PDF Papel Literario 2022, Marzo 13
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Aforismo:
un grano de mostaza
Un recorrido por siete autores –Confucio,
Heráclito, Tomás el Apóstol, Erasmo de
Rotterdam, Francis Bacon, Blaise Pascal
y Friedrich Nietzsche–, le sirve a Andrew
Hui para construir una Teoría del aforismo
(Editorial Cátedra, traducción de Rodrigo
Guijarro Lasheras, España, 2021)
NELSON RIVERA miento. A lo largo de la vida mantuvo le sirvieran de guía. Hacia el final de
su vigilia: investigaba –puede decir- su brevísima vida (vivió solo 39 años),
E
l aforismo es concentración. se, perseguía–, precisaba, anotaba los alcanzó a organizar una parte de su
Forma literaria donde la bre- Adagia, proverbios de origen griego y obra. Pero esos esfuerzos no cambia-
vedad se ofrece indisociable latino, que llegaron a sumar 4 mil 215, ron el estatuto estructural de su des-
de la intensidad. Andrew Hui en los que el sacerdote privilegiaba la orden ni tampoco aclararon muchos
propone una tesis: el aforismo se pro- presencia de ingenio y novedad. Fue de los enigmas de su escritor.
duce frente a la filosofía como su re- él quien se refirió a ellos como gra- La posición de Hui se fundamenta
ferente ineludible. Antes, en contra y nos de mostaza: “en apariencia, mi- en las tesis de quien han visto en la
después de la filosofía. Oscila entre núsculos e insignificantes, su poder obra de Pascal una respuesta a Des-
el fragmento y el sistema filosófico. es inmenso”, atributos que están en cartes, en concreto, en el uso insisten-
En su cristalización, el aforismo de- el núcleo de la moderna comprensión te del fragmento. “Descartes llega a
nuncia la incapacidad de la filoso- del aforismo. una estructura arquitectónica, mien-
fía de explicarlo todo. “Heráclito es Francis Bacon (1561-1626), autor tras que la ejecución de Pascal es mu-
anterior a Platón y a Aristóteles, y del fundamental Aforismos sobre la cho más tambaleante, proclive al ti-
se opone a ellos. Pascal se sitúa des- interpretación de la Naturaleza y el tubeo y las fallas”. En Pascal hay un
pués de Descartes y frente a él, Niet- reino del hombre, concluyó que de los rechazo medular hacia la confianza
zsche es posterior y contrapuesto a saberes de la Antigüedad, solo se ha- orgullosa en la razón (“El corazón tie-
Kant y Hegel”. Mientras el filósofo se bían salvado restos de un gigantesco ne razones que la razón no compren-
aferra a líneas discursivas, el autor naufragio. “Bacon concibe el aforis- de”). No olvida los infinitos –Dios,
de aforismos sigue sus intuiciones, mo como una invitación a participar el espacio, los números y el tiempo.
se dispersa, aparece aquí y allá con en la empresa de la investigación Tampoco la defensa de la soledad y
sus frases luminosas. Como si su pre- moderna”. Así, el aforismo tendría el autocultivo personal, opuestos a
sea consistiese en desconocer o “dar un carácter instrumental, pequeña la sociabilidad y la conversación in-
la espalda a los grandes sistemas de y potente linterna con la cual abrir- geniosa que se promovía en el siglo
pensamiento”. Hui recuerda la tesis se paso por los secretos de la Natu- XVII. Hui recuerda la anotación del
de Lacoue-Labarthe y Jean Luc Nan- raleza. Fue firme al señalar que es- filósofo y semiólogo francés Louis
cy: el fragmento está fuera de la obra, timulaban el ingenio e impulsaban Marin: “los pensamientos son un la-
pero la complementa. ver más allá. boratorio textual que permite produ-
La extrema reducción del aforis- Blaise Pascal (1623-1662) anotaba cir un texto para ponerlo a prueba
mo, su carácter de pieza comprimi- sus pensamientos en el primer papel frente a su forma, que es el fragmen-
da, le otorga el poderío de lo inagota- que encontraba a mano. A veces, na- to”. La brevedad, como poética, se lee
ble. Hermenéuticamente inagotable. da más que dos o tres palabras que como expresión de la imposibilidad
Expresiones mínimas generan ejer- humana ante la totalidad. “Pascal vio
cicios de interpretación recurren- el mundo como una cifra”.
tes y sin final. Un ejemplo clásico,
“la naturaleza gusta esconderse”, la Nietzsche y lo inacabado
inquietante anotación de Heráclito, Esto de Nietzsche sobre “la efectivi-
acumula 2 mil 500 años de lecturas, dad de lo incompleto. Igual que las
ejercicios de análisis y debates. La figuras en relieve producen una im-
interpretación de frases de Confucio HERÁCLITO / HENDRICK TER BRUGGHEN presión tan fuerte en la imaginación
o de Jesús de Nazaret constituyen
los primeros capítulos de la herme- recuerda la afirmación de otros es- netti: tan relevante como lo que dice,
Hui construye porque parecen estar a punto de sal-
tar fuera de la pared, pero se han que-
néutica. Esto conduce a una posible tudiosos: los aforismos precedieron es lo que no dice. La estela confucia- una suerte dado detenidas de repente, así la pre-
conclusión: el aforismo habita cer- a la filosofía, como lo demuestran na sugiere una enseñanza: que el si- sentación incompleta y en relieve de
ca de ciertos extremos teológicos o los dichos breves de los presocráti- lencio puede llegar a ser prudente y de caracterología una idea, de una filosofía entera, es
filosóficos. cos. Así mismo, son numerosos los benévolo. Invita a pensar que hay un a veces más efectiva que su realiza-
En el aforismo subyacen tensio- dichos de los sabios, que más adelan- vínculo entre silencio y bondad, una del aforismo, ción exhaustiva: el espectador tiene
nes. El que sea una entidad única y
diferenciada –solitaria– no impide
te aparecieron incorporados en la
literatura evangélica de Israel. En
virtud en la concisión, en el mínimo
uso de las palabras. proveniente más que hacer, se lo incita a seguir
elaborando lo que se insinúa a sus
su gregarismo. Los autores, a menu-
do, producen series. Iteran. Ensayan
Grecia el aforismo es anterior a Ho-
mero. La palabra aphorismo aparece
Heráclito encarna lo oscuro y ora-
cular. Sus frases condensan los acer-
de los siete autores ojos con luces y sombras tan inten-
sas, a pensar sobre ello hasta el final
variaciones de algunas ideas. “Cada
aforismo podría estar perfectamen-
por primera vez en el llamado Cor-
pus Hipocrático, conformado por 457
tijos que proliferaban en la anti-
güedad, en la región mediterránea.
a los que estudia" y a que supere él mismo el obstáculo
que hasta entonces le impedía a la fi-
te completo en sí mismo, como afirma sentencias: “La vida es corta, la cien- “Disfrazan su sentido con el velo de gura en relieve dar un paso adelante
Schlegel, pero también constituyen cia larga; la oportunidad es elusiva, la metáfora, los homónimos y los do- y adquirir forma plena”.
un nodo dentro de una red, a menudo el experimento peligroso, el juicio es bles sentidos”. Como si hubiesen si- Así, el aforismo resulta en una for-
transnacional y de gran longevidad, difícil”. do creados para ser interpretados. O ma literaria perdurable, porque pre-
capaz de una expansión constante. Y Hui construye una suerte de carac- como si ciertos hechos tuviesen exis- sentado bajo una forma literaria que
los mejores autores de aforismos mo- terología del aforismo, proveniente tencia para imponer al hombre la resulta nítida, pieza única extraí-
dernos nunca se limitaron a escribir de los siete autores a los que estudia. obligación de ser desentrañados. da de un fondo brumoso, captura la
uno solo, sino casi siempre en canti- En ellos localiza componentes comu- Este llamado, tácito en Herácli- atención del lector, que puede enton-
dades ingentes”. nes –me atrevo a llamarlos engrana- to, se expresa de forma evidente en ces apropiarse de él, anotarlo en cual-
Diferenciado del refrán –verdad jes–, presentes en todos: atracción el Evangelio de Tomás (uno de los quier parte, traerlo a cuento –incluso
comúnmente aceptada–, del epigra- por lo oculto; relación con expresio- evangelios apócrifos, compuesto cuando no lo desea, porque él regre-
ma –donde reina el ingenio– o de la nes o metáforas de lo infinito; “dis- por 114 dichos atribuidos a Jesús de sa inesperadamente–, porque su bre-
máxima –de voluntad moralizante–, continuidad como condición de la Nazaret). Es allí donde se encuentra vedad, su movilidad, su condición li-
el autor se inclina por un enunciado obra”; tendencia a la repetición (de- el imperativo del desciframiento: viana y densa a un mismo tiempo, su
de cinco palabras: dicho breve que cir, más o menos lo mismo, de distin- “Aquel que descubra la interpreta- habilidad para mantenerse vivo en el
requiere interpretación. Y es que el tas maneras); y una forma –una esté- ción de estas palabras no probará la tiempo, su formato inteligible, su au-
aforismo desata al pensamiento, lo tica– cuyo principio más evidente es muerte”. Es la incitación a buscar la tonomía y el modo en que nos inci-
conecta más allá de lo obvio, lo enca- lo inacabado. verdad –mandato de supervivencia, tan a pensar, lo mantienen adherido
mina hacia preguntas cuyas respues- cuerda tendida a la esperanza– que a la memoria, listo para recordarnos
tas se ofrecen como líneas en el hori- Maestros antiguos subyace en el aforismo. que, no importa cuándo, al despertar,
zonte. Remueve la pasividad. De las Analectas de Confucio –libro el aforismo seguirá allí.
Como sus antecedentes –el prover- que recoge las enseñanzas del maes- Erasmo, Bacon, Pascal
bio, el dicho–, también el aforismo tro recogidas por sus alumnos–, pro- El relato de la obsesión que ocupó a *Teoría del aforismo. De Confucio a Twit-
aparece en las más remotas tradi- viene la premisa: a mayor concisión, Desiderius Erasmus (Erasmo de Ró- ter. Andrew Hui. Traducción Rodrigo Gui-
ciones de Egipto, de la antigua China más voluminosos serán los comenta- terdam, 1466-1536), ocupa un capítulo jarro Lasheras. Ediciones Cátedra, Grupo
y en varias culturas europeas. Hui CONFUCIO / ENCICLOPEDIA BRITÁNICA
rios. De Confucio escribió Elías Ca- en su vida y en los hitos del Renaci- Anaya, Madrid, 2021.
Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 13 DE MARZO DE 2022
Hay una diferencia universal y esencial entre las acciones de la voluntad y todas
las demás.
La inmortalidad del alma es una cosa que nos importa tanto, que nos toca tan
profundamente, que es menester haber perdido todo el sentimiento para quedar
indiferente ante lo que sea de ella.
He aquí lo que veo y lo que me perturba. Miro a todas partes y en todas no veo sino
oscuridad. La naturaleza no me ofrece nada que no sea materia de duda y de in-
quietud. Si no viera en ella nada que denotara una divinidad, me determinaría por
la negativa; si viera por doquier señales de un Creador, descansaría en paz en la fe.
Hace falta que lo exterior se una a lo interior para obtener algo de Dios; es decir,
hay que ponerse de rodillas, rezar con los labios, etcétera, a fin de que el hombre
GILBERT KEITH CHESTERTON / ARCHIVO
orgulloso que no ha querido someterse a Dios esté ahora sometido a la criatura.
Esperar el socorro del exterior es ser supersticioso; no querer unirlo a lo anterior En el momento en que nos ponemos de acuerdo La manera de aliviar la pena es exagerarla.
es ser soberbio. para hacer algo es cuando empezamos a estar en
desacuerdo. El silencio es la réplica insoportable.
El último paso de la razón es reconocer que hay una infinidad de cosas que la su-
peran. Es flaca si no llega hasta conocer esto. Dickens reclamaba su dinero en un tono valeroso y Un debate sin digresiones es imposible.
vibrante, como un hombre que reclama su honor.
El corazón tiene razones que la razón no conoce. El peor argumento del mundo es una fecha.
Las clases altas están siempre felicitándose a sí mis-
Es el corazón el que siente a Dios, y no la razón. Esto es lo que es la fe: Dios sensi- mas por el hecho de no ser arrogantes. Convertirse en católico no es dejar de pensar, sino
ble al corazón, no a la razón. aprender a pensar.
Exageración: la definición de arte.
La fuerza es la reina del mundo, y no la opinión. Pero la opinión es la que usa de No hay en la tierra nada que pueda considerarse
la fuerza. Es la fuerza quien hace la opinión. La arquitectura se aproxima más que ningún otro sin interés: lo único que puede haber es una perso-
arte al estado de lo irrevocable, por lo difícil que es na que no se interesa.
El mundo juzga bien de las cosas, porque se halla en la ignorancia natural, que es desembarazarse de sus obras.
la verdadera sede del hombre. Acaso la vida de un hombre ordinario conten-
Cualquier cosa hermosa siempre significa más de ga el verdadero misterio: el secreto de los pecados
El hombre no es más que una caña, la más débil de la naturaleza, pero es una lo que dice. evitados.
caña pensante.
Cuando la obra ha pasado de una mente a otra es Lo más increíble de los milagros es que ocurren.
El hombre no es ni ángel ni bestia, y nuestra desgracia quiere que quien pretende cuando se convierte en una obra de arte.
hacer de ángel haga de bestia. La crítica moderna, como todo lo débil, está sobre-
Hasta el ateísmo es demasiado teológico para noso- cargada de palabras.
No nos sostenemos en la virtud por nuestra propia fuerza, sino por contrapeso tros en estos días.
de dos vicios opuestos, como permanecemos de pie entre dos vientos contrarios: No digo que los nuevos escritores no deban probar
suprimid uno de estos vicios; caeremos en el otro. Es ridícula la postura del ateo que no sabe más que nuevos estilos. Digo que deben resistirse a la prohi-
hablar de Dios con irritación. bición de probar viejos estilos.
Contradicción es un mal indicio de verdad: muchas cosas ciertas se ven contra-
dichas; muchas falsas pasan sin contradicción. Ni la contradicción es signo de El salvajismo tiene la virtud de la ineficiencia. Un clásico es un autor al que se cita antes de leerlo.
falsedad, ni la incontradicción es signo de verdad.
Adán perdió toda caballerosidad después de la caída. No se puede ser excéntrico sin que haya un centro.
Si soñáramos todos los días con la misma cosa, nos afectaría tanto como los obje-
tos que vemos todos los días. El único modo de obligar a un caballero es dicién- Lo más interesante de cada generación son las cosas
dole que es libre. en las que nunca pensaron.
El mal es fácil, hay una infinidad de
males; el bien, casi único. Pero cierto Demasiado capitalismo no significa demasiados ca- Que la excepción llegue a ser la regla es la peor de
género de mal es tan difícil de encon- pitalistas, sino demasiados pocos capitalistas. las tiranías.
trar como eso que se llama el bien; mu-
chas veces se hace pasar por bien de es- Hay dos maneras de llegar a casa, y una es quedar- La propiedad es, escuetamente, el arte de la
ta especie a este mal particular. Hace se en ella. democracia.
falta incluso una grandeza de alma ex-
traordinaria para llegar a él, igual que La fascinación por la lucha la entiende cualquier Toda educación es religiosa y lo es especialmente si
para llegar al bien. hombre que no ha sido esclavizado. es una educación irreligiosa.
Es peligroso el hacer ver demasiado al La Biblia nos dice que amemos a nuestros vecinos y El escéptico es demasiado crédulo.
hombre cuán semejante es a los anima- también a nuestros enemigos; es probable que nos lo
les sin mostrarle su grandeza. Es tam- diga porque, generalmente, son los mismos. No puede haber ninguna controversia clara en una
bién peligroso hacerle ver demasiado época escéptica.
su grandeza sin su bajeza. Es más pe- BLAISE PASCAL – ANÓNIMO, COPIA DE Solo a un crítico muy superficial le sería imposi-
ligroso todavía que ignore lo uno y lo UN RETRATO DE FRANÇOIS II QUESNEL ble ver al eterno rebelde que hay en el corazón del El verdadero reverso de un escéptico: el pensador.
REALIZADA POR GÉRARD EDELNICK
otro. Pero es muy provechoso represen- (1691) / PALACE DE VERSAILLES conservador.
tarle lo uno y lo otro.
*Copiados de Un buen puñado de ideas. Edición de Enrique García-Máiquez y Luis Daniel González. Editorial Renacimiento,
*Tomado de Pensamientos. Traducción: Xavier Zubiri. Alianza Editorial, España, 2004. España, 2018.
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Papel Literario 3
Nada de lo que sabemos está libre de expia- La enfermedad representa el triunfo del prin-
ción. Tarde o temprano, terminamos pagan- cipio personal, la derrota de la sustancia anó-
do muy caro las paradojas, los pensamientos nima que hay en nosotros. Por eso es el fenó-
osados o las indiscreciones del espíritu. meno más característico de la individuación.
La salud –incluso bajo la forma transfigura-
Sobre todas las cosas –y en primer lugar sobre da de la ingenuidad– expresa la participación
la soledad– estás obligado a pensar negativa y en el anonimato, en el paraíso biológico de la
positivamente a la vez. indivisión, mientras que la enfermedad es la
fuente directa de la separación.
El papel del pensador es retorcer la vida por
todos sus lados, proyectar sus facetas en to- Todo hombre es su propio mendigo.
dos sus matices, volver incesantemente sobre
todos sus entresijos, recorrer de arriba abajo La amargura es una música alterada por la
sus senderos, mirar una y mil veces el mis- vulgaridad. Solo existe nobleza en la melanco-
mo aspecto, descubrir lo nuevo solo en aquello lía. Por ello no carece de importancia saber en
que no haya visto con claridad, pasar los mis- qué matiz del tedio por el mundo has estado
mos temas por todos los miembros, haciendo pensando en Dios…
que los pensamientos se mezclen con el cuer-
po, y así hacer jirones la vida pensando hasta Las autobiografías hay que dirigirlas a Dios y
el final. no a los hombres. La propia naturaleza da un
certificado de defunción cuando uno se dedica
La palidez es el color que cobra el pensamien- a contar sus cosas a los mortales.
to en el rostro humano.
Por más pretensiones que tuviéramos, en
Una filosofía de la conciencia no puede termi- el fondo, únicamente podemos pedir a la vi-
nar más que en una del olvido. da que nos permita estar solos. Así le damos
la oportunidad de ser generosa e incluso
Un hombre que practica toda su vida la pródiga…
lucidez, se convierte en un clásico de la
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ – JOAQUÍN SOROLLA / HISPANIC SOCIETY OF AMERICA desesperanza. Todo lo que no es salud, desde la idiotez hasta
la genialidad, es un estado de terror.
Creo que la alegría no es más que una elevación No des tu esfuerzo más que a lo permanente. A quien no le parezca que después de cada
sobre un descenso. amargura la luna se ha puesto más pálida, los La sensibilidad por el tiempo es una forma di-
Me gustaría que lo mío quedase para siempre co- rayos del sol más tímidos y que el devenir pi- fusa del miedo.
El mundo no envejece, rejuvenece con los siglos. mo una hermosa ruina. de excusas, cercenando su ritmo, a ese le hace
falta la base cósmica de la soledad. La posibilidad de sentirse alegre entre los de-
Cada día hemos de vencer con las ideas de ca- No hemos venido al mundo para vivir, sino para más, sobre todo hasta cuando nos cohíbe la
da día. descifrarlo mientras vivimos. La infelicidad es el estado poético por mirada de un pájaro, es uno de los secretos
excelencia. más extraños de la tristeza. Todo está helado
El segundo es casi siempre el primero. Para ser guía después de muerto hay que tener y te dedicas a derrochar sonrisas; ningún re-
una vida sin gloria. En el fondo, ¿qué hace cada hombre? Se expía cuerdo te devuelve ya al que fuiste y te sientes
El menor llevará siempre contra sí el remordi- a sí mismo. con ánimo de inventarte un pasado; la sangre
miento de los peores. Poesía, estado de gracia. rechaza alientos de amor y las pasiones lan-
¿Qué hombre, al mirarse en el espejo en pe- zan llamas frías sobre unos ojos apagados.
Nada está más lejos de una cosa que aquella que Una poesía directa, completa, natural. Y, a veces, numbra, no ha tenido la impresión de encon-
se le parece. sobrenatural, que es también natural. trarse con el suicida que lleva dentro? Los desiertos son los parques de Dios.
Hoy lo de hoy. Mi reino está en lo difícil. Cada problema requiere de una tempera- Sufrir es la manera de estar activo sin hacer
tura diferente. Solo a la desdicha le sirve nada.
A donde llegue, pero sin prisa. Mis dos solas armas: tiempo y silencio. cualquiera…
*Tomados de El ocaso del pensamiento. Traduc-
Si la corrección no es posible, al menos la con- No comprendo más que una crítica: la Todo cuanto en nosotros hay de indómito y ción: Joaquín Garrigós. Tusquets Editores, Es-
ciencia plena del defecto. autocrítica. agitado, de irracional compuesto de sueño y paña, 2022.
Lo pensado bien por la mañana, qué bien se sien- Eternidad es fuga momentáneamente detenida.
te por la tarde.
Cuando sientas prisa anda más despacio.
Un vocabulario rico, pero de hoy.
Dando vueltas a nuestras ideas solemos encon-
Hay que sentir agudamente las ideas, meditar trar el centro del círculo ideal perdido.
despacio los sentimientos.
Toda la vida no es más que un “mientras tanto”.
Escribir no es hablar.
Alto es siempre profundo. Profundo no es siem-
Pensamiento que debe volver, volverá. pre alto.
Cuando me limpio los dientes me parece que es- Creo en un dios inmanente. No sé si lo descubri-
toy aseando ya mi muerte. ré en mi propia vida.
Yo he conseguido una ventaja: ¡empiezo a callar! Qué difícil unir lo suficiente con lo necesario.
Tengo por cabeza un calidoscopio. El más fuerte será el que concentre más su idea
en el presente.
He tenido la tristeza de vivir cerca de toda suerte
de hombres imbéciles.
*Tomados de Ideolojía (1897-1957). Metamorfosis IV. Juan Ramón Jiménez. Reconstrucción, estudio y notas de Antonio
Sánchez Romeralo. Editorial Anthropos, España, 1990. El volumen, que reúne más de 4 mil aforismos, distribuidos en
unas 140 series temáticas, fue publicado más de tres décadas después de la muerte de su autor (1968) EMIL CIORAN EN RUMANIA – KEYSTON AGENCY / ARCHIVO
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Cierta vulgaridad es necesaria a todo Para desafiar a Dios el hombre infla Todo escritor comenta indefinida- Solo la sumisión a Dios no es vil.
lo que quiera vivir. su vacío. mente su breve texto inicial.
La cultura literaria y filosófica, que
La idea desarrollada en sistema se Hay individuos que tratan el univer- Llámase monismo la vana tentativa fue hasta ayer el costoso orgullo de
suicida. so con suficiencia profesoral. de ensamblar los rotos fragmentos una clase, es hoy el negocio de un
del universo. gremio. *Copiados del volumen Escolios a un texto
Nada más difícil que impedirle a una La más execrable tiranía es la que implícito. Prólogo: Franco Volpi. Ediciones
idea salirse del lugar donde es cierta. alegue principios que respetamos. El místico es el único ambicioso serio. Solo es noble lo que dura. Atalanta, España, 2009.
6 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 13 DE MARZO DE 2022
En medio de aforismos:
una visita que regresa del olvido
“Valgan estas líneas, trabaja, y alimenta nuestra savia.
Un día de mi infancia entré, de la
a la entrada de otra mano de mi padre, a la casa de Víc-
tor Guédez. No sabía –como no sa-
colección de Víctor bemos nada en la infancia, ese lugar
sin voz en el que las palabras de otros
Guédez, esta vez comienzan a hacer su nicho en noso-
D
ecía Paul Valéry, en un cuando entré, de la mano de mi pa-
aforismo que pudie- dre, a la casa de Víctor Guédez.
ra Víctor Guédez añadir Vino a mí como una imagen precisa,
a esta enciclopedia de nítida, impecable. Era la vívida me-
pensamientos que ha ido reuniendo moria de una casa plena de obras de
–pequeños alephs de sabiduría que lo arte, y con ello la primera experien-
conducen–: “Sueño: llamamos sueño cia que tuve en mi existencia de una
a cierto recuerdo. Llamamos sue- colección, tal como puedo llamarla
ño al recuerdo de un sueño”. Y más hoy con un nombre que entonces me
adelante: “Sueño es aquello que pue- faltaba. Aquel primer asombro fue,
de ser convertido en sueño. Cuando como también solo puedo saberlo
despertamos”. Freud, que reinventó hoy, un evento formador –quizás tam-
la palabra “figurabilidad”, nos dejó bién transformador– en mi vida. Me
el abanico abierto de esas tres cifras he dedicado por largos años, en bue-
que se juntan en aquello de nunca na parte, a estar en el corazón de co-
llegar a ser hasta más tarde: el sue- lecciones de arte –privadas, públicas, VÍCTOR GUÉDEZ / ©VASCO SZINETAR
ño, la figurabilidad y, por supuesto, personales, ficticias, legendarias–; he
la memoria. contribuido a formar algunas; pero toria del arte, encontrado entre las nas juventud (porque al final la vida Víctor Guédez no ha cesado de fre-
Vivimos a merced del olvido. Pero sin duda la primera fue aquella casa páginas de Pascal Quignard, viene al nos iguala) me esforzaba por enten- cuentar el hacer de nuestros artistas,
en nosotros vive, latente, sin que se- de Víctor Guédez en la que las obras caso: “Aquello que olvidamos no nos der la amplitud de los registros de y esa larga y fructífera jornada crí-
pamos, el reservorio magnífico de lo se acumulaban ante mis ojos inmen- olvida”. su gusto, y de su inteligencia crítica. tica, acometida en el tiempo en que
inolvidable. Y un día cualquiera, co- samente abiertos y sin voz, de suelo Valgan estas líneas, a la entrada de Hoy sé que su oficio ha sido constan- nuestra escena artística multiplica-
mo el sueño, como la memoria, como a techo, como los libros que lo rodea- otra colección de Víctor Guédez, esta te en construir y defender esa ampli- ba su orfandad, es también una lec-
la intensidad figural haciéndose a la ban el día en que lo inolvidable se hi- vez de pensamientos aforísticos, per- tud de registro, y por ello este libro ción: aquella de una vocación hacia el
vez extensa y concreta en las figu- zo en mi memoria nuevamente. cutantes, de brevedad y sabiduría, en es más que una colección: es también hacer –y como en este libro, hacia el
ras, lo inolvidable retorna en noso- Otro aforismo, este sí absolutamen- la palabra de tantos otros que este li- una cifra de su obrar, el monograma pensar– de los otros desde donde, co-
tros y nos hace saber que el olvido, te conductor de mis investigaciones bro reúne. Le he dicho a Víctor, casi en forma de enciclopedia manual de mo en lo inolvidable que retorna, es
despertando, incesantemente nos y de mi escritura en materia de his- en forma de disculpa, que en mi ape- pensamientos que lo ha acompañado. siempre posible imaginar el futuro.
A
IV
ntes de comenzar quisiera Descartes, a diferencia de Hobbes no
hacer un par de aclarato- es un filósofo que se haya dedicado a
rias frente al título de este escribir sobre política, son escasos
ensayo: la primera es que los pasajes de su obra en los cuales
el título original del mismo era “Po- las leyes, el Estado y lo social ocupen
lítica y escepticismo en la temprana un lugar preponderante, sin embar-
filosofía moderna: los caso de Descar- go, lo que sí podemos observar en sus
tes y Hobbes”, sin embargo, creo que últimos trabajos, y en muchas de sus
el título de “Política y escepticismo cartas, es una cierta preocupación
en la modernidad” nos podría acer- por los ribetes más sensibles de la
car al problema que plantearemos a vida personal. Es así como en carta
continuación sin la camisa de fuerza a Elizabeth le comenta porqué cree
que los rigores académicos imponen que lloramos cuando vamos al teatro
y que a veces, lejos de formar, defor- o porqué cree que el ejercicio físico,
man y malacostumbran, sobre todo a pesar de traer fatiga, nos trae tam-
a quienes hacemos vida dentro de los bién satisfacciones cuasi “espiritua-
claustros universitarios. La segunda les”. Así también, en el Tratado de las
aclaratoria es la siguiente, los nom- pasiones del alma, nos pone a pensar
bres de Descartes y Hobbes los utili- acerca de la naturaleza de la genero-
zaremos como meros pretextos para sidad, las causas del amor, el odio, el
acercarnos al problema central de es- miedo y la tristeza haciéndonos un
ta charla, que no es otro sino el de re- llamado al final a conocernos más
visar la problemática relación entre para así poder disfrutar estas pasio-
la dimensión privada e individual de nes ya que, en sus propias palabras,
los ciudadanos y el compromiso que del disfrute de estas depende todo el
con lo político poseen, al cual no pue- contento que podamos tener en esta
den renunciar. vida. Así también, en la tercera parte
En otras palabras, y ya para entrar del Discurso, Descartes intenta darle
en el tema en cuestión ¿es posible valor a las normas sociales indepen-
que nos refugiemos dentro de noso- dientemente de que estas no proven-
tros mismos a tal punto que no nos gan ni se entiendan más allá del mero
veamos afectados por lo político? ¿Es THOMAS HOBBES / JOHN MICHAEL WRIGHT acuerdo o de la costumbre, es decir,
posible que nos entreguemos a lo po- se ocupa de pensar en la norma y su
lítico y nos olvidemos por completo y triste andar hacia la muerte. Sin pias manos no puedo garantizarme rol en lo cotidiano como parte estruc-
de nuestros más íntimos anhelos, in- embargo, como salida a esta situa- ¿cómo puedo interpretar mi libertad tural de nuestra vida.
clinaciones y pasiones, por más bur- ción, el autor formula la ya conoci- si soy su eterno súbdito? Piense por De acuerdo a esto, en vista de lo
das o sofisticadas que sean? Estas da tesis contractualista en la cual el un momento, si el Estado puede de- fragmentaria y escasa de la reflexión
son, de alguna manera las preguntas derecho natural es limitado por la clararle la guerra a cualquier otro cartesiana en torno a la moral y a
que trataremos de responder. denominada ley natural, la cual se Estado o grupo con el fin de alcanzar la política, si comparamos el pensa-
entiende como el tipo de imposición la paz, ¿significa entonces que como el hombre ve miento de ambos autores tendríamos
I que asumimos como propia a fin de parte de ese Estado estoy obligado a que por un lado, Hobbes nos muestra
A pesar de sus conocidos desacuer- salvaguardar alguna clase de acuer- atender a esa guerra? La respuesta en todo semejante lo miserable que puede llegar a ser
dos ontológicos, (por decir lo menos) do, o mejor dicho, contrato, que nos es, sin duda, sí. Es decir, en una con-
Hobbes y Descartes trabaron amis- permita salir del angustiante y deses- cepción como la hobbesiana lo indi- a un potencial nuestra vida si no nos atrevemos a
ceder nuestros derechos a un sobe-
tad, y de acuerdo a Rodis-Lewis, en
algún momento compartieron algo
peranzador estado de naturaleza, ya
que, tal como Spinoza afirmara: entre
vidual tiene posibilidades de floreci-
miento siempre y cuando el Estado
enemigo, enreja su rano que nos proteja, en cambio, por
el contrario, Descartes, con el fin de
así como una noche de farra entre
amigos junto a Mersenne y Gassen-
dos males, el hombre siempre se de-
cantará por el menor de ellos.
no necesite al individuo para alcan-
zar sus fines, de donde se afirma que
casa y vive, reflexionar en torno a nuestra propia
naturaleza, nos invita a refugiarnos
di en París. Si bien la farra del siglo Si nos detenemos por un momen- solo puedo pensar que tengo garantía por sobre todas en lo interior, en el ámbito meramen-
XVII dista mucho de parecerse a la to, encontramos que esa ley natural de desarrollar alguna labor creativa te introspectivo ya que de otra forma
nuestra, a pesar de sus diferencias, prescribe cosas como buscar la paz a ya sea en el orden filosófico, científi- las cosas, permaneceríamos eternamente en
ambos filósofos parecían tener una toda costa, e incluso hacer la guerra, co, literario, poético o comercial si y la más oscura y confusa ignorancia
visión de la relación entre política e si es necesario, para poder encontrar solo si tengo la suerte de que exista con miedo" y de esta forma, la conquista de un
individuo bastante disímil, veamos esa paz duradera. Asimismo, en esa una cierta paz al momento de apare- saber que a la postre nos conduzca
por qué: búsqueda de la paz, el hombre, dentro cer en este mundo, o de que otro asu- a una moral de la cual lo político de-
Si hacemos una revisión de los pri- de ese estado en el cual la ley natural ma mi responsabilidad y defienda la nuestra libertad de expresión llega penda, seria simplemente imposible.
meros veinte capítulos del Leviatán, tiene validez, podrá́ sentirse seguro paz de la que yo disfruto mientras es- hasta el punto en el cual nuestras pa- En otras palabras, si Descartes tiene
específicamente después de que Hob- ya que su vida y sus propiedades esta- toy viendo televisión o tomándome labras amenacen el libre desempe- razón ¿cuál puede ser el valor de un
bes sienta las bases, en los primeros rán garantizadas. Sin embargo, estas una cerveza bien fría. Si me pongo a ño del soberano, el cual encontrará contrato si quienes lo suscriben se
cinco, de su visión monista acerca garantías no son gratuitas, ya que, la orden del Estado, desaparezco co- nuestra duda frente a sus intenciones desconocen tanto a sí mismos como
de la realidad (en donde se afirma la para poder disfrutar de ellas, habrá mo individuo en un engranaje bélico como impertinente, indeseada, fútil, e a los demás? O más aun, ¿cómo se
existencia de una única sustancia: la tenido que ceder sus derechos a un para poder alcanzar la paz, si perma- incluso ofensiva. En este sentido ¿es sentiría usted si después de firmar
materia), el autor inicia una reflexión soberano que se encargue de hacer nezco al margen es poco lo que pue- deseable un panorama como este en un acuerdo se entera de que la con-
en la cual el individuo, (al ser descri- valer esa ley y que vele porque jamás do reclamar a quienes sacrifican sus el cual por alcanzar una “paz dura- traparte ha roto los últimos acuer-
to dentro del llamado estado de natu- se vuelva a vivir en el tan temido y vidas por alcanzar la paz. Entonces, dera” permitimos que se escruten dos que ha suscrito en su propio be-
raleza), es visto como un ser peligro- tenebroso estado de naturaleza. visto de esta manera ¿nos está po- nuestras intenciones y se critique el neficio? Para hacer esto un poco más
so, digno de la mayor desconfianza, Ahora bien, en un panorama co- niendo Hobbes en una encrucijada? disenso? gráfico ¿cómo se sentiría si se entera
el cual lucha apenas por su mera so- mo este, tenemos que la vida perso- De esta forma, y en consonancia de que aquel por el cual usted votó se
brevivencia, propiciando acuerdos nal, la posibilidad de nuestros éxitos II con esta perspectiva, hoy en día ve- copiaba en la universidad, hacía ne-
circunstanciales basados en la coac- y bienestar, depende completamente Visto como uno de los proyectos po- mos guerras preventivas, espacios li- gocios truculentos o cosas semejan-
ción y la fuerza. de la seguridad que me brinde el Es- líticos más influyentes de la moder- bres de ley para poder ejercer la tor- tes? Sin embargo, pese a que parecie-
En ese estado, en el que el hombre tado así como de la lealtad que yo le nidad, el contractualismo hobbesia- tura, comisiones de censores que en ra que Descartes tiene un punto ya
es concebido como un lobo para sí brinde a la ley. Es decir, en una con- no nos muestra que hasta los detalles nombre de revoluciones de derecha que la política debería subsumirse al
mismo, la vida humana parece, a lo cepción como esta, no hay neutrali- más simples de nuestra vida, como o de izquierda condenan más que di- conocimiento general que el yo po-
menos, miserable. En ese estado, al dad posible y todo lo que dependa del por ejemplo el que podamos llenar sienten de los otros en nombre de la sea sobre sus propias capacidades y
margen de toda ley (al menos explí- Estado estará en el derecho de hacer nuestra nevera con lo que queramos, paz y el bienestar. arraigos, ya que este sería el punto de
citamente) tal como señala el autor, apología del soberano, ya que sin él, el que podamos comprar en la esqui- partida para acceder a la verdad ¿está
el hombre ve en todo semejante a un de acuerdo a Hobbes, no seriamos na algún producto, depende de una III justificado que no reconozcamos co-
potencial enemigo, enreja su casa y más que amenazas frente a nuestros cierta acción política mayor la cual Sin duda la modernidad tiene en el mo legítima ninguna instancia políti-
vive, por sobre todas las cosas, con semejantes. permite que ciertos intercambios contractualismo de Hobbes uno de ca dado el desconocimiento que como
miedo; miedo a que el otro, por razo- De acuerdo a esto, detengámonos insignificantes, como por ejemplo sus proyectos políticos más ambi- individuos tenemos frente las inten-
nes conocidas o desconocidas, le oca- un momento en esta concepción y comprar un cocossette en la esquina, ciosos y totalizantes, sin embargo, ciones de los otros? La respuesta a es-
sione daño e incluso la muerte. preguntémonos: Si cedo mis derechos sean posibles. Si el Estado debe velar detengámonos a pensar por un mo- te asunto es obvia.
En semejante condición, la vida al soberano para que con sus medios por la paz y prevenir la sedición tan- mento en la opción contraria. Qué
humana, más que vida, es un lento garantice aquello que con mis pro- to dentro como fuera de él, entonces tal si, ahora dándole el turno a Des- (continúa en la página 10)
10 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 13 DE MARZO DE 2022
Política y escepticismo
resulta de tremenda utilidad a la hora
de aproximarnos a tentativas políticas
y jurídicas que busquen el perfeccio-
en la modernidad
namiento y mejoramiento de nuestra
condición personal, pero corremos el
riesgo de que al hacerlo debilitemos al
Estado con nuestra indiferencia.
(viene de la página 9) terpretación del minimalismo político Ahora bien, el problema central al
de Descartes es rescatar una visión de que nos enfrentamos fue el de justifi-
Las preguntas anteriores nos mues- lo político donde el individuo no pierda car dentro del ámbito político, al cual
tran dos formas opuestas de concebir el derecho a manifestar legítimamen- indefectiblemente estamos atados, un
lo político en la temprana filosofía mo- te sus desavenencias con el poder sin espacio para la reflexión individual, el
derna. Por un lado, Hobbes apuesta que sea criminalizado o estigmatizado, cual sea no solo respetado sino consi-
por el contrato y por otro, Descartes, es decir, que su derecho a ser conside- derado como parte constitutiva del or-
frente a la posibilidad de que este con- rado un fin en sí mismo no desaparez- den social, es decir, un espacio de en-
trato me pueda perjudicar, prefiere no ca bajo ningún concepto. Es decir, una sayo, de desenvolvimiento personal en
hacer ninguna apuesta. Este llamado visión donde un cierto tipo de escepti- el que el individuo pueda representar,
al escepticismo que hace Descartes, no cismo político, más que respetado, sea actuar, transformar sin la presencia de
pareciera ser una forma de eso que hoy considerado como fuente de perfeccio- una doctrina jurídica o política que lo
en día algunos denominan antipolítica, namiento incluso si la crítica se dirige coaccione de alguna manera. En este
es decir, una forma de ejercer la críti- contra el Estado y el Soberano. sentido, reinterpretamos el escepticis-
ca hasta tal punto que nos impida jus- En este sentido, también vale la pe- mo cartesiano y lo intentamos solida-
tificar cualquier iniciativa en el orden na revisar un asunto que Negri, en su rizar con la perspectiva popperiana
sociopolítico e incluso jurídico. En este Descartes político, asoma como una en la cual, dada la imposibilidad que
sentido, creo que más que antipolítica, alternativa para entender el escepti- tenemos como humanos de alcanzar
el escepticismo cartesiano está hacien- cismo moderado al que antes nos he- respuestas absolutas, ninguna perso-
do un llamado a hacer un tipo de polí- mos referido y desde el cual podemos na perdería nunca el derecho a levan-
tica diferente, una que dependería en comprender el minimalismo político tar la mano para ponerle un alto al Es-
última instancia de eso que Descartes de Descartes. Nos referimos al hecho tado, a sus pretensiones hegemónicas
llama luz natural, la cual si bien tam- de que para Negri, la idea de ley que y sus mecanismos de propaganda, por
bién es totalizante y omniabarcante, Descartes posee, depende de una idea más útiles que resulten sus acciones
como lo es el soberano hobbesiano, re- de nación, la cual, si bien resulta arti- para el mejoramiento circunstancial
sulta para el pensador francés el punto ficial, le es imprescindible. Por tanto, de las condiciones de vida de un deter-
de apoyo esencial a la hora de buscar podemos decir, de acuerdo a Negri, MIGUEL VÁSQUEZ / MIGUELEV.COM minado grupo. Es por ello que resulta
la verdad. que la condición con la cual Descar- fundamental justificar el espacio indi-
En tal sentido, si fijamos nuevamente tes se enfrenta a lo político es desde la no nos queda otra cosa, tal como ante- tensiosas, ambiciosas y en algunos ca- vidual frente al Estado, a fin de evitar
nuestra atención en lo dicho por Des- condición de un extranjero, pero no la riormente señalamos, que respetarlo sos avasallantes. que algo tan necesario como el orden
cartes en tercera parte del Discurso, de un extranjero común, sino la del ex- por absurdo que nos parezca. En este Como hemos visto, Hobbes y Descar- social haga desaparecer algo aún más
tendríamos que el respeto a una ley tranjero exiliado, es decir, la de alguien sentido, parece que desde la visión car- tes son dos ejemplos de cómo se lleva a fundamental, la crítica y el disenso
específica, sea producto de la mera que busca un espacio, un contexto des- tesiana la razón está exiliada dentro de cabo este proceso de reinterpretación no solo del colectivo, sino también del
costumbre o de acuerdos circunstan- de el cual pueda ser respetado y en el sí misma y es extranjera en el propio en el cual la razón juega un papel fun- individuo.
ciales, se considera imperativo mien- que la realización de su proyecto de mundo, mundo frente al cual no tiene damental, ya que es desde ella de don-
tras la luz natural no nos ofrezca la vida sea una posibilidad tan acepta- un orden práctico que imponerle y por de intentamos comprender la proble- VI
posibilidad de llegar a una legislación ble como cualquier otra en tanto que lo cual debe conformarse con lo que la mática relación entre la esfera de lo Todo lo anterior puede verse como una
mejor. En tal sentido, dicho respeto asume los derechos que garantizan la alteridad le presente. individual y la de lo social y político. defensa kantiana del Estado liberal e
implicaría subordinación temporal ya existencia del otro como propios, cons- Con Hobbes pudimos observar que el incluso, indirectamente, de los meca-
que la ley a la que se refiere Descartes tantes e inalienables. Un exilio que, tal V contractualismo, si bien puede brin- nismos económicos, de representación,
en esta parte de su obra, no es una ley como asoma Negri, en el caso de Des- La temprana filosofía moderna sin darnos ciertas seguridades, también de intercambio y de poder que en este
que sea producto de la razón, sino por cartes es autoimpuesto y desde el cual duda sienta las bases para una nueva deja abierta la puerta a ciertas ame- se expresan. Popper, como defensor de
el contrario, se le considera un produc- cualquier orden social se presenta, por reinterpretación del derecho, el Estado nazas frente a las cuales como indivi- la postura kantiana, lleva a cabo una
to de condiciones históricas y cultura- definición, como ajeno, contingente e y lo político en general, las concepcio- duos nos encontramos prácticamente apología de la propuesta moral del de
les aleatorias que la definen y la con- impropio, pero al mismo tiempo, como nes que se desarrollan en el siglo XVII indefensos. Con Descartes observamos Köningsberg a lo largo de muchos de
figuran en un tiempo específico con el asidero circunstancial frente al cual y parte del XVIII resultan a veces pre- que una cierta dosis de escepticismo los trabajos que sucedieron a La lógi-
el propósito de resolver un problema ca de la investigación científica, sin em-
circunstancial. bargo, pese a que incluso se pueda de-
Por ello, más que un tipo de escepti- cir que Popper acusa a un pensamiento
cismo radical que nos conduzca a eso de “ideología” (en su caso al historicis-
que hemos llamado antipolítica, es mo) desde otra ideología –tan preten-
decir a una cierta condición desde la didamente racional, según algunos,
cual el ciudadano pueda tener fantás- como la primera–, no pareciera haber
ticamente la posibilidad de refugiar- dificultad en asumir, como punto de
se en sus propios asuntos al margen partida de la argumentación, entre for-
de los cambios políticos que suceden mas de liberalismo que buscan justifi-
a su alrededor, el escepticismo carte- carse, (ya sea la kantiana, la hobbesia-
siano es meramente instrumental, y na o incluso la de Descartes), un límite
en tal sentido, más que negar una rea- individual –incluso corporal– como
lidad sociopolítica que está allí y que espacio irreductible frente al cual el
nos encuentra así no la busquemos, la Estado debe asumir como negación, y
posición de Descartes nos exige que en tanto tal, como referente elemental
seamos capaces de respetar, es decir, en la construcción de la jurispruden-
hacer como propia momentáneamen- cia que lo soporta y le brinda el anda-
te una norma mientras no seamos ca- miaje constitucional desde el cual es-
paces de encontrar alguna que posea te (el Estado) se expresa y se articula
valor universal. institucionalmente.
De esta forma creo que podríamos Sin duda que el Estado liberal como
afirmar que Descartes no está diciendo “producto” de la modernidad, fue, en
que lo político sea irrelevante, sino que sus inicios, un producto de manufac-
tan solo habría de ser considerado co- tura casera, pretendidamente novedo-
mo provisional en ausencia de una le- so y laico mientras conservaba las for-
gislación que sea producto de la luz mas más violentas del Estado feudal.
natural. Ahora bien, mirando el pro- Sin embargo, resulta poco justo no re-
yecto cartesiano desde nuestra pers- conocer que, con el transcurrir de las
pectiva, con sus aciertos, pero sobre décadas tardías del XVII, y las tempra-
todo con sus fracasos en mente, nos nas del XVIII, se comenzaron a reco-
resulta, cuando menos, útil la reco- ger los frutos de una reflexión moral
mendación inicial de Descartes de no más elaborada, sofisticada y madura,
tomar ningún orden jurídico ni políti- desde la cual el Estado liberal, desde el
co como definitivo si no podemos llegar punto de vista teórico e incluso hasta
a demostrarlo, es decir, si no podemos fiscal, logró establecer límites claros
explicar-encontrar sus fundamentos con respecto a la influencia de sí mis-
últimos. mo en la vida individual. Por ello creo
Sin embargo, para evitar relativis- que, frente a ensayos dogmáticos, fren-
mos, desde el siglo XXI diríamos que in- te a propuestas políticas que buscan re-
dependientemente de que no sepamos ducir lo individual a un cierto espíritu
cuál es en definitiva la mejor forma de colectivista, en donde, por ejemplo, la
dirigir los destinos de una nación, lo independencia de poderes no existe,
que queda claro es que cualquiera que (la cual busca retrotraernos, en nom-
sea la forma, la dignidad de los indivi- bre de la “libertad del todo”, de vuelta
duos no debería estar subyugada por a lo provincial donde el individuo solo
ningún proyecto político. En tal sen- puede ser libre si asume como propio
tido, ¿no es esta una posición similar el dogma del gobernante), la propuesta
a la que recomienda Popper cuando kantiana que trae a su manera Popper,
sostiene que la posibilidad de perfec- resulta valiosa en tanto que nos permi-
cionamiento, tanto en el ámbito teóri- te vincularnos y vincular al Estado con
co-científico como en el político-prác- la idea de límite en su dimensión más
tico, descansa sobre la base de que elemental y básica.
reconozcamos previamente que ningu- Tal vez sea nuestro reto revisar cómo
na de nuestras tentativas de solución nos acercamos y nos representamos la
es por definición irrefutable, definitiva figura del Estado liberal, sin embargo,
y completa, y que todas habrían de re- hacerlo al margen de la defensa de la
conocer de antemano algún principio dignidad el individuo, del derecho a la
universal que reconozca lo inalienable disidencia y a la libertad individual en
de la dignidad humana? En otras pala- el marco de la igualdad de derechos, lu-
bras, lo que intentamos con esta rein- RENÉ DESCARTES / RIJKSMUSEUM ce como un claro despropósito.