Dopamina
Dopamina
Dopamina
Se trata de una sustancia producida por el propio cuerpo humano, pero que
también puede ser elaborada en laboratorios. En concreto, la dopamina fue
sintetizada artificialmente por los biólogos ingleses George Barger y James
Ewens, en 1910. Décadas después, en 1952, los científicos suecos Arvid
Carlsson y Nils-Åke Hillarp lograron desentrañar las funciones y características
principales de este neurotransmisor.
1. La dopamina y tu personalidad
Pero, ¿tiene algo que ver este neurotransmisor con la personalidad de
cada individuo? Bien, parece que sí. La dopamina podría ser uno de los
factores a tener en cuenta a la hora de saber si una persona es más
introvertida o más extravertida, más cobarde o más valiente, o más seguro o
inseguro.
Varias investigaciones sostienen esta relación entre dopamina
y personalidad. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo en la Clínica
Universitaria Charité, en Alemania, y que fue publicado en Nature
Neuroscience señaló que la cantidad de dopamina encontrada en la amígdala
cerebral de un sujeto podría ser un indicador fiable de si éste es tranquilo y
sosegado, con una buena confianza en sí misma, o si por el contrario sería
temeroso y con propensión a padecer estrés.
2. Sobrepeso y obesidad
Por si no lo habías notado, no a todas las personas sienten el mismo nivel de
placer cuando, por ejemplo, degustan una apetitosa tarta de chocolate.
Esto hace que se sientan más satisfechas con su vida y que, por tanto, actúen
en consecuencia; los objetivos de una persona con buena autoimagen no
son los mismos que los que tiene una persona más pesimista en este
aspecto.
Esta parte del encéfalo tiene como principal función filtrar los estímulos que
recibe la corteza del cerebro. Esto facilitaría las conexiones neuronales que
nos permiten asociar conceptos de una forma más eficiente, mejorando la
creatividad.
El movimiento
La memoria
Los sistemas de recompensa
El comportamiento y cognición
La atención
La inhibición de la producción de la prolactina
El sueño
El humor
El aprendizaje
Tanto el exceso como la deficiencia de esta substancia química vital son la causa
de varias enfermedades. El Parkinson y la drogadicción son algunos ejemplos de
problemas asociados a niveles anormales de la dopamina.
La dopamina y el movimiento
Aquella sección del cerebro que comportan los ganglios básicos regulan el
movimiento. Los ganglios básicos a su vez dependen de una determinada
cantidad de dopamina para funcionar con máxima eficiencia. La acción de la
dopamina transcurre a través de los receptores de la dopamina, D1-5.
La dopamina y apego/adicción
La cocaína y las anfetaminas inhiben la re-absorción de la dopamina. La cocaína
compite con la dopamina por asociarse con el transportador de dopamina de este
modo, inhibiendo su absorción, llevando a un aumento de la concentración de la
dopamina. Las anfetaminas aumentan la concentración de dopamina en la
separación sináptica, pero por un mecanismo diverso. Las anfetaminas son
similares en estructura a la dopamina, y así pueden entrar en la neurona pre-
sináptica a través de los transportadores de la dopamina. De esta manera, las
anfetaminas entran y fuerzan a las moléculas de la dopamina fuera de sus
vesículas del almacenamiento. El resultado es el aumento de la presencia de la
dopamina en éstos que llevan al placer y a la adicción creciente.
La dopamina y memoria
Los niveles de dopamina en el cerebro, especialmente en la corteza prefrontal,
aumentan la capacidad de la memoria a corto plazo. Sin Embargo, esto es un
equilibrio y como los niveles aumenten o disminuyan a niveles anormales, la
memoria empeorará.
La dopamina y la atención
La dopamina contribuye a la atención y la concentración. La vista desencadena
una secreción de la dopamina ayudan a la concentración y a la atención. Puede
que la dopamina juegue un papel importante determinando aquello que se retiene
en la memoria a corto plazo. Se cree que las concentraciones Reducidas de la
dopamina en la corteza prefrontal, pueden contribuir al Trastorno de Déficit de
Atención (TDA).
Dopamina en la cognición
La dopamina en los lóbulos frontales del cerebro controlan el flujo de información
de otras áreas del cerebro. Los trastornos de la dopamina en esta sección del
cerebro tienden a disminuir las funciones cognitivas, especialmente la memoria, la
atención, y la resolución de problemas.
Regulación de la prolactina
La dopamina es el inhibidor neuroendocrino principal de secreción de la prolactina
desde la glándula pituitaria anterior. La dopamina producida por las neuronas del
núcleo arqueado del hipotálamo se liberan en los vasos sanguíneos hipotálamo-
hipofisiarios de la eminencia media que suministran la hipófisis anterior
(Hernández, 2010). Esto actúa en las células del lactotropas que producen
prolactina. Estas células pueden producir prolactina en ausencia de dopamina. La
dopamina de vez en cuando se llama factor de inhibición de prolactina (FIP) o
hormona inhibidora de la prolactina (PIH).
Funcionamiento Social
El receptor-atar Inferior D2 se encuentra en gente con ansiedad social o fobia
social. Algunas características de la esquizofrenia negativa (repliegue, apatía,
anhedonia sociales) probablemente estén relacionadas con un estado
dopaminérgico inferior en ciertas áreas del cerebro.
Por otra parte aquellos con transtorno bipolar en estados maníacos llegan a ser
hiper-sociales, así como hiper-sexuales. Esto se debe a un aumento en los niveles
de dopamina. El episodio maníaco se puede reducir mediante los antipsicóticos
que bloquean la dopamina.