Trabajo Epiqueya Final
Trabajo Epiqueya Final
Trabajo Epiqueya Final
UCA
LA EPIQUEYA
Grupo #9:
Elfried Elizabeth Bendless Espinoza
Kevin Giovanni Rodríguez Rodríguez
Andrea Samanta Téllez Castillo
Docente:
Lic. Pablo Antonio Úbeda
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Objetivos
Objetivo general
Objetivos específicos
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Introducción
Desde que el ser humano evolucionó del Neanderthal al homo sapiens, ha tenido
siempre una noción de lo que debería ser y cómo este deber ser es contrastado con
la realidad material de la vida. Con el transcurso de los siglos y la maximización de
los procesos filosóficos que se llevaban a cabo en las mentes de los primeros
filósofos, se fue así mismo creando un sistema de normas que más o menos tenían
que procurar que la colectividad estuviera de acuerdo en que dichas normas tenían
un sentido justo, o equitativo.
Por eso y más, este trabajo escrito procura presentar al lector con los conceptos
necesarios para entienda el comportamiento de la epiqueya, a fin de que los futuros
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jueces, abogados y juristas en general, procuren una “justicia justa”, sin ignorar las
leyes, pero defendiendo la equidad con ética y raciocinio lógico.
1. Concepto
La Epiqueya es una actitud del hombre, que se siente dispensado del cumplimiento
literal de la ley, para ser fiel a su sentido profundo (Alcázar, 1991). Alcázar (1991)
define a la Epiqueya como la <<interpretación moderada y prudente de la ley, en
contra de su sentido literal, pero siguiendo la mente del legislador, según las
circunstancias de tiempo, lugar y persona>>. Entendiéndose que no puede aplicarse
a todas las leyes, sólo a las humanas.
Alcázar (1991) expresa que epiqueya y equidad tienen el mismo origen etimológico,
pero los dos vocablos, aunque parecidos, tienen dos conceptos diferentes. La
Epiqueya dice especial relación a la ciencia moral y al fuero interno; la equidad se
refiere al campo del derecho positivo y al fuero externo, como una justicia superior,
correctora del derecho existente y creadora de un derecho particular. Expresa que
en el campo del Derecho y de la Moral, hay que mantener la distinción entre esos
dos conceptos, aunque lo usual es que haya confusión.
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debe, y de qué manera se puede satisfacer su petición… el juez… carece de datos
(data) para decidir lo que corresponde al demandante… Un criado, a quien a fin de
año se paga un salario en moneda que ha perdido parte de su valor durante el
mismo año, y que ya no le sirve para comprar lo que con la misma hubiera podido
adquirir en la época en que celebró su contrato, no puede apelar a su derecho, para
obtener, en lugar de la igualdad numérica y material, la igualdad de valor, a fin de
ser recompensado por un trabajo, que él estimaba en más de lo que vale el salario
que se le da; no puede recurrir más que a la equidad (divinidad muda, cuya voz no
puede ser escuchada); pero, como en el contrato nada se ha estipulado sobre este
particular, el juez no puede ajustar su sentencia a condiciones imprevistas y no
determinadas…”. Ante esta situación, Kant propone que el lema (dictum) de la
equidad es “…El derecho muy estricto es una injusticia muy grande (Summum jus
summa injuria)…”.
Entre el 600 a.C. y el 200 d. C., la filosofía griega constituyó el fundamento de toda
la especulación filosófica en el mundo occidental. Las hipótesis intuitivas de los
antiguos griegos presagiaron diversas teorías de la ciencia moderna, incluso
muchas de las ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han sido
incorporadas a la doctrina moral cristiana. (“Breve historia de filosofía griega”,
Proyecto filosofía en español, 2016).
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La escuela jónia
De esta escuela, los principales protagonistas son Tales de Mileto, nacido en Mileto,
polis griega de la costa de Jonia (hoy en Turquía), se dice que nació entre 625/624
a.C. y murió entre 547/546 a.C. Fue filósofo, matemático, geómetra, físico y
legislador griego. Se le conoce como el primer filósofo de occidente, por ser quien
intentó la primera explicación racional a distintos fenómenos del mundo. Aristóteles
le consideró uno de los “filósofos de la naturaleza”.
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La escuela pitagórica
Pitágoras de Samos fue un filósofo y matemático griego, nacido cerca de 569 a.C. y
muerto cerca de 475 a.C., es considerado el primer matemático puro.
La división entre idealismo y materialismo se hizo más clara con el paso del tiempo.
Pitágoras destacó la importancia de la forma sobre la materia al explicar la
estructura material. (Proyecto filosofía en español, 2016).
La escuela eleática
Los sofistas
Los sofistas nacen a partir del materialismo aplicado a la vida diaria, que surgió en
el siglo V a.C. Según el proyecto filosofía en español (2016) los Sofistas, eran
personas que compartían puntos de vista filosóficos mucho más amplios que los de
una escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores; pero,
basándose en su interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi todos
ellos concluyeron afirmando que la verdad y la moral eran en esencia materias
oponibles.
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La filosofía de Giorgias es considerada nihilista (2016) y está expresada en tres
proporciones: nada existe; si algo existe, no puede ser conocido; si algo existe y
puede ser conocido, no puede ser comunicado.
Sócrates
Sócrates de Atenas, 470 a.C. – 399 a.C., fue un filósofo clásico ateniense
considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de
la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo
estos tres los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia.
Destacó por su elocuencia y experticia en materia legislativa, lo que se desprende
de la lectura de diálogos como la Apología a Jenofonte o Platón; también estableció
el método de la mayéutica, que consiste en que el interlocutor descubra sus propias
verdades a base cuestionamientos lógicos.
Platón y Aristóteles
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prudencia y capacidad para juzgar en cada caso concreto, lo que es más
conveniente a hacer, teniendo como base que la consideración moral del hombre
buscará la justicia.
Aristóteles nació en Estagira cerca del año 384 a.C. y murió en Calcis cerca del año
322 a.C.; fue un polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas
ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente
por más de dos milenios.
Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales solo nos han llegado 31)
sobre una enorme variedad de temas, incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la
ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología.
Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó.
Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien
existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de
Aristóteles, donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al
respecto.
Epiqueya es, según Aristóteles, aquella forma de equidad o justicia superior situada
por encima del precepto jurídico positivo, en virtud de la cual es lícito al hombre
obrar contra la letra de una norma jurídica obligatoria, por el rigor inadecuado de la
misma en el caso en particular.
Parece ser que fue S. Alberto Magno el primero entre los escolásticos que conoció
la ética a Nicómaco de Aristóteles con su doctrina sobre la epiqueya. Hasta ese
momento, entre los Padres se hablaba sólo de la equidad romana (jurídica) o
cristiana (bíblica). La primera era una interpretación conforme a derecho,
interpretación que se hacía cuando la ley era considerada injusta o muy dura. La
equidad cristiana, como dice San Cipriano, era “una justicia suavizada con la
dulzura de la misericordia”. Estas dos tenían algo en común, que es la excepción
hecha a la ley por razones que se salían de lo jurídico.
Breve reseña de quién fue San Alberto Magno; nació en Baviera entre 1193 y 1206,
y murió en Colonia en 1280, fue sacerdote, obispo y Doctor de la Iglesia. Fue un
destacado teólogo, geógrafo, filósofo y figura representativa de la química y, en
general un polímata de la ciencia medieval. Su humildad y pobreza fueron notables .
Murió a la edad de 87 (o 74) años, cuando se hallaba sentado conversando con sus
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hermanos en Colonia. Antes había mandado construir su propia tumba, ante la que
cada día rezaba el oficio de difuntos. Está enterrado en la cripta de la Iglesia de San
Andrés, en Colonia.
Según, pues, Alberto Magno, hay dos especies de justicia, una que dirige las
acciones humanas al tenor literal de la ley, la que es aceptada en la mayoría de los
casos, y otra que corrige la ley en ciertos casos imprevistos, de acuerdo con el
sentido profundo de la ley, es decir que no se separa del espíritu de la ley, a esta la
llama una súper-justicia o bien, epiqueya. Podemos observar que no se trata, de
encontrar la manera de escaparse del cumplimiento de la ley, sino de cómo cumplir
la ley de un modo más profundo y auténtico, es por eso que no se puede hablar de
Epiqueya sin tomar en cuenta la moral, la justicia y la equidad.
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Santo Tomás ha perfeccionado la doctrina de San Alberto, de acuerdo a la
investigación hecha en 1991 de alcázar, sobre la epiqueya con fórmulas precisas y
rigurosas. Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás define la epiqueya o equidad como
la virtud que, por encima de la letra de la ley, sigue lo que exige la justicia y el bien
común. Esta interpretación de la ley le parece incluso más perfecta que
simplemente aplicar lo que dice la ley. Pero Santo Tomás exige certeza de que el
caso concreto constituye una excepción a la norma general de la ley, y en el caso
de duda se debe recurrir al superior para su consejo y decisión, lo que es bastante
prudente para no caer en tratar de evitar la ley, y hacer verdaderamente lo que es
justo, esta acentuación de la epiqueya como servicio al bien común hace que su
aplicación en la práctica deba ser restrictiva.
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3. Interpretación y Epiqueya
Francisco de Vitoria, fraile dominico salmantino de mediados del siglo XV, procuró
establecer que “la epiqueya es cierta especie y parte subjetiva de la justicia” (Idoya,
2009, p. 4); de este postulado podemos obtener lo siguiente: la justicia es el
concepto sui generis, y esta a su vez, a ser el concepto más amplio del fin que se
plantean los ordenamientos jurídicos, contiene dentro de sí a la epiqueya, que es
solo una manifestación o expresión idealista e inexorablemente personal de justicia.
Es por esto que en Derecho, plantear el concepto de epiqueya no significa romper
con los moldes que establecen otras corrientes filosófico-jurídicas, pues el fin debe
obtenerse siempre que los medios sean los legalmente establecidos, aunque a priori
puede parecer que para llegar a la justicia se interfiera con el concepto básico de
una ley, es necesario comprender que la epiqueya no es más que la manera que ha
tenido el ser humano para interferir con la aplicación injusta de una ley. Como bien
lo dijo Kant, en su proposición summum jus summa injuria.
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Las leyes justas, las leyes verdaderas, son aquellas que gozan de dos elementos
doctrinalmente: legalidad y legitimidad; es decir, que se hayan creado siguiendo los
estamentos pre-establecidos en normas creadoras de normas, y que a su vez,
cuenten con la observancia y aceptación de los ciudadanos de un Estado, por estos
considerar que dicha ley procura el bien común, o dicho de otra forma por el sentido
de esta investigación, la norma creada tiene como fin obtener justicia. Pues en este
sentido, dice Vitoria, la epiqueya será aplicable cuando la ley, cumpliendo con los
dos requisitos planteados, la ley falle en alcanzar justicia; esta situación se puede
presentar de dos modos: general y particular, pero el que nos interesa es el
particular, pues la ley no alcanza su finalidad frente a una persona o conjunto de
personas determinados, lo que hace necesario el uso de la epiqueya.
Para este caso Vitoria planteaba que la epiqueya no consiste en una mera
especulación teórica sobre una ley confusa ni mucho menos sobre una ley clara.
Siendo todo lo contrario respecto de las leyes claras, pues el caso de las leyes
confusas, ya existen mecanismos creados por los ordenamientos jurídicos para que
el que interprete la ley, sea quien tenga facultad legal para tal cosa. Las leyes claras
son las que plantean, usualmente, la ejecución de lo estipulado como consecuencia
frente al caso hipotético, y en caso de ejecutarse tal, se pierda todo el sentido de
justicia que la ley en principio pretendía lograr.
Para explicar este caso concreto podemos plantear un ejemplo: Si existe una ley
que prohíbe jugar fútbol en una zona específica, porque al jugar fútbol se perturba la
circulación de los peatones, la epiqueya es entonces aplicable si las personas
juegan fútbol en dicha zona pero sin perturbar la circulación de los peatones. Esto
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es a todas luces una interpretación “epiqueísta” de la ley, pues el bien común
procurado es la no perturbación a la circulación de peatones.
d) Idoya (2009) “es epiqueya cuando cesa la obligación de la ley (…) según
unas concretas circunstancias o bajo unas determinadas condiciones.” (p. 7)
Para este cuarto problema, una condición podría ser el estado de necesidad en el
que se encuentre sumergido el sujeto, planteando un ejemplo que se traslada al
campo del Derecho Penal. En la mayoría de legislaciones, existe la tipología de la
legítima defensa, que a pesar de que hoy en día es un logro, cientos de años en el
pasado no existía tal tipología, y en razón de tal realidad, el sujeto que tenía
prohibido matar, a través de epiqueya, podía hacerlo si era la única forma de
defenderse de que le hicieran lo mismo, pues la prohibición de matar es general.
De lo anterior distintos autores han intentado dejar por sentado su relación con el
derecho natural, sabemos que primeramente se considera como un principio de
interpretación de la ley, pero hay autores que se rehúsan a reducirlo únicamente a
esto, van más allá para poder establecer que la epiqueya es una virtud.
Podemos decir entonces, que para algunos autores la epiqueya está íntimamente
relacionada con la ley positiva pero también con la ley natural, puesto que nos indica
que hacer ante una situación concreta en la que el hombre discierne de la ley
positiva, porque tiene como objeto el derecho natural. Se puede pasar por encima
de la letra de la ley, en razón de buscar ávidamente la fidelidad de las justicias en
situaciones particulares y por ende no previstas por la ley positiva.
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La epiqueya se sitúa en el plano del Derecho Natural, siendo que recoge en esencia
la conciencia de lo justo y lo injusto, pretende hacer prevalecer a la justicia sobre el
derecho positivo, recoge principalmente el valor de la justicia. En este mismo
sentido, Hammel (1961) nos explica:
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desean proceder según la verdadera justicia y conforme a las exigencias reales de
la situación, sin refugiarse en un legalismo facilitón.
5. Reflexión Moderna
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A) Interpretación benigna del pensamiento del legislador: en la mente de éste
creen hallar algunos la razón última de la epiqueya (por escapar en el primer
caso a su jurisdicción; ya que es injusto que en tales circunstancias exija en el
segundo ese enorme esfuerzo; y al presumirse en el tercero que, dispensaría
en el supuesto de conocer esta situación.
Vemos que la segunda interpretación plantea que cuando se esté frente a una
situación en la que la ley positiva es insuficiente para abarcar completamente una
situación particular, el derecho natural permite y exige según el caso concreto,
entablar una acción de conformidad con la situación presente. La concepción debe
ser cumplir con la ley según la exigencia del bien común y no tanto de librarse de
ella.
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A pesar de los múltiples esfuerzos de los autores tradicionales , los tratadistas
modernos prevén un cuarto caso mediante la f ormulación de la interrogante ¿Puede
surgir también conflicto cuando la ley natural impone sobrepasar el mínimo estricto
impuesto por la ley positiva; ya que en situaciones concretas ésta puede contradecir
al bien común?
Este defecto puede provenir por exceso y por defecto, y la epiqueya es capaz
de corregirlo en ambos sentidos. Pero ¿cómo determinar en la situación
concreta .si nos hallamos en presencia o no de este nuevo cuarto caso? Los
criterios tradicionales no sirven, ya que en la presente ocasión el conformismo
a la letra no es inmoral, imposible o heroico en demasía, sino simplemente
insuficiente. ¿Dónde hallar una norma de discernimiento?
Hammel (1961) cita a Giers que responde en la doctrina social cristiana “La moral
social guiará nuestros pasos en este nuevo uso de la epiqueya, invocando las
exigencias superiores del bien común más allá de la justicia legal positiva” (p.4).
Ante este posible cuarto caso concreto, Santo Tomás ya dejo una idea al respecto y
es que "De donde se deduce que (la epiqueya) es parte subjetiva de la justicia, y lo
es más propiamente que la legal, pues ésta se halla sometida a la dirección de la
epiqueya".
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Hammel (1961) concluye que la función específica de la justicia social es “proteger
el respeto a los derechos naturales no definidos por la legislación civil. La justicia
social y la epiqueya, en presencia de una ley positiva insuficiente, nos impulsan a
cumplir lo que el derecho natural impone en nombre del bien común” .
Corolario
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tales, ya que el mero cumplimiento de la ley, significaría el menoscabo de lo antes
mencionado, dando lugar a la injusticia, pudiendo esta evitarse si se ignora el
cumplimiento irrestricto de la ley, frente a un caso concreto, según lo planteaba
Francisco de Vitoria.
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Referencias Bibliográficas
Truyol y Serra, A. (1975). Historia de la Filosofía del Derecho y del Estado I: De los
orígenes a la baja Edad Media. (5a ed.). Madrid: Editorial Revista de
Occidente S.A.
Truyol y Serra, A. (1975). Historia de la Filosofía del Derecho y del Estado II: Del
Renacimiento a Kant. (5a ed.). Madrid: Editorial Revista de Occidente S.A.
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