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Amparo Ambiental Paranacito

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Expte 4006/22

“DEL DÓ, Cristina Noemí c/SGPER y/o quien resulte responsable s/AMPARO (AMBIENTAL)”

Villa Paranacito, 28 de Agosto de 2022.


VISTOS:
Estos autos caratulados “DEL DÓ, Cristina Noemí c/SGPER y/o
quien resulte responsable s/AMPARO (AMBIENTAL)”, Expte.
4006/2022, traídos a despacho para dictar sentencia y de los
que;
RESULTA:
1. Que, en el registro digital del día 14.6.2022, hora
01.51, luce escrito de demanda mediante la que Cristina Noemí
DEL DO, con patrocinio letrado, promovió acción de amparo
ambiental protectorio contra el Superior Gobierno de la
Provincia de Entre Ríos persiguiendo, en relación a la obra
“Defensa contra las inundaciones (Casco urbano) - Villa
Paranacito – Dpto. Islas”, Licitación Pública Nº3/18, el
dictado de las siguientes decisiones: (a) Que la provincia
realice una Evaluación Ambiental Estratégica, (b) luego una
Evaluación de Impacto Ambiental, (c) Estudios de Impacto
Ambiental de la obra principal y sus adosadas, en forma
acumulada, (d) se ordene la suspensión de las obras hasta tanto
los estudios requeridos, con su ordenamiento territorial, no se
concreten, y se encuentre verificado el cumplimiento de los
trámites ante el área de Vías Navegables de la Nación
(Subsecretaría de Puertos Vías Navegables y Marina Mercante), y
Prefectura Naval Argentina, (e) se ordene al municipio se
abstenga de continuar dando factibilidades hidráulicas para la
ejecución de viviendas familiares a nivel del terreno natural
en el ámbito comprendido dentro del endicamiento que se está
realizando de forma privada y otras financiadas por la Nación a
través del área de Recursos Hídricos hasta que se demuestre,
mediante los estudios mencionados, que no existen ciertos
riesgos, y (f) se informe a determinadas áreas Nacionales de la
demanda.
Allí la actora alude al derecho de fondo, y declara la
necesidad de la protección de sus derechos socio ambientales y
la tutela colectiva ambiental sobre la localidad de Villa
Paranacito, la que -asevera- que quedará irremediable y
gravemente afectada con estos trabajos.
Solicita se apliquen los arts. 41 y 43 de la CN, las
declaraciones, pactos y convenciones internacionales
ratificados por la República Argentina y con jerarquía
constitucional, la Ley General del Ambiente Nº 25.675, los
arts. 22 y 56 de la Constitución de la Provincia de Entre Ríos,
los Decretos 4977/2009 y 3498/2016 de la Provincia de Entre
Ríos, y el Acuerdo Escazú, y se ordene el reajuste del Proyecto
sobre determinadas bases socio-ambientales que surjan de los
estudios que dice se encuentran faltantes, cuya provisión está
en cabeza de la Provincia de Entre Ríos, desde los Ministerios
de Planeamiento, Infraestructura y Servicios del cual depende
la Dirección General de Hidráulica, y Ministerio de Producción,
Turismo y Desarrollo Económico, del cual depende la Secretaría
de Ambiente.
Apunta en relación a su legitimación activa y refiere haber
realizado consultas, pedidos de informes y mantenido reuniones
con funcionarios.
Dice que su travesía administrativa comenzó con una nota
ante el Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios
el día 9/2/2022 y culminó con su respuesta mediante Carta
Documento al Director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de
Planeamiento, Infraestructura y Servicios de la Provincia el
día 06/06/2022, la cual fue rechazada por el destinatario, con
lo que dio por finalizadas las instancias administrativas.
Cita el art.8 del Acuerdo Escazú y, en referencia a la
legitimación pasiva, dice que la Provincia de Entre Ríos es la
demandada, y refiere a que ha intervenido el Ministerio de
Planeamiento, Infraestructura y Servicios, y el de Producción,
Turismo y Desarrollo Económico a través de la Dirección General
de Hidráulica y de la Secretaría de Ambiente, respectivamente.
Apunta a ciertos fundamentos de procedencia de la acción,
dice que la inicia contra el Superior Gobierno de la Provincia
de Entre Ríos por los daños que su accionar y sus omisiones en
el control podrían generar en los ecosistemas de humedales, en
bienes patrimoniales, y en vidas humanas.
Alude al carácter preventivo de la acción interpuesta,
explicita que su objetivo es evitar se produzcan daños que no
fueron analizados con un debido estudio por parte de las
autoridades, ante un posible inadecuado mantenimiento de la
obra, frente a defectos en sus aspectos técnicos y
constructivos, y a consecuencia de un eventual colapso de la
defensa por una inundación, y proteger los derechos ambientales
invocados como derivación de los estudios a realizar y las
modificaciones en las obras.
Pormenoriza lo que denomina factores determinantes del
amparo, sus antecedentes personales, motivaciones y causas que
la llevan a demandar.
Asevera que solicitó información ambiental al Ministro
Provincial responsable de la obra y que recibió información
parcial e incompleta y el reconocimiento oficial de la falta de
un Estudio de Impacto Ambiental y que no están identificados
los responsables técnicos directos de las obras que se están
realizando en coordinación con la principal.
Realiza lo que denomina una introducción no procesal al
problema y, en ese marco, recuerda que, a principios del año
2020, sin previo aviso, se comenzó a rellenar la Avda. Entre
Ríos, para darle mayor cota, y se dejó a un nivel más bajo las
viviendas frentistas y un amplio sector del ejido urbano, y a
eso se le sumó un murallón de hormigón en medio de la Avenida.
Piensa que la conclusión de la obra de por si es un
encerramiento forzado de todos los habitantes comprendidos en
el sistema terraplenes/murallón, que les provoca una afectación
moral, espiritual y de la calidad de vida que esta situación
conlleva.
Describe la obra como un volumen inarticulado, prácticamente
ciego, monótono, de gran pesadez, desequilibrado con el medio
circundante, que afecta al paisaje de la zona, y degrada en
sentido arquitectónico urbanístico, afeando la suma plástica
del conjunto de edificaciones existentes y el medio natural.
Señala que el murallón ostenta perfiles propios del daño
cierto, actual y futuro que se provocarán por un mal manejo del
sistema de ataguías, o la falta de mantenimiento del grupo
electrógeno para las bombas de pluviales.
Expresa que un municipio que no puede mantener un equipo
vial, con espaldas presupuestarias y logísticas menguadas
tendrá a su cargo el mantenimiento de un endicamiento
gigantesco y bombas gigantes, y compuertas que deben funcionar,
y que en la cultura municipal no hay entrenamientos de frentes
de contingencia en emergencia.
Advierte sobre ciertos riesgos y daños que - a su entender -
se producirían cuando estén instaladas las ataguías y se cierre
completamente la circulación vehicular y peatonal para los que
queden dentro de la defensa, en caso de ingreso de una masa de
agua violenta, a lo que -dice- debe agregarse posibles fallas
por falta de mantenimiento de los terraplenes y ataguías.
Dice que los datos sobre el Cambio Climático alertan que
todo ha cambiado en cuanto a niveles, intensidad y duración de
las lluvias, y que el paisaje, como componente del ambiente,
debe ser preservado, lo que no se ha tomado en cuenta al
planificar la obra.
Revela que pudo averiguar que la obra se llama “Defensa
contra inundaciones (Casco Urbano) – Villa Paranacito – Dpto.
Islas del Ibicuy” y fue adjudicada por la Dirección General de
Hidráulica de la provincia de Entre Ríos mediante la Licitación
Pública Nº 3/18.
Alude que peticionó a la Provincia, el Colegio Profesional
competente, y autoridades nacionales, y que existen diferencias
entre lo licitado y lo que está en ejecución, por cuanto
-asevera- cambiaron la obra a medida que avanzaba en forma
inconsulta y arbitraria, se cambió el paisaje urbano, el
régimen hidráulico del río Paranacito y donde está en juego la
vida de las personas.
Asegura que no existe una Evaluación Ambiental Estratégica,
y tampoco un ordenamiento del territorio, que son las
precondiciones para determinar un enclave de nuevas obras
sujetas a evaluaciones de impacto.
Agrega que si la provincia hubiera hecho el Estudio de
Impacto Ambiental de acuerdo a lo normado y exigido por la Ley
General del Ambiente, la obra tal cual se está realizando no se
hubiera podido hacer.
Sostiene que se tiene que iniciar un Estudio de Impacto
Ambiental y su correspondiente Evaluación de Impacto Ambiental
de las obras en curso y de las obras a terminar determinando
los impactos negativos producidos, sus correspondientes medidas
de mitigación y/o corrección, determinar sí existen riesgos
ciertos de vida y evaluar si el sistema de defensa se
comportará de acuerdo a lo previsto, si el sistema de bombeo es
adecuado o no, si va a funcionar o no, y finalmente poner a
discusión toda esta obra mediante la participación ciudadana.
Imputa un accionar ilegal a la Dirección de Hidráulica
(Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios) y a
la Secretaría de Ambiente de la Provincia (autoridad de
aplicación en materia ambiental y dependiente del Ministerio
Producción, Turismo y Desarrollo Económico) respecto de la obra
nominada: “Defensa contra las inundaciones (Casco urbano) -
Villa Paranacito – Dpto. Islas”, por haberla iniciado sin un
proyecto de obra, con una verificación técnicamente inadecuada,
y no aplicable al caso respecto de los terraplenes proyectados
y ejecutados, y por haber ocultado información y datos de la
Obra en la Carta de Presentación de la obra “DEFENSA CONTRA
INUNDACIONES DE LA LOCALIDAD DE VILLA PARANACITO – DEPARTAMENTO
ISLAS DEL IBICUY ENTRE RIOS” que finalmente no se hizo y se la
cambió por “Defensa contra las inundaciones (Casco urbano) -
Villa Paranacito – Dpto. Islas”, y, achaca al Superior Gobierno
de la Provincia de Entre Ríos no haber ejercido sus funciones
de garante de la protección ambiental, de conformidad con lo
normado por el art. 85 de la Constitución Provincial y Decretos
4977/09 y 3498/16.
Asegura que el proyecto no fue categorizado correctamente y,
por ello, no presentó Estudio de Impacto Ambiental de ningún
componente de la obra, y no brindó completo acceso a la
información pública ambiental cuando le fue requerido por nota
de fecha 9/2/2022.
Califica esa actuación como ilegal, constitutiva de lesiones
a derechos ambientales y calidad de vida de la población, y de
amenazas por riesgo real e inminente para la conservación y
protección del ambiente, la vida, la salud y calidad de vida de
la población de Villa Paranacito, y explica que existe riesgo
cierto de pérdida de vidas humanas ante una inundación como la
ocurrida en 1983, lo que ha sido -incluso- reconocido por la
Dirección de Hidráulica al aprobar el Plan de Acción Durante
Emergencias; y, además, destrucción total del sistema de
humedales.
Refiere a la inexistencia de vías idóneas alternativas al
amparo, su procedencia formal, declara bajo juramento que no ha
promovido ni se encuentra pendiente de resolución otra acción o
recurso sobre estos hechos.
Recuerda que el proyecto de defensa se inicia en 2016 con
una Carta de Presentación que realiza la Dirección de
Hidráulica ante la Secretaría de Ambiente.
Dice que el día 14/09/2017 la Dirección de Control y
Fiscalización de la Secretaría de Ambiente de la Provincia
dicta la Resolución Nº 73 S.A., en la que le asigna a la Obra
“Defensa contra inundaciones”, en forma ilegal, Categoría 1
“Actividad de Bajo Impacto Ambiental”, y así la exime de
presentar Estudio de Impacto Ambiental, lo que resulta
contrario al Decreto 4977/09 según el que correspondía la
Categoría 3, para la que el Estudio de Impacto Ambiental es
obligatorio.
Explica que al haberse así categorizado la obra la instancia
de participación ciudadana dejó de tener sentido, por cuando la
misma debió tener lugar en la instancia Evaluación del Estudio
Ambiental y, en cambio, se puso a disposición de la ciudadanía
un documento de Autoridad Competente (Secretaría de Ambiente)
que dice que resulta de bajo impacto ambiental la obra y además
ya se le dio Aptitud Ambiental.
Niega que en los primeros días de octubre de 2017 se haya
llevado a cabo un procedimiento de participación ciudadana.
Dice que el 18/04/2018 el Honorable Concejo Deliberante de
Villa Paranacito sancionó la Ordenanza Nº 04/2018 mediante la
cual autorizó al Ejecutivo Municipal a suscribir, con el
Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de la
provincia de Entre Ríos, un convenio para la ejecución de la
obra “DEFENSA CONTRA INUNDACIONES - LOCALIDAD DE VILLA
PARANACITO – DPTO. ISLAS DE IBICUY ENTRE RÍOS”; y agrega que
ocho días después la Dirección General de Hidráulica dictó la
Resolución Nº 13 DH aprobando la documentación de la obra
“DEFENSA CONTRA INUNDACIONES (CASCO URBANO) - VILLA PARANACITO
– DTO. ISLAS DE IBICUY”, cambiándole no solo el nombre a la
obra, sino también el alcance, la altura de los muros, la
finalidad y la ubicación de las obras de tablestacado.
Refiere que el día 09/02/2022 solicitó información ambiental
de la obra “Defensa contra las inundaciones (Casco urbano) -
Villa Paranacito – Dpto. Islas” al Ministerio de Planeamiento,
Infraestructura y Servicios, con la que se formó el Expediente
Nº 2617619; a la Secretaría de Ambiente, la que no ha dado
respuesta a la nota ni a las cartas documento; y el día
12/2/2022 a la Dirección General de Hidráulica, que contestó
mediante Nota 16/2022 de fecha 15/03/2022, que la obra se
ejecutó sin un Estudio de Impacto Ambiental previo porque la
Secretaría de Ambiente determinó que no era necesario, y
adjuntó en forma digital una serie de documentos, que enumera,
y agrega que la respuesta es incompleta porque no se entregó la
documental que menciona.
Entiende que no hicieron el Estudio de Impacto Ambiental que
exige la Ley General del Ambiente y el Decreto 4977/2009 de la
Provincia, sino que iniciaron la obra sin saber qué, cuánto y
cómo la iban a construir, con un presupuesto de 250 millones y
ya van por 1050 millones.
Sostiene que la Secretaría de Ambiente retuvo el Expediente
Nº 1883243, originado por la Carta de Presentación de la obra
“Defensa contra inundaciones de la localidad de Villa
Paranacito – Departamento Islas del Ibicuy Entre Ríos”, en el
que supuestamente se encuentran los informes técnicos y
jurídicos que concluyeron que la obra no requería de un Estudio
de Impacto Ambiental.
Agrega que el día 14/4/2022, por correo electrónico,
solicitó a la Secretaría de Ambiente y a la Coordinación
Ambiente Costa del Uruguay vista del expediente Nº 1883243, a
lo que no tuvo respuesta positiva.
Insiste que, sin evaluación técnica de la Secretaría de
Ambiente, se calificó la obra y se le otorgó su certificado de
Aptitud Ambiental.
Señala que el expediente Nº 1883243 no tiene informe técnico
necesario para el dictado de la Resolución Nº 73 SA, dado que
se otorgó el Certificado de Aptitud Ambiental para otra obra
distinta.
Realiza consideraciones relacionadas con la documentación
aportada por la Dirección General de Hidráulica de la Provincia
de Entre Ríos (Carta de Presentación; Omisiones y carencias en
el control de cambios en la obra; sus consecuencias; la planta
depuradora de líquidos cloacales; el complejo cerro poblacional
II; la categorización), y expresa que mientras la Carta de
Presentación no hizo referencia a riesgos, la Resolución que la
aprueba dice que lo hace, y que en definitiva no reúne los
requisitos exigidos por el Decreto 4977/09 GOB.
Asegura que la Carta de Presentación tendría que haberse
presentado con su Estudio de Impacto Ambiental, más otro por
cada obra porque ésta refería a un conjunto de obras que tienen
asignados estándares 2 y 3 y, además, en razón que el colapso o
mal funcionamiento de la defensa podría implicar pérdida de
vidas humanas.
Insiste con que no es cierto que, como se dice en el tercer
párrafo de los considerados, le corresponda una Categoría con
valor 1 “Actividad de Bajo Impacto Ambiental”, porque ello está
en desapego con el decreto 4977/09, y que tampoco es cierto que
reúna los contenidos generales de acuerdo con lo dispuesto por
la Ley General del Ambiente 25.675, sobre lo que se explaya.
Menciona que la Secretaría de Ambiente está en conocimiento
de las irregularidades del expediente administrativo, y
permitió el desconocimiento y avasallamiento del ambiente y
para con la ciudadanía por parte de la Dirección de Hidráulica,
en su carácter de proponente de la obra.
Entiende que las autoridades de la Provincia actuaron de
manera ilegal en la categorización de la obra y omitieron
realizar todo tipo de control y no impusieron sanción ante las
irregularidades que conocían, y hace hincapié en la necesidad
de aplicar los principios in dubio por natura e in dubio pro
aqua, en base a los cuales en fecha 20/05/2022 envió carta
documento a la Secretaría de Ambiente solicitándole paralice la
obra hasta que regularice los incumplimientos ambientales.
Destaca que el art.13 del Decreto 4977/09 es claro, y agrega
que al categorizar erróneamente la actividad como Categoría 1
bastó con la sola presentación de la Carta de Presentación para
emitir Certificado de Aptitud Ambiental y que la obra comience
a ejecutarse, lo que fue contrario al Decreto 4977/09 que
indica la categoría 3 y que se le debía requerir el
correspondiente Estudio de Impacto Ambiental, cuyos contenidos
mínimos están señalados en el anexo 3 del mismo Decreto
4977/09.
Agrega que, como los Certificados de Aptitud Ambiental
tienen una vigencia de dos años, el correspondiente a la obra
en ejecución venció el 14/09/2019, tal como lo indica el
Certificado de Aptitud Ambiental otorgado mediante Resolución
73 del 14/09/2017.
Sostiene que, por el art. 60 del Decreto 4977/09 GOB la
sanción por tener el certificado vencido es la suspensión de la
obra.
Añade que la Secretaría de Ambiente en la misma Resolución
73 del 14 de septiembre de 2017 delegó la realización de una
instancia de participación ciudadana, que no fue llevada a cabo
según los estándares legales.
Menciona que el art. 57 del Decreto 4977/09 establece que la
Secretaría de Ambiente, como autoridad de aplicación, debe
llevar a adelante un procedimiento de participación ciudadana
durante el proceso de Evaluación de los Estudios de Impacto
Ambiental, lo relaciona con lo que disponen los arts. 20 y 21
de la Ley General del Ambiente.
Cuestiona que la Secretaría de Ambiente haya delegado en la
Municipalidad de Villa Paranacito (proponente) la instancia de
participación ciudadana que, asegura, no se llevó a cabo, y
menciona que se devolvió el libro de actas sin ninguna
participación, sin que diga nada de reuniones explicativas o de
la convocatoria para la presentación de la obra por parte de la
Dirección Gral. de Hidráulica.
Entiende que solo se habría informado a la comunidad por
medios inidóneos, y que habría estado a disposición la Carta de
Presentación y el libro de actas.
Califica de grave que la Carta de Presentación y el
“anteproyecto” que se habría puesto a disposición no sea de la
obra que está ejecutándose, sino, aparentemente, una que
prevenía repuntes, mientras que está construyéndose otra, con
la que se pretende que no se inunde más en el sector endicado.
Acusa a las autoridades provinciales y municipales de
convencer a la ciudadanía, con imprudente ignorancia fruto de
la falta de un adecuado Estudio de Impacto Ambiental, que el
sector comprendido por el terraplén-murallón no se inunda más,
lo que contradice el Plan de Acción Durante Emergencias, y la
gente está construyendo a nivel del suelo.
Ilustra con fotografías que dan cuenta de la construcción
por parte del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de
la Nación de un plan de cincuenta viviendas sin prevenciones
típicas de un territorio con inundaciones cíclicas, que dice
provendrá por deficiencia del proyecto principal, lo que
anotició al mentado Ministerio sin obtener respuesta.
Sostiene que la obra se licitó sin planos, sin ningún
elemento que permitiera visualizar las obras, que todo quedó a
definir en las distintas etapas de proyectos a presentar por la
Contratista.
Analiza el art. 1º de la Resolución Nº 13 DH del 26/04/2018
y concluye que la obra corresponde a la ejecución de un
“Anteproyecto o Proyecto Licitatorio”, y eso vulnera la propia
Ley de Obras Públicas Nº 6351.
Alude a la imposibilidad de ofertar en una licitación sin un
proyecto, y dice que esta obra se inició con un presupuesto a
marzo de 2018 de 251.601.806,22 y al 23/05/2022, con un 67,48%
de avance físico de obra y un 54,38% de Avance Financiero tiene
un costo estimado de 1.050 millones, y concluye que de haberse
iniciado las obras con un proyecto terminado y el Estudio de
Impacto Ambiental esas alteraciones seguramente no se habrían
producido.
Efectúa consideraciones en torno a las compuertas stop log o
ataguías y asegura que no respetan lo exigido en el Pliego de
Especificaciones Técnicas Particulares de la obra, y señala lo
que considera una diferencia entre lo previsto en el art.20 del
Pliego de Especificaciones Técnicas Particulares y la Memoria
de Diseño Industrial Estructural Muro y Compuertas Defensa en
Avda. Entre Ríos, en lo que hace a cambio de materiales en las
ataguías y las recatas.
Añade que del análisis del Pliego de Especificaciones
Técnicas Particulares y de la Memoria de Diseño Estructural
Muro y Compuertas Defensa en Avda. Entre Ríos surge que falta
el dimensionado de distintas compuertas, debido a que
inicialmente se previó la realización de cinco cierres
previstos en la memoria y estarían faltando los otros tres que
se mencionan y están dejando los vanos.
Explica que ello revela que se está improvisando y que el
incremento de compuertas repercute en los operativos de cierre
ante eventuales inundaciones, y que en el cálculo no se
consideraron los esfuerzos adicionales provocados por el oleaje
y el golpe continuado de las olas durante meses, lo que en su
criterio pone en duda el propio sistema de ataguías, y trae un
video en el que se ejemplifica cómo van a golpear las olas
contra las ataguías y el murallón, y concluye que en un Estudio
de Impacto Ambiental las circunstancias que apunta se hubieran
analizado, y considera importante que en el Estudio de Impacto
Ambiental que se solicite se demuestre la conveniencia en
utilizar un sistema de ataguías en lugar de uno de compuertas
de un solo cuerpo.
Refiere a eventuales condiciones de almacenamiento de las
ataguías, a cómo se deberían preservar, y a que de la
documentación presentada nada surge al respecto.
Considera de importancia la realización de un Estudio de
Impacto Ambiental completo, que resuma no solo la viabilidad
técnica sino también la operacional.
Manifiesta incertidumbre en torno a sí los proyectos fueron
ejecutados por profesionales competentes y debidamente
habilitados para ejercer la profesión (Ingenieros Civiles e
Hidráulicos) en Entre Ríos, y manifiesta que el Ing. Julio
GARCÍA ARROYO -que participó en la revisión de ciertos informes
finales cuando estaba a cargo del Departamento Construcciones
de la Dirección de Hidráulica- no figura como matriculado en el
Padrón de Matriculados del Colegio de Profesionales de la
Ingeniería Civil de Entre Ríos, cuando de acuerdo al art.3 de
la ley 8802, está obligado a matricularse.
Indica que mandó carta documento al Colegio de Profesionales
de la Ingeniería Civil de Entre Ríos para indagar sobre el
particular, pero que no le respondieron.
Explica detalladamente porqué se deben adoptar hipótesis de
calibración de modelo matemático distintas a las utilizadas en
la Modelización Hidrodinámica Bidimensional que presentó la
empresa contratista, por lo que considera que se debe realizar
una nueva que incorpore intervenciones omitidas (señaladas en
la carta de presentación y diques existentes en la zona a
modelar) y evaluar impacto negativo que producirá el
endicamiento.
Revela que el cerro poblacional queda fuera del terraplén de
defensa, cuando debería estar comprendido por el mismo de
acuerdo al Pliego de Especificaciones Técnicas Particulares, lo
que -dice- no hubiera sucedido si se hubiera realizado el
Estudio de Impacto con el proyecto de obra terminado.
Señala que la determinación de la cota de coronamiento se
puso en cabeza del Municipio, vecinos y la Dirección General de
Hidráulica cuando según el pliego se había previsto se
definiera de otra manera, y agrega que jamás existió consulta a
vecinos, y que -en definitiva- la estableció un profesional no
identificado de forma arbitraria sin estudio técnico
científico, cuyo resultado debió ser puesto a consideración de
la ciudadanía, y añade que desde su negocio aprecia que los
terraplenes no tienen la pendiente prevista, de 1 metro en 4
metros.
Concluye que, al fijarse la cota de coronamiento de la
defensa igual a la del cerro poblacional existente (de 5,0 m
IGN, supuestamente), no se cumple con lo exigido en el Pliego
de Especificaciones Técnicas Particulares, según el cual se
establece un terraplén de cierre de toda la localidad, es
decir, también para el cerro poblacional, que no se incluye al
haberse fijado la misma cota de coronamiento.
Impugna, con cita de distintas obras científicas, la cota
del terraplén de 5 metros y concluye que, en una inundación
como la de 1983, el terraplén será rebasado si corre viento, y
podría implicar su colapso, lo que ilustra con una figura.
Realiza un análisis del funcionamiento de la estación de
bombeo de pluviales, de la memoria técnica, hidrología interna
de la ciudad, y refiere -según motivos que explica- que la
estación elevadora no funcionará de acuerdo a lo previsto.
Suma a lo dicho que en la memoria técnica, para la
determinación de las tormentas de diseño, se tomaron como
referencia los datos del pluviógrafo de Concordia, cuando la
dirección de Hidráulica, en el documento citado indica que se
debe tomar para Villa Paranacito los datos del pluviógrafo de
Concepción del Uruguay, por lo que se deberían rehacer los
cálculos de tormentas de diseño.
Advierte que, como para una recurrencia de 100 años las
precipitaciones de diseño serán por lo menos de 180 mm en un
día, el bombeo proyectado resulta insuficiente, incluso sin
considerar los mayores caudales para una recurrencia de 100
años y un margen de error por causa del cambio climáticos.
Argumenta que las construcciones avanzarán y los reservorios
y la laguna se reducirán, por lo que ante una tormenta
importante se inundará por falta de capacidad de las bombas, y
pronostica que en 30 años esos reservorios no van a existir,
teniendo en cuenta que no se ha diseñado un plan de
mantenimiento de la defensa e instalaciones, para lo que
-también- dice se debería evaluar si la Municipalidad de Villa
Paranacito tiene capacidad técnica-económica para mantener el
sistema.
Ubica dónde se están realizando las obras de tablestacado, y
dice que no son los lugares indicados en la Carta de
Presentación, ni en la Memoria del Tablestacado ni en el
informe de Estudios Geotécnicos, y agrega que invaden el río
Paranacito en más de tres metros, por lo que, al cambiar la
línea de ribera, alterará el régimen hidráulico de sus aguas y
constituye una obra de alto impacto ambiental porque altera el
paisaje urbano, la navegación y el régimen hidráulico del río
Paranacito.
Dice que es claro el apartamiento a lo presentado en la
Carta de Presentación, a la Memoria de Cálculo del Tablestacado
y al informe de Estudios Geotécnicos.
Indica que de modo previo a la ejecución del tablestacado se
debería haber presentado ante la Subsecretaría de Puertos, Vías
Navegables y Marina Mercante el correspondiente permiso para
ejecutar la obra, acompañando la documentación requerida en la
Disposición Nº 161/08.
Relata que envió carta documento a la Prefectura Villa
Paranacito, y que ninguna intervención ha tomado dicha
repartición, y que lo propio hizo con la Subsecretaría de
Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, a la que solicitó
información sobre los Estudios de Impacto Ambiental e
Hidráulicos disponibles.
Considera incompleto el Plan de Acción Durante Emergencia
(PADE) entregado por la Dirección Provincial de Hidráulica, y
dice que se lo está haciendo sobre la base de otro que
corresponde a otra localidad, y está sin terminar, y considera
que debería haberse realizado antes del Estudio de Impacto
Ambiental, mas cuando el propio Pliego de Bases y Condiciones
Particulares admite que el PADE debe contemplar las acciones
ante una crecida que supere la cota de coronamiento de la
defensa.
Argumenta que no existe Ordenanza de la Municipalidad de
Villa Paranacito que establezca los criterios de Bandas de
Riesgo, y que la ley 9008 de Uso del Suelo tampoco se refiere a
los mismos, mientras que las Especificaciones Técnicas
Particulares establece que el PADE y el Plan de Contingencias
deberían haberse desarrollado de acuerdo a esos parámetros.
Destaca que la misma Dirección de Hidráulica, en el PADE,
prevé que puede haber una crecida que supere la cota de
coronamiento, y dice que si ello ocurre se romperá el terraplén
y la violencia del agua provocará daños irreparables, lo que
debió analizarse en la etapa del Estudio de Impacto Ambiental.
Puntualiza incumplimientos a las Especificaciones Técnicas
Particulares en la elaboración del PADE y del Plan de
Contingencias, e interpreta que el PADE reconoce que la obra es
un riesgo potencial para la vida de las personas que habiten
dentro del área comprendida por la defensa.
Entiende que la Dirección General de Hidráulica es quien
debería revisar, actualizar y probar anualmente el PADE, no la
Municipalidad -que, dice, no cuenta con recursos humanos ni
económicos- como se prevé, y además, agrega, ya hace más de un
año desde la aprobación y no lo ha revisado, actualizado, ni
probado.
Analiza determinados párrafos del PADE y dice que no
entiende porqué se están haciendo viviendas a nivel del suelo
ya que ante un colapso, que es una contingencia para el PADE,
se destruirán, que está incompleto, y que no se ha puesto a
disposición del público.
Destaca ciertas lagunas del PADE, y que el mismo -al
contemplar que uno de los escenarios para la alerta roja se
produce con lluvia intensa y prolongada con río crecido- asume
que la memoria técnica – hidrología interna de la ciudad y
estación de bombeo está mal, es decir, presume que el bombeo
calculado no va a funcionar, lo que, dice, no fue dado a
conocer; y analiza lo que tal documento establece para fallas
de la defensa.
Sostiene que en Villa Paranacito no existe Defensa Civil, y
el PADE la refiere y asigna funciones, y considera que los
empleados de lo que sería Defensa Casco Urbano, frente a una
emergencia, no pueden tener responsabilidades a su cargo cuando
ellos mismos tienen que autoconvocarse, con lo que dejarían a
la población en peligro.
Relata que el PADE pone como instituciones a notificar en
caso de crecidas ordinarias a algunas que no tienen
jurisdicción, lo que se debería revisar en un Estudio de
Impacto Ambiental.
Cuestiona que no existan normas de operación y mantenimiento
para la defensa casco urbano, y argumenta que su dictado no
puede ser posterior a un Estudio de Impacto Ambiental, y
destaca que no se dice hacia dónde se debe evacuar.
Vuelve a las ataguías y reitera que deberían ser de acero
inoxidable según el pliego de Especificaciones Técnicas, y
cuestiona que el PADE no diga quien debe decidir ponerlas, y
que no se considere la no colocación o mal funcionamiento de
las recatas.
Añade que observa que el riesgo a la vida es evidente y de
alta probabilidad ante inundaciones extraordinarias, y explica
que el PADE se hizo porque la obra es capaz de afectar la vida
de las personas, no solo su calidad de vida.
Entiende imperativo, por ello, la realización por parte de
la Dirección de Hidráulica de un Estudio de Impacto Ambiental
de la obra principal y sus adosadas en forma acumulada y de su
correspondiente Evaluación de Impacto Ambiental por parte de la
Autoridad de Aplicación.
Asevera que la Planta Potabilizadora se amplió duplicando su
capacidad actual existente sin un Estudio de Impacto Ambiental
previo, no está habilitada y se proyectó y construyó a nivel
del terreno natural, y que las bombas e instalaciones
electromecánicas, al estar a nivel del terreno natural, si se
inunda el sector, se quemarán y el pueblo entero se quedará sin
servicio de agua potable.
Resalta que el PADE no contempló que a la inundación se le
sumará la falta de agua potable, generándose así un problema
sanitario.
Considera que el Estudio de Impacto Ambiental de la
ampliación de la obra de la planta potabilizadora es exigible
por el Decreto 4977/09, Anexo 6, en razón que la obra tiene
asignado Código 4100.2, estándar 2, y -sostiene-- se realizó
sin el mismo.
Dice que el Plan de Contingencias no está terminado, sino en
su primera etapa de elaboración, por lo que deberá rehacerse en
el caso que se haga el Estudio de Impacto Ambiental de cada
obra y uno acumulativo.
Indica que el Director de Hidráulica, mediante Resolución 22
DH, aprobó -sin la necesaria intervención de la Dirección de
Defensa Civil- el Plan de Acción Durante Emergencia y el Plan
de Contingencia, documentos que no estaban concluidos y sin
participación de la Dirección de Defensa Civil, y en forma
contraria al Pliego de Especificaciones Técnicas Particulares
de la obra que dispone que, para aprobarlos, la obra debe estar
concluida.
Entiende que la Dirección de Defensa Civil es la competente
para pronunciarse al respecto, ya que ella es la que deberá
coordinar acciones.
Califica de falsa ciertas expresión del Ing. Julio García
Arroyo contenida en el informe técnico de fecha 22/7/2018, y
reitera que no hubo consulta activa a la población en general.
Atiende la Ordenanza 4/2018 del HCD de la Municipalidad de
Villa Paranacito, a través de la que el HCD autorizó al
Departamento Ejecutivo Municipal a suscribir con el Ministerio
de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de la Provincia de
Entre Ríos, un “CONVENIO DE EJECUCIÓN DE OBRA” para la
ejecución de la obra: “DEFENSA DE LAS INUNDACIONES – LOCALIDAD
DE VILLA PARANACITO – DPTO. ISLAS DE IBICUY”, y dice que la
Dirección de Hidráulica cambió el nombre de la obra al dictar
la Resolución 13 DH – Expte Único 2.109.830/18 por el de
“DEFENSA CONTRA INUNDACIONES (CASCO URBANO) – VILLA PARANACITO
– DPTO. ISLAS DEL IBICUY”, y sostiene que se trata de dos obras
distintas y que su ejecución por parte de la Dirección de
Hidráulica no es la descripta en la Carta de Presentación, ni
la del convenio del Honorable Consejo Deliberante de Villa
Paranacito.
Admite que la obra podrá generar beneficios o plusvalía por
futura urbanización dentro del endicamiento, pero piensa que
será para unos pocos privados que podrán hacer desarrollos
inmobiliarios, y no para un sector urbano, por lo que
-entiende- que la ordenanza oculta beneficiarios y deja abierta
la posibilidad que todos sean perjudicados por el impacto que
el mantenimiento de la obra tenga en las tasas municipales.
Cuestiona cierto Considerando de la Ordenanza que sostiene
que la obra implicará la recuperación de tierras municipales
improductivas, y alude a que se trata de un territorio de
humedales, protegidos por la Constitución Provincial.
Advierte que la Cláusula 5º del Convenio de Ejecución de
Obra que figura como Anexo I de la Ordenanza Nº4/18 HCD MVP se
la hicieron firmar al municipio, que la Municipalidad la firmó
a ciegas, ya que al asumir el compromiso de mantener y
conservar la obra una vez aprobada la recepción definitiva de
los trabajos no sabía cuánto le va a costar y si la puede
afrontar.
Considera que si una defensa como la que se está haciendo no
se mantiene adecuadamente se transforma en una trampa, y
destaca que se le está imponiendo a la totalidad de la
población la asunción de costos de mantenimiento de una defensa
que servirá para no más del 30% de los que pagan impuestos.
Informa que, como la obra está financiada por Nación, y como
la Subsecretaría de Obras Hidráulicas de la Secretaría de
Infraestructura y Política es el área que tiene a su cargo el
control del cumplimiento del acuerdo y la transferencia de los
fondos para la obra, le envió carta documento en fecha
20/05/2022 a fin de ponerlos en conocimiento de las enviadas a
Reparticiones Nacionales, Ministerios y Secretarías
Provinciales, donde los ponía en conocimiento de los riesgos
que implica la obra, la falta de los Estudios de Impacto
Ambiental, la alteración de la línea de ribera, el aumento
desmedido del costo inicial de la obra, la falta de firma de
los documentos técnicos de la obra, la afectación permanente
que sufrirá Villa Paranacito por las obras en curso, la nula
participación comunitaria en una obra que cambia el futuro y
fisonomía de nuestra localidad, la desvalorización fenomenal de
propiedades y comercios, por efectos de los que tienen por
frente un murallón de hormigón o un terraplén, y les solicitó
coordinen acciones y crucen la información necesaria de manera
proactiva, para evitar daños sociales, económicos y ambientales
irreparables.
Fundó en derecho, citó jurisprudencia, ofreció prueba,
realizó reserva del caso federal, expuso ciertas conclusiones,
y peticionó.
2. Que, mediante auto resolutorio de fecha 8.7.2022, luego
de ciertas cuestiones referentes a la competencia en razón del
fuero, se le dio trámite a la acción de amparo ambiental de
incidencia colectiva, se ordenó librar el Mandamiento y la
Cédula de estilo a la accionada y a la Fiscalía de Estado de la
Provincia de Entre Ríos a fin de dar traslado electrónico de la
acción y de la petición de medidas cautelares, se adoptaron
medidas para realizar la registración del proceso en el
Registro respectivo, y su publicidad, y se requirió de la
demandada la remisión de ciertos expedientes administrativos.
3. Que en fecha 13.7.2022 se presentaron los doctores Julio
Cesar RODRÍGUEZ SIGNES y Sebastián Miguel TRINADORI, en el
carácter de Fiscal de Estado y de Fiscal de Estado Adjunto de
la Fiscalía de Estado de la Provincia de Entre Ríos,
contestaron el traslado conferido del pedido de medidas
cautelares y solicitaron prórroga del plazo correspondiente a
la presentación de los expedientes administrativos que se le
habían requerido suministrar.
Que mediante auto del 14.7.2022, se le dio intervención a
los presentantes, se tuvo por contestado el traslado conferido
de las cautelares solicitadas por la actora en la demanda, y se
acordó la prórroga solicitada a fin de remitir los expedientes
administrativos, teniéndose presente que la presentación se iba
a realizar en soporte físico.
Que, mediante interlocutoria del mismo día, se rechazó el
pedido de medidas cautelares, decisión que fue objeto de
recurso de reposición con el de apelación subsidiaria que la
actora interpuso en la pieza digital ingresada el día
15.7.2022, rechazándose el primero de los remedios en
resolución del 16.7.2022 la que, además, concedió el de
apelación y ordenó su tramitación por incidente.
4. Los doctores Julio César RODRIGUEZ SIGNES y Sebastián
Miguel TRINADORI, en fecha 16.7.2022 producen el informe
requerido y contestan demanda.
Realizaron una breve reseña de la pretensión actoral, y del
trámite del proceso.
Plantearon, luego, la falta de legitimación activa de la
actora.
Recordaron que la actora Del Do invocó su condición de
vecina de Villa Paranacito para fundar su legitimación activa,
en tanto dijo ser afectada por la obra, en función de la norma
del art. 30 de la Ley 25.675, y del art. 67 de la LPC, y que
precisó que su reclamo refería a derechos socioambientales y la
tutela colectiva ambiental.
Aseguraron que la actora no acreditó la afectación de un
derecho propio, ni la afectación de un derecho de incidencia
colectiva referido al ambiente.
Transcribieron parte pertinente del art. 43 de la
Constitución Nacional, y afirmaron que ese texto trata la
legitimación para obrar, referida a la titularidad del derecho
en que se funda la pretensión, recaudo que la actora no ha
justificado en forma alguna.
Citaron cierta doctrina en que apoyan su postura, y
destacaron que la actora no ha acreditado la lesión, ya sea
directa o indirecta, de un derecho constitucional propio, ni de
incidencia colectiva, en suma, no ha demostrado su carácter de
"afectada".
Destacaron que no existe prueba alguna respecto de la
existencia de un daño inminente e irreparable ocasionado por la
ejecución de la obra, siendo indiscutible que a los fines de
justificar la pretendida legitimación no es suficiente la
simple invocación, efectuada en el escrito promocional, sobre
un "posible" daño ambiental, sin acompañar algún elemento
probatorio que pueda corroborar los extremos expresados.
También expresaron que el amparo articulado resulta
inadmisible en razón de distintos supuestos de inadmisibilidad
contemplados en el artículo 3 de la Ley 8369, aplicable en
razón del artículo 77, ley cit.
Destacaron la existencia de procedimientos ordinarios
idóneos y eficaces para la protección de los derechos cuya
lesión invoca la actora, y refirieron que dicha causal de
inadmisibilidad se encuentra prevista en el art.3, inciso a),
de la ley 8369, y a que el amparo es excepcional y de carácter
heroico y residual.
Dijeron que constituye un requisito de admisibilidad de la
acción de amparo que la parte actora acredite la inidoneidad o
insuficiencia de las otras vías ordinarias, y advirtieron que
la amparista no dio cumplimiento con dicha carga.
Consideraron insuficiente la mera alegación referida a la
inexistencia de otras vías idóneas o la urgencia, sin su
demostración.
Destacaron que en autos se encuentra implicada una obra
pública, realizada por cuenta del Estado para la satisfacción
de un interés público, que presupone un procedimiento de
contratación pública, formalizado en este caso mediante
licitación pública.
Consideraron que del análisis de la pretensión actoral
-inmediato cese de la construcción de la obra y reajuste del
proyecto sobre las bases que esa parte propone- surge palmaria
la improcedencia de la vía del amparo.
Explicaron que la actora tenía a su disposición
procedimientos ordinarios (administrativos y judiciales) los
que, en el caso, entienden, hubieran resultado idóneos y
suficientes, más cuando no se acreditó urgencia, ni riesgo
ambiental, menos aún inminente, y destacaron que fue la propia
amparista quien reconoció que utilizó la vía administrativa, y
admitió que recibió respuesta de la Dirección General de
Hidráulica, y no explicó porqué abandonó el trámite
administrativo, y que también tenía otros procedimientos
judiciales idóneos.
Aseguraron, asimismo, que se configura la causal de
inadmisibilidad prevista en el artículo 3, inciso b), de la ley
8369, en razón de la existencia de otra acción o recurso sobre
el mismo hecho pendiente de resolución.
Reiteraron que del propio relato actoral surgen las
distintas alternativas utilizadas por esa parte para canalizar
el mismo reclamo al que constituye el objeto del amparo, y
detallaron fechas de distintas notas presentadas por la
amparista a diferentes organismos del Estado Provincial, y
refirieron que la actora dedicó un capítulo (Cap. X.5. pág. 32
de la demanda) para efectuar observaciones, puntualizaciones y
consideraciones sobre la documentación aportada por la
Dirección General de Hidráulica de la provincia de Entre Ríos,
sin explicar el motivo por el cual no efectuó tales
consideraciones en sede administrativa.
Agregaron, que la actora admitió que recibió respuesta a su
requerimiento por parte de la Dirección de Hidráulica, pese a
lo cual abandonó injustificadamente la vía administrativa
iniciada, y acudió directamente a la vía judicial del amparo.
Dijeron que acompañaron Expediente Administrativo Nº2617619,
iniciado ante la presentación de la amparista en la que realiza
planteos similares a los aquí deducidos, en el que consta la
respuesta remitida a la actora, notificada el 15/03/2022, sin
que la haya cuestionado y que no existe constancia de actuación
posterior en ese ámbito por parte de la amparista.
Manifestaron que resultan manifiestamente improcedentes, los
cuestionamientos que la amparista formula en sede judicial,
habiendo transcurrido más de tres meses desde que la misma fue
notificada en el trámite de las actuaciones administrativas, en
cuyo marco no realizó objeción alguna.
Solicitaron se declare inadmisible la acción articulada, por
las circunstancias relatadas, con costas a la amparista.
Expresaron, además, que el amparo resulta extemporáneo, por
haber transcurrido holgadamente el plazo de caducidad de
treinta días previsto en el artículo 3, inciso c), de la ley
8369.
Señalaron que surge del Expediente Administrativo N°
1883243, y Libro de Actas que acompañaron que, en relación a la
obra cuestionada, existió una instancia de participación
ciudadana y que, encontrándose debidamente acreditadas las
publicaciones efectuadas, no existe constancia que la hoy
actora haya efectuado oportunamente manifestaciones al
respecto.
Sostuvieron que si bien la amparista niega la existencia de
publicaciones, no ofreció prueba alguna tendiente a demostrar
sus aseveraciones.
Destacaron que en la nota de la accionante que dio origen al
Expediente Administrativo Nº2617619, se reconoce que la obra se
pudo visualizar y se pudo tomar conciencia de su impacto a
medida que se fue ejecutando, y en su promocional, reconoció
que al día 23 de mayo del corriente, el avance físico de la
obra es de un 67,48 %.
Advirtieron que la actora admitió que en fecha 15/03/2022
recibió Nota N° 16/2022 en respuesta a su requerimiento de
información ambiental.
Sostuvieron que la extemporaneidad de la acción de amparo es
evidente frente al grado de avance en la ejecución de la obra,
admitido por la propia actora.
Afirmaron que, a los efectos del cómputo del plazo de
caducidad del art.3 LPC, aunque se tome como fecha la del
15/03/2022, es innegable que la actora tuvo conocimiento de la
supuesta afectación de derechos que invoca, hasta la fecha en
que articuló el presente amparo, transcurrió con creces el
plazo de caducidad.
Dijeron que la ponderación acerca de la interposición útil
del amparo no es discrecional para el interesado, ni puede
adaptarse con arreglo a las circunstancias que mejor le
convengan.
Entendieron que la delimitación del elemento temporal es una
atribución exclusiva y excluyente del judicante. Constituyendo
el plazo legal de caducidad una carga procesal obligatoria.
Citaron jurisprudencia y solicitaron se declare inadmisible
la acción, con expresa imposición de costas a la contraria.
Expresaron que el amparo promovido es también inadmisible
por cuanto su objeto involucra cuestiones de complejidad
técnica que requiere de mayor amplitud de debate y prueba, por
cuanto son imposibles de analizar en el breve plazo legal y
que, exceden ampliamente el carácter sumarísimo de la vía
intentada. Advirtieron, que la admisión de la acción de
amparo articulada en el caso de autos implicaría una verdadera
desnaturalización de la vía, y una flagrante afectación del
derecho de defensa que asiste a su representado.
Aseguraron que el planteo de la actora constituye
indudablemente materia del fuero administrativo, que exige el
previo agotamiento de la vía.
Afirmaron que no se evidencia la manifiesta lesión de los
derechos y garantías constitucionales denunciados, lo que
revela la insuficiencia de la vía intentada.
Señalaron que la actora exhibe una visión distinta de las
consecuencias de un cambio de categorización de la obra, desde
el punto de vista ambiental, y que la dilucidación de esta
cuestión requeriría de estudios técnicos de tal nivel de
complejidad que es imposible sustanciarlos mediante amparo.
Relataron antecedentes de la obra cuestionada, y refirieron
que la ciudad de Villa Paranacito, capital del Departamento
Islas del Ibicuy, es la localidad entrerriana más castigada de
la historia de Entre Ríos por las inundaciones, registra
décadas de inundaciones y evacuaciones, como consecuencia de la
crecida de los ríos Uruguay y Paraná.
Indicaron que la Legislatura Provincial mediante Ley
N°10.465 autorizó la ejecución de la obra de "Defensa Casco
Urbano - Villa Paranacito", siendo evidente el interés público
de la obra en cuestión, atento que fue proyectada para proteger
la integridad de la población de Villa Paranacito,
frecuentemente afectada por los altos niveles hidrométricos,
generando considerables daños a la infraestructura pública y
privada, que se pretende evitar con la obra cuestionada;
mientras que el Consejo Deliberante de Villa Paranacito
mediante Ordenanza N°15 de 2017, también manifestó el interés
público en la realización de la obra.
Expresaron que el informe elaborado por el Ing. Cristian
Gietz, Director de Hidráulica Entre Ríos, agregado al Expte.
Administrativo N° 2683445, resulta esclarecedor, y transcriben
un segmento del mismo.
Mencionaron que por Ley Provincial Nº10461 se declararon de
utilidad pública y sujetos a expropiación, ciertas fracciones
de inmuebles de propiedad privada en el Departamento Islas del
Ibicuy, Municipio de Villa Paranacito, individualizados en la
Ordenanza N°19/2018 HCD - MVP, con fines específicos y
determinados para la obra cuestionada.
Relataron que el proyecto de la obra fue elaborado por la
Dirección de Hidráulica de la provincia de Entre Ríos, y
sometido a consideración de la Secretaría de Infraestructura y
Política Hídrica de la Nación, para obtener de ésta el
financiamiento total o parcial, obteniéndose luego de analizado
el proyecto la resolución de crédito, con lo que se celebró el
Convenio de Cooperación y Financiación entre el Ministerio del
Interior, Obras Públicas y Vivienda y la Provincia de Entre
Ríos.
Resaltaron que mediante Decreto Nº2545 MPIyS (Expte. Único
N°2.109.830/18) del 21/08/2018 se resolvió, en lo pertinente,
autorizar a la Dirección de Hidráulica a efectuar el llamado a
Licitación Pública para contratar la ejecución de la obra:
"DEFENSA CONTRA INUNDACIONES (CASCO URBANO) - VILLA PARANACITO
- DEPARTAMENTO ISLAS DEL IBICUY", con un presupuesto oficial de
PESOS DOSCIENTOS CINCUENTA Y UN MILLONES SEISCIENTOS UN MIL
OCHOCIENTOS CINCO CON VENTIDOS CENTAVOS ($ 251.601.805,22) a
valores de Marzo de 2018 y un plazo de ejecución de obra de
veinticuatro (24) meses, contados a partir de la firma del Acta
de Iniciación de los trabajos.
Agregaron, que de los considerandos del decreto mencionado
surgen dos (2) etapas de la obra, la Etapa Preliminar, encarada
por la Provincia junto con la Municipalidad de Villa
Paranacito; y la Etapa Final que, con la formalización del
convenio, se establecen los términos por medios de los cuales
esta Etapa Final será ejecutada con asistencia financiera por
parte del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Que mediante Decreto N°4446 MPIyS (Expte. Único
N°2.109.830/18), se resolvió en lo pertinente, aprobar la
Licitación Pública N°03/18, convocada para adjudicar la
ejecución de la obra cuestionada en autos, resultando
adjudicatario LEMIRO PABLO PIETROBONI SA - SABAVISA SA - UNION
TRANSITORIA, lo que demuestra que la obra pública cuestionada
por la actora fue concebida desde un inicio para satisfacer el
interés público.
Afirmaron, que se cumplieron regularmente todos los
procedimientos legalmente previstos a ese fin, desde el inicio
hasta su ejecución, en el avanzado estado actual en que se
encuentra la obra.
Manifestaron, que de lo expresado y constancias que
acompañaron surge con claridad que la parte actora no logra
acreditar el cumplimiento de los recaudos exigidos por los
arts. 1° y 2° de la Ley 8369 para habilitar la procedencia de
la acción interpuesta; que no surgen de manera palmaria y con
el grado de evidencia que requiere la excepcional acción
articulada, un daño inminente o irreparable originado por la
ejecución de la obra.
Dijeron que resulta absurdo que años después de iniciada la
obra y con el nivel de ejecución de alrededor del 70%, una
persona, basada en conjeturas, pretenda la paralización de esta
obra, reclamada por décadas.
Aseguraron que la paralización de la obra pretendida
generaría más daños que los conjeturados e imaginados por la
actora.
Explicaron que el sistema de terraplenes que la obra
contempla requiere para su correcto funcionamiento de desagües
pluviales y cloacales y una planta de tratamiento y que, sí la
obra se suspende, la paralización provocaría daños económicos y
daños irreversibles, ante una inundación, y si no se termina su
ejecución total.
Sostuvieron que la actora pretende incursionar en un riesgo
enorme, que se provoque un verdadero daño, y que en ese sentido
se pronunció la señora Valeria González Wetzel en el informe de
fs.60/61 del Expte. Administrativo Nº2683486.
Añadieron que los actos del Poder Ejecutivo se presumen
legítimos y reiteraron que la actora discute una obra pública,
autorizada por Decreto 2545/18 MPIyS, el que ha transitado el
procedimiento administrativo necesario (Certificado de Aptitud
Ambiental, Participación Ciudadana, etc.), para lograr un
importante financiamiento del Estado Nacional, con la
participación de la Municipalidad de Villa Paranacito, habiendo
obtenido aprobación a nivel municipal, provincial y nacional, y
que no se advierte ni a modo de indicio ilegitimidad
manifiesta.
Señalaron que la regularidad del procedimiento
administrativo queda consolidada a partir de la intervención de
la Fiscalía de Estado mediante Dictamen 534 del año 2018 y
dictamen de la Secretaría Legal y Técnica, del mismo
expediente, y previos al Decreto 4446/18 que adjudicó la obra
pública.
Puntualizaron que en el Expte Administrativo RU 2109830 se
sustanció administrativamente todo lo vinculado a la obra, y en
el mismo se produjeron actos administrativos legítimos, válidos
y ejecutorios, en el marco de un procedimiento regular que
culminó con el contrato de obra pública firmado el 30/1/2019
por el Gobernador Gustavo BORDET y las empresas Lemiro Pablo
Pietroboni SA – SABA VISA SA UTE.
Destacaron que el planteo de la actora referente al cambio
de nombre no resiste el menor análisis, y que es evidente que
se trata de una obra única.
Mencionaron que del informe de fs. 60/61 del Expte.
Administrativo N°2683486 surge que, teniendo en cuenta las
presentaciones de la denunciante y actualización de datos, se
ordenó la recategorización de la obra, lo que no implica más
que una revisión prevista por el ordenamiento jurídico
administrativo, y que se trata de un ejercicio de la
administración, en el marco del proceso de ejecución del
contrato.
Recordaron que ello es lo que ha ocurrido en los casos de
construcción y operación de las obras de protección de
inundaciones de Concordia y Concepción del Uruguay,
transferidas a sus municipios.
Solicitaron el rechazo de la acción, con imposición de
costas a la parte actora, la citación de la Municipalidad de
Villa Paranacito y del Ministerio del Interior, Obras Públicas
y Vivienda de la Nación y la realización de una audiencia
explicativa, hicieron reserva del caso federal y ofrecieron
prueba.
5. En atención al pedido de citación formulado por el Estado
Provincial, por resolutorio del 19.7.2022, se citó en los
términos del art. 91 del Cpr. a la Municipalidad de Villa
Paranacito, y al Ministerio del Interior Obras Públicas y
Vivienda de la Nación.
6. El Presidente Municipal de Villa Paranacito, con
patrocinio letrado, contesta el traslado conferido en fecha
28.07.2022, y solicita el rechazo de la acción de amparo
entablada en todos sus términos y con expresa imposición en
costas, por las consideraciones que expuso.
Adhiere a lo expresado por el Superior Gobierno de la
provincia de Entre Ríos, en su contestación, en los apartados
referidos a: Ausencia de un presupuesto procesal. Falta de
Legitimación activa de la actora. Inadmisibilidad de la vía
escogida conforme el art. 3° de la Ley 8369. Existencia de
procedimientos ordinarios idóneos y eficaces para la protección
de los derechos cuya lesión invoca la actora. Existencia de
otra acción o recurso sobre el mismo hecho pendiente de
resolución. Extemporaneidad. Necesidad de mayor amplitud de
debate y prueba. Hechos. Antecedentes de la obra cuestionada
por la actora, y por último inexistencia de ilegitimidad
manifiesta.
Expresa que el proyecto de la obra de la "Defensa" fue
declarado de Interés Público Municipal y de interés del
Honorable Concejo Deliberante de Villa Paranacito, por
Ordenanza N° 17/2017, aprobada por ambos bloques, por
unanimidad.
Destaca que la construcción y avance de la obra trae
múltiples beneficios a la comunidad: posibilita el acceso a
créditos hipotecarios "Procrear" de numerosas familias de la
localidad, garantizándose el derecho a la vivienda, ya que
para acceder a tales créditos se requiere contar con terreno en
zona no inundable y que vecinos construyan sus viviendas a
menores costos, dado que no necesitan realizar construcciones
palafiticas; permite que la Municipalidad pueda peticionar al
Estado Provincial la construcción de un hospital en zona no
inundable de la defensa; evita el deterioro o destrucción de la
infraestructura urbana que se produce ante cada inundación,
evitará que ocurra lo mismo con bienes privados de los
vecinos; otorga a la Municipalidad mayor lugar físico para
alojar y asistir, en caso de inundación, a las familias que
habitan fuera de la defensa.
Agrega que, la existencia de la obra, posibilitó la
celebración de un convenio entre la Municipalidad y la
Secretaría de Hábitat del Ministerio de Desarrollo Territorial
y Hábitat de la Nación en el marco del "Programa Reconstruir",
para que se terminen cincuenta (50) viviendas sociales dentro
del perímetro de la "Defensa".
Destaca que la Defensa de Villa Paranacito, no es la primera
que se construye en la Provincia, la precedieron otras
realizadas en Concordia, Gualeguay, Concepción del Uruguay e
Ibicuy.
Afirma que la obra resulta de una trascendencia superlativa
para "nuestra comunidad" y de un evidente interés público.
Respecto a las afirmaciones de la actora vinculadas a la
Municipalidad, indica que en el escrito y la prueba aportada,
no advierte elemento alguno que haga prever la ocurrencia, en
forma actual o inminente, de un daño ambiental, a los bienes o
la vida de la población.
Observa que no explica, ni prueba de qué forma las supuestas
irregularidades administrativas que invocó hacen previsible la
ocurrencia, según el curso normal y ordinario de las cosas, de
un daño hacia la vida de las personas, por ejemplo.
Advierte que tampoco explica el nexo de causalidad adecuado
que existe entre la existencia de una inundación y la rotura de
una defensa ideada para resistirla y la pérdida de vidas
humanas. Que el curso normal y ordinario de las cosas indica
que una inundación no rompe una defensa ideada para soportarla,
ni tampoco, que ante la hipotética rotura exista pérdida de
vidas humanas, ello porque las instituciones y personas adoptan
precauciones y previsiones.
Explica que se conoce con anticipación cuando una creciente
ocurrirá, dado que existen indicadores que así lo revelan y eso
permite prepararse y adoptar recaudos.
Cuestiona que la actora no refirió ninguna información
científica que indique que es actual o inminente una inundación
en la localidad.
Agrega, en cuanto a la Ordenanza N° 04/2018 H.C.D.-M.V.P.
citada por la amparista, y mediante la cual la Municipalidad
asumió la obligación de realizar el mantenimiento y
conservación de la obra, que no es serio imaginar
responsabilidades hipotéticas sobre funcionarios determinados
en relación a conductas que no existieron y no ocurrieron.
Aclara que los certificados de "factibilidad hidráulica" o
"no inundabilidad" son expedidos por la Dirección de Hidráulica
de la provincia de Entre Ríos, y no por la Municipalidad, como
refirió la actora. Niega que el Estado Municipal haya expedido
esa certificación.
Cuestiona que la Sra. Del Do se introduce en cuestiones
propias de las finanzas municipales, que no explicó ni
fundamentó sus afirmaciones, que extrajo conclusiones y realizó
peticiones judiciales. Que no puede saber, cual será la
modalidad de financiación que optará el Honorable Concejo
Deliberante para satisfacer los gastos presupuestarios que esas
futuras erogaciones demanden. Que son cuestiones propias del
debate público municipal, y no del debate judicial, y menos aún
en el marco de un amparo.
Dice que los cuestionamientos, objeciones y opiniones que la
Sra. Del Do realizó en el ámbito judicial, nunca fueron
planteados a la Municipalidad de Villa Paranacito. No obstante
ello, la invitan a reunirse con las máximas autoridades a esos
fines.
Sostiene que las hipótesis imaginarias que se plantea la
actora (daños a vidas humanas, estragos, etc.) no tienen
sustento en ninguna de la prueba aportada u ofrecida por la
misma; que siendo que sus objeciones son esencialmente sobre
asuntos técnicos y científicos, la actora no presentó ningún
informe o dictamen técnico, que respalde sus afirmaciones ni
ofreció prueba pericial, solo requiere un perito informático en
caso de un hipotético desconocimiento de la documental.
Cuestiona, que en cuanto a la colaboración de Universidades
Públicas que ofrece la actora, omite indicar sobre cuales
puntos o cuestiones en concreto deberán expedirse. Aclara, que
tales consultas son excepcionales y solo pueden ser requeridas
ante la imposibilidad de producir el dictamen de un perito, o
para ampliar el juicio del experto.
Advierte también que se quiere suplantar la prueba pericial
por una constatación judicial y/o inspección ocular, que las
verificaciones, constataciones e inspecciones que requiere la
actora son propias de peritos. Dice, además, que la actora
omite indicar el hecho que pretende probar con cada medio de
prueba ofrecido, conforme lo requiere el Reglamento de Gestión
de Prueba. Asimismo, critica el hecho que la actora adjuntara
prueba en idioma extranjero (inglés), sin acompañarse su
traducción.
Entiende que el marco procesal elegido impide garantizar el
derecho constitucional de defensa.
Adhiere a lo peticionado por el Estado Provincial, en cuanto
a la realización de una audiencia explicativa con la
concurrencia de los distintos funcionarios provinciales,
municipales y técnicos de la administración pública
involucrados en el diseño y ejecución de la obra.
Finalmente, ofrece prueba, hace reserva del Caso Federal, y
peticiona se rechace la acción promovida con costas a la
actora.
7. El apoderado del Estado Nacional - Ministerio de Obras
Públicas, el día 05.8.2022 contesta el traslado conferido.
Solicita la remisión a la Justicia Federal por entender que
éste Juzgado es incompetente.
Plantea la falta de legitimación pasiva del Ministerio de
Obras Públicas - Estado Nacional, falta de legitimación activa
de la actora, y un nuevo traslado con copias de la documental
agregada a la demanda y a su contestación a efectos de ejercer
un debido derecho de defensa, suspendiendo términos en el
interín.
Niega todos los hechos y derecho invocados, salvo aquello
que sea motivo de expreso reconocimiento en el responde, y
solicita el rechazo de la demanda con costas.
Manifiesta que, el suscripto debe declararse incompetente
por la vía de la declinatoria.
Aclara que, donde el Estado Nacional sea traído a una litis
deberá tomar intervención el Fuero Federal.
Advierte que no corresponde a éste órgano judicial conocer y
decidir la presente contienda, a tenor del juego armónico de
las reglas que fija el art. 116 de la Constitución Nacional y
2, inc. 6 de la Ley 48, debiendo tramitar las mismas por ante
el Juzgado Federal de Gualeguaychú.
Analiza que en autos se encuentra involucrada la
"competencia en razón de la persona", merced a la cual le
corresponde a la Justicia Federal entender en las causas en que
el Estado Nacional o una entidad nacional sea parte, como
derivación de la forma federal adoptada por la Constitución
Nacional.
Dice que, no hacer lugar al planteo importaría sustraer al
Estado Nacional del juez natural designado para entender en la
controversia, lo cual no puede ser admitido por pronunciamiento
judicial alguno en nuestro ordenamiento jurídico, por resultar
ello contrario a las prescripciones del art. 18 de la
Constitución Nacional.
Analiza que, la alteración a la competencia conferida por la
ley trae como consecuencia la atribución de conflictos al juez
que no resulta ser el natural de la causa, lo que implica una
violación a la garantía del "debido proceso legal".
Enfatiza que en nuestro ordenamiento jurídico la competencia
federal puede ser prorrogable sólo en razón de las "personas" y
el "territorio" y, en el caso de autos, no existe acto del
Estado Nacional por el cual se halle sometido a la competencia
de la justicia provincial.
Finalmente,-en este punto- señaló que en el propio CONVENIO
DE COOPERACION Y FINANCIACION PARA LA EJECUCION DE LA OBRA
"DEFENSA CONTRA LAS INUNDACIONES DE LA LOCALIDAD DE VILLA
PARANACITO" EN LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS, en la cláusula
vigésima las partes se someten a la competencia de la CSJN.
Explica, antecedentes desde la óptica del estado Nacional, y
aclara que el Convenio antes mencionado, se celebró en marzo de
2018 entre el Ministerio del Interior, Obras Públicas y
Vivienda y la Provincia de Entre Ríos, atento la necesidad de
la Provincia en ejecutar la obra denominada "DEFENSA CONTRA LAS
INUNDACIONES DE LA LOCALIDAD DE VILLA PARANACITO", la cual
tiene como finalidad principalmente la construcción de un
terraplén de defensa que protegerá un noventa por ciento (90%)
de la población urbana de la localidad de Villa Paranacito, a
razón de que esta localidad se encuentra ubicada en el delta
del Río Paraná y frecuentemente se ve afectada por los altos
niveles hidrométricos que afectan prácticamente a la totalidad
de la población y su producción zonal, generando considerables
daños a la infraestructura pública y privada.
Aclara que, en dicho convenio se estableció ejecutar la obra
en dos (2) etapas. La Etapa Preliminar y la Etapa Final. El
Ministerio brindará solo la asistencia financiera de la Etapa
Final. Por su parte la Provincia tomará a su cargo la ejecución
de la Etapa Final junto a la financiación y ejecución de la
denominada Etapa Preliminar.
Destaca cláusulas del Convenio citado, de donde surgen las
responsabilidades de cada parte, para dilucidar la falta de
legitimación pasiva y que -según su criterio- no corresponde la
intervención en calidad de terceros; y de las cuales se
desprende que la Provincia ejecuta la obra y la Nación solo
financia una de sus fases.
Aclara que, la Provincia asumió la responsabilidad en la
obtención de los permisos locales necesarios para la ejecución,
en particular los permisos ambientales y el correspondiente al
trámite de impacto ambiental. Es decir que, la pretensión de la
actora y/o la responsabilidad por acción u omisión se encuentra
en cabeza de la propia Provincia de Entre Ríos y no del Estado
Nacional, quien aquella cita como tercero sin fundamento
alguno.
Trae a colación el informe brindado en fecha 02.8.2022 por
el Director Nacional de Obras Hidráulicas, y transcribió
diferentes párrafos de la defensa efectuada por aquella
dirección, entre otros, los que: rechaza categóricamente
cualquier intento de la parte actora o de cualquier instancia
del Poder Judicial de la provincia de Entre Ríos, o de
cualquier otra jurisdicción, de posicionar al Estado Nacional
como eventual sujeto pasivo en la presente acción de amparo,
toda vez que de acuerdo a cualquiera de las actuaciones que
estén relacionadas con la obra, se desprende que el comitente
de la obra es la Provincia de Entre Ríos y no el Estado
Nacional, siendo éste último quien financia la obra, en un todo
de acuerdo con lo establecido en el Convenio de Cooperación y
Financiamiento de fecha 9 de marzo de 2018, y cita diferentes
cláusulas de dicho Convenio.
Agrega, que en el mismo instrumento, se informa que la
provincia de Entre Ríos mediante la Dirección General de
Hidráulica del Ministerio de Planeamiento y Servicios emitió el
día 09.10.2017 una No Objeción a la documentación de la obra de
referencia, por lo que el requisito de aprobación técnica
provincial se encuentra cumplido.
Describe en relación a las cuestiones ambientales, -siempre
del mentado informe- se encuentra cumplido el requisito
establecido en el convenio, con el Certificado de Aptitud
Ambiental emitido el día 14.9.2017 por la Dirección de Control
y Fiscalización de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos, que
forma parte de la Resolución N° 73 de aquella Secretaría, el
que consta en las actuaciones y se acompaña.
Reitera el nulo grado de responsabilidad que le cabe al
Estado Nacional frente a la acción de amparo incoada, toda vez
que la Provincia asumió -en el convenio citado- la obligación
de abonar con recursos propios los reclamos de pago de
cualquier naturaleza que efectúe el contratista, y reafirma tal
posición transcribiendo ciertas cláusulas del Convenio.
Ahonda en las responsabilidades de la Provincia y agrega que
de las constancias del Expediente Ex-2017-20858534-APN-DO#MI,
surge que el Estado Nacional únicamente se obligó a financiar y
supervisar la obra de referencia, y enumera las obligaciones
asumidas por la Provincia.
Aclara que la Comisión de Evaluación, Coordinación y
Seguimiento de los Procesos de redeterminación de Precios del
Ministerio de Obras Públicas únicamente es un órgano de control
con respecto a los cálculos efectuados.
Transcribe jurisprudencia y normas constitucionales que la
Subsecretaría citó en la elaboración del informe al que hizo
referencia.
Remarca que, según informe técnico de fecha 01.08.2022, que
acompañó -y luce alojado en el registro correspondiente del día
05.8.2022 a las 14:50 hrs-, de la supervisora de la obra en
ejecución que el Estado Nacional financia, se encuentra en un
81,2% de avance físico al mes de junio de 2022.
Expone, que del informe elaborado y ya referenciado surge
que la aprobación Provincial en materia técnica fue por parte
de la Dirección General de Hidráulica del Ministerio de
Planeamiento, Infraestructuras y Servicios, mediante Resolución
N° 32 DH de fecha 09/10/2017 y Certificado de Aptitud Ambiental
mediante Resolución 73/17 de fecha 14/09/2017 emitida por la
Secretaría de Ambiente de la provincia, responsable en la
materia.
Dice, que se pretende reversar u anular una obra con un
avance físico de un 81.2 %, con el objetivo de beneficiar a la
población local, para que cese la obra hasta tanto se "cumplan
los estudios y recaudos exigidos" por la amparista, estudios y
recaudos que la Provincia habría cumplido. Se pregunta si
merece cesar algo con tal avance para hacer algo con estudios
que ya existen.
Analiza que la consecuencia negativa patrimonial y de
infraestructura que conllevaría que se haga lugar a la
pretensión, es algo irracional.
Considera también que la obra es para resguardar al 90% de
la población de la localidad, que entiende que el juzgador
podría integrar. Y que de acuerdo a los considerandos de la
Ordenanza N° 4/48 HCD-MVP del Honorable Concejo Deliberante de
Villa Paranacito, tiene los propósitos de satisfacer una
necesidad histórica de Villa Paranacito, proteger la vida y
bienes de los habitantes, que repercutirá directamente en el
bienestar de la población.
Alude, que el Estado Nacional carece de legitimación pasiva.
Que la actora, ha promovido y dirigido la acción de amparo
contra la provincia de Entre Ríos, con sustento en un supuesto
de daño ambiental e irreversible en caso de continuar la obra
que se encuentra en un avance físico del 81,2% y ejecución
financiera de tal calibre.
Observa que en la figura del demandado como en la del
tercero citado deben necesariamente confluir la calidad de
titulares de la relación jurídica sustancial en la que el actor
funda la acción, verificándose, en el caso de la intervención
coactiva, una verdadera ampliación de la demanda por mera
citación de la Provincia al Estado Nacional; porque al
contestar la demanda, la Fiscalía de Estado Provincial al
solicitar la intervención del Estado Nacional y el Municipio de
Villa Paranacito consigna la misma obligación de ejecución de
obra al Estado Nacional cuando el que la tiene es la Provincia.
Reitera que el Estado Nacional solo financia y la Provincia
se obliga a cualquier cuestión que genere obligaciones de
ejecución y asume la responsabilidad ambiental. En cambio el
demandado, contrariamente a lo pretendido por la actora,
solicita la intervención de Nación sin asumir su propia
responsabilidad, que el Estado Nacional no posee cualidad para
estar en este juicio en la calidad pretendida por el demandado.
Indica, que en el régimen contractual administrativo el
principio de que las convenciones hechas en los contratos
constituyen una regla a la cual las partes -es decir, la
Administración Pública Nacional y la Provincia- deben someterse
como a la ley misma, mantiene su vigencia en todo su alcance.
Puntualiza que el actor no ha siquiera mencionado el nombre
del Estado Nacional en su demanda, y el demandado para
solicitar la citación de tercero no la ha fundado por lo que
modificó el alcance y fundamento de la demanda incoada.
Solicita se haga lugar a la falta de legitimación pasiva,
conforme los hechos, antecedentes, responsabilidades asumidas
por las partes, actual avance físico de la obra y el derecho
esgrimido.
Cuestiona la falta de legitimación de la actora, y, dice
que el cuestionamiento al desarrollo de políticas públicas
provinciales no constituye un caso judicial que habilite la
posibilidad del ejercicio de la función jurisdiccional.
Señala que la actora insta demanda de amparo articulada
sobre potenciales y no acreditados riesgos socio-ambientales,
urbanísticos, climáticos y demás cuestiones que surjan como
consecuencias necesarias de los estudios que adujo faltantes,
agregando que su provisión está en cabeza de la provincia de
Entre Ríos, y en particular del Ministerio de Planeamiento,
Infraestructura y Servicios del cual depende la Dirección de
Hidráulica, y del Ministerio de Producción, Turismo y
Desarrollo Económico, del cual depende la Secretaría de
Ambiente. Asimismo, que la actora entiende que existe un riesgo
cierto de vidas humanas ante una inundación citando como
ejemplo la creciente de 1983, y destrucción total de los
ecosistemas de humedales de la zona.
Analiza que nada más ilógico que atacar y paralizar una obra
que en sus génesis contempla la prevención de ello, y que, no
existe controversia judicial que habilite el ejercicio de la
jurisdicción, sobre riesgos potenciales, y que ello también
acarrea la incompetencia del Tribunal.
Destaca que la ejecución de una obra provincial es una
potestad propia del gobierno local de un marco político donde
las titularidades descansan en los poderes de los Estados
involucrados a efectos de garantizar y proteger derechos, vidas
y bienes de los habitantes, que, el artículo 22 de la CN impone
un límite a la pretensión de la actora.
Recalca que la actora no logró acreditar la afectación de un
derecho propio de incidencia colectiva referido al ambiente; el
interés que se manifiesta como objeto de la demanda y su
pretensión no es un interés difuso o de incidencia colectiva
que puede ser ejercido por un afectado frente a la Provincia.
En este sentido, destaca que la reforma constitucional del año
1994 no ha modificado la exigencia de tal requisito.
Manifiesta que la actora no ha acreditado un interés
suficiente que justifique su legitimación, ya que su reclamo no
hace a un interés concreto e inmediato, sino que aparece como
una queja difusa y conjetural, en la cual no explica ni
demuestra una relación concreta con los hechos que cuestiona.
Que la falta de acreditación de tal interés concreto queda
manifiesta en el punto IV de la demanda, donde la actora se
limita a manifestar su calidad de vecina, potencial lesión de
derechos al punto IX, junto al nulo apoyo probatorio para su
pretensión, es decir, pretende acreditar un supuesto interés en
base a un estudio futuro sobre una obra en su etapa final,
misivas previas, dogmas y en ningún otro elemento mas.
Solicita el rechazo in limine de la acción promovida por la
actora, dado que al no existir un interés que habilite su
legitimación, no se constituye el presupuesto necesario para
habilitar la jurisdicción.
Examina la improcedencia de la acción de amparo intentada.
Analiza los requisitos para su admisibilidad en base a
jurisprudencia que cita, e indica que no se trata solo de
invocar un perjuicio o agravio concreto en los términos del
art. 116 de la CN, sino de acreditar que a quien lo padece no
le sirven los medios judiciales que el sistema procesal
ordinario pone a su alcance.
Considera que la vía de amparo no es idónea para canalizar
al conflicto propuesto dada la complejidad de la pretensión y
los plazos de duración del conflicto contemplados en la misma
demanda. Por otro lado, la pretensión no solo es compleja sino
además amplísima y materialmente inviable.
Señala la resolución judicial de fecha 14/07/2022, que
rechazó las medidas cautelares.
Dice que la actora no acreditó que la obra proyectada
involucre un riesgo para el ambiente, que solo funda la
solicitud de las medidas en sus propias afirmaciones
personales; no acreditó la urgencia y mucho menos inminente.
Destaca que la accionante tenía a su alcance los
procedimientos ordinarios (administrativos y judiciales) que
hubieran resultado idóneos y suficientes para atender la
cuestión planteada.
Analiza que el daño debe ser actual; que no procede, en
cambio, cuando el agravio sea conjetural o hipotético o sea por
quien no acredite una situación jurídica calificada, como
sucede en autos.
Considera también que, en los presentes actuados la
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta que exige la acción de
amparo no surge de modo manifiesto y en forma clara e
inequívoca. En ese orden de ideas, observa que la decisión
sobre el fondo de la cuestión podría poner en riesgo la
regularidad, continuidad y eficacia de una obra pública de
ejecución provincial, con las consecuencias disvaliosas que
pudiera generársele a los compromisos contractuales asumidos
por la Provincia y los extracontractuales para con los
habitantes. Por lo que el ámbito de debate y prueba excede la
acción de amparo. Encontrándose el accionar del Estado Nacional
dentro del marco normativo, en pleno respeto a la CN y los
derechos humanos consagrados.
Detalla existencia de reclamo administrativo pendiente, y
observa que según expresó la actora y la propia provincia de
Entre Ríos, la actora reconoció en el escrito de inicio que
previo a incoar esta acción, inició actuaciones administrativas
relacionadas. Que aquella admitió que recibió una respuesta a
su requerimiento por parte de la Dirección de Hidráulica, que
no le satisfizo, pese a lo cual abandonó injustificadamente la
vía administrativa iniciada oportunamente, y acudió
directamente a la vía judicial del amparo.
Remarca que según la fiscalía de estado, la Provincia brindó
su respuesta sin observación, y luego de varios meses la actora
instó la acción, lo que demuestra que la amparista requirió la
intervención judicial, formulando idénticos planteos a los ya
efectuados previamente en sede administrativa, pese a haber
obtenido en esta última una respuesta sin objeción de parte.
Todo lo cual, remarcó hace inadmisible la acción en los
términos del art 3° b) de la LPC., lo que solicitó así se
declare, con costas.
Plantea la extemporaneidad, y dice que, no sólo el reclamo
resulta también extemporáneo, por haber transcurrido
holgadamente el plazo de caducidad previsto en el art. 3 inc.
c) de la LPC, tal como adelantara la Provincia de Entre Ríos,
sino que la propia actora refirió en su presentación que hace
aproximadamente seis años tiene conocimiento de la existencia
de la obra que actualmente cuestiona. En todo este tiempo tuvo
diferentes oportunidades de hacer planteos y ser escuchada. Por
lo que, solicita se declare inadmisible la acción promovida con
costas.
Detalla restrictiva admisibilidad de la citación de
terceros. Señala que el Máximo Tribunal sostiene en pacífica
doctrina que la admisión de la citación de terceros tiene
criterio restrictivo.
Resalta -refiere, como lo hizo el Máximo Tribunal- que sobre
quien pide la citación del tercero pesa la carga de acreditar
que se trata de alguno de los supuestos que la habilitan, así
como que la aplicación es de carácter restrictiva, cuestión que
fue omitida en la resolución que ordena la citación.
Se pregunta como podría resultar responsable el Estado
Nacional si no ejecuta la obra, no asumió responsabilidad
alguna, ni aún ambiental, sino que solo financia una etapa.
Colige que en la causa de marras no se cumple con los
estandares fijados por la Corte para la citación que fue
ordenada en autos ya que la responsabilidad es exclusiva y
excluyente de la Provincia.
Efectúa negativa general respecto de la demanda iniciada,
niega todos y cada uno de los hechos y afirmaciones de la
contraria que no sean reconocidos en el responde. En particular
los expuestos en ciertos puntos de la demanda, que enumera.
Desconoce la documental que no fuera emanada por el Estado
Nacional, en particular cierta documental acompañada por la
actora. Asimismo, la acompañada por la demandada, excepto la
que fuera acompañada por su parte y que coincida con la
acompañada por la Provincia de Entre Ríos.
Considera la inexistencia de responsabilidad ambiental del
Estado Nacional, por cuanto, el escrito de demanda contiene
declaraciones puramente dogmáticas, hasta reseñas de vida
personal familiar de la actora, sin mencionar cuales son los
hechos concretos que ocasionan el supuesto daño ambiental que
ameritarían suspender la obra; no hay verdadera acreditación de
algún daño y mucho menos de una conducta que la genere.
Analiza, que si no fue prudente suspenderla con un avance
físico del 69%, como podría ser prudente suspenderla con un
avance físico actual de más del 81 %.
Señala que la demanda es una mera exposición doctrinaria y
normativa, sin que contenga un relato preciso del estado de
cosas que pretende modificar. Tampoco se trata de una situación
de daño ambiental, sino de una disconformidad con valoración
personalista subjetiva.
Observa que el ambiente como bien jurídico tutelado no es el
entorno natural prístino sino un entorno modificado humanamente
de acuerdo a criterios de bienestar público, los cuales por el
federalismo corresponden a las provincias.
Reitera que el comitente de la obra es la provincia de Entre
Ríos y no el Estado Nacional, que éste último solo financia la
obra, mas no la ejecuta.
Explica que con el Certificado de Aptitud Ambiental emitido
el 14/9/2017 por la Dirección de Control y Fiscalización de la
Secretaría de Ambiente de Entre Ríos, que forma parte de la
Resolución N° 73 de aquella Secretaría, incorporado a las
actuaciones, se encuentra cumplido por parte de la autoridad
competente provincial, el requisito establecido en el Convenio
respecto a los aspectos ambientales.
Resalta que a tenor de la cláusula décimo tercera del
Convenio celebrado entre la Provincia y el Estado Nacional,
resulta elocuente el nulo grado de responsabilidad que le cabe
al Estado Nacional frente a la acción de amparo incoada.
Dice que el ambiente, como entorno humano, es diseñado en el
marco de políticas que no deben ser definidas en los
tribunales, al menos no en nuestro sistema republicano.
Reitera que la actora no sólo no especifica y muestra un
daño concreto, ni cuál perjuicio le sería injusto, sino que
tampoco explica qué acto y omisión de la parte lo habría
causado, ni cual es la relación de causalidad entre ese daño
que no identifica y esa conducta que no señala, por lo que
solicita el rechazo de la demanda.
Solicita se ordene nuevo traslado de la demanda por los
motivos que allí expone.
Por último ofrece prueba, se opone a la ofrecida por la
actora, funda en derecho hace reserva del caso federal.
8. Trabada la litis, por auto resolutorio del 06.8.2022, se
dispone correr traslado a la actora de la totalidad de la
documental presentada -en forma digital y física- por la
demandada y terceros citados. Se fija audiencia, y se requiere
a la demandada la presentación de cierta documental.
9. En fecha 16.8.2022 el Dr. Julio César RODRIGUEZ SIGNES,
acompaña copia digitalizada del Expte. N° 2607294 y su agregado
2633178, y aclara que, por error involuntario, se consignó el
número de las actuaciones como Expte. N° 2953061, siendo el
correcto el acompañado. Actuaciones de las que surge, que en
fecha 11.8.2022 (fs. 203) luego de ciertos trámites
administrativos, adecuaciones y evaluaciones técnicas, la
Secretaría de Ambiente procedió a la recategorización de la
obra objeto de autos - según anexo VI del Decreto 4977/09 GOB-,
como mediano impacto ambiental.
10. En fecha 19.8.2022 se realizó la audiencia fijada el
06.8.2022, acto video registrado en soporte digital (1 archivo)
en el sistema Inveniet (166091444919611702020.flv), dentro del
registro correspondiente al expediente identificado con la
CUIJ1701000040060, Inveniet Edificio Tribunales de Villa
Paranacito, y cuya acta obra incorporada en el registro de
igual día a las 19:00 hrs.
11. El representante del Ministerio Público Fiscal
interviniente, al correrle vista propició el rechazo de la
demanda instaurada, por las razones que expone.
12. Que mediante resolución del 23.8.2022 se dictó el
llamamiento de autos para sentencia.
CONSIDERANDO:
I. Previo al análisis de las pretensiones, dejo sentado que,
de acuerdo a reiterada y uniforme jurisprudencia de la CSJN, no
estoy obligado a seguir y tratar todas y cada una de las
argumentaciones esbozadas por la actora, ni a examinar la
totalidad de las pruebas, sino a abordar aquellas cuestiones y
analizar los elementos arrimados que resulten relevantes y
conducentes para dirimir el conflicto y que basten para dar
sustento a un pronunciamiento válido (Fallos: 274:113;
280:3201; 144:611, entre otros).
El mentado criterio no puede ser obviado en casos como el
presente, en que se han formulado múltiples cuestionamientos y
objeciones de distinta naturaleza, por lo que -para determinar
el temperamento a adoptar en la resolución de la cuestión-
abordaré los medulares y dirimentes del planteo, siempre que
estén referidos a la cuestión ambiental, esto es, en la medida
que sean “relativo[s] a los derechos que protegen al ambiente"
(artículo 41, Constitución Nacional).
Es decir, atenderé los hechos que ARAGONESES ALONSO llamaba
"jurídicamente relevantes" (Proceso y Derecho Procesal,
Aguilar, Madrid, 1960, pág. 971, párrafo 1527), o
"singularmente trascendentes" como los denomina CALAMANDREI (La
génesis lógica de la sentencia civil, en Estudios sobre el
proceso civil, págs. 369 y ss.) para el amparo ambiental
colectivo interpuesto.
Es que ciertas conductas o hechos que la promotora pretende
introducir, en tanto no estén comprendidas dentro del concepto
de ambiente (artículo 41, Constitución Nacional), no serán
consideraras en razón que mal podrían ser objeto de la vía del
amparo ambiental (artículo 43, Constitución Nacional).
II. Que la peticionaria interpuso el presente amparo
ambiental contra el Superior Gobierno de la Provincia de Entre
Ríos con el objeto de obtener, en relación a la obra pública
denominada “Defensa contra las inundaciones (Casco urbano) -
Villa Paranacito - Dpto. Islas”, Licitación Pública Nº 3/18,
como pronunciamiento de fondo, el cese de las obras de
construcción y la realización una Evaluación Ambiental
Estratégica, la determinación de la Zonificación territorial
para verificar la aptitud de la obra conforme las capacidades
socio ambientales, la validación de documentos técnicos
mediante las firmas de profesionales responsables, la
realización de Estudios de Impacto Ambiental por parte de
universidades públicas y, con ello, la celebración de una
consulta pública objetiva, y la modificación a la obra para
preservar el ecosistema de humedales, el paisaje urbano, las
alternativas paisajísticas al dato colectivo del valor del río,
para que sea viable técnica y económicamente para el Municipio
el mantenimiento del sistema de defensa contra inundaciones y
lluvias torrenciales y toda otra que surja necesaria de los
estudios propuestos, y se prevean mecanismos de alertas
tempranas, previsiones climáticas y logísticas verificables
para los riesgos admitidos por las propias autoridades
públicas.
III. Que en primer lugar cabe recordar que a partir de la
reforma constitucional de 1994, en materia de protección del
medio ambiente, el diseño constitucional de distribución de
competencias se aparta del principio sentado en el artículo 121
de la Constitución de la Nación Argentina, por el cual las
“provincias conservan todo el poder no delegado”, por cuanto el
artículo 41, tercer párrafo, establece que “[c]orresponde a la
Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos
de protección, y a las provincias, las necesarias para
complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones
locales”.
En cumplimiento de la mentada manda constitucional es que el
Congreso de la Nación Argentina dictó la Ley General del
Ambiente 25.675 que establece los presupuestos mínimos de
protección ambiental e introduce el procedimiento de Evaluación
de Impacto Ambiental (EIA) como uno de los instrumentos de
política y gestión ambiental.
En la citada ley se establece que es exigible la Declaración
de Impacto Ambiental (DIA) en los casos en que obra o actividad
“sea susceptible de degradar el ambiente, alguno de sus
componentes, o afectar la calidad de vida de la población, en
forma significativa” (v. artículos 11 y 12).
El decreto 4977/2009 GOB ha previsto y regulado el
procedimiento de EIA, como necesario para la conservación del
ambiente en el territorio de la Provincia de Entre Ríos.
En relación a la EIA corresponde recordar que es un
procedimiento jurídico de corte administrativo que se utiliza
para el control de nuevos proyectos o emprendimientos, apoyado
en la realización de estudios técnicos (Estudio de impacto
ambiental) y en un ulterior proceso de participación pública
respecto de tales estudios.
Este instrumento de gestión ha sido concebido en doctrina
como un producto del accionar del poder público, que “...diseña
las pautas metodológicas que deben seguirse para realizar la
evaluación del impacto, verifica que éstas se han llevado a
cabo con solvencia técnico científica y, en su caso, señala las
actuaciones que es necesario llevar a cabo para evitar,
corregir o disminuir la agresión al medio” (Cfr. Luciano PAREJO
ALFONSO, Derecho Ambiental de la Unión Europea, Mc. Graw Hill,
Madrid, 1996, pág. 182).
A tal fin, es la autoridad estatal interviniente la que debe
definir el ámbito material de aplicación del EIA, estableciendo
el pertinente criterio de sujeción (proyectos que necesitan o
no, criterio de evaluación), estimando asimismo las
características del entorno natural sobre el que determinado
proyecto o programa es evaluado, determinando, por caso, zonas
de particular o especial importancia o especialmente sensibles,
en las cuales cualquier proyecto debiera someterse a EIA.
Del mismo modo, debe determinar las actividades que
obligatoriamente requieren de un estudio con estas
características, sobre la base de criterios técnicos y/o
administrativos.
En Entre Ríos es el Decreto 4977/2009 GOB el que se ocupa de
reglar el procedimiento de EIA, estableciendo formas de
presentación y trámites a los que están sometidos los estudios
de impacto ambiental a fin de predecir razonablemente los
impactos adversos que se generen sobre el medio ambiente, y
designa a la Secretaría de Medio Ambiente como la Autoridad de
Aplicación.
Por otro lado, la Declaración de Impacto Ambiental (DIA)
constituye un acto administrativo emanado de la autoridad
ambiental -Secretaría de Medio Ambiente- de carácter previo a
la resolución administrativa que se adopte para la realización
y/o autorización de ciertas obras o actividades y que -sobre la
base de los dictámenes, observaciones de interesados y la EIA-
podrá contener la aprobación de la realización de la obra.
IV. Que, por una cuestión de orden lógico, en primer lugar,
cabe atender la cuestión referente a la legitimación de la
actora y la admisibilidad de la vía del amparo en razón de los
cuestionamientos realizados por la Fiscalía de Estado, la
Municipalidad de Villa Paranacito y el Estado Nacional, con
sustento en el artículo 3 incisos a), b) y d) de la LPC.
§ 1. LEGITIMACIÓN ACTIVA. a. Sabido es que “la legitimación
para obrar (legitimatio ad causam) consiste en la cualidad que
tiene una persona para reclamar respecto de otra por una
pretensión en el proceso. De modo que, como dice Palacio, la
falta de legitimación existe cuando no media coincidencia entre
las personas que efectivamente actúan en el proceso y las
personas a las cuales la ley habilita especialmente para
pretender o contradecir respecto de la materia sobre la cual
versa el proceso” (Enrique M. FALCÓN, Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, comentado, concordado y anotado, tomo
IV, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág. 575).
Por su parte la CSJN ha tenido oportunidad de pronunciarse
en relación a ello, señalando que “corresponde (…) dilucidar la
cuestión relativa a la legitimación procesal de la actora pues
ella constituye un presupuesto necesario para que exista un
caso, causa o controversia que deba ser resuelto por el Poder
Judicial” (Fallos: 322:528), dado que ello es un componente
esencial del proceso que delimita la intervención de los
tribunales a aquellos supuestos en que se persiga la
determinación del derecho debatido entre partes que resulten
adversas (Fallos: 275:282; 308:1489; 313:863; 323:1339, entre
otros).
En este punto, destaco que la CSJN hace hincapié en que en
el ejercicio de la judicatura se debe analizar en el supuesto
concreto la existencia de un “caso” o “controversia judicial”,
ya que el fin y las consecuencias del control encomendado a la
justicia sobre las actividades de otros poderes del Estado,
requiere dicha comprobación (art. 116 de la Constitución
Nacional; CSJN Fallos: 310:2342; 242:353), y advierte que “de
la ampliación de los sujetos legitimados por la reforma
constitucional de 1994, no se sigue una automática aptitud para
demandar, sin un examen previo de la existencia de una cuestión
susceptible de instar el ejercicio de la jurisdicción, en
atención a que no ha sido objeto de reforma la exigencia de que
el Poder Judicial intervenga en el conocimiento y decisión de
‘causas’ (arts. 108, 116 y 117 de la Constitución Nacional)”
(CSJN, “Thomas, Enrique c/E.N.A. s/ Amparo”, 15/06/2010,
Considerando 5º del voto del Dr. PETRACCHI).
Bajo dicha línea conceptual, a los fines de adoptar
temperamento en torno a la legitimación activa de la promotora,
cabe diferenciar entre (1) el pedido de cese de daño colectivo
pretendido por la actora, y (2) las demás pretensiones
deducidas, las que -a pesar de su amplitud y diversidad- pueden
calificarse como de recomposición.
Se trata, pues, de distintos tipos de acciones que hacen al
proceso ambiental.
En lo que concierne a la primera, el artículo 43, segundo
párrafo, de la Constitución Nacional, de modo genérico,
confiere legitimación activa para iniciar acción de amparo en
defensa de los derechos de incidencia colectiva, entre los que
incluye el ambiente, a “...el afectado, el defensor del pueblo
y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas
conforme a la ley”.
Ahora bien, lo cierto es que al reglamentar la cuestión, el
artículo 30 de la ley 25.675 distingue la legitimación según el
tipo de acción de que se trate: (a) para la acción de
indemnización individual menciona al damnificado directo; (b)
para la de recomposición ambiental al afectado, a las
asociaciones, al Defensor del Pueblo y al Estado, y (c) para la
de cesación del daño amplía la legitimación a favor de “toda
persona” (vid. primer y tercer párrafo).
Entonces, “...cuando la acción se dirige simplemente al cese
del daño ambiental, ...la legitimación resulta ser amplísima
(art. 30, párr. 3º, LGA). Por ello se elige la fórmula ‘toda
persona’. Con esta redacción quedan incluidas en la acción de
cese mediante amparo ambiental ‘todas las personas’, ya sean de
existencia ideal, de derecho público o privado, las
municipalidades, gobiernos provinciales, nacionales,
reparticiones administrativas, las sociedades del Estado, las
restantes personas jurídicas, los habitantes del lugar, los
habitantes del país, e incluso los simples ciudadanos de todo
el país, los extranjeros que pasen por el lugar, todos ellos se
encuentran legitimados en el último párrafo del art. 30,
incluso los enumerados en el primer párrafo de la norma” (José
ESAÍN, Juicios por daño ambiental, 1ª ed., Hammurabi, 2014,
pág. 89).
Por ende, en atención a la legitimación amplísima que se
otorga a la pretensión de cese de actividades generadoras de
daño ambiental colectivo, debe descartarse la falta de
legitimación activa invocada al respecto.
b. Toca ahora abordar el planteo de falta de legitimación
activa articulado en relación a las demás pretensiones
deducidas por la promotora de autos.
Que la actora se encuentre legitimada para deducir la acción
de cese en modo alguno implica que lo esté para interponer las
demás pretensiones, atento la diferente regulación que el
sistema jurídico prevé sobre las diversas acciones ambientales.
Si bien la norma del artículo 30 de la ley 25.675 confiere
legitimación amplísima para la pretensión de cese de
actividades generadoras de daño ambiental colectivo, excluye la
acción popular para los casos de pretensiones de recomposición
y/o indemnización.
Conforme lo normado por el artículo 30 de la ley 25.675
posee legitimación procesal para peticionar la recomposición
del ambiente dañado “...el afectado, el Defensor del Pueblo y
las asociaciones no gubernamentales de defensa ambiental,
[...], y el Estado nacional, provincial o municipal; ...”.
Como se ve, se utiliza sin más el término “afectado” para
establecer quién es la persona individual legitimada para
interponer las acciones por recomposición del daño ambiental de
incidencia colectiva.
En la actualidad, luego de un largo debate, lo cierto es que
-en posición que comparto- se ha consolidado la interpretación
que identifica al “afectado” con el vecino y habitante del
lugar (José Alberto ESAÍN, Ley 25.675 General del Ambiente,
comentada, concordada y anotada, 1ª ed., Abeledo Perrot, 2020,
t.2, p.442/3); por lo que también debe descartarse la falta de
legitimación activa opuesta en relación a la recomposición
perseguida, dado que no está controvertido que la promotora del
proceso revista esa cualidad.
Por consiguiente, también se desestimará la falta de
legitimación activa opuesta en relación a la pretensión de
recomposición.
§ 2. EXTEMPORANEIDAD. Sin perjuicio de lo que más abajo se
dirá en torno al tiempo transcurrido, no habré de considerar
operado el plazo de caducidad de la acción de amparo, en el
entendimiento que -en el caso- no visualizo un punto de partida
claro para su cómputo, desde que se trata de una acción
colectiva en la que debo considerar al conjunto, más no solo a
quien la instó.
Que los derechos invocados en el amparo no pertenecen a una
persona individual, sino “a todos”, más allá de quien o quienes
hubieren promovido la acción.
Por otro lado, el plazo de caducidad de la acción de amparo
(art. 3, inciso c, LPC) parece más dirigido a la acción
referente a derechos subjetivos individuales, que a una como la
interpuesta en autos, de naturaleza colectiva.
A partir de ahí es que, con razón, se ha dicho que “[e]l
derecho de incidencia colectiva no puede caducar porque ello
importaría unificar al conjunto de ciudadanos afectados bajo la
singularidad de ese derecho subjetivo, que es precisamente lo
que la reforma de 1994 pretendió modificar con la ampliación
del universo de legitimados para incluir a las asociaciones que
propendan a la defensa de esos fines (Fallos 325:524, voto del
doctor BOSSERT).
No se me escapa que la promotora, entre el 18 y el 23 de
agosto de 2017, recibió y suscribió el instrumento que luce
agregado el folio 530, tomo II del Expte 2109830, por medio del
cual el Presidente de la Municipalidad de Villa Paranacito y un
importante grupo de Concejales invitaba a la señora Ángela
ORLANDI -su progenitora, como es de público conocimiento en
este medio- a una reunión informativa a realizarse en el
Consejo Deliberante de la Municipalidad de Villa Paranacito,
relacionada con el Proyecto de la obra cuestionada.
Sin embargo, igualmente, a la luz del referido criterio,
desestimaré el pedido de declaración de inadmisibilidad por
extemporaneidad en razón del vencimiento del plazo de caducidad
de la acción previsto en el artículo 3º, inciso c), de la LPC.
§ 3. EXISTENCIA DE PROCEDIMIENTOS ORDINARIOS IDÓNEOS Y EFICACES PARA
LOS DERECHOS INVOCADOS Y DE OTRA ACCIÓN SOBRE EL MISMO HECHO PENDIENTE DE
RESOLUCIÓN. En atención a que la Fiscalía de Estado de la
Provincia, al igual que la Municipalidad de Villa Paranacito y
el Estado Nacional, también plantearon la inadmisibilidad de la
vía con sustento en las causales previstas en el artículo 3,
incisos a) y b), de la LPC, y la alta complejidad técnica y el
interés público de las cuestiones introducidas, pasaré a
analizar el punto del procedimiento, para lo que también es
necesario tratar por un lado la pretensión de cese y, por el
otro, lo atinente a la recomposición ambiental perseguida
mediante las demás pretensiones deducidas.
a. En lo que a la acción de cese concierne, la doctrina
tiene dicho que “...se da frente a un hecho, acto, evento que
está produciendo o está en ciernes de producir una alteración a
alguno de los sistemas ambientales (aire, suelo, agua, flora y
fauna y sus relaciones de intercambio) con la suficiente
entidad como para que ella sea relevante. Como ésa sería la
fuente que generará luego un daño ambiental de incidencia
colectiva (art. 27, LGA), el derecho ambiental se propone la
paralización, la detención de la alteración, o la inhibición de
la producción antes de que suceda. La base de la acción de
prevención está en los principios de prevención, precaución y
responsabilidad (art. 4º, LGA). Algo a tener en consideración
es que en esta acción de cese, precisamente, el objeto es la
detención de la alteración del ambiente porque con ella se
producirá la primera etapa de la recomposición: autodepuración”
(José Alberto ESAÍN, Juicios por daño ambiental, Hammurabi,
págs. 107/108; negrita agregada).
Que, específicamente en lo que a la vía de la acción de
amparo para la cesación de actividades generadoras de daño
ambiental colectivo, la CSJN tiene dicho que “...la pretensión
solo podría ser receptada por el Tribunal cuando por ese camino
procesal, rápido y simple, se pueda llegar a un conocimiento
adecuado de la situación, y se vislumbra la posibilidad de
hacer cesar y revertir de manera inmediata las causas
generadoras de la afectación que se invoca; entendida dicha
inmediatez como la posibilidad de lograr el fin expuesto en el
menor tiempo posible” (F. 225. XLVIII. Originario, autos
“Fundación Ambiente y Desarrollo (FUNDAYD) y Fundación Centro
de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA) c. Tucumán, Provincia de
y otros s/ daño ambiental”, del 17.9.2013; reiterado en A. 931.
XLVIII. Originario, autos “Asociación Argentina de Abogados
Ambienta1istas el Santa Cruz, Provincia de y otros si
recomposición ambiental”, del 6.3.2014; énfasis agregado).
Entonces, el Alto Tribunal establece como presupuesto de
procedencia de la vía del amparo para la acción de cese que se
trate de un proceso para lograr el cese ex ante de las
actividades generadoras de daño ambiental colectivo, que solo
puede ser receptada por ese camino procesal, rápido y simple,
cuando se pueda llegar a un conocimiento adecuado de la
situación y exista la posibilidad de lograr el fin expuesto en
el menor tiempo posible (José Alberto ESAÍN, Ley 25.675 General
del Ambiente, comentada, concordada y anotada, 1ª ed., Abeledo
Perrot, 2020, t.2, p.517).
Enseña Néstor CAFFERATTA que “todo el instrumental jurídico
ambiental está orientado para evitar la consumación del daño.
Cuando se actúa después que ocurrió el hecho dañoso la solución
tardía es inútil, porque el daño ambiental es expansivo,
multiplicador, continuo o permanente, por ello es plausible
toda decisión que se ubique ex ante (y no ex post), que opere
sobre las causas y las fuentes de los problemas” (en Derecho
ambiental en el Código Civil y Comercial de la Nación, La Ley,
Sup. Especial Nuevo Código Civil y Comercial 2014 (noviembre),
17/11/2014, 273).
Por su parte, Marcelo LÓPEZ ALFONSIN refiriéndose al derecho
de daños y sus funciones en lo concerniente al derecho
ambiental, explica que “...la LGA de 2002 exige, en principio,
recomponer, no obstante puntualizar que, si no fuera
técnicamente factible, se aplicará una indemnización
sustitutiva, ...”, considera “... que no puede identificarse el
daño ambiental con cualquier lesión a un recurso ambiental” y,
aludiendo a la función preventiva, señala que “deben
articularse los medios idóneos para obtener -dentro de límites
racionales y compatibles con los intereses involucrados- el
cese de los procesos que conlleven en sí mismos el peligro de
generar un perjuicio, a efectos de frustrar la amenaza de daño
que potencialmente implican”(en Derecho Ambiental, 2ª edición
actualizada y ampliada, Astrea, 2019, págs. 112/3; énfasis
agregado).
Sentado lo anterior y bajo tales premisas conceptuales,
ninguna duda tengo que, en el particular caso de autos,
corresponde declarar la inadmisibilidad de la vía del amparo en
relación a la acción de cese deducida.
Es que se trata de un proyecto de la Dirección de Hidráulica
que data del año 2006, al que en el año 2016 se le realizaron
modificaciones para rectificar tramos y aprovechar terrenos
municipales en la zona noroeste de la planta urbana (vid.
Ordenanza HCD MVP 17/2017, Considerando 1º, obrante al tº1,
fº489, Expte 2109830, reservado en Secretaría; e Informe del
Director de Asuntos Jurídicos del MPIyS agregado en fs. 89/90
del Expte 2683445), y que el día 30.8.2016 se presentó como
proyecto, denominándolo “Defensa Contra Inundaciones de la
Localidad de Villa Paranacito – Departamento Islas del Ibicuy –
Entre Ríos”, con su respectiva carta de presentación, dando
inicio al Expte 1883243 (vid. Informe del director de Asuntos
Jurídicos del MPIySP del 12.7.22 obrante a fs. 89/91 Expte
2683445; y Carta de Presentación ingresada por la Dirección de
Hidráulica a la Secretaría de Ambiente en fecha 30.8.2016,
Expte 1883243), todo lo que ha acontecido incluso con
anterioridad a que la actora sea habitante del lugar (v.
demanda, pág. 14, primer párrafo).
Agregase que al cierre del mes de junio de 2022 la ejecución
del proyecto tenía un avance físico del 81,20% (vid. Informe
Técnico emitido por la Ingeniera Andrea ROLON, Supervisora
Técnica de la Dirección Nacional de Obras Hidráulicas,
Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio
de Obras y Servicios Públicos del Ministerio de Obras Públicas
obrante en registro del día 5.8.2022, 14:50 hrs, pág. 10/14),
punto sobre el cual ninguna controversia existe.
Cabe aclarar, además, que el mentado avance físico del
81,20% al cierre del mes de junio del año en curso se
corresponde a la etapa final, iniciada en fecha 8.3.2019 (vid.
actuación notarial de comienzo de obras obrante en fs 4525/8
del tº9 del Expte 2109830 e Informe Técnico emitido por la
Ingeniera Andrea ROLON, ya citado), en el que no se tuvo en
cuenta la Etapa Preliminar iniciada en 2017 con tareas de
mensura, movimientos de suelo, destapes, excavaciones y
formación de recinto para tareas de levantamiento de
terraplenes (vid. fs 476/477, tº1, Expte 2109830).
Que lo expuesto autoriza a entender que el avance total en
la construcción de la obra, a la fecha del presente, es muy
superior al 81,20% no solo por corresponder esa estimación a
junio de 2022, sino por no tenerse en cuenta para ese cómputo
los trabajos correspondientes a la denominada Etapa Preliminar.
Entonces necesariamente debo concluir que la pretensión de
cese perseguida, en el descripto marco fáctico que da cuenta
que la importante obra pública enjuiciada está casi concluida,
jamás podría alcanzar el fin pertinentemente preventivo que
posee, en función que ha sido concebido “para lograr el cese ex
ante” (José Alberto ESAÍN, Ley 25.675 General del Ambiente,
...cit., t. 2, p. 517), más no ex post de las actividades
generadoras de “toda alteración relevante que modifique
negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los
ecosistemas, o los bienes o valores colectivos”(artículo 27,
ley 25.675).
En definitiva, la acción por cesación es inadmisible, no por
haberse planteado fuera del plazo de caducidad, sino por falta
de subsistencia de la posibilidad de evitar o hacer cesar el
supuesto daño ambiental invocado por la promotora.
Agregase que, en el caso, está indudablemente comprometido
el interés público de los vecinos, por tratarse de una obra
destinada a proteger la seguridad de las personas y sus bienes
frente a inundaciones y repuntes, no siendo dable soslayar una
cuestión de público y notorio conocimiento como la gravedad de
los daños que esas contingencias provocan cuando acaecen, lo
que torna irrazonable una paralización en la construcción de la
obra, como la actora pretende, la que puede comprometer la
seguridad pública, ante una eventual crecida de las aguas, que
encontraría una obra proyectada a ese fin, sin la terminación
de su etapa final, y por ende, no lograr el propósito buscado
por los órganos gubernamentales de mitigar los efectos de ése
tipo de fenómenos naturales que afectan particularmente a
ésta zona.
Por otro lado, el interés público en la construcción y
finalización de la obra de la defensa, ha sido plasmado en los
distintos instrumentos públicos emanados de los Estados
Nacional, Provincial y Municipal, acompañados con la documental
presentada como las Leyes Provinciales N° 10.465/16, 10.641/18
(fs. 4469/4470, t° 9, Expte. N° 2109830), Ordenanzas del
Concejo Deliberante de la Municipalidad de Villa Paranacito N°
17/2017 HCD-MVP, N° 21/2017 HCD-MVP, N° 04/2018 HCD-MVP, N°
19/2018 HCD-MVP,(fs. 489/500, 14/40, 439/442, t° 1, Expte.
2109830, respectivamente); Convenio de Cooperación y
financiación para la ejecución de la obra "Defensa contra las
inundaciones de la localidad de Villa Paranacito", celebrado
entre Nación y Provincia (fs. 458/68, t° 1, Expte. N° 2109830),
aprobado por Decreto 2545/1 MPIyS (fs. 594/612, t° 2, Expte. N°
2109830); y finalmente la Licitación Pública N° 03/2018,
aprobada y adjudicada por Decreto N° 4446 MPIyS (fs. 4500/4508,
t° 9, Expte. N° 2109830), y la formalización del contrato de
inicio de obra entre el Superior Gobierno de la Provincia de
Entre Ríos y la empresa adjudicataria, mediante Escritura
Pública N° 21 (fs. 4525/26, t° 9, Expte. N° 2109830).
En línea con lo expuesto en la resolución del 14.7.2022 no
advierto prudente ni razonable disponer el cese de la ejecución
de una obra pública llevada a cabo en el marco de una
licitación pública, en el avance físico actual, y que -de
acuerdo a consideraciones del órgano deliberativo municipal-
tiene los propósitos de “satisfacer una necesidad histórica” de
Villa Paranacito, proteger “la vida y bienes de [los]
habitantes”, que “repercutirá directamente en el bienestar de
[la] ...población” y protegerá “la vida y bienes de nuestros
habitantes” (v. Ordenanza 4/18 HCD-MVP).
Tal es el interés público comprometido, que el Poder
Legislativo de la Provincia de Entre Ríos entendió prudente
declarar de Utilidad Pública y Sujeto a Expropiación distintas
fracciones de al menos veintiún inmuebles de propiedad de
distintos vecinos, para destinarlos a la construcción de la
obra pública objeto del presente proceso (arts. 1 y 2, ley
10.641).
Por consiguiente, en el estado actual, la acción de cese
interpuesta resulta inadmisible.
b. Revelada la inadmisibilidad de la acción de cese, resta
continuar considerando la de las otras pretensiones ambientales
deducidas, tendientes a la recomposición en razón del argüido
daño ambiental.
Sabido es que, pese a que la LPC debe interpretarse a la luz
de las reformas constitucionales, el carril del amparo mal
puede ser empleado para sortear las vías procesales ordinarias
previstas de manera específica para la canalización de las
pretensiones sustanciales (artículos 56, Constitución de la
Provincia de Entre Ríos; 3, inciso a., LPC).
Que el Excmo STJ se ha encargado de resaltar en un sinnúmero
de precedentes que la acción de amparo continúa considerándose
una "vía excepcional, residual o heroica", así lo ha sostenido,
-entre otros-, en los fallos: "FORO ECOLOGISTA DE PARANA"-Causa
25.167-, "CABEZA"-causa 25.433, en sintonía con la inveterada
jurisprudencia de la CSJN (Fallos 303:422 y 306:1253, entre
otros), y con la más prestigiosa doctrina, en el sentido que
“[s]egún la ley, pues, el amparo no debe prosperar cuando hay
recursos o remedios, sean judiciales o administrativos, que
protejan el derecho o garantía constitucional vulnerado. En
definitiva, pues, la existencia de una vía legal adecuada para
la protección de los derechos que se dicen lesionados excluye,
en principio, el amparo, dado que este no altera las
instituciones vigentes” (Néstor SAGÜÉS, Acción de amparo, 6ª
ed., Astrea, 2022, pág. 176).
Que, por el otro lado, la Ley General del Ambiente 25.675,
solo instaura expresamente la vía del amparo para la acción que
persigue la cesación de actividades generadoras de daño
ambiental, con ciertos requisitos para su procedencia, sobre lo
que ya se efectuaron consideraciones más arriba (art. 30, ley
cit.).
Considero, además, que el Código Contencioso Administrativo
entrerriano prevé, para el proceso contencioso administrativo,
un sinnúmero de herramientas procesalmente aptas para la tutela
de los derechos invocados por la actora, sin que al respecto la
misma haya alegado y probado su inexistencia o ineficacia, como
correspondía (Néstor SAGÜÉS, Compendio de derecho procesal
constitucional, 1ª ed., Astrea, 2009, pág. 463), STJ
autos: "BUTTARO"-Causa N° 19021-, "FORO ECOLOGISTA DE
PARANA"-Causa N° 19381-, "LORENZUTTI"-Causa N° 19662-, "ROMERO"
-Causa N° 23000-, "TABORDA"-Causa n° 23102-.
La doctrina especializada, a su vez, explica que "...el
amparo -el común y el ambiental- es necesariamente un
continente procesal limitado, de excepción. No sólo debe
acudirse a él a falta de otro medio judicial más idóneo, sino
que por la brevedad de los plazos la cognición se encuentra
limitada por lo que si las pretensiones a debatir exhiben una
cierta complejidad probatoria tal como casi por regla ocurre en
materia de contaminación al ambiente, ya el carril del amparo
ambiental no abastece debidamente requerimiento de tutela"
(Carlos CAMPS, El Amparo Ambiental y la Pretensión preventiva
de daños. La lucha por la Eficacia Procesal, Revista de Derecho
Ambiental, Director: CAFFERATTA, Néstor A., Abeledo Perrot,
N°53 - Enero/Marzo 2018-, págs. 17/8; TR LALEY
AR/DOC/2856/2018).
Por su parte, la CSJN en el marco de un proceso en que se
debatían cuestiones ambientales explicó: "... Que el trámite
que ha de imprimirse a esta causa no puede ser el del amparo,
pues las medidas probatorias necesarias para la dilucidación de
los eventuales daños ocasionados por la actividad de las
demandadas exigen un marco procesal más extenso. De la sola
consideración del ofrecimiento de pruebas de la interesada...
se impone tal temperamento, de modo tal que resulta adecuada la
adopción del régimen ordinario" (CSJN, Fallos 327:2967
"Asociación de Superficiarios de la Patagonia c. YPF S.A. y ot.
s/ Daño Ambiental", sent. de 13.702004).
En el caso de autos la discusión de fondo que la actora
pretende dar versa sobre una muy importante obra pública, en la
que existe un claro interés público, y es sumamente compleja
por lo que no resulta posible darla por la vía del amparo
ambiental.
Con posterioridad al inicio del expediente fue dictado un
acto administrativo en el marco del procedimiento
administrativo de EIA, por el que se recategorizó como de
Categoría 2 la obra cuestionada, siendo la situación actual
distinta a la del marco fáctico descripto por la actora en el
escrito de promoción, por lo que los cuestionamientos referidos
a afectaciones en materia ambiental deben desestimarse en
atención al mentado acto administrativo que luce con las
características propias de la estabilidad y debe presumirse
legítimo.
Considero que la ilegalidad e ilegitimad invocadas por la
accionante no surgen manifiestas, sino que requieren de un
estudio muy exhaustivo de normas ambientales y aspectos
técnicos de las distintas obras que componen el Proyecto
cuestionado, para lo cual el ordenamiento jurídico ha previsto
de otras vías judiciales verdaderamente idóneas, por lo que
entiendo improcedente la del amparo para tratar y debatir la
muy compleja situación traída.
Ocurre que “...entre los supuestos tradicionales de notoria
improcedencia del amparo se encuentran precisamente las causas
en las que se plantean cuestiones complejas, discutibles u
opinables, que requieren para su resolución de un mayor debate
y prueba, que excede el que permite el amparo” (Leandro K.
SAFI, El amparo ambiental, 1ª ed., 2012, Abeledo Perrot, págs.
308/9; énfasis agregado).
Añádase que las pretensiones ahora consideradas versan sobre
la recomposición del daño al ambiente hipotéticamente producido
a raíz de la ejecución de las obras, y atento a su inminente
finalización, deberían ser analizadas teniendo en cuenta el
cese de un eventual estímulo negativo al ambiente por la
terminación de la construcción, y la capacidad de
auto-regeneración del ecosistema, lo que requiere y exige una
mayor amplitud de prueba por su complejidad técnica.
Por otro lado, la actora no ahondó en relación a los daños
medioambientales que podría provocar la construcción de la
obra, o su continuación, y tampoco ninguna prueba trajo al
respecto, lo que indudablemente debo tener en cuenta al
ponderar los derechos que la Defensa Contra Inundaciones
realiza o favorece y los por ella invocados.
En función de lo expuesto la cuestión considerada excede el
marco reducido y rápido del amparo, por lo que corresponde
considerar inadmisible la vía, y rechazar la demanda, no
obstante lo cual la cuestión podrá ser planteada en un eventual
proceso de recomposición (art. 30, ley 25.675) por la vía y
forma que las leyes disponen.
V. Que en atención a la naturaleza de la cuestión, y a que
la actora bien pudo considerarse con derecho a litigar, las
costas se impondrán en el orden causado.
VI. Por los fundamentos expuestos, oído el Ministerio
Público Fiscal,
RESUELVO:
1°) RECHAZAR la demanda de amparo ambiental interpuesta por
la señora Cristina Noemí DEL DO contra el Superior Gobierno de
la Provincia de Entre Rios.
2°) IMPONER las costas en el orden causado, y REGULAR los
honorarios de los letrados Marcelo Javier DAHUC y Guillermo
Esteban LYONS en las sumas de PESOS CIENTO ONCE MIL ($
111.000,00) y PESOS DIECIOCHO MIL QUINIENTOS ($18.500,00),
equivalentes a 60 y 10 juristas, respectivamente; a los
letrados Julio César RODRIGUEZ SIGNES y Sebastián Miguel
TRINADORI, en la sumas de PESOS CIENTO ONCE MIL ($ 111.000,00)
y PESOS NOVENTA Y DOS MIL QUINIENTOS ($ 92.500,00),
equivalentes a 60 y 50 juristas, respectivamente; y a los
letrados Roberto Alexis COSUNDINO y Mariano Nicolás LACAVA, en
las sumas de PESOS CIENTO OCHENTA Y CINCO MIL ($ 185.000,00),
PESOS CIENTO SESENTA Y SEIS MIL QUINIENTOS ($ 166.500,00),
equivalentes a 100 y 90 juristas, respectivamente. Valor
jurista $ 1.850,00. Las sumas reguladas con más el IVA si
correspondiere, conforme arts. 1, 3, 8, 9, 12, 14, 29 y 91
decreto-ley 7046/82.

Regístrese, notifíquese con habilitación de días y


horas conforme arts. 1 y 5 Acordada 15/18 SNE, y en estado,
arhívese.

Abel Alfredo Rodríguez


Juez de Paz

Acto suscripto mediante firma electrónica (Resolución STJ 28/20, del 12.4.2020, Anexo IV)

En razón de la regulación de honorarios practicada, hágase saber lo que disponen los arts.28 y 114 del
decreto-ley 7046/82.

Art. 28: "NOTIFICACIÓN DE TODA REGULACIÓN. Toda regulación de honorarios deberá notificarse
personalmente o por cédula. Para el ejercicio del derecho al cobro del honorario al mandante
o patrocinado, la notificación deberá hacerse en su domicilio real. En todos los casos la
cédula deberá ser suscripta por el Secretario del Juzgado o Tribunal con transcripción de
este Artículo y del art. 114 bajo pena de nulidad. No será necesaria la notificación
personal o por cédula de los autos que resuelvan los reajustes posteriores que se practiquen
por aplicación del art. 114".
Art. 114: "PAGO DE HONORARIOS. Los honorarios regulados judicialmente deberán abonarse dentro
de los diez días de requerido su pago en forma fehaciente. Operada la mora, el profesional
podrá reclamar el honorario actualizado con aplicación del índice, previsto en el art. 29
desde la regulación y hasta el pago, con más un interés del 8% anual. En caso de tratarse de
honorarios que han sido materia de apelación, sobre el monto que quede fijado
definitivamente su instancia superior, se aplicará la corrección monetaria a partir de la
regulación de la instancia inferior. No será menester justificar en juicios los índices que
se aplicarán de oficio por los Sres. Jueces y Tribunales".

Daniela E. Zuluaga
Secretaria

Acto suscripto mediante firma electrónica (Resolución STJ 28/20, del 12.4.2020, Anexo IV)

En igual fecha se registró y remitió aviso de refuerzo al correo


de los letrados de las partes.

Daniela E. Zuluaga
Secretaria

Acto suscripto mediante firma electrónica (Resolución STJ 28/20, del 12.4.2020, Anexo IV)

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