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3.flora de Los Ecosistemas Marinos

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FLORA DE LOS ECOSISTEMAS MARINOS.

 Algas marinas
Las algas son protistas fotosintéticos que contienen uno o más de los cuatro tipos de
clorofilas, así como otros pigmentos fotosintéticos. No producen ni flores, ni frutos y carecen
de raíces y hojas verdaderas. Las algas están en contacto directo con el mar y son fuentes
de nutrientes.

Son clasificadas en cuatros grandes grupos que son Clorófitas (algas verdes), Rodófitas
(algas rojas), Feofita (algas pardas) y Cianobacterias (algas azul verdosa).

a. Algas verdes.

Las algas verdes se pueden distinguir por su color verde brillante. Las algas verdes
calcáreas (duras por su alto contenido de carbonato cálcico), como Halimeda son
importantísimas como fuentes de sedimento marino. Las playas blancas del Caribe son,
en gran parte, producto de los esqueletos de algas verdes calcáreas, desgastados y
blanqueados por el sol.

b. Algas rojas.

Las algas rojas varían su tamaño desde unos pocos centímetros a un metro. Para
identificarlas, no debemos guiarnos por su color, ya que la pigmentación de estas puede
variar desde verde amarillo hasta rojo púrpura. Las algas rojas presentan una enorme
variedad de formas e incluyen muchas plantas atractivas y espectaculares. Su
importancia recae en su productividad, prevención de la remoción de sustrato marino,
filtración del agua, y producen hábitats para algunas especies de animales.

Las algas rojas tienen utilidad como sistemas de filtración para las aguas negras y
estabilizador de sedimentos. Las estructuras similares a hojas se utilizan en la
producción de papel, y también se pueden utilizar para alimento. En Japón, estas
plantas se usan para crear medicamentos.

c. Algas Pardas.

Las algas pardas se pueden distinguir por su color, el cual varía desde un pardo
amarillo hasta un marrón oscuro. En zonas de aguas frías, ciertas algas pardas llegan a
medir más de 60 metros de largo (200 pies) y su tasa de crecimiento alcanza los 46 cm
(más de 18” /día).

las algas son una importantísima fuente de vitaminas y minerales que limpian


nuestro organismo gracias a sus elementos antioxidantes. También activan el
metabolismo y, además, su aporte de calorías es prácticamente nulo. Además, se
trata de un ingrediente muy versátil en la cocina, que nos permite incorporarlas a
numerosos platos. Entre sus nutrientes destaca el yodo, clave para mantener nuestro
tiroides saludable; el calcio, el potasio y magnesio que cuidan de nuestros huesos
y salud cardiovascular; aporta vitaminas A, B y C; y tiene altas dosis de
hierro, imprescindible para suministrar oxígeno y energía a nuestro organismo.
Todos estos beneficios las convierten en un superalimento .

Las algas marinas, además de por dentro, nos ayudan a sentirnos bien por fuera. Son
diuréticas, ayudan a perder peso, protegen la piel de los rayos UV y la
contaminación, y dan un aspecto saludable a las uñas y el cabello.

 Pastos marinos.
El pasto marino es una planta floreciente cuyas hojas forman densas praderas en áreas
poco profundas a lo largo de las costas. Sus beneficios son amplios: actúa como vivero
y fuente de alimento para una amplia variedad de especies marina, proporciona un
hogar para muchos peces y animales como tortugas y dugongos, reduce el impacto de
las olas, produce oxígeno y limpia el océano, ya que absorbe los nutrientes
contaminantes que viajan de la tierra al mar.

A pesar de que ocupa solo 0,2% del fondo marino, las praderas marinas contribuyen a
capturar 10% del carbono almacenado por los océanos -el llamado “carbono azul”-, y
puede retener carbono de la atmósfera hasta 35 veces más rápido que los bosques
tropicales.

Según el informe El océano como una solución al cambio climático: 5 oportunidades


para la acción, del Instituto de Recursos Mundiales, la restauración de praderas marinas
tiene un potencial de mitigación relativamente alto, pero no tan alto como el de la
conservación de estos ecosistemas. El potencial de mitigación puede ser incluso mayor
al de la preservación de marismas y manglares.

Sin embargo, el potencial de los pastos marinos está comenzando a ganar atención
internacional a medida que los esfuerzos para enfrentar la emergencia climática se
vuelven cada vez más urgentes. El último informe del Panel Intergubernamental sobre
el Cambio Climático, centrado en los océanos y la criósfera, señala que los manglares,
marismas y los pastos marinos pueden almacenar hasta 1.000 toneladas de carbono
por hectárea, mucho más que la mayoría de los ecosistemas terrestres

Cumplir los objetivos climáticos.


Cada firmante del Acuerdo de París debe presentar a las Naciones Unidas un
compromiso -la contribución determinada a nivel nacional-, el cual debe renovar
sucesivamente, demostrando un aumento en su ambición.
La restauración y conservación de estos hábitats podría ayudar significativamente a
elevar el nivel de la ambición climática, ya que 159 países tienen pastos marinos en
sus costas y hasta el momento solo 10 se han referido a este ecosistema en sus
compromisos existentes, según un análisis de GRID-Arendal.

los pastos marinos tienen distintos componentes o estructuras, lo cual les permite
realizar el proceso de fotosíntesis, gracias a la energía que aporta la luz. Para esto,
absorben el CO2 procedente de la atmósfera, que está disuelto en el agua. Las algas
también realizan la fotosíntesis en el mar, pero son organismos mucho más sencillos y
no tienen los mismos componentes que las plantas.

En el fondo del océano se forman pastizales subacuáticos denominados praderas,


que se adhieren a los sedimentos. Algunas veces quedan expuestas cerca de la
costa, cuando la marea baja, y se observan como una gran alfombra verde que cubre
el suelo marino. En Costa Rica se han identificado siete especies de plantas bajo el
mar, en las costas del Pacífico y del Caribe. Su estudio se ha iniciado de manera
sistemática por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar),
de la Universidad de Costa Rica (UCR), ante el vacío de conocimiento acerca del
tema.

 Manglares.

Los manglares, según Naciones Unidas, son ecosistemas costeros, típicos de las zonas


tropicales y subtropicales, que presentan una gran riqueza de biodiversidad. Es
importante recalcar que existen diferentes tipos de manglares, pero todos ellos tienen
una característica común: nacen del contacto entre dos ambientes muy distintos –el
terrestre y el marino–, constituyendo así uno de los hábitats más valiosos del planeta.
Los manglares son clave para la conservación de diferentes tipos de especies y
vegetales que necesitan de estos hábitats para poder crecer y desarrollarse. No solo
tienen una función de protección de la vegetación y la fauna, también contribuyen a
mitigar los efectos del cambio climático al ser capaces de absorber y almacenar CO2 en
sus raíces.
Los manglares también ayudan a frenar el desgaste y la erosión de los suelos, evitando
así que se acumulen sedimentos en las playas.
 Características.

El árbol del mangle es la especie arbórea que mas predomina en los manglares. Crecen
en agua salada y cuenta con unas peculiares raíces que se extienden por encima y por
debajo en suelos espesos y fangosos.
Los manglares poseen una biodiversidad de especies enorme y diversa, incluso algunas
solo se encuentran en este tipo de entornos. La fauna que predomina está adaptada a
las mareas y a las particularidades de este ecosistema. Entre las especies más
comunes encontramos crustáceos, peces, moluscos, aves, reptiles, anfibios y
mamíferos.
Dentro de la flora de los manglares, destaca principalmente los árboles mangles, si bien
a su alrededor florecen otras especies. Existen alrededor de 70 especies de árboles
manglares, siendo estos cuatro los más comunes: Mangle blanco (Laguncularia
racemosa), Mangle jeli o gris (Conocarpus erectus), Mangle negro (Avicennia
germinans) y Mangle rojo (Rhizhophora mangle).

También se pueden agrupar en cuatro tipos según su ubicación dentro de la zona y


características:

 Ribereño. Crecen en las orillas de los ríos y en las zonas donde hay cierta influencia de
las mareas y del agua salada.
 Borde. Crecen en las orillas de las costas, en bahías o lagunas arrecifales o rodeando
islas. Este tipo de manglares son aquellos que soportan el continuo golpe de las olas al
frente.
 Cuenca. Se desarrollan detrás de los ribereños y de los de borde. Se localizan donde
hay suelos estables. En este tipo de hábitats la renovación del agua es lenta, hay poco
oxígeno y alta salinidad.
 Especiales. El manglar que es de poco desarrollo forma los llamados manglares
especiales. Se llaman así debido a que crecen en condiciones de alta salinidad, baja
disponibilidad de nutrientes y temperaturas extremas.

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