a primera vista, pareciera que las personas jurídicas que operan como grandes
106 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, p. 78-79, 119.
107 VON HIRSCH, Andrew, Censurar y castigar, Ed. Trotta, 1998, p. 119.
62
agentes económicos en determinados mercados, reaccionan a la censura de la sanción
penal mejor inclusive que las personas naturales, pues, por ejemplo, como se ha visto
en las investigaciones por el caso Odebrecht, distintas empresas ante la sola amenaza
de la sanción penal (consecuencias accesorias), han establecido sistemas de
compliance en sus organizaciones, cambiado su imagen, removido a su directorio, entre
otras acciones, con la finalidad de demostrar que han comprendido lo que la norma
pretende comunicar y que están dispuestas a respetarla.
Sumado a ello se tiene que la sanción penal se presenta en todo su alcance frente a la
persona jurídica (incorpora todos sus mensajes) pues, en los términos ya explicados,
considera a la víctima del daño, al causante y a sus intervinientes (persona jurídica),
pues hace referencia al acto desaprobado y, finalmente, permite comunicar a terceros,
personas naturales y jurídicas, y los invita a renunciar a ejecutar determinados actos
punibles.
Cabe reiterar que son los mensajes que incorpora la sanción penal fundamentan el por
qué la conducta lesiva no debe ser tratada con sanciones neutrales que no expresan
desaprobación y niegan el status de la persona como agente capaz de comprensión,
corroborando que la sanción penal trata al infractor como una agente capaz de
comprensión, lo cual, como hemos visto, no es una característica exclusiva de las
personas naturales, sino que las personas jurídicas también puede comprender el
mensaje de la norma y sanción penal y motivarse por ella adecuando su actuación
conforme al derecho.
En resumen, se condice con el principio de culpabilidad que las personas jurídicas sean
sancionadas penalmente, toda vez que, como se ha visto, las personas jurídicas son
capaces de participar en hechos delictivos y motivarse por la norma penal, por lo que,
resulta coherente que se les responsabilice penalmente por aquellos que provoque
considerando su grado de responsabilidad.
63
4.4. Posiciones doctrinales que reconocen la existencia de un injusto y
culpabilidad en la persona jurídica
Partiendo de que la persona jurídica puede ser responsable por la comisión de delitos,
es decir, que tienen capacidad de acción y culpabilidad108 (son imputables), según se
ha explicado al tratar el sistema de responsabilidad por el hecho propio, corresponde
analizar entonces en qué consiste el injusto atribuible a la persona jurídica y su
culpabilidad.
108 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
y Teoría del Delito, EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Director) MÓNICA DE LA CUERDA,
MARTÍN FAUSTINO GARCÍA DE LA TORRE GARCÍA (Coordinadores), Valencia, Tirant lo
blanch, 2020, p. 106.
109 GÓMEZ-JARA DIEZ, Carlos, Fundamentos de la responsabilidad penal de las personas
64
Cabe precisar que la imputación a la persona jurídica del riesgo prohibido por su
defectuosa organización (evidenciada en la falta de un sistema de cumplimiento idóneo)
no se reduce a la creación del riesgo penalmente prohibido, sino que ese riesgo debe
haberse realizado en el resultado, en el caso de los delitos de resultado. Por lo tanto,
es necesario que, en términos normativos, el resultado lesivo concretamente producido
por el miembro individual pueda reconducirse a la falta de implementación de un Modelo
de Prevención de Delitos idóneo.111
111 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución
Editorial, Lima, mayo 2019, p. 910; MEDINA FRISANCHO, José Luis, La teoría de la imputación
objetiva en el sistema funcional del derecho penal, en: Gaceta Penal & Procesal Penal, tomo 14,
agosto 2010, pp. 61-62.
112 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución
las personas jurídicas, en: Revista de Estudios de la Justicia, N° 16, 2012, p. 70.
65
Cuadro 5
Para el profesor Cigüela Sola el contenido del injusto que se atribuye a la organización
viene constituido por aquellos factores estructurales de origen no individualizable que
hayan favorecido o incentivado, por encima del riesgo permitido, la comisión de un delito
individual en su seno. Estos factores radicados en el contexto organizativo y situados
entre los individuos que integran la organización, se originan en un proceso acumulativo,
progresivo y difuso, mediante la actuación conjunta de múltiples sujetos,
administradores presentes y pasados, pero también empleados. Pueden adoptar, a su
vez, formas diversas; pueden ser de carácter técnico, organizativo y humano.114
66
persona jurídica tomando en cuenta su naturaleza. En ese sentido, el dolo de la persona
jurídica viene dado por la existencia de un conocimiento organizativo del riesgo
empresarial/corporativo.
Uno de los mayores estudiosos del conocimiento organizativo (Helmut Willke) lo define
como el núcleo del conocimiento organizativo es la observación de que el contenido de
este conocimiento no está caracterizado por las partículas de conocimiento individuales
que se encuentran en las cabezas de las personas naturales, sino por las relaciones y
los modelos de vinculación entre estos elementos de conocimiento. Las vinculaciones
mismas constituyen el conocimiento independiente, colectivo o sistémico, de la
organización. Lo decisivo será determinar, al igual que ocurre con la persona natural,
que indicios consideramos relevantes para afirmar- y correspondiente imputar- un
determinado conocimiento a una determinada persona.117
En resumen, parece haber cierto consenso en que el injusto por el cual se responsabiliza
a la persona jurídica es un defecto de organización,120 consistente en no haber adoptado
medidas destinadas a la prevención de la comisión de delitos desde su interior que
aseguren un comportamiento no delictivo por parte de la persona jurídica, generando
2014, p. 91; ARTAZA VARELA, Oswaldo, Programas de cumplimiento. Breve descripción de las
reglas técnicas de gestión del riesgo empresarial y su utilidad jurídico-penal, en: en:
Responsabilidad de la Empresa y Compliance. Programas de prevención, detección y reacción
penal, MIR PUIG, Santiago, CORCOY BIDASOLO, Mirentxu y GÓMEZ MARTÍN, Víctor, IB de F,
Buenos Aires, 2014, pp. 232-233.
67
que los hechos ilícitos de sus órganos o representantes se consideren delitos de la
persona jurídica. Este defecto de organización lo podemos identificar como la infracción
propia de la persona jurídica.
Por otro lado, respecto a la culpabilidad de la persona jurídica, esta categoría ha sido
relacionada tradicionalmente con una determinada actitud o disposición interna del
sujeto hacia la norma- que, en el fondo, es lo que hace reprochable su conducta.123 Las
concepciones modernas de la culpabilidad relacionan este concepto con la fidelidad al
derecho que le es exigible a un ciudadano en democracia.124
121 GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución
en Chile, en: Revista Política Criminal, Vol. 5 N° 9, julio, 2010, p. 216; CARO CORIA, Dino,
Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico y Teoría del Delito,
EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Director) MÓNICA DE LA CUERDA, MARTÍN FAUSTINO
GARCÍA DE LA TORRE GARCÍA (Coordinadores), Valencia, Tirant lo blanch, 2020, p. 105.
123 GÓMEZ-JARA DIEZ, Carlos, Fundamentos de la responsabilidad penal de las personas
68
jurídica con una deficiente cultura corporativa, la cual genera un entorno que contribuye
con la comisión del delito de la persona natural, al sentirse el sujeto activo tolerado o
amparado.126
Sobre el particular, cabe hacer referencia al estudio de Edgar Schein, citado por el
profesor Cigüela Sola, en el cual se explica que las culturas organizativas de las
personas jurídicas, existen en tres niveles: los artefactos, que son los procesos y
estructuras visibles, como su arquitectura, productos, estilo estético, rituales, narrativa
y mitos que utiliza para explicarse a sí misma; los valores y creencias que propugnan,
lo que incluye sus ideales, objetivos, propósitos y racionalizaciones de la propia
actividad organizativa y, por último, las presunciones básicas subyacentes, las cuales
integran valores y creencias no racionalizadas o inconscientes dadas por hecho, siendo
capaces de determinar la percepción y el comportamiento tanto como las situadas en el
segundo nivel.128
126 NIETO MARTIN, Adán, La responsabilidad penal de las personas jurídicas: esquema de un
69
estaría vinculado con la organización de la persona jurídica; la culpabilidad corporativa
estaría referida a la cultura de la organización. De esta forma, la imputación objetiva y
subjetiva tomaría como marco de referencia la configuración que la persona jurídica ha
realizado de su ámbito de organización; la imputación penal tendría en cuenta la
existencia o inexistencia de una cultura corporativa fiel al Derecho.
Respecto a la postura del profesor Heine, el profesor Percy García señala que la
estructuración de la imputación que realiza tiene como aspecto resaltable una visión del
injusto centrada en la organización (defectuosa) de riesgos, pero construye la
culpabilidad de la persona jurídica en atención no al hecho defectuoso concretamente
realizado, sino a la conducción de la actividad empresarial/corporativa. Está claro que
lo que se busca es desvincular la culpabilidad corporativa de una decisión tomada por
una persona natural en determinado momento, pero, al darle a la dimensión temporal
130 NIETO MARTIN, Adán, La responsabilidad penal de las personas jurídicas: esquema de un
modelo de responsabilidad penal, p. 134. Recuperado de internet:
https://www.yumpu.com/es/document/read/15825704/la-responsabilidad-penal-de-las-
personas-juridicas-adan-nieto-martin.
131 GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. El modelo
las personas jurídicas, en: Revista de Estudios de la Justicia, N° 16, 2012, p. 63.
70
un carácter constitutivo de la culpabilidad corporativa, se desmarca de la culpabilidad
por el hecho y entra en el ámbito de la tan cuestionada culpabilidad de autor.133
Una tercera concepción sostiene que la culpabilidad de la persona jurídica está dada
por su carácter, culpabilidad por la conducción de la persona jurídica, esto es, un caso
de derecho penal de autor. Para esta versión propuesta por el profesor Lampe, este
derecho penal de autor empresarial es constitucionalmente admisible pues, mientras el
Estado carece de legitimidad para señalar a los individuos cómo tienen que conformar
su carácter (organizarse internamente), sí puede exigir que las personas jurídicas
adopten determinadas formas de organización en forma permanente.134
133 GARCÍA CAVERO, Percy, Sanciones penales para las personas jurídicas, en: Problemas
las personas jurídicas, en: Revista de Estudios de la Justicia, N° 16, 2012, pp. 62-63.
136 DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, pp. 8-9; GARCÍA CAVERO, Percy,
Criminal Compliance, 1ra edición, Palestra Editores, Lima, febrero, 2014, p. 92; NIETO MARTIN,
Adán, La responsabilidad penal de las personas jurídicas: esquema de un modelo de
responsabilidad penal, p. 144. Recuperado de internet:
https://www.yumpu.com/es/document/read/15825704/la-responsabilidad-penal-de-las-
personas-juridicas-adan-nieto-martin.
71
riesgo de un resultado anti normativo realizado personalmente por un miembro de la
persona jurídica, la decisión sobre la producción del resultado sigue en manos del
miembro individual, lo que hace discutible la imputación del resultado al injusto del
sistema de la persona jurídica.137
Asimismo, se le critica por parecer coincidir con un derecho penal de autor, desligado
del hecho delictivo concreto y, por ello, opuesto al principio de responsabilidad por el
hecho concreto.138
137 GARCÍA CAVERO, Percy, Sanciones penales para las personas jurídicas, en: Problemas
actuales de política criminal. Anuario de derecho penal 2015-2016, p. 168.
138 DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación
española, Barcelona, en: InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 8.
139 NIETO MARTIN, Adán, La responsabilidad penal de las personas jurídicas: esquema de un
72
Para esta autora, desde un concepto clásico, las personas jurídicas no pueden ser
destinatarias de normas de determinación, pues éstas presuponen personas naturales
dotadas de autoconciencia y liberad. No obstante, desde la concepción de las normas
como expectativas normativas, la persona jurídica es sujeto en sí mismo y puede infringir
normas, en la medida en que éstas se entienden como expectativas de conducta
institucionalizada, por lo que será posible entender a las personas jurídicas como
centros de atribución de expectativas normativa. En esa medida, el Derecho sí puede
considerar personas a las organizaciones y cabe una protección y una responsabilidad
respetuosas del principio de culpabilidad, más no puede predicarse una culpabilidad en
sentido estricto de las personas jurídicas debido a que nunca podrán ser sujetos
libres.141 En ese sentido, las sanciones que reciba la persona jurídica no deben
fundamentarse en el reproche.
Por otro lado, el profesor Cigüela Sola, por su parte, sostiene que la influencia que
pueda tener la organización en la comisión de delitos no es integrable en la semántica
de la culpabilidad debido a que la organización no tiene la capacidad de organizar de
modo autónomo el hecho organizativo que debe imputársele, pues su defecto de
organización o su filosofía criminógena son fenómenos que emergen progresivamente
de la actuación acumulativa, conjunta y difusa de sus miembros (presentes y pasados),
y no de decisiones propias; y porque la organización desarrolla sólo como prestación de
141 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
Pons, Madrid, 2017, pp. 155-156.
142 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
73
sus miembros – de modo no autónomo y débil- las condiciones de identidad (temporal,
unitaria, cognitiva, ética y política) que debe justificar su estatuto de agente penal y su
aptitud para el reproche de culpabilidad. En resumen, aquello que la organización “es”-
su filosofía o cultura corporativa- y aquello que “hace”- su correcta o incorrecta
organización- depende de otros, y no es posible hablar de una culpabilidad propia
fundada en prestaciones que la organización recibe de terceros.144 En esa línea de
ideas, este autor señala que las organizaciones complejas son “meta-sujetos”.145
El autor sostiene que, mientras a los individuos les corresponde el poder de la acción,
los entes colectivos poseen el poder de la inter-acción; la organización como realidad
intangible situada entre los actores que operan en ella, proporciona al conjunto de sus
integrantes la capacidad de realizar aquellos que individualmente no pueden, al tiempo
que es capaz de condicional, en un sentido o en otro, la conducta de los individuos que
se incorporan a ella. En tal sentido es que los sujetos colectivos no son reducibles a
meros instrumentos y, en esa medida, es posible considerarlos sujetos de
responsabilidad, pues todo poder lleva aparejado una responsabilidad. En resumen, las
organizaciones complejas no constituyen “ni agentes morales” ni tampoco “objetos
puros”, constituyen en realidad “meta-sujetos”, constituido por sujetos individuales que
van sucediéndose por diferentes procesos (comunicación, información y regulación),
donde la actuación de las personas individuales van generando a lo largo del tiempo un
“contexto de inter-acción”, una estructura colectiva, que puede tener influencia en la
comisión de delitos por parte de los miembros sucesivos. Dichas estructuras pueden
responder porque constituyen una realidad separada del mundo de las cosas, y también
(relativamente) de sus miembros individuales; y, en segundo lugar, porque son
identificables por el Derecho por su “personalidad jurídica”, esto es, como centro de
imputación en el sentido de Kelsen.146
74
imputación, a su vez de algún modo diferenciada del mero diagnóstico de
peligrosidad147, a lo que ha denominado responsabilidad estructural, en virtual de la cual
serán responsables las organizaciones en cuyo seno se haya cometido un delito que se
co-explica, en mayor o menor medida, por la existencia en su interior de factores
criminógenos que lo han facilitado o promovido, valorados negativamente por el
Derecho y atribuibles a la actuación conjunta de sus miembros pasados y presentes,
con independencia de si la persona individual fue hallada, y con independencia de su
culpabilidad.148
75
El contenido del injusto que se atribuye a la organización viene constituido por aquellos
factores estructurales de origen no individualizable que hayan favorecido o incentivado,
por encima del riesgo permitido, la comisión de un delito individual en su seno. Estos
factores, radicados en el contexto organizativo y situados entre los individuos que
integran la organización, se originan en un proceso acumulativo, progresivo y difuso,
mediante la actuación conjunta de múltiples sujetos, administradores presentes y
pasados, pero también empleados. Pueden adoptar a su vez formas diversas, pueden
ser de carácter técnico, organizativo y humano.151
El injusto estructural es objetivo porque defecto estructural posee una vigencia objetiva
propia y radica en el contexto de la interacción donde se ha producido el delito (el inter
de la inter-acción no se puede ver, pero es tan real como la acción misma), es
impersonal porque no ha sido originado personalmente por la organización sino
difusamente por sus miembros sucesivos y porque no se dan en la organización los
presupuestos típicos de un injusto personal. Es accesorio e incompleto en tanto la
existencia de factores criminógenos no puede fundamentar siquiera una responsabilidad
estructural, ésta solo se origina de modo accesorio al delito individual que ha puesto de
manifiesto.152
76
Cuadro 6
De ahí que la teoría jurídica del delito es una teoría de la imputación de responsabilidad
penal por medio del cual, para atribuir el delito a una persona y considerarla responsable
por su comisión, adopta un método valorativo consistente en determinar, en primer
lugar, si existe o no un delito; y, en segundo lugar, a quién y por qué se le atribuye ese
delito.155
En segundo lugar, la teoría jurídica del delito atribuye el injusto penal al sujeto
responsable del mismo realizando un juicio de reproche (culpabilidad). Se afirma
entonces que la culpabilidad como categoría del delito se fundamenta en el reproche
ético-social que se hace a un sujeto dotado de autoconciencia y libertad o
77
responsabilidad a quien tiene motivabilidad normal, estando sus presupuestos
sintetizados en tres elementos: i) imputabilidad, ii) conocimiento de la antijuridicidad y
iii) exigibilidad de obrar conforme a la norma.156
156 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
78
En cuanto a la categoría de la culpabilidad, el profesor Meini sostiene que ésta se debe
desintegrar, la imputabilidad en un presupuesto del delito; la exigibilidad de otra
conducta en un principio general del derecho que el legislador considera para decidir
qué comportamientos puede exigir y por tanto prohibir; y el conocimiento potencial de la
ilicitud en un elemento subjetivo del injusto.160
160 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
Delito. Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, p. 63.
161 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
Delito. Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, p. 63.
162 ROXIN, Claus, Derecho Penal, Parte General, Tomo I, Ed. Civitas, 2014 p. 798.
163 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
Delito. Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, p. 61 y 122.
164 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
Delito. Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, p. 61.
79
Sobre la exigibilidad de obrar conforme a la norma (exigibilidad de otra conducta), es un
principio general del derecho que inspira a todas las categorías jurídico-penales y en
particular a la tipicidad, a tal punto que lo que no se exige, es atípico. Este principio es
tomado en cuenta por el legislador para decidir qué comportamientos puede exigir y por
tanto prohibir.165 Según este principio, los riesgos que se exige evitar deben ser
conocidos (dolo) o cognoscibles (imprudencia) por el sujeto, lo cual se condice con la
perspectiva ex ante que impone la norma penal, pues no es posible adecuar el
comportamiento para evitar riesgos no cognoscibles, lo que lleva a que éstos no puedan
ser prohibidos.166 En tal sentido, la exigibilidad no debe analizarse después del injusto,
sino que resulta imprescindible analizarlo junto con éste.
165 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
Delito. Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, p. 111.
166 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
80
imputación penal tendría en cuenta la existencia o inexistencia de una cultura
organizacional fiel al Derecho.168
168 GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. El modelo
constructivista de autorresponsabilidad penal empresarial, 1ra edición peruana, Ara Editores,
Lima, 2010, p. 60.
169 ORTIZ DE URBINA, Libro Homenaje – Maza Martín, t. II, 2018.
81
causado daños a terceros, porque se muestre por lo general como una buena
persona?.170
Sobre este punto el autor Sergio Pérez González ha señalado que, si tomamos como
principal causa de culpabilidad la posibilidad de comportarse de otro modo, es posible
170 CIGÜELA SOLA, Javier, Compliance más allá de la ciencia penal. Aportaciones de la
de complejidad que debe tener una persona jurídica para ser considerada como imputable, lo
que sí tienen las personas naturales, al establecerse la edad de 18 años para ser considerado
imputable para el Derecho penal.
82
afirmar que la persona jurídica que implementa un programa de cumplimiento no pudo
comportarse de otro modo, lo que provoca que el compliance marque un estado
relativamente permanente de imputabilidad y la persona jurídica esquive su culpabilidad,
por lo que esa evitabilidad debe en todo caso relacionarse con la eficacia concreta del
compliance respecto del hecho delictivo cometido y como una estructura abstracta que
sea eficaz en bloque. El compliance señala los límites de programación en las rutinas
organizativas, de modo que las acciones excesivas respecto de aquel deben
interpretarse como fenómenos incomprensibles para la persona jurídica. La persona
jurídica no otorgaría sentido, en sus rutinas internas, en un actuar que resultase
contrario a sus protocolos éticos-sociales; si la persona jurídica no es capaz de entender
tal acción, se puede concluir que ha realizado una acción típica de la que no puede
responder por ausencia de culpabilidad, inversamente, si una persona jurídica no tiene
un compliance, podemos considerar que es capaz de comprender y generar una
expectativa razonable en relación con hechos típicos producidos en su interior, ya que
su programación no incorpora una ética que eviten comprender aquellos hechos 172
Al respecto, sobre lo señalado por el autor Sergio Pérez, no debe concluirse que una
persona jurídica que cuente con un compliance y perpetra un delito, no sea culpable,
toda vez que un compliance puede caer en defectuoso en cualquier momento, de la
misma forma en que una persona no tiene antecedentes y, en determinado momento,
puede decidirse por delinquir. En esa línea de ideas el compliance no debe considerarse
como un pase libre de la persona jurídica que garantiza su “no responsabilidad” por los
delitos que puedan cometer los miembros de su organización, deberá, sin duda,
analizarse el comportamiento de la persona jurídica en cada caso concreto, lo que
implica, por supuesto, el momento en el que ocurrió el hecho delictivo y cuál era el
estado del Modelo de Prevención en dicho espacio de tiempo, lo que comprueba una
vez más que el compliance se relaciona con un estado de cosas de la persona jurídica
cuando efectivamente se despliega el delito, lo que ocurre en sede de tipicidad,
asimismo, se corrobora que la cultura corporativa se desprende del compliance, el cual
nace en la estructura organizativa de la persona jurídica.
172 PÉREZ GONZÁLEZ, Sergio, Sobre la culpabilidad empresarial: notas para una coexistencia
eficaz de los artículos 31bus y 129 del Código penal, pp. 203-204
83
del artículo 17° de la Ley N° 30424 en tanto se exige a la persona jurídica mantener una
correcta organización y se desvalora el estado de cosas defectuoso.
(ii) Nivel meso (organización), integrado por los factores criminógenos que
radican en la propia organización en cuyo seno se habría cometido el
delito y tienen que ver en su mayoría con un déficit en el desarrollo de
su estructura organizativa o de su cultura corporativa, por ejemplo,
disfunciones en los sistemas de información y comunicación, déficit en la
delimitación de las responsabilidades o la existencia de presiones e
incentivos perversos hacia los empleados; y
173 CIGÜELA SOLA, Javier, Compliance más allá de la ciencia penal. Aportaciones de la
sociología de las organizaciones al análisis de la criminalidad corporativa y de la imputación
jurídico-penal, InDret, Barcelona, octubre, 2019, pp. 5-6.
84
la inmortalidad de los directivos, el exceso de codicia de determinados
empleados, o cualquier otro motivo individualizable que explique la tendencia
a delinquir de quienes trabajan en la persona jurídica.
Como se puede apreciar, los factores criminógenos que se pueden encontrar en una
persona jurídica, ubicados en los niveles macro, meso o micro, individual o
conjuntamente, pueden facilitar o favorecer a que la persona natural cometa un delito
en el seno de una organización.
Asimismo, los factores criminógenos ubicados en los niveles macro y micro constituyen
el entorno externo e interno de la organización, respectivamente, por lo que a la persona
jurídica le compete una actuación más reactiva y adaptativa que intervencionista en
cuanto a los riesgos que ahí radican.
Por otro lado, los factores criminógenos ubicados en el nivel meso son aquellos que
radican en la propia persona jurídica relacionados con su estructura organizativa o su
cultura corporativa. En ese sentido, la exigencia de responsabilidad penal a la persona
jurídica, debe exigir un alto grado del delito con el nivel meso; cuanto más conectado
esté el origen del delito con la organización misma más fácil es argumentar que la
persona jurídica es corresponsable del mismo.175
El profesor Cigüela Sola explica que los factores criminógenos en el nivel meso de las
organizaciones pueden desplegarse en dos dimensiones, relacionadas con la estructura
organizativa o la cultura corporativa de la persona jurídica:176
174 CIGÜELA SOLA, Javier, Compliance más allá de la ciencia penal. Aportaciones de la
85
i. Por defectos en la estructura organizativa se entienden aquellos relacionados
con la distribución de funciones y de roles en la persona jurídica, con los sistemas
de comunicación e información, con los sistemas de control y prevención de
riesgos, y todo aquello que puede identificar con su realidad más tangible.
Conforman dicha realidad los sistemas, los procesos y los programas, ya sea de
información, de decisión, de revisión, de control o de cualquier otro tipo, teniendo
en cuenta que una cosa es la estructura tal y como está inicialmente diseñada o
como aparece en los “documentos organizativos”, y otra la estructura tal y como
opera en la realidad y evoluciona a lo largo del tiempo.
ii. Por defectos en su cultura corporativa se entienden todos lo que tienen que
ver con las políticas, valores, creencias y hábitos criminógenos, con las actitudes
y creencias grupales y las dinámicas colecticas que han ido emergiendo de la
interacción; en fin, todo aquello que puede identificarse con la “filosofía” de la
organización o con su realidad más intangible.
Es así que los Modelos de Prevención de Delitos son considerados como un conjunto
de deberes de actuación y reglas técnicas que tienen que reflejar el “estado de la
ciencia” en relación con la diligencia debida de una persona jurídica determinada en
aras a la evitación de riesgos a bienes jurídicos penales que se encuentren en su esfera
de actuación.178
86
También son definidos como aquellos sistemas internos de control que puede
desarrollar una persona jurídica a fin de evitar incumplimientos normativos serios por
parte de sus empleados y directivos o, de producirse estos, detectarlos. Consisten en
una serie de normas de conductas o código éticos y unos procedimientos para su
aplicación. En general, se trata de un mecanismo más eficaz para limitar los riesgos
jurídicos para las personas jurídicas.179
En esa misma línea se sostiene que los Modelos de Prevención de Delitos tienen la
pretensión sistemática de convertir a las personas jurídicas en los principales aliados
del Estado, para llegar a donde éste no alcanza, siendo el objeto del Modelo de
Prevención de Delitos que el respeto a la legalidad se sustente sobre una ética
corporativa que, en síntesis, permita: 1) la pronta detección de las actuaciones ilícitas y
su neutralización; 2) la evitación de la responsabilidad penal de la persona jurídica; 3) la
atenuación de la pena e incluso 4) la determinación indirecta de la responsabilidad penal
de la persona natural 180. En efecto, el Estado contemporáneo parece hacer de algunas
de las variantes de la autorregulación, como la elaboración de programas de
cumplimiento o compliance programs, una de sus estrategias principales de
intervención.181
Ahora bien, para que este Modelo de Prevención sea eficaz para sus fines, debe
valorarse tanto la configuración del Modelo de Prevención de Delitos (análisis formal)
179 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
Pons, Madrid, 2017, p. 331.
180 GOENA VIVES, Beatriz, Los modelos de prevención de delitos, en: Economist and Juris, N°
exclusión o atenuación de responsabilidad penal de los sujetos obligados. En: AMBOS Kai,
CARO CORIA Dino Carlos y MALARINO Ezequiel (Coordinadores), Lavado de activos y
compliance. Perspectiva internacional y derecho comparado, Lima, Jurista Editores, 2015, p.
475.
87
como su concreta implementación (análisis material). No se puede afirmar que un
Modelo no sea eficaz por el mero hecho de que se haya perpetrado un hecho delictivo.183
Se validará ex post la corrección del Modelo, su eficacia objetiva y genérica.
183 GALLEGO SOLER, José Ignacio, Criminal Compliance y proceso penal: reflexiones iniciales,
en: Responsabilidad de la Empresa y Compliance. Programas de prevención, detección y
reacción penal, MIR PUIG, Santiago, CORCOY BIDASOLO, Mirentxu y GÓMEZ MARTÍN, Víctor,
IB de F, Buenos Aires, 2014, p. 221.
184 GALLEGO SOLER, José Ignacio, Criminal Compliance y proceso penal: reflexiones iniciales,
88
Para algunos autores, debe examinarse en el injusto, en la medida que el injusto propio
de la persona jurídica constituye un fallo en su organización equivalente a no contar con
un Modelo de Prevención o no tenerlo implantado de manera adecuada y eficaz.
En tal sentido, el Modelo puede encasillarse en el Derecho penal del riesgo ya que la
mitigación de riesgos penales es uno de los objetivos principales del Modelo de
Prevención, lo que permite ubicarlo dentro del ámbito de la teoría de la imputación
objetiva para la persona jurídica.185
La imputación objetiva es el espacio natural que conecta el Modelo con la teoría jurídica
del delito de la persona jurídica, donde se puede afirmar que, si una persona jurídica
cuenta con un Modelo idóneo, su actividad se mantiene dentro del riesgo permitido y,
por ende, no puede imputársele objetivamente el delito cometido. Por tanto, el Modelo
puede entenderse como la faz negativa de la imputación objetiva del delito corporativo,
precisamente porque decidió autorregularse o implementar un Modelo adecuado o
idóneo.186
Ahora bien, cabe precisar que el incumplimiento del deber de implementar un Modelo
idóneo no siempre conlleva una imputación penal de los delitos producidos, pues la
imputación objetiva no se reduce a la creación del riesgo penalmente prohibido, sino
que el mismo debe haberse materializado en el resultado. Por lo tanto, es necesario
que, en términos normativos, el delito cometido pueda reconducirse a la falta de
implementación del Modelo o a la ausencia de ciertas medidas de prevención
específicas.187
185 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
y Teoría del Delito, EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Director) MÓNICA DE LA CUERDA,
MARTÍN FAUSTINO GARCÍA DE LA TORRE GARCÍA (Coordinadores), Valencia, Tirant lo
blanch, 2020, p. 102.
186 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
2014, p. 94.
89
se funda en la violación de ese deber de controlar riesgos de la persona jurídica, que
incluye la actuación de sus órganos, empleados y terceros vinculados.188
En esa línea de ideas, la incorporación del Modelo hace que el riesgo de que, pese a
todo, el miembro individual pueda cometer un delito en el marco de la organización sea
calificado en relación con la persona jurídica como un riesgo permitido o tolerado.189
188 CARO CORIA, Dino, Imputación objetiva y “compliance penal”, en: Derecho Penal Económico
y Teoría del Delito, EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Director) MÓNICA DE LA CUERDA,
MARTÍN FAUSTINO GARCÍA DE LA TORRE GARCÍA (Coordinadores), Valencia, Tirant lo
blanch, 2020, p. 124.
189 GARCÍA CAVERO, Percy, “Compliance” y teoría del delito: La incidencia de los sistemas de
cumplimiento normativo en la imputación penal a la empresa, en: REYNA ALFARO, Luis Miguel
(Director), “Compliance y responsabilidad penal de las personas jurídicas. Perspectivas
comparadas (EE. UU, España, Italia, México, Argentina, Colombia, Perú y Ecuador), Ideas
Solución, Lima, 2018, p. 184.
190 CARO CORIA, Dino Carlos, La responsabilidad de las PPJJ en el Perú y los criminal
Fundamentos y bases para una dogmática, en: Estudios de Derecho Penal: homenaje al profesor
Miguel Bajo, Silvina Bacigalupo, Bernardo José Feijoo Sánchez, Juan Ignacio Echano Basaldua
(Coordinadores), Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces, 2016, p. 677.
90
Para otros autores, en cambio, el Modelo de Prevención de Delitos se vincula con la
culpabilidad de la persona jurídica. Un Modelo eficaz evidenciaría que la persona
jurídica es un buen ciudadano corporativo fiel al derecho192.
192 NIETO MARTIN, ADÁN, Problemas fundamentales del cumplimiento normativo en el derecho
penal. En: HURTADO POZO (Director), Temas del Derecho penal económico: empresa y
compliance. Anuario de Derecho penal 2013-2014. Fondo Editorial PUCP, 2016, pp. 181-182;
PÉREZ GONZALES, Sergio, Sobre la culpabilidad empresarial: notas para una coexistencia
eficaz de los artículos 31bis y 129 del Código penal, p. 195. Para este último autor, el compliance
marca la sensibilidad de la persona jurídica a la motivación de la norma penal.
193 DÍAZ GÓMEZ, Andrés, Novedad del Proyecto de reforma de 2013 del Código Penal sobre la
91
Para los profesores Silva Sánchez y Beatriz Goena, con relación al Modelo de
Prevención de Delitos, se trata de una incumbencia del órgano de administración. No
se trata de un deber u obligación pues la inobservancia de esta incumbencia no acarrea
consecuencia alguna o, en todo caso, es la imposibilidad de defensa tanto de la persona
jurídica como de las naturales, pero la necesidad de defensa sólo surge en el caso de
que alguna persona natural lleva a cabo un hecho típicamente antijurídico.197
Asimismo, señalan que las condiciones las establece la propia ley penal y su
cumplimiento redunda en una eximente jurídico-penal sin intervención jurídico-
administrativa alguna, lo cual muestra lo propio de la variante de autorregulación
regulada, en que la regulación administrativa cede el paso a la autorregulación y que la
infracción de los presupuestos de ésta (que fija la ley penal) conduce directamente a la
responsabilidad penal, dándose una relación directa entre autorregulación y “pena”, sin
intermediación jurídico-administrativa.198
Las eximentes son circunstancias que libran de responsabilidad penal a aquel que ha
sido imputado con un delito sea porque justifican la conducta ilícita o porque impiden la
imputación penal.
Al respecto, debe tenerse presente que la aplicación de la eximente viene precedida por
la constatación de la comisión del delito y que el mismo tiene un responsable, pues no
tendría sentido librar de responsabilidad a quien no se le ha atribuido, siendo la única
forma de afirmar que el sujeto no es responsable penalmente cuando éste no ha
realizado un comportamiento de riesgo penalmente prohibido.199
Fundamento y bases para una dogmática, en: Estudios de Derecho Penal: homenaje al profesor
Miguel Bajo, Silvina Bacigalupo, Bernardo José Feijoo Sánchez, Juan Ignacio Echano Basaldua
(Coordinadores), Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces, 2016, p. 682.
199 MEINI, Iván, Lecciones de Derecho Penal. Parte General. Teoría jurídica del delito, p. 318.
92
Ahora bien, estas circunstancias que descargan la responsabilidad del imputado se
dividen en causas de tipicidad, causas de justificación y causas de exculpación, según
la categoría del delito que afecten, esto es, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad,
respectivamente. Para ello se debe considerar la descripción de las categorías del
delito:
200 VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe, Derecho Penal. Parte General, Lima, Editorial Grijley,
2006, p. 296
201 VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe, Derecho Penal. Parte General. Lima, Editorial Grijley,
2006, p. 529.
93
comportarse de acuerdo a dicha a comprensión), el conocimiento potencial de la
ilicitud (que se descartaría cuando se incurra en error de prohibición) y la
exigibilidad de otra conducta (es decir que, en las circunstancias en la que actuó,
se le haya podido exigir un comportamiento alterno al delito).202
202 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal. Parte General. Teoría jurídica del delito,
Fondo Editorial PUCP, 2014, Lima, pp. 45-46.
203 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
94
Por otro lado, se regulan las eximentes incompletas, previstas en el artículo 21°,
supuesto que se presenta cuando no concurren todos los requisitos establecidos para
las eximentes de responsabilidad previstas en el artículo 20°, por lo que se considera
que el sujeto presenta una imputabilidad disminuida. Para este caso, en atención a que
se han presentado algunos de los requisitos de las eximentes, se ha previsto como
beneficio la posibilidad de una disminución prudencial de la pena hasta límites inferiores
al mínimo legal.
205 VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe, Derecho Penal. Parte General. Lima, Editorial Grijley,
2006, pp. 606-607.
206 MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal. Parte General, Ed. Reppertor, Barcelona, 2016, 10 ed.
95
analizar la conveniencia de la pena. Estas circunstancias traen consigo una atenuación
de la sanción dentro del marco punitivo legal. Este tipo de circunstancias se encuentran
en algunos literales del artículo 46° del Código penal, como la carencia de antecedentes
penales (literal a), el obrar por móviles nobles o altruistas (literal b), procurar
voluntariamente después de consumado el delito, la disminución de sus consecuencias
(literal e), reparar voluntariamente el daño ocasionado o las consecuencias derivadas
del peligro generado (literal f) y presentarse voluntariamente a las autoridades después
de haber cometido la conducta punible, para admitir su responsabilidad (literal g).
Cabe señalar que las atenuantes por falta de necesidad de pena (punibilidad) apuntan
en una dirección político-criminal clara, la de fomentar comportamientos posteriores que
faciliten la persecución judicial, la reparación del daño y la propia prevención del
delito.208
Lo mismo ocurre indicar con la atenuante prevista en el literal e) del artículo 12° de la
Ley N° 30424 referida a la acreditación parcial de los elementos mínimos del Modelo de
Prevención de Delitos.
207 MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal. Parte General, Ed. Reppertor, Barcelona, 2016, 10 ed.
Actualizada y revisada, p. 639.
208 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
96
De ahí que puedan distinguirse de las circunstancias atenuantes previstas en los
literales a), b), c) y d) del artículo 12° de la Ley N° 30424, que son de carácter post
ejecutivo, relacionadas a actuaciones posteriores a la consumación del delito,
desligadas del delito, por lo que nada tienen que ver con la antijuridicidad o con la
culpabilidad de la persona jurídica, sino que se trata de circunstancias que únicamente
afectan la necesidad de castigar, por lo que corresponde estudiarlas en la punibilidad.
Ahora bien, en atención a que el Modelo de Prevención de Delitos neutraliza los factores
criminógenos de nivel meso en las personas jurídicas, los cuales se traducen no sólo en
una defectuosa estructura corporativa sino también en una cultura de infidelidad al
derecho, y partiendo de que la culpabilidad como categoría del delito de la persona
jurídica debe desintegrarse en el injusto, según indica la tesis desarrollada por el
profesor Iván Meini, debe considerarse que el Modelo de Prevención eximen de
responsabilidad a la persona jurídica tanto porque neutraliza elemento objetivos como
subjetivos de su injusto culpable.
97
En efecto, lo que un Modelo de Prevención genera es la permisión del riesgo creado por
la actividad ordinaria de la persona jurídica. La incorporación del Modelo hace que el
riesgo de que, pese a todo, el miembro individual pueda cometer un delito en el marco
de la organización sea calificado en relación con la persona jurídica como un riesgo
permitido o tolerado.210
Finalmente, cabe indicar que algunos autores consideran que el Modelo de Prevención
de Delitos es una causa de exclusión de la punibilidad211 que, aunque exista un delito,
a la persona jurídica no se le podrá sancionar por ello, no obstante, es difícil considerarlo
así,212 no sólo porque no es presupuesto del delito, sino porque no responde a una falta
de necesidad de pena en el caso concreto, sino a que no puede sustentar la defectuosa
organización de la persona jurídica en dichos casos.
210 GARCÍA CAVERO, Derecho Penal. Parte General, 3ra edición, Ideas Solución Editorial, Lima,
mayo 2019, p. 918; GARCÍA CAVERO, Percy, Esbozo de un modelo de atribución de
responsabilidad penal de las personas jurídicas, en: Revista de Estudios de la Justicia, N° 16,
2012, p. 69.
211 MÁRQUEZ CISNEROS, Rolando, Deber de Vigilancia y Programas de Cumplimiento, en:
responsabilidad, ligada a razones de eficacia, efectividad o eficiencia. En: DIEZ RIPOLLÉS, José
Luis, La responsabilidad penal de las personas jurídicas. Regulación española, Barcelona, en:
InDret Revista ara el análisis del derecho, 1/2012, disponible en
http://www.indret.com/pdf/875.pdf, Barcelona, enero, 2012, p. 25.
98
fundamentales. Bajo esta acepción, la idea de proporción considera como sinónimos lo
adecuado o conveniente, en sentido de oportunidad y necesidad.213
213 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, p. 1239.
214 La idea de proporcionalidad en sentido estricto ha venido presidida por la relación de
adecuación medio-fin, según la cual una medida es proporcionada en sentido estricto cuando el
medio empleado se encuentra en una relación proporcionada o adecuada al fin; lo que a su vez
significa que las ventajas que se obtengan mediante la intervención legislativa en los
correspondientes derechos de los ciudadanos deben compensar los sacrificios que ésta implique
para sus titulares y para la sociedad en general. Este principio exige una ponderación entre el
medio y el fin elegidos, de forma que, si preponderan los perjuicios generados por la medida,
ésta no debe adoptarse. Se trata, por tanto, de un juicio eminentemente valorativo acerca de la
relación de adecuación en la que se encuentran estas dos magnitudes (el medio y el fin); en
definitiva, de un juicio de ponderación de los costes y los beneficios que cabe esperar de la
concreta intervención. NAVARRO FRÍAS, Irene, “El principio de proporcionalidad en sentido
estricto: ¿principio de proporcionalidad entre el delito y la pena o balance global de costes y
beneficios?”, Indret 2/2010, Barcelona, abril, 2010, en: https://indret.com/wp-
content/themes/indret/pdf/724.pdf, p. 7.
215 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1239-1240; Considerando 16° de la
Sentencia Plenaria Casatoria N° 1-2018/CIJ-433 de fecha 18 de diciembre del 2018.
99
equilibro entre la entitativa de la pena y la entidad del delito, así como en la ponderación
de los bienes en conflicto en un estado de necesidad. Por el contrario, la idoneidad del
medio para el fin (una cuestión teleológica), y que el medio luzca como la alternativa
menos gravosa (otra necesidad relativa), son consideraciones de utilidad que carecen
de fundamentación si están desprovistas de la referencia a valores. Solo en la
comparación estimativa de valoraciones en pugna surge la proporción como idea de
analogía, distribución entre entidades comparables, la igualdad de la justicia
conmutativa (igualdad o equilibro en el intercambio de bienes entre quienes
intervienen).216
Para entender lo expuesto, vale recordar que la idea de proporción no surge del ámbito
jurídico, sino mucho antes, en áreas culturales y que justamente la falta de conciencia
de su origen explica la incertidumbre que rodea una serie de aspectos del principio de
proporcionalidad en el terreno jurídico, como son su fundamento, naturaleza, alcance y
límites. Así, al adoptarse una acepción nueva de la palabra- la de oportunidad, coyuntura
o conveniencia de algo para conseguir algún fin-, obvia el sentido primitivo de la
proporción que denota una relación estética, numérica o moral, y no utilitaria.217
Los significados originales de la idea de proporción son la simetría, regularidad o tamaño
relativo de los componentes de una unidad y, por otro lado, la identidad parcial,
correspondencia cuantitativa o cualitativa entre unidades diferentes la una de la otra.
La primera acepción se encuentra en las artes (la pintura y la arquitectura) como simetría
interior de las partes de un conjunto; la segunda se aprecia en las matemáticas, como
comparación entre dos cantidades, y se desarrolla en la filosofía moral. Ambas han
tenido aplicaciones jurídicas, aunque no certeras, como suele ocurrir cuando el Derecho
traslada importa expresiones ajenas, que tarde o temprano devienen en ambiguas o
equívocas a causa de la transposición.218
Ahora bien, en el Derecho la idea de proporción debe cobrar realidad según los sentidos
expuestos y como regla del conocimiento jurídico; sin embargo, al no referirse el
Derecho a realidades homogéneas equiparables o en que unas sean partes de o
medibles por otras, como las ciencias naturales e ideales, la proporción no puede ser
manejada como en la lógica de las matemáticas. La elaboración conceptual que realiza
216 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1239-1240.
217 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
100
la ciencia jurídica descansa en entidades de carácter axiológico, que no admiten
equivalencias y proporciones estimativas, por lo que, en un esfuerzo o como medio para
acercarse a la igualdad, tiene que utilizarlas estableciendo relaciones de aprecio o
estimación que expresen y compensen las diferencias de valor según criterios objetivos
y estables y con la mayor exactitud o aproximación posible. La lógica de la ciencia
jurídica es una lógica axiológica, pero participa de la misma idea de igualdad a que
responden las proporciones matemáticas, estética o moral.219
Por otra parte, puede manifestarse como igualdad relativa de entidades relacionadas
entre sí. En este significado, la idea de proporción abandona la estructura básica del
219 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1238-1239.
220 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1241-1242.
221 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1243-1247.
101
delito y la pena en sí misma, pero los correlaciona en cuanto son entes emparentados
cualitativa y cuantitativamente. Antes, con el mismo papel de igualdad proporcionalidad
o analogía, la proporcionalidad interviene en la teoría de la ley penal y, más tarde, en
los accidentes de la infracción penal. Esta manifestación del principio de
proporcionalidad sirve para resolver ciertos casos de extradición, versus el principio de
aplicabilidad de la ley más benigna, concurso real de circunstancias de antijuridicidad y
culpabilidad, concurso de delitos, entre otros.222
222 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1249-1251.
223 GUZMÁN DALBORA, José Luis, “La idea de proporción y sus implicaciones en la dogmática
penal”, Política criminal, Vol. 12, N° 24, diciembre, 2017, pp. 1253-1254.
102
que el mal que causa la pena es el mínimo posible según el grado de necesitad que
surge de la falta de otros instrumentos de respuesta que no sea la violencia.224
Así, la profesora Beatriz Goena señala que, si bien la teoría de la proporcionalidad con
el hecho implica que la pena depende del desvalor del hecho delictivo, es decir, del
injusto y la culpabilidad que dotan de significado comunicativo al hecho concreto; no
obstante, es preciso considerar que, en la medida en que se orienta a los fines del
Derecho penal, la teoría del delito no se agota en la nuda verificación del injusto
culpable. El desvalor de un delito y su adecuada sanción dependen no sólo del
merecimiento de pena, sino también de la necesidad de pena.226
En efecto, en relación con el tema que nos ocupa, las eximentes y atenuantes de
responsabilidad aplicables a las personas jurídicas, previstas en la legislación penal,
deben igualmente fundamentarse en clave de merecimiento y de necesidad de pena
toda vez que es posible identificar ciertas circunstancias que reducen el desvalor del
delito y, en esa medida, lo adecuado y proporcional es reducir también la respuesta
punitiva. Dicho gráficamente, el delito es menos delito, bien porque es menos grave
224 VILLAVICENCIO TERRENOS, Felipe Andrés, Derecho penal. Parte General, Lima, Editorial
Grijley, 2006, pp. 115-117.
225 MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
103
(menos merecedor de pena) y/o menos necesitado de pena (sea por injusto/culpabilidad
o por otras razones).227
Ahora bien, en el caso de las personas naturales, cuando se presenta una eximente
incompleta de responsabilidad, es decir, cuando no concurre alguno de los requisitos
necesarios para hacer desaparecer totalmente la responsabilidad del sujeto, el Juez
puede disminuir la pena hasta límites inferiores al mínimo legal, según se indica en el
artículo 21° del Código penal.
227 GOENA VIVES, Beatriz, Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica, Marcial
Pons, Madrid, 2017, p. 80.
228 Considerando Sexto del Voto Singular del Juez Supremo Prado Saldarriaga en la Casación
N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia:
PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La dosimetría del código penal. Modelos, reglas y
procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, p. 243.
229 Considerando Séptimo de la Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal
penal, a diferencia de las circunstancias agravantes cualificadas, en que se hace una referencia
explícita de ellas en los artículos 46-A, 46-B, 46-C, 46-D y 46-E. Considerando Décimo de la
Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia; considerando Cuarto de la Casación N° 1083-2017-AREQUIPA emitida por la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor.
104
disminución de punibilidad es que no son externas al delito- como sí lo son las
circunstancias atenuantes- y afectan la extensión mínima de la punibilidad establecida
para el delito, es decir, que la disminución deberá operar por debajo del mínimo legal,
regulado ya que éste resulta excesivo para el grado de lesividad (tentativa, complicidad
necesaria), culpabilidad (error de prohibición e imputabilidad disminuida) o relevancia
de la conducta realizada o de su autor o partícipe. 231
En ese sentido, la Corte Suprema ha establecido que la tentativa (artículo 16 del Código
penal), responsabilidad restringida por la edad (artículo 22 del Código penal),
responsabilidad restringida por las eximentes imperfectas de responsabilidad (artículos
21 y 22 del Código penal), error de prohibición vencible (artículo 14 del Código penal),
error de prohibición culturalmente condicionado vencible (artículo 15 del Código penal)
y la complicidad secundaria (artículo 25 del Código penal) tienen la condición y eficacia
de causales de disminución de punibilidad, y no circunstancias atenuantes privilegiadas.
Aun cuando las primeras posibilitan una penalidad por debajo del mínimo legal, su
naturaleza y utilidad jurídica, así como su oportunidad operativa son muy distintas, y no
tienen la calidad ni eficacia de las atenuantes.233
Consecuencias jurídicas del delito. Giro punitivo y nuevo marco legal, Lima. IDEMSA, 2016, p.
234.
231 Considerando Quinto de la Casación N° 814-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La dosimetría del código penal.
Modelos, reglas y procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, p. 244.
232 Considerandos Sexto, Séptimo y Octavo del voto singular del Juez Supremo Prado
Saldarriaga en la Casación N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia. Considerando Quinto de la Casación N° 814-2017-JUNÍN emitida por la
Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La
dosimetría del código penal. Modelos, reglas y procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, pp.
244-246.
233 Considerando Décimo Primero de la Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia y considerando Octavo del voto singular del mismo
105
Ahora bien, considerando que se debe reducir la sanción por debajo del mínimo legal,
la interrogante que surge de inmediato es, en qué medida debe darse dicha disminución
de sanción.
106
razonable arbitrio y que debe alcanzar una justificación solvente del resultado punitivo
como principal garantía de representar una pena justa.237
107
CAPÍTULO III – El Modelo de Prevención de Delitos como eximente
incompleta de responsabilidad de la persona jurídica
Ahora bien, en el análisis de estos dos escenarios, como se refiere en el primer Capítulo,
surge un grupo de casos en los que el Modelo de Prevención puede no contar
adecuadamente con todos los requisitos para que se configure una causa eximente de
responsabilidad, existe un injusto menor que impide una sanción plena, pero tampoco
pueden ser considerados como una circunstancia atenuante por acreditación parcial de
los elementos mínimos del Modelo de Prevención, toda vez que en estos casos se
encuentran presentes cuantitativamente todos los requisitos mínimos establecidos por
ley.
Los supuestos a los que se hace referencia, que no pueden ser catalogados como
eximentes incompletas y no deben ser incluidos dentro de la general “acreditación
parcial de elementos mínimos del Modelo de Prevención de Delitos” son los siguientes:
108
▪ Cuando el delito es producto del actuar intencional del responsable de controlar
dicho riesgo, quien es un «mando medio autónomo» dentro de la persona
jurídica (sujeto no previsto en el numeral a) del artículo 3° de la Ley N° 30424).
▪ Cuando el Modelo de Prevención de Delitos se encuentra completo, pero
presenta defectos en el/los elemento(s) relacionado(s) al delito cometido
Estos supuestos también revelan dos tipos de acreditación parcial de los elementos
mínimos del Modelo de Prevención, una acreditación parcial cuantitativa, regulada en el
artículo 12° de la ley, es decir, cuando el Modelo de Prevención no cuenta con todos los
elementos mínimos establecidos por ley, frente a una acreditación parcial cualitativa,
cuando un Modelo de Prevención de Delitos puesto en marcha tenga todos los
elementos mínimos establecidos por ley, sin embargo, uno de ellos presenta defectos.
Evidentemente, la acreditación parcial cualitativa representa un injusto menor frente a
la acreditación parcial cuantitativa.
Cuando por ejemplo, una persona jurídica acredita dos de los cinco elementos mínimos
del Modelo de Prevención, puede lograr una atenuación de la sanción por haber
realizado una “acreditación parcial” en los términos del artículo 12°.e) de ley; no
obstante, en los casos en que acredite los cinco elementos del Modelo de Prevención,
pero no se haya demostrado la total adecuación de uno de ellos, la persona jurídica
puede recibir la misma sanción atenuada, si el juzgado ante el vacío legal, considera
que está también ante un caso de “acreditación parcial”, aun cuando el desvalor del
injusto no es el mismo en cada caso.
La misma inequidad ocurre cuando puede resultar igualmente favorecida con la misma
sanción atenuada una persona jurídica que únicamente decide nombrar un Encargado
de Prevención para cumplir con “acreditar parcialmente” los requisitos del Modelo de
Prevención, frente a aquella que tiene en marcha un Modelo de Prevención completo,
con todos los elementos establecidos por la ley y su reglamento, pero que falla en uno
de ellos, al no ser del todo adecuado.
109
Estas situaciones contravienen directamente los principios de culpabilidad y
proporcionalidad, además de generar un incentivo perverso para las personas jurídica
frente a la inversión que deben realizar en materia de prevención de delitos.
Uno de los elementos mínimos que el Modelo de Prevención de Delitos debe contar,
según el artículo 17° de la Ley N° 30424, para poder aplicar la eximente completa de
responsabilidad es el requisito de la identificación, evaluación y mitigación de riesgos.
Este requisito constituye la base del Modelo de Prevención de Delitos pues debe recoger
los supuestos de hecho delictivo objeto de prevención, es decir, todas las modalidades
de los delitos albergados en la Ley N° 30424 que se pueden presentar en la persona
jurídica sus diferentes sedes, áreas, niveles jerárquicos, entre otros (identificación de
riesgos), analizados según su gravedad y probabilidad de ocurrencia (evaluación de
riesgos) a fin de poder diseñar y establecer en la organización las medidas idóneas para
mitigarlos (mitigación de riesgos).
Este requisito sostiene el Modelo de Prevención pues, si bien puede decirse que éste
nace de la voluntad y compromiso del órgano de gobierno de la persona jurídica, y se
consolida con la mejora continua lograda a través de las revisiones y auditorías a los
que se somete el mismo, sólo la identificación de riesgos, principalmente, concreta en
110
la realidad el sistema de gestión de riesgos penales que el Modelo de Prevención en la
persona jurídica, pues muestra dónde y en qué medida la persona jurídica puede
favorecer, promover o permitir posibles actuaciones delictivas de los miembros de su
organización, para luego dar una respuesta de mitigación a dichas situaciones
riesgosas.
Ahora bien, es importante resaltar que todos estos supuestos de hecho delictivos que
deben recogerse en la identificación de riesgos, deben ser previsibles para la
organización pues, sólo se puede exigir evitar, prevenir y no realizar aquello que se
pueda y deba conocer. Contrario sensu, si la situación riesgosa, en el contexto de la
persona jurídica, es imposible de prever, no puede ni debe ser identificada y, en
consecuencia, no puede ni debe ser sancionada.
Cabe señalar que a la persona jurídica se le exige conocer aquellos riesgos que, de
manera diligente, es decir, contando con la asesoría de profesionales capacitados o
nutriéndose de los dueños y participantes de los diferentes procesos de la organización,
puedan advertirse y, en consecuencia, plasmarse en la matriz de riesgos.
Este punto de la previsibilidad del riesgo que debe ser identificado en el Modelo se
condice con el principio de dolo o culpa que se ha desarrollado en el capítulo segundo
del presente trabajo, toda vez que dicho sub principio del principio de culpabilidad que
rige el sistema penal busca evitar precisamente la responsabilidad de las personas por
resultados imprevisibles, proscribiendo la responsabilidad por el mero resultado
(objetiva) y requiriendo que estos se originen como consecuencia de actos dolosos o
imprudentes.
111
no obstante, un riesgo previsible no ha sido incorporado a la Matriz por constituir una
nueva modalidad delictiva.
Cuadro 1
En virtud de lo expuesto es que se explica que una persona jurídica con una matriz de
riesgos adecuada pueda no incluir un riesgo previsible pero no identificado debido a que
constituye una nueva modalidad delictiva, máxime cuando los Modelos de Prevención
suelen estar diseñados para ser actualizados, en cuanto a matriz de riesgos se trata, de
una a dos veces al año, existiendo periodos de tiempo en los que pueden generarse
nuevas modalidades delictivas, resultando proporcional y razonable que el Modelo de
Prevención quede desfazado en cuanto a dicho nuevo riesgo hasta la siguiente
actualización y/o revisión del Modelo de Prevención.
112
Tampoco puede constituir una eximente completa de responsabilidad de la persona
jurídica pues evidentemente el Modelo de Prevención no es adecuado al presentar
defectos uno de sus elementos, menos aún puede ser albergado por los casos de
“acreditación parcial de elementos mínimos del Modelo de Prevención de Delitos” pues
el supuesto analizado representa un menor desvalor.
En efecto, no resulta razonable y proporcional que el caso analizado sea abarcado como
un supuesto de “acreditación parcial de elementos mínimos del Modelo de Prevención
de Delitos” y pueda recibir el mismo tratamiento que una persona jurídica que cuenta
con algunos requisitos del Modelo, pero no el de identificación, evaluación y mitigación
de riesgos.
En ese sentido, se considera que este supuesto constituye una eximente incompleta de
responsabilidad en una posición intermedia entre el Modelo de Prevención de Delitos
idóneo, es decir completo en cuanto a sus requisitos mínimos y sin defectos, y los casos
que pueden incluirse dentro del supuesto de “acreditación parcial de elementos mínimos
de Modelo de Prevención de Delitos”, al presentar un injusto menor frente a este último
caso, por lo que los principios de culpabilidad y proporcionalidad exigen una distinción
sobre todo con la circunstancia atenuante, más allá de que ambas serán beneficiadas
con una disminución prudencial de la sanción, a fin de que no reciban el mismo
tratamiento conductas con distinto desvalor.
113
Finalmente, en la línea de lo expuesto, este supuesto debe recibir una sanción menor a
la que corresponde en los casos de “acreditación parcial de elementos mínimos de
Modelo de Prevención de Delitos”, en tanto la persona jurídica cuenta con todos los
elementos mínimo del Modelo de Prevención.
Ahora bien, en este tipo de casos no es posible afirmar que se presenta el supuesto de
exención completa de responsabilidad toda vez que el Modelo de Prevención de Delito
aún no puede ser catalogado como adecuado, toda vez que éste no ha sido aprobado
y no se ha desplegado por completo en la organización, por lo que no es posible afirmar
que todos los elementos mínimos del Modelo de Prevención se encuentran presentes
de forma idónea.
114
no puede afirmarse que algunos de los requisitos se encuentran presentes de forma
idónea, sino que todos se encuentran en proceso de creación o implantación.
En el mejor de los casos, pero partiendo de una interpretación errónea de los artículos
12° y 17° de la ley N° 30424, se puede afirmar que se acredita parcialmente en términos
cualitativos los requisitos del Modelo de Prevención de Delitos, pues pueden acreditarse
parcialmente (en términos cualitativos) algunos de los cinco requisitos establecidos por
ley. En el peor escenario, puede decirse que, en este tipo de casos, existe
responsabilidad plena de la persona jurídica.
En esa línea, se advierte un vacío legal, un escenario no previsto por el legislador que
tiene relevancia penal, aquel en el que la persona jurídica ha tomado la disposición y
concreta decisión de ponerse a derecho y de evitar un estado de cosas favorecedor a
la comisión de delitos. En la regulación vigente, en este tipo de casos, las personas
jurídicas responden plenamente como si no hubieran manifestado objetivamente su
voluntad de autorregularse y mitigar los riesgos penales de su actuación.
Finalmente, en la línea de lo expuesto, este supuesto debe recibir una sanción similar o
mayor a la que corresponde en los casos de “acreditación parcial de elementos mínimos
115
de Modelo de Prevención de Delitos”, por cuanto el Modelo de Prevención se encuentra
incompleto cuantitativa o cualitativamente en cuanto a sus elementos mínimos exigidos
por ley.
Como se refiere en el punto anterior, el paso inmediato previo para alcanzar un Modelo
de Prevención de Delitos adecuado para la mitigación de riesgos penales, es cuando un
Modelo de Prevención de Delitos se encuentra implementado y desplegado en la
persona jurídica, pero aún no ha alcanzado el grado de madurez suficiente para cumplir
su finalidad.
En el mejor de los casos, pero partiendo de una interpretación errónea de los artículos
12° y 17° de la ley N° 30424, se puede afirmar que se acreditó parcialmente en términos
cualitativos los requisitos del Modelo de Prevención de Delitos, pues si bien se
116
presentan los cinco requisitos establecidos por ley, no se puede afirmar que ninguno de
ellos sea idóneo. En el peor escenario, puede decirse que, en este tipo de casos, existe
responsabilidad plena de la persona jurídica.
En esa línea, se advierte un vacío legal, un escenario no previsto por el legislador que
tiene relevancia penal, aquel en el que la persona jurídica cuenta con un Modelo de
Prevención de Delitos completo en cuanto a los requisitos mínimos establecidos por ley,
pero cuyos elementos no han alcanzado el tiempo de vida suficiente que permita
catalogarlos como adecuados. En conclusión, con la legislación vigente, las personas
jurídicas responden plenamente al no tener un Modelo de Prevención adecuado, sin
tomar en consideración la manifestación de voluntad objetiva de la persona jurídica de
autorregularse y mitigar los riesgos de su actuación
En virtud de lo expuesto, en este tipo de casos, acorde con los principios de culpabilidad
y proporcionalidad, al no presentarse todos los requisitos para que se presente la
eximente completa de responsabilidad, es decir, todos los elementos del Modelo de
MEINI MÉNDEZ, Iván, Lecciones de Derecho Penal – Parte General. Teoría Jurídica del
239
117
Prevención de Delitos en forma adecuada y, a su vez, estar ante un injusto menor frente
a los casos en los que las personas jurídicas no tienen un Modelo de Prevención o sólo
logran acreditar parcialmente los elementos mínimos, corresponde considerar la
existencia de una eximente incompleta de responsabilidad.
Sin perjuicio de lo expuesto, cabe indicar que, en este tipo de casos, también existe una
falta de necesidad de pena por cuanto, si bien no se trata de una actuación de la persona
jurídica post delito, sus efectos continúan luego del mismo, toda vez que, al estar ante
un Modelo de Prevención de Delitos que viene siendo implementado, se encuentra en
marcha o en etapa de maduración, se tiene el mismo efecto de la circunstancia
atenuante que se presenta cuando la persona jurídica luego del delito y, antes del juicio
oral, instaura en su organización un Modelo de Prevención de Delitos (atenuante
recogida en el literal d) del artículo 12° de la ley N° 30424).
Ahora bien, al tratarse de un Modelo adoptado con anterioridad al evento delictivo pero
que no la logrado la idoneidad y eficacia exigida por ley, la reducción de la sanción que
le corresponde debe ser mayor a la reducción que ofrece la atenuante prevista en el
118
literal d) del artículo 12° de la ley N° 30424 (implementación del Modelo antes del juicio
oral), ello a fin de que resulte proporcional con las diferentes fases de desvaloración por
la que puede pasar el defecto de organización de la persona jurídica. En el mismo
sentido, a la persona jurídica cuyo Modelo implementado aún no ha alcanzado el grado
de madurez suficiente, resulta proporcional aplicarle una sanción menor a la que cuenta
con un Modelo en fase de diseño e implementación.
También debe tener una reducción mayor a la prevista en el literal e) del artículo 12° por
cuanto los elementos del Modelo de Prevención se encuentran completos y sólo será
cuestión de tiempo que sean eficaces o idóneos por completo.
Incluso en los casos en los que el delito es cometido por personas distintas a la «plana
mayor» de la persona jurídica, se exige que el delito haya sido cometido por: i) quien
actúa bajo orden o autorización de la «plana mayor» o, ii) el delito de esta persona es
posible debido al incumplimiento de los deberes de supervisión, vigilancia y control de
la «plana mayor» sobre la actividad encomendada.
119
Si bien el legislador evidencia la existencia de una «plana mayor» en la persona jurídica,
como aquella que supervisa, vigila y controla y, por otro lado, aquellos que se
encuentran jerárquicamente debajo de estos «máximos representantes», debe
advertirse que, en las personas jurídicas pequeñas puede apreciarse, por lo general,
debido a la cantidad reducida de miembros y procesos, una estructura jerárquica simple,
generalmente, de dos niveles (estratégico y operativo); pero en las medianas y grandes
organizaciones existen estructuras más complejas con distintos niveles en la estructura
organizacional, que pueden ir de tres a más niveles, por ejemplo, bajo, medio y alto.
Cuadro 2
120
Por ejemplo, en personas jurídicas que cuenten con plantas u oficinas en diversos
puntos del país, es usual que las actividades se encuentren supervisadas, vigiladas y
controladas por una posición de nivel medio con autonomía (subgerentes, jefes,
supervisores o coordinadores), por lo que, en la matriz de riesgos penales, será esta
persona quien ejerza el control del riesgo de forma inmediata, sin perjuicio de que las
políticas se instauren por el órgano de gobierno o la alta dirección y que el «mando
medio autónomo» deba reportar periódicamente el avance y resultados de las
actividades a la «plana mayor»; no obstante, el control directo del riesgo está en su
esfera de control y sólo es evitado en cumplimiento estricto de sus deberes de
supervisión, vigilancia y control. Se debe tener presente que la referida autonomía no
lo convierte en «plana mayor» de la persona jurídica.
Ahora bien, para los casos en los que el «mando medio autónomo» es i) quien comete
el delito directivamente, ii) el delito se comete bajo sus órdenes o autorización o, iii) el
delito es posible debido al incumplimiento de sus deberes de supervisión, vigilancia y
control; la ley penal no ha establecido una respuesta, evidenciándose un vacío legal. En
efecto, cuando los deberes son incumplidos por la «plana mayor» o éstos cometen el
delito directamente, se concluye en la responsabilidad de la persona jurídica, pero si los
deberes le corresponden y son incumplidos por el «mando medio autónomo», la ley
penal no establecido la responsabilidad de la persona jurídica.
Atendiendo al texto actual de la ley penal y al principio de legalidad que la rige, en los
casos descritos en los que el delito se encuentra asociado a la actuación de un «mando
medio autónomo», no es posible afirmar la responsabilidad de la persona jurídica por
cuanto el hecho punible no ha sido cometido o se encuentra asociado a la actuación de
las personas señaladas en el literal a) del artículo 3° de la ley, es decir, por la «plana
mayor», evidenciándose un caso de atipicidad y un evidente vacío legal.
Esta situación puede convertirse en un incentivo para que las personas jurídicas se
organicen de manera que los riesgos más gravosos sean asignados a mandos medios
para su supervisión, vigilancia y control, o sean encomendados a mandos medios con
autonomía, con la finalidad de que, ante eventuales delitos derivados de su actuación,
el hecho resulte atípico y quede impune, evadiendo su responsabilidad la persona
jurídica y su «plana mayor».
Ahora bien, realizando una interpretación de los artículos 3° y 17° de la Ley N° 30424,
tampoco puede afirmarse que el Modelo de Prevención de Delitos implantado en la
121
persona jurídica y que ha designado como controlador del riesgo al «mando medio
autónomo», es adecuado, pues éste presenta un riesgo en su configuración,
específicamente en lo que concierne al tratamiento del riesgo identificado, toda vez que
la ley hace una referencia expresa a la «plana mayor» como controladora del riesgo.
Por otro lado, este supuesto tampoco puede ser considerado por el juzgador como una
atenuante por «acreditación parcial de los elementos mínimos del Modelo de Prevención
de Delitos» pues éste se encuentra completo en cuanto elementos mínimos exigidos.
122
En este punto la especial relevancia que cobra la actuación del responsable de evaluar
el Modelo de Prevención de Delitos en el marco de una investigación fiscal, en el caso
peruano, de la Superintendencia de Mercado de Valores – SMV, la cual, en su
evaluación del Modelo, deberá incluir en su análisis sobre el tratamiento de los riesgos,
no sólo sobre los controles establecidos para mitigarlos, sino también las posiciones
que, según sus competencias, deben gestionar dichos riesgos, es decir, supervisarlos,
vigilarlos o controlarlos.
Por otro lado, estos supuestos tampoco pueden ser considerados por el juzgador como
una atenuante por acreditación parcial de los elementos mínimos del Modelo de
Prevención de Delitos pues, como se ha referido, éste se encuentra completo en cuanto
elementos mínimos concebidos.
Este supuesto, a diferencia de los expuestos en los puntos anteriores, busca incorporar
a aquellos otros casos que puedan presentarse en la realidad en los que la persona
jurídica logra acreditar que cuenta con un Modelo de Prevención de Delitos completo,
123
pero que presenta defectos en el/los elemento(s) relacionado(s) al delito cometido por
la persona natural (riesgo materializado).
Ante este tipo de situaciones, no es posible aplicar la eximente incompleta del artículo
17° de la ley por cuanto no es posible afirmar que el Modelo de Prevención de Delitos
es idóneo, debido a que alguno(s) de sus elementos presenta defecto(s). Tampoco
puede incluirse este tipo de casos en la atenuante por acreditación parcial de los
elementos mínimos del Modelo por cuanto éste se encuentra completo en sus
elementos mínimos exigidos por ley. En esa línea, puede afirmarse que este tipo de
casos no ha sido considerado por el legislador peruano y existe un vacío legal.
Cabe indicar que el defecto referido puede darse en cualquiera de los elementos
mínimos establecidos en el artículo 17° de la Ley N° 30424 o el artículo 33° del
Reglamento, indispensables para aplicar la eximente completa de responsabilidad, es
decir, el defecto puede recaer sobre i) el encargado de prevención, ii) la identificación,
evaluación y mitigación de riesgos, iii) los procedimientos de denuncia, iv) la difusión y
capacitación periódica del modelo de prevención y; v) la evaluación y monitoreo continuo
del modelo de prevención.
Ahora bien, es necesario que el legislador regule este grupo de supuestos toda vez que
su falta de consideración puede conllevar respuestas inequitativas por parte del derecho
penal, en el caso de que, ante la falta de regulación, el juzgador considere que, en este
tipo de supuestos, nos encontramos ante una acreditación parcial de los elementos
mínimos del Modelo de Prevención o, peor aún, que se está ante una responsabilidad
plena de la persona jurídica.
Bajo esa consideración, por ejemplo, una persona jurídica que cuenta con un Modelo
de Prevención con todos sus elementos, pero presenta algún tipo de defecto, puede
recibir el mismo tratamiento que aquella que sólo tiene implementado uno de sus
124
elementos, por ejemplo, sólo cuenta con un canal de denuncias o, peor aún, el primer
caso puede ser sancionado plenamente y, el segundo caso, con una sanción atenuada.
Esta inequidad puede además generar un incentivo perverso para las personas jurídicas
de cara a la inversión para autorregularse en materia de prevención de riesgos penales,
que intenta incentivar la Ley N° 30424, toda vez que éstas puede considerar que, con
una mínima inversión, por ejemplo, únicamente contar con un canal de denuncias o con
cualquier otro de los elementos del Modelo de Prevención, pueden beneficiarse con una
sanción penal atenuada y recibir la misma sanción de aquellas personas jurídica que
han se han preocupado por desarrollar Modelos de Prevención completos, a los que se
les ha identificado algún defecto, lo que genera un desincentivo en cuanto a desarrollar
Modelos de Prevención con todos sus elementos.
En virtud de lo expuesto, en este tipo de casos, acorde con los principios de culpabilidad
y proporcionalidad, al no presentarse todos los requisitos para que se presente la
eximente de responsabilidad, es decir, todos los elementos del Modelo de Prevención
de Delitos en forma adecuada y, a su vez, estar ante un injusto menor frente a los casos
en los que las personas jurídicas no tienen un Modelo de Prevención o sólo logran
acreditar parcialmente sus elementos los elementos mínimos de uno, corresponde
considerar la existencia de una eximente incompleta de responsabilidad y una sanción
por debajo del mínimo legal.
241Considerando Sexto del Voto Singular del Juez Supremo Prado Saldarriaga en la Casación
N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia:
PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La dosimetría del código penal. Modelos, reglas y
procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, p. 243.
242 Considerando Séptimo de la Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal
125
disminución y aumento de la punibilidad, así como de circunstancias atenuantes y
agravantes cualificadas, que permiten la aplicación de penas por debajo y por encima
del marco penal establecido por ley.
Ahora bien, en el caso de las personas naturales, cuando se presenta una eximente
incompleta de responsabilidad, es decir, cuando no concurre alguno de los requisitos
necesarios para hacer desaparecer totalmente la responsabilidad del sujeto, el Juez
puede disminuir la pena hasta límites inferiores al mínimo legal, según se indica en el
artículo 21° del Código penal.
para llevar a cabo la individualización de los códigos penales. Del mismo autor, La dosimetría
del código penal. Modelos, reglas y procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018. P.188.
243 Cabe indicar que las atenuantes privilegiadas no han sido fijadas por el legislador en el Código
penal, a diferencia de las circunstancias agravantes cualificadas, en que se hace una referencia
explícita de ellas en los artículos 46-A, 46-B, 46-C, 46-D y 46-E. Considerando Décimo de la
Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia; considerando Cuarto de la Casación N° 1083-2017-AREQUIPA emitida por la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor.
Consecuencias jurídicas del delito. Giro punitivo y nuevo marco legal, Lima, IDEMSA, 2016, p.
234.
126
necesaria), culpabilidad (error de prohibición e imputabilidad disminuida) o relevancia
de la conducta realizada o de su autor o partícipe. 244
La Corte Suprema señala que la tentativa (artículo 16° del Código penal),
responsabilidad restringida por la edad (artículo 22° del Código penal), responsabilidad
restringida por las eximentes imperfectas de responsabilidad (artículos 21° y 22° del
Código penal), error de prohibición vencible (artículo 14° del Código penal), error de
prohibición culturalmente condicionado vencible (artículo 15° del Código penal) y la
complicidad secundaria (artículo 25° del Código penal) tienen la condición y eficacia de
causales de disminución de punibilidad, y no circunstancias atenuantes privilegiadas.
Aun cuando las primeras posibilitan una penalidad por debajo del mínimo legal, su
naturaleza y utilidad jurídica, así como su oportunidad operativa son muy distintas, y no
tienen la calidad ni eficacia de las atenuantes.246
244 Considerando Quinto de la Casación N° 814-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La dosimetría del código penal.
Modelos, reglas y procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, p. 244.
245 Considerandos Sexto, Séptimo y Octavo del voto singular del Juez Supremo Prado
Saldarriaga en la Casación N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia. Considerando Quinto de la Casación N° 814-2017-JUNÍN emitida por la
Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La
dosimetría del código penal. Modelos, reglas y procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, pp.
244-246.
246 Considerando Décimo Primero de la Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia y considerando Octavo del voto singular del mismo
recurso; Considerando Quinto de la Casación N° 814-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia; PRADO SALDARRIAGA, Víctor. Consecuencias
jurídicas del delito. Giro punitivo y nuevo marco legal, Lima, IDEMSA, 2016, p. 234.
127
Ahora bien, considerando que en los casos de causales de disminución de punibilidad
se debe reducir la sanción por debajo del mínimo legal, la interrogante que surge de
inmediato es, en qué medida debe darse dicha disminución de sanción.
247 Recurso de Nulidad N° 154-2016-Áncash, del 29 de abril del 2019; considerando Décimo
Segundo de la Casación N° 66-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia; considerando Cuarto de la Casación N° 1083-2017-AREQUIPA emitida por
la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia.
248 Considerando Décimo Tercero de la Casación N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal
128
y que debe alcanzar una justificación solvente del resultado punitivo como principal
garantía de representar una pena justa.250
Esta opción de determinación de la sanción concreta genera que dos situaciones con
distinto grado de desvalor sean tratadas como equivalentes y les corresponda la misma
sanción. En efecto, en los casos en los que únicamente concurra una causa de
disminución de punibilidad en cada caso y, en uno, se trate de un Modelo completo pero
defectuoso y, en el otro, de un Modelo incompleto, la sanción a imponer en ambos será
la misma, aun cuando, como ya hemos dejado ver, se tratan de situaciones que, en
base al principio de culpabilidad y proporcionalidad, no tienen el mismo desvalor y, en
consecuencia, no deben tener la misma pena.
250 PRADO SALDARRIAGA, Víctor, La dosimetría del código penal. Modelos, reglas y
procedimientos, Lima, Ideas Solución, 2018, pp. 267.
251 Considerando Décimo Sexto de la Casación N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal
129
1. Cuando el delito es un riesgo no identificado en el Modelo de Prevención de
Delitos por constituir una nueva modalidad delictiva, pero no constituye un
supuesto de imposible previsibilidad.
2. El delito se comete cuando el Modelo de Prevención de Delitos aún no alcanza
el grado de madurez suficiente para cumplir su finalidad.
3. Cuando el delito es producto del actuar intencional del responsable de controlar
dicho riesgo, quien es un «mando medio autónomo» dentro de la persona jurídica
(sujeto no previsto en el numeral a) del artículo 3° de la Ley N° 30424).
4. Cuando el Modelo de Prevención de Delitos se encuentra completo, pero
presenta defectos en el/los elemento(s) relacionado(s) al delito cometido
Por otro lado, en el segundo grupo de eximentes, en las que el Modelo de Prevención
de Delitos se encuentra incompleto, se ubica el supuesto en el que el Modelo se
encuentra en fase de diseño y/o implementación, es decir, no se ha desplegado en la
persona jurídica. En este grupo de casos se encuentra también el supuesto ya
establecido en el literal e) del artículo 12° de la ley N° 30424, que se presenta, cuando
la persona jurídica acredita parcialmente los elementos mínimos del Modelo de
Prevención de Delitos. En resumen, en el segundo grupo de eximentes, en las que el
Modelo de Prevención de Delitos se encuentra incompleto, se encuentran los siguientes
supuestos:
130
1. Cuando el 2. Cuando el delito 3. MPD 4. MPD en 5. Cuando se 6. MPD
delito es un es producto del implementad fase de acredita instaurado
riesgo no actuar intencional o, pero que diseño y/o parcialmente después de
identificado del responsable de aún no ha implement los la comisión
en el MPD controlar el riesgo alcanzado el ación. elementos de delito y
por constituir quien es un grado de mínimos del antes del
MPD «mando medio
adecuado
una nueva madurez MPD (literal juicio (literal SIN
autónomo» dentro MPD
y eficaz modalidad suficiente, e) del art. d) del art.
delictiva, pero de la persona exigido por 12° de la Ley 12° de la Ley
no constituye jurídica (sujeto no ley. N° 30424). N° 30424).
un supuesto previsto en el
de imposible numeral a) del art.
previsibilidad. 3° de la Ley N°
30424).
Cuadro 7
En esa línea de ideas, en los casos en que las eximentes de responsabilidad aludan a
un Modelo de Prevención de Delitos completo, estamos ante situaciones de menor
culpabilidad frente a aquellas en las que el Modelo de Prevención se encuentra
incompleto, por lo que, en respeto de los principios de culpabilidad y proporcionalidad,
corresponde una menor sanción en el primer grupo de eximentes incompletas
planteadas frente al segundo grupo, acorde con su grado de reproche.
Ahora bien, para establecer en cuánto debe consistir la reducción de sanción y cuál es
su límite, en primer lugar, no debe utilizarse como referencia la pena legal y sus
respectivos tercios; a diferencia de lo que sugiere la Corte Suprema que, como ya se ha
mencionado, para el caso de la tentativa, señala que la reducción prudencial debe ser
hasta en una tercera parte del marco penal, refiriéndose a la pena conminada
establecida para el delito. La razón de ello es porque si tomamos como referencia para
establecer la reducción de la sanción, la sanción legal regulada para la persona jurídica
y sus respectivos tercios, resulta imposible de ejecutar en la práctica.
131
reducción de sanción, nunca con una eximente completa de la misma, pues
contravendría los principios de culpabilidad y proporcionalidad.
Ahora bien, establecida la imposibilidad uso del sistema de tercios de la pena legal, se
propone utilizar el marco temporal existente entre el mínimo de sanción que la persona
jurídica puede recibir y el máximo por debajo del mínimo legal (un día menor al mínimo
legal), al cual, en términos pedagógicos denominaré marco punitivo disminuido, como
aquel que inicia con la menor sanción que pueda recibir una persona jurídica y la sanción
inmediata inferior al mínimo legal establecido como sanción legal.
Respecto a la mínima sanción que la persona jurídica puede recibir, existe un vacío
legal, pues el legislador no ha establecido a cuánto asciende este mínimo; no obstante,
puede proponerse un mínimo de dos días, como se establece para la pena privativa de
la libertad de las personas naturales, según se establece en el artículo 29° del Código
penal.
132
Sobre la base de lo expuesto, en el caso de la sanción de suspensión de actividades
sociales (artículo 1 del literal b) del artículo 5° de la ley N° 30424), que tiene un marco
legal no menor de seis meses ni mayor de dos años, el marco punitivo disminuido es de
2 días a 182 días (un día menos a seis meses). Por otro lado, en el caso de la sanción
de prohibición de llevar a cabo en el futuro actividades de la misma clase o naturaleza
de aquellas en cuya realización se haya cometido, favorecido o encubierto el delito
(numeral 2 del literal b) del artículo 5° de la ley N° 30424), que tiene un marco legal no
menor de un año ni mayor de cinco años que, el marco punitivo disminuido es de 2 días
a 264 días (un día menos a un año). Este mismo marco penal disminuido corresponde
a la sanción de clausura de locales o establecimientos (literal d) del artículo 5° de la ley
N° 30424).
Ahora bien, una vez determinado el marco punitivo disminuido, éste debe ser dividido
en tres- siguiendo la metodología para la determinación de la pena concreta en el marco
punitivo ordinario (sistema de tercios)- y, a continuación, debemos situarnos en el tercio
superior- el adyacente al mínimo de la sanción establecida por ley-, donde se ubicará la
sanción concreta. La sugerencia de establecer la sanción concreta en este tercio
superior, se realiza en atención a lo que consideramos es la voluntad del legislador,
quien ha establecido un marco punitivo para la persona jurídica que ha participado
perfectamente en ciertos delitos por lo que, para aquellos casos en los que no se
presentan todos los elementos para eximirla completamente de responsabilidad, en
base al principio de culpabilidad, corresponde una reducción prudencial de la sanción,
la cual, implica semánticamente, que sea moderada252, es decir, que no sea exagerada
ni excesiva253, pues vulneraría el principio de legalidad en cuanto a la sanción fijada, la
cual ha sido prediseñada con un marco punitivo legal que genera una expectativa social
y es acorde con el fin preventivo de la pena, de lo contrario, se convertiría en una sanción
simbólica.
En efecto, situar la sanción concreta en el tercio superior del marco punitivo disminuido,
impide dejar librados a la arbitrariedad los márgenes punitivos en este tipo de casos,
impidiendo que se pueda degradar la dimensión de la sanción hasta su mínima
expresión, pervirtiendo así el valor del bien jurídico que busca cautelar la sanción. En
resumen, fijar un determinado marco en el que deba establecerse la sanción concreta
impide una reducción antojadiza que provoque que el bien jurídico quede desvalorado
252 https://dle.rae.es/prudencia?m=form.
253 https://dle.rae.es/prudencial.
133
o con muy poco respaldo, llevando incluso a que la sanción no sea tomada en serio por
la comunidad al haberse quebrantado la confianza en el ordenamiento jurídico,
convirtiéndose inclusive en un estimulador de la conducta no deseada.254
Ahora bien, estando ubicados en el tercio superior del marco punitivo disminuido y,
atendiendo a que nos encontramos ante dos grupos de eximentes (las del Modelo
completo y las del Modelo incompleto), propongo dividir el tercio en dos medios, uno
para cada grupo de eximentes, aquellas que alberguen un Modelo incompleto, la
sanción debe ubicarse en el medio adyacente al marco punitivo legal y, para los casos
de eximentes que alberguen un Modelo completo, la sanción debe ubicarse en el medio
adyacente al tercio intermedio del marco punitivo disminuido; finalmente, en cada uno
de estos medios, el Juez determinará discrecionalmente la sanción concreta luego de
una lectura y valoración del caso, considerando los principios de proporcionalidad y
razonabilidad penal adecuada al caso.255
Cuadro 8
254 Considerandos 7° al 9° de los criterios individuales del Juez Salas Arenas en la Sentencia
Plenaria Casatoria N° 1-2018/CIJ-433 del 18 de diciembre del 2018.
255 Considerando Décimo Tercero de la Casación N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal
134
1. Cuando el delito 2. Cuando el delito es 3. MPD 4. MPD en 5. Cuando se
es un riesgo no producto del actuar implementado, fase de diseño acredita
identificado en el intencional del pero que aún y/o parcialmente
MPD por constituir responsable de no ha implementació los elementos
MPD una nueva controlar el riesgo, alcanzado el n. mínimos del SIN
adecuado modalidad delictiva, quien es un «mando grado de MPD (art.
y eficaz pero no constituye medio autónomo» madurez 12°.e) de la Ley MPD
un supuesto de dentro de la persona suficiente, N° 30424).
imposible jurídica (sujeto no exigido por ley.
previsibilidad. previsto en el art. 3°.a)
de la Ley N° 30424).
Cuadro 9
9. Conclusiones
135
cual debe entenderse en términos cuantitativos, es decir, cuando la persona
jurídica no acredite tener implementados los cinco elementos mínimos exigidos
por ley.
Este grupo de casos no cuenta adecuadamente con todos los requisitos para
que se configure una causa eximente de responsabilidad, representan un injusto
menor como para ser sancionados plenamente, pero tampoco pueden ser
albergados como la circunstancia atenuante por acreditación parcial de los
elementos mínimos, toda vez que en estos casos se encuentran presentes
cuantitativamente todos los requisitos mínimos establecidos por ley.
136
Se ha establecido que este grupo de casos revelan nivel inferior en la graduación
del injusto culpable, frente a los casos de acreditación parcial propiamente dicha
al constituir circunstancias de disminución del riesgo penalmente relevante, de
modo que, al presentarse, sustentan la necesaria disminución prudencial de la
sanción penal, lo que permite afirmar que constituyen supuestos de eximentes
incompletas de responsabilidad de la persona jurídica.
137
o Cuando se acreditan parcialmente los elementos mínimos del Modelo de
Prevención de Delitos.
Finalmente, el tercio superior debe ser dividido en dos medios, uno para cada
grupo de eximentes, aquellas que alberguen un Modelo incompleto, la sanción
debe ubicarse en el medio adyacente al marco punitivo legal y, para los casos
de eximentes que alberguen un Modelo completo, la sanción debe ubicarse en
el medio adyacente al tercio intermedio del marco punitivo disminuido;
finalmente, en cada uno de estos medios, el Juez determinará discrecionalmente
la sanción concreta luego de una lectura y valoración del caso, considerando los
principios de proporcionalidad y razonabilidad penal adecuada al caso.256
256 Considerando Décimo Tercero de la Casación N° 66-2017 - JUNÍN emitida por la Sala Penal
138
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• Casación N° 814-2017-JUNÍN emitida por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
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