República Bolivariana de Venezuela

Vicerrectorado Académico

Universidad Bicentenario de Aragua

Facultad de Salud y Desarrollo Humano

Escuela de Psicología

La psicología Familiar

Estudiante:
Prof. Fabiana Pérez Francis A. Bolivar Cabrera
Asignatura: Psicología Familiar C.I: 27.536.588
Sección: 2
Turmero, febrero 2021
 Introducción

La psicología al ser la ciencia que examina la mente y el comportamiento

humano, en unas de sus áreas de investigación toma el importante papel de
indagar la influencia del factor familiar en el contexto intimo del individuo. El
estudio de la familia como grupo social constituye una primordial observación, ya
que se consagra como el grupo que más influye en la formación de la
personalidad, en ella se adquieren las creencias, los temores y criterios de riesgo
que condicionan las actitudes de la persona.

Cabe destacar que el seno de apoyo de un ser humano en sus primeros años
de vida se fundamenta en las personas que tiene alrededor, aquí los valores
toman eco de primicia en aprendizajes, pues la forma de convivir dentro del núcleo
familiar. La vida de un individuo dentro de este sistema, representa distintas
definiciones como fortalezas y debilidades, pero que se adaptan dentro del
contexto, debido a que algunas crisis normativas del desarrollo permiten
condicionar las decisiones futuras sobre el ciclo vital. Del mismo modo, las crisis
accidentales o no esperadas pueden influir en la dinámica que constituyen una
amenaza para la familia y que son un riesgo para que esta sufra, se desorganice,
funcione mal, se destruya y desmoralice. 

Retomando el concepto de sistema, la familia se define como un microsistema,

con una jerarquización en sus roles, cada uno ejerce un papel que hace una
función esencial dentro del grupo. Uno de los autores en el área psicológica como
lo es Vygotsky, creador de la teoría histórico-cultural, señala que “la cultura es el
producto de la vida social y de la actividad social del hombre y por ello el planteo
mismo del problema del desarrollo cultural del comportamiento nos conduce
directamente al plano social del desarrollo”.  Este análisis pone de manifiesto que
el ambiente familiar es de considerable importancia, porque al abrirse paso la
interacción, de la familia va proporcionando andamiajes al desarrollo infantil y
dando contenido a su evolución.
 No cabe duda que la familia representa el núcleo central para aprender a
socializar con el mundo, de esa forma se entiende que es aquella unidad social
que permite establecer los vínculos afectivos, con normas sociales donde se
procura el apoyo mutuo, donde se comparte distintas características, tales como
las estructurales: el número de miembros, vínculos generacionales, número de
hijos, entre otros. O las psicológicas que son: valores, ideologías, comunicación,
normas, limites y espacios. En otras palabras “La familia es un conjunto
organizado e interdependiente de personas en constante interacción, que se
regula por unas reglas y por funciones dinámicas que existen entre sí y con el
exterior”, (Minuchín, 1986, Andolfi, 1993; Musitu et al., 1994, Rodrigo y Palacios,
1998).

Desde el punto de vista según la teoría de sistemas, ya que toma en cuenta la

interacción de los miembros del grupo y no tanto sus características de
personalidad individuales, es decir, en el conocimiento de la familia, como un
grupo con una identidad propia y como escenario en el que tienen lugar un amplio
entramado de relaciones. En tanto que el conjunto, la familia es una totalidad, una
Gestalt que aporta una realidad más allá de la suma de las individualidades, más
allá de los miembros que componen la familia. En el orden didáctico, la estructura
y el funcionamiento se separan, pero en el orden práctico no sucede así, sino que
se interconectan e influyen mutuamente. En conclusión, es un elemento activo,
nunca permanece estacionaria, sino que pasa de una forma inferior a otra
superior, de igual manera que la sociedad evoluciona de un estadio a otro

Podemos incluir que existen tipos de familia como lo son:

La familia nuclear: Que es la presencia de dos generaciones como se

representa en padres e hijos, matrimonios con hijos o sin ellos y hermanos
solos.
Familia Monoparental: Si la pareja sufrió un accidente, separación o
divorcio de uno de los dos cónyuges, en otras palabras, hay un cabeza de
familia que es el responsable de los hijos. 
  Familia extensa o extendida: presencia de dos generaciones o más.
Incluye hijos casados con descendencia o sin ella. 
Familia mixta o ampliada: cualquier tipo de familia que rebasa las
anteriores estructuras, puede incluir otros parientes y amigos
Familia reconstruida:  La cual uno o ambos miembros de la actual pareja
tiene uno o varios hijos de uniones anteriores. 

La familia recorre un proceso de desarrollo, ciclo vital en el cual se distinguen

etapas o fases marcadas por la ocurrencia de acontecimientos significativos de la
vida. Estas etapas son:

1) Formación e integración: Los acontecimientos mas importantes son la

formación en un vinculo con una pareja, el matrimonio, con ello la búsqueda
de hijos, que producen un ajuste en la individualidad en la decisión de
prioridades e intereses, es decir que se solidifica el proyecto de vida
2) Extensión: Con el nacimiento del primer hijo y el crecimiento e
independización del ultimo se comprende la variedad de cambios en la
familia, con ello al paso de los años se fundamenta el rol de papá y mamá.
3) Contracción: Aquí toma vital importancia cuando se produce la
independización del ultimo hijo y la muerte del cónyuge, ya que al ser
autónomos se reconstituye el lazo de esposos, sin mediación de los hijos.
Es aquí donde se produce la etapa del nido vacío
4) Disolución: En la estación de la muerte del primer cónyuge los dos
cónyuges (padres) Se requiere un ajuste de roles y una reconstrucción de
jerarquía familiar.

El nivel de estabilidad puede estar dado por el incremento de la familia, el

desmembramiento que se refiere a eventos que separan a los miembros como un
divorcio, un abandono, la muerte o la migración. De hecho, la dinámica familiar
puede verse alterada por la desorganización (enfermedades, drogadicciones, bajo
nivel cultural, condiciones inadecuadas de la vivienda, familiares con estados
terminales), entre otros puede ocurrir la desmoralización por actos antiéticos,
morales, legales, conductas antisociales, abusos y maltratos.

La necesidad de vivir en familia que tiene el ser humano se acrecienta ante el

carácter eminentemente psicológico que tiene la relación niño-adulto durante todo
el proceso en el cual crece y se formaliza la personalidad. Desde otro foco, los
actuales estudios de la familia en el ámbito de la Psicología se apoyan en una
epistemología rica, aunque no siempre homogénea, los conceptos más
importantes que incluyen estos aportes son los conceptos de la teoría de la
comunicación, los evolutivos y los estructurales.

Dando paso a la explicación, la teoría evolutiva plantea que la familia pasa por
crisis de tipo normativas y para normativas que son producidos por eventos
imprevisibles como la enfermedad, una separación o la muerte accidental. En
cambio, la teoría estructural, trabajada por Minuchin indica que existen limites o
fronteras familiares internos, de las cuales van conjugando reglas de conducta
aplicables a subsistemas. Dentro del concepto existe los tipos, como lo son rígidos
o claros, los cuales permiten una adaptación funcional. Ya desde este punto
podemos establecer que el individuo tiene como unidad básica de la sociedad, el
pertenecer a una familia, independientemente de sus formas u organización,
constituye en todas partes del mundo, el espacio natural y el recinto micro social
para el desenvolvimiento de sus miembros. 

No obstante, la teoría de campo enunciada por Kurt Lewin (1951) advierte la

abertura de la psicología ecológica, donde se advierte la necesidad de superar el
estudio del individuo aislado, al margen de su entorno. Otros aportes recientes son
significativos también para los estudios de Psicología de la familia, como los de la
escuela de Psicología Social de Pichón, Riviere y los del constructivismo y el
construccionismo social.

Con ello, la Terapia Sistémica Constructivista permite poner una mirada

global sobre el sistema familiar y sobre el transcurso de los procesos de
construcción de la identidad. Su objetivo es determinar, clarificar y abordar las
dinámicas familiares conflictivas, disfuncionales o desestructuradas.

Como en todas las psicoterapias humanistas, el terapeuta no dirige a la

familia, sino que la acompaña en su proceso de indagación y la apoya, para que
pueda reencontrarse con los valores que han quedado dañados por la dinámica
familiar. Contribuye, con su curiosidad, al acercamiento de la familia a su historia
más difícil; a una realidad que a veces, es tan temida como liberadora. Aunado a
esto, el construccionismo apoya la idea de que moldeamos el mundo en el que
vivimos y creamos nuestra propia “realidad”, dentro del contexto de una
comunidad con otros individuos; comunidad que, por medio de sus posibilidades y
restricciones económicas, políticas, sociales y culturales fija los límites de nuestras
narraciones y limita nuestra posibilidad de elección a determinados contexto.

En otro orden de ideas las interacciones pueden dividirse entre simétricas o

complementarias. Por lo cual, se distribuye como:

Relación complementaria: Un participante ocupa lo que se ha descrito de

diversas maneras como la posición superior o primaria mientras el otro
ocupa la posición correspondiente inferior o secundaria. Puede estar
establecida por el contexto social o cultural de esto se ejemplifica: Casos de
madre e hijo, médico y paciente, maestro y alumno. O en la contraparte,
ser el estilo idiosincrásico de relación de una díada particular.
Relación Simétrica: En una relación simétrica no existen dos posiciones ya
que está basada en la igualdad. La relación simétrica puede estar definida
por el contexto social, como, por ejemplo, la relación entre hermanos, entre
amigos, entre marido y mujer. También puede ser el estilo propio de una
díada particular. En la relación simétrica existe el peligro de la competencia
o rivalidad

Existe una particularidad con la relación complementaria ya que puede llegar a

ser patológica, cuando sucede esto en tales relaciones observamos un
sentimiento progresivo de frustración y desesperanza en los dos participantes o en
uno de ellos. Estos individuos fuera de sus hogares (o en ausencia de sus parejas)
son capaces de funcionar en forma perfectamente satisfactoria y que, cuando se
los entrevista individualmente, pueden dar la impresión de estar bien adaptados.

Todas las personas tenemos una idea de equilibrio en nuestra familia, de

fronteras y de límites; la ruptura de los cuales constituiría un choque o una crisis
para la existencia del conjunto familiar. Este equilibrio dinámico se conoce como
Homeostasis, que son patrones predecibles de interacción que ayudan al conjunto
familiar a mantener un sentimiento de estabilidad e identidad ante las tensiones de
la vida normal. Ejemplo de ello: Cuando mamá se enferma, la hermana mayor
tiene que esforzarse para tratar con sus hermanos como usualmente hace su
madre.

Pasando a otro punto de importancia tenemos la retroalimentación, que se

trata de un proceso que apunta al desarrollo, crecimiento o cambio de forma,
estructura y estado del sistema. Ejemplos: la diferenciación, la especialización, el
aprendizaje. En eso, la morfogénesis se trata de facilitar el cambio en la
organización de cualquier sistema mediante una realimentación positiva. Es una
forma de desarrollo, cambio o crecimiento para el sistema.  Ejemplo: Los
miembros de una familia apoyan la decisión del hijo de realizar estudios en el
extranjero. La riqueza del trabajo con esta familia, los logros alcanzados desde
está, los cambios, y lo vertiginoso de estos, sorprenden por la capacidad del
sistema familiar de tender al crecimiento (morfogénesis) a partir de una
intervención orientadora, esta visión es importante que se siga fortaleciendo,
porque las familias tienen sus propios recursos solo hay que ayudarles a
encontrarlos.
 Conclusión

En síntesis, la familia es aquel recurso afectivo, social y económico que nos

brinda en primera instancia la seguridad y sustento para crecer. De hecho, la
convivencia a través del tiempo con el grupo de persona en que se enlaza un
vínculo, transfiere ideas, pensamientos, culturas, valores e incluso hábitos
psicológicos. Con ello se puede destacar que existen diferentes ramas de
investigaciones, donde establecen estudios de funcionabilidad y adaptación a
factores normativos y para normativos que enfrenta en eventos transitorios la
familia. Dichos obstáculos o procesos esperados ejercen la presión de unir los
lazos o desaparecerlos, todo depende de características fundamentales de una
relación como lo son: la afectividad, la comunicación, respeto, autoridad, limites,
honestidad.

Podemos sustentar esto a través de la teoría General de los Sistemas, con el

constructivismo y construccionismo social. Que influyen en el estudio de las
relaciones humanas a partir de que dichos sistemas actúan proactivamente hacia
la atribución de significado a la experiencia. Es decir, la interrelación dinámica
influye en la comunidad, siendo así que las experiencias se convierten en nuevos
pasos de la jerarquización familiar. No obstante, dando un punto de vista
individual, en la teoría de los constructos personales, enfatiza la implicación de
que jugar un rol en un proceso social que incluye a otros implica no sólo disponer
de un sistema de discriminaciones compartido, sino ser capaz de anticipar o
compartir los procesos de atribución de significado de esos otros.

De la misma forma, la relación complementaria y sistemática. Que explica el

tipo de división en interacción personal puede existir con los miembros de la
familia, que, sin lugar a dudas, proyecta una forma lógica la comprensión de los
roles jerárquicos y la importancia de asumir correctamente los puestos que a cada
quien le toca. Y es aquí donde la morfología o el cambio toma puntos de interés,
ya que estamos en constante cambio, las familias actuales no son como hace 50
años. El proceso de modernización, migración, tecnología, entre otros. Ha
aumentado la diversidad en formas de crianzas, culturas y aprendizaje.

Referencias

Botella, L; Pacheco, M. Un enfoque constructivista de la terapia familiar:

Narrativas y relaciones. Universidad Ramon Llull, Barcelona

Botella, L. y Feixas, G. (1998). Teoría de los constructos personales:

Aplicaciones a la práctica psicológica. Barcelona: Laertes.

Chinchilla, R. (2015) Trabajo con una familia, un aporte desde la orientación

familiar Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en Educación", vol.
15, núm. 1, pp. 1-27 Universidad de Costa Rica San Pedro de Montes de Oca,
Costa Rica

Rozo, J. A. (2002) La terapia desde el punto de vista del construccionismo

social ¿tiene algún sentido la terapia? Revista PsicologiaCientifica.com, 4(8).
Disponible en: http://www.psicologiacientifica.com/construccionismo-social-terapia

Valladares, Anay. (2008) La familia. Una mirada desde la Psicología MediSur.

Vol. 6, núm. 1 Universidad de las Ciencias Médicas de Cienfuegos, Cuba.

Watzlawick “Teoría de la Comunicación Humana". Pág. 21 a 114. Edit. Herder