Apuntes Libro
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mental son múltiples y muy variados; por lo general, son los padres quienes solicitan
una evaluación para su hijo porque identifican en él algo que consideran un “síntoma
anormal”, o porque alguna otra persona, por ejemplo, una maestra o autoridad en la
escuela, les señala que el pequeño tiene problemas.
Sin embargo, lo que puede tener valor de síntoma para los adultos no necesariamente
lo tiene para el niño. Cuando se trabaja con menores es necesario tomar en cuenta
que no es él quien solicita la consulta, sino que son otros los que requieren que se le
evalúe y se le trate.
Al trabajar con niños siempre debe tenerse en cuenta —como lo mencionaba Freud—
que están inmersos en una situación edípica triangular y que se encuentran en proceso
de estructuración, lo que implica que los síntomas del niño casi siempre sean un reflejo
del conflicto de y entre los padres.
Esto plantea que no es posible hacer una evaluación del niño sin valorar la situación y
la dinámica familiar. En este punto es necesario recordar que la terapia familiar surgió
del trabajo clínico con niños. Es por esto que la primera labor del psicólogo que trabaja
con niños podría consistir en hacerles ver a los padres que tienen que involucrarse y
participar en el tratamiento de sus hijos, aunque a veces sea difícil que acepten su
participación, sobre todo cuando el menor se ha convertido en el “chivo expiatorio” de
la familia.
Otro aspecto que hay que observar en la entrevista con niños es si su comportamiento
es diferente cuando están los padres que cuando no están. En una ocasión, una señora
llevó a su hija a consulta porque le habían dicho que era hiperquinética. Cuando la niña
estaba en presencia de la madre, la inquietud era mucho mayor que cuando estaba
sola con el entrevistador, lo que parecía indicar que la ansiedad de la madre
aumentaba los síntomas de la niña.
Si se quiere trabajar con niños es necesario expresarse de tal manera que nos
entiendan, esto es ponerse a su altura; una de las virtudes de la técnica de Melanie
Klein es hablarle al pequeño en sus mismas palabras y jugar con él como si estuviera a
su altura, volverse semejante en edad durante el juego. Algo así debe hacerse en la
entrevista, se tienen que buscar estímulos que sean atractivos para el pequeño.
La ansiedad que el niño puede mostrar ante la entrevista, por lo común se debe a que
se da cuenta que se le lleva a consulta porque no está cumpliendo con las expectativas
que sus padres tienen de él, esto le causa angustia debido al temor que experimenta al
sentir que por este motivo quizás sea rechazado por sus progenitores. Por otra parte,
también puede influir la imagen que tiene de sí mismo y que en muchas ocasiones se
encuentra devaluada.
Muchas veces, los padres por querer evitar que el niño sufra, no hablan de las
situaciones traumáticas, con lo cual impiden que éste elabore el suceso.
La actitud de los adultos tal vez refuerce erróneamente la idea de que la situación es
tan difícil que no se puede hablar de ella (James, 1989).
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Capítulo 2
¿Qué es una prueba psicológica? Las pruebas psicológicas son instrumentos de los que
se vale el psicólogo para llevar a cabo sus evaluaciones. Para hacer un uso adecuado
de ellas es necesario conocer los fundamentos teóricos que las sustentan, así como
poseer una capacitación adecuada sobre el manejo de las mismas. Existen diversas
definiciones de lo que es una prueba psicológica. Anastasia (1998) menciona que “una
prueba psicológica constituye esencialmente una medida objetiva y tipificada de una
muestra de conducta”.
cada índice está compuesto tanto por subpruebas esenciales, como por algunas
suplementarias. Cuando no es posible aplicar una subprueba esencial, ya sea por las
características del evaluado o del ambiente de la evaluación, se puede administrar una
de las subpruebas suplementarias para sustituirla, siempre y cuando ésta pertenezca
al mismo índice de la subprueba esencial, así por ejemplo, si no es factible aplicar la
subprueba de Retención de Dígitos, que es esencial, se puede suministrar la subprueba
suplementaria de aritmética; otro ejemplo sería que si no es viable aplicar Claves, que
es esencial, se puede ofrecer en su lugar Registros. No es necesario administrar todas
las subpruebas suplementarias si las esenciales ya se han aplicado, ya que esto hace
que la evaluación sea muy larga y cansada para la persona examinada; se recomienda
aplicar las subpruebas suplementarias sólo en caso de que el sujeto tenga alguna
dificultad para realizar todas las subpruebas esenciales (alguna discapacidad motora,
auditiva, etcétera), o bien, cuando, con fines diagnósticos, se requiera corroborar
algún dato para la interpretación.
Durante la aplicación, el profesional tratará de formarse una impresión clínica general
del niño y de la reacción de éste ante la situación interpersonal que implica el examen.
Tres aspectos importantes de esta impresión clínica son:
Es importante que el examinador sea lo más objetivo posible, de no ser así, se pueden
afectar significativamente las respuestas del niño y la interpretación de la prueba. En
la práctica, el profesional estará alerta de las actitudes de incomodidad del evaluado,
como son cansancio, frustración y enojo, entre otras. Si estas actitudes no se toman
en cuenta, pueden traer como consecuencia que el examinador adopte posturas
equivocadas ante el evaluado, exigiéndole demasiado, lo que producirá una ruptura de
la relación. También es posible que se dé demasiada indulgencia en el examinador, lo
que generaría aburrimiento y fastidio.
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Capítulo 4
El objetivo final de toda evaluación psicológica como la que se aborda en este libro, es
comprender al niño como una persona integrada. Esto es, tomar en cuenta tanto las
características propias de su individualidad, como aquellas que son dadas por la etapa
del desarrollo por la que atraviesa y por el ambiente específico en el que se
desenvuelve.
Aunque el diagnóstico psicológico del niño a través de las diversas técnicas psicológicas
muchas veces segmenta al individuo en aspectos cognoscitivos, afectivos y sociales;
estas características no se manifiestan de manera aislada y son las que dan a la
persona su carácter distintivo, es decir, son la base de lo que se denomina
personalidad.
Perspectiva psicoanalítica:
Capítulo 8
El primer paso en la evaluación del niño es la entrevista psicológica, que se recaba con
la información que proporcionan los padres, los maestros u otros profesionales como el
médico. Por lo general, en el psicodiagnóstico del niño se usa la entrevista abierta que
se propone en el capítulo 1, la cual debe complementarse con una historia clínica lo
más completa posible y con las conductas del paciente observadas tanto por los
informantes (padres, maestros, etcétera), como por el psicólogo que realiza dicho
psicodiagnóstico. Una buena historia clínica abarca aspectos del desarrollo psicomotor,
del proceso educativo, de la vida familiar, así como de experiencias médicas y
psicológicas del menor.
Ficha de identificación
- Motivo de consulta
- Observaciones de la conducta del niño y los familiares durante las sesiones de
evaluación
Instrumentos de evaluación
Recomendaciones generales