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Catequesis Sobre La Confirmación

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Catequesis sobre la Confirmacin

Autor: Excmo. Sr. Obispo Javier Navarro Rodrguez Introduccin catequesis sobre confirmacion

El dilogo que Dios entabla con nosotros por medio de los sacramentos es un dilogo transformador, vivificante. A quienes toman en serio ese dilogo, se les va transmitiendo la vida de Dios. Debemos cuidar, fortalecer y nutrir esa vida, poderosa en sus races, pero frgil y amenazada constantemente. El sacramento de la confirmacin es para cada fiel cristiano la plena investidura de una misin a favor de la Iglesia y del mundo. Podemos llamar cristiano adulto a quien sabe a asumir sus responsabilidades en el seno de la Iglesia y toma parte activa en la edificacin del Reino de Dios. Por la efusin del Espritu Santo, el creyente que ha recibido el sacramento de la Confirmacin hace un altar en cualquier actividad de su vida diaria. Sobre ese altar l se une al sacrificio de Cristo para introducir en el mundo el amor del Padre. As, el Espritu se manifiesta en el cristiano a travs del testimonio activo y lo hace progresar hacia la Eucarista, culmen del misterio pascual, con las manos ricas en dones de alabanza. Por la Confirmacin, el Hijo encarnado de Dios nos comunica la misma misin que el Padre le dio a El: dejarnos guiar por el Espritu Santo, para hacer visible en este mundo su amor infinito. PRESUPUESTOS PASTORALES A TOMAR EN CUENTA La Confirmacin es un sacramento ntimamente unido al del Bautismo. Es una especie de desdoblamiento de ste para significar de que se trata de un bautismo en el mismo Espritu con el que fue ungido Jess. El Espritu del Seor est sobre m, porque l me ha ungido para que d la buena noticia a los pobres (Lc. 4, 18). La uncin de Jess, en continuidad con la uncin de los reyes del Antiguo Testamento, le capacita para ser el defensor y el salvador de los pobres (ver Sal 72, 1-75). El comunica su mismo Espritu a los Apstoles en Pentecosts (ver He 2, 4). Y ellos, a la vez, lo comunican a los creyentes. Es tarea de la catequesis el subrayar esta conexin bautismal de la Confirmacin. El sacramento de la Confirmacin implica la participacin activa en la dinmica comunitaria y misionera de la Iglesia. Esto implica que la comunidad sea capaz de hacerle un lugar al confirmado, de reconocer la accin del Espritu Santo en l, de darle voz y responsabilidades en el interior de la comunidad, de escucharle y valorar sus aportaciones. Participacin en el compromiso misionero, que exige que la comunidad no est cerrada sobre s misma, sino que viva abierta al mundo para que el don de Dios, que hay en ella, llegue a la vida de todos. El sacramento de la Confirmacin comunica en plenitud al Espritu Santo, que es el Espritu de los tiempos nuevos y ahora debemos ser testigos de Cristo en la Iglesia y el mundo. Se trata del Espritu que impuls a Jess a anunciar el Evangelio a los pobres y a liberar a los

cautivos. No se puede reducir la accin de este Espritu a un mbito intimista e individual. Su mbito de accin es la realizacin en la historia del Reino que Jess anunci, y hace surgir comunidades en que la justicia y la comunin no son slo la promesa de un futuro, sino una realidad presente y creciente. Todo lo que hay de justo y de bueno en la Iglesia, procede de la accin de ese Espritu. El Espritu Santo impulsa una praxis nueva a favor de la justicia, tanto en el bautizadoconfirmado como en la comunidad eclesial. Los signos que confirman la presencia de la vida nueva de Dios en el mundo son las obras de la justicia al servicio del amor. Obras que nacen del Espritu de Jess que impulsa a la construccin del Reino. Es muy conveniente que se haga una fuerte promocin en torno al sacramento de la Confirmacin. Sobre todo durante 1998 en que, como preparacin al Gran Jubileo de la Encarnacin, reflexionaremos de manera especial en torno a este sacramento. Es un tiempo oportuno para preparar a quienes por distintas circunstancias se han rezagado (jvenes y adultos) en la celebracin de su confirmacin, por lo que las comunidades parroquiales pueden realizar diversas acciones para integrarlos a grupos de catequesis en vistas a la celebracin de este sacramento, ya que todos los fieles estamos obligados a confirmarnos en la edad oportuna (ver CDC 890). La Confirmacin se administrar en la edad de la adolescencia. Es muy importante el hacer eco a la practica pastoral de los obispos de la Regin Pastoral de Occidente quienes ya no administran este sacramento a nios, aspecto que en nuestra dicesis se expresaba desde hace tiempo en las conclusiones del II Snodo Diocesano (ver II SDG disposicin 21) y que en varias ocasiones nuestro Cardenal y Arzobispo nos ha invitado a celebrar despus de los 12 aos de edad. Las parroquias organizarn una adecuada y consciente catequesis sobre la confirmacin. Las comunidades parroquiales debern organizar cursos de catequesis sobre la Confirmacin en los que los futuros confirmados sean convenientemente instruidos (ver CDC 889.2; II SDG disposicin 21), en esta catequesis la responsabilidad de los fieles sean bien preparados y se confirmen en la edad sealada es, principalmente, de los padres de familia y los sacerdotes, sobre todo los prrocos (ver CDC 890), quienes se apoyarn en el equipo de catequistas de la comunidad (ver CIC 1309). Dicha preparacin para la confirmacin debe tener como meta conducir al cristiano: a una unin ms ntima con Cristo, a una familiaridad ms viva con el Espritu Santo, su accin, sus dones y sus llamadas, a fin de asumir las responsabilidades apostlicas de la vida cristiana (ver CIC 1309). A fin de suscitar en el confirmado: el sentido de la pertenencia a la Iglesia, tanto universal como parroquial (ver CIC 1309). Es de desear que se realice una preparacin profunda a este sacramento, que permita a los que lo reciben renovar las promesas del bautismo con plena conciencia de los dones que reciben y de las obligaciones que asumen. Sin una larga y seria preparacin, correran el riesgo de reducir el sacramento a pura formalidad, o a un rito meramente externo, o, incluso correran el peligro de perder de vista el aspecto sacramental esencial, insistiendo unilateralmente en el compromiso moral (Papa Juan Pablo II, Audiencia General, 1-IV-92).

Solemnizar la celebracin del sacramento de la confirmacin: realizarla como un Pentecosts parroquial. La Confirmacin se celebrar de ordinario en la propia parroquia a la que pertenezca el confirmado y con la participacin de la comunidad cristiana. (ver II SDG disposicin 13). En una comunidad real y personalizada, donde se conocen los rostros y los nombres de los confirmados y se tiene la capacidad de integrarlos en sus tareas evangelizadoras. Es conveniente aprovechar la riqueza de los formularios para la celebracin de la Confirmacin, elegir los signos que parezcan ms adecuados, resaltar y organizar en conjunto con los que se confirmarn con sus paps y padrinos el desarrollo de la celebracin. La conexin del bautismo con la confirmacin se expresa, entre otras cosas, por la renovacin de las promesas bautismales. y su celebracin dentro de la eucarista contribuye a subrayar la unidad de los sacramentos de la iniciacin cristiana. La celebracin de la confirmacin conviene realizarla como un Pentecosts parroquial. Es nacer de nuevo a la vida de Dios y Para Dios. Metodologa Siendo adolescentes los destinatarios preferenciales de sta catequesis, el ideal es seguir una metodologa dinmica, motivadora, experiencial, participativa, transformadora y que los lleve a la integracin con la comunidad parroquial. Llegar a una autntica experiencia de Cristo y de su Iglesia, en la que predomine un ambiente de acogida, ya que algunos de los muchachos han estado parcialmente alejados de un proceso de educacin en la fe. Las sesiones siguen los pasos metodolgicos que actualmente se practican en la catequesis de nuestra Dicesis que trata de responder al llamado que nos hace el documento de Santo Domingo en su nmero 119. VEAMOS, PENSEMOS, ACTUEMOS Y CELEBREMOS. En este caminar metodolgico ha de integrarse el crecimiento de la fe en el proceso del crecimiento humano que muy fuertemente experimenta una persona durante su adolescencia. La Iglesia con su palabra y su testimonio debe ante todo presentar a los adolescentes y jvenes a Jesucristo en forma atractiva y motivante, de modo tal que sea para ellos el camino, la verdad y la vida que responde a sus ansias de realizacin personal y sus necesidades de encontrar sentido a la misma vida. Lleno de Esperanza pongo en sus manos stas Catequesis sobre la confirmacin. En ellas se encuentran los esfuerzos por lograr a las puertas del tercer milenio, una catequesis que nos lleva a acompaar el crecimiento de los creyentes hacia una madurez en la fe y hacia una clarificacin de su identidad cristiana. En este ao jubilar que la Iglesia entera ha dedicado al Espritu Santo y en que tambin celebramos un caminar diocesano, a lo largo de 450 aos, confiamos nuestros trabajos por lograr una catequesis que atienda todas las edades y circunstancias de la vida de los creyentes, a Jesucristo Nuestro Seor, a Nuestra Seora de Zapopan y a nuestros Beatos y Mrtires. Que ellos nos acompaen siempre en ste caminar hacia el Seor.

TEMA 1 Jess nos encomienda la vida del mundo OBJETIVO Despertar el sentido de gratitud y admiracin a Dios por el regalo que nos ha dado de la creacin y el cosmos, para cuidar ms y embellecer con responsabilidad esta obra, tomando a Jess como modelo. NOTAS PEDAGGICAS El Catequista asimile e interiorice el tema de tal manera que sea experiencia viva de Dios, de su obra, en l mismo, la que comunique en la catequesis. En ste ambiente de interioridad vea los nmeros 299 a 314 del Catecismo de la Iglesia Catlica. VEAMOS Elaboracin De peridicos murales en equipos. Preparar material necesario: fotografas recortadas de revistas como el mar, la tierra, el espacio o firmamento. Se utilizarn pliegos grandes de papel manila o revolucin, pegamento, tijeras y colores. Hacer un letrero grande y bien presentado que tenga escrito Jess nos encomienda el mundo en que vivimos. Presentacin. El mundo en que vivimos tiene grandes secretos y maravillas. En la escuela procuramos descubrir algunas de estas maravillas, las vemos en la T.V., en revistas; estn muy cerca de nosotros, en los jardines, parques, etc., mirando con atencin lo que nos rodea: un mosquito, un caracol, un gusanito, las estrellas en el cielo, la luna, la salida y puesta del sol, la luz en las hojas de los rboles. Vamos a poner en peridico mural algunas de estas maravillas. Cada equipo presentar su peridico mural ente los dems. Notas: Haremos referencia a los conocimientos adquiridos sobre el mundo y los cambios que para descubrir en todo esto, ese principio de vida que lo anima todo y al que llamamos con Jess: Padre, nuestro Dios. Un Dios que est en el centro y en el corazn de la misma evolucin y de la historia de los hombres dando ser, consistencia y sentido. PENSEMOS Todo esto que hemos puesto aqu, no es sino una pequesima parte de las maravillas que existen en el universo. Nosotros sabemos que toda esta evolucin la conduce alguien que nos ama: Dios. Jess llama a Dios, Padre, porque es el que da la vida a todo. El es el que dirige la evolucin. El

es la fuerza y la inteligencia que permite que se desarrolle la energa. Dios en Su sabidura infinita, ha creado todo esto para nosotros, por que nos ama intensamente Como hemos comentado, ha habido investigaciones y descubrimientos gracias a la inteligencia humana de algunos hombres, sabemos que esa inteligencia es de Dios, El se las dio. Nuestra inteligencia participando de la luz del entendimiento de Dios, puede entender lo que Dios nos dice por Su creacin; s se refiere humildad y respeto ante el creador y su obra (ver Job 42, 3). La creacin participa de la bondad de Dios... "vio Dios que era bueno" (Gen 1, 4.l0.12.18.21.31)... La creacin es querida por Dios como Un regalo para el hombre, como una herencia que le es destinada y confiada (ver CIC 299). Las cuestiones sobre el origen del mundo y del hombre, son objeto de numerosas Investigaciones cientficas que han enriquecido magnficamente nuestros conocimientos sobre la edad y las dimensiones del cosmos y la aparicin del hombre. Estos descubrimientos nos invitan a admirar ms la grandeza del Creador y a darle gracias por todas sus obras, y por la inteligencia y sabidura que da a los sabios investigadores. "El me dio el verdadero conocimiento de lo que existe; me hizo conocer la estructura del mundo y las propiedades de los elementos... porque la sabidura lo hizo todo, y me lo ense" (Sab 7, 1721). La fe viene a confirmar y a esclarecer la razn para la justa inteligencia de esta verdad: "Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve resultase de lo que no aparece (Heb II, 3)" (CIC 286). La verdad en la creacin es muy importante para la vida humana que Dios quiso en su ternura, revelar al Pueblo. Esta verdad de la creacin se expresa con mucho vigor en el mensaje que nos dan los profetas (ver Is 44, 24; dc 288). ACTUEMOS Hacer pequeos grupos para reflexionar: Qu voy a hacer ahora que ya soy ms consciente de este regalo que Dios nuestro Padre nos dio de la creacin, del cosmos? En qu forma voy a cuidar y embellecer ms lo que Dios nuestro Padre ha creado para mi? De lo que t sabes de Jess, qu hizo El para cuidar y embellecer lo creado? Cmo voy a hacer para que mi familia, mis amigos y compaeros de grupo conozcan, amen, agradezcan y cuiden esta obra maravillosa?

CELEBREMOS Teniendo los peridicos murales que ellos elaboraron, se renen en torno a ellos en crculo. El catequista motiva al grupo para que en la fe y en la gratitud se realice esta celebracin. Contemplar por un momento los peridicos murales. Lectura: 2 Mac 7, 28. Comentario a la lectura y a lo que se vio en el tema. Se termina con el canto del salmo 8, "Seor, Dios nuestro": Seor, Dios nuestro, qu admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra. Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, qu es el hombre para que te acuerdes de l; el ser humano para darle poder.

TEMA 2 Jess nos invita a vivir y crecer con esperanza OBJETIVO Experimentar que la vida humana es un don maravilloso que Dios nos dio, y que debemos vivirla con esperanza y esfuerzo constante. NOTAS PEDAGGICAS Los catequistas han de hacer suyos estos temas, de manera que su misma vida vivida en la fe y esperanza, sea la mejor forma de transmisin del mensaje a los adolescentes y a la comunidad. Se emplear el juego indispensable para la formacin del adolescente. Las leyes que tiene el juego, cuya observacin se exige, va formando una personalidad fuerte, lo hace capaz de superar los obstculos de temperamento, permitindole desarrollar su creatividad. Es importante dar lo mximo en el juego. VEAMOS Juego: Los Nmeros Los jugadores forman un crculo. En medio se coloca un premio. Se numeran los jugadores hasta la mitad del crculo, volviendo a empezar la numeracin donde termina la otra, de tal manera que los nmeros uno se encuentre en los dos extremos del crculo. El animador grita un nmero: los dos jugadores salen corriendo de su lugar. El primero que llega toma el premio que se encuentra en el centro. VARIANTE: el animador, en vez de gritar un nmero cualquiera, sugiere una suma, resta o multiplicacin. Por ejemplo: "5 menos 3", "4 por dos menos uno. Esta variante exige mayor atencin por parte de los jugadores. PENSEMOS Para ganar el juego y el premio, tuvimos que entrar en l, poner atencin con todo el esfuerzo necesario y constante; esperbamos el premio y lo conseguimos!. La vida, que es regalo maravilloso de Dios para sus hijos, la hemos de vivir intensamente. "Dios no da solamente a sus criaturas la existencia, les da tambin la dignidad de actuar por s mismas,... de cooperar as en la realizacin de su designio" (CIC 306). Dios no abandona a su criatura. "No slo le da el ser y existir, sino que le mantiene a cada instante en el ser, le da el obrar y la lleva a su trmino" (CIC 301). Pero es necesaria nuestra participacin, nuestro esfuerzo constante. "No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, pues, de manera que lo consigan" (1 Co 9, 24).

"Del Seor recibirn el reino de la gloria y la corona hermosa, pues los proteger con su mano y los amparar con su brazo" (Sab 5, 16). Nuestra esperanza est fundada en Dios (ver 1 Tim 5, 5), en su amor (ver Rom 5, 2-5; 2 Tes 2, 16), en su fidelidad, (ver Heb 10,23); esta esperanza se apoya en la fe, se muestra en la caridad. La vida cristiana es una continua exigencia de superacin, slo as se puede crecer en esperanza. Jess vivi la vida intensamente, nos invita a esforzarnos para conquistar el Reino de los Cielos (ver Mt 11, 11-14). Adems de Jess ha habido personas que han sabido valorar su vida y la han vivido con la esperanza de haber cumplido siempre la voluntad del Padre como Jess, como el Beato Miguel Agustn Pro, un sacerdote mexicano, nacido en Zacatecas, Jesuita. Entendi que la vida vale la pena vivirse y con esperanza. Se entreg a sus fieles en tiempos de la persecucin, con tenacidad, esfuerzo constante y confianza en el apoyo que Dios le daba; asisti a los pobres y a los enfermos, entregando su vida an con el riesgo de que se la quitaran a l, y as fue. Apresado por supuesta complicidad en un atentado contra el General lvaro Obregn, muri fusilado junto con su hermano Humberto, sin proceso judicial, el 26 de noviembre de 1926. ACTUEMOS En pequeos grupos reflexionar sobre el tema: Has vivido hasta ahora la vida con esperanza? En qu forma? A qu te invit la Palabra de Dios recibida en este tema? Cul es tu compromiso concreto para vivir ms intensamente tu vida con esperanza? Qu vas a hacer por tus compaeros de la escuela para que ellos vivan su vida con esperanza? CELEBREMOS El catequista motive al grupo a vivir este momento en la fe y la esperanza, en el esfuerzo constante por vivir de aqu en adelante con este impulso. Cantando la alegra Juntos cantando la alegra de vernos unidos en la fe y el amor, juntos sintiendo en nuestras vidas la alegre presencia del Seor. Hay una fe que nos alumbra con su luz, una esperanza que empap nuestro esperar. Aunque la noche nos envuelva en su inquietud, nuestro amigo Jess nos guiar. Lectura: Mt 11, 11-14. Silencio para interiorizar en la Palabra de Dios. Espontneamente hacer algunas peticiones. Termina recitando pausadamente el Padre Nuestro.... que venga tu Reino de esperanza y de vida;

no nos dejes caer en la tentacin del desinters, de la apata, de la desesperanza.... y lbranos del mal. Amn.

TEMA 3 Jess nos impulsa a vivir los valores de la verdad, la justicia y el amor OBJETIVO Descubrir los valores que Dios nos ha dado para ponerlos al servicio de los dems. NOTAS PEDAGGICAS Se busca proponer los valores queriendo educar progresivamente en el compromiso personal, grupal y social. Es necesario subrayar que los valores no "se ensean", tampoco se imponen desde fuera sino que se inducen afectivamente, en un clima de relaciones personales. El adolescente aprende a valorar las cosas segn el Evangelio, viendo vivir esos valores, sintindose relacionado e identificado con aquellas personas que los viven. Ir descubriendo gracias a la evolucin de su inteligencia y voluntad, el valor concreto y objetivo de eso que ha visto vivir y que l mismo est empezando a vivir. La educacin en los valores evanglicos es indispensable en esta edad y tambin por el momento histrico los valores que el percibe en el ambiente; unos muy cercanos al Evangelio y otros muy alejados. VEAMOS Este juego puede lograr que descubra la importancia de la verdad, para actuar en la justicia, desarrollar la sinceridad. LOTERA DE NMEROS Se prepara para cada adolescente una hoja cuadriculada con 20 cuadros numerados del uno al veinte. Un premio para el ganador. Cada participante tendr su hoja y su lpiz. A una seal dada, apuntar por el reverso de la hoja un nmero. Apuntar sus nmeros en orden, de arriba hacia abajo. Tapar con la mano el nmero que ha apuntado. Despus de un momento dir en voz alta un nmero, entre el uno y el veinte, el que elija. Cada nio ver si corresponde al numero que l mismo eligi. Si corresponde, el adolescente pondr una cruz en el cuadro correspondiente. Ejemplo: Si el catequista dice: "6", y el adolescente haba elegido el 6, podr llenar el cuadro nmero 6 con una cruz. El primero que llene 5 cuadros es el que gana. El catequista pedir al adolescente que rectifique los nmeros que l haba elegido y los que fueron nombrados. El mismo adolescente lo har sin que el catequista vea por s mismo. Reflexin sobre el juego:

Qu les apareci el juego? Algunos quiz estn descontentos porque cuesta trabajo reconocer cuando uno pierde; adems se dieron cuenta?, da mucha tentacin hacer trampa, a m s me da, a ustedes no?. Por qu dan ganas de hacer trampas en los juegos, como en este caso o en las canicas, en el ftbol? Porque el deseo de ganar "a como de lugar", es tan grande, que somos capaces de engaar. Esta tentacin de las trampas, no slo la tenemos en el juego, tambin en otras partes como en la escuela o en el trabajo. Aqu se promueve el dilogo entre los catequizados. Esto mismo sucede con los adultos; hay muchos que engaan y hacen trampas para tener buenos puestos, dinero o para evitar castigos, por ejemplo: los sobornos. La mentira y la trampa son injusticias, con ellas logran algo a lo que no tienen derecho. PENSEMOS Todos nosotros tenemos, porque Dios nuestro Padre nos ha dado, muchos valores: somos capaces de amar, de comprender, de ayudar, de darnos nosotros mismos a los dems. Jess nos muestra otros valores muy importantes para vivir felices: la verdad, la justicia, el amor. Jess tuvo que tratar a muchas personas que eran as, tramposas e injustas. Jess los trataba con firmeza y los regaaba para que reaccionaran y reconocieran que eran injustas, para que buscaran la verdad. Les deca: "Fariseos hipcritas (mentirosos), que se quieren pasar por buenos ante los dems y todo lo hacen para que los consideren buenos sin serlo, ustedes buscan engaar a los dems con apariencias y en realidad no tienen verdadero amor ni a Dios ni a la gente" ( Mt 22,15-18). En Jesucristo la verdad de Dios se manifest en plenitud. El es la "luz del inundo" (Jn 8, 12), la Verdad (Jn 14,6). El discpulo de Jess permanece en su Palabra para conocer la verdad que hace libre (Jn 8, 31-32) y que santifica (Jn 17, 17). Seguir a Jess es vivir del "Espritu de verdad" (Jn l4,17). Jess ensea a sus discpulos el amor incondicional a la verdad: "Sea nuestro lenguaje s cuando es s; no cuando es no" (Mt 5, 37; dc 2466). El hombre busca naturalmente la verdad. "Todos los hombres conforme a su dignidad, por ser personas... se ven impulsados por su misma naturaleza a buscar la verdad..." (CIC 2467). La mentira es la ofensa ms directa contra la verdad. Mentir es hablar u obrar contra la verdad para inducir a error al que tiene el derecho de conocerla. Lesionando la relacin del hombre con la verdad y con el prjimo, la mentira ofende el vnculo fundamental del hombre y de su palabra con el Seor (CIC 2483). Jess ama la verdad, EL ES LA VERDAD. El no puede soportar a la gente tramposa, a la que aparenta ser buena y en su corazn hay maldad.

Hemos tocado la justicia como uno de los valores del cristiano, es una virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prjimo lo que les es debido. El hombre justo . ..se distingue por la rectitud habitual en sus pensamientos y de su conducta para con el prjimo (CIC 1807). Es pues urgente, que desde ahora el adolescente se sensibilice a la justicia cristiana y adquiera ese dinamismo que imprime en el hombre movido por el Evangelio, el hambre y sed de justicia. Ser justo es parecerse a Dios que ama a todos... slo es justo el que ama a los dems y se preocupa por ellos. La originalidad del mensaje cristiano no consiste tanto en la afirmacin de la necesidad de un cambio de estructuras, cuanto en la insistencia que debemos hacer en la conversin del hombre. No tendremos un continente nuevo sin nuevas y renovadas estructuras; pero sobre todo, no habr continente nuevo sin hombres nuevos, que a la luz del Evangelio, sepan ser verdaderamente libres y responsables. "La caridad, amor de Dios sobre todas las cosas, exige y da origen a un amor electivo al hombre, y es el camino mas excelente que determina la modalidad propia del compromiso del cristiano con el mundo. La caridad consiste en amar a los hombres nuestros hermanos, como Cristo los ha amado hasta la muerte" (El compromiso cristiano ante las opciones sociales y la poltica No. 170; Conferencia del Episcopado Mexicano 1973). ACTUEMOS Nuestro modelo siempre va a ser Jess: Qu puedes hacer t para amar como Jesucristo? Escribe ejemplos de los que t puedes hacer diariamente. El amor a la verdad es fundamental para nuestro vivir cristiano. Qu vas a hacer para vivir de esta verdad? La justicia puede practicarse de muchas formas: Cmo, cundo y dnde la vas a practicar?. CELEBREMOS El catequista motivar al grupo para hacer esta celebracin en la fe y el amor comprometido con Dios y los hermanos para transformar nuestro ambiente contaminado por la mentira y la injusticia. Canto: Tu Reino es vida Tu Reino es vida, tu Reino es verdad, tu Reino es justicia, tu Reino es paz, tu Reino es gracia, tu Reino es amor, Venga a nosotros tu Reino Seor (se repite). Lectura: Is 58,1-10 Breve comentario sobre esta lectura

Oracin espontnea Oracin del Padre Nuestro pidiendo al Seor que reine El en nosotros para que vivamos en justicia, en la verdad y en el amor Terminar cantando: Tu Reino es vida.

TEMA 4 Jess nos invita a descubrir la accin del Espritu Santo en la vida y en la historia OBJETIVO Descubrir en nuestras acciones cotidianas la accin de Espritu Santo y el impulso que nos da para actuar con audacia. NOTAS PEDAGGICAS Podemos encontrar en la vida de los santos, y con mucha claridad, esta accin del Espritu Santo, pero es necesario insistir en descubrirlo muy personalmente, en el diario vivir nuestro y en el de los dems. En los hechos que van haciendo la historia de nuestra comunidad, de nuestra ciudad, de nuestra Patria y del mundo entero. VEAMOS Hacer grupos pequeos para responder a las preguntas: Qu acciones buenas has descubierto ltimamente, en tu familia, en la escuela, en algunos programas de televisin? Y qu acciones buenas has descubierto, en algunos pases del mundo? En plenario comentar estas respuestas PENSEMOS Todos hemos sido testigos de las obras buenas realizadas por personas de buena voluntad. Han sido movidos por la accin imperceptible del Espritu de Dios. A El se le conoce por sus obras, en las personas que han sido dciles a su accin en el transcurrir de su vida. El Concilio Vaticano II, centrado sobre todo en el tema de la Iglesia nos recuerda la accin del Espritu Santo incluso "fuera" del cuerpo visible de la Iglesia. Nos habla justamente de "todos los hombres de buena voluntad", en cuyo corazn obra la gracia de modo visible. Cristo muri por todos, y la vocacin suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina. En consecuencia, debemos creer que el Espritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en forma por slo Dios conocida, se asocien a este Misterio Pascual. Pero la presencia divina en el mundo y en el hombre se ha manifestado de modo nuevo y de forma visible en Jesucristo. Verdaderamente en El "se ha manifestado la gracia". La manifestacin de la gracia en la historia del hombre, mediante Jesucristo, se ha realizado por obra del Espritu Santo, que es el principio de toda accin salvfica de Dios en el mundo: es el "Dios oculto" que como amor y Don, "llena la tierra". Toda la vida de la Iglesia significa ir al encuentro de Dios oculto, al encuentro del Espritu que da la vida. (S.S. Juan Pablo II, Dominum et vivificantem, Nos. 53-54.) Este Espritu de Dios est en nosotros, permanece con nosotros y con nosotros quiere trabajar. Este Espritu de verdad que el mundo no puede recibir porque no le ve ni le conoce (ver Jn 14,16-

17). Es necesario que sea conocido, amado, invitado a vivir con nosotros. Muchos ni siquiera saben que existe el Espritu Santo!. Gracias al poder del Espritu Santo los hijos de Dios pueden dar fruto. El que nos ha injertado en la Vid verdadera har que demos "los frutos del Espritu que son caridad, alegra, paz, paciencia, mansedumbre, templanza (Gl 5, 22-23). "El Espritu es nuestra vida" cuanto ms renunciamos a nosotros mismos ms "obramos tambin segn el Espritu" (Gl 5,25; dc 736). Los santos que imitaron a Jess, han sido instrumentos dciles a la accin del Espritu Santo, de El han recibido audacia y fortaleza para emprender grandes obras en bien de la humanidad, buscando su salvacin y la de sus hermanos: San Francisco de Ass, San Felipe de Jess, Madre Vicentina, Madre Teresa de Calcuta, etc... ACTUEMOS - Proponte pensar diariamente, antes de dormir, en qu forma me he dejado guiar por el Espritu Santo en mi. - Escribe algunas acciones concretas qu vayas a realizar con valenta y audacia: hablar con verdad y vivir de ella, responsabilidad en las actividades, obediencia a tus padres, etc., que testifiquen la presencia del Espritu Santo en tu persona. - Describe algunas acciones de personas de tu comunidad que han emprendido obras en bien de la misma comunidad, de la familia y la sociedad, como respuesta a la accin del Espritu Santo en ellos. CELEBREMOS Que el catequista motive al grupo para llamar y hacer presente al Espritu Santo en esta celebracin. Canto: Espritu Santo ven. Espritu Santo ven aqu, Espritu Santo ven a mi, quiero vivir, quiero ser feliz con tu poder dentro de mi (se repite). Pensar por unos momentos en el tema que acabamos de ver. El Espritu Santo siempre est con nosotros. Llammoslo ahora y siempre, repitiendo esta oracin: Ven soplo eterno del Padre, ven Espritu divino, a Jess vida y aliento, ven soplo eterno del Padre, que creas el hombre nuevo. Ven intimidad de Cristo, que das sabia a los sarmientos. Ven energa divina, tempestad de Dios y viento, que abres las puertas cerradas, que quitas todos los miedos, que liberas al esclavo, que rompes todos los cepos. Baja, hoguera trinitaria, bautizanos con tu fuego, somos carbn apagado, todo obscuridad e

invierno, encindenos en amores, convirtenos en luceros. brete fuente dichosa, agua que emana en el cielo, que limpia las impurezas; que riega todos los huertos, sacia nuestra sed profunda, convirtenos en veneros. Ensanos tu lenguaje, que es sinfona y silencio, lengua que todos entienden y propicia los encuentros, que sta lengua del amor aprendan todos los pueblos. ngenos leo santo, un perfume de embeleso, danos a beber tu vino que emborracha sin exceso, banos en tu alegra, que es propia del hombre nuevo. Ven consejero y amigo, ven defensor y maestro, ven tesoro inagotable, de todos los dones lleno, intimidad misteriosa, nuestro yo ms verdadero. Ven que te necesitamos, que eres lo que ms queremos. Autor annimo, 1996, CELAM, Coleccin Tercer Milenio, No. 11.

TEMA 5 Jess nos compromete y llama a respetar nuestra vida OBJETIVO Encender el valor de la vida como un don de Dios confiado al hombre y que se debe respetar. NOTAS PEDAGGICAS Tomar en cuenta que en esta edad es muy importante valorar la vida como prevencin para no tomar otros caminos que los lleven a 105 vicios, a las drogas, pandillerismo, etc. Hemos de admirar y agradecer el don de la vida. VEAMOS Entablar conversacin sobre las caractersticas de los seres vivos, que nacen, se reproducen y mueren. Comentar las caractersticas de un ser humano: fisiolgicas y psicolgicas. Si es posible, ver la pelcula "Corazn de un nio" y comentarla. PENSEMOS Dios es el mismo Seor de la vida. La vida es un don suyo. El hombre no es ni puede ser rbitro o dueo de la vida (ver SD 215). Por haber sido el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino es alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunin con otras personas; y es llamado por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningn otro ser puede dar en su lugar (CIC 357). La Iglesia afirma y cree firmemente que la vida humana aunque dbil y enferma, es siempre un don esplndido de la bondad de Dios y sabe descubrir el esplendor de aquel "SI", de aquel "AMEN" que es Cristo Jess... La vida es un don de Dios (FC 30-4). La Iglesia no puede abandonar al hombres cuya "suerte", es decir, la eleccin, la llamada, el nacimiento y la muerte, la salvacin o la perdicin estn tan estrecha e indisolublemente unidas a Cristo. Y se trata precisamente de cada hombre de este planeta, en esta tierra, que el Creador entreg al primer hombre, diciendo al hombre y a la mujer: "llenad la tierra; sometedla" (Gn 1, 28); todo hombre, en toda su irrepetible realidad del ser y del obrar, del entendimiento y de la voluntad, de la conciencia y del corazn. "El hombre es en la tierra la nica creatura que Dios ha querido para s mismo". Todo hombre sin excepcin alguna ha sido redimido por Cristo, se ha unido a Cristo de algn modo, incluso cuando ese hombre no es consciente de ello. "Cristo, muerto y resucitado por todos, da siempre al hombre -a todos los hombres- . ..su luz y su fuerza para que pueda responder a su mxima

vocacin" (RH 15). Esta preocupacin especial de Dios por cada uno de nosotros, nos da una dignidad muy elevada. An los bebs, en el seno de la madre, merecen todo nuestro respeto y cario. Deben respetar y proteger esas vidas los paps, los mdicos, los gobernantes. De todas las criaturas visibles slo el hombre "es capaz de conocer y amar a su Creador" (GS 12, 3), es la nica "criatura en la tierra a la que Dios ha amado por si misma (GS 24, 3); slo l est llamado a participar, por el conocimiento y el amor en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y sta es la razn fundamental de su dignidad (CIC 356). Cristo nos ense a respetar y a cuidar la vida; san a los enfermos, (Mt 8, 1 6-17; Lc 4, 38; Mc 1, 29). Curaba toda dolencia y enfermedad. ACTUEMOS - Amar y respetar la vida propia y la de los dems como un don de Dios. - Cuidar y cultivar nuestra vida espiritual con mucho empeo, as como la vida fsica. - Cultivar el respeto por la vida de los dems; no permitir nunca dar entrada a las drogas, alcoholismo y dems. - Respeto a la dignidad de la mujer, an cuando ella sea ligera en sus actitudes. CELEBREMOS El catequista motive al grupo para esta celebracin de accin de gracias al Seor por habernos dado la vida. En torno a la Palabra de Dios hacer un crculo con los participantes. Organizar dos grupos y dar a cada uno por escrito 10 que va a decir. Canto: Hoy Seor te damos gracias Hoy Seor te damos gracias, por la vida, la tierra y el sol; hoy Seor queremos cantar, las grandezas de tu amor. Grupo 1.- Te alabamos Seor por la vida que has dado a cada hombre, a cada uno de nosotros. Grupo 2.- Padre, queremos vivir, porque la vida es un regalo tuyo para nosotros. Grupo 1.- Padre, aydanos para que pasemos la vida haciendo el bien como Jess. Grupo 2.- Queremos ser respetuosos plenamente de la vida de nuestros hermanos. TODOS: GRACIAS PADRE POR HABERNOS CREADO A TU IMAGEN Y SEMEJANZA, POR AMARNOS, POR DARNOS LA OPORTUNIDAD DE VIVIR.

Tomados de las manos recitamos haciendo verdadera oracin: el Padre Nuestro. Terminar cantando: Gracias Padre, me hiciste a tu imagen y quieres que siga tu ejemplo brindando mi amor al hermano construyendo un mundo de paz.

TEMA 6 CELEBRACIN:Jess nos confa la vida En un lugar apropiado y bien dispuesto, se realiza esta celebracin, culminacin de esta primera unidad. Ambientar con lminas de la creacin, de personas con expresin de gozo, de esperanza, fotos o recortes de revistas de personas con actitud de servicio y entrega a los dems. En tiras de papel o cartulina hacer los letreros de los cinco temas de esta unidad. Al frente, una imagen de Cristo en actitud de amigo, muy cercano a nosotros. Canto: JUNTOS CANTANDO LA ALEGRIA Juntos cantando la alegra de vernos unidos en la fe y el amor, juntos sintiendo en nuestras vidas, la alegre presencia del Seor. Hay una fe que nos alumbra con su luz, una esperanza que empap nuestro esperar; aunque la noche nos envuelva en su inquietud, nuestro amigo Jess nos guiar. Es el Seor nos acompaa al caminar, con su ternura a nuestro lado siempre va; si los peligros nos acechan por doquier, nuestro amigo Jess nos salvar. Catequista: Hermanos, nos reunimos ahora para celebrar la vida que Dios nuestro Padre nos ha dado, que Jess nos ha confiado, que El mismo ha cuidado y nos ha enseado a cuidar y defender. Los temas que hemos visto en estos das nos han hecho descubrir ms a profundidad todo esto. Al encomendrsenos la vida del mundo, la vida nuestra, la de los dems, vemos que la presencia del Espritu Santo tiene un papel decisivo. El es Seor y dador de vida, de toda vida. La creacin es querida por Dios como un regalo para el hombre, como una herencia que le es destinada y confiada (CIC 299). Escuchemos parte del Salmo 103, 24-35 Momentos de silencio para reflexionar cada uno en esta Palabra de Dios y dar una respuesta a Ella. Cantamos: SEOR DIOS NUESTRO, QUE ADMIRABLE ES TU NOMBRE EN TODA LA TIERRA, EN TODA LA TIERRA.! Catequista:

La belleza salvar al mundo nos dice Dostoiewski. En las actuales generaciones, an los que no tienen el gozo de creer, se sienten movidos al arte, a la danza, a la expresin corporal, al teatro, a la msica, a la poesa, es decir, se sienten profundamente seducidos por la belleza que en el silencio del corazn suscita el Espritu de Dios. As se sienten atrados por lo autntico, tienen una especial sensibilidad para desechar la bagatela. (Ver Coleccin Tercer Milenio, Orientaciones generales No. 8). Leer detenidamente lo que est como ambientacin : letreros, lminas... Hacer comentarios sobre esto y sobre lo que hemos escuchado en las lecturas anteriores. Oracin a la Vida Seor y Dios nuestro, Vida y plenitud, que por tu Espritu das vida al mundo, lo recreas y acompaas. Te encomendamos nuestra vida humana y divina, cuerpo y espritu, as como T nos encomiendas la vida humana que inicia y concluye. La vida que es respetada y valorada, amenazada y perseguida; la que preocupa y desvela, la que se nos encomienda. La que nos realiza y la que nos pierde; la que satisface y la que se reclama. Gracias a la Vida, plenitud del amor, que se vive y experimenta en medio de nosotros, la vida humana y cristiana. La que goza de distintos momentos, cuando se pide y cuando se reclama, la que despreciamos y a la que nos aferramos. La que se manifiesta en la alegra, entusiasmo y amor a Dios, y la que se nos esconde y a veces no encontramos. La que recibimos como regalo y la que pensamos que es conquista. La que manipulamos y la que se nos resiste. Aquella que por donacin de Cristo se nos comunica y que unidos a El y a su Iglesia nos compromete a dar respuesta. La vida que regresamos como gratitud. La vida que en sus diferentes expresiones ES PRESENCIA DE DIOS. Amn.

UNIDAD 2 Dios nos regala su Espritu para que tengamos vida en abundancia

TEMA 7 Los Sacramentos de iniciacin cristiana OBJETIVO Tomar conciencia de la ntima relacin que existe entre los sacramentos del Bautismo, la confirmacin y la Eucarista, los cuales forman juntos el camino de la iniciacin cristiana, para saber comprometernos al proceso de maduracin de la fe. NOTAS PEDAGGICAS La mayora de las personas conoce distintos tipos de procesos: la vida humana, el crecimiento de plantas y animales, la fabricacin de un producto, etc. Aplicar esas experiencias a la vida cristiana, que como un proceso inicia con el conocimiento de Jesucristo, contina con la adhesin a su persona y a su mensaje, y llega a la plenitud en el compromiso y proyeccin en la propia comunidad. El catequista debe tener muy presente que en una gran mayora de personas de nuestro medio, celebran la Confirmacin como algo independiente, desconectado de los dems sacramentos. VEAMOS La vida es un continuo movimiento. Un da, seguido de otro lleva poco a poco a un crecimiento, a un desarrollo, a un tratar de ser mejores. Podemos constatarlo en las etapas del desarrollo de la persona. El grupo dialoga a partir de las siguientes preguntas: Cules son las principales etapas de la vida? Qu caractersticas tiene cada etapa? Dejar un tiempo suficiente para el dilogo. Ahora, en varios pliegos de papel, vamos a tratar, con dibujos, de expresar nuestras respuestas sobre las caractersticas de cada etapa de la vida. Una vez terminados los dibujos los colocamos al frente para que todos los vean a lo largo de la sesin. Posteriormente utilizaremos los dibujos en la celebracin. PENSEMOS La persona pasa por distintas etapas a lo largo de su vida: Infancia: No tiene conciencia de s mismo ni de lo que le rodea. Pero poco a poco, con el paso de los meses y aos, va tomando conciencia de su propia identidad y del lugar que ocupa en su familia.

Adolescencia: No tiene todava los conocimientos ni la fuerza necesaria para situarse ante la vida con determinacin. Es por esto que cambia continuamente de estado de nimo: alegre, dinmico, generoso, cumplido y otras veces callado, indeciso e irresponsable. Juventud: Se llega a esta etapa cargado de energa, salud e ideales. Se est en la mejor disposicin de iniciar cualquier empresa. Adultez: Se alcanza esta etapa cuando la persona va ms all de si misma y de sus propios intereses. Cuando descubre las necesidades de los dems y comparte generosamente lo que tiene: afecto, comprensin, tiempo, bienes, etc. Este proceso de la vida natural se va dando paso a paso y nos exige: tiempo, paciencia, reflexin y ayuda de muchas personas. No se puede improvisar, ni lo podemos realizar de un da para otro. Asimismo, desde los inicios de la vida de la Iglesia, para llegar a ser cristiano tambin se sigue un proceso, un camino y una iniciacin que consta de varias etapas: el anuncio gozoso del Evangelio; la acogida del Evangelio que nos lleva a la conversin; la profesin de le; el Bautismo, puerta de entrada a los dems sacramentos; la efusin del Espritu Santo en la Confirmacin; y la participacin en el sacramento de la Eucarista (ver CIC 1 229). Los sacramentos corresponden a todas las etapas y a todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curacin y misin a la vida de fe de los cristianos. En ellos encontramos una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (ver CIC 1210). "Mediante los sacramentos de la iniciacin cristiana, el Bautismo, la Confirmacin y la Eucarista, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana" (CIC 1212). El sacramento del Bautismo marca el inicio de toda vida sacramental (ver CIC 1213). En el Bautismo nacemos a una vida nueva (ver Jn 3, 5), somos purificados del pecado (ver He 2, 38), adquirimos en Cristo la condicin de hijos de Dios (ver Rom 8, 15-16; G1 4, 5-7), templos del Espritu Santo (ver He 2, 38) y miembros vivos de la Iglesia (ver 1 Co 12, 1 3). Por el sacramento de la Confirmacin los bautizados vamos avanzando por el camino de la iniciacin cristiana, quedamos enriquecidos con el don del Espritu Santo y nos une ms estrechamente a la Iglesia, nos fortalece e impulsa con mayor fuerza a que, de palabra y obra, seamos testigos de Cristo y propaguen y defiendan la fe (ver CIC 1316; CDC 879). La Eucarista es el tercer sacramento de la iniciacin cristiana, y su culmen (ver CIC 1 322). Es el memorial del sacrificio de Cristo en la cruz y el banquete sagrado de la comunin en el Cuerpo y en la Sangre del Seor. La celebracin del banquete Eucarstico est totalmente orientada hacia la unin ntima de los fieles con Cristo. Es el pan que nutre nuestra fe y nos abre a los dems preocupndonos por su bien, estimulndonos a la fraternidad. "La participacin en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analoga con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmacin y finalmente, son alimentados en la Eucarista con el manjar de la vida eterna, y as, por medio de

estos sacramentos de la iniciacin cristiana, reciben cada vez con ms abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfeccin de la caridad" (CIC 1212). Los sacramentos del Bautismo y de la Confirmacin (]unto con el del Orden Sacerdotal) dan, adems de la gracia, un carcter sacramental o "sello" espiritual que permanece para siempre en el cristiano como disposicin positiva para la gracia, como promesa y garanta de la proteccin divina y como vocacin al culto divino y al servicio de la Iglesia. Por eso estos sacramentos se reciben una sola vez en la vida (ver CIC 1121; 1272-1274; Ef 4,30) De esta manera podemos comprender la ntima relacin que existe entre el Bautismo, la Confirmacin y la Eucarista, y el por qu se les llama sacramentos de iniciacin cristiana. ACTUEMOS El catequista motiva al grupo hacia un verdadero compromiso partiendo de la siguiente reflexin: Cul ha sido nuestra experiencia en la vivencia de los sacramentos de iniciacin cristiana? Consideramos que hemos llegado a la madurez cristiana, es decir, a la vivencia slida, plena, incondicional del seguimiento de Jesucristo? Ahora nos reunimos en pequeos grupos los paps y padrinos de cada adolescente que se confirmar y formulemos nuestro compromiso: Qu podemos hacer para que nuestros hijos o ahijados lleguen a vivir plenamente su iniciacin cristiana? El compromiso de cada pequeo grupo lo escribimos en un papel para presentarlo en la celebracin. CELEBREMOS Colocamos algunos dibujos de las diferentes etapas de la vida de la persona como formando un camino intercalando entre los dibujos algunos pliegos de papel en blanco; al final del camino colocamos un Cristo y el grupo se coloca a los lados del camino. Escuchamos la lectura de la Palabra de Dios tomada de la carta a los Efesios 4, 1-6. Dejamos un momento de reflexin en silencio. Cada pequeo grupo lee en Voz alta su compromiso y despus lo coloca en los pliegos de papel en blanco que se encuentran entre los dibujos, como tratando de llenar el camino y que no queden espacios vacos. Terminamos cantando juntos el coro y la primera y tercera estrofa del canto: IGLESIA PEREGRINA

Todos unidos formando un solo cuerpo un pueblo que en la Pascua naci, miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espritu, que el Hijo desde el Padre envi. El nos empuja, nos gua y alimenta, Iglesia peregrina de Dios. Somos en la tierra semilla de otro reino, somos testimonio de amor, paz para las guerras y luz entre las sombras, Iglesia peregrina de Dios, paz para las guerras y luz entre las sombras, Iglesia peregrina de Dios. Rugen tormentas y, a veces , nuestra barca parece que ha perdido el timn. Miras con miedo nos tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegra, presencia que el Seor prometi. Vamos cantando, l viene con nosotros, Iglesia peregrina de Dios. Somos en la tierra semilla Todos nacidos en un solo Bautismo, unidos en la misma Comunin. Todos viviendo en una misma casa, Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados a la misma salvacin. Somos un cuerpo y Cristo es la Cabeza, Iglesia peregrina de Dios. Somos en la tierra semilla

TEMA 8 Jess nos promete al Espritu Santo, que nos ayude a vivir nuestro bautismo OBJETIVO Reconocer cmo el Espritu Santo acompa toda la vida de Jess, y despus de prometernos que tambin nosotros recibiramos este mismo Espritu, es ahora quien se encarga de ayudarnos a vivir nuestro bautismo, para que seamos testigos de que somos cristianos. NOTAS PEDAGGICAS - El adolescente piensa ms en su cuerpo que en su espritu. Hay que insistir que nuestra vida no slo es el cuerpo, sino que tambin tenemos un espritu, como lo es Dios. - A travs de ejemplos (los sentimientos, los pensamientos y la voluntad nos comprueban que tenemos espritu), que el adolescente descubra la importancia de su espritu, a travs del cual se expresa el Espritu Santo. Si el adolescente no valora su espritu, no tomar en serio la presencia del Santo Espritu en su vida. VEAMOS Todos recordamos alguna promesa que nuestros padres u otras personas mayores nos hicieron cuando ramos nios (en este momento, catequista y catequizandos, pueden compartir alguna experiencia). Nosotros les creamos que la iban a cumplir, porque eran nuestros padres y les tenamos confianza de que nos cumpliran. Les cremos porque sabamos que nos queran. Estbamos seguros de que sus promesas no eran falsas. Confiamos en que tenan la capacidad de hacerlo. Podemos recordar tambin alguna ocasin en la que desgraciadamente nos prometieron algo y no nos cumplieron (de nueva cuenta, catequista y catequizandos pueden compartir en este momento alguna experiencia negativa). PENSEMOS Jesucristo, cuando pas por este mundo, tambin nos hizo una promesa a todos los que creyramos en l, que recibiramos al Espritu Santo (ver Jn. 14,16-17.26; 15,26-27; 16,7-8.1225). Hizo esta promesa basado en dos cosas: lo. Que este Espritu Santo lo haba acompaado a lo largo de toda su vida, desde el momento de su concepcin en el seno de la Virgen Mara (porque ella qued embarazada de Jess gracias al Espritu Santo), hasta el momento de su resurreccin y ascensin al cielo, ya que fue este Espritu el que lo resucit. Dice San Gregorio Nacianceno que el Espritu condujo a Jess a Galilea para realizar milagros y lo acompaa, y despus de subir al cielo, toma el lugar de Jess (Discursos XXXI, 29). Antes de que naciera Jess, el pueblo de Israel no conoci suficientemente al Espritu Santo, aunque esto no quiere decir que no exista. Al contrario, sabemos que era l quien inspiraba a los profetas, por ejemplo, para que hablaran en nombre de Dios. Pero es ahora cuando se nos da a

conocer (ver CIC 686). La primera manifestacin pblica del Espritu de Dios la encontramos en el Bautismo de Jess, donde se apareci en forma de paloma (ver Lc. 3,21-22). Toda la actividad de Jesucristo es guiada por la fuerza del Espritu Santo. Jess ya tena un plan especfico qu cumplir, por obediencia a su Padre, que lo podemos llamar PLAN DE SALVACION. Forma parte de este plan de salvacin, el que nos haya prometido al Espritu Santo (ver Jn 15, 26) para continuar en el mundo la obra que l haba comenzado. Ahora bien, cundo recibimos nosotros al Espritu Santo? En nuestro Bautismo, de manera semejante al bautismo de Jess, cuando se dio a conocer visiblemente el mismo Espritu (ver CIC 683). Es ah donde renacimos del agua y del espritu para poder entrar en el Reino de Dios (ver Jn 3, 5). Y a partir de ese momento, tambin podemos decir que vive en nosotros el Espritu Santo. Es ms, somos llamados "templos del Espritu Santo", para subrayar la presencia de la tercera Persona de la Santsima Trinidad en nuestra vida. As como con Jess, que toda su actividad fue guiada por la fuerza del Santo Espritu, as nosotros, que recibimos el Bautismo, somos acompaados en nuestra vida por este Espritu. Pero se necesita nuestra colaboracin. De otra forma, el Espritu del Seor no puede hacer nada en nosotros, aunque nos hayan bautizado. Por lo tanto, debemos dejarnos acompaar por el Espritu Santo en nuestra vida. Slo as podremos vivir nuestro Bautismo, es decir, dar testimonio de que somos cristianos, actuar como cristianos, no como si no hubiramos sido bautizados. Necesitamos la presencia del Santo Espritu en nuestra vida para ser testigos de nuestras creencias cristianas catlicas, y no slo para eso, sino para poder decir: Jess es Seor (ver 1 Co. 12,3) y para conocerlo (ver CIC 687). Cada vez que nosotros nos comportamos como hijos de Dios, es una manifestacin del Espritu Santo que habita en nosotros, pero tambin damos testimonio de que existe este Espritu. Aunque no lo vemos, debemos dejar que se manifieste a travs de nuestras acciones. Es la mejor forma de cumplir con nuestro compromiso de bautizados. ACTUEMOS Hemos dicho que Dios tena un plan de salvacin para todos los hombres; este plan lo llev a cabo Jesucristo, y ahora el Espritu Santo que habita en los cristianos quiere llevar adelante este mismo plan divino. Ahora bien, nosotros que nos estamos preparando para recibir el sacramento de la Confirmacin, qu mejor compromiso que conocer este plan de salvacin de Dios que est escrito desde el Antiguo Testamento. Nuestro primer compromiso puede ser el leer la Sagrada Escritura. El segundo compromiso est relacionado con el anterior: tener tambin nosotros un plan de vida que manifieste la presencia del Espritu Santo en nuestra vida. Cada accin que yo haga y que sirva para el provecho personal legtimo o de los dems, es una expresin visible del Espritu del Seor en nuestra vida y de que soy un bautizado responsable. Es as como se mejora la sociedad y al mismo tiempo construyo el Reino de Dios aqu en la tierra.

CELEBREMOS Vamos a hacer la siguiente oracin: Hermanos y hermanas, la espera de la venida del Espritu Santo el da de nuestra Confirmacin, nos debe abrir el corazn y la mente para recibir sus dones. Presentemos al Padre nuestra splica. R/ Manda tu Espritu a renovar la tierra. Para que la comunidad que formamos se renueve, convencidos los que la formamos de que hay que ser fieles a Dios, oremos: R/ Para que los que sufren en su cuerpo o en su espritu lleguen, con nuestra ayuda, a experimentar el apoyo del Espritu Santo Consolador, oremos: R/ Para que cuantos buscan la verdad reciban del Espritu Santo la alegra de encontrarla en Cristo Jess, oremos: R/ Para que aprendamos a hacer oracin y a practicarla, para que podamos ser colmados de la fuerza que viene de lo alto, oremos: R/ Con tu fidelidad, oh Padre, nunca decepcionas a quien te suplica con amor: haznos siempre atentos a las palabras de tu Hijo, para que sepamos gustar siempre en nuestras vidas la presencia del Espritu Santo. Por Cristo nuestro Seor. Amn.

TEMA 9 Jess nos cumple la promesa del Espritu Divino en Pentecosts OBJETIVO Reflexionar en el cumplimiento de la promesa hecha por Jess de que sus discpulos recibirn al Espritu Santo para que nosotros, con la misma certeza, tambin seamos capaces, sin miedo, de dar testimonio de que somos cristianos. NOTAS PEDAGGICAS Es obvio que este tema est relacionado con el anterior, por lo que es necesario comenzar recordando lo visto en el tema anterior. En esta ocasin se reflexionar sobre el cumplimiento de la promesa hecha por Jess. Una caracterstica del adolescente es que le gusta estar en permanente actividad. En este tema, esa actividad se puede orientar para que, a travs de sus acciones, se manifieste la presencia del Espritu Santo. Por lo tanto, habr que sugerir diversas actividades para el adolescente. VEAMOS Es sabido que toda empresa seria desarrolla lo que se llama Plan Estratgico, en donde se contienen no slo conceptos, sino sobre todo, lneas de accin claras y definidas de por dnde debe encausarse el trabajo de dicha empresa. Se consigna por escrito cada una de las estrategias que se deben seguir para alcanzar los objetivos que se tienen propuestos. Este Plan Estratgico exige que se vayan evaluando las acciones para comprobar si se estn cumpliendo las metas trazadas. Sin este Plan, las empresas no pueden ser tan productivas como deberan. Por otra parte, tambin los atletas, si quieren obtener algn triunfo, deben trazar un plan de entrenamiento. No pueden lanzarse a una competencia sin haber entrenado, y si han trabajado bajo un plan, hay muchas posibilidades de xito. Podemos sealar aqu ejemplos de empresas o atletas que, gracias a su plan, han logrado xito, o por el contrario, cmo han fracasado empresas o atletas por no tener un plan de trabajo. PENSEMOS Dios no hizo nada a la ligera y sin pensar. Dios tambin hizo un plan para el hombre, con la intencin de que fuera un plan de salvacin para la humanidad. Estableci una estrategia que comenz en el Antiguo Testamento, tuvo su culmen con la encarnacin de Jesucristo, el Hijo de Dios, y es continuada por el Espritu Santo a partir de Pentecosts. De esta forma se le llama al da y al acontecimiento en el que el Espritu del Seor descendi sobre los discpulos que se encontraban escondidos por miedo a los judos. De esta forma se cumpla la promesa que haba hecho Jess (ver Jn 14, 16-17.26; 15, 26-27; 16, 7-8.12-25). Ese da se dio a conocer plenamente la Santsima Trinidad. Adems, desde ese da, comprendieron los discpulos y los que los escucharon despus, que el Reino anunciado por Jess estaba abierto para todos los que creyeran en l y en la presencia del Espritu Santo en la historia (ver CIC 731). Ese da tambin, comenzaba a existir oficialmente la Iglesia a la que pertenecemos. Ella existe gracias a la fundacin de Jess y a que la sostiene el Espritu Santo, lo cual es garanta de que formamos parte de la Iglesia verdadera. Al mismo tiempo, la Iglesia se convierte en el lugar donde podemos conocer al Espritu Santo a travs de diferentes formas: En la Sagrada Escritura que el mismo Espritu ha inspirado; En la Tradicin, que a lo largo de los aos y desde su fundacin, se ha manifestado a travs de los que llamamos Padres de la Iglesia.

Estos fueron testigos de que el Espritu Santo estaba con ellos; En las enseanzas de la Iglesia, que son tambin inspiradas por el Espritu de Dios; En las celebraciones litrgicas, a travs de sus palabras y sus smbolos, en donde el Espritu nos une a Cristo. En la oracin en la cual el Santo Espritu intercede por nosotros; En las actividades de apostolado y de misiones; En el ejemplo y testimonio de los santos, donde el Espritu manifiesta su santidad y contina la obra de la salvacin (ver CIC 688). No podemos, pues, desligar al Espritu Santo de la Iglesia ni tampoco decir que existe la Iglesia sin necesidad de este Espritu (ver CIC 737-738). El Espritu Santo podra seguir existiendo sin la Iglesia, pero Jess quiso que fuera la Iglesia l Jugar donde conociramos al Santo Espritu y que Este se manifestara a travs de la Iglesia, de cada uno de sus miembros, entre los cuales nos contamos nosotros, los que nos preparamos para recibir el sacramento de la Confirmacin. A partir del cumplimiento de la promesa de la llegada del Espritu Santo, l forma la unidad de los hijos de Dios dispersos" (ver Jn 1 ,52). Los cristianos que nos encontramos descarriados somos motivados, sin saber cmo, por ~ Espritu del Seor para que volvamos al redil, que es la Iglesia (ver CTC 706). Si nos queremos considerar como hijos de Dios, necesitamos la presencia del Espritu en nuestra vidas, sobre todo para dar fruto, cul fruto?. El fruto que el mundo necesita y que espera que nosotros se lo demos gracias al Espritu Santo, y que podemos expresarlo como caridad, paz, alegra, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza (ver Gl 5, 22-23; dc 736). (Algunos de los conceptos anteriores necesitan explicacin sobre en qu consisten, acompaados de ejemplos que puedan ilustrar mejor lo que se quiere decir) ACTUEMOS Aunque sabemos que el Espritu Santo da muchos dones al que lo recibe, sin embargo, se pueden quedar intiles si la persona que los recibe no pone nada de su parte por llevar a la vida esos dones. Al estarnos preparando para recibir el sacramento de la Confirmacin, podemos revisar los dones que aparecen en la Carta de San Pablo a los Glatas, que ya mencionbamos (caridad, paz, alegra, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza) y ver en cul estamos fallando ms, o cual nos gustara practicar ms, para que a partir de la eleccin de un solo fruto del Espritu, nosotros escojamos una actividad concreta que me lleve a vivir bien ese don en mi vida. Si lo que me falta, por ejemplo, es paciencia, puedo escoger sta como compromiso para vivirla, sealando cosas concretas de cmo la voy a practicar. Pero puede ser el fruto que cada quien escoja. CELEBREMOS Vamos a hacer la siguiente oracin: Hermanos y hermanas, el Espritu Santo, que ser derramado en nuestros corazones, nos llama a ser testigos suyos, crebles en obras y palabras de que somos hijos de Dios. Oremos con confianza diciendo: R/ Danos, Padre, tu Espritu Santo Por nuestra Iglesia de Guadalajara, a fin de que, en la obediencia al Espritu Santo, crezca en la adhesin a Cristo, el Seor, renovando su impulso misionero, oremos: R/ Por todos los gobernantes, para que, con rectitud de conciencia y de conducta, estn abiertos a

las inspiraciones del Espritu y promuevan el bien comn, oremos: R/ Por los que sufren, a fin de que, aliviados por el consuelo del Espritu Santo, conozcan las riquezas de la cruz de Cristo y encuentren la alegra de ofrecer la vida en unin con l, oremos: R/ Por nosotros y por todos los que creen en Cristo, para que nos dejemos guiar interiormente por el Espritu Santo, y podamos llamarnos y ser de verdad cristianos, oremos: R/ Oh Dios, nuestro Padre, acoge la splica de esta familia tuya: haz que, colmada del consuelo del Espritu Santo, camine gozosa en la fe y en la esperanza por los caminos de la caridad evanglica. Por Cristo nuestro Seor. Amen.

TEMA 10 Los nombres y smbolos del Espritu Santo OBJETIVO Conocer, descubrir y valorar los nombres, signos y smbolos con los que se reconoce y representa al Espritu Santo como medios por los cuales Dios nos habla y transmite su gracia para una accin ms eficaz de la misma gracia de Dios en nosotros. NOTAS PEDAGGICAS Frecuentemente caemos el la confusin de identificar al Espritu Santo con sus smbolos y nombres pero es necesario precisar la distincin que hay entre la Persona del Espritu Santo y aquello que lo representa. Es decir, el Espritu Santo no se limita a la simple representacin de agua, fuego, paloma, aceite, viento, nube, mano, etc., que indican un aspecto de su riqueza pero no lo agotan. VEAMOS Es comn entre nosotros identificar personas, instituciones, empresas, fbricas, anuncios, etc., con slo ver el logotipo que las representa. Con el nombre nos dirigimos y distinguimos a una persona de otra y adems expresamos por algunos rasgos y caractersticas su forma de ser y actuar. A veces, incluso, por este proceder, las llamamos con apodos, u otras formas cariosas de dirigirnos y reconocer lo que son y lo que hacen. Entre otros signos y smbolos comunes que a diario manejamos son por ejemplo: El signo econmico de pesos tan comn y conocido; el smbolo de trnsito de no estacionarse; la barra roja y blanca de las carniceras; la cruz de un cristiano (en el cuello, en la casa, en el carro etc.); el moo negro en la puerta de las casas que indica luto, y otros tantos que podemos identificar. Todos ellos nos sirven para representar la realidad que est detrs del smbolo y que siempre es mucho ms rica. Enseguida se pueden mencionar, escribir y sealar otros nombres, signos y smbolos que son de uso y conocimiento comn y que no han sido sealados. PENSEMOS Hermosos son los nombres con que la tradicin de la Iglesia designa al Espritu Santo: Padre de los pobres... Consolador ptimo.. Dulce husped del alma... Con ellos expresan la experiencia de su presencia recatada, escondida, siempre actual, siempre vigente. Del Espritu Santo tenemos nombres, smbolos, y la constancia de su accin, pero no tenemos representaciones como las de Jesucristo. Esto, a veces nos pesa, quisiramos conocerlo mejor, relacionarnos con El... Pero conviene que as sea porque nos mantiene siempre abiertos a sus

manifestaciones. El nombre propio del Espritu Santo Espritu Santo, tal es el nombre propio de Aquel que adoramos y glorificamos con el Padre y el Hijo. Los apelativos del Espritu Santo Jess, cuando anuncia y promete la venida del Espritu Santo, le llama el Parclito es decir, aquel que es llamado junto a uno (Jn 14, 16.26; 15,26; 1 6, 7). Parclito se traduce por consolador, siendo Jess el primer consolador. El mismo Seor llama al Espritu Santo Espritu de Verdad (ver Jn. 16,13). Adems de su nombre propio, que es el ms empleado en el libro de los Hechos de los Apstoles y en las cartas de los apstoles, en 5. Pablo es llamado: el Espritu de la promesa, el Espritu de adopcin, el Espritu de Cristo (Rom 8, II), el Espritu del Seor (2 Co 3, 17), el Espritu de Dios (Rom 8, 9. 14; 15, 19; 1 Co 6, 11; 7, 40), y San Pedro lo llama el Espritu de gloria (1 P 4, 14). La multiforme accin del Espritu Santo, se nos expresa a travs de un buen nmero de imgenes y smbolos. Consideramos ahora algunos: Agua El agua significa la accin del Espritu Santo en el Bautismo; as, el agua bautismal significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da en el Espritu Santo. El Espritu fecundaba las aguas propiciando la vida. La tierra catica iba adquiriendo figura por la accin fecundante del Espritu. Donde hay caos, vaco, confusin y muerte, el Espritu vivifica. La vida primera nace desde las aguas por obra del Espritu Las torrenciales aguas del diluvio sumergen el pecado de la humanidad y salvan a un hombre justo y su familia, la tierra es renovada para siempre. El pecado y la maldad han sido sumergidos en el agua. La humanidad revive y se recrea nuevamente. Las aguas del Mar Rojo, por la accin del Espritu, salvaron a Israel de la esclavitud. La promesa de Dios es un agua purificadora y un Espritu renovador. El agua es condicin para la vida, hace crecer y desarrollarse, refresca y purifica, es alegre y transparente, el agua sirve de cuna al hombre nueve meses. No podramos vivir sin ella. Renueva la tierra. Alimenta las plantas, comunica la vida, nos sostiene y nos limpia el alma. El Espritu es el agua que quita la sed para siempre. El Espritu es el dador de la vida. Un da tambin por el Agua y el Espritu nosotros renacimos para Dios. Llevamos el sello

maravillosos de su paso por nosotros. Uncin El aceite derramado sobre una persona es un signo de eleccin. Es el ungido, el llamado, el elegido y el consagrado. Asume una misin, una tarea, una responsabilidad. Su vida queda marcada para siempre por su Dios. As sucedi con los reyes de Israel. Eran ungidos como servidores de su pueblo. David, por ejemplo, fue ungido por Samuel; Aarn fue ungido por Moiss, al igual que el altar del Templo. Los profetas eran ungidos por el Espritu para proclamar con valor las palabras y la voluntad de Dios. El ungido es un servidor. El ungido est sealado para el testimonio. El ungido es el protegido de Dios. Pertenece a El. A El obedece. A El sirve. Para El vive. Y en su nombre habla o acta. Cristo" quiere decir ungido. Jess es el Ungido por excelencia. El servidor de Dios. El profeta de la verdad. Jess es el Ungido por el Espritu para proclamar el Evangelio a los pobres, y la liberacin a los oprimidos (Lc 4, 1 8). La uncin es un gesto que consagra a quien la recibe. El ungido (el cristiano), es un elegido de Dios. El le confa una misin. Lo fortalece en la dificultad. Lo sana de sus enfermedades. Lo llena del Espritu Santo. El ungido recibe el Espritu para dar testimonio. Est marcado para siempre. Est sellado por el mismo Dios. Camina con el perfume de la fe. El Espritu nos consagra para siempre. Nos hace testigos, discpulos, enviados, misioneros de Jesucristo en el mundo. Estamos marcados con su sello. Y por eso vivimos (ver Lc 7, 36-50; Jn 19, 38-42). Fuego Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fecundidad de la vida dada en el Espritu Santo, el fuego simboliza la energa transformadora de los actos del Espritu Santo. El fuego calienta la casa, prepara la comida, funde los metales e ilumina la oscuridad. El fuego invita a reunin, a intimidad, a confidencia, a dilogo y a fiesta. Hay tambin fuego que quema y que hiere. Hay fuegos de agresiones y armamentos. Y hay fuegos destructivos como bombas. Pero existe sobre todo el fuego intenso y sostenido del amor. Es el fuego que arde en cada

hombre que siente, que lucha y que ama. Es un fuego permanente, activo y en movimiento. Es el fuego que no cansa, que no reposa, que no se apaga. Es el amor. El fuego de la vida. El Dios del amor por el dolor de sus hijos. Mientras caminaban por el desierto el amor de Dios los protega. El fuego y la nube: el Espritu de Dios. El Espritu es un fuego que arde sin consumirse. Necesitamos el fuego de Dios. Cada da es Pentecosts. Cada da nos levantamos valientemente y salimos a proclamar nuestra fe por las calles La nube y la luz Estos dos smbolos son inseparables en las manifestaciones del Espritu Santo. La Nube, unas veces oscura, otras luminosa, revela al Dios vivo y salvador, tendiendo as un velo sobre la trascendencia de su gloria. Las nubes, por su situacin etrea, su movilidad, por ser portadoras de la lluvia benfica o de la tempestad devastadora, han dado pie a muchos simbolismos; acompaan las manifestaciones de Dios, lo enmarcan, son su trono, lo manifiestan. "Entonces la nube cubri la tienda de la reunin... (ver Ex 40, 34-38). En la dedicacin del templo de Salomn (1 Rom 8, lo-II; Lc 1, 34-35). Y en la Transfiguracin (Mt 17, 5). Sello El sello es un smbolo cercano al de la uncin. En efecto, es Cristo a quien "Dios ha marcado con su sello" (Jn 6, 27) y el Padre nos marca tambin en El con su sello. Como la imagen del sello indica el carcter indeleble de la Uncin del Espritu Santo en los sacramentos del Bautismo, de la Confirmacin y del Orden, esta imagen se ha utilizado para expresar el "carcter" imborrable impreso por estos tres sacramentos, los cuales no pueden recibirse de nuevo. Para nosotros, hoy, el sello es un relieve en goma que, entintado, deja una marca en un documento y lo legaliza, lo autentifica. "En l tambin ustedes, despus de haber odo la palabra de la verdad, el evangelio de su salvacin, en l tambin, despus de haber credo, fueron sellados con el Espritu Santo..." (Ef 1, 13). "Y no disgusten al Espritu Santo de Dios, en el cual fueron sellados para el da de la redencin" (Ef 4, 30). El dedo Para expresar antropomorfitamente la fuerza de Dios se usa referirse a su brazo (Dt 4, 34), a su mano (Ez 20, 33) a los dedos: los cielos son su obra (Sal 8, 4). Por el dedo de Dios expulso yo (Jess) los demonios" (Lc II ,20). Si la Ley de Dios ha sido escrita en tablas de piedra "por el dedo de Dios" (Ex 31,18), la "carta de Cristo" entregada a los apstoles

"est escrita no con tinta, sino con el Espritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazn" (2 Co 3,3). La mano Imponiendo las manos Jess cura a los enfermos y bendice a los nios. Mediante la imposicin de manos de los apstoles el Espritu Santo nos es dado. En la Carta a los Hebreos, la imposicin de las manos figura en el nmero de los "artculos fundamentales", es decir, de las verdades importantes de su enseanza. Este signo de la efusin todopoderosa del Espritu Santo, la Iglesia lo ha conservado en sus ritos sacramentales. Viento Es otro nombre simblico de la tercera persona de la Trinidad. Los antiguos tenan la experiencia del viento, brisa apacible o vendaval destructivo, una realidad inmaterial, no se le vea. No se le puede agarrar, pero es accin realsima, elemento misterioso, indispensable para la vida; el hombre no lo puede domar. "Entonces Dios form al hombre del polvo de la tierra, sopl en sus narices aliento de vida y fue el hombre ser viviente" (Gn 2, 7). "Cuando lleg la noche de aquel mismo da (el da de la resurreccin)... les dijo por segunda vez: La paz est con ustedes. Como el Padre me ha enviado, as tambin los envo yo. Y dicho esto sopl y les dijo: Reciban el Espritu Santo..." (Jn 19, 20.22). La Paloma Es la representacin simblica ms grfica y conocida del Espritu Santo. Al final del diluvio, la paloma soltada por No vuelve con una rama tierna de olivo en el pico, signo de que la tierra es habitable de nuevo. Cuando Cristo sale del agua en su bautismo, el Espritu Santo, en forma de paloma, baja y se posa sobre l. El Espritu desciende y reposa en el corazn purificado de los bautizados. El smbolo de la paloma para sugerir al Espritu Santo es tradicional en la iconografa cristiana. ACTUEMOS Buscar en la Biblia a qu referencia simblica del Espritu Santo se habla en: Hch 2, 1-3; Gn 1, 1-2; Lc 12,49; Lc 7, 32-50; Mt 3, l3-l7~ Qu smbolo representa para ti con mayor claridad la riqueza personal del Espritu Santo y por qu? En orden a la vida qu motivaciones de conversin personal y comunitaria despierta en ti el conocimiento de los nombres y smbolos del Espritu Santo? CELEBRAMOS Que el catequista prevea smbolos bblicos que estn a su alcance: agua, fuego, paloma, aceite, manos, etc., y basndose en ellos manifiesten su accin de gracias como oracin, por los bienes

que estos mismos dones nos conceden. Ejemplo. Delante del agua: Gracias Espritu Santo por la frescura y fecundidad, por la vida que das a la tierra, porque por el agua nos das vida, riqueza, nos purificas, sacias nuestra sed, etc. As, sucesivamente todos reunidos se agradezca y pida a Dios por la presencia y accin de su Espritu en cada uno de nosotros a travs de estos smbolos en los sacramentos. Concluir con un canto: "El Espritu del Seor" El Espritu del Seor, llen la faz de la tierra. Aleluya, aleluya, aleluya. Enviaste, Seor, tu Espritu y todo ha sido creado y se ha renovado la faz de la tierra. (2) El viene a dar testimonio d lo que dijo Jess, y a confirmar, toda su doctrina. (2)

UNIDAD 3 El sacramento de la Confirmacin, esperiencia del Espritu de Jess

EMA 11 En el sacramento de la Confirmacin, Jess nos marca con el don del Espritu Santo OBJETIVO Hacer consciente al adolescente del Don del Espritu Santo que se recibe en la Confirmacin, como ayuda para alcanzar su realizacin personal y cristiana. NOTAS PEDAGGICAS El adolescente experimenta un cambio en s mismo (fsico, social, psicolgico), es, por lo tanto, inseguro. Surgen en l las preguntas: Quin soy? Qu debo hacer? Anhela encontrar los elementos necesarios para descubrir su identidad e intenta dirigir su vida, busca su sentido e "inventa" su realizacin concreta. Conseguir los siguientes materiales: Una cruz grande, una gran figura de un pez en papel, un sello (comercial o de otro tipo), cartulinas, colores y cinta adhesiva. VEAMOS Siempre es conveniente que el adolescente se sienta acogido, aceptado. Que encuentre un ambiente agradable y un clima de confianza. Preguntar si saben en qu consiste "HERRAR" al ganado (R.- Marcarlo con un hierro candente). Preguntar si saben para qu se hace (R.- Como seal de pertenencia). Algunos jvenes se tatan, con qu finalidad? Qu puede significar para ellos la marca tatuada? Las empresas comerciales, los departamentos de gobierno, los reyes, los obispos, etc., tienen un "emblema" que los identifica. Siempre usan el sello en los documentos oficiales, con qu finalidad? Trabajo individual: Dibujar un "tatuaje" que les gustara llevar y anotar por qu. PENSEMOS Al ser humano no le puede bastar la simple vida biolgica, porque sta no puede responder a su bsqueda de amor y libertad. Dios, que conoce esta aspiracin del hombre, le comunica su Espritu, para que con El, con su inspiracin y ayuda, el hombre pueda realizarse. A.- LA PROMESA DEL ESPIRITU SANTO: Desde el A.T. Dios prometi la efusin del Espritu Santo (leer Is 11,2; 42,1; 44,3; o Ez 11,19). Cristo posee la plenitud del Espritu Santo (fue concebido por El; acta bajo su inspiracin; es glorificado por El) y lo da generosamente. En repetidas ocasiones Cristo prometi la efusin del Espritu Santo. En la "Hora" de Jess, el momento supremo establecido para la salvacin del mundo, muriendo transmiti el Espritu (Jn 19, 30). Esta promesa la cumpli, como ya vimos, en Pentecosts.

B.- EL DON DEL ESPIRITU SANTO: Aquel Espritu que Cristo haba recibido del Padre, lo da ahora a los creyentes, para hacerlos hombres nuevos, capaces de llevar la misma vida que El y tener los mismos sentimientos que El. Cristo comunica el Espritu Santo a travs de los sacramentos, especialmente en el Bautismo y la Confirmacin. En el Bautismo recibimos el Espritu Santo; la Confirmacin perfecciona la gracia bautismal. Por ella los cristianos participarnos ms plenamente del Espritu Santo que Cristo posee. C.- SIGNOS DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION Imposicin de manos: sta, realizada por el obispo, es el signo del don del Espritu Santo. Uncin con el Crisma acompaada de la frase: "recibe por esta seal el Don del Espritu Santo". Esta uncin ilustra el nombre del cristiano, que significa "ungido" y que tiene su origen en Cristo, al que Dios ungi con el Espritu Santo. Por medio de esta uncin, el confirmando recibe la "marca", el "sello" del Espritu Santo, la cual es una marca imborrable. Este sello marca la pertenencia total a Cristo, el estar a su servicio para siempre, pero indica tambin la proteccin divina. Pero la accin del Espritu en el cristiano no es automtica. Es esencial la voluntad libre del hombre (aceptacin y respuesta) para que el Espritu pueda actuar en l. Hay que "dejarse guiar por el Espritu", as el creyente llega a ser, en el Espritu, otro Cristo, el hombre ms plenamente realizado. ACTUEMOS Reflexin personal: Qu significa para ti estar marcado por el Espritu Santo? (Escribir la respuesta). Trabajo por pequeos grupos: Inventar y dibujar un "emblema" (marca) que los identifique como confirmados y pertenecientes a Cristo. (Motivacin: Los primeros cristianos, durante la persecucin, se identificaban con un pez). Ya reunidos se lee Gl 5, 19-25. Despus se les pregunta: Cules son las obras de la carne, que describe San Pablo? Puedes sealar otras? Meditar en silencio cul(es) obra(s) de la carne ms te esclaviza y te dificulta llegar a ser mejor. Motivar al adolescente a que asuma un compromiso concreto (aunque no lo externe). CELEBREMOS Mientras se canta "Espritu Santo ven, ven" (u otro canto al Espritu), se colocan la cruz y el pez de papel, al centro del grupo. Cada equipo pega el smbolo que dibuj (trabajo en el punto 3.3) Lectura de Rom 8, 26-27 Preces espontneas.

Oracin: "Ven Espritu Santo, llena los corazones de tus fieles..." Para la sesin prxima se les puede pedir a los muchachos que traigan, al menos dibujado, algn sealamiento de los que observan a diario (seales de trnsito, letreros de evacuacin, una cruz roja o verde, etc).

EMA 12 Los signos del sacramento de la Confirmacin, presencia de Jess entre nosotros OBJETIVO Descubrir la riqueza del Sacramento de la Confirmacin a travs de los signos de su celebracin para reconocer en ellos la presencia y accin santificadora del Espritu Santo en nuestras vidas. NOTAS PEDAGGICAS El mundo del adolescente es un mundo lleno de signos. Est acostumbrado a leer e interpretar los signos de la vida cotidiana. A su vez, se expresa a travs de signos. El catequista aprovechar dicha situacin y la enfocar con claridad y creatividad para darle a conocer y entender los signos de la celebracin del sacramento de la Confirmacin. Es preciso traer para la sesin de hoy un Cristo, una Biblia, un cirio y los diferentes tipos de aceites perfumados que encontremos (ungentos, aceites de oliva, aceites medicinales, etc.), as como pedirle a cada muchacho que traiga una pequea vela. VEAMOS El catequista pide a los muchachos que coloquen a lo largo y ancho del lugar de la sesin las diferentes seales que trajeron. Les pide que se paseen por el lugar y en silencio observen las diferentes seales. Luego facilita el dilogo a partir de las siguientes preguntas: Qu nos dicen estos signos o seales cuando los encontramos en la vida? Qu otros signos conoces o utilizas en tu casa, escuela, etc.? Qu signos conoces que se utilicen en las celebraciones de la Iglesia? PENSEMOS "Dios habla al hombre a travs de la creacin visible... La luz y la noche, el viento y el luego, el agua y la tierra, el rbol y los frutos hablan de Dios, simbolizan a la vez su grandeza y su proximidad" (CIC 1147). En la vida humana, los signos ocupan un lugar importante. Siendo seres a la vez corporales y espirituales, expresamos y percibimos las realidades espirituales a travs de signos materiales (ver CIC 1146). "La celebracin litrgica comprende signos y smbolos que se refieren a la creacin (luz, agua, fuego), a la vida humana (lavar, ungir, partir el pan) y a la historia de la salvacin (los ritos de la Pascua). Insertos en el mundo de la fe y asumidos por la fuerza del Espritu Santo, estos elementos csmicos, estos ritos humanos, estos gestos del recuerdo de Dios se hacen portadores de la accin salvfica y santificadora de Cristo" (CIC 11 89).

Durante la celebracin del sacramento de la Confirmacin se entretejen varios signos: La comunidad cristiana El primer signo de toda celebracin litrgica es la comunidad cristiana que se retine para que, como testigos de Cristo, manifestar su fe (ver CIC 752, 1140, 832). En la celebracin de la Confirmacin la comunidad reunida es, sobre todo, de adolescentes y jvenes dispuestos a renovar su propia vocacin y misin como bautizados; los acompaan sus paps, familiares, padrinos, vecinos y responsables de la comunidad cristiana. Presidida por el Obispo "Los obispos son los sucesores de los apstoles y han recibido la plenitud del sacramento del Orden... La administracin de este sacramento por ellos mismos pone de relieve que la Confirmacin tiene como efecto unir a los que la reciben ms estrechamente a la Iglesia, a sus orgenes apostlicos y a su misin de dar testimonio de Cristo... Aunque el obispo puede, por razones graves, conceder a presbteros la facultad de administrar el sacramento de la Confirmacin" (CTC 1313; ver CIC 1290; CDC 882,884.2). La renovacin Bautismal "La liturgia del sacramento comienza con la renovacin de las promesas del Bautismo y la profesin de fe de los confirmados" (CIC 1298). Este signo es muy especial, pues el nico sacramento en que se renueva explcitamente el Bautismo es en el sacramento de la Confirmacin, lo que nos indica que ste se encuentra en prolongacin del primero. La renovacin bautismal tiene dos momentos muy significativos: Una renuncia en que rechazamos: al demonio,a sus obras que quitan y debilitan la vida, y a los poderes que en el mundo hacen alianza con las fuerzas de la muerte. Una profesin en la que confesamos: Creer en Dios Padre y Creador, en Dios Hijo hecho Hombre para nuestra redencin, en Dios Espritu Santo Seor y Dador de Vida, y, en la Iglesia a la que reconocemos como el gran signo que manifiesta a Cristo en el mundo continuando su misin evangelizadora. Imposicin de manos invocando al Padre la efusin del Espritu Santo "El obispo extiende las manos sobre todos los confirmados, gesto que, desde el tiempo de los apstoles, es el signo del don del Espritu" (CIC 1299). Esta imposicin de manos y la invocacin a Dios expresan que el don que van a recibir quienes se confirman, viene de Dios. Es la mejor de las bendiciones, porque se cumple la gran promesa anhelada desde el Antiguo Testamento (ver Jr 3 1, 31-34; Ez 36, 22-32). Estos adolescentes y jvenes, sern hombres y mujeres que vivan la plenitud de la vida segn el Espritu. Uncin con imposicin de la mano

"El sacramento de la Confirmacin es conferido por la uncin del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano, y con estas palabras: Recibe por esta seal el don del Espritu Santo" (CIC 1300). El obispo unge con el santo crisma a cada uno de los que se confirman. Es la forma con que Dios ha sealado a los que El ha elegido para que sean sacerdotes, profetas, reyes y mrtires de su pueblo. Este gesto nos habla de la dignidad del confirmando, pero, sobre todo, nos habla de la misin que l recibe en el momento de ser ungido con el crisma. Estamos ante otro Cristo que recibe del Seor la misin de anunciar buenas nuevas a los pobres, liberar a los cautivos, abrir los ojos al ciego y anunciar el tiempo de gracia que Jess ha inaugurado, en fin, la misin de que toda su vida desprenda "el buen olor de Cristo" (2 Co 2, 15) (ver CIC 1289,1291,695,1294). El confirmando es marcado en su frente con la cruz de Cristo. "Por medio de esta uncin, el confirmando recibe la marca, el sello del Espritu Santo" (CIC 1 295). "Este sello del Espritu Santo, marca la pertenencia total a Cristo" (CIC 1296) (recordar el tema anterior). El adolescente o joven est llamado a tomar su cruz para seguir a Jess y recibe la fuerza del Espritu Santo para poder asumir el dolor, el sufrimiento y la misma muerte de su prjimo, para salir vencedor de las pruebas, como Cristo de la cruz. Mientras el obispo unge la frente con la Cruz del Seor, tiene puesta la palma de su mano sobre la cabeza del confirmando. Seal de que la uncin se da para una misin. Es el gesto reservado desde los apstoles para los envos. As, el enviado recibe la misin y la autoridad de quien enva. Quien lo recibe es para la Iglesia un misionero del Seor, un miembro pleno del Cuerpo de Cristo, llamado a transformar la historia de su tiempo (ver CIC 131 3). El beso de paz El rito sacramental llega a su fin con un signo clido y hermoso, de amor paterno, de confianza, de comunin. El obispo besa la mejilla del nuevo confirmado dndole la paz del Seor. Es un signo que "manifiesta la comunin eclesial con el obispo y con todos los fieles" (CIC 1301). Signo, adems, de la relacin personal con Cristo, y su Vicario el obispo, en el desempeo de la misin. La celebracin ha terminado. La misin ha comenzado. La Iglesia se llena de alegra porque cuenta con nuevos apstoles y testigos del Seor. Y, en el mundo, se renueva la esperanza: "el Reino est cerca". Slo hay que dejarse convertir y adherir al evangelio de Cristo Jess. ACTUEMOS Jess nos invita a cada uno de nosotros a tomar la cruz y seguirlo, a llevar la buena noticia a todo el mundo, a ser testigos suyos en la Iglesia y el mundo transformando la realidad que vivimos. Reflexionemos en nuestro interior y elaboremos un compromiso personal: Qu voy a hacer en mi vida para seguir a Cristo Jess? Con qu actitudes demostrar (en mi familia, en la escuela, con mis amigos) que soy testigo de Cristo? Qu compromiso asumir para la siguiente semana, iniciando as un camino permanente como

testigo de Cristo en la Iglesia y el mundo? Es recomendable que los muchachos escriban su compromiso en su cuaderno de notas, tanto, para presentarlo en la celebracin, como para recordarlo durante la semana. CELEBREMOS En una mesa colocamos un Cristo, la Biblia abierta en el pasaje final del evangelio de San Mateo, un cirio encendido y alrededor de todo lo anterior los diversos aceites que trajimos. De ser posible que el lugar se encuentre en penumbras. El grupo se encuentra disperso y sin orden en el lugar de la sesin. Cada muchacho tiene en su mano una pequea vela sin encender. El catequista toma la Biblia y lee en voz alta del captulo 28 del evangelio de San Mateo los versculos del 18 al 20. Se deja un momento de silencio para la reflexin personal. A continuacin, el catequista, va llamando por su nombre a cada muchacho, el que es llamado se acerca y dice en voz alta: "Heme aqu, Seor", enciende su vela del cirio y toma un poco de aceite en su mano, lo frota en su cuerpo y aspira su olor. As, hasta que todos han pasado y van formando un crculo alrededor de la mesa con los signos. La luz ilumina la obscuridad en que vivimos. El aceite reconforta nuestras lesiones, nos devuelve la fuerza y aromatiza nuestra vida. Cuando sean confirmados recibirn la luz de Cristo para ser a su vez luz para el mundo. Sern ungidos con el santo crisma para que desprendan el buen olor de Cristo. Entonces su misin de testigos de Cristo en la Iglesia y el mundo dar inicio de una manera plena. Cantemos con alegra: "Cancin del testigo" Por Ti, mi Dios, cantando voy la alegra de ser tu testigo, Seor. Me mandas que cante con toda mi voz. No s cmo cantar tu mensaje de amor. Los hombres me preguntan cul es mi misin; les digo: "Testigo soy". Es fuego tu palabra que mi boca quem; mis labios ya son llamas y ceniza mi voz; da miedo proclamarte, pero T me dices: "No temas, contigo estoy". Tu Palabra es una carga que mi espalda dobl; es brasa tu mensaje que mi lengua sec; "Djate quemar, si quieres alumbrar. No temas, contigo estoy".

TEMA 13 Por la Confirmacin Jess nos dispone a ser testigos del Espritu de Dios OBJETIVO Impulsar al adolescente a testimoniar la fe en su medio ambiente y desde sus caractersticas peculiares. NOTAS PEDAGGICAS La adolescencia es la etapa de los grandes sueos e ideales; se van perfilando las lneas del proyecto de vida y quehacer en el mundo. El adolescente admira y trata de imitar a los personajes (histricos o ficticios) que se le proponen. Acepta la responsabilidad personal y asume compromisos, tanto de manera individual como grupal. Material: Un Cristo, un cirio, una mesa, un mantel, un recipiente de metal. Como prembulo preguntar si se cumpli el compromiso asumido en la sesin anterior. Invitar a alguno(s) a compartir su experiencia. VEAMOS Relato breve de la vida de Sansn, recalcando: Consagrado a Dios desde su nacimiento (Jue 13, 1-5). Su gran fuerza fsica, recibida de Dios, le hizo posible vencer a los enemigos de Israel (Jue 14, 19; 15, 14-19; 16,25-30). Relato breve de la vida de David, recalcando: Elegido an siendo el ms pequeo de los hermanos. Al ser "ungido" vino sobre l el Espritu de Dios (1 Sam 46, 1-13). Vencedor de Goliat. Foro abierto: Qu coincidencias hay entre ambos personajes? (Consagrados, poseedores del Espritu, triunfadores). Qu diferencias? (Sansn es fuerte, David dbil, pero inteligente. El primero vence por su fuerza fsica, el segundo por su inteligencia). PENSEMOS Sansn, David y otros personajes de la historia de Israel posean el Espritu de Dios, quien los ayud a cumplir con la misin que l mismo les haba encomendado.

A.- EL ESPIRITU SANTO EN LA MISION DE CRISTO Cristo haba sido enviado por el Padre para llevar a cabo la gran obra de la redencin del mundo. Desde el principio de su actividad pblica declara su misin: l viene con el poder del Espritu Santo para liberar a los hombres e inaugurar el "Ao de Gracia" (Lc 4, 16-22). El Espritu que haba dado fuerza fsica a Sansn e inteligencia a David, a Cristo lo llena tanto de amor, que lo lleva a entregar su vida en el cumplimiento de la voluntad del Padre. B.- EL ESPIRITU SANTO EN LA MISION DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS Cristo quiso tener colaboradores en esa misin y form un pequeo grupo: los llam a vivir con l, los instruy y, una vez que muri, resucit y ascendi a los cielos, les comunic su Espritu, para impulsarlos a entregar, como l, la vida por los hombres. Despus de Pentecosts (efusin del Espritu Santo), los apstoles empezaron a cumplir su misin predicando con valenta y sabidura la Palabra de Dios y llegando, incluso, al martirio. C.- EL ESPIRITU SANTO EN LA MISION DEL CRISTIANO DE HOY La misin de establecer el Reino corresponde a todos los cristianos de todos los tiempos. Nos corresponde, pues, a nosotros. El Sacramento de la Confirmacin nos asocia ntimamente a la misin de Cristo y nos ayuda a dar testimonio de la fe cristiana. De los dones del Espritu Santo proviene aquella "fuerza" particular por la cual el confirmando es llamado a ser "testimonio" de su fe y a defenderla con las palabras y con el ejemplo. Testigo: Para serlo es indispensable conocer a la persona o al hecho del cual se da testimonio. El Espritu Santo es quien revela a los hombres quin es Jess; les ayuda a conocerlo, a comprender su doctrina y su misterio. Para ser testigo, adems, se requiere de una serie de atributos. El Espritu Santo enriquece a los hombres con sus dones y de esta manera les capacita para ser buenos testigos. Fe: Consiste en creer en Jesucristo, no como un personaje histrico pasado, sino como un ser vivo que nos ha infundido su Espritu, el cual acta en nuestra propia existencia. Creer en Jesucristo es aceptar su palabra, decidirse por el Evangelio, optar por la forma de vida de Jess. Por eso el creyente es reconocido por sus obras; pues toma parte de la tarea de Jess, se compromete en la educacin del Reino. Y esto no es una obligacin, una norma moral; es el sentido de la vida. Cada cristiano est llamado a ser testigo del Evangelio con la propia vida, aunque ello no requiera necesariamente del martirio de sangre, sino el de las dificultades de la vida cotidiana. El sacerdote, la religiosa, el profesionista, el obrero, el estudiante, todos pueden ser testigos si se unen a Cristo, se dejan guiar por el Espritu y viven de acuerdo al Evangelio.

ACTUEMOS Compartir en pequeos grupos: Alguna vez te has comportado como autntico testigo de Cristo? Narrar cmo. El Espritu dot a Sansn de fuerza fsica y a David de inteligencia, que armas te concede a ti para ser testigo? Motivacin: El testimonio puede ser por la palabra o por las obras. Constantemente encontramos ocasiones para manifestar nuestro testimonio: predicando a los grupos a que pertenecemos o en el cumplimiento responsable y alegre de nuestros deberes en el hogar, en la escuela, etc., o en las relaciones fraternas con nuestros padres, maestros, amigos, etc. Piensa por un momento, cmo puedes ser t testigo de Jesucristo? Despus, anota en un papel qu vas a hacer concretamente, en este da o semana, para dar testimonio de tu fe cristiana. CELEBREMOS Colocar un pequeo altar con un Cristo, un cirio encendido y un recipiente de metal. Organizar una procesin. Mientras se canta "Espritu de Dios toma mi vida", van depositando su compromiso en el bote. Terminada la procesin se invita a algunos a externar su compromiso. Despus de cada intervencin todos dicen: "Espritu Santo, aydanos a ser testigos de Jesucristo". Con el cirio se queman los papeles en los que anotaron sus compromisos. Mientras se consumen, se hace la siguiente oracin: "Espritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, insprame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cmo debo decirlo, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, cmo debo actuar, para procurar tu gloria, el bien de las almas y mi propia santificacin. Espritu de Jess, toda mi confianza est en Ti". Amn.

TEMA 14 CELEBRACIN Dios nos regala su Espritu para que tengamos vida en abundancia Nota: Preparar el lugar bien dispuesto con posters alusivos a los temas que se vieron en estas unidades. Tener una mesa chica con un mantel para colocarla en el centro del lugar de la celebracin, una botella con perfume, otra con aceite. Los santos leos, una estopa empapada con aceite dentro de un bote para hacer fuego. Ensayar los cantos con anterioridad; por equipos inventar una porra, para el final de la celebracin. Gua: Hermanos, hermanas, celebremos juntos a Dios nuestro Padre por el reglo que nos ha dado de su Espritu, agradezcamos la vida en abundancia que nos ha dado en el Sacramento del Bautismo, particularmente el de la Confirmacin. Jess cumple la promesa de enviarnos su Espritu que se ha hecho presente por medio de smbolos y signos que se emplean en el momento de la celebracin de los sacramentos. As se nos entrega Dios Padre, Hijo, y Espritu Santo para darnos la verdadera vida en abundancia. Canto:

Divino Espritu bajad, divino Espritu bajad y en llamas de amor de amor a todos abrazad. Y en llamas de amor, de amor a todos abrazad. As como en Pentecosts, as como en Pentecosts derrama Seor, Seor, tu Espritu de amor, derrama Seor Seor tu Espritu de amor. Oracin: Oh, Espritu Santo amadsimo ven, ilumina nuestra inteligencia para conocerte, abrasa nuestro corazn para amarte y fortifica nuestra voluntad para corresponder fielmente a tus santas inspiraciones! Lectura: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud (ver Jn 10,10). El ltimo da de la fiesta, que era el mas solemne, Jess, puesto en pie, exclam con voz potente: El que tenga sed, que venga a m. Pues el que cree en m tendr de beber. Lo dice la Escritura: de l saldrn ros de agua viva. Deca esto Jess refirindose al Espritu Santo que recibiran los que creyeran en El. Todava no se comunicaba el Espritu, porque Jess an no haba entrado en su gloria (Jn. 7, 37-39; o Jn 14,16-17.26). Explicacin del texto Canto:

El Espritu de Dios se mueve, se mueve, se mueve; el Espritu de Dios se mueve dentro de mi corazn. Procesin con los smbolos haciendo una oracin al presentar cada uno de ellos. Fuego Se enciende la estopa colocndola en el piso. Espritu Santo que eres luz y fuego, que das calor y vida. Ilumina, gua y enciende nuestros corazones de tal manera que nos haga capaces de transformar por el amor, el mundo en que vivimos. Todos: Encindenos, Espritu Santo Santo leos y aceite Espritu Santo, que nos has ungido con el leo Santo el da de nuestro bautismo y lo hars nuevamente el da de nuestra Confirmacin, que nos vas a marcar con tu sello dndonos la fuerza de tu Espritu, fortalece nuestra debilidad con esta presencia tuya de manera que seamos cada vez ms, cristianos autnticos, maduros en la fe y el amor. Todos: Espritu Santo, fortalcenos. Perfume: Que mi alegra y caridad como cristiano sea como el perfume de olor agradable que nos da el Espritu Santo para que los que nos rodean. Todos: Espritu Santo aydanos a ser el buen olor de Cristo. Canto: Por ti mi Dios, cantando voy, la alegra de ser tu testigo Seor... (se repite.) Oracin final: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Seor Jesucristo, que diste vida por el agua y por el Espritu Santo a estos hijos tuyos, y los libraste del pecado, escucha nuestra oracin y enva sobre ellos el Espritu Santo. Amn Se termina con las porras que hicieron por equipos.

UNIDAD 4 Jess da vida a la comunidad eclesial por el Espritu Santo TEMA 15 Formamos la Iglesia de Jess, comunidad de vida y armona OBJETIVO Favorecer una consciencia de pertenencia y amor a la Iglesia como cuerpo de Cristo y obra del Espritu Santo en orden a vivir la unidad. NOTAS PEDAGGICAS La principal imagen de la Iglesia como unidad de vida y armona que se usar en este texto ser la imagen usada por San Pablo del cuerpo, por lo cual se sugiere hacer alusiones (si el catequista lo tiene a bien) a las funciones de los miembros de este cuerpo que formamos todos los bautizados. Para la dinmica de la formacin del cuerpo, es necesario tener preparado el material pertinente desde antes, como sera: tijeras, papel de colores, pegamento, etc. Se sugiere motivar al adolescente a que la dinmica implica seriedad, por lo que se solicita su mayor disposicin en participar en ella sealando que con cinco minutos para la elaboracin de los muecos basta. VEAMOS Dinmica de la formacin de un cuerpo Se pide que pasen seis personas que se acomoden por parejas. Se entregar el material a cada pareja para que elabore un mueco. Uno de ellos ser el mueco sobre el cual se vayan colocando las diversas partes y el otro ser el que realice la obra. Al terminar, se revisan los muecos y se contestan las siguientes preguntas: Qu fue lo primero que acomodaste del mueco y por qu? Qu te motiv a que te saliera bien el mueco? Cul miembro del cuerpo del mueco podramos eliminar sin que ste se muriera? Cules son los miembros ms importantes y cules son los menos? PENSEMOS Estamos llamados a ser Iglesia y a vivir en comunidad. Es una verdad que no podemos negar y que nos debe de estar cuestionando constantemente. Al ser parte de una comunidad de vida, desde el primer momento es indispensable la armona con que se viva, pues no olvidemos que todos necesitamos de todos. T en tu casa necesitas de tus padres y hermanos, as como ellos necesitan de ti; y si las cosas deben salir bien, es indispensable que cada quien cumpla sus obligaciones armnicamente. Para ello es indispensable la presencia de Cristo, quien desde un principio asoci a sus discpulos a su vida y al Misterio del Reino compartiendo alegras y sufrimientos, ofreciendo una comunin ms ntima para los que lo seguan de cerca: "Yo soy la vid y vosotros los sarmientos" (Jn 15,5). Al ascender Jess a los cielos no los deja solos, sino que les promete quedarse con ellos hasta el fin de los tiempos y les enva su Espritu, por lo que se hace ms intensa esa comunin y constituye a su Iglesia en su cuerpo. La Iglesia es, pues, una comunidad de vida y armona en

Jesucristo. Todos los miembros de este cuerpo (adultos, jvenes, adolescentes, nios> se unen estrechamente a Cristo en virtud de los sacramentos, pero esta unidad del cuerpo supone la armona de sus miembros, los cuales son diversos y con funciones distintas. El mismo Espritu Santo distribuye sus dones para el bien de la vida de la Iglesia, estimulando entre los fieles la caridad, donde si un miembro sufre o goza, los dems sufren o gozan con l. Con esto vemos que la armona de los miembros de la Iglesia es indispensable para formar una verdadera comunidad de vida en la que no haya divisiones humanas y todos sean iguales ante Dios (ver CIC 787-791). ACTUEMOS Ofrecer mi comunin ms prxima por la unidad de mi comunidad. Cumplir mis obligaciones para favorecer a la armona. Memorizar: "Hemos sido bautizados todos en un slo Espritu, para no formar mas que un solo cuerpo"(1 Co 12, 13). CELEBREMOS Hacer una rueda y entonar el canto "Somos uno en el Espritu". Orar espontneamente por la Iglesia como nuestra comunidad. Finalizar con el Padre Nuestro.

TEMA 16 El Espritu Santo nos enriquece con sus dones en la construccin de la comunidad OBJETIVO Fomentar una actitud de docilidad a los impulsos del Espritu Santo en orden a la construccin de la Iglesia por medio de sus dones NOTAS PEDAGGICAS Para el adolescente puede resultar repetitivo el hablar de los dones del Espritu Santo, por lo cual conviene invitarlo a recordarlos si es que an los tiene en la memoria; silos desconoce, tratemos de exponerlos con la mayor claridad posible buscando que no se revuelvan y distinguindolos claramente. Se sugiere tener una cartulina previamente realizada con la lista de los nombres de los dones del Espritu Santo e ilustrada de una manera llamativa y original. Para la celebracin se necesitarn pliegos de papel, crayones y hojas con las oraciones correspondientes a cada don. VEAMOS Se pide a alguno del grupo relatar a los dems la experiencia de haber recibido de alguien algn regalo que le haya provocado alegra, satisfaccin, etc. Qu significado tiene para ustedes el recibir algn regalo? Qu sienten hacia quien les ha dado un regalo? De qu otra forma se le puede llamar a un regalo? (obsequio, don, presente, etc.). Qu regal9s han recibido de Dios? Qu han hecho para agradecerle a Dios esos regalos o dones? PENSEMOS Sin duda que t como adolescente te has dado cuenta del consumismo desencadenado por el comercio, donde se te presentan cosas que hay que tener. Si te fijas, poco o nada es lo que s es necesario, ya que se ha perdido el sentido de lo que verdaderamente vale. La gente se preocupa por tener bienes terrenales o por comer tal o cual alimento que los hace ser "diferentes" ms que por saber de Dios y pedir sus bendiciones. Ante esto, debemos tener muy clara la conciencia de que la vida moral del cristiano est sostenida por los dones del Espritu Santo, los cuales son disposiciones permanentes que hacen al hombre dcil para seguir los impulsos del Espritu Santo (ver dc 1 830). Cuando el Seor Obispo el da en que ustedes sean confirmados les imponga las manos y pronuncie una oracin a Dios antes de ungirlos con el santo crisma, lo que le pide al Creador es que derrame sobre ustedes 105 dones del Espritu Santo. Los siete dones del Espritu Santo son (ver CIC 1830): Sabidura La efusin del Espritu Santo concede como gracia la sabidura que nos asiste y nos afianza en el camino de la vida. El Espritu de Dios es el maestro interior que hace sabio el corazn de los sencillos y lo abre para acoger la palabra de Jesucristo, Sabidura del Padre (ver Sab 7, 7-16). Inteligencia

Es el don del Espritu Santo que revela a nuestras mentes la voluntad de Dios y nos concede la inteligencia espiritual para descubrir los signos de su presencia en la historia (ver 1 Co 2, 10-16). Consejo El don del consejo, que podemos relacionar con los trminos bblicos de luz y de la gua espiritual (ver Jn 16, 13; Sal 73, 23-24; 16, 7), se nos comunica a travs de la fuente inagotable de la Palabra de Dios, para que aprendamos a seguir en la vida por senderos de justicia y paz. Fortaleza Es un don divino que nos hace firmes en la fe, nos robustece para resistir el mal, nos infunde valor para dar testimonio de Cristo, Crucificado y Resucitado, con palabras y obras (ver 2 Co 12, 7-10; Sal 18,2-3.31-40). Ciencia Con este don, el Espritu nos introduce en el conocimiento de los misterios del Reino de Dios. No se trata de un conocimiento de tipo intelectual, sino de experiencia de Dios, en Jesucristo (ver 1 Co 1, 26.5). El Espritu nos ensea las palabras de Jess, las escribe en el corazn de los fieles, las recuerda a los distrados y nos educa para vivir cristianamente en el mundo (ver Jn 14, 15-26). Piedad El don espiritual de la piedad expresa la actitud que gua las intenciones y obras, en lo que a Dios y al prjimo se refiere, segn el pensamiento de Dios (ver 1 Tim 6, 3-5.11-16; Mt 18,23-34). Temor de Dios El "santo temor" o "temor de Dios" es una actitud espiritual que no se puede reducir al miedo del hombre ante la Trascendencia y Santidad divinas. Al contrario, expresa la conviccin de quien, sintindose amado y tocado por Dios, no puede vivir fuera de la lgica y de las exigencias de la "Alianza" (ver Dt 6, 1 3). Vivir en el santo temor es reconocer que Dios ha colocado su tienda entre nosotros, a pesar de ser l totalmente distinto de nosotros: slo Dios es Dios; nosotros somos criaturas definidas por el Creador, de quien depende nuestra felicidad (ver Sir 1, 11-30). "Los siete dones del Espritu Santo... Pertenecen en plenitud a Cristo... Completan y llevan a su perfeccin las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas" (CIC 1831). Ahora te toca dar a ti lo que has recibido. Haz el bien con lo que se te ha dado. Construye tu comunidad con las buenas obras que el Espritu Santo te inspire con sus dones. ACTUEMOS Se organiza el grupo en siete equipos, uno por cada don del Espritu Santo, se distribuye un pliego de papel a cada equipo y se les asigna uno de los dones. El catequista les recuerda que los dones del Espritu Santo los recibirn al ser confirmados. Por equipos contestan a la siguiente pregunta: De que manera manifestar este don del Espritu Santo con mi vida, una vez confirmado?

Se distribuye a cada equipo una hoja con la parte que le corresponder en la celebracin segn el don sobre el que les toco reflexionar. CELEBREMOS Se coloca el grupo, por equipos, formando entre todos un gran crculo en torno a un Cristo y teniendo a sus pies el cartel con los nombres de los dones del Espritu Santo. Todos juntos cantamos: Espritu Santo, ven, ven Espritu Santo, ven, Ven, Espritu Santo, ven, ven, Espritu Santo, ven, ven, en el nombre del Seor. Acompanos, ilumnanos, T cada da. Acompanos, ilumnanos, Espritu Santo, ven. Santifcanos y transfrmanos, todos los das. Santifcanos y transfrmanos, Espritu Santo, ven. Fortalcenos y consulanos en nuestra vida. Fortalcenos y consulanos, Espritu Santo, ven. El catequista lee el pasaje de Isaas captulo 11 versculos del 1 al 9. Se deja un breve momento de reflexin interior en silencio. A continuacin cada equipo lee el compromiso que elaboraron sobre el don que reflexionaron, coloca el pliego de papel donde est escrito a los pies del Cristo y despus de unos segundos de silencio proclaman la oracin que el catequista les entrego sobre dicho don. El catequista va enunciando los dones. Sabidura Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin: Oh Dios, que en la locura de la cruz manifiestas cun distante est el pensamiento de Cristo de la lgica del mundo, infunde en nosotros la sabidura del evangelio, para que, animados por la esperanza del Espritu, lleguemos a ser luz y sal de la tierra Por Cristo, nuestro Seor. Amn. Inteligencia Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin: Oh Dios y Padre nuestro, que te has revelado en Cristo, infunde en nosotros el don de la inteligencia para que, penetrando las profundidades de tu palabra, experimentemos su dulzura y su fuerza. Amn. Consejo Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin Padre omnipotente y misericordioso, haznos dciles a la voz del Espritu Santo y danos la gracia

de su consejo en el desconcierto, la luz de su gua en el sufrimiento, el gozo de su consuelo en la tristeza, su presencia amiga en la soledad. Por Cristo, nuestro Seor. Amn. Fortaleza Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha nuestras splicas, y, pues el hombre es frgil y sin ti nada puede, concdenos la ayuda de tu gracia para guardar tus mandamientos y agradarte con nuestras acciones y deseos. Por Cristo, nuestro Seor. Amn. Ciencia Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin Dios todopoderoso y eterno, concede a tu pueblo que la mediacin asidua de tu doctrina le ensee a cumplir siempre, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Por Cristo, nuestro Seor. Amn. Piedad Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estn firmes en la verdadera alegra. Por Cristo, nuestro Seor. Amn. Temor de Dios Se lee el compromiso y se coloca el pliego. Oracin Oh Dios, creador del cielo y de la tierra, que con tu palabra has llamado todo a la existencia, derrama sobre la Iglesia la potencia de tu Espritu para que revele a todos las maravillas de la nueva creacin inaugurada por la resurreccin de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amn. A continuacin todos unidos por las manos proclamamos el Padre nuestro. Terminamos cantando "Espritu Santo, ven, ven"

TEMA 17 Somos la Iglesia de Jess servidora en el mundo por el Espritu Santo OBJETIVO Favorecer la conviccin de ser miembros de la Iglesia, en orden a dar un servicio desinteresado al mundo, impulsados por el Espritu Santo. NOTAS PEDAGGICAS La dinmica deber realizarse al principio eligiendo a los ms fuertes del grupo, tratando de que sea lo ms gil que se pueda. El adolescente buscar ser el centro de atraccin en su "mundo", por lo que conviene en este tema crear conciencia de que independientemente de lo que el inundo ofrece de comodidades y lujos, el pertenecer a la Iglesia lo compromete a servir a los dems, impulsado por el Espritu Santo y obedeciendo a la voluntad de Dios. VEAMOS Dinmica Seleccionar ocho muchachos de los ms fuertes del grupo y a cada uno en secreto se le asigna un nmero. Despus se pide que se entrelacen sus brazos formando una cadena procurando que se revuelvan los nmero. Se pedir que se vayan dejando colgar sostenindose de los brazos de los otros segn el nmero que el animador vaya indicando, procurando que sea hasta el final cuando se mencione a los de las orillas, los cuales, lgicamente no podrn colgarse. La explicacin de la dinmica debe llevar al muchacho a darse cuenta de que todos somos importantes en el servicio a los dems porque formamos una sola Iglesia en la que es el Espritu Santo quien nos une. Si no formamos una sola cadena dejando lugares vacos, como los de las orillas, habr quienes no podrn realizar su misin. PENSEMOS Todos los miembros de la Iglesia de Cristo estamos llamados a ser un pueblo unido por esa unidad del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Cada uno de los miembros estamos llamados a ser servidores de los dems segn nuestras capacidades y los carismas, que son gracias del Espritu Santo y que son extraordinarias, pero a la vez humildes y sencillas. Estos carismas estn ordenados a la edificacin de la Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo. Se han de acoger con reconocimiento por todos, pues son una riqueza de gracia para la vitalidad apostlica y santidad de la Iglesia. Son dones del mismo Espritu Santo, por lo que hay que ejercerlos de modo pleno segn sus impulsos, es decir, segn la caridad, que es la medida de los carismas. Y aunque por recibir estos carismas en la Iglesia estamos llamados a servir, es necesario el discernimiento de carismas referidos y orientados por los pastores de la Iglesia, para que todos cooperen al bien comn (ver CIC 799-801). ACTUEMOS

* Cada da de esta semana, procuremos poner al servicio de mi grupo alguna cualidad o carisma que Dios me haya dado. * Memorizar: - Qu son los carismas? Son gracias del Espritu Santo que da a cada uno de los miembros de la Iglesia segn la caridad. - A qu estn ordenados los carismas? A la edificacin de la Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo. CELEBREMOS Canto:"Hoy en oracin" Accin de gracias espontnea por los carismas recibidos. Oracin del Padre Nuestro.

TEMA 18 Mara, nuestro modelo siempre fiel al Espritu Santo OBJETIVO Descubrir la accin del Espritu Santo en Mara para tomarla como modelo por su docilidad y su fidelidad a Dios. NOTAS PEDAGGICAS Es importante en la catequesis sobre Confirmacin ubicar la figura de la Santsima Virgen Mara como la que entra en la historia de la salvacin del hombre y como modelo de docilidad al Plan de Dios por su fe y su fidelidad incondicional. VEAMOS Es por todos conocido el trabajo del alfarero; despus de preparado el barro lo coloca en un aparato sencillo y con sus manos va moldeando la figura que l ha pensado obtener. Es maravillosa la obra que realiza, lo mismo se puede decir de un escultor que de un tronco de madera o de piedra modela toda una obra de arte. PENSEMOS Nuestra vida cristiana, la vida de cada uno, est en las manos de Dios. El modela cada corazn. S es muy necesaria la colaboracin nuestra como lo hizo la Santsima Virgen Maria que siempre fue dcil a la accin del Espritu de Dios. En Ella comienzan a manifestarse las "maravillas de Dios", que el Espritu va a realizar en Cristo y en la Iglesia. El Espritu Santo prepar a Mara con su gracia. Convena que fuese "llena de gracia" la Madre de aqul en quien "reside toda la plenitud de la divinidad corporalmente" (Col 2,9). Mara es la Madre de Dios, la Hija predilecta del Padre, la Esposa del Espritu Santo. El Espritu Santo prepar a Maria con su gracia. Ella es la obra maestra de la misin del Hijo y del Espritu Santo en la plenitud de los tiempos. Ella fue concebida sin pecado, por pura gracia, como la ms humilde de todas las creaturas , la ms capaz de acoger el Don inefable del Omnipotente . En Mara el Espritu Santo realiza el designio benevolente del Padre. La Virgen concibe y da a luz al Hijo de Dios con y por medio del Espritu Santo (CIC 721723). El Papa Juan Pablo II en su primera visita a Mxico nos deca, hablando de la fidelidad: "De entre tantos ttulos atribuidos a la Virgen , a lo largo de los siglos... hay uno de profundisimo significado: Virgen fiel, qu significa esta fidelidad de Mara?, cules son las dimensiones de esta fidelidad? La bsqueda: Maria fue fiel ante todo cuando con amor se puso a buscar el sentido profundo del designio de Dios en Ella y para el mundo. Cmo suceder esto?... busco tu rostro Seor. Era una bsqueda de Dios en el Antiguo Testamento No habr fidelidad si no hubiere en la raz esta ardiente, paciente y generosa bsqueda; si no se encontrara en el corazn del hombre una

pregunta para la cual slo Dios tiene la respuesta. Acogida, aceptacin. Es la segunda dimensin: Que se haga, estoy pronto, acepto: este es el momento crucial de la fidelidad, momento en el cual el hombre percibe que jams comprender totalmente el cmo; que hay en el designio de Dios ms zonas de misterio que de evidencia; que, por ms que haga, jams lograr aceptarlo todo. Es entonces cuando el hombre acepta el misterio, le da un lugar en su corazn as como "Mara conservaba todas estas cosas en su corazn"(Lc 2, 19; ver Lc 3, 15). Es el momento en que el hombre se abandona al misterio, no con una resignacin de alguien que est frente a un enigma, a un absurdo, sino ms bien con la disponibilidad de quien se abre para ser habitado por Alguien ms grande que el propio corazn. Esa aceptacin se cumple en definitiva por la fe que es adhesin de todo el ser al misterio que se revela. Coherencia. Es la tercera dimensin de la fidelidad Vivir de acuerdo con lo que se cree. Ajustar la propia adhesin. Aceptar incomprensiones, persecuciones antes que permitir rupturas entre lo que se vive y lo que se cree: sta es la coherencia. Aqu se encuentra, quizs, el ncleo ms ntimo de la fidelidad. Pero toda fidelidad debe pasar por la prueba ms exigente: la duracin. Por eso la cuarta dimensin de la fidelidad es la constancia. Es fcil ser coherente por un da o algunos das. Difcil e importante es ser coherente toda la vida. Es fcil ser coherente en la hora de la exaltacin, difcil serlo en la hora de la tribulacin. Y slo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura a lo largo de toda la vida. El "hgase" de Mara en la Anunciacin encuentra su plenitud en el "hgase" silencioso que repite al pie de la cruz. Ser fiel es no traicionar en las tinieblas lo que se acept en pblico. De todas las enseanzas que la Virgen da a sus hijos de Mxico, quiz la ms bella e importante es esta leccin de fidelidad" (Juan Pablo II, enero de 1979, Catedral Metropolitana, Mxico, D. F. ). Es muy importante que hoy tomemos con toda responsabilidad nuestro ser cristiano, contamos con toda la ayuda de Dios, la que nos ha dado por su Espritu, y la de Mara que queremos tomar como modelo. El sacramento de la Confirmacin para nosotros cristianos es de mucha trascendencia, es lo que necesitamos para vivir, este es un Sacramento de Vida. La sabidura, la inteligencia, la fortaleza, la hemos recibido para ser fieles al Seor as como Mara, la siempre fiel que fue dcil al plan de Dios. ACTUEMOS La fidelidad es para vivirse con toda responsabilidad, somos cristianos de primera clase porque hemos visto con toda claridad lo que Dios hace en nosotros cuando somos fieles a sus planes. El Espritu Santo sigue actuando en nosotros hoy como actu en Mara. En pequeos grupos pensemos:

En qu forma yo he sido fiel? En mi familia? En mi escuela? Con mis amigos(as)? A mi mismo? El Papa Juan Pablo II en su visita a Mxico nos habl de la fidelidad de Mara. Escribe las cuatro formas en que Mara fue fiel y en las que t puedes imitarla. Cul va a ser tu compromiso concreto de este tema? Escrbelo. CELEBREMOS Canto: Feliz porque has credo Feliz porque has credo, oh Madre del Seor (se repite). El alma de Mara estaba completamente poseda por la fe. A cualquier cosa que el Seor le pide, responde con un "s" categrico, en el que no entran falsas ilusiones. No discute. Acepta, despus de haber pedido luz. Vamos a leer con la mejor disposicin, para sacar gran provecho espiritual, el relato evanglico de la Anunciacin. Lector: Lc. 1, 26-39. Animador: Reflexionemos, hermanos, sobre el texto que acabamos de escuchar. Mara es figura de la humanidad que dice "s" a Dios que le pide colaboracin en este Plan de salvacin, acepta su Palabra, no piensa para nada en si misma, no centra su atencin en su propia persona, sino que se abre a los dems, hacia el infinito. Tales son las disposiciones del alma de Maria al pronunciar su S en la Anunciacin. Examinemos nuestras actitudes ante la invitacin que Dios, por su Espritu, nos ha hecho para colaborar en su Plan de salvar a nuestros hermanos. Hemos hablado de la fidelidad de Mara que desde la bsqueda, la acogida, la coherencia y la constancia, sabe escuchar a Dios y hacer lo que El le pide: generosa, alegre y prontamente. Estamos convencidos de que un discpulo de Cristo, que ha recibido toda la fuerza de Dios, de su Espritu por el Sacramento de la Confirmacin debe tener un alma abierta, acogedora, siempre disponible como Mara?. Despus de un silencio de interiorizacin para responder a Dios, terminamos cantando Madre de todos los hombres Madre de todos los hombres, ensanos a decir: Amn (se repite)

Cuando aparece la luz y nos sentimos felices. Madre de todos los hombres, ensanos a decir: Amn Cuando nos llegue la cruz y no encontramos salida Madre de todos los hombres, ensanos a decir: Amen. Cuando me invite el Seor a ayudar a mis hermanos Madre de todos los hombres, ensanos a decir: Amn

TEMA 19 Nuestros mrtires, testigos vivos del Espritu Santo, ejemplos a seguir OBJETIVO Responder a Dios con nuestra vida imitando la de los mrtires NOTAS PEDAGGICAS Con este tema se trata de dar un gran impulso al cristiano en su respuesta generosa y decidida al plan de Dios, a la accin del Espritu Santo con el testimonio de los mrtires mexicanos que entregaron valerosamente su vida por amor a Cristo Rey y a Santa Mara de Guadalupe Tomamos directamente algunos hechos y expresiones del libro "Tuyo es el Reino" (Mrtires mexicanos del siglo XX), autores: Ramiro Valds Snchez y Guillermo Hevers. Los datos son muy importantes, remitimos a su lectura y asimilacin a quienes den este tema. VEAMOS Presentamos la figura de uno nuestros los mrtires de la poca de los cristeros (1926-1929). Los mrtires se fueron haciendo poco a poco; cuando fueron respondiendo a Dios, a su Espritu, en las constantes llamadas que El va haciendo hasta llegar al herosmo; esto se consigue con la ayuda de Dios, con el ejercicio de las virtudes: la fe, la esperanza, el amor, el espritu de sacrificio, la sencillez de vida, la humildad para aceptar la voluntad de Dios y no la ma. La figura que hoy presentamos es la del Sr. Cura Beato Cristbal Magallanes Jara, encabeza el grupo de los mrtires mexicanos por su admirable estatura espiritual que demostr en el desempeo de su misniterio sacerdotal y su gloriosa muerte. El Sr. Obispo Miguel de la Mora lo calific como "un sacerdote conforme al corazn de Dios". Naci en el rancho de La Sementera, municipio de Totatiche, Jalisco, el 30 de Julio de 1 869, de familia muy humilde, sus padres Rafael Magallanes Romero y Clara Jara Snchez. Vivi en el rancho hasta los diecinueve aos, cuidando ovejas, labrando la tierra y haciendo petates, hasta que entr al Seminario en octubre de 1 888. Ordenado Sacerdote a la edad de 30 aos en Guadalajara, Jal. Desde nio tuvo devocin acendrada al Santsima Sacramento, a la Santsima Virgen Mara y a San Jos; rezaba diariamente el Santo Rosario y practic en grado herico las virtudes de la obediencia, la humildad, la justicia, la caridad, la prudencia, la mansedumbre y la conformidad con la voluntad de Dios. Trabaj con ahinco en beneficio de sus feligreses, dio misiones a los huicholes de Azqueltln; anduvo en continuo recorrido por el extenso territorio de su jurisdiccin parroquial para atender a los fieles y remediar sus necesidades, para lo cual estableci escuelas, en el pueblo y en las rancheras, fund centros de catequesis, edific templos y capillas. Foment la agricultura promoviendo la construccin de presas y bordos de almacenamiento del agua y el mejoramiento de las semillas y del cultivo de los rboles frutales y hortalizas. Atento a la Doctrina Social de la Iglesia dada en la Encclica Rerum Novarurn, difundi sus enseanzas y aplic sus orientaciones.

Por rdenes del gobierno, en el ao de 1914 los seminarios diocesanos y los conventos religiosos quedaron clausurados, los alumnos se volvieron a sus familias, ante este problema el Sr. Cura Magallanes fund en Totatiche el 1. de Junio de 1915 el Seminario Auxiliar de Santa Mara de Guadalupe para alojar a los estudiantes. El Sr. Arzobispo Orozco y Jimnez, que lleg despus de largo destierro a Totatiche, le dio reconocimiento oficial y nombr profesores a los padres Jos Garibi Rivera y Jos de Jess Angulo. Durante doce aos, hasta el da de su muerte, el Sr. Cura Magallanes personalmente cuid y protegi este Seminario, llamado por l "El Silvestre". En Julio de 1926 explot la persecucin contra la Iglesia Catlica de parte del gobierno, y en Totatiche un grupo se levant el 28 de Noviembre contra la tirana antireligiosa del presidente Calles. El Sr. Cura siempre reprob, en particular y en pblico, de viva voz y por escrito, el recurso de las armas. Afirm:"Ni Jesucristo, ni los Apstoles, ni la Iglesia han empleado la violencia con ese fin, sino el convencimiento y la predicacin por medio de la Palabra. La Religin ni se propag, ni se ha de conservar por medio de las armas". En abril de 1927 escribi el Sr. Cura Magallanes una carta dirigida al seminarista Margarito Ortega y le dice: "Mi vida, desde hace cuatro meses ha sido andar por cerros y barrancas, huyendo de la persecucin gratuita de nuestros enemigos y de los rebeldes entre quienes juzga el gobierno que andamos noms porque nos ha tocado vivir en la regin de los alzados, sin embargo miles y miles de habitantes de estos pueblos que nos conocen desde hace muchos aos saben que somos Inocentes y nos calumnian infamemente". El 21 de mayo de 1927 a las II de la maana, la tropa del General Francisco Goi aprehendi al Sr. Cura Magallanes que iba solo montado en un macho por el camino hacia el rancho de Santa Margarita. Los soldados le preguntaron quin era y l contesto: "Soy Cristbal Magallanes, prroco de Totatiche", por eso le amarraron los brazos y se lo llevaron preso hasta la crcel de Totatiche. Nada lograron las suplicas y los ofrecimientos de los vecinos para liberarlo. En ese mismo da tambin los soldados encarcelaron al sacerdote Agustn Caloca, maestro del Seminario Auxiliar. En el patio interior de la Presidencia Municipal de esta ciudad, el 25 de mayo al medio da, ante varias personas civiles y militares, metieron a los sacerdotes Cristbal y Agustn. El Sr. Cura arrodillado le pidi la absolucin sacramental al padre Caloca, y en seguida l se la dio al padre; luego pidi permiso de decir sus ultimas palabras: "Soy y muero inocente, perdono de corazn a los autores de mi muerte; pido a Dios que mis sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos. Viendo en seguida que su compaero, el joven sacerdote Caloca estaba angustiado, le dijo el Sr. Cura: "Tranquilizate padre, Dios necesita mrtires; un momento y estaremos en el cielo ". Esta narracin y otras ms sern ledas por grupos para poder asimilaras y tomar de ellas el mensaje que nos ofrecen.

PENSEMOS Un mrtir es la expresin mxima de fidelidad a Dios, es un fruto ya logrado y que ha llegado a esta etapa despus de un proceso anterior El martirio cristiano tiene toda su significacin en la participacin de la muerte de Cristo, de la que el bautismo nos hace participar y el sentido de la Eucarista, como participacin de su vida resucitada en la comunin del cuerpo herido y de su sangre derramada en la cruz. La Iglesia, en los comienzos del cristianismo, fue fecundada por la sangre de los mrtires, el primero de ellos San Esteban, que valientemente presentaba ante el sanedrn las razones de su ser como cristiano y de su actuar como tal. Escuchemos de la Palabra de Dios (He 6,8-15: 7,5160) Vemos que a lo largo de los 20 siglos de existir la Iglesia sigue siendo fecundada por la sangre de los mrtires de todos los tiempos, hasta nuestros das. Nuestros Pastores de la Iglesia mexicana han estado siempre apoyando, sosteniendo a sus fieles ante todas las situaciones que viven, sobre todo en los tiempos de gran persecucin. Algunos extractos de sus cartas: Nuestras almas estn llenas de tristeza y nuestros corazones sangran, por habernos obligado a tomar medidas tan severas (la suspensin del culto). No perdis la fe en nosotros, lo mismo que nosotros no perdemos jams nuestra fe en vosotros, hijos bien amados. Como un solo hombre, coloquemos nuestra fe en Dios. Os recomendamos con esperanza confiada a nuestra Madre la Virgen de Guadalupe. Vendrn das en los que le Divino Salvador habr de consolar y reconfortar a aquellos que han tenido fe en El. Encontremos el consuelo en estas palabras dirigidas por Jess a sus Apstoles en prediccin de su muerte y de su resurreccin: Subamos a Jerusaln donde deben cumplirse las profecas y ellos se burlarn de El y escupirn sobre El, y al tercer da resucitar. La vida de la Iglesia es la vida de su Divino Fundador. As pues, amadsimos hijos, la Iglesia de Mxico est hoy entregada a sus enemigos, burlada abofeteada, despreciada. Parece que debe morir, pero resucitar con una vida nueva y vigorosa, con un esplendor como jams lo tuvo entre nosotros. Que sta sea nuestra esperanza indestructible". (Carta colectiva del Episcopado Mexicano. en la Fiesta del Apstol Santiago. 25 de Julio de 1926. Firmado por ocho Arzobispos y 28 Obispos). La sangre de los cristianos ha corrido a raudales mezclada la de los sacerdotes con la de los jvenes, la de las doncellas con la de los ancianos. Sangre bendita que hizo brotar por todas partes cristianos nuevos, rejuvenecidos, valerosos, invencibles!. -Y Creis que despus de tanta sangre y de tantas lgrimas, de tantos herosmos y de tantos sacrificios bamos a ser nosotros los que cerrramos las puertas a la plena victoria de Cristo? Si tal hiciramos, nuestros mrtires y nuestros hroes se levantarn de sus tumbas parta reclamarnos el despilfarro de su sangre gloriosa No y mil veces no!. Nuestra fe de catlicos, nuestro deber de prelados, nuestra dignidad, el respeto que debemos a las vctimas, el puesto que liemos de conquistarnos ante el mundo, y finalmente la conciencia que tenemos de nuestra fuerza moral y espiritual, que

centuplica nuestra misma fuerza fsica, todo nos hace repetir da por da, momento a momento, las palabras de la Carta Pastoral Colectiva; trabajaremos porque este decreto y los artculos antirreligiosos de la Constitucin sean reformados, y no cejamos hasta haberlo conseguido. (Dada en Roma, Fiesta del Smo. Rosario. + Jos Mara, Arzobispo de Durango). Expresin de Fe Compromiso: -Por tu cuenta lee la vida de San Felipe de Jess, primer mrtir mexicano, o de algn otro santo mrtir. -Haz media hora de oracin ante el Santsimo Sacramento de rodillas, como una ofrenda para tu Dios. -Ejerctate en renunciarte a ti mismo haciendo alguna actividad que no te gusta pero que te causa algn provecho, ir adquiriendo el espritu de sacrificio y llegar a ser una generosa y abnegada, entregada, encaminada hacia el martirio. Trabajo en equipos: Cunto te falta para identificarte con Cristo a la manera de los mrtires? Actualmente, hasta qu consecuencias te llevara tu amor a Cristo? CELEBREMOS Canto: Jesucristo, ayer, hoy y siempre Reunirse en torno a un crucifijo grande, si es posible o a una imagen de Cristo Rey. Catequista: Celebremos hermanos este acontecimiento, recordando lo que por nosotros hicieron nuestros mrtires en la persecucin religiosa en Mxico en los aos desde 1914 hasta 1937. La persecucin religiosa contina veladamente: el martirio del Excmo. Sr. Obispo de Cd. Obregn Don Jos Soledad Torres, el asesinato del Emmo. Sr. Cardenal Juan Jess Posadas Ocampo. Escuchemos lo que nos dicen nuestros pastores: "La Iglesia catlica sabe formar caracteres heroicos. En medio de la continua evocacin de nuestras desolaciones miramos destacarse la figura de nuestros amados sacerdotes maltratados, encarcelados, deportados todos como malhechores por el delito que les merece plena gloria, por no haber querido separarse de la Sede de Pedro, y haber preferido obedecer a Dios antes que a los hombres. Entre esas mismas vctimas, contemplamos a los prrocos mrtires don Luis Batis y don Pedro Lpez, que colmando el precepto del amor dieron la vida por sus ovejas: Hroes benditos, ante cuyas figuras veneradas Nos, su Prelado, caemos de rodillas...! A mucha honra tuvimos y gran consuelo experimentamos al or pronunciar con santa veneracin en la grandiosa Asamblea de la Juventud Internacional, entre los cuales reconocimos a nuestros hijos Manuel Morales, David Roldn y Salvador Lara, dignos modelos de al benemrita Accin Catlica de la Juventud Mexicana, mrtires gloriosos que el mundo aclama como elegidos del Seor para mostrar ante los miserables enemigos de Cristo que la Iglesia Catlica sabe formar

caracteres heroicos que no venden nunca por las vanas riquezas materiales los bienes inconmutables del espritu". (Mons. Jos Ma. Gonzlez y Valencia, Arzobispo de Durango "El Clamor de la Sangre". Pg. 288.) Despus de interiorizar por breves momentos esta narracin, en dos coros recitamos el siguiente poema escrito por el Beato P. Agustn S. Caloca Corts. (Cada participante debe tener una copia de este poema) Adelante Cristiano caballero, ya de tus huestes los clarines oye; Mrtir de Cristo, la fatiga emprende, Lucha sin tregua. Baja al Averno y tu destino mira augusto emperador victoria canta al rodar tu cabeza ensangrentada, yerta, sin vida.

Ruge la fiera corajuda... mirando en derredor la muchedumbre y a devorar su presa se adelanta y vida corre. Mrtir cristiano, ya la palma bate, desprecia al mundo y sus riquezas deja; porque esto es polvo, es vanidad, es nada: corre hacia Cristo. Ofrece el holocausto suspirando, el cliz del dolor gustosos liba y abraza el leo que te lleva al cielo, mira a Jess. Angel del cielo, mi plegaria escucha: t que repartes lauros de victoria, rpido baja, el sacrificio acepta, llvalo al cielo. Oremos: Seor Jesucristo, que por amor al hombre donaste tu vida como testimonio del amor del Padre, y que participas de este mismo amor a tu Iglesia, concdenos como a nuestros mrtires, testigos tuyos, la gracia de ser ntegros cristianos capaces de transformar y hacer germinar en nuestro alrededor la semilla de tu Evangelio. Por Cristo Nuestro Seor. Amn. Terminamos cantando Por ti mi Dios Por ti mi Dios cantando voy la alegra de ser tu testigo Seor Es fuego tu palabra que mi boca quem mis labios ya son llamas y ceniza mi voz. Da miedo

proclamarte, pero t me dices: "No temas! contigo estoy". Tu palabra es una carga que mi espalda dobl, es braza tu mensaje que mi lengua quem: "Djate quemar si quieres alumbrar; No temas! contigo estoy.

TEMA 20 Los frutos del Espritu Santo nos impulsan a crecer OBJETIVO Conscientizarnos de la necesidad de desarrollar y hacer crecer nuestra fe y nuestra vida ntegra como correspondencia a tantos dones y frutos del Espritu de Dios. NOTAS PEDAGGICAS Propiciar un clima de alegras compromiso y exigencia en la meditacin y reflexin de los frutos como expresin de lo que ya Dios va acrecentando y aumentando en nosotros por los frutos del Espritu Santo, en donde debe haber correspondencia a tanta gracia. Aclarar que los frutos no son conquista personal o humana sino el resultado de abrir el corazn al Espritu divino y dejarse transformar por El. Pero s conscientizar de la necesidad de estimular las desafiantes fuerzas del espritu humano que toda persona posee en abundancia VEAMOS La vida nos muestra que donde hay hambre, abundan las enfermedades y es mas frecuente la muerte, porque todo ser vivo, para crecer y mantenerse, necesita alimentarse. Por lo contrario, tambin vemos que donde hay ms recursos, tanto naturales, econmicos, de salud, etc., hay ms vida, posibilidades de alimentarse, construir, tener un mejor nivel de vida, en pocas palabras crecer en todo aspecto. Los dones y los frutos a nuestro alcance nos ayudan y comprometen a crecer. Y el que en estas condiciones no crece, se dice, decrece. Porque quien teniendo posibilidades de desarrollo y superacin a su alcance, no lo hace, est desperdiciando sus dones, cualidades, recursos, posibilidades, etc., y esto es decir no al plan de realizacin y felicidad que Dios, nos tiene trazado. Abrir las puertas del corazn a la accin del Espritu es corresponder al amor de Dios y es as como constatamos las grandes transformaciones en los hombres y como percibimos los grandes testigos del Espritu que crecen y se fortalecen por su accin. Por ejemplo: De dnde saca la fuerza: El nio para ser veraz? El joven para ser casto? La joven para poder perdonar? El casado para ser fiel? La casada para renovar siempre su amor? El empresario para ser justo? El obrero para vivir con dignidad? El poltico para ser honrado? El sacerdote para darse sin desnimo? La religiosa para vivir siempre alegre? EI mrtir para dar su vida por Cristo? y t para_______________________? Este es el crecimiento que obra el Espritu divino por sus frutos en cada uno de nosotros. Hablar de frutos es hablar de resultados y resultados positivos y palpables por uno mismo y por los dems. PENSEMOS El cristiano nace a la fe por el Bautismo. Reafirma su fe en el sacramento de la Confirmacin.

Confirmarse equivale a aceptar ser testigo de Cristo. El cristiano crece en la fe por los dones y frutos del Espritu Santo al abrirse a su accin transformadora. La Sagrada Escritura nos insiste en que es el Espritu Santo la fuerza, el poder de Dios, y que es El quien nos fortifica, nos impulsa a crecer humana y espiritualmente, y nos permite rebasar las dificultades y obstculos en nuestra vida cristiana: "El Espritu Santo, viene en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene. El Espritu mismo intercede por nosotros" (Rom 8, 26). Es este mismo Espritu el que produce frutos en nosotros tales como los que ya nos menciona la Sagrada Escritura: "En cambio el fruto del Espritu divino es amor, alegra, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de s; contra tales cosas no hay ley" (Gl 5, 22-23). El Catecismo de la Iglesia Catlica afirma lo siguiente: "Los frutos del Espritu son perfecciones que forma en nosotros el Espritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradicin de la Iglesia enumera doce: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, y castidad" (CIC 1832). Pero, qu son los frutos del Espritu Santo? Como la fruta en el rbol, lo ms suave, ltimo y perfecto de las virtudes, y estos frutos admirables los produce el rbol mstico del justo, es decir, cada cristiano llamado a ser santo, plantado en el jardn de la Iglesia. Se llaman frutos del Espritu Santo porque se producen mediante el riego de su divina gracia adems de la oracin, reflexin, valores, virtudes, esfuerzo y lucha en la vida de cada cristiano. Los frutos del Espritu Santo son doce: 1. Caridad: El acto de amor de Dios y del prjimo. 2. Gozo espiritual: El que nace del amor divino y bien de nuestros prjimos. 3. Paz: Una tranquilidad de nimo, que perfecciona este gozo. 4. Paciencia: Sufrimiento sin inquietud en las cosas adversas. 5. Longanimidad: Firmeza del nimo en sufrir, esperando los bienes eternos. 6. Bondad: Dulzura y rectitud del nimo. 7. Benignidad: Ser suave y liberal, sin afectacin ni desabrimiento. 8. Mansedumbre: Refrenar la ira, y tener dulzura en el trato y condicin. 9. Fe: Exacta fidelidad en cumplir lo prometido. 10. Modestia: La que modera, regula en el hombre sus acciones y palabras. 11. Continencia: La que modera los deleites de los sentidos. 12. Castidad: La que refrena los deleites impuros. El testimonio cristiano es el principal fruto del Espritu Santo que incluye y vivencia todos los anteriores, es testimonio de amor, se va construyendo de fidelidad en fidelidad y podemos ser llamados hasta el herosmo. El testimonio cristiano es vivir da a da nuestra identificacin con Cristo en el amor al hermano. El crecimiento integral por los frutos del Espritu divino en nosotros adems: - Ilumina nuestra existencia. - Nos da fuerza y esperanza en la lucha. - Nos une en comunidad. - Nos impulsa a comunicar nuestra fe. - Coima nuestra alegra y nuestra paz.

Este crecimiento sera imposible sin una purificacin constante en la lucha contra el egosmo de nuestros propios corazones y contra los poderes carnales que nos rodean y refuerzan nuestras malas tendencias (Ef 6, 10-1 8). La fidelidad creadora en la conversin permanente y la renovacin comunitaria son obra del Espritu Santo. El cristiano se ve envuelto en la lucha entre el reino de Cristo y los poderes del mal. Si deseamos vencer los poderes de la falsedad debemos confiarnos al Espritu. Por medio del sacramento de la Confirmacin se nos ensea y capacita a vivir en el plano del Espritu como verdaderos miembros activos de la comunidad y a testimoniar nuestra fe. El cristiano, por la libertad, la solidaridad, el discernimiento y la generosidad manifiesta al mundo lo que significa adorar a Dios en espritu y en verdad. Pertenecemos realmente a la Iglesia que ha sido bautizada por el Espritu Santo. Cada uno de nosotros crece en la fe. cuando guiados y fortalecidos por el Espritu Santo nos decidimos por Cristo y nos identificamos con sus actitudes e intenciones; ante la prdida de un ser querido, busca su consuelo y explicacin en el plan de Dios; ante un mundo de sensualidad y sexualidad vive de acuerdo a los Mandamientos de Dios; ante una actitud de soberbia y prepotencia, se decide a llevar una vida de sencillez y humildad; ante el deseo de una vida sin sentido, vaca, busca una vida de plenitud en verdad y libertad. ACTUAMOS Hacer un tipo examen de conciencia analizando o revisando: qu tanto he percibido los frutos del Espritu Santo en mi vida y qu tanto he crecido de acuerdo a ellos? Habiendo valorado mi crecimiento por los frutos del Espritu, ver cul de ellos me falta ms, para pedirlo, orarlo, propiciarlo y acrecentarlo durante esta semana. Comprometerse a pedir al Espritu Santo su gracia para avanzar en este camino. CELEBRACION Materiales: Un cartel grande con un rbol pintado y decorado. Distribuir papeletas de colores a los participantes con cada uno de los nombres de los frutos del Espritu Santo y otros que consideren que son expresin de la accin del mismo Espritu en nuestra vida. Reunidos en crculos al mismo tiempo que se lee Gl 5,22-23; conforme se van leyendo los frutos va pasando a pegar en el cartel el que corresponda; al final comparar este rbol con la Iglesia y con cada uno de nosotros poseedores excelentes de estos frutos y ver el crecimiento personal de acuerdo a lo recibido. Tomados de la mano escuchar la cancin "Amor sin lmite" de Jos Luis Perales como musicalizacin del himno a la Caridad y como fruto mximo y perfecto en quien crece correspondiendo al amor de Dios y abrindose a la accin del Espritu divino. Expresar impresiones, si queda tiempo.

TEMA 21 El Espritu Santo nos invita a compartir la fe y los bienes con los ms necesitados OBJETIVO Descubrir y experimentar que el Espritu Santo nos impulsa y nos anima a realizar obras de misericordia. Canto Amar es entregarse, olvidndose de s, buscando lo que al otro, puede hacerlo feliz. (2) Qu lindo es vivir para amar, que es bueno tener para dar. Dar alegra y felicidad, darse uno mismo, eso es amar. (2) Si amas como a ti mismo, y te entregas a los dems; vers que no hay egosmo que no puedas superar. (2) NOTAS PEDAGGICAS - Hacer notar la importancia del Espritu Santo como el que impulsa las obras de caridad. - Ayudar a memorizar y a vivir de manera creativa las obras de misericordia. VEAMOS Cuento: Haba un prncipe muy rico, pero duro y avaro. Todos sus sbditos lo odiaban. Un da llam a su primer ministro, y le orden: - Hay que cobrar todos los impuestos. - Prncipe - le dijo el ministro -, este ao la gente perdi toda su cosecha, y se muere de hambre; la gente no puede pagar impuestos. El prncipe grit: - Crees que estoy loco? Yo no voy a perder todo este dinero. El ministro pregunt: - Cmo debo emplear el dinero de los impuestos? - T vers lo que es ms urgente de reparar en mi palacio, y repralo. El ministro inspeccion el palacio; vio algunas paredes cuarteadas. Pero el problema ms grave era el disgusto general del pueblo. Y concluy: - Es de verdad urgente hacer algunas reparaciones profundas. Luego parti para cobrar los impuestos. Pero en las ciudades y poblados el ministro pregonaba: - Este ao el prncipe les perdona a ustedes todos los impuestos! Donde quiera hubo regocijo y fiesta. El primer ministro regres. El prncipe le pregunt:

- Dnde est el dinero? - Prncipe, ya lo gast en reparar lo ms urgente del palacio. E invit al prncipe y a su corte a ver las reparaciones. Al salir del palacio, una enorme multitud rode al prncipe, entre aplausos y gritos: Viva nuestro prncipe! Que Dios lo bendiga a l y a su familia!". El prncipe pregunt al ministro: - Por qu tanta fiesta a mi alrededor? El ministro explic: - Porque ya se han hecho las reparaciones ms urgentes al palacio. Prncipe, me di cuenta que los daos ms graves no estaban en los muros, sino en los corazones; era urgente recobrar la alegra que brota de la bondad; y encend esta alegra perdonando a todo el pueblo los impuestos. En medio del incontenible alborozo popular, aparecieron finalmente en el rostro del prncipe las primeras lgrimas y las primeras sonrisas de felicidad. PENSEMOS Todos nosotros, los cristianos, hemos recibido distintos dones y carismas, que son servicios. San Pablo nos dice que estos dones y carismas los recibimos del Espritu Santo, que ha dado algo a cada quien para que crezca en la fe y ayude a crecer a los dems. Tambin nos dice que hay muchas obras buenas que realizamos movidos por el Espritu Santo, porque El obra en nosotros: "Hay diferentes dones espirituales, pero el Espritu es el mismo; hay diversos ministerios, pero el Seor es el mismo; hay diversidad de obras, pero es Dios quien obra en todos" (1Co 12,4-5). De entre todos los dones que podemos recibir, el ms grande y hermoso es el amor, porque el amor nunca pasa de moda, porque Dios es Amor y cuando amarnos nos parecemos ms a El (1Jn 4,8). Desgraciadamente, se mal interpreta la palabra amor; se confunde con el egosmo, con el placer, con el "sentir suave". Pero el amor verdadero es mucho ms que eso. Es algo que experimentamos como un regalo de Dios por el que nos sentimos agradecidos con El y ayudamos a nuestros hermanos; como dice el famoso dicho: "obras son amores y no buenas razones", es decir, que el amor, o se manifiesta en mis obras o nada que hay amor. Un cristiano, porque se siente amado por Dios y sabe que de Dios todo ha recibido, debe amar a todas las personas de su alrededor y compartir con ellas lo mismo que de Dios ha recibido. Debe compartir con todos, sobre todo con los ms necesitados, pues recordemos que los dones de Dios son para el servicio de los dems. Durante muchos aos los cristianos han reconocido que la caridad y el amor, que recibimos del Espritu de Amor, nos anima a compartir nuestra fe y nuestros bienes. A este compartir se le ha dado el nombre de "obras de misericordia", que nos marcan cmo debemos ayudar a los hermanos que pasan alguna necesidad material o espiritual. Si dejamos actuar al Espritu Santo en nosotros, seguramente practicaremos con entusiasmo y alegra estas obras de misericordia. Las obras de misericordia son catorce: siete corporales y siete espirituales. Las vamos a poner a continuacin, ya que son muy fciles, las memorizaremos para que no se nos olviden y llenos de alegra las practicaremos con la ayuda del Espritu Santo. OBRAS DE MISERICORDIA CORPORALES:. 1.- Dar de comer al hambriento. 2.- Dar de beber al sediento.

3.- Vestir al desnudo. 4.- Dar hospedaje al peregrino. 5.- Atender al enfermo. 6.- Socorrer a los presos. 7.- Sepultar a los difuntos. OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES: 1.- Ensear al que no sabe. 2.- Aconsejar al que lo necesita. 3.- Corregir al que se equivoca. 4.- Perdonar al que nos ofende. 5.- Consolar a los tristes. 6.- Sufrir con paciencia los defectos del prjimo. 7.- Orar por los vivos y difuntos. ACTUEMOS Si vemos a la gente de nuestro barrio vamos a encontrar muchos necesitados. Qu esperamos para ayudarlos? Si ves a un viejecito solo, vas a saludarlo y compartir con l un dulce o un pan y platicar con l un rato? O si sabes de alguien que est enfermo, por qu no le llevas un taco para que coma? O si ves a alguien que ocupe ayuda, por qu no se la das t? CELEBREMOS Nuevamente vamos a cantar: "Amar es entregarse". Luego haremos esta pequea oracin: Amigo Jess, vemos tanta gente necesitada a nuestro alrededor y queremos ayudarles porque sabemos que T ests en ellos. Te pedimos que mandes al Espritu Santo para que El nos anime y nos impulse a siempre obrar con amor. Que a todos los que tratemos se sientan alegres porque les hacemos el bien. Amn.

TEMA 22 El Espritu Santo nos compomete a construir la civilizacin del amor OBJETIVO Iniciar al adolescente en la vivencia de la comunidad cristiana y motivarlo a asumir su papel de colaborador imprescindible en la edificacin de la civilizacin del amor. NOTAS PEDAGGICAS En el adolescente se ha despertado el inters a la vida social, aunque reducida a pequeos grupos, y muestra gran solidaridad, aceptando su responsabilidad en los grupos en los que vive. La visin que tiene de la realidad es an subjetiva y necesita ayuda para captar al mundo tal cual es y no como deseara o le parece que es. Materiales: Peridicos recientes, tijeras, resistol y cartulinas. VEAMOS a) Por pequeos grupos recortar y pegar en una cartulina las noticias del peridico que ms se repiten y/o que ms les impresionen o les preocupen. b) Dirigir un escrito a las autoridades (polticas o religiosas) manifestando su preocupacin y proponiendo algunas soluciones. PENSEMOS El gran objetivo de la misin de Jess era(es) establecer el Reino de Dios en la tierra. Una sociedad en la que imperen el orden, la justicia, la paz, la fraternidad y el amor. A.- LA COMUNIDAD DE JESS: Para lograr esa misin, Jess reuni primero a un grupo de doce hombres, a los que llam a una experiencia: - NUEVA: "Deja todo y sigueme" - VIVENCIAL: "Para que vivieran con l" - DE SOLIDARIDAD: "Denles ustedes de comer". - DE AMOR: "Amense los unos a los otros". - MISIONERA: "Vayan por todo el mundo". Desde la experiencia de su persona y de su vida, Jess fue instruyendo a su comunidad. Adems de comunicarles su Palabra, les comunic su Cuerpo y su Espritu, a fin de que lograran ser el cimiento de ese ideal de comunidad: la civilizacin del amor. B.- LA COMUNIDAD DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS: Esta comunidad, impulsada y asistida por el Espritu Santo que Jess les envi en Pentecosts, pronto se hace fraterna y solidaria: Vivan unidos y tenan todo en comn. No haba entre ellos ningn necesitado, porque todos los que tenan posesiones, las vendan y el importe se reparta a cada uno segn su necesidad (ver He 2,42-47; 4,32-35) Adems de compartir sus bienes, cada uno pona al servicio de los dems los dones, aptitudes, cualidades, etc., que el Espritu Santo les haba concedido para la edificacin de la comunidad una comunidad de amor y servicio.

Todos estaban dispuestos a cumplir el mandamiento primero y principal de su Maestro, el del amor. El mismo Jess les haba dicho: "En esto conocern que son mis discpulos: en que se amen los unos a los otros". C.- LLAMADOS A COLABORAR EN LA EDIFICACION DE LA CIVILIZACTON DEL AMOR. El ideal de Jess sigue siendo una sociedad en la que prevalezca el amor. Y para esto dej su Espritu, precisamente, en el acto supremo de la manifestacin de su amor: "Inclinando la cabeza entreg su Espritu" (Jn 19,30). El acto fundamental del Espritu Santo es conceder el don del amor. Todas sus diversas manifestaciones, que signan la vida del cristiano, no son otra cosa sino la caridad. El Espritu Santo renueva a la persona, la restaura interiormente y la capacita para cumplir la nueva ley del amor. Slo hombres renovados pueden construir una sociedad renovada. No son las acciones polticas, ni las econmicas, ni las sociales las que pueden lograr una sociedad justa y fraterna, sino la accin del Espritu de Dios. Y el Espritu Santo se nos da en el Bautismo y en la Confirmacin. Slo hay que dejarlo actuar en nosotros para que lleguemos a tener los mismos sentimientos de Cristo. Leer Mt 28, 1 9-20: Cristo nos acompaa en la tarea de construir la "Civilizacin del amor". Leer Ap 21, 1-4: Cristo se el artfice de la historia y la conducir hacia el triunfo definitivo sobre el mal. Desaparecern el odio y el dolor. En nuestros das estallan guerras amenazadoras por todas partes; a pesar de la alta tecnologa, millones de personas mueren de hambre; hay violencia por las calles, desrdenes morales, etc., pero el hombre de fe es consciente de que existen motivos fundados para esperar: Cristo resucitado, vencedor del sufrimiento y de la muerte. ACTUEMOS Motivacin: La esperanza cristiana no suprime el esfuerzo del hombre para la construccin de la Civilizacin del amor, al contrario, la fomenta. Dicha virtud ofrece al cristiano motivaciones slidas y profundas para el esfuerzo cotidiano en la transformacin de la realidad para hacerla conforme al proyecto de Dios. Cristo quiere que todos los hombres sean colaboradores en la gran misin de establecer el Reino de Dios en la tierra. Todos tenemos cualidades, aptitudes, etc., que nos ayudan a lograr nuestra realizacin personal, siempre que las pongamos al servicio de los dems. En nuestra familia, en nuestra escuela, en nuestro grupo de amigos, en nuestra comunidad podemos ser constructores de la Civilizacin del amor, compartiendo nuestros bienes y ofreciendo nuestros servicios. Amar y servir "con" y "en" el Espritu Santo, eso basta para edificar la Civilizacin del amor anhelada por Dios y por los hombres. Trabajo individual: - Qu puedes hacer t en los distintos ambientes en que vives, para que se viva el amor? - Indica alguna accin concreta que vas a realizar en el da (o en la semana) para construir la Civilizacin del amor.

CELEBREMOS - De ser posible se canta (o se escucha) el "Himno a la alegra". - Lectura del Himno de Laudes del Jueves II de tiempo ordinario. - Se concluye con un Padre Nuestro, todos tomados de los hombros, para significar que en el grupo se vive la fraternidad y el amor.

TEMA 23 Respondemos al Espritu Santo integrados a la vida parroquial OBJETIVO Experimentar y comprender que la accin del Espritu Santo en nosotros nos impulsa a incorporarnos ms estrechamente a la Iglesia participando en su vida y actividades de servicio a favor de los dems, sea en la parroquia o en las organizaciones comunitarias. NOTAS PEDAGGICAS Conviene dar nfasis en este ltimo tema en el aspecto comunitario de la fe, a la dimensin parroquial, a la pertenencia eclesial y al compromiso dentro de ella. Elaborar una grfica de la Pastoral Parroquial para hacer gil y comprensible la presentacin de los grupos, actividades y servicios especficos en los que puedan colaborar e integrarse los adolescentes. VEAMOS La vida nos muestra que en una familia debidamente organizada todos tienen algunas responsabilidades. De lo contrario, la familia se convierte en un desorden. Ejemplo: Hace un tiempo me invit un amigo a que fuera a su casa. Agradezco el haber sido invitado, pero me promet no volver all. Esa casa es un desorden. Parece una casa de locos. El pap es mecnico en un taller y tiene que salir muy temprano a su trabajo. Cuando llega, no quiere saber nada de los hijos. "Que me dejen tranquilo", suele gritarles a los pequeos, cuando quieren hacerle alguna pregunta. Los grandes no lo molestan, porque ya aprendieron la misma leccin y "que me dejen tranquilo" es lo que repiten cuando alguien de la casa quiere contar con ellos para cualquier cosa. La mam, que es una verdadera santa, pero francamente sin sentido comn, pues se mueve por todas partes tratando de hacer todo el oficio, porque mientras los grandes duermen y los pequeos juegan y pelean, las dos muchachas mayores ven telenovelas. En esa casa, lo que hacen es comer, dormir, divertirse y esperar servicios. Los nicos que trabajan son los paps. Definitivamente, eso que vi, no es una familia. Comentar espontneamente y dejar espacio a que ellos comenten alguna circunstancia similar. Comparar luego a la Iglesia con esta familia y situaciones: respecto a formar una verdadera familia unida y alegre, que se preocupa por sus miembros; qu pasara si en la Iglesia, o en la Parroquia nicamente trabajaran los responsables o encargados directos de ella? Como el Papa, Obispos, Sacerdotes y Monjas, etc. Comentar el compromiso comn. PENSEMOS La Biblia y la Iglesia nos ensean que por el Bautismo nacimos en la Iglesia, que es la familia de Dios. El da de su Bautismo Dios los hizo sus hijos. Y casi sin notarlo, esa vida de Dios ha ido creciendo y desarrollndose en ustedes por la accin del Espritu Santo, especialmente por ese encuentro repetido que han estado haciendo con Jess, en los sacramentos de la Reconciliacin y la Eucarista. Ya son mayores y van a ser personas grandes" en la Iglesia.

Por eso el Padre Dios los va a marcar con su sello. Los va a consagrar totalmente para El, los va a marcar con su firma, al ungirlos con el Espritu Santo, como a los apstoles el da de Pentecosts, para que sean personas mayores en la familia, capaces no slo de vivir su fe, sino de ayudar a los otros a tenerla y a vivirla, encontrando a Jess, el nico Salvador. Ahora todos de pie, muy atentos, vamos a escuchar lo que les pas a los Apstoles que en ese momento estaban todos acomplejados, encerrados y llenos de miedo y no se atrevan a salir y decir que ellos eran amigos de Jess y que estaban convencidos de que El era el nico Salvador. Lectura de la Biblia hecha por varios de los adolescentes. He 2, 1-39. Todos estos dones recibidos por el Bautismo y la Confirmacin en nosotros y por la gracia que incesantemente trabaja en nosotros, debemos compartirlos; no son para nosotros solos y en especial los dones sobrenaturales. Los cristianos debemos hacer lo mismo que hizo Cristo, que no vino a ser servido sino a servirnos. De aqu el quehacer imperioso del vivir cristiano que se llama apostolado, como accin propia del apstol, enviado, seguidor de Cristo. Apostolado que se extiende a todas las mltiples facetas de la existencia; en la vida familiar, en el trabajo, en las estructuras sociales y polticas, econmicas y artsticas, escolares, deportivas y de recreacin. El Espritu nos impulsa a servir a los dems, como Cristo nos ha servido en la humildad, en la sinceridad, en el respeto a la libertad, etc. En la comunidad eclesial el apostolado es suscitado, promovido y guiado por el Espritu Santo. Es fruto, en cada cristiano, del sacramento de la Confirmacin. De hecho, el Espritu Santo es el alma de todo apostolado: "distribuye gracias especiales entre los fieles de cualquier condicin, distribuyendo a cada uno, segn El quiere, sus dones, con los cuales los hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes que sean tiles para la renovacin y a la mayor edificacin de la Iglesia segn aquellas palabras: "A cada uno se le otorga la manifestacin del Espritu para la comn utilidad" (LG 13). El Espritu Santo y el apostolado construyen a la Iglesia. El Espritu Santo acta en nuestras almas y nos hace comprender el plan de Dios, nos llena de la divina caridad, nos reviste de humildad, nos enriquece con sus dones y carismas y nos da seguridad de xito. Todo esto para gloria de Dios, crecimiento y santificacin personal, pero sobre todo para el servicio a los dems. Por tanto, "ser confirmado" entraa una conducta, darse para la salvacin de nuestros hermanos. Ser confirmado entraa una actitud: ser totalmente disponibles al Espritu que quiere, por nuestro medio, expandirse en el mundo. Ser confirmado entraa una dinmica, acatar las exigencias de los soldados de Cristo. Urgen apstoles valientes Entremos con nimo en el campo apostlico. No paguemos el Amor divino con nuestra indiferencia. (Presentacin de la Pastoral de la Parroquia, grupos, actividades y servicios parroquiales). ACTUEMOS

Comenta en qu grupo, actividad u organizacin parroquial te gustara prestar un mejor servicio. Investigar aproximadamente cuntos feligreses forman tu parroquia y cuntos colaboran y pertenecen a grupos y asociaciones de reflexin y servicio a los dems. CELEBREMOS Todos reunidos haciendo un crculo con una imagen de Cristo, los apstoles y algunas imgenes o fotografas que representen el ser y quehacer de algunos grupos o asociaciones parroquiales, etc., significando la continuidad de la Iglesia de Jesucristo en su desempeo y compromiso. El catequista pregunta: Qu es ser testigo de Jess y trabajar por El? Uno de los adolescentes responde cada vez, leyendo muy despacio los prrafos. Luego todos rezan en coro la respuesta. Catequista: Qu es ser testigo de Jess y trabajar por El? - Es decir con las palabras y las acciones, que uno es seguidor de Jess, que cree en El y se ha comprometido a vivir como El. Es estar orgulloso de cumplir sus mandamientos. R./ Seor Jess, aydanos a mostrar, con la forma de vivir, que somos de los tuyos. - Es estar feliz de recibirlo en la Confesin como amigo que perdona y en la Comunin como alimento que da fuerzas. R./ Seor Jess, queremos encontrarte continuamente en la Confesin y en la Comunin. - Es estar preocupado por estudiarlo y conocerlo cada vez mejor por medio de la Biblia y de las explicaciones que se dan en la Iglesia o en las clases de religin. R./ Seor Jess, despierta en nosotros el deseo de conocerte cada da mas. - Es rezar con juicio aunque est cansado y tratar de que se rece en la familia y en la clase. R./ Seor Jess, queremos encontrarte en la oracin; aydanos a vencer la pereza. - Es haber crecido en la fe, es no necesitar que lo estn acosando para ir a la misa los domingos como si fuera un nio chiquito, porque ya sabe que est invitado a la Cena de Jess y que vale la pena cualquier sacrificio con tal de asistir y participar. R./ Seor Jess, nuestra fuerza est en Ti. Queremos recibirte cada semana, para as ser testigos tuyos. -Es comprometerse a trabajar por Dios y por la Iglesia en una actividad o servicio concreto integrado y en coordinacin con mi parroquia como desempeo de mi ser apostlico. R./ Seor Jess, queremos servirte y encontrarte en cada uno de nuestros hermanos queremos erradicar la indiferencia con el compromiso de vivir y trabajar por ti. Enseguida cantan todos juntos como conclusin Sois la semilla... CELEBRACIN El lugar de la celebracin se arreglar colocando al centro del mismo un Cristo que resalte por sobre todo lo dems en el lugar, una Biblia a la derecha del Cristo y un cirio encendido a su

izquierda, en el resto del lugar e colocarn motivos y signos que nos recuerden el sacramento de la Confirmacin que pronto recibirn estos muchachos, as como la tercera persona de la Santsima Trinidad Se deben tener velas suficientes para cada uno de los muchachos, as como hojas con las oraciones y cantos. Es muy conveniente que toda la celebracin se prepare con tiempo involucrando a los mismos muchachos. INICIO DE LA CELEBRACION Iniciamos nuestra celebracin con los muchachos entrando en procesin al lugar mientras cantamos: "Espritu Santo, ven, ven" Pasan a encender su vela y se van colocando en semicrculos de frente al Cristo. GUlA: Muy queridos jvenes, estimados catequistas, hermanos y hermanas todos en Cristo Jess. A lo largo de este curso de catequesis sobre la Confirmacin hemos conocido y reflexionado aspectos de nuestra fe que ahora nos comprometen a ser verdaderamente hombres y mujeres nuevos en la Iglesia y el mundo. La efusin plena del Espritu Santo en el sacramento de la Confirmacin es perenne juventud para la Iglesia y motivo de alabanza para cada discpulo de Cristo. Pidamos al Creador que en el ya prximo da de su Confirmacin se acreciente en ustedes y en todos nosotros el compromiso de la comunin y de la misin. LECTURA Lectura del libro de los Hechos de los Apstoles, captulo 8, versculos del 14 al 17. BREVE REFLEXION En la intervencin de los dos apstoles enviados desde Jerusaln, Pedro y Juan, sucede un nuevo Pentecosts, que significa el comienzo de la Iglesia en Samaria, con la imposicin de las manos y el consiguiente don del Espritu. Lo que fue Pentecosts para la Iglesia, es el sacramento de la Confirmacin para una comunidad cristiana, como un Pentecosts parroquial. El don de Dios es libre y gratuito, y viene de un deseo autntico de adherirse al Evangelio para la conversin de la vida. Todo es posible slo por la accin del Espritu, absolutamente libre y liberadora. El Espritu Santo confirma y perfecciona el bautismo que recibimos "en el nombre del Seor Jess". INVOCACION AL ESPIRITU SANTO GUlA: Invoquemos ahora al Espritu Santo que acta constantemente en la Iglesia, mientras recordamos y traemos a este momento la fuerte vivencia de lo que en este curso hemos conocido.

Al ir invocando al Espritu, con respeto y orden iremos a colocar nuestras velas a los pies del Cristo, dejando en esa pequea luz nuestro compromiso de hacer luz en nuestras vidas los dones del Espritu Santo. Ven, Espritu Santo creador, a visitar nuestro corazn; repleta con tu gracia viva y eficaz nuestras almas que T creaste por amor. T, a quien llaman el Gran Consolador, don del Dios altsimo y Seor, vertiente viva, fuego, que es la caridad, de los dones del Padre el dispensador. En cada sacramento te nos das, dedo de la diestra paternal. Eres T la promesa que el Padre nos dio, con tu palabra enriqueces nuestro cantar. Nuestros sentidos has de iluminar, los corazones enamorar, y nuestro cuerpo, presa de la tentacin, con tu fuerza continua haz de afirmar. Aparta de nosotros la opresin, tu paz danos pronto, sin tardar; y siendo T nuestro buen gua y conductor, evitemos as cualquier error o mal. Danos a nuestro Padre a conocer, a Jess, su Hijo comprender, y a Ti, Dios que procedes de su mutuo amor, te creamos con slida y ardiente fe. Alabemos al Padre, nuestro Dios, y a su Hijo que resucit, tambin al Santo Espritu Consolador por los siglos y siglos gloria y bendicin! Amn. PROFESION DE FE GUlA: En el mismo Espritu que acabamos de invocar, profesamos nuestra fe. Creo en un solo Dios... ORACION UNIVERSAL GUlA: Elevemos al Padre nuestra oracin y digamos juntos: TODOS: Renuvanos, Padre, con tu Espritu creador. Para que la Iglesia se deje plasmar por la creatividad del Espritu Santo, acogiendo sus inspiraciones a la santidad de vida, oremos. Para que los pastores de la Iglesia, con su ejemplo y predicacin, nos ayuden a responder generosamente a los dones del Espritu Santo, oremos. Para que cuantos van a recibir el sacramento de la Confirmacin construyan su existencia en la obediencia al Evangelio, en el servicio al prjimo y en el testimonio misionero, oremos. Para que los padres de familia y los catequistas, con la ayuda del Espritu, cumplan responsablemente su misin de educadores en la fe, oremos. PADRE NUESTRO GUA: Dirijamos al Padre, unidos en el Espritu Santo, la oracin que el Hijo nos enseo. Padre nuestro.. ORACION FINAL

GUlA: Seor, Dios nuestro, que colmaste de los dones del Espritu Santo a la Virgen Mara, a los Apstoles, a la Iglesia naciente en Samaria y a las comunidades germinadas por tus enviados, concdenos, por su intercesin, perseverar unidos en la oracin, llenos del mismo Espritu, y llevar a nuestros hermanos, el Evangelio de la Salvacin. Por Cristo, nuestro Seor. Amen. CANTO FINAL GUA: Cantemos con alegra y llevemos el amor de Dios a toda la creacin. Hombres nuevos"

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EMA Paps y padrinos 1 La Confirmacin, compromisos y exigencias para los paps y padrinos OBJETIVO Conscientizar a los paps, padrinos y comunidad en general de los compromisos y exigencias que con la Confirmacin adquieren, para responder cristianamente a ellos. NOTAS PEDAGGICAS En nuestro ambiente hay una costumbre muy arraigada de "hacer compadres", de que a travs del "compadrazgo" se crean lazos muy fuertes de solidaridad y de relaciones humanas. Lamentablemente hemos ido perdiendo el sentido de relacin entre el padrino y el ahijado. Podemos aprovechar esta manera de vivir de nuestro pueblo para que los paps y los padrinos del adolescente que se va a confirmar tomen conciencia de su compromiso con el hijo y ahijado, y que el compadrazgo no se convierta en mera conveniencia social y econmica, sino en una relacin de compromiso cristiano. Cmo hablar claramente de las cualidades que deben de tener los padrinos si ya estn escogidos? Ser necesario un lenguaje claro, pero al mismo tiempo respetuoso. Para la dinmica del "veamos", previamente se pueden hacer letreros en tiras de papel, en el pizarrn o en otro medio, con los siguientes nombres: COMUNIDAD, PAPAS, PADRINOS, CONFIRMADO. Para la dinmica del "actuemos" necesitaremos un Cristo (de buen tamao respecto a los letreros ya mencionados). VEAMOS Se muestran los letreros y se pueden hacer las siguientes preguntas u otras parecidas: Cundo se puede decir que un pap es responsable de la fe que se fortalece en su hijo por la Confirmacin? Qu diferencias hay del trato entre padrinos y ahijados de antes y de ahora? Qu compromisos contrae el padrino con el ahijado y con el compadre? Qu le corresponde a la dems gente de la comunidad? Se apuntan las respuestas en pliegos de papel o en el pizarrn.

PENSEMOS Los padres de familia son los primeros y principales responsables de "formar a sus hijos en la fe y en la prctica de la vida cristiana, mediante la palabra y el ejemplo" (CDC 774.2), y es tarea de ambos "alimentar la vida que Dios les ha confiado" (CIC 1251); en este sentido se podra decir que la celebracin de los sacramentos tiene una dimensin marcadamente familiar, y es que la familia es la comunidad privilegiada para la transmisin y la educacin de la fe (ver CT 62 ). Los paps deben facilitar el "despertar religioso" de sus hijos, iniciarlos en la oracin personal y comunitaria, educarlos en la conciencia moral, acompaarlos en el desarrollo del sentido del amor humano, del trabajo, de la convivencia y del compromiso en el mundo, dentro de una perspectiva cristiana. Los paps, ms que transmitir contenidos, introducen a sus hijos, y en especial a los ms pequeos, en un ambiente de vida propio de una familia cristiana. Lamentablemente, en nuestro ambiente, muchos padres de familia piden los sacramentos para sus hijos slo por tradicin, porque se acostumbra, pero no por una decisin de seguir a Jesucristo en sus vidas. Es muy recomendable que quien se va a confirmar tenga un padrino a quien le corresponde procurar que su ahijado: "Se comporte como un verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al sacramento" (CDC 892). Es conveniente que se escoja como padrino de la confirmacin a quien asumi esa responsabilidad en el bautismo del adolescente que se confirmar (ver CDC 893.2;CIC 1311). El padrino o madrina comparten responsablemente con los paps todos los compromisos y exigencias que de la Confirmacin surgen (ver CDC 774.2), especialmente, son invitados a preocuparse y actuar, junto con los paps, por la educacin cristiana de su ahijado. Pueden verse obligados, en ciertos casos, a reemplazar a los paps en esta tarea. Ocupan un lugar importante en el espritu y ambiente familiar. Tristemente, los padrinos o madrinas han perdido mucho del sentido de ser representantes de la comunidad cristiana que garantizan, junto con los paps, la educacin e iniciacin progresiva del ahijado en la vivencia de la fe dentro de la comunidad eclesial. Con frecuencia notamos que se da ms importancia al "compadre" o la "comadre" por las relaciones, apoyo econmico o influencia que al mismo ahijado en la tarea de educarlo cristianamente. De ah que la Iglesia pide ciertas cualidades o caractersticas para que alguien pueda ser invitado de padrino o madrina. Cualidades que se pueden sintetizar asi: Ser elegido por los paps del nio, a quienes faltando stos ocupan su lugar (ver CDC 874.1). Debe tener la suficiente madurez para cumplir esta responsabilidad (ver CDC 874.2). Ser catlico y haber recibido los tres sacramentos de iniciacin cristiana: Bautismo, Confirmacin y Eucarista (ver CDC 874.3). No estar impedido por el derecho cannico para cumplir con esta obligacin (ver CDC 874.4). No ser el pap o la mam de quien se confirmar (ver CDC 874.5). Ser invitado a ser padrino de alguien, adems de ser motivo de alegra implica un replantear la

manera como asumo en la vida diaria mi fe, un hacer una pausa en el camino, para avanzar con nuevos bros decididamente hacia la construccin del Reino de Dios en nuestro tiempo y lugar. CELEBREMOS El grupo forma un crculo; en el centro se pone un Cristo, a sus pies el letrero que dice: CONFIRMADO y a su alrededor los otros letreros que utilizamos en la dinmica del inicio. El catequista explica el sentido del compromiso que vamos a realizar con las siguientes palabras u otras semejantes: Sabedores que el Espritu Santo nos dar la fortaleza, respondan de pie y en voz alta a cada pregunta: NOS COMPROMETEMOS. Se comprometen a crear un ambiente en la familia que pueda ayudar a que su hijo se eduque en la fe, inicindolo en la oracin y en la celebracin de la Eucarista y los sacramentos, acompandolo a la catequesis y dndole ejemplo de convivencia cristiana? Se comprometen a dar testimonio de la fe en Jesucristo con valenta, ante la Iglesia y el mundo? Se comprometen a celebrar el sacramento de la Confirmacin con dignidad, evitando lo que pueda ser obstculo a la fe que en su hijo se acrecienta, o que desvirte la celebracin del mismo? Se comprometen a elegir para sus hijos un padrino que garantice cumplir con los compromisos y exigencias que le correspondern? Se comprometen a respetarse entre. paps y padrinos. como es nuestra tradicin y como nos dice Jesucristo "mense como Yo los he amado"? Ahora todos juntos escuchemos la Palabra de Dios. Se hace la lectura del segundo captulo del Libro de los Hechos de los Apstoles versculos del 41 al 47, Dejamos un momento de silencio para reflexionar en lo personal. Terminamos cantando juntos y colocando nuestro brazo sobre quien se encuentra al lado: "Juntos como hermanos" Juntos, como hermanos, miembros de la Iglesia, vamos caminando al encuentro del Seor. Un largo caminar, por el desierto bajo el sol, no podemos avanzar, sin la ayuda del Seor. Unidos al rezar, unidos en una cancin, viviremos nuestra fe, con la ayuda del Seor. La Iglesia en marcha est, a un mundo nuevo vamos ya, donde reinar el amor, donde reinar la paz.

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TEMA Paps y padrinos 2 Paps y padrinos, facilitadores del proceso de crecimiento de sus hijos y ahijados

OBJETIVO Descubrir el papel de los paps como facilitadores del proceso de crecimiento integral de sus hijos para que conocindolo lo asumamos en nuestra vida. NOTAS PEDAGGICAS En ningn lugar aprenderemos la importantsima tarea de ser paps sino en la vida misma del padre de familia. Por eso, el catequista debe presentar esta sesin con un gran espritu de acogida y comprensin, evitando el parecer muy riguroso al ir enumerando los deberes y derechos de los paps para con sus hijos. VEAMOS Leamos con atencin lo que nos dice un gran pensador al tocar el tema de los hijos: "Sus hijos no son de ustedes. Son los hijos y las hijas del aliento de la Vida. Llegan a travs de ustedes, pero no son realmente suyos. Y aunque estn con ustedes, no les pertenecen. Podrn darles su amor, pero no sus pensamientos, porque sus hijos tienen pensamientos propios. Podrn albergar sus cuerpos, pero no sus almas, porque sus almas habitan en la casa del maana, que ustedes no pueden visitar, ni siquiera en sueos. Podrn, cuando mucho, parecerse a ellos; mas no traten de hacerlos semejantes a ustedes. Porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer. Ustedes son los arcos para que sus hijos, flechas vivientes, se lancen al espacio. El Arquero ve la marca en lo infinito, y El es quien las doblega, con su poder, para que sus flechas partan veloces a la lejana. Que el ser doblegados en manos del Arquero sea nuestra alegra; porque aquel que ama a la flecha que vuela, tambin ama al arco que no viaja". Ahora, contestemos en nuestro interior las siguientes preguntas, para despus compartir las respuestas con nuestro cnyuge y el padrino o madrina de nuestro hijo: Qu es lo que ms me llam la atencin? En mi relacin para con mis hijos, verdaderamente he sido el arco que los impulsa por la vida? En ocasiones, me comporto como un cordn que los mantiene amarrados a m y mis decisiones? PENSEMOS Los paps transmitimos la vida, que viene de Dios, a nuestros hijos, y por lo tanto, debemos alimentar la vida que Dios nos ha confiado y facilitar su proceso de convertirse en personas (ver CIC 1251, 2221). Debemos mirar a nuestros hijos, como a hijos de Dios y respetarlos como a

personas humanas (ver CIC 2222). Y, da con da; reconocernos como los primeros y principales facilitadores de su proceso de crecimiento integral (ver CIC 2223; GS 3). Desde el ambiente del hogar, en un clima de amor, los hijos aprenden, junto con sus paps, valores humanos y cristianos que son el fundamento para el camino de su vida (ver CIC 2223). El deber de educar a los hijos es de tanta trascendencia, que, cuando los paps faltan o desatienden su responsabilidad, difcilmente alguien puede suplirlos (ver CIC 2221; GE 3). Tal vez, antes de continuar, sea necesario aclarar lo que abarca el trmino educar": Educar es informar. Es decir, propiciar por todos los medios que se tengan, los conocimientos indispensables para el desarrollo integral de nuestros hijos, como personas, proporcionndoles instrumentos efectivos que sean fundamento para la toma de decisiones constructivas y humanizantes en su vida (ver CIC 2229). Educar es motivar. Es la relacin que existe entre las necesidades de nuestros hijos y los satisfactores que le proporcionemos para dichas necesidades (ver CIC 2228). Para que exista motivacin para el desarrollo integral de nuestros hijos, debern existir satisfactores para todas las reas de la persona. Las palabras que dirigimos a nuestros hijos les impulsan y mueven en el camino de su vida; sin embargo, la mejor motivacin es el testimonio que ellos ven en sus paps (ver CIC 2223), la coherencia entre las palabras, actitudes, gestos, silencios y conductas. Educar es formar en la libertad. Dios nos cre libres. Perdimos la libertad y por Cristo Jess la hemos recuperado. Dios respeta nuestra libertad corriendo el riesgo de que podamos usarla inadecuadamente y equivocarnos; nos concede todos los medios para nuestro crecimiento y espera nuestra respuesta. He aqu el camino a seguir como paps de nuestros hijos: aprendimos a caminar, caminando; aprendemos a usar adecuadamente nuestra libertad cuando contamos con ella, en compaa de nuestros paps y tenemos la suficiente informacin sobre las alternativas que tenemos en la vida y las consecuencias de nuestras decisiones (ver CIC 2230). Pero educar es, ante todo, facilitar. Los paps no somos dueos de la vida de nuestros hijos, nos ha sido confiada por Dios pues nuestros hijos, no son nuestros sino de El. Los paps no somos directores de la vida de nuestros hijos, a lo ms podemos acompaarlos en el camino de su vida. Los paps no somos maestros de las actitudes de nuestros hijos; si nos esforzamos podremos ser sus amigos. Lo que s podemos ser, es convertirnos en los facilitadores de su proceso de crecimiento integral como personas, como hijos de Dios, como hombres y mujeres en plenitud, como seres felices. Pero, entendmoslo bien, solamente facilitadores. Un padre de familia facilitador, es aquel que pone todo lo que est a su alcance para que su hijo crezca, se desarrolle y logre los objetivos que l mismo, es decir su hijo, se ha planteado. Es aquel padre de familia que permite que salga del interior de hijo y se manifieste todo el valioso potencial que lleva dentro. Es aquel padre de familia que impulsa, alienta, acompaa en todos y cada uno de los momentos de la vida de su hijo. Caractersticas del proceso de ser facilitadores: Su importancia. Es muy difcil suplir la tarea de los paps, sin embargo, ellos pueden y deben solicitar la colaboracin de personas que complementen, no suplan, su misin desde un terreno

secundario. Desde esta concepcin, es donde el resto de los parientes y los padrinos ejecutan su apoyo a los padres de familia. El amor solidario. El amor solidario y el testimonio continuo de los paps hacia sus hijos, son como el corazn y el motor de la educacin; son el alma, la fuente y la norma que guiarn la transmisin de valores y virtudes. El mutuo dar y recibir. En la relacin entre paps e hijos, todos cada uno de acuerdo a sus posibilidades, tiene algo que dar y mucho que recibir. Existen hijos que dan lecciones de fe, responsabilidad, solidaridad y preocupacin social a sus mismos paps. La autoridad como servicio. Indudablemente, los paps gozan de autoridad en relacin con sus hijos, pero esto no debe confundirse con "autoritarismo" sino convertirse en un servicio y una prueba ms de amor a sus hijos. La libertad. En el clima de la convivencia familiar debe reinar una gozosa libertad. Un sano ambiente en donde escuches las palabras de tus hijos, veas sus razones y sientas sus motivaciones, y, sin presiones, buscar siempre el mejor camino para todos. La confianza. A mayor confianza mutua en la relacin con nuestros hijos, mayor posibilidad de acompaamiento y enriquecimiento en el proceso de crecimiento como personas. La presencia. Ante todo, para poder acompaar y facilitar el crecimiento y superacin de nuestros hijos, ambos, pap y mam, debemos estar presentes en su vida. A veces nos preocupamos ms por la cantidad de tiempo que podemos pasar con ellos, que por la calidad con que vivimos juntos ese tiempo, por pequeo que sea. Tanto para la procreacin de un hijo como para facilitar su crecimiento es necesaria la participacin de pap y mam. La comunicacin. No slo debemos estar presentes, sino aprender a comunicarnos con ellos; evitando la equivocada idea de que ellos son los que deben aprender a comunicarse a nuestro modo. Comunicarse implica: momentos en los que yo hablo pero tambin momentos en los que escucho con toda mi atencin; aprender a comunicar no slo con mi voz sino con todo mi ser (gestos, posturas, etc.); encontrar el momento y lugar adecuados; y, muy importante, ser sincero y leal. ACTUEMOS Despus de haber reflexionado sobre la importante misin de ser paps, manifestemos esa reflexin en un hecho concreto de vida que comenzaremos a realizar a partir de hoy mismo. Qu actitudes de mi vida debo de modificar para verdaderamente facilitar a mi hijo(a) su crecimiento integral como persona? CELEBREMOS Frente al grupo se coloca un cirio encendido. Nos ponemos todos de pie. Leemos del captulo 30 del libro del Sircide los versculos del 1 al 6. Dejamos un momento de silencio para la reflexin interior. Terminamos nuestra celebracin cantando:

"Estoy pensando en Dios" Estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor. Estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor. Olvida el hombre a su Seor y poco a poco se desva, y entre angustia y cobarda va perdindose el amor. Dios le habla como amigo, huye el hombre de su voz. Estoy pensando en Dios,... Yo siento angustia cuando veo que despus de dos mil aos, y entre tantos desengaos, pocos viven por amor. Muchos hablan de esperanza, ms se alejan del Seor. Estoy pensando en Dios,... Todo podra ser mejor, si mi pueblo procurase caminar sin alejarse del camino del Seor. Pero el hombre no hace suyos los senderos del amor. Estoy pensando en Dios,... Todo podra ser mejor en fervor y en alegra, fuesen las madres Mara y los padres San Jos, y sus hijos imitasen a Jess de Nazaret.

TEMA Paps y padrinos 3 Hagamos vida en nuestro hogar los dones del Espritu Santo OBJETIVO Conocer los dones del Espritu Santo para que como familia, descubrir en ellos un camino de vida que Dios nos regala y por el cual caminaremos con Jess. NOTAS PEDADOGICAS La mayora de las familias se conforman con "mandar" a sus hijos adolescentes a la catequesis para que se "preparen" para confirmarse, pensando que con esto "ya cumplieron". Esta forma de pensar se encuentra muy arraigada entre nuestro pueblo, debido en parte a que faltaban verdaderos procesos ordenados y progresivos que atendieran las distintas edades y situaciones de la vida. Actualmente, con las exigencias que conlleva una catequesis en proceso, muchas veces queremos que los Padres de Familia respondan a nuestro llamado y apoyen a sus hijos "automticamente"; lamentablemente, la mayora de las veces, carecen de una adecuada educacin en la fe y es muy poco lo que pueden hacer por sus hijos. En esta sesin deber motivarlos el catequista para vivir en familia los dones del Espritu Santo, pero, esa motivacin se inicia con un catequista que se muestre amable, alegre, con apertura, con disposicin de ayudar, abierto al dilogo, etc.

VEAMOS Podemos iniciar un breve dilogo preguntando al azar lo siguiente: Les gusta recibir regalos? Cmo se sienten cuando reciben un regalo? Qu hacen con los regalos que reciben? Escuchamos algunas de las respuestas y luego continuamos con la sesin. PENSEMOS "La familia cristiana es una comunin de personas, signo e imagen de la comunin del Padre y del Hijo en el Espritu Santo" (CIC 2205). El Espritu que une al Padre y al Hijo en una relacin de amor, tambin une en el sacramento del matrimonio a los esposos y los hace participar del amor divino. Es el Espritu Santo quien, a travs del sacramento del matrimonio, da a los esposos como regalo "el corazn nuevo y hace al hombre y a la mujer capaces de amarse como Cristo nos ha amado" (FC 1 3). El amor que viene del Espritu Santo hace posible la verdadera unidad entre los esposos y en las familias. Es el Espritu quien prepara y conduce a los novios hacia el matrimonio y acompaa a los esposos y a la familia durante toda su vida. Hace crecer el amor da a da y nos transforma en una familia de verdaderos testigos dentro de la sociedad, hacindonos familia "evangelizadora y misionera" (CIC 2205). Lamentablemente, en ocasiones, nuestra familia se encierra en prcticas religiosas estriles, fras y rutinarias, ya que slo queremos evitar el reproche divino. A esto, podemos llamarlo egosmo (ver Gal 5, 1-12). Quien ha recibido al Espritu Santo no se preocupa por no pecar, sino por amar. La familia de creyentes ha de considerarse "esclava de Cristo". Y, en la vida diaria solucionarlo todo pensando que somos de Cristo y estamos al servicio de nuestro prjimo. Es ah donde se manifiestan en nuestra familia los dones del Espritu Santo, que son verdaderos regalos que nos invitan a caminar en nuestra vida hacia Dios, siguiendo las huellas de Jess. La sabidura, que da el gusto por las cosas divinas. La inteligencia, que ayuda a la familia a descubrir el designio de Dios sobre si y sobre cada uno de sus miembros. El consejo, que ilumina a los padres de familia en las decisiones que se deben de tomar para el bien de todos, para vivir segn el plan de Dios la paternidad y la maternidad responsables, para la educacin de los hijos, etc. La fortaleza, para afrontar las inevitables pruebas de la vida, en un camino de ascender hacia la santidad. La ciencia, para que Dios sea puesto siempre en primer lugar en la familia y se valoren las cosas y los acontecimientos a su luz. La piedad, que conduce a la oracin, a la unin con Dios y al amor hacia el prjimo. El temor de Dios, que ayuda a creer en su amor misericordioso. Los siete dones del Espritu Santo, pertenecen en plenitud a Cristo, y, en nosotros completan

y llevan a su perfeccin nuestra disposicin habitual y firme por hacer el bien y nos hacen dciles a obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas (ver CIC 1831, 1833). ACTUEMOS Como familia (paps y padrinos) elaboremos un compromiso. Qu vamos a empezar a hacer desde ahora para facilitar la vivencia de los dones que el Espritu Santo nos regala? CELEBREMOS Nos ponemos de pie para escuchar con atencin la lectura del captulo II del libro de Isaas del versculo 1 al 9. Dejamos un momento de silencio para la reflexin personal. A las siguientes peticiones respondemos diciendo: "Ven, Espritu Santo, y qudate con nosotros" Espritu de sabidura y de entendimiento. "Ven, Espritu Santo, y qudate con nosotros" Espritu de consejo y de fortaleza. "Ven, Espritu Santo, y qudate con nosotros" Espritu de ciencia y de piedad. "Ven, Espritu Santo, y qudate con nosotros" Espritu del santo temor de Dios. "Ven, Espritu Santo, y qudate con nosotros" El catequista termina diciendo: Que Dios colme nuestra fe de alegra y de paz. Que la paz de Cristo acte de rbitro en nuestro corazn. Que el Espritu Santo derrame en nosotros sus dones. Amn. Todos juntos cantamos Espritu Santo, ven, ven Espritu Santo, ven, ven, Espritu Santo, ven, ven, Espritu Santo, ven, ven, en el nombre del Seor. Acompanos, ilumnanos, T cada da. Acompanos, ilumnanos, Espritu Santo, ven. Santifcanos y transfrmanos, todos los das. Santifcanos y transfrmanos, Espritu Santo, ven. Fortalcenos y consulanos en nuestra vida. Fortalcenos y consulanos, Espritu Santo, ven.

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TEMA 3
Dispongamos a la familia a vivir el sacramento de la Confirmacin OBJETIVO Valorar como familia el sacramento de la Confirmacin para comprender toda su importancia, no slo para quien lo recibir, sino tambin para los que ya lo hemos recibido y as vivir como testigos de Cristo en la Iglesia y en el mundo. NOTAS PEDAGGICAS Bien sabemos que el "ejemplo arrastra", lo lamentable es que aplicamos dicha frase a situaciones fuera del ambiente familiar. En la familia, los hijos aprenden lo que viven, lo que ven de sus paps, hermanos y parientes. El catequista motivar a paps y padrinos para que comprendan el importante papel que tienen al ser ellos quienes muestren a sus hijos cmo hacer vida el sacramento de la Confirmacin, empezando desde el interior de la familia y proyectndolo posteriormente hacia la sociedad en general. Sera recomendable que por familia tuvieran una hoja impresa con los compromisos que se proponen al final del "pensemos" y con la oracin del "celebremos". VEAMOS Vamos a pedir a los participantes que compartan con todo el grupo sus respuestas a las siguientes preguntas: A qu personajes de la historia admiran ustedes? Qu admiran de ellos y viven ustedes en su vida? A qu personajes de la historia de la Iglesia admiran ustedes? Qu admiran de ellos y viven ustedes en su vida? A quines admiran de entre sus familiares, vecinos o gente de nuestra comunidad? Qu admiran de ellos y viven ustedes en su vida? Cmo creen que son o fueron las relaciones familiares de estas personas que han nombrado en las preguntas anteriores? Creen que nuestras relaciones familiares pudieran llegar a ser as? PENSEMOS El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los paps en el seno de la familia, llega a sus hijos envuelto en el cario y respeto paterno y materno. Los hijos perciben y viven con alegra la cercana de Dios que en sus paps de manifiesta, hasta

tal punto, que esta experiencia deja en ellos una huella decisiva que dura toda la vida. Lo anterior se consolida cuando, con ocasin de ciertos acontecimientos familiares o en fiestas sealadas "se procura explicar en familia el contenido cristiano o religioso de esos acontecimientos" (CT 68). Lo que se aprovecha an ms si los paps comentan y ayudan a interiorizar de manera cotidiana con sus hijos, la catequesis que ellos reciben en su comunidad parroquial, ya que "la catequesis familiar precede, acompaa y enriquece toda otra forma de catequesis" (CT 68). Por el sacramento de la Confirmacin que nuestros hijos van a recibir y que nosotros ya hemos recibido, el Espritu Santo en plenitud viene a nuestra vida dando crecimiento y profundidad a la gracia santificante que en nuestro bautismo recibimos (ver CIC 1302, 1303, 1266). Por lo tanto, para nuestros hijos, para nosotros sus paps y para toda nuestra familia, la Confirmacin "es el sacramento que da el Espritu Santo para: enraizamos ms profundamente en la filiacin divina, incorporarnos ms firmemente a Cristo, hacer ms slido nuestro vnculo con la Iglesia, asociarnos todava ms a su misin y ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana por la palabra acompaada por las obras" (CIC 1 316) Para responder a las exigencias del sacramento de la Confirmacin, como familia debemos: Estar siempre al servicio de la vida a travs de testimonios concretos de su aceptacin desde la concepcin, reflexionando sobre el valor y el sentido de la vida, y, con experiencias de apertura y defensa de la vida misma. Atender las necesidades de los dems, de acuerdo a nuestras posibilidades, pero siempre con generosidad, en particular a los nios, los ancianos, los discapacitados y los marginados. Propiciar iniciativas para reconocer a la familia fundada en el matrimonio como sujeto social fundamental y para hacer explcitos los valores humanos y cristianos en las leyes y las costumbres. Promover una solidaridad y fraternidad concreta con las familias de inmigrantes, desplazados de sus territorios, presidiarios, enfermos, etc., superando as las divisiones y discriminaciones raciales, tnicas y culturales. Haciendo en nuestra familia oracin y obras de misericordia por el logro de las intenciones del Papa y la Iglesia. Sensibilizando cristianamente el ambiente en el cual vivimos y nos encontramos cotidianamente. Disponemos al dilogo con el alejado o no creyente a travs del testimonio de una vida coherente, escuchando siempre en nuestro interior la voz del Espritu Santo. Es entonces, en nuestra familia, donde todos nosotros aprenderemos a vivir el sacramento de la Confirmacin plenamente, creciendo como personas"en la solidaridad y las responsabilidades comunitarias" (CIC 2224). ACTUEMOS

De las siete propuestas de compromiso familiar, presentadas al final del momento anterior, paps y padrinos: Cul iniciarn en su familia durante esta semana? Qu harn para poder realizar todas las dems? CELEBREMOS Nos ponemos de pie y leemos el pasaje del libro de los Hechos de los Apstoles, captulo 18, versculos del 1 al 4. Dejamos un momento de silencio para reflexionar cmo viva la pareja formada por Aquila y Priscila y pensamos en cmo vivimos nosotros nuestra fe. Colocamos nuestro brazo sobre el hombro de nuestra pareja y el que ser padrino de nuestro hijo y respondemos unidos cual familia a la siguientes oraciones diciendo: "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Escchanos, Seor, con amor de Padre y, en la riqueza de tu Espritu, danos sabidura para discernir los signos de los tiempos, el valor para amar y esperar, y la perseverancia en la oracin. "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Oh, Padre bueno, que nos has redimido en tu Hijo y consagrado con tu Espritu, confrmanos en la fe para que, con coherencia de vida, demos testimonio de la verdad que nos hace libres. "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Oh, Dios misericordioso, que enriqueces la vida de tus fieles con la abundancia de los dones del Espritu, concdenos crecer espiritualmente, para vivir en paz contigo y con el prjimo, y contemplar la creacin con mirada de amor. "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Terminamos nuestra celebracin cantando: Hombres nuevos Danos un corazn grande para amar, danos un corazn fuerte para luchar. Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad; hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar. Hombres nuevos luchando en esperanza, caminantes sedientos de verdad. Hombres nuevos sin

frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad. Hombres nuevos, amando sin fronteras, por encima de razas y lugar. Hombres nuevos, al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

TEMA 4
Dispongamos a la familia a vivir el sacramento de la Confirmacin OBJETIVO Valorar como familia el sacramento de la Confirmacin para comprender toda su importancia, no slo para quien lo recibir, sino tambin para los que ya lo hemos recibido y as vivir como testigos de Cristo en la Iglesia y en el mundo. NOTAS PEDAGGICAS Bien sabemos que el "ejemplo arrastra", lo lamentable es que aplicamos dicha frase a situaciones fuera del ambiente familiar. En la familia, los hijos aprenden lo que viven, lo que ven de sus paps, hermanos y parientes. El catequista motivar a paps y padrinos para que comprendan el importante papel que tienen al ser ellos quienes muestren a sus hijos cmo hacer vida el sacramento de la Confirmacin, empezando desde el interior de la familia y proyectndolo posteriormente hacia la sociedad en general. Sera recomendable que por familia tuvieran una hoja impresa con los compromisos que se proponen al final del "pensemos" y con la oracin del "celebremos". VEAMOS Vamos a pedir a los participantes que compartan con todo el grupo sus respuestas a las siguientes preguntas: A qu personajes de la historia admiran ustedes? Qu admiran de ellos y viven ustedes en su vida? A qu personajes de la historia de la Iglesia admiran ustedes? Qu admiran de ellos y viven ustedes en su vida? A quines admiran de entre sus familiares, vecinos o gente de nuestra comunidad? Qu admiran de ellos y viven ustedes en su vida? Cmo creen que son o fueron las relaciones familiares de estas personas que han nombrado en las preguntas anteriores? Creen que nuestras relaciones familiares pudieran llegar a ser as? PENSEMOS El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los paps en el seno de la familia, llega a sus hijos envuelto en el cario y respeto paterno y materno.

Los hijos perciben y viven con alegra la cercana de Dios que en sus paps de manifiesta, hasta tal punto, que esta experiencia deja en ellos una huella decisiva que dura toda la vida. Lo anterior se consolida cuando, con ocasin de ciertos acontecimientos familiares o en fiestas sealadas "se procura explicar en familia el contenido cristiano o religioso de esos acontecimientos" (CT 68). Lo que se aprovecha an ms si los paps comentan y ayudan a interiorizar de manera cotidiana con sus hijos, la catequesis que ellos reciben en su comunidad parroquial, ya que "la catequesis familiar precede, acompaa y enriquece toda otra forma de catequesis" (CT 68). Por el sacramento de la Confirmacin que nuestros hijos van a recibir y que nosotros ya hemos recibido, el Espritu Santo en plenitud viene a nuestra vida dando crecimiento y profundidad a la gracia santificante que en nuestro bautismo recibimos (ver CIC 1302, 1303, 1266). Por lo tanto, para nuestros hijos, para nosotros sus paps y para toda nuestra familia, la Confirmacin "es el sacramento que da el Espritu Santo para: enraizamos ms profundamente en la filiacin divina, incorporarnos ms firmemente a Cristo, hacer ms slido nuestro vnculo con la Iglesia, asociarnos todava ms a su misin y ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana por la palabra acompaada por las obras" (CIC 1 316) Para responder a las exigencias del sacramento de la Confirmacin, como familia debemos: Estar siempre al servicio de la vida a travs de testimonios concretos de su aceptacin desde la concepcin, reflexionando sobre el valor y el sentido de la vida, y, con experiencias de apertura y defensa de la vida misma. Atender las necesidades de los dems, de acuerdo a nuestras posibilidades, pero siempre con generosidad, en particular a los nios, los ancianos, los discapacitados y los marginados. Propiciar iniciativas para reconocer a la familia fundada en el matrimonio como sujeto social fundamental y para hacer explcitos los valores humanos y cristianos en las leyes y las costumbres. Promover una solidaridad y fraternidad concreta con las familias de inmigrantes, desplazados de sus territorios, presidiarios, enfermos, etc., superando as las divisiones y discriminaciones raciales, tnicas y culturales. Haciendo en nuestra familia oracin y obras de misericordia por el logro de las intenciones del Papa y la Iglesia. Sensibilizando cristianamente el ambiente en el cual vivimos y nos encontramos cotidianamente. Disponemos al dilogo con el alejado o no creyente a travs del testimonio de una vida coherente, escuchando siempre en nuestro interior la voz del Espritu Santo. Es entonces, en nuestra familia, donde todos nosotros aprenderemos a vivir el sacramento de la Confirmacin plenamente, creciendo como personas"en la solidaridad y las responsabilidades comunitarias" (CIC 2224).

ACTUEMOS De las siete propuestas de compromiso familiar, presentadas al final del momento anterior, paps y padrinos: Cul iniciarn en su familia durante esta semana? Qu harn para poder realizar todas las dems? CELEBREMOS Nos ponemos de pie y leemos el pasaje del libro de los Hechos de los Apstoles, captulo 18, versculos del 1 al 4. Dejamos un momento de silencio para reflexionar cmo viva la pareja formada por Aquila y Priscila y pensamos en cmo vivimos nosotros nuestra fe. Colocamos nuestro brazo sobre el hombro de nuestra pareja y el que ser padrino de nuestro hijo y respondemos unidos cual familia a la siguientes oraciones diciendo: "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Escchanos, Seor, con amor de Padre y, en la riqueza de tu Espritu, danos sabidura para discernir los signos de los tiempos, el valor para amar y esperar, y la perseverancia en la oracin. "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Oh, Padre bueno, que nos has redimido en tu Hijo y consagrado con tu Espritu, confrmanos en la fe para que, con coherencia de vida, demos testimonio de la verdad que nos hace libres. "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Oh, Dios misericordioso, que enriqueces la vida de tus fieles con la abundancia de los dones del Espritu, concdenos crecer espiritualmente, para vivir en paz contigo y con el prjimo, y contemplar la creacin con mirada de amor. "Concdenos vivir en familia el sacramento de la Confirmacin" Terminamos nuestra celebracin cantando: Hombres nuevos Danos un corazn grande para amar, danos un corazn fuerte para luchar. Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad; hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza, caminantes sedientos de verdad. Hombres nuevos sin frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad. Hombres nuevos, amando sin fronteras, por encima de razas y lugar. Hombres nuevos, al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

TEMA Paps y padrinos 5


Seamos testigos del Espritu Santo en nuestra vida y apostolado OBJETIVO Ayudar a los paps y padrinos a ampliar sus horizontes a una relacin plenamente eclesial para que sean capaces de ser testigos del Espritu Santo en la Iglesia y en el mundo. NOTAS PEDAGGICAS El catequista debe ser consciente de que colaborando activamente en las catequesis sobre la Confirmacin debe dar testimonio de insercin en la comunidad, expresndolo de forma libre y responsable. Podra ser sta la ocasin de invitar a los paps y padrinos a que se inserten en su comunidad parroquial a vivir un apostolado concreto. VEAMOS Presentamos las siguientes preguntas para que las reflexiones en triadas integradas por los paps y el padrino o madrina: Qu necesidades descubres en tu comunidad? Quines son los responsables de satisfacer esas necesidades? Sera una actitud adulta esperar que solamente otros se responsabilicen de dar solucin a las necesidades de la comunidad? En nuestra comunidad hay muchas familias conscientes de la responsabilidad frente a los diferentes problemas cmo se manifiesta esa conciencia? Eres tu consciente de esa responsabilidad? Califcate del 1 al 10 juzgando tus razones. Compartimos en plenario nuestras respuestas. PENSEMOS La Iglesia, comunidad al mismo tiempo salvada y salvadora.., se expresa y se realiza en la comunidad diocesana, dividida pastoralmente en comunidades menores, entre las que se distingue, por su peculiar importancia, la parroquia. Estas, las parroquias, permanecen como el sujeto activo ms inmediato y eficaz para la actuacin de la pastoral familiar.

Cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia ms viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Seor en orden a la promocin de una pastoral en la que todos tengan cabida. Los planes de la pastoral a cualquier nivel no deben prescindir nunca de tomar en consideracin la pastoral de la familia. "Porque el hogar cristiano es el lugar en que los hijos reciben el primer anuncio de la fe. Por eso la casa familiar es llamada justamente Iglesia domstica, comunidad de gracia y de oracin, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana" (CIC 1666). El primer servicio pastoral de la familia es su propia existencia, su testimonio de familia. Afirma el Concilio Vaticano II que los esposos, por el sacramento del matrimonio, "tienen... en su condicin y estado de vida su propia gracia y vocacin en el Pueblo de Dios, para que ellos entre s y sus hijos sean testigos de la fe y del amor de Cristo. El primer deber de una familia es ser una buena familia; es su primer y fundamental apostolado. Pero est tambin la responsabilidad apostlica de la familia y esta tarea habr de realizarse de mltiples formas. Saliendo de su individualismo, son las mismas familias las que tienen que llevar a cabo la catequesis familiar." (ver FC 70-72). La familia, por ser "iglesia domstica", es una presencia sacramental para la Iglesia, que la llama a vivir la unidad y la fidelidad y a la vez la Iglesia llama a la familia a vivir esa unidad e indisolubilidad y se preocupa en colaborar a que lo vivan, y a que sea un testimonio realmente visible. La Iglesia tiene que dar un acompaamiento a la familia: alimentarla con la Palabra, con la Catequesis, la vida de los sacramentos; orientarla ante las dificultades y problemas propios de la familia y ayudarla en los momentos difciles. "El primer responsable de la pastoral familiar en la Dicesis es el Obispo, como padre y pastor... debe dedicar inters, atencin, tiempo, personas, recursos... procurar particularmente que la propia Dicesis sea cada vez ms una verdadera "familia diocesana" modelo y fuente de esperanza para todas las familias... "(FC 73; ver; CDC 1063-1064) ACTUEMOS Realizamos la siguiente reflexin por triadas de paps y padrino o madrina: Se sienten responsables de compartir algo de todo lo que hasta ahora han aprendido a travs de estas catequesis? Enumeren 5 cosas importantes que deben compartir. Cules seran los medios posibles para hacerlo? Enumeren 5 servicios que le pediran a la comunidad parroquial (grupos bblicos, catequesis de barrio, movimientos y asociaciones etc.) y en los que ustedes estn dispuestos a participar activamente. Compartimos en plenario las cinco cosas que ofrecen y los servicios en los que puedan participar.

CELEBREMOS Hacemos un gran crculo para manifestar la unidad entre los creyentes. Cantamos: "Cristo te necesita" En un momento de silencio se invita a las parejas a hacer una accin de gracias por la Iglesia. Terminamos con el Salmo 133.

Captulo 6: SIGLAS UTILIZADAS

CDC - Cdigo de Derecho Cannico CIC - Catecismo de la Iglesia Catlica CT - Catechesi tradendae DeV - Dominum et Vivificantem FC - Familiaris consortio GE - Gravissimum educationis GS - Gaudium et spes LG - Lumen gentium RH - Redemptor hominis SD - Santo Domingo

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