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Carlos L

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Carlos I de España

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Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico
Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de España, Nápoles, Sicilia y
Cerdeña, duque de Borgoña, soberano de los Países Bajos y archiduque de Austria
Portrait of Charles V, Holy Roman Emperor, seated (1500–1558), formerly attributed
to Titian (Alte Pinakothek, Munich).jpg
Retrato de Carlos V sentado atribuido a Lambert Sustris (c. 1548). Óleo sobre
lienzo, 205 x 122 cm. Pinacoteca Antigua de Múnich.
Escudo de Armas de Felipe II a Carlos II.svg
Rey de España, Sicilia y Cerdeña
junto a Juana I hasta 1555
14 de marzo de 1516-16 de enero de 1556
Predecesor Juana I de Castilla
Fernando II de Aragón
Sucesor Felipe II
Holy Roman Empire Arms-double head.svg
Emperador del Sacro Imperio Romano
Rey de Germania
Rey de Italia
23 de octubre de 1520-24 de febrero de 1558
nota 1
Predecesor Maximiliano I
Sucesor Fernando I
[mostrar]Otros títulos
Información personal
Tratamiento Sacra Cesárea Católica Real Majestad1415
Coronación 23 de octubre de 1520 (Germania)
22 de febrero de 1530
(Italia)
24 de febrero de 1530 (Sacro Imperio Romano Germánico)16
Nacimiento 24 de febrero de 1500
Gante, Flandes, Sacro Imperio Romano Germánico
Fallecimiento 21 de septiembre de 1558 (58 años)
Cuacos de Yuste, Extremadura, Castilla
Sepultura Cripta Real del Monasterio de El Escorial
Religión Católico
Familia
Casa real Austria
Padre Felipe I de Castilla
Madre Juana I de Castilla
Consorte Isabel de Portugal (1526-1539)
Hijos Véase Matrimonio e hijos
Firma Firma de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico
Armas de Carlos I de España.svg
Plus Ultraa
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Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico (Gante, Condado de
Flandes, 24 de febrero de 1500-Cuacos de Yuste, 21 de septiembre de 1558), llamado
«el César», reinó junto con su madre, Juana I de Castilla —esta última de forma
solo nominal y hasta 1555—, en todos los reinos y territorios hispánicos con el
nombre de Carlos I desde 1516 hasta 1556,b reuniendo así por primera vez en una
misma persona las Coronas de Castilla —el Reino de Navarra incluido— y Aragón. Fue
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V de 1520 a 1558.

Hijo de Juana I de Castilla y Felipe I el Hermoso, y nieto por vía paterna del
emperador Maximiliano I de Habsburgo y María de Borgoña, de quienes heredó el
patrimonio borgoñón y el Archiducado de Austria con el derecho al trono imperial
del SIRG, y por vía materna de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando
II de Aragón, de quienes heredó la corona de Castilla, con los dominios en Navarra
y las Indias Occidentales, y la corona de Aragón que comprendía los reinos de:
Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Valencia, Mallorca y Aragón, y el Principado de
Cataluña.

Índice
1 Biografía
1.1 El joven príncipe
1.2 Herencia y patrimonio
1.3 Títulos
1.4 Rey de España
1.4.1 Sucesión de Fernando el Católico
1.4.2 Conflictos en Castilla: las Comunidades (1520-1521)
1.4.3 Conflictos en Aragón: las Germanías (1520-1523)
1.4.4 La guerra de Navarra
1.4.5 La organización de la Monarquía Hispánica
1.4.6 Su reinado en América
1.4.7 Control sobre la Iglesia
1.5 Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
1.5.1 Contra los turcos otomanos
1.5.2 Las guerras con Francia
1.5.3 La aparición del protestantismo
1.6 Abdicación, retiro, fallecimiento y traslado de sus restos
2 Familia
2.1 Matrimonio e hijos
2.2 Hijos extramatrimoniales
2.3 Genealogía
3 Semblanza
4 Potestades
5 Véase también
6 Notas y referencias
6.1 Referencias
6.2 Bibliografía
7 Enlaces externos
Biografía
El joven príncipe
El nacimiento de Carlos de Habsburgo se produjo durante la celebración de un baile
en el palacio Casa del Príncipe (Prinsenhof) de Gante, Flandes, cuando la
embarazada archiduquesa Doña Juana comenzó a sentir fuertes dolores en el vientre
por lo que nació en un retrete, lo que hizo que su nacimiento no fuera presenciado
por numerosos testigos que identificaran reglamentariamente al neonato evitando así
cualquier duda sobre la legitimidad del futuro Heredero.17 Ella quería ponerle el
nombre de Juan en recuerdo de su fallecido hermano, pero finalmente fue bautizado
como Carlos por deseo de su padre y en recuerdo de su bisabuelo, Carlos el
Temerario, quien murió en la batalla de Nancy en 1477.18 El bautizo, celebrado el 7
de marzo, fue oficiado por el obispo de Tournai, Pierre Quick, en la catedral de
San Bavón. A él acudieron como madrinas Margarita de Austria, esposa del fallecido
príncipe Juan, y Margarita de York, esposa de Carlos el Temerario, y como padrinos
Carlos de Croy, príncipe de Chimay, y el señor de Vergás.19

Retrato del entonces príncipe Carlos, el futuro emperador, con su familia paterna
(por Bernhard Strigel, Viena, Kunsthistorisches Museum). Con los retratos aparecen
inscripciones que los identifican como miembros de la familia de Jesús. Así,
Maximiliano es Cleofás, hermano carnal de san José, y Carlos es «SIMON ZELOTES
CON/SOBRINVS. DNI. NRI».
Antes de que cumpliera un año, Felipe nombró a Carlos duque de Luxemburgo y
Caballero de la Orden borgoñona del Toisón de Oro. El 16 de noviembre de 1501,
Felipe y Juana partieron hacia España para ser jurados en las Cortes como sucesores
de los Reyes Católicos y dejaron a Carlos al cuidado de Margarita de York. Durante
su paso por Francia, Felipe se reunió con el rey Luis XII y acordó el matrimonio
entre la hija de este, Claudia, y Carlos, trato que se renovó con la firma del
Tratado de Blois años después.20 Tras el regreso de Felipe a Flandes y debido a la
avanzada edad de Margarita de York, dejó a Carlos al cuidado de la señora de
Ravenstein, Ana de Borgoña; además nombró gentilhombre de la cámara de Carlos a su
padrino, Carlos de Croy, y encomendó su educación a maestros borgoñones que le
enseñarían la historia del ducado. Por su parte, allá en Castilla, Fernando el
Católico, consciente de que Carlos podría ocupar algún día su trono, envió al
humanista Luis a Flandes para que le enseñara castellano y las costumbres
españolas, aunque cuando el príncipe llegó a España años después aún no dominaba
esta lengua.1921

A principios de 1506 Felipe y Juana partieron de nuevo hacia España para reclamar
la corona de Castilla tras la muerte de Isabel la Católica, pero el reinado
conjunto duró poco, ya que Felipe murió de forma prematura en septiembre. Fernando,
habiendo considerado que su hija era presa de la locura, mandó que la encerraran en
el Palacio Real de Tordesillas y se constituyó en regente. Debido a la minoría de
edad de Carlos, su abuelo Maximiliano I de Habsburgo asumió la regencia de los
Países Bajos, aunque poco después le cedió el puesto a su hija Margarita de
Austria, junto con la tutela de Carlos y sus hermanos. Toda la educación del joven
príncipe se desarrolló en Flandes, específicamente en la ciudad de Malinas desde
donde su tía Margarita de Austria, ejercía de regente y había sido encargada de su
crianza hasta su mayoría de edad. En 1509 el emperador dispuso que Guillermo de
Croy, señor de Chiévres, sustituyese a su primo Carlos de Croy como gentilhombre de
cámara del príncipe y Adriano de Utrecht, deán de la Universidad de Lovaina y
futuro papa Adriano VI, fue nombrado su maestro.1922

El 5 de enero de 1515, Guillermo de Croy consigue que el emperador declare la


mayoría de edad de Carlos; acto seguido, los Estados Generales nombran Señor de los
Países Bajos al joven príncipe, terminando aquí la regencia de su tía Margarita.
Con todo, sin voluntad propia para gobernar, el joven soberano delegaría entonces
el poder en el señor de Chièvres. Ese mismo año, el Cardenal Adriano de Utrecht
viajó a Aragón para asegurar que Fernando el Católico no quitaría a Carlos la
herencia de Castilla y Aragón en favor de su hermano Fernando I de Habsburgo, quien
se había criado junto a él y era su nieto favorito. Si bien se comprometió a
nombrar a Carlos como sucesor, los consejeros del rey tuvieron que convencerle poco
antes de su muerte para que no designara a Fernando.22

Herencia y patrimonio
Herencia del Emperador Carlos V, Carlos I como Rey de España.svg
Títulos
Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Romanos Emperador Semper Augusto.
Doña Joana su madre y el mesmo Don Carlos por la mesma gracia Reyes de Castilla, de
Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Ierusalen, de Navarra, de Granada, de
Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova,
de Corcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar, de las
Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Oceano,

Condes de Barcelona,

Señores de Vizcaya e de Molina,

Duques de Atenas e de Neopatria,

Condes de Ruysellon e de Cerdenia,

Marqués de Oristan e de Gorciano,


Archiduques de Austria,

Duques de Borgoña de Bravante.


Pragmática o Edicto del Emperador contra los comuneros dada en Worms (febrero de
1521).
Rey de España
Sucesión de Fernando el Católico

Retrato del joven Carlos I de España, posterior a 1515 por Bernard van Orley.
El 22 de enero de 1516, el abuelo del príncipe Carlos, Fernando II de Aragón,
redactaba su último testamento. En él, lo nombraba gobernador y administrador de
los Reinos de Castilla y de León, en nombre de la reina Juana I de Castilla
incapacitada por su enfermedad. En lo concerniente a la Corona de Aragón, el rey
Fernando dejaba todos sus estados a su hija Juana, nombrando, también en este caso,
gobernador general a Carlos en nombre de su madre. Hasta que Carlos llegara, en
Castilla gobernaría el cardenal Cisneros y en Aragón el arzobispo Alonso de Aragón.

El 23 de enero moría el rey Fernando en Madrigalejo (actual Extremadura). A partir


de entonces, Carlos comenzó a pensar en tomar el título de rey, aconsejado por sus
consejeros flamencos. Esta decisión no era bien vista en la península ibérica. El
Consejo de Castilla le envió una carta el 4 de marzo en la que le pedía que
respetase los títulos de su madre, ya que «aquello sería quitar el hijo al padre en
vida el honor». Pero diez días después las honras fúnebres por el rey Fernando
terminaron con gritos de:

Vivan los católicos reyes doña Juana y don Carlos su hijo. Vivo es el rey, vivo es
el rey, vivo es el rey
El 21 de marzo, Carlos envió una carta a Castilla en la que informaba de su
decisión de titularse Rey. Tras largas deliberaciones del Consejo, el 3 de abril el
cardenal Cisneros comunicó al reino la decisión de Carlos. El 13 del mismo mes se
informó de la nueva intitulación real:

Doña Juana y don Carlos su hijo, reina y rey de Castilla, de León, de Aragón, de
las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de
Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de
Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las
Islas, Indias y Tierra Firme del mar Océano, condes de Barcelona, señores de
Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y Neopatria, condes de Ruisellón y de
Cerdaña, marqueses de Oristán y de Gociano, archiduques de Austria, duques de
Borgoña y de Brabante, condes de Flandes, de Tirol, etc.
En mayo, los tres estamentos del Reino de Navarra, reunidos a petición del virrey
Antonio Manrique de Lara, juraron fidelidad a Carlos como su rey y señor natural.

Mientras tanto, en la Corona de Aragón la situación era caótica. El Justicia de


Aragón impedía gobernar al arzobispo Alonso de Aragón alegando que, según las leyes
aragonesas, el cargo de gobernador solo podía ser ejercido por el heredero al
Trono. La Audiencia Real de Aragón dio la razón a la Justicia, pero sentenció que
el arzobispo podía gobernar en calidad de curador de la reina Juana. Pero el
Justicia tampoco lo permitió entonces, alegando que Juana ya no era la heredera, ya
que cuando se la juró como tal, se incluyó que si el rey tenía un hijo varón, este
pasaría a convertirse en el heredero. Y, por tanto, como en 1509 Fernando había
tenido un hijo con Germana de Foix, el juramento de Juana quedaba anulado (a pesar
de que el niño había muerto a las pocas horas). El 13 de mayo, Carlos reconoció los
poderes del arzobispo como curador de la reina Juana, pero, aun así, se rechazó
prestarle juramento. Por otro lado, la Diputación del Reino de Aragón reconoció a
Juana como heredera de la Corona, pero como por su enfermedad no podía reinar,
debía ser apartada del gobierno para que reinara su hijo. A todo ello se añadía el
que ninguna institución de la Corona de Aragón le reconocía a Carlos el título de
Rey hasta que no jurara los fueros y libertades de los Reinos.

Territorios controlados en Europa por Carlos I de España en 1519. Debido a la


concentración de títulos en su poder, Francia pasa a estar en una posición
geopolítica complicada.
Castilla
Aragón
Posesiones borgoñonas
Herencias de territorios austríacos
Sacro Imperio Romano
En el reino de Nápoles, el virrey Ramón de Cardona recibió la noticia del
fallecimiento del rey Fernando a través del arzobispo de Zaragoza,23 fue confirmado
como virrey por el príncipe Carlos desde Bruselas, el 11 de febrero,24 e hizo
proclamar a Juana y al príncipe Carlos como reyes el 20 de febrero.25 En cuanto al
reino de Sicilia, ante la muerte de Fernando el Católico, el virrey de Sicilia,
Hugo de Moncada, disolvió un Parlamento hostil a un nuevo donativo para mantenerse
en el puesto hasta la confirmación del nuevo rey Carlos, pero una parte importante
se negó a disolverse, no reconociendo a Carlos como el sucesor de Fernando, sino a
su madre Juana. El 5 de marzo, tras celebrarse la exequias del monarca difunto, se
produjo la sublevación. Consideraron que una vez muerto el rey, el virrey cesaba
automáticamente, alzaron pendones por la reina Juana y constituyeron una regencia.
Un nuevo Parlamento encargó la regencia del reino al marqués de Geraci, Simone
Ventimiglia, y al marqués de Licodia, Matteo Santapau, y solo la ciudad de Mesina
se mantuvo fiel al virrey y al rey Carlos.

Ante esta situación el virrey de Nápoles, Ramón de Cardona, intervino obteniendo un


acuerdo entre las partes para que fueran a viajar a la corte de Carlos, mientras el
gobierno de Sicilia quedaba a cargo de Diego del Águila. Finalmente el nuevo virrey
designado fue Ettore Pignatelli, conde de Monteleone.26 Sin embargo, la posición de
la Corona estaba debilitada, y en julio de 1517, una conjura que pretendía cambiar
la situación política del reino fracasó al no llevarse a cabo el asesinato del
virrey, lo cual produjo una revuelta más amplia conocida como la rebelión de
Squarcialuppo para reclamar orden y justicia.27 Por último, la situación fue
encauzada, y en el Parlamento de 1518, Carlos fue reconocido como rey de Sicilia.28
Respecto al reino de Cerdeña, una reunión extraordinaria de los estamentos
reconoció a los nuevos soberanos Carlos y Juana,29 y en junio de 1518 una
delegación del estamento real en las Cortes de Zaragoza juró fidelidad al nuevo
monarca, aunque no se puede constatar si junto a ellos estuvieron representantes de
los otros dos estamentos. En octubre el rey concedió poderes a su virrey en
Cerdeña, Ángel de Vilanova, para convocar el Parlamento y recoger el juramento de
fidelidad y formalizar así el acto parcialmente formulado en Zaragoza.3031

En los Países Bajos, el 19 de febrero de 1516, ante la muerte de Fernando el


Católico, Guillermo de Croy, señor de Chièvres, solicitó 400 000 florines de oro
para el futuro viaje a España, lo que fue aprobado por los Estados Generales de los
Países Bajos, pero a cambio Carlos debía dejar el territorio pacificado. De este
modo acordó el Tratado de Noyón con Francisco I de Francia, y dado que la
adquisición de los derechos sobre Frisia dejó un frente abierto con Carlos de
Egmond, duque de Güeldres,32 fue acordado un tratado de paz el 17 de septiembre de
1517.33 En junio de 1517, Carlos informó a los Estados Generales reunidos en Gante,
que el gobierno en su ausencia estaría a cargo de un Consejo Privado presidido por
su tía la archiduquesa Margarita de Austria y su abuelo el emperador Maximiliano
como supervisor del mismo en caso de que la comunicación con España no pudiera
llevarse a cabo.3435 Y en julio nombró a Filiberto de Chalôns como Gobernador y
Lugarteniente General en los condados de Borgoña y de Charolais.36

Carlos aseguró su posición como rey gracias al reconocimiento como rey por parte
del papa León X en la bula Pacificus et aeternum de 1 de abril de 1517,37 y el 8 de
septiembre de 1517, Carlos partió con su escuadra desde Flesinga, a las cinco de la
mañana, rumbo a Santander. Pero una fuerte tormenta desvió el rumbo de las naves, y
en la madrugada del 19 de septiembre de 1517, sábado, los cuarenta barcos que
integraban la escuadra se encontraron ante la costa de Villaviciosa. Cuando se
descubrió el error en el rumbo, Carlos y sus consejeros deliberaron sobre si
continuar el viaje por mar o desembarcar allí mismo. La inseguridad de la vía
marítima, «por la mutabilidad del viento, que lo mismo se puede cambiar en malo que
en bueno», inclinó la decisión hacia el desembarco, según relata Laurent Vital, el
cronista flamenco que viajaba con el rey. Desembarcaron finalmente en el puerto
asturiano de Tazones.38 La siguiente etapa del viaje fue en Tordesillas, donde
visitó el 4 de noviembre de 1517 y muy brevemente a su madre, la reina Juana la
Loca, allí recluida, en donde Chièvres obtuvo de la reina Juana el acta por el que
reconocía a su hijo Carlos que gobernara en su nombre,3940 por lo que de este modo
se daba la apariencia de legitimidad a la toma del poder por Carlos.41 Ya en
Valladolid, recibió la noticia del fallecimiento del cardenal Cisneros, lo que le
dejaba completamente allanado el gobierno de Castilla.

El 9 de febrero de 1518, las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid, juraron


como rey a Carlos junto con su madre Juana42 y le concedieron 600 000 ducados.
Además, las Cortes hicieron una serie de peticiones al rey, entre ellas:

Aprender a hablar castellano.


El cese de nombramientos a extranjeros.
La prohibición de la salida de metales preciosos y caballos de Castilla.
Trato más respetuoso a su madre Juana, recluida en Tordesillas.

Escudo del rey Carlos I de España antes de convertirse en emperador del Sacro
Imperio Romano Germánico.
En Aragón la situación seguía siendo complicada. Carlos llegó a Zaragoza el 9 de
mayo. Las sesiones de las Cortes de Aragón comenzaron el 20 de mayo y tras largas
discusiones, el 29 de julio Carlos era jurado como Rey de Aragón. Juana era
reconocida como Reina, pero por su incapacidad para gobernar, sus títulos quedaban
solo como "nominales". Además le fueron entregadas 200 000 libras.

El 15 de febrero de 1519, Carlos entraba en Barcelona, convocando a las Cortes


catalanas el día siguiente. Tras un discurso muy parecido al que dio en Aragón, y
las correspondientes deliberaciones, Carlos fue jurado junto a Juana el 16 de
abril. La cuestión del dinero que debían aportar las Cortes se alargó hasta
principios de enero de 1520, cuando finalmente le otorgaron 300 000 libras.

Mientras, el emperador Maximiliano I moría el 12 de enero de 1519. El 28 de junio,


Carlos era elegido en Fráncfort del Meno como rey de Romanos, lo que le convertía
en el nuevo soberano del Sacro Imperio Romano Germánico,43 y por ello decidió
suspender el viaje hacia Valencia para ir a Alemania, convocando previamente Cortes
castellanas en Santiago de Compostela para el 20 de marzo de 1520. De esta manera,
Carlos envió a Adriano de Utrecht para que a través de él le juraran como rey y
pudiera convocar Cortes en Valencia,44 pese a la ilegalidad, lo que provocó
malestar entre los estamentos privilegiados; sin embargo, debido a la querellas
entre el brazo nobiliario (militar) y eclesiástico contra las Germanías, las Cortes
no llegaron a celebrarse, y ante los disturbios, el rey envió un documento el 30 de
abril de 1520 ofreciéndose guardar sus fueros y privilegios.45 Finalmente, el rey
cumplió la legalidad foral y antes de ir a las Cortes Generales de Monzón,
convocadas el 1 de junio de 1528, pasó por Valencia y juró sus fueros el 16 de mayo
de dicho año.

Tras este largo proceso que duró cuatro años (sin contar la jura en Valencia),
Carlos se convertía en el primer monarca en ostentar las Coronas de Castilla,
Aragón y Navarra.
Conflictos en Castilla: las Comunidades (1520-1521)
Artículo principal: Guerra de las Comunidades de Castilla
La llegada de Carlos a Castilla supuso la llegada de un joven inexperto que
desconocía las costumbres e idioma de su reino, dado lo cual depositó su confianza
en sus colaboradores borgoñones que le habían acompañado desde los Países Bajos, a
los que les procuró altas dignidades y acceso a rentas y riquezas. Esto molestó a
los castellanos y así se lo hicieron saber en las Cortes de Valladolid de 1518, lo
cual fue ignorado por el rey. Inmediatamente pasó el rey a Aragón. A la larga, esto
molestó a los castellanos, ya que en Castilla había permanecido bastante menos
tiempo, así que cuando conoció en Barcelona que había sido elegido Rey de Romanos,
convocó Cortes de Santiago y La Coruña para conseguir subsidios para sufragar sus
gastos en el extranjero. Las ciudades se opusieron, puesto que no entendían la
preferencia de los intereses en Alemania frente a los castellanos y requerían su
presencia en el reino. Finalmente el servicio se aceptó y Carlos embarcó para
Alemania, nombrando como regente al cardenal Adriano de Utrecht.

El malestar se fue extendiendo por Castilla, y el incendio de Medina del Campo


extendió el foco de la rebelión comunera por Castilla. Las revueltas antiseñoriales
provocaron que la nobleza apoyara al emperador, y el movimiento fue perdiendo
aceptación en las ciudades. Finalmente los comuneros, al mando de Padilla, Bravo y
Maldonado, fueron vencidos en la batalla de Villalar, y el rey a su vuelta realizó
cambios organizativos en el reino que se manifestaron sobre todo tras las Cortes de
Valladolid de 1523. Pese a su victoria, el movimiento comunero aún perduró en
algunos núcleos poblacionales, con mayor o menor fortuna. La ciudad de Toledo
abanderó toda esa resistencia en la figura de María Pacheco.46

Conflictos en Aragón: las Germanías (1520-1523)


Artículo principal: Germanías
En los territorios del Reino de Valencia y de Mallorca se produjo el movimiento de
las Germanías. Los artesanos de Valencia poseían el privilegio del reinado de
Fernando el Católico para formar unas milicias en caso de necesidad de lucha contra
las flotas berberiscas. En 1519 Carlos I permitió la formación de esas milicias y
se pusieron al mando de Joan Llorenç.

En 1520 cuando se produjo una epidemia de peste en Valencia y los nobles


abandonaron la zona, la milicias se hicieron con el poder y desobedecieron la orden
de Adriano de Utrecht de su inmediata disolución. En pocos días el movimiento llegó
a las islas Baleares en donde duró hasta 1523. Después de la derrota de los
comuneros, el ejército acabó con el conflicto de las Germanías.

La guerra de Navarra
Artículo principal: Conquista de Navarra

Escudo de Carlos I de España en la muralla de Viana con las armas de Navarra en


lugar preferente en el blasón.
Aprovechando la Guerra de las Comunidades de Castilla con una parcial
desmilitarización del Reino de Navarra se produjo la tercera contraofensiva de los
navarros para recuperar el reino en 1521. En esta ocasión, Enrique II de Navarra
con apoyo del rey francés Francisco I, consiguió la recuperación en poco tiempo.
Sin embargo la población humilde permaneció casi enteramente pasiva, sin mostrarse
leal a Carlos I pero sin mostrar apoyo a los legitimistas. En cuanto a la
aristocracia, muchos habían alentado los levantamientos que habían facilitado la
operación, pero los demás habían jurado lealtad a Carlos I. Por lo tanto los
legitimistas navarros dependían casi totalmente del apoyo militar y económico
francés, lo que les dejaba en una situación estratégica muy frágil. En breve plazo
los errores estratégicos del general francés André de Foix y la recomposición
rápida del ejército español llevaron al desastre militar en la batalla de Noáin.

Al carecer los legitimistas de apoyos sólidos entre el pueblo llano o las élites,
la reconquista española de casi toda Navarra fue muy rápida. Únicamente se
mantuvieron focos de resistencia en comarcas fronterizas como la zona del Baztán-
Bidasoa produciéndose históricos enfrentamientos y asedios como en el castillo de
Maya, en la batalla del monte Aldabe o en el asedio de la fortaleza de
Fuenterrabía. Finalmente la vía diplomática, concediendo una amplia amnistía, y la
renuncia de la Baja Navarra, que no llegó a controlar militarmente, llevó a
conseguir el control de la Alta Navarra por el Emperador. Sin embargo, a largo
plazo el factor decisivo fue que los reyes de Francia renunciaron a respaldar el
legitimismo navarro como arma contra España.

La organización de la Monarquía Hispánica


Con el regreso del rey Carlos I a Castilla en septiembre de 1522, se emprendieron
una serie de reformas para integrar a las élites sociales en el gobierno y
administración de la Monarquía,47 que serían completadas por su hijo el rey Felipe
II constituyendo el sistema polisinodial de Consejos. La estructura del régimen
polisinodial de los Consejos puede hallarse en el Curia Regis que en 1385 se
constituyó en el Consejo Real, o Consejo de Castilla,48 con los cometidos de
asesoramiento al rey, tramitación de asuntos administrativos ordinarios y ejercicio
de justicia. Debido al incremento y diversidad de asuntos a tratar, en tiempos de
los Reyes Católicos se había dividido el Consejo en secciones que se convertirían
en Consejos independientes,49 en 1494 se instituyó el Consejo de Aragón, en 1483 el
Consejo de la Inquisición, en 1498 el Consejo de Órdenes, y en 1509 el Consejo de
Cruzada, pero sería Carlos I quien dio el impulso al sistema de Consejos.50

Carlos I de España retratado por Tiziano, 1532-1533.


Una vez sometido el levantamiento armado de los comuneros y asegurada la supremacía
del poder real, el gran canciller Gattinara propuso a Carlos I un Consejo Secreto
de Estado que tendría la supremacía sobre los demás Consejos y sería el eje
regulador y supervisor de la política global, en el que él mismo sería el
presidente;51 para tal objetivo emprendió en 1522 la racionalización de la
administración española con la reforma de los Consejos existentes y la creación del
Consejo de Hacienda en 1523, pero el rey no quiso depender de un solo ministro y
tal proyecto de centralizar en un solo Consejo fue desestimado,52 por lo que la
influencia del Gran Canciller, que a fin de cuentas era un cargo de origen
borgoñón,53 se fue eclipsando frente a Francisco de los Cobos, y en consecuencia se
mostró crítico por la planificación administrativa colegiada y fraccionada54 que
fue llevada a cabo en esos años de 1523-1529. En 1524 se constituyó el Consejo de
Indias y en 1526, el Consejo de Estado, no como lo había ideado Gattinara sino como
un consejo privado del monarca, de ahí que no tuviera presidente ni residencia fija
en época de Carlos. Los demás consejos se establecieron en Valladolid, que se
convirtió en la capital administrativa hasta 1561.55

Los Consejos estaban compuestos por personas escogidas personalmente por el rey
(cumpliéndose una serie de reglas no escritas a la hora de escogerlos) que, bajo la
presidencia del mismo rey o de algún representante suyo (la mayoría de las veces)
discutían sobre algún tema. El rey siempre tenía la última palabra, pero no es
imposible comprender el poder que acumulaban: primero, porque el Consejo era el
lugar donde el rey pulsaba las posiciones de diversas facciones nobiliarias,
eclesiásticas o cortesanas. Segundo, porque en épocas en las que el monarca no
estaba capacitado (enfermedad, guerra, etc.), ellos eran los verdaderos gobernantes
en su área de acción. Tercero, porque, en aquella época, el poder legislativo,
ejecutivo o judicial no estaban estrictamente separados, por lo que los Consejos se
convirtieron en una especie de Tribunales de Apelación; cuarto, porque, ciertos
Consejos tenían unidas tareas mundanales y espirituales, por lo que solían tener
las llaves del prestigio social (Consejo de Órdenes, por nombrar el caso más
claro), de importantes ingresos económicos (Consejo de Cruzadas) o de clave
política (Consejo de la Inquisición).
En este orden destaca la importante labor de los secretarios. Al margen de la
Cancillería, que desapareció con el fallecimiento de Gattinara en 1530, el rey
despachaba con sus secretarios, que de ordinario ocupaban las secretarías en los
Consejos, puesto que al fin y al cabo, los secretarios eran los encargados de
trasladar al Rey las deliberaciones de los Consejos y de trasladar a los miembros
del Consejo las decisiones y resoluciones del Rey, lo que evitó una parálisis en el
gobierno, permitiendo que funcionara el sistema.56 No obstante, su poder iba más
allá de esto, pues se convirtieron en los verdaderos gestores de la voluntad Real:
de sus transcripciones dependía la exactitud con que el monarca percibía las
declaraciones de los miembros de los Consejos, aceleraban o retrasaban la entrega
de las deliberaciones al monarca, controlaban la correspondencia ordinaria y
tomaban las decisiones preparando los documentos para la firma y traficaban con la
información privilegiada que tenían y con su capacidad de acceso al monarca.57

Su reinado en América
Artículos principales: Conquista de México, Conquista del Perú, Conquista de
Colombia, Conquista de Venezuela y Conquista de Guatemala.
Durante el reinado de Carlos I, la corona de Castilla expandió sus territorios
sobre gran parte de América:

Hernán Cortés conquistó el Imperio mexica, en 1521, que daría lugar al Reino de
Nueva España
Nuño de Guzmán conquistó el Imperio tarasco y los señoríos que formarían el Reino
de Nueva Galicia, a mediados del XVI
Francisco de Montejo iniciaría el largo proceso de conquista de los mayas de la
península de Yucatán, en el siglo XVI
Pedro de Alvarado conquistó a los territorios centroamericanos que darían lugar al
Reino de Guatemala,
Francisco Pizarro conquistó el Imperio incaico que daría lugar al Virreinato del
Perú
Gonzalo Jiménez de Quesada conquistó a los Muiscas y su confederación, en la actual
Colombia, fundando el Nuevo Reino de Granada.
Los capitanes españoles Sebastián de Benalcázar y Francisco de Orellana, partieron
del Reino de Quito en busca del mítico El Dorado. Benalcázar fundó en 1534 la
ciudad de San Francisco de Quito mientras que Orellana, tras fundar Guayaquil, se
internó en la Amazonía y descubrió el río Amazonas.
Juan Sebastián Elcano dio la primera vuelta al mundo en 1522, terminando el viaje
que comenzó Fernando de Magallanes y sentando las primeras bases de la soberanía
española en los archipiélagos de las Filipinas y las Marianas.
Mediante la Capitulación de Madrid de 1528, el rey Carlos arrendó temporalmente la
provincia de Venezuela a las familia alemana Welser de Augsburgo, lo que dio paso a
la creación del Klein-Venedig, una de las gobernaciones alemanas en América.

El 24 de agosto de 1534, Diego García de Moguer, viaja en una segunda expedición


hacia el río de la Plata, con la carabela Concepción, pasa por la isla de Santiago
de Cabo Verde, luego al Brasil, donde desciende el estuario de los ríos Uruguay y
Paraná y funda el primer asentamiento de la ciudad de Santa María del Buen Aire.
Posteriormente Pedro de Mendoza concretó la fundación de Buenos Aires en la margen
derecha del Río de la Plata, siendo exterminados por los indígenas. Poco tiempo
después Juan de Salazar y Gonzalo de Mendoza fundaban Asunción que se convertiría
en el centro motor de la conquista de la cuenca rioplatense y Pedro de Valdivia
fundaba Santiago de Chile. Todo esto contribuyó a sentar el primer imperio global
de la historia universal bajo el reinado de su sucesor, Felipe II, donde se decía
que «no se ponía el sol».

La mayoría de expediciones fueron empresas privadas, realizadas con el permiso de


Carlos V, pero declarando siempre la soberanía de la Corona española sobre todos
los territorios conquistados, si bien estos se consideraron desde 1492 parte de la
Corona de Castilla, al haber impulsado ese reino las primeras expediciones de
exploración y conquista de las Indias y la Tierra Firme, término que engloba a las
islas del Caribe y a toda América.

Control sobre la Iglesia


Entre 1508 y 1523 los papas debieron conceder prerrogativas a los reyes de España o
de la Monarquía Hispánica; pero ya en 1516 habían concedido privilegios semejantes
al rey de Francia (por el papa León X) y antes aún al rey de Portugal (por la bula
Dudum cupientes del papa Julio II, en 1506). Estas prerrogativas «se extendían solo
a obispados y beneficios consistoriales».58

Más tarde, los monarcas lograron el ejercicio de todas o la mayoría de facultades


atribuidas a la Iglesia en el gobierno de los fieles, convirtiéndose, de hecho y de
derecho, en la máxima autoridad eclesiástica en los territorios bajo su dominio. A
ello se lo denomina patronato regio o real patronato strictu sensu.

Las disposiciones emanadas del papa, de la nunciatura apostólica y de los concilios


debían obtener el pase regio o regium exequator antes de ser publicados en España y
sus dominios. Si eran perjudiciales para el reino se aplicaba el derecho de
retención y se impedía su difusión.

Posteriormente Carlos V sumó a lo anterior el cargo de Patriarca de Indias,


obteniendo el control de toda la labor evangelizadora.59

Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico


Véase también: Idea imperial de Carlos V

Carlos I y su esposa Isabel de Portugal. Copia de Rubens de un cuadro desaparecido


de Tiziano.
Tras el fallecimiento de su abuelo Maximiliano I de Habsburgo, emperador del Sacro
Imperio Romano Germánico, el 12 de enero de 1519, Carlos reunió en su persona los
territorios procedentes de la cuádruple herencia de sus abuelos: habsburguesa
(Maximiliano I), borgoñona (María de Borgoña), aragonesa (Fernando el Católico) y
castellana (Isabel la Católica), aunque pocos años después renunció en su hermano
Fernando los territorios de Austria.

En competencia con el rey Francisco I de Francia, lo que supuso un gasto enorme al


que Carlos hizo frente buscando dinero en Castilla y en banqueros alemanes, como
los Welser y Fugger, el 23 de octubre de 1520 fue coronado rey de Romanos en
Aquisgrán y tres días después fue reconocido emperador electo del Sacro Imperio
Romano Germánico. Estos asuntos en Alemania lo ausentaron de España hasta 1522.

El 24 de febrero de 1530, el mismo día de su cumpleaños, en Bolonia, Carlos fue


coronado como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el papa Clemente
VII, quien se convirtió en aliado de la causa imperial.60 Previamente, dos días
antes, con solemnidad, pero casi en privado, para que no quitara importancia a su
coronación imperial, fue coronado como rey de los borgoñones o rey de Italia.16

El ideario del emperador fue el ideal del humanismo de la Universitas Christiana,


la supremacía de la autoridad imperial sobre todos los reyes de la cristiandad y la
asunción de la defensa del catolicismo. Esta concepción imperial fue obra de mentes
españolas como Pedro Ruiz de la Mota, Hugo de Moncada o Alfonso de Valdés.61 Frente
a estos ideales universalistas mostraron su desacuerdo el rey francés Francisco I y
el papa. De ahí que estuviera constantemente en lucha con ambos durante su imperio.

Contra los turcos otomanos

El Emperador Carlos V con el bastón, por Juan Pantoja de la Cruz. Copia de un


retrato de Tiziano.
En 1516, el príncipe Selim de Argel pidió ayuda al corsario Baba Aruj, más conocido
como Barbarroja, para deshacerse del sometimiento de Castilla. Aruj acudió en
calidad de amigo, pero tras atacar Argel y expulsar a los españoles de la ciudad,
mató a Selim y se autonombró rey.62 El cardenal Cisneros, regente de Castilla hasta
la llegada de Carlos al reino, envió a una tropa de 8000 hombres al mando de Diego
de Vera para reconquistar la ciudad, pero su falta de instrucción militar provocó
que fueran derrotados.63

En 1517 Aruj se apoderó de Tremecén, ciudad tributaria del gobernador español de


Orán, el marqués de Comares Diego Fernández de Córdoba. Al año siguiente, este
derrotó y mató al corsario y su hermano Jeireddín se proclamó rey de Argel. Tras
enterarse de la noticia, Carlos decidió reconquistar inmediatamente la ciudad,
enviando a Hugo de Moncada al mando de una expedición formada por 7500 soldados. El
consejo de guerra celebrado el 17 de agosto decidió esperar la ayuda ofrecida por
el rey de Tremecén, pero una fuerte tempestad asoló la flota española siete días
después y Hugo de Moncada se vio obligado a retirarse.64

De esta manera, con la ayuda de los príncipes alemanes protestantes y de buena


parte de la nobleza castellana, Carlos acudió en 1532 en ayuda de su hermano
Fernando de Habsburgo para defender Viena del ataque de Solimán el Magnífico,
ciudad a la que llegó el 23 de septiembre del citado año, pero Francisco I de
Francia, quien temía que el emperador derrotara a los turcos y así se centrara en
la guerra contra él, aconsejó al sultán que no atacara al ejército imperial y este
acabó retirándose sin ofrecer apenas batalla.65

Ese mismo año Jeireddín Barbarroja logró expulsar a los españoles del Peñón de
Argel y en 1533 se alió con Solimán, quien le nombró almirante de flota. Al año
siguiente el corsario tomó Túnez y, ante esta situación, Carlos organizó dos
operaciones de diferente fortuna. La primera fue la conocida como la Jornada de
Túnez, en 1535, por la que se le arrebató Túnez a Barbarroja y la segunda, la
Jornada de Argel, en 1541, que fracasó debido al mal tiempo.

Las guerras con Francia


Artículo principal: Guerras italianas (1494-1559)
Carlos I sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a
la corona imperial, y al que exigía la devolución de Borgoña.

En la primera guerra (1521-1526), Francia se apoderó del Milanesado y ayudó a


Enrique II a recuperar el Reino de Navarra, tras su conquista en 1512. Sin embargo
el monarca francés fue derrotado y hecho prisionero, junto al monarca navarro, en
la batalla de Pavía (1525). Francisco fue llevado a Madrid en donde firmó el
Tratado de Madrid (1526), por el cual no volvería a ocupar ni el Milanesado ni
apoyaría al rey de Navarra (pacto al que renunció meses después por firmarlo bajo
coacción) y entregaría Borgoña a Carlos, además de renunciar a Flandes e Italia.
En la segunda guerra (1526-1529) las tropas imperiales asaltaron y saquearon Roma
(Saco de Roma), obligando al papa Clemente VII, aliado de Francisco I —tras la Liga
de Cognac—, a refugiarse en el castillo de Sant´Angelo. Mediante la Paz de Cambrai,
Carlos I renunció a Borgoña a cambio de que Francisco I renunciara a Italia,
Flandes y el Artois, además de entregar la ciudad de Tournay. Coronado por el papa
como emperador del Sacro Imperio Romano (1530), Carlos I continuó sus luchas contra
Francia.
La tercera (1535-1538) se produjo por la invasión francesa del ducado de Saboya,
aliado de la monarquía Habsburgo, con la intención de continuar hacia Milán. Acabó
con la firma de la tregua de Niza debido al agotamiento de ambos contendientes.
La cuarta (1542-1544) concluyó debido a la reanudación del conflicto de los
protestantes en Alemania. Agotados, los dos monarcas firmaron la Paz de Crépy,
mediante la cual Carlos I perdió territorios del norte de Francia —como Verdún,
etc.— y cercanos a Flandes; una vez más Francia renunciaba a Italia y Países Bajos,
entrando Milán en la política matrimonial mediante un previsible enlace hispano-
francés.
La aparición del protestantismo
La Monarquía Católica o Monarquía Hispánica del rey Carlos I se completó cuando el
monarca fue proclamado emperador del Sacro Imperio bajo el nombre de Carlos V. El
emperador asumió, entre otros compromisos, el de convocar asambleas de los estados
denominadas reuniones o dietas.

Carlos V a caballo en Mühlberg por Tiziano.


En 1521, en la Dieta de Worms, su hermano Fernando fue nombrado regente del Imperio
y elevado al rango de archiduque. Al mismo tiempo el monje Martín Lutero, bajo la
protección del elector Federico de Sajonia, fue declarado proscrito, iniciándose el
enfrentamiento religioso del catolicismo a fin de detener la expansión del
luteranismo. En 1523 cedió las islas de Malta y Gozo, así como Trípoli a la Orden
de Malta. Los seguidores de la doctrina de Lutero asumieron la denominación
«protestantes» en cuanto ellos, reunidos en «órdenes reformadas», en el curso de la
segunda Dieta de Espira de 1529, protestaron contra la decisión del emperador de
restablecer el Edicto de Worms, edicto que había sido suspendido en la precedente
Dieta de Espira de 1526. Como soberano, después de la imposición de la corona del
Imperio por mano del pontífice en 1530, Carlos se dedicó completamente a tratar de
solucionar los problemas que el luteranismo estaba creando en Alemania y en Europa,
con el fin de salvaguardar la unidad de la fe cristiana contra el embate de los
turcos musulmanes.

En el mismo año 1530, entre el 15 de junio y el 19 de noviembre, convocó la Dieta


de Augsburgo, en la cual se enfrentaron luteranos y católicos sobre las llamadas
Confesiones de Augsburgo. En esta Dieta acudió Melanchton, como representante de
Lutero. Este hizo concesiones, pero se mostró intransigente en el matrimonio de los
sacerdotes, la comunión bajo las dos especies y el rechazo de las misas privadas.
Carlos confirmó el Edicto de Worms de 1521, es decir la excomunión para los
luteranos, amenazando la reconstitución de la propiedad eclesiástica. Como
respuesta, los luteranos, representados por las llamadas «órdenes reformadas»,
actuaron dando vida a la Liga de Esmalcalda en 1531. Tal coalición, dotada de un
ejército y de una caja común, fue llamada también la «liga de los protestantes».

En el año 1532 la Dieta de Ratisbona tampoco llegó a un acuerdo entre católicos y


protestantes. Según el historiador Joseph Pérez, Carlos V consideró, en todo
momento, a los protestantes como herejes y rebeldes y si no pudo aplicar una
represión mucho más dura fue porque el sistema político del Imperio Alemán se lo
impidió.66 Reconociendo que era necesaria una reforma y para intentar resolver el
problema, el pontífice Paulo III convocó el Concilio de Trento. Concilio iniciado
oficialmente el 5 de diciembre de 1545 y concluido mucho después de desaparecidos
el papa que convocó y el emperador Carlos V.

Dominios de los Habsburgo en Europa en 1547.


Tras la negativa de los protestantes a reconocer el Concilio de Trento, el
emperador comenzó la guerra en el mes de junio de 1546, una vez firmada la Paz de
Crépy (1545) con Francia y alcanzada una tregua con los turcos en Europa central.
Los ejércitos católicos estaban compuestos por un ejército armado por el pontífice,
al mando de Octavio Farnesio, otro austríaco mandado por Fernando de Austria y otro
por los soldados de los Países Bajos al mando del Conde de Buren. También apoyaba
al César Mauricio de Sajonia que había sido hábilmente apartado de la Liga de
Esmalcalda. En resumen, el Emperador consiguió reunir a unos 40.000 hombres
dirigidos por el duque de Alba, frente a los 60.000 de las tropas luteranas, aunque
la falta de fondos y un enfrentamiento que se dilata en el tiempo reducen las
fuerzas del emperador a 25 000 hombres; pese a todo Carlos V consiguió una
contundente victoria en la batalla de Mühlberg, en 1547; poco después, los
príncipes alemanes se retiraron y se subordinaron al emperador. De la dieta de
Augsburgo, de 1548, resultó un decreto imperial conocido como el ínterin de
Augsburgo, para gobernar la Iglesia en espera de las resoluciones del Concilio. En
el ínterin se respetaba la doctrina católica, pero se permitía la comunión por las
dos especies y el matrimonio del clero.67

Retrato del emperador Carlos V hacia 1550.


Tras la victoria imperial en la guerra de Esmalcalda (1546-1547), los príncipes
protestantes derrotados quedaron descontentos con los términos religiosos del
Interim de Augsburgo. En enero de 1552, liderados por Mauricio de Sajonia, unos
cuantos se aliaron con el rey Enrique II de Francia por el Tratado de Chambord
(1552). A cambio del apoyo financiero francés y de asistencia, prometieron a
Enrique la posesión de los Tres Obispados —Metz, Verdún y Toul— como vicario del
Imperio. Desatada la guerra con los príncipes protestantes y ante el avance de
Mauricio de Sajonia, Carlos tuvo que huir a Carintia, mientras que Enrique tomaba
las fortalezas de Metz, Verdún y Toul. El hermano de Carlos, Fernando, negoció la
paz con tratado de Passau (1552), por el que el emperador garantizaba la libertad
de culto a los protestantes.

A pesar de su victoria, no logró el anhelado deseo de unificar política y


socialmente el luteranismo con el catolicismo, por lo que poco después, en 1555, se
vio obligado a suscribir la Paz de Augsburgo, por la que se reconocía a los
príncipes alemanes el derecho de adherirse libremente a la confesión católica o al
luteranismo, dando fin, aunque fuera de manera temporal (cincuenta años), al largo
conflicto surgido por la Contrarreforma.

El desaliento que se produjo tras el fracaso del emperador en contener la reforma


protestante en el Imperio Alemán estuvo en la base de su abdicación (1555) y de la
división de su herencia, separando el Imperio Alemán del resto de territorios,
cediéndoselo a su hermano Fernando y creando dos líneas dinásticas para los
Habsburgo, la línea española y la línea austriaca. El Imperio se convertiría en una
mera confederación de territorios. La Paz de Augsburgo (1555) fue confirmada por la
paz de Westfalia, cien años después, en 1648 que terminó con la Guerra de los
treinta años.66

Abdicación, retiro, fallecimiento y traslado de sus restos


Después de tantas guerras y conflictos, Carlos entró en una fase de reflexión:
sobre sí mismo, sobre la vida y sus vivencias y, además, sobre el estado de Europa.
Los grandes protagonistas, que junto con él habían trazado la escena europea en la
primera mitad del siglo xvi, habían fallecido: Enrique VIII de Inglaterra y
Francisco I de Francia en 1547, Martín Lutero en 1546, Erasmo de Róterdam diez años
antes y el papa Paulo III en 1549.

Lecho de muerte del emperador Carlos V en el Monasterio de Yuste, Cáceres.


El balance de su vida y de aquello que había completado no era del todo positivo,
sobre todo en relación con los objetivos que se había fijado. Su sueño de un
Imperio universal bajo los Habsburgo había fracasado, así como su objetivo de
reconquistar Borgoña. Él mismo, aunque autonombrándose el primer y más ferviente
defensor de la Iglesia Romana, no había conseguido impedir el asentamiento de la
doctrina luterana. Sus posesiones de ultramar se habían acrecentado enormemente,
pero sin que sus gobernadores hubiesen podido implantar estructuras administrativas
estables. Pero tenía consolidado el dominio español sobre Italia, que se aseguraría
después de su muerte con la Paz de Cateau-Cambrésis en 1559 y duraría ciento
cincuenta años. Carlos comenzaba a tener conciencia de que Europa se encaminaba a
ser gobernada por nuevos príncipes, los cuales, en nombre del mantenimiento de los
propios Estados, no intentaban mínimamente alterar el equilibrio político-religioso
al interior de cada uno de ellos. Su concepción del Imperio había pasado y se
consolidaba España como potencia hegemónica.
Estandartes con las armas de Aragón, de León y de Castilla en las exequias a la
muerte de Carlos I. Jérôme Cock, Funerales de Carlos I, Amberes, Cristóbal
Plantino, 1559.
En las abdicaciones de Bruselas (1555-1556), Carlos dejó el gobierno imperial a su
hermano Fernando (aunque los electores no aceptaron su renuncia formalmente hasta
el 24 de febrero de 1558)368 y la de España y las Indias a su hijo Felipe. Regresó
a España en una travesía en barco desde Flandes hasta Laredo, con el propósito de
curar la enfermedad de la gota en una comarca de la que le habían hablado por su
buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de La Vera.
Tardó un mes y tres semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, lugar donde se
hospedó gracias a la hospitalidad del III conde de Oropesa, Fernando Álvarez de
Toledo y Figueroa, que lo alojó en su castillo de Oropesa. Allí esperó desde el 11
de noviembre de 1556 hasta el 3 de febrero de 1557, fecha en que finalizaron las
obras de la casa palacio que mandó construir junto al monasterio de Yuste. En este
plácido lugar permaneció un año y medio en retiro, alejado de las ciudades y de la
vida política, y acompañado por la orden de los Jerónimos, quienes guiaron
espiritualmente al monarca hasta sus últimos días.

En su testamento reconoció a Juan de Austria como hijo suyo nacido de la relación


extramatrimonial que tuvo con Bárbara Blomberg en 1545. Lo conoció por primera vez
en una de las habitaciones de la casa palacio del Monasterio de Yuste.

Finalmente, el 21 de septiembre de 1558 falleció de paludismo69 tras un mes de


agonía y fiebres (a lo que se sumaba la gota, enfermedad que también padecía de
manera aguda), causado por la picadura de un mosquito proveniente de las aguas
estancadas de uno de los estanques construidos por el experto en relojes e
ingeniero hidrográfico Torriani.

Momia del emperador Carlos V en El Escorial, copiada del natural, de Martín Rico,
en La Ilustración Española y Americana.
En 1573 el rey Felipe II dispuso el traslado de los restos del extinto emperador y
de la infanta Leonor de Austria, reina de Portugal, al Monasterio de El Escorial,
tarea que fue realizada por el IV conde de Oropesa, Juan Álvarez de Toledo y de
Monroy. El ataúd de Carlos se encuentra en la Cripta Real del Monasterio de El
Escorial, conocida como el Panteón de los Reyes.

Familia
Matrimonio e hijos
El 11 de marzo de 1526, Carlos I se casó en el Real Alcázar de Sevilla con su prima
hermana Isabel de Portugal, nieta de los Reyes Católicos y hermana de Juan III de
Portugal, quien en 1525 se había casado con la hermana de Carlos I, Catalina de
Austria. Con ella tuvo los siguientes hijos:70

Felipe (21 de mayo de 1527-13 de septiembre de 1598), sucesor de su padre en el


trono de España (juntamente con sus posesiones en América, los Países Bajos, Milán,
Cerdeña, Nápoles y Sicilia) con el nombre de Felipe II.
María (21 de junio de 1528-26 de febrero de 1603), quien en 1548 se casó con el
emperador Maximiliano II de Habsburgo, su primo hermano.
Fernando (22 de noviembre de 1529-13 de julio de 1530).
Juana (24 de junio de 1535-7 de septiembre de 1573), quien en 1552 se casó con su
primo hermano Juan Manuel de Portugal, príncipe heredero de Portugal.
Juan (1 de mayo de 1539).
Hijos extramatrimoniales
Isabel de Castilla (1518), hija de la reina Germana de Foix, viuda de Fernando el
Católico y, por lo tanto, abuelastra de Carlos.71
Margarita de Austria o Margarita de Parma (1522-1596), cuya madre fue Juana Van der
Gheest.
Juana de Austria (1523-1530), hija de Catalina de Rebolledo, una de las damas de
Juana la Loca.72
Tadea de Austria (¿1523?-ca. 1562), cuya madre fue Orsolina della Penna.73 Se casó
con Sinibaldo di Copeschi.
Juan de Austria (1547-1578), cuya madre fue Bárbara Blomberg.
Genealogía
Según una investigación realizada y publicada a principios de 2016 por los
investigadores Gonzalo Álvarez y Francisco Ceballos, del Departamento de Genética
de la Universidad de Santiago de Compostela sobre la consanguinidad de los Austrias
españoles, el rey Carlos I presentaba un coeficiente de consanguinidad pequeño, del
3,7%. Sus padres eran primos terceros entre sí y descendían de los reyes Fernando I
de Aragón y Juan I de Portugal. 74

[mostrar]Ancestros de Carlos I de España


Semblanza
El embajador veneciano Gaspar Contarini hacía la siguiente descripción del
Emperador Carlos V a los veinticinco años de edad:

Es de estatura mediana, mas no muy grande, ni pequeño, blanco, de color más bien
pálido que rubicundo; del cuerpo, bien proporcionado, bellísima pierna, buen brazo,
la nariz un poco aguileña, pero poco; los ojos ávidos, el aspecto grave, pero no
cruel ni severo; ni en él otra parte del cuerpo se puede inculpar, excepto el
mentón y también toda su faz interior, la cual es tan ancha y tan larga, que no
parece natural de aquel cuerpo; pero parece postiza, donde ocurre que no puede,
cerrando la boca, unir los dientes inferiores con los superiores; pero los separa
un espacio del grosor de un diente, donde en el hablar, máxime en el acabar de la
cláusula, balbucea alguna palabra, la cual por eso no se entiende muy bien.
Potestades

Predecesora:
Juana de Aragón Príncipe de Asturias
1506-1516 Sucesor:
Felipe de Austria
Predecesor:
Felipe IV de Borgoñac Coat of Arms of Philip IV of Burgundy.svg
Duque titular de Borgoñad
Duque de Brabante, Limburgo, Lothier y Luxemburgo.
Conde de Artois, Flandes, Henao, Namur, Holanda y Zelanda.
Señor de Malinas
Margrave del Sacro Imperio Romano
1506-1555e Sucesor:
Felipe V de Borgoñac
Conde Palatino de Borgoña
Señor de Salins
1506–1556f
75 76

Conde de Charolais
1506-1558g
Predecesor:
Jorge el Barbudo de Sajonia-Meissen
Guerra friso-holandesa: Pier Gerlofs Donia Señor de Frisia
1515/1524h-1555d
Predecesor:
Obispo Enrique II de Bavierai Señor de las ciudades, pueblos y tierras de Utrech y
Overijssel
1528-1555d
Predecesor:
Carlos de Egmont Señor de Groninga (con Drente)
1536-1555d
Predecesor:
Guillermo V de Cléveris Duque de Güeldres y Conde de Zutphen
1543-1555d
Predecesora:
Juana I
(Fernando II de Aragón
Gobernador del Reino) Joint Lesser Royal Coat of Arms of Charles I and Joanna as
Spanish Monarchs.svg
Rey de Castilla y León
1516-1556
(Junto a su madre Juana I: 1516-1555) Sucesor:
Felipe II de España
Predecesor:
Fernando II de Aragón Arms of Charles I of Spain (Navarre).svg
Rey de Navarraj
1516-1556
(Junto a su madre Juana III: 1516-1555)
Joint Lesser Royal Coat of Arms of Charles I and Joanna as Spanish Monarchs.svg
Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Sicilia y Cerdeña
Conde de Barcelona
1516-1556
(Junto a su madre Juana I: 1516-1555)
Rey de Nápoles
1516-1554
(Junto a su madre Juana III: 1516-1554)
Predecesor:
Maximiliano I Archiduque de Austria
Duque de Estiria, Carniola y Carintia
Landgrave de Alsacia
Príncipe de Suabia
Conde del Tirol, Habsburgo, Gorizia, Ferrete y Kyburgo
Margrave de Burgau
Señor de la Marca Eslovena y Pordenone
1519-1521
(Junto a su hermano Fernando I: 1519-1521) Sucesor:
Fernando I
Coat of Arms of Charles V as King of the Romans.svg
Rey de Romanos
1519-1520
Armas de Carlos I de España.svg
Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
1520-1558
Véase también
Tabla cronológica de reinos de España
Imperio español
Escudo de Carlos I
Ruta Carlos V
Busto de Carlos V
Segunda carta de relación de Hernán Cortés al emperador Carlos V
El último desembarco de Carlos V
Categoría:Representaciones culturales de Carlos V (emperador)
Notas y referencias
Traducción del latín: «Más allá»; Carlos I es el único monarca español del que se
puede considerar propio el lema Plus Ultra; a partir de él el lema será más bien
símbolo de España.
Autoproclamado (14 de marzo de 1516), posteriormente jurado (junto con su madre)
en las Cortes de Castilla (9 de febrero de 1518), y en las distintas Cortes de
Aragón: Aragón (29 de julio de 1518), Cataluña (16 de abril de 1519) y Valencia (16
de mayo de 1528)[cita requerida]
El ordinal corresponde al ducado de Borgoña, cuyo titular era el Gran Maestre y
jefe soberano de la Orden del Toisón de oro, y de esta manera era el título de
mayor prestigio entre todos los territorios del ducado de Borgoña en el siglo xv.
No obstante el territorio propio del ducado había sido incorporado a Francia en
1477.
Con la Pragmática Sanción de 1549 los territorios de las 17 provincias de los
Países Bajos constituyeron una unión política indivisible bajo el mismo soberano.—
(Thomas y Verdonk, 2000, p. 21) — (Rousset, 1854, p. 430) — (Ragon, 1843, p. 28).
El 25 de octubre de 1555, Carlos I renunció en su hijo Felipe los territorios del
pays de par deçà (Países Bajos) (Juste, 1855, p. 25) pero no los del pays de par
delà (Borgoña)
La renuncia del Condado de Borgoña fue el 10 de junio de 1556 (Joseph y Marchal,
1836, p. 724)
Carlos I no renunció al condado de Charolais ya que de haberlo hecho, habría
retrocedido al rey de Francia sobre la base de la Paz de Cambrai (1529) (de Cadenas
y Vicent, 2001, pp. 333-338). Ya fallecido, su hijo Felipe fue reconocido señor del
territorio en la Paz de Cateau-Cambrésis (1559) Duckett, 1853, p. 292
En 1515, Carlos compró los derechos sobre Frisia al duque Jorge el Barbudo de
Sajonia-Meissen, y nombró estatúder a Floris de Egmont. Se inició una guerra y
Carlos fue aceptado Señor de Frisia en 1524.
Los territorios del obispado fueron cedidos por los tratados de Schoonhoven y
Gorinchem: Holland under Habsburg Rule, 1506–1566, James D. Tracy
En 1530 abandonó Ultrapuertos por la dificultad de su defensa, pasando a poder de
Enrique II de Albret. A partir de entonces los reyes de España sólo reinarán en la
Alta Navarra.
La cronología de su abdicación es confusa. Carlos primero informó de esta en dos
cartas fechadas el 8 de agosto y 12 de septiembre (1556).1 Su abdicación "oficial"
se decretó el 27 de agosto234o 7 de septiembre567 del mismo año. La abdicación fue
aparentemente reconocida o confirmada dos años después, el 248349 o 28 de
febrero.10111213
Referencias
Lanz, Karl (1846). Correspondenz des Kaisers Karl V. [Correspondencia del
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Tema sobre Carlos I en un blog de la Universidad de Alicante
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