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Segunda Guerra Mundial

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Segunda Guerra Mundial

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Segunda Guerra Mundial

 Primera batalla de El Alamein, 1942

 Masacre de Nankín, 1937-38

 Batalla del Atlántico, 1939-45

 Batalla de Stalingrado, 1942-43

 Batalla de Berlín, 1945

 Ataque a Pearl Harbor, 1941

Fecha 1 de septiembre de 1939-2 de
septiembre de 1945
(6 años y 1 día)

Lugar Todos los continentes y océanos, pero


especialmente Europa, África del
Norte, Extremo Oriente, Atlántico
Norte y Océano Pacífico.

Casus belli Invasión alemana de Polonia

Segunda guerra sino-japonesaNota 1


Resultado Victoria aliada

Consecuencias  Colapso de la Alemania nazi

 Caída de los
Imperios japonés e italiano
 Creación de las Naciones
Unidas
 Emergencia de los Estados
Unidos y la Unión
Soviética como superpotencia
s
 Comienzo de la Guerra Fría

 Reinicio de la Guerra civil


china
 Inicio del proceso de
descolonización
de Asia y África
 División de Corea

 Ocupación
de Alemania y Japón

Cambios Véase anexo


territoriales

Beligerantes
Potencias del Eje Aliados
 Alemania nazi  Reino Unido
 Reino de Italia  Unión Soviética
 Imperio del Japón  Estados Unidos
 Francia de Vichy  Francia
 Reino de Hungría  Polonia
 Reino de Rumania  Checoslovaquia
 Eslovaquia  Noruega
 Reino de Bulgaria  Países Bajos
 Croacia  Bélgica
 Mengjiang  Luxemburgo
 Manchukuo  Resistencia italiana
 Chetniks  Imperio etíope
 India libre  Reino de Grecia
 Birmania  Reino de Yugoslavia
 Vietnam  Filipinas
 Finlandia  China
 Corea  Raj británico

 Nankín  Canadá
 Tailandia  Australia
 Nueva Zelanda
 Reino de Irak
 México
 Brasil
 Sudáfrica
 Transjordania
 Malasia británica
 Birmania británica
 Rodesia del Sur
 Reino de Egipto

 Mongolia

Figuras políticas
  Adolf Hitler  †   Winston
Churchill (1940-
  Hirohito
1945)
  Benito
  Iósif Stalin
Mussolini  
  Chiang Kai
Shek
  Franklin
Delano
Roosevelt  † (1941-
1945)
  Harry
Truman (1945)
  Charles de
Gaulle

Bajas

40-100 millones de muertos


post–World War II
Primera Guerra
←Segunda Guerra era, Trente
Mundial y período
Mundial→ Glorieuses y Guerra
de entreguerras
Fría

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Campañas de la Segunda Guerra Mundial

Europa

 Polonia

 Guerra de broma

 Guerra de Invierno

 Dinamarca y Noruega
 Francia y Benelux

 Inglaterra

 Balcanes

 Frente Oriental

 Finlandia

 Frente Occidental (1944-45)

Guerra del Pacífico

 China

 Océano Pacífico

 Sudeste de Asia

 Sudoeste del Pacífico

 Manchuria (1945)

Mediterráneo y Oriente Medio

 África del Norte

 África Oriental

 Mar Mediterráneo

 Malta

 Yugoslavia

 Irak

 Siria y Líbano

 Irán

 Italia

 Sur de Francia

Otras campañas

 Atlántico

 Ártico
 Bombardeos estratégicos

 América

 África Occidental

 Océano Índico (Madagascar)

Guerras contemporáneas

 Guerras fronterizas soviético-japonesas

 Guerra franco-tailandesa

 Guerra peruano-ecuatoriana

 Rebelión Ili

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló


entre 1939 y 1945. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del
mundo, incluidas todas las grandes potencias, así como prácticamente todas las
naciones europeas, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los aliados
de la Segunda Guerra Mundial y las potencias del eje. Fue la mayor contienda
bélica de la historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado
de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad
económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción
entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que
incluyeron la muerte masiva de civiles —el Holocausto, los bombardeos intensivos
sobre ciudades y el uso, por única vez, de armas nucleares en un conflicto militar
— la Segunda Guerra Mundial fue la más mortífera de la historia con un resultado
de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de la población mundial.1
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con
la invasión alemana de Polonia, cuando Hitler se decidió a la incorporación de una
de sus reivindicaciones expansionistas más delicadas: el pasillo de Danzig, que
implicaba la invasión de la mitad occidental de Polonia; la mitad oriental, junto
con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras
que Finlandia logró mantener su independencia de los soviéticos (Guerra de
Invierno). El Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania, que
esperaban como una repetición de la guerra de trincheras (Guerra de broma) para
la que habían tomado toda clase de precauciones (Línea Maginot) que
demostraron ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de
la blitzkrieg (guerra relámpago) proporcionaron en pocos meses a Alemania el
control de Noruega, Dinamarca, los Países Bajos, Bélgica y la propia Francia,
mientras el ejército británico escapaba in extremis desde las playas
de Dunkerque durante la batalla de Francia. La mayor parte del continente
europeo estaba ocupado por el ejército alemán o por sus aliados, entre los que
destacaba la Italia fascista, cuya aportación militar no fue muy significativa (batalla
de los Alpes, guerra greco-italiana).
La batalla de Inglaterra, la primera completamente aérea de la historia, mantuvo
durante el periodo siguiente la presión sobre el nuevo gobierno de Winston
Churchill, decidido a la resistencia (sangre, sudor y lágrimas) y que finalmente
venció, entre otras cosas gracias a una innovación tecnológica (el RADAR) y al
decisivo apoyo estadounidense, que negoció en varias entrevistas con Franklin D.
Roosevelt (Carta del Atlántico, 14 de agosto de 1941).
En 1941 la necesidad estratégica de ocupar los campos petrolíferos del Cáucaso
llevaron a la invasión alemana de la Unión Soviética (operación Barbarroja),
inicialmente exitosa, pero que se estancó en la batalla de Moscú y los sitios
de Leningrado y Stalingrado. Al mismo tiempo, Japón en su campaña
por expandirse por Asia (comenzado con las hostilidades con China que los llevó a
la Segunda Guerra chino-japonesa, iniciado en 1937 y considerado como preludio
de la Segunda Guerra Mundial en Asia, y que siguió con la invasión de Indochina,
en 1940) y en venganza por el embargo económico que el gobierno
estadounidense les impuso atacaron Pearl Harbor (7 de diciembre de 1941),
provocando la entrada de Estados Unidos en la guerra. Pocos meses después,
la batalla de Midway (en julio de 1942) marcó un punto de inflexión en la Guerra
del Pacífico ante el debilitamiento de la capacidad de combate japonesa frente a
los estadounidenses. En el norte de África, los británicos frenaron el avance de
los Afrika Korps alemanes desde Libia hacia Egipto en la batalla de El
Alamein (1942), después de la invasión italiana al Canal de Suez (1940).
El periodo final de la guerra se caracterizó por las complejas operaciones
necesarias para los desembarcos aliados en Europa (Sicilia; en julio de
1943, Anzio; en enero de 1944, Normandía, en junio de 1944) y el hundimiento del
frente oriental en el que se dieron las más masivas operaciones de tanques de la
historia (Kursk, especialmente en Projorovka, julio de 1943), mientras en el frente
occidental los alemanes experimentaban armas tecnológicamente muy
desarrolladas (V-1, V-2), y soportaban bombardeos destructivos sobre sus
ciudades a una escala nunca antes vista (bombardeo de Dresde, en febrero de
1945) y la destrucción total de su capital (batalla de Berlín, entre abril y mayo de
1945).
En el Frente del Pacífico los estadounidenses tuvieron que desalojar isla a isla a
los japoneses, tanto en el sur del Pacífico (Guadalcanal, en agosto de 1942) como
en Filipinas (Manila, en febrero de 1945), dándose las mayores batallas navales
de la historia (batalla del Mar del Coral, en mayo de 1942; batalla del Golfo de
Leyte, en octubre de 1944), hasta llegar a tierras niponas (Iwo Jima, en febrero de
1945 y Okinawa, en abril de 1945), culminando con los bombardeos atómicos
sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
A diferencia de la Primera Guerra Mundial, la rendición (tanto la japonesa como
la alemana) se produjo por derrota total, sin que fuera posible ningún tipo de
negociación. Las conversaciones decisivas fueron las que plantearon la división de
Europa en zonas de influencia entre los aliados, y que se negociaron en
sucesivas cumbres (conferencia de Teherán, el 1 de diciembre de
1943, conferencia de Yalta, en febrero de 1945, conferencia de Potsdam, en julio
de 1945).
La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del
mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la
conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros
conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron
como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría,
que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia
de las grandes potencias europeas, materializada en el inicio de
la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias
habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la
integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para
establecer las relaciones de posguerra.

Cronología
Véase también: Anexo:Cronología de la Segunda Guerra Mundial

En general se considera que la guerra comenzó en Europa el 1 de septiembre de 193923 con


la invasión alemana de Polonia, que provocó la declaración de guerra de Reino
Unido y Francia a Alemania dos días después. Las fechas de inicio de las hostilidades en la
zona del océano Pacífico son varias y anteriores en el tiempo: la segunda guerra chino-
japonesa que comenzó el 7 de julio de 193745 o incluso la invasión japonesa de Manchuria a
partir del 19 de septiembre de 1931.67
Otros coinciden con el historiador británico A. J. P. Taylor, que sostenía que la guerra chino-
japonesa y la guerra en Europa y sus colonias ocurrieron simultáneamente y ambas se
desataron en 1941. Otra fecha de inicio a veces usada para la Segunda Guerra Mundial es
la invasión italiana de Etiopía desde el 3 de octubre de 1935.8 El también historiador Antony
Beevor opina que la conflagración comenzó con la batalla de Jaljin Gol entre Japón y las
fuerzas de Mongolia y la URSS, de mayo a septiembre de 1939.9 En este artículo se seguirá la
datación convencional.
La fecha exacta del fin de la guerra tampoco tiene un consenso universal. Generalmente se ha
aceptado que el conflicto terminó con el armisticio japonés del 14 de agosto de 1945, en lugar
de la rendición formal de Japón, que se produjo el 2 de septiembre y que puso final definitivo a
las hostilidades en Asia. En 1951 se firmó un tratado de paz con Japón.10 Décadas después,
en 1990, un tratado sobre el futuro de Alemania permitió la reunificación del país y resolvió
muchos de los problemas de la posguerra en Europa. 11 Japón y la URSS no firmaron nunca un
tratado de paz formal.12

Antecedentes
Artículo principal: Causas de la Segunda Guerra Mundial

La Liga de la asamblea de las Naciones, celebrada en Ginebra, Suiza, 1930.


Las causas bélicas del estallido de la Segunda Guerra Mundial son, en Occidente, la invasión
de Polonia por las tropas alemanas y, en Oriente, la invasión japonesa de China, las
colonias británicas y neerlandesas y posteriormente el ataque a Pearl Harbor.
La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas recibieran como
respuesta una declaración de guerra, la resistencia armada o ambas, por parte de los países
agredidos y aquellos con los que mantenían tratados. En un primer momento, los países
aliados estaban formados tan solo por Polonia, Reino Unido y Francia, mientras que
las fuerzas del Eje las constituían únicamente Alemania e Italia en una alianza llamada
el Pacto de Acero. A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en ella (por
ser atacados o tener tratados con los países agredidos) se alinearon en uno de los dos
bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso de los Estados Unidos y la URSS,
atacados respectivamente por Japón y Alemania. Algunos países, como Hungría o Italia,
cambiaron sus alianzas en las fases finales de la guerra.

En Europa
Artículo principal: Hechos anteriores a la Segunda Guerra Mundial en Europa

Mapa político de Europa en 1923, tras el final de la Primera Guerra Mundial y la firma de los tratados de
paz.

Expansión de Alemania de 1935 a 1939.

El Tratado de Versalles, establecía la compensación que Alemania debía pagar a los


vencedores de la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido obtuvo la mayor parte de las
colonias alemanas en África y Oceanía (aunque algunas fueron a parar a manos
de Japón y Australia). Francia, en cuyo suelo se libraron la mayor parte de los combates del
frente occidental, recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación
de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von Bismarck tras
la Guerra Franco-prusiana en 1870.
En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un gobierno
provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de Lenin y Trotsky. Después de
firmar el Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra
civil, que vencieron, creando la URSS en 1922. Sin embargo, ésta había perdido mucho
territorio por haberse retirado prematuramente de la
guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de una mezcla
de territorios soviéticos y alemanes tras el Tratado de Versalles.
En Europa Central, aparecieron nuevos estados tras el desmembramiento del Imperio
Austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Además, el extinto Imperio
tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a Italia.
En Alemania, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular: bajo su cobertura legal se
había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres
a los Aliados considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a
amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a
expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión y represalias
abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo
surgir la teoría de la Dolchstoßlegende (puñalada por la espalda), la idea de que en realidad la
guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo
que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel
social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.
La desmovilización forzosa del ejército hasta la fuerza máxima de 100 000 hombres permitida
por el tratado (un tamaño casi testimonial respecto al anterior) dejó en la calle a una cantidad
enorme de militares de carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de
subsistencia en un país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo
eso favoreció la creación y organización de los Freikorps, así como otros grupos paramilitares.
La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos revolucionarios alemanes como
la Liga Espartaquista (a veces con la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades) hizo
que tanto ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran inclinando cada
vez más hacia un ideario reaccionario y autoritario, del que surgiría el nazismo como gran
aglutinador a finales de los años 20 e inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido
en auge, pero siempre minoritario; un intento prematuro de hacerse con el poder por la fuerza
(el Putsch de Múnich) acabó con varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel.
Durante ese periodo de encarcelamiento Hitler escribió el Mein Kampf (Mi lucha), el libro en el
que sintetizó su ideario político para Alemania.

Discurso político de Benito Mussolini en la tribuna de la plaza de Milán en mayo de 1930.

El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la Gran Depresión de inicios de
los 30, hizo que la débil República de Weimar no fuera capaz de mantener el orden interno;
los continuos disturbios y conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y
seguridad por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola de
descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento
necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la nación. Los ideólogos del partido
establecieron las controvertidas teorías que encauzarían el descontento y justificarán su
ideario: la remilitarización era imprescindible para librarse del yugo opresor de las antiguas
potencias aliadas; la inestabilidad del país era ocasionada por movimientos sociales de
obediencia extranjera (comunistas) o grupos de presión no alemanes (judíos), culpables
además de haber apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1918; además, Alemania
tiene derecho a recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el necesario
espacio vital (Lebensraum) para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas
quedaron plasmadas en el Mein Kampf.
Partiendo de la sensación de afrenta originada por el Pacto de Versalles, los nazis
potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la sociedad alemana,
mezclando los problemas reales con las necesidades de su propio programa político,
presentando el militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías
capaces de reconducir la situación. Así se justificó la represión brutal de cualquiera que no
pensara del mismo modo o fuera percibido como un enemigo del Estado. Y el clima existente
a causa del Pacto hizo que a parte de la sociedad no le preocupase lo más mínimo el
incumplimiento de cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1932, el NSDAP fue
incrementando su cuota electoral en las elecciones federales, manteniendo un estilo político
igual de bronco y agresivo que el que practicaba en la calle.

Sturmabteilung (SA) en Berlin, 1932.

En noviembre de 1932 tienen lugar las octavas elecciones federales alemanas, en las que


el NSDAP logra un 33,1 % de votos (aunque bajó algo más de un 4 %). Al ser la lista más
votada y ante la imposibilidad de lograr una opción de consenso entre las demás fuerzas
políticas, el presidente Hindenburg nombra canciller a Hitler y le ordena formar gobierno.
El 27 de febrero de 1933, un incendio arrasa el Reichstag, la sede del parlamento alemán. A
raíz de este suceso, Hitler declara el estado de excepción. Pronto surge desde el partido nazi
la acusación de que los comunistas son los instigadores de la quema, y Hitler logra que un
Hindenburg ya muy mermado de salud firme el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo
tanto al partido comunista como a cualquier organización afín a ese partido.
Con sus principales enemigos políticos ilegalizados, Hitler procedió a convocar las novenas
elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933. Esta vez logra un 43,9 % de votos y
pasa a gobernar, en coalición con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez conseguido el
poder político, para lograr el apoyo de la cúpula del ejército (Reichswehr), ordenó asesinar a
los dirigentes de las SA, en la llamada noche de los cuchillos largos, la noche del 30 de
junio al 1 de julio de 1934.
Bombardeo de Guernica en 1937 por la aviación de la Alemania nazi, durante la Guerra Civil
Española (1936-1939).

Hitler restauró en Alemania el servicio militar generalizado que había sido prohibido por el
Tratado de Versalles, remilitarizó la Renania en 1936 y puso en práctica una política extranjera
agresiva, el pangermanismo, inspirada en la búsqueda del Lebensraum, destinada a
reagrupar en el seno de un mismo estado a la población germana de Europa central,
comenzando por Austria (Anschluss) en marzo de 1938.
El principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la época inmediatamente
anterior a la guerra era, por una parte, la recuperación de esos territorios, así como
del Corredor polaco y la Ciudad libre de Dánzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos
por Alemania después de 1918. Esas reclamaciones territoriales constantes constituían
elementos importantes de inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba abiertamente su
restitución, de forma cada vez más agresiva, con la intención de reconstruir la Gran
Alemania Großdeutschland.
El apoyo al levantamiento militar del general Francisco Franco en España por parte
de Italia y Alemania con tropas y armamento desafió abiertamente al acuerdo de no-
intervención en el conflicto civil (Guerra Civil Española) de las naciones extranjeras. Hitler
había firmado ya el Pacto de Acero con Mussolini, el único de los dirigentes europeos con un
ideario similar. El apoyo a las fuerzas franquistas fue un intento de establecer un Estado
fascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas a una futura guerra europea, algo
que solo funcionó a medias.

De izq. a der.: Chamberlain, Daladier, Hitler, Mussolini, y Ciano fotografiados antes de firmar


los Acuerdos de Múnich.

El oeste de Checoslovaquia (la región conocida como los Sudetes) era el hogar de una gran
cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos, según el gobierno alemán,
estaban siendo infringidos. La anexión de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de
Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran
Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico Neville Chamberlain,
siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de
la Alemania nazi. Hitler había transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras
entregarle un conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas contra habitantes
alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y francesa se debía en gran parte a la reticencia
de sus poblaciones a verse envueltos de nuevo en una guerra a escala mundial, así como al
convencimiento (sobre todo por parte de ciertos sectores de la sociedad inglesa) de que
realmente el Tratado de Versalles había sido excesivo.

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