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Valoracion

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4.

Marco teórico y planteamiento del problema


Es imprescindible conocer que es el derecho procesal civil y lo que para el
efecto han dicho ciertos autores; para lo cual se acota que el derecho procesal civil
constituye una rama del Derecho civil que regula la actuación ante los Tribunales para
obtener la tutela de los derechos en asuntos de naturaleza civil o mercantil, es decir que
se trata de aquella rama del derecho que regula el proceso, a través del cual los sujetos
de derecho recurren al órgano jurisdiccional para hacer valer sus propios derechos y
resolver incertidumbres jurídicas. Estudia el conjunto de normas y principios que
regulan la función jurisdiccional del estado y que fijan el procedimiento que se ha de
seguir para obtener la actuación del derecho positivo.

O como se señala en libro El derecho en México, en donde refiere que: « Esta


rama regula el proceso destinado a solucionar los litigios de carácter civil, que afectan
fundamentalmente a los particulares. Entre tales litigios podemos mencionar los
concernientes a la propiedad privada y en general a los derechos reales, así como los
relativos a la validez o nulidad, cumplimiento o rescisión de contratos civiles
particularmente de arrendamiento, de compraventa, de fianza, de obra, de prestación
de servicios, etcétera-, y en general a las obligaciones civiles. También quedan
comprendidos los litigios o asuntos referentes a las sucesiones o transmisiones del
patrimonio de personas fallecidas y los concursos o liquidaciones del patrimonio de
personas no comerciantes declaradas insolventes»1

Como se puede advertir, los autores hacen alusión a aquellas rama del derecho,
a través de los cuales se hace afectivo el derecho sustantivo cuya finalidad es la
resolución de conflictos que se suscitan por motivos civiles entre los particulares, cabe
mencionar que en Guatemala el derecho sustantivo y adjetivo se encuentran contenidos
en dos cuerpos legales, los cuales son el Decreto Ley 106 que es el Código Civil y el
Decreto Ley 107 que es el Código Procesal Civil y Mercantil.

Atendiendo a lo anterior relatado, el derecho procesal en Guatemala es definido


como: «El derecho procesal civil es el conjunto de teorías, normas y de doctrinas
1
Fix Zamudio, Héctor y otros. El derecho en Mexico una visión de conjunto. Primera edición. México. Editorial:
Universidad Autónoma de México. 1991. Pag. 1206
tendientes al estudio de la forma de cómo darle cumplimiento y hacer efectiva la
garantía jurisdiccional correspondiente a las normas jurídicas»2. Definicion que no
difieren de lo preceptuado por otros autores, toda vez que las situaciones o conflictos
civiles son los mismos en cualquier país del mundo, con diferentes regulaciones,
atendiendo siempre a los conflictos suscitados entre los particulares.

Es fundamental el conocimiento del proceso civil desde sus comienzos, y para


ello se deben ubicar claramente los sistemas procesales contemporáneos que han
existido, para posteriormente llegar a la formación y creación de la legislación procesal
civil vigente en Guatemala.

A manera de resumen, se hace una breve descripción de tal legislación; después


de la revolución liberal ocurrida en el año 1871, concluyó la legislación colonial y fueron
emitidos los códigos procesales, tomando los mismos los nombres de Código de
procedimiento penal y Código de procedimiento civil, el cual conservó dicha
denominación hasta el treinta de mayo del año 1934 debido a que se cambió por el
término enjuiciamiento civil y mercantil y posteriormente por la del Código Procesal Civil
y Mercantil, que entró en vigencia el primero de julio del año 1964.

Ahora bien, en el ámbito del derecho procesal civil se busca descubrir lo que
ocurrió efectivamente en la realidad, por lo tanto, la prueba es la mayor garantía de las
partes en un juicio, su eficacia consiste en la importancia que le da el juzgador al
evaluarla por medio de la apreciación, la aplicación de la lógica, inferencia y del cotejo o
relaciones con las demás pruebas permitiéndoles a las partes la facultad de aportarlas.

En tal circunstancia la prueba ha sido definida de diferentes maneras, tendientes


siempre al descubrimiento de la verdad, siendo una definición puntual la aportada por el
autor Henri Capitán, siendo para éste: «Es la demostración de la existencia de un
hecho material o de un acto jurídico, en las formas admitidas por la ley»3

2
García Recinos, Raquel Eleonora. Importancia del dictamen de expertos como medio probatorio de los hechos
controvertidos en el juicio civil guatemalteco. Tesis de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad de
San carlos de Guatemala. Guatemala. 2008. Pág. 5
3
CAPITAN, Henri. Vocabulario Jurídico, Argentina. Editorial: Depalma. 1930, Pág. 451.
De la definición transcrita se desprende que la prueba es esencialmente un acto
de parte. Es, en efecto, a las partes procesales a las que incumbe no sólo introducir en
el proceso unos hechos determinados, sino también su ulterior acreditación mediante el
uso de unos medios de prueba previamente propuestos

Eduardo Bonnier, define las pruebas «Como los diversos medios por los cuales
llega la inteligencia al descubrimiento de la verdad»4. Dada esta definición se puede
afirmar que las pruebas no son más que los hechos que ocurren entre las partes en su
relación como individuo en la sociedad y cuando surge diferencia esta es dirimida en
justicia quien determina la veracidad o falsedad de los hechos por medio de ellas.

En síntesis, como se hizo alusión anteriormente, en el proceso civil, con vistas a


asegurar su efectividad, y por tanto la de los principios, sobre todo los de dispositivo,
impulso procesal, legalidad, juridicidad, judicación, concentración, inmediación,
celeridad, oralidad, escritura, economía procesal; existe libertad de prueba, es decir que
las partes están facultadas para presentar todo tipo de prueba que hayan sido
obtenidas por los medios legales.

Al respecto, el artículo 127 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que:
Con respecto a la Apreciación de la prueba los jueces podrán rechazar de plano
aquellos medios de prueba prohibidos por la ley, los notoriamente dilatorios o los
propuestos con el objeto de entorpecer la marcha regular del proceso. Las resoluciones
que se dicten en este sentido son inapelables; pero la no admisión de un medio de
prueba en oportunidad de su proposición, no obsta a que, si fuere protestada por el
interesado, sea recibida por el Tribunal que conozca en Segunda Instancia, si fuere
procedente.

En ese mismo sentido, el Código Procesal Civil y Mercantil en su artículo 128


hace una enumeración de todos los medios de prueba que pueden ser aportados al
juicio, los que de forma breve se detallan a continuación:

4
BONNIER, Eduardo. Tratado de las pruebas. 1ra. Edición. República Dominicana. Editorial:
desconocida. 2006. Pág. 5
Declaración de las partes: Esta prueba está regulada en forma amplia, en los
artículos 130 al 141 del Código Procesal Civil y Mercantil, y de tal regulación se extrae
lo siguiente: Esta prueba se fundamenta en el principio de que todo litigante está
obligado a declarar, bajo juramento, en cualquier estado del juicio en primera instancia
y hasta el día anterior al de la vista en la segunda. Para que la declaración sea válida
es necesario que se haga ante juez competente.

Este medio de prueba no puede pedirse más de una vez sobre los mismos
hechos. El que deba absolver posiciones será citado personalmente, a más tardar, dos
días antes del señalado para la diligencia, bajo apercibimiento de que si deja de
comparecer sin justa causa, será tenido por confeso a solicitud de parte. Para ordenar
la citación es necesario que se haya presentado la plica que contenga el pliego de
posiciones, el cual quedará bajo reserva en la secretaría del tribunal.

Declaración de testigos: El Código Procesal Civil y Mercantil regula esta prueba,


también en forma amplia, en los artículos 142 al 163, y al tenor de los mismos se
establece: Esta prueba consiste en que las partes pueden probar sus respectivas
proposiciones de hecho por medio de testigos, pudiendo ser testigo cualquier persona
que haya cumplido dieciséis años de edad. Los que tengan conocimiento de los hechos
que las partes deben probar, están obligados a declarar como testigos, siempre que
fueren requeridos, el juez les impondrá los apremios legales que juzgue convenientes si
se negaren a declarar sin justa causa.

Dictamen de expertos: Con una regulación también más o menos pródiga, la ley
adjetiva civil determina el contenido y procedimiento del Dictamen de Expertos, cuyo
régimen lo desarrolla en los artículos del 164 al 171, como sigue: La parte a quien
interese rendir prueba de expertos, expresará en su solicitud con claridad y precisión
los puntos sobre los cuales debe versar el dictamen, designando al experto. De esta
solicitud el juez le dará audiencia a la otra parte por dos días, para que se adhiera a la
solicitud, agregue nuevos puntos o impugne los propuestos y designe a su experto.

Reconocimiento Judicial: Lo atinente al Reconocimiento Judicial está


contemplado en el Decreto Ley 107, en los artículos 172 al 176, tales normas
determinan: En cualquier momento del proceso, hasta antes del día de la vista, podrá el
juez, de oficio o a petición de parte, practicar el reconocimiento judicial. También podrá
hacerlo en diligencia para mejor fallar. Pueden ser objeto de reconocimiento las
personas, lugares y cosas que interesen al proceso. Para pedir el reconocimiento
judicial, es necesario indicar en el memorial que se presenta, los puntos sobre los que
debe versar, así como el lugar en donde deba de practicarse ya que sin este requisito el
juez no da trámite a la solicitud.

Prueba de documentos: La prueba de Documentos está contenida en el Código


Procesal Civil y Mercantil, en los artículos comprendidos del 177 al 190, que incluye una
amplia gama de los mismos con sus variantes, y de tal regulación se informa: Este
medio de prueba consiste en aportar toda clase de documentos, así como fotografías,
fotostáticas, fotocopias, radiografías, mapas, diagramas, calcos, y otros similares, pero
también la ley establece, que las cartas dirigidas a terceros, salvo en materia relativa al
estado civil de las personas, ejecución colectiva y en procesos de o contra el estado,
las municipalidades o entidades autónomas o descentralizadas, no pueden ser
aportados como prueba, por estimarlos inadmisibles.

Medios científicos de prueba: Lo relativo a este medio de prueba se encuentra


contenido únicamente, en tres artículos: 191,192 y 193 de la ley adjetiva civil.
Solamente tres artículos refieren los parámetros a seguir para este medio de prueba;
así mismo, el artículo 191 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que de oficio
o a petición de parte, pueden disponerse calcos, relieves, reproducciones y fotografías
de objetos, documentos y lugares.

Para establecer si un hecho puede o no realizarse de determinado modo,


proceder a la reconstrucción del mismo. Si el juez lo considerare necesario, puede
procederse a su registro en forma fotográfica o cinematográfica, en caso de que así
conviniere a la prueba, puede también disponerse la obtención de radiografías,
radioscopias, análisis hematológicos, bacteriológicos u otros y en general, cuales quiera
experimentos o pruebas científicas.
Presunciones legales y humanas Se regulan en los artículos 194 y 195 del
Decreto Ley 107, y aun cuando se estima que en puridad no constituyen medios de
convicción sino conclusiones legales o humanas que el juzgador deduce de las pruebas
aportadas por las partes, se hace de ellas la siguiente referencia: Las presunciones
legales y humanas, no están sujetas a diligenciamiento o actividad probatoria alguna,
las primeras porque vienen ya previamente establecidas por la ley, las segundas
porque el apreciarlas es función exclusiva del juez, por tanto, la parte se concreta o
debe concretarse a invocarlas puntualizando en su alegato del día de la vista, los
hechos probados que sirvan de premisa para que la ley o el juez las tengan por
concurrentes.

Fases de la prueba en el proceso civil: En el proceso civil debido a que está


inspirado en los principios relacionados anteriormente, en el procedimiento probatorio
se encuentran cuatro fases, que son los siguientes:

Ofrecimiento : Según el autor Mario Estuardo Gordillo Galindo, establece que el


ofrecimiento no es más que «Un anuncio que se hacen las partes, tanto en la demanda
como en su contestación, de las pruebas que aportarán al proceso»5.

Esta fase del procedimiento probatorio que les corresponde únicamente a las
partes del proceso, se lleva a cabo en el momento de plantear la demanda y en la
contestación de la misma, en donde las partes anuncian al juez probar sus afirmaciones
con los medios que tengan a su alcance y admitidos según la ley.

En el ordenamiento jurídico, las partes en su demanda y contestación deben fijar con


precisión y claridad las pruebas que van a rendirse, tal y como lo establece el artículo
106 del Código Procesal Civil y Mercantil.

En virtud de lo anterior todos los medios de prueba que las partes van a
proponer para hacer valer sus pretensiones lo deben de hacer concretamente en la

5
GORDILLO GALINDO, Mario Estuardo. Derecho Procesal Civil Guatemalteco. Guatemala. Editorial Praxis. 200. pág.
150
demanda, de igual forma en la contestación de la demanda o en su caso en la
reconvención; pues la actividad probatoria constituye un deber que recae sobre las
partes y que, de no cumplirlo, perderán la oportunidad de ejercer tal derecho en juicio.

El petitorio o proposición: La segunda etapa del procedimiento probatorio es el


petitorio o solicitud de admisión de la prueba, en virtud de que la prueba siempre se
obtiene por mediación del juez. Solo al juez le compete admitir los medios de prueba y
practicarlos y es técnicamente imposible incorporar al proceso una prueba sin la
efectiva autorización del juzgador.

Diligenciamiento de la prueba: «Es el tercer momento de la prueba y el conjunto


de actos procesales que es menester cumplir para así llevar a juicio los medios de
convicción propuestos por las partes»6

En tal sentido, esta fase consiste en la actividad que lleva a cabo el órgano
jurisdiccional, y mediante la misma los medios probatorios ofrecidos y propuestos son
diligenciados e incorporados posteriormente al expediente. Durante ella, se desarrolla la
prueba, es cuando un testigo es escuchado o cuando se realiza un reconocimiento
judicial.

Formulada la solicitud por la parte y accediendo el Juez comienza el


procedimiento probatorio de cada uno de los medios de prueba con la colaboración de
los encargados de cada uno de los medios de prueba y su incorporación material a
juicio por ejemplo el diligenciamiento de la prueba de testigos es señalar día y hora para
la recepción de la prueba comunicar la circunstancia al adversario citar al testigo recibir
su declaración registrándola en una acta incorporar esa acta al expediente.

Valoración de la prueba: Esta fase sin dudas constituye una de las más
importantes en el proceso civil, pues de esta depende que se obtenga una sentencia
justa o que la percepción del juzgador sea contraria a lo que en realidad se esperaba;

6
Derecho Guatemalteco. Diligenciamiento de la prueba. Guatemala. 2022. Disponible en:
http://derechoguatemalteco.org/diligenciamiento-de-la-prueba/. Consultado el 19 de abril de 2022.
en tal razón la valoración de la prueba es definida como: «La actividad de percepción
por parte del juez de los resultados de la actividad probatoria que se realiza en un
proceso»7.

La valoración de la prueba es una actividad jurisdiccional muy relevante y


extraordinariamente compleja, que puede ser muy fácilmente víctima de la
superficialidad de una labor judicial mal llevada a cabo. No se trata de la actividad
esencial del proceso, puesto que en no pocos casos la discusión entre las partes es
simplemente sobre la interpretación del Derecho, no suscitándose cuestión probatoria
alguna. La referida actividad esencial es, en realidad, el juicio jurisdiccional en su
conjunto, y en el mismo la valoración de la prueba no es más que un episodio
importante, pero que no siempre aparece.

Como afirmaba COUTURE sería ilógico que el magistrado se viera privado de aplicar
los nuevos métodos de prueba, en razón de que, ese medio de prueba no se hallaba
instituido para demostrarlo8. La tensión entre el carácter ilimitado de las fuentes de
prueba y el carácter limitado de los medios de prueba obliga a la doble tarea de
identificar las nuevas fuentes de prueba y razonar su acceso al proceso a través de uno
de los medios legalmente previstos.

Se han realizado diversos intentos de clasificar la actividad probatoria. Uno de las


más originales fue emprendido por Serra Domínguez citado por Yordi Nieva, quien
distinguió entre el periodo de conversión y el periodo de comparación: «El primero de
los dos se dividiría en la fase de traslación y la fase de fijación. En la primera de dichas
fases, a través de los medios de prueba, se trasladarían los hechos de la realidad al
proceso, para que el juez pueda considerarlos»9.

7
FENOLL, Yordi Nieva. La valoración de la prueba. España. Editorial: Marcial Pons. 2010. Pág. 34
8
COUTURE, E. J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 4ª ed. Montevideo- Buenos Aires: editorial:
BdF, 2004, pp. 213.
9
Nieva Fenoll, Jordi. La Valoración de la Prueba. Madrid, España. Editorial: Marcial Pons. 2010. Pág. 27
Ante tal circunstancia la valoración de la prueba incluiría la observación y la
extracción de conclusiones sobre lo observado, porque sin observación no se puede
valorar, y de hecho sin valorar es imposible observar, porque todo aquello que sucede
en el entorno y no se valora, pasa completamente desapercibido, sin poder ser
realmente recordado, como si jamás hubiera existido.

De lo que se trata entonces es de darle al juez, durante todo el proceso, las


herramientas necesarias para que la valoración de la prueba dependa, en la medida de
lo posible, de criterios objetivos.

Sistemas de Valoración de la prueba: «Un sistema probatorio es aquel estatuto


que regula la forma de indagación en los hechos dentro del proceso, que se manifiesta
en las formas y medios a través de los cuales se puede arribar a una verdad de los
hechos, y en el modo de valorar esos medios. Este sistema permite saber cómo el
juzgador deberá formar su convencimiento respecto a los hechos»10.

De lo anterior se infiere que es el acto procesal por medio del cual el juzgador
valora uno por uno los medios de prueba aportados por las partes en forma legal al
proceso o los recabados oficiosamente, estimando o desestimando los mismos para
emitir la sentencia que corresponda, absolviendo o condenando al patrono.

O sea, valorar o apreciar la prueba consiste en una actividad que únicamente la


realiza el Juez (no las partes) y consiste en determinar o calificar la fuerza probatoria de
los medios de prueba diligenciados en el proceso. Dentro de estos sistemas pueden
mencionarse:

10
Barrientos Chacón, Juan José. Sistema de Valoración de la Prueba. Perú, Agosto de 2016. Disponible en:
https://www.grin.com/document/384208#:~:text=Sistema%20de%20Valoraci%C3%B3n%20de%20la,modo%20de
%20valorar%20esos%20medios.. Consultado el 20 de abril de 2022.
Sistema de la prueba tasada: Este sistema también es llamado legal en virtud que
es aquel en que la misma ley le establece al juzgador el valor que debe darle a cada
prueba, por lo que otorgarle otro, sería objeto de impugnación por parte de los
legitimados.
Por lo tanto, el sistema de la prueba tasada es un sistema en el que la ley señala
al juez por anticipado el grado de eficacia que tiene la prueba, en este sistema, el juez
no debe apreciar la prueba más bien debe cumplir lo que la ley ordena que es que
simplemente dé por probado el hecho si en la prueba concurren los requisitos previos a
que está sometida. En la actualidad se ha limitado a la prueba documental y a la
confesión, al referirse a este tipo de prueba. Es por ello que la prueba legal o tasada
constituye un sistema en que el Juez es autómata de la ley, prescindiendo de su criterio
personal.

Una de sus características es que los parámetros legales se los fija la propia ley
o el legislador al juez a la hora de valorar los medios de prueba, conforme a este
sistema al razonar su sentencia, ya que el juzgador de antemano tomará en cuenta por
ejemplo la fe pública de un Notario al autorizar un instrumento público que sirva como
prueba dentro del proceso

A manera de ejemplo, respecto a la prueba tasada o legal, pueden citarse:

a.- La confesión judicial contenida en el artículo 139 del Código Procesal Civil y
Mercantil, que establece: «La confesión prestada legalmente produce plena prueba.
Las aserciones contenidas en un interrogatorio que se refieran a hechos personales del
interrogante, se tendrán como confesión de éste. El declarado confeso puede rendir
prueba en contrario. La confesión extrajudicial sólo se tiene como principio de prueba»

b.- La prueba de documentos públicos, a que hace referencia el artículo 186 del Código
Procesal Civil y Mercantil, establece: «Los documentos autorizados por notario o por
funcionario o empleado público en ejercicio de su cargo, producen fe y hacen plena
prueba, salvo el derecho de las partes de redargüirlos de nulidad o falsedad. Los
demás documentos a que se refieren los artículos 177 y 178, así como los documentos
privados que estén debidamente firmados por las partes, se tienen por auténticos salvo
prueba en contrario».

En conclusión, se puede arribar que por medio de éste se degrada y subestima


la capacidad y honestidad del magistrado, ya que se le fija con anterioridad la forma de
valoración de las pruebas y por ende al momento de fallar lo hace de manera mecánica.

Sistema de la libre convicción: Según la enciclopedia jurídica al referirse al


sistema de la libre convicción establece que: «En derecho procesal, se denomina
sistema de las libres convicciones uno de los métodos de apreciación de las pruebas en
los juicios o procesos. Se sostiene que la convicción del juzgador debe formarse
libremente. Llevando esta posición in extremis, el juez podría sentenciar resolviendo
aun en contra de las pruebas producidas, es decir, basándose exclusivamente en su
convicción»11

En virtud de la definición anterior puede establecerse que, en contraposición a la


prueba tasada, en este sistema el juzgador no tiene ninguna regla o reglas de
antemano que le tracen la pauta a seguir en la valoración de la prueba; y por eso se
sostiene que la libre convicción es el sistema por cuyo medio del juzgador encuentra su
verdad procesal sin referencia alguna a valoraciones predeterminadas por el legislador,
el juez no tiene que apoyarse en hechos probados, puede apoyarse en circunstancias
que le consten al juez aún por su saber privado; no es menester, la construcción lógica
y sin sujeción a la prueba aportada a juicio.

En efecto, el sistema de libre convicción, entendido modernamente, supone la


coexistencia de ciertos criterios que permiten asegurar, al mismo tiempo, libertad,
garantía y racionalidad en la actividad de incorporación, acreditación de hechos y
valoración de la prueba. Por tanto, se puede plantear ontológicamente y desde la
perspectiva de la actividad probatoria, la incorporación de los hechos y la información
que corresponde al objeto de prueba; la adquisición de la información que tiene que ver

11
Enciclopedia Juridica en línea. Rogers, David. Información Legal. Office 9/C Unit D. Fuk chiu Factor
Building. (Consultado el 17 de febrero de 2020) disponible en: http://www.enciclopedia-juridica.com/aviso-
legal.htm
con la libertad de prueba; y la estructuración del relato que se vincula con la valoración
de la prueba

En cuanto a la libertad de medios es preciso indicar que, si bien este sistema


supone libertad de medios de prueba para acreditar los hechos y libertad para su
valoración, también reconoce, la necesidad de imponer criterios de limitación con fin de
garantía. Ello tiene que ver esencialmente con el debido proceso y los derechos
fundamentales de los intervinientes y de terceros en el proceso.

En conclusión, se puede establecer qué principio de libre convicción o valoración


de la prueba significa que el juez debe apreciar las percepciones durante el juicio según
las reglas del criterio racional, es decir, según las reglas de la sana crítica, observando
las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencias, y
dentro de ellas el principio de contradicción e igualdad entre las partes.

La Sana critica razonada: Este sistema de valoración de la prueba consiste que


la ley, toma el control del arbitrario convencimiento de los tribunales en la apreciación
libre de la prueba, y ha creado lo que la doctrina conoce con la denominación de un
estándar jurídico; o un concepto límite saturado de contenido, cuyo desarrollo queda a
cargo de la doctrina científica.

En tal sentido, Couture define las reglas de la sana crítica como: «Las reglas del
correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a la experiencia
del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos
en que debe apoyarse la sentencia.»12

Con la definición anterior, el autor enseña que las reglas de la sana crítica
configuran una categoría intermedia entre la prueba legal y la libre convicción; sin la
excesiva rigidez de la primera y sin la excesiva incertidumbre de la última, configura una
feliz fórmula de regular la actividad intelectual del juez frente a la prueba.

Para el autor, las reglas de la sana crítica son: «Las reglas del correcto
entendimiento humano; en ellas interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la
12
JIMÉNEZ CONDE, Fernando. La apreciación de la prueba legal y su impugnación. Salamanca, España:
Editorial: Universidad de Salamanca. 1978. pág. 22
experiencia del juez; unas y otras contribuyen de igual manera a que el magistrado
pueda analizar la prueba con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental
de los casos. El juez que debe decidir con arreglo a la sana crítica, no es libre de
razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería
sana crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y la
experiencia sin excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar
esos preceptos que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más
certero y eficaz razonamiento»13

Por lo tanto, como se ha mencionado, este sistema constituye el justo término


medio entre los sistemas de la prueba tasada y la libre convicción, sin la excesiva
rigidez de la primera y sin la excesiva incertidumbre al combinar las reglas lógicas del
entendimiento humano con las reglas empíricas de la experiencia del juzgador.

Para finalizar como relata Ferrer Beltrán: «Este sistema podría verse como un
modelo de juicio que supone la confianza del legislador hacia el juez en lo que atañe a
la decisión sobre los hechos. Por ello, será el juez, o en su caso el jurado, quien decida
sobre los hechos probados del caso, a la luz de los elementos de juicio aportados al
proceso, y sin indicaciones legales que le prescriban el resultado que debe atribuirse a
la presencia de elemento de juicio alguno»14

Por tanto, la sana crítica razonada, como sistema de valoración de la prueba, no


es más que la formalización en el ámbito legal del razonamiento de sentido común.

La sana crítica según la doctrina: Hugo Alsina dice que “Las reglas de la sana
crítica, no son otras que las que prescribe la lógica y derivan de la experiencia, las
primeras con carácter permanente y las segundas, variables en el tiempo y en el
espacio.15

13
Ibíd,. Pág. 23
14
FERRER BELTRÁN, Jordi. La valoración racional de la prueba. Madrid, España. Editorial: Marcial
Pons. 2018. Pág 62.
15
ALSINA, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Argentina. Editorial:
Ediar S. A. 1956. Pag. 127
Como puede apreciarse el autor le asigna a los principios de la lógica y a las
reglas de la experiencia en la tarea de valoración de la prueba ya que el juez no es una
máquina de razonar, sino, esencialmente, un hombre que toma conocimiento del
mundo que le rodea y le conoce a través de sus procesos sensibles e intelectuales.

La sana crítica es, además de lógica, la correcta apreciación de ciertas


proposiciones de experiencia de que todo hombre se sirve en la vida. Esas
conclusiones no tienen la estrictez de los principios lógicos tradicionales, sino que son
contingentes y variables con relación al tiempo y al lugar.

Por su parte Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre


convicción, pues este último según él: «Es aquel modo de razonar que no se apoya
necesariamente en la prueba que el proceso exhibe al juez, ni en medios de
información que pueden ser fiscalizado por las partes. Dentro de este método el
magistrado adquiere el convencimiento de la verdad con la prueba de autos, fuera de la
prueba de autos y aun contra la prueba de autos»16.

De acuerdo a esta aseveración, el juez no está obligado a apoyarse en hechos


probados, sino también en circunstancias que le consten aun por su saber privado; y  no
es menester, tampoco, que la construcción lógica sea perfecta y susceptible de ser
controlada a posteriori; basta en esos casos con que el magistrado afirme que tiene la
convicción moral de que los hechos han ocurrido de tal manera, sin que se vea en la
necesidad de desarrollar lógicamente las razones que le conducen a la conclusión
establecida.

Para Friedrich Stein, a quien se debe la introducción en el derecho procesal del


concepto máximas de experiencia, estas «son definiciones o juicios hipotéticos de
contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso,
procedentes de la experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya
observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez
para otros nuevos»17

16
Ibíd., Pág. 192
17
STEIN, Friedrich. El conocimiento privado del juez. Bogotá, Editorial Temis. 1988. Pág. 27
Atendiendo a las definiciones doctrinarias pronunciadas por los autores
mencionados; independientemente de las definiciones que se den sobre las máximas
de la experiencia, es posible encontrar ciertos elementos que les son comunes y tales
son:

a.- Son juicios, esto es, valoraciones que no están referidas a los hechos que son
materia del proceso, sino que poseen un contenido general. Tienen un valor propio e
independiente, lo que permite darle a la valoración un carácter lógico;

b.- Estos juicios tienen vida propia, se generan de hechos particulares y reiterativos, se
nutren de la vida en sociedad, aflorando por el proceso inductivo del juez que los aplica;

c.- No nacen ni fenecen con los hechos, sino que se prolongan más allá de los mismos,
y van a tener validez para otros nuevos;

d.- Son razones inductivas acreditadas en la regularidad o normalidad de la vida, y, por


lo mismo, implican una regla, susceptible de ser utilizada por el juez para un hecho
similar;

e.- Las máximas carecen de universalidad. Están restringidas al medio físico en que
actúa el juez, puesto que ellas nacen de las relaciones de la vida y comprenden todo lo
que el juez tenga como experiencia propia.

Finalmente, por sus propias características a las máximas de experiencia no les


rige la prohibición común de no admitir otros hechos que los probados en el juicio.

La sana crítica razonada según la jurisprudencia: Muchos tribunales se han


pronunciado en forma bastante uniforme sobre qué debe entenderse por sana crítica;
muchos han coincidido que sana crítica, es aquella que conduce al descubrimiento de
la verdad por los medios que aconseja la razón y el criterio racional, puesto en juicio.
De acuerdo con su acepción gramatical puede decirse que es el analizar sinceramente
y sin malicia las opiniones expuestas acerca de cualquier asunto.
En tal sentido, en la sentencia de casación del quince de enero de 2016, la Corte
Suprema de Justicia ha dicho que: «…la sana critica es un sistema de valoración de los
medios de prueba, el cual aplica las leyes de la lógica: coherencia y derivación en sus
respectivos principios. La coherencia se rige por los principios de identidad, de no
contradicción y de tercero excluido; mientras que la derivación se rige por el principio de
razón suficiente. »18

En virtud de esta sentencia y lo que ha dicho la corte, se deduce que la sana


crítica es la racionalidad, es decir que la apreciación o persuasión en este sistema debe
ser racional, lo que la diferencia totalmente del convencimiento que resulta del
sentimentalismo, de la emotividad, de la impresión; los razonamientos que haga el juez
deben encadenarse de tal manera que conduzcan sin violencia, a la conclusión
establecida y sus juicios deben ser susceptibles de confrontación con las normas de la
razón.

En síntesis, en el sistema de la sana crítica, el tribunal debe asesorarse por sus


conocimientos técnicos, su experiencia personal, la lógica, el sentido común, el buen
juicio, y la recta intención.

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Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal. Sentencia de casación de quince de enero de dos mil
dieciséis, dictada en el expediente 01004-2015-00781.

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