Psicoeducacion Celos
Psicoeducacion Celos
Psicoeducacion Celos
Nos han vendido la idea de que existen los celos sanos, manteniendo ciertas conductas
disruptivas y negativas para las relaciones, como características de amores intensos y
verdaderos. Evidentemente cuando queremos algo y sospechamos que puede estar en
peligro, sentimos un temor a perderlo, pero ese temor adaptativo no tiene nada que
ver con los celos patológicos que solemos normalizar y paliar con control.
Los celos son sentimientos de inseguridad que generan mucha angustia y malestar.
Surgen en diferentes circunstancias, como cuando creemos que nuestra relación de
pareja y el sentimiento de amor hacia nosotros están en peligro o cuando nos dejan de
prestar la atención que deseamos.
Aunque la forma más común de hablar sobre los celos en los adultos es en el ámbito
de la pareja, no solo se produce en estas circunstancias. Puede aparecer hacia
amistades, familiares o compañeros de trabajo o estudio.
No todo el mundo asume que es celoso con facilidad. Esta falta de reconocimiento,
causada por el estigma social que lleva detrás, genera que sea un problema en el que
la intensidad en la que se experimenta y se muestra sea muy poco acorde a la realidad
en algunas ocasiones. Estamos acostumbrados solo a ver la figura del celoso como una
persona controladora a ojos externos, pero también hay muchas personas que sufren
la sintomatología en silencio causándoles muchísimo dolor a nivel emocional.
Síntomas de la celotipia
Los celos se caracterizan principalmente por una serie de pensamientos intrusivos que
nos llevan a realizar conductas de control y comprobación constante hacia nuestra
pareja. Las personas que sufren celos patológicos viven en un estado de
hipervingilancia constante.
Como hemos comentado antes, estos pensamientos son los que nos hacen sentir que
nuestra relación está en peligro y es aquí cuando empieza a aparecer también la
sintomatología conductual.
Consecuencias
A nivel personal (para la persona celosa)
A nivel personal, todas las conductas que realizamos para mitigar los celos (las
actitudes de control y vigilancia) lejos de sernos útiles para sentirnos mejor y resolver
dudas nos generan un bucle constante del que es muy difícil salir. Cada vez que
realizamos una conducta sentimos un alivio pasajero, pero ese control solo provoca
más dudas y con ello entramos en un patrón de conductas que empiezan a repetirse
una y otra vez.
Nunca hay una última vez para mirarle el móvil a nuestra pareja, encontremos o no
algo, si continuamos con la relación siempre querremos basar nuestra seguridad en
este tipo de comprobaciones si no resolvemos nuestras propias inseguridades y
miedos.
Realmente los celos tienen su origen en nosotros mismos, en nuestra mochila
emocional que cargamos a la espalda. Baja autoestima, patrones de relaciones,
experiencias traumáticas pasadas, patrones de apego, miedo a quedarnos solos y la
dependencia que sentimos hacia nuestras parejas.
Todos estos problemas debemos resolverlos a nivel personal, para luego poder
enfrentarnos a las adversidades que siempre pueden producirse en una relación de
pareja y establecer los límites sanos y necesarios para no tener una relación basada en
la toxicidad.
Las personas celosas sufren mucho, tienen mucha ansiedad y miedo ante la
posibilidad de perder a la pareja. Esto les impide disfrutar de la relación, de las
actividades juntas y de las muestras de afecto, confianza y respeto de su pareja.
Sienten mucha intranquilidad y desconfianza en muchas situaciones, con cada
interacción de su pareja con otras personas o con aquello que no puede ver ni
controlar.
Para la pareja
Para la pareja implican un ambiente constante de discusiones y estados irritables
repetitivos que generan mucha ansiedad o estrés y pueden llevar a un manejo también
incorrecto de la situación. Pueden entrar en un bucle de mentiras para intentar
encontrar intimidad y tiempo propio. La mayoría de veces, esto se traduce en una
distancia emocional que provoca una intensificación de los celos de la otra persona.
Sensación de pérdida, de ser el/la que siempre cede ante todas las exigencias
del celoso. A veces, se percibe la relación como una cárcel o cómo una
esclavitud, la pareja del celoso tiene la sensación de no poder disponer de su
libertad.
Para la relación
Fomentar la confianza y el amor, pasar tiempo de calidad en los que los dos
miembros disfruten. Reforzar aquellas actividades que nos unen, trabajar la
complicidad, la empatía, las expresiones afectivas, la risa, en definitiva el
intercambio positivo, al contrario que en los celos en lo que se comparte es un
intercambio de explicaciones y reproches.