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MATERIAL DE ESTUDIO 2o PARCIAL

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GUÍA DE TEMAS PARA EL SEGUNDO

PARCIAL

EL EJIDO EN EL NUEVO MARCO LEGAL

9.1 CONCEPTO DOCTRINAL.

“La palabra ejido proviene del vocablo latino exitus, que significa “salida”. Al
consumarse la Conquista en lo que hoy es nuestro territorio nacional, recibían este
nombre las tierras que se encontraban a la salida de los pueblos españoles
que se iban fundando. Durante la Colonia se crearon pueblos indígenas a los
que se les dotó de ejidos, tierras que se fueron perdiendo en virtud de las leyes de
colonización, o bien ante la obligatoriedad que impuso la ley de Desamortización
de que las tierras o ejidos de los pueblos fueran fraccionados y adjudicados a sus
miembros. El ejido resurgió a propuesta de Luis Cabrera, quien, en su célebre
discurso del 3 de diciembre d e1912, planteó la necesidad de reconstituir los
ejidos.

9.2 DEFINICIÓN Y PATRIMONIO

El ejido puede definirse como:


1) una sociedad de interés social: con personalidad jurídica y patrimonio
propio.
2) integrado por el conjunto de tierras, aguas y bosques y, en general, por
todos los recursos naturales que lo constituyen.
3) Su finalidad es el mejoramiento de la vida campesina mediante el uso y la
explotación lícita, integral y respetuosa del medio ambiente y de las tierras
de su propiedad que hubieren sido entregadas por dotación o se hayan
adquirido mediante cualquier otro título. (Art. 9º de LA).

9.3 DIFERENCIA ENTRE EJIDO Y COMUNIDAD

LA COMUNIDAD.- presupone una existencia previa del carácter comunal (la


supervivencia del pueblo al que se le hubiere privado de sus tierras), anterior a su
reconocimiento como tal, a través de:
a) una restitución, b) jurisdicción voluntaria o c) de la resolución
correspondiente.
EL EJIDO.- surge a la vida jurídica mediante:
a) el procedimiento de dotación
b) ampliación o
c) creación de nuevos centros de población ejidal, en términos del art. 90 de la
Ley Agraria.
Nota:
(aquí acordarse de la carpeta básica que se les mostrara en clase)

9.4 OBJETO

Estriba en considerar el ejido como una empresa social, puesto que lleva
como fin la satisfacción de las necesidades del núcleo de la población, a la
vez que se busca una redituabilidad del terreno ejidal mediante formas de
unidades productivas; por ello, se otorga a los núcleos agrarios y a los sujetos
individuales agrarios la protección legal sobre sus tierras, al mismo tiempo que
se brinda seguridad jurídica en las relaciones con terceros, por medio de las
formas asociativas permitidas por la ley.
Nota:
Recordar a pepa pig de empresaria de un ejido.

9.5 PROTECCIÓN DE LA PROPIEDAD SOCIAL

El espíritu de diversas legislaciones agrarias ha dado distintas modalidades a la


tenencia de la tierra. En nuestro país se impuso el principio de cultivo directo de la
tierra, proceso que culminó con el decreto del 6 de enero de 1992, el cual, si bien
permite la libre asociación y disposición sobre las tierras ejidales, aplica ciertos
candados legales para proteger la propiedad social.

Así, desde la Ley del 6 de enero de 1915, pasando por legislaciones como la ley
de ejidos del 28 de diciembre de 1920, el Decreto del 22 de noviembre de 1921, el
Reglamento Agrario del 10 de Abril de 1922, la Ley de Dotaciones y Restituciones
de Tierras y Aguas del 23 de abril de 1927, los Códigos de 1934, 1940 y 1942, y la
Ley Federal de Reforma Agraria de 1971, se han establecido diversas
protecciones legales a la propiedad social.

9.6 REGLAMENTO INTERNO

En su acepción genérica, el reglamento es la colección ordenada de reglas o


preceptos que una autoridad competente (o una persona moral) da para la
ejecución de una ley o para el régimen de una corporación, una dependencia o un
servicio, o para cualquier actividad.

El reglamento interno es el conjunto de reglas organizativas al interior del ejido y


tiene como fin establecer las bases generales para la organización económica y
social del mismo, así como los requisitos para admitir nuevos ejidatarios, las
normas para el aprovechamiento de las tierras de uso común y los demás
aspectos que los ejidatarios consideren pertinentes o que conforme a la ley deban
ser incluidos. (Art. 10 de la).
El reglamento es un complemento muy importante del desarrollo rural, ya que en
él pueden establecerse los mecanismos para la realización de la asociación
productiva; es decir, mediante el reglamento los ejidatarios podrán adoptar
mecanismos alternos de tipo jurídico que protejan los intereses de los más
desamparados, a la vez que les permitan establecer la forma de explotación más
adecuada a sus suelos, así como las reglas con las cuales deberán participar las
personas físicas o morales interesadas en el esfuerzo productivo asociado.

9.7 CONSTITUCIÓN DE NUEVOS EJIDOS

La Ley Agraria en su art. 90 establece los requisitos necesarios para la


constitución de un ejido:

I.- Un grupo mínimo de veinte personas que participen en su constitución. II.- Que
cada individuo aporte una superficie d tierra.
III.- Que el núcleo cuente con un proyecto de reglamento interno y que éste se
sujete a lo dispuesto por la Ley Agraria.

IV.- Que tanto la aportación de tierras como el reglamento interno consten en


escritura pública y se solicite la inscripción de su testimonio en el Registro Agrario
Nacional.

Establece además, como prohibición, la aportación de tierras en fraude de


acreedores, bajo pena de declararse nula.

Con esta disposición legal se trata de evitar que los propietarios de tierras
constituyan ejidos en los cuales se busque incumplir con las obligaciones
crediticias en perjuicio de sus acreedores, ya que de constituirse un ejido con
tierras aportadas en fraude de acreedores, éstos podrán ejercitar la acción
correspondiente (similar a la acción pauliana) a efecto de retrotraer las cosas al
estado que antes guardaban.

9.8 MODOS DE EXTINCIÓN

La Ley Agraria dispone como formas de terminar el régimen ejidal el que no


existan las condiciones para su permanencia, o bien, cuando proceda su
liquidación.

9.8.1POR QUE NO EXISTAN LAS CONDICIONES PARA SU PERMANENCIA


Establece el artículo 23, fracción XII, como facultad de la asamblea general de
ejidatarios, la terminación del régimen ejidal, cuando previo dictamen de la
Procuraduría Agraria, se determine que ya no existen las condiciones para su
permanencia.
Ello, obviamente, se dará cuando no exista el objeto o motivo por el que fue
creado, es decir, cuando el ejido carezca ya de tierras para el sustento de sus
miembros, sea por desincorporación de éstas del régimen ejidal o por aportación a
sociedades o expropiación por causa de utilidad pública.
9.8.2POR LIQUIDACIÓN

El art. 29 de la Ley Agraria dispone que cuando la asamblea resuelva terminar el


régimen ejidal, el acuerdo respectivo se publicará en el Diario Oficial de la
Federación y en el periódico de mayor circulación de la localidad en que se ubique
el ejido. Lo anterior, previa liquidación de las obligaciones subsistentes del ejido.
Una vez asignadas las tierras ejidales, se otorgará el pleno dominio de sus
miembros, de acuerdo con los derechos que les correspondan; se exceptúan de
ello los bosques o las selvas tropicales.

La superficie asignada por este concepto a cada ejidatario no podrá rebasar los
límites señalados a la pequeña propiedad.

Si después de la asignación hubiera excedentes de tierra o se tratare de bosques


o selvas tropicales, pasarán a ser propiedad de la nación.

Los órganos de dirección y representación ejidal comunal son: La asamblea;


El comisariado ejidal, y

El consejo de vigilancia

La asamblea es el órgano supremo del ejido o la comunidad es la asamblea. Ésta,


genéricamente, es un órgano integrado por personas con un fin común, el cual no
funciona en forma permanente, sino sólo cuando se convoca y sus miembros se
reúnen para deliberar y votar los asuntos correspondientes.

La asamblea en materia agraria, es una reunión temporal de los miembros


integrantes de un mismo núcleo agrario, celebrada para deliberar y votar los
asuntos para los cuales fueron convocados conforme a los procedimientos
señalados por la Ley Agraria.

Los artículos de la Ley Agraria que regulan lo relacionado con la asamblea son el
11 y del 22 al 31 de dicho ordenamiento. Los asuntos de la exclusiva competencia
de la asamblea son los que señalan las 15 fracciones del artículo 23 de la Ley
Agraria.

En cuanto a periodicidad de la asamblea, la Ley Agraria dispone que deberá


reunirse por lo menos una vez cada seis meses, o con mayor frecuencia cuando
así lo determine el propio núcleo a través de su reglamento o su costumbre.
La convocatoria deberá expedirla el comisariado ejidal o comunal, o el consejo de
vigilancia, ya sea a iniciativa propia o a solicitud de al menos 20 ejidatarios o 20%
o más del total de ejidatarios que integren el núcleo.

Para la validez de la asamblea, la Ley Agraria realiza una distinción respecto a los
asuntos para los cuales es convocada, dependiendo de si se encuadran o no las
fracciones VII a XIV de su art. 23, ya que para los asuntos comprendidos en estas
fracciones se requiere de mayor formalidad.

9.9 EL COMISARIADO

El comisariado ejidal es el órgano encargado de la ejecución de los acuerdos de la


asamblea, así como de la representación y gestión administrativa del ejido.

Lo integran un presidente, un secretario y un tesorero, con sus respectivos


suplentes. Si el reglamento interno no dispone la forma y extensión de sus
funciones de cada miembro del comisariado; si nada dispone, se entenderá que
sus integrantes funcionarán conjuntamente y no en forma separada o individual,
criterio que también ha sido definido por el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito.

Por ello la representación del comisariado ante una autoridad jurisdiccional deberá
efectuarse de manera conjunta por los tres integrantes, ya que de faltar uno de
ellos; se tendrá al núcleo agrario como que no compareció ante la autoridad
respectiva; o de lo contrario, si la autoridad no realiza el emplazamiento o una
notificación personal con los tres integrantes, el acto es ilícito y procede su
reposición. Se ha pronunciado al respecto el Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito.

Por otra parte, ante la actuación judicial no requiere el comisariado un mandato


especial por otra parte de la asamblea para actuar en algún procedimiento
jurisdiccional, dado su carácter implícito de representante legal de núcleo agrario
respectivo. Así lo afirmo el Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito.

También es de resaltar que el comisariado contara, en su caso, con las


comisiones y los secretarios auxiliares que señale el reglamento interno.

Las facultades y obligaciones del comisariado ejidal son las siguientes:


I. Representar al núcleo de población ejidal y administrar los bienes
comunes del ejido, en los términos que fije la asamblea, con las facultades de un
apoderado general para actos de administración, pleitos y cobranzas.
II. Procurar que se respeten estrictamente los derechos de los ejidatarios;
III. Convocar a la asamblea en los términos de la ley, así como cumplir los
acuerdos que dicten las mismas;
IV. Dar cuenta a la asamblea en los términos de la ley, así como cumplir los
acuerdos que dicten las mismas.
V. Las demás que señalen la ley y el reglamento interno del ejido.
9.10 EL CONSEJO DE VIGILANCIA

Se constituye por un presidente y dos secretarios, con sus respectivos suplentes.


Si el reglamento no dispone nada en cuanto a su función, se entenderá que sus
integrantes lo harán conjuntamente.

1. Vigilar que los actos del comisariado se ajusten a los preceptos de la ley y a lo
dispuesto por el reglamento interno o a la asamblea;
2. Revisar las cuentas y operaciones del comisariado a fin de darlas a conocer a
la asamblea y denunciar ante esta las irregularidades en que haya incurrido el
comisariado;
3. Convocar a asamblea cuando no lo haga el comisariado
4. Las demás que señalen la ley y el reglamento interno del ejido.

Ahora bien, conforme al art.39 de la Ley Agraria los integrantes de los


comisariados y de los consejos de vigilancia duraran en sus funciones tres años.
En adelante, no podrán ser electos para ningún cargo dentro del ejido, sino hasta
que haya transcurrido un lapso igual a aquel en que estuvieron en ejercicio.

Si al término del periodo para el que haya sido electo el comisariado ejidal no se
han celebrado elecciones, sus miembros propietarios serán automáticamente
sustituidos por suplentes. El consejo de vigilancia deberá convocar a elecciones
en un plazo no mayor de 60 días contados a partir de la fecha en que concluyan
las funciones de los miembros propietarios. Al respecto del Tercer Tribunal
Colegiado del Octavo Circuito.

9.11 REMOCIÓN

En lo que concierne a la remoción de los miembros del comisariado y del consejo


de vigilancia, el art. 40 de la Ley Agraria precisa que podrá ser acordada por voto
secreto en cualquier momento por la asamblea que al efecto se reúna que sea
convocada por la Procuraduría Agraria a partir de la solicitud de por lo menos 25%
de los ejidatarios del núcleo.

9.12 INCAPACIDAD PARA ADQUISICIÓN DE TIERRAS Y DERECHOS

El art. 34 de la Ley Agraria establece que los miembros del comisariado ejidal en
funciones estarán incapacitados por adquirir tierras u otros derechos ejidales
excepto por herencia.

Este articulo resulta oscuro respecto a la asignación de derechos y tierras dentro


del procedimiento de delimitación de las tierras ejidales, ya sea que se lleve a
través del Programa de certificación de derecho ejidales y titulación de solares o
bien en forma independiente, puesto que al delimitarse y asignarse derechos
sobre tierras de uso común o bien en la asignación de parcelas, surge la siguiente
pregunta: ¿los integrantes del comisariado ejidal se quedarán sin la
correspondiente adjudicación?

Al respecto, consideramos que los derechos correspondientes deberán ser


adjudicados en proporción igual que a cualquier otro ejidatario, y si existe,
conforme a la fracc. III del art. 56 de la Ley Agraria, algún derecho a una superficie
superior a razón de las aportaciones materiales, de trabajo y financieras, deberá
justificarse plena y debidamente este hecho, ya que existen casos como el de la
ignorancia de sus miembros, la presidenta del comisariado se las arregló para que
la asamblea aprobara una distribución inequitativa de parcelas con superficies de
más de tres mil hectáreas a favor de una minoría, entre las que se encontraba ella
misma, mientras que la media superficie del resto de los integrantes fue de 30
hectáreas, con excepción de 50 ejidatarios a quienes no se les entregó superficie
cuando en forma gratuita el Estado otorga este servicio a través del PROCEDE”.

CAPITULO X

SISTEMAS AGRARIOS EN ALGUNAS REGIONES DEL MUNDO LA LEY Y LA


HISTORIA EN EL AGRARISMO MEXICANO. SIMILITUDES CON LAS DE
OTRAS LATITUDES LEJANAS A LAS NUESTRAS

“Considero en verdad que para diseñar nuestro futuro, —de especial manera en
el campo mexicano, hijo de tantos debates, de tantas carencias, de tanta hambre y
de tanta sangre—, debemos conocer e interpretar a fondo nuestro pasado, bajo
pena de repetir por ignorancia o superficialidad, los errores cometidos por nuestros
abuelos. No basta repetir con superficial frialdad y falta de convencimiento que "la
Historia es la maestra de la vida" sin creerlo siquiera. Si lo es, hay que aprender
lecciones de ella y ponerlas en práctica; si no lo fuera: ¿a qué repetir tonterías
inexistentes?

Igualmente estoy cierto de que para entender el entramado de la convivencia


social, son indispensables el conocimiento sólido de la Historia y el del Derecho;
ambos, se necesitan e implican mutuamente; que la Historia, sin el Derecho, es
anarquía; y que el Derecho, sin la Historia, es utopía.

No creo en los dogmatismos filosóficos ni económicos. Ninguno es perenne y


ambos han probado su volatilidad. Creo, sí, en la fuerte incidencia de la Historia
que nos impone los hechos de los que nuestro "hoy" y nuestro "mañana" se ven,
ciertamente, influidos a tal grado, que con frecuencia podemos encontrar en ella la
razón última de situaciones que sin conocerla, nos resultaría imposible entender.
Si no actuamos conscientemente en estos términos, habremos de trabajar sin
fundamento, sin bases sólidas, con una ligereza ajena del todo a la reciedumbre
intelectual y a las necesidades del país.

¿Cuáles han sido pues las razones históricas y jurídicas de la existencia actual en
México de millones de campesinos depauperados, millones también en la miseria,
como he dicho y conociéndolos, faltos de fe y huérfanos de esperanza?

¿Cuál es la razón final de que las parcelas ejidales y las tierras comunales, la
llamada "propiedad social", hayan fracasado como figuras económicas
productivas, como rescate de la secular miseria campesina, como real elemento
factor de una vida económicamente sana, atendiendo a la dignidad de la persona
humana, como sustento de una clase media agrícola y agropecuaria holgada,
como unidades económicas eficientes, concurrentes con sus productos al
mercado nacional, exporta doras incluso?

Por la calidad de su autoría, por su experiencia, por su actualidad vale la pena


tomar en cuenta la siguiente opinión crítica:

Si queremos ser sinceros con nosotros mismos, tenemos la obligación confesar,


los hijos de la revolución, que el agrarismo, tal como lo han entendido y practicado
hasta ahora, es un fracaso.

Común denominador de la miseria de millones de campesinos mexicanos: Los


campesinos pobres de México, nunca han sido propietarios, ni de sus tierras ni de
sus destinos.

La propiedad privada, ha demostrado hoy a nivel universal, [díganlo las actuales


economías de la Europa del Este, las de Asia, la economía china en lo particular y
que los señores economistas den rumbo, contenido y cifras a mi dicho], en el
tiempo y en el espacio, que es el sistema más propicio para la creación y la
distribución de la riqueza, sin que el Estado se abstenga nunca de su esencial
responsabilidad de promover la auténtica justicia social, conmutativa, distributiva y
legal; y aún más lejos, la equidad, como aplicación de la justicia al caso concreto,
según decía Aristóteles.

La propiedad colectiva de las tierras, vía ejidos o comunidades, ha mostrado


históricamente en nuestra patria su rotundo fracaso económico, social y cultural. Y
lo mismo ha sucedido en México que en la antigua Europa socialista del Este, en
Vietnam, en Corea del Norte, en China. Es una regla general, probada a nivel
universal.

Aquí, he reproducido, en cuanto nos son aplicables, las reflexiones de un hombre


político del otro lado del mundo, de la talla de Shimon Pérez. Me impactaron
desde hace años, su visión de la pobreza y la agudeza de sus juicios, tan
aplicables a nuestras realidades. Lo dicho por Plutarco Elías Calles, es a mí
entender irrefutable. Nuestra historia y la realidad, le han dado la razón, aunque no
deja de haber quienes negando la luz del sol, nieguen esos fracasos. "Estultorum
est infinitos nu meros", decían los viejos, sabios romanos. El número de los
tontos | infinito.

10.1.1ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Evolución


“Al igual que para otros descubridores de la época, el principal argumento jurídico
de los inmigrantes ingleses para la ocupación de las tierras en América fue a la
llegada del marino italiano Cabot a la Isla de Labrador en 1497, sólo cinco años
después que Colón.

También consideraron legal practicar la guerra justa, resistiendo la violencia con


más violencia; el mismo principio se aplicó para el sojuzgamiento de los indios y la
apropiación de sus tierras si renegaban de la fe cristiana una vez convertidos. Los
colonos sostenían que los indios habían recibido de Dios sólo el derecho natural
de posesión, no el derecho civil, que implicaba el mejoramiento del suelo, la cría
de ganado y la multiplicación de los frutos y cosechas, derechos que los puritanos
sí habían recibido de Jehová.

En 1603 se fundó la colonia de Virginia y en 1620 la de Massachusetts, cuya


prosperidad permitió la fundación de Connecticut en 1639, Maine y New
Hampshire en 1650 y Carolina en 1663, así como de otras hasta llegar en 1732 a
la de Georgia. De esta manera se conformaron las colonias iniciales como
asentamientos a lo largo de las costas orientales.

En el norte, integrado por las primeras colonias, la agricultura era poco productiva,
por lo cual se desarrolló la pesca y el comercio marítimo en general, en el centro
(Nueva York), New Jersey y Pensilvania) la tierra era de mejor calidad, lo que
permitió la constitución de productivas haciendas; en el sur, desde Virginia hasta
Georgia, se formaron las más grandes plantaciones trabajadas por esclavos
negros; en esa región casi todos vivían de la agricultura a manera de pequeños
estados comerciales. La cultura social estaba conformada por los grandes
terratenientes, la gran masa de los “blancos pobres”, pequeños propietarios o
empleados y jornaleros y, finalmente, los negros. Segregado se encontraba un
grupo de hombres, casi una especie, llamados squatters, quienes sin ocuparse de
las reglamentaciones concernientes a la propiedad se establecieron donde
quisieron, específicamente a partir de la zona limítrofe que se extendía a lo largo
de la frontera occidental de las colonias, avanzando hacia la gigantesca llanura
que se abría al oeste.

Independencia.

Con la declaración de independencia de 1776las colonias se separaron de la


metrópoli y se constituyeron en república autónoma, conforme se desprende de su
Constitución de 1787. Sin embargo, ya desde 1780 las 13 colonias, como estados
independientes, poseían constituciones propias en las cuales se reflejaba el
sentimiento individualista propio de la colonización inicial y que pronto se
incrementó exponencialmente con base en el ideal de Jefferson de constituir un
país poblado por propietarios de pequeñas haciendas agrícolas.

Como consecuencia directa de la independencia, innumerables grandes


posesiones, sobre todo las pertenecientes a la corona inglesa, fueron subdivididas
y repartidas en pequeñas haciendas agrícolas, con lo que hasta entonces
arrendatarios se convirtieron en propietarios.

Leyes de Homestead.

Este grupo de disposiciones instituyó una ficción jurídica concebida para proteger
la posesión y disfrute del propietario de la tierra ante reclamos de sus acreedores.
El predio que debe ser la residencia permanente del jefe de una familia incluye la
tierra y las edificaciones que rodean la casa habitación.

Entre otros aspectos, esta ley prohibió la ejecución y venta forzada de la tierra,
protección que dura en tanto ésta sea domicilio y único patrimonio del titular. Así,
implica el derecho personal al aprovechamiento pacífico, ininterrumpido, de la
propiedad domiciliaria, libre de afectaciones o acreedores.

Estructura fundamental de la tenencia de la tierra.

La mayor parte del derecho angloamericano no está codificada ni en forma de


leyes escritas. Una de las características fundamentales de este sistema jurídico
es la que se conoce como case law, o sea derecho del caso, cimentado en la
adhesión a los precedentes.

La organización agraria se asienta sobre la pequeña y mediana propiedad. La


incidencia porcentual de los grandes latifundios es de escasa significación. La
extensión de las explotaciones agrícolas debe ser suficiente para satisfacer las
necesidades materiales y culturales del hogar campesino. Además, se garantiza la
comercialización de sus productos, a fin de beneficiar a la colectividad y se
estimula su progreso poniendo a su alcance los adelantos de la técnica moderna.

10.1.2 FRANCIA

Este país ha logrado la más amplia distribución de la propiedad territorial. La


agricultura se encuentra agobiada por la preeminencia de la industria, que abate
los precios de la producción agrícola hasta límites intolerables. Por ello, el
gobierno otorga fuertes subsidios a los pequeños agricultores.

10.1.3 CHINA
La información con que se cuenta es realmente escasa. Ni siquiera la
representación diplomática de esta nación posee material documental actualizado
de la situación agraria. Sin embargo, es por todo conocido que el sistema chino
está estructurado con base en el colectivismo comunista. Así, la ley del 28 de junio
de 1950, sancionada por el Gobierno Central de la República Popular China,
establece la colectivización de la tierra y de los instrumentos de producción
agrícola, necesaria para impulsar la industrialización.

Se confisco a los terratenientes sus tierras (excepto las correspondientes a los


templos y a las empresas), bestias de tiro, material agrícola y excedentes de
grano. La citada ley estableció la pequeña propiedad, inafectable por la
confiscación, cuando su titular la trabaja por si o con ayuda de mano de obra
asalariada. El terrateniente afectado conservo una extensión de tierra igual a la
otorgada a cada campesino, destinada a su sostenimiento, cuyo trabajo lo
“reformaría”. Tanto la tierra como los medios de producción confiscados
fueron puestos a disposición de las federaciones de agricultores de las
comunidades rurales, para que estas procedieran a la entrega de las unidades de
tierra según determinadas prioridades. Se reconoce la propiedad individual, ya que
su colectivización no es obligatoria, sino únicamente fomentada para fines
productivos.

La ley establece que el gobierno entregara a los campesinos los títulos de


posesión de la tierra repartida, lo cual les permitirá ejercer el derecho de libre
explotación, de compra y de venta. Con la finalidad de fiscalizar este proceso se
instituyeron autoridades agrarias y se creó un Tribunal Popular para juzgar y
sancionar toda controversia surgida con motivo de la aplicación de la ley.

10.1.4 ARGENTINA

Argentina sufre una gran dispersión legislativa, ya que no existe una codificación
especial unificada de las normas jurídicas agrarias. Por una parte encontramos
normas generales y comunes, y por la otra, normas especiales para ciertas clases
de dominio agrario, sobre todo en materia de colonización. Aquellas han logrado
derogar una significativa cantidad de normas civiles, lo cual no significa que pueda
prescindirse del Código Civil para poner en práctica, desarrollar y solucionar las
relaciones jurídicas que regulan la propiedad rural.

Según algunos tratadistas argentinos, el problema reside en que la Constitución,


caracterizada por su liberalismo y su desconocimiento de los valores agrarios, solo
contiene algunas normas específicas sobre la materia. La inexistencia del derecho
agrario como una rama autónoma obliga a acudir a esta normatividad dispersa ya,
respetar el orden jerárquico conformado por la constitución Nacional, el Código
Civil, las leyes agrarias nacionales y las constituciones y leyes provinciales.
Sustancialmente, el esquema del dominio agrario vigente se estructura sobre las
tres normas señaladas en primer lugar, que por razones de brevedad serán las
que rápidamente abordaremos.
NORMAS CONSTITUCIONALES

El artículo 17 señala que la propiedad es inviolable, por lo que nadie puede ser
privado de ella sino mediante sentencia fundada en la ley. La expropiación solo se
podrá aplicar por causa de utilidad pública fundada y previa indemnización. Está
prohibida la confiscación de bienes y los cuerpos armados no pueden hacer
requisiciones. El artículo 14 indica que los habitantes gozan del derecho de usar y
disponer de su propiedad. Por su parte, el 20 concede a los extranjeros los
mismos derechos que a los ciudadanos, incluyendo la posesión, compra y
enajenación de bienes raíces. El numeral 11 prohíbe aplicar impuestos por el
tránsito de ganado de una provincia a otra.

Ley 20.518

Mediante esta ley Suspensión de Desalojos en Arrendamientos Rurales del 31 de


julio de 1973, se pretende evitar que se abandonen los predios o se afecte su
producción, para lo cual se establecen líneas de crédito del Banco de la Nación
para adquirir el inmueble, previo trámite ante el Consejo Agrario Nacional.

10.1.5 CUBA

Los principios de la propiedad territorial cubana están contenidos en la ley de


Reforma Agraria expedida el 17 de mayo de 1959, la cual admite la pequeña
propiedad de hasta 30 caballerías, ya que se considera que esta extensión es
suficiente para el mantenimiento de la burguesía agraria. La ley respeta las fincas
rústicas de mayor extensión si son ganaderas o están sembradas con caña de
azúcar. Arroz o cultivos de altos rendimientos.

También dispone que solo los cubanos podrán ser propietarios de la tierra y otorga
parcelas de dos caballerías de tierras fértiles, como mínimo, para las familias de
cinco miembros. Este proceso está cargo del Instituto Nacional de la Reforma
Agraria; la entrega es gratuita y se indemniza a los afectados.

Por otro lado, ante la difícil situación en la economía cubana, consecuencia del
cese de los apoyos económicos y los embargos, en 1993 se constituyeron las
Unidades Básicas de Producción Cooperativa en tierras estatales administradas
por antiguos obreros asalariados.

10.1.6 PERÚ

Disposiciones constitucionales
La Constitución política de Perú, promulgada el 12 de julio de 1979, contiene
importantes principios en materia agraria. El título I trata de los derechos y
deberes fundamentales de la persona; el título III se refiere al régimen económico,
cuyo capítulo 3º se dedica a la propiedad, a la cual asigna una esencia social
liberal, en tanto que el capítulo 7º, denominado Del régimen agrario, contiene los
lineamientos estructurales de la reforma agraria; el capítulo 8º otorga un
tratamiento especial a las comunidades campesinas y nativas a la par que crea un
seguro agrario para protección contra calamidades y desastres.

Estructura agraria
El decreto ley número 17.716, promulgado el 24 de junio de 1969, regula la
reforma agraria en las regiones de la costa, sierra y ceja de la selva del Perú,
definiéndola como un proceso integral e instrumento de transformación de la
estructura agraria para sustituir el régimen de latifundio y minifundio por un
sistema más justo de propiedad, tenencia y explotación de la tierra, que garantice
la justicia social en el campo y el aumento de la producción y productividad del
sector agropecuario.

La región de la selva queda por entero sujeta a la aplicación del decreto ley
número 20.653, relativo a Comunidades Nativas y de Promoción Agropecuaria de
Regiones de Selva y Ceja de Selva.

Esta ley establece límites a la extensión de la propiedad, bajo pena de afectación.


En la costa, la inafectabilidad agrícola se fijó en 150 hectáreas, en tanto la
ganadera asciende 1.500 hectáreas, límites que sin embargo pueden ser
incrementados bajo ciertas condiciones. En las zonas de la sierra y ceja de selva,
los límites varían de acuerdo con cada provincia, a las cuales corresponde la
facultad de establecerlos según sus propias circunstancias entre 15 y 55
hectáreas.

La reforma agraria peruana se basó en el principio de que la tierra es de quien la


trabaja. En consecuencia, prohibió toda forma de tenencia indirecta, incluyendo la
posibilidad de arrendamiento, así como toda forma de cesión de predios a título
oneroso o gratuito.

La ley prevé una propiedad inafectable, sujeta a los límites de extensión


mencionados y a su explotación directa y eficiente. Cabe mencionar que la
afectación se realiza por la vía de la expropiación y mediante indemnización, para
cuyo cumplimiento se creó la Deuda Agraria, ya que se expiden bonos para dicho
fin.

10.1.7 ISRAEL

Características de la agricultura

Recursos básicos limitados.


Sólo la cuarta parte del territorio es cultivable, los recursos hidrológicos son
limitados y el régimen de lluvias desfavorable, el clima es semiárido y ardió, los
suelos están erosionados por el abandono y la tala anterior. Israel goza de
precipitaciones pluviales solo durante los tres o cuatro meses de invierno, y 80%
del territorio cuenta con 20% de los recursos hidrológicos, en tanto que 80%
restante se halla en el extremo norte del país, en un área que no supera 20% de
su territorio.

Suelo y agua propiedad de la nación

Más de 95% de la tierra es propiedad de la nación, así como todos los recursos
del subsuelo y los recursos hidrológicos. Al agricultor se le asigna una
determinada cuota anual de agua que debe aprovechar para obtener el mayor
beneficio posible.

Cooperativismo

Su organización es predominantemente cooperativa (kibutz, moshav, etc.), como


se verá más adelante.

Planificación

Esencialmente planificada desde el plano nacional hasta el individual respecto de


cada unidad de explotación.

Participación

Participación integral del gobierno y organizaciones. Tecnificación


La explotación agrícola y ganadera es esencialmente intensiva, lo cual incrementa
los índices de productividad.

Limitaciones del mercado

El mercado interno ha quedado cubierto, por lo cual la capacidad de expansión del


sector depende del mercado externo.

Instituciones rectoras de la agricultura

Se ocupa de la producción, precios, crédito de avío, presupuestos de fomento


para aldeas ya consolidadas, importación de productos agropecuarios, servicios
veterinarios y fitosanitarios, investigación, conservación de suelos, desarrollo de
recursos hidrológicos, etc.

Fondo agrario nacional


Creado a comienzos del siglo con el propósito de adquirir tierras en la Palestina de
ese entonces y habilitarlas para la agricultura y la silvicultura, ha coordinado sus
tareas con el Ministerio de Agricultura y actualmente se dedica a la adquisición y
habilitación de tierras, su registro y arrendamiento, así como la silvicultura.

Régimen de tenencia de la tierra


Israel es uno de los pocos países del mundo cuyo proceso de reforma agraria
concluyó, ya que el mismo inició antes del mandato británico sobre Palestina y
culminó con su constitución en Estado independiente en 1948. Bajo este
esquema, más de 95% de su territorio es de propiedad nacional; el uso de suelo
está totalmente planificado. La ley bíblica del “jubileo” regula la tenencia de la
tierra (ésta retorna a su propietario al cabo de 49 años). De esta forma, el Estado
renta al agricultor por 49 años, de acuerdo con un planteamiento socioeconómico
de nivel profesional, científico y social. El agricultor no es propietario del suelo; no
puede por lo tanto, especular con él o subdividirlo entre sus herederos (lo que
lleva al antieconómico minifundio), o acumular grandes extensiones de suelo (lo
que lleva al ineficiente e injusto latifundio).

Básicamente el origen de la propiedad de la tierra emana de tres afluentes:

El primero conformado por la compra formal por conducto del Fondo Agrario
Nacional; principalmente, y en menor medida, a título particular; el segundo,
constituido por una expropiación anterior a la creación del Estado (independiente
de la expropiación por razones de seguridad pública o motivos socioeconómicos);
y el tercero, a partir de las tierras abandonadas por los aldeanos árabes como
consecuencia de la guerra. En este último caso, la ley impone la obligación de
indemnizar plenamente al dueño de la propiedad abandonada.

Como índice de la situación que se encuentra la tenencia de la tierra en Israel, a


continuación se incluye un cuadro informativo:

Propiedad y explotación colectiva 95% Kibutz,

Moshav ovdim, Moshav shitufi


Propiedad y explotación particular 5% Moshavá

Aldea árabe

Kibutz
Esta institución es una sociedad de carácter voluntario, asentada sobre una forma
de vida colectiva basada en la propiedad, producción, trabajo, consumo y
educación de los hijos, comunes.

En ella se aplica el principio de “cada uno según sus posibilidades, a cada uno
según sus necesidades”. Las tierras son propiedad nacional, la vivienda es
propiedad del kibutz, el comedor es colectivo, cuentan con servicios médicos
asistenciales (kupat jolim); la educación es colectiva, por lo cual los niños pasan
gran parte del día en una casa especial común; la cultura, producción y sus
medios, consumo, trabajo, organización para el trabajo, son colectivos; la herencia
pertenece al kibutz, no hay remuneración y solo se proporciona dinero para
pequeños gastos; se conceden 10 días anuales de vacaciones a cuenta del kibutz;
la afiliación y retiro de éste son voluntarios; la Ley de Cooperativas los reconoce
como sociedad cooperativa; además, quienes lo integran, no realizan aportaciones
a la sociedad.

Moshav ovdim

Constituye una forma de colonización agrícola intermedia basada en dos principios


fundamentales: el individual y el colectivo.

La educación, así como la producción, son privadas, pero los medios de


producción son tanto particulares como colectivos; el trabajo y su organización son
particulares; el consumo se realiza mediante cooperativas.

La estructura administrativa del moshav se compone de una asamblea general, un


consejo de administración, el secretario interno y el externo, y diversas
comisiones.

Moshav shitufí

Éste es un tipo de colonización agraria en el que todos los miembros, propietarios


colectivos de los bienes de la colonia, participan en la administración, en el
trabajo, en la ayuda mutua y asumen una responsabilidad común, en tanto que la
familia conserva su existencia unitaria en el marco de un hogar individual donde
desarrolla su vida privada.

Moshavá

Aldea de tipo privado, no difiere mucho de las poblaciones rurales existentes en


otras partes del mundo desde el punto de vista de su estructura social, económica
y organizativa. Es la forma de colonización más antigua en la historia de la
colonización judía en Israel. Estableció sobre tierras privadas, se basan en el
principio de la granja individual; no se ajustan al principio del trabajo personal,
pero no prohíben el empleo de asalariados en general y judíos en particular.
Además, no exigen a los agricultores organizarse en asociaciones cooperativas
para la compra y venta de sus productos.
Aldea árabe

Suministra cerca de 12% de la producción agrícola de Israel y se basa por entero


en los principios de la explotación privada.”1

CAPITULO XI

LEGISLACIÓN DE LA REFORMA AGRARIA, DERIVADA DEL ARTÍCULO 27


CONSTITUCIONAL

11.1 LEY DE EJIDOS DEL 30 DE DICIEMBRE DE 1920

a) “Antecedentes. Como el sistema de expedir Circulares por la Comisión


nacional Agraria, resultó un tanto caótico porque las Circulares eran casuistas, con
frecuencia contradictorias y no respondían a un sistema interno, se utilizó la
experiencia obtenida a través de ellas para expedir un ordenamiento legal que
respondiera a un plan sistemático jurídico; así nació la primera Ley Agraria, la Ley
de Ejidos del 30 de diciembre de 1920, bajo el régimen presidencia del general
Álvaro Obregón, que recapituló la experiencia adquirida a través de las Circulares,
pero que adicionó otros lineamientos más sobre conceptos fundamentales.
Por otra parte los campesinos que habían luchado por la Revolución de
1910 por conquistar y consagrar un artículo 27 constitucional, exigieron el
cumplimiento de éste como realidad que los convenciera de que su lucha ya
había terminado porque habían triunfado; pero la generosidad del artículo 27
constitucional y sus grandes lineamientos aún debía de ponerse en juego con la
dinámica social y crearse su legislación secundaria que, respetando sus grandes
principios, llegara hasta los detalles de la Reforma Agraria, en consonancia con
las necesidades nacionales del momento para que sus acciones, procedimientos e
instituciones resultaran eficaces

Hasta ese año Venustiano Carranza logró repartir 132,639/87-02 hectáreas entre
59,848 beneficiados y Adolfo de la Huerta 33,695/87-24 entre 17,355 beneficiados.

b) Contenido. Esta ley constó apenas de 42 artículos y 9 transitorios.


Respecto de la capacidad jurídica estableció que tienen derecho a obtener tierras
por dotación o restitución, en toda la República…I. Los pueblos; II. Las rancherías;
III. Las congregaciones; IV. Las comunidades y V. Los demás núcleos de
población de que se trata esta ley (artículo 1). En otras palabras la capacidad
jurídica se determinó por la categoría política de un núcleo de población (artículo
3).
c) Respecto de la capacidad individual el artículo 3º mencionó a los “vecinos,
jefes de familia”, concepto aplicado por igual a varones y mujeres, pues la Circular
número 48 de la Comisión Nacional Agraria, en su regla número 12 dijo que las
mujeres solteras o viudas que tengan a su cargo familia que atender, serían
consideradas también como “jefes o cabezas de familia”.
El artículo 13 estableció que “la tierra dotada a los pueblos se denominará ejido”,
explicándose así legalmente el cambio de significación de la palabra ejido en la
etapa contemporánea. Más adelante el citado precepto explicó la extensión de los
ejidos diciendo que el “mínimo de tierras de una dotación sería tal, que pudiera
producir a cada jefe de familia una utilidad diaria equivalente al duplo del jornal
medio de la localidad”, para hacer esta determinación a toda solicitud deberían
acompañarse datos varios, sobre salarios, precios de artículos de consumo, de
objetos necesarios para la vida, etc. (artículos 7 y 34, fracc. II, inciso d).
Respecto de la dotación (artículo 34), la solicitud también se presentaba ante el
Gobernador (fracc. I), quien la transcribía a la Comisión Local Agraria; ésta
levantaba informaciones de oficios sobre los datos necesarios, y en cuatro
meses debía formular dictamen sobre las conveniencias o necesidades de la
dotación (fracs. II, III y IV), notificándoselo a los presuntos afectados; el
expediente se turnaba a la Comisión Nacional Agraria la que en un mes debía
formular su dictamen y el Ejecutivo fallaría en definitiva. (Fracs. V, VI, VII y VIII del
artículo 34).

d) Efectos. La Ley de Ejidos duró vigente sólo once meses, pues fue derogada
por el Decreto del 22 de noviembre de 1921, y lógicamente en tan poco tiempo,
sus efectos fueron bien pocos; ésta simple observación indica que resultó muy
defectuosa en relación con la imperiosa necesidad de aquellos años de llevar a
cabo el reparto agrario; el trámite era dilatado, los términos se prolongaron más
allá de lo estableció, pues tan solo para determinar la extensión de la parcela, los
estudios previos sobre salarios, precios de los artículos de consumo, etc., eran
realmente engorrosos y dilatados, de tal manera, que los expedientes tardaban en
llegar a la resolución final y sólo hasta entonces, en caso favorable, había
posesión definitiva de tierras para los pobladores necesitados, los que
urgentemente requerían las tierras; en consecuencia , la Ley de Ejidos, no
respondió a la realidad para la cual se expidió y pronto hubo de derogarse. Por
otra parte, se comprendió que la ley solo se preocupara de los ejidos, pues era la
inmensa mayoría del pueblo, desposeído de tierras quienes exigían su reparto, por
eso no encontramos en dicha ley ninguna preocupación por la pequeña propiedad.

11.2 DECRETO DEL 22 DE NOVIEMBRE DE 1921

a) Antecedentes. El Decreto del 6 de enero de 1915 fue reformado en sus


artículos 7, 8 y 9 por el Decreto preconstitucional del 19 de septiembre de
1916, que a su vez fue derogado por la Constitución de 1917; en consecuencia fue
necesario aclarar que los artículos precitados del Decreto del 6 de enero de 1915
recobraron su validez con que aparecieron en su texto original, el que, fue
incorporado a la propia Constitución; y así lo hizo el Decreto del 22 de noviembre
de 1921, en su artículo segundo, Decreto expedido por Álvaro Obregón y que vino
a derogar en su artículo 1º la Ley de Ejidos del 28 de diciembre de 1920.
b) Bases que dio. I. El artículo tercero estableció una nueva corriente en la
forma de integrar las leyes agrarias, propiciando la creación de las normas de tipo
material expedidas por el Poder Ejecutivo de la Nación para que dicte todas las
disposiciones convenientes a reorganizar y reglamentar el funcionamiento de la
autoridades que para su aplicación creó el Decreto preconstitucional del 6 de
enero de 1915. Hoy observamos una gran cantidad de normas de tipo material en
la Legislación Agraria, y estas facultades y tendencias se iniciaron con el Decreto
que nos ocupa. La facultad se extendió, continuaba diciendo el artículo tercero, “a
todas las demás disposiciones agrarias que se hayan expedido o se expidan en lo
sucesivo, de acuerdo con el programa político de la Revolución sobre las bases
siguientes” (éste artículo explicó, además, la estrecha vinculación entre Derecho
Agrario. La Legislación Agraria, la Reforma Agraria, la Política Agraria y la
Revolución de 1910).

c) Efectos. Este Decreto de 1921 inició la técnica legislativa material, de acuerdo


con la cual, el Poder Legislativo autorizó al Poder Ejecutivo para que reglamente
las leyes que expide.

Bajo la vigencia del Decreto que creó las bases de la legislación Agraria, los
procedimientos se activaron, acelerándose en consecuencia la restitución y
dotación de tierras a los pueblos necesitados de ellas y se estableció que este
hecho era una necesidad inaplazable para nuestra estabilidad interna. El 29 de
mayo de 1922 se expidió un Decreto que aclaró la fecha correcta de expedición
del Derecho de las Bases Agrarias, señalando el 22 de noviembre de 1922 como
la fecha correcta. El artículo 1º transitorio de la Ley de Dotaciones y Restituciones
de Tierras y Aguas de 1927 derogará este Decreto exceptuando su artículo 4º.

11.3 REGLAMENTO AGRARIO DEL 10 DE ABRIL DE 1922

a) Antecedentes. Este reglamento se expidió por Álvaro Obregón,


utilizando las facultades señaladas por el artículo 3º del decreto de las Bases
Agrarias del 22 de noviembre de 1921. En relación con la Ley de Ejidos de 1920,
se utilizó su experiencia, pero asimismo, trató de superarse, introduciendo
novedades.
b) Contenido. Este reglamento constó de veintiocho artículos y dos
transitorios. Aun cuando se había visto que el sistema de determinar capacidad
jurídica de los poblados por la categoría política de los mismos, implicaba
problemas, pues muchos de ellos no tenían le denominación señalada por la ley y
si la necesidad de obtener tierras para labrarlas, el Reglamento continuó con éste
sistema intentando remediar el defecto tan solo con adicionas a las cuatro
categorías más, los condueñazgos, “ los núcleos de población existentes en
las haciendas que hayan sido abandonadas por sus propietarios y que tuvieren
necesidad de cultivar terrenos de las inmediaciones, a fin de poder subsistir; y las
ciudades y villas cuya población ha disminuido considerablemente o hayan
perdido la mayor parte de sus fuentes de riqueza, así como carácter de centros
industriales, comerciales o mineros”, (artículo 1º). En cuanto a la capacidad
individual, el artículo 9º señaló al jefe de familia o individuo mayor de 18 años,
iniciando el abandono del concepto familista que inspiró la legislación Agraria
desde la época colonial.
c) Efectos. La ley estaba redactada sin técnica en cuanto a la ordenación de los
preceptos. Su contenido siguió ocupándose sólo del reparto de tierras para
constituir ejidos, pero no de los otros aspectos del ejido, ni de la pequeña
propiedad; el problema agrario seguía pues sin ser atendido en muchas de sus
fases. Por otra parte, la estructuración defectuosa del procedimiento permitía
que la mayoría de los presuntos afectados se amparan utilizando el recurso a que
se refería el artículo
10 de la Ley del 6 de enero de 1915, y muchas veces, cuando el amparo procedía
por deficiencia del procedimiento, el recurso de amparo venía a nulificar la
Legislación Agraria, retrasando el reparto de la tierra.
Otro de los efectos notorios de este Reglamento Agrario fue permitirles a los
Comités Particulares Administrativos atender a la administración y mejoramiento
de los ejidos; véase la Circular número 51 del 11 de octubre de 1922 que,
además, establecía que se debía procurar la organización cooperativa para la
explotación ejidal y organizar en cooperativas a todos los pueblos, congregaciones
o rancherías.

El reglamento duró vigente cinco años. Hasta que lo derogó la Ley Bassols. De
aquí para adelante surge también:
La primera Ley Reglamentaria sobre Repartición de Tierras Ejidales y
Constitución del Patrimonio Parcelario Ejidal del 19 de diciembre de 1925. La Ley
de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas del 28 de abril de 1927. La Ley
del Patrimonio Ejidal del 25 de agosto de 1927.
Ley de Dotaciones del 21 de marzo de 1929.

Decreto del 23 de Diciembre de 1931 que prohibió el amparo en Materia Agraria a


los Propietarios Afectados.

Decreto del 10 de Enero de 1934 que Reformó el Artículo 27 Constitucional

Primer Código Agrario de los Estados Unidos Mexicanos del 22 de marzo de 1934.
Código Agrario del 23 de septiembre de 1940.
Decreto que reformó el artículo 27 constitucional del 30 de diciembre de 1946. El
juicio de amparo en materia agraria.

Código Agrario del 30 de diciembre de 1942.

Ley Federal de Reforma Agraria del 16 de marzo de 1971. Ley Agraria de 1992”.1

CAPITULO XII LAS COMUNIDADES INTRODUCCIÓN


Este es un pequeño tema que no se puede dejar de atender, por la importancia
dentro del patrimonio de la agricultura en México, la comunidad está protegida por
leyes agrarias, así como su forma de explotarlas, y debe de tener una serie de
cumplimientos a los requisitos para que exista.

Hay diferentes procedimientos necesarios para la constitución y más que nada


reconocimiento legal como por ejemplo exista una acción agraria de restitución
para una comunidad despojada de su propiedad.

Cuentan con un órgano de representación y gestión legal que es el comisariado de


bienes comunales el cual se rige en los términos que establezca un estatuto
comunal o por costumbre.

“La propiedad comunal es el patrimonio constituido por un inmueble y sus


derechos sobre el mismo, mediante los procedimientos establecidos en la ley
Agraria, aprovechando por el conjunto de los habitantes de un pueblo, que lo
tienen como parte indivisa entre sí.

La tenencia de los terrenos propiedad de las comunidades, su protección, así


como sus formas de explotación están contenidas en el capítulo V, en los artículos
98 al 107 de la Ley Agraria en vigor.

12.1 RECONOCIMIENTO LEGAL Y SUS EFECTOS

El reconocimiento de una comunidad puede derivarse de cualquiera de los


procedimientos siguientes:
1. Una acción agraria de restitución para las comunidades despojadas de su
propiedad;
2. Un acto de jurisdicción voluntaria promovido por quienes guardan el estado
comunal cuando no existe litigio en materia de posesión y propiedad comunal.
3. La resolución de un juicio promovido por quienes conserven el estado comunal
cuando exista litigio u oposición de parte interesada respecto a la solicitud del
núcleo, o
4. El procedimiento de conversión de ejido a comunidad (art.98 de la LA).

12.2 EXCLUSIÓN DE PEQUEÑAS PROPIEDADES

En los casos señalados por el artículo 193 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
de ser la hipótesis del que reconocimiento se hubiera iniciado durante su vigencia,
las pequeñas propiedades enclavadas en las comunidades deberían ser
respetadas y excluidas del reconocimiento cuando: se trate de tierras y aguas
tituladas en los repartimientos hechos conforme a la ley del 25 de junio de 1856, o
se poseen hasta 50 hectáreas de tierras, siempre que hayan estado poseídas en
nombre propio, a título de dominio, por más de 10 años anteriores a la fecha de la
notificación inicial del procedimiento que se haga al propietario o poseedor, en los
términos de la ley vigente en la fecha de la solicitud.

Respecto de la exclusión por razón de la sustitución de autoridades, corresponde


conocer en primera instancia a los tribunales agrarios.

12.3 PROTECCIÓN JURÍDICA

Las tierras comunales se caracterizan por ser inalienables, imprescriptibles e


inembargables, excepto que la comunidad determine la asociación con terceros,
para de este modo ceder el uso y disfrute de sus bienes de manera temporal y
transmitir el dominio de áreas de uso común a sociedades civiles o mercantiles en
los casos de manifiesta utilidad, así como encargar la administración a terceras
personas sobre dichas tierras.

12.4 ÓRGANOS DE REPRESENTACIÓN

Su órgano de representación y gestión es el comisariado de bienes comunales,


que se rige en los términos que establezcan el estatuto comunal y la costumbre.
12.5 DIVISIÓN DE TIERRAS

El art. 100 del mismo ordenamiento faculta a la comunidad para que esta
determine el uso de sus tierras, su división en distintas porciones según diversas
finalidades y la organización para el aprovechamiento de sus, bienes. La misma
comunidad podrá construir sociedades civiles o mercantiles, asociarse con
terceros encargar la administración o ceder temporalmente el uso y disfrute de sus
bienes para su mejor aprovechamiento de sus bienes. La misma comunidad podrá
constituir sociedades civiles o mercantiles, asociarse con terceros, encargar la
administración o ceder temporalmente el uso y disfrute de sus bienes para su
mejor aprovechamiento.

Por otra parte, conforme al art. 101 del ordenamiento que nos ocupa, la
comunidad implica el estado individual de comunero y, en su caso permite a su
titular el uso y disfrute de su parcela y la cesión de sus derechos sobre la misma
den favor de sus familiares y avecinados del lugar, así como el aprovechamiento y
beneficio de los bienes del uso común en los termino que establezca el estatuto
comunal. El beneficiado por la cesión de derechos de un comunero adquirirá la
calidad del comunero.

Cuando no exista litigio, se presume como legitima la asignación de parcelas


existentes de hecho en la comunidad.

En los casos en que exista asignación de parcelas individuales, según el art. 102
de la ley agraria, se presumirán iguales los derechos correspondientes a los
comuneros, mientras no se pruebe o contario.

12.6 CONVERSIÓN DE EJIDO A COMUNIDAD

Los ejidos que decidan adoptar el régimen de comunidad podrán hacerlo mediante
la aprobación de la asamblea general de ejidatarios, cumpliendo con los requisitos
de asistencia y votación previstos en la fracc. IX del art. 23 de la ley agraria. La
asignación parcelaria de los ejidos que opten por la calidad comunal será
reconocida como legitima.

A partir de la inscripción de la resolución respectiva en el registro agrario nacional,


el ejido se tendrá por legalmente transformado en comunidad.

Por su parte, las comunidades que quieran adoptar el régimen ejidal podrán
realizarlo por medio de su asamblea, con los requisitos previstos en los arts. 24 a
28 y 31 de dicha ley, por lo que a partir de la inscripción de la resolución
respectiva en el Registro Agrario Nacional, la comunidad se tendrá por legalmente
transformada en ejido.
Cuando los inconformes con la conversión al régimen ejidal sean como mínimo 20
comuneros, estos podrán mantenerse como comunidad con las tierras que les
correspondan.

Para su administración las comunidades podrán establecer grupos o


subcomunidades con órgano de representación y gestión administrativa, así como
adoptar diversas formas organizativas sin prejuicio de las facultades de los
órganos generales de la asamblea. Esta podrá establecer el régimen de
organización interna de los grupos comunales o subcomunales.

12.7 REGLAMENTACION SOBRE LA PROTECCION DE TIERRAS INDIGENAS


Conforme al art.106 de la ley agraria, las tierras que corresponden a los grupos
indígenas deberán ser protegidas por las autoridades, en los términos de la ley
que reglamente el art.4º. Constitucional y el segundo párrafo de la fracc. VII del
art. 27 constitucional. Mediante decreto de 3 de agosto de 2001 se suprimió dicha
disposición del art. 4º, y el segundo párrafo de la fracc. VII del art. 27
constitucional. Mediante decreto del 3 de agosto de 2001 se suprimió dicha
disposición del art 4º. Constitucional y se derogo el 2º. para establecer en él lo
relativo a la protección de los pueblos indígenas.

De acuerdo al actual texto del art 2º, constitucional, los pueblos indígenas tienen
derecho para aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución
de sus conflictos internos, pero deben sujetarse a los principios generales de la
constitución, respetando las garantías individuales, los derechos humanos y, de
manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres. Se prevé el
establecimiento de los casos y procedimientos de validación por los jueces o
tribunales correspondientes.

Asimismo, se encuentran facultados para elegir de acuerdo con sus normas,


procedimientos y prácticas tradicionales, a las autoridades o representas para el
ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, garantizando la participación
de las mujeres en condiciones de equidad frente a los varones, en un marco que
respete el pacto federal y la soberanía de los estados, así como la preservación de
la integridad de sus tierras en los términos establecidos en la constitución.

Se encuentran facultados los pueblos indígenas para acceder al uso y disfrute


preferentemente de los recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan
sus comunidades, ello con respeto a las formas y modalidades de propiedad y
tenencia de la tierra establecida en la constitución y a las leyes de la materia, así
como a los derechos adquiridos por terceros o por integrantes de la comunidad,
salvo los derechos adquiridos por terceros o por integrantes de la comunidad,
salvo aquellos que corresponden a alas áreas estratégicas, en términos de la
constitución, permitiendo a las comunidades para estos efectos asociarse en
términos de ley. También se les garantiza el acceso pleno a la jurisdicción del
Estado y, para garantizar ese derecho, en todos los juicios y procedimientos en
que sean parte individual o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus
costumbres y especificidades culturales, representando los preceptos de la
constitución; asimismo, los indígenas en todo el tiempo gozaran del derecho de
ser asistidos
por intérpretes y defensores que conozcan su lengua y cultura”.1

12. 8 DISPOSICIONES COMUNES A LOS EJIDOS Y COMUNIDADES

Son aplicables a las comunidades todas las disposiciones que para los ejidos
prevé la Ley agraria en lo que no contravenga lo dispuesto en su capítulo quinto
título tercero.

Como se advierte, los terrenos comunales están protegidos de manera similar a


los terrenos ejidales de uso común; así, la ley les impone como características ser
no enajenables, imprescriptibles e inembargables, pero señala como salvedad que
pueda transmitirse el uso y aprovechamiento de áreas comunales para el
establecimiento de asociaciones o sociedades civiles y mercantiles, de
conformidad con los dispuesto por el art. 100, en relación al 75 de la ley agraria”

CAPITULO XIII

LOS SUJETOS AGRARIOS INDIVIDUALES

13.1 LOS EJIDATARIOS Y COMUNEROS

“Los sujetos ejidales, del orden individual, según la definición que proporciona el
art. 12 de la ley agraria, son todos los hombres y las mujeres titulares de derechos
ejidales.

Corresponde a los titulares o ejidatarios, de conformidad con el art. 14 de la ley


agraria, el derecho de uso y disfrute sobre sus parcelas, los derechos que el
reglamento interno de cada ejido les otorgue sobre las demás tierras ejidales y en
general los que legalmente les pertenezcan.

13.2 LA CAPACIDAD AGRARIA


En cuanto su capacidad legal, la ley no distingue en razón de sexo, religión o
estado civil, pero si en lo que se refiere a la nacionalidad y edad. Así en la fracc. I
del art. 15 se establece que para poder adquirir la calidad de ejidatario se requiere
ser mexicano y mayor de edad (además del requisito de ser avecinado del lugar).

13.3 REQUISITOS PARA ADQUIRIR LA CALIDAD DE EJIDATARIO O


COMUNERO

En el art. 15, la Ley Agraria prevé los requisitos para adquirir la calidad de
ejidatario o comunero:

1. Ser mexicano, mayor de edad o de cualquier edad si tiene familia a su cargo o


se trate de heredero ejidatario
2. Ser avecinado del ejido correspondiente (no es necesario si se trata de
heredero) o cumplir con los requisitos que establezca cada ejido en su reglamento
interno).

13.4 NACIONALIDAD

En lo que se refiere a nacionalidad, la ley agraria no es clara, por lo que puede


haber confusión sobre cómo debe de entenderse: si ha de ser mexicano por
nacimiento, como lo especificaba la derogada Ley federal de reforma agraria o
basta que sea por naturalización. Para resolver el problema debemos recurrir al
art.27 de la constitución política, la cual establece su en su fracc. I que solo los
mexicanos por nacimiento o naturalización tienen capacidad y el derecho para
adquirir el dominio de las tierras y las guías de la nación.

En lo que concierne a la naturalización, el art. 7 de la ley de naturalización


establece que son mexicanos por naturalización: “los extranjeros a quienes de
acuerdo con la presente ley, la secretaria (de relaciones exteriores) otorgue carta
de naturalización, y a la mujer o varón o establezcan su domicilio conyugal dentro
del territorio nacional.

13.5 MAYORIA DE EDAD Y REPRESENTACION

La ley agraria dispone que la mayoría de edad sea un requisito necesario para
formar parte de un ejido, excepto en el caso de que el aspirante tenga familia a su
cargo o se trate de heredero de ejidatario.
Ante ello, cabe reflexionar acerca de la minoría de edad en cuanto a la capacidad
para contratar y obligarse. Esta se divide en capacidad de goce y de ejercicio. La
primera no reviste mayor dificultad dado que es la capacidad del goce y de
ejercicio. La primera no reviste mayor dificultad dado que es la capacidad de ser
receptor de derechos; en cambio, la capacidad de ejercicio estriba en la capacidad
del individuo para asumir responsabilidades legales.

Durante la vigencia del código agrario de 1934 ello no representaba ningún


problema por la disposición establecida en su art.140, el cual facultaba al consejo
de vigilancia para que designara persona que en representación del menor de 16
años, incapacitado para dirigir la explotación, cuidara de la parcela, cuando
conforma a la lista de sucesión de un ejidatario la parcela debiera transmitirse a un
impúber.

Al no haber disposición al respecto en la actual Ley agraria, cabe analizar si el


ejidatario menor de edad es sujetos de derechos obligaciones y de no ser así,
quien tendría la representación legal. De esto se desprenden dos posibilidades: la
primera es la del menor ejidatario con familia a su cargo, y la segunda, la del
menor sin familia a su cargo, heredero de los derechos ejidales.

En el primer caso encontramos como figura central la emancipación, y el art. 641


del Código Civil Federal dispone:

El matrimonio del menor de dieciocho años produce de derecho la


emancipación. Aunque el matrimonio se disuelva, el cónyuge emancipado, que
sea menor no recaerá en la patria potestad.

En cuanto a sus bienes, el art. 623 del citado ordenamiento establece:

El emancipado tiene la libre administración de sus bienes, pero siempre necesita


durante su menor edad:
1. De la autorización judicial para la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes
raíces;
2. De un tutor para negocios judiciales.

Para el segundo caso, el art.646 del precitado ordenamiento jurídico establece que
la mayoría de edad comienza a los 18 años cumplidos. Entonces, todos aquellos
menores de 18 años herederos de derechos ejidales por disposición del art.15
fracc. I de la Ley Agraria, de conformidad con el numeral 23 del Código Civil
Federal, no podrán contraer obligaciones directamente: “La minoría de edad, el
estado de interdicción y las demás incapacidades establecidas por la ley son
restricciones a la personalidad jurídica...”

Pero, a su vez, la segunda parte del mismo párrafo establece la manera de poder
contraer obligaciones: “Los incapaces pueden ejercitar sus derechos o contraer
obligaciones por medio de sus representantes”

Ahora bien, en las dos hipótesis los menores deberán ser representados en todo
acto jurídico por un tutor, tutoría que puede ser testamentaria, legitima o dativa de
conformidad con el Titulo Noveno del Código Civil Federal.

El procedimiento de nombramiento de tutor, en caso de no existir, habrá de


realizarse en la forma establecida por la ley común y ante la autoridad competente
del orden familiar, porque ante un juicio o tramite agrario el menor no emancipado
deberá comparecer por medio de su tutor, aun cuando lo sea para el
reconocimiento de los derechos agrarios por la vía de sucesión, no obstante estar
designado mediante lista de sucesores. Además, sin tutor no podrá participar ni en
la vida productiva asociativa del ejido ni en las decisiones de las asambleas.

Cuando se trata de un menor sujeto a la patria potestad, quienes la ejercen son


los legítimos representantes de los que están bajo ella y tienen la administración
legal de los bienes que les pertenecen, conforme a la ley.

La patria potestad sobre los hijos, dispone el art. 414 del Código Civil Federal se
ejerce por los padres. Cuando por cualquier otra circunstancia deje de ejercerla
alguno de ellos, corresponderá su ejercicio al otro.

A falta de ambos padres o por cualquier otra circunstancia prevista en ese


ordenamiento, ejercerán la patria potestad sobre los menores los ascendientes en
segundo grado en el orden que determine el juez de lo familiar, tomando en
cuenta las circunstancias del caso.

13.6 AVECINADOS

Por lo que hace al requisito avecindad, el art. 13 de la Ley Agraria define a los
avecinados como “aquellos mexicanos mayores de edad que han residido por un
año o más en las tierras del núcleo de población ejidal y que han sido reconocidos
como tales por la asamblea ejidal o el tribunal agrario competente”

CAPITULO XIV
OTRAS FORMAS DE TENENCIA DE LA TIERRA AGRICOLA

14.1 LA PROPEDAD PRIVADA

En su primer párrafo, el art.27 de la Constitución establece que la propiedad de las


tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional
corresponde originalmente a la nación, la cual tiene el derecho de transmitir el
dominio de ellas a los particulares, constituyendo así la propiedad privada.

La propiedad social es la constituida por la de ejidos y comunidades, y se


encuentra totalmente regulada por el derecho agrario.

La propiedad privada rustica se rige por el derecho civil; en cuanto a los límites de
superficie y fraccionamientos descendentes que constituyan latifundios, la
propiedad privada se regula por la materia agraria.

14.2 LATIFUNDIOS

El termino latifundio proviene de los vocablos latinos latos, “amplio” y fundus,


“fundo”. Significa fundo o terreno amplio o extenso. En México, los latifundios
están prohibidos por disposición de primer párrafo de la fracc. XV del art.27
constitucional.

Por otra parte, si en 1992 se argumentó que debía cancelarse el reparto de tierras
porque ya no las había, entonces tampoco se puede justificar la existencia de
latifundios, por lo que de haberlos debe establecerse un procedimiento para su
reincorporación al dominio de la nación, a fin de que el Estado le dé el destino
correspondiente y así se satisfagan eventuales necesidades agrarias.

14.3 ENAJENACIÓN DE EXCEDENTES Y ORDEN DE PREFERENCIA

Las tierras que excedan de la extensión de la pequeña propiedad individual


deberá fraccionarlas y enajenarlas el propietario; si no lo hiciere, los excedentes
serán enajenados en publica almoneda.
En caso de comprobarse un excedente de la propiedad individual rural se deberá
determinar, en la opinión que al respecto formule la Procuraduría Agraria, la
superficie que presumiblemente rebase los limites; así mismo, deberá ordenarse
que el expediente se remita a la autoridad estatal correspondiente, para que esta
aplique el procedimiento previsto ene l art. 124 de la ley (art. 56 del citado
reglamento).

14.4 LA PEQUEÑA PROPIEDAD INDIVIDUAL, LIMITES DE PROPIEDAD Y


CALIDAD DE TIERRAS

La pequeña propiedad individual es la superficie de tierras agrícolas, ganaderas o


forestales cuya propiedad recae en un solo individuo y sin que exceda los límites
permitidos por la ley (art. 115 y 116 de LA)

Se entiende por tierras agrícolas los úselos utilizados para el cultivo de vegetales;
por tierras ganadera, lo suelos empleados para la producción y cría de animales
mediante el uso de su vegetación, sea esta natural o inducida; por último, tierras
forestales son los suelos utilizados para el manejo productivo de bosques y selvas.
Se reputan como agrícolas las tierras rusticas que no estén dedicadas en realidad
a alguna otra actividad económica.

14.5 LA PEQUEÑA PROPIEDAD AGRÍCOLA

Se considera péquela propiedad agrícola a la superficie de tierras agrícolas de


riego o humanidad de primera que no exceda los siguientes límites o sus
equivalentes en otras clases de tierras:

I. 100 hectáreas si se destina a cultivos distintos de los señalados a


continuación:
II. 150 hectáreas si se destina al cultivo de algodón;
III. 300 hectáreas si se destina al cultivo de plátano, caña de azúcar, café,
henequén, hule, palma, vid, olivo, quina, vainilla, caco, agave, nopal o árboles
frutales. (Art. 117 de LA)

14.6 LA PEQUEÑA PROPIEDAD FORESTAL


Es la superficie de tierras utilizadas para el manejo productivo de bosques, de
cualquier clase, que no exceda de 800 hectáreas. (Art. 119 de la LA)

14.7 SOCIEDADES PROPIETARIAS DE TIERRAS AGRÍCOLAS, GANADERAS O


FORESTALES

Las disposiciones del Título Sexto de la Ley Agraria son aplicables a las
sociedades mercantiles o civiles que tengan en propiedad tierras agrícolas,
ganaderas o forestales. Asimismo, serán aplicables a las sociedades que se
constituyan con la participación de ejidos o comunidades, aportando tierras para la
constitución de las sociedades en los términos de los arts. 75 y 100 de la Ley
Agraria, excepto cuando las sociedades se dediquen a actividades distintas de las
agrícolas, ganaderas o forestales.

Las disposiciones de dicho título se encuentran reguladas por los arts. 125 a 133
de la Ley Agraria.

14.8 SOCIEDADES MERCANTILES Y CIVILES

Las sociedades mercantiles y civiles propietarias de tierras agrícolas, ganaderas o


forestales, afirma Víctor Aguilar Molina: Quedan sujetas a las disposiciones de la
ley de su fuente, Ley General de Sociedades Mercantiles, o Coditos Civiles, así
como a la Ley Agraria y a la Ley de Inversión extranjera. Estas sociedades deben
considerarse como sociedades de fin específico, en tanto que es la ley, en este
caso la agraria, la que establece disposiciones relativas al objeto social, a la
vigilancia de la sociedad, tenencia accionaria, respecto de series e acciones, así
como derechos especiales en caso de liquidación dependiendo, del origen de la
tierra, si es de uso común o si es de dominio pleno.

14.9 TERRENOS BALDÍOS Y NACIONALES

Recordemos que, conforme al art.27 de la Constitución, la propiedad originaria


corresponde a la nación, que puede transmitirla a los particulares, con las
modalidades que la propia ley le imponga. En tales términos, en el transcurso de
los años esta propiedad de la nación ha venido siendo enajenada a particulares y
por ello, cuando esta no ha salido del dominio de la nación, se entiende que no ha
sido medida ni deslindada; es decir, son terrenos baldíos, por lo que, una vez
hecho lo anterior, los terrenos, previo cerciora miento de que no son propiedad
particular, se declaran terrenos nacionales.

14.9.1 TERRENOS BALDÍOS


Los baldíos de conformidad con la Ley Agraria, son los terrenos de la nación que
no han salido de su dominio por título legalmente expedido y que no han sido
deslindados ni medidos.

14.9.2 TERRENOS NACIONALES

Los nacionales son los terrenos baldíos deslindados y medidos de acuerdo con los
procedimientos establecidos por la ley, así como aquellos terrenos que recobre la
nación en virtud de nulidad de los títulos que respecto de ellos se hayan otorgado
(art. 158 de la LA).

14.10 LA EXPROPIACIÓN EN MATERIA AGRARIA CONCEPTO


Expropia consiste en desposeer legalmente de una cosa a su propietario, por
motivos de utilidad pública, mediante una indemnización.

La expropiación, según el Diccionario jurídico, es una facultad del poder público


por lo cual impone a una particular cesión de su propiedad mediante ciertos
requisitos, de los cuales el principal es una indemnización, por razones de utilidad
pública, para realizar obras de interés general o de beneficio social.

Con base en tal definición, expropiar es la privación de los bienes propiedad de


una persona física o moral a favor de una entidad pública, por causa de utilidad
colectiva, mediante el procedimiento previamente establecido por la ley y que
realiza la autoridad correspondiente a cambio de un pago indemnizatorio.”

CAPITULO XVIII

ANALISIS SINTETICO DE LA REFORMA AGRARIA MEXICANA

18.1 OBSERVACIONES PREELIMINARES

“Si ya históricamente hemos visto que el Derecho Agrario comprende el estudio


del régimen de explotación, después de las reformas constitucionales al Artículo
27, fechadas del 2 de febrero de 1983, en sus fracciones XIX y XX, vino a
clarificarse que desde el pináculo del rango constitucional, y desde sus orígenes,
la Reforma Agraria Integral era todo un proceso y que sus normas e instituciones
deben interpretarse dentro de este contexto general.
A esta altura del capitulado desarrollado en este libro, podemos observar que
desde el principio la Reforma Agraria se desenvolvió, junto con el proyecto de
desarrollo nacional, y solo como parte de uno mismo, etapa por etapa, cultivo por
cultivo, región por región, acción agraria tras acción agraria, apoyo tras apoyo,
servicio tras servicio, etc.; hasta desembocar en la etapa contemporánea de la
organización productiva, de la protección a la organización productiva, de la
protección a los productos básicos y en la organización de cada vez mayor de los
productores rurales e implicada en el abasto popular y, por último en la política
internacional. Todo este vasto proceso parte desde la frase inicial del Artículo 27
constitucional que dispone que “la Nación tendrá en todo el tiempo el derecho
de… regular el aprovechamiento de los elementos susceptibles de apropiación,
para hacer una distribución equitativa de la riqueza pública y para cuidar de su
conservación.

A muy grandes rasgos podríamos decir que la Reforma Agraria de 1915 y 1917
cubriendo las necesidades más inmediatas y urgentes posteriores a la Revolución
de 1910, que fue la del reparto agrario. Esta etapa comprende un periodo que
abarca de 1915 a 1970, y este gran periodo otras subetapas como fueron aquella
en que se fijaron los lineamientos jurídicos fundamentales del ejido como
institución predominante del campo mexicano, tarea que ocupó una era que va
desde 1915 a 1934, fecha del primer Código Agrario que subsumió duchos
lineamientos dispersos; después de esa fecha, comenzó la etapa consolidada del
gran reparto agrario con Lázaro Cárdenas, era que se extendió en cifras de magna
consideración hasta finales del sexenio del licenciado Gustavo Díaz Ordaz, en
1970.

La ley de la Reforma Agraria de 1971, abrió otra etapa de la Reforma Agraria al


incluir un nuevo capítulo sobre organización agraria; desde entonces, en la historia
rural hasta finales del siglo XX, reciente se observó la búsqueda de las formas
organizativas para campesinos; así como en 1915 se inició la búsqueda de los
lineamientos jurídicos de los derechos agrarios. Dicho en otras palabras, el acento
de la Reforma Agraria se transfirió del reparto agrario a la organización rural.

En esta búsqueda, desde 1970se ha caminado un trecho que también nos condujo
a calificar de integral a la organización rural y a consagrar dicho calificativo en la
Constitución, pues se vio que no solo era organizar a los campesinos en formas
societarias adecuadas, sino también organizarlos para la comercialización, el
almacenaje, el transporte, los precios-salarios, los insumos, el señalamiento de
productos básicos, etc., hasta que por fin se llegó a la estructuración de un
Programa Nacional de Alimentación, con un subprograma de Abasto Popular.

En síntesis, podríamos decir que el proceso de la Reforma Agraria Integral fue


comprendido sucesivamente:

I. El reparto de la tierras legalmente afectables;


II. El apoyo a la producción mediante una infraestructura económico-
productiva y una infraestructura de bienestar social rural, y
III. El apoyo al desarrollo integral, desde:
1. La organización productiva de los campesinos y de los productos;
2. La comercialización, el transporte y el almacenamiento; hasta
3. La distribución y el abasto popular nacional;
4. La comercialización internacional de los productos agropecuarios y forestales.

La fase marcada como numero I relativo al reparto de la tierra hemos tratado ya en


páginas anteriores; en especial nos remitimos a la edición VI de este libro titulado
entonces, el Derecho Procesal Social Agrario y su Procedimiento, capítulo relativo
al procedimiento dotatorio, en donde citamos el Acuerdo del 26 de enero de 1916
que expresamente señaló que la “aplicación de la Ley del 6 de enero de 1915 se
encuentra en su primera fase” ; razón por la cual, desde el inicio de la Reforma
Agraria mexicana siempre se le llamó a la etapa del reparto agrario, la primera
fase de dicha Reforma.

Por tanto, dedicaremos este capítulo a tratar sobre la estructura de apoyo a la


organización productiva y al desarrollo y los Ordenamientos Legales que rigen
estas actividades.

En relación al punto marcado como II, señalaremos que, la producción rural debe
apoyarse en:

1. Una INFRAESTRUCTURA DE BIENESTAR SOCIAL RURAL, que


contribuya al arraigamiento del campesino y a su incorporación al proceso de
desarrollo nacional, como son:
a) La educación rural, agrícola y técnicas agropecuarias y
forestales, así como la investigación científica sobre esos temas;
b) La atención médica social rural con sus correspondientes centros hospitalarios
generales y especializados;
c) Una política poblacional rural, con programas específicos de arraigamiento,
movilidad rural y planeación familiar;
d) De vivienda rural, establecimiento y mejoramiento
e) De agua potable;
f) De electrificación rural;
g) De letrinización y alcantarillado rural,
h) De servicios generales en los pueblos rurales;
i) De programas de huertos familiares, para la unidad agrícola, industrial de la
mujer y de la juventud y para parcelas escolares;
j) De productividad con estímulos,
k) De comercialización y trueque de productos;
l) De distribución de productos agropecuarios, con programa de almacenes
convenientemente ubicados; y de transportación rural; etc.

2. Una INFRAESTRUCTURA PRODUCTIVA ECONÓMICA que incluye:


a) El aprovechamiento de los recursos hidráulicos y el total aprovechamiento de
las aguas;
b) Caminos rurales y caminos de producción rural;
c) Crédito rural suficiente, honesto y oportuno;
d) Desmontes mancomunados a la conservación ecológica;
e) Semillas mejoradas;
f) Aseguramientos rurales que cubran el proceso total de la producción;
g) Fertilizantes suficientes;
h) Sanidad fitopecuaria; y control de plagas;
i) Régimen fiscal rural;
j) Servicios de asistencia técnica agrícolas, ganaderos, forestales, de sanidad y
varios, suficientes, como son los campos experimentales, los servicios
meteorológicos, etc.;
k) La organización adecuada en tiempos y gastos de insumos para fijar una
política satisfactoria de precios a los productos campesinos.
l) Señalamiento de zonas de conservación ecológica.
En relación al punto III relativo a los apoyos para el desarrollo rural integral,
podemos observar en relación a:
1. La organización productiva de los campesinos y de sus productos, lo
siguiente:
a) Qué hay organización no básica;
b) Para exportación; y
c) Organización básica. Dentro de ésta área se comprenden:
1. Medidas de organización básica:
a) Regularización de la tenencia de la tierra;
b) Documentación básica: de resoluciones presidenciales;
plano proyecto aprobado; y censo actualizado;
c) Cambios actualizados de autoridades ejidales;
d) Estudios socioeconómicos y sociogramas para detectar líderes y necesidades;
e) Organización de asambleas;
f) Organización del Reglamento Interno.
1. La necesidad de establecer formas organizativas como las siguientes:
a) Las sociedades civiles mercantiles a que se refieren los artículos 75, 100 y 23
fracc. IX de la Ley Agraria-92.
b) Las uniones de ejidos y de comunidades agrarias que se especifican en los
artículos 108 y 109 de la Ley Agrsria-92.
c) Las asociaciones rurales de interés colectivo
mencionadas en los artículos 110 y 92 de la Ley
Agraria-92.
d) Las sociedades de producción rural señaladas por los artículos 11 y 113 de la
Ley Agraria-92.

Hasta 1992 se le dio mucha importancia a un Plan nacional de Alimentación y un


complejo sistema de Abasto Nacional básico que implicó muy diversas actividades
que iban desde la producción de determinado bien agropecuario o forestal, hasta
sus financiamientos, transporte, almacenaje y acopio; la comercialización,
información de mercadeo; y sobre todo, la planeación de la alimentación nacional
para diseñar satisfacción con eficacia y distribución y precios con equidad.

18.2 TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE AMERICA DEL NORTE (E.U.A.,


CANADÁ Y E.U.M., 1994.)
A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos
de América, Canadá y los Estados Unidos Mexicanos el 1º de enero de 1994, la
producción agropecuaria y forestal de nuestro país también se ha enfocado hacia
su comercialización internacional y la producción para la exportación.

En el punto relativo a la agricultura se elaboró una síntesis del programa de


liberación comercial del que citamos lo siguiente:

(Acordada por los tres Gobiernos participantes)

“Se reconocen las asimetrías entre los países y se brindarán plazos adecuados a
las características de las distintas ramas del sector.

“Estados Unidos de América y Canadá desgravarán de inmediato productos que


representan el 51 y 88%, respectivamente de las exportaciones mexicanas a esos
mercados.

“México sólo desgravará de inmediato fracciones que comprenden el 36 y 47% de


las importaciones provenientes de E.U.A., y Canadá respectivamente.

“el 60% de las importaciones provenientes de E.U.A, serán desgravadas en 10 y


15 años. El maíz, el frijol. La leche en polvo y algunos productos forestales estarán
sujetos al plazo más largo de desgravación, 15 años.

Se reconoce explícitamente el derecho del Gobierno mexicano para respaldar al


campo a través del desarrollo de la infraestructura, así como programas sanitarios,
fitosanitarios, de asistencia técnica y de investigación dirigida, entre otros.

México podrá introducir un sistema de pagos directos que sustituya la producción


comercial.
Se establecerán disciplinas estrictas para la aplicación de subsidios a la
producción “1

CAPITULO XIX

DERECHOS AGRARIOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS GENERALES DE


DERECHO APLICABLES AL CAMPO MEXICANO
19.1DUALIDAD DE SISTEMAS DE PROPIEDAD, PRIVADA Y COMUNITARIA EN
LA TENENCIA DE LA TIERRA

“Históricamente, la lucha entre los sistemas de explotación colectiva de la tierra y


los sistemas basados en el derecho de propiedad, provenientes del derecho
Romano con sus características esenciales de uso, disfrute y disposición, se
remontan a nuestro nacimiento como Nación. Muy recién lograda la pacificación
de las tribus indígenas del Altiplano, se manifestó el afán de la Corona por ordenar
la convivencia entre las comunidades nativas y los colonizadores europeos. Las
leyes de Indias y sus instituciones como las Mercedes Reales y Virreinales, los
Mayorazgos, las Cofradías, etc., trataron de reconocer, delimitar y proteger la
propiedad comunal.

Ambas figuras jurídicas, las relativas a la propiedad privada y a la de la propiedad


comunal, convinieron, no sin tensiones, hasta mediados del siglo XIX, cuando las
leyes de Reforma, la Desamortización de Bienes de la Iglesia y de Instituciones y
la Constitución del 57, en la práctica afectaron la propiedad comunal y
promovieron su privatización junto con las propiedades del clero.

La Revolución institucionalizada, sobre todo a partir del sexenio del Gral.


Cárdenas, privilegió al reparto agrario más inspirado en criterios sociales, (Ejidos y
comunidades) que en la propiedad personal y familiar, manteniéndose sobre el
primer tipo de tenencia, (denominada social), hasta el día de hoy, una serie de
limitantes, como las de ser mera posesión de sus titulares, con solo derecho al uso
y al disfrute, sin llegar a ser “dominio pleno” o sea propiedad completa, resultando
por tanto inembargable, inalienable, ingravable e imprescriptible, ( como su
modelo del Medievo español), amén a sujetar al ejidatario y al comunero a
órganos de decisión y administración colectiva , como asambleas, comisariados
ejidales y comunales, comités, grupos de trabajo, etc., con elevada dependencia
de éstos órganos de gobierno colectivo, así como a entidades oficiales de
supervisión, como la Secretaría de la Reforma agraria.

Esta dualidad de sistemas de propiedad rural en México, se ha vivido con singular


pasión en nuestra historia, especialmente y como dije a partir del sexenio del
general Lázaro Cárdenas, no ajena en muchos casos a violencia también a
derramamiento de sangre; por una parte, los ejidatarios y comuneros, o quienes
pretendían serlo y que, ya durante la vigencia de la Constitución de 1917,
entablaban una acción agraria ante el gobierno y sus instituciones agrarias para
obtener que se les restituyera o dotara de ejidos, se les reconocieran y
confirmaran posesiones anteriores, se ampliaran éstos, o se crearan nuevos
centros de población con nuevas tierras ejidales por lejos que estuvieran, cuando
se agotaron las tierras cercanas a sus lugares de origen; por la otra, los
propietarios de tierras privadas, que defendían sus terrenos, primeramente en la
vida jurídica, pero, en ocasiones, también en las vías de hecho. Por último
tenemos las tenciones y gravísimos problemas entre generados por los ejidos
entre sí, por existir en la realidad ejidos superpuestos con otros, por los ejidos
contra las comunidades o por ejidatarios contra comuneros o por ejidatarios o por
comuneros entre sí, en demanda y en defensa de sus respectivas tierras, o de los
terrenos que pretendían les pertenecieran, que fueron y siguen siendo aún en
ocasiones, fuentes de discordias, de disputas y, también, de gravísimos actos de
violencia.”

19.3 LA DUALIDAD EN LA TENENCIA DELA TIERRA Y LA INVERSIÓN

Dentro del entorno de economía de mercado del que hemos hecho referencia,
también se dan diferencias fundamentales en cuanto se hace a la inversión
aplicada al sistema de tenencia de la tierra privado y social.

En efecto; cualquier inversionista, independientemente del monto de sus


inversiones, pretende, dentro de los riesgos propios de la inversión, tener el
máximo de seguridades en razón de la recuperación de la misma.

Si se invierte, digamos, en un edificio en una ciudad, se tendrá especial cuidado


primero en que el terreno sobre el que se construye, no tenga gravámenes, etc.,
solo entonces, se aportará la inversión.

De aquí que en nuestra realidad, se dé un porcentaje inmensamente mayoritario


de inversiones en tierras de propiedad privada y un mínimum minimorum de tales
inversiones de tierras de propiedad social encontrándonos de nuevo con el mismo
problema original, la mera tenencia de la tierra en posesión, de la propiedad
social, no es garantía de recuperación de la inversión que sobre ellas se realice.

19.4 EFECTOS DE LA DUALIDAD EN LA TENENCIA DE LA TIERRA EN LOS


VALORES DE LA MISMA

En primer término, el predio en propiedad privada. Se encuentra sujeto, en lo


jurídico, la legislación civil, y, en lo aplicable, a la mercantil. El predio se encuentra
en el mercado y sujeto a las leyes del mismo. Puede ofrecerse y enajenarse
libremente y, su valor o precio, está sujeto precisamente al mercado de tierras del
lugar, y, también, sujeto a la ley de la oferta y la demanda.

Otra cosa muy distinta resulta para el predio ejidal o comunal, aunque sean
vecinos o colindantes.
En primer lugar, estos bienes se encuentran en el mercado. Su enajenación o
venta, se encuentran expresamente prohibidas en nuestra legislación. En
consecuencia, si se enajenan, tal operación es ilegal y nula. Y, además, para
ejercer sobre tal operación la acción de la nulidad, la Ley Agraria no marca término
alguno, por lo que esa acción, viene siendo eterna. Y el riego igual. En
consecuencia, no se puede vender en el mercado este predio, por lo que siendo
su operación de venta, por así llamarla, ilegal, prohibida expresamente por la ley
aplicable, el comprador sabrá que está comprando un enorme riesgo; que no es
válido el contrato correspondiente, que es eminentemente nulo.

En consecuencia nos encontramos como siempre con la gran injusticia jurídica y


económica estructural, de que más de la mitad del territorio nacional, se encuentra
enormemente subvaluado, además de que también cualquier operación de
enajenación sobre la misma y es ilegal y nula.

Esos son algunos efectos de la dualidad de la tenencia de la tierra en cuanto hace


a sus valores. Las tierras de los que menos tienen en el campo mexicano, son las
que menos valen, en un gran círculo vicioso que afectan, injustamente, a millones
de titulares de las tierras de propiedad social.

19.5 EFECTOS DE LA DUALIDAD DE LA TENENCIA DE LA TIERRA EN LA


PRODUCCIÓN AGROPECUARIA.

Tenemos producción agropecuaria y específicamente agrícola, en los dos


sistemas de tenencia de la tierra; y aquí también tenemos grandes diferencias a
las que sustancialmente me quiero referir.

Por una parte, en la propiedad privada, tenemos tanto las tierras, como los
recursos económicos, financieros, técnicos, de maquinaria agrícola, de
fertilizantes, de insumos, etc., necesarios de acuerdo a los diferentes tipos de
tierra, e igualmente se cuenta con criterios de tipo empresarial de los propietarios,
en donde se advierte la relación inversión-retorno, necesidad de alta producción,
la propiedad, la siembra de productos con mejor mercado, la exportación de
productos de calidad, etc. En algunas zonas del país y en cuanto hace a la
producción, a la productividad, al retorno de capitales, a la calidad de productos, a
la exportación, a la búsqueda y retención de los mejores mercados, etc., no
tenemos nada que envidiar a los mejores productores agrícolas a nivel mundial.

Encontramos por tanto una diferencia a veces abismal, entre la producción del
campo de propiedad privada en nuestro país, muchas de ellas a los mejores
niveles del mundo, con la producción de los ejidos y comunidades, sumamente
atrasada y sus recursos ni económicos, ni técnicos y sin criterio empresarial, muy
baja, de no buena calidad sin concurrir al mercado y básicamente de auto-
consumo. Y en ese tenor de producción, México tiene más de la mitad de su
territorio, en sus tierras que explotables agrícola, pecuaria y forestalmente.

Tenemos que ir a fondo para corregir esos enormes desniveles que afectan
estructuralmente alrededor de 5, 700,000 ejidatarios y comuneros en el país, para
modernizar las estructuras jurídicas, económicas, sociales, de los titulares de la
propiedad social.

19.6 LA DUALIDAD EN LA TENENCIA DE LA TIERRA Y SUS EFECTOS EN EL


PATRIMONIO DE LOS TITULARES DE LA PROPIEDAD SOCIAL

Si analizamos someramente las dos realidades que conviven en nuestro país, la


propiedad privada y la propiedad social en relación con el patrimonio que una y
otra generan para sus titulares, nos llevaremos una ingrata sorpresa.

Los propietarios privados, siempre cuentan con un patrimonio: mayor o menor,


apoyado en créditos o libre de gravámenes pero cuentan, siempre, repito, con un
patrimonio para ellos y para sus familiares.

En el caso de los ejidatarios y de los comuneros, nos encontramos con que más
del 60% de ellos, simplemente carecen de patrimonio, ni para ellos ni para sus
familiares. Y el porcentaje que si cuenta con el patrimonio, se da porque tienen en
propiedad u otras tierras, o vehículos, o una tiendita o cualquier otro bien
susceptible de ser propiedad privada.

Podemos decir, por tanto, que la propiedad social en sí, no otorga un patrimonio a
sus titulares; y que cuando un porcentaje menor de éstos obtiene un patrimonio,
es que de alguna manera pudo tener acceso a la propiedad privada de bienes
muebles o inmuebles, ajenos, siempre, a sus parcelas ejidales o comunales.

19.7 LA ORGANIZACIÓN DE LOS PRODUCTORES SOCIALES EN EL SISTEMA


DUAL DE TENENCIA

A mi juicio, al tener un sistema dual de tenencia de la tierra se impone una barrera


a la organización de los productores, pues es muy difícil la asociación entre un
ejidatario y un pequeño propietario, o con un inversionista externo al medio
agropecuario porque la asociación se da entre semejantes, entre pares y aquí en
México, las condiciones de uno y otro, son esencial y legalmente diferentes; por
ejemplo: en su capacidad de obligarse frente a terceros y de tomar decisiones en
forma ágil y con seguridad económica y jurídica para todas las partes. Al día de
hoy, no sabemos a ciencia cierta si el ejido es una forma de tenencia o una figura
asociativa. En el primer caso, sus facultades de dominio están restringidas y, en el
otro, sus mecanismos de gobernabilidad y toma de decisiones son poco prácticos
para desempeñarse con eficiencia en la parte productiva o comercial.
19.8 LA DUALIDAD EN LA TENENCIA DE LA TIERRA Y SUS EFECTOS EN LA
CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Dada la dificultad para obtener financiamiento y para tomar decisiones en el largo


plazo, es difícil que un ejidatario en lo individual, o un ejido como unidad jurídica,
comprometa recursos en mejoras territoriales, ya que no tiene manera de
capitalizarlas en el futuro, reflejándolas en el valor de venta de los inmuebles. Por
ser tan limitada su capacidad de ahorro, es tan común que este universo de
productores este continuamente recurriendo al gobierno para la construcción,
operación y mantenimiento de su infraestructura física, como nivelaciones,
canalizaciones, drenajes, caminos, obras de mantenimiento de suelo, control de
avenidas, control de erosión, etc.

Tanto en este caso como los anteriores, estoy partiendo de un principio


indeclinable y aplicable universalmente: el del absoluto respeto a la libertad a la
libertad y a la dignidad individual de toda persona en nuestro territorio patrio,
mismo principio que no autoriza a nadie tampoco a restringir o a limitar los
derechos de más de cinco millones de ejidatarios y de comuneros y que nos
mueve a velar con un verdadero acto de justicia social, económica , histórica y
política, por nivelar la situación de esos millones y millones de mexicanos, a fin de
que encuentren en su camino y en su destino las posibilidades reales de salir de
su pobreza y de su postración, a las que hasta hoy injustamente a mi entender, se
le ha relegado, accediendo a la hoguera y a la prosperidad de las que ahora
carecen.

19.9 LA DUALIDAD EN LA TENENCIA DE LA TIERRA Y EL EMPLEO

En caso de la propiedad social con la estructura del minifundio, con baja


productividad, sin rentabilidad real, sin financiamiento, sin patrimonio, sin ahorro,
sin criterio empresarial, con producción básicamente de auto-consumo, nos
encontramos con que en la gran mayoría de los casos es el titular de la parcela
ejidal, con la ayuda de los miembros de su familia, quien ejecuta todas las labores
de explotación de su parcela. Por otra parte, nos encontramos con aquellos
predios rústicos de propiedad privada, cuando sus tamaños son suficientemente
grandes para que se requiera una mano de obra más allá de la del propietario y su
familia, cuando, como en tantos casos cuentan con financiamiento, técnica,
insumos, fertilizantes, etc. Y el manejo de esas propiedades se da con criterio
empresarial, si requieren de ayuda y mano de obra ajena, creándose fuentes de
trabajo y empleos, que mucho ayudan en sus respectivas zonas y, en ocasiones,
incluso provocan que campesinos de zonas lejanas, vayan a trabajar en las
épocas de cosecha a sus predios.
19.10 LA DUALIDAD DE LOS SISTEMAS DE TENENCIA DE LA TIERRA Y LA
VIDA INSTITUCIONAL DEL PAÍS

Con frecuencia, las autoridades ejidales se muestran ignorantes e incapaces de


hacer cumplir reglamentos de construcción, vocación o uso de suelo, con el
consiguiente efecto en la planeación y desarrollo armonioso del territorio.

Tema ancestral es también la dependencia de estados y municipios con respecto


a la federación en materia económica. El proceso impositivo en México está
fuertemente centralizado a nivel federal y, de éste, se desprenden recursos
económicos hacia abajo, a través de las participaciones a las órdenes inferiores de
gobierno.

En la práctica los ayuntamientos acaban gobernando los centros urbanos y


dejando a la federación la parte no urbana de sus jurisdicciones. Además, de la
mencionada escases de recursos materiales, la legislación que regula la tierra, el
agua, los bosques, los recursos naturales, el medio ambiente es de índole federal
(Ley Agraria, Federal de Aguas, Forestal, Minería, hidrocarburos, etc.),
originándose en ocasiones conflictos entre las jurisdicciones federales, estatales y
municipales y también con la realidad práctica.

Por ello, decir que más de la mitad del territorio nacional, que es de propiedad
social es la que se encuentra inmovilizada no corresponde plenamente a la
realidad, pues un elevado porcentaje de predios privados, rústicos o urbanos,
también enfrenta serios limitantes en su ordenamiento, por los elevados costos de
transacción que impone el estado a sus propietarios y poseedores.

19.11 LA LEY AGRARIA VIGENTE DESDE 1992

“El 26 de febrero de 1992 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, una


nueva Ley Agraria que vino a substituir casi totalmente a la anterior Ley Federal de
Reforma Agraria. Este nuevo cuerpo normativo reconoce que los núcleos de
población tienen personalidad jurídica y patrimonios propios, así como el de
que son los propietarios absolutos de las tierras que le han sido dotadas.

Como se puede inferir de lo señalado arriba, una cuestión medular, es la


clasificación de las tierras ejidales las que, por su destino, se dividen en las de
asentamiento humano son inalienables, imprescriptible e inembargables, sin
embargo, una vez que la asamblea asigne solares individuales en presencia de un
representante de la Procuraduría Agraria, e inscriba el acta respectiva en el
registro Agrario nacional, constituirán títulos oficiales y serán de propiedad plena
de sus titulares, los que se regularán entonces por el Derecho Común.

En cuanto a los derechos parcelarios que tienen los titulares agrarios, una vez que
hayan sido asignadas las parcelas por la asamblea, consiste únicamente en el uso
y usufructo personal por parte de sus titulares, o su explotación a través de
terceras personas sean del núcleo o ajenos a él, mediante contratos de asociación
o aprovechamiento o en plazos no mayores a treinta años. En cuanto a lo que se
refiere a la propiedad de las parcelas, como ya se había señalado, se puede
adquirir por los titulares, siempre y cuando se tome la resolución por la asamblea
extraordinaria de características especiales y, que de conformidad con el actual
contexto legal, trámite que puede llegarse a tardar un tiempo aproximado de
cuatro años y medio.

En cuanto a las tierras de uso común son aquellas que no son de asentamientos
humanos ni parceladas, mismas que, la ley no deja lugar a dudas, son
inalienables, imprescriptibles e inembargables salvo que se aporten a sociedades
mercantiles en proyectos productivos por parte de la asamblea ejidal.

19.12 LA POBREZA COMO CAUSA DE DISCRIMINACIÓN SOCIAL

19.12.1 LA POBREZA EN MÉXICO

Hay temas de profunda injusticia e inequidad, como son las desequilibradas leyes
fiscales, la economía informal, el contrabando y otras cuestiones similares que son
reflejo de nuestro atraso en el mundo jurídico. Por otra parte, existe un tema de
gran urgencia, que es el de la seguridad pública, tema que se entila por todos a
todas horas; basta ver los noticieros, oír a políticos y organizaciones sociales de
todo tipo, reuniones y charlas de café, todas éstas señalan diariamente lo urgente
de su atención, así como la gravedad de su desatención. Muertos, secuestros,
delitos contra la integridad física de los habitantes con todos los grados de
crueldad que es imaginable y no imaginable. Por estos temas, podrían no ser de la
mayor trascendencia (aunque sean de la mayor urgencia), pues resolviéndolos no
necesariamente mejorarán sustancialmente el nivel jurídico y/o económico de éste
país. Sin querer ahondar en estas materias, se podría señalar que su carácter se
limita exclusivamente a cuestiones operativas de políticas públicas.

Una de las principales formas en que se patentiza la pobreza en México, sobre


todo en las zonas rurales, es la miseria de la gente del campo. Sus padecimientos
económicos son indescriptibles y solamente viendo tales carencias se puede
entender que hay algo que no está bien en el país. Sus padecimientos
económicos son indescriptibles y solamente viendo tales carencias se puede
entender que hay algo que no está bien en el país. Basta con salir a cualquier
población pequeña en cualquier lado del territorio nacional para poder constatar
esta circunstancia (…) niños con hambre, sin bañar, probablemente, en años,
pésimamente alimentados, sin casa, durmiendo bajo árboles, mezquites, o jacales
que pocamente cubren del calor, frío, lluvias o tempestades, (…) todas estas
carencias y la falta de todos los factores que permiten tener algo de dignidad son
los principales lastres del país.
Debido a la pobreza no es difícil entender por qué las más de las gentes que
habitan en México buscan irse a los Estados Unidos de Norteamérica, siendo éste
otro de los efectos más vergonzosos e indignos que se tiene de la miseria. La
emigración que los estudiosos no quieren analizar ni las autoridades relacionar
con la pobreza, principalmente en el medio rural, es algo similar al “ dont´t ask,
dont’t tell” norteamericano- que hoy por hoy está muy en boga en aquel país por la
política militar respecto de las preferencias sexuales de los militares _ pero que,
en el caso de México respecto de la miseria de la población, es una de las peores
consecuencias de nuestras defectuosas leyes tanto agrarias como económicas,
pues refleja las más sorda y ciega dela injusticias sociales y económicas que
impera en este país, como es la expulsión del país de millones de connacionales
por causa de hambre y falta de oportunidades. El caminar cientos kilómetros por
desiertos y zonas áridas agrestes, arriesgando la vida por razones naturales y
policiacas o militares, con motivo de leyes antiinmigrantes de los Estados Unidos,
además del ahora riesgo que tienen los migrantes con los grupos de delincuencia
organizada a lo largo de toda la frontera, son cuestiones que son absolutamente
indígenas y que no hay nada que pueda justificarlas en el Sistema Jurídico
Mexicano pues el mismo lo ha propiciado sin paliativo alguno.

La pobreza en México, causa de muchos males nacionales, esta medida por un


organismo especializado que se denomina Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social, mismo que nos indica que el 46.2% de la población
mexicana se encuentra en pobreza, siendo de este el porcentaje 10.4% en
pobreza extrema y el 35.8% en pobreza moderada, así como el de la clasificación
de vulnerables por carencias sociales que es del 28.7% y un5.8% de vulnerables
por ingreso, las cifras de pobres y que se encuentran en circunstancias de
pobreza y debilidad económica es de aproximadamente el 80.7% de mexicanos.

No sobra señalar que el CONEVAL es un organismo público descentralizado


creado por la Ley General de Desarrollo Social y regulada por decreto de fecha del
27 de julio de 2005, que tiene por objetivo estratégico el mejorar la eficacia y
eficiencia, así como la rendición de cuentas de la política de desarrollo social,
mediante la evaluación y el monitoreo de programas y políticas sociales y la
medición de la pobreza.

En cuanto a la población que reside en las zonas rurales, de conformidad con el


censo practicado en el año 2010, es un23.2% de la población que vive en las
localidades de menos de 2,500 habitantes por lo que se puede considerar que 25
millones de personas habitan en las poblaciones ubicadas fuera de las zonas
urbanas.

Pareciera que esto ya no requiere mayor explicación: Es indispensable dar


solución jurídica para generar riqueza y mejorar a este país pues, de no hacerlo,
se continuará con las abismales diferencias económicas, la injusticia y las
inequidades sociales que tanto duelen a la Nación, a pesar de políticas públicas
que tanto se encaminan contra los efectos que produce la pobreza, así como el
multimillonario dispendio de recursos económicos o el supuesto debate de
iniciativas de reformas legales que solo van dirigidas a combatir las consecuencias
de un país con diferencias abismales en su sociedad.

19.13 LA PROPIEDAD SOCIAL EN MÉXICO

Como se desprende de lo señalado en los apartados arriba mencionados, la


Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos vigente reconoce
actualmente, como una rama del derecho aplicable al campo Mexicano, al
Derecho Agrario, específicamente por lo que se refiere a la tenencia de la tierra en
el medio rural, siendo su principal aspecto a destacar el de la propiedad social.
Como contrapartida podría señalarse que es el derecho común el que contempla a
la propiedad privada individual.

Por lo que se refiere a tierras parceladas, éstas son delimitadas y asignadas a los
titulares de derechos agrarios del núcleo de población que corresponda y gozan
exclusivamente del uso y usufructo de las mismas. La vigente Ley Agraria permite
la adquisición de propiedad (nuda-propiedad) siempre y cuando la asamblea
general de ejidatarios así lo decida, conforme a las formalidades espaciales que
también establece el mismo cuerpo legal. En lo relativo a las tierras de uso común,
en tanto éstas no sean divididas por un parcelamiento, la ley es tajante al señalar
que, de acuerdo a las cifras del INEGI, según el IX censo Ejidal, la superficie que
corresponde a tierras de uso común es de 69´29,522 hectáreas, o sea
aproximadamente el 65.4% de las tierras de los ejidos no tienen asignación
individual de las mismas, en comparación la tierra parcelada y asignada es de 33
´631,739 hectáreas lo que significa un 31.7% del total de la propiedad social.

19.14 LOS DERECHOS HUMANOS Y/O FUNDAMENTALES

Como es de conocimiento generalizado, actualmente en México se ha hecho la


regulación de los Derechos y/o Humanos, tanto por las reformas constitucionales
que han perfeccionado últimamente como por la fuerza e importancia que se han
perfeccionado últimamente tanto como por la fuerza e importancia que han
adquirido en los derechos individuales a proteger.

Los derechos humanos de primera generación son aquellos que se refieren


esencialmente a derechos individuales frente al Estado y los derechos políticos de
participación en el Estado, abarcando su reconocimiento desde el modelo
norteamericano y las constituciones liberales de Europa y América Latina hasta las
Primera Guerra Mundial de 1914.

Nuestro Sistema Jurídico Nacional, como ya se señaló, ha reconocido estos


derechos humanos y/o fundamentales en la Carta Magna y, es en el año de 2011
que ha establecido los de tercera generación expresamente, así como su defensa
ampliando su protección a los señalados en los tratados internacionales de los que
México es parte.
19.15 UNIVERSO SOCIAL RURAL

Aunque tantos mexicanos lo ignoren, de manera culpable o no, más allá de las
banquetadas de nuestras grandes ciudades, existe todo un universo de millones
de hombres y mujeres, de ancianos y niños, que tiene derecho natural y jurídico a
un destino feliz; al menos, a un destino digno de personas humanas, tan humanas
y tan personas como cualquiera de nosotros, a los que poco volteamos a ver, a los
que poco o nada conocemos y de quienes somos, en tanto, tan poco solidarios.

También existe más de la mitad del territorio nacional, que de alguna manera les
debiera pertenecer y no es suyo; tierras en las que han nacido, de las que mal
viven y en las que probablemente han de morir, de las que son meros poseedores
sin ser propietarios; que les sirven para mal darles de comer en una producción de
mala calidad, bajísima y que para ellos es su único patrimonio, frutos pendientes
como se les llama en Derecho, al no tener un patrimonio real propio y que, en la
inmensa mayoría de los casos es sólo producción de auto-subsistencia: el maíz
que utilizan para sus tortillas y el frijol que consumen para sus tacos. Normalmente
no les alcanza su producción para concurrir con ella al mercado.

Estos son unos breves datos que nos actualizan y nos recuerdan la existencia
real, aquí y ahora, en nuestro México del 2012, de esas decenas de millones de
compatriotas, mas sus familias, mas su pobreza, mas su hambre, mas su
insalubridad, mas su ignorancia, en el vastísimo territorio nacional, llamado por
vocación a ser grande, con un destino tantas veces frustrado:

• Ejidos y comunidades: 31,518


• (más de 28,000, ejidos, más del 90%; menos del 10%, comunidades;
problemática muy similar)
• Superficie: 105´900,000 Hectáreas. (INEGI, Censo Ejidal 2007).
• 54% del Territorio Nacional
• Más del 60% de la superficie agropecuaria y silvícola explotable.

Habitantes totales del sector rural:


• Según los parámetros del INEGI: 24´300,000
• Según los parámetros de la OCDE: 38´400,000”1

CAPITULO XXIII

LA JUSTICIA AGRARIA EN MEXICO, IMPORTANCIA Y PERSPECTIVAS

23.1SURGIMIENTO Y EVOLUCION DE LA TENENCIA DE LA TIERRA


Han sido diversos momentos por los que ha pasado la tenencia de la tierra en el
medio rural; en principio, la sociedad azteca, antes de la llegada de los españoles,
no solamente tenía una verdadera estratificación social; más aún, contaba con una
ordenada y se han distribución de la tierra; por su importancia y trascendencia a lo
largo de más de 500 años, se hace referencia únicamente del Calpulli y del
Altepetlalli; como parte de sus formas de tenencia de la tierra; ambos, son el
antecedente más remoto del ejido y comunidad, respectivamente.

Los dos constituyen lo que se conoce como la propiedad social. Tanto el ejido,
como la comunidad, han tomado ese carácter, en razón de que a través del
establecimiento de una política de reparto agrario, sea creado y reconocido
material y jurídicamente. A diferencia de la propiedad en general, por más de siete
décadas; ambas formas de propiedad eran inalienables, inembargables,
imprescriptibles e indivisibles; es decir, tenía como principal objetivo en los
distintos sujetos agrarios, comuneros y ejidatarios, únicamente tenían el uso y
disfrute, mas no la libre disposición del bien.

Atendiendo a su antecedente y naturaleza jurídica, cabe mencionar que el artículo


52 de la derogada ley federal de reforma agraria, estableció las características de
la propiedad de
los núcleos de población; a este respecto señalaba lo siguiente: Los derechos que
sobre bienes agrarios adquieren los núcleos de población serán inalienables,
imprescriptibles, inembargables y ´por tanto, no podrán en ningún caso ni en forma
legal alguna enajenarse, cedérseme transmitirse, arrendarse, hipotecarse o
grabarse, en todo o en parte.

23.2 EL DERECHO AGRARIO Y SU IMPORTANCIA

Con el objeto de contar con los elementos necesarios, antes de desahogar lo


relativo al tema que nos ocupa, se estima conveniente referir algunos aspectos a
partir de la definición de derecho agrario, para quien esto se escribe, se define en
los términos y explicación siguientes:

Como el conjunto de normas jurídicas, doctrina y jurisprudencia de caracteres


sociales tendentes a reguilar las diversas formas de propiedad en el medio rural
así como su producción, distribución y comercialización de sus productos.

Sin embargo hoy en día la ley agraria permite que se puedan combatir dificultades
del pasado, porque en la actualidad, los productores podrán participar con
propuestas para mejorar la producción e impulsar los canales de comercialización.
No se puede pasar por alto, que dicho desarrollo puede ser posible con acciones
comprometida de los sujetos agrarios, contando con el apoyo del poder ejecutivo
federal, todo ello, lo podemos señalar como aspectos necesarios para lograr un
verdadero desarrollo rural sustentable; cabe recordar, que a la fecha se cuenta
con la ley reglamentaria de la fracción XX, del artículo
27 constitucional, de nominada ley de desarrollo rural sustentable.

Actualmente se han observado cambio de paradigmas en esta materia; en


consecuencia, la materia agraria es eminentemente jurisdiccional, a través del
juicio agrario particularmente, para la solución de la diversa problemática agraria.”

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