Un Amuleto Hecho de Memoria'
Un Amuleto Hecho de Memoria'
Un Amuleto Hecho de Memoria'
La revolución de lo invisible
Lo invisible, en donde nace lo que el espectador ve, es la sub partitura del actor. No hay que
entender este término como un andamiaje escondido, sino como un proceso intimamente
personal, a menudo dificil de entender o de verbalizar, cuyo origen puede ser una
resonancia, un movimiento, una imagen, una constelación de palabras. Estr sub partitura
pertenece al nivel de organización básica sobre la cual se apoyan los niveles de
organización ulteriores del espectáculo (desde la eficacia de la presencia de cada actor
hasta la red de sus relaciones, desde la organización del espacio hasta las elecciones
dramatúrgicas) De la interacción orgánica de los diferentes niveles de organización nace el
sentido que tendrá el espectáculo para el espectador,
El sub texto -como lo llamaba Stanislavski- es una forma particular de sub partitura. Pues la
sub partitura no se limita à las intenciones o pensamientos tácitos de un personaje, o a la
interpretación de esas perplejidades, justificaciones y razones. La sub partitura puede estar
constituída por un ritmo, por un canto, por una manera particular de respirar, por una acción
que se aleja de sus dimensiones originales y que el actor absorbe y miniaturiza. El actor no
muestra la acción, pero utiliza su dinamismo para dejarse conducir, aún en un estado de
casi inmovilidad.
Interioridad e interpretación
Existen al menos diez marcas que distinguen a un ejercicio y que explican su eficacia como
dramaturgia reservada al trabajo privado (no público) de los actores, es decir al trabajo
sobre sí mismo:
1. Los ejercicios son ante todo una ficción pedagógica. El actor aprende a no aprender a ser
actor, dicho de otro modo a no aprender a actuar. El ejercicioenseña a pensar con la
globalidad del cuerpo.espíritu. 2. Los ejercicios enseñían a realizar una acción real (no
"realista", sino real)
3. Los ejercicios enseñan que la precisión de la forma es esencial para que la acción sea
real. El ejercicio tiene un comienzo y un final y el itinerario entre esos dos puntos no es
lineal, sino que está lleno de peripecias, variaciones, saltos, giros y contrastes.
5. Cada fase del ejercicio compromete a la totalidad del cuerpo: siendo la transición entre
una fase y otra la juntura.
6. Cada fase del ejercicio dilata, afina o miniaturiza ciertos dinamismos del comportamiento
cotidiano. De este modo, esos dinamismos se encuentran aislados y se los monta
subrayando el juego de tensiones, contrastes, oposiciones, es decir los elementos de una
dramaticidad básica que transforma al comportamiento cotidiano en el comportamiento
extra cotidiano del escenario.
7. La diferentes fases del ejercicio dan la sensación que el cuerpo no es algo unitario y se
vuelve, en contrapartida, el lugar de acciones simultáneas. En un primer momento, esta
experiencia coincide con el sentimiento doloroso de sentirse privado de la propia
espontaneidad; y mas tarde, se vuelve la aptitud fundamental del actor, esta "presencia"
lista a proyectarse en direcciones divergentes y capaz de captar la atención del espectador.
10. El ejercicio no es un trabajo sobre el texto sino sobre uno mismo. Pone al actor a prueba
a través de una serie de obstáculos. Permite al individuo conocerse, no a través del análisis,
sino al confrontarse con sus propios límites.
Es así como a partir de la partitura del ejercicio, se desarrolla una sub partitura. El valor de
los visible y de los invisible, de la partitura y de la sub partitura engendra la posibilidad de
ponerlas a dialogar, y enriquece con un espacio interior el dibujo de los movimientos y su
precisión. El diálogo entre visible e invisible es precisamente lo que el
actor siente como interioridad, casi incluso como mediación. Y es lo que el espectador
recibe y siente como interpretación.
Hay que dejar claro que reflexión, comprensión y juicio de valor son reacciones
absolutamente afectivas, son emociones. Contrariamente a la concepción naif de la
emoción como una fuerza que se apodera de una persona y la subyuga, la emoción es en
realidad un conjunto de reacciones a un estímulo.
2. una serie de evaluaciones cognitivas (pienso que el perro parece bien amaestrado); 3. la
aparición de reacciones autónomas independientes de mi voluntad (aceleración
Se obtiene esta complejidad del resultado, trabajando sobre elementos simples, distintos,
ensamblados nivel por nivel, combinados y repetidos hasta fundirse en una unidad orgánica
que revela la esencia compleja que caracteriza a toda forma viviente. El ejercicio enseña el
paso de los simple a lo "múltiple simultáneo": el desarrollo de minúsculas acciones
perceptibles, no lineales, abiertas a peripecias, cambios, giros y contrastes a través de la
interacción de fases muy definidas. Para resumir: al reconstruir artificialmente la
complejidad, el ejercicio se vuelve dramático.2