A - 0 Cuadernillo de Todo 6to
A - 0 Cuadernillo de Todo 6to
A - 0 Cuadernillo de Todo 6to
1
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
—Por favor —dice el panadero pasándole al conde un brazo por el hombro en señal de
amistad—. Usted no molesta. No sea tan amable. Ha llegado temprano, eso es todo.
—Créalo, me gustaría quedarme, pero hay una reunión de viejos condes rumanos al otro
lado de la ciudad y me han encargado la comida.
—Siempre con prisas. Es un milagro que no haya tenido un infarto.
—Sí, tiene razón, pero ahora...
—Esta noche haré pilaf de pollo —comenta la mujer del panadero—. Espero que le guste.
—¡Espléndido, espléndido! —dice el conde con una sonrisa empujando a la buena mujer
sobre un montón de ropa sucia. Luego, abriendo por equivocación la puerta de un armario, se mete
en él.
— Diablos, ¿dónde está esa maldita puerta?
—Ja, ja! —se ríe la mujer del panadero—. ¡Qué ocurrencias tiene, señor conde!
—Sabía que le divertiría —dice Drácula con una sonrisa forzada—, pero ahora déjeme
pasar.
Por fin, abre la puerta, pero ya no le queda tiempo.
—¡Oh, mira, mamá —dice el panadero—, el eclipse debe de haber terminado! Vuelve a
salir el sol.
—Así es —dice Drácula cerrando de un portazo la puerta de entrada—. He decidido
quedarme. Cierren todas las persianas, rápido, ¡rápido! ¡No se queden ahí!
—¿Qué persianas? —preguntó el panadero.
—¿No hay? ¡Lo que faltaba! ¡Qué par de...! ¿Tendrán al menos un sótano en este tugurio?
—No —contesta amablemente la esposa—. Siempre le digo a Jarslov que construya uno,
pero nunca me presta atención. Ese Jarslov...
—Me estoy ahogando. ¿Dónde está el armario?
—Ya nos ha hecho esa broma, señor conde. Ya nos ha hecho reír lo nuestro.
—¡Ay... qué ocurrencia tiene!
—Miren, estaré en el armario. Llámenme a las siete y media.
Y, con esas palabras, el conde entra en el armario y cierra la puerta.
—Ja, ja...! ¡Qué gracioso es, Jarslov!
—Señor conde, salga del armario. Deje de hacer burradas.
Desde el interior del armario, llega la voz sorda de Drácula.
—No puedo... de verdad. Por favor, créanme. Tan sólo permítanme quedarme aquí. Estoy
muy bien. De verdad.
—Conde Drácula, basta de bromas. Ya no podemos más de tanto reírnos.
—Pero, créanme, me encanta este armario.
—Sí, pero...
—Ya sé, ya sé... parece raro y sin embargo aquí estoy, encantado. El otro día
precisamente le decía a la señora Hess, deme un buen armario y allí puedo quedarme durante
horas. Una buena mujer, la señora Hess. Gorda, pero buena... Ahora, ¿por qué no hacen sus
cosas y pasan a buscarme al anochecer? Oh, Ramona, la la la la la, Ramona...
En aquel instante entran el alcalde y su mujer, Katia. Pasaban por allí y habían decidido
hacer una visita a sus buenos amigos, el panadero y su mujer.
—¡Hola, Jarslov! Espero que Katia y yo no te molestemos.
—Por supuesto que no, señor alcalde. Salga, conde Drácula. ¡Tenemos visita!
—¿Está aquí el conde? —pregunta el alcalde, sorprendido.
—Sí, y nunca adivinaría dónde está —dice la mujer del panadero.
2
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
—¡Qué raro es verlo a esta hora! De hecho, no puedo recordar haberle visto ni una sola
vez durante el día.
—Pues bien, aquí está. ¡Salga de ahí, conde Drácula!
—¿Dónde está? —pregunta Katia sin saber si reír o no.
—¡Salga de ahí ahora mismo! ¡Vamos! —La mujer del panadero se impacienta.
—Está en el armario —dice el panadero con cierta vergüenza.
—¡No me digas! —exclama el alcalde.
—¡Vamos! —Dice el panadero con un falso buen humor mientras llama a la puerta del
armario—. Ya basta. Aquí está el alcalde.
—Salga de ahí, conde Drácula —grita el alcalde—. Tome un vaso de vino con nosotros.
—No, no cuenten conmigo. Tengo que despachar unos asuntos pendientes.
—¿En el armario?
—Sí, no quiero estropearles el día. Puedo oír lo que dicen. Estaré con ustedes en cuanto
tenga algo que decir.
Se miran y se encogen de hombros. Sirven vino y beben.
—Qué bonito el eclipse de hoy —dice el alcalde tomando un buen trago.
—¿Verdad? —dice el panadero—. Algo increíble.
—¡Dígamelo a mí! ¡Espeluznante! —dice una voz desde el armario.
—¿Qué, Drácula?
—Nada, nada. No tiene importancia.
Así pasa el tiempo hasta que el alcalde, que ya no puede soportar esa situación, abre de
golpe la puerta del armario y grita:
—¡Vamos, Drácula! Siempre pensé que usted era una persona sensata. ¡Déjese de
locuras!
Penetra la luz del día; el diabólico monstruo lanza un grito desgarrador y lentamente se
disuelve hasta convertirse en un esqueleto y luego en polvo ante los ojos de las cuatro personas
presentes.
Inclinándose sobre el montón de ceniza blanca, la mujer del panadero pega un grito:
—¡Se ha fastidiado mi cena!
Woody Allen, Cuentos sin plumas, Buenos Aires, Tusquets Editores, 2009
Sobre el autor…
3
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
HACER REÍR
Charlie Chaplin
(actor inglés)
“Yo, desde muy niño, sentía que el humor era una de las formas con las cuales era posible
hacerle frente a la realidad, a las realidades negativas sobre todo.”
Julio Cortázar (escritor argentino)
“El humor (…) no responde sino pregunta, (…) relaciona cosas que aparentemente no
tienen nada que ver, (…) te muestra lo que ya sabías pero de una manera que no
conocías.”
Rudy (humorista gráfico argentino)
4
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
“El humor político, para ejercer un efecto cómico, no puede ser oficialista, siempre trata de
ser crítico; en algunos casos, claramente opositor, inconformista con la situación a la que
se enfrenta, delineando en sus textos o caricaturas a un oponente.”
Andrea Matallana (socióloga argentina)
“Una de las funciones del humor es ver las cosas desde otro lado y mostrarlas en la forma
contundente de un gag, un gesto o bien un dibujo (…) el mejor humor es el que mejor
refleja la realidad”.
Santiago Varela (autor argentino, libretista de humor)
“Las críticas hechas como chiste tienen mayor efecto, circulan más y se difunden más. La
gente las sigue mejor, entonces los gobiernos se sienten amenazados por eso. El humorista
logra un eco en la sociedad que otras formas de comunicación no tienen. El humor es la
mayor manifestación de la libertad, es el anhelo del hombre por pensar libre y
críticamente. Además, el humor representa una eterna lucha de corrección social. La
sociedad quiere ser mejor por eso se cuestiona y se analiza a través del humor, para
encontrar sus defectos de una manera distinta a la confrontación”.
Laureano Márquez (politólogo y humorista venezolano)
5
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
contrario, el mal humor implica una actitud o disposición negativa e irritada. Se puede ir desde el
llamado "humor benigno" -cuyo fin último es generar placer y distensión- hasta la ironía y la sátira,
que se sirven del humor como arma crítica. El mensaje humorístico crea una imagen de su autor,
deja entrever su postura ante la realidad, su valoración de los grupos humanos, su actitud ante los
conflictos y los problemas de la sociedad y de la vida.
6
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
7
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
El humor no constituye ni un género literario específico ni una tipología textual, sino una
serie de rasgos propios y reconocibles que pueden presentarse en diversas circunstancias, en
distintos géneros y en cualquier tipo de textos.
Para lograr el efecto humorístico, el autor dispone de distintos recursos, según el
propósito que persiga. Algunos de ellos son:
Contraste: marca las oposiciones entre las personas, las cosas, las intenciones o las
situaciones planteadas.
8
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Ironía: utiliza las palabras con un sentido contrario al que se expresa en forma literal. Es
un recurso o figura retórica que consiste en expresar de manera burlesca, lo contrario de
lo que se quiere comunicar, empleando un tono, una gesticulación o unas palabras, que
insinúan la interpretación que debe hacerse.
“…Los federales habían dado fin a una de sus innumerables proezas.
En aquel tiempo los carniceros degolladores del Matadero eran los apóstoles
que propagaban a verga y puñal la federación rosina, y no es difícil imaginarse
qué federación saldría de sus cabezas y cuchillas. Llamaban ellos salvaje
unitario, conforme a la jerga inventada por el Restaurador, patrón de la
cofradía, a todo el que no era degollador, carnicero, ni salvaje, ni ladrón; a
todo hombre decente y de corazón bien puesto, a todo patriota ilustrado amigo
de las luces y de la libertad; y por el suceso anterior puede verse a las claras
que el foco de la federación estaba en el Matadero.”
Esteban Echeverría - “El matadero”
9
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Las imágenes de las viñetas pueden presentarse en diferentes planos, según la distancia en
que se halle el personaje o el objeto dibujado:
Para expresar los estados de ánimo de los personajes, la historieta aprovecha rasgos
faciales como los ojos o la boca que cambian de forma según qué piense o sienta el personaje.
10
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
- Los globos se utilizan para presentar lo que los personajes dicen o piensan. La forma de los
globos es portadora de significado. Por ejemplo, para representar los gritos, los
pensamientos o los sueños, se emplean diferentes tipos de líneas.
- Los cartuchos o apoyaturas corresponden a la voz del narrador, que aporta indicaciones
de tiempo y lugar u ofrece comentarios acerca de la historia narrada.
Las líneas cinéticas: líneas rectas o curvas que indican el movimiento que realiza una
persona u objeto.
Las onomatopeyas: palabras que imitan sonidos o ruidos (toc-toc; bang; zzzzz).
Las metáforas visuales: son signos que representan, por ejemplo, los sentimientos,
pensamientos o la vida interior de los personajes, de manera más o menos
convencional. Por ejemplo, un lamparita encendida alude a una idea; un corazón
significa amor; etc.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………….
TEXTO 2
11
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TEXTO 3 TEXTO 4
TEXTO 5
TEXTO 6
TEXTO 7
12
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
LA HISTORIETA EN ARGENTINA
La historieta argentina comienza su historia a finales del siglo XIX, en la revista Caras y
Caretas, donde aparecen los primeros relatos ilustrados y la inclusión de globos de diálogo en el
dibujo. En la década de 1920, La Nación se convierte en el primer diario argentino en publicar
historietas. El género seguirá desarrollándose en el país hasta lograr el nivel más alto entre las
décadas de 1940 y 1960, la llamada "Época Dorada". Luego de esta etapa la historieta nacional irá
decayendo hasta llegar al punto de no existir ninguna publicación del género en la década de 1990
(exceptuando los autores que se autopublicaban). A partir de los años 2000 se ha intentado
revalorizar el género, por medio de recopilaciones de viejas historietas. Un hecho significativo ha
sido la vuelta a los kioscos de la mítica revista Fierro, que cuenta con los autores más reconocidos
del país.
13
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
HISTORIETISTA PERSONAJE/S
QUINO MAFALDA
NIK GATURRO
SENDRA YO MATÍAS
CALOI CLEMENTE
14
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
15
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
por Matt Groening para Fox Broadcasting Company y emitida en varios países del mundo. La serie
es una sátira de la sociedad estadounidense que narra la vida y el día a día de una familia de clase
media de ese país (cuyos miembros son Homero, Marge, Bart, Lisa y Maggie Simpson) que vive en
un pueblo ficticio llamado Springfield. Desde su debut el 17 de diciembre de 1989 se han emitido
516 episodios hasta el 16 de diciembre de 2012.
16
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
FORMATO:
- Hojas A4.
- Tipografía ARIAL (o similar), tamaño 11 ó 12.
- Interlineado en 1,5.
- Texto justificado.
- Impresión únicamente en el anverso de las hojas.
PRESENTACIÓN:
La Real Academia Española define a la sátira como una composición poética o discurso que
tiene el objetivo de censurar con mordacidad o poner en ridículo a alguien o algo. Por lo tanto,
hablar de poesía satírica es referirse a un tipo de creación literaria donde se destacan dos grandes
componentes: la crítica y el humor.
El poeta, por lo tanto, acude a esta modalidad cuando desea burlarse y pretende mostrar
su inconformismo con la realidad. La poesía satírica, por supuesto, ha ido mutando con la historia.
De esta forma, tuvo como eje original de sus versos a los
estamentos o grupos sociales (los políticos, la corte) y luego a Pueden ampliar la información
las profesiones (médicos, sastres, incluso otros escritores). En el en: http://www.poemas-del-
Renacimiento, surgió una corriente satírica contra los ideales alma.com/blog/especiales/poesia
del heroísmo y la exaltación del amor. Hay que destacar que, a -satirica
grandes rasgos, la sátira puede alcanzar cualquier aspecto o
dimensión de la vida.
17
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Las marcas del estilo satírico son la presencia de palabras y expresiones idiomáticas de la
lengua coloquial y vulgar y la producción de burlas o humor.
Algunos autores que se han dedicado en sus obras a la poesía satírica son:
A una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
En este poema, Quevedo ridiculiza a su “competencia literaria”,
el poeta Luis
Era un reloj de sol mal encarado, Góngora, con quien sostenía fuertes contiendas en la época. El
érase una alquitara pensativa, mecanismo consiste en
érase un elefante boca arriba, centrar la composición poética en algo tan trivial como la nariz
era Ovidio Nasón más narizado. del mismo; en esta
dirección, podríamos hablar del uso de un tema absurdo para la
Érase un espolón de una galera, poesía, que por tanto
genera un efecto humorístico. Quevedo construye un yo
érase una pirámide de Egipto, poético que invierte la idea
las doce Tribus de narices era. natural de que un hombre tiene una nariz, para hablar de que
hay un hombre – como un
Érase un naricísimo infinito, detalle - pegado a una nariz – como la protagonista - : “Érase un
muchísimo nariz, nariz tan fiera hombre a una nariz
que en la cara de Anás fuera delito. pegado...”. A partir de allí, comienza una acumulación de
comparaciones insólitas e
hiperbólicas
Francisco de Quevedo
(1580-1645)
Sobre el autor…
18
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
EL HUMOR Y EL CINE
EL GRAN DICTADOR, dir. Charles Chaplin
EL CONTEXTO HISTÓRICO
Entre 1914 y 1918 tuvo lugar la Guerra Europea o Gran Guerra, luego llamada I Guerra
Mundial. Por desgracia entre 1939 y 1945 se desarrolló la II Guerra Mundial. Al período que hay
19
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
entre las dos se le llama “período de Entreguerras”, y es en esa época en la que transcurre la
película. El período Entreguerras se caracteriza por graves problemas:
· Económicos: la crisis de la bolsa y la gran depresión del 29, el alza de precios, los despidos…
· Sociales: el paro, el hambre, la gente está descontenta y duda de sus gobernantes…
· Políticos: aparecen las ideas fascistas y nazis contrarias a la democracia, lo que lleva al auge de las
dictaduras en detrimento de las democracias.
El Gran Dictador es la primera película hablada de Charles Chaplin. Siguiendo la línea
iniciada con su anterior película, Tiempos modernos (1935), una crítica al maquinismo y a la
mecanización de la sociedad, Chaplin se enfrenta en esta ocasión a uno de los temas más trágicos
y preocupantes de la época: el auge de los regímenes totalitarios y la expansión del fascismo en
Europa. Y lo hace comprometiéndose con convicción, una actitud que le provocaría muchos
problemas, puesto que los Estados Unidos mantenían en aquel momento una posición neutral
respecto al conflicto. Pese a las coincidencias que se establecen entre la película y el desarrollo de
los acontecimientos históricos que tuvieron lugar de manera casi paralela (la invasión de Ostelrich
por parte del ejército de Tomenia y la invasión alemana de Polonia, (por ejemplo), el origen de film
es 1938.
Francia y Gran Bretaña habían declarado la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939,
dos días después de la invasión de Polonia por parte del ejército nazi: y pocos días6antes del inicio
del rodaje de El Gran Dictador. Entre los meses de mayo y junio de 1940, Alemania invadiría
Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y Francia. Italia entraría en guerra el 10 de junio, iniciando
poco después la invasión de Egipto. El Gran Dictador se estrena el 15 de octubre de 1940 en
medio de fuertes presiones y críticas, pero se convierte de manera inmediata en un gran éxito de
crítica y público. Los Estados Unidos no entrarán en el conflicto hasta el diciembre de 1941, tras el
bombardeo de la base de Pearl Harbour por parte del ejército japonés, aliado de Alemania en el
Pacífico.
Charles Chaplin, que había estudiado a Hitler durante cerca de dos años, definió el
proyecto como un coctel de drama, comedia y tragedia que retrataba la silueta grotesca y siniestra
de un hombre que se creía un superhéroe y que pensaba que solo tenía valor su opinión. El
cineasta, de hecho, utiliza la figura de Hitler para realizar una parodia de las ideas políticas,
culturales, sociales y económicas del nazismo, desde la superioridad de la raza germánica hasta la
sumisión incondicional del individuo a la comunidad, pasando por el antimarxismo y el
antisemitismo. Hynkel, el dictador de Tomania, es presentado como un hombre egoísta, infantil,
inseguro, incapaz de tomar decisiones de ninguna clase y todavía menos de gobernar un país: la
bola del mundo con la que juega en una de las escenas más memorables del film, le acabará
explotando, física y simbólicamente, en sus manos. Pero Hitler no es el único personaje real que
inspiró a Chaplin: el dictador de Bacteria, Benzino Napoloni, está inspirado en el dictador fascista
italiano Benito Mussolini; Garbitsch (del inglés garbage: basura), secretario del interior y ministro
20
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
de propaganda de Hynkel, está inspirado en Joseph Paul Goebbels, ministro de educación popular
y propaganda del gobierno nazi; y el Mariscal Herring evoca al Mariscal Hermann Wilhelm Goring,
responsable de las fuerzas aéreas y uno de los máximos dirigentes de la Gestapo, los servicios
secretos alemanes.
Como es lógico, el contexto político de la época impediría que este mensaje de paz y
libertad llegara donde tenía que llegar: la película sería prohibida de manera fulminante en
Alemania, Italia y todos los países ocupados por estas dos potencias, y tampoco se estrenaría en
Brasil, Argentina, Costa Rica y España, entre otros países.
Sobre el autor…
“Yo, Charles Chaplin nací en Londres en abril de 1889. Mi padre era
cómico. Mi madre era cantante de opereta. Mi infancia la pasé en Londres en
el barrio de la gente pobre. Mi padre comenzó a beber, no teníamos nada que
comer. Más de una vez mi hermano Sydney se vio obligado a recurrir a las
instituciones benéficas, para conseguir un plato de sopa. Yo no podía ir con él
porque solo teníamos un par de zapatos. Mi padre murió dejándonos en la
miseria (…) Anduve una temporada viviendo en las calles y durmiendo en los
asilos nocturnos. Finamente entré en una compañía teatral, tenía 14 años y si
conseguía el puesto podíamos comer cada día un plato de sopa. En 1911
actuamos en América y Mack Sennett me contrató para la Keystone Film
Company. Más tarde en Nueva York realicé cortometrajes realizados por mí (…)
tuve éxito.”
Así resumió en 1928 Chaplin su vida, que no terminó ahí, y en la que
obtuvo numerosos premios: la primera vez que se dieron los Oscar (1927-28) por su película El circo; en
1972 uno especial por su influencia en el cine; y otro más en 1973 por la música de Candilejas.
En 1977 murió en Lausana (Suiza), donde se había instalado por sus ideas progresistas.
Filmografía, largometrajes: El chico (1921), Una mujer de Paris (1923), La quimera del oro (1925), El
circo (1928), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1936), El gran dictador (1940), Monsieur Verdoux
(1947), Candilejas (1952), Un rey en Nueva York (1957), La condesa de Hong Kong (1967 ).
21
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
22
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
23
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
24
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
25
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Un fenómeno diferente es la reescritura. En ella, un autor toma como base un texto previo
y escribe a partir de algún aspecto de dicho texto, una historia totalmente nueva. Es decir, la
reescritura implica una transformación de la historia original. Baste pensar como ejemplo la saga
de las películas animadas Shrek, que funcionan como reescrituras de los cuentos tradicionales.
Serían las cinco cuando Caperucita llegó a la casa de su abuela. Por supuesto, adentro
estaba el lobo.
-Pasá, nena. Está abierto- le dijo cuando escuchó los golpes en la puerta. –Y cerrá
enseguida, que hace un fresquete…
Caperucita puso la canasta sobre la mesa y se derrumbó en una silla.
-¡Qué voz tan ronca tenés, abuela! Ni que comieras tuercas.
Al lobo le molestó un poco el comentario.
-Es por mi catarro de pecho, querida.
-Te traje unos caramelos de miel, yogur casero y no sé cuántas cosas más que metió la
vieja en la canasta. Pesaba mil esta canasta. Ladrillos habrá puesto. Algo pegajoso se volcó
adentro. Ahora que te miro bien: ¡qué boca enorme tenés! ¡Y qué dientes amarillos! ¿Siempre
tuviste los dientes así de amarillos?
El lobo se incorporó de la cama para mirarse en el espejo. Tuvo que reconocer ue no era
una hermosura.
26
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Sobre la autora…
27
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Sobre el autor…
Estanislao del Campo Maciel y Luna Brizuela Nació en Buenos Aires el 7 de febrero de 1834. Fue un militar,
funcionario de gobierno y escritor argentino. Defendiendo a Buenos Aires tuvo destacada actuación en las
batallas de Cepeda y Pavón. Murió el 6 de noviembre de 1880, en Bueno Aires.
Poema gauchesco
La escritura en versos.
La forma dialogada.
Protagonistas: los gauchos.
La queja por la situación social y personal.
El ritual del encuentro y del saludo.
Sin embargo, en relación con otras obras gauchescas,
Estanislao del Campo introduce varias transgresiones al modelo:
Lugar (entendido como el espacio físico donde se
desarrolla la acción narrativa): ya no es el campo (la
pampa ilimitada), sino la ciudad.
Temática: ya no se centra en las penurias de la vida
del gaucho (como tipo social) y las injusticias sociales que sufre, sino los aspectos
de la vida privada.
Punto de vista: ya no se presenta el mundo gaucho, oral y popular, interpretado
por la cultura urbana y letrada, sino al contrario: el espacio cultural de la ciudad se
1
La Literatura Gauchesca no debe confundirse con la Literatura Gaucha.
LITERATURA GAUCHESCA LITERATURA GAUCHA
Producida por hombres letrados de la ciudad que Producida por auténticos gauchos.
imitan en sus textos las payadas orales de los Estos poemas son verdaderas payadas, orales y
gauchos. espontáneas, de las cuales no queda ningún registro
Son poemas escritos, y por lo tanto planificados. escrito.
Gracias a su formato en papel, perduran en el Es frecuente la payada de contrapunto: un duelo a
tiempo. guitarra en el que los participantes se provocan por
Trata temas universales: el destino, la justicia, la medio de la palabra, y en el que pierde quien no
libertad, el amor… responde inmediatamente.
28
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
29
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
CIUDAD / CAMPO
GRINGO / GAUCHO
Analizando el uso de este recurso, podemos pensar que el tema subyacente de la obra es
el debate sobre la identidad nacional. La narración en clave gauchesca de la ópera de Gounod
puede verse como una lectura “argentina” de la cultura europea, y por ello como una crítica a la
misma.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
*Fausto (título original en francés, Faust) es una ópera en cinco actos con música de Charles Gounod y
libreto en francés de Jules Barbier y Michel Carré, versión de la leyenda popular de Fausto e inspirada
levemente en el Fausto, de Goethe. Se estrenó en París el 19 de marzo de 1859.
Fausto de Charles Gounod - SINOPSIS ARGUMENTAL
La acción transcurre en una ciudad de Alemania. El doctor Fausto, desganado y cansado de una vida
solitaria, está a punto de acabar con sus pesares mediante un brebaje letal, que se dispone a beber. Ante el
pensamiento de que Dios no va a devolverle la juventud ni el amor, invoca al diablo para que acuda en su
ayuda. Aparece Mefistófeles, ofreciéndole riquezas, gloria y poder, pero él quiere algo más: la capacidad de
disfrutar eternamente de todos los placeres que deleitan el corazón y los sentidos. Mefistófeles le propone
un pacto por el cual se compromete a servirle a cambio de su alma. Para convencer al anciano sabio,
Mefistófeles le hace ver a Margarita hilando en su rueca, y Fausto firma el pacto sin vacilar. Después,
convertido en un joven y apuesto caballero, parte con Mefistófeles en busca de aventuras.
Fausto logra seducir a Margarita y poco tiempo después la abandona, estando ella embarazada. Valentín, el
hermano de la muchacha, muere durante un enfrentamiento con Fausto y Mefistófeles.
Presa de la angustia y la culpa, Margarita pierde la razón. Fausto y Mefistófeles la visitan en la prisión donde
espera su ejecución por haber matado a su hijo. Al oír la voz de Fausto, Margarita recuerda con ternura los
felices momentos que ha vivido con su amado, quien la apremia a huir con él. Pero, al ver a Mefistófeles,
Margarita, aterrada, pide la protección de Dios y de los ángeles, antes de caer muerta. Un coro de ángeles se
lleva el alma de la muchacha hacia el cielo mientras Fausto, desesperado, es arrastrado por Mefistófeles
hacia el infierno.
30
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Anastasio es el personaje principal de esta obra. Es un gaucho que muestra una actitud
crítica respecto de la ciudad y de sus habitantes y costumbres. Es un gaucho que, por
circunstancias azarosas, se encuentra en la ciudad, aunque pierde su identidad en ese ámbito
urbano: se le estropea la ropa y le roban el cuchillo.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
2. Expliquen por qué el Pollo había ido a la ciudad y cuál es la visión que tiene de
ese lugar. Acompañen la respuesta con citas textuales.
4. Transcriban del texto fragmentos que muestren que Anastasio cree que lo que ha
visto en el teatro es verdad.
5. Transcriban algún pasaje del texto en donde aparecen las comparaciones que el
Pollo realiza para contar, en su propio lenguaje, lo que ha visto. Luego expliquen:
¿por qué hace esas comparaciones?
31
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
VIII
El tiempo que todo borra
algo me obliga a cambiar.
Solo le voy a explicar
con un ejemplo sencillo.
“En vez del lao del cuchillo,
cuidá el lao del celular”.
IX
“Hacete amigo del juez”,
yo supe decir un día.
Pero algunas señorías
con el correr de los años
adquieren vicios extraños,
que un gaucho no entendería.
I
Soy nieto ´el viejo Vizcacha, X
aquel que escupió el asado. “Será pobre aunque trabaje
Soy pulguiento y retobao el que su plata no ahorra”.
y aunque la muerte me aceche, Y antes que el tiempo me corra
volveré y seré escabeche… yo también via a trabajar.
pa´seguir avinagrao. Un fat fut voy a instalar:
¡Se va a llamar Mac Zamorra!
II (…)
Aura vivo en la ciudad
y soy pasiador de perros. XII
ya ni consejos me acuerdo Yo estuve filosofando
aura escuchó a Frank Sinatra allá por los tiempos de antes.
y estoy esperando que A.P.T.R.A. … “Que mamar es importante,
me degüelva a Martín Fierro. cada lechón en su teta”.
(…) Hoy mi frase es obsoleta:
¡No hay silicona que aguante!
VII
Hay quien de mi agüelo XIII
solo por quitarle méritos, Una vez me dio mi agüelo
que sus consejos son pretéritos, un consejo muy profundo.
carecen de actualidad… “M´hijo…” –me dijo- “en el mundo
Yo y pa´la posteridad, lo primero es el deber”.
los que traigo, son inéditos. Y anque no lo quiera creer,
ya le debo a todo el mundo.
32
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
XIV XXXIV
“Dicen que de un garrotazo De tanto habla de Vizcacha
mató a su mujer un día”. mi ser se mimetizó.
Pero el agua estaba fría, El tiempo se trasladó
un mate le dio temprano… y si en versos alzó vuelo,
¡Y los derechos humanos ya no sé si él es mi agüelo,
entuavía no existían! o si mi agüelo soy yo.
(…)
Sobre el autor…
Juan José “Bocha” Retegui nació en Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Su infancia en
el campo fue determinante en la mirada de profundo amor a la naturaleza y a su aguda
observación de los seres humanos. Continúo sus estudios en la ciudad de Mercedes… Y su
vuelo lo llevó a Buenos Aires. Hizo del humor y la animación su profesión, en radio,
televisión y temporadas teatrales. Su primer libro: “Poemas de todos los días” y luego
“Desde el Tren”. Ha publicado y grabado en CD muchas de sus obras: “En Pleno Vuelo”,
“Oda al Inodoro”, “Oda a la Toalla” “En Tren de Joda”, “La Vuelta del Viejo Vizcacha”.
EL GÉNERO ENSAYÍSTICO
33
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
(Ensayo sobre el entendimiento humano, 1690), David Hume (Ensayos morales, políticos y
literarios, 1742), Adam Smith (Ensayos sobre temas filosóficos, 1795).
El contexto de los primeros ensayos (fines de Renacimiento y comienzos de la
Modernidad) es una época de grandes cambios durante el cual los intelectuales europeos
revisaron sus valores y, en consecuencia, sus opiniones sobre algunos temas tan disímiles como la
muerte, el futuro de la humanidad, los viajes, la exploración de nuevas culturas o, simplemente,
las relaciones sociales. En tiempos de cambios y de desconcierto por las condiciones de la vida
futura, el ensayo aparece como un instrumento de expresión y reflexión sobre el estado de crisis.
El procedimiento de búsqueda que mueve a todo ensayo es favorable para encontrar las
respuestas a los problemas que se les presentan a los seres humanos.
El ensayo es un tipo de composición en prosa en la que se expone con profundidad un
tema determinado, con el objetivo de problematizar dicho tema y no de imponer posiciones ni ser
exhaustivo. En otras palabras, los ensayistas piensan en problemas, los plantean y muchas veces
no los resuelven sino que los dejan abiertos a nuevas reflexiones. Es un texto estrechamente
vinculado con los géneros de opinión.
La definición de ensayo presenta dificultades porque se trata de un género híbrido que
participa al mismo tiempo de lo rigurosamente científico y del dominio de lo estético. Sin
embargo, los ensayos poseen características predominantes y recurrentes que permiten definirlos
e identificarlos:
o Son producciones escritas, en prosa, relativamente breves.
o Son temáticamente monocordes, aunque a veces las digresiones de los autores llevan de
un tema a otro.
o Carecen de una estructura sistemática y rígida: por momentos, son informativos; por
momentos, persuasivos o explicativos y, muchas veces sólo son impresiones del autor.
o Están dirigidos a un público no necesariamente especialista en el tema.
o Hacen alusiones constantes al lector, como si se intentara entablar un diálogo.
o Estilísticamente, no muestran una tendencia definida sino que combinan rasgos del
lenguaje literario, del técnico, del científico y algunas veces hasta incluyen giros del
lenguaje coloquial. De todos modos, prevalece lo estético sobre lo metódico del registro
científico: el ensayista es ante todo, un escritor y busca la perfección en la expresión y
expresa su subjetividad.
o Ofrecen un punto de vista nuevo y personal sobre el tema que desarrollan. El autor suele
recurrir al “extrañamiento”: recurso mediante el cual se muestra y describe un objeto,
persona o situación como si fuera algo totalmente nuevo y desconocido. Este recurso
plantea la necesidad de “mirar desde afuera” y busca lograr en el lector una toma de
conciencia y una mirada nueva y diferente sobre lo cotidiano.
o Tienen una estructura que, sin ser rígida, suele seguir el siguiente esquema:
- Introducción: en esta sección, los autores vuelcan los datos que sirven para situar
al lector con respecto a las características del ensayo, las circunstancias que
motivaron su escritura y los objetivos que se persiguen. Se explicita el tema
34
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
elegido y la bibliografía que se usa como base para el análisis. Esta sección es el
primer elemento organizador de los contenidos y en ella también se establece el
alcance que tendrá el trabajo y se definen los conceptos que será relevantes para
el desarrollo del ensayo.
- Desarrollo: contiene el análisis y la consideración de las ideas que se desean
transmitir. En esta sección se halla el trabajo personal del autor, que se caracteriza
por: lenguaje subjetivo (el autor expresa sus opiniones y sentimientos con
respecto al tema tratado), originalidad (ninguna de las ideas desarrolladas ha sido
dicha antes), discurso argumentativo (el autor propone una idea central que
guiará todo el trabajo e incorpora diferentes argumentos que le permitirán sacar
conclusiones para probar la validez de su planteo), planteamiento de nuevas ideas
(el autor ofrece una nueva visión sobre un tema y da a conocer sus análisis y
nuevas interpretaciones a partir de trabajos anteriores, proponiendo otra mirada
o datos nuevos).
- Conclusiones: en general, se trata de un resumen del desarrollo expuesto en el
cuerpo principal. El autor trata de destacar los aspectos más importantes del
trabajo.
El lenguaje ensayístico
Sinopsis
El atroz encanto de ser argentinos responde a una contradicción: ¿cómo puede ser atroz un
encanto? Y es que ser argentino es una empresa cada vez más difícil. Emociona serlo, pero se sufre por ello.
2
Los capítulos de lectura obligatoria los encontrarán en la sección Anexos.
35
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Hemos atravesado momentos duros, y siempre los hemos superado. El nuevo milenio nos
encuentra con las esperanzas debilitadas, y nuestra sensación de incertidumbre ante el futuro está en su
punto más alto. Sin embargo, no dejamos de sentir orgullo por haber nacido en esta tierra.
La condición contradictoria del ser argentino es abordada con maestría por Marcos Aguinis en estas páginas.
Crítico y optimista a la vez, analiza los defectos que arrastramos de generación en generación, desnuda a los
corruptos, denuncia el facilismo, el doble discurso y la queja estéril, y no se detiene ante los tabúes ni las
ideologías. Nos cautiva con su inteligencia al describir las razones por las que debemos apostar por la
esperanza.
La Argentina no está desahuciada. Puede recuperarse y alcanzar el nivel de vida de países que hoy
se muestran como destinos deseables de nuestra juventud. El camino por recorrer es sinuoso y está lleno de
obstáculos, pero pueden vencerse tomando conciencia de nuestros defectos y potenciando nuestras
virtudes. La lectura de este libro brillante y emotivo invita a hacer el esfuerzo, porque Aguinis nos demuestra
que vale la pena.
Sobre el autor…
Nació en Córdoba, Argentina en enero de 1935. Escritor que ha transitado una amplia formación
internacional en literatura, medicina, psicoanálisis, arte e historia. Dijo: "He viajado por el mundo, pero
también he viajado por diversas profesiones".
En 1963 apareció su primer libro y, desde entonces, ha publicado diez novelas, catorce libros de
ensayos, cuatro libros de cuentos y dos biografías que generan entusiasmo y polémica.
Ha escrito artículos sobre una amplia gama de temas en diarios y revistas de América latina, Estados Unidos
y Europa. Ha dictado centenares de conferencias y cursos en instituciones educativas, artísticas, científicas y
políticas en Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Israel, Rusia, Italia y casi todos los países
latinoamericanos.
Marcos Aguinis, ha recibido, entre otros, el Premio Planeta (España), el Premio Fernando Jeno
(México), Premio Benemérito de la Cultura de la Academia de Artes y Ciencias de la Comunicación, Premio
Nacional de Sociología, Premio Lobo de Mar, Premio Nacional de Literatura, Faja de Honor de la Sociedad
Argentina de Escritores, Premio Swami Pranavananda, la Plaqueta de Plata Anual de la Agencia EFE por su
36
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
LA SÍNTESIS ARGUMENTAL
La síntesis argumental de una narración es un texto que reúne, en orden cronológico, las
acciones más importantes (núcleos narrativos) del texto original.
Las acciones principales, o núcleos narrativos, son aquellas acciones que se pueden
suprimir, ni tampoco cambiar su orden, sin alterar el hilo de la narración. Las acciones que sí
podrían eliminarse sin que se modifique el desarrollo de la historia son las secundarias.
Este tipo de relato suele aparecer en las contratapas de los libros, o de películas, y en los
comentarios de espectáculos que ofrecen diarios y revistas. La síntesis argumental le permite al
futuro lector o espectador conocer por anticipado el contenido de las obras y determinar si le
interesa o no. En estos casos, la síntesis argumental no revela el final de la historia para mantener
el interés del lector o espectador.
Para producir una síntesis argumental es conveniente tener en cuenta algunos pasos:
37
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Empleo de verbos en tiempo presente: esto genera en el lector la ilusión de cercanía con
los hechos que se relatan. Se debe tener en cuenta el uso correcto de los verbos en la
narración.
Escriban la síntesis argumental del cuento “Caperucita Roja” que acaban de escuchar.
38
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TEXTO 1
Una brocha llena de pintura blanca se desliza delicadamente sobre la uña. Sólo
faltan tres pasadas más para dar el acabado final a un trabajo que (demandar)
……………………………. varias horas. El bote de cristal (quedar) ………………….
sobre la mesa de noche donde (descansar) ………………………., también, una taza de té
de porcelana fina. Más tarde (venir) …………………. el encargado de la limpieza, pero
ahora el silencio impera. Una mano perfectamente hidratada se (extender)
……………………. contra el fondo de una habitación con pocos muebles. Hay un ligero
soplido que le (insinuar) …………………. al esmalte la necesidad de secarse
inmediatamente. El aroma del cuarto no deja ninguna duda: adentro permanece una
mujer. De pronto, la puerta (emitir) ……………………. un chillido que se (extender)
……………………. por un par de segundos y (asomar) ……………………. una mano de
infante, un retazo de rostro y la mitad de una boina café recién lavada. Desde su sofá
color vino, ella (voltear) ……………………. sin asomo de emoción en sus facciones.
—Madre, debemos irnos, ya es tarde.
Ella (asentir) ……………………. . Se (poner) ……………………. de pie y (empujar)
………………………. la mesa. Su descuido (asesinar) ……………………. a la taza de
porcelana que (caer) …………………. al piso y se (hacer) ……………………. añicos.
Indiferente, la mujer (llegar) …………………………. a la puerta y (tomar)
………………………. la perilla, la (girar) …………………………………. y (salir)
………………………………….. Un empujón más y el cuarto se (convertir)
…………………………………. de nuevo en un vacío silencio.
TEXTO 2
Se aleja velozmente de su casa con la mente en blanco y cuatro balas en el
revólver. Es mejor no pensar ni en su vida, ni en sus hermanos, ni en su madre.
(Necesitar) …………………………. actuar con la cabeza fría y el corazón detenido. Lo
(perseguir) …………………………., sin embargo, algunos recuerdos. Muchas veces, de
pequeño, (jugar) ………………………….en esa plaza que ahora (atravesar)
39
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
40
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TEXTO 3
Sonia caminaba tranquilamente por la calle bajo una pertinaz llovizna, típica de la
estación, cuando una vecina la detuvo un momento para pedirle que (ayudar)
…………………………………. a su hijo menor con unas clases particulares. Sonrieron
juntas al verlo disgustado por la narración de las travesuras que el pequeño (protagonizar)
…………………………………. en la escuela. Al final, se (despedir)
…………………………………. con un ademán y una sonrisa de rutina, no sin antes
ponerse de acuerdo: se (reunir) …………………………………. los martes y los jueves por
la tarde durante algunas semanas. Sonia (mirar) …………………………………. su reloj:
ya (estar) ……………………… atrasada y le (prometer) …………………………………. a
su hermana que esta vez (llegar) …………………………………. a tiempo. (Caminar)
………………………………… de prisa a la parada del autobús, justo después de la calle
ancha, y en ese preciso momento se escuchó un tráiler. Creyó que (poder)
…………………………… llegar al otro lado a salvo y (cruzar) ……………………………….,
apurando el paso. Sin embargo, el chofer no la (ver) ……………………………. a causa
del parabrisas mojado, (acelerar) ……………………………. y se (dirigir)
…………………………. hacia su indefenso cuerpo de sangre, huesos y carne, los cuales
pronto (quedar) …………………………………. esparcidos por el pavimento. La muchacha
se (voltear) ……………………………. con horror, (colocar) ……………………………. las
manos en el rostro y (ahogar) ……………………………. un grito de espanto. Ella nunca
(saber) …………………………………. que al día siguiente, lo sucedido (aparecer)
…………………………………. en los diarios como uno más de tantos accidentes de
tránsito fatales.
41
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TEXTO 4
Llovía. El agua (mojar) ………………………… las aceras y todos (correr)
………………………. mientras (marcar) ……………………………. sus pasos sobre el
agua. Todos huían, todos, menos él. El vendedor de sombrillas siempre (estar)
…………………………. allí, de pie, en el borde de la acera. Yo lo vi por la ventana del
autobús y me (intrigar) …………………………. sus pensamientos, repletos del golpeteo
constante en el suelo. Sobre los zapatos del vendedor se (resbalar) ……………………….
el tiempo y (pringar) ………………………. las tertulias de quienes (pasar)
………………………………. a su lado. Cuando las gotitas (chocar)
…………………………………. con la tierra, él (observar) ……………………………. a los
transeúntes pasar y el alma se le (regocijar) ……………………………. un poquito, porque
(ser) ……………………………. la ocasión perfecta para vender paraguas a todos los
descuidados y olvidadizos que no (salir) ……………………………. de sus casas
preparados para esa lluvia. Rápidamente, la luz del semáforo nos (dar)
……………………………. el paso y el autobús (arrancar) ………………………….
Dejamos atrás al vendedor, con sus paraguas. Las nubes prometían más agua:
seguramente (tener) ………………………. una buena venta ese día. Dejé de pensar en él,
sabiendo que lo (volver) …………………………. a ver con cada tarde de lluvia.
Presente Presente
indicativo subjuntivo
Pretéritos Pretérito
indicativo imperfecto
subjuntivo
42
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
CONDICIÓN CONDICIONADO
Presente Presente o
indicativo futuro imperfecto Condición real
indicativo
Pretérito Condicional
imperfecto simple Condición posible
subjuntivo indicativo
43
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Pretérito Condicional
pluscuamperfecto compuesto Condición imposible
subjuntivo indicativo
Resalten con color los errores que encuentren en el texto. Luego escríbanlo
correctamente.
Si te hubiera escuchado aquella vez, quizá hubiera vivido arrullado en tu regazo y
hubiera sonreído todos los días de mi vida, como mi madre hubiese querido, si hubiera
vivido lo suficiente como para desearlo. Si no te hubiera traicionado, perdido e insultado,
quizá hubiera encontrado la argolla perfecta para tu dedo y el primo Charlie hubiera dicho
un brindis largo y gracioso en honor a tu pelo corto y tus pestañas largas. Hubiera llorado
en silencio todas esas traiciones y hubiera mentido acerca de mis engaños, golpes e
insultos. Hubiera sido un mediocre padre y un aún peor marido, incapaz de abandonarte
por los crímenes en su espalda. Hubiera mirado unos ojos brillantes, como estrellas
esperanzadas, en lugar de este triste cadáver, prueba de tu suicidio.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........
44
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
LA RESEÑA CRÍTICA
45
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
EL GROTESCO
46
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
¿QUÉ ES EL GROTESCO?
El término proviene del italiano grottesca y es un derivado de gruta. Era el nombre dado
en el Renacimiento a las pinturas descubiertas en los monumentos sepultados y que contenían
elementos fantásticos: animales de forma vegetal o con rasgos humanos, objetos que adquieren
vida, desproporción, rostros que se transfiguran en máscaras.
Por lo tanto, el término “grotesco” nace en la historia del arte para designar a ciertas
pinturas ornamentales halladas en Italia a fines del siglo XV y cuyo estilo rápidamente se difundió
entre los pintores renacentistas. Por ejemplo, un grotesco de Rafael representaba zarcillos que se
enroscaban y desenroscaban y cuyas hojas se iban transformando en animales, es decir, todo
indicaba la contradicción de las leyes naturales (separación de los mundos vegetal y animal, peso,
tamaño).
Más tarde, en otros artistas, el efecto de contraste se acentúa. En un mundo claro y
rigurosamente ordenado, va emergiendo un mundo oscuro y siniestro (peces con piernas y
expresiones de dolor humano, vegetales cuyas ramas terminan en dedos, etc.). Pero más allá de
las distintas formas que lo grotesco cobra, lo característico es la imposibilidad de establecer los
límites entre un orden y otro: lo animal y lo vegetal, el objeto y el hombre, lo real y lo fantástico.
Esta representación de la realidad provoca en el receptor un sentimiento de angustia, al no
poder ubicarse frente a un mundo claro y ordenado, ya que las leyes del orden conocido se hallan
suspendidas.
Existe una diferencia fundamental entre lo grotesco y lo cómico. Lo cómico anula la
grandeza y la dignidad de la realidad, pero sin ponerla en duda. Provoca en el espectador un
sentimiento de superioridad ante lo presentado o de complicidad con quien está haciendo la
broma. En cambio, el grotesco por la presencia simultánea de lo cómico y lo trágico, impide al
receptor situarse en cualquiera de los terrenos seguros de la tragedia y la comedia, y llorar o reír
sin trabas. Por el contrario, la risa será ahogada por la angustia o el dolor y sonreirá mientras llora.
Por otro lado, el creador del grotesco destruye las categorías de orientación en el mundo:
los órdenes de la naturaleza, la categoría de objeto, el concepto de personalidad, el orden
histórico, la coherencia lingüística, las leyes físicas, las leyes estéticas (lo bello- lo feo; lo cómico- lo
trágico).
El creador que utiliza el grotesco representa una tercera posición frente a la realidad.
Comprometido con ella, expresa un mundo desquiciado, pues cree en la imposibilidad de un
mundo armónico. Por ello el grotesco es una de las formas más comprometidas de comunicar el
mundo y el hombre.
EL GROTESCO EN EL TEATRO
Aparece por primera vez en el teatro durante el Romanticismo (S. XIX). Víctor Hugo
introduce el término para designar una forma de expresión artística que combina “lo deforme con
47
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
lo sublime”. Y agrega: “Lo grotesco representa la parte material del hombre y lo sublime del alma”.
El dramaturgo italiano Luigi Pirandello planteó que la esencia del género reside en que todo
sentimiento puede transformarse en su opuesto.
El teatro del grotesco se funda en la idea de que el hombre posee una máscara o apariencia
que le permite vivir en sociedad, bajo la cual se oculta el verdadero rostro íntimo. Lo grotesco se
produce cuando ese individuo, por diversas circunstancias, intenta hacer coincidir máscara y
rostro simultáneamente. El conflicto entonces, se establece entre la máscara (de escribiente,
galán, funcionario, doctor, esposo, amante) y el rostro (el cobarde, el humillado, el soberbio, el
hipócrita, etc.)
El tema básico del grotesco es el dinero, o mejor, su ausencia. Asociado a él, van los
fracasos, el desamor, la disolución familiar, la corrupción, el delito, la miseria, la humillación.
En cuanto a la construcción dramática, el grotesco está construido de manera similar al de la
tragedia griega. Cuando comienza la intriga, estamos a un paso del desenlace. Y esto es posible
pues la acción ha comenzado mucho tiempo atrás y sólo asistimos a la agonía final del “héroe”.
Generalmente, un hecho exterior al personaje, sirve como resorte que hace saltar la intriga hacia
el desenlace. Si bien el héroe intenta, en el nivel de la intriga, escapar a su destino, la situación es
irreparable, pues la disolución familiar, el fracaso, el cansancio, han ido carcomiéndolo poco a
poco. Esta inevitabilidad del destino vuelve más trágica su agonía final.
Con respecto a los personajes, estos aparecen generalmente nombrados por sus oficios,
vinculando así estrechamente personaje-trabajo lo que hace que el individuo desaparezca detrás
de su profesión o de su oficio, como si fuera más importante su rol en la maquinaria social que su
identidad, su libertad individual, su deseo o su propia necesidad. Por eso, este procedimiento está
en función de reforzar la contradicción individuo- masificación, es decir, el hombre pierde su
identidad en el accionar de la masa. La masificación pervierte la decisión personal y la
responsabilidad individual.
La apariencia de los personajes también es grotesca ya que están caracterizados como
fantoches, un poco bestias, un poco muñecos, un poco hombres, un poco máquinas. La apariencia
grotesca es reforzada por el movimiento (andares bamboleantes, movimientos torpes, porrazos,
voces aflautadas o deformadas, etc.) El personaje se completa con el lenguaje que, muchas veces,
contradice sus acciones o manifiesta la imposibilidad de comunicación con los otros o su falta de
personalidad.
En cuanto al espacio, el escenario está generalmente repleto de elementos. El
abigarramiento y profusión de objetos que pueblan la escena evidencian el agobio que padecen
los personajes. En ocasiones, aparece un escenario múltiple: puede haber varios lugares en escena
en los que se desarrollan diferentes episodios, lo que desestabiliza al espectador que debe elegir
en qué episodio centrar la atención.
El grotesco pues, se caracteriza por la mezcla, por la indeterminación de los límites entre
un mundo y otro, tanto en lo temático y en la construcción de los personajes como en su
estructura y su escenificación.
En el mundo actual, caracterizado por su deformación, por su falta de identidad y armonía,
lo grotesco renuncia a dar una imagen armoniosa de la sociedad: reproduce miméticamente el
caos, al mismo tiempo que ofrece una imagen reelaborada de este.
48
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
EL GROTESCO CRIOLLO
EL GROTESCO MODERNO
49
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Una familia argentina de origen italiano convive con una abuela, conocida por todos como
La nona. A pesar de su avanzada edad, La nona come sin parar, mientras la familia lucha con las
cuentas para alimentarla y llegar a fin de mes al mismo tiempo. El problema que La nona causa se
complica hasta llevar cerca de la ruina a la familia, que comienza a buscar los más diversos
caminos para ganar dinero y eventualmente deshacerse de la mujer.
Sobre el autor…
50
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Alejandro Doria
Guion
Jacobo Langsner (basado en su obra homónima).
Luis Brandoni, China Zorrilla, Antonio Gasalla, Mónica Villa, Betiana Blum, Julio De
Protagonistas Grazia, Juan Manuel Tenuta, Lidia Catalano, Andrea Tenuta, Enrique Pinti, Darío
Grandinetti, Cecilia Rossetto, Juan Acosta, Clotilde Borella
TRABAJO PRÁCTICO
51
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
LA ALEGORÍA
El concepto de alegoría deriva del latín allegoria y éste, por su parte, de un vocablo de
origen griego. La noción permite hacer mención a aquella ficción en la cual una idea, frase,
expresión u oración posee un significado distinto al que se expone. De igual manera, se conoce
como alegoría a aquellos materiales literarios o creaciones artísticas que poseen carácter
alegórico.
La alegoría es un recurso usado desde tiempos remotos en el arte por su capacidad para
traducir y comunicar ideas abstractas, como puedan ser los vicios y las virtudes, en
representaciones físicas concretas más familiares y fáciles de asimilar. Una alegoría puede
entenderse, en este sentido, como una temática artística o una figura literaria utilizada para
simbolizar una idea abstracta a partir de recursos que permitan representarla, ya sea apelando a
individuos, animales u objetos. Busca dar una imagen a lo que no que tiene imagen para que
pueda ser mejor entendido por la generalidad. Su objetivo es, entonces, dibujar lo abstracto, hacer
“visible” lo que solo es conceptual. Obedece a una intención didáctica.
52
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
La imagen de una calavera con dos huesos cruzados constituye una alegoría de la
piratería.
Un niño pequeño con alas, portando un arco y flechas que dispara a su antojo, es una
representación del amor, un sentimiento caprichoso y arbitrario.
En la literatura la alegoría es una figura retórica y una clase de relato siendo un ejemplo
ampliamente conocido la ‘Alegoría de la caverna’ de Platón.
En muchos aspectos, las fábulas son textos alegóricos. En ellos, ciertos caracteres de las
personalidades del ser humano se representan, generalmente, mediante animales. Estos
personajes se construyen sobre la base de las personificaciones. Así, podemos encontrar, por
ejemplo, zorros astutos, perros desgraciados y tortugas perseverantes.
LAS FÁBULAS
Las fábulas, desde antes de la Edad Media, han sido relatadas con intenciones morales y
didácticas, con máximas y consejos, y si bien son narrativas, pueden presentarse en prosa o en
verso.
Muchas de ellas llevan al final, una moraleja ejemplificadora. En otras, la enseñanza está
sobreentendida pero no explícita.
53
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
La fábula clásica reposa sobre una doble estructura; desde el título mismo se encuentra
una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas encontradas. Pero estos dos
personajes se encuentran siempre en desigualdad social: uno en posición alta y otro en posición
baja y desfavorable. Gracias a un evento narrativo imprevisto, el que estaba en posición alta se
encuentra en posición inferior y viceversa. Este esquema es denominado "doble reenvío" y es
sumamente frecuente en las fábulas.
La fábula posee un carácter mixto, narrativo y didáctico a la vez, y una serie de
características particulares que la identifican y marcan un límite entre ella y otros géneros
similares con los que podría confundirse:
Esencialmente ofrece un contenido moralizante o didáctico.
Siempre contiene una moraleja. En las más antiguas se encuentra escrita al final del texto.
Generalmente es una pieza muy breve y con pocos personajes.
Posee una gran inventiva, riqueza imaginativa y de colorido.
Es inverosímil (se basa en hechos imposibles)
Su exposición de vicios y virtudes es maliciosa, irónica.
AUTORES: Tomás de Iriarte (español, 1750-1791), Esopo (Grecia, siglo VI aC), Jean de la
Fontaine (francés, 1621-1695).
Sintiéndose un día muy generosa, invitó doña zorra a cenar a doña cigüeña.
La comida fue breve y sin mayores preparativos. La astuta raposa, por su mejor
menú, tenía un caldo ralo, pues vivía pobremente, y se lo presentó a la cigüeña
servido en un plato poco profundo. Esta no pudo probar ni un sólo sorbo, debido a su
largo pico. La zorra en cambio, lo lamió todo en un instante.
Para vengarse de esa burla, decidió la cigüeña invitar a doña zorra.
-- Encantada -- dijo --, yo no soy protocolaria con mis amistades.
Llegada la hora corrió a casa de la cigüeña, encontrando la cena servida y con
un apetito del que nunca están escasas las señoras zorras. El olorcito de la carne,
partida en finos pedazos, la entusiasmó aún más. Pero para su desdicha, la encontró
servida en una copa de cuello alto y de estrecha boca, por el cual pasaba
perfectamente el pico de doña cigüeña, pero el hocico de doña zorra, como era de
mayor medida, no alcanzó a tocar nada, ni con la punta de la lengua. Así, doña zorra
tuvo que marcharse en ayunas, toda avergonzada y engañada, con las orejas gachas y
apretando su cola.
Para vosotros escribo, embusteros: ¡Esperad la misma suerte!
No engañes a otros, pues bien conocen tus debilidades y te harán pagar tu daño
en la forma que más te afectará.
54
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
55
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
56
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
57
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
El principito
El Principito, publicado el
6 de abril de 1943, es el
relato corto más conocido
del escritor y aviador
francés Antoine de Saint-
Exupéry.
58
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
El principito, publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador
francés Antoine. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por
primera vez en los Estados Unidos, fue traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.
Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un
principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos
como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sobre el autor…
Antoine De Saint-Exupéry nació en Lyon, Francia, el 29 de junio de 1900, y murió el 31 de julio de 1944 en el
Mar Mediterráneo, cerca de la costa de Marsella.
Fue un aviador en los días en que la aviación poseía pocos instrumentos y volar era una tarea
extremadamente difícil y peligrosa, uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales. Sus
experiencias como piloto fueron a menudo su fuente de inspiración como escritor.
Fue el tercero de los cinco hijos de una familia de la aristocracia francesa. Su padre tenía el título de
vizconde. Vivió una infancia feliz en las propiedades familiares, aunque perdió a su progenitor a la edad de
cuatro años. Estuvo muy unido a su madre, cuya sensibilidad y cultura lo
marcaron profundamente, y con la que mantuvo una cuantiosa correspondencia
durante toda su vida.
Mientras volaba también escribía. En el año 1926 marcó un giro decisivo en su
vida, con la publicación de la novela breve El aviador, y con un contrato como
piloto de línea para una sociedad de aviación. A partir de entonces, a cada
escala del piloto correspondió una etapa de su producción literaria, alimentada
con la experiencia. Mientras se desempeñaba como jefe de estación aérea en el
Sahara español, escribió su primera novela, Correo del Sur (1928).
Le Petit Prince, en español, El principito, fue sin lugar a dudas su libro más
famoso. Una narración poética ilustrada en el cual relata su infortunio ya que
quedó varado en medio del desierto, donde conoce al principito, un niño
proveniente de un pequeño asteroide que con el tiempo se vuelven amigos. De muchas formas, El principito
hace énfasis en la crítica social y el mundo adulto. A un asteroide le fue otorgado el nombre de Saint-
Exupéry en 1975 en honor a su reconocimiento mundial.
EL MODERNISMO
59
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
60
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Este movimiento alcanzó su punto culminante hacia 1910. Algunos de sus autores más
representativos fueron, además de Rubén Darío, José Martí, José Asunción Silva, y Leopoldo
Lugones, entre otros.
En los textos modernistas se pueden reconocer claramente las siguientes características:
La alusión a mundos desaparecidos (Edad Media, Antigüedad Clásica, Imperios Inca y
Azteca, Monarquías China y Japonesa)
La presencia de elementos exóticos.
La mención de objetos preciosos.
La celebración de la belleza física palpable.
La musicalidad del verso (se pretende que el poema tenga la armonía de la música).
Un fuerte sentido pictórico (se busca que el poema tenga las características plásticas de la
pintura).
La correspondencia entre elementos de la naturaleza (perfumes, colores, matices, etc.)
poniendo el acento en las sugestiones, las sensaciones leves, los sueños y los símbolos.
Uno de los recursos más utilizados fue la sinestesia.
La renovación del lenguaje hispanoamericano, desde lo fónico con la predilección de
palabras esdrújulas, hasta la elección del vocabulario relacionado con:
- lugares exóticos como China y Japón: pagoda, loto, dragón, mandarín…
- objetos y materiales refinados: marfil, porcelana, gemas, joyas…
- elementos decorativos: cisne, flor de lis, fuente…
- palabras que sugieren lujo, esplendor y destello: plata, oro, sol, resplandor…
- imágenes visuales vinculadas preferentemente con los colores.
- Americanismos: Moctezuma, Malinche…
- Las artes plásticas y el mundo grecolatino: mármol, cincel, ninfas…
- Arcaísmos hispánicos y barroquismos: bizarro, lauro…
- La música: armonía, arpegios, sinfonía…
SONATINA
Rubén Darío
61
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
62
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Sobre el autor…
Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como RUBÉN DARÍO, nació en San Pedro de Metapa,
Chocoyo, Nicaragua, el 18 de enero de 1867. De origen indo-español, sus padres fueron Manuel García y
Rosa Sarmiento Alemán.
Desde muy joven demostró un talento precoz y a los doce años, en 1879, publicó su primer poema,
el soneto "La Fe”. Y en 1880 aparecen sus primeros versos en el diario "El termómetro". Fue el poeta de
lengua castellana más influyente y destacado de su época, iniciador del modernismo literario o de la "Torre
de Marfil" en el continente americano. En 1886 se trasladó a Chile, y en Valparaíso, en 1888, publicó "Azul".
Se casó en San Salvador con Rafaela Contreras en 1890. Se trasladó a Guatemala. Posteriormente
viajó a España en 1892. Regresó a América en 1894 y residió un tiempo en Argentina, en Buenos Aires,
donde junto con Leopoldo Lugones (argentino) y Ricardo Jaimes Freyre (boliviano), lideró el movimiento
modernista. Viajó a Europa como corresponsal del Diario "La Nación" de Argentina y recorrió numerosos
países. Residió en Madrid y París y se casó en nuevas nupcias con Francisca Sánchez en España, en 1901.
Fue nombrado en 1909 Ministro Plenipotenciario de Nicaragua en España,
Regresó a su país natal y murió en su hogar, en León, el 6 de febrero de 1916.
Entre sus obras destacan: Epístolas y poemas (1885), Abrojos (1887), Rimas (1887), Canto épico a
las glorias de Chile (1887), Azul (1888), Primeras notas (1888), Los raros (1893), Pro sas profanas (1896),
España contemporánea (1901), Peregrinaciones (1901), La caravana pasa (1902), Tierras solares (1904),
Cantos de vida y esperanza (1905), Canto errante (1907) Autobiografía (1912), Canto a la Argentina y otros
poemas (1914), Poemas de otoño y otros poemas (1916).
63
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
APARICIÓN URBANA,
Oliverio Girondo
Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.
Sobre el autor…
64
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Las vanguardias son movimientos que surgen en Europa a principios del siglo XX, en
oposición a la tradición artística imperante. Se desarrollan a partir de un nuevo modo de ver e
interpretar el mundo, a causa de los avances tecnológicos y los vertiginosos cambios que implican:
el mundo es visto como un “caos” a partir de la amenaza tecnológica que puede, también,
producir armamentos. Reflejan un nuevo panorama social y político, enmarcado por el contexto
de la Revolución Industrial y sus consecuencias: la iluminación eléctrica en las calles; la experiencia
de la velocidad del tren, del automóvil y del avión; la fotografía y el cinematógrafo; la aparición de
la clase obrera; el surgimiento de los partidos políticos, la Primera Guerra Mundial. Se desarrollan
movimientos como el Dadaísmo, el Surrealismo, el Futurismo, el Cubismo, entre otros, que
trabajaron no sólo desde la literatura sino desde todas las manifestaciones artísticas.
Si bien cada uno de los movimientos de vanguardia produjo sus propias innovaciones y
propuestas estéticas, todas las vanguardias sostuvieron postulados compartidos:
o Producción de manifiestos. Se trata de textos que describen su programa estético y sus
objetivos como movimiento.
o Ruptura de las reglas tradicionales del arte. Se produce un quiebre en la perspectiva, en el
tiempo lineal, en la imitación de la realidad, etcétera. Los elementos tradicionales en la
pintura y la literatura se ven atravesados por la violencia creativa de los movimientos
vanguardistas, cuyo objetivo es innovar con sus propuestas el mundo fosilizado del arte y
la cultura.
65
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
66
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Tome un periódico.
Tome unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una
bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque
incomprendida del vulgo.
67
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
LOS CALIGRAMAS
El caligrama es un poema,
frase o palabra cuyo propósito
es formar una figura acerca de
lo que trata el poema, en la
cual la tipografía, caligrafía o el
texto manuscrito se arregla o
configura de tal manera que “El puñal”, José Juan Tablada
crea una especie de imagen
visual (poesía visual). La imagen creada por las palabras expresa visualmente lo que la palabra o
palabras dicen. Es decir, que la tipografía sirve para «dibujar» objetos con el texto mismo del
poema.
El caligrama aparece de la mano de las Vanguardias de principios del siglo XX, como expresión
del afán de romper las distinciones de géneros y artes. El poeta cubista francés Guillaume
Apollinaire fue un famoso creador de caligramas. El poeta creacionista chileno Vicente Huidobro
ya había incluido su primer caligrama, "Triángulo armónico", en su libro Canciones en la Noche
(1913). Con Apollinaire, los caligramas se ponen de moda en las primeras décadas del siglo XX.
68
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
José Juan Tablada nació en la Ciudad de México en 1871. Fue poeta, periodista y
diplomático. Realizó sus estudios primarios en un colegio militar incursionando en el
campo poético desde muy joven. A los diecinueve años viajó a Japón y
posteriormente a Paris, países que influyeron notablemente en la calidad de su
poesía. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y ocupó varios cargos
diplomáticos en Ecuador, Colombia y Estados Unidos.
«Florilegio» en 1898, «Al sol y bajo la luna» en 1918, «Poemas sintéticos» en 1919,
«Li-Po y otros poemas» en 1920 y «El jarro de flores» en 1922, forman parte de su
importante obra.
Falleció en Nueva York en 1945.
En América Latina, las vanguardias expresaron la necesidad de buscar una identidad propia.
Mantuvieron como objetivos la renovación formal, la exaltación de lo nuevo, y la búsqueda de la
esencia latinoamericana.
Entre los movimientos vanguardistas latinoamericanos se pueden mencionar:
Estridentismo (México): Manuel Maples Arce
Creacionismo (Chile): Vicente Huidobro
Ultraísmo y Martinfierrismo (Argentina): Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo
Poesía Negra (cuba): Nicolás Guillén
En el primer tercio del siglo XX surge y se desarrolla en Buenos Aires un nuevo panorama
social debido, principalmente, a la incidencia de la oleada inmigratoria. Se producen cambios en el
lenguaje que pronto afectan de manera definitiva el castellano hablado en el país. Se producen en
esa época importantes procesos de urbanización, inmigración y migración del campo a la ciudad.
69
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
70
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Con estos fenómenos aparecen nuevos sectores sociales que se ven reflejados en nuevos usos
del lenguaje (aparece y se desarrolla en ese momento el lunfardo) y en los cambios en la
organización urbana (aparecen los conventillos). La política educativa de la época apunta a la
unificación mediante la educación pública, gratuita y laica, que tenía como principal objetivo
homogeneizar la lengua nacional y eliminar el analfabetismo. La alfabetización y el desarrollo de
los medios de comunicación (especialmente los diarios gracias a la implementación masiva de las
imprentas y las rotativas de edición) favorecen la democratización de la cultura.
Dentro de ese contexto, aparecen en Buenos Aires dos grupos, fuertemente influenciados por
las vanguardias europeas: el Grupo de Florida y el Grupo de Boedo, cuyos objetivos son el cambio,
el progreso, la renovación y la mirada hacia el futuro.
Ambos grupos se ven influenciados por la realidad socioeconómica de sus miembros y por los
procesos de industrialización y modernización que viven Buenos Aires y otras grandes ciudades.
El Grupo de Florida recibió ese nombre ya que sus miembros se reunían en un local situado a
escasos metros de la calle Florida. Estaba integrado por escritores e intelectuales de clases altas, lo
que les había permitido formarse y completar su educación en Europa, y viajar por el mundo. Para
ellos la literatura es solamente arte, debe buscar exclusivamente la renovación y su única finalidad
es el goce estético. No tenían ningún interés social y se oponían a las leyes del mercado.
Practicaron una literatura “para iniciados” y eligieron, preferentemente, el verso –aunque muchos
ejemplos de poemas en prosa-. El grupo estuvo integrado, entre otros, por Jorge Luis Borges,
Oliverio Girondo, Norah Lange. Sus textos fueron publicados y difundidos gracias a la Revista
Martín Fierro, lo que les valió también el nombre de “martinfierristas” o “Grupo Martín Fierro”.
En oposición al Grupo de Florida, aparece el Grupo de Boedo, integrado, entre otros autores,
por Roberto Arlt, Raúl González Tuñón o Roberto Mariani. En su mayoría, estos escritores
pertenecían clases sociales trabajadoras, humildes y estrechamente vinculadas con la inmigración.
Estaban comprometidos con la realidad social y denunciaban sus injusticias. Para ellos la actividad
literaria fue también una actividad profesional. Desarrollaron preferentemente la prosa y
mantuvieron en sus textos muchos rasgos propios del Realismo.
En la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos senos bizcos buscando una
sonrisa entre las mesas. El ruido de los automóviles destiñe las hojas de los árboles. En un
quinto piso, alguien se crucifica al abrir de par en par una ventana.
Pienso en dónde guardaré los quiscos, los faroles, los transeúntes, que se me entran
por las pupilas. Me siento tan lleno que tengo miedo de estallar… Necesitaría dejar algún
lastre sobre la vereda…
Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja entre las
ruedas de un tranvía.
71
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
La ciudad está en mí como un poema Jorge Luis Borges fue un poeta argentino
que no he logrado detener en palabras. nacido en Buenos Aires en 1899. Es una de las
A un lado hay la excepción de algunos versos; grandes voces de la poesía contemporánea, autor
al otro, arrinconándolos, de numerosos ensayos, cuentos y poemas, entre
la vida se adelanta sobre el tiempo, los que se destacan «Ficciones», «Historia universal
como terror
de la infamia» y «Los conjurados», traducidas a
que usurpa toda el alma.
Siempre hay otros ocasos, otra gloria; más de veinticinco idiomas.
yo siento la fatiga del espejo Ha recibido numerosos premios y
que no descansa en una imagen sola. menciones, tanto nacionales como internacionales.
¿Para qué esta porfía Falleció en Ginebra, Suiza, en 1986.
de clavar con dolor una lanza sobre el tiempo
si mi calle, mi casa,
desdeñosas de símbolos verbales,
me gritarán su novedad mañana?
Nuevas
como una boca no besada.
72
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
La persona que tenga la saludable costumbre de levantarse temprano, y salir en tranvía a trabajar o
a tomar fresco, habrá a veces observado el siguiente fenómeno:
Una puerta de casa comercial con la cortina metálica medio corrida. Frente a la cortina metálica, y
ocupando la vereda y parte de la calle, hay un racimo de gente. La muchedumbre es variada en aspecto. Hay
pequeños y grandes, sanos y lisiados. Todos tienen un diario en la mano y conversan animadamente entre
sí.
Lo primero que se le ocurre al viajante inexperto es de que allí ha ocurrido un crimen trascendental,
y siente tentaciones de ir a engrosar el número de aparentes curiosos que hacen cola frente a la cortina
metálica, mas a poco de reflexionarlo se da cuenta de que el grupo está constituido por gente que busca
empleo, y que ha acudido al llamado de un aviso. Y si es observador y se detiene en la esquina podrá
apreciar este conmovedor espectáculo.
Del interior de la casa semiblindada salen cada diez minutos individuos que tiene el aspecto de
haber sufrido una decepción, pues irónicamente miran a todos los que les rodean, y contestando rabiosa y
sintéticamente las preguntas que les hacen, se alejan rumiando desconsuelo.
Esto no hace desmayar a los que quedan, pues, como si lo ocurrido fuera un aliciente, comienzan a
empujarse contra la cortina metálica, y a darse de puñetazos y pisotones para ver quién entra primero. De
pronto el más ágil o el más fuerte se escurre adentro y el resto queda mirando la cortina, hasta que aparece
en escena un viejo empleado de la casa que dice:
-Pueden irse, ya hemos tomado
empleado. Sobre el autor…
Esta incitación no convence a los Hijo de un inmigrante prusiano y una italiana, Roberto
presentes, que estirando el cogote sobre el Godofredo Christophersen Arlt nació en Buenos Aires, en el barrio
hombro de su compañero comienzan a de Flores, el 2 de abril de 1900.
desaforar desvergüenzas, y a amenazar con Publicó El juguete rabioso, su primera novela, en 1926.
romper los vidrios del comercio. Entonces, Por entonces comenzaba también a escribir para los diarios Crítica
para enfriar los ánimos, por lo general un y El mundo. Sus columnas diarias Aguafuertes porteñas,
robusto portero sale con un cubo de agua o aparecieron de 1928 a 1935 y fueron después recopiladas en el
armado de una escoba y empieza a dispersar a libro del mismo nombre. Se divertía contando de sus amistades
los amotinados. Esto no es exageración. Ya con rufianes, falsificadores y pistoleros, de las que saldrían muchos
muchas veces se han hecho denuncias de sus personajes. Las Aguafuertes se convirtieron con el tiempo
semejantes en las seccionales sobre este en uno de los clásicos de la literatura argentina.
procedimiento expeditivo de los patrones que Al mismo tiempo de su actividad como escritor, Arlt buscó
buscan empleados. constantemente hacerse rico como inventor, con singular fracaso.
Los patrones arguyen que ellos en el Formó una sociedad, ARNA (por Arlt y Naccaratti) y con el poco
aviso pidieron expresamente “un muchacho dinero que el actor Pascual Naccaratti pudo aportar instaló un
de dieciséis años para hacer trabajos de pequeño laboratorio químico en Lanús. Llegó incluso a patentar
escritorio”, y que en vez de presentarse unas medias reforzadas con caucho, que no fueron
candidatos de esa edad, lo hacen personas de comercializadas, y al decir de un amigo, "parecen botas de
treinta años, y hasta cojos y jorobados. Y ello bombero".
es en parte cierto. En Buenos Aires, “el En 1935, viajó a España y África enviado por El Mundo, de
hombre que busca empleo” ha venido a donde salen sus Aguafuertes Españolas. Pero salvo este viaje y
constituir un tipo sui generis. Puede decirse alguna escapada a Chile y Brasil, permaneció en la ciudad de
que ese hombre tiene el empleo de ser Buenos Aires, tanto en la vida real como en sus novelas, Los siete
“hombre que busca trabajo”. locos y su continuación, Los lanzallamas.
El hombre que busca trabajo es Murió de un ataque cardíaco en Buenos Aires, el 26 de
frecuentemente un individuo que oscila entre julio de 1942.
73
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
los dieciocho y veinticuatro años. No sirve para nada. No ha aprendido nada. No conoce ningún oficio. Su
única y meritoria espiración es ser empleado. Es del tipo del empleado abstracto. Él quiere trabajar, pero
trabajar sin ensuciarse las manos, trabajar en un lugar donde se use cuello; en fin, trabajar “pero
entendámonos... decentemente”.
Y un buen día, día lejano, si alguna vez llega, él, el profesional de la busca de empleo, se “ubica”. Se
ubica con el sueldo mínimo, pero qué le importa. Ahora podrá tener esperanzas de jubilarse. Y desde ese
día, calafateado en su rincón administrativo espera la vejez con la paciencia de una rémora.
Lo trágico es la búsqueda de empleo en casas comerciales. La oferta ha llegado a ser tan
extraordinaria, que un comerciante de nuestra ciudad nos decía:
-Uno no sabe con qué empleado quedarse. Vienen con certificados. Son inmejorables. Comienza
entonces el interrogatorio:
-¿Sabe usted escribir a máquina?
-Sí, ciento cincuenta palabras por minuto.
-¿Sabe usted taquigrafía?
-Sí, hace diez años.
-¿Sabe usted contabilidad?
-Soy contador público.
-¿Sabe usted inglés?
-Y también francés.
-¿Puede usted ofrecer una garantía?
-Hasta diez mil pesos de las siguientes firmas.
-¿Cuánto quiere ganar?
-Lo que ustedes acostumbren pagar.
-Y el sueldo que se les paga a esta gente –nos decía el aludido comerciante- no es nunca superior a
ciento cincuenta pesos. Doscientos pesos los gana un empleado con antigüedad... y trescientos... trescientos
es lo mítico. Y ello se debe a la oferta. Hay farmacéuticos que ganan ciento ochenta pesos y trabajan ocho
horas diarias, hay abogados que son escribientes de procuradores, procuradores que les pagan doscientos
pesos mensuales, ingenieros que no saben qué cosa hacer con el título, doctores que química que envasan
muestras de importantes droguerías. Parece mentira y es cierto.
La interminable lista de “empleados ofrecidos” que se lee por las mañanas en los diarios es la
mayor prueba de la trágica situación por la que pasan millares y millares de personas en nuestra ciudad. Y se
pasan éstas los años buscando trabajo, gastan casi capitales en tranvías y estampillas ofreciéndose, y nada...
la ciudad está congestionada de empleados. Y sin embargo, afuera está la llanura, están los campos, pero la
gente no quiere salir afuera. Y es claro, termina tanto por acostumbrarse a la falta de empleo que viene a
constituir un gremio, el gremio de los desocupados. Sólo les falta personería jurídica para llegar a constituir
una de las tantas sociedades originales y exóticas de las que hablará la historia del futuro.
74
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Digo esto para estimular a los principiantes en la vocación, a quienes siempre les interesa el procedimiento
técnico del novelista. Cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Sobre una bobina de
papel o en un cuarto infernal. Dios o el Diablo están junto a uno dictándole inefables palabras.
Orgullosamente afirmo que escribir, para mí, constituye un lujo. No dispongo, como otros escritores, de
rentas, tiempo o sedantes empleos nacionales. Ganarse la vida escribiendo es penoso y rudo. Máxime si
cuando se trabaja se piensa que existe gente a quien la preocupación de buscarse distracciones les produce
surmenage.
Pasando a otra cosa: se dice de mí que escribo mal. Es posible. De cualquier manera, no tendría di ficultad en
citar a numerosa gente que escribe bien y a quienes únicamente leen correctos miembros de su familia.
Para hacer estilo son necesarias comodidades, rentas, vida holgada. Pero por lo general, la gente que
disfruta de tales beneficios se evita siempre la molestia de la literatura. O la encara como un excelente
procedimiento para singularizarse en los salones de sociedad.
Me atrae ardientemente la belleza. ¡Cuántas veces he deseado trabajar una novela, que como las de
Flaubert, se compusiera de panorámicos lienzos…! Mas hoy, entre los ruidos de un edificio social que se
desmorona inevitablemente, no es posible pensar en bordados. El estilo requiere tiempo, y si yo escuchara
los consejos de mis camaradas, me ocurriría lo que les sucede a algunos de ellos: escribiría un libro cada diez
años, para tomarme después unas vacaciones de diez años por haber tardado diez años en escribir cien
razonables páginas discretas.
Variando, otras personas se escandalizan de la brutalidad con que expreso ciertas situaciones
perfectamente naturales a las relaciones entre ambos sexos. Después, estas mismas columnas de la
sociedad me han hablado de James Joyce, poniendo los ojos en blanco. Ello provenía del deleite espiritual
que les ocasionaba cierto personaje de Ulises, un señor que se desayuna más o menos aromáticamente
aspirando con la nariz, en un inodoro, el hedor de los excrementos que ha defecado un minuto antes.
Pero James Joyce es inglés. James Joyce no ha sido traducido al castellano, y es de buen gusto llenarse la
boca hablando de él. El día que James Joyce esté al alcance de todos los bolsillos, las columnas de la
sociedad se inventarán un nuevo ídolo a quien no leerán sino media docena de iniciados.
En realidad, uno no sabe qué pensar de la gente. Si son idiotas en serio, o si se toman a pecho la burda
comedia que representan en todas las horas de sus días y sus noches.
De cualquier manera, como primera providencia he resuelto no enviar ninguna obra mía a la sección de
crítica literaria de los periódicos. ¿Con qué objeto? Para que un señor enfático entre el estorbo de dos
llamadas telefónicas escriba para satisfacción de las personas honorables:
"El señor Roberto Arlt persiste aferrado a un realismo de pésimo gusto, etc., etc."
No, no y no.
Han pasado esos tiempos. El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no
conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la
violencia de un "cross" a la mandíbula. Sí, un libro tras otro, y "que los eunucos bufen".
75
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Nos lo hemos ganado con sudor de tinta y rechinar de dientes, frente a la "Underwood", que golpeamos con
manos fatigadas, hora tras hora, hora tras hora. A veces se le caía a uno la cabeza de fatiga, pero…. Mientras
escribo estas líneas pienso en mi próxima novela. Se titulará El Amor brujo y aparecerá en agosto del año
1932.
Y que el futuro diga.
Entra. No repares en el sol que dejas en la calle. Él está caído en la calle como una blanca mancha de cal.
Está lamiendo ahora nuestra vereda; esta tarde se irá enfrente. No repares en el sol. Tienes el domingo para
bebértelo todo y golosamente, como un vaso de rubia cerveza en una tarde de calor. Hoy, deja el perezoso y
contemplativo sol en la calle. Tú, entra. El sol no es serio. Entra. En la calle también está el viento. El viento
que corre jugando con fantasmas. Fantasma él también, pues no se ve con los ojos de la cara, y se lo siente.
El viento está jugando; ya corriendo una loca carrera por en medio de la calle; ya golpeándose las sienes
contra las paredes de las casas; ya deshilándose en las copas de los árboles... f... f... f... f... El viento es
juguetón como un recental; esto no es serio. Tú entra.
Deja en la calle sol, viento, movimiento loco; tú, entra.
¿Qué podrías hacer en la calle? ¿No tienes vergüenza, estúpido sentimental, regodearte con el sol como un
anciano blanco, y esqueletoso, y centenario? ¿No te humilla, en tu actual situación de muchacho fornido,
dejarte forrar por el viento como una hoja dentro de un
remolino? Sobre el autor…
¡Y la lluvia! No te avergonzaré recordándote que los Roberto Mariani nació en Buenos Aires en 1892 y
otros días estuviste tres horas ¡tres horas!, murió en la misma ciudad en 1946. Cuentista,
contemplando tras la vidriera del café, caer y caer y novelista, dramaturgo y, en sus comienzos, poeta.
caer, monótonamente, estúpidamente, una larga, Durante años trabajó como empleado de bancos,
monótona y estúpida lluvia. Entra, entra. ministerios y alcaldías, donde tuvo la experiencia
directa de ese mundo oficinesco de clase media
Entra; penetra en mi vientre, que no es oscuro, porque,
¡mira cuántos Osram flechan sus luminosos ojos de del que fue uno de los más lúcidos testigos
azufre encendido como pupilas de gata! Penetra en mi literarios. Perteneció al grupo de Boedo y, para
carne, y estarás resguardado contra el sol que quema, que no cupiesen dudas al respecto, ratificó esa
el viento que golpea, la lluvia que moja y el frío que adscripción en un editorial de la revista Los
enferma. pensadores, aparecida en 1926 que se titulaba,
Entra; así tendrás la certeza —que dará paz a tu precisamente, Nosotros y ellos; demás está aclarar
espíritu— de obtener todos los días pan para tu boca y que “ellos” eran los de Florida. En 1925 apareció
para la boca de tus pequeñuelos. ¡Tus pequeñuelos, tus Cuentos de la oficina, su libro más conocido: por
hijos, los hijos de tu carne y de tu alma y de la carne y primera vez en la Argentina, el trabajo del hombre
del alma de la compañera que hace contigo el camino!
era todo el tema de un libro y, más aún, su
Yo daré para ellos pan y leche; no temas; mientras tú
estés en mi seno, y no desgarres las prescripciones que protagonista.
tú sabes, jamás faltará a tus pequeñuelos, ¡los pobres!,
ni pan, ni leche, para sus ávidas bocas. Entra; acuérdate de ellos; entra.
Además, cumplirás con tu deber. Tu deber. ¿Entiendes? El trabajo no deshonra, sino que ennoblece. La Vida
es un Deber. El hombre ha nacido para trabajar.
76
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Entra; urge trabajar. La vida moderna es complicada como una madeja con la que estuvo jugando un gato
joven. Entra; siempre hay trabajo aquí.
No te aburrirás; al contrario, encontrarás con qué matizar tu vida. (Además de que es tu Deber). Entra.
Siéntate. Trabaja. Son cuatro horas apenas. Cuatro horas. Pero, eso sí: nada de engañifas ni simulaciones ni
sofisticaciones. ¡A trabajar! Si tu labor es limpia, exacta y voluntariosa —voluntariosa sobre todo—, los jefes
te felicitarán. Tú estás sano; puedes resistir estas cuatro horas. ¿Has visto cómo las has resistido? Ahora vete
a almorzar. Y vuelve a hora cabal, exacta, precisa, matemática. ¡Cuidado! Porque si todos se atrasaran, se
derrumbaría la disciplina, y sin disciplina no puede existir nada serio. Otras cuatro horas al día. Nadie se
muere trabajando ocho horas diarias. Tú mismo, dime: ¿no has estado remando el domingo once o doce
horas, cansando los músculos en una labor con el agua que me abstengo de calificar por el ningún
remordimiento que se obtiene? ¿Ves tú? ¡Y con inminente peligro de ahogarte! Yo sólo te exijo ocho horas.
Y te pago, te visto, te doy de comer. ¡No me lo agradezcas! Yo soy así.
Ahora vete contento. Has cumplido con tu Deber. Ve a tu casa. No te detengas en el camino. Hay que ser
serio, honesto, sin vicios. Y vuelve mañana, y todos los días durante 25 años; durante los 9.125 días que
llegues a mí, yo te abriré mi seno de madre; después, si no te has muerto tísico, te daré la jubilación.
Entonces, gozarás del sol, y al día siguiente te morirás. ¡Pero habrás cumplido con tu Deber!
77
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Sobre el autor…
Raúl González Tuñón nació en Buenos Aires, el 29 de marzo de 1905, y falleció en la misma ciudad, en 1974.
Poeta, periodista, viajero, militante comunista. A partir de 1922 comienza a publicar sus primeros versos en
revistas de la época: "Inicial", "Proa", "Martín Fierro".
Compartió con el grupo de Florida, los experimentos formales, y con el de Boedo, la preocupación social, que
fue acentuándose con el tiempo. Entre sus libros se cuentan: El violín del diablo (1926), La calle del agujero en
la media (1930), Poemas de Juancito Caminador (1934); La rosa blindada (1936), etc.
LA NARRACIÓN LITERARIA
Las narraciones literarias son textos ficcionales. Mediante el lenguaje, el autor crea mundos
donde los personajes realizan determinadas acciones en algún tiempo y espacio, que pueden ser
más o menos precisos. Cada historia es contada por una voz, el narrador, que puede ser un
personaje incluido en el relato o puede estar fuera de los hechos que se narran. Las narraciones se
construyen alrededor de un conflicto y presentan una estructura común, la estructura narrativa.
Tanto el cuento como la novela tienen trama narrativa y su intención es estética, es decir, no
se proponen informar ni explicar un hecho, sino generar en el lector una emoción estética que, en
cierto modo, provoque una transformación en él.
78
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Entonces, el leñador se dio cuenta de que si pedía otro deseo, lo obtendría al instante. Y
pidió entonces que el budín se desprendiera de su nariz, y así fue.
Y allí está el budín sobre la mesa. Y el leñador y su mujer no viajan en un carruaje de oro
ni visten de seda, pero tienen para cenar el más delicioso budín de chocolate que un hombre
pueda desear.
LA RENOVACIÓN NARRATIVA
79
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
A Pablo Picasso,
con esperanza, siempre con esperanza…
80
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
El niño
Antonio Zabalagoitia Echevarría
Muerto en el bombardeo
de los aviones alemanes
el día 26 de abril de 1937.
GUERNICA
… Pero yo sé que si aquel niño hubiese llegado a hombre, seguiría pisando la tierra con
firmeza, buscando los caminos nuevos, porque tenía los ojos llenos de esperanza.
81
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Sobre el autor…
Manuel Lueiro Rey, poeta y narrador español, nació en Pontevedra, en 1916, y
falleció en 1990. Vivió desde joven las penurias de la Guerra Civil y sus secuelas.
Permaneció seis meses refugiado en los montes, a causa de la persecución de
los falangistas. Esa situación y sus propias convicciones lo inclinaron
fervorosamente hacia las posturas no autoritarias y los movimientos de
reivindicaciones sociales que abrió la Guerra Civil Española.
Posee una extensa obra galardonada con abundantes premios, como el de
“Casa de Galicia” y el de “Ciudad de Vigo”. Entre sus obras sobresalen la novela
“Manso” y los libros de poesía “Gozo y virtud de mis ríos gallegos” e “Invierno
sobre los árboles”.
Contar y escuchar historias forma parte de la vida del ser humano desde siempre. En los
relatos clásicos siempre hay una historia reconocible que el lector sigue sin dificultades. En
cambio, la narrativa de vanguardia plantea una nueva forma de leer, ya que juega
experimentalmente con los géneros conocidos, creando en el lector tradicional un estado de
incomodidad al cuestionarse sus modelos y sus experiencias anteriores de lectura, sus valores, sus
gustos y su relación habitual con el lenguaje.
Los textos que pertenecen a esta corriente marcan una evidente ruptura con el realismo
(la literatura no es ni debe ser una mímesis de la realidad) al tiempo que absorben la influencia de
las vanguardias poéticas (en su espíritu renovador). Estas nuevas manifestaciones en el modo de
contar historias se producen dentro de un fenómeno conocido como “Boom Latinoamericano”.
Este fenómeno fue una explosión editorial provocado por el aumento de las ventas de los libros de
autores como García Márquez o Cortázar, cuyas obras, que se caracterizan por la renovación, se
hicieron sumamente populares durante las décadas del 60 y 70.
El objetivo es “desestabilizar” al lector, movilizarlo, molestarlo. Se recurre para ello a la
“desautomatización” y el “extrañamiento”: los textos ofrecen una mirada nueva sobre elementos
o situaciones cotidianas. Es frecuente la inclusión de elementos fantásticos o absurdos.
Frente a los problemas universales (la soledad, la alienación del hombre, el fracaso de los
ideales…) los personajes se vuelcan hacia su interior. La literatura se centra en conflictos
individuales y subjetivos.
El tipo de narrador puede variar dentro de un mismo texto. Es recurrente el narrador en
primera persona, ya sea protagonista o testigo, porque refuerza la subjetividad del personaje.
También es habitual el cambio en el punto de vista, esto es, en la focalización.
Otros recursos frecuentes –y novedosos- que se utilizan para expresar la subjetividad son:
82
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
El diálogo sin interlocutor: el personaje habla dirigiéndose a otro, aunque sin recibir
respuesta.
EL REALISMO MÁGICO
Surge con esta nueva narrativa el llamado “Realismo Mágico”, que se caracteriza por las
hipérboles y las enumeraciones caóticas, que sirven para crear una realidad desmesurada y
sorprendente. En los relatos se combinan realismo y elementos de naturaleza fantástica.
El Realismo mágico es un movimiento literario surgido en Latinoamérica durante el siglo XX y
se caracteriza por la inclusión de elementos fantásticos en mundos considerados realistas. Esta
literatura presenta una zona en la que no hay un límite preciso entre la realidad y lo fantástico,
que puede, a su vez, estar relacionado con el mito o con algún elemento mágico. Es decir, van a
mezclarse elementos que se clasifican dentro de la serie realista con elementos mágicos,
intuitivos, que no tienen ninguna explicación racional contundente. Pero esta unión de elementos
83
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
de diferente naturaleza se combinan sin problematizar al lector ya que parecen formando parte de
la cotidianidad o normalidad de los personajes.
De esta manera, la Literatura Hispanoamericana supera los procedimientos literarios del
Realismo del siglo XIX, incluyendo una visión más amplia, compleja y profunda de lo que se
denomina “realidad”.
Las características del Realismo Mágico pueden sintetizarse de la siguiente manera:
Superación del Realismo, ya que añade la dimensión mágica o maravillosa,
conviviendo ambos sin contradicción alguna. De esta manera se agrega una magnitud
trascendente a la narración de sucesos cotidianos.
Inclusión de mitos, leyendas, elementos mágicos que pertenecen a lo más profundo y
ancestral del imaginario americano.
Tratamiento alegórico de personajes o ambientes.
Transformación de lo cotidiano, “común” o “normal” en una experiencia que incluye
vivencias sobrenaturales o fantásticas.
Predominio de escenarios americanos, en los que se presenta la realidad social
asociada a lo mítico y lo mágico.
Consideración del tiempo como cíclico y no como lineal. Hay distorsiones temporales
y, por ejemplo, el presente se repite o se parece al pasado.
El ambiente del realismo mágico puede lograrse, principalmente, por dos caminos:
AUTORES REPRESENTATIVOS
Algunos autores representativos de la Nueva Novela, y del Boom Latinoamericano son,
entre otros:
3
Ver “Sucedidos/1” de Eduardo Galeano en la Antología, al final del libro.
4
Al respecto, ver el cuento “El ahogado más hermoso del mundo” de Gabriel García Márquez.
84
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
85
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
86
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
de cabeza eterno que le dejó su hijo la última vez que pasó por el dormitorio. Estaba
de costado, agarrada a las pitas del cabezal de la hamaca para tratar de incorporarse,
y había en la penumbra el olor de bautisterio que me había sorprendido la mañana del
crimen.
Apenas aparecí en el vano. de la puerta me confundió con el recuerdo de
Santiago
Nasar. «Ahí estaba», me dijo. «Tenía el vestido de lino blanco lavado con agua sola,
porque era de piel tan delicada que no soportaba el ruido del almidón.» Estuvo un
largo rato sentada en la hamaca, masticando pepas de cardamina, hasta que se le
pasó la ilusión de que el hijo había vuelto. Entonces suspiró: «Fue el hombre de mi
vida».
Yo lo vi en su memoria. Había cumplido 21 años la última semana de enero, y
era esbelto y pálido, y tenía los párpados árabes y los cabellos rizados de su padre. Era
el hijo único de un matrimonio de conveniencia que no tuvo un solo instante de
felicidad, pero él parecía feliz con su padre hasta que éste murió de repente, tres años
antes, y siguió pareciéndolo con la madre solitaria hasta el lunes de su muerte. De ella
heredó el instinto. De su padre aprendió desde muy niño el dominio de las armas de
fuego, el amor por los caballos y la maestranza de las aves de presas altas, pero de él
aprendió también las buenas artes del valor y la prudencia. Hablaban en árabe entre
ellos, pero no delante de Plácida Linero para que no se sintiera excluida. Nunca se les
vio armados en el pueblo, y la única vez que trajeron sus halcones amaestrados fue
para hacer una demostración de altanería en un bazar de caridad. La muerte de su
padre lo había forzado a abandonar los estudios al término de la escuela secundaria,
para hacerse cargo de la hacienda familiar. Por sus méritos propios, Santiago Nasar
era alegre y pacífico, y de corazón fácil.
El día en que lo iban a matar, su madre creyó que él se había equivocado de
fecha
cuando lo vio vestido de blanco. «Le recordé que era lunes», me dijo. Pero él le explicó
que se había vestido de pontifical por si tenía ocasión de besarle el anillo al obispo. Ella
no dio ninguna muestra de interés. -Ni siquiera se bajará del buque -le dijo-. Echará
una bendición de compromiso, como siempre, y se irá por donde vino. Odia a este
pueblo.
Santiago Nasar sabía que era cierto, pero los fastos de la iglesia le causaban
una fascinación irresistible. «Es como el cine», me había dicho alguna vez. A su madre,
en cambio, lo único que le interesaba de la llegada del obispo era que el hijo no se
fuera a mojar en la lluvia, pues lo había oído estornudar mientras dormía. Le aconsejó
que llevara un paraguas, pero él le hizo un signo de adiós con la mano y salió del
cuarto. Fue la última vez que lo vio.
Victoria Guzmán, la cocinera, estaba segura de que no había llovido aquel día,
ni en todo el mes de febrero. «Al contrario», me dijo cuando vine a verla, poco antes
de su muerte. «El sol calentó más temprano que en agosto.» Estaba descuartizando
tres conejos para el almuerzo, rodeada de perros acezantes, cuando Santiago Nasar
entró en la cocina. «Siempre se levantaba con cara de mala noche», recordaba sin
amor Victoria Guzmán. Divina Flor, su hija, que apenas empezaba a florecer, le sirvió a
87
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Santiago Nasar un tazón de café cerrero con un chorro de alcohol de caña, como todos
los lunes, para ayudarlo a sobrellevar la carga de la noche anterior. La cocina enorme,
con el cuchicheo de la lumbre y las gallinas dormidas en las perchas, tenía una
respiración sigilosa. Santiago Nasar masticó otra aspirina y se sentó a beber a sorbos
lentos el tazón de café, pensando despacio, sin apartar la vista de las dos mujeres que
destripaban los conejos en la hornilla. A pesar de la edad, Victoria Guzmán se
conservaba entera. La niña, todavía un poco montaraz, parecía sofocada por el ímpetu
de sus glándulas. Santiago Nasar la agarró por la muñeca cuando ella iba a recibirle el
tazón vacío.
-Ya estás en tiempo de desbravar -le dijo.
Victoria Guzmán le mostró el cuchillo ensangrentado.
-Suéltala, blanco -le ordenó en serio-. De esa agua no beberás mientras yo esté
viva.
Había sido seducida por Ibrahim Nasar en la plenitud de la adolescencia. La
había amado en secreto varios años en los establos de la hacienda, y la llevó a servir
en su casa cuando se le acabó el afecto. Divina Flor, que era hija de un marido más
reciente, se sabía destinada a la cama furtiva de Santiago Nasar, y esa idea le causaba
una ansiedad prematura. «No ha vuelto a nacer otro hombre como ése», me dijo,
gorda y mustia, y rodeada por los hijos de otros amores. «Era idéntico a su padre -le
replicó Victoria Guzmán-. Una mierda.» Pero no pudo eludir una rápida ráfaga de
espanto al recordar el horror de Santiago Nasar cuando ella arrancó de cuajo las
entrañas de un conejo y les tiró a los perros el tripajo humeante.
-No seas bárbara -le dijo él-. Imagínate que fuera un ser humano.
Victoria Guzmán necesitó casi 20 años para entender que un hombre
acostumbrado a matar animales inermes expresara de pronto semejante horror. «Dios
Santo -exclamó
asustada-, de modo que todo aquello fue una revelación!» Sin embargo, tenía tantas
rabias atrasadas la mañana del crimen, que siguió cebando a los perros con las
vísceras de los otros conejos, sólo por amargarle el desayuno a Santiago Nasar. En
ésas estaban cuando el pueblo entero despertó con el bramido estremecedor del buque
de vapor en que llegaba el obispo.
La casa era un antiguo depósito de dos pisos, con paredes de tablones bastos y
un techo de cinc de dos aguas, sobre el cual velaban los gallinazos por los desperdicios
del puerto. Había sido construido en los tiempos en que el río era tan servicial que
muchas barcazas de mar, e inclusive algunos barcos de altura, se aventuraban hasta
aquí a través de las ciénagas del estuario. Cuando vino Ibrahim Nasar con los últimos
árabes, al término de las guerras civiles, ya no llegaban los barcos de mar debido a las
mudanzas del río, y el depósito estaba en desuso. Ibrahim Nasar lo compró a cualquier
precio para poner una tienda de importación que nunca puso, y sólo cuando se iba a
casar lo convirtió en una casa para vivir. En la planta baja abrió un salón que servía
para todo, y construyó en el fondo una caballeriza para cuatro animales, los cuartos de
servicio, y una cocina de hacienda con ventanas hacia el puerto por donde entraba a
toda hora la pestilencia de las aguas. (…)
88
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
La novela de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada, se plantea como
la reescritura de un género peridístico: la CRÓNICA. Con la elección de este tono en la narración, el
autor plantea el borramiento de los límites entre los diferentes géneros textuales.
EL LIBRO – ÁLBUM
"Entre el niño que yo solía ser y el adulto que soy no existe abismo alguno. Y
menos al abrir un libro ilustrado. La imaginación no tiene edad. Y si la tiene es
una edad imaginaria."
- Michael Ende-
89
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Los libros-álbum son aquellos en los que texto e imagen funcionan de manera inseparable
para construir una historia en la que las imágenes dicen tanto como las palabras. En estos libros
las palabras se enriquecen de sentidos nuevos y plantean desafíos que nos invitan a ampliar las
estrategias de lectura. Se trata de propuestas editoriales novedosas que presentan en muchos
casos innovaciones y trasgresiones frente a ciertas convenciones literarias y estéticas; se alejan de
los estereotipos y modelos promoviendo una lectura crítica y creativa: “La fuerza experimental de
los procedimientos formales en los libros-álbum, desde el punto de vista plástico y literario (y en el
diálogo entre ambos códigos), pero también en su diseño y construcción como objeto, genera la
necesidad de una lectura que trascienda lo meramente temático y argumental; una lectura más
ligada al juego con las formas y el lenguaje, más atenta al placer estético de la palabra y la
imagen.”5
Se considera que un libro álbum es aquel que no se puede leer por radio, porque el peso
de la narrativa no recae sólo en la escritura o en el código lingüístico, sino también, y de manera
fundamental, sobre la imagen. La ilustración no es un simple adorno, una decoración, sino un
elemento esencial, fundante, de la totalidad del texto y de sus múltiples significantes y
significados. Fanuel Hanán Díaz explica al respecto que se produce una “…inseparable conexión y
dependencia de códigos…”6 ya que “…en los libros álbum (…) debe prevalecer tal dependencia que
los textos no puedan ser entendidos sin las imágenes y viceversa. Es decir, deben someterse a una
interdependencia de códigos…”7. En el contexto del libro álbum, el código lingüístico y el código
visual dialogan, se funden uno en el otro, para ofrecer múltiples significados.8
Son dos niveles, dos dimensiones de un mismo y múltiple proceso de lectura. Decimos que
es el mismo proceso de lectura, porque las convenciones de la escritura en nuestra cultura nos
obligan a una lectura lineal, unidireccional, de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. La
imagen nos abre ese panorama ofreciéndonos múltiples direcciones. Fanuel Hanán Díaz explica
que “…La experiencia de leer un libro álbum nos pone al borde de un paradigma cultural. La
lectura, como tradicionalmente la concebimos, nos impone dictatorialmente una dirección lineal.
La palabra escrita se ordena en secuencias, como la música, como el cine. Sin embargo, las
ilustraciones exigen una lectura espacial (…) este es uno de los rasgos más significativos y genuinos
del libro álbum: su continua pugna entre lo lineal y lo ubicuo, entre la sucesión y la suspensión…”9.
Lejos de ser contradictoria o confusa, la narración entonces se enriquece y permite que el
lector explore en la infinidad de sentidos y caminos que la lectura propone.
5
Cecilia Bajour y Marcela Carranza, “Libros-álbum: libros para el desafío” (en línea) en Imaginaria disponible
en <www.imaginaria.com.ar>
6
Fanuel Hanán Díaz, Leer y mirar el libro álbum: ¿un género en construcción?, Grupo Editorial Norma,
Bogotá: 2007. (página 15)
7
Fanuel Hanán Díaz, op.cit. (pág. 93).
8
Consultar: Paz, Valeria: “La lectura de un libro-álbum. Caminos de lectura en Mi gatito es el más bestia, de
Gilles Bachelet”, (en línea) en Jitanjafora, redes sociales para la promoción de la lectura y la escritura
disponible en http://www.jitanjafora.org.ar/Paz%20Valeria.pdf (fecha de consulta: 02/03/2013)
9
Fanuel Hanán Díaz, op.cit., (págs. 103-104).
90
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
El libro álbum ofrece muchas variaciones respecto de una narración puramente lingüística.
Dichas variaciones pueden agruparse en cuatro principios organizativos que en cada obra pueden
aparecer de forma individual o combinados:
o Indeterminación: la narración provoca imprecisiones, ambigüedades o
contradicciones.
o Reverberación: la historia y sus elementos plantean relaciones con otros textos,
situaciones u objetos y presentan alusiones intertextuales.
o Cortocircuito: la historia produce un “salto” entre los niveles que aparecen
separados en una narración canónica, de modo que se alteran las jerarquías y los planos de la
comunicación narrativa.
91
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
92
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
ANEXOS
93
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
94
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
ORIENTACIÓN PARA LA
ELABORACIÓN DE PÓSTERS
TAMAÑO
Cada póster ocupará una superficie máxima de 120 cm. de alto x 90 cm. de ancho
(formato vertical).
APARTADOS
Los pósteres deberán tener, dentro de lo posible, la estructura siguiente:
� Título:Con una extensión máxima de 1-2 líneas, deberá identificar con claridad y
concisión el tema del trabajo, a la vez que permita atraer al público.
RECOMENDACIONES
� Programas:
Existen muchas opciones diferentes para elaborar un póster, como pueden ser:
- Microsoft PowerPoint o programas similares, como Impress de la serie
Open Office: permiten seleccionar el tamaño y dar el formato a una imprenta para
95
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
96
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Letra de 72
puntos,
negrita
Letra de 48 puntos,
negrita
Letra de 36 puntos, negrita
Este texto se lee desde lejos
(36 puntos)
Este texto no se lee muy bien cuesta leerlo desde lejos
(18 puntos)
Y este prácticamente no se lee ni se ve (12 puntos)
97
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
98
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
PROSOPOPEYA: consiste en atribuir a seres inanimados cualidades propias de los seres animados, o
atribuir a seres animados cualidades propias del hombre. En este último caso se conoce también como
PERSONIFICACIÓN.
El sol acariciaba su piel.
COMPARACIÓN: es la presentación de dos realidades o elementos entre los que establece una relación de
semejanza mediante la presencia de un nexo o expresión comparativa (como, cual o expresiones
equivalentes).
Como un vuelo de piedra de luz encadenada
desato mis caballo y anudo mi paciencia.
Juan Gelman
ALITERACIÓN: es la repetición de sonidos con el fin de provocar ciertos efectos auditivos que refuercen el
sentido o de imitar algún sonido de la naturaleza.
Sin tregua, la tormenta arremetió en frenéticos remolinos, rayos, truenos y relámpagos.
EPÍTETO: consiste en destacar una cualidad que es propia e inseparable del sustantivo al que se adjudica.
blanca nieve salada mar
99
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
PARALELISMO: se produce cuando dos o más versos contiguos presentan la misma estructura sintáctica.
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas.
Antonio Machado
INTERROGACIÓN RETÓRICA: pregunta que no espera respuesta, sino que busca captar la atención del
destinatario y enfatizar el mensaje.
¿Qué hallé en el fondo de tan dulce boca?
¿Que nada hay nuevo bajo el sol y es poca
la miel de un beso para haberlo dado?
Alfonsina Storni
IMÁGENES SENSORIALES: expresiones relacionadas con la percepción mediante los sentidos. Pueden
ser: visuales, auditivas, táctiles, olfativas o gustativas.
La tierra estaba amarilla.
Federico García Lorca
METÁFORA: consiste en la identificación de dos elementos -de los cuales uno es el real, y otro, el evocado-.
Toda metáfora es una comparación no expresa ya que no aparecen en ella nexos comparativos. Hay dos tipos
de metáforas:
- Metáfora impura: los dos términos que se asocian aparecen explícitos.
La guitarra es un pozo
Con viento en vez de agua.
Gerardo Diego
100
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TESTIMONIAL
Allí están,
allí estaban
las trashumantes nubes,
la fácil desnudez del arroyo,
la voz de la madera,
los trigales ardientes,
la amistad apacible de las piedras.
Allí la sal,
los juncos que se bañan,
el melodioso sueño de los sauces,
el trino de los astros,
de los grillos,
la luna recostada sobre el césped,
el horizonte azul,
¡el horizonte!
con sus briosos tordillos por el aire.
¡Pero no!
Nos sedujo lo infecto,
la opinión clamorosa de las cloacas,
los vibrantes eructos de onda corta,
el pasional engrudo,
las circuncisas lenguas de cemento,
los poetas de moco enternecido,
los vocablos,
las sombras sin remedio.
(…)
TÓTEM
¿Merezco su presencia?
¿Me sacaré el sombrero?
Me detengo y escucho.
101
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
VISITA
No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
la afición al misterio,
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.
102
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
(…)
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.
(…)
Dadle al hombre todo lo que necesite.
Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.
103
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Subiré al cielo,
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.
104
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
--------------------------------------------------------------
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla
cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los
personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una
cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles.
Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante
posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso
a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas;
10
Departamento del Uruguay, al noroeste del país.
11
Diminutivo de bagre, pez de cuatro a ocho centímetros de longitud. Abunda en muchos ríos de América.
Tiene color pardo en los lados y blanco en la zona del vientre, sin escamas. Su cabeza es muy grande, el
hocico, obtuso y posee barbillas. Su carne amarillenta es sabrosa y con pocas espinas.
105
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
--------------------------------------------------------------
106
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
12 de enero
Anoche fue otra vez, yo tan cansada de pulseras y farándulas, de pink champagne y la cara Renato Viñes, oh
esa cara de foca balbuciante, de retrato de Doran Gray a lo último. Me acosté con gusto a bombón de
menta, al Boogie del Banco Rojo, a mamá bostezada y cenicienta (como queda ella a la vuelta de las fiestas,
cenicienta y durmiéndose, pescado enormísimo y tan no ella.)
Nora que dice dormirse con luz, con bulla, entre las urgidas crónicas de su hermana a medio desvestir. Qué
felices son, yo apago las luces y las manos, me desnudo a gritos de lo diurno y moviente, quiero dormir y soy
una horrible campana resonando, una ola, la cadena que Rex arrastra toda la noche contra los ligustros.
Now I lay me down to sleep... Tengo que repetir versos, o el sistema de buscar palabras con a, después con a
y e, con las cinco vocales, con cuatro. Con dos y una consonante (ala, ola), con tres consonantes y una vocal
(tras, gris) y otra vez versos, la luna bajó a la fragua con su polisón de nardos, el niño la mira mira, el niño la
está mirando. Con tres y tres alternadas, cábala, laguna, animal; Ulises, ráfaga, reposo.
Así paso horas: de cuatro, de tres y dos, y más tarde palíndromos. Los fáciles, salta Lenin el Atlas; amigo, no
gima; los más difíciles y hermosos, átate, demoníaco Caín o me delata; Anás usó tu auto Susana. O los
preciosos anagramas: Salvador Dalí, Avida Dollars; Alina Reyes, es la reina y... Tan hermoso, éste, porque
abre un camino, porque no concluye. Porque la reina y...
No, horrible. Horrible porque abre camino a esta que no es la reina, y que otra vez odio de noche. A esa que
es Alina Reyes pero no la reina del anagrama; que será cualquier cosa, mendiga en Budapest, pupila de mala
casa en Jujuy o sirvienta en Quetzaltenango, cualquier lejos y no reina. Pero sí Alina Reyes y por eso fue otra
vez, sentirla y el odio.
20 de enero
A veces sé que tiene frío, que sufre, que le pegan. Puedo solamente odiarla tanto, aborrecer las manos que
la tiran al suelo y también a ella, a ella toda vía más porque le pegan, porque soy yo y le pegan. Ah, no me
desespera tanto cuando estoy durmiendo o corto un vestido o son las horas de recibo de mamá y yo sirvo el
té a la señora de Regules o al chico de los Rivas. Entonces me importa menos, es un poco cosa personal, yo
conmigo; la siento más dueña de su infortunio, lejos y sola pero dueña. Que sufra, que se hiele; yo aguanto
desde aquí, y creo que entonces la ayudo un poco. Como hacer vendas para un soldado que todavía no ha
sido herido y sentir eso de grato, que se le está aliviando desde antes, previsoramente.
Que sufra. Le doy un beso a la señora de Regules, el té al chico de los Rivas, y me reservo para resistir por
dentro. Me digo: «Ahora estoy cruzando un puente helado, ahora la nieve me entra por los zapatos rotos».
No es que sienta nada. Sé solamente que es así, que en algún lado cruzo un puente en el instante mismo
(pero no sé si es el instante mismo) en que el chico de los Rivas me acepta el té y pone su mejor cara de
tarado. Y aguanto bien porque estoy sola entre esas gentes sin sentido, y no me desespera tanto. Nora se
quedó anoche como tonta, dijo: « ¿Pero qué te pasa?». Le pasaba a aquella, a mí tan lejos. Algo horrible
debió pasarle, le pegaban o se sentía enferma y justamente cuando Nora iba a cantar a Fauré y yo en el
piano, mirándolo tan feliz a Luis María acodado en la cola que le hacía como un marco, él mirándome
contento con cara de perrito, esperando oír los arpegios, los dos tan cerca y tan queriéndonos. Así es peor,
cuando conozco algo nuevo sobre ella y justo estoy bailando con Luis María, besándolo o solamente cerca
de Luis María. Porque a mí, a la lejana, no la quieren. Es la parte que no quieren y cómo no me va a
107
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
desgarrar por dentro sentir que me pegan o la nieve me entra por los zapatos cuando Luis M aría baila
conmigo y su mano en la cintura me va subiendo como un calor a mediodía, un sabor a naranjas fuertes o
tacuaras chicoteadas, y a ella le pegan y es imposible resistir y entonces tengo que decirle a Luis María que
no estoy bien, que es la humedad, humedad entre esa nieve que no siento, que no siento y me está
entrando por los zapatos.
25 de enero
Claro, vino Nora a verme y fue la escena. «M'hijita, la última vez que te pido que me acompañes al piano.
Hicimos un papelón». Qué sabía yo de papelones, la acompañé como pude, me acuerdo que la oía con
sordina. Votre âme est un paysage choisi... pero me veía las manos entre las teclas y parecía que tocaban
bien, que acompañaban honestamente a Nora. Luis María también me miró las manos, el pobrecito, yo creo
que era porque no se animaba a mirarme la cara. Debo ponerme tan rara.
Pobre Norita, que la acompañe otra. (Esto parece cada vez más un castigo, ahora sólo me conozco allá
cuando voy a ser feliz, cuando soy feliz, cuando Nora canta Fauré me conozco allá y no queda más que el
odio).
Noche
A veces es ternura, una súbita y necesaria ternura hacia la que no es reina y anda por ahí. Me gustaría
mandarle un telegrama, encomiendas, saber que sus hijos están bien o que no tiene hijos -porque yo creo
que allá no tengo hijos- y necesita confortación, lástima, caramelos. Anoche me dormí confabulando
mensajes, puntos de reunión. Estaré jueves stop espérame puente. ¿Qué puente? Idea que vuelve como
vuelve Budapest donde habrá tanto puente y nieve que rezuma. Entonces me enderecé rígida en la cama y
casi aúllo, casi corro a despertar a mamá, a morderla para que se despertara. Nada más que por pensar.
Todavía no es fácil decirlo. Nada más que por pensar que yo podría irme ahora mismo a Budapest, si
realmente se me antojara. O a Jujuy, a Quetzaltenango. (Volví a buscar estos nombres páginas atrás). No
valen, igual sería decir Tres Arroyos, Kobe, Florida al cuatrocientos. Sólo queda Budapest porque allí es el
frío, allí me pegan y me ultrajan. Allí (lo he soñado, no es más que un sueño, pero cómo adhiere y se insinúa
hacia la vigilia) hay alguien que se llama Rod -o Erod, o Rodo- y él me pega y yo lo amo, no sé si lo amo pero
me dejo pegar, eso vuelve de día en día, entonces es seguro que lo amo.
Más tarde
Mentira. Soñé a Rod o lo hice con una imagen cualquiera de sueño, ya usada y a tiro. No hay Rod, a mí me
han de castigar allá, pero quién sabe si es un hombre, una madre furiosa, una soledad.
Ir a buscarme. Decirle a Luis María: «Casémonos y me llevas a Budapest, a un puente donde hay nieve y
alguien». Yo digo: ¿y si estoy? (Porque todo lo pienso con la secreta ventaja de no querer creerlo a fondo. ¿Y
si estoy?). Bueno, si estoy... Pero solamente loca, solamente... ¡Qué luna de miel!
28 de enero
Pensé una cosa curiosa. Hace tres días que no me viene nada de la lejana. Tal vez ahora no le pegan, o no
pudo conseguir abrigo. Mandarle un telegrama, unas medias... Pensé una cosa curiosa. Llegaba a la terrible
ciudad y era de tarde, tarde verdosa y ácuea como no son nunca las tardes si no se las ayuda pensándolas.
Por el lado de la Dobrina Stana, en la perspectiva Skorda, caballos erizados de estalagmitas y polizontes
rígidos, hogazas humeantes y flecos de viento ensoberbeciendo las ventanas Andar por la Dobrina con paso
de turista, el mapa en el bolsillo de mi sastre azul (con ese frío y dejarme el abrigo en el Burglos), hasta una
108
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
plaza contra el río, casi en encima del río tronante de hielos rotos y barcazas y algún martín pescador que
allá se llamará sbunáia tjéno o algo peor.
Después de la plaza supuse que venía el puente. Lo pensé y no quise seguir. Era la tarde del concierto de Elsa
Piaggio de Tarelli en el Odeón, me vestí sin ganas sospechando que después me esperaría el insomnio. Este
pensar de noche, tan noche... Quién sabe si no me perdería. Una inventa nombres al viajar pensando, los
recuerda en el momento: Dobrina Stana, sbunáia tjéno, Burglos. Pero no sé el nombre de la plaza, es como
si de veras hubiera llegado a una plaza de Budapest y estuviera perdida por no saber su nombre; ahí donde
un nombre es una plaza.
Ya voy, mamá. Llegaremos bien a tu Bach y a tu Brahms. Es un camino tan simple. Sin plaza, sin Burglos. Aquí
nosotras, allá Elsa Piaggio. Qué triste haberme interrumpido, saber que estoy en una plaza (pero esto ya no
es cierto, solamente lo pienso y eso es menos que nada). Y que al final de la plaza empieza el puente.
Noche
Empieza, sigue. Entre el final del concierto y el primer bis hallé su nombre y el camino. La plaza Vladas, el
puente de los mercados. Por la plaza Vladas seguí hasta el nacimiento del puente, un poco andando y
queriendo a veces quedarme en casas o vitrinas, en chicos abrigadísimos y fuentes con altos héroes de
emblanquecidas pelerinas, Tadeo Alanko y Vladislas Néroy, bebedores de tokay y cimbalistas. Yo veía
saludar a Elsa Piaggio entre un Chopin y otro Chopin. pobrecita, y de mi platea se salía abiertamente a la
plaza, con la entrada del puente entre vastísimas columnas. Pero esto yo lo pensaba, ojo, lo mismo que
anagramar es la reina y... en vez de Alina Reyes, o imaginarme a mamá en casa de los Suárez y no a mi lado.
Es bueno no caer en la sonsera: eso es cosa mía, nada más que dárseme la gana, la real gana. Real porque
Alina, vamos -no lo otro, no el sentirla tener frío o que la maltratan. Esto se me antoja y lo sigo por gusto,
por saber adónde va, para enterarme si Luis María me lleva a Budapest, si nos casamos y le pido que me
lleve a Budapest. Más fácil salir a buscar ese puente, salir en busca mía y encontrarme como ahora porque
ya he andado la mitad del puente entre gritos y aplausos, entre « ¡Álbeniz!» y más aplausos y « ¡La
polonesa!», como si esto tuviera sentido entre la nieve arriscada que me empuja con el viento por la
espalda, manos de toalla de esponja llevándome por la cintura hacia el medio del puente.
(Es más cómodo hablar en presente. Esto era a las ocho, cuando Elsa Piaggio tocaba el tercer bis, creo que
Julián Aguirre o Carlos Guastavino, algo con pasto y pajaritos). Pero me he vuelto canalla con el tiempo, ya
no le tengo respeto. Me acuerdo que un día pensé: «Allá me pegan, allá la nieve me entra por los zapatos y
esto lo sé en el momento, cuando me está ocurriendo allá yo lo sé al mismo tiempo. ¿Pero por qué al mismo
tiempo? A lo mejor me llega tarde, a lo mejor no ha ocurrido todavía. A lo mejor le pegarán dentro de
catorce años, o ya es una cruz y una cifra en el cementerio de Santa Úrsula. Y me parecía bonito, posible, tan
idiota. Porque detrás de eso una siempre cae en el tiempo parejo. Si ahora ella estuviera realmente
entrando en el puente, sé que lo sentiría ya mismo y desde aquí. Me acuerdo que me paré a mirar el río que
estaba sonando y chicoteando. (Esto yo lo pensaba). Valía asomarse al parapeto del puente y sentir en las
orejas la rotura del hielo ahí abajo. Valía quedarse un poco por la vista, un poco por el miedo que me venía
de adentro -o era el desabrigo, la nevisca deshecha y mi tapado en el hotel-. Y después que yo soy modesta,
soy una chica sin humos, pero vengan a decirme de otra que le haya pasado lo mismo, que viaje a Hungría
en pleno Odeón. Eso le da frío a cualquiera, che, aquí o en Francia.
Pero mamá me tironeaba la manga, ya casi no había gente en la platea. Escribo hasta ahí, sin ganas de seguir
acordándome de lo que pensé. Me va a hacer mal si sigo acordándome. Pero es cierto, cierto; pensé una
cosa curiosa.
109
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
30 de enero
Pobre Luis María, qué idiota casarse conmigo. No sabe lo que se echa encima. O debajo, como dice Nora que
posa de emancipada intelectual.
31 de enero
Iremos allá. Estuvo tan de acuerdo que casi grito. Sentí miedo, me pareció que él entra demasiado
fácilmente en este juego. Y no sabe nada, es como el peoncito de dama que remata la partida sin
sospecharlo. Peoncito Luis María, al lado de su reina. De la reina y -
7 de febrero
A curarse. No escribiré el final de lo que había pensado en el concierto. Anoche la sentí sufrir otra vez. Sé
que allá me estarán pegando de nuevo. No puedo evitar saberlo, pero basta de crónica. Si me hubiese
limitado a dejar constancia de eso por gusto, por desahogo... Era peor, un deseo de conocer al ir releyendo;
de encontrar claves en cada palabra tirada al papel después de tantas noches. Como cuando pensé la plaza,
el río roto y los ruidos, y después... Pero no lo escribo, no lo escribiré ya nunca.
Ir allá a convencerme de que la soltería me dañaba, nada más que eso, tener veintisiete años y sin hombre.
Ahora estará bien mi cachorro, mi bobo, basta de pensar, a ser al fin y para bien.
Y sin embargo, ya que cerraré este diario, porque una o se casa o escribe un diario, las dos cosas no marchan
juntas - ya ahora no me gusta salirme de él sin decir esto con alegría de esperanza, con esperanza de alegría.
Vamos allá pero no ha de ser como lo pensé la noche del concierto. (Lo escribo, y basta de diario para bien
mío). En el puente la hallaré y nos miraremos. La noche del concierto yo sentía en las orejas la rotura del
hielo ahí abajo. Y será la victoria de la reina sobre esa adherencia maligna, esa usurpación indebida y sorda.
Se doblegará si realmente soy yo, se sumará a mi zona iluminada, más bella y cierta; con sólo ir a su lado y
apoyarle una mano en el hombro.
Alina Reyes de Aráoz y su esposo llegaron a Budapest el 6 de abril y se alojaron en el Ritz. Eso era dos meses
antes de su divorcio. En la tarde del segundo día Alina salió a conocer la ciudad y el deshielo. Como le
gustaba caminar sola -era rápida y curiosa- anduvo por veinte lados buscando vagamente algo, pero sin
proponérselo demasiado, dejando que el deseo escogiera y se expresara con bruscos arranques que la
llevaban de una vidriera a otra, cambiando aceras y escaparates.
Llegó al puente y lo cruzó hasta el centro andando ahora con trabajo porque la nieve se oponía y del
Danubio crece un viento de abajo, difícil, que engancha y hostiga. Sentía como la pollera se le pegaba a los
muslos (no estaba bien abrigada) y de pronto un deseo de dar vuelta, de volverse a la ciudad conocida. En el
centro del puente desolado la harapienta mujer de pelo negro y lacio esperaba con algo fijo y ávido en la
cara sinuosa, en el pliegue de las manos un poco cerradas pero ya tendiéndose. Alina estuvo junto a ella
repitiendo, ahora lo sabía, gestos y distancias como después de un ensayo general. Sin temor, liberándose al
fin -lo creía con un salto terrible de júbilo y frío- estuvo junto a ella y alargó también las manos, negándose a
pensar, y la mujer del puente se apretó contra su pecho y las dos se abrazaron rígidas y calladas en el
puente, con el río trizado golpeando en los pilares.
A Alina le dolió el cierre de la cartera que la fuerza del abrazo le clavaba entre los senos con una laceración
dulce, sostenible. Ceñía a la mujer delgadísima, sintiéndola entera y absoluta dentro de su abrazo, con un
crecer de felicidad igual a un himno, a un soltarse de palomas, al río cantando. Cerró los ojos en la fusión
total, rehuyendo las sensaciones de fuera, la luz crepuscular; repentinamente tan cansada, pero segura de
110
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
--------------------------------------------------------------
El frío complica siempre las cosas, en verano se está tan cerca del mundo, tan piel contra piel, pero ahora a
las seis y media su mujer lo espera en una tienda para elegir un regalo de casamiento, ya es tarde y se da
cuenta de que hace fresco, hay que ponerse el pulóver azul, cualquier cosa que vaya bien con el traje gris, el
otoño es un ponerse y sacarse pulóveres, irse encerrando, alejando. Sin ganas silba un tango mientras se
aparta de la ventana abierta, busca el pulóver en el armario y empieza a ponérselo delante del espejo. No es
fácil, a lo mejor por culpa de la camisa que se adhiere a la lana del pulóver, pero le cuesta hacer pasar el
brazo, poco a poco va avanzando la mano hasta que al fin asoma un dedo fuera del puño de lana azul, pero a
la luz del atardecer el dedo tiene un aire como de arrugado y metido para adentro, con una uña negra
terminada en punta. De un tirón se arranca la manga del pulóver y se mira la mano como si no fuese suya,
pero ahora que está fuera del pulóver se ve que es su mano de siempre y él la deja caer al extremo del brazo
flojo y se le ocurre que lo mejor será meter el otro brazo en la otra manga a ver si así resulta más sencillo.
Parecería que no lo es porque apenas la lana del pulóver se ha pegado otra vez a la tela de la c amisa, la falta
de costumbre de empezar por la otra manga dificulta todavía más la operación, y aunque se ha puesto a
silbar de nuevo para distraerse siente que la mano avanza apenas y que sin alguna maniobra
complementaria no conseguirá hacerla llegar nunca a la salida. Mejor todo al mismo tiempo, agachar la
cabeza para calzarla a la altura del cuello del pulóver a la vez que mete el brazo libre en la otra manga
enderezándola y tirando simultáneamente con los dos brazos y el cuello. En la repentina penumbr a azul que
lo envuelve parece absurdo seguir silbando, empieza a sentir como un calor en la cara aunque parte de la
cabeza ya debería estar afuera, pero la frente y toda la cara siguen cubiertas y las manos andan apenas por
la mitad de las mangas. Por más que tira nada sale afuera y ahora se le ocurre pensar que a lo mejor se ha
equivocado en esa especie de cólera irónica con que reanudó la tarea, y que ha hecho la tontería de meter
la cabeza en una de las mangas y una mano en el cuello del pulóver. Si fuese así su mano tendría que salir
fácilmente pero aunque tira con todas sus fuerzas no logra hacer avanzar ninguna de las dos manos aunque
en cambio parecería que la cabeza está a punto de abrirse paso porque la lana azul le aprieta ahora con una
fuerza casi irritante la nariz y la boca, lo sofoca más de lo que hubiera podido imaginarse, obligándolo a
respirar profundamente mientras la lana se va humedeciendo contra la boca, probablemente desteñirá y le
manchará la cara de azul. Por suerte en ese mismo momento su mano derecha asoma al aire al frío de
afuera, por lo menos ya hay una afuera aunque la otra siga apresada en la manga, quizá era cierto que su
mano derecha estaba metida en el cuello del pulóver por eso lo que él creía el cuello le está apretando de
esa manera la cara sofocándolo cada vez más, y en cambio la mano ha podido salir fácilmente. De todos
modos y para estar seguro lo único que puede hacer es seguir abriéndose paso respirando a fondo y
dejando escapar el aire poco a poco, aunque sea absurdo porque nada le impide respirar perfectamente
111
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
salvo que el aire que traga está mezclado con pelusas de lana del cuello o de la manga del pulóver, y además
hay el gusto del pulóver, ese gusto azul de la lana que le debe estar manchando la cara ahora que la
humedad del aliento se mezcla cada vez más con la lana, y aunque no puede verlo porque si abre los ojos las
pestañas tropiezan dolorosamente con la lana, está seguro de que el azul le va envolviendo la boca mojada,
los agujeros de la nariz, le gana las mejillas, y todo eso lo va llenando de ansiedad y quisiera terminar de
ponerse de una vez el pulóver sin contar que debe ser tarde y su mujer estará impacientándose en la puerta
de la tienda. Se dice que lo más sensato es concentrar la atención en su mano derecha, porque esa mano
por fuera del pulóver está en contacto con el aire frío de la habitación es como un anuncio de que ya falta
poco y además puede ayudarlo, ir subiendo por la espalda hasta aferrar el borde inferior del pulóver con ese
movimiento clásico que ayuda a ponerse cualquier pulóver tirando enérgicamente hacia abajo. Lo malo es
que aunque la mano palpa la espalda buscando el borde de lana, parecería que el pulóver ha quedado
completamente arrollado cerca del cuello y lo único que encuentra la mano es la camisa cada vez más
arrugada y hasta salida en parte del pantalón, y de poco sirve traer la mano y querer tirar de la delantera del
pulóver porque sobre el pecho no se siente más que la camisa, el pulóver debe haber pasado apenas por los
hombros y estará ahí arrollado y tenso como si él tuviera los hombros demasiado anchos para ese pulóver lo
que en definitiva prueba que realmente se ha equivocado y ha metido una mano en el cuello y la otra en
una manga, con lo cual la distancia que va del cuello a una de las mangas es exactamente la mitad de la que
va de una manga a otra, y eso explica que él tenga la cabeza un poco ladeada a la izquierda, del lado donde
la mano sigue prisionera en la manga, si es la manga, y que en cambio su mano derecha que ya está afuera
se mueva con toda libertad en el aire aunque no consiga hacer bajar el pulóver que sigue como arrollado en
lo alto de su cuerpo. Irónicamente se le ocurre que si hubiera una silla cerca podría descansar y respirar
mejor hasta ponerse del todo el pulóver, pero ha perdido la orientación después de haber girado tantas
veces con esa especie de gimnasia eufórica que inicia siempre la colocación de una prenda de ropa y que
tiene algo de paso de baile disimulado, que nadie puede reprochar porque responde a una finalidad
utilitaria y no a culpables tendencias coreográficas. En el fondo la verdadera solución sería sacarse el pulóver
puesto que no ha podido ponérselo, y comprobar la entrada correcta de cada mano en las mangas y de la
cabeza en el cuello, pero la mano derecha desordenadamente sigue yendo y viniendo como si ya fuera
ridículo renunciar a esa altura de las cosas, y en algún momento hasta obedece y sube a la altura de la
cabeza y tira hacia arriba sin que él comprenda a tiempo que el pulóver se le ha pegado en la cara con esa
gomosidad húmeda del aliento mezclado con el azul de la lana, y cuando la mano tira hacia arriba es un
dolor como si le desgarraran las orejas y quisieran arrancarle las pestañas. Entonces más despacio, entonces
hay que utilizar la mano metida en la manga izquierda, si es la manga y no el cuello, y para eso con la mano
derecha ayudar a la mano izquierda para que pueda avanzar por la manga o retroceder y zafarse, aunque es
casi imposible coordinar los movimientos de las dos manos, como si la mano izquierda fuese una rata
metida en una jaula y desde afuera otra rata quisiera ayudarla a escaparse, a menos que en vez de ayudarla
la esté mordiendo porque de golpe le duele la mano prisionera y a la vez la otra mano se hinca con todas su s
fuerzas en eso que debe ser su mano y que le duele, le duele a tal punto que renuncia a quitarse el pulóver,
prefiere intentar un último esfuerzo para sacar la cabeza fuera del cuello y la rata izquierda fuera de la jaula
y lo intenta luchando con todo el cuerpo, echándose hacia adelante y hacia atrás, girando en medio de la
habitación, si es que está en el medio porque ahora alcanza a pensar que la ventana ha quedado abierta y
que es peligroso seguir girando a ciegas, prefiere detenerse aunque su mano derecha siga yendo y viniendo
sin ocuparse del pulóver, aunque su mano izquierda le duela cada vez más como si tuviera los dedos
mordidos o quemados, y sin embargo esa mano le obedece, contrayendo poco a poco los dedos lacerados
alcanza a aferrar a través de la manga el borde del pulóver arrollado en el hombro, tira hacia abajo casi sin
112
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
fuerza, le duele demasiado y haría falta que la mano derecha ayudara en vez de trepar o bajar inútilmente
por las piernas en vez de pellizcarle el muslo como lo está haciendo, arañándolo y pellizcándolo a través de
la ropa sin que pueda impedírselo porque toda su voluntad acaba en la mano izquierda, quizá ha caído de
rodillas y se siente como colgado de la mano izquierda que tira una vez más del pulóver y de golpe es el frío
en las cejas y en la frente, en los ojos, absurdamente no quiere abrir los ojos pero sabe que ha salido fuera,
esa materia fría, esa delicia es el aire libre, y no quiere abrir los ojos y espera un segundo, dos segundos, se
deja vivir en un tiempo frío y diferente, el tiempo de fuera del pulóver, está de rodillas y es hermoso estar
así hasta que poco a poco agradecidamente entreabre los ojos libres de la baba azul de la lana de adentro,
entreabre los ojos y ve las cinco uñas negras suspendidas apuntando a sus ojos, vibrando en el aire antes de
saltar contra sus ojos, y tiene el tiempo de bajar los párpados y echarse atrás cubriéndose con la mano
izquierda que es su mano, que es todo lo que le queda para que lo defienda desde dentro de la manga, para
que tire hacia arriba el cuello del pulóver y la baba azul le envuelva otra vez la cara mientras se endereza
para huir a otra parte, para llegar por fin a alguna parte sin mano y sin pulóver, donde solamente haya un
aire fragoroso que lo envuelva y lo acompañe y lo acaricie y doce pisos.
--------------------------------------------------------------
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que
una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela
a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en
línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en
una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión
momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos
elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la
escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas,
pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente
incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la
cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores
al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por
levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o
gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño
dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda
(también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la
altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en ‚este
descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más
difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie
hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos
hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de
talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
--------------------------------------------------------------
113
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una
cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y
esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan
solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —
no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti
mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un
bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los
días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender
a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico.
Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te
regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia
de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te
ofrecen para el cumpleaños del reloj.
--------------------------------------------------------------
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con
dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles
despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí
mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad,
imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada
va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está
la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
--------------------------------------------------------------
Los primeros niños que vieron el promontorio oscuro y sigiloso que se acercaba por el mar, se
hicieron la ilusión de que era un barco enemigo. Después vieron que no llevaba banderas ni arboladura, y
pensaron que fuera una ballena. Pero cuando quedó varado en la playa le quitaron los matorrales de
sargazos, los filamentos de medusas y los restos de cardúmenes y naufragios que llevaba encima, y sólo
entonces descubrieron que era un ahogado.
Habían jugado con él toda la tarde, enterrándolo y desenterrándolo en la arena, cuando alguien los
vio por casualidad y dio la voz de alarma en el pueblo. Los hombres que lo cargaron hasta la casa más
próxima notaron que pesaba más que todos los muertos conocidos, casi tanto como un caballo, y se dijeron
que tal vez había estado demasiado tiempo a la deriva y el agua se le había metido dentro de los huesos.
Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues
apenas si cabía en la casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo después de la muerte
114
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
estaba en la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía el olor del mar, y sólo la forma permitía suponer que era
el cadáver de un ser humano,
porque su piel estaba revestida de una coraza de rémora y de lodo.
No tuvieron que limpiarle la cara para saber que era un muerto ajeno. El pueblo tenía apenas unas
veinte casas de tablas, con patios de piedras sin flores, desperdigadas en el extremo de un cabo desértico. La
tierra era tan escasa, que las madres andaban siempre con el temor de que el viento se llevara a los niños, y
a los pocos muertos que les iban causando los años tenían que tirarlos en los acantilados. Pero el mar era
manso y pródigo, y todos los hombres cabían en siete botes. Así que cuando encontraron el ahogado les
bastó con mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que estaban completos.
Aquella noche no salieron a trabajar en el mar. Mientras los hombres averiguaban si no faltaba
alguien en los pueblos vecinos, las mujeres se quedaron cuidando el ahogado. Le quitaron el lodo con
tapones de esparto, le desenredaron del cabello los abrojos submarinos y le rasparon la rémora con fierros
de desescamar pescados. A medida que lo hacían, notaron que su vegetación era de océanos remotos y de
aguas profundas, y que sus ropas estaban en piltrafas, como si hubiera navegado por entre laberintos de
corales. Notaron también que sobrellevaba la muerte con altivez, pues no tenía el semblante solitario de
otros ahogados de mar, ni tampoco la catadura
sórdida y menesterosa de los ahogados fluviales. Pero solamente cuando acabaron de limpiarlo tuvieron
conciencia de la clase de hombre que era, y entonces se quedaron sin aliento. No sólo era el más alto, el más
fuerte, el más viril y el mejor armado que habían visto jamás, sino que todavía cuando lo estaban viendo no
les cabía en la imaginación.
No encontraron en el pueblo una cama bastante grande para tenderlo ni una mesa bastante sólida
para velarlo. No le vinieron los pantalones de fiesta de los hombres más altos, ni las camisas dominicales de
los más corpulentos, ni los zapatos del mejor plantado. Fascinadas por su desproporción y su hermosura, las
mujeres decidieron entonces hacerle unos pantalones con un buen pedazo de vela cangreja, y una camisa
de bramante de novia, para que pudiera continuar su muerte con dignidad. Mientras cosían sentadas en
círculo, contemplando el cadáver entre puntada y puntada, les parecía que el viento no había sido nunca tan
tenaz ni el Caribe había estado nunca tan ansioso como aquella noche, y suponían que esos cambios tenían
algo que ver con el muerto.
Pensaban que si aquel hombre magnífico hubiera vivido en el pueblo, su casa habría tenido las
puertas más anchas, el techo más alto y el piso más firme, y el bastidor de su cama habría sido de cuadernas
maestras con pernos de hierro, y su mujer habría sido la más feliz. Pensaban que habría tenido tanta
autoridad que hubiera sacado los peces del mar con sólo llamarlos por sus nombres, y habría puesto tanto
empeño en el trabajo que hubiera hecho brotar manantiales de entre las piedras más áridas y hubiera
podido sembrar flores en los acantilados. Lo compararon en secreto con sus propios hombres, pensando
que no serían capaces de hacer en toda una vida lo que aquel era capaz de hacer en una noche, y
terminaron por repudiarlos en el fondo de sus corazones como los seres más escuálidos y mezquinos de la
tierra. Andaban extraviadas por esos dédalos de fantasía, cuando la más vieja de las mujeres, que por ser la
más vieja había contemplado al ahogado con menos pasión que compasión, suspiró:
- Tiene cara de llamarse Esteban.
Era verdad. A la mayoría le bastó con mirarlo otra vez para comprender que no podía tener otro
nombre. Las más porfiadas, que eran las más jóvenes, se mantuvieron con la ilusión de que al ponerle la
ropa, tendido entre flores y con unos zapatos de charol, pudiera llamarse Lautaro. Pero fue una ilusión vana.
El lienzo resultó escaso, los pantalones mal cortados y peor cosidos le quedaron estrechos, y las fuerzas
ocultas de su corazón hacían saltar los botones de la camisa. Después de la media noche se adelgazaron los
silbidos del viento y el mar cayó en el sopor del miércoles. El silencio acabó con las últimas dudas: era
Esteban. Las mujeres que lo habían vestido, las que lo habían peinado, las que le habían cortado las uñas y
raspado la barba no pudieron reprimir un estremecimiento de compasión cuando tuvieron que resignarse a
dejarlo
tirado por los suelos. Fue entonces cuando comprendieron cuánto debió haber sido de infeliz con aquel
cuerpo descomunal, si hasta después de muerto le estorbaba. Lo vieron condenado en vida a pasar de
medio lado por las puertas, a descalabrarse con los travesaños, a permanecer de pie en las visitas sin saber
115
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
qué hacer con sus tiernas y rosadas manos de buey de mar, mientras la dueña de la casa buscaba la silla más
resistente y le suplicaba muerta de miedo “siéntese aquí, Esteban, hágame favor”, y él recostado contra las
paredes, sonriendo, “no se preocupe, señora, así estoy bien”, con los talones en carne viva y las espaldas
escaldadas de tanto repetir lo mismo en todas la
visitas, “no se preocupe, señora, así estoy bien”, sólo para no pasar la vergüenza de desbaratar la silla, y
acaso sin haber sabido nunca que quienes le decían “no te vayas, Esteban, espérate siquiera que hierva el
café”, eran los mismos que después susurraban “ya se fue el bobo grande, qué bueno, ya se fue el tonto
hermoso”. Esto pensaban las mujeres frente al cadáver un poco antes del amanecer. Más tarde, cuando le
taparon la cara con un pañuelo para que no le molestara la luz, lo vieron tan muerto para siempre, tan
indefenso, tan parecido a sus hombres, que se les abrieron las primeras grietas de lágrimas en el corazón.
Fue una de las más jóvenes la que empezó a sollozar. Las otras, alentándose entre sí, pasaron de los suspiros
a los lamentos, y mientras más sollozaban más deseos sentían de llorar, porque el ahogado se les iba
volviendo cada vez más
Esteban, hasta que lo lloraron tanto que fue el hombre más desvalido de la tierra, el más manso y el más
servicial, el pobre Esteban. Así que cuando los hombres volvieron con la noticia de que el ahogado no era
tampoco de los pueblos vecinos, ellas sintieron un vacío de júbilo entre las lágrimas.
- ¡Bendito sea Dios –suspiraron-: es nuestro!
Los hombres creyeron que aquellos aspavientos no eran más que frivolidades de mujer. Cansados
de las tortuosas averiguaciones de la noche, lo único que querían era quitarse de una vez el estorbo del
intruso antes de que prendiera el sol bravo de aquel día árido y sin viento. Improvisaron unas angarillas con
restos de trinquetes y botavaras, y las amarraron con carlingas de altura, para que resistieran el peso del
cuerpo hasta los acantilados. Quisieron encadenarle a los tobillos un ancla de buque mercante para que
fondeara sin tropiezos en los mares más profundos donde los peces son ciegos y los buzos se mueren de
nostalgia, de manera que las malas corrientes no fueran a devolverlo a la orilla, como había sucedido con
otros cuerpos. Pero mientras más se apresuraban, más cosas se les ocurrían a las mujeres para perder el
tiempo. Andaban como gallinas asustadas picoteando amuletos de mar en los arcones, unas estorbando
por aquí porque querían ponerle al ahogado los escapularios del buen viento, otras estorbando allá para
abrocharle una pulsera de orientación, y al cabo de tanto “quítate de ahí, mujer, ponte donde no estorbes,
mira que casi me haces caer sobre el difunto”, a los hombres se les subieron al hígado las suspicacias y
empezaron a rezongar que con qué objeto tanta ferretería de altar mayor para un forastero, si por muchos
estoperoles y calderetas que llevara encima se lo iban a masticar los tiburones, pero ellas seguían tripotando
sus reliquias de pacotilla, llevando y trayendo, tropezando, mientras se les iba en suspiros lo que no se les
iba en lágrimas, así que los hombres terminaron por despotricar que de cuándo acá semejante alboroto por
un muerto al garete, un ahogado de nadie, un fiambre de mierda. Una de las mujeres, mortificada por tanta
indolencia, le
quitó entonces al cadáver el pañuelo de la cara, y también los hombres se quedaron sin aliento.
Era Esteban. No hubo que repetirlo para que lo reconocieran. Si les hubieran dicho Sir Walter
Raleigh, quizás hasta ellos se habrían impresionado con su acento de gringo, con su guacamaya en el
hombro, con su arcabuz de matar caníbales, pero Esteban solamente podía ser uno en el mundo, y allí
estaba tirado como un sábalo, sin botines, con unos pantalones de sietemesino y esas uñas rocallosas que
sólo podían cortarse a cuchillo. Bastó con que le quitaran el pañuelo de la cara para darse cuenta de que
estaba avergonzado, de que no tenía la culpa de ser tan grande, ni tan pesado, ni tan hermoso, y si hubiera
sabido que aquello iba a suceder habría buscado un lugar más discreto para ahogarse, “en serio, me hubiera
amarrado yo mismo un áncora de galeón en el cuello y hubiera trastabillado como quien no quiere la cosa
por los acantilados, para no andar ahora estorbando con este muerto de miércoles, como ustedes dicen,
para no molestar a nadie con esta porquería de fiambre que no tiene nada que ver conmigo”.
Había tanta verdad en su modo de estar, que hasta los hombres más suspicaces, los que sentían amargas las
minuciosas noches del mar temiendo que sus mujeres se cansaran de soñar con ellos para soñar con los
ahogados, hasta esos, y otros más duros, se estremecieron en los tuétanos con la sinceridad de Esteban.
Fue así como le hicieron los funerales más espléndidos que podían concebirse para un ahogado
expósito. Algunas mujeres que habían ido a buscar flores en los pueblos vecinos regresaron con otras que no
116
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
creían lo que les contaban, y éstas se fueron por más flores cuando vieron al muerto, y llevaron más y más,
hasta que hubo tantas flores y tanta gente que apenas si se podía caminar. A última hora les dolió
devolverlo huérfano a las aguas, y le dieron un padre y una madre entre los mejores, y otros se le hicieron
hermanos, tíos y primos, así que a través de él todos los habitantes del pueblo terminaron por ser parientes
entre sí. Algunos marineros que oyeron el llanto a distancia perdieron la certeza del rumbo, y se supo de
uno que se hizo amarrar al palo mayor, recordando antiguas fábulas de sirenas. Mientras se disputaban el
privilegio de
llevarlo en hombros por la pendiente escarpada de los acantilados, hombres y mujeres tuvieron conciencia
por primera vez de la desolación de sus calles, la aridez de sus patios, la estrechez de sus sueños, frente al
esplendor y la hermosura de su ahogado. Lo soltaron sin ancla, para que volviera si quería, y cuando lo
quisiera, y todos retuvieron el aliento durante la fracción de siglos que demoró la caída del cuerpo hasta el
abismo.
No tuvieron la necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban
completos, ni volverían a estarlo jamás. Pero también sabían que todo sería diferente desde entonces, que
sus casas iban a tener las puertas más anchas, los techos más altos, los pisos más firmes, para que el
recuerdo de Esteban pudiera andar por todas partes sin tropezar con los travesaños, y que nadie se
atreviera a susurrar en el futuro “ya murió el bobo grande, qué lástima, ya murió el tonto hermoso”, porque
ellos iban a pintar la fachadas de colores alegres para eternizar la memoria de Esteban y se iban a romper el
espinazo excavando manantiales en las piedras y sembrando flores en los acantilados, para que en los
amaneceres de los años venturos los pasajeros de los grandes barcos despertaran sofocados por un olor de
jardines en altamar, y el capitán tuviera que bajar de su alcázar con su uniforme de gala, con su astrolabio,
su estrella
polar y su ristra de medallas de guerra, y señalando el promontorio de rosas en el horizonte del Caribe dijera
en catorce idiomas, “miren allá, donde el viento es ahora tan manso que se queda a dormir bajo las camas,
allá, donde el sol brilla tanto que no saben hacia dónde mirar los girasoles, sí, allá, es el pueblo de Esteban”.
--------------------------------------------------------------
117
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
118
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
—Los otros salieron vivos andan en las mismas trazas que yo —vi que cada palabra le
lastimaba la lengua y me callé, pensando en la vergüenza de mi traición.
—Ya sabes que tengo miedo y que por eso traiciono...
—Ya lo sé —me contestó y agachó la cabeza. Me conoce desde chica, Nacha. Su padre y el
mío eran hermanos y nosotros primos. Siempre me quiso, al menos eso dijo y así lo creímos todos. En el
puente yo tenía vergüenza. La sangre le seguía corriendo por el pecho. Saqué un pañuelito de mi bolso y
sin una palabra, empecé a limpiársela. También yo siempre lo quise, Nachita, porque él es lo contrario de
mí: no tiene miedo y no es traidor. Me cogió la mano y me la miró.
—Está muy desteñida, parece una mano de ellos —me dijo.
—Hace tiempo que no me pega el sol —bajó los ojos y me dejó caer la mano. Estuvimos así,
en silencio, oyendo correr la sangre sobre su pecho. No me reprochaba nada, bien sabe de lo que soy
capaz. Pero los hilitos de su sangre escribían sobre su pecho que su corazón seguía guardando mis
palabras y mi cuerpo. Allí supe, Nachita, que el tiempo y el amor son uno solo.
—¿Y mi casa? —le pregunté.
—Vamos a verla —me agarró con su mano caliente, como agarraba a su escudo y me di
cuenta de que no lo llevaba. Lo perdió en la huida, me dije, y me dejé llevar. Sus pasos sonaban en la luz
de Cuitzeo iguales que en la otra luz: sordos y apacibles. Caminamos por la ciudad que ardía en las orillas
del agua. Cerré los ojos. Ya te dije, Nacha, que soy cobarde. O tal vez el humo y el polvo me sacaron
lágrimas. Me senté en una piedra y me tapé la cara con las manos.
—Yo no camino... —le dije.
—Ya llegamos —me contestó. Se puso en cuclillas junto a mí y con la punta de los dedos
acarició mi vestido blanco.
—Si no quieres ver cómo quedó, no lo veas —me dijo quedito.
Su pelo negro me hacía sombra. No estaba enojado, nada más estaba triste. Antes nunca me
hubiera atrevido a besarlo, pero ahora he aprendido a no tenerle respeto al hombre, y me abracé a su
cuello y lo besé en la boca.
—Siempre has estado en la alcoba más preciosa de mi pecho —me dijo. Agachó la cabeza y
miró la tierra llena de piedras secas. Con una de ellas dibujó dos rayitas paralelas, que prol ongó hasta que
se juntaron y se hicieron una sola.
—Somos tú y yo —me dijo sin levantar la vista. Yo, Nachita, me quedé sin palabras.
—Ya falta poco para que se acabe el tiempo y seamos uno solo... por eso te andaba buscando
—se me había olvidado, Nacha, que cuando se gaste el tiempo, los dos hemos de quedarnos el uno en el
otro, para entrar en el tiempo verdadero convertidos en uno solo. Cuando me dijo eso lo miré a los ojos.
Antes sólo me atrevía a mirárselos cuando me tomaba, pero ahora, como ya te dije, he aprendido a no
respetar los ojos del hombre. También es cierto que no quería ver lo que sucedía a mi alrededor... soy
muy cobarde. Recordé los alaridos y volví a oírlos: estridentes, llameantes en mitad de la mañana.
También oí los golpes de las piedras y las vi pasar zumbando sobre mi cabeza. Él se puso de rodillas
frente a mí y cruzó los brazos sobre mi cabeza para hacerme un tejadito.
—Este es el final del hombre —dije.
—Así es —contestó con su voz encima de la mía. Y me vi en sus ojos y en su cuerpo. ¿Sería
un venado el que me llevaba hasta su ladera? ¿O una estrella que me lanzaba a escribir señales en el
cielo? Su voz escribió signos de sangre en mi pecho y mi vestido blanco quedó rayado con un tigre rojo y
blanco.
—A la noche vuelvo, espérame... —suspiró. Agarró su escudo y me miró desde muy arriba.
—Nos falta poco para ser uno —agregó con su misma cortesía.
Cuando se fue, volví a oír los gritos del combate y salí corriendo en medio de la lluvia de
piedras y me perdí hasta el coche parado en el puente del Lago de Cuitzeo.
119
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
—¿Qué pasa? ¿Estás herida? —me gritó Margarita cuando llegó. Asustada, tocaba la sangre
de mi vestido blanco y señalaba la sangre que tenía en los labios y la tierra que se había metido en mis
cabellos. Desde otro coche, el mecánico de Cuitzeo me miraba con sus ojos muertos.
—¡Esos indios salvajes!... ¡No se puede dejar sola a una señora! —dijo al saltar de su
automóvil, dizque para venir a auxiliarme.
Al anochecer llegamos a la ciudad de México. ¡Cómo había cambiado, Nachita, casi no pude
creerlo! A las doce del día todavía estaban los guerreros y ahora ya ni huella de su paso. Tampoco
quedaban escombros. Pasamos por el Zócalo silencioso y triste; de la otra plaza, no quedaba ¡nada!
Margarita mi miraba de reojo. Al llegar a la casa nos abriste tú. ¿Te acuerdas?
Nacha asintió con la cabeza. Era muy cierto que hacía apenas dos meses escasos que la señora
Laurita y su suegra habían ido a pasear a Guanajuato. La noche en que volvieron, Josefina la recamarera y
ella, Nacha, notaron la sangre en el vestido y los ojos ausentes de la señora, pero Margarita, la señora
grande, les hizo señas de que se callaran. Parecía muy preocupada. Más tarde Josefina le contó que en la
mesa el señor se le quedó mirando malhumorado a su mujer y le dijo:
—¿Por qué no te cambiaste? ¿Te gustas recordar lo malo? La señora Margarita, su mamá, ya
le había contado lo sucedido y le hizo una seña como diciéndole: ―¡Cállate, tenle lástima!‖ la señora
Laurita no contestó; se acarició los labios y sonrió ladina. Entonces el señor, volvió a hablar del
presidente López Mateos.
—Ya sabes que ese nombre no se le cae de la boca —había comentado Josefina,
desdeñosamente.
En sus adentros ellas pensaban que la señora Laurita se aburría oyendo hablar siempre del
señor presidente y de las visitas oficiales.
—¡Lo que son las cosas, Nachita, yo nunca había notado lo que me aburría con Pablo hasta
esa noche! —comentó la señora abrazándose con cariño las rodillas y dándoles súbitamente la razón a
Josefina y a Nachita.
La cocinera se cruzó de brazos y asintió con la cabeza.
—Desde que entré en la casa, los muebles, los jarrones y los espejos se me vinieron encima y
me dejaron más triste de lo que venía. ¿Cuántos días, cuántos años tendré que esperar todavía para que mi
primo venga a buscarme? Así me dije y me arrepentí de mi traición. Cuando estábamos cenando me fijé
en que Pablo no hablaba con palabras sino con letras. Y me puse a contarlas mientras le miraba la boca
gruesa y el ojo muerto. De pronto se calló. Ya sabes que se le olvida todo. Se quedó con los brazos
caídos. ―Este marido nuevo no tiene memoria y no sabe más que las cosas de cada día.‖
—Tienes un marido turbio y confuso —me dijo él volviendo a mirar las manchas de mi
vestido. La pobre de mi suegra se turbó y como estábamos tomando el café se levantó a poner un twist.
—Para que se animen —nos dijo, dizque sonriendo, porque veía venir el pleito.
Nosotros nos quedamos callados. La casa se llenó de ruidos. Yo miré a Pablo. ‗Se parece a...‘
y no me atreví a decir su nombre, por miedo a que me oyeran el pensamiento. Es verdad que se le parece,
Nacha. A los dos les gusta el agua y las casa frescas. Los dos miran al cielo por las tardes y tienen el pelo
negro y los dientes blancos. Pero Pablo habla a saltitos, se enfurece por nada y pregunta a cada instante:
¿En qué piensas? Mi primo marido no hace ni dice nada de eso.
—¡Muy cierto! ¡Muy cierto que el señor es fregón! —dijo Nacha con disgusto.
Laura suspiró y miró a su cocinera con alivio. Menos mal que la tenía de confidente.
—Por la noche, mientras Pablo me besaba, yo me repetía: ―¿A qué horas vendrá a buscarme?‖
Y casi lloraba al recordar la sangre de la herida que tenía en el hombro. Tampoco podía olvidar los brazos
cruzados sobre mi cabeza para hacerme un tejadito. Al mismo tiempo tenía miedo de que Pablo notara
que mi primo me había besado en la mañana. Pero no notó nada y si no hubiera sido por Josefina que me
asustó en la mañana, Pablo nunca lo hubiera sabido.
Nachita estuvo de acuerdo. Esa Josefina con su gusto por el escándalo tenía la culpa de todo.
Ella, Nacha, bien se lo dio: ―¡Cállate! ¡Cállate por el amor de Dios, si no oyeron nuestros gritos por algo
120
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
sería!‖ Pero, qué esperanzas, Josefina apenas entró a la pieza de los patrones con la bandeja del desa yuno,
soltó lo que debería haber callado.
—¡Señora, anoche un hombre estuvo espiando por la ventana de su cuarto! ¡Nacha y yo
gritamos y gritamos!
—No oímos nada... —dijo el señor asombrado.
—¡Es él...! —gritó la tonta de la señora.
—¿Quién es él? —preguntó el señor mirando a la señora como si la fuera a matar. Al menos
eso dijo Josefina después.
La señora asustadísima se tapó la boca con la mano y cuando el señor le volvió a hacer la
misma pregunta, cada vez con más enojo, ella contestó:
—El indio... el indio que me siguió desde Cuitzeo hasta la ciudad de México.
Así supo Josefina del indio y así se lo contó a Nachita.
—¡Hay que avisarle inmediatamente a la policía! —gritó el señor.
Josefina le enseñó la ventana por la que el desconocido había estado fisgando y Pablo la
examinó con atención: en el alféizar había huellas de sangre casi frescas.
—Está herido... —dijo el señor Pablo preocupado. Dio unos pasos por la recámara y se detuvo
frente a su mujer.
—Era un indio, señor —dijo Josefina corroborando las palabras de Laura.
Pablo vio el traje blanco tirado sobre una silla y lo cogió con violencia.
—¿Puedes explicarme el origen de estas manchas?
La señora se quedó sin habla, mirando las manchas de sangre sobre el pecho de su traje y el
señor golpeó la cómoda con el puño cerrado. Luego se acercó a la señora y le dio una santa bofetada. Eso
lo vio y lo oyó Josefina.
—Sus gestos son feroces y su conducta es tan incoherente como sus palabras. Yo no tengo la
culpa de que aceptara la derrota —dijo Laura con desdén.
—Muy cierto —afirmó Nachita.
Se produjo un largo silencio en la cocina. Laura metió la punta del dedo hasta el fondo de la
taza, para sacar el pozo negro del café que se había quedado asentado, y Nacha al ver esto volvió a
servirle un café calientito.
—Bébase su café, señora —dijo compadecida de la tristeza de su patrona. ¿Después de todo
de qué se quejaba el señor? A leguas se veía que la señora Laurita no era para él.
—Yo me enamoré de Pablo en una carretera, durante un minuto en el cual me recordó a
alguien conocido, a quien yo no recordaba. Después, a veces, recuperaba aquel instante en el que parecía
que iba a convertirse en ese otro al cual se parecía. Pero no era verdad. Inmediatamente volvía a ser
absurdo, sin memoria, y sólo repetía los gestos de todos los hombres de la ciudad de México. ¿Cómo
querías que no me diera cuenta del engaño? Cuando se enoja me prohíbe salir. ¡A ti te consta! ¿Cuántas
veces arma pelitos en los cines y en los restaurantes? Tú lo sabes, Nachita. En cambio mi primo marido,
nunca, pero nunca, se enoja con la mujer.
Nacha sabía que era cierto lo que ahora le decía la señora, por eso aquella mañana en que
Josefina entró en la cocina espantada y gritando: ―¡Despierta a la señora Margarita, que el señor es tá
golpeando a la señora!‖, ella, Nacha, corrió al cuarto de la señora grande.
La presencia de su madre calmó al señor Pablo. Margarita se quedó muy asombrada al oír lo
de indio, porque ella no lo había visto en el Lago de Cuitzeo, sólo había visto la sangre como la que
podías ver todos.
—Tal vez en el lago tuviste una insolación, Laura, y te salió sangre por las narices. Fíjate, hijo,
que llevábamos el coche descubierto —dijo casi sin saber qué decir.
La señora Laura se tendió boca abajo en la cama y se encerró en sus pensamientos, mientras su
marido y su suegra discutían.
121
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
—¿Sabes, Nachita, lo que yo estaba pensando esa mañana? ¿Y si me vio anoche cuando Pablo
me besaba? Y tenía ganas de llorar. En ese momento me acordé de que cuando un hombre y una mujer se
aman y no tienen hijos están condenados a convertirse en uno solo. Así me lo decía mi otro padre, cuando
yo le llevaba el agua y él miraba la puerta detrás de la que dormíamos mi primo marido y yo. Todo lo que
mi otro padre me había dicho ahora se estaba haciendo verdad. Desde la almohada oí las palabras de
Pablo y de Margarita y no eran sino tonterías. ―Lo voy a ir a buscar‖, me dije. ―Pero ¿a dónde?‖ Más
tarde cuando tú volviste a mi cuarto a preguntarme qué hacíamos de comida, me vino un pensamiento a la
cabeza: ―¡Al café de Tacuba!‖ Y ni siquiera conocía ese café, Nachita, sólo lo había oído mentar.
Nacha recordó a la señora como si la viera ahora, poniéndose su vestido blanco manchado de
sangre, el mismo que traía en ese momento en la cocina.
—¡Por Dios, Laura, no te pongas ese vestido! —le dijo su suegra. Pero ella no hizo caso. Para
esconder las manchas, se puso un suéter blanco encima, se lo abotonó hasta el cuello y se fue a la calle sin
decir adiós. Después vino lo peor. No, lo peor no. Lo peor iba a venir ahora en la cocina, si la señora
Margarita se llegaba a despertar.
—En el café de Tacuba no había nadie. Es muy triste ese lugar, Nachita. Se me acercó el
camarero. ―¿Qué le sirvo?‖ Yo no quería nada, pero tuve que pedir algo. ―Una cocada.‖ Mi primo y yo
comíamos cocos de chiquitos... En el café un reloj marcaba el tiempo. ―En todas las ciudades hay relojes
que marcan el tiempo, se debe estar gastando a pasitos. Cuando ya no quede sino una capa transparente,
llegará él y las dos rayas dibujadas se volverán una sola y yo habitaré la alcoba más preciosa de su
pecho.‖ Así me decía mientras comía la cocada.
—¿Qué horas son? —le pregunté al camarero.
—La doce, señorita.
A la una llega Pablo, me dije; si le digo a un taxi que me lleve por el periférico, puedo esperar
todavía un rato. Pero no esperé y me salí a la calle. El sol estaba plateado, el pensamiento se me hizo un
polvo brillante y no hubo presente, pasado ni futuro. En la acera estaba mi primo, se me puso delante,
tenía los ojos tristes, me miró largo rato.
—¿Qué haces? —me preguntó con voz profunda.
—Te estaba esperando.
Se quedó quieto como las panteras. Le vi el pelo negro y la herida roja en el hombro.
—¿No tenías miedo de estar aquí solita?
Las piedras y los gritos volvieron a zumbar alrededor nuestro y yo sentí que algo ardía a mis
espaldas.
—No mires —me dijo.
Puso una rodilla en tierra y con los dedos apagó mi vestido que empezaba a arder. Le vi los
ojos muy afligidos.
—¡Sácame de aquí! —le grité con todas mis fuerzas, porque me acordé de que estaba frente a
la casa de mi papá, que la casa estaba ardiendo y que atrás de mí estaban mis padres y mis hermanitos
muertos. Todo lo veía retratado en sus ojos, mientras él estaba con la rodilla hincada en tierra apagando
mi vestido. Me dejé caer sobre él, que me recibió en sus brazos. Con sus manos calientes me tapó los
ojos.
—Este es el final del hombre —le dije con los ojos en su manos.
—¡No lo veas!
Me guardó contra su corazón. Yo lo oí sonar como rueda el trueno sobre las montañas.
¿Cuánto faltaría para que el tiempo se acabara y yo pudiera oírlo siempre? Mis lágrimas refrescaron su
mano que ardía en el incendio de la ciudad. Los alaridos y las piedras nos cercaban, pero yo estaba a
salvo bajo su pecho.
—Duerme conmigo... —me dijo en voz muy baja.
—¿Me viste anoche? —le pregunté.
—Te vi...
122
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Nos dormimos en la luz de la mañana, en el calor del incendio. Cuando recordamos, se levantó
y agarró su escudo.
—Escóndete hasta el amanecer. Yo vendré por ti.
Se fue corriendo ligero sobre sus piernas desnudas... Y yo me escapé otra vez, Nachita, porque
sola tuve miedo.
—Señorita, ¿se siente mal?
Una voz igual a la de Pablo se me acercó a media calle.
—¡Insolente! ¡Déjeme tranquila!
Tomé un taxi que me trajo a la casa por el periférico y llegué...
Nacha recordó su llegada: ella misma le había abierto la puerta. Y ella fue la que le dio la
noticia. Josefina bajó después, desbarrancándose por las escaleras.
—¡Señora, el señor y la señora Margarita están en la policía!
Laura se quedó mirando asombrada, muda.
—¿Dónde anduvo, señora?
—Fui al café de Tacuba.
—Pero eso fue hace dos días.
Josefina traía el Ultimas Noticias. Leyó en voz alta: ―La señora Aldama continúa
desaparecida. Se cree que el siniestro individuo de aspecto indígena que la siguió desde Cuitzeo, sea un
sádico. La policía investiga en los estado de Michoacán y Guanajuato.‖
La señora Laurita arrebató el periódico de las manos de Josefina y lo desgarró con ira. Luego
se fue a su cuarto. Nacha y Josefina la siguieron, era mejor no dejarla sola. La vieron echarse en su cama
y soñar con los ojos muy abiertos. Las dos tuvieron el mismo pensamiento y así se lo dijeron después en
la cocina: ―Para mí, la señora Laurita anda enamorada.‖ Cuando el señor llegó ellas estaban todavía en el
cuarto de su patrona.
—¡Laura! —gritó. Se precipitó a la cama y tomó a su mujer en sus brazos.
—¡Alma de mi alma! —sollozó el señor.
La señora Laurita pareció enternecida unos segundos.
—¡Señor! —Gritó Josefina—. El vestido de la señora está bien chamuscado.
Nacha lo miró desaprobándola. El señor revisó el vestido y las piernas de la señora.
—Es verdad... también las suelas de sus zapatos están ardidas. Mi amor, ¿qué pasó?, ¿dónde
estuviste?
—En el café Tacuba —contestó la señora muy tranquila.
La señora Margarita se torció las manos y se acercó a su nuera.
—Ya sabemos que anteayer estuviste allí y comiste una cocada. ¿Y luego?
—Luego tomé un taxi y me vine para acá pro el periférico.
Nacha bajó los ojos, Josefina abrió la boca como para decir algo y la señora Margarita se
mordió los labios. Pablo, en cambio, agarró a su mujer por los hombros y la sacudió con fuerza.
—¡Déjate de hacer la idiota! ¿En dónde estuviste dos días?... ¿Por qué traes el vestido
quemado?
—¿Quemado? Si él lo apago... —dejó escapar la señora Laura.
—¿El?... ¿El indio asqueroso? —Pablo la volvió a zarandear con ira.
—Me lo encontré a la salida del café Tacuba... —sollozó la señora muerta de miedo.
—¡Nunca pensé que fueras tan baja! —dijo el señor y la aventó sobre la cama.
—Dinos quién es —preguntó la suegra suavizando la voz.
—¿Verdad, Nachita, que no podía decirles que era mi marido? —preguntó Laura pidiendo la
aprobación de la cocinera.
Nacha aplaudió la discreción de su patrona y recordó que aquel mediodía, ella, apenada por la
situación de su ama, había opinado:
—Tal vez el indio de Cuitzeo es un brujo.
123
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Pero la señora Margarita se había vuelto a ella con ojos fulgurantes para contestarle casi a
gritos:
—¿Un brujo? ¡Dirás un asesino!
Después, en muchos días no dejaron salir a la señora Laurita. El señor ordenó que se vigilaran
las puertas y ventanas de la casa. Ellas, las sirvientas, entraban continuamente el cuarto de la señora para
echarle un vistazo. Nacha se negó siempre a exteriorizar su opinión sobre el caso o a decir las anomalías
que sorprendía. Pero, ¿quién podía callar a Josefina?
—Señor, al amanecer, el indio estaba otra vez junto a la ventana —anunció al llevar la bandeja
con el desayuno.
El señor se precipitó a la ventana y encontró otra vez la huella de sangre fresca. La señora se
puso a llorar.
—¡Pobrecito!... ¡pobrecito!... —dijo entre sollozos.
Fue esa tarde cuando el señor llegó con un médico. Después el doctor volvió todos los
atardeceres.
—Me preguntaba por mi infancia, por mi padre y por madre. Pero, yo, Nachita, no sabía de
cuál infancia, ni de cuál padre, ni de cuál madre quería saber. Por eso le platicaba de la conquista de
México. ¿Tú me entiendes verdad? —preguntó Laura con los ojos puestos sobre las cacerolas amarillas.
—Sí, señora... —y Nachita, nerviosa, escrutó el jardín a través de los vidrios de la ventana. La
noche apenas si dejaba ver entre sus sombras. Recordó la cara desganada del señor frente a su cena y la
mirada acongojada de su madre.
—Mamá, Laura le pidió al doctor la Historia... de Bernal Díaz del Castillo. Dice que es lo
único que le interesa.
La señora Margarita había dejado caer el tenedor.
—¡Pobre hijo mío, tu mujer está loca!
—No habla sino de la caída de la Gran Tenochtitlán —agregó el señor Pablo con aire sombrío.
Dos días después, el médico, la señora Margarita y el señor Pablo decidieron que la depresión
de Laura aumentaba con el encierro. Debía tomar contacto con el mundo y enfrentarse con sus
responsabilidades. Desde ese día, el señor mandaba el automóvil para que su mujer saliera a dar paseítos
por el Bosque de Chapultepec. La señora salía acompañada de su suegra y el chofer tenía órdenes de
vigilarlas estrechamente. Sólo que el aire de los eucaliptos no la mejoraba, pues apenas volvía a su ca sa,
la señora Laurita se encerraba en su cuarto para leer la conquista de México de Bernal Díaz.
Una mañana la señora Margarita regresó del Bosque de Chapultepec sola y desamparada.
—¡Se escapó la loca! —gritó con voz estentórea al entrar en la casa.
—Fíjate, Nacha, me senté en la misma banquita de siempre y me dije: ―No me lo perdona. Un
hombre puede perdonar una, dos, tres, cuatro traiciones, pero la traición permanente, no.‖ Este
pensamiento me dejó muy triste. Hacía calor y Margarita se compró un helado de vainilla; yo no quise,
entonces ella se metió al automóvil a comerlo. Me fijé que estaba tan aburrida de mí, como yo de ella. A
mí no me gusta que me vigilen y traté de ver otras cosas para no verla comiendo su barquillo mirándome.
Vi el heno gris que colgaba de los ahuehuetes y no sé por qué, la mañana se volvió tan triste como esos
árboles. ―Ellos y yo hemos visto las mismas catástrofes‖, me dije. Por la calzada vacía, se paseaban las
horas solas. Como las horas estaba yo: sola en una calzada vacía. Mi marido había contemplado por la
ventana mi traición permanente y me había abandonado en esa calzada hecha de cosas que no existían.
Recordé el olor de las hojas de maíz y el rumor sosegado de sus pasos. ―Así caminaba, con el ritmo de las
hojas secas cuando el viento de febrero las lleva sobre las piedras. Antes no necesitaba volver la cabeza
para saber que él estaba ahí mirándome las espaldas‖... Andaba en esos tristes pensamientos, cuando oí
correr al sol y las hojas secas empezaron a cambiar de sitio. Su respiración se acercó a mis espaldas, luego
se puso frente a mí, vi sus pies desnudos delante de los míos. Tenía un arañazo en la rodilla. Levanté los
ojos y me hallé bajo los suyos. Nos quedamos mucho rato sin hablar. Por respeto yo esperaba sus
palabras.
124
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
125
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
—La que está arriba es la señora Margarita —agregó Nacha volviendo los ojos hacia el techo
de la cocina.
Laura se abrazó las rodillas y miró por los cristales de la ventana a las rosas borradas por las
sombras nocturnas y a las ventanas vecinas que empezaban a apagarse.
Nachita se sirvió sal sobre el dorso de la mano y la comió golosa.
—¡Cuánto coyote! ¡Anda muy alborotada la coyotada! —dijo con la voz llena de sal.
Laura se quedó escuchando unos instantes.
—Malditos animales, los hubieras visto hoy en la tarde —dijo.
—Con tal de que no estorben el paso del señor, o que le equivoquen el camino —comentó
Nachita con miedo.
—Si nunca los temió, ¿por qué había de temerlos esta noche? —preguntó Laura molesta.
Nacha se aproximó a su patrona para estrechar la intimidad súbita que se había establecido
entre ellas.
—Son más canijos que los tlaxcaltecas —le dio en voz muy baja.
Las dos mujeres se quedaron quietas. Nacha devorando poco a poco otro puñito de sal. Laura
escuchando preocupada los aullidos de los coyotes que llenaban la noche. Fue Nacha la que lo vio llegar y
le abrió la puerta.
—¡Señora!... Ya llegó por usted... —le susurró en una voz tan baja que sólo Laura pudo oírla.
Después, cuando Laura se había ido para siempre con él, Nachita limpió la sangre de la
ventana y espantó a los coyotes, que entraron en su siglo que acababa de gastarse en ese instante. Nacha
miró con sus ojos viejísimos, para ver si todo estaba en orden: lavó la taza de café, tiró al bote de la
basura las colillas manchadas de rojo de labios, guardó la cafetera en la alacena y apagó la luz.
—Yo digo que la señora Laurita no era de este tiempo, ni era para el señor —dijo en la
mañana cuando le llevó el desayuno a la señora Margarita.
Ya no me hallo en casa de los Aldama. Voy a buscarme otro destino —le confió a Josefina. Y
en un descuido de la recamarera, Nacha se fue hasta sin cobrar su sueldo.
Sobre la autora…
Elena Garro (1916-1999). Narradora y dramaturga mexicana. Nació en Puebla en 1916. Pasó su
infancia en Iguala. En 1937 se casó con Octavio Paz y viajó con él y otros escritores mexicanos a
Valencia, España para participar en el Congreso de escritores Antifascistas. Más tarde se divorció de
Paz con quien tuvo a su hija Helena. En 1968 se exilió en Europa en donde pasó casi treinta años.
Entre su obra teatral cabe mencionar: Un hogar sólido (piezas en un acto), La señora en su balcón y
Felipe Ángeles. Todas sus obras dramáticas han sido representadas con éxito en México y en el
extranjero. Como narradora escribió novela y cuento. Sus novelas más importantes son: Los
recuerdos del porvenir, Y Matarazo no llamó, Inés, Recuento de personajes y Testimonios sobre
Mariana. Sus libros de cuentos más destacados son: La semana de colores y Andamos huyendo Lola.
Estilísticamente se le ha ubicado dentro del realismo mágico y de la literatura fantástica
126
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
Resuelve las actividades en estas hojas. Sepáralas del módulo para entregarlas.
Alumno: …………………………………………… Fecha de entrega: …………
TRABAJO PRÁCTICO
EL USO CORRECTO DE LOS VERBOS
1.- Observa detenidamente los gráficos que muestran el uso de los verbos en la
narración. En los ejemplos, señala:
a) Con rojo: las acciones principales.
b) Con verde: las descripciones y las acciones secundarias y/o paralelas.
c) Con azul: las acciones posteriores.
d) Con negro: las acciones anteriores.
127
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
conseguir.
2.- Completa los textos, teniendo en cuenta que las acciones principales están en
presente.
TEXTO A
Juan, a punto de perder su niñez, se (despertar) ………………………………….
aquella mañana con la sensación de que, por la tarde, la casa, con todos sus muebles y
sus gentes, (ser) …………………………………. llevada por el viento. Se (elevar)
…………………………………. de golpe y se (ir) …………………………………. por el aire
hacia aquellas regiones ignotas desde donde, según él lo (suponer)
…………………………………. , (venir) …………………………………. todas las cosas,
incluso él mismo. Pero nada (saber) …………………………………. de aquellas regiones,
apenas (recordar) …………………………………. una valija mal cerrada y el andén de una
estación donde una brisa fuerte (arrastrar) …………………………………. papeles y otros
objetos de difícil memoria.
128
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TEXTO B
3.- Completa los textos, teniendo en cuenta que las acciones principales están en pasado.
TEXTO A
Ya (pasar) …………………………………. un año de tu partida. Nos (despedir)
…………………………………. una tarde de mayo, en el andén. (Hacer)
…………………………………. mucho frío. Vos me (abrazar)
…………………………………. y me (dar) …………………………………. un beso. Vos
(estar) …………………………………. resfriado y no (poder)
…………………………………. parar de estornudar, por eso (tener)
…………………………………. los ojos llenos de lágrimas. Yo (pensar)
…………………………………. que (llorar) …………………………………. y (comenzar)
…………………………………. a llorar también.
129
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
TEXTO B
Ayer por la mañana, los habitantes de Villa Elisa (levantar)
…………………………………. sus casas de chapa, (guardar)
…………………………………. sus precarios bienes en improvisadas bolsas y (esperar)
…………………………………. la llegada de la topadora. Por la tarde (iniciar)
…………………………………. el éxodo. Algunos a pie, otros en carros de cartoneros,
todos se (dirigir) …………………………………. con cara de angustia a los nuevos
terrenos que les (ofrecer) …………………………………. la comuna a pocos kilómetros de
allí, detrás de la fábrica Orbis.
Tal vez, mientras se (alejar) …………………………………. del lugar, (recordar)
…………………………………. con un vago orgullo las peleas que (librar)
…………………………………. antes de su asentamiento. (Ocupar)
…………………………………. las tierras de Villa Elisa cuando la inundación en las
provincias del Norte los (obligar) …………………………………. a abandonar sus tierras.
La gente de los alrededores los (recibir) …………………………………. a piedrazos y más
de uno los (amenazar) …………………………………. con quemarles las casillas.
Finalmente, cuando todos (comenzar) …………………………………. una convivencia
pacífica, la orden del juez (volver) …………………………………. a expulsarlos.
4.- Lee y reescribe los siguientes textos, llevándolos a presente o pasado, según
corresponda.
TEXTO A
Rosaura quiso verificarlo. Sigilosamente entró en la cocina y lo vio. Estaba
meditando en su jaula. Tan cómico que la chica se quedó un buen rato mirándolo y
después, cada tanto, abandonaba a escondidas la fiesta e iba a verlo. Era la única que
tenía permiso para entrar en la cocina, la señora Inés se lo había dicho: ―Vos sí, pero
130
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
ningún otro: son muy revoltosos, capaz que rompen algo‖. Rosaura, en cambio, no rompió
nada. Ni siquiera tuvo problemas con la jarra de naranjada cuando la llevó desde la cocina
hasta el comedor. La sostuvo con mucho cuidado y no volcó ni una gota.
―La fiesta ajena‖, Liliana Heker (fragmento)
…………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
TEXTO B
Es un claro mediodía de invierno... El frío aprieta y a Nadia, que va del brazo
conmigo, se le cubren de plateada escarcha los ricitos de las sienes y el vello que
sombrea su labio. Estamos en una alta pendiente. Desde el sitio en que nos encontramos
hasta el pie de la cuesta se extiende una lisa superficie de nieve apisonada en la que el
sol brilla como si fuera un espejo. Junto a nosotros hay un pequeño trineo forrado de paño
de un color rojo vivo.
-Vamos a bajar, Nadia –le pido-. Solo una vez. Le aseguro que no le pasará nada.
Pero Nadia tiene miedo. Todo el espacio que se extiende desde sus pies hasta el
fin de la montaña de hielo se le figura ser un abismo terrible y sin fondo. Pierde el ánimo y
la respiración se le corta al mirar hacia abajo, cuando la invito a montar en el trineo; ¿qué
ocurrirá, pues, si se arriesga a volar sobre el abismo? Morirá, perderá la razón.
―Una broma sin importancia‖, Antón Chéjov (fragmento adaptado)
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
131
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
Los verbos en modo subjuntivo expresan acciones deseadas. Por ello, se utilizan
en las llamadas ―oraciones desiderativas‖. También expresan acciones dudosas.
VERBO VERBO
PRINCIPAL: SUBORDINADO:
Presente Presente
indicativo subjuntivo
132
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
VERBO VERBO
PRINCIPAL: SUBORDINADO:
Pretéritos Pretérito
indicativo imperfecto
subjuntivo
6.- Completa:
a) ¡Te pedí que (llegar) ........................................ temprano!
b) Necesitaba que me (prestar) ...................................... el diccionario.
c) Quiero que ustedes (hacer) ...................................... el trabajo nuevamente.
d) Mamá (decir) ...................................... que no comamos tantos caramelos.
e) Mamá (decir) ...................................... que no comiéramos tantos caramelos.
f) La profe (querer) ...................................... que leamos todo el Martín Fierro.
g) El mes pasado te (prestar) ...................................... ese libro para que lo (leer)
...................................... .
h) Te llamo para que no te (olvidar) ...................................... de llevar el regalo.
i) Te llamé para que no te (olvidar) ...................................... de llevar el regalo.
7.- Completa el siguiente fragmento de una canción de Charly García con los siguientes
verbos en el tiempo del modo subjuntivo que corresponda: emparcharme, limpiar, cocinar,
poner, acordarme, colgar, sacarme, llevarme
133
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
CONDICIÓN CONDICIONADO
Presente Presente o
indicativo futuro imperfecto Condición real
indicativo
Pretérito Condicional
imperfecto simple Condición posible
subjuntivo indicativo
CONDICIÓN CONDICIONADO
Pretérito Condicional
pluscuamperfecto compuesto Condición imposible
subjuntivo indicativo
134
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
teníamos hambre. Ya no había agua en la cantimplora. De lejos vimos la luz y, sin reparar
en nuestra falta de fuerzas, corrimos hacia ella. Llegamos casi al mismo tiempo y con los
mismos deseos de encontrar comida y una cama caliente. Los dos gritamos al ver el
135
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
136
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
137
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
138
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
139
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
140
Literatura - 6º año - Educación Secundaria
Profesora: Valeria Paz
141