Los Partidos Políticos y Su Influencia en El Contexto de La Sociedad y Estado Actual
Los Partidos Políticos y Su Influencia en El Contexto de La Sociedad y Estado Actual
Los Partidos Políticos y Su Influencia en El Contexto de La Sociedad y Estado Actual
Con el objeto de tener presente las acciones y funciones de los partidos políticos en la
experiencia del país, consideramos importante describir la siguiente afirmación de
Partidos Políticos de los autores: Dowse y Hyghes, citados por Donald Light y otros,
donde afirman lo siguiente: “Los partidos políticos ejercen muchas funciones
importantes en sistemas políticos complejos y grandes: En forma ideal, los partidos
políticos vinculan al pueblo y al gobierno. Transmitiendo las opiniones públicas a
quienes toman las decisiones y las elaboran convirtiendo así a la opinión pública en
legislación. Movilizan el apoyo de las clases populares a las decisiones políticas
tomadas al más alto nivel. También sirven como vínculo entre las diferentes ramas y
niveles del gobierno. A nivel práctico, los partidos desempeñan un rol dominante en el
reclutamiento de candidatos para los cargos electivos. (Sociología, p. 400).
En nuestra sociedad, donde prevalece las diferencias de clases y grupos sociales bien
marcados, el problema de los partidos políticos ha devenido en problema social, debido
a las características de ser un país desintegrado, segmentado y fraccionado, que en 199
años de vida republicana no ha logrado constituir instituciones sólidas bajo un régimen
constitucional que garantice a plenitud la libertad democrática y la seguridad jurídica.
Las organizaciones políticas partidarias como: El Partido Aprista Peruano, El Partido
Socialista, luego Partido Comunista Peruano, y los partidos que tuvieron presencia en la
escena política y en el ejercicio de gobierno: El Partido de Acción Popular, el Partido
Demócrata Cristiano, El Partido Popular Cristiano, los de mayor relevancia histórica
contemporánea y en el qué hacer político reciente perdieron perspectiva social y visión
integral, para promover y representar los intereses nacionales, debido a sus prácticas
grupales adversas e incongruentes con los intereses de la sociedad:
Los partidos políticos que surgieron en las postrimerías del siglo pasado y de la presente
etapa contemporánea, fueron de un período de corta incidencia en la política nacional;
sin embargo, en su momento ejercieron el gobierno: La Unión Nacional Odriista UNO
con Manuel Apolinario Odría Amoretti que gobernó el país en 1948 a 1956; el Partido
Demócrata Peruano PDP, con Manuel Prado Ugarteche que gobernó de 1956 a 1962, El
Partido Acción Popular, y el Partido Demócrata Cristiano en alianza, con Fernando
Belaúnde T. gobernó de 1963 a 1968, y en segunda oportunidad Acción Popular con el
Partido Popular Cristiano gobierna de 1980 a 1985; y el Partido Aprista Peruano,
gobierna con Alán García de 1985 a 1990; el Partido Cambio 90, Nueva Mayoría y Perú
2000, gobierna con Alberto Fujimori, de 1990 al 2000; el Partido Perú Posible con
Alejandro Toledo, gobierna del 2000 al 2005, y del 2005 a 2010 nuevamente el Partido
Aprista Peruano con Alán García; del año 2010 a 2015 el Partido Nacionalista Peruano
con Ollanta Humala.
En consecuencia, el Perú nunca se caracterizó por tener una tradición democrática con
gobiernos basados en partidos políticos debidamente organizados y con permanencia
activa, sino más bien por regímenes autoritarios y militares, donde sólo una minoría
selecta disfrutaba de los privilegios, de los derechos ciudadanos, a diferencia de una
mayoría marginada y excluida del sistema político.
Aquellos partidos políticos que surgieron en el siglo pasado, como el APRA, el Partido
Socialista Peruano posteriormente Partido Comunista Peruano, Acción Popular, el
Partido Demócrata Cristiano, el Partido Popular Cristiano, carecieron de una visión
nacional integradora para proteger y promover los intereses de los ciudadanos
partidarios y no partidarios, y del conjunto de peruanos.
No existe duda que vivimos en una república sin ciudadanos. En un país donde más de
la mitad de habitantes son pobres; en efecto, no se puede hablar de ciudadanos. La
pobreza como limitación de capacidades y libertades debilita la democracia. Más aún,
los que debieran representar a los distintos sectores sociales no representan de manera
efectiva los intereses de esa población.
La preocupación por fortalecer, renovar los partidos y, por ende, organizar un sistema
de partidos estables con un número menor de partidos, para evitar la fragmentación
política. En este contexto, era necesaria la aprobación y promulgación de una ley de
partidos, y en efecto la Ley 28094 fue puesta en vigencia.
Para influir positivamente en los destinos de una Nación, un partido político debe
disponer de un proyecto de país, que encarne los anhelos y aspiraciones de convivencia
armónica de un vasto conglomerado social. Ese proyecto de país debe expresarse a
través de una doctrina o ideología que a su vez contenga todo un sistema de valores que
permita establecer marcos de referencia sobre los distintos aspectos de la economía, la
política, la sociedad, la cultura y la ética que resultan fundamentales para la
consolidación de las instituciones democráticas y la promoción del desarrollo.
Una breve reflexión de los partidos políticos en el gobierno nos demuestra que a partir
del retorno a la constitucionalidad en 1980 y luego de un breve período histórico a la
fecha, han demostrado una continuidad política en el ejercicio de gobierno: En el
aspecto primordial de la administración y desarrollo del modelo económico todos los
gobiernos han persistido en la economía liberal, cuyas características están ligadas al
marco del neoliberalismo y la globalización; una economía bajo las recetas del Fondo
Monetario Internacional. Somos un país exportador de materias primas; con la admisión
de productos importados favoreciendo al capital externo; marginación de la industria
nacional, con el agravante de la competencia desleal a la producción nacional, reajuste
económico ligado al capital extranjero, etc. Políticas de gobierno antidemocráticas y de
exclusión social; corrupción generalizada en los principales estamentos de gobierno y
del Estado. Los partidos políticos en el ejercicio de gobierno no se han diferenciado en
lo esencial; en consecuencia, las prácticas de los partidos políticos no representaron,
menos representan los intereses de la población, de gobernar en los distintos niveles del
Estado para contribuir y fortalecer la institucionalidad democrática a favor de las
grandes mayorías, y de lograr el bienestar de la sociedad.
BIBLIOGRAFIA:
Fayt, Carlos S., Historia del Pensamiento Político, Volumen VIII La Democracia,
Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, Argentina, 1974.