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Psicoeducacion Celos

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Celos. Consecuencias en la pareja.

Nos han vendido la idea de que existen los celos sanos, manteniendo ciertas conductas
disruptivas y negativas para las relaciones, como características de amores intensos y
verdaderos. Evidentemente cuando queremos algo y sospechamos que puede estar en
peligro, sentimos un temor a perderlo, pero ese temor adaptativo no tiene nada que
ver con los celos patológicos que solemos normalizar y paliar con control.

Los celos pueden considerarse “normales” o adaptativos cuando consisten en un


miedo o malestar de baja intensidad ante la posibilidad real o anticipada de la pérdida
de la persona querida y que pueden aparecer en cualquier tipo de relación (pareja,
amigos, entre hermanos, etc.).
Los celos patológicos, generan mucho malestar y probablemente un problema en la
pareja ya que aparece un miedo intenso e injustificado a la pérdida de la pareja, a su
compromiso de fidelidad, muchas veces fruto de interpretaciones distorsionadas en
torno al amor. Además, estos celos patológicos hacen que la persona celosa ponga en
marcha una serie de acciones para controlar a la pareja y conseguir reducir la
inseguridad y ansiedad que experimenta.

¿Qué son los celos?

Los celos son sentimientos de inseguridad que generan mucha angustia y malestar.
Surgen en diferentes circunstancias, como cuando creemos que nuestra relación de
pareja y el sentimiento de amor hacia nosotros están en peligro o cuando nos dejan de
prestar la atención que deseamos.

Aunque la forma más común de hablar sobre los celos en los adultos es en el ámbito
de la pareja, no solo se produce en estas circunstancias. Puede aparecer hacia
amistades, familiares o compañeros de trabajo o estudio.

No todo el mundo asume que es celoso con facilidad. Esta falta de reconocimiento,
causada por el estigma social que lleva detrás, genera que sea un problema en el que
la intensidad en la que se experimenta y se muestra sea muy poco acorde a la realidad
en algunas ocasiones. Estamos acostumbrados solo a ver la figura del celoso como una
persona controladora a ojos externos, pero también hay muchas personas que sufren
la sintomatología en silencio causándoles muchísimo dolor a nivel emocional.

El amor y la relación de pareja tiene que ver con el ejercicio de la confianza y el


respeto por la individualidad de cada uno. Vivir en una continua duda sobre la
fidelidad de mi pareja e intentar controlar cada paso de ella, está muy lejos de amar.
En el post anterior, veíamos cómo identificar los celos y las características principales
de una persona celosa. Ahora nos adentraremos en las consecuencias de desgaste
emocional que tiene en ambas partes de la pareja.
Los celos provocan un intenso sufrimiento tanto para la persona celosa como para su
pareja. Deterioran la relación de pareja, generan conflictos e insatisfacción pudiendo
llegar a la ruptura.

Síntomas de la celotipia

Los celos se caracterizan principalmente por una serie de pensamientos intrusivos que
nos llevan a realizar conductas de control y comprobación constante hacia nuestra
pareja. Las personas que sufren celos patológicos viven en un estado de
hipervingilancia constante.

Como hemos comentado antes, estos pensamientos son los que nos hacen sentir que
nuestra relación está en peligro y es aquí cuando empieza a aparecer también la
sintomatología conductual.

 Control sobre los dispositivos electrónicos y redes sociales: pudiendo llegar a


robar contraseñas para poder leer y tener controlado los contactos que se
producen con otras personas.
 Interrogatorios sobre las actividades que realizan y las personas con las que se
relacionan cuando no se está presente
 Pensar constantemente en que les están engañando, pese a que haya ninguna
prueba de ello.
 La mayoría de sus argumentos están basados en fantasías y predicciones de
futuro sin ninguna evidencia real.
 Control sobre las compras o lugares que visita su pareja
 Desconfianza en los compañeros de trabajo o estudio
 Les molesta que sus parejas realicen otras actividades de ocio ajenas a su
relación.
 No respetan el espacio personal e individual del otro.
 Tienden a tener una actitud agresiva y grosera cuando intentan lidiar con estos
pensamientos.
 Están constantemente pensando que les van a dejar. Lo consideran una
realidad absoluta y lo experimentan como una verdadera ruptura
adelantándose a los acontecimientos.
 Los celos también generan sintomatología interna como; rabia, angustia,
sentimiento de culpabilidad o incomprensión.

Consecuencias
A nivel personal (para la persona celosa)
A nivel personal, todas las conductas que realizamos para mitigar los celos (las
actitudes de control y vigilancia) lejos de sernos útiles para sentirnos mejor y resolver
dudas nos generan un bucle constante del que es muy difícil salir. Cada vez que
realizamos una conducta sentimos un alivio pasajero, pero ese control solo provoca
más dudas y con ello entramos en un patrón de conductas que empiezan a repetirse
una y otra vez.

Nunca hay una última vez para mirarle el móvil a nuestra pareja, encontremos o no
algo, si continuamos con la relación siempre querremos basar nuestra seguridad en
este tipo de comprobaciones si no resolvemos nuestras propias inseguridades y
miedos.
Realmente los celos tienen su origen en nosotros mismos, en nuestra mochila
emocional que cargamos a la espalda. Baja autoestima, patrones de relaciones,
experiencias traumáticas pasadas, patrones de apego, miedo a quedarnos solos y la
dependencia que sentimos hacia nuestras parejas.

Todos estos problemas debemos resolverlos a nivel personal, para luego poder
enfrentarnos a las adversidades que siempre pueden producirse en una relación de
pareja y establecer los límites sanos y necesarios para no tener una relación basada en
la toxicidad.

 Estado de alarma constante. Vive en una continua situación de tensión donde


todo lo que ocurre es motivo de duda o miedo. “Quien busca, encuentra” o
“piensa mal y acertarás”, y no porque existan pruebas que lo confirmen, sino
porque nuestra atención es selectiva y va a percibir y recordar con mayor
facilidad aquellos estímulos o situaciones que para la persona prueben su
teoría. Sesgamos la información que percibimos para adecuarla a nuestra
teoría, en este caso, que nuestra pareja nos está engañando.

 Las personas celosas sufren mucho, tienen mucha ansiedad y miedo ante la
posibilidad de perder a la pareja. Esto les impide disfrutar de la relación, de las
actividades juntas y de las muestras de afecto, confianza y respeto de su pareja.
Sienten mucha intranquilidad y desconfianza en muchas situaciones, con cada
interacción de su pareja con otras personas o con aquello que no puede ver ni
controlar.

 Intentos excesivos de control ante esa desconfianza, el celoso pone en marcha


una serie de acciones para intentar dejar de sentirse tan ansioso. Llamadas de
teléfono, mensajes, comprobaciones de redes sociales, whatsapp, llamar a
algún amigo o familiar para pedir información, poner condiciones o límites, son
algunos ejemplos de estos intentos de control.

Para la pareja
Para la pareja implican un ambiente constante de discusiones y estados irritables
repetitivos que generan mucha ansiedad o estrés y pueden llevar a un manejo también
incorrecto de la situación. Pueden entrar en un bucle de mentiras para intentar
encontrar intimidad y tiempo propio. La mayoría de veces, esto se traduce en una
distancia emocional que provoca una intensificación de los celos de la otra persona.

La confianza en este tipo de relaciones está totalmente estropeada y los pilares de la


relación se ven afectados en los niveles más básicos y necesarios.

En muchas ocasiones, las parejas no detectan estos comportamientos como negativos


desde el inicio porque pueden confundirse con la intensidad de la etapa de
enamoramiento inicial. Lamentablemente vivimos en un mundo en el que la idea del
amor está ligada a conceptos negativos como la dependencia emocional, el
sufrimiento y el control.

 Desgaste y descontento progresivo con la relación, las discusiones continuas, la


desconfianza, puesta en duda y comprobaciones de su propia conducta por
parte del miembro celoso, van deteriorando poco a poco la relación. Incluso
pueden aparecer planteamientos o deseos de ruptura.

 Sensación de agobio, malestar e impotencia ante tantos intentos de control y


explicaciones.

 Sensación de pérdida, de ser el/la que siempre cede ante todas las exigencias
del celoso. A veces, se percibe la relación como una cárcel o cómo una
esclavitud, la pareja del celoso tiene la sensación de no poder disponer de su
libertad.

 Con el fin de evitar el sufrimiento de su pareja, evitar discusiones y problemas


entre ambos y, poder tomar decisiones y vivir con normalidad, la pareja
puede ocultar determinada información o mentir.

Para la relación

 Desgaste de la comunicación, pérdida de la confianza y de la intimidad.

 Incremento en la conflictividad y los problemas de pareja.

 Disminución de las actividades positivas y reforzantes en común, los


intercambios positivos como la afectividad y los halagos.

 La relación puede llegar a deteriorarse de tal manera que deje de compensar y


empiece a cobrar relevancia la posibilidad de la ruptura.
Algunas pautas para trabajar los celos (Siendo la persona celosa):

 Mantener la individualidad. Parece que cuando estamos en pareja lo tenemos


que hacer todo juntos (mito de la unidad), pero nada más lejos de la realidad.
Es importante para establecer una relación de pareja saludable que cada uno
de los miembros tenga su espacio y que puedan enriquecerse individualmente,
así el tiempo en pareja es de calidad y no está viciado por la propia relación.
Además, en caso de que la relación no sea para siempre y haya que enfrentarse
a una ruptura, ambos miembros van a tener más herramientas a su alcance
para superarla (amigos, actividades, intereses…).

 Dejar de controlar. Probablemente, en el corto plazo dejar de mirar las redes o


pedir determinada información puede resultar impensable y generar ansiedad,
pero a medio y largo plazo nos va a permitir dejar de estar en ese estado de
alarma y poder prestar atención a nuestra relación. Habla con tu pareja,
estableced límites y llegar a acuerdos.

 Cuestionar las creencias distorsionadas en torno al amor y más concretamente


en torno a nuestra pareja, reconociendo nuestros miedos y prejuicios.

 Trabajar nuestras inseguridades. Como he dicho a lo largo del post, sentir


cierto miedo por perder a la persona que amamos es normal, elaborar toda una
serie de acciones entorno al control de nuestra pareja para sentirnos seguros
no lo es. Hacer un ejercicio profundo de autobservación es importante para
poder trabajar la seguridad y confianza en nosotros mismos.

 Trabajar la comunicación asertiva y centrarse en lo que depende de mi. Ser


capaz de expresar a nuestra pareja nuestras opiniones, deseos, intereses,
pensamientos, acciones de forma asertiva es clave para fortalecer la relación.
No podemos esperar a que nuestra pareja haga aquello que deseo o necesito
pero que no le digo, “si me quisiera, debería saberlo”, de momento no
podemos leer la mente.

 Fomentar la confianza y el amor, pasar tiempo de calidad en los que los dos
miembros disfruten. Reforzar aquellas actividades que nos unen, trabajar la
complicidad, la empatía, las expresiones afectivas, la risa, en definitiva el
intercambio positivo, al contrario que en los celos en lo que se comparte es un
intercambio de explicaciones y reproches.

 Quererse mejor. Dejar de justificar el comportamiento celoso “te controlo


porque te quiero” no tiene que ver con el amor, tiene que ver con la
inseguridad propia. El amor tiene que ver con confiar y respetar al otro,
sabiendo que nosotros merecemos la misma confianza y respeto.
Vivimos en una sociedad en la que el amor y el modelo del mismo está por todas
partes. Vivimos bombardeados de mitos sobre el amor y aprendemos cómo debemos
amar y ser amados, amor pasional, amor que todo lo puede y todo lo cambia (hasta a
las personas), amor que mueve montañas, “por amor lo dejo todo”; mi familia, mis
amigos, mis estudios/profesión, mi vida, el amor es sacrificio… Vivimos aprendiendo a
amar de esta manera.

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