Evaluación de Desempeño
Evaluación de Desempeño
Evaluación de Desempeño
Evaluar involucra estimar el valor que tiene, ya sea una cosa (su calidad, su peso, etc.) o una
persona (sus aptitudes, sus acciones, etc.).
Hoy en día la evaluación del desempeño es la forma más usada para estimar o apreciar el
desenvolvimiento del individuo en el cargo y su potencial de desarrollo. Sin embargo, en
nuestro afán por indagar más profundamente sobre este concepto procuramos otras fuentes
bibliográficas.
Según William B. Werther Jr. y Keith Davis, en su libro Administración de Personal y Recursos
Humanos: “La evaluación del desempeño constituye un proceso mediante el cual se estima el
rendimiento global del empleado con base a políticas y procedimientos bien definidos.
”La evaluación del desempeño, más concretamente definida por Scott, es: “Un procedimiento
de supervisión destinado a mejorar la actuación del colaborador en el trabajo para lograr
operaciones más efectivas, eficaces y económicas.”
Según James Stoner, evaluación del desempeño es: “El proceso continuo de proporcionar a
los subordinados, información sobre la eficacia con que están efectuando su trabajo para la
organización”
La evaluación del desempeño nace en las fuerzas armadas principalmente de los Estados
Unidos quienes acogieron el proceso de evaluación para llevar a cabo las comparaciones
entre grandes números de oficiales.
Sin embargo, de todas ellas, consideramos que una de las más importantes es la
retroalimentación que obtiene el empleado en este proceso.
El empleado cuyos méritos son calificados, se esforzará en sus tareas diarias, porque sabe
que se le vigila y califica su esfuerzo.
Para el colaborador:
Beneficios de la Empresa.
La medición del desempeño consiste en los sistemas de calificación de cada labor los cuales
pueden radicar en habilidad, rapidez, eficiencia, etc.
Las mediciones se dividen en objetivas y subjetivas. Las mediciones objetivas del desempeño
son las que resultan verificables por otras personas. Por norma general, las mediciones
objetivas tienden a ser de índole cuantitativa. Se basan en aspectos como el número de
unidades producidas o defectuosas, tasa de ahorro de materiales, cantidad vendida en
términos financieros o cualquier otro aspecto que pueda expresarse en forma
matemáticamente precisa.
Existen barreras que perjudican el proceso de evaluación de desempeño los cuales hemos
dividido en barreras metodológicas y barreras originadas de los prejuicios del evaluador.
Con relación a los prejuicios del evaluador durante el proceso de evaluación, presentamos
algunos de ellas a continuación:
Elementos subjetivos.
William B. Werther y Keith Davis señalan, muy atinadamente, indican que: “Cuando el
evaluador permite que sus percepciones y opiniones personales sobre el evaluado interfieren
en su juicio pueden introducirse elementos que distorsionan todo el proceso posterior”
En otras palabras, son ideas que desarrolla un evaluador que no tienen una base real o
medible y que pueden ser favorables o desfavorables al empleado.
Un ejemplo de esta situación es cuando un evaluador piensa que un colaborador que posee
un automóvil último modelo es una persona que se ha sacrificado por él y, por lo tanto,
conoce el valor del trabajo duro y el ahorro pudiendo considerarse como un empleado
ejemplar (prejuicio favorable) o es un arrogante que solo desea presumir ante sus
compañeros pudiendo considerarse como un empleado problemático (prejuicio negativo).
En realidad, esos juicios están por completo fuera de lugar.
Existen evaluadores que evitan proporcionar calificaciones muy altas o bajas y, en su lugar,
optan por colocar a todos sus evaluados en los promedios de desempeño.
Esta situación invalida el proceso de la evaluación, ya que, de esta forma, oculta los
problemas de aquéllos que no alcanzan los niveles exigidos y perjudica, a la vez, a los
trabajadores que han tenido un desempeño sobresaliente.
Permisividad e inflexibilidad.
Existen evaluadores que son etnocentristas. Es decir, consideran su propia cultura como la
mejor. Igualmente, pueden considerar su inclinación política como la más indicada..
Un evaluador de raza judía, por ejemplo, que estima el desempeño de personas provenientes
de la cultura árabe es probable que tengan diferencias y roces a menos que el evaluador esté
consciente de la posibilidad de estar emitiendo juicios influidos por sus pensamientos políticos
o culturales.
Acciones recientes
A este respecto, William Werther y Keith Davis señalan que, ”Las acciones más recientes de
un empleado pueden afectar en gran medida sus calificaciones, ya que es probable que estas
acciones, buenas o malas, estén más presentes en la mente del evaluador” 7.
Por otro lado, Gibson indica que: “Los trabajadores suelen estar conscientes de esta
tendencia, ya que se muestran interesados, productivos y cooperativos precisamente antes
de llevar a cabo la evaluación formal.
El evaluador debe incluir la conducta importante del pasado del trabajador, ya que, de lo
contrario, el proceso de evaluación carece de sentido.
El término halo sugiere que hay un aura positiva o negativa en torno a un determinado
empleado. Esta aura puede influir en la evaluación realizada por el calificador.
En otras palabras, este error se debe a la incapacidad del evaluador para observar a un
colaborador independientemente del aura que esté tenga y dedicarse a estimar, de forma
exclusiva, el desempeño que ha demostrado en su puesto de trabajo