El Asesoramiento Genetico
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tender que sólo afecta al cuarto hijo de la mizar este error suele ser el de solicitar al 2. Puede tratarse de una alteración cau-
serie. Para que no se magnifiquen los ries- consultando que nos explique a nosotros sada por una mutación de novo acaecida
gos, a veces es preciso recordar que un lo que le hemos expuesto previamente. Se en el gameto de uno de los padres. Si la
riesgo de 1/25 de tener un hijo con un de- ha demostrado también la utilidad de es- penetrancia es completa (por ejemplo,
fecto del tubo neural, supone que 24 de cribir una carta con todos los aspectos tra- acondroplasia), y los padres han sido exa-
25 casos serán normales. tados en la sesión y enviarla unos días más minados y no presentan la anomalía, la
Otro factor a considerar es que es la car- tarde. De este modo se trata de afianzar probabilidad de recurrencia es despre-
ga a largo plazo asociada al riesgo, más los conceptos más básicos tratados. Fi- ciable, aunque algo más elevada que en
que el índice de riesgo escueto, quien in- nalmente, se concertará otra cita con el el resto de la población, por la posibili-
fluye más decisivamente en la decisión fin de aclarar cualquier aspecto que per- dad de que exista un mosaicismo ger-
de los padres. Un riesgo de 1/25 de una manezca dudoso, o cuestiones que hayan minal.
alteración del tubo neural suele ser más surgido con posterioridad. 3. Se trata de una alteración autosómica
desalentador que un riesgo de 1/2 de su- Es un acuerdo universal entre las perso- recesiva. A veces puede demostrarse me-
frir una afectación trivial como la poli- nas implicadas en el asesoramiento gené- diante determinados estudios bioquímicos
dactilia. tico el de ser no-directivos, esto es, evitar (por ejemplo, síndrome de Hurler) la con-
que sus propios sentimientos u opiniones dición de portador en los padres; otras ve-
influyan en la presentación de los hechos, ces se podrán realizar estudios genéticos
Discusión de las opciones que deberá ser equilibrada, de modo que específicos (fibrosis quística, hemocroma-
permita al consultando tomar sus propias tosis, fenilcetonuria, etc.). la probabilidad
Para posibilitar una decisión informada, decisiones que de ninguna manera serán de que nos encontremos ante uno de es-
se expondrán además de las estimaciones juzgadas por el consultor. Se evitará siem- tos casos, aumenta si los padres son con-
de riesgo, las opciones reproductivas y al- pre responder a la frecuente pregunta sanguíneos.
ternativas diagnósticas disponibles como “¿Qué haría usted si estuviera en mi lugar?” 4. Puede tratarse de una enfermedad li-
el diagnóstico preimplantacional y el pre- prestando atención exclusivamente a las gada al X; estas enfermedades son extre-
natal, técnicas disponibles, sensibilidad y posibles consecuencias de cada una de madamente raras en mujeres, y a veces
especificidad de cada una de ellas, plazos las alternativas, recordando en todo mo- pueden distinguirse de formas similares
en que deben ser realizadas; asimismo, se mento que el consultando deberá vivir con autosómicas por la clínica o mediante es-
detallarán las limitaciones y los riesgos las consecuencias de su decisión. tudios bioquímicos específicos (síndromes
asociados a cada uno de los métodos de de Hurler y Hunter). Cuando sólo existe
diagnóstico prenatal. Se deben detallar un varón afecto en la familia, es a menu-
también en su caso, otras opciones re- El consejo genético en un do muy difícil averiguar la probabilidad de
productivas como la inseminación artifi- caso aislado recurrencia, especialmente en el caso
cial o el uso de donaciones, tanto de es- de una hermana del afecto.
perma como de óvulos. Cuando existen varios individuos afectos 5. Si se trata de una anomalía cromosó-
El médico no debe limitarse a proporcio- en una familia, suele ser fácil distinguir en- mica, éstas tienden a ser esporádicas. Mu-
nar información clara y apropiada al tre modos de herencia autosómicas domi- chas de ellas pueden ser diagnosticadas
consultando, debe además mostrarse re- nantes, autosómicas recesivas o ligadas clínicamente; sin embargo, ante un indi-
ceptivo a sus aspiraciones y objetivos, ex- al X, lo que facilita en gran medida el viduo que presenta anomalías en dife-
presados o no, estimulándole a exponer cálculo de riesgo. Por el contrario, si se tra- rentes órganos y sistemas, debe siempre
tanto sus dudas como sus objetivos re- ta de una alteración infrecuente y existe solicitarse un estudio cromosómico deta-
productivos. sólo un caso en la familia, el problema pue- llado. Si se encuentra alguna alteración,
Cuando se informa a un individuo o una de ser muy difícil. El caso más común es ésta debe ser investigada en los padres; a
pareja de que padecen una alteración ge- el de una pareja sana que tiene un hijo que veces sucede que la anomalía cromosó-
nética o de que tienen un elevado riesgo presenta una anomalía congénita rara y mica estaba compensada en uno de los
de tener un hijo afecto, se observa a me- no existe antecedente similar en ninguna padres (translocaciones balanceadas y ro-
nudo una sensación incómoda y de an- de las ramas parentales. ¿Cuál es la pro- bertsonianas). Aunque se han descrito ca-
siedad en el consultando, activándose babilidad de que la anomalía pueda recu- sos de repetición de cromosomopatías en
complejos factores psicológicos y emo- rrir en la descendencia futura? Veamos las familias en cuyos padres no se ha detec-
cionales que van a condicionar la eficacia alternativas: tado alteración, la norma es que estas al-
del diálogo. Disponer de un espacio tran- 1. Puede tratarse de una alteración no ge- teraciones no suelen recurrir en la des-
quilo, agradable y privado es pues im- nética, sino debido a que la madre ha es- cendencia posterior.
prescindible, junto con amplio tiempo tado expuesta durante el embarazo a tera- 6. Si se trata de una alteración poligéni-
para la discusión, para que el diálogo sea tógenos (drogas, infección por rubéola, ca, habitualmente nos encontramos con
útil. radiación X, etc.). La posibilidad de que una casos esporádicos que no suelen repetir-
Aun en las mejores circunstancias, la se- anomalía congénita pueda no ser genética se (tabla 1).
sión puede ser tan intensa y en cierto sino motivada por factores ambientales En resumen, como puede verse, la ma-
modo intimidadora, que la cantidad y fi- debe ser tenida siempre en consideración. yor parte de las anomalías congénitas,
delidad de la información retenida puede La probabilidad de recurrencia dependerá genéticas o no, no tienden a ser fami-
ser escasa. Un buen método para mini- de la causa. liares.
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TABLA 2 TABLA 3
Riesgo de síndrome de Down en relación Edad materna y anomalías cromosómicas identificadas mediante amniocentesis (tasa por 1.000)
con la edad materna
Cromosomopatías
Edad (años) Trisomía 21 Trisomía 18 Trisomía13 XXY
Edad materna Riesgo Edad materna Riesgo totales
al parto (años) al parto (años)
35 3,9 0,5 0,2 0,5 8,7
15 1/1578 33 1/574
36 5,0 0,7 0,3 0,6 10,1
16 1/1572 34 1/474
37 6,4 1,0 0,4 0,8 12,2
17 1/1565 35 1/384
38 8,1 1,4 0,5 1,1 14,8
18 1/1556 36 1/307
39 10,4 2,0 0,8 1,4 18,4
19 1/1544 37 1/242
40 13,3 2,8 1,1 1,8 23,0
20 1/1528 38 1/189
41 16,9 3,9 1,5 2,4 29,0
21 1/1507 39 1/146
42 21,6 5,5 2,1 3,1 37,0
22 1/1481 40 1/112
43 27,4 7,6 4,1 45,0
23 1/1447 41 1/85
44 34,8 5,4 50,0
24 1/1404 42 1/65
45 44,2 7,0 62,0
25 1/1351 43 1/49
46 55,9 9,1 77,0
26 1/1286 44 1/37
47 70,4 11,9 96,0
27 1/1208 45 1/28
28 1/1119 46 1/21
29 1/1018 47 1/15
Edad materna Infertilidad
30 1/909 48 1/11
31 1/796 49 1/8 Es la causa más frecuente en nuestro me- Puede deberse a anomalías de los cro-
32 1/683 50 1/6 dio como consecuencia del incremento del mosomas sexuales, como en el Turner ya
riesgo asociado a la edad de gestación. comentado, o en el síndrome de Kline-
Aunque este incremento se refiere espe- felter en varones (más del 5% de las azo-
cialmente al síndrome de Down (tabla 2), ospermias en las que se han excluido las
otras cromosomopatías son también más causas endocrinas y anatómicas se deben
gión genómica en el brazo corto del cro- a aberraciones cromosómicas). En este
frecuentes en la descendencia de madres
mosoma 16. caso, debe considerarse la fecundación
añosas (tabla 3).
Las dos formas más comunes de muco- con esperma de un donante o la adop-
polisacaridosis, el síndrome de Hurler y ción como únicas alternativas. Otro caso
el de Hunter, aunque identificables bio- es el de las agenesias bilaterales de los
químicamente, son muy similares en el
Anomalías del desarrollo sexual
vasos deferentes del testículo, que en el
fenotipo, salvo por la opacidad corneal Debe solicitarse estudio cromosómico en 80% de los casos son heterozigotos com-
frecuente en la forma recesiva (Hurler) los casos de alteración importante del de- puestos de una mutación leve no rela-
que no se encuentra en la ligada al X. La sarrollo de caracteres sexuales secunda- cionada con afectación respiratoria y una
heterogeneidad genética se presenta en rios en ambos sexos y de amenorrea pri- mutación grave, o dos mutaciones leves
otras muchas alteraciones, y la impor- maria como sucede por ejemplo en el en el gen CFTR causante de la fibrosis
tancia de identificar el patrón heredita- síndrome de Turner. quística.
rio en cada caso es obviamente impres-
cindible para calcular el riesgo de
recidiva. A veces es suficiente el estudio TABLA 4
detallado del árbol familiar para descu- Consanguinidad: proporción de genes compartidos y riesgo de anomalías congénitas.
brir el modo de segregación; sin em- Proporción de genes Riesgo de anomalía en
Relación
bargo, en casos esporádicos y árboles compartidos la descendencia
genealógicos pequeños, es a menudo in- Primer grado 1/2 50%
distinguible una forma dominante de una padre/madre-hijo/a
hermano/hermana
ligada al X, y sólo las pruebas comple-
mentarias adecuadas podrán aportar luz Segundo grado 1/4 5%-10%
tío/a-sobrino/a
al problema.
Primos carnales 1/8 3%
Primos segundos 1/16-1/32 1%
Alteraciones cromosómicas Frecuencias de los tres principales tipos de anomalías en las relaciones incestuosas
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Abortos de repetición familiarmente, de modo que tienen al Sin embargo, entre primos carnales (ma-
menos un antepasado común no más allá trimonio legal en nuestro país y en los
El 50% de los abortos espontáneos pre- de un tatarabuelo. El incesto es la unión países europeos, no así en 30 estados nor-
sentan anomalías cromosómicas, algunas entre familiares de primer grado (padre- teamericanos), el riesgo empírico está ta-
de ellas pueden ser recurrentes, sobre todo hija o hermano-hermana). Se conoce des- sado en un 3% de los casos, lo que, si bien
las monosomías y las trisomías, debido a de antiguo que el riesgo de anomalías de es más elevado que el existente para la
la presencia de alteraciones balanceadas causa genética está elevado en todos es- descendencia de individuos no emparen-
en uno de los padres que se desbalancean tos casos y hoy sabemos que la causa es tados (aproximadamente el 1%), parece
en la descendencia. Una de ellas, poco co- que la probabilidad de compartir alelos un riesgo asumible y es, desde luego, me-
mún pero de gran importancia, es la trans- mutados de genes causantes de enfer- nor que el que la cultura popular suele
locación robertsoniana 21/21, en que los medades autosómicas recesivas es ma- asignar para estos casos, lo que con fre-
fetos serán siempre o monosómicos o tri- yor. Por tanto, el riesgo está en función cuencia genera tensión y sentimientos de
sómicos. de la proporción de material genético culpa ante la decisión de tener hijos en es-
Finalmente, la presencia de anomalías compartido. Como se aprecia en la tabla tos matrimonios.
congénitas múltiples, de retraso mental de 4, los estudios en hijos de relaciones in-
causa desconocida, y de muerte perinatal, cestuosas muestran un riesgo de altera-
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
especialmente si se asocia a malforma- ción grave física o mental que alcanza el
ciones, son indicaciones obligadas de aná- 50% de los casos, la mitad de los cuales Baker DL, Schuete JL, Uhlmann R. A guide to genetic Coun-
selling. A Wiley-Liss pub.; 1998. ISBN: 0-471-18541-8.
lisis cromosómico. presentarán deficiencia mental. Entre fa- Harper PS. Practical Genetic Counselling. 4th ed. Cambrid-
miliares de segundo grado (tío-sobrina o ge, United Kingdom: University Press; 1994. ISBN: 0-7506-
tía-sobrino) el riesgo disminuye rápida- 0928-1.
mente hasta un 5%-10% de los casos. Jorde LB, Carey JC, Bamshad MJ, White RL . Genética Médi-
Consanguinidad e incesto Debemos aclarar que este tipo de matri-
ca. 2.ª ed. Madrid, España: Ediciones Harcourt S.A.; 2000.
ISBN: 84-8174-423-9.
Se entiende por matrimonio consanguí- monio es ilegal en todos los países occi- Mueller RF. Emery’s Elements of Medical Genetics. 11th ed.
neo aquel entre individuos relacionados dentales. 8th ed. Churchill Livingstone eds.; 2001.
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