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HISTERIA

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HISTERIA

 La histeria es un tipo de neurosis, un conflicto psíquico sin causa orgánica que se


caracteriza por una elaboración alterada de contenidos desagradables y dolorosos
que han sucumbido a la represión y se expresan simbólicamente en la somatización
del cuerpo.
La histeria es un tipo de psiconeurosis de defensa, considerada como una
“enfermedad por representación” ya que es una afección vivida como metáfora. La
histérica expresa en su malestar una serie de sentidos internos sostenidos por la
satisfacción de deseos sexuales perversos que están reprimidos por haber entrado en
conflicto con las instancias superiores del psiquismo.
 La histeria es una enfermedad nerviosa que se caracteriza por frecuentes cambios
psíquicos y alteraciones emocionales que pueden ir acompañadas de convulsiones,
parálisis y sofocaciones. Es un trastorno psicológico encuadrado dentro de la
tipología de las neurosis. Una de sus características es que se somatiza física o
psíquicamente sin causas aparentes. A veces provoca que el enfermo cree distintas
personalidades.
 Histeria para FREUED. Para el mayor investigador del alma humana, los sueños
diurnos y las fantasías constituyen el primer peldaño que antecede el desarrollo de
los síntomas histéricos. Cabe destacar que estas formaciones no dependen
directamente de las experiencias vividas en la realidad efectiva, sino de las fantasías
anudadas a contenidos sexuales que las acompañan. Los síntomas histéricos serían
pues, representantes simbólicos de un conflicto reprimido, pero expresado en “la
anatomía imaginaria” del cuerpo. Como bien apunta Freud (1921), “Un síntoma
histérico se funda en una fantasía y no en la reproducción de algo verdaderamente
vivido”. En resumen, el histérico se halla dominado por representaciones
inconscientes, siendo las mímicas y los síntomas un modo de recordar las escenas
fantaseadas que dominan su vida emotiva
¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA HISTERIA?
Freud ubica la etiología de la histeria en la psicosexualidad de los pacientes, y también
afirma que los síntomas histéricos dependen de las fantasías que se elaboran en torno a
recuerdos y sucesos autoeróticos y edípicos reprimidos. Según Freud (1917):
“En la histeria existe siempre una regresión de la libido a los primeros objetos sexuales de
naturaleza incestuosa…siendo, la represión la que desempeña en el mecanismo de esta
enfermedad el papel principal”. (p.2.336). En este sentido, la amnesia por represión es un
hecho particular de las observaciones freudianas acerca de la estructura histérica.
Sin embargo, la causa de la histeria es multifactorial. No necesariamente debe surgir de una
“vivencia traumática” o es una única fantasía reprimida la que se encuentra enlazada
linealmente con los síntomas; sino que puede estar determinada por una cooperación de
varias experiencias, junto con otros recuerdos anteriores, p. ej: evocaciones de cosas que
ocurrieron, o fantasías de sucesos que no ocurrieron.
Por ende, la histeria se apoya en una constelación de elementos interconectados que le dan
su consistencia a partir de un punto nodal, es decir, un punto de entrecruzamiento de dos o
más representaciones (recuerdos, sucesos) resignificados en la cadena asociativa, que tocan
un conflicto sexual reprimido.
La histeria se genera por la represión de una representación sexual prematura (es decir,
acaecida en la niñez temprana) que es inconciliable con la dirección de las representaciones
que ya están presentes en la organización del yo
La histeria, también llamada trastorno por somatización, es aquella patología en que la
persona tiene una preocupación crónica por síntomas físicos que no tienen ningún origen
identificable. Por ello, visita a todo tipo de especialistas médicos para encontrar una cura a
su dolencia física que no puede ser detectada. A menudo se trata de preocupaciones
psicológicas que el paciente exterioriza en forma de dolencias físicas. Es más frecuente en
las mujeres que en los hombres. Esta patología incluye trastornos somatoformes, trastornos
disociativos y trastornos de conversión.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA HISTERIA?
Para Freud los síntomas histéricos constituyen la manifestación de deseos reprimidos,
siendo tales síntomas la expresión simbólica de la vida íntima y de la psicosexualidad
infantil del sujeto. Es característico de la histeria que los síntomas se formen por el proceso
de conversión, esto es: la somatización de un afecto.
Entre los síntomas más llamativos se encuentran:
Alucinaciones de contenidos reprimidos
Parálisis motoras y anestesias locales.
Convulsiones, contracturas o tics.
Cegueras parciales.
Vómitos.
Impotencia y frigidez
Fobias (histeria de angustia).
Disneas (ahogos).
Tos nerviosa.
Mutismo.
Afonía.
Amnesia histérica (puesta al servicio de la represión).
Disociación psíquica (desdoblamiento de la consciencia).
Hay que recordar que estos síntomas no tienen un origen neurológico, y lo que caracteriza
al síntoma histérico es su capacidad de repetirse. Según Freud (1900): “el síntoma histérico
no nace sino cuando dos realizaciones de deseos, contrarias y procedentes cada una de un
sistema psíquico distinto, pueden coincidir en una expresión”.
Los síntomas de la histeria son tanto físicos como psíquicos. Destacan los trastornos
motores, sensitivos y sensoriales. Dentro de los trastornos motores pueden darse
convulsiones y/o parálisis. La pesadez en las extremidades, los llantos dolorosos, la
debilidad y la inestabilidad emocional son algunos de los principales síntomas de la
histeria.
El dolor y otros síntomas que siente el paciente con este tipo de trastornos son reales e
involucran muchas partes del cuerpo, sobre todo el aparato digestivo, el sistema nervioso y
el aparato reproductor.

HAY DOS CLASES DE HISTERIA:


La de conversión, inervación somática de un órgano debida a una fijación sexual, hace que
ese órgano este como enfermo, pero a diferencia de la somatización, la conversión es
sensible a la palabra, es alcanzada por la palabra del analista puesto que se trata de un
síntoma de conversión, como la parálisis en la pierna de una paciente de Freud que había
cuidado y apoyado su pierna en el padre, y esta se sexualizó; Freud curó este síntoma con la
palabra.
La otra histeria es la de angustia o fobia, la angustia es el síntoma principal y puede, de ser
temida, convertirse en fobia, por ejemplo, a los animales, como la fobia a los caballos del
caso Juanito de Freud” Una fobia en un niño de 5 años”.
Pero el deseo insatisfecho de la histérica, lo que la caracteriza: es universal, también.
Todo ser humano, aunque sea normal se caracteriza por unos deseos insatisfechos en su
haber. Síntoma muy habitual en la histeria de conversión, es la frigidez, que no conviene
que la trate el sexólogo, ya que sería una manera de no respetar el síntoma (y al síntoma es
imprescindible respetarlo) sino el psicoanalista.
Debemos a las histéricas, ya lo reconoce Freud, el descubrimiento del valor de la palabra a
la hora de la curación y el de la asociación libre como modo de acceso al inconsciente.

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