Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
169 vistas16 páginas

Tema 34

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 16

TEMA 34

Modelos atómicos.
Evolución histórica y justificaciones de cada modificación.

1
Índice

1. INTRODUCCIÓN
2. PRIMEROS MODELOS ATÓMICOS
3. MODELO ATÓMICO DE THOMSON
4. MODELO ATÓMICO DE RUTHERFORD
5. MODELO ATÓMICO DE BOHR
5.1 Teoría cuántica de Planck y Einstein
5.2 Espectros atómicos
5.3 Modelo de Bohr para el átomo de hidrógeno
6. MODIFICACIÓN DE SOMMERFELD
6.1 Cuantización del momento angular
6.2 Modelo del átomo de Sommerfeld
7. MODELO ATÓMICO DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
7.1 Ecuación de Schrödinger
7.2 Modificación de Dirac
8. MODELO ATÓMICO ACTUAL
9. CONCLUSIÓN
10. BIBLIOGRAFÍA

2
1. INTRODUCCIÓN
Nuestros abuelos, hace unos 100 años, pensaban que los átomos eran
indivisibles. Apenas se conocía el electrón, y no había sido descubierto ni el
protón ni el neutrón. Hoy, la moderna teoría cuántica ha desarrollado
microscopios de efecto túnel y la computación cuántica. Este gran avance del
conocimiento en tan poco tiempo es fruto de muchas personas que dedicaron su
vida al estudio de la estructura de los átomos.
A lo largo de este tema se va a exponer la construcción del conocimiento del
átomo, desde las primeras ideas griegas hasta la actualidad. Cada limitación de
un modelo impulsa al siguiente científico a mejorarlo, es decir, como todo
proceso científico, el desarrollo de los modelos atómicos sigue el método de
ensayo y error.
2. PRIMEROS MODELOS ATÓMICOS
Las primeras ideas sobre la constitución de la materia aparecen por primera vez
en la antigua Grecia. Demócrito argumentaba que la materia es discontinua y
estaba formada por unidades indivisibles llamadas átomos. Sin embrago, la
visión de Platón y Aristóteles sobre la materia como infinitamente divisible se
mantuvo hasta el Siglo XIX.
La ley de conservación de la masa de Lavoisier y la ley de Proust ponen en
cuestión la divisibilidad infinita, y llevan a Dalton a elaborar su modelo atómico
en 1808, cuyas ideas básicas son:
1. La materia está formada por partículas muy pequeñas, indivisibles,
compactas y sin estructura interna denominadas átomos.
2. Los átomos de un elemento químico son idénticos en sus propiedades,
masa y tamaño.
3. Elementos distintos están formados por átomos distintos.
4. Los átomos de 2 o más elementos se combinan para formar moléculas.
5. Los átomos conservan sus propiedades y se combinan en proporciones
numéricas simples durante las reacciones químicas.
La teoría de Dalton fue la primera en volver a considerar las antiguas teorías
griegas, y le permitió explicar datos experimentales, construir la primera tabla
periódica y calcular masas atómicas.
3. MODELO ATÓMICO DE THOMSON
En 1897, J. J. Thomson observa, en una experiencia con rayos catódicos, la
existencia de partículas de carga negativa con una masa muy pequeña que son
arrancadas de los átomos. Las llamó electrones, y pudo determinar su relación
masa/carga, que era igual para todos los materiales que utilizó, lo que le llevó a
la conclusión de que los electrones son un constituyente universal de la materia.
El descubrimiento del efecto fotoeléctrico y la dispersión de rayos X evidenciaban
que los electrones eran constituyentes de los átomos, de modo que el
descubrimiento del electrón como constituyente del átomo invalidó la teoría de
Dalton.

3
Para explicar estos hechos, Thomson elaboró su modelo atómico en 1904 según
el cual los electrones se encontraban uniformemente repartidos en una
distribución esférica continua de carga positiva.
4. MODELO ATÓMICO DE RUTHERFORD
Siete años tras la publicación del trabajo de Thomson, Rutherford y sus
colaboradores llevaron a cabo un experimento sorprendente. Colocaron un
material radiactivo que emitía partículas alfa (He2+) a alta velocidad frente a una
lámina delgada de oro. Rodeando la lámina se encontraba una pantalla
fluorescente de sulfuro de zinc para detectar la dispersión que experimentaban
las partículas alfa. Si el modelo atómico de Thomson era el correcto, las
partículas alfa que pasaban a través de la hoja metálica se hubieran dispersado
en ángulos muy pequeños (10-4 rad), pues se trataría de un campo eléctrico débil.
Rutherford observó que casi la totalidad de las partículas atravesaban la lámina
sin apenas desviarse de su dirección, pero encontró que una fracción muy
pequeña se dispersaban en ángulos mayores de 90º, e incluso de 180º.
Rutherford extrajo dos conclusiones:
1. La masa del átomo debe concentrarse en una pequeña región
denominada núcleo, donde se encuentra toda la carga positiva. Así era
posible explicar que las partículas alfa salgan rebotadas en 180º.
2. La mayor parte del átomo está vacío. Si el modelo de Thomson fuese
cierto, la lámina de oro sería prácticamente un muro; no se podría explicar
que la mayoría de las partículas atraviesen la lámina sin apenas
desviarse.
Rutherford propuso su modelo del átomo basado en una estructura planetaria.
Casi toda la masa del átomo y toda la carga positiva se encuentra en el núcleo,
que constituye un volumen muy pequeño dentro de la totalidad del átomo. Los
electrones orbitan alrededor del núcleo en órbitas circulares.
Una década después de plantear su modelo, Rutherford descubrió que núcleos
de hidrógeno podían ser extraídos de núcleos de nitrógeno, lo que condujo al
descubrimiento del protón como partícula fundamental del átomo.
El modelo nuclear de Rutherford fue un éxito y permitió explicar numerosos datos
experimentales. Sin embargo, dos fueron las limitaciones que llevaron a
desechar este modelo.
1º. Según la teoría electromagnética, una carga acelerada (como es el electrón
en su movimiento circular con aN) emite energía en forma de ondas
electromagnéticas con frecuencia igual a la de su movimiento alrededor del
núcleo. Por tanto, el electrón acabaría cayendo sobre el núcleo.
2º. Al poder tener la órbita cualquier valor de radio y energía, en su caída hacia
el núcleo, el electrón emitiría energía de forma continua, en contra de los
espectros de líneas que se observaban.

4
5. MODELO ATÓMICO DE BOHR
Niels Bohr estaba convencido en poder resolver los dos problemas principales
del modelo de Rutherford, la inestabilidad del átomo y los espectros discretos.
Para ello, incorporó la teoría cuántica de Planck y Einstein al modelo, de forma
que lograse conciliar cuantitativamente con los espectros atómicos. El resultado
es el modelo atómico de Bohr, enunciado a través de 3 postulados y aplicado
con éxito al átomo de hidrógeno.
5.1 Teoría cuántica de Planck y Einstein
Planck estableció que un oscilador armónico solo puede contener valores de
energía que sean múltiplos enteros de una cantidad mínima de energía o cuanto
de energía, de valor E=h·v; donde h es la constante de Planck. A veces se utiliza
el símbolo ℏ para referirse a h/2π.
La hipótesis de Planck de la cuantificación de la energía fue aplicada por Einstein
para la explicación teórica del efecto fotoeléctrico. Einstein demostró los
resultados experimentales del efecto en base a que la radiación
electromagnética se absorbe y emite en forma de cuantos de energía o fotones,
de energía E=h·v.
5.2 Espectros atómicos
Desde la segunda mitad del siglo XIX se conocía que los gases a baja presión
emiten luz cuando son sometidos a una diferencia de potencial o temperaturas
altas. La luz emitida muestra un espectro discreto de frecuencias que depende
del gas. Por tanto, un modelo atómico satisfactorio debía dar cuenta de que cada
átomo presentaba un espectro de emisión único. En estos espectros se
observaba que las líneas se agrupaban de forma regular y se aproximan entre sí
hasta una frecuencia máxima. Estas agrupaciones se conocen como series
espectrales. La serie del hidrógeno fue la más estudiada, dado que se trata del
elemento que proporciona un espectro más sencillo.
En 1885, Balmer encontró una relación matemática que relacionaba las
longitudes de onda observadas en el espectro de emisión del hidrógeno en el
visible:
1 1 1
= 𝑅𝐻 ( 2 − 2 )
𝜆 2 𝑛
Donde RH es la constante de Rydberg para el hidrógeno, y n es un número entero
que puede tomar valores entre 3 e infinito.
Posteriormente, se encontraron otras series en otras regiones del espectro, y en
1888 Rydberg generalizó la fórmula de Balmer:
1 1 1
= 𝑅𝐻 [ ´ 2 − 2 ]
𝜆 𝑛 𝑛
Donde n = n´+1, n´+2, n´+3……

5
En función de los valores de n´ se obtienen las siguientes series para el
hidrógeno, en honor a sus descubridores:
Región
n´ Serie
espectro
1 Lyman UV
2 Balmer VIS
3 Paschen IR
4 Brackett IR
5 Pfund IR

Es importante destacar que la fórmula de Rydberg no tiene justificación teórica y


solo proviene del ajuste de datos experimentales.
5.3 Modelo de Bohr para el átomo de hidrógeno
El modelo de Bohr (1913) es un modelo que incluye aspectos de la mecánica
clásica y, por primera vez en la historia de la ciencia, incorpora la teoría cuántica
a la descripción de la materia.
Al igual que Rutherford, Bohr supuso que en el átomo de hidrógeno el electrón
se mueve en órbitas circulares alrededor del núcleo, según la ley de atracción de
cargas de Coulomb y la mecánica clásica. La energía del electrón en su órbita
alrededor del núcleo será la suma de potencial y cinética.
Si el electrón tiene carga -e y el radio de la órbita, alrededor de un núcleo con
carga +e, vale r, la energía potencial del electrón vale:
𝑒2
𝑈 = −𝑘
𝑟
Donde k es la constante de Coulomb. El signo negativo indica que el electrón
está ligado al núcleo. A una distancia infinita del núcleo, el electrón tendrá
energía potencial nula.
Según la segunda ley de Newton, y sabiendo que la aceleración del movimiento
es la centrípeta, la energía cinética puede calcularse como:

6
𝑒2 𝑣2 1 2
1 𝑘𝑒 2
𝑘 = 𝑚 → 𝑚𝑣 = = 𝐸𝑐
𝑟2 𝑟 2 2 𝑟
La energía total vendrá dada por:
𝑒 2 1 𝑘𝑒 2 𝟏 𝒌𝒆𝟐
𝑬 = 𝑈 + 𝐸𝑐 = −𝑘 + =−
𝑟 2 𝑟 𝟐 𝒓
Bohr consigue la estabilidad mecánica estableciendo que la fuerza centrípeta
necesaria para que el electrón permanezca en órbita es proporcionada por la
fuerza de Coulomb. Sin embargo, el problema de la estabilidad energética sigue
presente, pues se trata de una partícula con carga que sigue un movimiento
acelerado. Por tanto, la teoría clásica ofrece estabilidad mecánica pero no
energética.
Bohr superó esta dificultad estableciendo que solo son posibles ciertas órbitas,
que corresponden a estados estacionarios, donde el electrón se mueve sin
irradiar energía. La energía se emite solo cuando el electrón pasa de una órbita
a otra de menor energía.

1º Postulado de Bohr. El electrón solo se mueve en ciertas órbitas circulares no


radiantes correspondientes a estados estacionarios.

El segundo postulado se relaciona directamente con el primero y se basa en el


concepto de fotón introducido por Einstein, junto con el principio de la
conservación de la energía.

2º. La frecuencia del fotón emitido durante una transición entre órbitas viene
dada por Ei – Ef = hv.

Como la energía del electrón en cada órbita viene dada por la ecuación anterior,
sustituyendo los valores de los radios inicial y final se tiene que:
1 𝑘𝑒 2 1 𝑘𝑒 2
𝐸𝑖 − 𝐸𝑓 = − +
2 𝑟𝑖 2 𝑟𝑓

Entonces la energía del fotón emitido durante una transición es:


1 𝑘𝑒 2 1 1
𝜈= [ − ]
2 ℎ 𝑟𝑖 𝑟𝑓

La fórmula de Rydberg establece que la frecuencia de cada línea de emisión


para el hidrógeno viene dada por:
𝜈 1 1 1
= = 𝑅𝐻 [ ´ 2 − 2 ]
𝑐 𝜆 𝑛 𝑛
Por analogía entre ambas ecuaciones, Bohr dedujo que los radios de las órbitas
deben guardar alguna proporción con el cuadrado de los números enteros. Para
ello, Bohr postuló que el momento angular del electrón en la órbita es igual a un
múltiplo entero de h/2π, basándose en la hipótesis de cuantización de la energía

7
de Planck, pero, en este caso, en lugar de cuantizar la energía de un oscilador,
Bohr presupone la cuantización del momento angular.

3º Postulado. El momento angular de las órbitas permitidas está cuantizado


según mrv=n(h/2π).

Donde n es el número cuántico principal.


A partir del 3º postulado es posible calcular el radio de las órbitas:
ℎ 𝑛ℎ
𝑚𝑟𝑣 = 𝑛 →𝑣=
2𝜋 2𝜋𝑚𝑟
Como se vio anteriormente, la fuerza centrípeta equivale a la atracción eléctrica:
𝑒2 𝑣2 2
𝑘𝑒 2
𝑘 = 𝑚 → 𝑣 =
𝑟2 𝑟 𝑚𝑟
Igualando ambas expresiones para la velocidad, se obtiene el radio de las
órbitas:

𝑛ℎ 2 𝑘𝑒 2
( ) =
2𝜋𝑚𝑟 𝑚𝑟
ℎ2
𝑟= 𝑛 2 = 𝑎0 𝑛 2
𝑚𝑘𝑒 2 4𝜋 2
Es decir, los radios de las órbitas permitidas son:
r=a0, 4a0, 9a0, 16a0 …
Cuando n=1, el radio de la órbita es a0, el radio de Bohr, que puede ser calculado
a partir de constantes fundamentales y vale 0,053nm. Los datos experimentales
del radio del átomo de hidrógeno en su estado fundamental se corresponden con
el radio de Bohr.
Una vez queda relacionado r con n2, es posible determinar cómo varía la
frecuencia del fotón emitido durante una transición en función de n.
1 𝑘𝑒 2 1 1 1 𝑘𝑒 2 1 1 𝑘𝑒 2 1 1
𝜈= [ − ]→ 𝜈= [ 2 − 2 ] → 𝜈 = [ 2 − 2]
2 ℎ 𝑟𝑖 𝑟𝑓 2 ℎ 𝑎0 𝑛𝑖 𝑎0 𝑛𝑓 2ℎ𝑎0 𝑛𝑖 𝑛𝑓

Por analogía con la fórmula de Rydberg:


𝑘𝑒 2 𝑘𝑒 2
𝑐 · 𝑅𝐻 = → 𝑅𝐻 =
2ℎ𝑎0 2𝑐ℎ𝑎0
La fórmula experimental de Rydberg tiene ahora una base teórica, lo que
constituye uno de los grandes éxitos del modelo atómico de Bohr. Además,
cuando Bohr publicó su modelo, explicó correctamente las series de Balmer y
Paschen, que eran las conocidas hasta el momento. Posteriormente, fueron
descubiertas las series de Lyman, Brackett y Pfund, y el modelo de Bohr fue
capaz de predecirlas.

8
Por último, la energía mecánica total del electrón en el átomo de hidrógeno viene
dada por:
1 𝑘𝑒 2
𝐸=−
2 𝑟
Y como:
𝑟 = 𝑎0 𝑛 2
Se puede escribir:
1 𝑘𝑒 2 𝐸0
𝐸=− = −
2 𝑎0 𝑛 2 𝑛2
Donde E0 es la energía del estado fundamental, que vale 13,6 eV. Para n>1 se
obtienen estados excitados. De modo que los niveles energéticos en el átomo
de hidrógeno están cuantizados, lo que concuerda con los espectros de rayas
observado. Además, como E=0 cuando n→∞, la energía de ionización del
hidrógeno corresponde con 13,6 eV, resultado que concuerda con los datos
experimentales.
La cuantización de la energía en los átomos fue comprobada experimentalmente
por Franck y Hertz en 1914 al observar niveles discretos de energía en los
átomos de vapor de mercurio sometidos a una diferencia de potencial.
El modelo atómico de Bohr resulta una mezcla de la física clásica y cuántica. Así,
el electrón sigue una órbita circular según las leyes de la mecánica clásica y la
ley de Coulomb, pero por otro lado solo algunas órbitas están permitidas y no se
cumple la emisión de energía por ser una carga acelerada. Es decir, Bohr da la
idea de que las leyes de la física clásica dejan de ser completamente válidas a
escala microscópica.
6. MODIFICACIÓN DE SOMMERFELD
A pesar de los aciertos del modelo de Bohr, había algunas limitaciones a su
validez. En primer lugar, la cuantización del momento angular no tenía
explicación teórica. En segundo lugar, a medida que mejoró la resolución de los
espectrómetros, se comprobó que las líneas espectrales aparecen desdobladas,
fenómeno conocido como desdoblamiento de estructura fina. Sommerfeld
pretende modificar el modelo de Bohr para solventar estos dos problemas.
6.1 Cuantización del momento angular
Entre 1900 y 1925 se forjaron un conjunto de reglas heurísticas que
constituyeron la base de la actual mecánica cuántica. La idea básica de este
periodo queda recogida en la regla de Wilson-Sommerfeld, publicada en 1916, y
que establece que, para la cuantización de cualquier sistema físico en el que las
coordenadas sean periódicas en el tiempo, se acepta la validez de la mecánica
clásica, pero con la limitación de que solo se aceptan algunos movimientos como
permitidos. Formalmente, se escribe como:

9
∮ 𝑝𝑞 𝑑𝑞 = 𝑛𝑞 ℎ

Donde q es una de las coordenadas necesarias para describir el sistema; p es


su momento asociado; n es un número cuántico entero y h es la constante de
Planck. Mediante la regla de Wilson y Sommerfeld es posible obtener la
cuantización de la energía del oscilador armónico, obteniendo los mismos
resultados que Planck. Además, se puede aplicar para la cuantización del
momento angular introducido por Bohr en su modelo atómico:
2𝜋
∮ 𝐿𝑑𝜃 = 𝐿 ∫ 𝑑𝜃 = 𝐿2𝜋 = 𝑚𝑟𝑣2𝜋
0

𝒉
𝑚𝑟𝑣2𝜋 = 𝑛ℎ → 𝒎𝒓𝒗 = 𝒏
𝟐𝝅
Que es regla de cuantización de Bohr para el momento angular del electrón.
Sommerfeld resuelve así la problemática sobre el origen de la cuantización del
momento angular impuesto por Bohr.
6.2 Modelo del átomo de Sommerfeld
El modelo del átomo de Bohr no podía explicar el desdoblamiento de las líneas
espectrales. En 1916, Sommerfeld propone que las órbitas pueden ser elípticas,
con el núcleo en uno de los focos de la elipse, donde la longitud del radio sería
igual al semieje mayor de cualquier elipse. Entonces, para cada nivel de energía
existen diferentes órbitas elípticas con distinta excentricidad. Este es un modelo
similar al movimiento de los planetas de Kepler, donde la energía depende del
semieje mayor de la órbita. Sin embargo, como en el modelo propuesto por
Sommerfeld, todas tienen el mismo semieje mayor, todas deberían tener la
misma energía, es decir, serían órbitas elípticas degeneradas, y por tanto no
podría explicar la existencia de subniveles de energía dentro de cada nivel, y por
tanto tampoco el desdoblamiento de las líneas. Para resolver este problema,
Sommerfeld aplica la teoría relativista al electrón. Por seguir una fuerza central,
el electrón debería barrer áreas iguales en tiempos iguales. Entonces la
velocidad del electrón debe variar a lo largo de la elipse, y por tanto su masa y
energía según E=mc2. La trayectoria deja de ser elíptica y esto conlleva dos
consecuencias: el electrón sigue una roseta (rotación del perihelio), y la energía
y el momento angular pasan ahora a depender del semieje menor de la órbita.
Para conocer cuantitativamente estas relaciones, Sommerfeld aplicó las reglas
de cuantización a las coordenadas polares r y θ, que describen al electrón en
una órbita elíptica.

10
Donde nθ es el número cuántico azimutal, y nr es el número cuántico radial. La
suma de los dos se corresponde con el número cuántico principal introducido en
el modelo de Bohr. Desarrollando las ecuaciones, Sommerfeld encontró los
valores de los semiejes de la elipse, así como el de la energía total del electrón
en la órbita elíptica.

Donde µ es la masa reducida del sistema y se incorpora para tener en cuenta


que el núcleo no está en reposo absoluto, sino que gira en torno al C.M. del
sistema.
Según los resultados, para cada valor de n se tienen n órbitas posibles para el
electrón: 1 órbita circular y n-1 órbitas elípticas.

Según la expresión anterior, la energía total del electrón en la órbita solo


depende de n, pero, si se tienen en cuenta complejos cálculos relativistas,
Sommerfeld encontró la expresión de la energía para un electrón en una órbita
caracterizada por los números cuánticos n y nθ. Es decir, el número cuántico
azimutal introducido por Sommerfeld es una medida de la energía de la órbita
elíptica. De este modo, Sommerfeld logra explicar la existencia de pequeños
subniveles de energía dentro de cada nivel.
Sommerfeld tuvo en cuenta que las orientaciones espaciales de las órbitas
elípticas planas podrían ser diferentes. Para cuantificar estas posibles
orientaciones espaciales supuso que el momento angular del electrón en la
dirección del campo magnético aplicado solo podría ser un múltiplo entero de
h/2π. Introdujo así el número cuántico magnético ml que puede tomar los
valores ±1, ±2, … ± nθ. En ausencia de campo magnético externo, ninguna
orientación espacial es preferida, pero en presencia de un campo magnético
cada nivel de energía nθ puede desdoblarse en 2nθ-1 niveles energéticos. El
desdoblamiento de las líneas espectrales en presencia de un campo magnético
se conoce como efecto Zeeman y puede ser explicado mediante el modelo de
Sommerfeld.

11
Sin embargo, al comparar las líneas observadas en el espectro de emisión del
hidrógeno con las predicciones de Sommerfeld, se encontró que la teoría
permitía un mayor número de rayas de las que realmente se observaban. Por
ello, Sommerfeld introdujo las reglas de selección:
∆𝒏𝜽 = ±𝟏; ∆𝒎𝒍 = 𝟎, ±𝟏
Estas reglas explicaban que Zeeman solo observase 3 líneas en la transición
desde nθ =3 hasta nθ =2 de las 9 permitidas, pues las transiciones con igual valor
de ∆ml producirán dos fotones de igual energía.
La explicación del efecto Zeeman por parte del modelo de Sommerfeld fue todo
un éxito, pero no pasaría mucho tiempo hasta que nuevas evidencias
experimentales cuestionasen su modelo. En 1922, Stern y Gerlach llevaron a
cabo un experimento para encontrar una explicación a las novedosas
observaciones realizadas por la espectroscopía de gran resolución: todas las
líneas de los espectros aparecen desdobladas en dos líneas, haya o no campo
magnético. Stern y Gerlach comprobaron que la aparición de dobletes se debía
a que el giro del electrón sobre sí mismo lleva asociado un momento angular
intrínseco, denominado momento angular de espín, que puede tomar los valores:

𝑆𝑧 = ±𝑚𝑠
2𝜋
Donde ms puede tomar los valores +1/2 y -1/2 y se denomina número cuántico
magnético de espín, y cuantifica la dirección del eje de giro del electrón sobre
sí mismo.
Si el átomo no está sometido a un campo magnético externo, el momento angular
de espín y el momento angular orbital interaccionan entre sí (interacción espín-
órbita), dando lugar a multipletes complejos. Este efecto se conoce como efecto
Zeeman anómalo, y el modelo de Sommerfeld no lo podía explicar.
Además, el modelo de Sommerfeld solo era válido para átomos con un solo
electrón, y fue criticado por la comunidad científica por usar la mecánica clásica
para cálculos orbitales mientras que la deja de lado al suponer que solo algunas
órbitas son posibles.
La hipótesis de De Broglie (1924) de que toda partícula material en movimiento
lleva asociada una onda, llevaría a Schrödinger a la idea de describir al electrón
atendiendo a su carácter de onda y postular un año más tarde su ecuación,
marcado el comienzo de la mecánica cuántica, que resuelve las limitaciones del
modelo de Bohr-Sommerfeld.
7. MODELO ATÓMICO DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
7.1 Ecuación de Schrödinger
En la mecánica cuántica, el electrón se describe por su función de onda 𝜓. En
un volumen elemental dV=dx·dy·dz centrado en el punto de coordenadas (x,y,z),
la probabilidad diferencial de encontrar a la partícula en dV es:

12
𝑑𝑃 = |𝜓(𝑥, 𝑦, 𝑥)|2 𝑑𝑉
|𝜓|2 representa la probabilidad por unidad de volumen de que la partícula se
encuentre en el punto (x,y,z). La probabilidad de que la partícula se encuentre
en un volumen V se obtiene integrando, y como la probabilidad de encontrar la
partícula en un punto cualquiera del espacio es 1, se obtiene la condición de
normalización de 𝜓:

1 = ∫ |𝜓|2 𝑑𝑉

La ecuación de Schrödinger y la condición de normalización de 𝜓 conducen a la


cuantización de la energía del electrón.
El carácter probabilístico de la mecánica cuántica adquirió formulación precisa
con el principio de indeterminación de Heisenberg.
Para un único electrón que se mueve en tres dimensiones en una región donde
la energía potencial es U, la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo
es:

ℏ 𝜕 2𝜓 𝜕 2𝜓 𝜕 2𝜓
− ( + + ) + 𝑈(𝑥, 𝑦, 𝑧)𝜓 = 𝐸𝜓
2𝑚 𝜕𝑥 2 𝜕𝑦 2 𝜕𝑧 2

La ecuación de Schrödinger no es deducible, su validez descansa en la


concordancia con los datos experimentales.
Como la energía potencial depende únicamente de la distancia, es conveniente
transformar las coordenadas rectangulares en las coordenadas esféricas r, θ y
Φ. Puede resolverse la ecuación de Schrödinger utilizando coordenadas
esféricas aplicando la técnica de separación de variables. Esto se consigue
expresando la función de onda 𝜓(𝑟, 𝜃, 𝜙) como un producto de tres funciones:
𝜓𝑛,𝑙,𝑚𝑙 (𝑟, 𝜃, 𝜙) = 𝑅𝑛,𝑙 (𝑟) · 𝑓𝑙,𝑚𝑙 (𝜃) · 𝑔𝑚𝑙 (𝜙)

Función matemática que representa un orbital, a diferencia del modelo de Bohr-


Sommerfeld de órbitas planas. Entonces la ecuación de Schrödinger se
transforma en tres ecuaciones diferenciales, una por cada función. En tres
dimensiones son necesarios tres números cuánticos para describir cada función
de onda. En coordenadas esféricas, el número cuántico asociado a r se designa
por la letra n, para θ, l, y para Φ, ml. Las funciones 𝜓 que son solución de la
ecuación deben ser continuas, adquirir un valor único, finito o nulo, en cada punto
y valor nulo en el infinito. Estas propiedades matemáticas solo se cumplen
cuando los números cuánticos toman los valores:
n=1,2,3…
l=0,1,2,3…n-1
ml=-l,-l+1,-l+2…0…l-2,l-1,l

13
Los números cuánticos que fueron apareciendo de forma empírica en el modelo
de Bohr-Sommerfeld, resultan ahora como una consecuencia de la teoría
cuántica.
El número cuántico principal n está asociado a la distancia r, y los números
cuánticos orbital (l) y magnético (ml) están asociados al momento angular del
electrón y a la dependencia angular de la función de onda:

𝐿 = √𝑙(𝑙 + 1)ℏ

Difiere ligeramente del momento angular predicho por Bohr-Sommerfeld.


El número cuántico azimutal nθ introducido por Sommerfeld se relaciona con el
moderno número cuántico orbital l según: l= nθ -1. Además, por razones
históricas, se suele simbolizar cada valor de l por una letra: l=0 (s), l=1 (p), l=2
(d), l=3 (f) …
En presencia de un campo magnético la componente del momento angular en
su dirección viene dada por:
𝐿𝑧 = 𝑚𝑙 ℏ
Esta condición surge de la condición de contorno para la coordenada angular Φ,
y coincide con el sugerido por Sommerfeld.
La función de onda que surge al resolver la ecuación para el estado fundamental
del hidrógeno es:
1 𝑟

𝜓1,0,0 = 𝑒 𝑎0
3/2
√𝜋 · 𝑎 0
Se observa que la probabilidad de encontrar al electrón depende solo de r.

El valor de r para la máxima probabilidad de encontrar al electrón coincide con


el radio de Bohr.
La resolución de la ecuación de Schrödinger para para el átomo de hidrógeno
proporciona los valores de energía permitidos:
𝐸0
𝐸=−
𝑛2

14
Igual a la obtenida por el modelo de Bohr para órbitas circulares, que depende
solo de n, de modo que nos encontramos ante una limitación de la ecuación de
Schrödinger, pues no podrían deducirse todas las líneas del espectro del
hidrógeno. Además, la ecuación no contempla el momento angular de espín.
7.2 Modificación de Dirac
Mediante la introducción de condiciones relativistas a la ecuación de
Schrödinger, Dirac, en 1928, logró ecuaciones, aplicadas al átomo de hidrógeno,
de las que resultan diferentes valores de energía para orbitales con diferente
valor del número cuántico azimutal l. Dirac logra así explicar el espectro del
átomo de hidrógeno, y consigue deducir el número cuántico de espín. Además,
las ecuaciones de Dirac logran explicar el desdoblamiento energético de los
valores de ml en presencia de un campo magnético.
La teoría cuántica, junto con la modificación relativista de Dirac, permite justificar
la cuantización del momento angular, el efecto Zeeman normal y el espín del
electrón, hechos que fueron postulados por antiguos modelos atómicos. Incluso
es posible aplicar métodos aproximados para átomos polielectrónicos.
8. MODELO ATÓMICO ACTUAL
El modelo atómico de la teoría cuántica es aceptado en la actualidad, pero dista
mucho de ser completo, pues hoy en día se conoce que la estructura del átomo
es muy compleja y va más allá de las cuatro partículas fundamentales conocidas
a principios del siglo XX: protón, neutrón, electrón y fotón.
La teoría actual más aceptada sobre las partículas más elementales que
componen el átomo es el modelo estándar, en el cual toda la materia de la
naturaleza se considera formada solo por dos familias de partículas elementales,
leptones y quarks.
9. CONCLUSIÓN
En el tema se han comentado desde las primeras teorías atómicas hasta la
actualidad, destacando el modelo de Bohr, que supuso una revolución en el
entendimiento de la materia.
Como toda disciplina científica, el conocimiento del átomo es un proceso que se
ha construido desde la base el esfuerzo de muchas personas que, mediante el
método de ensayo y error, han logrado llegar hasta el conocimiento actual del
átomo. La curiosidad por conocer el mundo que nos rodea es una idea
fundamental del tema.
En la actualidad está empezando a surgir una corriente cuántica en la sociedad,
desde curanderos y sanadores cuánticos hasta collares. Conocer la teoría
cuántica conlleva evitar ser engañado por publicidad falsa.

15
Este tema está relacionado con el currículo según el Real Decreto 1105/2014,
establecido en la comunidad autónoma de Andalucía a través de los Decretos
111 y 110 de 2016, para la ESO y el bachillerato, respectivamente, y
desarrollados a nivel autonómico en las órdenes de 14 de julio por las que se
desarrollan el currículo correspondiente a secundaria y bachillerato en la
comunidad autónoma de Andalucía.

El estudio de los átomos comienza en 2º de ESO y se profundiza en 3º de ESO.


En 4º de ESO se estudia la evolución histórica de los modelos atómicos hasta
Bohr, junto con los números cuánticos y su relación con la tabla periódica. En 2º
de bachillerato el alumno se introduce en el modelo mecanocuántico.

10. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

- Gettys, W.E., Keller, F.J. y Skove, M.J.: Física clásica y moderna.


McGraw- Hill, Madrid, 1991
- Tipler, P.A.: Física. Editorial Reverté. Barcelona, 1992
- Burbano, S., Burbano, E., Gracia C.: Física General. Mira editores.
Zaragoza. 1993
- http://www.juntadeandalucia.es/educacion/portalaverroes/web/averroes/

16

También podría gustarte