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Sesión 6

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Sesión 6ª

18 DE MARZO DE 2021

Claves metodológicas en la catequesis infantil. De la inteligencia


emocional a la experiencia espiritual

Marcos 10, 13-16


En aquel tiempo presentaron a Jesús unos niños para que los
tocara; pero los discípulos les reñían. Pero Jesús, al ver esto, se
enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo
impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os
aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en
él» Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre
ellos.

Lucas 9, 47-48
Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un
niño y lo puso a su lado, y les dijo: El que reciben a este niño en mi
nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me
envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es
grande.

En el Directorio encontramos una dedicación específica a este ámbito y campo. En


el Capítulo 2, puntos 236 y siguientes:

2. CATEQUESIS CON NIÑOS Y JÓVENES


236. «Esta etapa de la vida, en la que tradicionalmente se distingue la primera infancia o edad
escolar y la niñez, se caracteriza, a los ojos de la fe y de la razón misma, por tener la gracia de
una vida que comienza»16 marcada por la sencillez y la gratuidad de la acogida. San Agustín
señaló ya la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el dialogo con el
Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser
ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia
(Cf. GE 3). La antropología y la pedagogía confirman, de hecho, que el niño es capaz de Dios y
que sus preguntas sobre el sentido de la vida también nacen donde los padres están poco atentos
a la educación religiosa.
Los niños tienen la capacidad de hacer preguntas significativas sobre la creación, la
identidad de Dios, el porqué del bien y del mal, y son capaces de alegrarse frente al
misterio de la vida y del amor.
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240. La niñez (6 -10 años), según una tradición establecida en muchos países, este es el periodo
en el cual se completa en la parroquia la iniciación cristiana comenzada con el Bautismo. El
itinerario global de iniciación cristiana tiene como objetivo dar a conocer los principales
acontecimientos de la historia de la salvación que serán objeto de una reflexión más profunda en
edades posteriores y a sensibilizar gradualmente sobre la propia identidad como bautizado. Con
la catequesis de iniciación cristiana se apunta al primer conocimiento de la fe (primer anuncio)
y con el proceso de iniciación se introduce al niño en la vida de la Iglesia y en la celebración de
los sacramentos.
La catequesis, no fragmentada, sino articulada a lo largo de un itinerario que propone de
manera esencial todos los misterios de la vida cristiana y su impacto en la conciencia
moral, también está atenta a las condiciones existenciales de los niños y a sus preguntas
propias de la edad. (…)

241. La niñez es también la etapa de la entrada en el mundo de la escuela primaria. El niño,


luego un joven, entra en una comunidad más grande de la familia, donde tiene la oportunidad de
desarrollar sus habilidades intelectuales, afectivas, relacionales. De hecho, en muchos países del
mundo, se imparte una enseñanza religiosa especifica en la escuela, y en algunos casos, también
se da la posibilidad de llevar a cabo en la escuela la catequesis de iniciación a la vida cristiana y
a los sacramentos, de acuerdo con las instrucciones y disposiciones del Obispo local. En esos
contextos, la colaboración entre catequistas y profesores se convierte en un recurso
educativo importante y es una oportunidad favorable para dar visibilidad a una
comunidad de adultos testigos de la fe.

Pensemos:
¿Qué significa acercar a los niños a la vida de fe, al conocimiento de Jesús, de la Iglesia,
a expresarse?

¿La religión, la catequesis ayuda a los niños a expresar sus emociones? ¿A integrar su
espiritualidad en su expresión habitual? ¿O vida y fe van separadas?
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DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL A LA
EXPERIENCIA ESPIRITUAL
OBJETIVO: Capacitar en el concepto de inteligencia emocional, competencias y
habilidades emocionales, promover el
conocimiento personal de inteligencia
emocional para poder aplicarlo a la vida
cotidiana, a la reflexión, a la vida de las
comunidades y los proyectos pastorales.

1. DEFINAMOS ALGUNOS CONCEPTOS

• INTELIGENCIA: La capacidad para resolver problemas y tomar decisiones


en nuestra vida cotidiana.

• INTELIGENCIA EMOCIONAL: es la capacidad para reconocer los


sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Esta
inteligencia se organiza en cinco capacidades: conocer las emociones y
sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación y
gestionar las relaciones.

• INTELIGENCIA ESPIRITUAL: es aquella con la que afrontamos y


resolvemos problemas de significados y valores. Esta capacidad posibilita al
ser humano para que dé respuesta a la pregunta: ¿Quién soy? También
posibilita a la persona para que encuentre el sentido profundo a la vida y
permanezca alineado a los principios espirituales. Es la inteligencia que
ilumina y da plenitud de sentido, fuerza y orientación a la inteligencia
racional y emocional.

EDUCACIÓN PARA LA INTERIORIDAD

Trabajar inteligencia emocional ayuda a la persona a fortalecer o, en su caso,


recuperar la seguridad afectiva, con todo lo que ello implica de lograr hacer pie en
una plataforma desde la que, simultáneamente, armonizarse (unificarse) por dentro
y desplegarse hacia fuera.

En catequesis trabajamos desde las emociones para llegar a lo espiritual,


porque lo que se busca es dar respuesta a las “necesidades espirituales” y ayudar a
la persona –sea niño, joven o adulto- a que experimente que la fe es un camino
hacia nuestro interior que nos impulsa a dar lo mejor de nosotros mismos al
mundo.
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2. TANTO LO EMOCIONAL COMO LO ESPIRITUAL SE APRENDE


DESDE LA EXPERIENCIA

La inteligencia emocional cambia según el experto que la defina, y la vida de


cada persona. Por ejemplo, el Dr. Danah Zohar es la capacidad de afrontar
problemas de significados y valores, otros creen que es la capacidad de
comprender el mundo desde un alto estado de conciencia y la capacidad de
descubrir lo sagrado en las cosas cotidianas de la vida diaria. En resumen, es el
corazón de nuestro concepto de la vida y de lo que es correcto y lo que no, de lo
que vale la pena y lo superfluo.
Es muy importante que seamos totalmente conscientes que Dios no es
emoción… hoy estoy bien y creo, mañana me levantaré mal y no creeré tanto y
pasado no creo nada y después estoy mejor y vuelvo a creer. Dios es sí y amén,
Dios es el Principio y el Fin, Dios no cambia ni se arrepiente de nada de lo que
te haya dicho. Por eso, serás libre si tu mente y tu espíritu están llenos de fe y
no de emoción.

3. CÓMO DESARROLLAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Como todo tipo de inteligencia (tenemos varias), debemos cultivarla y


desarrollara.

Los cuatro grandes bloques de


intervención podrían ser:

• Autoconciencia emocional: El
conocimiento de las propias
emociones.
• Gestión emocional: La capacidad de
gestionar las emociones.
• La automotivación: El aprovechamiento productivo de las emociones.
• La empatía y habilidades sociales: El reconocimiento de las emociones ajenas y
la buena relación con los demás.

4. AUTOCONCIENCIA EMOCIONAL, GESTIÓN EMOCIONAL

El autoconcepto es tomar conciencia de lo que quién soy, qué pienso, siento,


hago y tener una opinión sobre lo que soy en este momento concreto de mi
vida ya que es cambiante y dinámico, podemos cambiar y las experiencias de
vida nos hacen reconocernos y ayudarnos a reconocernos, Las conductas son
pistas de cómo somos. Influye en toda nuestra vida. Lo podemos dividir a su
vez en tres elementos que lo fundamentan y se autorrelacionan de tal modo
que la carencia de alguno de ellos afecta a los otros:
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1. Autoconocimiento: es el más importante y decisivo. Lo que sé de mí me


dará los recursos necesarios para amarnos, respetarnos y si es necesario
cambiarnos. Es la información que tengo de mí y
ser consciente de ello.
2. Autoestima: con todo lo que sé de mí valoro si me
gusta, si amo lo que soy y hago, si me siento bien
conmigo mismo.
3. Autorrealización: es orientar lo que quiero y amo
de mí mismo para hacer aquello por lo que lucho,
lo que deseo y sueño

¿Y en catequesis?

El principal mandamiento de nuestra religión es:


El mandamiento del amor

AMARÁS DE DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO


A TI MISMO (Mt 22, 34)

Jesús nos enseña cómo hacer posible este mandamiento que él mismo fue el
primero en cumplir.

El amor a Dios y al Prójimo nos pone ante la gran novedad de Jesús. Por un lado
nos revela que estos dos mandamientos son la raíz y el fundamento sobre los que
puede sostenerse con verdad cualquier Ley. Y por otro, que todo, y en particular la
Ley, queda definitivamente abierto a la realidad de Dios y a la realidad del
Prójimo.

Amar no significa dejar de amarme a mí mismo. Por el contrario, la idea de que


no puedo amarte a menos que me ame a mí mismo está aceptada universalmente
por los psicólogos. No puedo dar lo que no tengo. Quienes no se aman a sí mismos
están tristes, atormentados por una constante sensación de vacío que están siempre
tratando de llenar.

Mi amor hacia ti no significa nunca una abdicación de mi propio yo.


Posiblemente podría dar mi vida por ti por amor, pero nunca podría negar mi
identidad como persona. Intentaré ser lo que tú necesitas que yo sea, hacer lo que
tú necesitas que se haga y decir lo que tú necesitas escuchar. Al mismo tiempo,
estoy comprometido en una relación sincera y abierta.
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AMAR AL PRÓJIMO COMO A MI MISMO, NO EN LUGAR DE MI MISMO

TAREA:

1. ¿En qué consiste el AMOR a uno mismo? ¿Podemos amar a alguien si no


nos amamos primero nosotros? ¿Podemos amar a Dios?
2. ¿Cómo lo podemos aplicaren nuestra vida diaria, en nuestras catequesis?
Ejemplos

b) GESTIÓN DE LAS EMOCIONES: Forma parte de nuestra labor espiritual

La inteligencia emocional es base para la inteligencia espiritual, y viceversa.

Dedicar tiempo a hacer silencio

Aprender a alejarnos del ruido de la rutina, de las prisas y de lo que nos distrae
y hace perder el sentido de las cosas y de la vida: debemos tomarnos un tiempo
para rezar, meditar, pensar en la existencia propia y nuestro lugar en el mundo. Sin
ello, es imposible descubrir lo sagrado y profundo de la fe. Es hacer silencio, ser
en el silencio.
En catequesis tenemos que ayudar a encontrar el sentido profundo de la vida,
con optimismo y conscientes de nuestras debilidades. Conocernos para amarnos.
Somos cuerpo, mente y sentimientos y no es posible separar estas dimensiones.

CUERPO: respiración, postura, gestos, voz, canto, miradas, abrazos, olor,


color, …

MENTE: oración, lectura, estudio, creatividad, pensamientos, positividad, …

SENTIMIENTOS: pasión, emoción, corazón, alegría, compasión, …

➢ ¿Propiciamos momentos en catequesis para respirar, callar,


meditar…para simplemente estar?
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5. AUTOMOTIVACIÓN: LA FE ES MI MOTIVACIÓN

La fe, la confianza y la motivación, tres conceptos que se relacionan entre sí y


que son imprescindibles para el crecimiento de cualquier persona, proyecto e
ilusión. Los tres aportan la gasolina
necesaria que nutre y riega nuestro ser: la
energía vital. En este caso trabajaremos la
FE, concretamente la cristiana.

Las personas creyentes tienen que ser


optimistas, positivos, realistas, motivados y
motivadores, si no es así, su fe no es
auténtica o madura. Son los hombres y
mujeres con mayor y mejor motivación,
pero que jamás se rinde…

Pero, ¿qué motiva realmente a un creyente en Dios?

• ¿El temor a recibir castigo de Dios?


• ¿Tener la conciencia tranquila por la práctica de unos ritos?
• ¿La sensación de culpa por ser pecador?
• ¿El seguir con la tradición familiar, la costumbre, la presión familiar, la
sensación de no saber qué hacer con la vida propia?

La fe en Dios es mucho más que una motivación. Siempre que tuviste fe como
un grano de mostaza, se realizaron las cosas. Tuviste que adiestrarte en el arte de
creer lo imposible. La corta experiencia adquirida te lanza a creer con fuerza aún
mayor en el porvenir. La fe funciona.

La fe mueve montañas, pero sólo las que uno se atreve a mover.

“Les aseguro que si tuvieran fe del


tamaño de un grano de mostaza,
dirían a esta montaña: ‘trasládate
de aquí a allá’, y la montaña se
trasladaría; y nada sería imposible
para ustedes”.

Mt. 17, 20
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Necesitamos tomar medidas a razón de lo que creemos y esto no es otra cosa


que el mensaje de Jesús de Nazaret de posibilidad, de esperanza, de libertad, de
generosidad, de agradecimiento, justicia, paz, perdón…en definitiva nuestra
motivación es la felicidad de sabernos AMADOS SIEMPRE.

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