Tomo Iii
Tomo Iii
Tomo Iii
DERECHO DE FAM
Tomo IV
Arts. 638 a 723
y 2621 a 2642
- ~ U L Z O N IEDITORES
RUBIRTZAL
Talcahuano 442 - Tel. (011) 4373-0544 - C1013AAJ Buenos Aires
Salta 3464 - Tel. (0342) 455-5520 - S3000CMV Santa Fe
ISBN 978-987-30-0525-1 (obra completa edición rústica)
ISBN 978-987-30-0527-5 (obra completa edición encuadernada)
Artículos Autores
1. Los ejes centrales de la responsabilidad parenatal
Tal como se ha señalado en el Capítulo Introductorio, el desarrollo
del Derecho Internacional de los Derechos Humanos ha irradiado sus
efectos hacia todas las ramas del Derecho.
ceso
.
y ha experimentado una transversalización de _su~concgp~1__
A.
- a - . - _ - - - - en un
c&mpo que era gobernado tradicionalmente por la privacidad fundada
eh el respeto aparentemente debido a la invocada intimidad de la fa-
milia.
La incorporación de los tratados de derechos humanos en el bloque
constitucional argentino en 1994 (art. 75, inc. 22, CN) ha tenido tam-
bién un fuerte impacto en la conceptualización y regulación de las
e l l a o b j e t o demahlaotndescudioo-ésoos viven
separados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño. 2.
En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el párrafo lo del presente
artículo, se ofrecerá a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en él y
de dar a conocer sus opiniones. 3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño
que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto
directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior
del niño. 4. Cuando esta separación sea resultado de una medida adoptada por un -
Estado Parte, como la detención, el encarcelamiento, el exilio, la deportación o la
-
muerte (incluido el Irallecimiento debido a cualquier causa mientras la persona esté
bajo la custodia del Estado) de uno de los padres del niño, o de ambos, o del niño,
el Estado Parte proporcionará, cuando se le pida, a los padres, al niño o, si procede,
a otro familiar, información básica acerca del paradero del familiar o familiares ausentes,
a no ser que ello resultare perjudicial para el bienestar del niño. Los Estados Partes
se cerciorarán, además, de que la presentación de tal petición no entraña por sí misma
consecuencias desfavorables para la persona o personas interesadas".
Art. 18: "l. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el
reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en
Más recientemente, en este desarrollo doctrinario y jurisprudencia1
de los contenidos de la responsabilidad parental se inserta la perspectiva
de género y, de modo cada vez más frecuente, la de la diversidad
sexual. Así, el privar el ejercicio o actuación de la responsabilidad
parental con fundamento en razones de orientación sexual de uno de
los padres resulta discrirninatorio, tal como lo tiene expresado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso "AtalaV6.
Por otra parte, la autonomía progresiva de niños, niñas y adoles-
centes presente en la CDN obligó a transitar desde una noción de
potestad o poder de los padres sobre los hijos hacia la noción de
responsabilidad, cuyo ejercicio requiere tener en consideración al hijo.
De esta manera, se tiende a hacer efectivo el mandato de la CDN
que persigue considerar la evolución de las facultades del niño, niña
o adolescente, con el fin de promover la dirección y orientación apro-
piadas por los padres para que el niño ejerza los derechos reconocidos
en la Convención (art. 5 O , CDN)7.
Se persigue que el niño pueda estar "plenamente preparado para
lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su
caso, a los representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el
desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño.
2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente
Convención, los Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a los padres y a los
representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta a la
crianza del niño y velarán por la creación de instituciones, instalaciones y servicios
para el cuidado de los niños. 3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
apropiadas para que los niños cuyos padres trabajan tengan derecho a beneficiarse
de los servicios e instalaciones de guarda de niños para los que reúnan las condiciones
requeridas".
Véase CIDH, "Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile", Fondo, Reparaciones y
Costas, sent. del 24-2-2012, Serie C, No 239, http://www.corteidh.or.cr/ca-
sos.cfm?idCaso=385.
Para un comentario al fallo, en: ZUÑIGA URBINA, Francisco, Estudios consti-
tucionales, Año 10, No 1, 212, Centro de Estudios Constitucionales -de Chile, Uni-
versidad de Talca, ps. 429 a 468, http://www.scielo.cl/pdf/estconst/vlOnl/artl2.pdf.
Art. 5O, CDN: "Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos
y los deberes de los padres o, en su caso, de los,miembros de la familia ampliada o
de la comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas
encargadas legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de
sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos
reconocidos en la presente Convención".
Art. 638
PRINCIPIOS
GENERALES DE EA RESPONSABILIDAD PARENTAL
Código Civil argentino originario. Véase el art. 264 del Cód. Civ. de Vélez
Sársfield: "La patria potestad es el conjunto de los derechos que las leyes conceden
a los padres desde la concepción de los hijos legítimos, en las personas y bienes de
dichos hijos, mientras sean menores de edad y no estén emancipados". Cfr. ZANNONI,
Dereclzo Civil. Dereclzo de Fainilin cit., t. 2, ps. 723 y SS.
lo En este contexto histórico aludido nos referimos a los llamados hijos sacrilegos,
naturales, adulterinos e incestuosos. 0, en su caso, matrimoniales y extramatrimoniales,
legítimos o ilegítimos, por dar ejemplos.
Ley 14.367 de 1954. Sanción: 30-9-54. Promulgación: 11- 10-54.
Ley 17.711 de 1968. Sanción y promulgación: 22-4-68. Publicación: B. O. del
26-4-68. Fe de erratas: B. O. del 30-4-68.
l3 Ley 23.264 de 1985. Sanción: 25-9-85. Promulgación: 16-10-85. Publica-
ción: B. O. del 23-10-85.
Art. 638
C L
Art. 638
24 Este art. 638, Cód. Civ. y Com., reconoce su correlato en el art. 264, Cód.
Civ. derogado. El art. 264 derogado decía: "La patria potestad es el conjunto de
deberes y derechos que corresponden a los padres sobre las personas y bienes de los
hijos, para su protección y formación integral, desde la concepción de éstos y mientras
sean menores de edad y no se hayan emancipado".
25 El primer párrafo de este artículo ha sido redactado conforme a la Ley 1312005,
de l o de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer
matrimonio (B. O. E., No 157, de 2-7-2005, ps. 23.632-23.634). Ver http:/lcivil.udg.
eslnormacivil/estataYCCl1T7.htm.
Art. 638
26 Ley 2512010, de 29 de julio, del Libro Segundo del Código Civil de Cataluña,
ativo a la persona y la familia, Capítulo VI, Potestad parental, Sección 1, Dispo-
iones generales, arts. 236-1 y 236-2.
27 Código Civil de Francia, texto modificado por la Ley 2002-305 de 4-3-2002,
. 5", JORF, de 5-3-2002.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
23
La jurisprudencia anterior ha expresado el fin de la responsabilidad
pai-ental y ha señalado en este sentido que "la patria potestad, cuya
titularidad Jienen los padres, es el instituto máximo de protecciórde
la minoridad; esta autoridad que la ley les reconoce tiene fines espe-
--
clficos y por ello se presenta como una función social encaminada a
la protección y desarrollo integral de los hijos. La adjudicación de
fines a la patria potestad implica consagrar la 'cláusula de beneficio
de los hijos7, que impone una forma de ejercer la autoridad siempre
puesta
- --
en interés del hijo, es decir, en beneficio del hijo"32.
-"---*----
32 JFam. 4" Nom. de Córdoba, junio de 2002, "E. S. s/Guarda", Actualidad Jurídica.
Fal~zilia& Minoridad, vol. 2, p. 105.
33 Dicciorzario de la Lerzg~~a Española, 22" ed.: Formación (Del lat. fonnatio,
-01zis). Acción y efecto de formar o formarse. Formar: Criar, educar, adiestrar. Dicho
de una persona: Adquirir más o menos desarrollo, aptitud o habilidad en lo físico o
en lo moral. Protección (Del lat. protectio, -onis). Acción y efecto de proteger. Proteger
(Del lat. protegere). Amparar, favorecer, defender. Resguardar a una persona. Ver
http://lema.rae.es/drae/.
34 Cfr. DEL MAZO, Carlos Gabriel, La responsabilidad parerztal en el Proyecto,
en DFyP 2012 (julio), del 1-7-2012, p. 206.
1.
Art. 638
- -=- - -
35 CDN, art. 6 O : "2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible
supervivencia y el desarrollo del niño".
36 CSJN, 2-12-2008, G.147.XLIVY "García Méndez, Emilio y Musa, Laura Cristina
Causa No 7537".
37 Opinión Consultiva No 17 de la Corte Interarnericana de Derechos Humanos, de
osto de 2002. Se refiere a la condición jurídica del niño y expresa que no deben ser
onsiderados objeto de protección segregativa, sino sujetos de pleno derecho que deben
cibir protección integral y gozar de todos los derechos que tienen las personas adultas,
S de un grupo de derechos específicos que se les otorga por la particularidad de
S niños se encuentran en desarrollo. No sólo se deben proteger sus derechos, sino
ien adoptar medidas especiales de protección, conforme al art. 19 de la Convención
ericana y un conjunto de instrumentos internacionales en materia de niñez.
Puede pensarse que una ley reglamentaria, como es el Código que
se comenta, podría omitir la consignación de los fines que persigue
u ostenta la responsabilidad parental.
No obstante, se han incluido en el texto del artículo 638 del Código
Civil y Comercial -como en el artículo derogado 264 según la redacción
de la ley 23.264 del año 1985, que le sirve de fuente- los fines, ya
que la regulación integral de la institución apunta a señalar la funcio-
nalidad de la relación paterno-filial, el "para qué" se atribuyen facul-
tades y deberes a los progenitores en relación al hijo menor.
-Justamente
-- se atribuyen esos deberes-derechos38para que los pro-
genitores protejan, formen integralmente y colaboren en el desarrollo
de los hijos.
' - La ley explicita en forma clara y precisa que el fin de la respon-
sabilidad parental es la protección, desarrollo y formación integral del
hijo.
6. Sin extensión
La responsabilidad parental es ejercida por los padres mientras el
hijo sea menor de edad y no se haya emancipado.
-
Debemos recordar que a partir de la ley 26.57939 y conforme al
artículo 25 del Código Civil y Comercial, la mayoría de edad se ad-
quiere a los 18 años.,
,
La norma modificó la edad en que los individuos adquieren su
mayoría de edad, disminuyéndola de 21 a 18 años en todo nuestro
Derecho, adecuándose de este modo a la normativa internacional y a
lidad Jurídica. Familia & Miizoridad, No 70, Año V , vol. 70, febrero de
27
Art. 639 Principios generales. fiulrneración. La responsabilidcad paren.
tal se rige por los siguientes principios:
a) el interés superior del niño;
b) la autonomía progresiva del hijo conhrme a sus caraete-
risticas psicofisicas, aptitudes y desarrollo. A mayor auto-
nomía, disminuye la representación de los progenitores en
el ejercicio de los derechos de los hijos;
e) el derecho del niiio a ser oído y a que su opinión sea tenida
en cuenta según su edad y grado de madurez.
l. Principios generales
Como es de estilo en la normativa que comentamos, se expresa
en cada institución los principios generales que la rigen.
Los principios, en el marco de un sistema jurídico basado en el
reconocimiento de derechos, permiten ejercer otros derechos y resolver
conflictos entre derechos igualmente reconocidos, según los principios
generales que se enuncian.
por principios cuyo norte apunta,
Art. 639
42 Ley 26.061, art. 3". Se consigna que debe respetarse: "a) Su condición de suj
de derecho; b) El derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que
opinión sea tenida en cuenta; c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus derec
en su medio familiar, social y cultural; d) Su edad, grado de madurez, capacidad
discernimiento y demás condiciones personales; e) El equilibrio entre los derecho
garantías de las niñas, niños y adolescentes y las exigencias del bien común; f)
centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y a
lescentes hubiesen transcumdo en condiciones legítimasla mayor parte de su existenc
43 En este aspecto se señala que "el concepto de autonomía progresiva res
a la faz dinámica de la capacidad del sujeto que facultaría a los mismos a
intervención en todos los asuntos que atañen a su persona o a sus bienes, co
a su madurez y desarrollo; considerando asimismo que esa voluntad o participac
sea tenida en cuenta e, incluso, en ciertas oportunidades resolver conforme a
voluntad; de modo que la responsabilidad parental y capacidad progresiva van
mano, y son los pilares de la formación y maduración de los menores de edad,
transitan el adiestramiento en el ejercicio de los derechos de que son titulares" (
E N O , Natalia, Ejercicio de los derechos de los menores de edad y adolescentes
el Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, en DFyP 2013 [abril], p.
AR/DOC/528/2013).
en su participación activa en el proceso formativo, y en
onocirniento y efectiva promoción de su autonomía en
sus derechos fundamentales en función de las diferentes
desarrollo evolutivo.
31
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Art. 639
po técnico55,
2<
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
56 Véase el comentario a los arts. 677, 678, 679 y 680 en este Código.
rte, con el alcance con que se ha concep-
, con el derecho que les asiste a ser oídos y que sus opiniones
idas en cuenta y a participar activamente en todo procedimiento
l. Consideraciones generales
La ley enuncia las figuras legales derivadas de la responsabilidad
parental.
En la regulación -se recuerda-, la finalidad de la responsabilidad
parental es la protección, desarrollo y educación o formación del hijo
(art. 638, Código Civil y Comercial).
El artículo que se comenta contempla tres figuras diferentes: 1) la
titularidad y el ejercicio de la responsabilidad parental; 2) el cuidado
personal del hijo por los progenitores, y 3) la guarda otorgada por el
juez a un tercero.
Para la presentación de las tres figuras, se analizan sintéticamente
y se remite a lo expresado en los capítulos en que se tratan específi-,
camente esas instituciones.
64 Comentando esta norma, Luis Mizrahi expresa que "el cuidado personal, con-
forme lo indica el art. 640, inc. b, del Proyecto de 2012, es una derivación de la
responsabilidad parental, pero diríamos acotada a la vida cotidiana del hijo; por lo
que se podría decir que el cuidado personal es una suerte de ejercicio de responsabilidad
parental restringido" (MIZRAHI, Mauricio Luis, El cuidado persorznl del hijo eíz el
Proyecto de Código, en L. L. 2013-C-925, AR/DOC/1222/2013).
partido del hijo con la modalidad indistinta, excepto que no sea posible
o resulte perjudicial para el hijo (art. 65 1).
Art. 641
CAPÍTULO 2
TITULARIDAD Y EJERCICIO DE EA RESPCPNSABIEIDAD PARENTAL
tivo en la regulación
del ejercicio de la responsabilidad parental, se debe dejar sentado que
ejercicio
alvo algunas excepcio
Art. 641
7"e recuerda el art. 264, Cód. Civ. derogado, en punto al sistema de ejercicio
de la responsabilidad parental que se estableció en el año 1985, en función de la
ley 23.264. "...Su ejercicio corresponde: 1. En el caso de los hijos matrimoniales, a
los cónyuges conjuntamente, en tanto no estén separados o divorciados, o su matri-
monio fuese anulado. Se presumirá que los actos realizados por uno de ellos cuenta
con el consentimiento del otro, salvo en los supuestos contemplados en el artículo 264
quáter, o cuando mediare expresa oposición. 2. En caso de separación de hecho,
separación personal, divorcio vincular o nulidad de matrimonio, al padre o madre
que ejerza legalmente la tenencia, sin perjuicio del derecho del otro de tener adecuada
comu~~icación con el hijo y de supervisar su educación. 3. En caso de muerte de uno
de los padres, ausencia con presunción de fallecimiento, privación de la patria potestad,
o suspensión de su ejercicio, al otro. 4. En el caso de los hijos extramatrimoniales,
reconocidos por uno solo de los padres, a aquel que lo hubiese reconocido. 5. En el
caso de los hijos extramatrimoniales reconocidos por ambos padres, a ambos, si con-
vivieren, y en caso contrario a aquel que tenga la guarda otorgada en forma conven-
cional, o judicial, o reconocida mediante información sumaria. 6. A quien fuese de-
clarado judicialmente el padre o madre del hijo, si no hubiese sido voluntariamente
reconocido".
r
Art. 641
49
4. Caso de muerte, ausencia con presunción de
fallecimiento, privación de la responsabilidad
parental s suspensión del ejercicio
En caso de muerte, ausencia con presunción de fallecimiento, pri-
vación de la responsabilidad parental (art. 700, Código Civil y Co-
mercial) o suspensión del ejercicio (art. 702, Código Civil y Comercial)
de un progenitor, el ejercicio de la responsabilidad parental corresponde
al otro.
Este ejercicio unilateral se explica desde el plano fáctico, ya
ha desaparecido físicamente uno de los progenitores, por muerte,
tinguiéndose la responsabilidad parental a su respecto (art. 699, inc.
Código Civil y C ~ m e r c i a l ) o~ ~en; el supuesto de la ausencia con pr
sunción de fallecimiento, se ha suspendido el ejercicio (art. 702, inc. a)
o se ha retirado la responsabilidad parental por su privación -que pue
ser rehabilitada- (arts. 700, 701), o ha operado la suspensión del eje
cicio por las hipótesis contempladas en el artículo 702 del Códig
Civil y Comercial, que impiden concretamente que se actúe la res-
ponsabilidad parental.
La atribución unilateral o unipersonal de la responsabilidad parental
obedece a la realidad o al principio de realidad que subyace en las
hipótesis mencionadas.
Art. 641
Tit.eillaridad - Ejercicio
r
A ambos progenitores Excepciones: Extinción
(art. 699)
Privación (art. 700)
n a) Conjunto
I b) Unilateral
79 Código Civil francés, art. 372, según Ley 2002-305 de 4-3-2002, art. 5, 1
11, Diario Oficial de 5-3-2002. "El padre y la madre ejerceriín en común la patria
51
Excepciones: Extinción,
0 A ambos privación
Suspensión (art. 702)
u Casos
n A ambos
Eo tutela o adopción
53
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Col-responde parcialmente al derogado art. 264 ter, Cód. Civ., según la reforrn
de ley 23.264 del año 1985.
t.
Art. 642
Resolución judicial
Cualquiera de los p
en debe resolver
local, previa audiencia de los progenitores con intervención del
(art. 103 del Código Civil y C o m e r ~ i a l ) ~ ~ .
tomar diferentes decisiones, que consignamos en el
CNCiv., sala K, 10-2-2005, "C., F. c/H., D.", Actualidad Jurídica. Farnilia &
noridad, vol. 12, p. 1222.
El Ministerio Público, conforme al art. 103, Cód. Civ. y Com., tiene funciones
asistencia o de representación principal -supletoria-. En la intervención comple-
entaria, dictamina en todos los casos judiciales en que se discuten derechos de un
ño, niña o adolescente, conforme a derecho, teniendo en cuenta el interés superior
el niño. Es una intervención necesaria y obligatoria, independiente del desarrollo y
adurez del niño, niña o adolescente. No se analiza la actuación extrajudicial, que
eberá observarse en el comentario del artículo pertinente.
83 Ley de Mediación 26.589, decreto reglamentario 146712011 (derogación de los
ecretos 91/98 y 146512007, reglamentación de la ley 26.589). Fecha de emisión:
22-9-2011. B. O. del 28-9-201 1. Online: AR/LEGU6RDS.
litigiosidad y descomprimir los tribunales, en al menos una tercera
parte, en materia de conflictos. Mediante la mediación familiar se
pueden c~ib-r todos aquellos conflictos que puedan surgir entre los
miembros de una familia, sea ésta matrimonial o no, y que permita
alcanzar acuerdos en todas aquellas cuestiones que sean disponibles
para las partes.
Art. 643
Art. 643
La delegación de la responsabilidad
parental en el Derecho extranjero
Esta decisión autónoma de los progenitores se conoce en el Derecho
parado como "delegación de la autoridad parental", y encuentra
ndamento en prácticas habituales de la vida cotidiana de las fa-
59
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
s6 Ley 26.061, art. 39: "Medidas excepcionales. Son aquellas que se adoptan
cuando las niñas, niños y adolescentes estuvieran temporal o permanentemente
privados de su medio familiar o cuyo superior interés exija que no permanez-
can en ese medio. Tienen como objetivo la conservación o recuperación por parte
del sujeto del ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparación de sus
consecuencias..."
Art. 40: '?rocedencia de las medidas excepcionales. Sólo serán procedentes cuan-
do, previamente, se hayan cumplimentado debidamente las medidas dispuestas en el
artículo 33. Declarada procedente esta excepción, será la autoridad local de aplicación
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
quien decida y establezca el procedimiento a seguir, acto que deberá estar jurídicamente
fundado, debiendo notificar fehacientemente dentro del plazo de veinticuatro horas,
la medida adoptada a la autoridad judicial competente en materia de familia de cada
jurisdicción ..."
Cfr. BACIGALUPO DE GIRARD, María, Acuerdos sobre delegación de la
autoridad parental, en Derecho de Familia. Revista lizterdisciplinaria de Doctrina y
Jurisprudencia, No 26, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2003, ps. 57 y SS.
el progenitor omite realizar las acciones necesarias para pre-
servar su adecuado desarrollo.
El consentimiento del progenitor adolescente debe integrarse
con el asentimiento de cualquiera de sus propios progenitores
si se trata de actos irascendentes para la vida del nifio, como
Ba decisión libre e informada de su adopción, intervenciones
quirúrgicas que ponen en peligro su vida, u otros actos que
pueden lesionar gravemente sus derechos. En caso de conflicto,
el Juez debe decidir a través del procedimiento más breve pre-
visto por la ley local.
La plena capacidad de uno de los progenitores no modifica
este régimen.
Cfr. CECHILE, Ana M., La patria potestad de los padres menores de edad,
2003-26-45; FAMÁ, María Victoria y HEmRA, Marisa, Ley, adolescencia
rnidad, en ADLA 2004-A- 1449.
a norma que se indica fue introducida por la derogada ley 23.264 del año
85. Art. 264 bis: "Cuando ambos padres sean incapaces o estén privados de la
a potestad o suspendidos en su ejercicio los hijos menores quedarán sujetos a
a. Si los padres de un hijo extramatrimonial fuesen menores no emancipados, se
rirá a quien ejerza la patria potestad sobre aquel de los progenitores que tenga
hijo bajo su amparo o cuidado, subsistiendo en tal caso esa tutela aun cuando el
o progenitor se emancipe o cumpla la mayoría de edad".
90 CCCom. de Dolores, 9-9-2008, "L. N. s1Protección y guarda", Actualidad Ju-
zdica. Familia & Minoridad, No 55. Sostiene el tribunal que "existen distintos tipos
de guarda según quien la ejerza y la forma de otorgamiento. Así la que ejercen
naturalmente los padres es la guarda originaria derivada de la relación paterno-filial
y permite el ejercicio de las funciones paternas. Pero también esa guarda puede des-
membrase ante situaciones especiales y recaer en una persona que tiene a su cargo
la protección y asistencia del menor, mas no su representación legal. Precisamente
esta guarda delegada es la que se ha concedido en autos, por vía jurisdiccional para
los progenitores llegue a la mayoría de edad, se prefiere la tutel
favor de un abuelo si es que el niño no convive con este padre q
ya alcanzQ la plena capacidad civil. Se establecían ciertos límites
quienes ejercían la patria potestad, en tanto que el hecho de que 1
padres tuvieran la representación necesaria y universal del menor
todos los actos de su vida no los habilitaba a otorgar actos perso
lísimos tales como la entrega en adopción de un hijo de la me
sujeta a patria potestadg1.
En la legislación derogada, el ejercicio de la función, cuando
trate de hijos extramatrimoniales, les corresponde a "los abuelos" 0
quien ha asumido el cuidado del progenitor adolescente.
La segunda parte del derogado artículo 264 bis del Código Civ
establecía que el hijo del padre extramatrimonial del menor de eda
no emancipado queda sujeto a la tutela de quien ejerce la patria potesta
del progenitor menor. Se trataba, en realidad, de la tutela del niet
ejercida por el abuelo que ejercía la "patria potestad" sobre el pad
extramatrimonial menor de edad no emancipado, en las condicion
exigidas por la leyg2.
ES evidente que esta norma del artículo 264 bis derogado contrariaba
idea de participación y colaboración, e implicaba para el hijo de
dres extramatrimoniales menores de edad una pérdida que vulneraba
derecho del hijo a ser cuidado y educado por ambos progenito-
y consagraba una desigualdad radical entre hijos matrimoniales y
ramatrimoniales de padres menores de edad, para aquella época
s. 7" y 18 de la CDN).
Es indudable que la norma resultaba discriminatoria a la luz del
cho convencional, especialmente de cara al artículo 16 de la Cons-
ón Nacional (principio de igualdad ante la ley), del artículo d7.5
Convención Americana sobre Derechos Humanos (la ley debe
er iguales derechos a los hijos nacidos dentro o fuera del ma-
), y del artículo 16.l de la Convención Internacional sobre la
nación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
en reconocerse los mismos derechos y responsabilidades, como
nitores, en la materia relacionada con sus hijos, cualquiera sea
ado civil). En este sentido se expresa que "hasta no hace mucho
o, se tomaba como lógico que si los progenitores son personas
res de edad, la responsabilidad sobre el niño recae sobre los
S,a quienes se les otorga la tutela. Ésta es la solución del artículo
1s del Código Civil argentino vigente. Esa solución contraría el
ipio de la autonomía progresiva de los niños y adolescentes re-
cida por la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
1í que hoy sea motivo de preocupación de la doctrinag3.
.l. Fundamentos
Se funda en el
2.2. Principios
La regla que atribuye el ejercicio de la responsabilidad parental
limitada a los padres adolescentes atiende al principio de autonomía
progresiva al permitirles sentirse responsables, mediante la toma de
decisiones respecto de sus hijos.
También afianza esa capacidad progresiva el poder realizar las t
reas necesarias para el cuidado, educación y salud del hijo, tratan
de lograr un equilibrio entre los derechos del niño y sus padres, sin
lesionar los derechos de estos últimos.
Principios generales
La ley enumera una serie de actos que requieren el consentimiento
e ambos progenitores -como lo preceptuaba el sistema derogadog5-,
95 Ley 23.264185. Art. 264 quáter, Cód. Civ.: "En los casos de los incisos 1,
y 5 del artículo 264 se requerirá el consentimiento expreso de ambos padres
ra los siguientes actos: 1. Autorizar al hijo para contraer matrimonio. 2. (Inciso
rogado por art. 2' de la ley 26.579, B. O. del 22-12-2009). 3. Autorizarlo para
resar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad. 4. Autorizarlo
a salir de la República. 5. Autorizarlo para estar en juicio. 6. Disponer de los
69
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
admitirá que un padre intente realizar alguna de las acciones contempladas en el art.
645 (o 264 quáter) aportando un poder general anticipado otorgado por el otro pro-
genitor; pues si fuera así se burlaría la finalidad perseguida, cual es que éste ejerza
un control real del acto que se pretende ejecutar. No obstante, nada impide que se
confiera un poder especial destinado específicamente a prestar el consentimiento con
un cometido específico. Ahora bien, debe advertirse que este consentimiento -si bien
tiene que ser expreso- no deberá necesariamente extenderse por escrito, debido a que
podrá acudirse a todos los medios en que claramente resulta posible expresar la vo-
luntad. Bastará, entonces, para llevar adelante el acto, que medien signos inequívocos
de ese progenitor cuyo consentimiento se requiere. El clásico ejemplo es el padre
que emprende un viaje al extranjero con su hijo donde es por demás obvio que el
consentimiento expreso queda plasmado por la sola circunstancia de trasladarse junto
a su hijo" (MIZRAHI, Mauricio Luis, Actos trascendentes para la vida del hijo en
el Proyecto de Código, en L. L. 2013-D-1093, AR/DOC/2106/2013).
Art. 645
En todos estos casos, si uno de los En todos estos casos, si uno de los
padres no diere su consentimiento o progenitores no da su consentimiento
mediara imposibilidad para prestarlo, o media imposibilidad para prestarlo,
resolverá el juez lo que convenga al debe resolver el juez teniendo en mi-
interés familiar. ras el interés familiar.
Cuando el acto involucra a hijos ado-
lescentes, es necesario su consenti-
miento expreso.
98 El art. 404 dispone que "En el supuesto del inciso f) del artículo 403, el menor
de edad que no haya cumplido la edad de 16 años puede contraer matrimonio previa
dispensa judicial. El menor que haya cumplido la edad de 16 años puede contraer
\
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
74
Art. 645
76
Art. 645
77
El tema del egreso permanente del país del hijo resulta relevante,
y debe ser conectado con los deberes y derechos de los progenitores,
en correlación a los de los hijos menores y demás parientes y personas
con interés legítimo, conforme lo prevén, en el derecho de comuni-
cación regulado, los artículos 555 y concordantes del Código Civil y
Comercia1103.
No puede dejar de mencionarse que en el supuesto de cuidado
personal unilateral, el derecho y deber de comunicación es amplio, y
se encuentra regulado en el artículo 652 del Código Civil y Comercial,
entre otros.
No se encuentra comprendido en esta hipótesis el cambio de do-
micilio de una ciudad a otra, de una provincia a otra, dentro del país,
siendo un conflicto grave y que se ventila habitualmente en los tri-
bunales argentinos. Este cambio de domicilio "interno" trae un sin-
número de inconvenientes en la práctica cotidiana. Se estima que las
normas de fondo y los códigos procesales deberán aplicarse a cada
caso concreto que se debata, siendo la resolución acorde al interés del
hijo, y resguardando el sistema de titularidad de la responsabilidad
parental, el derecho a la coparentalidad, con sus consecuencias.
España, pasa radicarse allí junto a su progenitora-, sin perjuicio de que, al propio
tiempo, se busquen mecanismos para aseguras la regulasidad del contacto con el padre
y de la escolaridad".
lo3 Véanse los comentasios de los asts. 555 y 556 en este Código.
1°"éanse los comentanos de los arts. 677, 678, 679 y 680 en este Código.
t
Art. 645
'O6 Cfr. LLOVERAS, comentario al art. 294, en Código Civil y nonlzns coinple-
nzeiztnrins... cit., t. IB, ps. 535 y SS.
nistración como acto o función conjunta exija que los proge-
nitores estén en ejercicio de la responsabilidad parental.
Puede, verbigracia, presentarse un caso de ejercicio unilateral
de la responsabilidad parental, y lo mismo, de igual modo, la
administración de los bienes del hijo corresponde a ambos pro-
genitores.
3) En tanto el hijo menor de edad tenga doble vínculo filial, la
administración de los bienes corresponde a los dos progenitores,
según la regla del artículo 645 citado.
4) La utilización por el artículo 685 de la expresión que am-
bos padres estén en ejercicio, para que la administración
sea conjunta, no modifica la regla general, debiendo interpre-
tarse que la administración de los bienes del hijo es conjunta
cuando ambos ostenten la titularidad en la responsabilidad
parental.
La expresión técnicamente deslucida incluida en el artículo 685
citado -que ya había sido fijada en el artículo 294 del Código
derogado-, en punto a diseñar la administración de los bienes
del hijo para ambos padres que "estén en ejercicio" de la res-
ponsabilidad parental, al ser leída juntamente con el artículo 645
no deja dudas sobre el alcance de ser la administración uno de
los actos derivados de la titularidad de la responsabilidad pa-
rental, y no derivada del ejercicio de la misma.
5) Los actos conservatorios pueden ser otorgados indistintamente
por cualquiera de los progenitores, porque estos actos deben
ser realizados de manera urgente, sin dilación alguna. Una te-
situra diferente puede perjudicar los intereses del hijo menor
de edad.
Esta disposición del artículo 645 en estudio se aplica con inde-
pendencia de que el cuidado sea unipersonal o compartido.
Debe señalarse que sólo administra uno de los progenitores cuando:
i) se ha producido la muerte, la ausencia con presunción de falleci-
miento, la privación de la responsabilidad parental o la suspensión del
ejercicio del otro progenitor; ii) en el caso de un hijo extramatrimonial
con un solo vínculo filial.
Aun en el supuesto de un hijo extramatrimonial con doble vínculo
filial, si uno de los polos filiatorios se estableció por declaración ju-
dicial, serán administradores ambos progenitores, por ser ambos titu-
lares de la responsabilidad parental ( a g . art. 641, inc. e, Código Civil
y Comercial). Nada obstaría a que en estos supuestos pueda excluirse
-en su caso- de la administración al progenitor que fue emplazado
por sentencia judicial (arg. art. 688, Código Civil y Comercial).
El artículo 645 prevé la administración conjunta de los bienes del
hijo, contemplando la excepción que se configura cuando los proge-
nitores acuerdan que uno de ellos administre los bienes del hijo; en
ese caso, el progenitor administrador necesita el consentimiento ex-
preso del otro para todos los actos que requieran también autorización
judicial (art. 687, Código Civil y Comercial).
Frente a graves o persistentes desacuerdos sobre la administración
de los bienes, cualquiera de los progenitores puede recurrir al juez
para que designe a uno de ellos en la función o, en su defecto, a un
tercero idóneo para ejercerla (art. 688, Código Civil y Comercial).
DEBERES
U DERECHOS DE LOS
PRQGENPTORES. ]Z~EGLASGENERALES
1.l. Cuidar del hijo, convivir con él, prestarle alimentos y educarlo
La familia comporta un elemento esencial que contribuye al de-
sarrollo integral y a la estabilidad de los hijos menores, por cuanto
los CNCiv., sala C, 6-3-2012, "A. M., A. M. CIT.,F. H.", Abeledo-Perrot, APISURI
62412012.
Io9 JFam. 4" Nom. de Córdoba, 19-5-2003, A. 1. 163, "R. D. L. P. A. G. y E.
M. L. Divorcio vincular", confirmado por A. 1. 197 del 2-12-2003 de la ClaFam. de
Córdoba, Act~~alidad Jtlrídica. Fai?zilia & Minoridad, vol. 6, p. 590.
CNCiv., sala C, 6-3-2012, "A. M., A. M. CIT.,F. H.", Abeledo-Penot, APIJURI
62412012.
I 1 I CCCom. de Bahía Blanca, sala 2", 19-7-2007, "A. M. F. c L . S. D.", Actz~alidad
Jurídica. F'anzilia & Minoridad, vol. 43, p. 4520.
t.
Art. 646
112 Cfr. JFarn. 4" Nom. de Córdoba, 3-8-2010, auto 752, "F. M. D. L. A. y otro.
Homologación", Actualidad Jtirídica. Familia & Mirzorictnd, No 8 1.
H3 CNCiv., sala F, 31-5-2005, "K., 1. N. y otro C/D. N., A. C.", L. L. Online,
AR/JUFU2534/2005.
85
menor al establecimiento perteneciente al culto judío, prestando a su
vez conformidad con el nivel de educación brindado por la institu-
ción" 1 14
Puede acaecer ante una política pública en curso que ambos pro-
genitores se opongan al acto que ella implica. En relación a la vacu-
nación de los hijos a la cual se oponían ambos padres, se dijo que
"corresponde señalar que no se encuentra discutida en autos la pre-
rrogativa de los progenitores de decidir para sí el modelo de vida
familiar (art. 19, CN), sino el límite de aquélla, que está dado por la
afectación a la salud pública y el interés superior del niño que -en el
caso-, de acuerdo con la política pública sanitaria establecida por el
Estado, incluye métodos de prevención de enfermedades entre los que
se encuentran las vacunas". "La vacunación no alcanza sólo al indi-
viduo que la recibe, sino que excede dicho ámbito personal para incidir
directamente en la salud pública, siendo uno de sus objetivos primor-
diales el de reducir y10 erradicar los contagios en la población, y sólo
de esta forma puede entenderse el carácter obligatorio y coercitivo
del régimen para todos los habitantes del país que se funda en razones
de interés colectivo que hacen al bienestar general"l15.
Puede verse el sinnúmero de situaciones que generan conflictos en
tomo al cuidado del hijo: la educación, su formación, la propia con-
vivencia, y se reseñaron algunos precedentes jurisprudenciales para
ilustrar la diversidad de conflictos que se plantean en el cumplimiento
de este deber.
El valor legislativo, al enumerar entre los deberes de los progeni-
tores el cuidado, alimentos, formación y educación del hijo, es reforzar
cada uno de estos deberes, para luego ser específicamente legislados
en el sistema de responsabilidad parental.
12' Cfr. NICOLAU, Noemí L., La aptitud de los niños y adolescentes para la
defensa de su privacidad y su imagen, en L. L. del 28-3-2007, p. 1; L. L. 2007-B-115 1.
Art. 646
122 Código Civil de España, art. 154: "Los hijos no emancipados están bajo la
potestad de los padres. La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los
hijos, de acuerdo con su personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica.
Esta potestad comprende los siguientes deberes y facultades: l . Velar por ellos, tenerlos
en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral. 2. Re-
presentarlos y administrar sus bienes. Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán
ser oídos siempre antes de adoptar decisiones que les afecten. Los padres podrán, en
el ejercicio de su potestad, recabar el auxilio de la autoridad".
Código Civil de Italia, art. 147: "Doveri verso i figli. Il matrimonio impone
ad atnbedue i coniugi l'obbligo di mantenere, istruire ed educare la prole tenendo
conto delle capacita, dell'iizclinazione naturale e delle aspirazioni dei figli".
124 Código Civil de Portugal: "Responsabilidades parentais relativanzente d pessoa
dos filhos. Artigo 1885 (EducncGo). l. Cabe aos pais, de acordo coln as suas pos-
sibilidades, pronzover o deseizvolvinzentofisico, intelectual e moral dos filhos. 2. Os
pais deveriz proporcionar aos filhos, ern especial nos diminuídos fisica e mentalmente,
adequada instrugGo geral e profssional, correspondente, na medida do possível, ds
aptidóes e inclina~óesde cada uin".
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
125 Cód. Civ. y Com., art. 555: "Legitimados. Oposición. Los que tienen a su
cargo el cuidado de personas menores de edad, con capacidad restringida, o enfermas
o imposibilitadas, deben permitir la comunicación de éstos con sus ascendientes, des-
cendientes, hermanos bilaterales o unilaterales y parientes por afinidad en primer
grado. Si se deduce oposición fundada en posibles perjuicios a la salud moral o física
de los interesados, el juez debe resolver lo que corresponda por el procedimiento más
breve que prevea la ley local y establecer, en su caso, el régimen de comunicación
más conveniente de acuerdo a las circunstancias".
Art.556: ''Otros beneficiarios. Las disposiciones del artículo anterior se aplican
en favor de quienes justifiquen un interés afectivo legítimo".
Art. 557: "Medidas para asegurar el cumplimiento. El juez puede imponer al
responsable del incumplimiento reiterado del régimen de comunicación establecido
por sentencia o convenio homologado medidas razonables para asegurar su eficacia".
Art. 646
12* Véanse los comentarios a los arts. 24, 26, 100, 101 en este Código.
j29 Véanse los comentarios a los arts. 685 a 698, y 645 en este Código.
130 Ver comentarios a los arts. 677 a 698 en este Código.
Art. 647
134 Del voto del Dr. Perotti, CPen. de Santa Fe, sala 1, 31-10-77, "Peña, Oscar R.",
ARíJURí39611977.
135 CPen. de Santa Fe, sala 1, 31-10-77, "Peña, Oscar R.", AR/JUR/396/1977.
Expresa el tribunal que "el legítimo ejercicio del derecho de corrección de los padres no
puede interpretase sino en función del adverbio 'moderadamente' que usa el Código
Civil, debiendo apreciarse las circunstancias conforme a los contenidos de quien lo
invoca en el momento de la acción" (del voto del Dr. Quirelli). "Se pueden distinguir
los aspectos objetivo y subjetivo de la justificante de ejercicio del derecho de correc-
ción: en el primero decide la individualizada adecuación del sistema correctivo al fin
educador, quedando constituido el segundo por el anirnus de actuar con finalidad
correctiva" (del voto del Dr. Creus).
136 Cfr. DEL MAZO, La responsabilidad parental en el Proyecto cit., p. 206.
137 DEL MAZO, Carlos Gabriel, Los adolescentes y las adicciones. Una respon-
sabilidad compartida, en Persona, derecho y libertad. Nuevas perspectivas. Estudios
en homenaje al Pro$ Carlos Fernández Sessarego, Motivensa, Lima, 2009, p. 720.
13* Cfr. ILUNDAIN, Responsabilidad parental cit., p. 312; KALAYAN, Ana
La tendencia en el Derecho contemporáneo es que si bien los padres
tienen el derecho-deber de criar, cuidar, educar y vigilar a sus hijos,
este ejercicio debe hacerse respetando los derechos, libertades y au-
todeterminación de éstos, conforme a su edad y desarrollo, adquiriendo
singular relevancia que las decisiones sean el resultado de una inter-
acción bilateral entre padres e hijos139.
La nueva norma tiene en cuenta el derecho a la dignidad y a la
integridad personal consagrado en el artículo 9" de la ley 26.061140.
La solución que consagra el artículo 647 del Código Civil y Co-
mercial se inserta en la línea doctrinaria que cuestionaba y criticaba
seriamente el derogado artículo 278 del Código Civil que se entendía
admitía, de modo implícito, como medio educativo, la producción de
un daño físico a los hijos.
Otras legislaciones omiten consagrar una prohibición específica so-
bre los malos tratos. Entre ellas, Panamá, El Salvador, Chile, Costa
Rica, Colombia, Cuba, Honduras y Brasil, entre otros141.
Desde otra mirada, prospera la tendencia a prohibir expresamente
todo castigo corporal. Entre otros países se alinean Finlandia, Noruega,
l. Consideraciones generales
Dentro del Capítulo 4 se regulan los "derechos y deberes sobre el
cuidado de los hijos".
El cuidado del hijo hace a la protección necesaria y cotidiana del
menor de edad en el proceso de formación.
Se especifican las clases de cuidados cuando los progenitores no
conviven, las modalidades del cuidado personal compartido y sus re-
glas, la autonom'a de los padres en cuanto a la fomulación de planes
de parentalidid y las normas de las decisiones judiciales en los casos
de no formularse dichos planes.
Se analiza la regulación que se ha preconsignado en el siguiente
esquema, a título de presentación, el que será desarrollado puntual-
mente más abajo.
144 Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes. Decreto 41512006 del 17-4-2006, publ. el 18-4-2006.
Art. 648
l L= Compartido
(excepcidnal) (art. 653)
(1- rnml-\
+
(art. 651)
153 Cfr. GROSMAN, Cecilia, La terzeizcia coinpartida después del divorcio. Nuevas
teizdeizcias erz la materia, en L. L. 1984-B-816 y SS.;AZPIRI, Jorge, El orden público
y la a~~tonoiizía de la voluntad erz la patria potestad, en RDF 1999-15-80; STILERMAN,
Marta, Meizores. Teizeizcia. Tenencia conzpartida, Universidad, Buenos Aires, 1997;
MIZRAHI, Mauricio, Far?~ilia,~lzatrilnonioy divorcio, Astrea, Buenos Aires, 1998,
ps. 418 y SS.;BERBERE DELGADO, Jorge Carlos y HAISSINER, Liliana, El ejercicio
de la patria potestad ante la ruptura parerztal, en L. L. del 17-8-2011, p. 1; MON-
TALTO, Ana María y MONTALTO, María Eugenia, Partir o coi?zpartir. Tenencia
compartida. Uiza i7zirada integradora, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2008.
154 Cfr. LATHROP GÓMEZ, Fabiola, Custodia compartida de los Izijos, La Ley,
Madrid, 2008.
Art. 649
padres para complacerlos durante el período que pasan con ellos, que
a la postre redunda en perjuicio de su educación.
Calificados autores consideraban la tenencia alternativa como una
solución no conveniente argumentando que la educación y formación
del carácter, para tener éxito, requiere unidad de criterio en la dirección
y ello se desvirtúa cuando los niños pasan continuamente de mano en
mano, cambiando de hábitos de vida, de relaciones y hasta variando
ideas que pueden i n c u l ~ á r s e l e s ~ ~ ~ .
Desde esa línea, se considera este sistema no recomendable por
constituir un factor disociante, de dispersión del proceso de formación
del niño, pudiendo afectar la seguridad indispensable en la cual se
deben desenvolver los menores en una etapa de la vida en que es
fundamental para lograr una sana per~onalidad'~~. Sin perjuicio de ello,
se deja librado a la voluntad de los padres la formulación de dichos
acuerdos en la medida de no perjudicar la estabilidad de los hijos.
I6O Cfr. AZPRI, El orden p~iblicoy la at~torzor~zía de la voluíztad eíz la patria po-
testad cit., p. 80; CALLEGARI, Mariana; SIDENO, Alejandro J. y FLORES LEVA-
LLE, Rarniro G., Ln a~~torzor~zía de la volt~rztadde los lzijos menores: su relaciórz coiz el
ejercicio de la patria potestad por parte de scrs padres. Tratar?zierztoeiz las XIX Jol-lzadas
Naciorzalcs de Dereclzo Civil, en J. A. 2004-IV-1217, Supl. J. A. del 15-12-2004.
STJ de Tierra del Fuego, 8-10-97, "B., A. B. cK., M. H.", L. L. 1998-F-571.
"La tenencia compartida o altei-nada podrá articularse mediante convenios a través
de los cuales los interesados buscan compartir de una manera más o menos igualitaria
el trato y responsabilidad respecto de la formación educativa de los hijos, destacán-
dose la participación de ambos padres en la ejecución de los atributos emergentes de
la patiia potestad, con el objetivo de garantizar el contacto permanente con el me-
nor y de brindar un modelo de organización familiar que se asemeje a la familia
intacta". CNCiv., sala H, 31-5-2010, "V. Q., M. E. c/K. N. A.", L. L. Online,
Hasta el presente, la custodia personal compartida había ingresado
en la práctica a través de los acuerdos de los progenitores celebrados
tras la ruptura de pareja (matrimonial o no), por aplicación del
principio de la autonomía de la voluntad cuyo límite es "el interés
superior del niño" (art. 3" de la CDN y art. 3" de la ley 26.061).
La legislación vigente privilegia el sistema de cuidado compartido
indistinto por sobre el alternado -las dos modalidades establecidas-,
por considerar que es el que respeta mejor el derecho constitucional
del hijo a "mantener relaciones personales y contacto directo con ambos
padres de modo regular" (art. 9" de la Convención sobre los Derechos
del Niño), reafirmándose el principio de "coparentalidad.
El cuidado personal compartido define que los dos progenitores
no convivientes asumen en la realidad cotidiana el conjunto de deberes
y derechos que constituyen la protección, desarrollo y formación del
hijo, día a día, en la verdadera realidad del proceso de crecimiento
del hijo menor de edad.
de sus hijos.
- Iguala a los padres en la promoción del desarrollo de la vida
física, psíquica, emocional, profesional del niño o adolescente,
entre otras, distribuyendo equitativamente las tareas de crianza
de los hijos.
- Nivela situaciones de competencia de los progenitores en cuanto
al reconocimiento del rol que cada uno de ellos cumple, evitando
la compulsión a la apropiación del hijo por parte de uno de
ellos.
- Posibilita la incorporación de criterios educativos compartidos,
necesarios para la formación del menor.
- Permite distribuir más equitativamente los gastos de sostén del
hijo y disminuir el sentimiento de abandono o perdida del niño,
como resultado de la separación.
El cuidado compartido -alternado o indistinto- con mantenimiento
del ejercicio efectivo de la responsabilidad parental en cabeza de ambos
progenitores, como regla legal, satisface distintas situaciones, todas
ellas de profunda importancia, que enumeramos:
a) Adecua en forma congruente la legislación a los paradigmas
de humanización en el Derecho de Familia que prioricen los
acuerdos y concreten la pacificación de los conflictos, dismi-
nuyendo la contienda judicial como único medio de dirimir los
mismos.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
163 En su actual redacción, el art. 372-2 regula que tanto el padre como la madre
ejercen en común la autoridad parental, aunque se excepciona el supuesto en el cual
la filiación quedó establecida desde el nacimiento sólo respecto de uno de los padres
y respecto del otro más de un año después, en cuyo caso la patiia potestad se le
concede sólo al primero; igualmente sucede si la filiación fue declarada judicialmente
respecto del segundo progenitor del niño, pudiendo no obstante ambos padres ejercerla
en común si se ponen de acuerdo o por la decisión del juez en asuntos familiares.
caso de desacuerdo entre ellos sobre el modo de determinar el lugar
en que habitará el niño, el juez puede ordenar a título provisorio una
residencia dividida precisando la duración de la misma, al término de
la cual decidirá el sitio en que vivirá el niño de manera definitiva, ya
sea optando por una custodia compartida, ya sea eligiendo el hogar
de uno de los padres.
La legislación española ha sido objeto de una importante evolución,
en tanto el Código Civil español en el artículo 156 dispone que "La
patria potestad se ejercerá conjuntamente por ambos progenitores o
por uno solo con el consentimiento expreso o tácito del otro. Si los
padres viven separados, la patria potestad se ejercerá por aquel con
quien el hijo conviva. Sin embargo, el juez, a solicitud fundada del otro
progenitor, podrá, en interés del hijo, atribuir la patria potestad para
que la ejerza conjuntamente con el otro progenitor o distribuir entre
el padre y la madre las funciones inherentes a su ejercicio".
En España se debe también destacar la reforma acaecida con el
dictado de la Ley 15/2005, del 8 de julio, por la que se modifican el
Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación
y divorcio, disponiéndose en temas de custodia de menores la reforma
al artículo 90 de dicho Código, el que queda redactado en los siguien-
tes términos: "El convenio regulador a que se refieren los artículos 8 1
y 86 de este Código deberá contener, al menos, los siguientes extre-
mos: a) El cuidado de los hijos sujetos a la patria potestad de am-
bos, el ejercicio de ésta y, en su caso, el régimen de comunicación y
estancia de los hijos con el progenitor que no viva habitualmente con
ellos ..."
Luego, el Código español ya modificado, en el artículo 92 expresa:
"...4) Los padres podrán acordar en el convenio regulador o el Juez
podrá decidir, en beneficio de los hijos, que la patria potestad sea
ejercida total o parcialmente por uno de los cónyuges. 5) Se acordará
el ejercicio compartido de la guarda y custodia de los hijos cuando
así lo soliciten los padres en la propuesta de convenio regulador o
cuando ambos lleguen a este acuerdo en el transcurso del procedi-
miento. El Juez, al acordar la guarda conjunta y tras fundamentar su
resolución, adoptará las cautelas procedentes para el eficaz cumpli-
miento del régimen de guarda establecido, procurando no separar a
Art. 650
A. Chile
En Chile, fue sancionada en junio de 2013 la ley 20.680164,a
través de la cual se incorpora a su ordenamiento legal la figura del
cuidado compartido de los hijos. La norma equilibra la posición de
ambos progenitores cuando no conviven en cuanto a su relación con
los hijos, cuidado personal, régimen de visitas y ejercicio de la "patria
potestad".
En ella se establece la figura del cuidado personal compartido y
B. Paraguay
La legislación del Paraguay, en el artículo 92 del Código de la
Niñez y Adolescencia, modificado conforme el artículo 4" de la Ley
2 16912003, en el tema que se analiza, dispone en el Capítulo 111titulado
De la convivencia y el relacionamiento lo siguiente: "De la convivencia
familiar: El niño o adolescente tiene el derecho a la convivencia con
sus padres, a menos que ella sea lesiva a su interés o conveniencia,
lo cual será determinado por el Juez, conforme a derecho. En todos
los casos de conflicto, el Juez deberá oír la opinión del niño o ado-
lescente y valorarla teniendo en cuenta su madurez y grado de desa-
rrollo". Por otra parte, el artículo 93 establece que "En caso de sepa-
ración de los padres y de existir controversia sobre la tenencia del
hijo, el Juez deberá oír la opinión del niño o adolescente y resolverá
teniendo en cuenta la edad y el interés superior del mismo". En el
caso del niño menor de cinco años de edad, éste debe quedar prefe-
rentemente a cargo de la madre. No obstante, los acuerdos establecidos
entre los padres deberán ser considerados, siendo por ende relevante
la especial consideración en torno al derecho del menor de mantener
la convivencia con ambos progenitores, como merituar tanto la opinión
del niño, en coherencia a su madurez, como también la presencia de
acuerdos dispuestos por dichos padres.
D. Brasil
El Código Civil del Brasil en términos de su actual redacción y
en virtud de las reformas acontecidas bajo la ley 11.698 de 2008 dispone
en el Capítulo XI referido a la protección de la persona de los hijos
un artículo que refiere las situaciones de divorcio o separación y que
trasluce, entre otros contenidos, los siguientes, que se consignan.
El artículo 1583 expresa: "1. La guarda unilateral o compartida,
entendiéndose por unilateral aquella atribuida a uno de los progenitores
o alguien que los sustituya y por guarda compartida aquella que atribuye
la responsabilidad conjunta de los derechos y deberes de ambos padres
aunque no vivan bajo el mismo techo y en lo concerniente al poder
familiar sobre sus hijos comunes. 2. Se atribuye la guarda unilateral
al progenitor que ofrece mejores condiciones para su ejercicio, y ob-
jetivamente más capacidad para asegurar a sus hijos los siguientes
factores: el afecto con los padres o el grupo familiar, la salud, la
seguridad, la educación. 3. El progenitor que no la detenta ejerce la
supervisión sobre los intereses de sus hijos".
Por su parte, el artículo 1584 establece que "La guarda unilateral
o compartida podrá ser solicitada por: Consenso del padre y la madre
o por cualquiera de ellos de manera autónoma en la separación o
divorcio o disolución del matrimonio o como medida cautelar. Or-
denada por el tribunal, en atención a las necesidades específicas del
hijo, o en razón de la distribución del tiempo necesario para vivir
con su padre y con su madre. En la audiencia de conciliación el juez
informará al padre y a la madre el significado de la guarda compar-
tida, su importancia y la similitud de deberes y derechos atribuidos
a los padres y sus sanciones frente al incumplimiento de sus cláusu-
las. A falta de acuerdo posible entre los padres, será aplicada, siem-
pre que sea posible, la guarda compartida. Para establecer los deberes
de padre y madre y los periodos de convivencia en la custodia, el
juez, de oficio o a requerimiento del Ministerio Público podrá basarse
en la orientación técnica y profesional o de un equipo interdiscipli-
nario" .
Se destaca de los textos enunciados, en la legislación extranjera,
el entendimiento del instituto del cuidado compartido con una atribu-
ción igualitaria de responsabilidades en tomo a los deberes y derechos
de los padres más allá de la convivencia en un mismo techo, y la
facultad de su elección tanto de modo consensuado por los padres,
como por decisión judicial en concordancia con las necesidades del
menor de compartir su tiempo con ambos padres, reafirmándose en
dicho funcionario la relevancia que tal modalidad de custodia infiere165.
165 En igual sentido, Italia modifica las medidas relativas a los hijos en los casos
de separación y nulidad. Disegno di legge 353712006: "Disposiciones en materia de
separación de los progenitores y guarda conjunta de los hijos", que reconoce al hijo
menor de edad el derecho a mantener relaciones equilibradas y continuadas con ambos
progenitores, a recibir cuidados, educación e instrucción de ambos, y a mantener
relaciones significativas con los ascendientes y otros parientes de ambas ramas. La
patria potestad será ejercida por ambos progenitores, siendo así que las decisiones
relativas a la instrucción, educación y salud de los hijos serán tomadas de común
acuerdo, teniendo en cuenta la capacidad, las inclinaciones naturales y las aspiraciones
de los hijos. En caso de desacuerdo la decisión será adoptada por la autoridad judicial.
Cada uno de los progenitores contribuirá al mantenimiento de los hijos de forma
Art. 651
"no significa estar la mitad del tiempo con cada uno de los padres, implica mucho
más. Por un lado este régimen aspira a realizar una equitativa distribución de res-
ponsabilidades, las que se atribuirán según las distintas funciones, recursos, posibili-
dades y características personales de los progenitores; y por el otro, a garantizar
mejores condiciones de vida para los hijos al no colocarlos en una situación de per-
manente tironeo e inestabilidades que por lo general ocasiona la ruptura de la vida
familiar. Para ello es necesario de parte de aquéllos una comunicación fluida y una
posibilidad concreta de consensuar todos los aspectos que hacen al cuidado de sus
hjos" (MEDINA, Graciela, Cambio de tenencia y síndrome de alienación parental,
en DFyP 2013 [marzo], p. 51).
Art. 651
167 CNCiv., sala B, 23-4-2007, "T., M. d. R. c/S., R.", L..L. Doctrina Judicial
Online, AR/JUR/2648/2007.
Art. 652 Derecho y deber de comunicación. En el supuesto de cuidado
atribuido a uno de ]los progenitores, e]l otro tiene e1 derecha, y
el deber de fluida comunicación con el hijo.
168 Véanse los diferentes trabajos sobre el tema en: Régimen comunicacional en
el Derecho de Familia. Visión doctrinaria cit.
deber, que es el de informar lo atinente a la educación, salud y otras
cuestiones que interesen a la persona y a los bienes del hijo menor
de edad (art. 654).
2. Concepto
Se trata de un deber-derecho subjetivo familiar de contenido ex-
trapatrimonial que le impone el deber y a su vez le otorga la facultad
a su titular a mantener un trato próximo, directo, fluido, regular, fre-
cuente, por diferentes modos y medios (ya sea personalmente o por
medios escritos, telefónicos, audiovisuales, electrónicos u otros) con
sus hijos menores de edad.
Este contacto personal es fundamental para contribuir a la formación
integral del niño.
Su contenido consiste en compartir vivencias en variados espacios
y ámbitos (familiares, culturales, recreativos, deportivos, educativos,
religiosos, espirituales), en el marco de una adecuada reserva e inti-
midad, las que son necesarias para generar un clima de confianza
mutua y afianzar el desarrollo de la personalidad en formación.
Rige tanto para los acontecimientos diarios como para los aconte-
cimientos especiales o extraordinarios.
Está íntimamente vinculado con el crecimiento emocional y la salud
psicológica.
El incumplimiento del deber de facilitar la comunicación o el cum-
plimiento defectuoso de aquél dejan vacíos existenciales difíciles de
colmar, inseguridades, insatisfacciones, desazón y tristeza en los hijos
menores de edad y en el progenitor excluido.
Esta afirmación no desconoce las sanciones y eventuales conse-
cuencias jurídicas que puede acarrear este incumplimiento o cumpli-
miento deficitario del deber en examen.
Se expresa que "el único límite que encuentra el derecho de co-
municación del niño con sus progenitores, parientes y terceros con
interés legítimo está dado por su interés, de modo que, si tal contacto
lo afecta en su moral, desarrollo, física o psíquicamente, deberá res-
tringirse, limitarse o suspenderse, según la gravedad del caso. No debe
subordinarse el interés superior del niño, involucrado en este derecho,
127
a otras cuestiones que no tengan que ver con su necesidad de tener
contacto íntimo y continuo con uno de ellos. Dicho de otro modo,
este contacto constitqye un derecho que sólo puede ser restringido
cuando, de su ejercicio, pueda derivarse un peligro para su salud física
o moral de los menores, que se traduzca en una perturbación perniciosa
en la culminación de su desarrollo psicológico y exista la posibilidad
fundada de otro tipo de agresión"169.
3. Caracteres
Este deber-derecho a tener una adecuada comunicación con los
hijos es de carácter inalienable e irrenunciable.
Es recíproco en cuanto está en cabeza de uno de los progenitores
y el otro debe facilitar su efectivización.
4. Modalidades
El régimen de comunicación -cuando hay acuerdo entre los padres-
nace como fruto del diálogo o consenso, sin que ninguno de los in-
tegrantes del grupo recurra al sistema judicial.
Cuando la cuestión se judicializa, también se debe intentar el ave-
nimiento o la conciliación desde la jurisdicción, que tiene por norte
reconstruir el diálogo y el entendimiento entre los padres y de ambos
con sus hijos.
En caso de que no sea posible, no queda otro camino que fijar el
sistema de comunicación coactivamente por el juez.
No existen pautas objetivas para establecerlo, correspondiendo su
adaptación en cada caso a la particularidad de la situación concreta,
quedando la posibilidad de su modificación. Siempre los planteos deben
ser resueltos conforme el interés superior del niño (art. 3.1, CDN).
El régimen de comunicación, que deberá comprender pautas fle-
169 Cfr. ROSSI, Julia y THEAUX, María Denise, El interés superior del niño a
mantener una adecuada conzunicacióiz con ambos progeizitores, parientes y terceros
corz interés legítimo, en TAGLE DE FEFtREYRA, Graciela (dir.), El interés superior
del niño. Visiónjurisprudencia1 y aportes doctrinarios, Nuevo Enfoque Jurídico, Cór-
doba, 2009, ps. 187 y 188.
Art. 652
173 Cfr. OSOLA, Las astreirztes y los incumplimientos erz el régimen comunica-
cional cit., ps. 514 y SS.
130
Art. 652
7. Derecho Comparado
En diferentes países este deber de comunicación se encuentra con-
solidado, y en numerosos sistemas se prevén las sanciones por el in-
cumplimiento, además de medidas preventivas para intimar o de otro
modo compeler al cumplimiento.
Consagrando el deber de comunicación, el artículo 229 del Código
Civil chileno establece que "El padre o madre que no tenga el cuidado
personal del hijo no será privado del derecho ni quedará exento del
deber, que consiste en mantener con él una relación directa y regular,
la que ejercerá con la frecuencia y libertad acordada con quien lo
tiene a su cargo, o, en su defecto, con las que el juez estimare con-
veniente para el hijo. Se suspenderá o restringirá el ejercicio de este
derecho cuando manifiestamente perjudique el bienestar del hijo, lo
que declarará el tribunal fundadamente".
En algunas legislaciones se especifican incluso las modalidades
posibles, en forma concreta, del cumplimiento del deber de comuni-
cación. Así, la ley 623 de Nicaragua, de "Responsabilidad paterna y
materna"174,dispone en el artículo 21 bajo el título Derecho a las
relaciones familiares: "Las hijas o hijos tienen derecho a relacionarse
con su padre o madre en casos de separación de éstos. Este derecho
se extiende a los demás familiares, tanto por línea paterna como ma-
terna. En estos casos, el Ministerio de la Familia, podrá actuar como
conciliador para contribuir al ejercicio efectivo de la paternidad y ma-
ternidad responsable, sin perjuicio de que las y los interesados ejerzan
sus derechos ante el Juzgado de Familia correspondiente. En todo caso
se procurará establecer relaciones regulares y permanentes, entre ma-
dres-padres, hijos-hijas, observando en todo momento el interés supe-
rior del niño y la niña como principio rector para establecer el régimen
de visitas en los casos de separación y divorcio".
Esta ley 623 nicaragüense reglamenta minuciosamente el deber de
comunicación en el artículo 22 estableciendo el deber de contactos
mínimos. Este artículo 22 estatuye: "De las visitas. Para efectos del
artículo anterior, las hijas o hijos que no vivan con su padre o madre
174 Ley 623 de Nicaragua de "Responsabilidad paterna y materna" del año 2007
(publicada en Ln Gaceta, No 120, del 26-6-2007).
tendrán derecho, como mínimo, de relacionarse con sus progenitores
un fin de semana cada quince días y durante las vacaciones escolares,
de navidad y fin de año, de forma equitativa entre el padre y la madre,
salvo que sea contrario al principio del interés superior de la hija o
hijo. Se exceptúan de esta disposición los hijos e hijas lactantes, o los
que por circunstancias especiales estén imposibilitados o les cause
daño abandonar el hogar habitual de residencia, en este caso, se deberán
prestar las condiciones adecuadas para que el otro progenitor y demás
familiares se relacionen periódicamente con la hija o hijo. El período
de visitas ser&establecido en sedes administrativas o en el correspon-
diente Juzgado de Familia, según lo solicite la parte interesada. En
todo caso el período de visita no causa estado, cuando varíen las cir-
cunstancias que los motivaron, siempre que de común acuerdo lo so-
liciten las partes suscriptoras de los mismos".
Desde otra perspectiva, se prevén mecanismos para forzar el cum-
plimiento, como en Uruguay. El Código del Niño del Uruguay, en el
articulo 40 titulado Incumplimiento en permitir las visitas expresa:
"La parte que está obligada a permitir las visitas o entregar al niño o
adolescente de acuerdo al régimen establecido, y se negara en forma
inmotivada, habilitará a que la otra parte acuda personalmente ante el
Juez de Familia de Urgencia o quien haga sus veces en donde éste
no exista, el cual dispondrá de inmediato la comparecencia de la parte
incumplidora, siendo notificada por la Policía. En caso de incompa-
recencia, podrá ser conducida por la fuerza pública, si así lo dispusiere
el Juez. El Juez de Familia de Urgencia o quien haga sus veces, es-
cuchará a ambas partes y de ser inmotivada la reticencia de la parte
obligada a permitir las visitas, dispondrá -apreciando las circunstan-
cias del caso, la edad y especialmente los intereses del niño o ado-
lescente- la entrega del mismo a la parte que lo reclama, la cual
deberá reintegrarlo según lo acordado, salvo que el Juez de Familia
entienda que deberá conservarlo el solicitante, hasta tanto resuelva el
Juez de la causa".
El Derecho Comparado, en síntesis, consagra explícitamente el de-
recho-deber de comunicación y en algunos casos se explicitan las for-
mas y modalidades para implementarlo.
Art. 653
175 Esta expresión -síndrome de alienación parental- fue acuñada por un psiquiatra
estadounidense, Richard A. Gardner, en 1985. Los efectos patológicos de la alienación
fueron llamados por Gardner como síndrome de alienación parental. Ni el síndrome
de alienación parental (SAP o PAS) ni la alienación parental están reconocidos por
el DSM IV de la American Psychiatric Association ni por el CIE-10 de la OMS, por
lo que no aparecen en textos o tratados generales de psiquiatría o de psicología y
son considerados conceptos pseudocientíficos. Véase: ESCUDERO, Antonio y AGUI-
LAR DE LA CRUZ, Julia, La lógica del síndrome de alienación parental de Gar-
dner, en Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 2008, vol. XXVIU[,
No 102, ps. 283-305.
Art. 653
1 7 NO
~ se reitera en el Código vigente el art. 206, Cód. Civ. anterior, que otorgaba
pnondad a la madre para atribuir la entonces "tenencia" de los hijos de menos de 5
años de edad.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Are. 654 Deber de irzformar. Cada progenitor debe PniFormar al otro sobre
cuestiones de educación, salud y otras relativas a la persona
y bienes del hijo.
178 Según el Diccionario de la Real Academia Española: Iizfomzar (Del lat. irz-
foruznre). l. Enterar, dar noticia de algo. 2. Dicho de una persona o de un organismo:
Completar un documento con un informe de su competencia. 3. Dar forrna sustancial
a algo. 4. Formar, perfeccionar a alguien por medio de la instrucción y buena crianza.
5. Dicho de un cuerpo consultivo, de un funcionario o de cualquier persona perita:
Dictaminar en asunto de su respectiva competencia.
genitores tienen en relación al otro, cualquiera sea la modalidad de
atribución del cuidado personal del hijo, o del ejercicio de la respon-
sabilidad parental. o
l. El plan de parentaladad
1.l. Consideraciones generales
En el Derecho anterior, ante la carencia normativa expresa -salvo
la nominación incluida en el artículo 236 del Código Civil derogado-,
se ha sostenido que si bien no existe impedimento legal alguno que
prohíba una coparticipación en la responsabilidad parental o también
asunción bicéfala, su falta de regulación de modo explícito puede dar
lugar a interpretaciones ambiguas, que provoquen la reticencia del
órgano judicial en consentir tal esquema, en conflictos traídos a su
resolución o también en su función de contemporizar tales propuestas,
sumidas en el marco de acuerdos de reestructuración arent tal'^^.
A título ilustrativo, la jurisprudencia expresa que '"pareciera servir
mejor al propósito de que la separación fuera entendida como remedio
a un estado de situación familiar, que los vínculos filiales se vean
consolidados mediante la armónica conciliación de intereses entre pro-
genitores y descendencia" lgO.
El Código vigente luce claro y subraya el principio de la coparti-
cipación de ambos progenitores en el ejercicio de la responsabilidad
parental. Esta coparentalidad puede materializarse y viabilizarse me-
diante el plan de parentalidad.
La noción de plan de parentalidad no sólo implica un cambio de
nombre, sino también de contenido en cuanto debe estar encaminado
-siempre que las circunstancias lo hagan posible- a un cuidado personal
compartido que contemple el interés del menor y su participación en
la elaboración.
Son varios los aspectos que pueden estar regulados en este plan.
139
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Los principios que rigen su contenido son los que inspiran la mo-
dificación de todo el Título IV: distribución de las responsabilidades
entre los progenitores e intervención del hijo tanto en la elaboración
del plan como en cualquier modificación que se proponga más adelante.
La finalidad del plan de parentalidad es clara: apunta a ordenar las
cuestiones relacionadas con el cuidado del hijo en caso de falta de
convivencia y10 ruptura de la relación de pareja de los progenitores.
1.2. Fundamento
El "plan de parentalidad" evidencia que el Derecho vigente se preo-
cupa por cristalizar para todos los ciudadanos nociones claras que les
permitan concretar soluciones a los conflictos que transitan.
Esta claridad de las normas y conceptos tiene un valor pedagógico
importante: ambos progenitores deben acordar cómo se organiza la
vida familiar, en todos los supuestos, pero especialmente en el cese
de la convivencia y ante la inexistencia de convivencia.
Son esenciales el principio de autonomía personal y el de libertad,
que subyacen en la posibilidad de formular el plan familiar. Los pro-
genitores son los que otorgan, diseñan, formulan, dibujan, y los prin-
cipales actores, que de manera conjunta proyectan en la intimidad el
plan de parentalidad181.
Si no logran el consenso, o aunar sus voluntades, los progenitores
contarán con un plan de parentalidad que dictará y/u organizará el
juez, según lo establece el artículo 656.
En el sistema vigente, no puede estar ausente en el plan de paren-
talidad la participación y escucha del hijo menor de edad, fundado en
los principios de respeto de sus derechos fundamentales y de capacidad
progresiva.
142
Art. 655
146
!a Art. 657
d
i1 2.4. La base de la decisión judicial
Cualquier decisión en materia de cuidado personal del hijo debe
basarse en conductas concretas del progenitor que puedan lesionar el
1
bienestar del niño o adolescente.
11 No se admiten discriminaciones fundadas en el sexo u orientación
1 sexual, la religión, las preferencias políticas o ideológicas, o cualquier
1
1
otra condición.
Debe tenerse en cuenta el artículo lo de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, entre tantos instrumentos internacionales
de derechos humanos, además del artículo 16 de la Constitución Na-
cional y leyes argentinas que sientan el principio de no discrimina-
ciónls4.
En relación a la discriminación en las relaciones paterno-filiales
la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya ha asentado este
principio en los casos "Atala" y "F~rnerón"'~~.
Obsérvese que se deroga la preferencia materna para los hijos
menores de 5 años contenida en el artículo 206 del Código Civil
derogado.
Se otorgan amplias facultades al juez para indagar y resolver te-
niendo en cuenta la situación particular en cada caso.
Las pautas indicativas contenidas en la norma sirven de guía para
fundamentar la decisión judicial.
ls4 Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la vio-
lencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interper-
sonales. Sancionada el 11-3-2009; promulgada el 1-4-2009; publicada el 14-4-2009.
Ley 26.743 de Identidad de Género. Sancionada el 9-5-2012.
lS5 Véase CIDH, 24-2-2012, "Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile", Fondo, Re-
paraciones y Costas, Serie C, No 239, http://www.corteidh.or.cr/casos.cfm?idCaso=385.
Para un comentario al fallo, en: ZUÑIGA URBINA, Estudios corzstit~~cioíznles cit.,
ps. 429 a 468.
CIDH, "Milagros Fornerón y Leonardo Aníbal Javier Fornerón vs. Argentina",
http://www.cidh.org/Ninez/docyju~spnidenciaspCIDH.htm.
por otro período igual. Vencido el plazo, el juez debe resolver
la situación del niño, nifia o adolescente mediante otras figuras
que se regulan en este Código.
El guardado; tiene el cuidado personal del niño, niña o ado-
lescente y está facultado para tomar las decisiones relativas a
las actividades de ]la vida cotidiana, sin perjuicio de que la
responsabilidad parental quede en cabeza del o los progenito-
res, quienes conservan los derechos y responsabilidadies emer-
gentes de esta titularidad y ejercicio.
procedente la exclusión del hogar de aquella persona que causare el daño. El plazo
a que se refiere el párrafo tercero del artículo 39 que se reglamenta en ningún caso
podrá exceder los noventa (90) días de duración y deberá quedar claramente consignado
al adoptarse la medida excepcional. En aquellos casos en que persistan las causas
que dieron origen a la medida excepcional y se resolviere prorrogarla, deberá fijarse
un nuevo plazo de duración, mediante acto fundado, el que deberá ser notificado a
todas las partes".
lag Cfr. ILUNDAIN, Responsabilidad parerztal cit., p. 315.
Art. 657
-
- -
Por otra parte, se reconoce el valor económico de las tareas que de-
manda el cuidado personal del hijo por parte de uno de los progenitores,
añadiendo que constituye un aporte para su manutención (art. 660,
similar a la pauta del art. 433, inc. a, destinada al matrimonio).
Legitima al progenitor que convive con el hijo mayor de edad
para obtener la contribución del otro hasta que el hijo cumpla los
21 años, posibilitándole -además- iniciar o continuar el juicio por
alimentos, y cobrar y administrar las cuotas alimentadas devengadas
(art. 662).
Faculta al progenitor conviviente para reclamar el reembolso de
lo gastado, en la parte que corresponde, al progenitor no conviviente
(art. 669, segundo párrafo).
En la fijación de la cuota alimentaria de los hijos en el caso que
el cuidado personal sea compartido, describe el criterio de fijación del
monto de la cuota en aquellos supuestos en que los recursos de los
progenitores no sean equivalentes (art. 666).
Se reconoce también la potestad de reclamar alimentos en el juicio
por filiación (art. 664), y por la mujer embarazada (art. 665).
El artículo 676 trata la obligación alimentaria del cónyuge o con-
viviente respecto a los hijos del otro (progenitor afín) de carácter sub-
sidiario y la posibilidad de continuar con la obligación aun después
de disuelto el vínculo conyugal o de producida la ruptura de la con-
vivencia, pero en forma transitoria.
Se analiza la normativa referida a los alimentos derivados de la
responsabilidad parental.
No puede dejar de señalarse que sustancialmente los alimentos de
Art. 658
Aspectos procesales
4 subsidiariamente: parientes
o Ministerio Público
en el mismo proceso o en
proceso diverso (art. 668)
Casos especiales
remite a alimentos parentales
.-
- e r
192 Convención sobre los Derechos del Niño. El art. 27 dispone en su parte per-
tinente: "1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social C..] 4. Los Estados
Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión
alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad
financiera por el niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero.
En particular, cuando la persona que tenga la responsabilidad financiera por el niño
resida en un Estado diferente de aquel en que resida el niño, los Estados Partes
promoverán la adhesión a los convenios internacionales o la concertación de dichos
convenios, así como la concertación de cualesquiera otros arreglos apropiados".
193 Cfr. GROSMAN, Cecilia P., La mayoría de edad y la responsabilidad ali-
mentaria de los padres, en Summa de familia. Doctrina, legislación y jurisprudencia,
t. 111, Cap. X, Responsabilidad parental cit.; LLOVERAS y FARAONI, La mayoría
de edad eíz Argentina. Análisis de la ley 26.779/2009 cit., ps. 214 y 164 y SS.
lg4 Cfr. LLOVERAS y FARAONI, La mayoría de edad en Argentina. Arzálisis
de la ley 26.579/2009 cit., p. 180.
mayor edad, y el cobro y la administración de la cuota alimentxh
Eorresponden al progenitor con el que el hijo convive (art. 662 cit.)lg5.
S=
desarrollo y la formación integral del hijo (art. 638), y con los deberes
impuestos a los progenitores (art. 646, inc. a).
Este artículo 659 reconoce como antecedente la redacción del ar-
tículo 267 del Código Civil derogado.
El artículo vigente añade al contenido originario los gastos nece-
sanos para adquirir una profesión u oficio.
Por su parte, el alcance de la obligación alimentaria entre parientes
se encuentra regulado en los artículos 541 y siguientes del Código
Civil y Comerciallg6.
-
La obligación para los alimentos derivados de la res~onsabilidad
parental es más amplia que la fijada para los alimentos parentales,
..
ción.
--
r-.
2. Forma de prestaeióin
Losa.-ueden fijarse en prestaciones monetarias-_--o en es-
pecie, y son proporcionales a las posibilidades económicas de los obli-
gados y a las necesidades del alimentado.
Art. 660 Tareas de cuidado personal. Las tareas cotidianas que realiza
----
asumido d C m o personal del h~
--.-.--
--.el
.
progen&-a
tienen un valor económico y constituyen un aporte a su ma- *
-.nutenación.
un
*
llevar a los niños al colegio, cocinar, atención en la enfermedad, etcétera.
Es valioso y justo considerar que estas labores son un aporte a la
manutención dé los hijos a la hora de la fijación de los alimentos.
sentencia que dispuso una cuota alimentaria del 40% de la remuneración del progenitor,
desestimando el ofrecimiento del demandado de cumplir con su obligación alimentaria
en especie, pues el hecho de que la madre haya desplegado conductas indecorosas,
ofensivas de la dignidad y honor del marido, que llevaron a que se la declarara única
culpable del divorcio, no implica que no pueda ser buena madre y correcta distribuidora
del dinero que se le entregue mensualmente en concepto de alimentos de sus hijos".
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Art. 662 Hijo mayor de edad. El progenitor que convive con el hijo mayor
de edad tiene legitimación para obtener ]la contribución del
' O 2 Art. 103, Cód. Civ. y Com.: "Actuaciórz del Ministerio Público. La actuación
del Ministerio Público respecto de personas menores de edad, incapaces y con capa-
cidad restringida, y de aquellas cuyo ejercicio de capacidad requiera de un sistema
de apoyos puede ser, en el ámbito judicial, complementaria o principal. a) Es com-
plementaria en todos los procesos en los que se encuentran involucrados intereses de
personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida; la falta de inter-
vención causa la nulidad relativa del acto. b) Es principal: (i) cuando los derechos
de los representados están comprometidos, y existe inacción de los representantes;
(ii) cuando el objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a cargo
de los representantes; (iii) cuando carecen de representante legal y es necesario proveer
la representación. En el ámbito extrajudicial, el Ministerio Público actúa ante la au-
sencia, carencia o inacción de los representantes legales, cuando están comprometidos
los derechos sociales, económicos y culturales".
hijo debe percibir directamente del progenitor no conviviente.
brir
204 Art. 545, Cód. Civ. y Com.: "Prueba. El pariente que pide alimentos debe
probar que le faltan los medios económicos suficientes y la imposibilidad de adquirirlos
con su trabajo, cualquiera que sea la causa que haya generado tal estado".
no es materia exigible de prueba que al hijo de entre 18 y 21 años le
faltan los medios para alimentarse y que no es posible procurárselos,
ya que se trata de un deber alimentario de los progenitores derivado
de la responsabilidad parental y no del parentesco. Por disposición
legal, se extienden hasta los 21 años.
Es decir, no debe acreditarse la necesidad por el legitimado activo.
Esta interpretación surge claramente de la noi-rna analizada.
Este criterio fue seguido en un fallo en el que se expresó, para el
Derecho anterior, que "la persona mayor de edad, pero menor de 21
años, no debe acreditar la ausencia de medios para alimentarse, ni que
no le es posible adquirirlos con su trabajo, conforme lo requiere el
artículo 370, Código Civil, requisito exigido para la obligación ali-
mentaria basada en el parentesco, «pues deben aplicarse las reglas de
los alimentos debidos a menores de edad»"205.
Inversamente, el progenitor a quien se le reclama alimentos es
quien deberá probar que el hijo cuenta con los recursos suficientes
para proveérselos por sí mismo, lo que implica que si aquél no discute
el reclamo, éste debe ser satisfecho.
Se consagra como regla que los alimentos se extienden hasta los
21 años (art. 658). Sin embargo, se admite una excepción.
La limitación de esta extensión de la obligación alimentaria hasta
los 21 años se genera en que el hijo cuente con recursos suficientes
para proveerse los alimentos por sí mismo.
La causa fuente de la obligación es la responsabilidad parental. En
este sentido, la obligación alimentaria desde los 18 y hasta los 21
años coincide materialmente con el deber alimentario "ordinario" de-
rivado de la responsabilidad parenta1206.
Se disocia la mayoría de edad de la responsabilidad alimentaria
de los padres, que perdura hasta la edad de 21 años.
207 KIELMANOVICH, Jorge L., Citación del Izijo nzayor erz el juicio de alir?zerztos.
Prueba de la existencia de recursos suficientes, en L. L. del 27-5-2010, p. 1.
208 SIRKIN, Eduardo, Acerca de la intervención voluntaria o coactiva del menor
arribado a la mayoría de edad en los juicios de ali~nentosen tránzite, en elDial del
6-5-2010.
209 Cfr. CFam. laNom. de Córdoba, 3-4-2012, "A., C. A. c/M., A. B. s/Régimen
de visita/alimentos. Contencioso. Recurso de apelación", sent. 49, Actualidad Jurídi-
ca. Familia & Minoridad, No 98, Servicio de Novedades, del 19-7-2012 y del 2-8-
2012; ver http://www.actualidadju~dica.com.ar/oleju~spmdencia~viewview.php?id=
16484; CCCom. de Bahía Blanca, 19-4-2012, "A. L. F. E. CIA. E. E. s/Alirnentos",
Actualidad Jurídica. Familia & Minoridad, No 99.
Art. 662
211 Trib.Cas., Sala Civil 20, 12-7-71, F. 1971, p. 689, citado por HOLLWECK,
Mariana; I(ANEFSCK, Mariana y TELLO, María Alejandra, Alilizerztos para los hijos
rnayores. Análisis del Derecho francés, italiano y español, en Revista de Derecho
Privado y Coliz~~nitario,No 2001- 1, Aliineiztos, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, p. 163.
Art. 662
212 Cfr. HOLLWCK, KANEFSCK y TELLO, Alinzentos para los hijos mayores.
Andlisis del Derecho frarzcés, italinizo y espaiiol cit., p. 163.
con economía procesal se resuelvan las consecuencias económicas de
un conflicto matrimonial -así fijado-.
Se concede a los progenijores habilitación para actuar en beneficio
de los hijos mayores de edad que conviven en el hogar familiar y
carecen de ingresos propios y suficientes, tratando de evitar el desam-
paro del hijo mayor, cuya necesidad, en la práctica, es asimilable a
la de los menores de edad.
Tras una primera etapa de vacilaciones por parte de la jurisprudencia
y de la doctrina, se destaca la decisión del Tribunal Supremo español
que zanjó la polémica en la sentencia de 24 de abril de 2000. El
Tribunal estimó que concurre en el cónyuge con el que conviven los
hijos mayores de edad un indudable interés en que en la sentencia
que pone fin al proceso matrimonial se establezca la contribución del
otro progenitor a la satisfacción de esas necesidades alimenticias de
los hijos, añadiendo que la posibilidad que consagra el artículo 93, 2"
párrafo, citado, se fundamenta, no en el indudable derecho de esos
hijos a exigirlos de sus padres, sino en la situación de convivencia en
que se hallan respecto de uno de los progenitores213.
Por su parte, en Francia, el artículo 295 del Código Civil establece
que "El padre que asume a título principal la carga de los hijos mayores
que no pueden por sí solos hacer frente a sus necesidades puede re-
clamar a su cónyuge el pago de una contribución para la manutención
y educación de éstos".
En la doctrina italiana se considera que, en el caso de la convivencia
del hijo mayor con el padre, la acción puede ser ejercida por el padre
con el cual el hijo convive. La rntio de esta legitimación es darle la
posibilidad de un adecuado cumplimiento de la función de cuidado
que ejerce el progenitor, lo que implica, al mismo tiempo, la tutela
del hijo mismo contra el padre no conviviente.
"3 Se trataba de un recurso contra un fallo que negó legitimación a la esposa para
exigir, en un juicio de separación, la fijación de alimentos para los hijos del matrimonio
mayores de edad. El alto tribunal hizo lugar al recurso, manifestando que "el progenitor
con el cual conviven hijos mayores de edad que se encuentren en la situación de
necesidad a que se refiere el art. 93, páir. 2", del Código Civil español, se halla legitimado
para demandar del otro progenitor la contribución de éste a los alimentos de aquellos
hijos, en los procesos matrimoniales entre los comunes progenitores".
Art. 663
pendientemente.
Pueden ser solicitados por el hijo o por el progenitor con el
n i t o ~ la
, acción puede ser ejercida por el progenitor conviviente o
.- .-.-
xFel hijo mayor de 2 1 años.
Se reconoce al progenitor conviviente el derecho para obtener la
contribución al mantenimiento del hijo que estudia o intenta obtener
un título habilitante, profesión u oficio, que le permita autogestionarse
en su vida futura.
El hijo que estudia o se perfecciona entre los 21 y 25 años no
puede, a causa de esta actividad de estudio o formación en oficio u
arte, proveerse de los medios necesarios para sostenerse de forma in-
dependiente.
215 CCCMin. de San Juan, sala la, L. L. Gran Cuyo 2002-576; CNCiv., sala G,
18-5-94, E. D. 159-24; sala B, 17-4-84, E. D. 117-302, reseña 325; ClaCCom. de
Mar del Plata, sala 2", 19-3-98, L. L. B. A. 1998-1262.
JNCiv. No 81 de Capital Federal, 25-9-98, Dereclzo de Fanzilia. Revista Irzterdis-
Los argumentos vertidos en algunos precedentes a favor de la ex-
tensión de la obligación alimentaria aluden a la consecuente vulnera-
ción del proyecto educativo consentido mientras el hijo era menor de
edad si la obligación alimentaria cesara de manera automática y sin
excepción alguna cuando se llega a los 21 años. Este consentimiento
importa un compromiso del aporte hasta la finalización, así como tam-
bién lesiona la buena fe.
Al mismo tiempo, se insiste en que las contingencias matrimoniales
o de las uniones convivenciales o de progenitores no convivientes no
deben incidir sobre la educación de los hijos, y que se debe privilegiar
el derecho a la formación profesional, pues una solución adversa de-
vendría en instalar una marcada e inexcusable desigualdad entre los
hijos convivientes con los padres bien avenidos, que jamás cuestio-
narían esfuerzos económicos para solventar sus estudios, y aquellos
que tienen sus padres separados.
La jurisprudencia se expidió en el Derecho anterior en un caso en
el que, al decretarse el divorcio vincular, se establece una cuota global
a favor de tres hijos menores del matrimonio. Pasados algunos años,
la madre pretendió un aumento de dicha cuota alegando la existencia
de circunstancias que exigen mayores gastos para el sostén de los
4. Derecho Comparado
El Derecho Comparado conoce varias soluciones; en algunos países
se otorgan sin límite de edad, como en Francia, Italia, Suiza, España;
en otros se fija un tope etario, como en Panamá, Chile, Nicaragua,
Perú, San Salvador, Costa Rica, Ecuador, etcétera.
El Código argentino sigue esta última tendencia de establecer un
límite en la edad, a fin de lograr un equilibrio entre los derechos en
pugna y el posible abuso en el mantenimiento de los hijos mayores
de edad.
En Francia, la cesación de la obligación alimentada se produce
cuando el hijo alcanza, a los 18 años, su mayoría de edad; sin embargo,
la ley 2002-303 del 4 de marzo de 2002, que modifica el Código
Civil, dispone que "Cada uno de los padres debe contribuir al man-
tenimiento y la educación de los hijos en proporción a sus recursos,
los del otro, a las necesidades del hijo L.. ] y que esa obligación no
cesa de pleno derecho por la mayoría de edad" (art. 371-2).
En Italia, la obligación de mantenimiento puede prorrogarse hasta
que el hijo logre independizarse, ya sea a través de una profesión o
de otra actividad. Es decir que la obligación no finaliza automática-
mente al momento en que el hijo alcanza la mayoría de edad, y puede
perdurar, según las circunstancias que deben valorarse en cada caso,
hasta que el hijo haya alcanzado la propia economía e independencia
económica.
En España, el artículo 142 del Código Civil reza: "Los alimentos
comprenden también la educación e instrucción del alimentista mientras
sea menor de edad y aun después, cuando no haya terminado su for-
mación por causa que no le sea imputable". En el Capítulo K, De
'19 STJ de Entre Ríos, Sala 11 Civ. y Com., 15-6-2005, "M. M. E. c/J. J. J.",
L. L. Litoral, con nota de Alicia C. Olalla. Confirmando la resolución del a quo,
rechazó el reclamo de alimentos provisorios que la actora, en representación de su
hijo menor, entabló contra el presunto padre de éste durante la tramitación del proceso
de filiación. Contra dicha decisión se planteó recurso de inaplicabilidad de ley, el
Superior Tribunal de Justicia casó la sentencia recurrida y mandó dictar una nueva.
"O CCCLab. de Rafaela, 22-7-2007, autos "I., F. CIA., M. s/Filiación".
Art. 664
2. Condiciones de otorgamiento
Las condiciones de otorgamiento del derecho alimentario al hijo
no reconocido son: a) que acredite sumariamente el vínculo invocado,
en el trámite del juido alimentario, y b) para mantener la vigencia
del derecho alimentario, en los supuestos en que no se inicie juntamente
o
e -~ ----
e E s e S i g ~ m oprevalecerán
s , los primeros".
La recepción legal de los alimentos del niño por nacer ha de ser
el corolario de un imperativo unido a la procreación responsable asu-
mido desde la concepción que asegure los derechos de la madre em-
barazada como las funciones paternas, ambas vitales para el desarrollo
del hijo221.
Con fundamento en la tutela del niño por nacer se reconoce ex- ,
plícitamente el derecho de la mujer embarazada a reclamar alimentos
c u i i n c i d i r - n e g a t i v a m e n t e en el bienestar
___ y de- ._-_-a
221 Convención sobre los Derechos del Niño, Preámbulo y art. 6'; Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, art. 7'; PIDESC, art. 10, párr. 2.
Igualmente, el art. 75, inc. 23 de la Constitución Nacional.
222 Cfr. MILLÁN, Liliana Luján y STARÓPOLI, María del Carmen, Los alirnentos
del niño en gestación ante el inctlmpliiniento del progenitor no convivierzte. El deber
del Estado después de la Converzción, en DFyP 2012 (septiembre), del 1-9-2012,
p. 59.
que se admite como medida cautelar innovativa una cuota alimentaria
provisional para el hijo por nacer.
Se ha sostenido en el Derecho anterior que "es procedente la medida
cautelar innovativa peticionada por la madre en beneficio de su hijo
por nacer fijándose una cuota alimentaria provisional equivalente al
20% de los haberes deducidos, los descuentos obligatorios y benefi-
cios sociales con más salario familiar, subsidio prenatal, y toda otra
bonificación que perciba el demandado". "La demanda intenta la fi-
jación de alimentos provisionales en forma previa al nacimiento y por
ende al título de estado respectivo. Si bien el por nacer es un incapaz
-artículo 54, Código Civil-, puede adquirir derechos por medio de
sus representantes -artículo 56 del rnismooraeñañiTeñto-teñienao sus -
padres -para el caso de autos sólo la madre- ese carácter legal -ar-
tículo 57,-inciso lo,Código Civil-. Lazrcunstancia de la incapacidad
no puede ser tomada como excusa para no reconocérsele sus dere-
chos por la propia existencia como persona que le reconoce el Codi-
ficador desde la concepción en el seno materno -artículo 63, Código
civi1-"223
2. Condici6ia de aplicación de la n o m a .
Prueba sumaria de la filiación allegada
El pedido de que se fije una cuota de alimentos provisoria no re-
quiiere necesariamente sustanciación, en atención a su provisoriedad.
Z
3. Derechas Comparado
Algunos ordenamientos extranjeros contienen previsiones expre-
sas, y a título ejemplificativo se consignan la ley paraguaya y la
ecuatoriana.
El artículo 97 del Código de la Niñez y de la Adolescencia para-
guayo estatuye: "La mujer embarazada podrá reclamar alimentos al
padre del hijo. Los alimentos comprenden también la obligación de
proporcionar a la madre los gastos que habrán de ocasionar el embarazo
y el parto. En ningún caso el Juez dejará de pronunciarse sobre la
asistencia alimenticia solicitada7'.
El artículo 148 del Código de la Niñez y Adolescencia de Ecuadorzz5
establece que "La mujer embarazada tiene derecho, desde el momento
de la concepción, a alimentos para la atención de sus necesidades de
alimentación, salud, vestuario, vivienda, atención del parto, puerperio,
y durante el período de lactancia por un tiempo de doce meses contados
desde el nacimiento del hijo o hija; si la criatura muere en el vientre
materno, o el niño o niña fallece luego del parto, la protección a la
madre subsistirá hasta por un período no mayor a doce meses, contados
desde que se produjo la muerte fetal o del niño o niña". Por su parte,
el artículo 149 al establecer los Obligados n la prestación de alimentos,
preceptúa que "Están obligados a la prestación de alimentos el padre del
niño o niña, el presunto padre en el caso del artículo 131, y las demás
personas indicadas en el artículo 129. Si la paternidad del demandado
no se encuentra legalmente establecida, el Juez podrá decretar el pago
de alimentos, provisional, desde que en el proceso obren pruebas que
Art. 667 Hijo fuera del país o alejado de sus progenitores. El hijo que no
convive con sus progenitores, que se encuentra en un país ex-
tranjero o en un lugar alejado dentro de la República, y tenga
necesidad de recursos para su alhentación u otros rubros ur-
gentes, puede ser autorizado por el juez del lugar o por la re-
presentación diplomática de la República, según el caso, para
contraer deudas que satisfagan sus necesidades. Si es adolescente
no necesita autorización alguna; sólo el asentimiento del adulto
responsable, de conformidad con la legislación aplicable.
227 Art. 269 del Cód. Civ. derogado: "Si el menor de edad se hallare en urgente
necesidad, que no pudiere ser atendido por sus padres, los suministros indispensables
que se efectuaren se juzgarán hechos con autorización de ellos".
228 Art. 284 del Cód. Civ. derogado: "Los menores adultos ausentes del hogar
con autorización de los padres, o en un país extranjero, o en un lugar remoto dentro
de la República, que tuviesen necesidad de recursos para su alimento u otras nece-
sidades urgentes, podrán ser autorizados por el juez del lugar o por la representación
diplomática de la República, según el caso, para contraer deudas que satisfagan las
necesidades que padecieren".
Art. 667
192
Art. 668
3. Antecedentes de la norma
La subsidiariedad sustancial estaba cuestionada en la doctrina. En
este sentido, se señaló que "la subsidiariedad legal que se desprende
del orden de prelación de los parientes obligados no supone -corre-
lativamente- una sucesividad procesal, en el sentido de requerirse la
promoción y sustanciación de distintos procedimientos, uno después
de otro. La ley no exige, para la procedencia de la pretensión contra
el abuelo, un juicio previo contra los progenitores en el que haya
quedado formalmente establecida su absoluta o relativa falta de re-
cursos; por el contrario, la acción puede dirigirse primigeniamente
contra cualquiera de los obligados (aunque no sea el pariente más
próximo), con tal de que -en el mismo procedimiento- se acredite
concisa y sucintamente, que los obligados en grados preferentes no es-
tán en condiciones económicas de cumplir la prestación alimenta~ia"~~~.
Algunas resoluciones judiciales habían atemperado el rigor de la
interpretación de la normativa derogada y resuelto acertadamente que
"corresponde hacer lugar a la acción de alimentos entablada contra el
abuelo [...] a pesar de que la actora no demostró imposibilidad absoluta
de procurarse medios de subsistencia, pues la situación de emergencia
planteada -en el caso carece de trabajo- impone tomar tal decisión,
lo que no implica desconocer su responsabilidad alimentaria frente a
SU hijo"233.
En otro fallo se ha expresado que "aunque la propia madre de los
menores [...] reconozca que cuenta con ingresos al desempeñarse como
personal doméstico en casa de familia, de ello no puede inferirse una
4. Derecho Comparado
La flexibilización procesal ha sido expresamente contemplada por
el Derecho Comparado, en punto al derecho alimentario ejercido contra
los demás ascendientes, en especial los abuelos y abuelas.
Así, el artículo 263 del Código de Familia de Cataluña dispone
que "Si los recursos y las posibilidades de las personas primeramente
obligadas no resultan suficientes para la prestación de alimentos, en
la medida en que corresponde, en la misma reclamación pueden so-
licitarse alimentos a las personas obligadas en grado posterior".
Ciiterios análogos han adoptado las legislaciones de Quebec (art. 594)
y de Nicaragua (ley 143), donde se establece que el alimentado puede
demandar a uno de los obligados alimentarios o a todos simultáneamente.
Se constata la tendencia favorable a permitir la legitimación pasiva
contra los abuelos y abuelas, junto a los progenitores o por separado,
en el derecho alimentario de los nietos menores de edad, o por separado.
2. Derecho a reembolso
Sobre los gastos que uno de los progenitores hubiera realizado en
concepto de prestaciones alimentarias, se reconoce el derecho a solicitar
el reembolso de tales erogaciones al progenitor que las realizó cuando
hubieran sido a cargo del otro progenitor, en proporción a lo que
solventó y le correspondía al deudor hacerlo.
Se ha sostenido que, al entender que si el progenitor ha soportado
los gastos de su hijo, sea éste quien tiene derecho a verse reembolsado
de ese gasto, más allá de que el hijo haya llegado o no a la mayoría
de edad. Se trata de un crédito que se le reconoce a quien solventó
el total de la obligación alimentaria, por lo cual deviene irrelevante
que el planteo se esgrima antes o después de que el hijo haya arribado
a la mayoría de edad2".
Se recepta la postura mayoritaria de la jurisprudencia, que en re-
lación a los alimentos impagos sostiene que "el progenitor que asumió
el cuidado del hijo tiene derecho al reembolso de lo gastado en la
parte que corresponde al progenitor no conviviente"245.
2.3. Intereses
Las sumas debidas por alimentos por el incumplimiento en el plazo
previsto devengan una tasa de interés equivalente a la más alta que
cobran los bancos a sus clientes, según las reglamentaciones del Banco
Central, a la que se adiciona la que el juez fije según las circunstancias
del caso (art. 552).
En una decisión judicial del año 2012 se resuelve la determinación
de la tasa de interés aplicable en los casos de ejecución de deudas de
alimentos. Se expresa que "en los casos de deudas. por alimentos atra-
sados la tasa de interés que corresponde aplicar es la que cobra el
Banco de la Provincia de Buenos Aires en sus operaciones de descuento
de documentos comerciales (tasa activa) vigente en los distintos pe-
ríodos de aplicación"246.
B. La comunicación al Registro de
Deudores Alimentanos Morosos
Esta clase de registros representa una herramienta que viene utili-
zándose en distintas jurisdicciones del país (ej., ley 269 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, ley 13.074 de la Provincia de Buenos
Aires, ley 6879 de la Provincia de Mendoza), no con los resultados
esperados, pero no por resultar inadecuados sus términos, sino tal vez
por el desconocimiento de las partes, o por la falta de un registro a
nivel nacional que coordine a los registros provincia le^^^'.
La aplicación de esta inscripción permite que el deudor alimentado
moroso no pueda abrir cuentas corrientes, solicitar tarjetas de crédito,
obtener créditos bancarios, conseguir que le otorguen habilitaciones,
concesiones, licencias o permisos, ser designado en cargos públicos,
DEBERES
DE LOS HIJOS
'j2 Desde la doctrina se ha expresado que "la ciudadanía del niño, su carácter de
sent. del 27-4-2012, párr. 45; "Caso de los 'Niños de la Calle' (Villagrán Morales y
otros) vs. Guatemala", sent. de 19-11-99, Seiie C, No 63, párr. 194, y "Caso Gelman
vs. Uruguay", sent. de 24-2-201 1, Serie C, No 221, p b . 121.
Asimismo, la necesidad de la recepción acabada de los derechos humanos en el
Derecho interno viene siendo sostenida por gran parte de la doctrina argentina desde
hace varios años. Cfr. LLOVERAS, Nora, Los dereclzos lz~inzmzoserz las relaciorzes
fariziliares: zirza perspectiva actual, en LLOVERAS, Nora (dir.), Los dereclzos cle las
rziñas, rziños y adolescerztes, Alveroni, Córdoba, 2010, p. 35; BIDART CAMPOS,
Germán, Faiizilia y dereclzos Iz~irnarzos,ps. 29 y SS.,y STRECK, Lenio Luiz, O Direito
de Fanzília, a cl-ise de pal-adigriza(s) e o Estado der11ocrdtico de Direito: tiri1 esbogo
crítico, ps. 133 y SS.,ambos en KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída (coord.), El
Dereclzo de firizilia y los rzLievos paradignzas, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1999, t. 1.
Por su parte, en el contexto internacional diversos doctrinarios se han referido a
la cuestión de la protección de derechos fundamentales de la niñez. Cfr. CHABERT,
Cyril, L'irztéret de l'erzfnrzt et les corzflicts de lois, Presses Universitaires D'Aix-Mar-
seille-Puam, Marseille, 2001; PICONTÓ NOVALES, Teresa, La protecciórz de la
irzfnrzcia. Aspectos sociales y jurídicos, Egido, Huesca, 1996; RUBELLIN-DEVICHI,
Jacqueline y RAIMER, Frank (dirs.), L'erzfnnt et les Conveíztiorzs Irzternatiorzales,
Presses Universitaires de Lyon, Lyon, 1996; CAMPOY CERVERA, Ignacio, La fiirz-
rlnrizerztaciórz de los dereclzos de los rziños. Modelos de recorzocirizierzto y protecciórz,
Dykinson, Madrid, 2006.
757 Véase en el Código Civil derogado el art. 278.
Véase el comentario efectuado al art. 647 en este Código.
'j9 La jurisprudencia que aplicó el antiguo sistema que habilitaba el poder de
corrección (art. 278 del Código derogado) ya se había expedido sobre la moderación
que la misma debía tener. Cfr. CPen. de Rosario, 12-11-96, Zeus 73-5-266; CPen. de
Venado Tuerto, 11-8-84, Ze~ls7 1-5-221.
760 Desde la doctrina anterior a la reforma se había sostenido que debía quedar
''prohibido al padre, madre, representante legal o personas encargadas del cuidado
del niño, propinar cualquier castigo, físico o psíquico, y cualquier otra medida hu-
millante, como forma de corrección a niños, niñas o adolescentes". Cfr. VÁZQUEZ,
Anahí, Lasfacultadde corrección erz la patria potestad, en D. J. del 9-9-2009, p. 2499.
Sobre lo nocivo y perjudicial del castigo a los niños se han expedido varios autores
desde diversas disciplinas. Cfr. GROSMAN, Cecilia y MESTERMAN, Silvia, Maltrato
al r7zerzor. El lado oc~iltode la esceila farililiar, Universidad, Buenos Aires, 2004;
LAMBERTI, Silvio, Maltrato iifnrztil, riesgos del conzproriziso profesiorzal, Univer-
sidad, Buenos Aires, 2006; PALUMMO LANTES, Javier, Castigo fisico y patria
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
necesaria para hacerlos entrar bajo su autoridad. También pueden acusar criminalmente
a los seductores o corruptores de sus hijos y a las personas que los retengan".
262 El art. 155 del Código español establece que "Los hijos deben: 1. Obedecer
a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles siempre. 2. Contribuir
equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia
mientras convivan con ella".
263 Desde la doctrina española se ha dicho que "el respeto debido a los padres
no es una derivación de la patria potestad, sino de la relación paterno-filial. De ahí
que resulte exigible incluso extinguida la patria potestad". Cfr. LASARTE, Carlos,
Principios de Derecho Civil VI. Dereclzo de Farizilia, Marcial Pons, Madrid/Barcelona,
2002, p. 371.
264 El art. 256 del Cód. Civ. de Uruguay dice: "Los hijos, cualquiera que sea su
estado, edad y condición deben honrar y respetar a su padre y a su madre".
o permita un cumplimiento forzado del deber de respeto, y se ha eli-
minado el llamado históricamente "poder de corrección"265que auto-
rizaría a los progenitores a distintas conductas que harían imperativo
la supuesta desobediencia. e
265 El Código Civil derogado preveía el poder de corrección en el art. 278: "Los
padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir la conducta de sus hijos menores.
El poder de corrección debe ejercerse moderadamente, debiendo quedar excluidos los
malos tratos, castigos o actos que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a
los menores. Los jueces deberán resguardar a los menores de las correcciones excesivas
de los padres, disponiendo su cesación y las sanciones pertinentes si correspondieren"
(artículo según texto de ley 23.264 de 1985).
El Código Civil y Comercial sólo recepta causas de indignidad como posibilidad
de pérdida de la vocación hereditaria en los nueve incisos del art. 2281. En la anterior
redacción del Código Civil este deber tenía carácter jurídico ya que exigía su respeto
correlacionándosela con determinadas causales de desheredación. Cfr. LLOVERAS,
comentario al art. 266, en Código Civil y norinas conzplementarias... cit., t. lB, p. 484;
LAFALLE, Héctor, C ~ ~ r de s o Dereclzo Civil. Derecho de Fanzilia, Biblioteca Jurídica
Argentina, Buenos Aires, 1930, p. 426.
267 El artículo 3747 del Código derogado estipulaba que "Los ascendientes pueden
desheredar a sus descendientes legítimos o naturales por las causas siguientes: l. Por
injurias de hecho, poniendo el hijo las manos sobre su ascendiente. La simple amenaza
no es bastante; 2. Si el descendiente ha atentado contra la vida del ascendiente; 3.
Si el descendiente ha acusado criminalmente al ascendiente de delito que merezca
pena de cinco años de prisión o de trabajos forzados".
Cfr. BELLUSCIO, Augusto César, Maizual de Derecho de Familia, Depalrna,
Buenos Aires, 1993, t. 11, p. 306.
Art. 671
272 El derogado art. 277 del Código Civil decía: "Los padres pueden exigir que
los hijos que están bajo su autoridad y cuidado les presten la colaboración propia de
su edad, sin que ellos tengan derecho a reclamar pago o recompensa" (artículo según
ley 23.264 de 1985).
273 El art. 576 del Proyecto de Código Civil del año 1998 establecía que "Los padres
pueden exigir que los hijos que están bajo su autoridad y cuidado les presten la colaboración
propia de su edad, sin que ellos tengan derecho a reclamar pago o recompensa".
274 FERRER, Francisco A. M.; MEDINA, Graciela y MENDEZ COSTA, María
Josefa (dirs.), Código Civil coínentado. Derecho de Familia, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, 2004, t. 11, arts. 264 a 494, p. 55.
275 LLOVERAS; comentario al art. 266, en Código Civil y nonnas conzplemeíz-
tarias ... cit., t. lB, p. 485.
Se entiende, asimismo, que a diferencia del primer supuesto -deber
de respeto, inciso a-, el que analizamos se trata de un deber con
características jurídico-morales.
Cabe aclarar que este tercer deber excede el ejercicio de la res-
ponsabilidad parental ya que se extiende más allá de la mayoría de
edad, estructurándose como una consecuencia directa del .principio de
solidaridad familiar.
Desde otro costado, se pone de relieve en orden a los hijos mayores
de edad que sí puede referirse a un "deber jurídico familiar" que tendrá
plena viabilidad de exigencia por los ascendientes en cuanto al deber
alirnentari~'~~,y en caso de incumplimiento de este deber por los hijos
mayores instala la posibilidad de traer como consecuencia una san-
ción conforrne a los artículos 537277y siguientes de este Código, que
puede implicar, incluso, la pérdida de detesminados derechos278here-
ditario~"~.
El deber de colaboración y cuidado de los hijos hacia sus proge-
nitores y otros ascendientes se estructura como una consecuencia di-
recta del principio de solidaridad familiar, que preside el sistema ar-
gentino.
291 BARROSO, Luis Alberto, Toda fonna de vivir vale la pena (entrevista), en
Boletín IBDFAM, Instituto Brasileiro de Direito de Família, No 77, noviembreldiciem-
bre de 2012.
a la identidad en su faz dinámica292,que se exhibe fuertemente en la
fainilia ensamblada en la relación entre un cónyuge o conviviente y
los hijos propios del otro. Es un vínculo que suma, adiciona, no re-
emplaza ni excluye, tal Eomo se transparenta en la Convención sobre
los Derechos del Niño, como en la ley 26.061 y su decreto reglamen-
tario que alude a los referentes afectivos (art. 7").
En suma, la tendencia actual en distintos países permite sostener
que, tanto en el campo doctrinario como en la legislación, se aspira
a dar un estatuto más relevante a la relación entre un cónyuge o con-
viviente y los hijos del otro, pero sin afectar los derechos y respon-
sabilidades de los padres. Citaremos más adelante algunas legislaciones
que confirman la orientación actual aludida.
3. El f~~nmcioitaamiento
demtserátlccd en la familia ensamblada
3.1. Contenido
Forrna parte del concepto de familia democrática privilegiar el diá-
logo y la búsqueda de acuerdos para afrontar el cuidado de los niños
y adolescentes, su orientación y contención. Esto significa: a) respetar
el espacio personal de sus integrantes; b) considerar los derechos de
los que componen los sistemas familiares precedentes y los acuerdos
celebrados (alimentos, comunicación con el hijo); c) la búsqueda de
consenso para acordar reglas de convivencia; d) no discriminar entre
unos hijos y los otros, o sea, afirrnar el principio igualitario. En suma,
consolidar los principios de participación, cooperación y solidaridad
en el funcionamiento de estas familias.
El Código en los textos que comentamos aborda diversos aspectos
de la relación entre los progenitores afines y los hijos de su cónyuge
296 Para completar los argumentos y aportes de este fallo nos remitimos a lo
expresado en el capítulo introductorio, como así al comentar el art. 656.
Art. 672
302 Si bien esta ley se refiere a las niñas, jóvenes y mujeres, entendemos que por
el principio pro Izorizirze y de no discriminación, si un niño estuviera ante una situación
de violencia, también podría aplicarse esta normativa y, por ende, este reconocimiento
expreso se extendería a supuestos donde el padre o madre afín conviviente pueda
hacerse cargo o tener al niño bajo su guarda como "medida preventiva urgente".
HERRERA, Marisa, Leyes de protecciórz corztra la violencia fanziliar, Harnrnurabi,
Buenos Aires (en prensa).
aspectos controvertidos, lo cual es un paso importante para prevenir
acciones que lesionen el funcionamiento familiar.
Recordemos que cuando en los conflictos familiares se halla com-
prometida la persona del niño o adolescente, el juez tiene la facultad
de buscar información y citar a las personas que le aporten datos que
le permitan adoptar una decisión que mejor favorezca su bienestar.
Esta posibilidad deriva de las disposiciones generales de los procesos
de familia que se encuentran en el Título VIII del Libro Segundo del
Código Civil y Comercial, cuando alienta la resolución pacífica de
los conflictos y afirma que en los procesos donde están involucra-
dos niños y adolescentes debe tenerse en cuenta su interés superior
(art. 706).
Como lo ha señalado Eduardo Cárdenas, la antigua noción de "par-
te" no es útil en el proceso familiar, ya que el juez tiene la facultad
de llamar a todos los que tengan un papel significativo para la farnilia303.
En este sentido, el IX Congreso Mundial sobre Derecho de Familia
de 1996 concluyó: "En los procesos judiciales de familia pueden ser
convocadas todas aquellas personas significativas aunque no revistan
la calidad de partes, cuando ello resulte previsiblemente positivo para
lograr la solución del caso". Respecto de la familia ensamblada, se
decidió que "es conveniente que el juez, en uso de sus facultades
instructoras del proceso, cite a sus miembros en aquellos casos en
que, según los informes asistenciales, psicológicos y demás elementos
que surjan de la causa, ello contribuya a la mejor solución del caso".
Se concluye este punto con las palabras de Cárdenas, quien nos
dice, de acuerdo con los casos testimoniales que presenta: "...cuando
los jueces aceptan involucrar en los procesos judiciales a los padres
y madres afines, no sólo solucionan más fácil y humanamente el con-
flicto que les ha sido planteado. Además, ayudan a las familias en-
sambladas a estabilizarse con más rapidez y menos costo..."304
305 Basta leer las definiciones del diccionario para comprender su carácter peyo-
rativo: " P a h s t r o (Del lat. vul. patraster, despect. de pater, padre). 1. Marido de la
madre, respecto de los hijos habidos antes por ella; 2. fig. Mal padre; 3. fig. Obstáculo,
impedimento o inconveniente que estorba o hace daño en una materia". ""Madrastra
(despect. de madre). 1. Mujer del padre respecto de los hijos llevados por éste al
matrimonio. 2. fig. Cosa que incomoda o daña".
306 IGLESIAS, Mariana, nota en el diario Clarítz del 21- 10-2012.
317 Hugues Fulchiron destaca que el art. 213 del Cód. Civ. francés incorpora el
concepto de colaboración del nuevo cónyuge cuando dice que "los esposos aseguran
en conjunto la dirección moral y material de la familia, proveen a la educación de
los hijos y preparan su porvenir", Le Droit frangais FACE au fliérzorn2rze des reconz-
positiolzs familiales, en MEULDEURS-KLEIN y THERY (dirs.), Quels rep2res your
les farnilles recornposées?, LGDJ, Paris, 1995, p. 121.
blada, con la idea de alentar nuevos desarrollos normativos conside-
rados en otras legislaciones, como la dación de nombre del padre afín
y el Derecho Sucesorio. Al mismo tiempo, dejamos abiertos algunos
a
5.2. Derecho
Se ha señalado que el Derecho Sucesorio sigue siendo el sector
1116s estático del Derecho Civil y, por consiguiente, mayores son las
dificultades para que este Derecho abarque a los hijos y padres afines.
La sucesión ab intestato*se halla íntimamente unida al parentesco con-
sanguíneo, no reconociéndose el lugar de los afectos como sustento
del Derecho Sucesorio315,aun cuando el testados puede ejercer su vo-
luntad por vía testamentaria en los límites de la porción disponible.
En el ámbito social se observan pensamientos disímiles. Por una
parte, existe la preocupación de que los bienes que posee el progenitor
sean transmitidos a sus hijos y que no tengan derecho alguno sobre
ellos los hijos de su cónyuge o conviviente. Empero, al mismo tiempo,
otros consideran legítimo que el hijo afín herede al padre afín, sobre
todo cuando ha habido una convivencia de muchos años y se ha logrado
la integración familiar. En la investigación que realizamos, los entre-
vistados reflejaban aspiraciones diferentes según el lugar que ocupaban
en la familia ensamblada. Mientras que algunas mujeres que se habían
vuelto a casar juzgaban justo y natural que su hijo heredara a su actual
esposo, otras, en cambio, rechazaron esta posibilidad y algunos la
admitían con ciertas reservas y limitaciones316.
De acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, no existe derecho
hereditario entre un cónyuge y los hijos del otro. Sin embargo, puede
320 MÉNDEZ COSTA, María Josefa, Proyección sucesoria de los principios ju-
rídicos de la falizilia, en KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída (dir.) y HERRERA,
Marisa (coord.), La familia en el nuevo Dereclzo, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009,
t. 1, ps. 514 y SS.Un mayor desarrollo en MÉNDEZ COSTA, Mana Josefa, Sucesión
"inortis causa" y far~ziliaerzsamblada, en Dereclzo de Fanzilia. Revista Interdiscipli-
rzaria de Doctriila y Jurispruderzcia, No 34, LexisNexis Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
ps. 65 y SS.
321 En las Cuartas Jornadas Interdisciplinarias de Derecho de Familia, Minoridad
y Sucesiones de Morón, 1995, Dolores Loyarte y Silvana Ballarín presentaron una
ponencia de lege fererzda respecto de la modificación del orden sucesorio donde se
incluya a los hijos y padres afines como herederos legítimos no legitimarios, con
exclusión de los colaterales, si ha existido entre ellos convivencia ininterrumpida
durante cinco años.
322 ARIAS DE RONCHIETTO, Lu adopción cit., Cap. XIII y SS.,p. 224.
Art. 673
tal efecto; para ello, la vía es aumentar la porción disponible para que
pueda ser mejorada la situación de los hijos afines, o bien, crear una
cuota disponible especial para los hijos afines que podría ser empleada
por el padre o madre afín que los desee favorecer, a más de poder
utilizar la cuota disponible común. En este sentido, esta posibilidad
se ha ampliado en la reforma al Código Civil, conforme lo dispone
el artículo 2445 que ha aumentado la porción disponible.
Finalmente, fuera de la vía testamentaria, se ha sugerido un sistema
donde los bienes propios de un cónyuge que provienen de la unión
anterior sean heredados por los hijos nacidos del vínculo precedente.
En cambio, sobre los bienes gananciales de la segunda o ulterior
unión heredarían los hijos propios y afines, estos últimos siempre que
se reúnan ciertas condiciones que permitan presumir la existencia de
un lazo afectivo y la voluntad del causante de favorecer a todos los
hijos por igual.
En conclusión, frente a las variadas posturas, nos parece necesario
abrir un amplio debate sobre este tema, con evaluación de las inquie-
tudes que se expresan en el campo social y la participación de espe-
cialistas de distintas disciplinas.
1. Interpretación de Ba norma
1.1. Contenido de la colaboración
La norma establece expresos deberes que implican a la vez derechos
del progenitor afín, tales como: 1) cooperar en la crianza y educación
de los hijos del otro; 2) realizar los actos cotidianos relativos a su
formación en el ámbito doméstico; 3) adoptar decisiones ante situa-
ciones de urgencia. El precepto expresa claramente que esta coopera-
ción no lesiona los derechos de los progenitores y sólo pretende dar
legitimidad a las labores que puedan realizar el padre o madre afín
en apoyo de la función parental, como ser, según se ejemplifica en
los fundamentos: "firmar boletines, autorización para salidas extracu-
rriculares, anotarlos en torneos deportivos, etcétera". Agregamos: asis-
tir al colegio, llevarlos o traerlos del establecimiento educativo, acom-
pañarlos al médico, colaborar con las tareas escolares, contratar una
cobertura médica y realizar distintas acciones en beneficio del niño.
En suma, la norma tiene carácter enunciativo, pudiendo agregarse
otras labores a realizar por el padre o madre afín que impliquen ayuda
al progenitor en el ejercicio de su responsabilidad parental, concretado
en tareas diarias atingentes a la crianza y formación del niño o ado-
lescente. Por otra parte, se extienden las facultades y deberes del pro-
genitor afín al permitir que también actúe ante situaciones de urgencia
para proteger sus derechos. En los Fundamentos del Proyecto se "re-
conoce el vínculo afectivo que se genera entre el progenitor y los
hijos de su pareja cuando conviven, otorgando ciertos derechos a los
primeros sin excluir los derechos y deberes de los progenitores como
principales responsables de los hijos".
331 CAFFERATA, José I., La guarda de nzeizores, Astrea, Buenos Aires, 1978,
p. 55.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
339 CNCiv., sala G, 18-9-2007, con nota de GROSMAN y HERmRA, Una sen-
tencia sencilla, una ct~estiórzcompleja. El reconocinziento de lasfamilias erzsambladas
erz el hzbito jtlrídico cit., ps. 59 y SS.
Art. 673
339 CNCiv., sala G, 18-9-2007, con nota de GROSMAN y HERRERA, Una sen-
tencia sencilla, una cuestióiz coinpleja. El reconocimiento de las familias ensarnbladas
en el ámbito juridico cit., ps. 59 y SS.
Art. 673
B. Antecedente
Citamos del texto del proyecto presentado por el senador Filmus
sobre "Normas protectoras de los hijos en las familias ensambladas":
"En caso de muerte de uno de los padres, ausencia con presunción
de fallecimiento, privación de la patria potestad o suspensión de su
ejercicio, al otro. Si por el interés superior del niño resultare a criterio
judicial conveniente, se podrá asignar su ejercicio al padre o madre
afín. El hijo siempre será oído y se valorará su opinión de acuerdo a
SU grado de madurez. El padre biológico conservará la titularidad de
la patria potestad" (texto que pretendía modificar el art. 264, inc. 3"
del Cód. Civ. derogado).
Sólo haremos una breve síntesis de los aspectos que interesan a los
progenitores afines y su funcionamiento en la familia ensamblada.
B. Tutela dativa
El Código deroga la tutela legal y, ante la ausencia de designación
materna o paterna de un tutor, o ante la excusación, rechazo o impo-
sibilidad de ejercicio de los designados, el juez debe otorgar la tutela
a la persona que sea más idónea para brindar protección al niño, niña
o adolescente, debiendo fundar razonablemente los motivos que jus-
tifican dicha idoneidad. En este marco de la tutela dativa, se abre una
amplia posibilidad para que el progenitor afín del niño o adolescente
pueda ser designado tutor de los hijos de quien fue su cónyuge o
conviviente (art. 10'7). De acuerdo con la interpretación que se le ha
dado a esta norma, la idoneidad del progenitor afín que debe considerar
el juez consiste en su aptitud para el cuidado personal del hijo afín.
Se destaca en el comentario del precepto al cual me remito348que el
pretenso tutor debe ser competente para respetar y alentar la autonomía
del niño y el reconocimiento de la capacidad progresiva del tutelado
y su ejercicio.
Resulta de interés subrayar que en el comentario al artículo 108,
Ángeles Burundarena ha interpretado que es posible el desempeño de
la tutela dativa de la persona designada para atender a más de un niñola
o adolescente, cuando se trate de hermanos menores de edad y cuando
257
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
353 Ver ZANNONI, Eduardo, Derecho Civil. Derecho de Familia, Astrea, Buenos
Aires, 2001, p. 113 y sus citas; CNCiv., sala A, 19-11-91, E. D. 146-482, y sala F,
18-5-93, "L. E. C. c/P. F. F.", L. L. 1994-B-240, D. J. 1994-1-290. En las Jornadas
Nacionales de Morón de 1993 se resolvió que debía establecerse de lege ferenda que
en caso de desintegración de la nueva familia constituida, se establezca el derecho
de visitas recíproco entre los que fueron miembros de la familia ensamblada, aunque
no los relacione vínculo de parentesco alguno, siempre que este régimen no perjudique
a los menores involucrados.En las 1 Jornadas Interdisciplinarias de Derecho de Familia,
Minoridad y Sucesiones, realizadas en Morón, 1995, se concluyó, igualmente, que
"debe interpretarse que es de aplicación el artículo 376 bis en los casos de familias
conformadas por uniones de hecho, cuando los vínculos que unen al niño o adolescente
con la pareja del progenitor poseen contenidos afectivos y formativos beneficiosos
para el menor".
del "interés superior del niño", que comprende la satisfacción de sus
diversas necesidades, entre las que ocupa un lugar central el aspecto
afectivo, considerado, según un autor, un derecho de la personalidad354,
pues representa un lazo profundo que el derecho de trato y comuni-
cación debe preservar a la luz de la doctrina de los derechos humanos
y dentro de éste, el desarrollo del derecho a la identidad en su faz
dinámica355.
crea vínculo jurídico alguno entre los parientes de uno de los cónyuges
y los parientes del otro". Esto significa que no existe lazo de parentesco
entre los hijos de un cónyuge o conviviente con los hijos del otro.
Ello no es óbice para que un "hermano afín", siguiendo la terminología
adoptada para los progenitores afines, demande el derecho a tener
trato y comunicación con el otro, si uno de los progenitores lo niega.
Puede darse, por ejemplo, esta situación en los casos de ruptura del
vínculo de la pareja conyugal o unión convivencial. Resulta aplicable
a estas situaciones el criterio doctrinario y jurisprudencia1 ya mencio-
nado, que ha concedido el derecho de visitas a terceras personas si
se ha acreditado incontestablemente que el contacto periódico es va-
lioso para el niñ.0 o adolescente363.Recordemos que el artículo 556
admite el derecho de comunicación "en favor de quienes justifiquen
un interés afectivo legítimo".
1. Antecedente
Un antecedente de esta normativa se incluyó en el mencionado
proyecto presentado por el senador Filmus sobre "Normas protectoras
para los hijos en las familias ensambladas", en el que se pretendía
modificar el derogado artículo 264, inciso 7" del Código Civil, con la
diferencia de que aquí se agrega que "El hijo siempre será oído y se
valorará su opinión de acuerdo a su grado de madurez", tal como 10
establece el artículo 643.
364 GROSMAN, Cecilia P., El interés superior del niiio..., en GROSMAN, Ce-
cilia P. (dir.), Los derechos del niño erz la familia. Discurso y realidad, Universidad,
Buenos Aires, 1998, p. 75.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
3. Derecho Comparado
En algunos países, si bien no hay normas específicas referidas al
progenitor afín, la figura de la delegación de autoridad o responsabi-
lidad parental posibilita, por acuerdo de los interesados, delegar en
todo o en parte las funciones parentales. En otras legislaciones se
sortea el vacío legal a través de distintas figuras, donde el padre o
Art. 675 Ejercicio conjunto con el progenitor afina En caso de niinerte, au-
sencia o incapacidad del progenitor, el otro progenitor puede asu-
dicho ejercicio conju ente con su cónyruge o conviviente.
1, Antecedente
Nuevamente, se menciona el proyecto de "Normas protectoras de
los hijos en las familias ensambladas", en el que se propuso agregar
como. inciso 7" el artículo 264 del Código Civil derogado el siguiente
texto: "En los casos de ausencia, muerte o inhabilidad del progenitor
que no ejerce la patria potestad del hijo, el padre o madre afín podrá
asumir conjuntamente con el progenitor a cargo del niño dicho ejercicio.
Este acuerdo debe ser homologadojudicialmente, debiendo oírse en todos
los casos al menor de edad. En caso de conflicto prima la opinión del
progenitor. Este ejercicio se extinguirá con la ruptura del matrimonio".
2. Interpretación de la norma
El texto otorga a los interesados la facultad de establecer acuerdos
explícitos destinados a compartir o cooperar en el cuidado de los hijos
propios de uno de ellos en los casos en que el padre biológico ha
fallecido, está ausente o no está en condiciones de ejercer la función.
La homologación judicial de los aludidos acuerdos otorga un marco
institucional a la dinámica de estos grupos familiares, tanto en el orden
interno como en la relación con el mundo externo. Esta guarda judicial
se ejerce juntamente con el progenitor conviviente e incluye diversas
facultades y cuidados habituales en cuanto a protección, sustento, edu-
cación, salud y recreación. Cesa en caso de ruptura de la unión, a
petición de los interesados o cuando resultare perjudicial para el niño
o adolescente3? De este modo, el progenitor afín se posiciona en un
3. Derecho Comparado
En diversas legislaciones se regula la posibilidad de estos acuerdos,
no sólo en los supuestos excepcionales que marca el texto del Código.
En el Derecho inglés (Children Act de 1989) se reafirma la importancia
del lazo filial que une al niño con sus padres y se insiste en su carácter
inalterable, sea cual fuere el destino de la pareja. Al mismo tiempo,
el marido o conviviente del progenitor (la convivencia debe tener una
duración mínima de tres años) está facultado para solicitar al tribunal
compartir la responsabilidad juntamente con el padre' del niño (parental
responsability). El juez evalúa dicha demanda en función del interés
del niño y verifica si, efectivamente, el reclamante cumple en los
hechos tareas propias del cuidado parental. Emite, entonces, una de-
cisión llamada Resideizce Order. En este caso, el progenitor a cargo
del cuidado del hijo y el padre o madre afín, de manera igual, tienen
el derecho de tomar decisiones respecto del niño o adolescente por el
tiempo de duración de dicha medida. La legislación precisa que las
Residence Order no privan al padre no custodio de sus derechos sobre
el niño y de su derecho de comunicación con el hijo369.Después de
la reforma de esta ley (Civil Partnesslzip Ni11 2005), si bien se per-
mite, igualmente, a los progenitores afines (stepparents) obtener la
responsabilidad parental mediante un acuerdo formal o una orden ju-
dicial, en caso de responsabilidad parental compartida, ambos proge-
nitores deberán firmar el acuerdo. En ausencia de la conformidad del
padre no guardián, el juez aprecia la naturaleza e intensidad del afecto
del padre afín y el niño y otorga la orden si favorece el interés del
niño370.
En Dinamarca y los Países Bajos, los padres afines pueden par-
ticipar en el ejercicio de la autoridad parental únicamente cuando es
ejercida en forma exclusiva por el padre conviviente. Pero esta po-
sibilidad está subordinada al acuerdo de los dos padres biológicos y
sujeta a una formalidad de registro. Cuando el padre no conviviente
aún vive, el juez debe asegurarse de que el padre detentador de la
autoridad parental la ha ejercido de manera unipersonal durante al
menos tres años. Se escucha al niño mayor de 12 años. El juez apre-
ciará si la "autoridad común" del padre conviviente y su pareja no
369 MASSON, Judith, A Step irz Botlz Directiorzs? The Impact of the Children Act
1989 oiz "Stepfarnilies", Brian Dimmock, University of Bath, England, 1992.
370 TAMAYO HAYA, ob. cit., ps. 43 y SS.
Art. 676
l. Antecedentes
En nuestro país, el Proyecto de reforma de 1998 regulaba este
derecho durante la convivencia de los cónyuges, disponiendo su cese
en los casos de disolución del vínculo. Empero, se introducía una
excepción en los siguientes términos: "Si el padre afín hubiera asumido
durante la convivencia el sustento del hijo del cónyuge podrá fijarse
una cuota asistencial a cargo del padre o madre afín con carácter
transitorio, cuya duración definirá el juez, si el cambio de situación
pudiera ocasionar un grave daño al niño o adolescente7'.
371 En Francia, en un informe presentado destinado a modificar la legislación de
dicho país, se concluye que es necesario organizar una participación del padre o
madre afín en el ejercicio de la autoridad parental pues el silencio legal ocasiona nu-
merosos problemas en la vida cotidiana. En este país, ante la falta de normas específicas
referidas al padre o madre afín, es posible aplicar las disposiciones referidas a la
guarda de terceros. De cara a esta problemática, el presidente de la República encargó
en agosto de 2007 la preparación de un proyecto para la creación de un estatuto del
padrastro (padrelmadre afín).
2.1. Carácter subsidian'o del deber alimentado
El precepto establece la obligación alimentaria del cónyuge o con-
viviente respecto de los hijos del otro, pero con carácter subsidiario.
O sea: sólo tiene vigencia a falta de parientes consanguíneos o cuando
éstos no tienen recursos.
El Código derogado establecía en el artículo 368 el derecho ali-
mentario recíproco entre un cónyuge y los hijos del otro, de carácter
subsidiario, siempre que mediare un vínculo matrimonial entre el pro-
genitor de los hijos y el padre afín y no hubiese parientes consanguíneos
o éstos no tuvieren recursos o fueren insuficientes372.El texto actual
extiende la obligación alimentaria al conviviente del progenitor a cargo
de los hijos, aun cuando entre ellos no existe el parentesco por afinidad.
Esta previsión se funda en el principio de solidaridad familiar que
se deriva, a su vez, de la amplitud del artículo 27 de la Convención
sobre los Derechos del Niño, el cual en su parte pertinente dispone
que "...Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para
asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres u
otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el niño ..."
Recordemos, por otra parte, que en el Código Civil derogado, de
acuerdo con el inciso lodel artículo 1275, la manutención de la familia
y de los hijos comunes, como así también la de los hijos "legítimos"
de cada uno de los cónyuges, integraban las cargas de la sociedad
conyugal. Con la reforma de la ley 23.264, que equiparó a todas las
filiaciones, se interpretó que eran a cargo de la sociedad conyugal los
alimentos y la manutención de esta nueva familia, en la cual quedan
incluidos los hijos de las anteriores uniones del cónyuge, matrimonia-
les, extramatrimoniales y a d o p t i v o ~norma
~ ~ ~ , que constituye una fuente
37%n el Derecho francés los tribunales han admitido que el sustento del hijo del
cónyuge constituye una contribución a las cargas del matrimonio (art. 214 del Cód.
Civ. francés) y, según algunos autores, la solidaridad dispuesta por los arts. 220 y
SS.relativa a las necesidades del hogar y educación de los hijos concierne a todos
los niños criados por la pareja y los acreedores pueden achiar contra el padre o madre
afln para obtener el pago de la deuda, sea cual fuere el contratante.
375 PITRAU, Osvaldo F., El dereclzo alimeiztario familiar en el Proyecto de re-
fornza, en Dereclzo de Farnilia. Revista Iizterdisciplinaria de Doctrina y Jurispr~ideizcia,
No 57, noviembre de 2012, ps. 215 y SS.;La prestación alirnentaria en la farnilia
erzsaiizblada, en Derecho de Fanzilia. Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Juris-
przideizcia, No 25, LexisNexis Abeledo-Perrot, Buenos Aires, ps. 105 y SS.
del principio de solidaridad familiar, se fija una cuota alimentaria tem-
poraria de acuerdo con las pautas establecidas376.
En un fallo juri~prudencial~~~, antes de la sanción del nuevo Código
Civil y Comercial, se reflejan algunas ideas que fundamentan la reforma
que introduce el artículo comentado.
El caso era el siguiente. Una madre, en nombre y representación
de sus dos hijas menores de edad, promueve demanda por alimentos
contra el demandado, padre biológico de la primera y padre de crianza
de la segunda niña. Relata que convivió con el demandado durante
siete años, integrando el grupo familiar la hija de ambos y su hija
habida de una unión anterior, quien recibió por parte del demandado
el trato de hija. En el mes de septiembre de 2008 cesó la convivencia.
En el fallo se destaca que actualmente no se puede hablar de "la
familia" en forma singular, sino que corresponde hablar de "las fami-
lias", reconociendo derechos y protección jurídica a los distintos tipos
de familias que encontramos en nuestra sociedad, "...señalándose que
la aparición de estas estructuras familiares es acompañada por una
terminología nueva, como 'padre afín' o 'padre de hecho' o «padre
social»". En el caso, se acredita que la niña de la actora gozaba del
trato de hija por parte del demandado durante los siete años que duró
la convivencia y aún después que cesó la misma. Este trato afectivo
se reflejó no sólo en la relación individual de la niña con el demandado
dentro del seno familiar, sino también a nivel escolar (asistencia a
actos, reuniones, provisión de elementos escolares, camperas y otros)
y social (el hecho de compartir vacaciones, cumpleaños, viajes, fiestas,
etcétera). El pronunciamiento recoge los dos aspectos o facetas del
derecho a la identidad, a las que identifica como "la faz estática",
referida al origen biológico de la persona (aquello que hace a su iden-
tificación, el nombre e imagen), y "la faz dinámica", esencialmente
cambiante, configurada por lo que constituye el patrimonio ideológico
cultural y vital de la personalidad que se trasunta en el exterior. Destaca
que esta "identidad dinámica" de la niña de la actora se encuentra
tutelada por el artículo 75, inciso 22 de la Constitución Nacional,
4. La responsabilidad solidaria
4.1. Introducción
La norma tiene correspondencia con el deber de contribución y,
por consiguiente, es de carácter solidario.
El artículo 461 dispone que "Los cónyuges responden solidaria-
mente por las obligaciones contraídas por uno de ellos para solventar
las necesidades ordinarias del hogar y el sostenimiento y la educación
de los hijos comunes y los hijos propios de alguno de los cónyuges
que conviven en el hogar, en los términos establecidos en el artículo 455
sobre el deber de contribución. ,Fuera de estos casos, y excepto dis-
posición en contrario del régimen matrimonial, ninguno de los cón-
yuges responde por las obligaciones del otro".
Respecto de las uniones convivenciales, el artículo 521 se remite
a esta normativa.
El precepto se halla respaldado por antecedentes en nuestro país,
la orientación en el Derecho Comparado y fundamentalmente en el
principio igualitario. Son niños o adolescentes que conviven en el
385 ZANNONI, ob. cit., 3a ed. act., 1998, t. 1, ps. 565 y SS.
386 MEDINA, Las grandes r'eforrnas al Dereclzo de Familia ... cit.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
287
La pensión es i;na prestación de la seguridad social, de contenido
económico, que tiene por objeto cubrir la falta que produce la muerte
de quien fuera el s ~ s t é ndel hogar393.En el sistema previsional argen-
tino, a diferencia de lo que ocurre en el Derecho Comparado, no se
considera expresamente la condición de hijo afín. Tanto en la enume-
ración del artículo 53 de la ley 24.241, como en sus antecesoras, las
leyes 18.037 y 18.038, únicamente se menciona a los "hijos" del cau-
sante como causahabientes con derecho a pensión. Por lo tanto, no
estarían comprendidos los hijos afines. Sin embargo, la jurisprudencia
abrió un camino interpretativo favorable a la percepción del beneficio
por parte del hijo afín en los casos en que el padre o la madre hu-
biere contraído matsimonio con quien asumió el carácter de progenitor
afín394.De esta manera, la Corte Suprema afirmó, en un fallo de larga
data, que "en materia previsional corresponde equiparar la situación
de la hijastra a la situación beneficiosa en que se encuentran los hijos
del causante. Ello así, porque conforme el artículo 363 y su nota, el
parentesco por afinidad surge por analogía, suponiendo que los dos
cónyuges forman una sola persona". En el caso, el dictamen del pro-
curador fiscal hacía hincapié en la función alimentaria que había de-
sempeñado el causante (padre afín) respecto de la peticionaria395.En
otros fallos del alto tribunal se siguió el mismo criterio396.
Si bien los antecedentes señalados se refieren a la figura del hijo
afín nacida del parentesco de afinidad por el matrimonio de su madre
o padre, en el contexto de las reformas introducidas en el Código
Civil, cabe interpretar que si el cónyuge o conviviente del progenitor
397 Conf. GUILLOT, María Alejandra, La ley 26.579 -mayoría de edad- y el dereclzo
a pensión de los hijos, en Revista de Jubilaciones y Pensiones, t. m,p. 734.
398 GUILLOT, Familias ensambladas y dereclzo a la seguridad social, normativa
y realidad cit., p. 78.
tiene, a su vez, hijos propios, respecto de la concurrencia de éstos con
el hijo afín en el beneficio de pensión? Acordamos con Guillot que,
cuando en el hogar conviven los hijos propios y los afines, debe pen-
sarse en una solución que respete el carácter sustitutivo de la pensión,
como ha sostenido la Corte Suprema en los precedentes citados, al
afirmar que "La ley ampara la condición de hijastro a punto tal de
generar una obligación alimentaria en cabeza de la sociedad conyugal,
por lo que es lógico admitir el derecho a pensión de los hijastros a
fin de evitar condiciones disvaliosas desde el punto de vista del carácter
alimentario del beneficio p r e v i ~ i o n a l " ~ ~ ~ .
399 CSJN, "Donati, Carolina s/Pensión", sent. del 5-10-76; "Herrera, Dornitila
Tadea sRecurso de hecho", del 3 1-7-84, Fallos: 3 11:30.
400 Ver, a modo de ejemplo, SCJBA, 16-5-2007, "L. A. C. y otro cRovincia de
Buenos Aires y otro", L. L. Online, ARíJUR/1277/2007.
o el daño sufrido por el hijo de su cónyuge o conviviente como vi-
ceversa. Mencionamos un antecedente jurisprudencial, que trata de
manera expresa la relación entre el progenitor afín y el hijo afín: "El
haberse hecho cargo el padrastro de la guarda del menor durante la
vida en común proporcionándole alimentos, vivienda y educación des-
pués del fallecimiento de la madre y abandono del padre, evidencia
una situación familiar que lo autoriza a pedir indemnización por la
muerte del hijastro (art. 1079 del Cód. Civ.). Se hace lugar al derecho
del padrastro a reclamar la indemnización por daños y perjuicios por
la muerte del l-ujastro que prestaba efectivo auxilio y colaboración en
el hogar que compartía con su familia compuesta por su madre, pa-
drastro y sus
Como antecedente jurisprudencial más cercano donde se reconoce
no sólo el daño patrimonial, sino también el daño moral, pese a que
el artículo 1078 del Código Civil derogado otorgaba la posibilidad de
reclamar daño moral sólo a los herederos forzosos, citamos el pro-
nunciamiento de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala J,
de fecha 12 de abril de 2012, que sostuvo que se lesionaría el principio
de protección integral de la familia -de base constitucional y supra-
nacional- al no permitir que se repare el inconmensurable dolor pro-
ducido al padrastro, comprobado padre de crianza desde los 7 años
de vida de V. NI., como a sus hermanos402.
405 El derogado art. 274 decía: "Los padres, sin intervención alguna de sus hijos
menores, pueden estar en juicio por ellos como actores o demandados, y a nombre
de ellos celebrar cualquier contrato en los límites de su administración señalados en
este Código".
406 Cód. Civ. y Com. argentino. En el Libro Primero, Parte general, el Título 1
destinado a la persona humana estatuye en el Capítulo 2, en la Sección 2" nominada
Persona menor de edad (arts. 25 a 30), sobre la capacidad de derecho, la capacidad
de ejercicio, y las personas incapaces de ejercicio.
niños, niñas y adolescentes carácter necesario, ya que posibilitará a
la persona que no cuenta con capacidad para realizar determinados
actos, actuar en la vida negocia1 por medio de su representante lega1407.
El nuevo Código argentino se diferencia, así, de algunas normativas
del Derecho Comparado en las que se regula íntegramente la llamada
"representación legal" de los hijos bajo las normas de lo que denominan
patria potestad o relaciones paterno-filiales; verbigracia, el Código Ci-
vil español en el artículo 152 estatuye totalmente la representación de
los padres, la que consecuentemente no es tratada en otro libro o lugar
de dicho cuerpo normativo408,o en esa línea, también se encuentra el
artículo 236- 18 del Código Civil catalán409.
Así, el Código que se analiza instala una doble regulación de la
representación, expresado técnicamente de la siguiente manera: a) la
representación destinada a los incapaces de ejercicio4I0,entre ellos los
las personas por nacer, las personas que no cuentan con la edad y grado de madurez
suficiente, y las personas declaradas incapaces por sentencia judicial.
padres en juicio. No puede el hijo conforme al artículo 677 del Código
-literalmente- actuar por sí, sin la representación de los padres.
El artículo 677 es ana norma específica para la representación en
juicio, y no admite literalmente que un menor de menos de 13 años
actúe en un proceso judicial -con asistencia letrada- o juntamente con
los padres.
Sin embargo, este artículo 677 exigiría en algunas hipótesis excep-
cionales -verdaderamente singulares- ser interpretado concordantemen-
te con el artículo 26 del Código Civil y Comercial, ya que el sistema
requiere siempre una lectura global; podría configurarse alguna situación
en la que el juez, luego de escuchar las razones fundadas y corroborar
que el niño de menos de 13 años tiene conciencia cabal de sus actos,
lo habilite para el ejercicio de la acción judicial con patrocinio letrado
o para el ejercicio conjunto de la acción con sus padres.
De la regla general de la capacidad prevista en el artículo 26 del
Código se desprende que el menor de 13 años, excepcionalmente,
podría actuar de manera autónoma en un juicio, si cuenta con la ca-
pacidad exigida y el grado de madurez pertinente.
No obstante lo expuesto, se estima que la regla general del artículo
que se comenta es clara y restrictiva en relación a la participación de
los menores de 13 años en los procesos judiciales.
En definitiva, sólo el adolescente estaría habilitado para el inicio
o prosecución de acciones judiciales de manera independiente a la
representación de sus progenitores, tal como lo resolvió la CSJN en
el sistema derogado41l.
Se entiende que desde la previsión específica del artículo 677 debe
interpretarse que el menor de menos de 13 años no está habilitado para
estar en juicio de manera autónoma y sin la representación legal.
El derogado art. 127 del Cód. Civ. distinguía entre "menores impúberes" y
"menores adultos" según fueran menores o mayores de 14 años.
413 El art. 286 del Cód. Civ. derogado establecía que "El menor adulto no
precisará la autorización de sus padres para estar en juicio, cuando sea demandado
criminalmente, ni para reconocer hijos ni para testar". Desde la doctrina se sostenía
que el fundamento de la clasificación de los menores se encontraba en la existencia
o falta de discernimiento que Vélez reconocía a la edad de 14 años (cfr. LLOVERAS
DE RESK, María Emilia, en LLOVERAS, BERTOLDI y BERGOGLIO, Leccio-
nes de Derecho Civil, personas rzatc~ralesy jurídicas, Advocatus, Córdoba, 1995,
p. 135).
Véase el comentario al art. 680 en este Código.
procesal de los adolescentes para estar en todos los juicios en los que
revistan la calidad de parte, sin que sea necesario el acompañamiento
de sus padres.
Por otra parte el artículo posibilita la participación de los adoles-
centes tanto en su calidad de legitimados activos como en la de legi-
timados pasivos, frente a la limitación concreta que parecía existir en
relación a su participación en carácter de demandados en el sistema
anteriormente vigente4?
De esta manera se incorpora de forma expresa el derecho a parti-
cipación de los mayores de 13 años en los procesos judiciales en los
que sean parte, reforzando y profundizando ese derecho que ya había
sido receptado por la Convención sobre los Derechos del Niño de
manera genérica416y en el artículo 27, incisos d, y e, de la ley 26.061417
421 Cfr. CSJN, elDial.express del 4-7-2012, Año XV, No 3547. Además la CSJN
afirmó en otra resolución que "En lo que respecta a la capacidad de los niños G.
M. y C. L. para poder designar por sí un letrado patrocinante que los asista en los
términos de los arts. 12, inc. 2", de la Convención sobre los Derechos del Niño; 27,
inc. e, de la ley 26.061 y 27 de la reglamentación aprobada por el decreto 415/2006,
cabe recordar que esta Corte Suprema ha señalado que la citada Convención ha re-
conocido que el niño es un sujeto de derecho pleno, sin dejar de advertir que es un
ser que transita un todavía inacabado proceso natural de constitución de su aparato
psíquico y de incorporación y arraigo de los valores, principios y normas que hacen
a la convivencia pacífica en una sociedad democrática (Fallos: 331:2691). Que sobre
esa base, la ley 26.061, que establece un sistema de protección integral de las niñas,
niños y adolescentes, debe ser interpretada no de manera aislada sino en conjunto
con el resto del plexo normativo aplicable, como parte de una estructura sistemática,
y en forma progresiva, de modo que mejor concilie con la Constitución Nacional y
con los tratados internacionales que rigen la materia, allí previstos. En este sentido,
es necesario tener en cuenta una de las pautas de mayor arraigo en la doctrina de
Art. 677
O3 Desde la doctrina, Scherman sostiene que los niños y niñas son beneficiarios
de las reglas en razón de la condición de vulnerabilidad que se desprende de su edad.
A f m a que de las mismas surge que en los actos judiciales se debe tener en cuenta
su edad y desarrollo integral, lo que obligará a facilitar la comprensión del acto que
se desarrolla, poniendo a su cargo el empleo de un leguaje sencillo y la utilización
de una sala adecuada. Añade que de la lectura de las reglas surge que deben evitarse los
formalismos, la distancia física con el tribunal, entre otras precauciones. Cfr. SCHER-
MAN, Ida, Ln autorzorizía progresiva, las 100 Reglas de Brasilia y el asesor del
irzcapaz. Desde la rizirada de la libertad a la igualdad, en RDF, No 52, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 201 1, p. 181.
424 Antes de la sanción del presente Código, se discutió quién debía realizar la
designación del denominado "abogado del niño", así como sobre sus funciones, al-
cances de su representación, el pago de sus honorarios, entre otras cuestiones. Cfr.
MEDINA, Graciela y MORENO, Gustavo, Sobre la defensa técrzica de las personas
nzerzores de edad y la cuestiorzable sarzciórz a tlrz abogado que permitió a uíz rizayor
de catorce años lzacerse oír por sí en triburzales, en J . A. 2004-11-3; GIL DOMÍN-
GUEZ, FAMÁ y HERRERA, Ley de Protecciórz Integral de Niñas, Niños y Adoles-
centes cit., ps. 453 y SS.,p. 460; SCHERMAN, Ida, El rol del asesor de irzcapaces,
los dereclzos del rziño y la reforriza constit~~ciorzal,
en KEMELMAJER DE CARLUC-
CI, Aída (dir.), Ln farizilia eiz el rztievo Derecho, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009,
t. 11, ps. 325 y SS.;MORENO, Gustavo, Ln participaciórz del niño erz los procesos
a través del abogado del niño, en RDF, No 35, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2006,
ps. 55 y SS.
Art. 678
1. Oposición al juicio
El artículo contempla la situación en la que uno o ambos padres
se oponen de manera expresa a que el hijo adolescente inicie una
acción de carácter civil contra un tercero.
En este caso será el juez quien deberá dirimir la cuestión de la
participación del hijo adolescente en el proceso, como actor.
Claramente se puede afirmar que el adolescente puede actuar en
un juicio de manera autónoma con asistencia letrada, como se señala
en el comentario a la norma del artículo 677 del Código.
El artículo 678 lo que establece es la oposición de los padres a que
el adolescente sea parte autónoma con asistencia en carácter de actor
en un juicio, es decir que ejercite la opción que le confiere el artícu-
lo 677: accionar de modo autónomo, "solo", con asistencia letrada.
La lectura de los~artículos677 y 678 permite inferir:
a) El adolescente puede actuar en un juicio de manera autónoma
con asistencia letrada.
b) Los padres pueden oponerse a que el adolescente inicie una acción
en ejercicio de esa autonomía, aunque ostente asistencia letrada.
c) El juez deberá decidir si autoriza a que el adolescente actúe
en juicio de modo autónomo a pesar de la negativa de los padres,
o suscribir la oposición de los padres a que el adolescente inicie
la acción de que se trata contra un tercero.
A diferencia del artículo 282 del Código Civil derogado425en el
que se requería la autorización expresa de ambos padres para que el
hijo "menor adulto" se legitimara en esta clase de en la
normativa vigente esa autorización no es necesaria, tal como se analiza
en el artículo anterior -artículo 677-.
Como consecuencia de ello, los padres que objeten la posibilidad
concreta de que los hijos entablen acciones civiles en contra de terceros
sólo tendrán la posibilidad de presentarse ante el juez ante el que se
ha iniciado por el hijo adolescente una determinada causa y manifestar
de manera concreta la negativa a ese reclamo judicial.
De esta manera, en el Código Civil y Comercial se invierte la
situación.
En el Código derogado era el hijo el que debía solicitar la venia
judicial que supliera la autorización necesaria de los padres para en-
tablar una acción civil contra terceros, en tanto que ahora son los
padres los que deben presentarse ante el juez ante el que se ha iniciado
425 Art. 282: "Si los padres o uno de ellos negaren su consentimiento al menor
adulto para intentar una acción civil contra un tercero, el juez, con conocimiento de
los motivos que para ello tuviera el oponente, podrá suplir la licencia, dando al hijo
un tutor especial para el juicio".
476 Para profundizar en el sistema derogado, puede verse: LLOVERAS, comentario
al art. 264 quáter y al art. 282, en BUE%ES (dir.) y HIGHTON (coord.), Código
,
Civil y izoiwzas co~~zplerneiztarias.Ann'lisis doctrilzal y jt~risprt~dencialcit., ps. 469
y 5 11; BÍSCARO, Beatriz, Régir?zerz defiliacióiz y patria potestad. Ley 23.515, Astrea,
Buenos Aires, 1990, p. 67.
Art. 679
Art. 479 Juicio contra los progenitores. El hijo menor de edad puede
reclamar a sus progenitores por sus propios intereses sin previa
autorización Judicial, sil cuenta con la edad y grado de madurez
suficiente y asistencia letrada.
427 Como ejemplo, vale explicar que el hijo debe tener conciencia de las conse-
cuencias si resulta perdidoso en la acción que inicia, con la consecuente imposición
de costas en su contra. Cabe acotar que en esta situación el adolescente se está poniendo
en un plano de iguaidad con quien sea su demandado en el proceso, por lo que debe
cargar -eventualmente- con las consecuencias negativas del rechazo de su acción.
l. Juicio contra 10s progenitores
El artículo 679 aborda el espinoso tema de los hijos menores de
edad litigando contra sus padres.
La solución a la que se arriba, y las exigencias de aplicación del
dispositivo, se examinan seguidamente.
428 A modo ejemplificativo, un hijo podría reclamar a alguno de sus padres por
temas relativos a derechos hereditarios en donde sean herederos concurrentes, o para
la división de un bien común, entre otras.
Art. 679
-
aclara si el reclamo que se realiza contra los padres debe ser siempre
judicial o puede ser extrajudicial.
A diferencia de lo establecido en el artículo 678 en donde la ca-
pacidad para reclamar contra terceros de manera independiente a sus
padres comienza a los 13 años, en la presente hipótesis no existen
edades mínimas.
Esta última línea consignada concuerda con el principio sentado
en el artículo 26 del Código Civil y Comercial que luego de fijar la
regla del ejercicio de los derechos del menor de edad por sus repre-
sentantes, estatuye que no obstante el que cuenta "con edad y grado
de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que le son per-
mitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de
intereses con sus representantes legales, puede intervenir con asistencia
letrada".
Por su parte, el artículo 679 en estudio alude al hijo menor de
edad, instaurando un criterio elástico de capacidad, que sólo está res-
tringido por esa edad y grado de madurez que se requiere al niño o
adolescente para realizar el acto concreto que pretende como reclamo
contra sus progenitores.
En conclusión, se trata de un hijo menor de edad que goza de una
edad y de un grado de madurez reputado apto para discernir el acto
que protagoniza.
429 El art. 706 será analizado al profundizar sobre el Título VI11 referido a los
Procesos de familia y expresa: "Priizcipios generales de los procesos de familia. El
proceso en materia de familia debe respetar los principios de tutela judicial efectiva,
inmediación, buena fe y lealtad procesal, oficiosidad, oralidad y acceso limitado al
expediente. Las normas que rigen el procedimiento deben ser aplicadas de modo de
facilitar el acceso a la justicia, especialmente tratándose de personas vulnerables, y
la resolución pacífica de los conflictos. Los jueces ante los cuales tramitan estas
causas deben ser especializados y contar con apoyo multidisciplinario. La decisión
que se dicte en un proceso en que están involucrados niños, niñas o adolescentes,
debe tener en cuenta el interés superior de esas personas".
430 Art. 285 del Código derogado: "Los menores no pueden demandar a sus
padres sino por sus intereses propios, y previa autorización del juez, aun cuando
tengan una industria separada o sean comerciantes".
Art. 679
4. Forma de la actuaei6n
De acuerdo a lo establecido en la última parte del artículo en aná-
lisis, el niño o adolescente que inicie estos reclamos contra los padres
tendrá que comparecer con asistencia letrada, lo que le posibilitará un
ejercicio adecuado de sus derechos tal como ya se afirmara el comentar
el artículo 678431,sin perjuicio de la actuación del Ministerio Público
prevista en el artículo 103.
Este letrado podrá ser elegido libremente por el niño, niña o ado-
lescente.
Si los reclamos del hijo a sus padres están vinculados con el ejercicio
de los derechos relativos a la responsabilidad parental, sería conve-
niente que el abogado que lo represente tenga una especial versación
en materia de niñez o adolescencia, tal como lo establece e indica el
artículo 27, inciso c, de la ley 26.061.
Sin perjuicio de la libertad del niño o adolescente para elegir el
patrocinio letrado en el carácter de abogado del niño que estime
conveniente, el Estado debe asegurar la posibilidad de que todo niño,
niña o adolescente pueda contar con un abogado del niño, en los
términos expresados, para lo cual las jurisdicciones de todo el terri-
torio establecerán los modos y formas de acceso a ese derecho central
del niño.
Los abogados elegidos por los propios hijos -el abogado del niño,
puntualmente- deberán evitar posicionarse en una función diferente
como, por ejemplo, la de "representante promiscuo" o tutor nd litem
de los intereses del niño o adolescente.
La función del abogado del niño es brindar un asesoramiento técnico
431 Cfr. MORENO, Gustavo, Ln edad del niño para estar en juicio con L L I ~abo-
gado propio, en RDF, 2012-VI, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, ps. 49 a 60; GIL
DOMÍNGUEZ, FAMÁ y HERRERA, Ley de Protección Integral de Niñas, Niños y
Adolescerztes cit., ps. 453 y SS.,p. 460; SCHERMAN, El rol del asesor de incapaces,
los derechos del niño y la reforma co~zstit~tcional cit., ps. 325 y SS.;MORENO, La
participación del niño erz los procesos a través del abogado del ni~Yocit., ps. 55
y SS.;MEDINA y MORENO, Sobre la defensa técnica de las personas nzenores de
edad y la cz~estiorzablesarzciórz a L L I ~ abogado que pennitió a un mayor de catorce
años hacerse oír por sí en tribunales cit., p. 3, entre otros.
en su especial rol de abogado de ese niño o adolescente -en el caso
concreto-, que se diferencia claramente de las otras funciones432enun-
ciadas.
El artículo 26 del Código Civil y Comercial que sienta el principio
general preceptúa que en situaciones de conflicto de intereses con sus
representantes legales, el niño puede intervenir con asistencia letrada,
con independencia de la figura del tutor ad litem.
Se pone de relieve que el objeto de las actuaciones del "tutor ad
litern" y del Ministerio Pupilar en los procesos judiciales en los que
se dirime el ejercicio de derechos de los niños, niñas y adolescentes
es diferente al del rol de abogado de los niños.
El Ministerio Ptíblico, por su parte, tiene una función de represen-
tación y control de carácter necesario en todos los procesos en los que
intervengan niños o adolescentes (arg. art. 103 del Cód. Civ. y Com.).
El abogado del niño satisface la función de representación técnica
en relación a los intereses concretos planteados por su representado433,
que importa la actuación directa del niño en el proceso a través de
su letrado434y que constituye una garantía de resguardo de sus derechos
los bienes de los hijos, excepto que se haya delegado la administración de conformidad
con lo previsto en este Capítulo. En todos estos casos, si uno de los progenitores
no da su consentimiento o media imposibilidad para prestarlo, debe resolver el juez
teniendo en miras el interés familiar. Cuando el acto involucra a hijos adolescentes,
es necesario su consentimiento expreso".
Para profundizar sobre la diagramación de las acciones de filiación en el
régimen vigente se recomienda la lectura de FAMÁ, María Victoria, Filiacióíz, en
RIVERA, Julio César (dir.), Coinerztarios al Proyecto de Código Civil y Conzercial
LEE la Nacióíz 2012, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2012, ps. 419 a 441; ALESI,
Martín, Las acciorzes de filiación por izat~iralezaen el Proyecto de Código Civil y
Conzercial, en RDF, No 57, Buenos Aires, 2012, p. 233, entre otros.
Art. 679
6. Conclusiones
Del análisis del artículo 679 en comentario se pueden extraer las
siguientes conclusiones.
440 El art. 286 del Código derogado disponía que "El menor adulto no precisará
la autorización de sus padres para estar en juicio, cuando sea demandado criminalmente,
ni para reconocer hijos ni para testar".
El art. 3614 del Código derogado preveía: "No pueden testar los menores de
dieciocho años de uno u otro sexo".
442 Cabe aclarar que esa capacidad de testar era diferente a la de la mayoría de
edad antes de la sanción de la ley 26.479 que bajó la misma de los 21 a los 18 años.
443 Cfr. BELLUSCIO, Augusto, Manual de Derecho de Familia, Depalma, Buenos
Aires, 1987, t. 11, p. 311; LLOVERAS, en BUERES (dir.) y HIGHTON (coord.),
Código Civil y normas coinplementarias. Anblisis doctrinario y jurisprudencia cit.,
t. 2B, p. 517; AZPIRI, Jorge, Derecho Sucesorio, Hammurabi, Buenos Aires, 2006,
ps. 648 y 649; ZANNONI, Eduardo, Marzzlal de Derecho de las Sucesiones, Astrea,
Buenos Aires, 1994, p. 508.
Art. 680
Cód. Civ. y Com., art. 2464: "Edad para testar. Pueden testar las personas
mayores de edad al tiempo del acto".
445 En las "100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en
condición de vulnerabilidad", especialmente las reglas 28 y 29 hacen especial hincapié
en relación a la necesidad de que las personas en condición de vulnerabilidad -en el
caso un adolescente en conflicto con la ley penal- puedan contar con adecuado ase-
soramiento técnico. Así, la regla 28 expresa que "Se constata la relevancia del ase-
soramiento técnico-jurídico para la efectividad de los derechos de las personas en
condición de vulnerabilidad: En el ámbito de la asistencia legal, es decir, la consulta
jurídica sobre toda cuestión susceptible de afectar a los derechos o intereses legítimos
de la persona en condición de vulnerabilidad, incluso cuando aún no se ha iniciado
un proceso judicial. En el ámbito de la defensa, para defender derechos en el proceso
ante todas las jurisdicciones y en todas las instancias judiciales. Y en materia de
asistencia letrada al detenido". En tanto, en la regla 29 se recomienda que "Se destaca
la conveniencia de promover la política pública destinada a garantizar la asistencia
técnico-jurídica de la persona vulnerable para la defensa de sus derechos en todos
los órdenes jurisdiccionales: ya sea a través de la ampliación de funciones de la
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Por otra parte, la articulación de los artículos 37, inciso dM6,y 40.2,
inciso b, apartado iiiM7,de la CDN también recepta como central ese
derecho a la defensa técnica del niño en los procesos penales, derecho
que internamente es reafirmado por el artículo 27 de la ley 26.061448.
En definitiva forman parte de las denominadas garantías judiciales
que les corresponden a los niños y adolescentes y que son parte ines-
cindible de sus derechos fundamentales, rigiéndose por los principios
generales que orientan la justicia penal juvenil que presenta especiales
caractensticasM9.
450 Cfr. "Caso Villagrán Morales vs. Estado de Guatemala", sent. del 19-11-99
(conocido como "Caso Niños de la calle"); Opinión Consultiva No 1712002 de la
CIDH; "Caso Walter Bulacio vs. Estado Argentino", sent. del 18-9-2003, y "Caso
Instituto de Reeducación del Menor 'Panchito López' vs. Estado de Paraguay", sent.
del 2-9-2004.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Código Civil derogado, más allá de que en ese cuerpo legal se establecía
que quien podía reconocer hijos era el "adulto mayor", es decir quienes
habían cumplido los 14 años de edad4?
Esta norma viene a reforzar lo dispuesto por la ley 26.413452que
regula las funciones y organización de los Registros Civiles en la
~epúblicaArgentina y que en su artículo 44 dispone que "En el su-
puesto del artículo 286 del Código Civil, el oficial público deberá
comunicar el acta de reconocimiento a los organismos competentes
creados por la ley 26.061".
Esta cuestión no resulta baladí atento a que la noma registra14j3
vigente hasta el año 2008 sólo habilitaba a reconocer hijos a quienes
hubieran tenido la edad para contraer matrimonio.
Esto traía aparejada una verdadera contradicción entre la noma
del Código Civil -que permitía reconocer hijos a los 14 años- y la
de funcionamiento del registro -que lo posibilitaba recién a los 18
años-, y llevó a la necesidad de pronunciamientos judiciales relativos
a cuál de las dos debía prevalecefij4 y a profundas críticas doctrinarias
sobre la limitación que tenían los adolescentes en este sentido4?
Art. 681 Contratos por servicios del hijo menor de dieciséis años. EB hijo
menor de dieciséis años no puede ejercer oficio, profesión o
industria, ni obligar a su persona de otra manera sin autori-
zación de sus progenitores; en todo caso, debe cumpKrse con
las disposiciones de este Código y de leyes especiales.
l. Consideraciones generales
La norma reconsidera lo que disponía el artículo 275 del Código
Civil derogado456,eliminando por una parte el deber de convivencia
de los hijos menores de edad con sus padres y modificando la edad
mínima desde la que los hijos pueden trabajar y obligarse.
En relación a la primera cuestión, ya no se considera como un
deber específico del hijo la habitación junto a sus padres, por lo que
podría en principio interrumpir esa convivencia457.
legislaciones como es el art. 371-3 del Código Civil francés, que expresa que "El
hijo no podrá, sin permiso de sus padres, abandonar el domicilio familiar y sólo
se podrá apartarlo en los casos de necesidad que determine la ley". Por otra parte
y como sucede en el texto actual del Cód. Civ. y Com. argentino, es obviado en
otras normas del Derecho Comparado como es el Derecho español, que no presenta
la convivencia como obligación tal como se desprende del Libro 1 de ese Código
Civil.
458 La nonna entra en consonancia con el art. 26 del Cód. Civ. y Com. que
determina el ejercicio de los derechos de los niños y los adolescentes estableciendo
además que los mayores de 16 años son considerados adultos para las decisiones
atinentes al cuidado de su propio cuerpo.
Art. 681
16 años- deben ser acordes a otras normas del Código Civil y Comercial
y leyes complementarias o especiales.
En este punto se está refiriendo tanto a disposiciones relativas a
la capacidad de las personas, como a la ley 26.061, al artículo lo de
la CDN y de la Ley de Contrato de Trabajo y10 leyes laborales es-
peciales que puedan regir cada actividad específica.
Corresponde señalar también que la sanción de la ley 26.390459
importó la prohibición absoluta de desempeño laboral de los menores
de 16 años, por lo cual éstos no pueden trabajar cualquiera fuese la
actividad de que se trate y la forma en que se desenvuelva la misma460,
más allá de las flagrantes violaciones a esa limitación que en deter-
minadas ocasiones se verifican461.
Puede en la realidad llegarse al incumplimiento por buena parte de
la sociedad de las imposiciones legales, incumplimiento al que concurren
la situación de pobres acuciados por la necesidad extrema y empleadores
impulsados por la oportunidad de incrementar ganancias mediante la
baja del "costo laboral". De modo que la plena vigencia de la norma
459 La ley 26.390 denominada de "Prohibición del trabajo infantil" fue sancionada
por el Congreso de la Nación Argentina el 4-6-2008 y promulgada por el PEN el
24-6-2008.
460 Para mayor abundancia sobre el impacto de la ley 26.390 se recomienda la
lectura de KESSELMAN, Pedro, La ley 26.390, la prohibición del trabajo infantil y
la protecciórz del trabajo adolescente, en L. L. Online.
El autor, si bien aplaude la sanción de la normativa, realiza una mirada crítica
afirmando que "La ley 26.390 deriva así en una regla establecida por el Estado con
el fin de proteger a un sector vulnerable de la sociedad, poniendo en ejecución con
criterio progresista las normas de derechos humanos incorporadas al texto constitu-
cional. Empero, la realidad social demuestra que el 60% de los menores de 17 años
vive en hogares vulnerables, en condiciones de privación alimentaria y de ausencia
de estimulación intelectual y acceso a la educación" (ver diario Clarín del 12-5-2008,
p. 26).
461 Como ejemplo recordamos la penosa muerte de un niño que realizaba tareas
de recolección en un establecimiento agropecuario en el año 2010. Cfr. LITTERIO,
Liliana, El trabajo infantil rural (un tiernpo después del niño muerto), en D. T., 201 1
(mayo), p. 1053. La autora expresa en su comentario que "El trabajo de los niños se
lleva a cabo, generalmente, junto a los miembros de la propia familia en los estable-
cimientos agropecuarios dedicados a la fruticultura, floricultura y a la producción
hortícola, avícola y lechera y, normalmente, no se encuentra registrado y carece de
cobertura social".
dictada depende tanto del impulso que se dé a las políticas de inserción
educativa y de salida laboral para los niños, en un contexto de mejora
de las condiciones de vida de quienes subsisten en hogares vulnerables,
como del estricto control que efectúen las autoridades administrativas
acerca del cumplimiento de las prohibiciones impuestas462.
Más allá de los eventuales incumplimientos en esta sociedad res-
pecto al trabajo infantil, el Código Civil y Comercial señala la posi-
bilidad de que sólo los hijos menores que tengan más de 16 años
puedan trabajar, sin exigir autorización alguna, ateniéndose a las reglas
laborales específicas.
464 En el art. 128 del Código anterior, antes de ser reformado por la ley 26.579,
sólo se habilitaba al menor adulto, o sea el que había cumplido los catorce años para
poder realizar actividad laboral.
Cfr. ESCUDERO DE QUINTANA, Beatriz, La capacidad de ejercicio de los
menores en el proyecto de unificación de los Códigos Civil y Comercial, en elDial.com
- DC1967, del 5-10-2012.
466 Para quienes sostienen esta mirada, es claro que si el hijo ha obtenido un
título habilitante para el ejercicio de una profesión, cuenta como regla general con
los recursos necesarios para discernir la conveniencia para desarrollar las actividades
que ese título lo capacitó. Podrá asimismo disponer libremente de las ganancias que
consiguiera en el ejercicio de esa profesión u oficio, sin necesidad de autorizaciones
especiales para su administración.
de sus padres. Esta interpretación da prioridad a la noma especial de
la responsabilidad parental, contenida en el artículo 681 que se analiza.
Cualquiera sea la*interpretaciÓn que se obtenga, no pueden dejar
de leerse las normas en el marco de la prohibición de explotación
económica de la que puedan ser objeto los niños y adolescentes pre-
vista en el artículo 32 de la CDN467,que obliga a los Estados a aunar
esfuerzos para evitar cualquier tipo de vejamen del que puedan ser
objetos los niños en el desempeño de tareas labora ti va^^^^.
La cuestión no es menor, ya que se debe transitar por la delgada
línea que divide la genuina posibilidad de ejercicio del trabajo por
parte de adolescentes mayores o menores de 16 años, por una parte,
del riesgo de la explotación de los mismos, sea ésta ejercida por el
accionar de terceros o por sus propios padres469.
Por tal motivo, más allá de la autorización o falta de autorización
por parte de los padres, desde todas las esferas del Estado debe bregarse
por la limitación del trabajo infantil y sólo consentir prácticas que
sean beneficiosas para el interés del propio hijo.
467 CDN, art. 32: "l.Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar
protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo
que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud
o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. 2. Los Estados Partes
adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales para garan-
tizar la aplicación del presente artículo. Con ese propósito y teniendo en cuenta las
disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales, los Estados Partes, en
particular: a) Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar; b) Dispondrán la
reglamentación apropiada de los honorarios y condiciones de trabajo; c) Estipularán
las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación efectiva del
presente articulo".
468 Cfr. BONET 1 PEREZ, Jordi, La protección del menor contra la explotación y
las organizaciones internacionales, en VILLAGRASA ALCAIDE, Carlos (coord.),
xplotación y protección jurídica de la infancia, Cedecs, Barcelona, 1998, ps. 77
y SS.
469 La mayoría de las situaciones problemáticas con relación al trabajo infantil
se relaciona con la pobreza tal como ha sido numerosas veces referenciado por la
Organización Internacional del Trabajo o por organismos como Unicef o la Cepal.
Cfr. GOGGI, Carlos, Análisis del artículo 32 de la CDN, en WINBERG, Inés (dir.),
Convención sobre los Derechos del Niño, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2001, ps. 436
a 446.
i
Art. 682
t
3. La aaatorizaci6n de los padres para que %osmenores
de menos de 16 años puedan obligarse
Los hijos menores de 16 años tampoco podrán celebrar cualquier
tipo de contrato que implique la obligación de su persona sin contar
con la autorización de sus padres.
Por lo tanto, cualquier convenio celebrado violando esa limitación
estará viciado, por lo que podrá ser declarada la nulidad relativa ya
que aquí se persigue la protección del propio niño o adolescente.
La prohibición se enmarca dentro de aquellas destinadas a evitar
cualquier menoscabo patrimonial del que pueda ser sujeto el niño o
adolescente en base a la falta de madurez suficiente que pueda tener
para realizar actos jurídicos de este tipo.
Art. 682 Contratos por servicios del hijo mayor de dieciséis años. Los
progenitores no pueden hacer contratos por servicios a prestar
por su hijo adolescente o para que aprenda algún oficio sin
su consentimiento y de conformidad con los requisitos previstos
en leyes especiales.
470 El art. 280 del Código derogado establecía que "Los padres no pueden hacer
contratos de locación de los servicios de sus hijos adultos, o para que aprendan algún
oficio sin asentimiento de ellos".
471 En algunas normas del Derecho Comparado incluso se excluye la representación
de los padres para los casos de la prestación de servicios por parte de los hijos, como
sucede en el art. 236-18 del Cód. Civ. de Cataluña que establece: "Representación legal.
l . El ejercicio de la potestad sobre los hijos comporta la representación legal de éstos. 2.
Se excluyen de la representación legal de los hijos los siguientes actos: a) Los relativos
terceros que tengan por objeto que sus hijos presten algún servicio o,
en su caso, aprendan un oficio o tarea.
De conformidad con lo normado, sólo serán viables esos contratos
cuando el propio hijo ha prestado de manera clara su consentimiento.
Es decir que no será posible obligar al adolescente a realizar las tareas
que ese acuerdo suscripto por sus padres importe, sin su expresa vo-
luntad de hacerlo.
La razón de esta limitación está en el respeto de la dignidad y la
libertad del propio adolescente472,a quien no se le puede exigir la
realización de servicios para terceros, sin perjuicio de la remuneración
que pudiera recibir por ello, o aprender un oficio, por beneficioso que
pueda resultar para su futura inserción laboral, sin que sea su intención
hacerlo.
La consideración de los hijos como sujetos plenos de derecho obliga
de manera clara y concreta a contar con su conformidad para cuestiones
trascendentes que hacen a su vida privada, a su intimidad y a su de-
sarrollo personal.
En su parte final el artículo que se comenta refiere que el consen-
timiento de los hijos para realizar este tipo de tareas de servicios o
de formación debe ser acorde a las leyes especiales que se dicten en
relación a cada uno de ellos.
En consonancia con ello, cualquier ley especial que aborde la te-
mática del trabajo de los adolescente debe tomar como base mínima
la prohibición establecida, debiendo en su caso establecer las formas
de r e ~ a b dacabadamente
~ ~ ese consentimiento.
a los derechos de la personalidad, salvo que las leyes que los regulen establezcan otra
cosa. b) Los relativos a bienes o servicios propios de la edad de los hijos, de acuerdo
con los usos sociales, y, en caso de potestad prorrogada o rehabilitada, los que pueda
realizar el hijo de acuerdo con su capacidad natural. c) Los actos en que exista un conflicto
de intereses entre ambos progenitores o entre el progenitor que ejerce la potestad y los
hijos. d) Los relativos a los bienes excluidos de la administración de los progenitores".
472 LLOVERAS, comentario al art. 280, en B U E E S (dir.) y HIGHTON (coord.),
Código Civil y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprc~dencialcit.,
t. lB, p. 510.
473 El art. 283 del Código anterior establecía que "Se presume que los menores
adultos, si ejercieren algún empleo, profesión o industria, están autorizados por sus
padres para todos los actos y contratos concernientes al empleo, profesión o industria,
Art. 683
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 131. Las obligaciones que de estos actos
nacieren, recaerán únicamente sobre los bienes cuya administración y usufructo o
sólo el usufructo, no tuvieren los padres".
474 El art. 30 establece: "Persona rnerzor de edad con título profesional Izabi-
litarzte. La persona menor de edad que ha obtenido título habilitante para el ejercicio
de una profesión puede ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa auto-
rización. Tiene la administración y disposición de los bienes que adquiere con el
producto de su profesión y puede estar en juicio civil o penal por cuestiones vin-
culadas a ella".
artículo 681 requiere la autorización de los progenitores en todos los
casos en que un menor, de menos de 16 años, pretenda ejercer profesión
o industria.
Finalmente, el artículo 683 brinda una presunción -de autorización
para el hijo mayor de 16 años- en relación a los actos y contratos
que celebre en ocasión del ejercicio profesional, industrial, en su oficio
o empleo.
En la norma en comentario se reafirma la presunción que establecía
el artículo 283475del Código Civil derogado, sólo que en aquella nor-
mativa se refería a los "menores adultos", que si bien necesitaban
autorización de sus padres para celebrar contrato de trabajo de acuerdo
a lo que disponía el anterior artículo 275, 2" párrafo476,podían realizar
todos los contratos relativos a la actividad sin la previa autorización
de sus progenitores477.
En relación a la naturaleza de la presunción se han esbozado dos
posiciones doctrinales: a) quienes estiman que la presunción que con-
sagra la norma es de carácter relativo -iuris tantum-, ya que podrá
cuestionarse la facultad de ejercer las acciones o actos propios de la
actividad laboral que desempeña el adolescente mayor de 16 años, en
supuestos excepcionales, y b) quienes consideran que la presunción
es de carácter absoluto, ya que se afirma que nadie podrá cuestionar esa
facultad de ejercer las acciones o actos propios de la actividad laboral
que desempeña el menor de edad, en las condiciones des cripta^^^^.
475 El art. 283 del Código anterior determinaba que "Se presume que los menores
adultos, si ejercieren algún empleo, profesión o industria, están autorizados por sus
padres para todos los actos y contratos concernientes al empleo, profesión o industria,
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 131. Las obligaciones que de estos actos
nacieren, recaerán únicamente sobre los bienes cuya administración y usufructo o
sólo el usufructo, no tuvieren los padres".
476 El art. 275 del Cód. Civ. disponía que "Los hijos menores no pueden dejar
la casa de sus progenitores, o aquella que éstos les hubiesen asignado, sin licencia
de sus padres. Tampoco pueden, antes de haber cumplido 18 años de edad, ejercer
oficio, profesión o industria, ni obligar sus personas de otra manera sin autorización
de sus padres..."
477 Cfr. BUTELER CÁCERES, José, Manual de Derecho Civil. Parte general,
Mediterránea/Advocatus, Córdoba, 2005, p. 124.
478 Desde otra óptica, en el sistema anterior se entendía que la presunción era de
o desempeña una actividad recaen sobre el patrimonio del propio hijo.
carácter absoluto. Cfr. RIVERA, Julio César, Instituciones de Dereclzo Civil. Parte
geizeral, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, t. 1, p. 420.
479 El art. 33 de la ley 20.744, modificada por la ley 26.390, dice: "Facultad
para estar erz juicio. Las personas desde los dieciséis (16) años están facultadas para
estar en juicio laboral en acciones vinculadas al contrato o relación de trabajo y para
hacerse representar por mandatarios mediante el instrumento otorgado en la forma
que prevén las leyes locales, debiéndose cumplir en cualquier circunstancialas garantías
mínimas de procedimiento en los procesos judiciales y administrativos establecidos
por el artículo 27 de la ley 26.061, que crea el sistema de protección integral de los
derechos de niños, niñas y adolescentes".
de los hijos de más de 16 años referidos recaerán únicamente sobre
los bienes cuya administración corresponda a los hijos.
Esto implica un resguardo para los padres, quienes no podrán sufrir
las consecuencias de una mala administración de la actividad comercial,
profesional o laboral de sus hijos.
La afectación a sólo los bienes que administra el hijo, por las
consecuencias de su actividad laboral, importa además un límite a la
garantía que los terceros que contratan con menores de edad pueden
tener.
483 Cfr. TAGLE, Victoria, Derecho Privado. Parte general, Alveroni, Córdoba,
2002, t. 1, p. 25 1;ALTERINI, Atilio, Dereclzo Privado. Parte general, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1997, p. 142; LLOVERAS DE RESK, en LLOVERAS, BERTOLDI
y BERGOGLIO, Lecciorzes de Derecho Civil, personas naturales y jtlrídicas cit.,
p. 136.
484 Para una mayor comprensión sobre el tema se pueden consultar, entre otros,
BUTELER CÁCERES, Mnn~ialde Dereclzo Civil. Parte general cit., p. 110; LLO-
VERAS DE RESK, en LLOVERAS, BERTOLDI y BERGOGLIO, Lecciones de De-
reclzo Civil, personas rzat~lralesy jzlrídicas cit., ps. 134 y SS.;RIVERA, Instituciorzes
de Dereclzo Civil. Parte geizeral cit., t. 1, p. 413.
Un ejemplo lo constituía el art. 2392 que posibilitaba a los menores que hubieran
cumplido diez años tomar la posesión.
de actos perfectamente lícitos, porque responden a una necesidad tan
ineludible, que aunque el legislador los prohibiera expresamente, se-
guirían cumpliéndose"486.
Recogiendo estas inquietudes doctrinales, el Proyecto de unificación
del Código Civil y Comercial de 1998487incluía una norma en esta
dirección que habilitaba a los "menores" a realizar actos usuales que
se correspondieran con su edad y condición488.
Es por eso que se planteaba que tanto los entonces "menores im-
púberes" como los "menores adultos" podían otorgar por sí mismos
diferentes actos jurídicos patrimoniales para los cuales eran juzgados
"capaces de obrar" según las especiales características del caso. Para
determinar su validez debía tenerse en cuenta circunstancias de tipo
objetivo -entre las que se encuentran el tipo de acto, su importancia
económica y complejidad técnico-jurídica, entre otras características-,
y de tipo subjetivo (en este aspecto el punto central a verificar es la
madurez intelectual del otorgante), las que debían ser valoradas unas
y otras en interdependencia recíproca489.
La regulación vigente da por tierra con viejos debates: el artícu-
lo 684 del Código posibilita colegir la existencia de una capacidad
propia del hijo menor de edad para celebrar los "contratos cotidianos
de escaso monto" o "contratos de menor entidad o de "poca enver-
gadura económica", habituales en la vida de todos los niños y niñas,
presumiendo la ley la conformidad de los progenitores o representantes
legales.
En el contexto actual se establece claramente esa posibilidad de
486 BORDA, Guillermo, Tratado de Derecho Civil argentino. Parte general, 5"
ed., Perrot, Buenos Aires, 1970, t. 1, p. 417. El autor expresaba además, a finales de
la década de los 60 del siglo pasado, que en el Derecho argentino "hace falta una
norma tan atinada como aquella que fue proyectada para el Código Popular Alemán:
'el joven nacional podrá, sin necesidad de consentimiento por parte de su representante
legal, concretar negocios cotidianos que corresponden a su edad y situación' ..."
487 Decreto 685195.
El art. 26 de ese Proyecto firmado por los doctores H. Alegria, A. A. Alterini,
J. H. Alterini, M. J. Méndez Costa, J. C. Rivera y H. Roitrnan establecía que "Los
menores pueden concertar los actos usuales correspondientes a su edad y condición".
489 FACCO, Javier Humberto, Menores impúberes y adz~ltos.La reciente reforma
del Código Civil, en L. L. del 23-3-2010, p. 1; L. L. 2010-B-1039.
actuación de los hijos en lo que se denominan "contratos de escasa
monta", brindando así a los menores de 18 años la posibilidad de
realizar verdaderos contratos civiles que se correspondan con la com-
prensión que su edad y grado de madurez puedan brindarles.
primordial en todos los casos". En tanto, el art. 16, inc. d, del mismo cuerpo legal
especifica que "1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el
matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán, en condiciones de
igualdad entre hombres y mujeres [...] d) Los mismos derechos y responsabilidades
como progenitores, cualquiera que sea su estado civil, en materias relacionadas con
sus hijos; en todos los casos los intereses de los hijos serán la consideraciónprimordial".
!jO%. 163 del Cód. Civ. de España; art. 267 del Cód. Civ. de Uruguay.
503 Véase el comentario al art. 645 en este Código.
es un acto trascendente que compete ejercerlo a los dos progenitores,
tal cual lo dispone el artículo 645, inciso d.
507 Una de las clasificaciones que los autores presentan sobre los actos jurídicos
los dividen en los que son de disposición, los de administración y los meramente
conservatorios.Para una mayor profundización se recomienda la lectura de BUTELER
CÁCERES, Manual de Derecho Civil. Parte general cit., p. 229; LACRUZ BERDEJO,
José Luis y RIVERO HERNÁNDEZ, Francisco, Parte general del Derecho Civil,
Bosch, Barcelona, 1984, p. 251; LAJE, Eduardo, Acto de admiizistraciórz, de dispo-
sición y de enajenación, en J. A. 1950-1-128.
508 Se ha señalado que "administrar es mantener un negocio en marcha. Hacer
lo que se debe hacer de acuerdo a las circunstancias de tiempo, lugar, persona, etcétera
(a las coordenadas del caso). Mantener una explotación es movilizar los fmtos, mo-
vilizar el elemento renta de un patrimonio". Cfr. MACARÓN, Pablo Maxirniliano,
El acto de disposición, de administración y de consewación: Doctrina y práctica,
en D. J. 2002-3-1000.
formar al hijo que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente,
según lo estipulado en el art. 690 del Cód. Civ. y Com.), efectuar
gastos para la conservación de los mismos, percibir los frutos civiles
e invertirlos, entre otros.
509 Cód. Civ. y Com., Libro Cuarto, Derechos Reales, Título 1, Disposiciones
generales, arts. 1882 y SS.;en el art. 1887 se enumeran los derechos reales.
510 Véase el comentario al art. 692 en este Código.
511 La norma da una solución similar a la que, por ejemplo, se establece para los
actos conservatorios de los bienes indivisos de la herencia (art. 2324 del Cód. Civ.
y Com.) o para cuando hay pluralidad de administradores de la herencia (art. 2348
del Cód. Civ. y Com.).
512 Cfr. ORGAZ, Alfredo, El acto de ndnzinistraciórz erz el Código Civil. Nuevos
estudios de Derecho Civil, Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1954, ps. 41 y SS.
Art. 686
513 E1 art. 293 del Cód. Civ. derogado establecía que "Los padres son los adminis-
tradores legales de los bienes de los hijos que están bajo su potestad, con excepción de
los siguientes: l. Los que hereden con motivo de la indignidad o desheredación de sus
padres. 2. Los adquiridos por herencia, legado o donación cuando hubieran sido donados
o dejados por testamento bajo la condición de que los padres no los administren".
ampliada, al exceptuar de manera específica de la administración pa-
terna los bienes adquiridos por los hijos producto de su trabajo -inciso
a514-, y al mantener la exclusión de los bienes heredados por el hijo
en los casos de declaración de indignidad de sus progenitores -inciso
b- y de aquellos que fueran adquiridos por herencia, legado o donación,
cuando el donante o testador haya excluido expresamente la adminis-
tración de los progenitores -inciso c-.
Seguidamente se analizan cada uno de los bienes excluidos de la
administración por los padres.
514 La administración de los bienes de los hijos menores adquiridos por su trabajo
estaba contemplada en el art. 128 del Cód. Civ. anterior, norma específica de las
personas "menores de edad" (Libro Primero, Sección Primera, Título 9, De los me-
nores).
515 El anterior art. 128 del Cód. Civ. no preveía los ingresos o peculio personal
del hijo de menos de 18 años, lo que hoy se supera en la regla general que se comenta.
516 Véase el comentario al art. 683 en este Código.
Art. 686
517 Las causales de indignidad están establecidas en el art. 2281 del Cód. Civ.
y Com.
518 Cfr. DI LELLA, Pedro, De la transformación de derechos por causa de muerte,
en RIVERA, Julio César (dir.), Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial
de la Nación 2012, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2012, p. 1111.
declarado indigno ejerza unilateralmente la responsabilidad parental,
deberá designarse un tutor especial (art. 109 del Cód. Civ. y Com.)
para que lleve adelante la administración de esos bienes excluidos519.
El fundamento de la limitación a esta administración es coherente,
ya que radica justamente en el origen de la adquisición del bien por
parte del menor de edad -el progenitor es indigno y el hijo recibe
bienes en esa sucesión por la indignidad del padre o madre-. Cabe
consignar que es receptado de manera similar en la mayoría de los
Códigos extranjeros520.
Esos bienes se incorporaron al patrimonio del hijo por la especial
situación por la que fue excluido su padre o madre -haber incurrido
en alguna de las causales de indignidad-, por lo que no pueden ser
los progenitores los administradores de los bienes cuya propia titula-
ridad les has sido vedada por sus conductas, en una sucesión deter-
minada.
521 Cfr. MÉNDEZ COSTA, Bienes de los hijos menores. Administración, dispo-
sicióiz y ust~fructocit., p. 5 1; VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Comentario al artícu-
lo 436 del Código Civil de Perú, en AA. VV., Código Civil comeiztado por los cien
mejores especialistas, t. 111, Familia, 3" ed., Gaceta Jurídica, Lima, 2010, ps. 113-114.
522 Cfr. BORDA, Gulllermo A., Tratado de Derecho Civil. Familia, act. por Gui-
llermo J. Borda, La Ley, Buenos Aires, 2008, t. 11, No 874, p. 174; MÉNDEZ COSTA,
Bienes de los hijos menores. Administración, disposición y usufructo cit., p. 55.
El artículo 686, inciso c, describe la situación en que el hijo recibe
un bien con la cláusula de no ser administrado por sus padres, como
excepción al principio de administración de ambos progenitores, por
la voluntad del causante o donante.
523 El segundo párrafo del art. 294 del Cód. Civ. derogado establecía que "Los
padres podrán designar de común acuerdo a uno de ellos administrador de los bienes
de los hijos, pero en ese caso el administrador necesitará el consentimiento expreso
del otro para todos los actos que requieran también la autorización judicial".
524 Ver comentario a los arts. 685 y 645, inc. d, en este Código.
Art. 687
2.2. Desavenenciaspersistentes
Las discordancias o diferencias deben ser persistentes en el tiempo.
La desigualdad de criterios y opiniones, o desacuerdos, debe ser cons-
tante, y no se presenta ante una diferencia aislada, sino que las discre-
pancias deben persistir en el tiempo en diferentes actos de administración.
1. Contratos prohibidos
La norma que se analiza reconoce como fuente en la primera parte
el derogado artículo 279, y en la segunda parte, el derogado artículo 297
del Código
Se trata de una sistematización relevante de la prohibición de con-
tratar: por una parte se señala la restricción para contratar los padres
y los hijos menores (primera parte), y por otra se señalan algunos
actos absolutamente prohibidos, que de modo alguno pueden "ni con
autorización judicial" celebrarse (segunda parte).
La disposición importa una central limitación al ejercicio de la
administración que los padres realizan con relación a los bienes de
sus hijos menores de edad que se encuentran bajo su responsabilidad,
ya que no podrán realizar contratos con ellos.
De esta manera se pretende evitar cualquier situación que implique
un conflicto de intereses entre los progenitores y sus hijos por las
controversias que podrían
El artículo 689 aclara que esta restricción abarca a los hijos menores
533 El art. 297 del Cód. Civ. derogado disponía que "Los padres no pueden, ni
aun con la autorización judicial, comprar por sí, ni por interpuesta persona, bienes
de sus hijos aunque sea en remate público; ni constituirse cesionarios de créditos,
derechos o acciones contra sus hijos; ni hacer partición privada con sus hijos de la
herencia del progenitor prefallecido, ni de la herencia en que sean con ellos coherederos
o colegatarios, ni obligar a sus hijos como fiadores de ellos o de terceros. Necesitan
autorización judicial para enajenar bienes de cualquier clase de sus hijos, constituir
sobre ellos derechos reales o transferir derechos reales que pertenezcan a sus hijos
sobre bienes de terceros".
534 Cfr. FERRER, MEDINA y MÉNDEZ COSTA (dirs.), Código Civil comentado.
Derecho de Familia cit., t. 11, p. 55.
Art. 689
clara y concreta cuáles son los actos jurídicos que los padres no pueden
realizar con relación a sus hijos menores de edad ni aun con autori-
zación judicial.
Esta prohibición absoluta importa una limitación a la capacidad de
derecho536conferida a las personas en el artículo 22 del Código Civil
y Comercial, por lo que debe entendérsela como una incapacidad de
derecho, definida como esa falta de aptitud de ciertas personas para
ser titulares de un derecho u obligación, o para realizar por sí, o por
otras personas, ciertos actos jurídicos537.
Es decir que quien está incurso en esta incapacidad de derecho, el
"incapaz", no se encuentra legitimado para realizar el acto específico
de que se trata (en el caso que se analiza, celebrar determinados con-
tratos con los hijos menores de edad sujetos a su respon~abilidad)~~~.
Además la norma que se analiza prevé especialmente que estos
actos jurídicos no podrán ser realizados ni por interpósita persona
-cuestión que es reafirmada por lo estipulado en el artículo 1001539
del Código Civil y Comercial-, ni aun con autorización judicial, con-
firmado así la característica de limitación absoluta de la disposición.
La sanción prevista ante la vulneración de esta prohibición será la
declaración de nulidad absoluta del acto ya que como se
afirmara se trata de un dispositivo que no puede ser subsanado de
ninguna manera.
541 El art. 387 del Cód. Civ. y Com. dispone: "Nulidad absoluta. Consecuencias.
La nulidad absoluta puede declararse por el juez, aun sin mediar petición de parte,
si es manifiesta en el momento de dictar sentencia. Puede alegarse por el Ministerio
Público y por cualquier interesado, excepto por la parte que invoque la propia torpeza
para lograr un provecho. No puede sanearse por la confmación del acto ni por la
prescripción".
542 El art. 333, al caracterizar la simulación, estipula que "tiene lugar cuando se
encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto
contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando
por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas
para quienes en realidad se constituyen o transmiten".
543 LLOVERAS DE W S K , en LLOVERAS, BERTOLDI y BERGOGLIO, Lec-
ciones de Derecho Civil, personas naturales y jurídicas cit., p. 112.
Art. 689
A. Prohibición de a d q u i ~ bienes
r de los hijos
De acuerdo con esta limitación, le está vedado a los progenitores
adquirir bienes muebles o inmuebles de los hijos menores de edad
sujetos a su responsabilidad parenta15&.
En el sistema anterior, el artículo 297 del Código Civil derogado
establecía específicamente que esa compra de bienes de los hijos no
podría realizarse "aunque sea en remate público", cuestión que no ha
sido contemplada en el Código vigente.
Conforme al principio general, de prohibición de comprar bienes,
los progenitores no pueden, aunque no esté ya en la letra de la ley,
ser los adquirentes de los bienes de los hijos en caso que hayan sido
puestos en subasta pública por un juez competente.
B. Prohibición de constituirse en cesionan'os de créditos,
derechos o acciones en contra de sus hijos menores de edad
También constituye un acto absolutamente prohibido a los padres
la posibilidad de que sean cesionarios de créditos, derechos o accio-
n e de~los ~que ~son titulares
~ sus hijos menores de edad.
La razón de estas limitaciones es el posible conflicto de intereses
que podría surgir entre ambos, afectando los derechos del hijo bajo
responsabilidad parental, por lo que se podrían vulnerar los principios
que informan esta institución546y la debida protección de los intereses
del hijo.
544 El art. 1123 del Cód. Civ. y Com. regula el contrato de compraventa. Por su
parte, el art. 1001 especifica las inhabilidades para contratar. Éste establece: "No pueden
contratar, en interés propio o ajeno, según sea el caso, los que están impedido para
hacerlo conforme a disposiciones especiales. Los contratos cuya celebración está prohi-
bida a determinados sujetos tampoco pueden ser otorgados por interpósita persona".
En tanto el art. 1123 dispone que "Hay compraventa si una de las partes se obliga a
transferir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un precio en dinero".
545 La cesión de derechos está estipulada en el Código en los arts. 1614 a 1631.
Es definida como: "Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la
otra un derecho. Se aplican a la cesión de derechos las reglas de la compraventa, de
la peimuta o de la donación, según que se haya realizado con la contraprestación de
un precio en dinero, de la transmisión de la propiedad de un bien, o sin contraprestación,
respectivamente, en tanto no estén modificadas por las de este Capítulo" (art. 1614).
546 LLOVERAS, Patria potestad y filiación. Cornerztario analítico de la ley
23.264 cit., p. 266.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
547 El art. 2369 expresa que "Si todos los copartícipes están presentes y son
plenamente capaces, la partición puede hacerse en la forma y por el acto que por
unanimidad juzguen convenientes. La partición puede ser total o parcial".
548 El art. 2371, inc. a, establece que la partición será judicial "si hay copartícipes
incapaces, con capacidad restringida o ausentes".
549 El contrato de fianza está receptado en los arts. 1574 a 1598 del Cód. Civ.
y Com.
Art. 690
Art. $90 Corztratos corz terceros. Los progenitores pueden celebrar con-
tratos con terceros en nombre de sin hijo en los limites de su
administraici6n. Deben informar al hijo que cuenta con la edad
y grado de madurez suficiente.
tración (art. 686); también, aquellos que obliguen al hijo a efectuar una
prestación personal sin contar con su consentimiento (arg. arts. 681
y 682), conforme a las.leyes especiales.
El artículo 690 evidencia un giro respecto al sistema derogado del
artículo 274 del Código Civil, en que los progenitores podrían celebrar
todos los actos de administración y conservación pertinentes a la gestión
correcta del patrimonio del hijo, sin intervención del hijo.
Como se observa, en el artículo 690 se recepta el principio de
autonomía progresiva del hijo y su participación si cuenta con edad
y grado de madurez suficiente.
Art. 691
366
Se diferencia así de la forma de regulación en la segunda parte
del artículo 397 del Código Civil derogado que describía cuáles eran
los actos de disposición prohibidos y que había generado discrepancias
doctrinarias en tomo al alcance de los wiismos.
Corresponde precisar que en realidad, el acto de disposición se
encuentra relativamente prohibido a los padres, ya que ellos sólo podrán
ser válidos en los casos en que se haya obtenido la correspondiente
autorización judicial para realizarlo.
A diferencia de los actos jurídicos absolutamente prohibidos a los
progenitores incluidos en el artículo 689, segundo párrafo, del Código
Civil y Comercial que están definitivamente prohibidosss4, los actos
de disposición del artículo 692 podrán ser válidos si cuentan con la
autorización judicial para su celebración.
La razón de esta necesaria intervención judicial radica en que
los actos de disposición importan una verdadera alteración del pa-
trimonio del hijo, por lo que el juez debe previamente verificar la
conveniencia para el niño, niña o adolescente, del acto cuya autori-
zación se requiere.
Por ello, en todos los casos, el juez, previo dictamen del Ministerio
Público, en virtud de lo establecido en el artículo 103, inciso a, del
Código Civil y Comercial, deberá valorar la verdadera conveniencia
para el niño o adolescente del acto jurídico requerido.
En definitiva, el juicio sobre la conveniencia o no del acto de
disposición cuya autorización se requiere dependerá en última instancia
del beneficio del hijo.
557 JFam. 2" Noin. de Córdoba, auto No 825, del 18-6-2009, "G. J. A. y otro,
solicita autorización".
Sobre los nuevos derechos reales previstos en el Cód. Civ. y Com. véase:
ABRFAJT DE BEGHER, Liliana, Iinpacto de la refornza sobre los dereclzos reales,
en RIVERA, Julio César (dir.), Conzeiztarios al Proyecto de Código Civil y Coinercial
de la Naciórz 2012, Abeledo-Penot, Buenos Aires, 2012, p. 1003.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
3. La sanción legal
En la última parte de la norma que se comenta se prevé la sanción
de nulidad a los actos de disposición comprendidos en la misma que
hayan sido realizados sin la autorización judicial.
Por su parte, a diferencia de la nulidad absoluta que conlleva la
violación de la prohibición del artículo 689 del Código, en el supuesto
bajo análisis se trata de una nulidad relativa, ya que podría ser sub-
sanada con la autorización judicial posterior a la celebración del acto
jurídico de que se trata.
En este supuesto no está comprendido el orden público que subyace
ante la incapacidad de derecho prevista en la norma del artículo 689,
sino que lo que se plantea es el contralor judicial necesario que tenga
en mira el mejor beneficio para el hijo.
Por tal motivo, la sanción ante la falta de requerimiento de la
autorización judicial será la nulidad relativa del acto de disposición
efectuado por los progenitores.
Esa acción podrá ser entablada por el propio hijo menor de edad,
si cuenta con la edad y el grado de madurez suficiente de acuerdo a
las facultades otorgadas por el artículo 679 del Código Civil y Co-
merciaPO.
Podrá también efectuar esa demanda de nulidad relativa una vez
adquirida la mayor edad, momento en el que podrá decidir el inicio
o no de la acción.
568 "Art. 103 - Actuacióiz del Mirzisterio Público. La actuación del Ministerio
568 "Art. 103 - Actuacióiz del Ministerio Pziblico. La actuación del Ministerio
Público respecto de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida,
y de aquellas cuyo ejercicio de capacidad requiera de un sistema de apoyos puede
ser, en el ámbito judicial, complementaria o principal. a) Es complementaria en todos
los procesos en los que se encuentran involucrados intereses de personas menores de
edad, incapaces y con capacidad restringida; la falta de intervención causa la nulidad
relativa del acto. b) Es principal: (i) cuando los derechos de los representados es-
tán comprometidos, y existe inacción de los representantes; (ii) cuando el objeto del
proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a cargo de los representantes; (iii)
cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la representación. En
el ámbito extrajudicial, el Ministerio Público actúa ante la ausencia, carencia o inacción
de los representantes legales, cuando están comprometidos los derechos sociales, eco-
nómicos y culturales".
569 El art. 296 del Cód. Civ. derogado disponía: "En los tres meses subsiguientes
al fallecimiento de uno de los padres, el sobreviviente debe hacer inventario judicial
de los bienes del matrimonio, y determinarse en él los bienes que correspondan a los
hijos, so pena de no tener el usufructo de los bienes de los hijos menores".
570 Véase el comentario al art. 697 en este Código.
Art. 694
Art. 697 Rentas. Las rentas de los bienes del hijo corresponden a éste.
Los progenitores están obligados a preservarlas cuidando de
que no se confundan con sus propios bienes. Sólo pueden dis-
poner de las rentas de los bienes del hijo con autorización
judicial y por razones fundadas, en beneficio de los hijos. Los
progenitores pueden rendir cuentas a pedido del hijo, presu-
miéndose sin madurez.
1, La eliminación de8 usufru~topa&erno/materm
de los bienes de %oshijos
Uno de los importantes avances del Código Civil y Comercial en
pos de la acabada protección de los derechos fundamentales de los
niños, niñas y adolescentes, y que se plasma de manera acabada en
la norma del artículo 697, ha sido la derogación del llamado usufructo
paterno/materno relativo a los bienes de sus hijos menores de edad,
vigente en el sistema anterior.
El Código Civil derogado otorgaba a los progenitores, como regla
general, el usufructo de los bienes de los hijos menores de edad. Ese
usufructo era entendido como el derecho que la ley concede a los
progenitores de usar y gozar los bienes que componen el patrimonio
del hijo y de percibir para sí los frutos y rentas que ellos produzcan,
sin perjuicio de ciertas excepciones588.
En los Fundamentos se destaca claramente la inconveniencia del
mantenimiento de esa figura ya que "si los hijos son sujetos de derechos
diferentes a sus padres, los frutos de sus bienes no deben ingresar al
patrimonio de sus progenitores, sino que deben ser conservados y re-
servados para ellos".
En consecuencia, en el sistema se refuerza la idea que entiende
que "de este modo, la regla es que la renta de los bienes de los hijos
le corresponde a éstos, no debiéndose confundir con los bienes de los
progenitores; sólo de manera excepcional, los progenitores pueden dis-
poner de ellas previa autorización judicial y por razones fundadas en
beneficio de los hijos, debiéndose rendir cuenta. Esta autorización no
es necesaria cuando las rentas se destinen para gastos para la subsis-
tencia y educación del hijo, los gastos derivados de la administración
de estos fondos y gastos de enfermedad o entieno de los hijos".
Corresponde precisar que el usufructo de los progenitores con re-
lación a los bienes de los hijos menores de edad se encuentra presente
en numerosas legislaciones del Derecho Comparado como son, por
ejemplo:
- El Derecho uruguayo589,
588 AZPIRI, Jorge, Derecho de Familia, Hamurabi, Buenos Aires, 2000, p. 495.
589 El art. 266 del Cód. Civ. uruguayo dispone que "Los padres tienen el usufmcto
Art. 697
-
- el colo~nbiano~~~,
- el italiano5", y
- el francés592,entre otros.
de todos los bienes de sus hijos legítimos que estén bajo su patria potestad, con
excepción de los siguientes: 1". De los bienes que los hijos adquieran por sus servicios
civiles, militares y eclesiásticos. 2". De los que adquieran por su trabajo o industria.
3". De los que adquieran por caso fortuito. 4". De los adquiridos por los hijos a título
de donación, herencia, o legado, cuando el donante o testador ha dispuesto expresa-
mente que el usufructo corresponda al hijo. 5". De las herencias o legados que hayan
pasado al hijo por indignidad del padre o madre o por haber sido éstos desheredados.
Los bienes comprendidos bajo los números 1" y 2", forman el peculio profesional o
industrial del hijo; aquellos en que el hijo tiene la propiedad y los padres el derecho
de usufructo, forman el peculio adventicio ordinario y los comprendidos bajo los
números 3", 4" y 5" el peculio adventicio extraordinario".
590 De acuerdo a lo dispuesto por el art. 291 del Cód. Civ. de Colombia, "el
padre y la madre gozan por iguales partes del usufructo de todos los bienes del hijo
de familia, exceptuados: 1") El de los bienes adquiridos por el hijo como fruto de su
trabajo o industria, los cuales forman su peculio profesional o industrial. 2") El de
los bienes adquiridos por el hijo a título de donación, herencia o legado, cuando el
donante o testador haya dispuesto expresamente que el usufructo de tales bienes co-
rresponda al hijo y no a los padres; si sólo uno de los padres fuere excluido, corres-
ponderá el usufmcto al otro. 3") El de las herencias y legados que hayan pasado al
hijo por indignidad o desheredamiento de uno de sus padres, caso en el cual corres-
ponderá exclusivamente al otro. Los bienes sobre los cuales los titulares de la patria
potestad tienen el usufructo legal, forman el peculio adventicio ordinario del hijo;
aquellos sobre los cuales ninguno de los padres tienen el usufructo, forman el peculio
adventicio extraordinario".
591 El art. 324 del Cód. Civ. de Italia estipula que el "Usufr~tttolegale i genitori
esercenti la potestd hanno in comune l'usufrutto dei beni del figlio. 1frutti percepiti
sono destinati al mantenimento della famiglia e all'istruzione ed educazione dei figli.
Non sono soggetti ad usufr~tttolegale: 1 ) i beizi acquistati da1 figlio con i proventi
del proprio lavoro; 2 ) i beni lasciati o donati (587, 769) al figlio per intraprendere
una carriera, un'arte o una professione; 3 ) i beni lasciati o donati con la condizione
che i genitori esercenti lapotestd o uno di essi non ne abbiano l'z~s~lfrutto:
la condizione
pero non ha efletto per i beni spettanti al figlio a titolo di legittima (537); 4 ) i beizi
pewenuti al figlio per ereditd, legato o donazione e accettati nell'interesse del jiglio
contro la volontd dei genitori esercenti la potestd. Se uno solo di essi era favorevole
all'accettazione, l'usufrutto legale spetta esclusivamente a lui".
592 En el art. 382 del Cód. Civ. francés se dispone que "Los padres tendrán, con
las singularidades que siguen, la administración y el disfrute de los bienes de su
hijo"; en el art. 383, en tanto, se establece que "La adnninistración legal se ejercerá
conjuntamente por el padre y la madre cuando ejerzan en común la patria potestad
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
y, en los demás casos, bajo el control del Juez, bien por el padre, bien por la madre,
según las disposicione.~del capítulo precedente. El disfrute legal va unido a la admi-
nistración legal: corresponde a los dos padres conjuntamente o a aquel de ellos que
se encargue de la administración", y finalmente en el art. 384 se regula que "El
derecho de disfrute cesará: lo. Desde que el hijo tenga dieciséis años cumplidos, o
incluso antes si contrajera matrimonio; 2". Por las causas que ponen fin a la patria
potestad, o incluso más especialmente por las que ponen fin a la administración le-
gal; 3". Por las causas que impliquen la extinción de cualquier usufructo".
593 Cfr. LLOVERAS, Nora y SALOMÓN, Marcelo, La inconstitucionalidad
del usufructo paterno-materno. Una mirada desde el Derecho Humanitario, en
J. A. 2007-IV-48, Número especial, Protección de la familia.
1 Art. 697
porque es titular de los bienes que los producen y del capital que las
I genera, respectivamente. El ejercicio de la patria potestad no viene
t investido de un carácter lucrativo, por lo que sus titulares no pueden
acrecentar sus patrimonios con los bienes que pertenecen al hijo"594.
También desde la doctrina que ha analizado el Código en su etapa
de proyecto se relaciona la eliminación del usufructo paterno con la
idea de capacidad progresiva de los niños, niñas y adolescentes595y
se ha dado la acogida a esta reforma afirmado que "con los nuevos
paradigmas acerca de las normas sobre capacidad, entendemos que no
tienen por qué ingresar al patrimonio de sus progenitores las rentas
de los bienes de los hijos, sino que deberán hacerlo al suyo propio"596.
Se ha expresado además desde la doctrina que '"no se justifica el
usufructo como correlato de la administración ni se debe aceptar el
principio de la patria potestad lucrativa, de manera que concordamos
con su supresión"597.
en comentario, las sumas de dinero que hayan sido obtenidas por las
rentas que producen los bienes de los hijos sólo pueden ser reinvertidas
en otros bienes con la consiguiente autorización judicial para realizarlo.
Debe verificarse y probarse que esa reinversión sea beneficiosa para
el hijo, ya que de manera contraria el juez no debe autorizar la misma.
Desde la jurisprudencia anterior a la sanción de este Código se
decía que "la pretensión del compareciente, de adquirir un inmueble
para vivir conjuntamente con la menor, de modo alguno merece ob-
jeción, toda vez que de esa forma se cubrirían las necesidades de
vivienda de esta última. No ocurre lo mismo cuando se pretende ad-
quirir el cincuenta por ciento del inmueble que tiene en condominio
con un tercero, so pretexto que con la mentada operación consolidaría el
patrimonio del grupo familiar, ya que en realidad esta última se pro-
duciría en relación al patrimonio del representante y no de la menor"603.
Art. 698 Utilización de las rentas. Los progenitores pueden utilizar las
rentas de los bienes del hijo sin autorización judicial pero con
la obligación de rendir cuentas, cuando se trata de solventar
los siguientes gastos:
a) de subsistencia y educación del hijo cuando los progenitores
no pueden asumir esta responsabilidad a su cargo por in-
capacidad o dificultad económica;
b) de enfermedad del hijo y de la persona que haya instituido
heredero al hijo;
c) de conservación del capital, devengado durante la minori-
dad del hijo.
de administrar de los padres está lejos en ellos de la amplitud que prima facie parece
atribuirle el texto legal. 2) Ni la facultad acordada a los padres de administrar los
bienes de los hijos, ni el usufructo legal excluyen la intervención del Ministerio de
Menores y el control de los jueces, en la disposición e inversión de los fondos de
propiedad de los hijos. 3) Los títulos de renta o los fondos que forman el capital
perteneciente a los menores que se hallan depositados a la orden del juez de la sucesión,
no deben ser entregados a la madre que ejerce la patria potestad sobre aquéllos,
cuando no expresa el propósito que persigue al solicitarlos".
603 JFam. 2" Nom. de Córdoba, auto No 550, del 17-8-99, "Oficio del Sr. Juez
Federal No 2, Secretaria Penal del Dr. S. B., en autos L. J. y otros p. SS.aa. art. 196,
CP", Foro de Córdoba, No 102, p. 331.
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3. Gastos de edermedad
En el segundo inciso del artículo 698 se autoriza a los padres a
utilizar las rentas de los bienes de los hijos menores de edad para
hacer frente a los gastos de enfermedad de los propios hijos, así como
los de la persona que lo haya instituido heredero.
Se prevé entonces que los padres destinen las rentas de los bienes para
606 Véanse los comentarios a los arts. 658 a 670 en este Código.
solventar las erogaciones que genera esa especial situación que se pre-
senta cuando el hijo sufre un padecimiento en su salud física o psíquica.
En relación a la utilización de las rentas del hijo para solventar
los gastos de "enfermedad de la persona que haya instituido heredero
al hijo", resulta un supuesto especial, en cuanto la institución de he-
rederos se cristaliza y concreta sólo al momento de la muerte -es
decir, la apertura de la sucesión-.
En consecuencia, se habilitaría a solventar con las rentas de los
bienes del hijo aquellos gastos de enfermedad que generó el causante
que instituyó heredero al menor de edad.
609 Cfr. BELLUSCIO, Man~ialde Derecho de Familia cit., 1993, t. 11, p. 343.
610 FLEITAS ORTIZ DE ROZAS y ROVEDA, Marzunl de Derecho de Familia cit.,
p. 438.
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
611 El art. 306 del Cód. Civ. derogado establecía que "La patria potestad se acaba:
1. Por la muerte de los padres o de los hijos; 2. Por profesión de los padres en
institutos monásticos; 3. Por llegar los hijos a la mayor edad; 4. Por emancipación
legal de los hijos sin perjuicio de la subsistencia del derecho de administración de
los bienes adquiridos a título gratuito, si el matrimonio se celebró sin autorización;
5. Por adopción de los hijos, sin perjuicio de la posibilidad de que se la restituya en
caso de revocación o nulidad de la adopción".
612 Véase el comentario al art. 645, inc. a, en este Código.
613 IXEITAS ORTIZ DE ROZAS, Abel, La incapacidad en el Código Civil y la
patria potestad prorrogada, en Incapacidad civil y patria potestad prorrogada, Uni-
versidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1993.
Art. 699
Consideraciones generales
El artículo 700, siguiendo los lineamientos del derogado artícu-
lo 307 del Código Civil, establece las causales de privación de la
responsabilidad parental, que operan como una sanción a los proge-
nitores que se encuentren incursos en ellas621.
No obstante ese carácter sancionatorio de las conductas de los pro-
genitores que conllevan la pérdida de la responsabilidad parental, la
misma siempre debe tener en miras el mejor interés del hijo.
En este sentido la doctrina expresa que si se juzgara que la privación
de la responsabilidad parental es una sanción por la cual el padre
pierde los derechos debido a su inconducta y no una medida destinada
a la protección del hijo, se estaría penando al padre, junto al
por lo que no sería posible de sostener esa interpretación, a la luz de
la vigencia de la Convención sobre los Derechos del Niño623.
Por ello, la privación de la responsabilidad parental debe aplicarse
siempre como una medida de carácter excepcional y extremo ya que,
corno lo sostienen los jueces, "no sólo afecta al progenitor, al enervar
el ejercicio de sus derechos-funciones, sino que impide a la hija gozar
621 JÁUREGUI, Rodolfo G., La respoizsabilidad parerztal en el Anteproyecto del
2012, en DFyP 2012 (julio), La Ley, Buenos Aires, p. 227.
Cfr. PELLEGRINI, María Victoria, Cuarzdo la privación de la patria potes-
tad no beneficia n los hijos (rzi a nadie), Abeledo-Perrot, No AP/DOC/1035/2012;
GROSMAN, Cecilia, La privación de la patria potestad y el interés superior del
niño, en L. L. del 17-11-2004, p. 4, comentario a fallo: CNCiv., sala F, 13-9-2004,
"T.,L. M. cm., P. F. J."
623 OLMO, Juan Pablo, La privaciórz de la responsabilidad pareiztal coino rnedida
de protección de los rziños y adolescerztes. Su proyecciórz sobre la causal de abandono
(art. 307, irzc. 24 Cód Civ.), en L. L. B. A. 2009 (agosto), p. 731.
Art. 700
El derogado art. 307 del Cód. Civ. disponía que "Cualquiera de los padres
queda privado de la patria potestad: 1. Por ser condenado como autor, coautor, ins-
tigador o cómplice de un delito doloso contra la persona o los bienes de alguno de
sus hijos, o como coautor, instigador o cómplice de un delito cometido por el hijo.
2. Por el abandono que hiciere de alguno de sus hijos, para el que los haya abandonado,
aun cuando quede bajo guarda o sea recogido por otro progenitor o un tercero. 3.
Por poner en peligro la seguridad, la salud física o psíquica o la moralidad del hijo,
mediante malos tratamientos, ejemplos perniciosos, inconducta notoria o delincuencia".
627 Cfr. LLOVERAS, Patria potestad yfiliacióiz. Conzeiztario aizalítico de la ley
23.264 cit., p. 282.
628 Cfr. LLOVERAS, Patria potestad y filiación. Coi~~entario a~zalíticode la
ley 23.264 cit., p. 282.
629 Cfr. AZPIRI, Jorge O., Juicios de filiación y patria potestad, Hammurabi,
Buenos Aries, 2001, p. 334.
630 CNCiv., sala F, 13-9-2004, "T. L. cIF., P. F. J. s/Privación de la patria potestad",
Actctalidad Jcirídica. Farnilia & Miizoricind, vol. 7, Córdoba, p. 673.
Por ello, debe considerarse que con condena penal contra el padre
o madre, condenatoria por un delito cometido en calidad de autor,
coautor, cómplice o instigador en contra de los bienes o de la persona
del hijo, procederá consecuentemente la privación de la responsabilidad
parental para quien haya sido declarado tal.
Los delitos en contra de los hijos pueden referirse a su persona,
como por ejemplo atentar contra su vida, o por el incumplimiento de
los deberes de asistencia o por delitos contra la integridad
entre otros.
En tanto, los delitos contra los bienes de los hijos pueden ser los
de estafa o cualquier otro configurado en el ejercicio de la adrninis-
tración de los bienes del hijo menor de edad633.
635 Cfr. BELLUSCIO, Maizual de Dereclzo de Faiizilia cit., 1993, t. 11, p. 344.
636 AZPIRI, Juicios de filiación y patria potestad cit., p. 336.
637 CNCiv., sala J, "C. E. L. y otro c/R., F. D.", L. L. 2006-A-285.
638 C2"CCMPaz y Trib. de Mendoza, 15-12-2008, "P. C. C/D. C. s/Privación de
patria potestad", Abeledo-Perrot, No 33114736.
Art. 700
405
Art. 701 Rehabilitación. La privación de la responsabilidad parental
puede ser dejada sin efecto por el juez si los progenitores, o
uno de ellos, demuestra que ]la restitución se justifica en be-
neficio e interés del hijo.
650 Cfr. LLOVERAS, comentario del art. 308, en BUEFES (dir.) y HIGHTON
(coord.), Código Civil y rzorrfzas coi~zplerfzeiztarias.
Arzálisis doctrirzal y jurispruden-
cial cit., t. l B , p. 559.
651 AZPIRI, Juicios de JZliaciórz y patria potestad cit., p. 340.
6 5 T C C o m . de Morón, sala 1, 30-9-97, L. L. B. A. 1997-1418.
653 CSaCCom. de Córdoba, 5-10-87, "N. N.", J . A. 1990-1-177.
El otro progenitor -no privado de la responsabilidad parental- podrá
oponerse a la rehabilitación, debiendo el juez -previo dictamen del
Ministerio Público (a@. 103 del Cód. Civ. y Com.)- resolver teniendo
en cuenta el mejor interés del hijo.
Además, en el proceso judicial debe garantizarse la participación
del propio hijo, ya sea a través de su escucha por parte del magistrado
-artículo 26, tercer párrafo del Código Civil y Comercial- o posibi-
litando su participación directa con asistencia letrada -artículo 679
del Código Civil y Comercial-.
sufre una condena penal por más de tres años, o una sentencia ha
limitado su capacidad por razones de salud mental que le impiden
ejercer la función. a
659 El art. 309 del Cód. Civ. derogado disponía que "El ejercicio de la autoridad
de los padres queda suspendido mientras dure la ausencia de los padres, judicialmente
declarada conforme a los artículos 15 a 21 de la ley 14.394. También queda suspendido
en caso de interdicción de alguno de los padres, o de inhabilitación según el artículo 152
bis, incisos lo y 2", hasta que sea rehabilitado, y en los supuestos establecidos en el
artículo 12 del Código Penal..."
660 El art. 85 regula el "caso ordinario" de ausencia con presunción de fallecimiento
y expresa: "La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia de
ella por el ténnino de tres (3) años, causa la presunción de su fallecimiento aunque
haya dejado apoderado. El plazo debe contarse desde la fecha de la última noticia
del ausente".
Art. 702
662 Cfr. D'ANTONIO, Daniel Hugo, Nuevo régimen legal de la patria potestad,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1985, p. 106.
663 Cfr. entre otras decisiones y opiniones: JEjec.Pen. de General Roca, 7-4-2011,
"Defensor particular Dr. Jorge Crespo s/Planteo de inconstitucionalidad"; Trib.Ora1
de Necochea (expte. T.C. No 3027-0146); STJ de Corrientes, 10-4-2006; CAGPen.
de Mar del Plata, sala III, "R., E. O. y S., J. E. s/Hornicidio calificado".
664 TAZZA, Alejandro O., La incapacidad civil de los penados (art. 12, 2 O del
Cód. Pen.). Su constitucionalidad, en D. J. del 2-9-2009, p. 2425.
Art. 702
Art. 702
672 Art. gO, CDN: "l. Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado
de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial,
las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos
aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño. Tal deter-
minación puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo, en los casos en que
el niño sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando éstos viven
separados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño. 2.
En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el párrafo 1 del presente
artículo, se ofrecerá a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en él y
de dar a conocer sus opiniones. 3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño
que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto
directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior
del niño. 4. Cuando esa separación sea resultado de una medida adoptada por un Estado
Parte, como la detención, el encarcelamiento, el exilio, la deportación o la muerte
(incluido el fallecimiento debido a cualquier causa mientras la persona esté bajo la
custodia del Estado) de uno de los padres del niño, o de ambos, o del niño, el Estado
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
Para que sea operativa esta hipótesis del artículo 702 deben darse
las siguientes condiciones: (i) que el niño o adolescente se encuentre
conviviendo con un tercero; (ii) que esa convivencia haya sido dis-
puesta por ente administrativo o judicial competente para resolver las
cuestiones atinentes al cuidado de los hijos; (iii) que la razón de esa
atribución del cuidado a un tercero lo sea por razones de gravedad;
(iv) que consecuentemente se haya suspendido el ejercicio de la res-
ponsabilidad parental en cabeza de los progenitores.
que "Son aquellas que se adoptan cuando las niñas, niños y adolescentes estuvieran
temporal o permanentemente privados de su medio familiar o cuyo superior interés exija
que no permanezcan en ese medio. Tienen como objetivo la conservación o recuperación
por parte del sujeto del ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparación
de sus consecuencias. Estas medidas son limitadas en el tiempo y sólo se pueden
prolongar mientras persistan las causas que les dieron origen". Por su parte, su proce-
dencia está reglada en el art. 40 que estipula que "Sólo serán procedentes cuando,
previamente, se hayan cumplimentado debidamente las medidas dispuestas en el ar-
ticulo 3. Declarada procedente esta excepción, será la autoridad local de aplicación quien
decida y establezca el procedimiento a seguir, acto que deberá estar jurídicamente fun-
dado, debiendo notificar fehacientemente dentro del plazo de veinticuatro (24) horas, la
medida adoptada a la autoridad judicial competente en materia de familia de cada ju-
risdicción. El funcionario que no dé efectivo cumplimiento a esta disposición, será pa-
sible de las sanciones previstas en el Capítulo IV del Código Penal de la Nación. La
autoridad competente de cada jurisdicción, en protección de los derechos de las ni-
ñas, niños y adolescentes dentro del plazo de setenta y dos (72) horas de notifica-
do, con citación y audiencia de los representantes legales, deberá resolver la legalidad
de la medida; resuelta ésta, la autoridad judicial competente deberá derivar el caso a
la autoridad local competente de aplicación para que ésta irnplemente las medidas
pertinentes".
RESPONSABILIDAD
PARENTAL
676 Véanse los comentarios a los arts. 640 y 641 en este Código.
Art. 703
alimentarios que tienen los progenitores con relación a sus hijos tanto
menores de edad como mayores, incluso en determinadas circunstan-
cias hasta los 25 años.
Por ello, más allá de que los progenitores hayan sido desplazados
de la titularidad o del ejercicio de la responsabilidad parental, man-
tendrán subsistente esa obligación alimentaria regulada en el Capítulo 5
de este Título VI1680.
El deber alimentario es una derivación central de la filiación, por
lo que no puede ser eludido por un progenitor que ha sido privado
de la responsabilidad parental por determinadas conductas, o ha sido
suspendido de ella por circunstancias objetivas.
Tal lo que establece el artículo 658 del Código Civil y Comercial:
"Ambos progenitores tienen la obligación y el derecho de criar a sus
hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna,
aunque el cuidado personal esté a cargo de uno de ellos ..."
Ese derecho, por tanto, derivado del solo hecho de ser hijo, no
puede ser eludido por resoluciones judiciales que limiten el ejercicio
o la titularidad de la responsabilidad parental.
Así, la obligación alimentaria se mantendrá hasta los 21 años (art. 658,
segunda parte) -salvo el supuesto de excepción previsto en la rnisma
noma, para el caso en que el hijo de entre 18 a 21 años cuente con
recursos suficientes para proveérselos por sí mismo- o hasta los 25 años
para el hijo que se capacita en una profesión u oficio (art. 663).
680 Véanse los comentarios a los arts. 658 a 670 en este Código.
Art. 705 Ámbito de aplicación. Las disposiciones de este Título son apli-
cables a los procesos en materia de familia, sin perjuicio de
lo que la ley disponga en casos específicos.
Conf. PALACIO, Lino Enrique, Derecho Procesal Civil, 2" ed., 5" reimp., Abe-
ledo-Perrot, Buenos Aires, 1994, t. 1, p. 30. Así, por ejemplo, el Código Civil vele-
zano se ocupó de aspectos procesales al tratar la "declaración de demencia" (arts. 140
y SS.), y posteriores reformas incluyeron el trámite del divorcio y su prueba (arts.
205, 215, 232, 236, CÓd. Civ.) y actualizaron la competencia temtorial en materia de
estas acciones y las de alimentos (arts. 227 y 228, Cód. Civ.). Respecto a estas últimas
se mantuvieron las pautas relativas al trámite y al efecto de los recursos (arts. 374,
375, 376, Cód. Civ.).
Conf. PALACIO, ob. cit., p. 42.
Ídem, p. 45.
Art. 705
pautas generales que han de ser norte para la regulación adjetiva del
litigio de familia. Así consagra una serie de principios procesales re-
lativos al debido proceso adjetivo, debiendo adecuarse las legislaciones
locales a su normativa y, por esa vía, al plexo constitucional que los
consagra. Antes de la reformulación de los modelos procesales de
cada provincia, o aun en su defecto, los principios enunciados por la
ley son aplicables al conflicto derivado del estado de familia (acciones
de estado y acciones de ejercicio). En efecto, la previsión que incursiona
en lo adjetivo tiene en miras reglas para orientar la tarea del juez o
del legislador a la hora de pronunciarse sobre cuestiones específicas
de las relaciones de familia (Libro Segundo del Código Civil y Co-
mercial). Quedan fuera de su órbita, en general y sin perjuicio de las
regulaciones en supuestos especiales, los conflictos que puedan pre-
sentarse entre personas vinculadas por lazos familiares cuya materia
sea propia del Derecho común.
Previo al análisis de las normas que nos ocupan, se considera ne-
cesario distinguir entre las nociones de "tipo o sistema" y las de "prin-
cipios"; estos conceptos, si bien íntimamente vinculados entre sí, re-
fieren a aspectos diferentes del Derecho Procesal. Cabe destacar esta
postura, porque el lenguaje es convencional y por ello es relevante
efectuar el deslinde para una mejor comprensión del tema.
Los "tipos o sistemas" pueden ser definidos como estructuras or-
gánicas diseñadas por la ley a la hora de organizar los tribunales, y
tienen en cuenta, especialmente, al Derecho sustancial sobre el que
se va a resolver.
Los sistemas no se muestran en forma pura; por ello se los enuncia
en forma de duplas contrapuestas: inquisitivo-dispositivo; oral-escrito;
de única o de doble instancia. Por ejemplo, el sistema dispositivo es
propio de los conflictos patrimoniales, que generalmente tramitan por
escrito, pero presentan algún rasgo inquisitivo cuando, por ejemplo,
se admiten las medidas para mejor proveer (arts. 325, CPCC de Cór-
doba y 36, CPCCN); o cuando se designa audiencia para procurar
avenir a las partes (arts. 58, CPCC de Córdoba y 36, CPCCN), etcétera.
Igual sucede con el "tipo oral", que no puede prescindir de la escritura,
o con la "única o doble instancia", las que generalmente se presentan
mixturadas en el trámite.
Art. 706
2. Principios procesales
El Código destaca especialmente los siguientes: tutela judicial efec-
tiva, inmediación, buena fe y lealtad procesal, oficiosidad, oralidad y
acceso limitado al expediente. Asimismo se pone énfasis en señalar
que las normas deben interpretarse de modo que se facilite el acceso
a la justicia y propicien la solución pacífica del conflicto familiar7.
Los principios procesales que el Código de fondo permite que sean de apli-
cación generalizada en todo el territorio de la Nación ya tenían recepción legislativa
en las regulaciones provinciales. Respecto a la ley de procedimiento de familia de
Córdoba, puede consultarse BERTOLDI DE FOURCADE, M. V. y FERREYRA
DE DE LA ROA, A., Régimen procesal del fiero de familia, Depalma, Buenos
Aires, 1999.
Conf. BERIZONCE, R. O., Furzdainentos y confines de las tutelas procesales
difererzciadas, en Revista de Dereclzo Procesal, No 2008-2, T~~telas procesales dife-
reizciadas - 1, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, p. 38.
Art. 706
l5 De igual manera las Reglas de Brasilia citadas impulsan las formas alternativas
de resolución de conflictos en aquellos supuestos en los que resulte apropiado, tanto
antes del inicio del proceso como durante su trámite. Se señala que la mediación, la
conciliación, el arbitraje y otros medios que no impliquen la resolución del conflicto
por un tribunal pueden contribuir a mejorar las condiciones de acceso a la justicia
de determinados grupos de personas en condición de vulnerabilidad, así como a des-
congestionar el funcionamiento de los servicios formales de justicia.
l6 Ello resulta expresamente destacado en el Código que comentamos, en los
arts. 9" y 10. El primero consagra el principio de buena fe, señalando que "Los de-
rechos deben ser ejercidos de buena fe". Asimismo se proscribe el abuso del derecho
al expresar: "El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una
obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto. La ley no ampara el ejer-
cicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del ordena-
miento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y
las buenas costumbres. El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del
ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y, si correspondiere, procurar la
reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización". La norma es similar,
pero no idéntica, a la consagrada en el art. 1071, Cód. Civ. derogado, según texto
de la ley 17.711.
PROCESOS
DE FAMILIA
2.6. Oralidad
La norma establece la oralidad para los procesos de familia. En
rigor, como se expuso precedentemente, prevalece en los sistemas pro-
cesales de Iberoamérica el denominado "proceso por audiencias", que
coincide en gran medida con el antes llamado "juicio oral". Se trata
de una estructura procesal basada en la escritura para las postulaciones,
donde la oralidad se circunscribe a la etapa probatoria, que se inicia
con la audiencia preliminar y concluye con la audiencia donde se
recibe la prueba oralizada, y que adopta nuevamente la escritura para
la sentencia y la etapa impugnativa. Es el tipo de proceso adoptado
por el Código Modelo de Proceso Civil para Iberoamérica elaborado
por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal y aprobado en
las XI Jornadas de Río de Janeiro, Brasi121.
Cabe destacar que la oralidad "para mejorar las condiciones de
celebración de las actuaciones judiciales" constituye una de las medidas
procesales incluidas en las "100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la
justicia de las personas en condición de vulnerabilidad", aprobadas
por la XIV Cumbre Judicial Iberoamericana (regla 35).
La oralidad en la prueba favorece el poder de dirección del proceso,
reduce el campo de la inconducta procesal y favorece la concentración
de actos; permite también un mayor acceso al juez, al viabilizar el
contacto directo del juzgador con las partes en los actos en que su
presencia resulta impre~cindible~~.
Sin embargo, el auxilio de las nuevas tecnologías, en particular la
art. 639 señalado como uno sobre los cuales se edifica el régimen jurídico en materia
de "responsabilidad parental", amén de estar muy presente en el Capítulo Introductorio.
Nos remitimos a lo expresado allí para ahondar en su estudio, que es central cuando
se trata de instituciones o conflictos que atañen de manera directa a niños, niñas y
adolescentes.
28 Así se plasma en la ley 26.061, art. 3O, y en su correlativa provincial de Córdoba,
ley 9944.
29 En tal sentido, el art. 3' de la ley 26.061 explica que el interés superior del
niño contempla la máxima satisfacción, integral y simultánea, de los derechos y ga-
rantías reconocidos por la ley. El interés superior del menor es el conjunto de bienes
necesarios para el desarrollo integral y la protección de la persona y los bienes de
un menor dado, y entre ellos el que más conviene en una circunstancia histórica
determinada, analizada en concreto, ya que no se concibe un interés del menor pu-
PROCESOS
DE FAMILIA
32 El artículo 1071 bis fue introducido al texto del Código Civil por la ley 17.711
en el año 1968.
PROCESOS
DE FAMILIA
35 Así, por ejemplo, se admite todo medio de prueba al declarar restricciones a las
personas con discapacidad (art. 36); en supuestos especiales de prueba del nacimiento,
muerte y edad de la persona humana (arts. 96 y SS.),o del matrimonio (art. 423); al
probar la propiedad de los bienes en el régimen patrimonial del matrimonio de sepa-
ración de bienes (art. 506); para demostrar la existencia de unión convivencia1 cuando
no se la ha registrado (arts. 511 y 512); en las acciones de filiación (arts. 579 y 580).
36 Esta regla, largamente desarrollada por el catedrático español Luis Muñoz Sa-
baté, ha sido tomada por la doctrina nacional (conf. MUÑOZ SABATE, Luis, La
prueba del hecho psíquico, en Tratado de probática judicial, Bosch, Barcelona, t. 1,
ps. 164 y SS.,y 359 y SS.).
Art. 710
Sobre la base de estos análisis, puede decirse que cuando una cues-
tión suscita dificultad para ser comprobada, ya sea por causa del hecho
mismo, en virtud de sus circunstancias de tiempo (tempus) y lugar
(locus) o por su carácter, debe concederse el "favor" para posibilitar
la prueba del hecho dificultoso.
Se destaca que la cuestión debe ser analizada por el juez, y si se
acredita fehacientemente la dificultad, debe conceder el favor proba-
tiones. Éste opera en orden a la admisión o valoración del elemento
probatorio. Por ello se señala que no se conforma como una regla
rígida sino que, por el contrario, incide en el juzgador como pauta
preferente para admitir o valorar el hecho37.
El "hecho familiar" responde a la categoría de los de "difícil prueba"
en numerosas ocasiones, tanto por el hecho mismo como por sus cir-
cunstancias; en consecuencia, el juez podrá recurrir a dicho criterio a
la hora de admitir o valorar las probanzas3! Ello pues este tipo de
conflicto suele ser de ardua acreditación ya que, como se señala39,
sucede entre cuatro paredes, con la sola presencia de integrantes del
grupo familiar y sin la presencia de terceros imparciales que puedan
colaborar en la acreditación de los hechos40.
En consonancia con esta realidad, el Código establece que en los
procesos de familia la carga de la prueba pesa sobre quien se encuentre
en mejores condiciones de probar; adopta como pauta de distribución
subjetiva de la carga probatoria el concepto de facilidad en su aportación.
La norma consagra, como regla, la que resulta de la denominada
Art. 711 Testigos. Los parientes y allegados a las partes pueden ser ofre-
cidos como testigos.
Sin embargo, según las circunstancias, el juez está facultado
para no admitir la declaración de personas menores de edad, o
de los parientes que se niegan a prestar declaración por motivos
fundados.
a niños, en L. L. del 27-1 1-2012, p. 1, quien dice: "Entendemos que esta disposición
comprende tanto a los parientes colaterales como a los consanguíneos o afines en
línea directa".
49 Se dice que en el texto han aparecido designaciones de "relaciones sociales
existentes en la sociedad pero que no tenían hasta el momento efectos jurídicos", y
menciona las de "allegado", el "amigo íntimo", o el "cuidador" (conf. MEDINA,
Graciela, Las diez grandes reformas al Dereclzo de Familia, en DFyP 2012 [febrero],
p. 11).
50 Por la incorporación al bloque de constitucionalidad de la Convención sobre los
Derechos del Niño y las leyes que en su consecuencia se dictaron (v. gr., ley 26.061
a nivel nacional y sus correlativas réplicas provinciales).
PROCESOS
DE FAMILIA
CAPÍTULO2
ACCIONESDE ESTADO DE FAMILIA
453
PROCESOS
DE FAMILIA
455
Los caracteres de las acciones de estado, a los que se refieren el
artículo bajo comentario y los siguientes, son reflejo de los que co-
rresponden al estado de familia y coinciden en gran medida con ellos?
Como corolario de lo expresado, el texto legal destaca que las acciones
de estado son imprescriptibles e irrenunciables. La novedad radica en
que tales caracteres se refieren, en general, a todas las .accionesde estado.
Ello sin perjuicio de que se haya resaltado dicho perfil particularmente,
respecto a la acción de divorcio y a las acciones de filiación66.
Sin embargo, algunos derechos que aparecen imbricados en lo pa-
trimonial participan de la calidad de irrenunciables e indisponibles.
Tal resulta al advertir que la obligación de pagar alimentos no puede
ser compensada, ni el derecho a reclamarlos o percibirlos ser objeto
de transacción, renuncia, cesión, gravamen o embargo alguno, y no
es repetible lo pagado en concepto de alimentos67.
afecta la filiación por naturaleza existente; la acción de divorcio da fin al estado civil
de "casado", y da paso a un nuevo "estado", el de divorciado. Respecto de la clasi-
ficación de las acciones y los dobles efectos, constitutivos y extintivos, de ciertas ac-
ciones, puede consultarse con gran provecho a FANZOLATO, ob. cit., ps. 175 y SS.
65 Por entendérselo inescindible de la personalidad, existe coincidencia en que
los caracteres de este atributo son: universalidad, unidad, indivisibilidad, oponibili-
dad, estabilidad o permanencia, inalienabilidad, imprescriptibilidad (conf. BOSSERT
y ZANNONI, ob. cit., ps. 16/18). Agrega Belluscio: la "correlatividad" o "reciproci-
dad", la irrenunciabilidad y la inherencia personal (ob. cit., ps. 42/53). Fanzolato
distingue la indisponibilidad e intransrnisibilidad entre vivos o mortis causa (ob. cit.,
ps. 1631164). Por otra parte, es importante señalar que "el reconocer la humana ne-
cesidad de saber la realidad biológica del origen no implica confundir el derecho a
la identidad personal con el estado civil" (conf. BERTOLDI DE FOURCADE, Estado
civil. Acciones y procedimieizto cit., p. 26).
66 Señalan las normas pertinentes del Código que estudiamos: Art. 436: L'Nulidad
de la renuncia. Es nula la renuncia de cualquiera de los cónyuges a la facultad de
pedir el divorcio; el pacto o cláusula que restrinja la facultad de solicitarlo se tiene
por no escrito". En este punto ya existía un de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, el que expresara: "Corresponde negar toda validez a renuncias
de [...] la facultad de pedir el divorcio vincular, pues la solución opuesta podría
afectar derechos ligados al régimen personal de la libertad" (CSJN, 5-2-98, "S., V.
E. y F., M. I.", L. L. 1998-C-653). En cuanto a las acciones de filiación se dice: Art.
576: "Caracteres. El derecho a reclamar la filiación o de impugnarla no se extingue
por prescripción ni por renuncia expresa o tácita, pero los derechos patrimoniales ya
adquiridos están sujetos a prescripción".
G7 Conf. art. 539.
Art. 712
la inconstitucionalidad del plazo de caducidad de los dos años para atacar el recono-
cimiento de una filiación extramatrimonial cuando es ejercida por la madre y por el
padre biológico, quienes gozan de legitimidad activa por ser personas interesadas en
la verdad de la filiación (CFam. 1" Nom. de Córdoba, 20-7-2010, autos "A., A. J. F.
y otro C/C. A. F. y otro. Acción de filiación"). En sentido similar: CFam. 2" Nom.
de Córdoba, 7-10-2009, "M., W. D. C/C. M. M. y otro", L. L. 2010-C-227, AR/SUR/
4983112009; CCCom. de Rosario, sala 11, 13-4-2011, "B., A. c/G. V. C."; CFam. 2"
Nom. de Córdoba, 6-10-2009, "T., J. A. c/J. G. T. y otros", L. L. C. 2010 (abril),
p. 324, AR/JUR/49836/2009; CFam. la Nom. de Córdoba, 11-6-2009, "S. F. A. cm.
A. S. V.", L. L. del 29-11-2010, p. 11, AR/JUR/74027/2009.
75 Expresan las normas en lo pertinente: Art. 588: "Imp~lgnacióizde la inatei-izidad.
En los supuestos de determinación de la maternidad de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 565, el vínculo filial puede ser impugnado por no ser la mujer la madre
del hijo que pasa por suyo. Esta acción de impugnación puede ser interpuesta por el
hijo, la madre, el o la cónyuge y todo tercero que invoque un interés legítimo. La
acción caduca si transcurre un (1) año desde la inscripción del nacimiento o desde
que se conoció la sustitución o incertidumbre sobre la identidad del hijo. El hijo
puede iniciar la acción en cualquier tiempo..." Art. 589: "I~~zp~tgizacióizde la filiación
pi-esuinida por la ley. El o la coinyuge de quien da a luz puede impugnar el vínculo
filial de los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de los trescientos (300)
días siguientes a la interposicioin de la demanda de divorcio o nulidad, de la separacioin
de hecho o de la muerte, mediante la alegacioin de no poder ser el progenitor, o que
la filiacioin presumida por la ley no debe ser razonablemente mantenida de conformidad
con las pruebas que la contradicen o en el intereis del ninljo. Para acreditar esa
circunstancia puede valerse de todo medio de prueba, pero no es suficiente la sola
declaracioin de quien dio a luz..." Art. 590: "Inzpugizacióiz de la filiación presuinida
por ley. Legitii~zacióny caducidad La acción de impugnación de la filiación del o
la cónyuge de quien da a luz puede ser ejercida por éste o ésta, por el hijo, por la
madre y por cualquier tercero que invoque un interés legítimo. El hijo puede iniciar
i
1
i
Art. 713
78 El Código Civil derogado señalaba esta característica al afirmar que las acciones
que nos ocupan no podían ser cedidas (art. 1445) ni transigirse a su respecto, salvo
que se tratara del aspecto patrimonial (arts. 832, 84418451846).
463
PROCESOS
DE FAMILIA
79 Ello se trata en el Libro Segundo, Título 1, Capítulo 6, a partir del art. 424.
Una norma similar a la considerada se incorporó al art. 239, Cód. Civ. derogado, por
la ley 23.515.
Art. 716
~ G L A DE
S COMPETENCIA
80 Ello es así pues la regla está contenida en el art. 387, que expresa: "La
nulidad absoluta puede declararse por el juez, aun sin mediar petición de parte, si
es manifiesta en el momento de dictar sentencia. Puede alegarse por el Ministerio
Público y por cualquier interesado, excepto por la parte que invoque la propia
torpeza para lograr un provecho. No puede sanearse por la confirmación del acto
ni por la prescripción".
En este punto se ha dicho que es posible dictar normas procesales para toda
la Nación en tanto sean para la aplicación de los códigos de fondo y para asegurar
la eficacia de esa aplicación o establecer formalidades especiales para el ejercicio de
determinados derechos (CSJN, Fallos: 138:157; 23-3-83, E. D. 105-435).
PROCESOS
DE FAMILIA
Art. 716
la eficiencia de la actividad tutelar torna aconsejable una mayor inmediación del juez
de la causa con la situación de aquéllos" (del dictamen de la procuradora fiscal sub-
rogante que la Corte hace suyo, en "G. 1. E. C/C., R.", de la CSJN, L. L. Online,
AR/JUFU7920/2005).Asimismo se dice que "Dado que el entorno de un menor consiste
en su vida familiar, escolar y social, y cualquier modificación a este sistema exige
una readaptación por parte del niño, la nueva situación debe ser mejor o igual a la
anterior, a efectos de evitar que se vea perjudicado" (conf. CCCom. de Mar del Plata,
sala 11, 9-6-2005, "G. L. E. C/C. M.", L. L. B. A. 2006-1021, con nota de Susana
Beatriz Antelo y Leonardo ,Pérez Hegi; D. J. del 15-11-2006, p. 774).
90 Por ejemplo, así lo establecen el art. 7O, Código Procesal Civil y Comercial
de Córdoba y el art. 6O, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
que involucran a personas menores de edad, tales como los de inme-
diatez y personalidad. Ello pues, las normas constitucionales derivadas
de la Convención sobre los Derechos del Niño, como sujeto de derecho,
requieren que se considere su residencia habitual como centro de vida,
más allá del domicilio que, desde lo estrictamente legal, tengan sus
representantes legales. En el mismo sentido la Corte Suprema de Jus-
ticia de la Nación determinó que las actuaciones cuyo objeto atañe a
menores deben promoverse en el lugk donde éstos viven efectiva-
mente, ya que la eficacia de la actividad tutelar torna aconsejable una
mayor inmediación del juez de la causa con su situacióng1.
loO Conf. arts. 524 y 525; este último fija pautas sobre las que el juez determina
la procedencia y el monto de la compensación económica y su plazo de caducidad.
PROCESOS
DE FAMILIA
Puede especialmente:
a) determinar, teniendo en cuenta el interés familiar, cuál de
los cónyuges ha de continuar en el uso de la vivienda fa-
miliar y, previo ioventario, qué bienes retira el cónyuge
que deja el inmueble;
b) si corresponde, establecer la renta por el uso exclusivo de
la vivienda pos parte de uno de los cónyuges;
c) ordenar la entrega de los objetos de uso personal;
(8) disponer un régimen de alimentos y ejercicio y cuidado de
los hijos conforme con lo establecido en el Titulo VI1 de
este Libro;
e) determinar los alimentos que solicite el cónyuge teniendo
en cuenta las pautas establecidas en el articulo 433.
B. Consideraelones generales
Los artículos 721, 722 y 723 contemplan diversas medidas pro-
visionales que tienen por finalidad regular las relaciones personales
(art. 721) y patrimoniales (art. 722) de los cónyuges y su grupo fa-
miliar, y que pueden ser dispuestas durante los juicios de divorcio y
nulidad de matrimonio o también antes de promovidos éstos, en casos
de urgencia. Las referidas medidas son aplicables, en lo pertinente,
también a los conflictos derivados de la ruptura de uniones convi-
venciales (art. 723).
Las normas en cuestión regulan medidas de diversa naturaleza,
pero que tienen en común su carácter provisional. En efecto, la nor-
mativa prevé tutelas anticipadas de urgencia y de evidencia -que actúan
el Derecho material de manera provisoria- y tutelas estrictamente cau-
telares, cuya finalidad instrumental radica en asegurar la efectividad
de las sentencias que se dicten en los procesos de divorcio y nulidad
de matrimonio y en el proceso de liquidación de la sociedad conyugal.
Sobre la naturaleza jurídica de cada una de ellas volveremos al analizar
cada norma en particular.
Con acierto, el Capítulo 4 las denomina de modo genérico "medidas
provisionales", en tanto su eficacia se extiende hasta el dictado de la
sentencia que resuelva los conflictos derivados del divorcio, la nuli-
dad del matrimonio o el quiebre de la unión convivencial, y en tanto
no se modifiquen las circunstancias tomadas en cuenta para su dicta-
do. Corresponde destacar que en el caso de las medidas que prevé el
artículo 7221°1, la norma impone al juez el deber de determinar, al
disponer la medida, el plazo de su vigencia, norma que tiene por objeto
preservar la buena fe en el trámite, evitando que quien obtenga una
medida que importa un anticipo de lo pretendido en la demanda, ex-
tienda mediante planteos dilatorios la situación provisional que le es
favorable o utilice la medida como maniobra extorsiva. Para mayores
precisiones, remitimos a la lectura del comentario de la norma citada.
3. Oportunidad
Tanto las medidas provisionales relativas a las personas como las
relativas a los bienes pueden ser solicitadas al promover la demanda
de divorcio o nulidad de matrimonio, durante su trámite o con ante-
rioridad a la deducción de la acción, en casos de urgencia.
114 Art. 443: LcAtribuciórzdel uso de la vivienda. Pautas. Uno de los cónyuges
puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de cualquiera
de los cónyuges o ganancial. El juez determina la procedencia, el plazo de duración
y efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas, entre otras: a) la persona
a quien se atribuye el cuidado de los hijos; b) la persona que está en situación económica
más desventajosa para proveerse de una vivienda por sus propios medios; c) el estado
de salud y edad de los cónyuges; d) los intereses de otras personas que integran el
grupo familiar". Art. 444: "Efectos de la atribución del uso de la vivienda fainiliar.
A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por
el uso del inmueble a favor del cónyuge a quien no se atribuye la vivienda; que el
inmueble no sea enajenado sin el acuerdo expreso de ambos; que el inmueble ganancial
o propio en condominio de los cónyuges no sea partido ni liquidado. La decisión
produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registra1..."
115 Art. 526: c c A t r i b ~ ~ ~
del
i ó nuso de la vivienda familiar. El uso del inmueble
que fue sede de la unión convivencia1 puede ser atribuido a uno de los convivientes
en los siguientes supuestos: a) si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de
edad, con capacidad restringida, o con discapacidad; b) si acredita la extrema necesidad
de una vivienda y la imposibilidad de procurársela en forma inmediata. El juez debe
fijar el plazo de la atribución. El plazo no puede ser mayor al que hubiera durado la
convivencia, con un máximo de dos (2) años a contar desde que se produjo el cese
de la convivencia, conforme a lo dispuesto en el artículo 523. A petición de parte
interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por el uso del inmueble
a favor del conviviente a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble no sea
enajenado durante el plazo previsto sin el acuerdo expreso de ambos; que el inmueble
en condominio de los convivientes no sea partido ni liquidado. La decisión produce
efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral. Si se trata de un inmueble
alquilado, el conviviente no locatario tiene derecho a continuar en la locación hasta
el vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al pago y las garantías que
primitivamente se constituyeron en el contrato. El derecho de atribución cesa en los
mismos supuestos previstos en el artículo 445".
PROCESOS
DE FAMILIA
lo Comsideraeiones generales
La disposición legal regula las medidas cautelares de tipo patri-
monial que el juez puede disponer en los procesos de divorcio y nulidad
de matrimonio, y que, por su propia naturaleza de resguardo de bienes
materiales, requieren del pedido de parte para su dictado, no pudiendo
ser dispuestas de oficio.
La ausencia de interés público que justifique, a diferencia de las
previstas en el artículo 721, su decreto oficioso no afecta la discre-
cionalidad que los códigos procesales acuerdan a los jueces en materia
cautelar de disponer una medida distinta de la solicitada o limitarla,
teniendo en cuenta que garantice suficientemente el derecho del acree-
dor sin causar un daño innecesario al afectado.
Las referidas medidas pueden también ser solicitadas antes del ini-
cio del proceso, si hay urgencia, o después de promovido, con la
finalidad de "evitar que la administración o disposición de los bienes
por uno de los cónyuges pueda poner en peligro, hacer inciertos o
defraudar los derechos patrimoniales del otro, cualquiera sea el régimen
patrimonial matrimonial". Se trata de típicas medidas de aseguramiento
de los efectos patrimoniales del divorcio; vale decir, de la disolución
y posterior liquidación de la sociedad conyugal.
La norma autoriza también al juez para disponer medidas que apun-
ten a la individualización de bienes o derechos de los que fueren ti-
tulares los cónyuges, aspecto ya contemplado en el artículo 233 in
fine del Código Civil derogado, tratándose éstas de medidas que la
jurisprudencia calificó como diligencias preliminares de naturaleza pre-
paratoria del proceso cautelar117.
liquidación de la sociedad conyugal. Por las razones expuestas este tribunal entiende
que las medidas peticionadas por la incidentista encuadran en el ámbito de lo normado
por el art. 323, CPCC, norma que enuncia algunas medidas preparatorias [...] y que
el art. 233 in fine del Cód. Civ. amplía la enunciación al establecer una suerte de
diligencia preparatoria del proceso cautelar".
118 CNCiv., sala C, 31-7-85, L. L. 1986-A-260.
l I 9 CNCiv., sala A, 2-5-88, L. L. 1990-B-182.
120 CNCiv., sala F, 9-8-85, L. L. 1986-A-44.
121 CNCiv., sala H, 9-5-96, L. L. 1996-E-288; sala B, E. D. 41-637; sala A, E. D.
49-655; sala C, E. D. 31-375; VIDAL TAQUINI, Carlos H., Matrimonio civil. Ley
23.515, Astrea, Buenos Aires, 1991, p. 802; ESCRIBANO, Carlos, Medidas precau-
torias en los juicios de divorcio y separación de bienes, Buenos Aires, 1978, ps. 117
y SS.;FASSI, Santiago C. y BOSSERT, Eduardo, Sociedad conyugal, Astrea, Buenos
Aires, 1978, p. 165, entre otros.
489
Por su parte, las previstas por la norma en el segundo párrafo
constituyen medidas preliminares preparatorias, en tanto su finalidad
consiste únicamente en individualizar la existencia de bienes o derechos
de los que los cónyuges fuesen titulares a los fines del dictado de
cautelares sobre dichos bienes. La naturaleza jurídica de estas medidas
es la de diligencias preparatorias del proceso cautelar, que regulan los
códigos procesales como una variante de las denominadas "diligencias
preliminares". Adviértase que aunque éstas sólo aparecen legisladas
procesalmente para la preparación del proceso de conocimiento, las
mismas resultan aplicables a toda clase de procesolz2, entre ellos, el
proceso cautelar.
Ellas proceden cuando quien las solicita desconoce los bienes o
las participaciones accionarias que integran el patrimonio conyugal y
es necesario acudir a la justicia para obtener tal información. A esos
fines, puede disponerse el libramiento de oficios o la designación de
un veedor informante, cuando se carece de documentación sobre la
existencia y composición de sociedades donde tendría participación
alguno de los cónyugesiz3.
127 CNCiv., sala F, 26-12-97, "D. R., A. 1. clS. V., M.", L. L. 1999-C-474, AR/
JURí426511997.
128 LLAMBÍAS,Jorge, Código Civil anotado, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, t. III-
A, p. 324; FASSI, Santiago C. y YÁÑEZ, César D., Código Procesal Civil y Coniercial
de la Naciórz ..., Astrea, Buenos Aires, t. 2, p. 70.
129 CNCiv., sala A, E. D. 26-735; ClaCCorn. de La Plata, sala la, 31-5-84, cau-
sa 189.749, Reg. Int. 206184, con cita de MORELLO, PASSI LANZA, SOSA y
BERIZONCE, Códigos..., 1971, t. 111, p. 119.
Art. 722
I3O DE LÁZZARI, Medidas cautelares cit., t. 1, ps. 1881189, con cita de BE-
LLUSCIO, Derecho de Fanzilia, vol. 111, p. 433; ZANNONI, Derecho de Fanzilia,
t. 1, p. 701 y Caducidad de las inediclns preca~itoriaserz el juicio de divorcio, en
E. D. 84-409; YUNGANO, La sociedad coizytigal y el juicio de divorcio, p. 31;
ESCRIBANO, Medidas precautorias eiz juicio de divorcio y separaciórz de bierzes,
p. 23; MAZZINGHI, Dereclzo de Failzilia, t. 11, p. 510.
l 3 I PEYRANO, Jorge W., Sobre el "límite razorzable" de vigencia de ciertas
cautelares, en J. A. 201 1-1, del 9-2-2011, y Tendencias pretoriarzas erz nzateria cautelar
cit., ps. 2021203. Ver aplicación de cautelares temporarias en CSJN, 22-5-2012, "Grupo
Clarín SA y otros s/Medidas cautelares", L. L. del 26-6-2012, comentado por Jorge
Kielmanovich y Andrés Gil Doniínguez.
PROCESOS
DE FAMILIA
DHSPOSICBONES
DE D E R E C H O INTERNACIONAL PRIVADO
Sobre la problemática que incide en la familia para desarrollar una nueva con-
figuración y las consecuencias en el Derecho, sugerimos consultar: ISEMELMAJER
DE CARLUCCI, Aída, El Derecho de Familia y los nuevos paraclignzas, Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 1999.
En el mismo sentido, aunque acotado a la realidad de España, se expresa LLA-
MAS POMBO, Eugenio, Nzlevos corzJZictos del Derecho de Fanzilia, La Ley, Madrid,
2009, PS. 14-15.
DISPOSICIONES
DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
que decir último domicilio que tenían los cónyuges antes de la se-
paración o en el que vivían de consuno.
Se trata de una fórmula proveniente de la jurisprudencia que en-
cuentra su raíz en el caso " V l a ~ v " considerado
~~, un verdadero leading
case en la literatura jusprivatista internacional. En efecto, la CSJN,
hace más de cuarenta años, se pronunció en un conflicto nacido a
partir de la siguiente situación: la recurrente, Emilia Cavura de Vlasov,
demanda a su esposo, Alejandro Vlasov, por divorcio y separación de
bienes, invocando las causales de abandono voluntario y malicioso
del hogar, adulterio e injurias graves. El matrimonio se había celebrado
en Rumania en 1925 y en 1941 los cónyuges fijan su domicilio en la
Ciudad de Buenos Aires, en la que conviven hasta 1952 cuando el
demandado viaja a Europa. El señor Vlasov no regresa al país, tampoco
se comunica en forma alguna con su cónyuge hasta unos días previos
al inicio de la demanda. Ante estas circunstancias, el demandado opone
excepción de incompetencia de los tribunales argentinos para entender
en la acción incoada por su cónyuge sosteniendo que desde el año
1949 había establecido su domicilio en Génova (Italia), suplantando
el que tenía en Buenos Aires. En primera instancia se rechaza el planteo
de incompetencia y, posteriormente, la Cámara de Apelaciones le hace
lugar. Sin embargo, la CSJN expresó que son competentes para conocer
en el juicio de divorcio los jueces del último domicilio conyugal an-
terior a la separación de los esposos. Se trata del último lugar de
efectiva convivencia indiscutida de los cónyuges, sin que importe, a
los fines de la competencia, la calificación de su separación y, menos
aún, la oportunidad en que sobrevino el quebrantamiento definitivo
de la armonía conyugal. En consecuencia, ordenó revocar la decisión
recurrida entendiendo que procede la intervención de la Corte Suprema
en el caso, por aplicación del artículo 24, inciso 7", del decreto-ley
1285158 (ley 14.467).
Sobre la base de este célebre precedente, la ley 23.51522adopta la
fórmula que se recepta en este Código Civil y Comercial para regular
la jurisdicción internacional en las acciones referidas. Al definir domicilio
'L3 CNCiv., sala M, 10-12-2008, "V., N. E. c/F., N.", D. J. del 24-6-2009, p. 1741;
L. L. Online: AWJUW26466/2008. En dicho fallo se sigue el criterio del alto cuerpo
nacional que ya había sostenido que el art. 227 del Código Civil, al establecer que
las acciones de separación personal, divorcio vincular y nulidad, así como las que
versaren sobre los efectos del matrimonio, debían intentarse ante el juez del último
domicilio conyugal efectivo o ante el del domicilio del cónyuge demandado, se erigía
no sólo como regla de competencia territorial sino también de jurisdicción internacional
(CSJN, "C., C. y otros c/S., 1. M. M. y otro", Fallos: 322:1754).
Art. 2622
"no permite concluir que de ello se siga sin más que pese sobre el
interesado la carga de demostrar que la partida adjuntada al juicio se
ajusta a la ley del precitado lugar de ~elebración"~~.
Cabe observar que los fallos dictados por los tribunales argentinos
establecen el alcance que tiene la norma siendo a su vez este Derecho
el que rige las condiciones de validez de la prueba directa y de la
prueba supletoria.
l. Condiciones de validez;
Nuestro ordenamiento permitía la celebración de matrimonios a
distancia, figura incorporada con anterioridad a la vigencia de la ley
23.515, ya que somos ratificantes de la Convención sobre el consen-
timiento para el matrimonio, la edad mínima para contraer matrimonio
y el registro de los matrimonios (Nueva York, 1962)32.Recuérdese
que se trata de un convenio por el cual se reglamenta la Declaración
Universal de Derechos Humanos que modifica el Derecho interno,
siendo su aplicación obligatoria para los Estados ratificantes o adhe-
rentes. Su faz medular radica en la prestación plena y libre de con-
sentimiento por ambos contrayentes en persona; cuando se cumple la
condición puede considerarse que el matrimonio se contrae legalmente.
Para su formalización se exige que se preste debida publicidad ante
la autoridad competente y testigos.
2. Crjiterios de Pa regulación
Se adopta un criterio mutable, pues automáticamente cambia el
régimen normativo cuando el matrimonio muda el domicilio. Si existen
dudas sobre el domicilio conyugal o éste se desconoce, la norma debe
interpretase de forma sistemática, hermenéutica que conduce a aplicar
el Derecho de la última residencia conyugal. En el conflicto que se
plantea en esta materia, el juez competente aplicará su propio Derecho
Art. 2625
Ark. 2626 Divorcio y otras causales de disolución del rnatpz'molzio. lEl di-
vorcio y las otras causales de disolución del matrimonio se
rigen por el derecho del último domicilio de los'cónyimges.
2. Jurisprudencia ilustrativa
En un caso de reconocimiento de sentencia de divorcio se dispuso
que es procedente la acción interpuesta por la señora Ana Rosa Llewe-
llyn para inscribir la sentencia de disolución de vínculo matrimonial
emitida por el tribunal de un país extranjero, como nota marginal del
acta de matrimonio celebrado en la República Argentina, habiéndose
disuelto dicha unión matrimonial en Alemania el 28 de abril de 1989.
Respecto a los requisitos intrínsecos que deben observarse el tribunal
decidió: "que conforme surge de las constancias acompañadas, el trá-
mite extranjero no se opone a las normas de orden público del Derecho
UNIQN CONVIVENCIAL
8, Democratización de la famiKa
Esta norma es novedosa en la legislación argentina y responde al
criterio que preside el Código Civil y Comercial a partir de la cons-
titucionalización del Derecho Privado. Ea democratización de la familia
da lugar al "Derecho de las familias" que se traduce en brindar una
protección integral sin quedar anclados en la postura tradicional de
familia37.
38 CSJN, 16-8-2005.
39 SCJBA, 21- 12-2011, "Conde, Nélida Rita c/Caja de Retiros, Jubilaciones y Pen-
DISPOSICIONES
DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
3. La necesidad de la incorporacicíln
en d Código Civil y Comercial
Frente a este nuevo contexto se incorpora otra forma familiar que
nonnativa y jurisprudencialmente se reconocía aunque no responda al
modelo tradicional de familia basado en el matrimonio. Este concepto
amplio de familia se ha redimensionado en nuestro país a raíz de la
reforma constitucional de 1994, motivo por el cual reconocer una rea-
lidad sociológica, cultural y principalmente imbuida de nuevos enfo-
ques que surgen de los tratados de derechos humanos es imposible
l. El reconocimiento y su regulación
Si bien el Código no contiene normas relativas al reconocimiento
de decisiones, se legisla sobre el acto de reconocimiento de hijo en
el país. A tal efecto, se distinguen las condiciones a que se sujeta el
Solari; L. L. 2008-C-694; DFyP 2010 (mayo), p. 85, con nota de Karina A. Bigliardi
y Juan José De Oliveira; L. L. Online: AR/JUR/1238/2008.
52 Conf. "D., C. G. y otros c/GCBA y otros s/Amparo (art. 14, CCABA)", del
22-6-2012, expte. EX 44004/0.
53 Para profundizar sobre este concepto y las irnplicancias que se derivan, nos
remitimos al análisis que se desarrolla en tomo al art. 561 dentro del Título V referido
a la Filiacióiz.
54 JCAdm. y Trib. No 4 de la CABA, 7-4-2011, "M. del P. C. y otra c/GCBAn
(nota 42).
Art. 2635
B. El valor ponderado
Las acuciantes necesidades de la infancia en abandono han motivado
la regulación de importantes aspectos de la adopción en el plano inter-
nacional. Se incluye una norma de jurisdicción argentina exclusiva para
juzgar todo lo atinente a niños domiciliados en la República Argentina.
Las normas incorporadas se asientan en un norte cual es plasmar
el objetivo del instituto que pasa por considerar el bienestar del niño
y no el deseo de maternidadlpaternidad de las personas adultass6.
57 A-í.21: "...b) Reconocerán que la adopción en otro país puede ser considerada
como otro medio de cuidar del niño, en el caso de que éste no pueda ser colocado
en un hogar de guarda o entregado a una familia adoptiva, o no pueda ser atendido
de una manera adecuada en el país de origen; c) Velarán por que el niño que ha de
ser adoptado en otro país goce de salvaguardias y normas equivalentes a las existentes
respecto de la adopción en el país de origen; d) Adoptarán todas las medidas apropiadas
para garantizar que, en el caso de adopción en otro país, la colocación no dé lugar
a beneficios financieros indebidos para quienes participan en ella; e) Promoverán,
cuando corresponda los objetivos del presente artículo mediante la concertación de
arreglos o acuerdos bilaterales o multilaterales y se esforzarán, dentro de este marco,
por garantizar que la colocación del niño en otro país se efectúe por medio de las
autoridades u organismos competentes".
58 Art. 2' conf. ley 23.489 que aprueba la Convención sobre los Derechos del
Niño, B. O. del 16-10-90.
59 Ver www.un.org/CRC/C/15/add.35 (Concluding Observations/Comrnents).
60 Ver www.un.org/Declaración y Programa de Acción de Viena. En dicho do-
cumento se reafirma el deber de los Estados de reforzar los mecanismos y programas
nacionales e internacionales de defensa y protección de los niños abandonados, de
los que están en situación de calle, de los explotados económica y sexualmente, con .
especial inclusión de aquellos utilizados en la pornografía y la prostitución infantil.
Asimismo se subraya que el pleno y armonioso desarrollo de la personalidad del niño
exige que éste crezca en un entorno familiar.
Art. 2635
l. La coordinación de sistemas
JurMicos: un paso necesairlo
l. Recaaidos ~rilecesasiospara Ia
conversión de la adopción
La operatividad de esta norma requiere previamente el reconoci-
miento de la adopción otorgada en el extranjero, conforme a la ley
del domicilio del adoptado, que podrá ser transformada en adopción
plena si se cumplen los requisitos previstos en la normativa aplicable
por el Derecho interno de nuestro país y prestan su consentimiento
adoptante y adoptado, ya que se prevé que el juez escuche personal-
mente al pretenso adoptado y tenga en cuenta su opinión según su
edad y grado de madurez7?
2. El derecho a Ba identidad
Como pilar que obra de basamento a toda la regulación proyectada
en materia de adopción, el juez debe apreciar la conveniencia de man-
tener el vínculo jurídico con la familia de origen. Así el artículo 596
alude al derecho a conocer los orígenes, siendo novedoso que no sólo
el adoptado mayor de edad puede acceder a su expediente de adopción
sino que también podrá hacerlo un niño menor de edad. Se evidencia
que el elevado propósito de esta norma es asegurar el respeto al de-
recho a la identidad, como derecho humano fundamental y constitu-
cionalizado a partir de la reforma de 1994. En este sentido se coincide
con doctrina que suscribe que la "identidad, el ser yo mismo y no
otro, se despliega en el tiempo. Se forma en el pasado, desde el instante
.
Art 639 .Pnítcipios geizerales. Enumeración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1. Principios generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.1. El interés superior del niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.2. La autonomía progresiva del hijo conforme a sus
características psicofísicas. aptitudes y desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . 30
1.3. El derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea
tenida en cuenta según su edad y grado de madurez . . . . . . . . . . . . . . . 34
A . Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
B . La calidad de parte del niño. niña
o adolescente. El abogado del niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
.
Art 640 .Figuras legales derivadas de la respoizsabilidadpareiztal . . . . . . . . . . 40
1. Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
2. La titularidad y el ejercicio de la responsabilidad parental . . . . . . . . . . . . . . 41
3. E1 cuidado personal del hijo por los progenitores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4. La guarda otorgada por el juez a un tercero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
TITULARIDAD
id EJERCICIO DE
LA RESPONSAIBILIDAD PARENTAL
CAPÍTULO4
DEBERES
Y DERECHOS SOBRE EL CUlíDADO DE LOS HIJOS
.
Art 648 Cuidado personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
-.
DEBERES
Y DERECHOS DE LOS PROGENITORES .
O B ~ I G A C I ~DE
N ALIMENTOS
.
Ast 658 .Regla geizeral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
1. Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
2. Obligación y derecho de ambos padres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
3. Extensión hasta los 21 años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
4. La excepción a la extensión de la obligación
alimentaria hasta los 21 años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
Art .671 .
Enuineracióiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
1. Deberes de los hijos. Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
2 . Enumeración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
2.1. Deber de respeto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
2.2. Cumplir con las decisiones de los progenitores . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
2.3. Prestar colaboración y cuidado propios de la edad y desarrollo . . . . . . 216
.
Art 672 -Progenitor afin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
1. La realidad social. La familia ensamblada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
1.1. Estructura y características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
1.2. Los mandatos constitucionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
1.3, El Código recoge la orientación que
prima en el Derecho contemporáneo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
2 . La familia ensamblada se constituye a partir de una pareja,
tanto heterosexual como homosexual. El principio igualitario . . . . . . . . . . . 228
3. El funcionamiento democrático en la familia ensamblada. . . . . . . . . . . . . . . 230
3.1. Contenido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
3.2. Acciones por hechos de violencia familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.3. Intervención en los procesos judiciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4 . Significado e interpretación de la norma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.1. Denominación del cónyuge o conviviente
del progenitor del niño o adolescente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2. El lugar del progenitor afin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 . Otros temas que merecen ser debatidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.1. Dación de nombre del padre afín. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.2. Derecho Sucesorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. Deberes del progeizitor aJiit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Art 673 .
1. Interpretación de la norma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.l. Contenido de la colaboración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.2. Los padres son los principales responsables en
el cuidado y educación de los hijos . Función
complementaria de los progenitores afines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.3. La demanda social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.4. Solución en caso de desacuerdos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. La visión en el Derecho Comparado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. Otros aspectos relativos a los derechos-deberes
de los progenitores e hijos afines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.1. La designación de guardador al progenitor afín . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Atribución del cuidado del hijo de su cónyuge o
conviviente al progenitor afín, cuando se disuelve
el matrimonio o cesa la unión convivencial por
fallecimiento de la madre o el padre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A . La situación fáctica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B . Antecedente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C. En caso de divorcio o cese de la unión convivencia1 . . . . . . . . . . .
3.3. Derecho Comparado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.4. Designación de tutor al cónyuge
o conviviente del progenitor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A. Nombramiento por el progenitor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B . Tuteladativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C. Caso de guarda otorgada al progenitor afín o
delegación del ejercicio de la responsabilidad
parental al progenitor afín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
D. Funciones del progenitor afín como tutor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
E . Intervención de la persona menor de edad . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. Designación del progenitor afín como curador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 . Derecho de comunicación con el padrelmadre afín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.1. Los textos y su interpretación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.2. Derecho Comparado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262
5.3. Derecho de comunicación entre "hermanos afines" . . . . . . . . . . . . . . . 263
.
Art 674 .
Delegacióiz eiz el progenitor afiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264
1. Antecedente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264
2 . Interpretación de la norma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
2.1. Circunstancias que permiten la delegación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
2.2. Las condiciones establecidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
3. Derecho Comparado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
.
Art 676 .
Aliiizeiztos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271
1. Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2 . Interpretación de la norma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.1. Carácter subsidiario del deber alimentario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2. Cese de la obligación alimentaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. Correspondencia de la obligación alimentaria del progenitor
afín con el deber de contribución del cónyuge o conviviente . . . . . . . . . . . .
4 . La responsabilidad solidaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2. Antecedentes en nuestra legislación y doctrina interpretativa . . . . . . .
4.3. Proyectos antecedentes de la reforma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.4. Derecho Comparado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 . Protección de la vivienda familiar de niños
y adolescentes en el hogar ensamblado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.1. En caso de matrimonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.2. En caso de unión convivencia1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.3. Cónyuge o conviviente que se incorpora a la vivienda donde
vive el progenitor a cargo de los hijos de una unión anteríor . . . . . . . .
5.4. Caso en que en la vivienda sólo residen con
la pareja conyugal o convivencial los hijos
de alguno de ellos de una unión precedente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.5. Hijo afín que convivió en el hogar arrendado por
el nuevo cónyuge o conviviente del progenitor . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6 . La pensión del hijo afín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7. Reparación de los daños y perjuicios sufridos
por el hijo del cónyuge o conviviente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
~PRESENTACPÓN
DISBOSHCIÓN
~ U ADMINISTWACHÓN
DE LOS BIENES DEL HIJO MENOR DE EDAD
.
Art 680 .Hijo adolescerzte erz juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316
1. Los actos del adolescente que no necesitan autorización
de los progenitores. Consideraciones generales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316
1.1. Estar en juicio penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 317
1.2. Reconocer hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319
.
Art 682 . Coiztratos por servicios' del
hijo i?zayorde dieciséis años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
1. Limitación al contrato de prestación de servicios
o de aprendizaje de los hijos adolescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
.
Art 683 . Presuncióit de autorizacióiz
para hijo inayor de dieciseis años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
1. Autorización tácita de los padres para actos jurídicos y
contratos celebrados por adolescentes mayores de 16 años . . . . . . . . . . . . . . 329
2 . Actos que pueden realizar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331
3. Efectos de los actos realizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331
4 . Limitaciones derivadas de leyes especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 332
.
Art 685 .
Adiniizistración de los bienes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 336
1. Administración de los bienes de los hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 336
2. Principios generales de administración
de los bienes de los hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 337
2.1. La administración está a cargo de los progenitores. . . . . . . . . . . . . . . . 337
2.2. La administración es "común" de ambos progenitores . . . . . . . . . . . . . 339
3 . Fosma del ejercicio de la administración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342
3.1. Actos de administración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
3.2. Actos de disposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344
3.3. Actos meramente conservatosios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344
.
Art 489 -- Contratos prohibidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355
1. Contratos prohibidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2 . Prohibición general de contratar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. La limitación absoluta para realizar
determinados contratos con sus hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.1. La prohibición como incapacidad de derecho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Los contratos prohibidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A. Prohibición de adquirir bienes de los hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B . Prohibición de constituirse en cesionarios
de créditos, derechos o acciones en contra
de sus hijos menores de edad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C . Prohibición de realizar partición privada con su hijo
de la herencia del progenitor prefallecido. ni de la
herencia en que sean con él coherederos o colegatarios . . . . . . . . .
D. Prohibición de obligar a sus hijos
como fiadores de ellos o de terceros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
Art 690 .Coiztratos con terceros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363
1. Celebración de contratos con terceros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363
2. Deber de información al hijo que cuenta
con la edad y grado de madurez suficiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 364
.
Art 698 Utilización de las reiztas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 388
-.
.
Art 699 Extiitcióit de la titzclaridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-. 391
1. Extinción. privación. suspensión y rehabilitación de
la responsabilidad parental. Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . 392
2 . La extinción de la responsabilidad parental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 392
2.1. La muerte del progenitor o del hijo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393
2.2. Profesión del progenitor en instituto monástico . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393
2.3. Alcanzar el hijo la mayoría de edad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 394
2.4. Emancipación. excepto lo dispuesto en el artículo 644 . . . . . . . . . . . . 395
2.5. Adopción del hijo por un tercero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 397
.
Art 701 .ReZzabilitacióit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .406
1. La rehabilitación de la responsabilidad parental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 406
.
Art 703 Casos de privación o suspensión de ejercicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 417
-.
DISPOSICIONES
GENERALES
.
Art 713 .Iizlzerencia personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 461
Art .714 .Caducidad de la acción de izzclidad del inatriiizoizio
por la muerte de uizo de los cóizyuges . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 463
.
Art 715 Seizteizcia de nulidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 464
.-
CAPÍTULO3
WGLAS
DE COMPETENCIA
.
Art 718 .Uizioizes co~zviveaciales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 471
Art.719 .
Aliinentos y peizsiones compensatorias
entre cóizyuges o convivieiztes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 472
.
Art 721 . Medidas provisioizales relativas a las personas
en el divorcio y eiz la nulidad de inatriiizonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 476
1. Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 477
2. Competencia para disponer las medidas
provisionales de los artículos 721 a 723. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 478
3 . Oportunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479
4 . Medidas provisionales relativas a las personas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479
4.1. Consideraciones generales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479
4.2. Naturaleza jurídica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479
4.3. Potestad del juez (deber o facultad). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 483
4.4. Enunciación no taxativa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 483
4.5. Caracteres y recaudos de procedencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 486
.
Art 722 . Medidas provisioitales relativas a los bienes
en el divorcio y eit la itulidad de inatrimoizio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 487
1. Consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 488
2 . Naturaleza jurídica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489
3. Legitimación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490
4 . Requisitos o presupuestos para la concesión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490
5. La caducidad de las medidas cautelares y su relación con el deber
de los jueces de fijar un plazo a las cautelares relativas a los bienes . . . . . . . 492
Art .723 -Ámbito de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 494
LIBRO SEXTO
DIISPOSHCHONES
Ct[BIM['&JNE$A LOS DERECHOS
PERSONALES lil REALES
DISPOSICIONES
DE DERECHO
INTERNACIONAL PRIVADO
. Jrcrisdicción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 504
Art 2621 .
1. Interposición de acciones matrimoniales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 504
1.1. El domicilio conyugal efectivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 504
1.2. Normas de Derecho Internacional Privado convencional. . . . . . . . . . . 506
2. Fundamentos de la solución adoptada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 506
.
Art 2622 -- Derecho aplicable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
1. Regulación jurídica de las condiciones de validez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
1.1. Situaciones excluidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
1.2. Visión jurisprudencia1 de las reglas sobre la validez formal. . . . . . . . . 508
1.3. Prueba del matrimonio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 509
1.4. El instituto en el Derecho Compasado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 510
2 . Fundamentos que sustentan la regulación en la materia . . . . . . . . . . . . . . . . 510
Añt.2623 . a distancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 512
IWatrttrt~~zoitio
1. Condiciones de validez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 512
Ark . 2624 -- Efectos persorzales del inatrii~zonio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 513
1. La calificación del domicilio conyugal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 513
2 . Criterios de la regulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 513
Art.2625 -- Efectos patrinzoriiales del nzatriinorzio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 514
1. Reconocimiento de convenciones matrimoniales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 514
2 . La incorporación en el Código Civil y Comercial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 515
3 . Régimen patrimonial del matrimonio a falta de convención . . . . . . . . . . . . . 515
.
Art 2626 -Divorcio y otras causales de disoluciórz del rnatriinorzio . . . . . . . . . . 516
1. La localización de la relación jurídica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 516
2 . Jurisprudencia ilustrativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 516
.
Art 2629 -- Jurisdiccióiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 522
1. La obligación alirnentaria como derecho humano fundamental . . . . . . . . . . 522
.
Art 2630 -Derecho aplicable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
1. Principio protectorio del acreedor alirnentario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
2. El favor creditol-is como fundamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
3. Tutela judicial efectiva como principio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 525
. Jztrisdiccióiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .; . . . . . . . 526
Art 2631 .
1. Carencia de normas en el Derecho interno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 526
2. Las razones que sustentan la existencia de foros alternativos . . . . . . . . . . . . 526
2.1. Conexión domiciliaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 527
3. Principio de reconocimiento de emplazamiento filial . . . . . . . . . . . . . . . . . . 528
.
Art 2632 -Derecho aplicable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 529
1. El Derecho más favorable al reconocimiento de la filiación . . . . . . . . . . . . . 529
Art.2633 - ~ c t ode recotzocimieizto de hijo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 530
1. El reconocimiento y su regulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 530
2. Normas similares en el Derecho Comparado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 531
.
Art 2634 . Reconocirniento de einplazainiento
filial constituido eiz el extraidero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 531
1. El resguardo a los derechos del hijo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 531
2 . Principio de la voluntad procreacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 532
.
Art 2635 .
Jurisdicción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 533
1. Elvalorponderado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 533
2. Normas vigentes en Argentina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 533
3. La jurisprudencia en materia de cooperación
a aspirantes para adoptar en el extranjero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 536
4 . La relevancia de la incorporación
del instituto de adopción internacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 539
.
Art 2636 -Derecho aplicable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 539
1. Fuentes materiales. Normas similares en el Derecho Comparado. . . . . . . . . 539
. Reconocimierzto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 540
Art 2637 .
1. La coordinación de sistemasjurídicos: un paso necesario . . . . . . . . . . . . . . . 540
2. El tratamiento desde la jurisprudencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 541
Art .2638 .Conversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 542
1. Recaudos necesarios para la conversión de la adopción . . . . . . . . . . . . . . . . 542
2 . El derecho a la identidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 542
Art .2639 .
Responsabilidad pareiztal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 543
1. Localización de la responsabilidad parental. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 543
2 . Centro de vida del niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 543
Art . 2640 .Tutela e institutos similures . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 544
1. Los intereses resguardados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 544
Art .2641 .Medidas urgentes de proteccióiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 545
1. La inmediatez en la urgencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 545
.
Art 2642 .
Principios generales y cooperacióiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 547
1. La cooperación como principio y deber . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 547
2 . Relevancia de la interpretación del sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 548
3. Cuestiones de fondo en el proceso de restitución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549
LA COMPOSICIÓN Y DIAGRAMACIÓN SE REALIZO EN
RUBINZAL - CULZONI EDITORES Y SE TERMINÓ DE IMPRIMIR
EL 19 DE DICIEMBRE DE 2014 EN LOS TALLERES GRÁFICOS
DE IMPRENTA LUX S. A., H. YRIGOYEN 2463, SANTA FE