Ansiedad
Ansiedad
Ansiedad
A su vez, los mecanismos que desplegamos para relacionarnos con la frustración, por
ejemplo, parecen depender, entre otras cosas, de la percepción de autoeficacia que
demostremos, y ésta, a su vez, parece influir tanto en las elecciones que tomamos, el esfuerzo
y la perseverancia exhibida, la resistencia a la adversidad, en la vulnerabilidad al estrés y en los
síntomas ansiosos que se puedan presentar, entre otros (Bandura, 1997, en Galicia-Moyeda,
Sánchez-Velasco, Robles-Ojeda, 2013). En este sentido, los principales contextos de desarrollo
de la autoeficacia en los individuos son la familia, los pares y las escuelas. Así, Galicia-Moyeda,
Sánchez-Velasco y Robles-Ojeda (2013), exponen que
Las interacciones surgidas en tales contextos nutren de manera importante los
recursos que aparecen en la vida del individuo, contribuyendo al desarrollo de un
adecuado o inadecuado sentido de autoeficacia y permitiendo la evolución
desde el control externo hasta la autorregulación personal (Pastorelli, Caprara,
Barbaranelli, Rola, Rozsa y Bandura, 2001). No obstante, la investigación
centrada en los antecedentes familiares del desarrollo de las creencias de
autoeficacia es escasa (Schneewind, 1999; Caprara, Pastorelli, Regalia,
Barbaranelli y Bandura, 2005) (p. 492).
Por otra parte, la etiología de la ansiedad ha sido estudiada en general, desde una
perspectiva individual sobre la base de las vivencias subjetivas e intersubjetivas que parecen
aparecer durante el curso de la sintomatología. Desde la psicología clínica, incluso, la
psicoterapia individual tiende a trabajar casi exclusivamente con el paciente índice, sea ya una
terapia psicodinámica, conductual o humanista. Quizás las terapias familiares, como su nombre
parece indicar, podrían salvarse de tal acusación, pero al no trabajar con variables individuales
dentro de la familia, la definición fenomenológica actual sobre la cual se construye el concepto
de ansiedad queda corta para este tipo de trabajo. Así, la terapia familiar no trabaja
directamente con lo que se conoce como ansiedad. De esta manera, el uso del Enfoque
Integrativo Supraparadigmático (EIS) en la discusión, podría dar luces sobre otra manera de
acercamiento a esta situación.
Dentro del EIS, el paradigma sistémico debe ser considerado para poder tener una
visión completa del paciente. Opazo (2001) plantea que “En realidad documentar con precisión
el rol etiológico del paradigma sistémico se dificulta, por las múltiples variables involucradas y
por el hecho de que muchos sistémicos descalifican la investigación” (p. 115). A pesar de esto,
o tal vez debido a esto, la definición del rol familiar en el desarrollo, mantención y término de los
síntomas ansiosos debe pasar bajo el escrutinio de la investigación rigurosa. Por lo tanto, este
estudio puede ser una exploración promisoria con respecto a las asociaciones entre la
sintomatología ansiosa y la presencia de disfunciones en la familia.
Por todo lo anteriormente expuesto, aparece la pregunta sobre si existe una relación
entre la presencia de antecedentes mórbidos familiares y la sintomatología ansiosa presente en
el motivo de consulta de pacientes chilenos en los Consultorios Para Personas de Escasos
Recursos (CONPER), extensión del Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa (ICPSI).
Así, se hace relevante este estudio por el hecho de considerar la existencia de síntomas
como inserta en un sistema, en constante interacción, en este caso, con la familia y sus
problemas. Como sociedad se ha tendido a clasificar los trastornos desde lo individual y dejar
de lado una mirada donde la patología no es un elemento aislado sino interaccional, no
centrado en lo que se encuentra dentro de la barrera de la piel, sino en constante contacto con
un ambiente profundamente lleno de otros relevantes, tales como uno mismo. Así, esta
investigación busca explorar relaciones entre los problemas que ocurren a nivel familiar con la
presencia de sintomatología ansiosa a nivel individual.
Por otro lado, las implicancias que tiene a nivel terapéutico el presente estudio no son
menores. Abre, por una parte, lo relevante que es la exploración de disfunciones familiares,
pero también nos acerca a las conductas que promueven un desarrollo integral en el individuo.
Pueden rastrearse relaciones entre el paciente con patología y las condiciones de la familia,
pudiendo así profundizar en elementos interaccionales o heredados de la patología. Esto podrá
ocuparse a nivel terapéutico sobre la base, por ejemplo, de qué indagar, cuándo integrar a la
familia en el proceso individual, cómo manejar las variables familiares para mantener el cambio
o romper un ambiente patosintónico, qué es estímulo efectivo para quién y cuándo, etc. Así
esto puede servir de base para profundizar en los temas familiares dentro de la configuración
patológica particular de cada paciente.
Este estudio se enmarca como un comienzo en el uso de las tabulaciones de las fichas
de ingreso de los pacientes de los consultorios CONPER. De este modo se usarán datos hasta
ahora poco aprovechados y que permitirán generar estadísticas y estudios cada vez más
acuciosos. Cabe agregar que, aun cuando en la presente investigación no se podrán establecer
las relaciones causales entre los síntomas y las patologías familiares, sí se podrá estimar
ciertas asociaciones entre ambas que pueden tener elementos causales aún no estudiados y
que se podrán plantear en investigaciones futuras.
Objetivos
Objetivo General
Objetivos Específicos
● Identificar si existe relación entre la presencia de trastornos psicológicos/psiquiátricos
en los padres y la existencia de síntomas ansiosos en el paciente.
● Identificar si existe relación entre la presencia de trastornos psicológicos/psiquiátricos
en la familia y la existencia de síntomas ansiosos en el paciente.
● Identificar si existe relación entre la presencia de alcoholismo y/o adicciones en la
familia y la existencia de síntomas ansiosos en el paciente.
● Identificar si existe relación entre la presencia de intentos suicidas en la familia y la
existencia de síntomas ansiosos en el paciente.
● Identificar si existe relación entre la presencia de enfermedades físicas en la familia y la
existencia de síntomas ansiosos en el paciente.
Marco teórico
Según diversos autores, podemos considerar el apoyo social como una ayuda
emocional, instrumental o de diversa índole que se deriva de un determinado entramado social
(Fernández Ballesteros, Izal, Montorio, González & Diaz Veiga, 1992, en Cardoso, Ramos, Vaz,
Rodríguez y Fernández, 2012). En este sentido,
el apoyo social cumple un papel sumamente importante puesto que ayuda a
proveer sentido a la vida, aporta retroalimentación cotidiana acerca de las
desviaciones de la salud, propicia una serie de actividades personales que se
asocian con aspectos positivos (Sluzki, 1996) y que se orientan al cuidado y a la
promoción de la salud. Según Gil Lacruz y Frej Gómez (1993) el apoyo o soporte
social se refiere a la percepción subjetiva y personal del sujeto que, a partir de
su inserción en las redes, es amado y cuidado, valorado y estimado y de que
pertenece a una red de derechos y obligaciones (Cardoso et. al, 2012, p. 31).
Podemos comenzar a pensar, por lo tanto, que las variables familiares, fuente inicial de
apoyo social, pueden ser centrales en la existencia de sintomatología ansiosa en los individuos
que conforman dicho sistema. Así, Andreasen, Rice, Endicott, Reich y Coryell (1986) plantean
la relevancia del análisis de la existencia de patologías en la familia exponiendo que
Assessing the rate of familial illness among the relatives of patients with various
psychiatric illnesses is a major area of current psychiatric research. Data
concerning prevalence of mental illness among the relatives of patients are
frequently used to validate diagnostic categories and to explore the extent to
which the disorders follow recognizable familial genetic or nongenetic patterns of
transmission. (p.421)
Otra variable que parece ser importante a la hora de describir ciertas dinámicas
familiares y la repercusión que puede tener en el desarrollo de sintomatología ansiosa es la
presencia de abuso y dependencia de sustancias (Aronson y Gilbert, 1963; Berkowitz y
Perkins, 1988; Clair y Genest, 1987; González-Marín, 1988; Mutzell, 1993, en Rodríguez,
Padilla, Caballero y Rodríguez, 2002). Así,
Respecto a las consecuencias del alcoholismo en la familia, los resultados de la
investigación demuestran consistentemente que los hijos de padres alcohólicos
tienen un alto riesgo para padecer problemas emocionales y conductuales tanto
a lo largo de su inicial desarrollo como en la adultez (Bennet, Wollin y Reiss,
1988; Connolly, Casswell, Stewart, Silva y O’Brien, 1993; Pollock, Briere,
Schneider, Knop, Mednick y Goodwin, 1990; Sher, Walitzer, Wood y Brent,
1991) (...) Steinglass (1989) destaca que el impacto psicológico y conductual del
alcoholismo puede ser mucho mayor para los miembros no alcohólicos de la
familia que para los que beben. La situación de continuos conflictos económicos,
laborales, sociales y propiamente familiares por la que atraviesan todos y cada
uno de los miembros que conviven con el enfermo alcohólico son, sin lugar a
dudas, generadoras de estrés y ansiedad. (Rodríguez, Padilla, Caballero y
Rodríguez, 2002, p 10).
Por otra parte, también se han hallado correlaciones entre la conducta suicida y
elementos del funcionamiento familiar. Arlaes, Hernández, Álvarez y Cañizares (1998) han
encontrado que dentro de los factores de riesgo en la familia se encuentran antecedentes
familiares de conducta suicida, familias con problemas sociales, alteraciones en su dinámica,
alteración en la relación entre sus miembros y bajo ingreso percápita. Los pacientes sin apoyo
familiar también presentan riesgos. Es más, en la investigación de Gómez, et.al (2002) los
intentos de suicidio demuestran estar relacionados también con
apreciación de diferentes valores morales en otros miembros de la familia, abuso
verbal dirigido hacia las mujeres en el hogar, percepción de reglas familiares
como no claras y punitivas, baja satisfacción con los logros y necesidad de
consultar al médico por ‘nervios’. Resultados similares se asocian a intento de
suicidio durante toda la vida (p. 281).
Por otra parte, dentro de los elementos del paradigma afectivo se encuentran los
síntomas ansiosos y depresivos. Como se verá a continuación, existen estudios que señalan
interacciones dentro de estos síntomas con los elementos familiares. En esta línea los
siguientes párrafos muestran estudios asociados a la familia, la ansiedad y la depresión.
Marco Metodológico
La muestra fue extraída de los pacientes que asisten voluntariamente a los consultorios
CONPER, quienes firman un consentimiento informado para poder emplear sus datos en
investigaciones. De este modo es una muestra heterogénea extraída de los archivos de los
consultorios, correspondientes a los ingresos del año 2012.
Los datos recogidos son generales pues el instrumento usado no distingue qué tipo de
trastornos presentan los padres, qué tipo de familia tienen ni detalladamente la sintomatología.
Por esta razón este estudio es de carácter exploratorio.
La técnica de análisis de la información consistirá en describir la evidencia recopilada a
través de tablas de frecuencia, cuadros resumen, ponderaciones gráficas, y chi cuadrado. Todo
mediante la utilización del programa estadístico SPSS 20.
Resultados
ansiedad 21,2%
adicciones 17,7%
suicidio 4,2%
Tabla 1
De una población total de 412 fichas se presentan solo 90 con síntomas ansiosos, lo
que implica un 21,2%. Se presentó un 31,4% de personas con Trastorno psicológico o
psiquiátrico en los padres. Un 31,1% de personas con trastornos en la familia, un 17,7% con
adicciones, un 26,9% con enfermedades físicas y un 4,2% con suicidios en la familia.
Mostrando como en la muestra se presentan mayormente los antecedentes mórbidos
psicológicos o psiquiátricos en padres y familiares.
Fig. 1
Fig 2
Fig 4
Conclusiones
Los resultados estadísticos nos hablan de las pocas diferencias existentes entre los
datos, lo cual apareció en un primer momento en el análisis a través de la prueba chi cuadrado,
entregando significaciones superiores al alfa propuesto, antagonizando las hipótesis que pudo
entregar la revisión bibliográfica. Para comprender mejor la manera en que se comportan los
datos, en contra de lo esperado por los investigadores, la utilización de tablas de frecuencia
reproduce información interesante sobre la distribución de la muestra en función de las
variables estudiadas, a saber, poca o ninguna diferencia entre la presencia y ausencia de
antecedentes mórbidos familiares con y sin motivo de consulta ansioso.
Más tarde, esta ficha es leída por un(a) terapeuta que codifica la información recabada
previamente. Aquí nuevamente se corren riesgos de sesgo, pues podrían o no estar bien
especificados los síntomas, es decir si se reporta rumiación, presión precordial, preocupación
excesiva: estos síntomas podrían dar cuenta de un cuadro ansioso pero no ser marcados en la
codificación como tales. No es raro, por lo tanto, asumir una fuerte posibilidad de interferencias
en cada una de las fases mencionadas.
Queda abierta, por lo tanto, la posibilidad de generar nuevos estudios con estos datos.
La cantidad de participantes puede seguir aumentando en tanto se sigan codificando los
resultados de las entrevistas de recepción. Con el tiempo se podrá generar parámetros para
poder comprender mejor cómo se distribuyen los datos y por lo tanto la población consultante,
pero el principal aporte que esta investigación entrega es la imperiosidad de validar el
instrumento para que pueda ser utilizado en futuras investigaciones, debido a que la muestra
es sumamente heterogénea y extensa.
Referencias Bibliográficas
● Andreasen, N., Rice, J., Endicott, J., Reich, T. y Coryell, W. (1986). The Family History
Approach to Diagnosis How Useful Is It?. Archives of General Psychiatry, 43, pp. 421-
429
● Arlaes, L., Hernández, G., Álvarez, D. y Cañizares T. (1998). Conducta suicida: factores
de riesgo asociados. Revista Cubana de Medicina General Integral, 14, 2, pp. 122-126.
● Cardoso, M.J., Ramos, M.I., Vaz, F., Rodríguez, L y Fernández, N. (2012). Influencia del
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● Galicia-Moyeda, I., Sánchez-Velasco, A., Robles-Ojeda, F. (2013) Autoeficacia en
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