Muerte y Democracia REVISTA PENSARES Y QUEHACERES 13 DE NOV. 2018
Muerte y Democracia REVISTA PENSARES Y QUEHACERES 13 DE NOV. 2018
Muerte y Democracia REVISTA PENSARES Y QUEHACERES 13 DE NOV. 2018
Quehaceres
Revista de Políticas de la Filosofía
Pensares
Quehaceres
Revista de Políticas de la Filosofía
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Horacio Cerutti-Guldberg
Comité Editorial
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Ediciones Eón
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Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del Equipo
Editorial.
Se autoriza la reproducción de los materiales únicamente con el permiso de la dirección. Los textos
aquí publicados son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Número 7, julio-diciembre 2018
Pensares
Quehaceres
Índice
S eguimos adelante con nuestra revista mediante un intenso trabajo que incorpora
múltiples aportes y refuerza la labor en equipo. Este número toma como eje la
cuestión del populismo. Noción cargada de confusiones y de acentos ideológicos
muchas veces maquillados. Lo importante es que se aborda la cuestión intentando
no sólo aclarar el uso del término, lo cual ya significa un paso adelante, sino esclarecer
fenómenos históricos como parte de la historia en la que nos desenvolvemos. Aunque
hay un énfasis en la experiencia argentina del peronismo, no se ciñen a esto todos los
trabajos. Incluso la experiencia reciente de Costa Rica forma parte de estos exámenes.
Los desafíos para la democracia –deseando poder hablar de democracia en serio
y plena– aparecen también una y otra vez en estas reflexiones, como parte del cuerpo
social. La dimensión política del filosofar sigue siendo núcleo de nuestras reflexiones
desde distintas partes de Nuestra América. Un pensamiento situado, en suma, que
no puede desconectarse del espacio-tiempo en que se ejerce y experimenta. Además,
un pensamiento que quiere proponer alternativas viables a partir de la recuperación
de la historia de la que venimos.
También hay reseñas de textos cercanamente relacionados con las temáticas de
este número. Pensares y Quehaceres procura, de manera responsable y comprometida,
aportar en la búsqueda de sentido y alternativas a las coyunturas en que nos encon-
tramos y seguiremos insistiendo en esa labor tan apreciada.
Horacio CeruttiGuldberg
Ciudad Universitaria, Ciudad de México, 26 de junio de 2018.
Resumen
No hay deseo de democracia sin trastocar la ideología de la muerte que atraviesa las socie-
dades contemporáneas. Entendemos a la democracia más como orden conflictivo (Lechner)
que como orden armónico impuesto por lógicas instrumentales. Lógicas que reprimen la
conflictividad-politicidad del “nosotros” (constitución de sujetos políticos y potenciación de
procesos de subjetivación política) recurriendo a automatismos institucionales (Estado, merca-
do, república, derecho) que separan la palabra del plexo social y la privatizan. Esa democracia
vaciada se reproduce cotidianamente por medio de la ideología que afirma la muerte como
dadora de vida. Para esta interpretación, que prima en las democracias realmente existentes,
toda afirmación de la vida atenta contra la democracia. Las “democracias serias y maduras”
no pueden ni deberían contener tanta demanda de vida: más derechos, más igualdad, más
libertad, más posibilidades de interpelar las lógicas institucionales. El pensamiento crítico
latinoamericano ha dado muestras de esta sospecha que puede rastrearse en las reflexiones de
Franz Hinkelammert y León Rozitchner. Asimismo, daremos cuenta de los aportes de dos
pensadores europeos de posguerra que lanzaron sospechas similares.
Abstract
There is no desire for democracy without upsetting the ideology of death that crosses con-
temporary societies. We understand democracy more as a conflicting order (Lechner) than
as a harmonious order imposed by instrumental logic. Logics that repress the conflictivity-
politicity of “we” (constitution of political subjects and empowerment of processes of political
subjectivation) resorting to institutional automatisms (state, market, republic, law) that separate
the word from the social plexus and privatize it. That emptied democracy is reproduced daily
through the ideology that affirms death as the giver of life. For this interpretation, which prevails
Número 7, julio-diciembre 2018
140 Repensar la filosofía política en América Latina
in the really existing democracies, every affirmation of life threatens democracy. “Serious and
mature democracies” can not and should not contain so much demand for life: more rights,
more equality, more freedom, more possibilities to challenge institutional logics. Latin Ame-
rican critical thinking has shown this suspicion that can be traced in the reflections of Franz
Hinkelammert and Leon Rozitchner. Likewise, we will give an account of the contributions
of a couple of postwar European thinkers who raised similar suspicions.
gía de la muerte que debilita la potencia para vivir hay que morir; esto es: ajustar,
política de la afirmación de la vida. achicar, controlar, auditar, perseguir,
Afirmación que se expresa en diversas acusar y condenar a los que pretenden
y plurales demandas colectivas y en los “más de la cuenta” y perdonar a aquellos
amagues emancipatorios de algunas que persiguieron, torturaron, mataron y
políticas implementadas en el ciclo de robaron en nombre de la muerte que da
estados progresistas latinoamericanos. vida; en nombre del imperio de la ley. A
Para los sistemas de dominación todo todo ello se llama democracia o “vivir en
intento colectivo de afirmación de la democracia”: sistema de organización
vida es violencia. En tales formas de or- social asentado en la administración de
ganización social sólo es posible afirmar la muerte como forma de sobrevivencia
la vida de modo individual. Esa vida sin conformista. Por esta razón, creemos que
lazos sociales activados por deseos de las democracias se vuelven funcionales
emancipación y reproducida, sea ya en el a la dominación cuando quedan redu-
consumo o en las múltiples fugas de la cidas a sus instituciones productoras de
realidad, es expresión de la vida negada, necrologías.1 La democracia formalista
explotada, manipulada y abreviada. Tal sería entonces un modo de legitimación
horizonte de sentido expresa y repro- de espacios y tiempos de celebración de
duce de modo eficaz la idea de que no la muerte que da vida.
hay vida sin muerte y que no hay gozo El pensamiento crítico latinoamerica-
individual sin renunciar a la potencia no ha dado muestras de interés en torno
colectiva del deseo inconformista. La a este problema. Esto es, la persistente
auditoría de derechos conquistados, la reflexión sobre las maneras en cómo las
reducción del llamado “gasto social”, sensibilidades e ideologías de sistemas
los intentos de bajar la imputabilidad a de dominación son incorporadas por
menores de edad, el ajuste económico los dominados, incluso en nombre de la
en sus diversas formas, la judicialización democracia. En medio de tanto discurso
de la representación política, la estética moralizador y demonizador de toda
que enfatiza la idea de que se puede ser interpelación popular crítica, recupera-
feliz “con poco”, la compasión esgrimida remos algunas reflexiones de referentes
sólo ante el dolor individual y el rechazo de esta larga tradición, entre ellos los de
visceral a toda forma de organización Franz Hinkelammert y León Rozitchner
de los sectores vulnerables que interpele que pensaron, de modo diverso, dicho
las instituciones y la ley, sostenedoras problema desde el contexto latinoameri-
de relaciones injustas, son expresiones cano. Previo a ello, daremos cuenta de los
patentes de esta afectividad manifiesta en aportes de un par de pensadores europeos
la vida cotidiana de amplios sectores de la
sociedad Argentina. Es el resurgimiento
de una sensibilidad social que siente que 1
Para una perspectiva histórica, centrada en aná-
la afirmación de la vida es una amenaza lisis e interpretación de casos cf. Kessler, Gabriel;
a la vida misma. En definitiva, se trata Gayol Sandra (Editores), Muerte, política y sociedad,
de una sensibilidad que sostiene que Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Edhasa, 2015.
sino que advierte que la ontologización del orden político en tanto sistema de
de ésta no es más que una inversión represión corporal. Pero hay más en
ideológica. Esta “inversión ontológica”: tales argumentos. Marcuse supone que
una sociedad en donde sea posible hacer
Se manifiesta en la tendencia a aceptar de la vida humana una vida feliz traería
la muerte no solamente como un hecho, un debilitamiento de las justificaciones
sino como una necesidad, y como una ontológicas y morales de la muerte. La
necesidad que debe ser conquistada no vida ya no sería un medio para vivir, sino
destruyéndola, sino aceptándola. En otras un fin en sí mismo (y no la muerte). La
palabras, la filosofía ha dado por supuesto muerte significaría más un límite técnico
que la muerte pertenecía a la esencia de la “cuya superación se convertiría en el ob-
vida humana, a su realización existencial. jetivo reconocido del esfuerzo individual
Además, la aceptación comprendida de y social. La muerte, en creciente medida,
la muerte ha sido considerada como una participaría de la libertad, y los individuos
prerrogativa del hombre, como la razón tendrían el poder de decidir sus propias
misma de su libertad.5 muertes”.8 Y continúa:
De modo que el ser de la vida es dado ¿Puede oponerse otra cosa que argumentos
por la muerte. Entonces, la historia de la irracionales a este razonamiento? Sola-
filosofía occidental es la historia de este mente una: una vida con esta actitud
masoquismo y sadismo que se desprende hacia la muerte sería incompatible con las
de dicha inversión: al enaltecer la propia instituciones y los valores de civilización
muerte también se exalta la muerte de establecidos. Conduciría o bien a un
los demás.6 Allí tenemos la filosofía de la suicidio en masa (puesto que para una
muerte, patentizada en la figura de Sócra- gran parte de la humanidad la vida es
tes construida por el discurso platónico. todavía una carga tal que probablemente
Esa misma filosofía llega incluso a calar el terror de la muerte es un factor
hondo en las reflexiones de Heidegger.7 importante en su mantenimiento), o bien
La felicidad supondrá la autonegación y a la disolución de toda ley y de todo orden
represión del deseo, del placer, de la vida (puesto que la temerosa aceptación de la
corporal, e inversamente, la afirmación muerte se ha convertido en un elemento
intrínseco de la moralidad pública y
privada). El razonamiento puede ser
inconmovible, pero entonces la idea
5
Ibid., p. 154.
tradicional de la muerte es un concepto
6
Ibid., p. 155
sociopolítico que convierte unos sórdidos
7
Ibid., p. 156. Afirma Marcuse que en Heidegger
aparece “la última y más apropiada exhortación hechos empíricos en una ideología.9
ideológica a la muerte, lanzada en el momento
mismo en que se preparaba la base política para la
mortífera realidad correspondiente: las cámaras de
gas y los campos de concentración de Auschwitz, 8
Ibid., p. 160.
Buchenwald, Dachau y Bergen Belsen”. 9
Idem.
instituciones, “la polis, el Estado”, etc.) e Por eso decimos que son subjetividades
incluso perdonan a quienes los matan. In- antidemocráticas. Tal preocupación
terpretando a Nietzsche Marcuse afirma: contiene también la pregunta por las
condiciones históricas de posibilidad
Semejante perdón puede congraciar al de subjetividades sociales con deseos de
poder supremo y asegurar su amor, pero libertad y, por lo mismo, predispuestas
también consagra la debilidad. La idea corporalmente a abrir y sostener procesos
de Nietzsche de la genealogía de la mo- de desfetichización de sistemas de orga-
ral se aplica también a la actitud moral nización social, entre ellos, las actuales
hacia la muerte. Los esclavos se rebelan democracias formales latinoamericanas.
–y triunfan– no liberándose a sí mismos, El significado de la muerte humana
sino proclamando que su debilidad es la aparece aquí como campo de batalla en
corona de la humanidad. Y la impotencia donde se enfrentan estas condiciones
de la protesta perpetúa el poder temido históricas de posibilidad. Existiría una
y odiado.17 pasión por la muerte que anula procesos
de emancipación constituyendo socieda-
La sociedad necrófila des necrófilas.
Teniendo en cuenta estos recaudos,
La recurrencia al psicoanálisis ha sido recuperamos un escrito del psicoanalista
una de las características de la historia Erich Fromm, titulado “Amor a la muerte
occidental del pensamiento crítico. Sin y amor a la vida”, cuya primera versión
embargo, como todo instrumental teó- es de 1964 y forma parte de El corazón
rico, su uso no escapa a la ambigüedad del hombre (1985). No discutiremos su
teórica y a las contradicciones políticas. crítica a Freud ni las críticas que se han
De todos modos, la apropiación crítica hecho a la teoría del propio Fromm en
del psicoanálisis se ha esforzado por des- torno a su “humanismo dialéctico”. Nos
ligarse de la interpretación burguesa que importa quedarnos con su caracterización
lo ha subordinado a terapia individual y del individuo necrófilo, que van de las más
explicaciones ahistóricas de los instintos simples a las más complejas:
humanos.
No somos psicoanalistas ni nos movi- El individuo necrófilo siente atracción
liza un interés en alcanzar la interpreta- por lo muerto y empieza a vivir “preci-
ción inmaculada de dicha teoría. Nuestra samente cuando hablan de la muerte”;18
preocupación se detiene en la pregunta ama la fuerza y el uso de la fuerza es un
por las condiciones históricas que hacen modo de vida;19 “Para él no hay más que
posible subjetividades poco deseosas de
la igualdad, obedientes a la dominación
y gozosas con aquel autoritarismo que 18
Fromm, Erich, El corazón del hombre. Su potencia
reprime lo que amenaza a su seguridad. para el bien y para el mal, (primera edición en inglés:
1964), México, FCE, Colección Popular, novena
edición, 1985, p. 29.
17
Ibid., p. 170. 19
Ibid., p. 30.
20
Idem.
21
Ibid., p. 31.
22
Idem. 26
Cf. De Espinosa, Baruch, Ética demostrada
23
Ibid., p. 32. según el orden geométrico. Introducción, traducción
24
Idem. y notas de Vidal Peña, Madrid, Ediciones Orbis
25
Ibid., p. 35. Hyspamérica, 1980, pp. 235-236.
148 Repensar la filosofía política en América Latina
resultado no será amor a la vida, sino amor del siglo pasado. A pesar de la distancia
a la muerte.27 geopolítica y temporal que nos sepa-
ra, sospechamos que estas intuiciones
Con lenguaje de época, Fromm se conservan algo de capacidad explicativa
pregunta si existe una relación entre la para comprender procesos sociopolíticos
tendencia necrofílica y el “espíritu de contemporáneos. Para Wilhelm Reich el
la sociedad industrial contemporánea”.28 miedo está vinculado con una determi-
Y responde: “El homo mechanicus se inte- nada economía sexual en tanto proceso
resa cada vez más en la manipulación de vital productivo por excelencia. Porque la
máquinas que en tomar parte en la vida y dictadura autoritaria no es privativa de los
responder a ella. En consecuencia, se hace estados totalitarios, sino que es
indiferente a la vida, se siente fascinado
por lo mecánico y al fin atraído por la una tendencia humana general que nace
muerte y la destrucción total”.29 de la supresión de la función vital y cons-
Que destaquemos estas reflexiones tituye, en todas las naciones, la base de la
tiene por objetivo justificar nuestra psicología de las masas para aceptar e ins-
pregunta por la relación entre las demo- taurar dictaduras. Sus elementos básicos
cracias formales existentes y la ideología son la mistificación del proceso de la vida;
de la muerte que da vida. ¿Cuánto de la desvalidez material y social existentes; el
este sentimiento necrófilo, expresión miedo a la responsabilidad de plasmar la
de un miedo aterrador a la vida, persiste propia vida; y, en consecuencia, el ansia de
en aquel “hombre de la calle”, habitante seguridad ilusoria y de autoridad, pasiva o
de nuestras sociedades? ¿Cuánta necro- activa. El auténtico anhelo de democratizar
filia anida en el seno de las familias, en la vida social tan antiguo como el mundo,
las escuelas, en las instituciones estatales se basa en la autodeterminación, en una
y privadas, en las organizaciones y movi- socialidad y moralidad naturales, en la
mientos sociales y políticos? ¿No tendrá alegría en el trabajo y la felicidad terrenal
todo ello algo que ver con el sostenimien- en el amor.30
to de las democracias en tanto formas de
aceptación de la dominación? La relación entre autoritarismo, supre-
Otro referente de la Escuela de sión del deseo de democracia y represión
Frankfurt señalará que ese miedo será de la sexualidad será uno de los tó-
condición de posibilidad para la aparición picos de estudio de esta corriente de
y aceptación de dictadores. Como se sabe, pensamiento. Más allá de las críticas
lo decía en el contexto de la irrupción y teóricas y epistemológicas que ha recibido
despliegue de los totalitarismos fascistas rescatamos el interés por explicar las
30
Reich, Wilhelm, La función del orgasmo. El descu-
27
Ibid., p. 43. brimiento del orgón. Problemas económico-sexuales de
28
Ibid., p. 46. la energía biológica, Buenos Aires, Editorial Paidós,
29
Ibid., p. 49. Cursivas del original. 1977, pp. 19-20. Cursivas del original.
límite, sino también limitación a la cual tener conciencia de éstos y ese mismo co-
hay que enfrentar afirmando la vida. La nocimiento da cuenta que dichos límites
conciencia de la infinitud se muestra en son a priori a nuestra experiencia.52 Esta
la capacidad de trascender los límites en la experiencia del límite revela el carácter
conciencia. Se piensa la vida sin el límite infinito del ser humano:
mayor. Se piensa la vida sin la muerte.
Estela Fernández lo explicita con claridad Un ser finito no puede saber que es fi-
cuando, leyendo a Hinkelammert, afirma: nito, no puede experimentar su finitud.
El animal es un ser finito, pero no puede
Para desplegar las potencialidades in- tomar conciencia de eso. Solamente un ser
herentes a su condición, el ser humano infinito, atravesado por la finitud, puede
debe producir un mundo abstracto, de experimentar su finitud y tener conciencia
instituciones, leyes y conocimientos, que de ella. Se vive ahora ausencias, que están
trascienden el mundo de la experiencia presentes en los propios límites. Con eso
fragmentaria de cada individuo y permi- aparece la ausencia de otros mundos y con
ten pensar y actuar en términos de univer- eso el deseo. Hasta el deseo trasciende
salidad, esto es, abarcar una generalidad límites.53
de situaciones muy por encima de las
pocas y concretas efectivamente vividas, Lo constitutivo de lo humano es trascen-
de las cuales se puede tener experiencia y der los límites. En nuestro caso a esto lo
observación directa. Ese mundo abstracto llamamos deseo, aunque Hinkelammert
es lo que le permite desarrollar la sociedad no profundice en dicha categoría. A dife-
y la cultura.50 rencia del animal, que se adapta biológi-
camente, el ser humano trasciende límites
El mundo abstracto está compuesto por concibiendo “otros mundos”: “Frente al
las construcciones teóricas y las institu- invierno no espera hasta que surja otra
ciones. Mediaciones en las que, abstra- especie con protección natural del frío.
yendo las limitaciones de la vida real, se La imaginación de otros mundos abre
construyen regularidades que posibilitan posibilidades en este mundo. Por lo tanto,
cierto orden social.51 se viste e inventa el fuego”.54 Y la ética,
Al describir al ser humano como para el autor, tiene que ver con aquella
un ser infinito atravesado de finitud, capacidad para enfrentar los límites, entre
Hinkelammert da cuenta del trabajo los cuales puede encontrarse el otro ser
de la conciencia cuando experimenta el humano. De allí que esta capacidad exija
límite. Se conocen los límites luego de la mediatización de las instituciones que
posibilitan desarrollar la vida al mismo
50
Fernández Nadal, Estela, “El ser humano: tiempo que la amenazan. De modo que
infinitud atravesada por la finitud. La dimensión la administración de la muerte presente
vida-muerte en el pensamiento de Franz Hinke-
lammert”, en Revista Pelícano Vol. 2, sección “El 52
Cfr. Hinkelammert, Franz, op. cit., p. 323.
vuelo del Pelícano”, Córdoba, 2016, p. 25. 53
Ibid., p. 324.
51
Ibid., p. 26. 54
Ibid., p. 327.
lidad social que nutre el ordenamiento los “anormales sexuales”, los discapaci-
y legitimación de las relaciones sociales tados, los viejos, los niños, la naturaleza.
contemporáneas. Porque lo vemos en Son ellos siempre motivo para la violencia
la vida cotidiana del hombre de la calle institucional y la risa necrófila. Historiar
para quien no hay tiempo ni lugar para y visibiliar esa violencia y esa risa podrá,
imaginar experiencias de democracia que tal vez, aportar a un proceso de emanci-
afirmen la vida; ni tiempo ni lugar para pación donde la democracia comience a
producir aquella alegría capaz de socavar ser un modo de organizar las relaciones
intensidades afectivas racistas, patriar- sociales atravesadas por el deseo colectivo
calistas y clasistas o para experimentar de afirmación de la vida. “Democracia”
corporalmente el gozo creativo y la de- puede ser hoy otro nombre con el cual
mocrática satisfacción de las necesidades. expresar los deseos de emancipación.
Hay un sentimiento, una interioridad, por Rozitchner lo dirá a su manera:
la cual la democracia viene anudada con
los vestigios de la muerte. Interioridad Creo que tenés que ir abriendo la posibi-
que es preciso desarticular para producir lidad de que la gente pueda meterse sin
otra subjetividad social, menos aterrada, sentirse que va a morir, sin sentirse ame-
menos necrófila, menos sacrificialista nazada de muerte. Que el acto político
y menos meritocrática. Porque no hay no implica necesariamente la muerte o el
ampliación de la democracia con cuerpos sacrificio de la vida. Hasta que no abras
cuyas ganas gozan con la destrucción de un campo donde la gente pueda comenzar
otros seres humanos y con la destrucción a sentir que el campo de la política es un
de la naturaleza. campo de vida, de protección y no de
Entonces, hacer política emancipato- sacrificio, creo que no puede hacerse algo
ria, y por ello mismo democratizadora, es importante.57
también decidir recuperar colectivamente
las ganas de disputar el deseo, el tiempo, el La crisis de las democracias latinoameri-
espacio y la alegría en los propios deseos, canas con sensibilidad social es el triunfo
tiempos, espacios y alegrías ordinarias de la política entendida como muerte y
y extraordinarias. Tanto en las institu- sacrificio, es el triunfo de la ideología de
ciones sedimentadas como en aquellas la muerte que da vida. ¿No habrán esta-
praxis (grupos, organizaciones, colectivos, do esas democracias también asentadas
movimientos, partidos políticos) que en la ideología que aquí criticamos? Si
interpelan institucionalidades opresivas así fuera, que la experiencia histórica
y violentas. Es decir, praxis que ponen
en tela de juicio el instinto de muerte 57
Rozitchner, León, Escritos políticos, prólogo de
instrumentalizado institucionalmente. Diego Andrés Sztulwark; Cristián Sucksdorf,
Porque el deseo de muerte se reproduce Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Biblioteca
institucional y afectivamente en la violen- Nacional, 2015, pp. 122-123. Cfr. Rozitchner,
cia hacia a los pobres, los explotados, las León, La cosa y la cruz. Cristianismo y capitalismo
mujeres, los originarios, los inmigrantes (En torno a las Confesiones de San Agustín), Buenos
de países vecinos o de países “exóticos”, Aires, Losada, 2001, pp. 409-421.
156 Repensar la filosofía política en América Latina
sirva como constelación para pensar las Kessler, Gabriel y Gayol Sandra (Editores),
diversas y plurales praxis, ahora a partir Muerte, política y sociedad, Ciudad Autó-
del sentimiento activado por el deseo noma de Buenos Aires, Edhasa, 2015.
afirmativo de la vida. Marcuse, Herbert, Ensayos sobre política y
cultura, Barcelona, Editorial Planeta De
Bibliografía Agostini, 1986.
Reich, Wilhelm, Psicología de masas del fascis-
mo, Madrid, Editorial Ayuso, 1972.
De Espinosa, Barcuh, Ética demostrada según
Reich, Wilhelm, La función del orgasmo.
el orden geométrico. Introducción, tra-
El descubrimiento del orgón. Problemas
ducción y notas de Vidal Peña, Madrid,
económico-sexuales de la energía biológica,
Ediciones Orbis Hyspamérica, 1980.
Buenos Aires, Editorial Paidós, 1977.
Fernández Nadal, Estela, “El ser humano: Rozitchner, León, La cosa y la cruz. Cristianis-
infinitud atravesada por la finitud. La mo y capitalismo (En torno a las Confesiones
dimensión vida-muerte en el pensamiento de San Agustín), Buenos Aires, Losada,
de Franz Hinkelammert”, en Revista 2001.
Pelícano Vol. 2, sección “El vuelo del Pe- Rozitchner, León, Freud y los límites del indivi-
lícano”, Córdoba, 2016, pp. 22-32. dualismo burgués (Primera edición 1972),
Fromm, Erich, El corazón del hombre. Su Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2013.
potencia para el bien y para el mal, México, Rozitchner, León, Escritos políticos, prólogo
Fondo de Cultura Económica, colección de Diego Andrés Sztulwark; Cristián
popular, (Primera edición en inglés: 1964), Sucksdorf, Buenos Aires, Biblioteca
novena edición, 1985. Nacional, 2015.
Hinkelammert, Franz, Hacia una crítica de la Rozitchner, León, Escritos psicoanalíticos: ma-
razón mítica. El laberinto de la modernidad. tar al padre, matar al hijo, matar a la madre,
Materiales para la discusión, San José de prólogo de Diego Andrés Sztulwark;
Costa Rica, Arlekín, 2007. Cristián Sucksdorf, Buenos Aires, Biblio-
teca Nacional, 2015.
Hinkelammert, Franz, La maldición que pesa
Volnovich, Juan Carlos, “Acerca de Freud y
sobre la ley. Las raíces del pensamiento crítico
los límites del individualismo burgués”, en
en Pablo de Tarso, segunda edición amplia-
AAVV: León Rozitchner: contra la servi-
da, San José de Costa Rica, Arlekín, 2013.
dumbre voluntaria. Jornadas en la Biblioteca
Illich Iván, Obras Reunidas I, Revisión de Va- Nacional, Ciudad Autónoma de Buenos
lentina Borremans y Javier Sicilia, México, Aires, Biblioteca Nacional, 2015, pp.
Fondo de Cultura Económica, 2005. 169-174.